Breeding With Bigfoot by Siggy Shade 2

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Cría con Bigfoot
SOMBRA SIGGY
Copyright © 2023 por Siggy Shade
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Contenido
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Capítulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
capitulo 14
Capítulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
30. Epílogo
Sobre el Autor
También por Siggy Shade
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Breeding by Bigfoot contiene las siguientes advertencias de contenido:
Aborto (discusión solamente)
sexo anal
caza de animales
Bebé atrapando
Canibalismo
Cautiverio
Infiel
Parto (gráfico)
Asesinato en masa
El embarazo
Acoso sexual
Cosificación sexual
puños vaginales
Para todos los que alguna vez han querido balancearse como una bola
de demolición y les gusta espeso, cremoso y con sabor a
caramelo salado.
Capítulo uno
T Las suyas están resultando ser las peores vacaciones románticas.
Las paredes de la tienda en la que estamos acurrucados ondean en el viento
y están a punto de derrumbarse sobre nuestras cabezas. Mis dedos se cierran
alrededor de la parte superior del saco de dormir, tratando de mantener el aire
caliente, pero es inútil en una noche tan fría.
No hay forma de que pueda dormir en un refugio tan inestable.
"Brian", le susurro a la figura acurrucada a mi lado. Empaquemos y
regresemos al camión.
Mi novio murmura algo, lo que nunca hace a menos que pretenda estar
somnoliento.
Brian y yo hemos estado saliendo durante cuatro meses, pero este es
nuestro primer viaje juntos. Nuestros dos perfiles de citas dijeron que disfrutamos
del aire libre, pero prefiero el glamping a congelarme las tetas en la carpa más
delgada del mundo.
Una lechuza ulula tan cerca de nosotros que las paredes tiemblan. I
busco la linterna pero solo encuentro mi teléfono.
"¿Se enteró que?" Pregunto.
"Vuelve a dormir", murmura.
En algún lugar en la distancia, juro que aúlla un lobo.
"¡Brian!"
"Faye". Brian asoma la cabeza desde su saco de dormir tipo momia de cuatro
estaciones con capucha con cordón. “No vamos a volver al camión. Pagué mucho
dinero por este viaje y no lo malgastaré pasando la noche en un vehículo. Vuelve a
dormir."
—No olvides que pagué la mitad —le espeto. "Al menos dame las llaves".
Se quita la capucha del saco de dormir por la cabeza, se sube la cremallera
hasta la barbilla y deja escapar un fuerte ronquido.
"¿Por qué eres tan idiota?" gruño.
Él no responde. Ni siquiera cuando algo sobre nosotros cruje lo suficientemente
fuerte como para ponerme la piel de gallina.
Inhalo una respiración profunda para mantener la calma. Este no es el
momento de perder mi mierda. Este no es mi primer viaje de campamento, pero
algo anda mal en este trozo de bosque.
Los árboles que rodean nuestro claro están todos mal, con troncos más cortos
que el promedio y ramas enredadas que se arrastran sobre el dosel como
serpientes fosilizadas. Bloquean la luz de la luna, dejándonos en la oscuridad total.
Brian eligió acampar a unos metros de una escalera desvencijada que
apuntaba hacia las estrellas. ¿Quién construye escaleras en medio del bosque y
adónde se supone que deben conducir?
Su respiración se hace más profunda, sonando como si realmente estuviera
durmiendo. Levanto mi teléfono y desbloqueo la pantalla para tener un poco de luz.
Sólo hay un bar de recepción. ¿Tal vez podría caminar hasta el borde del bosque y
tomar un Uber?
Pasos pesados crujen cerca, sonando como si estuvieran acercándose. Oh,
mierda. Probablemente sea un oso. O peor, un psicópata.
“Brian,” siseo.
Su respiración cambia.
"¿Puedes oír eso?" Pregunto.
Brian no responde. Probablemente piensa que estoy siendo paranoico.
No soy.
Especialmente cuando los pasos van acompañados de jadeos
animales.
Brian ladr.
Rueda sobre su costado, dándome la espalda.
"Está bien, a la mierda esto". Meto mi teléfono en el bolsillo de mi chaqueta, abro la
cremallera de mi saco de dormir y ruedo fuera de la colchoneta.
"¿Qué estás haciendo?" Brian pregunta, fingiendo somnolencia.
Empujo mis botas. "Ir al camión".
"Buena suerte para llegar allí sin una linterna o llaves", dijo.
murmura
El tiene razón. El camión está a más de media milla de distancia.
Todo lo que tengo es un teléfono inteligente y un faro con una batería
defectuosa. Fue tonto de mi parte no venir preparado, pero confié en
Brian cuando dijo que tenía todo cubierto.
Mi mandíbula se aprieta. ¿Por qué eligió ahora mostrar este lado
egoísta de su personalidad? Era medio decente hasta ahora. Me maldigo
por dejar que la soledad me ciegue de la nada demasiado tarde que él
es un idiota.
Los pasos crujen más cerca, sonando como huesos rompiéndose.
Cada vello fino de mi cuerpo se eriza. Es demasiado tarde para que
Brian entre en razón. Me voy.
Arrastrándome sobre mis manos y rodillas, abro la cremallera de la
tienda y salgo corriendo. Astillas de luz de luna caen desde el espeso
dosel de árboles, pareciendo espectros flotantes.
Una respiración rápida y pesada llena el claro. tengo noventa y nueve
por ciento seguro de que quienquiera que esté ahí afuera está detrás de la tienda.
Brian susurro. "Alguien viene. Vamos."
“O vuelves adentro o te rompes el cuello de camino al camión”, sisea
Brian. “Pero no me iré”.
He visto suficientes películas slasher para saber lo que sucederá a
continuación.
Sin mirar atrás, me pongo de pie y escalo el tronco más cercano.
Gracias a tener dos hermanos que me hacían jugar con ellos cuando
éramos pequeños, soy decente trepando árboles. Los pasos continúan,
sintiendo que quien los está haciendo está al alcance de la mano.
Un sudor frío brota de mi piel, haciendo que me castañeteen los
dientes. Mi corazón late contra mis costillas como un pájaro carpintero
maníaco, desesperado por escapar de este claro y volar a casa.
Ignoro el creciente pánico y me acomodo en una rama gruesa.
Desde mi punto de vista, puedo ver la tienda. Brian ha encendido una luz
y está sentado. Espero a que salga por la puerta, pero por su silueta,
parece que se está quitando los pantalones.
Mi ceño se frunce.
Eso no puede ser correcto.
No hay tiempo para gritar una segunda advertencia porque una figura
enorme sale de detrás de los árboles. Es un oso... o algo más, no puedo
decirlo, pero mide al menos siete pies de alto y está cubierto de pelo.
Estoy demasiado alto en las ramas para mirar de cerca su rostro, pero la luz de la
luna que se filtra a través del espeso dosel resalta una frente poblada y la nariz de un
ser humano. Mi garganta se aprieta.
Eso no puede ser un oso.
Tampoco puede ser una persona.
¿De qué otra manera puedo describir a un monstruo bípedo gigante con ojos
ámbar que brillan en los deslizamientos de luz? Agarro la rama y me deslizo hacia
adelante, tratando de que no vea mi escondite.
La criatura rodea la tienda. Estremeciéndome, observo su cuerpo masivo con
músculos gruesos y viscosos que sobresalen a través de su piel, y el enorme garrote
que se arrastra detrás de él en el suelo del bosque.
¿Pie Grande?
Infierno sangriento.
Brian está a punto de morir.
Mi boca se abre y respiro hondo para gritar, pero el sentido común la cierra.
¿Realmente voy a anunciar mi ubicación a Bigfoot y ponerme en riesgo para salvar a
Brian? Brian, ¿quién ignoró mis advertencias e insistió en quedarse? Brian, ¿quién no
me acompañaría al camión? Brian, ¿quién siempre me hizo ir 5050 en las citas?
Brian puede enfrentarse a Bigfoot solo.
Saco mi teléfono de mi bolsillo, enciendo la cámara
aplicación, y presione el botón rojo.
Reddit me llamaría imbécil por grabar a Bigfoot destrozando a mi futuro ex novio,
pero no voy a convertirme en el principal sospechoso de su asesinato. Además,
necesitaré algo para mostrarle a la policía… y subirlo a Tiktok.
Cuando Bigfoot se mete en la tienda, Brian lanza un grito agudo y mi
estómago se aprieta con culpa.
Debería hacer más para ayudar a Brian que hacer un video de su muerte,
pero este es el mismo bastardo que quería que me rompiera el cuello.
Demonios, ni siquiera me prestó una linterna.
A la mierda
Tengo que ponerme primero.
Capitulo dos
I me inclino hacia adelante, mis dedos tiemblan alrededor de mi teléfono,
viendo a Brian encender la luz y acentuar las siluetas de él y Bigfoot. Bigfoot
se arrastra hacia mi ex novio, su enorme volumen ocupa la mayor parte de la
tienda.
Se me cae el estómago y un sudor frío brota de mi frente. Aprieto los
dientes y me concentro en quedarme en silencio para capturar las imágenes,
pero un gruñido profundo me hace estremecer.
Bigfoot está gruñendo y pateando a Brian como un animal salvaje.
Sus enormes manos tocan a tientas el cuerpo de mi ex novio, y mi estómago
se revuelve con pavor.
Brian se defiende, al menos eso es lo que parece al principio.
A pesar de que es un imbécil, estoy apoyándolo para que se escape y se
escape. Él tira de la piel de Bigfoot, gruñe y corcovea contra su cuerpo más
grande. No importa cuánto luche Brian, Bigfoot es más fuerte.
Se forma un nudo en la parte posterior de mi garganta. Considero
brevemente apartar la mirada o tal vez apagar la aplicación de la cámara para
llamar a la policía, pero ¿de qué servirá eso? Este bosque está en el medio
de la nada, y Brian estará muerto y en descomposición antes de que yo pueda
ver las sirenas azules y rojas.
Bigfoot empuja a Brian al suelo y le inmoviliza los brazos.
sobre su cabeza.
Oh, mierda.
¡Bigfoot se va a comer a mi ex!
Brian se ríe. “¿Cara a cara esta vez? Muy bien, chico grande, dámelo fuerte
y bien”.
Me quedo boquiabierto y, durante los siguientes latidos, mi mente se queda
en blanco. ¿Brian acaba de decir lo que creo que dijo? Tengo que estar imaginando
cosas. O tal vez alucinando.
Las siluetas se desplazan dentro de la tienda, junto con el desgarro de la tela.
Bigfoot agarra la pierna de Brian y se la lanza por encima del hombro.
Dejo de respirar por varios segundos, preguntándome si esto es algún tipo de
pesadilla. Brian está teniendo sexo consentido... con Bigfoot.
“Lubricar primero”. Brian levanta una mano en un movimiento para detenerse.
"Hemos hablado de esto antes, amigo".
Bigfoot ruge.
Mi corazón se acelera varias muescas, y toda la humedad deja mi garganta.
Brian baja la mano con el tipo de gesto vacilante que hace una persona
cuando no sabe si la criatura a la que intenta someter se inclinará o atacará.
Debería aprovechar esta oportunidad para ir al camión, pero estoy demasiado
interesado en lo que está pasando como para considerar escapar.
El gruñido rodante de Bigfoot cambia de tono, pero Brian lo corta.
fuera mediante la producción de una tina grande.
"Tranquilo ahora", dice Brian con una cantidad inusual de
paciencia y desenrosca la tapa.
Estiro el cuello para tener una mejor vista de la escena. Pie Grande
golpea sus dedos en el frasco y empuja a Brian sobre su espalda.
Las siluetas se mueven, como si Bigfoot estuviera aplicando el
lubricante entre las nalgas de Brian. Parece estar haciendo un gran
trabajo para alguien que acababa de protestar.
Bigfoot se toma su tiempo, metiendo y sacando los dedos del ano
de Brian. Por el suspiro de satisfacción de Brian, puedo decir que Bigfoot
está haciendo un excelente trabajo.
"Oh, mierda", dice Brian, su voz apagada. "Eres tan bueno en esto".
Mi mandíbula hace tictac. Brian nunca me dio ese tipo de elogios
cuando estábamos teniendo sexo, pero no sabía que le gustaba
hombres.
El brazo de Bigfoot se mueve de un lado a otro como si quisiera
provocar el placer de Brian. Mi mente trata de reconstruir lo que sucede
detrás de las paredes de la tienda, pero es demasiado increíble.
No hay absolutamente ninguna forma de que Bigfoot esté sujetando
a Brian al piso de la tienda y esté empujando sus dedos lubricados
dentro y fuera del ano de Brian.
En primer lugar, Bigfoot no existe.
En segundo lugar, el perfil de citas de Brian decía que era heterosexual.
Tercero, ¿quién diablos va de campamento con su novia a
conectarse con su enlace furtivo?
Niego con la cabeza. No importa cuánto intente negar lo que está
pasando, es obvio que Brian y Bigfoot han follado antes. Basado en los
movimientos practicados de Bigfoot, diría que se han estado conectando
regularmente.
La amargura sube hasta el fondo de mi garganta. Toda nuestra
relación ha sido una mentira. ¿Me trajo aquí para romperlo?
fuera, o es su forma de decir que quiere un trío? Me trago los celos y la traición.
No hay forma de saberlo.
Bigfoot retrocede y levanta su garrote.
Se me corta el aliento. Espera, ¿va a apalear a mi ex?
Por la forma en que mueve las manos arriba y abajo del mango del palo,
diría que no. Por la forma en que el garrote se espesa bajo su toque, diría que
no es un arma sino su polla.
No. Joder. Forma.
¿Cómo puede alguien estar tan desesperadamente fuera de proporción?
El calor corre por mis mejillas, y aprieto mis muslos para contener cualquier
excitación. Bigfoot retumba algo que suena como, 'Aquí viene'.
Brian gime, el sonido es tan profundo, gutural y resonante que lo siento
en mi interior. Se me hace un nudo en la garganta y trago saliva. Nunca hizo
ese tipo de ruido conmigo.
Bigfoot se balancea adelante y atrás con empujones superficiales,
entrando a Brian con un nivel de paciencia y cuidado que no esperaba de un
bruto mítico.
"¡Sí!" Brian levanta los brazos por encima de la cabeza y empuja su
caderas, pareciendo que está tratando de profundizar la penetración.
Con un gruñido furioso, Bigfoot agarra las muñecas de Brian nuevamente
y lo inmoviliza contra el suelo.
Me muerdo el labio inferior y gimo. ¿Quién hubiera pensado que a Bigfoot
le gusta tomar el control?
El monstruo rota sus caderas, sus embestidas se vuelven más poderosas.
Los gemidos y jadeos de Brian se convierten en gruñidos en toda regla.
mientras su cuerpo se sacude bajo las órdenes de Bigfoot.
Los sonidos de su apareamiento llenan la noche, y una mezcla
enfermiza de miedo y excitación me recorre en riachuelos. No puedo
decidir si estoy cachondo o horrorizado.
Bigfoot se mueve con más gracia de lo que podría haber imaginado,
y la forma en que voltea a Brian sobre su estómago y guía sus caderas
hacia las suyas es sorprendentemente sexy.
Brian nunca me cogió con tal abandono. El nunca
agarró mis muñecas o me sujetó a una superficie mientras disfrutaba. El
sexo con Brian era seguro... y aburrido. Tal vez por eso necesita Bigfoot.
Ese pensamiento es ahogado por sus gemidos sincronizados.
Mi corazón se acelera, y el pulso detrás de mi clítoris golpea tan fuerte
que las vibraciones se extienden por mis muslos. El calor inunda mi coño
y la humedad resbala mis pliegues. Ya no puedo negar lo que estoy
viendo: que me follen así es todo lo que siempre quise.
Bigfoot golpea a Brian una y otra vez, provocando gritos guturales
que me mojan tanto que corro el peligro de resbalarme de la rama. Me
apoyo contra el grueso tronco y ahogo un gemido.
“Eso es todo, grandullón”, dice Brian entre dientes. "Fóllame más
fuerte".
Los resbaladizos sonidos de carne chocando contra carne se unen a
la mezcla de gruñidos y gruñidos, pero no es nada comparado con los
golpes entre mis piernas.
Sin querer, deslizo mi mano debajo de la cinturilla de mis pantalones.
Mi clítoris está tan hinchado que me duele tocarlo, pero rodeo el capullo
demasiado sensibilizado con la yema del dedo y trato de no gemir.
Esto está tan jodidamente mal, nunca pensé que podría ser un mirón.
Nunca pensé que podría permanecer excitado frente a una falta de respeto
tan flagrante.
Mi mente parpadea con una docena de otros pensamientos intrusivos.
Pensamientos como:
Brian no es ajeno al sexo sasquatch.
Brian me está engañando con un monstruo.
Brian me trajo aquí a propósito.
Brian probablemente quería un trío conmigo y Bigfoot.
Brian ahora me mantiene excluido.
Los pensamientos dan vueltas y vueltas hasta que se funden en un
Realización única y sorprendente: quiero que Bigfoot también me folle.
Cierro los ojos, exhalo y trato de dejar ir mi ira mientras observo las
siluetas en celo. La parte posterior de mis ojos arde con lágrimas, y mi coño
arde con anhelo. No estoy seguro de por qué, estoy enojado, excitado y un
poco avergonzado.
Pero la vergüenza no impide que mi otra mano entre en mis bragas. La
vergüenza no impide que dos dedos se deslicen en mi coño mojado. Tampoco
impide que los músculos se aprieten alrededor de esos dedos.
Mordiéndome el labio inferior, me toco al mismo tiempo que las
embestidas de Bigfoot.
Más tarde.
Pensaré en lo que todo esto significa más tarde.
Por ahora, tengo que correrme.
Meciendo mis caderas, follo mis dedos al unísono con el ritmo de Brian
y Bigfoot. Estoy hipnotizado por sus movimientos, y estoy aún más hipnotizado
por sus ruidos sexuales.
Mi mente evoca la fantasía de unirme a ellos en esa tienda.
Bigfoot me empujaría sobre mis manos y rodillas y follaría mi coño por
detrás, mientras que yo tendría que chupar la polla de Brian.
Entonces sería yo el que gruñería y gemiría.
La presión se acumula alrededor de mi clítoris, corriendo por mis
venas hasta que pierdo el rastro de la fantasía. Mis dedos se mueven a un
ritmo frenético, haciéndome temblar y jadear con deseo fundido.
Soy.
Entonces.
Maldito.
Cerca.
Bigfoot ruge. Brian grita. Y un orgasmo me atraviesa como un reguero
de pólvora.
Llamas de placer lamen mis nervios, encendiendo cada centímetro de
mí. Me estoy quemando de adentro hacia afuera. Gimiendo largo y fuerte,
cabalgo mi orgasmo, mi espalda golpea contra el tronco del árbol. Estoy
temblando. Mareado. Eufórico. Mi coño se aprieta alrededor de mis dedos,
cada espasmo infundiendo mi columna vertebral con una nueva explosión
de éxtasis.
Es demasiado y no suficiente. Estoy retorciéndose, jadeando,
estremeciéndome en una rama, y todo en lo que puedo pensar es en la
polla de Bigfoot. La sensación abruma mi sistema hasta que me derrumbo
en un montón de cenizas.
Me desplomo contra la superficie áspera del árbol, tratando de
recuperar el aliento. ¿Acabo de masturbarme al ver a mi novio engañándome
con Bigfoot?
Sí, lo hice.
¿Puede mi autoestima hundirse más bajo?
Probablemente.
Con un profundo suspiro, retiro mis dedos y me apoyo en la rama. En medio
de toda la emoción, mi teléfono cayó al suelo y ahora su linterna brilla a través de
las ramitas y las hojas.
A medida que el orgasmo se desvanece, mi respiración se vuelve más lenta,
mi cuerpo comienza a relajarse y vuelvo mi atención a la tienda. Bigfoot se arrastra
fuera de su entrada, luciendo extremadamente relajado. Se pone de pie, cruzando
un rayo de luz de mi linterna.
Es en ese momento que me doy cuenta de que el garrote que pensé que
estaba arrastrando por el suelo del bosque es en realidad su pene.
Más importante aún, estoy temiendo el viaje de regreso a casa con Brian.
Capítulo tres
I desplomarme contra el tronco del árbol, dejando que las lágrimas
corran por mis mejillas. Limpiando mis dedos mojados en mis pantalones,
trato de procesar el aluvión de emociones en conflicto. Enojo con Brian por
traerme aquí para presenciar su engaño. Frustración porque no me dio la
opción de unirme a él y Bigfoot.
Y celos
Mi pecho se hunde con una extraña sensación de pérdida. Después
de pasar un año enredado y fantasma en las aplicaciones de citas, pensé
que había conocido a alguien con un poco de poder de permanencia.
Encendimos en nuestra primera cita con nuestro amor mutuo por el aire
libre, la naturaleza y Discovery Channel.
Brian había sido la primera persona que no pensó que yo era raro por
cultivar verduras en mi jardín trasero, el primero que no me hizo adivinar
cuando se trataba de arreglar la próxima cita.
El viento sopla a través de los árboles, haciendo susurrar las hojas.
Ahora que ya no estoy excitado o aterrorizado, finalmente noto cómo el
frío se filtra a través de mi sudadera con capucha. Abrazo mis brazos y me
estremezco.
¿Qué carajo hago ahora? No puedo quedarme en este árbol para
siempre. No con el frío arrastrándose hasta mis huesos y con
corteza de árbol clavándose en mi culo. Pero no puedo soportar la idea de
subirme al camión con Brian.
Pasos ligeros suenan desde abajo, seguidos de un suave "¿Faye?"
Frunzo los labios.
Brian camina por el claro, apuntando su linterna hacia los árboles.
"¿Dónde estás?"
Lo ignoraría, pero es el único que tiene las llaves del camión.
—Aquí arriba —murmuro.
Brilla la luz en mi árbol, haciéndome retroceder.
"¿Estás bien?" pregunta, su voz ronca.
"¿Que demonios fue eso?" Pregunto de vuelta.
Brian baja la linterna. “Sé que esto se ve mal, pero escúchame…”
"Se ve mal", espeto. "Te acaba de joder Bigfoot".
Él suspira. “Se suponía que iba a ser una sorpresa. Podrías
bajar, para que podamos hablar?
—No hasta que me des una razón del por qué —digo con un resoplido,
aunque me estoy congelando. Brian no consigue razonar para salir del
engaño alegando que lo hizo por mí.
"Está bien", dice con un lento asentimiento. “Mereces saberlo todo. Me
he estado conectando con Bigfoot de forma intermitente durante más de un
año, por lo que no es exactamente hacer trampa. Él estuvo conmigo primero.
Me pellizco el puente de la nariz. "Entonces, ¿soy la pieza lateral?"
"No es así." Inclina la cabeza y arrastra los pies. “El sexo con Bigfoot es
caliente, pero quiero a alguien que
toca mi corazón. Alguien que pueda ofrecerme un futuro feliz. Quiero
una familia, hijos, mascotas. Esa persona eres tú.
Mis labios se separan, pero no puedo formar palabras. Brian
nunca antes ha hablado sobre un futuro a largo plazo, pero no quiero
una relación con un hombre que engaña.
Antes de que pueda decirle que se meta la disculpa por el culo,
cae de rodillas. —Faye, lo siento. Lo que hice fue jodido. Debería
habértelo dicho antes, pero no hay forma de explicar lo que Bigfoot y
yo tenemos sin parecer un lunático.
"Entonces, ¿decidiste darme un espectáculo?" Pregunto, mi labio
curvándose. "¿Qué me habría hecho Bigfoot si no me hubiera
escondido en un árbol?"
"El plan era que te unieras a nosotros", murmura.
Un rayo de excitación se dispara directamente a mi núcleo. Sin
querer, los músculos de mi coño se tensan.
"¿Qué?" Yo susurro.
"No quiero perderte". Brian se pone de pie y camina hacia mi
árbol. "Cuando descubrí que eras tú, quería mantener Bigfoot en
secreto, pero la idea de mentirte me mató".
Mi mente evoca una imagen de esa película, Broke Back Mountain,
pero protagonizada por Brian y Bigfoot. Aparto ese pensamiento y me
concentro en el hombre que escala el tronco de mi árbol.
Subiría más alto para alejarme de Brian, pero el frío
ha convertido mis miembros en piedra.
"Faye", murmura a menos de un metro de distancia. “Lo manejé
todo mal, y lo siento. Traerte aquí fue mi manera torpe de compartir lo
que tengo con Bigfoot.
Mi pulso se acelera y mi garganta se seca. Todas las fantasías
que tuve antes mientras veía a Brian ser follado por Bigfoot subieron
a la superficie. Incluso mi clítoris comienza a palpitar.
"¿Qué quieres decir?" raspo.
"Eres la mujer más abierta de mente que conozco". Alcanza mi
mano, el calor de sus dedos hace que mi piel hormiguee. “Cuando vi
tu colección de libros, supe que eras la única persona que podía
elegir para nuestro grupo”.
Mis párpados se cierran, mi piel se tensa con molestia. El hecho
de que haya leído libros de romance paranormal y haya disfrutado
del harén inverso ocasional, no significa que le pedí a mi ex que me
engañara con un monstruo.
Aparto mi mano de la de Brian y la coloco en mi pecho.
Una parte de mí se siente aliviada de que no me deje fuera. La otra
parte quiere encontrar una manera de deshacerse de Brian y tener
Bigfoot para mí.
"Faye, sé que estoy pidiendo mucho, pero quiero estar contigo y
Bigfoot".
El calor chamusca mis mejillas, quemando el frío de la noche.
“¿Y si me niego?” Yo murmuro.
“Entonces nunca volveré a este bosque, y Bigfoot será un
recuerdo lejano”, responde. "Pase lo que pase, siempre te elegiré a
ti".
Esas palabras significarían más si no lo hubiera visto tener sexo
alucinante con alguien que no sea yo, pero ciertamente quitan el
aguijón de su infidelidad. ¿Quiero ser parte de un throuple con un
hombre mono peludo con un pene increíblemente grande? No.
¿Quiero follarme a Bigfoot antes de anunciar mi decisión?
Oh sí.
Ya sé que nunca podré perdonar a Brian. Mi mente está demasiado
confusa para decidir si quiero ahogarlo ahora o esperar hasta que me lleve
de regreso a casa antes de decirle que se pierda. Si lo dejo por muerto,
probablemente nunca encuentre el camino de regreso a la camioneta.
Plan B es, entonces.
—Nada de tríos —digo, manteniendo la calma en mis palabras. "Estoy
demasiado molesto por tu engaño como para siquiera considerar dejar que me
toques".
"¿Algo más?" dice, su voz ligera.
“Ayúdame a salir de este árbol, prepárame una taza de chocolate
caliente y malvaviscos, y déjame darte una decisión sobre Bigfoot después
de que haya dormido bien”.
Brian vuelve a tomar mi mano y esta vez no me alejo.
Mañana va a ser complicado como el infierno.
Capítulo cuatro
"F sí." Brian me despierta.
La ira de anoche sube de nuevo a la superficie, haciendo que mi mandíbula
apretar. Mantengo los ojos cerrados, fingiendo que todavía estoy dormido.
"¿Bebé?" él dice.
Mi respiración se hace más profunda. Soy un cobarde y apenas dormí porque
mi mente seguía dando vueltas a las ardientes siluetas de Bigfoot follándose a
Brian. Cuanto más pensaba en ellos dos juntos, más palpitaba mi coño con
necesidad.
Frotar mi clítoris solo quitó el borde de mi deseo. Quiero que me follen así.
quiero ser tomado Mierda. Después de lo que yo
vi anoche, dudo que un hombre como Brian pueda alguna vez darme satisfacción.
"¡Faye!" Su voz aguda me saca de mi pretensión.
"¿Qué?" chasqueo.
Dijiste que hablaríamos de eso por la mañana. Retrocede, abre la cremallera
de la puerta de la tienda y sale gateando. "El desayuno está casi listo si lo quieres".
Cuando finalmente salgo a la mañana nublada, Brian está sentado en un
tronco caído con un plato de madera en su regazo, cargado de salchichas y frijoles
horneados. Lleva una sudadera con capucha beige con un par de pantalones cortos
a juego cortados a la altura de la rodilla. trato de que no
compararlo con la bestia descomunal que vi avanzando pesadamente
por el claro, pero es imposible.
Me mira con una sonrisa nerviosa y me ofrece su plato.
"¿Cómo diablos empezaste esto con Bigfoot?" Pregunto.
"Contéstame una pregunta primero", murmura. "¿Estás enojado?"
"Lo estaré si no me das respuestas". tomo el plato
y el tenedor luego se acomodan a su lado en el tronco.
Brian toma el segundo plato y lo llena con comida. Miro alrededor
por un tercero y frunzo el ceño.
"¿No hay desayuno para Bigfoot?"
“Es un pescetariano”.
"Oh." Cojo una salchicha y le doy un mordisco. Ibas a decirme
cómo pasaste de encontrar a Bigfoot a follarlo e intentar conseguir
algún tipo de trío.
"Está bien." Se lame los labios. “Mi abuelo me contaba sobre el
monstruo que vivía en el bosque. Cuando era niño, una mujer de su
aldea desapareció durante tres meses, solo para regresar diciendo
que era cautiva de un hombre mono gigante”.
"¿Y todos la creyeron?" Tomo un tenedor lleno de frijoles.
Toma una taza y sirve el té. “No al principio. Cuando empezó a
mostrar signos de embarazo, todos pensaron que se había acostado
con uno de los muchachos del pueblo. Pero seguro que le creyeron
cuando dio a luz.
"¿Qué le pasaba al bebé?"
“Era más grande de lo normal y estaba cubierto de pelo, según el abuelo”.
En cualquier otro momento, me sentaría y descartaría la historia como
un mito urbano. Pero vi Bigfoot con mis propios ojos.
"¿Qué pasó con el bebé?"
“El padre de la niña quería matarlo…”
"¿Era un niño?"
“Los de su especie solo producen descendencia masculina”.
"Está bien." Mis cejas se juntan. "¿Puede Bigfoot hablar?"
Brian hace un movimiento de sube y baja con la mano. "Algo así como...
Tienes que estar en contacto muy cercano con él para unir mentes".
"¿Es por eso que jodiste?"
El asiente.
Me pellizco el puente de la nariz. "Lo siento, cariño", le digo, imitando su
voz nasal. "Solo te engañé porque era el medio para comunicarme con Bigfoot".
"Faye", se queja. "No es justo."
Tal vez estoy siendo hipócrita por dejar a Brian en mi mente, considerando
que también quiero engañarlo con Bigfoot.
Tal vez solo estoy amargado. Pero todavía estoy enojado por cómo me tendió
una emboscada con Bigfoot anoche en lugar de sentarme y presentarme un
throuple como una opción.
“Dime qué pasó con el pequeño bebé”, le digo.
“La madre se fue del pueblo. Lo último que escuchó el abuelo fue que ella
y el bebé se unieron a un circo”.
"Guau." Niego con la cabeza. "¿Es esta historia siquiera cierta?"
Asintiendo, Brian me entrega una taza de té humeante. “El abuelo dijo
que la mujer regresó unos años después y les dijo a todos que su hijo
escapó al bosque”.
"Bien." Tomo la bebida y soplo en su superficie. "Eso
explica cómo sabías que Bigfoot existía, pero ¿el sexo?
Brian cuenta el resto de la historia durante el desayuno. Según él, la
historia se quedó con él a lo largo de su curso de historia en la universidad,
donde revisó cientos de periódicos viejos en busca de avistamientos de
Bigfoot que se remontaban al reinado de Enrique VIII.
Lo escucho en silencio, todavía confundido porque nunca mencionó
esta obsesión en su perfil ni durante ninguna de nuestras citas.
"¿Sabes que tengo un canal de Youtube?"
"Seguro." The Unusual Histories of British Forests apenas recibe
visitas, pero realmente no puedo juzgar cuando todo lo que tengo son
TikToks bailando.
“La única vez que me volví viral fue el video que creé
sobre el hombre mono de Epping Forest.
"Entonces, ¿viniste aquí tratando de capturar imágenes de Bigfoot?"
El asiente. “Fue el año pasado cuando lo vi por primera vez con la
cámara. Joder, estaba tan contenta, pero cuando estaba a punto de irme,
lo encontré esperando junto a la camioneta”.
Mis ojos se abren. "No."
“Señaló mi mochila y me hizo un gesto para que le diera la cámara”.
"¿Está seguro?"
Es inteligente. Sabía exactamente lo que estaba planeando”.
"¿Qué hiciste?"
“No quería entregar las imágenes, así que traté de conseguir
en el camión, pero él atacó”.
"¡Mierda!"
Brian se ríe. “Me agarró del cuello, me inmovilizó contra el suelo y me
gruñó en la cara”.
"¿Cómo lo convenciste de que te dejara vivir?" Digo con mi mano
sobre mi pecho.
“¿Sabes sobre lucha o huida?”
Asiento con la cabeza.
"¿Sabes que hay dos respuestas más?"
“Uh…” Tomo un sorbo de té. "Congelar"
Y cervatillo. Bueno, hay otro.
Me tapo la boca con una mano. "¿Mierda?"
“Bigfoot me sujetó por el cuello y echó hacia atrás su brazo, listo para
golpearme con ese enorme puño. Me agaché y agarré su polla”.
Frunzo el ceño y mi mente regresa a una obscenidad monstruosa que
compré el último Halloween. "Esperar. ¿No es esa la trama de un libro
sobre una mujer que se folló al jinete sin cabeza?
Brian se ríe. “Puede que no haya sido idea mía, pero seguro que lo
detuvo en seco. Déjame decirte que agarrar la polla de un hombre lo vuelve
dócil, incluso si es una bestia untuosa.
—Lo archivaré bajo las cosas que hacer si alguna vez estoy en un
aprieto —murmuro. "¿Fue esa la vez que follaste?"
Él niega con la cabeza. "Lo chupé".
"¿Tu primera vez con un hombre?"
“De todos modos”, dice Brian en voz alta, lo que indica que su
sexualidad no es para discutir. “En el momento en que esa enorme polla
entró en mi boca, algo cambió”.
Mis labios se aprietan. Tal vez su sexualidad no es asunto mío. Planeo
olvidarme de Brian en el momento en que llegue a casa, pero sigo teniendo
curiosidad. Este pendejo es un experto en mentir por omisión y guardar
secretos. También es mi única oportunidad de salir de este espeluznante
bosque, así que esperaré hasta que volvamos a la civilización antes de
presionar para obtener más detalles.
"¿Que paso despues?" Le doy un gran mordisco a la salchicha.
y rechinarla entre mis dientes.
"Me atraganté al principio", responde con una sonrisa cariñosa.
"Joder, era tan venoso, grueso y gigantesco..."
Inundaciones de calor surgen entre mis muslos, haciendo palpitar mi
coño. Esto no debería excitarme, pero me encanta la idea de que una polla
sea tan grande que podría asfixiarme.
“Adelante,” susurro.
“Todo lo que pude hacer fue tragar, pero todo cambió el
momento en que ingerí su líquido preseminal”.
"¿El habló?"
“Vi imágenes”.
Mi tenedor cae en el plato de frijoles. "¿Que tipo?"
"Todo. Recuerda haber nacido y tener una madre humana, su padre
le enseñó a cazar y espiar a los campistas humanos”.
"¿Se acuerda del circo?" Pregunto.
Él niega con la cabeza. "Ese fue otro de su clase".
"¿Hay más de uno?" Me río de la pregunta tonta.
“Por supuesto que lo hay. Embarazan a las mujeres”.
“La mamada fue toda una conversación. cada vez que yo
tragué sus fluidos, obtuve un poco más de conocimiento”.
"Mierda." Respiro. He oído hablar de todo tipo de
métodos de comunicación: símbolos, lenguaje de señas, incluso tambores
parlantes, pero ¿semen? “¿Qué más aprendiste?”
“Cuando uno de los suyos alcanza la madurez, se separan
de su progenitor masculino y encontrar su propio territorio”.
“¿Por qué no pueden formar una comunidad?”
“Bigfoot me dio una imagen desvaída de humanos arrasando uno de sus
asentamientos con mosquetes”, dice. “Es más fácil permanecer escondido
cuando estás solo”.
Mis hombros se hunden. "Eso es tan triste."
“Se comunican con los animales, por lo que nunca se sienten solos”.
"¿La mamada llevó al sexo, entonces?" Pregunto.
“Después de que entró en mi boca, le entregué las tarjetas SD de la
cámara y le expliqué que no le diría a nadie sobre su existencia”.
"Eso es agradable", le digo con una sonrisa. Pero volviste.
“Traté de resistirme, pero Bigfoot tenía algo tan adictivo. Ocupaba mi
mente cuando estaba trabajando, saliendo con amigos e incluso cuando estaba
durmiendo. Seguí volviendo al bosque, solo para probar una última vez”.
"UH Huh."
“Cada vez que lo chupaba, aprendía algo nuevo.
Su semen es como una jodida enciclopedia. seguí experimentando,
y descubrí que tomarlo por el culo era aún mejor”.
Los celos queman a través de mi pecho, enrojeciendo los bordes de
mi visión. No puedo decir si estoy enojado porque Brian está hablando de
tener sexo con otra persona o si es porque quiero ser yo el que se la follen.
Tomando un tenedor lleno de frijoles, fuerzo los sentimientos para
concentrarme en su historia.
“Lo único que calmó mi obsesión fuiste tú.”
Mi tenedor se congela a medio camino de mi boca. "¿Qué quieres
decir?"
“No podía seguir follando con Bigfoot. Se estaba convirtiendo en una
adicción fuera de control. Por eso me inscribí en las citas en línea”.
Una ardilla se desliza por las ramas y yo sigo su progresión por el
tronco. Es difícil mantener el contacto visual con alguien tan lleno de
mierda. Hay más de una cosa sospechosa en su declaración, pero empiezo
por la más obvia.
“Si estar conmigo ayudó, entonces ¿por qué diablos trajiste
¿Yo aquí para un trío?
"Eres una chica increíble". Se acerca y me da un suave apretón en el
hombro. "Pero nadie podría follar como Bigfoot".
—Podríamos haber intentado pegging —le espeto. "Podrías tener
me pidió que me pusiera un arnés…
"Faye". Brian toma mi plato, lo coloca junto al fuego y vuelve a
arrodillarse a mis pies. “Desde que me enamoré de ti, no he sido capaz de
pensar con claridad”.
Retrocedo, casi cayendo del otro lado del tronco.
“Espera, tú amas—”
“Significas más para mí que nadie… incluso Bigfoot. Nunca he
conocido a una mujer que sea tan amable, generosa y de mente
abierta, y tú eres jodidamente hermosa”.
Mi respiración se vuelve superficial, y miro sus ojos azules, mis
entrañas se revuelven. Después de ser evaluado y engañado por
imbéciles en línea y completamente enredado, Brian era el único
hombre real en un mundo de perdedores.
Hasta anoche.
Ahora, él es igual que cualquier otro imbécil. Peor aún, porque
esperó hasta que estuve atrapada en un bosque con él antes de
revelar que era un asqueroso tramposo. Doblemente peor porque
está tratando de engañarme para que me quede declarándome su amor.
—Vamos a irnos —murmuro.
Me aprieta las manos. "Pero quiero presentarte a Bigfoot".
"¿Qué pasa si no quiero conocerlo?"
Si no te gusta, empacaré y me iré. Nos convertiremos en una
pareja, y solo serás tú. Él traga. “Di la palabra, y nunca volveré”.
Mierda.
No quiero a Brian, pero no es como si me estuviera dando una
opción. Todavía tiene las llaves del camión y es la única persona que
conoce su ubicación. Incluso la idea de encadenarlo hasta que
consiga lo que quiero es tediosa. Ojalá hubiera una manera de que
desapareciera, me dejara las llaves y me dejara presentarme a
Bigfoot . Tengo curiosidad por la forma en que se comunica a través
del sexo.
"Vamos", dice. “Una vez que conozcas a Bigfoot, sabrás a lo que
me refiero”.
“Pero, ¿y si yo también me vuelvo adicto?”
Brian se ríe. "Nosotros tres juntos sería el mejor de los casos, pero si
tuviera que tomar una decisión, siempre serías tú".
Me muerdo el labio inferior. “¿Puede Bigfoot incluso
¿consentir?"
“Es un ser inteligente”, responde Brian. “Déjalo que te conozca y vea si
sois compatibles”.
El sentido común me grita que llame al farol de Brian y
Insisto en que nos vayamos a casa ahora mismo, pero mi coño está tomando el
control de mis funciones motoras. Aprieta tan fuerte que tengo que ahogar un
gemido.
Anoche quise tener sexo con Bigfoot por su impresionante físico y su forma
de follar. Ahora, quiero probar su semen.
"Está bien", digo con voz áspera. “Estoy listo para conocer a Bigfoot”.
Capítulo cinco
I No puedo creer que estoy a punto de conocer a un Sasquatch sexy.
Pasamos el resto de la mañana preparando un lindo lugar romántico junto a
la piscina donde Brian dice que a Bigfoot le gusta bañarse. Brian sigue
siendo un bastardo al que planeo dejar en el momento en que lleguemos a
la civilización.
La escena parece sacada de un cuento de hadas, con altos juncos
rodeando sus orillas y ranas croando sobre enormes nenúfares en el centro.
La luz del sol se filtra a través de los árboles en la orilla opuesta, coloreando
las ondas del agua con un cálido tono dorado.
Me siento en un enorme colchón que inflamos, descalza y vestida con
una camiseta grande que apenas cubre mi coño. Los pájaros pían en lo alto,
llenando el aire con su dulce música. Estiro mis muslos, exponiéndolos al
sol, apenas capaz de contener mi anticipación.
Brian me mira con un suspiro. "Estás preciosa."
"¿Cómo va a funcionar esto?" Pregunto, mi voz temblando.
"No te preocupes. Bigfoot te amará”.
Pero, ¿y si no lo hace?
“Entonces él se va”.
Antes de que pueda preguntarle a Brian algo más, un fuerte chapoteo
hace que ambos nos volvamos hacia la piscina. Bigfoot se levanta del agua. Él
se parece más a un Adonis peludo que a un hombre mono, y diez veces más
prometedor que cualquier cosa que haya visto en Baywatch.
Una respiración aguda sisea entre mis dientes. No solo porque Bigfoot
apareció de la nada, sino por su apariencia.
Bigfoot es más impresionante a la luz del día y se parece más a un humano
gigante que a una bestia. Claro, tiene una línea de cabello baja y una frente más
gruesa de lo normal, y hay algo parecido a un simio alrededor de su boca y
nariz, pero el efecto general es bastante atractivo.
Mi mirada se dirige a las suaves facciones de Brian. Además, he visto
peor en los hombres humanos.
Bigfoot es más alto que el jugador de baloncesto promedio pero tres veces
más ancho, con hombros fuertes y bíceps tan gruesos como mi torso. El pelaje
negro mojado se adhiere a su cuerpo, acentuando pectorales prominentes y un
paquete de seis definido.
Se me hace la boca agua, al igual que mi dolorido coño.
"¿No es magnífico?" Brian susurra.
Asiento, demasiado asombrada para hablar.
Bigfoot camina por el agua, como imagino que Afrodita emergió de las olas.
Me inclino hacia adelante, mis labios se separan, mi mirada viaja por su cuerpo
con cada paso que se aproxima.
Brian corre hacia la orilla y hacia el extremo poco profundo, chapoteando
en el agua con los brazos extendidos, pero Bigfoot se hace a un lado. Cada
molécula de aire escapa de mis pulmones, dejándome congelado.
Oh mierda
Él me está mirando.
"Pie Grande." Brian mueve su brazo hacia donde estoy sentado en el
colchón. "Permíteme presentarte a la mujer de la que te hablé, Faye".
Brian dice algo más, pero no estoy escuchando. Bigfoot tampoco por la
forma en que su mirada se fija en la mía. Sus ojos ámbar brillan a la luz del sol,
atrayéndome más hacia su magnetismo animal.
No estoy seguro si estoy imaginando cosas, pero parecen brillar con el
reconocimiento. Permanezco congelada, incapaz de respirar durante varios
latidos del corazón, antes de que Bigfoot frunce los labios en una amplia sonrisa
de dientes blancos perfectos.
Mi pulso se acelera hasta su capacidad máxima, y finalmente respiro hondo.
Él es jodidamente hermoso. Mis propios labios forman una sonrisa, tratando de
igualar su brillantez, lo que solo lo hace sonreír más.
“Di algo”, sisea Brian. "De lo contrario, Bigfoot no se acercará".
Bigfoot permanece en su lugar, todavía de pie en la piscina, que ahora está
a la altura de la cadera. En algún lugar en el fondo de mi mente, me pregunto
cuánto tiempo ha estado esperándonos allí y si puede respirar bajo el agua o
contener la respiración durante horas como un hipopótamo.
Su presencia ha convertido mi mente en papilla.
"Hola", chillo. "Estoy encantado de conocerte."
Mis palabras parecen hacer que Bigfoot entre en acción. En el momento en
que sale de la piscina, mi mirada cae en la capa de pelo entre sus piernas. Es
una tontería suponer que una criatura como él tendría vello púbico, pero lo tiene.
Los riachuelos de agua caen en cascada por su pelaje, formando un
contorno perfecto de un pene del tamaño de su antebrazo con una gruesa y gruesa piel.
cabeza bulbosa. Está a la altura de la rodilla y no se arrastra por el suelo como
lo hizo anoche, pero comienza a expandirse.
La lujuria aprieta mi garganta e hincha mi clítoris.
Creo que le gusto.
Bigfoot pasa junto a Brian como si no hubieran follado la noche anterior y
varias veces antes, y cae de rodillas. Tarda unos momentos en darse cuenta
de que sostiene cuatro peces que se retuercen con escamas iridiscentes de
color azul verdoso y una parte inferior plateada pálida.
“Es un regalo”, escucho a Brian decir desde algún lugar detrás de Bigfoot.
Pongo una mano en mi pecho. "¿Para mí?"
Bigfoot me da un asentimiento solemne.
"Gracias." Los reconozco vagamente como caballa.
Intenta colocar el pescado en mi regazo, pero levanto una mano.
"¿Puedes dárselos a Brian?"
Con un asentimiento, Bigfoot se da la vuelta y empuja al pez en
los brazos de Brian.
“Correcto…” Brian camina hacia el refrigerador.
Me muevo en el colchón, me pica la piel con la necesidad de quitarme la
camiseta, de exponer mi cuerpo al calor del sol y al calor de la mirada de Bigfoot.
Es difícil soportar su intensidad. Sigo bajando mis pestañas, solo para
asomarme y encontrarme con sus ojos, aunque sea solo por una milésima de
segundo.
Su pecho sube y baja con respiraciones rápidas y, de alguna manera, el
sonido va directo a mi coño. no se que era
esperando, pero Bigfoot está mostrando una increíble cantidad de moderación.
Se inclina hacia mí, llenando mis fosas nasales con los aromas mezclados
de nenúfares y almizcle. Cuando sus fosas nasales se dilatan, aprieto mis
muslos, esperando que no huela mi excitación.
El gruñido profundo dice que sí, y la polla que estaba
el engrosamiento ahora se encuentra al ras de sus abdominales.
“Tienes que dar el primer paso, Faye”, dice Brian.
"Bigfoot es una criatura demasiado noble para actuar sin tu consentimiento".
"Bien." Extiendo una mano y la coloco sobre el pelaje mojado que cubre
su pecho.
Su cuerpo es tan duro como esperaba, pero con una carne y una sangre
que arden, incluso para alguien que acaba de salir del agua. Jadeo ante el
fuerte latido de su corazón, que late al unísono con el mío.
Bigfoot gruñe, el sonido reverberando contra mi palma.
Mi coño hace una respuesta similar.
Nunca he conocido a nadie tan masculino.
Nunca he querido follar a nadie tan mal.
“Eso es todo”, dice Brian, sin sonar en lo más mínimo celoso.
“Ahora, toca su pene. Hazle saber exactamente lo que quieres.
Mi mano se desliza por el contorno de su pecho, a través de su caja
torácica, y hasta la enorme erección que se pone firme. Tomo un lado de su
glande y le doy un suave apretón.
Bigfoot ruge su aprobación.
"Eso es todo", dice Brian, su voz entrecortada. "A él le gusta eso".
Brian debe tener una manía de poner los cuernos. Ignorándolo, extiendo mi
otra mano para ahuecar las bolas de Bigfoot.
Son tan grandes que solo uno de ellos puede caber en mi mano y tienen el
peso y la circunferencia de una toronja. Un pomelo con forma de ciruela.
Mientras acaricio el testículo peludo, la respiración de Bigfoot se acelera y sus
pupilas se ensanchan hasta convertirse en charcos negros con pequeños anillos
de ámbar.
Brian se sienta tan cerca de mí que su aliento caliente se avienta contra mi
oreja. Lo estás haciendo muy bien. Ahora, dale una lamida.
Mi mirada cae a su cabeza de gallo. Es demasiado grande para la boca de un
humano y demasiado grueso. El líquido preseminal chorrea por su abertura y se
me hace la boca agua. No solo por probar el esperma de Sasquatch, sino por la
oportunidad de ver lo que Bigfoot quiere comunicar a través de su semen.
Gimiendo, me inclino hacia adelante y aplasto mi lengua, pero Bigfoot coloca
una palma sobre mi cabeza.
"¿Qué ocurre?" Levanto la vista para encontrarme con sus rasgos divertidos.
Bigfoot niega con la cabeza.
Mi ceño se frunce. ¿Qué clase de hombremono rechazaría una mamada?
Brian se aclara la garganta.
"¿Qué?" Pregunto.
Nunca ha estado con una mujer.
"¿Entonces?"
“Bigfoot acaba de enviar una imagen a mi cabeza, y parece que
él quiere comer tu coño.”
Capítulo Seis
B rian se coloca detrás de mí en el colchón y me masajea los
hombros, mientras Bigfoot se arrodilla entre mis muslos, su mirada
arde más que el sol de la tarde.
El aire se detiene. Estoy tan consumido por esta majestuosa
criatura, tan paralizado que el resto del mundo desaparece y todo lo
que queda es Bigfoot.
"¿Qué dices?" Brian murmura en mi oído. "¿Vas a dejar que
Bigfoot pruebe?"
Bigfoot ruge su aprobación.
Mi mirada cae a la erección imposiblemente grande que ahora
está llorando riachuelos de líquido preseminal. Quiero pasar mi lengua
por esa hendidura. Quiero saborear su sabor. quiero conectar con
Bigfoot y aprende los secretos de su especie.
“Serás su primera mujer”, añade Brian.
"¿En realidad?" raspo.
Nunca he sido nada de nadie. Ni siquiera en mi familia, donde
todos favorecen a mi hermana más talentosa, más bella, más sociable.
Pensé que Brian y yo teníamos algo especial, pero anoche demostró
lo contrario.
Las manos que masajean mis hombros recorren mis brazos y el
dobladillo de mi camisa. "¿Puedo?"
“Por favor,” susurro.
Brian levanta mi camisa, exponiendo mi coño desnudo. Bigfoot aspira una
bocanada de aire entre sus dientes apretados.
"¿Te gusta ella?" pregunta Brian.
Bigfoot hace un gruñido que suena como 'sí'.
Brian se toma su tiempo, exponiéndome centímetro a centímetro. Primero
mi vientre, luego mis costillas, luego mis senos.
Los ojos de Bigfoot se abren. Se separa los labios y los pantalones. Es esto
la primera vez que ha visto a una mujer desnuda?
Hay un momento incómodo en el que Brian me quita la camisa por la
cabeza y pierdo el contacto visual con Bigfoot, pero regresa cuando Brian me
quita la prenda por los brazos.
La mirada de Bigfoot ya no está fija en la mía. Está mirando directamente a
mi coño mojado.
Brian tira mi camisa a un lado y cae sobre un grupo de helechos. Bigfoot se
inclina tan cerca que mi piel hormiguea con el calor de su cuerpo. La tensión es
tan espesa que apenas puedo respirar.
Tanto Bigfoot como yo estamos esperando. Nunca ha estado con un
mujer. Nunca he estado con un hombre mono.
"Está bien, entonces", dice Brian. “Tienes que tener cuidado con Faye. Ella
no es tan fuerte como un hombre.
Pie Grande asiente.
“Faye, abre las piernas. Muéstrale a Bigfoot tu dulce coño”.
Tragando saliva, separo mis muslos.
Bigfoot se queja.
"Eso es todo", dice Brian. "Ahora, abre esos labios".
Mis dedos se deslizan hacia mi coño mojado, y separo mi
labios, exponiendo mi clítoris hinchado.
La mandíbula de Bigfoot cae. Sus ojos están tan abiertos que me
preocupa que se caigan. Incluso se lame los labios. Su pecho se agita con
respiraciones calientes y pesadas, haciéndome sentir que soy especial,
hermosa, única.
"Recuéstate", murmura Brian en mi oído.
Me reclino contra su pecho con las piernas aún abiertas, todo mi coño
expuesto.
Brian se acerca y desliza sus dedos por mi vientre.
Bigfoot gruñe.
"Ahora facil." Brian le arrebata la mano. "Solo voy a mostrarte cómo darle
placer".
Bigfoot gruñe.
"¿Está bien, amigo?"
Pie Grande asiente.
Brian toca mi clítoris. “Esta es su parte más sensible. Es
donde debes concentrarte si quieres que se corra.
Sus fosas nasales se ensanchan, pero señala con un dedo grueso y
tembloroso hacia mi abertura.
“También puedes meter la lengua ahí, pero a Faye le gusta más cuando
juegas con su clítoris”.
Las cejas de Bigfoot se juntan. Es casi como si le estuviera preguntando
a Brian cómo lo sabe. Quizás Bigfoot piensa que Brian ha sido fiel todo el
tiempo que han estado follando. Tal vez estoy pensando demasiado. Brian
nos ha estado engañando a los dos.
Quizás es hora de que lo engañemos.
"¿Estás listo?" Brian murmura en mi oído.
"Sí." Muevo mis caderas. “Por favor, Bigfoot, lame mi coño.
Haz que me corra.
Las grandes manos de Bigfoot agarran mis rodillas. Sus palmas son coriáceas
y cálidas, como un viejo guante de béisbol, pero no hay tiempo para considerar
esto cuando inclina la cabeza hacia mi coño.
Se me corta el aliento.
Bigfoot se toma su tiempo para llegar a mi núcleo y arrastra sus labios por la
parte interna de mi muslo, mientras olfatea profundamente. Su pelaje todavía está
húmedo por el agua, proporcionando un maravilloso contraste con el sol. Chispas
de placer suben y bajan por mis piernas, asentándose en mi clítoris hinchado.
"Eso es todo", dice Brian, sus manos ahuecando mis pechos.
"Agradable y lento. Agradable y gentil.
Bigfoot desliza sus palmas por mis muslos, pareciendo empujarlos más lejos.
La anticipación se desliza por mi espina dorsal. Echo mi cabeza hacia atrás
y la apoyo contra el hombro de Brian. Contrariamente a las instrucciones de Brian,
nunca fue tan cuidadoso en la cama. Cada vez que comía mi coño, era solo para
humedecerme lo suficiente para su polla. Si quería llegar al clímax, tenía que
llegar entre nuestros cuerpos y provocar mi propio clítoris.
Bigfoot pellizca mis labios exteriores con sus labios, haciéndome jadear. Le
envío a Brian una palabra silenciosa de agradecimiento por al menos entrenar a
esta criatura para que sea paciente.
Coloca la parte plana de su lengua en mi entrada y lame un camino lento
hacia mi clítoris. Es más grande, más grueso, más pesado que una lengua
humana, pero con papilas gustativas prominentes que se arrastran a lo largo de
mi carne.
Mierda. El sexo con Bigfoot va a ser increíblemente caliente.
Cuando llega a mi clítoris, cada papila gustativa parece moverse con voluntad
propia. Cada pequeña proyección se arrastra contra mi clítoris, sintiendo como si
estuviera siendo lamido por docenas de pequeñas lenguas.
Un gemido se escapa de mis labios y rodeo mis caderas, queriendo más,
necesitando más. Tal vez los jugos de mi vagina también se están comunicando
con Bigfoot, porque parece entender exactamente lo que necesito.
Sus manos se aprietan en mis muslos, sosteniéndome en el lugar, mientras
acelera el ritmo de su lengua.
“Bien hecho, Bigfoot”, dice Brian. "A ella le gusta esto."
Bigfoot hace un estruendo satisfecho.
Trato de bloquear la voz nasal de Brian y concentrarme en la lengua de Bigfoot.
Se arremolina alrededor de mi clítoris en círculos cada vez más apretados,
haciendo que mi cabeza dé vueltas. Cuando miro hacia abajo para mirar, encuentro
a Bigfoot mirándome a la cara. Se me corta el aliento. Todo este tiempo, ha estado
observando mis reacciones. Le doy una sonrisa, y él me devuelve la sonrisa.
Bigfoot cambia a movimientos rápidos hacia arriba y hacia abajo. Su lengua
es tan grande que la siento en cada centímetro de mi clítoris. El placer corre por
mis venas, haciendo que mis extremidades tiemblen y los dedos de mis pies se doblen.
Me inclino más hacia atrás sobre el pecho de Brian, mis músculos se tensan
a medida que aumenta la presión detrás de mi clítoris.
Oh, mierda. Si sigue así, me voy a correr.
"No te detengas", le digo a través de respiraciones jadeantes.
El rugido de respuesta de Bigfoot casi suena como 'Nunca'.
La idea de que esta criatura quiera enterrar su rostro entre mis piernas para
siempre hace que mi mente se desplome. Mi coño se aprieta y palpita, necesitando
ser llenado. Estoy temblando tanto, mis caderas se levantan y se convulsionan
en la cara de Bigfoot.
"Eso es todo", dice Brian, su voz entrecortada, su erección débil presionando
en la parte baja de mi espalda. “Deja que Bigfoot tome el control”.
Me desconecto de él y me concentro en el único hombre que me ha hecho
sentir tan salvaje: Bigfoot.
Su lengua continúa azotando mi clítoris, y la presión continúa aumentando.
Mi pobre coño sigue doliendo por algo, cualquier cosa para llenar el vacío.
“Dedo”, grito. "Por favor, fóllame con el dedo".
Brian se aclara la garganta. "Podemos construir eso más tarde".
"Pie grande, por favor".
Con un fuerte asentimiento, Bigfoot coloca un dedo grueso en mi entrada.
Hace círculos suaves como si tratara de persuadirlo para que se abriera, pero lo
empujo hacia abajo, dejándolo entrar en mí hasta el primer nudillo. El dedo de
Bigfoot es el equivalente a tres de los de Brian y cuando desliza el dedo más
profundamente en mi coño, me doy cuenta de que es incluso más grande que la
polla de Brian.
Mis ojos se cierran.
Este ya es el mejor sexo de mi vida, y aún no lo he
incluso correrse.
La lengua inteligente de Bigfoot continúa devorando mi coño, mientras
bombea su grueso dedo dentro y fuera de mi canal. Mis paredes se cierran
alrededor del dedo, tratando de atraparlo dentro, pero él simplemente se ríe entre
dientes alrededor de mi clítoris.
Mierda. Los dedos y la lengua de Bigfoot nunca disminuyen la velocidad, nunca se detienen.
Es un aluvión implacable de placer, cada delicioso movimiento de su
lengua acercándome al precipicio.
Brian hace rodar mis pezones, su aliento abanicando mis oídos.
“Te ves tan jodidamente sexy, siendo devorado por Bigfoot, tal como
pensé que lo harías”.
"¿Eh?"
"Eres tan sexy".
Mis caderas se mueven en contrapunto al dedo de Bigfoot,
profundizando la penetración. Mis muslos se aprietan alrededor de su
enorme cabeza. Estoy tan cerca del clímax que apenas puedo respirar.
"¿Qué haces..." Exhalo un suspiro tembloroso. "¿Significar?"
“Desde el primer momento que te vi, supe que serías el indicado”.
Estoy tan revuelto de placer que no puedo decir si lo que dice Brian
es una bandera roja o verde. Antes de que pueda considerar sus
palabras, Bigfoot cambia el movimiento de su lengua a succión, y la
presión que se acumula en mi centro se rompe.
Ola tras ola de éxtasis fundido choca contra mis sentidos, ahogando
mis preocupaciones sobre Brian. Echo la cabeza hacia atrás y grito.
Cada centímetro de mi cuerpo tiembla con la fuerza de un poderoso
orgasmo que borra todo pensamiento.
Bigfoot retumba entre mis piernas, continuando lamiendo, golpeando
y bombeando con su dedo y lengua. Está empujando mi placer a
nuevas alturas, y no estoy seguro de poder soportarlo.
Quiero decirle que se detenga, pero el orgasmo que me atraviesa
me ha quitado las palabras. Entonces, me quedo allí, retorciéndome
mientras Bigfoot arrastra mi orgasmo una y otra vez como si fuera un
Dom de placer natural.
Mis ojos ruedan hacia la parte posterior de mi cabeza. Me corro tan
fuerte que es una experiencia extracorpórea. Mi orgasmo eclipsa al sol,
llenando los ojos de mi mente con un paisaje de estrellas. Floto en el éter
y me deleito en pura felicidad.
“Dale uno más”, la voz de Brian atraviesa el espacio de mi mente,
devolviéndome a la realidad.
Un orgasmo más profundo se precipita a través de mi cuerpo y me
roba el aliento. Abro la boca en un grito silencioso. Si me hace correrme
una vez más, voy a implosionar.
Después de lo que parece una eternidad, las estrellas brillan y alejan
la oscuridad. La luz del sol inunda mi visión y mi cuerpo se relaja.
Bigfoot retira su dedo de mi canal tembloroso, dejándome hecho un
lío tembloroso. Parpadeo, apenas capaz de mantener los ojos abiertos,
solo para encontrarme con la deslumbrante sonrisa de Bigfoot.
Levanta las cejas como para preguntarme si estoy satisfecho.
Le doy un asentimiento cansado.
Brian me toma en sus brazos y nos acomoda en el colchón.
Bien hecho, Faye.
Hago una mueca ante la ausencia del toque de Bigfoot y trato de
mirarlo a los ojos de nuevo, pero Brian me atrae hacia su pecho. Estoy
demasiado flácida y agotada para alejarlo y aún me estremezco por las
réplicas de mi orgasmo múltiple.
Solo ahora que estoy en los brazos de Brian, nuestro entorno vuelve
a ser nítido. Los pájaros graznan y las ranas croan tan fuerte que mis
dientes están de punta. ¿Quién hubiera pensado que llegar al clímax con
tanta fuerza me haría demasiado sensible al sonido?
Brian salpica mi cara con besos. "Lo hiciste muy bien".
Me alejo de su toque, pero no hay a donde ir cuando estoy tan
fuertemente encerrada en su abrazo.
"¿Estás listo para la segunda ronda?" él pide.
"¿Qué?" Trato de decir, pero las palabras salen arrastradas.
“Tu lindo coñito ha emocionado tanto a Bigfoot.
Ahora quiere follar”.
Capítulo Siete
B rian finalmente me libera de su agarre y me acuesta en el colchón. Me
toma unos momentos abrir los ojos y cuando lo hago, están inundados por la
luz del sol.
El cielo es azul, adornado con mullidas nubes blancas teñidas por los
dorados rayos del sol. Entrecierro los ojos, tratando de concentrarme, pero
Bigfoot se eleva sobre mí, sus ojos todavía ardiendo por la necesidad.
Su mirada recorre mi cuerpo desnudo, y su boca se abre con anticipación,
exponiendo esos dientes perfectos. Sus incisivos son más grandes que los de
un humano promedio y se ven lo suficientemente afilados como para desgarrar
carne. Es algo peculiar de notar, considerando que es un pescetariano.
Mientras se lame los labios, mi mirada sigue el movimiento antes de bajar
a su pecho agitado ya la gruesa erección que se contrae contra sus abdominales.
Su presencia es más que majestuosa, más que abrumadora. Soy la mujer
más afortunada del mundo por la oportunidad de disfrutar de su lujuria.
"¿Quieres follarme, Bigfoot?" murmuro.
El asentimiento que me da es enfático. Aunque todavía no he probado su
semen, ya puedo imaginármelo diciendo que quiere follarme más que nada.
Brian coloca una mano en mi hombro.
"Arrodíllate entre sus piernas".
Bigfoot no se mueve, pero sus ojos siguen fijos en los míos.
Está esperando que lo invite.
"Continúa, amigo", dice Brian. “Faye tiene hambre de tu enorme
polla. Ella quiere follar tanto como tú.
Bigfoot frunce el ceño.
“Brian,” siseo. “Déjame hablar por mí mismo”.
"Lo siento", murmura. “Solo estaba tratando de ayudar. Quiero decir,
no te preocupes por mí. Solo soy el tipo que los unió a ambos.
"A través de trampas y engaños", murmuro de vuelta. "Justo
Dame un minuto y déjame hablar con Bigfoot yo mismo.
Resoplando, se desliza del colchón y se dirige hacia la hielera,
donde colocó el pescado de Bigfoot. Me vuelvo hacia Bigfoot y sonrío.
Tal vez estoy imaginando cosas, pero su rostro se relaja y la sonrisa que
me da es decididamente menos forzada.
"Ven aquí", murmuro.
Bigfoot se arrodilla al borde del colchón, entre mis piernas abiertas.
Levanto la mano y tomo un lado de su cara. Su pelaje es denso y
áspero, sin la humedad de antes. Me da un gruñido de satisfacción y
una sonrisa.
"Hiciste un trabajo tan maravilloso cuando lamiste mi coño", le digo,
encontrando sus ojos ámbar. "Nunca he estado tan completamente
satisfecho".
Brian resopla.
La mirada de Bigfoot no vacila. Él no va a dejar que mi ex
interponerse entre él y su primera oportunidad con una mujer.
"¿Sabes que hacer?"
Su mirada cae en mi coño, y su nuez de Adán salta hacia arriba.
y abajo.
“Déjame guiarte, pero sé muy amable. Vas a follar mi coño de la
misma manera que lo hiciste con tus dedos, ¿de acuerdo?
Bigfoot me da un asentimiento ansioso.
"Ven aquí."
Se inclina más cerca, su gruesa y caliente polla al ras de mi raja.
Soy tan sensible ahí abajo que siento cada vena, cada cresta, cada
contorno. El líquido preseminal rocía mi vientre y se desliza dentro de mi
pubis.
Sofocando un gemido, alcanzo entre nuestros cuerpos, tomo un dedo
y lo coloco en mi boca.
Huele a sal y almizcle, a virilidad animal y sabe a jarabe de arce recién
extraído. Tarareando, lamo mis labios, solo para que mi mente se llene con
una imagen.
Es una versión embellecida de mí, acostado sobre un colchón verde
de musgo con las piernas abiertas. Mi cabello castaño claro brilla como
caoba al sol, y mi piel pálida resplandece como el alabastro. Entre mis
piernas hay una obscena orquídea roja que rezuma néctar líquido.
Mi mandíbula cae.
Bigfoot piensa que soy hermosa?
Encuentro su mirada, solo para encontrarlo asintiendo. No puede leer
mi mente a partir de los fluidos... ¿O sí?
Mis dedos se envuelven alrededor de su erección, haciéndolo sisear
entre dientes.
"¿Te gusta que?" Pregunto.
Su asentimiento de aprobación dice que sí.
En algún lugar al borde de mi conciencia, Brian está destripando el
pescado con golpes violentos. Lo dejé desvanecerse en el
fondo. Probablemente esté molesto porque no es el centro de atención.
Paso mis dedos arriba y abajo del eje de Bigfoot, cada golpe
acercando su cockhead a mi coño.
Te sientes tan bien murmuro. "Tan grande."
Sonriendo, Bigfoot se cierne sobre mí, apoyando los codos a cada
lado de mis hombros. Su cuerpo más grande bloquea el sol, pero su
pelaje me mantiene a salvo y caliente.
"¿Vas a molestarlo todo el día?" Brian murmura desde cerca de los
árboles.
Bigfoot gira la cabeza y le ruge que se calle.
La fuerza de su ira envía hormigueos arriba y abajo de mi cuerpo.
Arqueo la espalda y gimo ante tal poder.
Las ramas caen al suelo del bosque. Supongo que a Brian se le cayó
la leña por miedo. Tiene suerte de que Bigfoot no lo haya castigado por
hacer trampa. Tal vez Bigfoot ni siquiera lo sabe.
"Vuelve a mí", murmuro, mis dedos apretando el eje de Bigfoot.
Vuelve su mirada hacia atrás para encontrarse con la mía, sus ojos se suavizan,
sus labios curvándose en una sonrisa.
"Te guiaré, ¿de acuerdo?"
Bigfoot asiente y jadea.
Alineo su glande con mi entrada y lo acerco más.
Muestra los dientes y cierra los ojos con fuerza.
—Ojos en mí —murmuro.
Sus ojos se abren de golpe. Las llamas anaranjadas lamen alrededor de
sus iris, haciéndolo parecer aún más sobrenatural. Todo su cuerpo está rígido
como si estuviera conteniendo la fuerza de su excitación.
"Caricias suaves, ¿de acuerdo?" Yo digo.
Bigfoot se desliza más adentro, estirando mi abertura más allá de su
capacidad habitual. El placer se enciende en lo profundo de mi núcleo,
extendiéndose por mi vientre y la parte interna de los muslos. Es tan electrizante
que un grito se me queda en la parte posterior de la garganta.
Hace una pausa, sus cejas levantadas en interrogación.
"Sí, estoy bien", espeto. "Por favor, sigue adelante".
Bigfoot empuja dentro de mí, centímetro a centímetro, otorgándome el
estiramiento más increíble. Los músculos de mi coño se espasman, sin saber
si relajarse y dejar entrar más de él o apretarlo y nunca soltarlo.
Es más fuerte que mis intentos de sujetar su polla,
y con un gemido profundo y gutural, me penetra hasta la empuñadura.
"Espera", digo con voz áspera, apenas capaz de respirar.
No hay forma de que lo tome todo de él. Tiene que haber algo mágico en
esa polla. Estoy seguro como la mierda de que no lo aluciné arrastrándose por
el suelo del bosque, y lo vi bien antes mientras yacía al ras contra este abdomen.
Demonios, incluso lo toqué. Nada de esto tiene sentido.
Tal vez sea un pene mágico que cambia de forma para adaptarse a
cualquier abertura. Han sucedido cosas más extrañas.
De cualquier manera, es más grande, más largo, más grueso y más carnoso que
cualquier consolador de mi escasa colección.
"Oh, mierda", susurro entre jadeos. "Eres demasiado grande".
Su polla se encoge, quitando la magnificencia de su circunferencia.
—Ponlo de vuelta —me quejo.
Se expande de nuevo, y gruñe algo que suena como, "¿Eso es mejor?"
"¿Acabas de hablar?" —pregunto, mi mirada regresa para encontrarse con la suya.
ojos.
“Bigfoot tiene el don del camuflaje”, dice Brian, su voz áspera por el esfuerzo de
escamar un pez. "Él puede mezclarse con la mayoría de los entornos, incluido usted".
"Oh." Me vuelvo hacia Bigfoot. “Este tamaño es perfecto. Puede
darme algunos empujones suaves?
Bigfoot no decepciona y tira hacia atrás de sus caderas. Su grueso glande se
arrastra contra mis paredes y estira mi entrada una vez más antes de volver a empujar
dentro de mi coño.
"Aaaah". Mis ojos ruedan hacia la parte posterior de mi cabeza.
"Ojos en mí", gruñe Bigfoot, las palabras salen tan confusas que bien podrían
ser mi imaginación. "Quiero ver tu placer".
"¿Eras tú?" Pregunto en voz alta.
Bigfoot me responde con un chasquido de caderas. Estoy demasiado embelesado
con esa gruesa polla deslizándose dentro y fuera de mi coño para preguntarme si
Bigfoot realmente está hablando. En este momento, todo lo que quiero hacer es
correrme.
Me aferro a sus hombros, mis dedos deslizándose en el denso
pelo. Sus músculos se ondulan bajo mi toque, pero están apretados.
Oh, mierda digo entre respiraciones jadeantes.
Nunca nadie me ha follado tan a fondo, y ni siquiera ha empezado. Muevo mis
caderas, encontrándolo golpe por golpe. Durante la siguiente serie de embestidas,
Bigfoot y yo encontramos un ritmo que hace que los dedos de mis pies se doblen.
Nunca en mi vida había estado tan cerca de llegar al clímax en la polla de un
hombre. Lo único que me excita son los dedos y la lengua. Mi clítoris está tan
congestionado que cada roce de su pelaje se siente como una dulce tortura.
“Córrete para mí”, gruñe Bigfoot, su voz perfectamente clara.
Yo jadeo. "¿Qqué?"
“Me escuchaste, mujer. Quiero sentir tu dulce coño apretando mi polla. Quiero
llenarte con mi semilla hasta que no puedas tomar más”. En un gruñido profundo y
bajo que hace que mis nervios se aceleren, dice: "¡Ahora, córrete!"
El comando me empuja por un precipicio, y mi coño se contrae alrededor de
su circunferencia. Los fuegos artificiales estallaron en los bordes de mi visión,
haciendo que mi cabeza diera vueltas. El placer abrasa mis venas como una
tormenta de fuego, quemándome hasta convertirme en un montón de cenizas.
Bigfoot acelera sus embestidas, su polla se hincha tan fuerte que desencadena
otro orgasmo. Grito, tratando de decirle que es demasiado grande, pero he perdido
la capacidad de hablar.
Todo lo que puedo hacer es aferrarme a su pelaje mientras completa.
Con un empuje final, se corre con un rugido que me hace levantarme de mis
cenizas como un fénix y volar hacia el cielo. Mi coño se aprieta con cada latido de
mis alas ardientes, impulsándome a más alturas de éxtasis.
Cuerdas de semen caliente salpican mis paredes. Es más espeso que el semen
humano y más pegajoso, ya que ralentiza las embestidas de Bigfoot a un ritmo más
razonable.
"No más", le digo, mi cuerpo agotado. "Por favor deje de."
Bigfoot se derrumba hacia un lado, envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y
hombros, y me jala hacia su frente. Su polla aún permanece dentro de mi coño y aún
bombea tanto semen que se derrama entre nuestros cuerpos unidos.
No recuerdo a Brian y Bigfoot encerrados juntos anoche. Tal vez esté haciendo
un esfuerzo especial porque es la primera vez que está con una mujer. Estoy demasiado
agotado por dos juegos de
orgasmos múltiples para este nivel de análisis, y demasiado inmerso en euforia para
que le importe una mierda.
Bigfoot acaricia mi cabello húmedo, su olor masculino me arrulla en un capullo de
seguridad y amor. Nuestras respiraciones se ralentizan y nuestros corazones laten
sincronizados. En este momento, nunca me había sentido tan conectado con otro ser.
A la deriva más profundo en el resplandor crepuscular, dejo que mis párpados se agiten
cerrar.
"Gracias", dice Bigfoot, su voz parece provenir del interior de mi cráneo. Está tan
ahogado por la emoción que mi pecho se llena de una calidez deliciosa.
—Debería ser yo quien te agradezca —murmuro. "Nadie tiene
alguna vez me hizo sentir tan amado.”
“Este es solo el comienzo de una vida de placer, mi hermosa reina”, retumba. “No
puedo esperar a que des a luz a mi hijo”.
Estoy tan exhausto que las palabras apenas se registran, y me sumerjo más
profundamente en el sueño. Bigfoot no sabe que he estado en el
pastilla desde que cumplí los dieciséis. No tiene idea de que una ronda de sexo y
grandes cantidades de semen no producirá un bebé.
No hay forma de que pueda estar embarazada.
Ninguno en absoluto.
Capítulo Ocho
I No estoy seguro de cuánto tiempo me duermo, pero me despierto solo
en un colchón firme dentro de un dormitorio hecho con paredes de madera.
Hay una ventana a mi izquierda con vista al bosque, así como una pequeña
piscina bordeando los árboles.
La luz de la luna brilla en la superficie del agua, pareciendo
plata líquida. Tengo que parpadear un par de veces para orientarme.
Este no es un sueño extraño, es real.
Pero no tengo idea de por qué ya no estoy en el colchón de aire
y no hay ni rastro de la tienda.
Mi coño todavía palpita por haber sido follado por Bigfoot, y
mis fosas nasales aún están llenas de su almizcle masculino.
"¿Brian?" Grito.
No hay respuesta.
Salgo de la cama y paso por el suelo de madera hacia una puerta un
tercio más grande de lo normal. Se abre, lo que considero una buena señal,
y conduce a un espacioso salón con suelos de madera, mesas a juego y
sofás blancos de aspecto cómodo.
"¿Qué diablos es esto?" Murmuro por lo bajo.
Tarda unos instantes en averiguar qué puerta conduce a la
afuera, pero durante mis andanzas, encuentro un baño, un
cocina, otro dormitorio y otra habitación que contiene una serie de baterías del tamaño
de una maleta.
Cuando salgo, el bosque está quieto. Una brisa fresca serpentea a través de los
árboles, apenas susurrando las ramas, pero mi piel se eriza hasta ponerme la piel de
gallina. Ahí es cuando me doy cuenta de que todavía estoy desnudo.
Pongo mis manos alrededor de mi boca. “¿Brian? ¿Dónde estás?"
Todavía no hay respuesta.
Mi garganta se aprieta. Brian no pudo haberme dejado solo en el bosque. Antes
estaba actuando como un tipo pasivoagresivo porque Bigfoot parecía más interesado
en mí que en él. ¿Podría haber empacado todo y haberse ido para darme una lección?
"¡Brian!" chasqueo.
Una gran sombra se mueve entre los árboles. Mi corazón salta.
¿Podría ser Pie Grande?
Doy un paso atrás en la entrada de la casa, listo para salir corriendo.
adentro si es un animal salvaje.
En lugar de Bigfoot, es una cierva grande, con un búho nival que se cierne sobre
su cabeza. Mi mente evoca escenas de los libros de Harry Potter. ¿Quizás están aquí
para ayudar?
La cierva da un paso adelante, con la cabeza inclinada.
“Su Majestad, está angustiado”, dice una voz suave en mi cabeza.
"¿Quien era ese?"
Ella se inclina aún más. Soy yo, Casandra.
Froto mi barbilla. "¿Cassandra la cierva?"
“Es un honor conocerte”, responde ella.
en mi cráneo. "¿Puedo presentarte a Levander"
"Está bien", me digo a mí mismo. "Esto es raro".
Doy un paso atrás en la cabina y cerré la puerta en la cierva y su
compañero de vuelo. Tal vez realmente todavía estoy dormido. Tal vez tener
sexo con Bigfoot me ha dado sueños tan lúcidos que los confundo con la
realidad.
"¿Su Majestad?" Pregunta Casandra.
—No puedo oír eso —murmuro y camino de regreso a través de la sala
de estar hacia el dormitorio.
Tal vez si vuelvo a dormir, todo se restablecerá por la mañana. En el
momento en que mi cabeza toca la almohada, soy arrastrado de vuelta a un
sueño profundo.
La luz del sol brilla a través de mis párpados y calienta mi piel. Tomo una
respiración profunda, mi mente repasando ese extraño sueño.
¿Una cabaña de lujo en el bosque? ¿Ciervo que habla y un búho
blanco? Una risa brota de mi pecho. He tenido sueños peores, pero este fue
el más vívido.
Tomando una respiración profunda, abro los ojos...
Sólo para encontrarme todavía en la cabaña.
"¡Mierda!"
Me levanto de la cama y mi mirada recorre la habitación. Es exactamente
igual que anoche, excepto que probablemente no me di cuenta de que hay
una cómoda en la esquina.
"Por favor, contenga algo para que me ponga". Cruzo la habitación, abro
un cajón y encuentro toda la ropa que empaqué para
el viaje de campamento.
"¿Qué diablos es esto?"
Tardo menos de un minuto en vestirme. La furia potencia mis acciones y la
traición me abrasa las venas. El maldito Brian me dejó aquí como un Hansel y
Gretel demente
historia.
Mientras camino hacia la puerta, me sorprende que todo en la habitación,
desde la enorme cama hasta la puerta extra alta, tiene el tamaño de una criatura
como Bigfoot.
Oh, mierda.
Estoy en la casa de Bigfoot.
Como su maldito rehén.
¿Mató a Brian para apoderarse de mí? Atravieso la sala de estar y me fijo
en los sofás bellamente tapizados.
¿Desde cuándo un hombre mono que habita en el bosque adquiere cojines de
lino? ¿Y esa habitación llena de pilas?
Nada tiene una pizca de sentido.
"¿Pie Grande?" Yo grito.
Él no responde.
¿Donde esta mi telefono?
Camino alrededor de los sofás y abro la puerta de la sala de baterías. Una
de las pantallas dice Kilovatios solares, lo que me hace rechinar los dientes. Este
es el tipo de equipo que vi en un programa de televisión donde una pareja instaló
su casa para funcionar con energía solar. Bigfoot puede ser un ser inteligente,
pero seguro que no tiene una tarjeta de crédito, acceso a Internet o los
conocimientos necesarios para configurar la electricidad solar.
“Brian”, grito.
Cuando no responde, camino hasta el final de la fila de
baterías, busque la caja de fusibles y encienda el interruptor rojo.
"¿Qué estás haciendo, Faye?" dice una voz desde un altavoz.
Es Brian, suena como si estuviera hablando a través de un walkietalkie.
Doy vueltas. "¿Dónde estás?"
"Responder a mi pregunta."
"Responde a la mía, imbécil".
Deja escapar un largo suspiro, como si yo fuera el que está siendo
irrazonable. "¿Recuerdas mi canal de YouTube?"
Mi garganta se aprieta. "¿Qué pasa con eso?"
“Cada vez que publicaba sobre Bigfoot, mis videos se volvían virales”.
"¿Entonces?"
“Bueno, Bigfoot no me dejaba tomar fotos o videos
imágenes de él, así que tuve que pensar fuera de la caja”.
"Ve al grano", espeto.
“Le dije que había mujeres por ahí que querían
pareja con él. Mujeres fértiles, desesperadas por tener hijos”.
Brian hace una pausa, y puedo imaginarlo mirándome con las cejas
levantadas, instándome a resolverlo por mí mismo. Mi mente zumba con
posibilidades, pero cada una de ellas me revuelve el estómago.
"¿De qué estás hablando?" Pregunto.
Eres una mujer bastante inteligente, Faye. Estoy seguro de que ya has
llegado a una conclusión.
"¿Me vendiste a Bigfoot a cambio de fotos?"
Él se ríe. "No exactamente."
Si anoche no fue un sueño, entonces realmente vi a Levander el búho y
Cassandra la cierva. Cassandra habló en mi mente, al igual que Bigfoot. Bigfoot casi
me dijo que estaba embarazada, pero no quería escuchar.
La bilis sube hasta el fondo de mi garganta. Me agarro el estómago, con ganas
de vomitar.
"¿Las náuseas matutinas ya?" pregunta, su voz mezclada con
diversión.
"Estoy tomando la maldita píldora".
"No exactamente."
"¿Quieres dejar de decir eso?" chasqueo.
“Cambié su anticonceptivo por clomifeno para inducir la hiperovulación. Lo ha
estado tomando durante el doble de la duración sugerida. Tenía que asegurarme de
que tuvieras un embarazo exitoso”.
Las náuseas me golpean en el estómago y me tambaleo hacia atrás. Las últimas
semanas tuve acné, distensión abdominal y me sentí un poco más irritable, pero pensé
que era el síndrome premenstrual. Confié en Brian con mis cosas. ¿Cómo podía
tenderme una trampa para algo tan atroz?
"¿Por qué?" raspo.
“Este trozo de bosque contiene todo tipo de micrófonos y cámaras, y tú vas a ser
la estrella de un reality show. Los espectadores podrán seguir su embarazo y ver
florecer su relación con Bigfoot”.
Niego con la cabeza. "¿Todo esto se trata de influencia?"
Él resopla. "Por supuesto que no. Cuando termine tu contrato, serás una mujer
muy rica”.
“Pero no estuve de acuerdo con esto”.
“Los remolques están listos. Todos están limpios, por supuesto, pero
habrá contenido premium para cualquiera que quiera ver las escenas de
sexo”.
Me balanceo sobre mis pies.
“¿Solo Fans?”
“Dame algo de crédito. Me he registrado con alguien más
exclusivo."
“Sácame de aquí, o yo…”
¿Qué harás? ¿Gritar, llorar, gritar? Cualquier berrinche solo se sumará
al drama”.
"No puedes hacer esto".
"Puedo", dice, su voz cada vez más fría. “Y si no cooperas, te dejaré en
este bosque para siempre para que puedas ser devorado por el lobo gigante.
Ahora, encienda la electricidad.
"Ven aquí y hazlo tú mismo".
Brian no responde. No me quedaré para pelear con mi ex. Existe la
posibilidad de que todavía esté en algún lugar del bosque, tratando de
controlarme desde la distancia. Si ese es el caso, entonces tal vez pueda
robar su camioneta.
Giro sobre mis talones, salgo por la puerta y atravieso la sala de estar.
Todo el interior parece intacto, lo que me hace preguntarme si Bigfoot
siquiera sabe sobre esta cabaña.
Brian probablemente me puso aquí como cebo, para que Bigfoot pudiera
mudarse, y protagonizáramos su extraño reality show en Internet. Bueno,
jódelo. Y Bigfoot, si es parte de esta farsa.
Abro la puerta y casi choco con una cierva.
"¿Casandra?"
Ella inclina la cabeza. "¿Si su Majestad?"
"¿Por qué me llamas así?"
"Eres la nueva consorte de nuestro rey".
"¿Pie Grande?"
Ella retrocede. "¿Te dirigirías a Su Majestad con tal falta de respeto?"
Mis hombros se hunden. “Él no me dijo su nombre”.
“Es Su Majestad”, dice la cierva.
Camino a su alrededor, mi mirada explorando el gran claro.
Los árboles nos rodean en todos los ángulos sin señales de un camino bien
transitado. Brian debe haber tardado años en instalar la vivienda, sus
muebles, las cámaras ocultas y la electricidad solar.
Retrocediendo varios pasos, miro hacia el techo y lo encuentro cubierto
de paneles solares.
Mierda. Tenía un plan de juego todo el tiempo, incluso antes de que nos conociéramos.
en línea. Lo que es un bastardo.
“¿Recuerdas al hombre que construyó esta casa?”
"¿El casamentero de Su Majestad?"
Mi mandíbula se aprieta. “Sí, ese. ¿Dónde está?"
“El casamentero partió en su carro”.
"Muéstrame."
Cassandra inclina la cabeza. “Pero ya no está en el bosque”.
"Entonces ayúdame a salir y encontrarlo".
Duda durante varios largos momentos como si estuviera en conflicto
acerca de ayudarme a irme. Casandra y el otro
los animales son mi única esperanza, y voy a tener que aprovecharme
de su extraña deferencia.
“Cassandra, te ordeno a ti y a quien sea capaz de guiarte
devuélveme a la casamentera.
Ella inclina la cabeza. "Por supuesto, Su Majestad". Cuando un
gran ciervo sale trotando de los árboles, ella agrega: "Mi compañero
dice que deberías montar en su espalda".
El alivio recorre mi sistema y me derrumbo hacia adelante con la
exhalación más larga. Si los animales pueden llevarme al próximo
camino, podría hacer autostop de regreso a la civilización.
El ciervo trota hacia adelante, pero a la mitad del claro, él
se congela, y Cassandra jadea.
"¿Qué ocurre?" Pregunto.
Ambos venados se giran hacia la superficie ondulante de la piscina,
donde Bigfoot emerge del agua, luciendo furioso.
Oh, mierda.
Capítulo Nueve
B igfoot se ve tan increíble como ayer, incluso más, ya que mi coño
todavía me duele por haber sido tan bien jodido. Tanto Cassandra como su
compañero se precipitaron hacia los árboles, dejándome a solas con el
enojado hombre mono.
Me tiemblan las piernas y retrocedo hacia la casa.
“Temía que te fueras con Brian”, su voz profunda resuena en mi cabeza.
“Brian me mudó aquí”. Hago un gesto hacia la puerta.
Es difícil sorprenderse de que Bigfoot pueda comunicarse conmigo a
través de la telepatía, cuando acabo de tener una conversación completa con
una cierva. Pero algo que acaba de decir me parece extraño.
"¿No ayudaste a Brian?"
Bigfoot niega con la cabeza. “Caí en un sueño profundo después de
comer el pescado”.
"Probablemente estaba drogado".
Sus gruesas cejas se juntan. "No comprendo."
“Brian me engañó para que viniera aquí. Necesito llegar a casa.
"No puedes irte." Bigfoot avanza hacia mí, sus ojos ámbar perforan mi
alma.
Doy un paso atrás, mi trasero golpeando la puerta. "No puedes retenerme".
"Estás esperando a mi hijo". Muestra sus dientes. "Un niño
que los humanos probablemente matarán por ser diferentes.
Mi mandíbula cae. “Pero no estoy embarazada—”
"Faye", gruñe. “El hecho de que podamos comunicarnos así es prueba de
que mi semilla se ha apoderado. Por tu propia seguridad y la de mi hijo, no puedo
permitir que te vayas.
Sacudo la cabeza de un lado a otro. "Eso no es cierto. Brian
dice que se comunica contigo bebiendo tu semen.
“Le envío imágenes, pero como saben, entiendo el lenguaje humano y soy
capaz de gesticular”.
El tiene razón. Brian nunca mencionó la telepatía. Tampoco mencionó haber
podido comunicarse con los animales.
Estoy tan arruinado.
"Por favor déjame ir."
Bigfoot ahueca el lado de mi cara. Lo siento, Faye, pero no puedo.
Esto es tan injusto. Nunca me inscribí en nada de esto. La parte posterior de
mis ojos arde con lágrimas, pero me niego a dejarlas caer.
No hasta que esté de vuelta en casa y tenga la cabeza libre para calcular mis
opciones.
Como si respondiera a una pregunta no formulada, Bigfoot continúa.
“Los de nuestra especie comparten recuerdos a través de un vínculo familiar,
incluso los bebés. He visto casos en los que han sido asesinados, abusados e
incluso disecados por humanos. No puedo permitir que la vida dentro de ti sufra
un destino tan terrible”.
"¿Por qué me hiciste esto?" raspo.
Bigfoot inclina mi cabeza hacia arriba, por lo que no tengo más remedio que
mirar sus ojos ámbar. Todos los rastros de furia han desaparecido, dejándolo
miserable y confundido.
Espera un minuto. ¿Por qué ha cambiado de repente?
"Brian me aseguró que querías llevar a mi cría", dijo.
dice. "No le creí al principio, pero estabas tan ansioso..."
—Ansiosa por follar —le espeto. “Pero no estuve de acuerdo en recibir
embarazada."
Inclina la cabeza y frunce el ceño. “Pero las relaciones sexuales
entre hombres y mujeres conduce al embarazo”.
Oh.
Nadie le habló a Bigfoot sobre los anticonceptivos.
“Tal vez sí en este bosque, pero en el mundo humano, los buenos hombres
no engañan a las mujeres para que tengan sus bebés”.
Su mano se aparta, dejando mi mejilla fría, a pesar de la mañana soleada.
Bigfoot da un paso atrás, su rostro cayendo. “No entiendo las formas de los
humanos. Cuando rogaste por mi polla, creí que entendías que el sexo llevaría a
dar a luz a mis crías.
El calor se precipita a mis mejillas. Me retuerzo contra la puerta, necesitando
hundir la cabeza. Ayer fue el sexo más caliente de mi vida. Nunca antes había
llegado al clímax con la polla de un hombre, pero Bigfoot me llevó a múltiples
orgasmos.
Él toma una respiración profunda, y miro hacia arriba para encontrar sus fosas
nasales dilatadas.
"Incluso ahora, estás excitado", dice. “Una señal de la naturaleza de que
estás ansioso por mi semilla”.
"No soy."
Coloca una mano grande en mi hombro. "No me mientas."
“Hay una gran diferencia entre querer sexo y querer quedar
embarazada. No quiero un bebé.
Bigfoot me da un apretón suave. “Una vez que hayas dado a luz,
puedes dejar al bebé a mi cuidado”.
Antes de que pueda insistir en irme de nuevo, envuelve un brazo
alrededor de mis hombros y me lleva a la piscina. "¿Qué te harían los
humanos cuando tu apariencia cambie?"
Miro el agua y frunzo el ceño. Mi cara está más oscura que de
costumbre, y un toque de mi cara me dice por qué. Cada centímetro de
mi piel está cubierto de vello suave.
"¿Qué demonios es esto?"
“Las mujeres humanas que cargan a nuestros jóvenes a menudo adoptan sus
características”, dice desde atrás.
Me giro, agarrando su grueso bíceps como apoyo. "Qué
me has hecho?
“El efecto es temporal”, añade. “El pelaje y las hinchazones
desaparecerán en el momento en que des a luz”.
¿Inflamaciones? raspo.
Bigfoot me acompaña de regreso a la casa. “Por lo que observé en
los recuerdos compartidos, el embarazo solo hace que los humanos se
vean más hermosos”.
Hermoso para Bigfoot, tal vez. Mi mente evoca la imagen del enorme
trasero rojo de un babuino o las marcas azules de un mandril. Me estoy
convirtiendo en un mono. Peor. Una mona humana preñada con el
engendro de un monstruo.
La historia de Brian sobre la mujer embarazada del bebé de Bigfoot
era una mentira. Su abuelo y el resto del pueblo se habrían dado cuenta de
que estaba cubierta de pelo. ¿Por qué me obsesiono con las tonterías de
Brian cuando me estoy transformando en una criatura? El bosque da
vueltas como si estuviera atrapado en medio de un tiovivo maníaco. Mi
interior se revuelve con otro ataque de náuseas, y pierdo el equilibrio.
Bigfoot me toma en sus brazos y me lleva a la casa.
"¿Construiste esto con Brian?" Pregunto.
“Sí”, responde. “Los animales también ayudaron”.
"¿Por qué?"
“Brian me dijo que la madre de mis crías querría estar cómoda en una
vivienda humana”.
“No vayas allí. La casa y el claro contiene lotes
de cámaras ocultas.”
Bigfoot se congela.
"Explícate", gruñe.
Le cuento todo lo que me dijo Brian, y agrego mis propios detalles para
llenar los vacíos. Parte de esto es difícil de comprender para Bigfoot.
Apenas entiende los conceptos básicos de cosas como la televisión y el
teléfono, y lucha con la idea de que los humanos de todo el mundo podrían
pagar para vernos.
Un gruñido resuena en su pecho. “Pensé que Brian era mi amigo”.
"Brian es un mentiroso compulsivo que quiere exponerte al mundo y
hacerse rico".
“Los humanos y su dinero”. Bigfoot me envía una imagen de uno más
joven de su especie encadenado dentro de una jaula. Un hombre con bombín
cobra a quien quiera entrar para comprobar que es real.
"¿Eres tu?" Pregunto.
Bigfoot niega con la cabeza. “Este es otro de los míos que sufrió mucho
antes de poder escapar. No deseo que tú o nuestro hijo sufran tal destino”.
El temor se asienta en mis entrañas, haciéndome sofocar un gemido.
“Eso no sucederá”.
“En unas pocas semanas, todo tu cuerpo estará cubierto de un espeso
pelaje”.
“Pero puedo conseguir ayuda en casa—”
—Faye —dice , su voz suavizándose como si yo fuera la criatura que
necesita ser manejada con cuidado—. "Una vez
el embarazo ha comenzado, no puede detenerse sin la muerte de la madre”.
Mi estómago cae al suelo del bosque.
"¿Cómo sé que me estás diciendo la verdad?"
“Estás hablando directamente a mi alma”, retumba.
Bigfoot camina hacia la pequeña piscina, indicando que él
planes para meterse en el agua.
"Esperar." Agarro la piel de su hombro. "¿Usas esas piscinas para viajar
por el bosque?"
El asiente.
"¿Planeas transportarme a través de eso?"
“Por supuesto”, responde.
Pero me ahogaré.
"No lo harás."
Lucho en su agarre. "Déjame ir."
“Debemos cambiar de ubicación, Faye. Si Brian está enviando imágenes
de nosotros a humanos de todo el mundo, solo atraerá a los cazadores”.
El pánico lanza a través de mi pecho. He pasado de querer follar con
un monstruo a ser cazado como tal. Tal vez el karma me esté castigando
por sexualizar a Bigfoot. Tal vez esta sea la consecuencia de ser impulsivo
con mi coño. Pero si no hago algo en este instante, parece que me volveré
como él.
“No te estreses”, murmura. "Te mantendré seguro."
Bigfoot se sube a la piscina y se mete en el medio, donde el agua tibia
me acaricia la piel. Descanso mi cabeza en su hombro, tratando de pensar
en una forma de salir de este lío. Da otro paso adelante y caemos por un
tobogán.
Mi estómago se tambalea. Abro la boca para gritar pero
Ciérralo, recordando que estamos bajo el agua.
“Puedes respirar”, dice Bigfoot.
"Preferiría no hacerlo", respondo con mi mente.
Deja escapar un gruñido de satisfacción. "Tocaste mi alma".
Me muevo en sus brazos, sin saber cómo responder a ese comentario,
pero tomando nota de no hablar en su mente a menos que sea necesario.
Un segundo después, nuestras cabezas rompen la superficie del agua,
y llegamos a una parte completamente diferente del bosque.
Los árboles altos se ciernen sobre sus cabezas, sus copas bloquean el sol.
El aire está cargado con el olor de bayas demasiado maduras y musgo húmedo.
Bigfoot me lleva a través del agua y solo me deja caer cuando llegamos a la orilla.
Mis pies se hunden en musgo fresco y esponjoso y algo verde
se envuelve alrededor de mi bota.
“Aquí estaremos a salvo de los dispositivos de Brian”, dice.
Todavía tengo náuseas por la traición de Brian, mi embarazo con Bigfoot y el
hecho de que estoy en camino de convertirme en un
mujermono.
Con un gemido, caigo de rodillas y tengo arcadas.
"¿Faye?" Bigfoot frota mi espalda.
Nada escapa de mis labios, y recuerdo por qué. La última vez que comí fueron
esos frijoles y salchichas en el desayuno. Brian probablemente los drogó para
ponerme más caliente.
"Estoy bien", le digo a través de la tos seca. “Todo esto es un
un poco mucho.
“Son náuseas matutinas”, dice.
Me siento sobre mis talones y me limpio la boca. “Solo estrés”.
Bigfoot se agacha a mi lado.
“Cada mujer humana en tu condición experimenta esto”.
Asiento con la cabeza. "Bien. Tal vez solo necesito un vaso de agua…”
“No hay agua”, dice, sus ojos se oscurecen. "De hecho,
todo lo que comas terminará en el suelo del bosque”.
“Entonces, ¿cómo sobreviven estas mujeres a sus embarazos?”
“Con infusiones de semilla.”
"¿Semilla? ¿Qué significa eso...?
Mi mandíbula se cierra porque ya no necesito terminar esa pregunta. La
respuesta es la enorme erección de Bigfoot.
Está al ras de sus abdominales, goteando grandes cantidades de líquido
preseminal. Copiosas cantidades de líquido preseminal que hacen que mi
boca saliva para probar.
Incluso mi coño se aprieta.
Las fosas nasales de Bigfoot se ensanchan. “Esta es otra razón por la
que no puedes dejar mi lado. Soy la única forma en que puedes sobrevivir a
la enfermedad del embarazo”.
Oh, maldito infierno.
¿No me digas que voy a pasar los próximos nueve meses bebiendo el
semen de Bigfoot?
Capítulo diez
I tropezar desde el borde de la piscina y alejarse de Bigfoot.
Ya es bastante malo que esté embarazada de su descendencia, pero que
me aspen si paso los próximos meses chupándole la polla para mantenerme.
"Estás angustiada", dice en mi mente.
"¿Crees?" escupo. “Me acabo de enterar que los últimos meses de mi
vida fueron una estafa elaborada. El jodido Brian se conectó a Internet para
encontrar a una mujer lo suficientemente estúpida y cachonda como para ir
de campamento con él y querer follar con Bigfoot.
Sus cejas se juntan. "No comprendo."
Agitando mis brazos hacia arriba y hacia abajo, descargo mi frustración
en un chillido que hace que los pájaros salgan volando de los árboles. “A él
nunca le importé una mierda. Todo lo que significaba para él era una especie
de yegua de cría.
Bigfoot da un paso hacia mí con su gran mano extendida. Incluso él
puede decir que estoy en espiral, pero una vez que he comenzado no puedo
parar.
“Faye—”
"Ya no puedo hacer esto".
"¿Hacer lo?" pregunta Pie Grande.
Ya es bastante malo que me hayan engañado. Brian tenía un plan
de juego desde el primer día. Ahora estás tú. Muevo mi mano arriba y
abajo de su torso peludo, tratando de ignorar la enorme y espesa
erección que gotea líquido.
"¿A mí?" él pide.
“Solo quieres que una mujer lleve a tu bebé y te chupe la polla”.
Su mandíbula cae.
“Así es,” siseo. “Debes haber sabido todo el tiempo que Brian me
atrajo aquí con falsos pretextos”.
Él niega con la cabeza. "Faye, nunca te habría follado si hubiera
sabido que había engaño".
“Correcto, porque crees que todo sexo conduce al embarazo.
Puede que así sean las cosas en el reino animal, pero no funciona así
con los humanos, Buddy.
Los labios de Bigfoot se aprietan y su pecho se agita. La conexión
que compartimos se llena de frustración. no puedo decir si
me pertenece a él o a mí, o si estamos alimentando la ira del otro, pero
mi presión arterial aumenta cada momento que tengo que permanecer
en su presencia tratando de evitar esa gruesa cabeza que gotea.
"Por favor siéntate." Bigfoot hace un gesto hacia un tronco caído.
Te traeré algo para echarte en la cara y calmar tu temperamento.
"No", espeto. "Solo tráeme algo de comida".
Exhala un largo suspiro como si yo fuera el que está siendo lento.
“Tu cuerpo no podrá absorber nada de lo que comas hasta después
de…”
"No me tragaré tu semen". Sello mi pie.
Oh mierda Estoy actuando como un mocoso. Son las hormonas del
embarazo, lo juro. Y la situación desconocida junto con el hecho de que mi
ex novio es el mentiroso más grande desde Keyser Soze. Quiero dejar de
despotricar contra Bigfoot. Nada de esto es realmente su culpa.
Brian se aprovechó de la soledad de Bigfoot e inventó un plan elaborado.
Incluso si ninguna mujer quisiera tener su bebé, seguro que querrían
follárselo. Es la criatura más masculina que he visto en mi vida, con músculos
gruesos y fibrosos, facciones atractivas y una polla hermosamente enorme.
El calor inunda mis venas. Bigfoot está recibiendo la peor parte de la
furia que debo reservar para Brian.
Mi inútil ex también se aprovechó de mi frustración sexual, junto con mi
deseo de aventura. ¿Cómo iba a saber que cambiaría mis píldoras
anticonceptivas por algo que me haría ovular? Ahora, Bigfoot y yo estamos
atrapados en esta situación, y Brian está a punto de hacer una fortuna en las
redes sociales.
No si puedo evitarlo.
"Me temo que no tienes otra opción", dice Bigfoot. “Cada uno de mi
especie con una hembra embarazada la ha alimentado con su semilla para
ayudarla a sobrevivir”.
"¿Cómo sé que esto no es una estratagema para que te chupen la polla?"
"Yo no miento."
"Podrías estar diciendo eso".
"Faye", dice con un suspiro. "Cuando nos conocimos, estabas ansioso
por probar mi semilla".
"Eso fue antes de que me dejaras embarazada y me transformaras
en un monstruo peludo y repugnante". Me tapo la boca con una mano.
Bigfoot se estremece.
Una disculpa sube hasta el fondo de mi garganta, pero trago
saliva. Había querido decir cada palabra porque odio la capa de vello
suave en mi piel y estoy temiendo el momento en que se espesa en
una piel. Nunca consentí en quedar embarazada y tener que
quedarme en el bosque.
Pero eso no significa que deba insultar a Bigfoot.
"Me despediré".
Regresa al agua, con la cabeza gacha y los hombros caídos.
“Bigfoot, lo siento,” murmuro.
O no me escucha o no cree en mis disculpas. Realmente no
puedo culparlo ya que dije esas palabras con tanto veneno. Esto es
un desastre. No importa cuántas formas de pensarlo, esta es una
trampa para bebés. Consentí el sexo, no el embarazo, y estoy seguro
de que no consintí en dar a luz a un pie grande.
Desaparece en el agua, dejándome sola en el claro.
Oh, mierda.
Ahora probablemente no sea el momento de molestar a mi único aliado en esto.
desorden.
Momentos después, el movimiento brota de los árboles. Doy un
paso atrás hacia la piscina, lista para zambullirme a la primera vista
de peligro.
"¿Su Majestad?" pregunta una voz suave.
Sumerjo un dedo del pie en el agua. "¿Casandra?"
"Esto soy yo."
Ella y un ciervo con enormes cuernos entran en el claro, luciendo como si
hubieran galopado todo el camino hasta aquí.
"Perdone la intrusión", dice, "pero Su Majestad mencionó que tenía hambre..."
Mi mirada se dirige a la piscina, donde no hay señales de Bigfoot. La culpa
vibra en mi fibra sensible. A pesar de que insulté al chico, todavía pensó en
asegurarse de que tuviera suficiente para comer.
Una vocecita en el fondo de mi cabeza me recuerda que sus preocupaciones
son solo por su hijo por nacer, pero lo dejo a un lado. Incluso si lo único que le
importa a Bigfoot es el feto que llevo, sigue siendo una mejor alternativa que Brian.
"¿Podemos traer una fiesta?" Pregunta Casandra.
Un gruñido retumba a través de mi estómago, haciéndome presionar una
palma contra mi vientre. "Sí, por favor."
Con un asentimiento, Cassandra se vuelve hacia los árboles y dos cervatillos
salen, cada uno con pequeños bultos entre los dientes.
"¿Son esos tus hijos?" Pregunto.
Ella inclina la cabeza. “La manchada es María, y la
el rayado es Tobías.
"Oh."
Los cervatillos me hacen reverencias tambaleantes antes de colocar sus
fardos sobre una manta de corteza de árbol tejida. Retrocedo tambaleándome y
me encuentro con un cuarteto de conejos, cada uno apostado en una esquina,
que se apresuran a mordisquear los bultos.
Mis ojos se agrandan al ver el salmón rosado cortado en trozos
trozos “¿Eso es sashimi?”
Antes de darme cuenta, todo tipo de criaturas del bosque emergen
con paquetes envueltos en hojas o pequeñas ramas cargadas con bayas
y frutas. Esta es Blancanieves con esteroides. Algunos
Llegan más ciervos para hacer rodar un tronco caído para que pueda tener un lugar donde
sentarme.
"¿La fiesta es de su agrado, Su Majestad?"
Pregunta Casandra.
Miro los suaves ojos negros de la cierva. "Es. Muchas gracias."
Ella y su compañero se inclinan profundamente, y los otros animales
retroceden. Me siento en el tronco y tomo un trozo de salmón crudo. Los
sabores explotan en mi lengua. Es a la vez salado y cremoso con un sabor
a umami que es completamente delicioso.
O esta sección del bosque está encantada o estar embarazada del
bebé de Bigfoot ha alterado mis papilas gustativas porque el salmón nunca
ha sido tan delicioso. tomo otro bocado
de sashimi y gemido.
Para asegurarme de que ninguno de los animales se sienta excluido,
tomo pequeños bocados de sus ofrendas. Reconozco arándanos,
frambuesas, fresas diminutas que saben más dulces que los caramelos,
almendras, avellanas, castañas y piñones. Hay raíces que no reconozco
que son masticables y suaves y hojas que contienen savia dulce que me
recuerdan al aloe vera.
Los animales me miran comer, cada uno de ellos acicalándose cuando
pruebo sus platos. Para cuando he comido algo que se parece a una
batata, estoy lleno.
Muchas gracias digo, mi voz entrecortada. "Eso fue
delicioso."
"¿Podemos despejar la fiesta?" Pregunta Casandra.
Le doy un suave asentimiento.
Ella mueve la cabeza hacia un lado. “Hemos preparado una cama en
caso de que quieras tomar una siesta.
"¿Dónde?" Miro alrededor del claro y dentro de los árboles,
pero se necesita un momento para encontrarlo.
Mientras comía, algunos de los animales crearon una hamaca con corteza seca
y la forraron con plumas. I
camine hacia él, la parte de atrás de mis ojos ardiendo con lágrimas de felicidad.
Estos animales están tan dedicados a cuidarme, aunque no lo merezco.
Una voz en mi cabeza me recuerda que solo lo hacen porque creen que soy la
consorte de Bigfoot. Probablemente los ordenó para asegurarse de que estaba
cómodo. Dejo que el pensamiento se desvanezca en el éter y me recuerdo a mí
mismo para darle a Bigfoot una sincera disculpa.
Llego a los árboles y descubro que la hamaca está a la altura de la cintura, lo
que es bastante fácil de trepar sin ayuda.
Cassandra señala un nudo en el árbol que puedo usar como punto de apoyo, pero
tiene el tacto suficiente para no mencionar que se refiere a cuando sea más grande.
Estoy a punto de escalar cuando me asalta la náusea, haciéndome
doblarse en dos.
"¿Su Majestad?" pregunta Cassandra, su voz se eleva con pánico.
"Me voy a enfermar." Me doy la vuelta, no queriendo tirar
sube a la bonita hamaca y tropieza hacia la piscina.
“Ve a buscar a Su Majestad”, grita Cassandra. “Su Majestad está en
¡Necesidad desesperada de una infusión de su semilla!”
Capítulo Once
F cinco minutos después, estoy acostado de lado, después de haber
vaciado mi estómago en la orilla de la piscina. El sudor empapa mi frente, y
cada centímetro de mi piel me pica como si estuviera cubierto de hormigas
rojas. Gimiendo, me agarro el vientre, sin luchar más contra las lágrimas.
Nunca me he sentido tan miserable.
Tanto física como emocionalmente.
"Su Majestad", dice Cassandra, sonando como si hubiera estado
preguntando durante los últimos cinco minutos en repetición. "¿Estás bien?"
"No", gimo.
"Su Majestad está en camino", dice ella.
"No."
Ella se inclina hacia mí, su aliento calienta el lado de mi
rostro. "Su Majestad sabe cómo curar su condición".
Fue él quien me puso en esta condición en primer lugar. No le digo eso
a Cassandra. No sería justo para ella ni para
Pie Grande.
El agua se ondula y una cabeza oscura emerge de su superficie. A mi
pesar, parte de la náusea retrocede a
la boca de mi estómago, y los tensos músculos de mi torso se aflojan con
alivio.
"Faye", dice Bigfoot, su voz áspera. "No estás bien".
"Son sólo náuseas matutinas", digo con voz áspera.
Bigfoot mira hacia el sol. Tiene demasiado tacto para decirme que
ya es tarde, pero estoy demasiado cansada para explicarle que las
náuseas matutinas pueden aparecer en cualquier momento del día.
"Debes tomar mi semilla".
"No."
"Entonces al menos lávate la boca con agua".
"Está bien."
Vadea a través de la piscina, sale del borde y me toma en sus brazos.
Su pelaje está frío y húmedo, refrescando mi piel febril. Quiero quitarme
la ropa y hacer que envuelva su cuerpo alrededor del mío como un
capullo de seguridad.
¿Qué carajo?
Afortunadamente, Bigfoot no puede escuchar mis pensamientos más íntimos.
de lo contrario, podría sugerir que me desnude.
Saca un puñado de agua y me lo lleva a la boca.
"Enjuagar."
Tomo un gran sorbo, con toques de romero y menta.
Ignorando su pedido de enjuagar, trago saliva. Las náuseas desaparecen,
solo para regresar en el momento en que dejo de beber. En el lado
positivo, no estoy vomitando.
"Gracias de todos modos", murmuro, todavía sintiéndome mareado.
“Realmente lamento tu sufrimiento”, dice Bigfoot.
“No es tu culpa,” respondo. “Y todas esas cosas que dije
más temprano"
"No hay necesidad de disculparse conmigo", dice en nuestro vínculo.
“Brian actuó con deshonra. Nada de esta situación es culpa tuya.
Me apoyo en su pecho y exhalo. Él está equivocado. Esto es
principalmente culpa de Brian, pero no estoy completamente libre de culpa.
Nadie me dijo que conociera a un hombre en Internet y lo trajera a mi casa.
Nadie me dijo que fuera a acampar en un bosque que nunca había visitado.
Nadie me dijo que tuviera sexo sin protección con un extraño.
En estos días, una mujer tiene que tener mucho cuidado con los hombres
con los que se asocia. Debería haber aprendido algo viendo Tinder Swindler
porque Brian es una categoría completamente diferente de estafador romántico.
“¿Tomarás mi semilla?” pregunta Pie Grande.
No sé por qué mi boca forma las palabras. Tal vez sea un sentido tardío
de la responsabilidad. Tal vez sea porque debería haber dicho algo en ese
sentido ayer, pero me encuentro soltando: "No".
Bigfoot me mira a los ojos, sus rasgos irradian tristeza.
Mi corazón se hunde. Tenía muchas ganas de tener una reina, y ahora he
echado a perder sus planes. Aunque es inocente, es difícil dejar de lado mi
resentimiento. Todo está dirigido a Brian, pero él no está aquí, así que el
pobre Bigfoot está sufriendo la peor parte de mi amargura.
"Debes estar tan decepcionado", murmuro.
Él suspira. “Mi única decepción es con Brian”.
Mis labios se aprietan. ¿Cómo puede ser tan comprensivo? Es
haciendo todo lo posible para mantenerme racional.
“Necesitas consuelo”, dice.
Levanto mis hombros. "Necesito la cabeza de Brian".
"¿Puedo darte un abrazo?"
Asiento, dejando que Bigfoot me abrace con fuerza y me dé un
beso en la coronilla. Es tan grande y fuerte que es fácil sentirse
seguro en sus brazos, a pesar de las jodidas circunstancias.
Justo cuando me relajo en su suave pelaje, su voz llega a mi
mente. “La mujer humana que no tome la simiente será
finalmente se marchita y muere. No quiero perderte, Faye.
trago "Déjame pensarlo, ¿de acuerdo?"
"Muy bien."
Coloco ambas manos en su pecho, tiro hacia atrás y trato de ponerme de pie.
Bigfoot se eleva ante mí con los brazos extendidos, listo para
atraparme si me caigo.
"Está bien", le digo con una sonrisa. "Me siento mucho mejor".
Él sacude su cabeza hacia un lado, su mirada fija en donde
Cassandra y su compañero están parados debajo de los árboles. Los
dos ciervos se doblan en un arco.
"¿Qué les has dicho?" Pregunto.
“Cassandra te acompañará a donde quieras ir.
Su compañero, Alexander, te cargará sobre su espalda si te cansas.
Levander y su rebaño estarán atentos a los enemigos.
Me giro para encontrarme con los ojos ámbar de Bigfoot. "¿Te refieres a Brian?"
Sus hombros se agrupan. “Los humanos a veces visitan mi
territorio, tratando de encontrar atisbos de mí. Luego está el lobo
terrible, cuyo territorio limita con el mío.
"¿Terrible qué?"
"Él no te molestará mientras no te desvíes de los límites".
“¿Cómo sabré dónde termina tu territorio y comienza el suyo?” Pregunto.
Cassandra será tu guía.
"Está bien."
Su cabeza se sacude hacia arriba. "Alguien está en la cabaña".
Se me corta el aliento y la venganza surge a través de mi
venas, haciendo que mi piel arda con furioso calor. "¿Brian?"
"No lo sé." Se vuelve hacia la piscina. "Disculpe mientras me ocupo de
ellos".
Aprieto la mandíbula, queriendo ir con él, pero me contengo.
Por mucho que quiera arrancarle la cabeza a Brian de sus hombros, todavía
siento náuseas. Brian no regresaría sin algún tipo de plan para atraparme y
convertirme en su fuente de ingresos.
"Está bien", murmuro.
Bigfoot vuelve corriendo al agua y desaparece bajo su superficie.
"Tráeme de vuelta su cabeza", le pido a nuestro vínculo.
"Te traeré a ambos como recuerdos".
Resoplo una carcajada, imaginando a Bigfoot arrancando las insignificantes piernas de Brian.
cabeza de gallo
"¿Se siente mejor, Su Majestad?" Pregunta Casandra.
"Si, gracias." Yo digo. "¿Podrías llevarme a dar un paseo?"
Durante el resto de la tarde, exploramos juntos el bosque y pasamos
por un huerto de manzanas, peras y membrillos. Mi
las fosas nasales se llenan con los aromas mezclados de la fruta madura, triplicando mi
náuseas.
"Estoy bien", murmuro.
Paseamos a través de un claro de arbustos de lavanda, seguidos por un
grupo de robles bordeados por ramitas de menta que llegan hasta la cintura.
El espeso aroma a mentol limpia mis senos paranasales y me infunde fuerza.
"¿Está ahí?" Digo en nuestro vínculo.
"Sí", responde Bigfoot.
"¿Por qué no me hablas mientras estamos separados?"
Él duda.
Cassandra y su compañero me guían a una cascada que rocía gotas
frescas que humedecen mi piel. El sol de la tarde se asoma desde una nube,
creando lindos arcoíris que me hacen suspirar. La cabeza me da vueltas un
poco, en parte por el agotamiento, pero sobre todo por el hambre. Me siento
en un tronco y descanso mis antebrazos en mis muslos.
“Quería darte privacidad”, dice Bigfoot. “Todavía estás molesta por tu
embarazo y no quería que te sintieras peor”.
Una capa de hielo alrededor de mi corazón se agrieta un poco, dejando
escapar el calor. Eso es inusualmente considerado. La mayoría de los hombres
con los que me he encontrado desaparecerían en el éter en el momento en
que dejaran embarazada a una mujer o usarían su condición como una forma
de tomar el control.
Sí, he conocido a algunos tipos de mierda, empezando por mi padre.
Mamá ya tenía a mis hermanos mayores cuando se conocieron, pero él
desapareció de ella el día después de que yo naciera, diciendo que él también lo era.
joven para un bebé a la gran vejez de veintisiete años. Luego, un año
después, dejó embarazada a otra mujer y se quedó jugando a las familias
felices.
Mi padrastro es todo lo contrario, pero un pedazo de mierda aún más
grande. Trabajó en el pub de mi madre y se deslizó hasta su cama. En el
momento en que puso sus pies proverbiales debajo de la mesa, decidió
que ser barman era demasiado estresante y procedió a vivir de nosotros
como un aprovechado. El cabrón dejó embarazada a mamá de mi
hermanita, y ahora cada vez que ella tiene el buen sentido de echarlo, él
llora por querer ver a su hija.
Bigfoot es una raza completamente diferente de hombre. Uno mejor,
incluso si técnicamente es un monstruo.
¿Atrapaste a Brian? Pregunto.
Él gruñe a través de nuestra conexión. “Desapareció en un
vehículo de ruedas justo cuando salí del agua.”
Aprieto los dientes. Brian probablemente solo regresó para encender
la electricidad. Hago una nota mental para desmantelar las baterías o tal
vez ordenar a algunos de los animales más pequeños que se caguen en ellas.
Veamos cómo enciende sus cámaras espía con basura por todo su equipo.
Bigfoot se queda en silencio, y Cassandra trota hasta el borde de la
cascada para tomar un trago. Su compañero se une a ella, y los dos se
acarician. Momentos después, los dos cervatillos salen de los árboles para
tomar un trago.
Me siento en la roca y observo a la feliz familia.
Eso es todo lo que siempre quise. Un poco de estabilidad con un hombre
que conoce el significado del compromiso y el amor. Cuando Brian siguió
regresando para más citas, pensé que estábamos en el camino hacia una
relación sólida, solo para descubrir que tenía otros planes. ¿Por qué diablos
no puedo tener lo mismo que Cassandra?
Apartando mi mirada del venado, miro fijamente la cascada y me
maravillo de cómo el agua que cae hace espuma cuando llega a la
superficie de la piscina. Podría quedarme en un lugar como este para
siempre. Es mejor que cualquier video de meditación en YouTube.
Mi estómago ruge y se me hace agua la boca por probar otro sashimi
de salmón. Durante los siguientes minutos, el hambre se intensifica desde
un dolor sordo hasta la sensación de cuchillos punzantes.
Tal vez debería aceptar la oferta de coraje de Bigfoot.
Quería probarlo ayer. Estaba desesperado por chupar esa enorme
polla. Si tragar su semen es lo único que evitará que me consuma, tal vez
debería intentarlo por el bien de la supervivencia.
Asintiendo, me levanto de mi asiento. El tiene razón. Me debo a mí
misma superar este embarazo. Una vez que haya tenido el bebé y el pelaje
se haya caído, puedo volver a la civilización y olvidarme de Brian y Bigfoot.
La sangre sale corriendo de mi cara, dejándome sintiéndome mareado.
Doy un paso tembloroso hacia adelante, luego otro, e inhalo
profundamente, tratando de evitar el impulso de desmayarse.
Mis ojos ruedan hacia la parte posterior de mi cabeza, y de repente me
arrepiento de haber sido tan malditamente terco. Dos series de chillidos
agudos resuenan en mis oídos. Envío una disculpa silenciosa a los
cervatillos por causarles angustia.
Antes de darme cuenta, un par de fuertes brazos me acunan contra un
pecho peludo. "Eres demasiado obstinado", retumba Bigfoot. "Pero no
puedo permitir que perezcas".
"¿Qué quieres decir?" raspo.
“Quiero decir”, dice en el vínculo, “prepararé mi semilla”.
Capítulo Doce
F o alguien que nunca habla en voz alta, Bigfoot es extremadamente
cuidadoso con sus palabras. No dijo que me daría su semen o que tenía que
tragarlo. Todo lo que tiene la intención de hacer es tenerlo listo. Si lo bebo o
no es enteramente mi decisión.
Me apoya contra una de las rocas al lado de la cascada y se sienta en
una roca enfrente. Excelente. Ahora tengo una vista de lo que está a punto de
hacer.
Bigfoot abre sus muslos. Su pelaje está mojado por la piscina y pegado a
sus testículos. Bolas tan grandes e hinchadas que parecen a punto de estallar.
Mi mente divaga sobre cómo las mujeres producen leche cuando dan a luz.
¿Los hombres mono producen esperma extra para sus compañeras
embarazadas? Si es así, sus testículos deben estar adoloridos.
Su erección sobresale con orgullo contra sus gruesos abdominales, que
ya gotean tanto líquido preseminal que me pregunto por qué no me ofrece algo
de eso. Lamo mis labios secos y trato de no gemir.
Bigfoot ensancha sus fosas nasales, pareciendo consciente de mi interés.
Para su crédito, él no comenta.
Chico inteligente.
Envuelve sus dedos alrededor de su eje y hace movimientos lentos hacia
arriba y hacia abajo, asegurándose de apretar con fuerza en la parte superior.
Cada agarre alrededor de su bulbosa corona roja trae una cascada de líquido
preseminal sobre sus dedos.
Joder.
Nunca he visto nada más erótico que Bigfoot jugando con su polla.
¿Necesita ayuda?
Aparto ese pensamiento. ¿Por qué debo seguir sexualizando a Bigfoot?
Él no está agarrando su polla para una exhibición erótica. Está preocupado
por mi supervivencia y está ordeñando algo de sustento.
Una vez más, mi lengua sale disparada para arrastrarla contra mis labios.
Esta vez, los ojos de Bigfoot parpadean.
“Tienes hambre”, dice.
"No no soy."
Su risa profunda resuena a través de nuestro vínculo. "Los humanos
mienten tan fácilmente".
Por mucho que quiera negarlo, está diciendo la verdad. Ni
de nosotros estaríamos en esta situación si no fuera por las mentiras de Brian.
Tampoco estaría embarazada y medio muerta en un bosque mágico si fuera
más honesta.
Acelera el paso, con profundos gemidos que me golpean directamente
en el coño. El líquido preseminal que se derrama sobre sus dedos se vuelve
más abundante, haciéndolos brillar bajo el sol de la tarde. La punta de su
erección se oscurece a un tono rojo enojado, lo que indica que está cerca.
No puedo mentir. Bigfoot es jodidamente magnífico. Nunca había visto
algo tan poderoso. Su respiración se acelera, y los músculos de su pecho y
abdominales se tensan y se relajan a medida que crece su excitación.
Bigfoot se recuesta sobre la roca, empujando sus caderas en contrapunto
con su mano. Muerdo mi labio inferior, mis propias caderas se balancean al
unísono. Los recuerdos resurgen de esa gruesa polla deslizándose dentro y
fuera de mi coño. Mi coño anhela la oportunidad de estirarse de nuevo, y cada
centímetro de mi cuerpo anhela ser saqueado por esa magnífica criatura.
Mi mandíbula se aprieta.
Este es el embarazo hablando, no yo.
Bigfoot bombea su eje con más fuerza, más rápido, todo mientras clava
su mirada en la mía. Él sabe que mi coño anhela su polla. Sabe que mi boca
tiene hambre de su esperma.
Tal vez sea el enlace que compartimos, pero casi puedo sentir su placer.
Mi pobre e hinchado clítoris palpita como si una diminuta mano lo bombeara y
apretara al compás de los movimientos de su puño, y mis pezones se
endurecieron hasta el punto del dolor.
Un leve almizcle se transporta en la brisa, volviendo salvaje cada molécula
de mí. Avanzo poco a poco, desesperada por probar. ¿Qué está tomando
tanto tiempo? Debería estar bromeando, no bromeando.
Cuando finalmente encuentro su mirada, es para encontrar sus ojos
brillando como si estuviera disfrutando de la atención y supiera exactamente
lo que me hace.
"Córrete para mí", le susurro al vínculo.
La respiración de Bigfoot se acelera y su cuerpo se pone rígido. Con un
rugido ensordecedor, echa la cabeza hacia atrás y arroja cuerdas sobre
cuerdas de semen lechoso. El orgasmo es tan poderoso que incluso yo soy
derribado por una ola de euforia.
Cuando recobro el sentido, su líquido se derrama sobre el suelo rocoso,
se diluye con las gotas de agua y vuelve a la piscina.
Se necesita cada gramo de autocontrol para no trepar sobre mis
manos y rodillas y lamerlo del suelo. Mi garganta se aprieta y mi boca se
seca con decepción. Qué desperdicio de preciosa esperma.
Bigfoot se arrodilla a mi lado y me ofrece sus dedos mojados.
"¿Quieres probar?"
Todavía estoy respirando con dificultad por la réplica de su orgasmo.
Todavía no estoy pensando con claridad. Eso es lo que me digo a mí
mismo cuando murmuro en el vínculo: "Dámelo".
Los dedos de Bigfoot entran en mi boca. Paso mi lengua sobre los
dígitos gruesos, persiguiendo lo que queda del líquido dulce y salado. El
alivio que estoy sintiendo y la infusión de fuerza es como ser golpeado
por una tormenta eléctrica de placer, como beber una botella de agua
fría en un día abrasador.
Trago la dulzura, que me recuerda al jarabe de arce, pero estoy
demasiado absorto para continuar con ese pensamiento.
Cuando el sabor desaparece, los chupo tan fuerte que él
gemidos
"Buena chica", retumba. “Incluso una cantidad tan pequeña de
semilla aumentará tu energía. ¿Llamo a mis súbditos para que os traigan
comida sólida?
Levanto la cabeza y lo miro directamente a los ojos.
"No."
Sus pupilas se ensanchan. "¿Faye?"
“No quiero más pescado crudo”.
Junta sus espesas cejas. "Qué puedo obtener"
Me levanto, mis manos sobre sus hombros, y lo empujo sobre su
espalda. O el embarazo me ha dado una fuerza sobrehumana o Bigfoot
me está dejando dominarlo.
"Desperdiciaste tanto esperma antes". Corro besos por su
pecho peludo, mi lengua dando vueltas alrededor de su pezón.
Bigfoot se acuesta y gime.
Mi mano recorre sus abdominales apretados y su polla increíblemente
gruesa. Todavía está semiduro por acabar de correrme, pero en el momento en
que mis dedos se aprietan alrededor de su eje, se endurece y se espesa hasta
convertirse en una barra de hierro.
"¿Qué estás haciendo?" él pide.
"Tomándolo de la fuente".
Muevo mi mano arriba y abajo de su polla dura con una mano y ahueco
sus bolas con la otra. Son incluso más firmes de lo que parecen, lo que confirma
mis sospechas de que ha estado acumulando esperma para mi consumo.
"Ten cuidado, Faye", dice. “Mis testículos están muy
sensible en este momento y cargada de semillas”.
"¿Por qué no te diste alivio?" Muerdo su pezón, haciéndolo rugir.
“Mis bolas ya no funcionan por mí mismo. En el momento en que supe que
estabas embarazada, se convirtieron en tu propiedad. No podía desperdiciar ni
una gota”.
Beso un camino por su pecho musculoso, por sus abdominales apretados
y hasta la gruesa polla que llora por mi atención. Bigfoot se estremece bajo mi
toque, y cuando lo miro, sus ojos están en llamas.
Mis manos se aprietan alrededor de su eje, provocando un gruñido de
placer. "Soy tan estúpido. Podría haber estado haciendo esto contigo hace
horas. Entonces no me sentiría tan mal”.
Él niega con la cabeza. “Estabas molesto y necesitabas tiempo, pero
por favor. Ordéñame fuerte. Ordéñame rápido. Haz que me corra.
"Con mucho gusto", gruño y bajo mis labios sobre los suyos.
cabeza de gallo
Todavía es demasiado grande para que lo guarde en mi boca, pero corro
mi lengua sube y baja por su hendidura, lamiendo los dulces fluidos.
"¿Por qué sabes tan bien?" Pregunto en el vínculo.
“Mi cuerpo es tuyo para que lo devores”, gime.
Arrastro mis dedos arriba y abajo de su erección, sintiendo el pulso de
las venas debajo de su piel. Solo la base de su polla es peluda, con el mismo
tipo de vello suave que cubre sus testículos.
Cada lamedura trae un caleidoscopio de sabores. Lo que primero pensé
que era jarabe de arce ahora da paso a toques de miel, caramelo y vainilla.
Gimiendo, giro mi lengua alrededor de la cabeza, deleitándome con mi nueva
forma de sustento.
Bigfoot tiembla bajo mi toque, sus caderas empujando para una fricción
adicional. Está completamente a mi merced y voy a hacer que se corra.
"Faye", gime en el vínculo. "Eres muy bueno en esto."
"Solo porque eres muy inspirador".
Se le corta el aliento. "¿Qué quieres decir?"
“Todo en ti es impresionante, desde tu cara hasta
tu cuerpo musculoso. Y no puedo tener suficiente de tu polla.
“Pero soy peludo”.
Las garras de la culpa me golpean las fibras del corazón, y mi mente
saca a relucir el recuerdo de mi diatriba. Me quejé de ser peludo, y Bigfoot se
lo tomó en serio, pensando que lo encontraba feo. Mierda. Eso no es lo que
quise decir.
“Eres peludo, pero en los hombres eso es más masculino”. Chupo con
fuerza la parte carnosa de su coronilla, la más cercana a la hendidura,
haciéndolo gruñir. “Se ve sexy en ti, pero me gusta que mi propio cuerpo sea
calvo”.
"Gracias", dice, con la voz entrecortada. "Eso es
tranquilizador.
Mi corazón se eleva, contento de haber despejado el aire. Está tan cerca
ahora, con la tensión ondulando a través de su poderosa forma. Abro mi
mandíbula más de lo que normalmente puedo abrir, y chupo su cabeza en mi
boca.
"Bpor las estrellas", dice. "Te ves tan encantador con tus labios envueltos
alrededor de mi polla".
Chupo más fuerte, instándolo a derramar.
"Dámelo, ahora", le digo al vínculo. "Todo ese semen que has almacenado
en tus bolas me pertenece".
Un gemido profundo reverbera a través de su cuerpo, haciendo que mi
coño se estremezca. Quiero llegar y masajear mi clítoris, pero estoy demasiado
ocupado acariciando su eje y apretando sus bolas.
Se hinchan bajo mi toque y retumban como si estuvieran a punto de
estallar.
"Prepárate", dice Bigfoot en el vínculo. "¡Estoy a punto de chorrear!"
"¡Haz lo peor!"
Bigfoot sacude sus caderas, y un aluvión de semen caliente sale de su
coronilla y golpea la parte posterior de mi garganta. Trago bocado tras bocado,
tratando de seguir el ritmo de la avalancha de líquido delicioso, pero él no se
detiene.
Su enorme cuerpo tiembla y se estremece debajo del mío, sintiendo como
si alguien lo hubiera enchufado a un enchufe. me gustaría
preguntarle si está bien, pero estoy demasiado concentrada en beber su semen.
Mi vientre se llena de calor que se extiende por mi torso y dentro
de mi coño. Este semen es más poderoso que una droga porque no
es un subidón lo que estoy recibiendo, es amor. Amor por el bebé que
crece en mi vientre, no por mí.
Tal vez me esté imaginando cosas o tal vez sea el malestar
persistente por haber rechazado a Bigfoot, pero hay una pequeña
parte de mí que se siente abandonada en el frío. Me sacudo el
sentimiento, descartándolo como irrelevante.
El clímax sigue y sigue, hasta que sus bolas se desinflan, y casi
me siento culpable por hacerlo esperar. Gotas de líquido se derraman
de mis labios y mis dedos. Hago una nota mental para lamerlo limpio.
Después de lo que parece una eternidad, el orgasmo se desvanece
en pequeños chorros y Bigfoot emite un gemido de dolor. De repente
recuerdo cómo a algunas mujeres les resulta incómodo amamantar y
se retiran.
Nos miramos sin hablar, el silencio solo roto por el rugido de la
cascada. Los ojos de Bigfoot están pesados y sus facciones relajadas,
pero aún logra una sonrisa perezosa.
"¿Te sientes mejor?" él pide.
"Mucho."
Sus fosas nasales se ensanchan. “Pero no estás satisfecho”.
Palmeo mi vientre. "Sí, lo soy."
Su mirada desciende por mi cuerpo y se instala entre mis piernas.
Puedo oler tu excitación.
Joder.
"Déjame llevarte al orgasmo", dice. “Estoy agotado, pero
Te dejaré sentarte en mi cara.
Capítulo Trece
I Observo a Bigfoot, que aún yace de espaldas, mirándome con ojos
entrecerrados como si estuviera a punto de quedarse dormido. Está jadeando
más que un corredor de maratón y parece exhausto.
"¿Estás bien?" Pregunto.
Bigfoot me da un parpadeo lento. “Esta es la primera vez que he expresado
nutrientes”.
Quiere decir coraje.
Pero lo que acabo de engullir no era semen ordinario.
La fuerza corre por mis venas y mi cuerpo nunca se había sentido tan lleno de
energía. Si tuviera que adivinar, Bigfoot me dio algo de su fuerza vital.
Exhala un largo y cansado suspiro.
Bombear esa cantidad de esperma tiene que ser agotador, incluso para
una criatura como Bigfoot. Se sentía como al menos dos pintas. No es de
extrañar que se vea tan agotado.
"¿Necesitas ayuda para levantarte?" Pregunto.
"Siéntate en mi cara", retumba.
Las palabras van directo a mi clítoris. Una pregunta surge a la superficie
acerca de cómo una criatura que nunca ha estado con un
mujer antes sabe todo sobre sentarse en la cara. Entonces la respuesta me
golpea en la cabeza. Bigfoot comparte los recuerdos de sus compañeros.
Uno de ellos probablemente lo hizo con una mujer a la que dejó embarazada.
Sin querer, me arrastro sobre mis manos y rodillas hacia su cabeza.
"Está bien", digo en voz alta. "No tienes que"
“Tu excitación es como un faro. Si no te satisfago, entonces alguien o
algo tomará mi lugar”.
Mi coño palpita ante la idea de uno o más de su clase compitiendo para
darme placer, pero empujo lejos esa imagen.
Pensamientos como esos me dejaron embarazada.
El calor sube a la superficie de mi piel, haciéndola picar. Me retuerzo en
el lugar, tratando de ponerme cómodo.
Tengo demasiado calor y mi ropa se siente demasiado apretada.
"Desnúdate", dice Bigfoot. “La ropa es innecesaria. Su
una fina capa de pelo ya te mantiene caliente”.
Quiero negarme, pero otra ráfaga de calor me atraviesa el pecho y la
espalda. Quitándome la camisa y el sostén, exhalo un suspiro de alivio
cuando las gotas de agua salpican mi piel.
"Eso se siente mucho mejor", digo con un suspiro.
La mirada de Bigfoot vaga hacia mi mitad inferior. "Necesitaras
quítate el resto si quieres que te dé placer.
Me quito las botas, me quito los pantalones y la ropa interior y trato de
no mirar mis piernas peludas. Pero no hay duda de la densa espesura entre
mis muslos.
"Hermoso", dice. "Ven aquí."
Tragando saliva, estiro una mano temblorosa hacia la cara de Bigfoot.
Su pelaje es más suave que la barba de un hombre, y el
piel más cálida. Los ojos de Bigfoot se cierran como si le faltara el tacto.
"¿Estas seguro acerca de esto?" raspo.
“Me estás dando el regalo más grande”, dice en nuestro vínculo. “Lo
menos que puedo hacer es mantenerte cómoda y complacida”.
Trepo hacia arriba y me coloco a horcajadas sobre su cabeza. El aliento
caliente de Bigfoot sopla contra la parte interna de mis muslos. Se estira,
agarra mis caderas y me tira hacia su cara.
Se me corta el aliento.
Ningún hombre me ha dejado sentarme en su cara. Brian no estaba
particularmente generoso con el cunnilingus y llegó tan lejos para
humedecerme lo suficiente como para follar. Siempre tendría que acabar con
mis dedos.
La enorme lengua de Bigfoot recorre mi raja arriba y abajo, infundiéndome
una sacudida de placer. Me tiro hacia arriba, solo para que sus manos
aprieten mis caderas.
"Quédate exactamente donde estás", gime en el vínculo. “Quiero que
montes mi cara. Toma lo que necesites."
Todavía respira con dificultad y no ha tenido la oportunidad de reagrupar
su energía. Muevo mis caderas en su enorme lengua, sintiendo todas las
papilas gustativas arrastrarse contra mis labios. Los brotes que dan servicio
a mi clítoris parecen tener vida propia y acarician arriba y abajo su hinchado
largo.
Joder. Esto se siente increíble.
Cierro los ojos con fuerza y hago círculos con mis caderas fuerte y rápido
contra la cara de Bigfoot, disfrutando de cómo tanto su lengua como su pelaje
trabajan en tándem para darme placer. Sus manos enormes y coriáceas
recorren mi vientre, mi caja torácica y llegan a mis senos.
"Eres tan hermosa con tu coño sobre mi cara", dice en el enlace.
“Delicioso y empapado.”
Mis dientes se aprietan contra mi labio inferior. “¿Ssabe bien?”
Bigfoot gime. “El embarazo solo ha mejorado tu sabor. Ahora eres
más dulce que las bayas más maduras y el doble de jugoso”.
Continúa así durante varios minutos, comparando mi coño con
varios tipos de frutas. Nadie ha colmado esa parte de mi cuerpo con
ningún tipo de cumplido, incluso si son un poco extraños.
La presión se acumula detrás de mi clítoris, que se contrae y pulsa
sobre la lengua llena de baches de Bigfoot. Estoy tan cerca de correrme,
pero no quiero que esto termine.
Una vocecita en el fondo de mi cabeza me pregunta qué diablos
creo que estoy haciendo. ¿Por qué sigo en el bosque, jodiendo la cara
de Bigfoot, cuando debería estar tratando de escapar?
Cuando hace rodar mis pezones entre sus gruesos dedos, esos
pensamientos desaparecen en el éter. El placer chisporrotea en mis
pechos y corre hacia mi clítoris. Su lengua se mueve de un lado a otro,
intensificando la sensación, y mi coño se aprieta con necesidad.
Miro hacia abajo para encontrar su polla tirada en el suelo rocoso
entre sus piernas abiertas.
Ya no es una vara dura del largo de mi antebrazo, sino que ha vuelto
a la longitud que había visto originalmente hace dos noches cuando salió
de los árboles.
El pene de Bigfoot es más largo que toda su pierna. Supongo que
eso lo convierte en lo opuesto a un cultivador: es la ducha definitiva.
Rodando mis caderas sobre su lengua, pregunto: "¿Qué le pasó a tu polla?"
Se ríe entre mis pliegues. Estoy agotado.
“Quiero decir, es tan grande. ¿Tu polla puede cambiar de forma?
"Por supuesto."
Espero a que dé más detalles porque nunca he oído hablar de un
mamífero, por no hablar de uno de la familia de los primates, que puede realizar
tal hazaña.
Las papilas gustativas de Bigfoot se mueven arriba y abajo de mi clítoris, haciéndome
gemir.
"¿Entiendes que no hay hembras de nuestra especie?" él pide.
"¿Sí?" Muevo mis caderas adelante y atrás contra su lengua llena de
baches y gimo.
“Si queremos sobrevivir como especie, nuestros gallos deben adaptarse a
la anatomía de cualquier hembra que encontremos. Así es como sobrevivimos”.
Su lengua hace un movimiento circular alrededor de mi clítoris que hace
temblar mis piernas. Caigo hacia adelante y agarro su pelaje con ambas manos.
"Joder, eso se siente tan bien".
"¿Cómo te gustaría este tipo de placer todos los días?" Cambia su
movimiento a una figura ocho.
Bigfoot aprieta con más fuerza mis pezones y mis ojos ruedan hacia la
parte posterior de mi cabeza. No es justo. Este es el mejor sexo de mi vida pero
también el más bizarro. No debería disfrutarlo tanto, no debería sentirme tentado
por toda una vida de esta atención, pero con
cada golpe de esa lengua inteligente, estoy cayendo más profundo en la
tentación.
—Faye —dice, su lengua desacelerándose alrededor de mi clítoris. "I
te hice una pregunta.
"Nno puedo concentrarme", digo en voz alta. "Necesito correrme".
La lengua se detiene, pero acelero el paso, asegurándome de aumentar la
fricción. Bigfoot quiere que admita que quiero más de él, y hay una parte de mí
que quiere decir que sí.
Apretar mi clítoris contra la lengua de Bigfoot no es tan placentero como
tenerlo contra mí, pero la presión detrás de mi clítoris crece hasta el punto de
estallar. Me muevo más fuerte, más rápido, tratando de recuperar ese placer
exquisito, pero no es nada sin la participación de Bigfoot.
La frustración vibra en mis venas, instándome a ceder y confesar que estar
en este bosque con Bigfoot no es tan malo, pero no puedo.
Mi vida en casa puede ser un caos, pero es mi caos. Mi vida amorosa
puede ser un desastre, pero al menos es la mía. Solo quería sexo con Bigfoot.
Ahora tengo un bebé.
Su lengua se contrae, tirándome hacia atrás con una oleada de sensaciones,
pero el placer desaparece rápidamente, dejándome adolorida.
"¿Por favor?" Yo susurro.
Por favor, ¿qué, Faye? Usa tus palabras.
"Lo necesito. Te necesito."
"¿Sí?" él pide.
"Por favor, mueve la lengua".
"No hasta que respondas a mi pregunta".
Lo peor de esta situación es que no necesita mover los labios o la
lengua para formar las palabras. Gotean directamente en mi cráneo, sin
ninguna deliciosa fricción.
"Está bien", digo con respiraciones jadeantes. “Quiero un placer
como este todos los días. Quiero un hombre que se ocupe de todas mis
necesidades. Quiero un hombre que me trate como una reina”.
"Buena chica", dice, su lengua y todas sus papilas gustativas
deslizándose de un lado a otro contra mi clítoris. "Ahora, puedes llegar al
clímax".
Apretando mi agarre en su pelaje, rodeo mis caderas mientras su
lengua continúa con su exquisita tortura. La sangre ruge entre mis oídos,
ahogando el rugido de la cascada, y cada nervio reunido alrededor de mi
clítoris vibra como cuerdas de guitarra golpeadas.
Estoy tan jodidamente cerca.
Él lame, chupa y juega, empujándome a un precipicio. Mi clítoris se
hincha y palpita bajo su atención y, por un momento, realmente puedo
verme corriendo desnuda por el bosque con Bigfoot por el resto de mi
vida.
Podríamos vivir de la tierra, comiendo frutas y pescado, con los
animales como compañeros. Podríamos hacer el amor todas las mañanas,
tardes y noches, bajo el cielo. Los escenarios son tan vívidos que toma
unos momentos darse cuenta de que las imágenes no provienen de mí,
sino de Bigfoot.
Me alejo, pero una de sus manos deja mis pezones y aprieta mis
caderas. Con una suave succión, me empuja al borde.
Todos los pensamientos de llamarlo en esas imágenes son
arrastrados por una cascada de placer más intensa que cualquier
cascada. El orgasmo se estrella a través de mi cuerpo, enviando mi
espíritu a la deriva. Me agito de un lado a otro, tratando de mantenerme a flote, pero
otra ola de sensaciones recorre mi vagina, haciéndome ahogar.
Me convulso en la cara de Bigfoot, mi visión cegadora con la luz blanca
de la euforia. Esto se siente incluso mejor que la primera vez que follamos.
Parpadeo para alejar las estrellas y miro hacia abajo para encontrar la polla
de Bigfoot de pie en el mástil completo, excepto que mide casi cuatro pies
de altura.
La parte tóxica de mí quiere escalar esa polla monstruosa
y ver cuánto cabe.
Capítulo catorce
I Todavía estoy sentado en la cara de Bigfoot, y su lengua enorme y llena
de baches saca mi orgasmo con movimientos de ida y vuelta contra mi coño.
Agarrando puñados de su pelaje, aguanto las últimas ráfagas de placer
hasta que se desvanecen en suaves ondas. Deshuesado, me derrumbo sobre
sus abdominales.
"Buena chica", retumba en nuestro vínculo. “Me encanta la forma en que
eyaculas cuando te corres”.
"¿Sí?" Jadeo contra su pelaje.
"Saliste a borbotones como una cascada".
Gimiendo, me giro hacia la cascada. Ahora que el rugido de la sangre entre
mis oídos ha retrocedido, puedo escuchar el agua cayendo. Bigfoot tiene que
estar exagerando. Ninguna mujer humana podría producir ni siquiera una
fracción de ese líquido.
Sus grandes manos aprietan mi trasero. Tal vez eso sea una pista para
que me aleje de su cara, pero no puedo moverme. Mientras separa mis nalgas
y lame un círculo alrededor de mi fruncido, me pongo rígida.
"¿Qué estás haciendo?"
"Dándote más placer", dice.
Me escapo de su cara y caigo de rodillas. Nadie me ha besado
nunca antes. Demonios, casi ningún hombre ha sido lo suficientemente
paciente como para lamer mi coño hasta el orgasmo, y mucho menos
mi culo.
Bigfoot se sienta y me mira con el ceño fruncido.
La luz del sol brilla sobre su pelaje negro, coloreando las puntas con un
hermoso tono caoba. Sus ojos ámbar son brillantes y brillantes con la
luz de la felicidad.
"¿Estás bien?" él pide.
Que pregunta tan absurda. Hace cuarenta y ocho horas, yo era una
mujer joven en una relación que estaba yendo a lugares. Hace
veinticuatro horas, yo era una mujer curiosa a punto de embarcarse en
un trío con Bigfoot. Ahora, estoy cubierta de suave pelaje y embarazada
de un bebé Sasquatch.
Inclina la cabeza. "¿Faye?"
Doy un paso atrás. "¿Por qué eres tan amable conmigo?"
“No entiendo”, responde. “Así son las cosas entre compañeros”.
"Mcompañeros", digo en voz alta.
Su mirada se desliza hacia mi vientre con el más mínimo de los
movimientos antes de viajar de regreso a mi cara.
“Quiero que tu tiempo aquí sea cómodo y agradable”.
Su tono es cauteloso, como si estuviera tratando de ocultar su verdadera
intención.
Quieres que me quede detrás del bebé.
“Por supuesto”, responde. "Me gustaria eso, mucho."
"¿Por qué?"
“Siempre he querido un compañero”.
Aprieto la mandíbula y niego con la cabeza, tratando de deshacerme
de una imagen mía corriendo desnuda por el bosque como una mujer
mono. No puedo volverme salvaje. Tengo una vida en casa. Está la
habitación que alquilo en una casa compartida con extraños, mi huerta y
mi trabajo de medio tiempo en el café. Incluso si es una mierda, incluso
si tengo una montaña de deudas, sigue siendo un trampolín hacia algo
mejor.
"Faye". Alcanza mi mano.
"No me toques". Le arrebato el brazo.
"¿Lo que está mal?"
—No puedes seguir siendo tan amable —digo, mis ojos pican.
“No puedes seguir tramando e intentando que me quede”.
"No comprendo."
“¿Retener mi orgasmo hasta que admita que deseo placer todos los
días? No conozco a una sola mujer que diría que no, pero eso no significa
que quiera vivir en un bosque”.
Él frunce el ceño.
“Y mira este lugar”. Agito mis brazos hacia la cascada y el claro de
cuento de hadas. "Es mágico. Y luego está la linda familia de ciervos que
me siguen y el picnic de animales”.
Los hombros de Bigfoot se desploman. "No los disfrutaste".
—Ese es el problema —digo con los dientes apretados.
“Fue maravilloso”.
Se rasca la cabeza, probablemente porque no quiere seguir
repitiéndose.
"¿No puedes entender?" Me apresuro a ponerme de pie.
“Todo aquí está diseñado para tentarme a quedarme y convertirme en tu
Reina de la Selva. No puedo."
"¿Por qué?" Se levanta, su enorme bulto se eleva sobre el mío.
Apretando la mandíbula, trato de concentrarme en el espacio entre sus ojos y
no en los pómulos altos, los pectorales prominentes o el definido paquete de seis.
Mis ojos ciertamente no se posan en el enorme, pesado y grueso pene que ahora
cuelga entre sus piernas.
"¿Faye?"
Mi garganta se aprieta. Quiere una respuesta. “Tengo una vida en la ciudad”.
“Pero no es feliz”.
farfullo. "¿Qué te hace pensar que no lo soy?"
“El estallido de frustración y tristeza cuando hablabas de eso”.
"Espera, ¿puedes leer mis emociones?" Pregunto.
Duda como si se sintiera atrapado. “Solo los más fuertes
unos. Pero es para tu protección. Si estás en peligro…
"Detener." Levanto ambas palmas.
Bigfoot retrocede, sus cejas se arrugan.
Me trago una oleada de culpa. Desde su punto de vista, esto tiene que ser
confuso. Cree que no ha hecho nada malo, no lo ha hecho, pero no puedo pasar
de sentirme engañada a eufórica en el espacio de unas pocas horas.
El sentido común me dice que Brian nos traicionó a ambos, pero
la parte irracional de mi mente todavía culpa a Bigfoot.
Necesito un poco de espacio, murmuro.
Da un paso hacia la piscina. “Te dejaré aquí para que descanses…”
"No." Giro sobre mis talones. "Solo déjame dar un paseo".
Cassandra y su compañero aparecen en el borde de mi periferia.
Mi estómago se revuelve.
¿Me vieron montar la cara de Bigfoot?
“Solo”, digo.
Cassandra todavía.
Camino hacia los árboles, sin saber a dónde voy o si el camino curvo que
tengo delante me llevará de vuelta a las cámaras ocultas de Brian. Cada paso
golpea mi coño con réplicas deliciosas, haciéndome apretar los dientes.
En este momento, no quiero considerar que Bigfoot me ha tratado mejor que
cualquier hombre humano y me ha dado el sexo más alucinante. Esta sigue
siendo la misma criatura que me ha convertido en una mujer mono embarazada.
"Faye", dice en nuestro vínculo.
—No me sigas —le espeto. Y no envíes ninguno de tus animales.
Su respuesta es un gran suspiro, acompañado de una sensación de
decepción contenida. Camino penosamente hacia los árboles, mis hombros
alrededor de mis oídos. No es hasta que el dosel bloquea el sol y se filtra en una
brisa fresca que me doy cuenta de que estoy desnudo.
Las ramitas crujen bajo mis pies, pero ahora mis suelas son tan gruesas que
sentir sólo la más mínima presión.
Mi mirada cae hasta mis piernas y frunzo el ceño. El pelaje entre ellos es
marrón oscuro, pero no es nada comparado con mi nueva mata de vello púbico.
"Joder", gruño. "Demasiado para ese brasileño".
Mientras viajo por el bosque, los pequeños animales que encuentro me
ofrecen miradas curiosas pero se abstienen de inclinarse.
Quizás Bigfoot les ordenó que no me hicieran sentir bajo escrutinio o algo
así, pero se agradece la falta de atención.
Sigo caminando, pasando claros llenos de campanillas, un campo de
amapolas con polen amarillo volador y una cueva de aspecto extraño que
podría albergar un oso. Mis pasos se aceleran hasta que llego al final de los
árboles y llego a la orilla de un rápido movimiento.
arroyo.
El borboteo y el gorgoteo del agua es un bálsamo para mis nervios
agotados. Camino junto al agua corriente, buscando peldaños o un puente.
"¿Pie Grande?" Pregunto.
Él no responde.
Una parte de mí se alegra de que se haya tomado en serio mi necesidad de espacio.
La otra parte es una masa turbulenta de confusión. Odio ser tan indeciso.
Odio soplar frío y calor. Un minuto, estoy sobre el hombremono, secando
sus bolas y luego montando su cara, luego al siguiente, le estoy diciendo que
me deje en paz.
No estoy actuando mejor que todos los imbéciles que me fastidiaron en
los sitios de citas.
"Oh, mierda", murmuro. "Así es."
"Bigfoot, lo siento", murmuro en nuestro vínculo.
Todavía no responde.
No puedo culparlo.
Un fuerte chapoteo llama mi atención, y miro hacia el
agua para encontrar un enorme pez cuyas escamas toman todos los colores.
"¿Eso es trucha arcoíris?" Pregunto.
Alguien gruñe.
Mi mirada se dirige a la orilla opuesta, donde un enorme
lobo se escabulle entre los árboles. Es del tamaño de un pequeño
caballo, y me mira con malévolos ojos rojos.
"Mujer", gruñe. “El autodenominado Rey del Bosque desea
mantenerte cautivo. Me escucharás si alguna vez quieres tu
libertad.
Capítulo quince
I da un paso atrás hacia los árboles, tratando de romper el contacto visual
con el lobo. Si este bosque es el Jardín del Edén, entonces este animal de
aspecto malicioso sería la serpiente. Este tiene que ser el lobo terrible, la criatura
que Bigfoot dijo que era su enemigo.
Es una especie de monstruo prehistórico que se saltó la evolución, con
incisivos en forma de sable y garras que se curvan como hoces. Todo en él grita
depredador, y las cuerdas de saliva que cuelgan de sus mandíbulas dicen que
soy su presa preferida.
El lobo se ríe, el sonido bajo envía escalofríos por mi espalda.
"Sé que me escuchas, mujer", dice en mi mente.
Mierda.
Doy otro paso lejos del lobo, con cuidado de no darle la espalda.
"¿Crees que el Rey del Bosque te liberará después del nacimiento de su
hijo?"
Bigfoot no es un mentiroso. Quiero lanzar esas palabras en el lobo
cara, pero ¿qué diablos sé yo? Acabo de conocer al tipo.
“Él planea dejarte embarazada de nuevo hasta que tú también estés
una víctima de la maldición.”
"¿Qué maldición?" espeto.
El lobo sonríe, sus ojos brillan con triunfo.
Mi mandíbula se aprieta. Tenía una cosa que hacer: quedarme callado
y alejarme del lobo. Ahora, me va a llenar la cabeza con tonterías hasta que
me rompa o lo ayude a derrotar a Bigfoot.
"Bigfoot", le susurro a nuestro vínculo. “Si estás escuchando, quiero
que sepas que encontré al lobo terrible. O me ha encontrado.
"No te molestes en llamar al Rey del Bosque", arrastra el lobo. “Estamos
tan cerca de la frontera que no podrá
escuchar."
Ahora desearía haber permitido que Cassandra me siguiera en un
distancia.
"¿Preguntaste sobre la maldición?" no duda en escuchar
yo digo que no “El Rey del Bosque original vino a esta tierra cuando era
niño antes de ser maldecido con la apariencia de un mono. Los animales se
apiadaron de él y lo convirtieron en su rey”.
Mis labios se aprietan. ¿Este lobo cree que me voy a quedar para
escucharlo regurgitar la trama de una película de Disney? Doy otro paso
hacia atrás.
"No te muevas", gruñe. “Con un salto, puedo despejar el
fluir y apretar mis mandíbulas alrededor de tu cuello flaco.
—No puedes cruzar la barrera —digo—.
"¿Quieres apostar tu vida en eso?" Él sumerge un pie
en el agua y se ríe.
Espero que un estallido de magia lo arroje hacia atrás, o que un rayo lo
derribe. Solo se sienta en cuclillas y se lame la pata mojada.
"¿Decepcionado?" pregunta, su voz burlona. “Te das cuenta de que esta
barrera solo sirve como una vaga marca entre nuestros territorios. Puedo cruzar
en cualquier momento.
Aún sin respuesta.
Mierda.
Vuelvo mi atención al lobo. "Muy bien, entonces, ¿qué estabas diciendo
sobre la libertad?"
“Puedo mostrarte el camino a una calle transitada donde puedes llegar
transporte de regreso a tu vida humana.”
"¿Qué deseas a cambio?"
“Nada”, dice con una amplia sonrisa.
"Entonces, ¿por qué me estás ayudando?"
Él inclina la cabeza. "Mujer inteligente. Mi motivo oculto es simple. Más
descendencia significa más de esas molestias bípedas que llegan a la mayoría
de edad y roban más de mi territorio”.
Mi lengua se lanza para lamer mis labios, y envuelvo mis brazos alrededor
de mi cintura. Bigfoot mencionó dejar a su padre para labrarse su propio trozo de
bosque. Si cada Bigfoot nuevo necesitaba tierra, entonces tenía que venir de
alguna parte. No es de extrañar que el lobo terrible quiera que me vaya.
“En caso de que esté planeando terminar su embarazo, es imposible sin
una flor específica”.
Sus palabras golpearon mi pecho con una sacudida.
"Sí", ronronea. “En menos de una hora, puedes dejar el
bosque tan humano como entraste en él.
Mi mano se desliza hacia mi vientre. No se que pensar. El lobo terrible tiene
que estar mintiendo, ¿verdad? palabras de pie grande
resuena en mi mente. Los animales no pueden decir falsedades.
"¿Qué es esta flor?" Pregunto.
"Una rosa mágica que es tan antigua como el primer rey del bosque
autoproclamado".
"¿Qué color?"
"¿Color?" él ladra. “Solo veo sombras de luz y oscuridad”.
"Bien." Me rasco la cabeza. "¿Dónde puedo encontrarlo?"
“En mi territorio”.
Mi mirada vaga por el arroyo. Veinte pies es demasiado ancho para saltar, y
no tengo idea si es profundo. Tal vez si tuviera una pértiga, podría saltarla, pero
no era el mejor en los deportes. Además, si es más profundo de lo que parece,
podría lavarme
lejos.
"Salta", dice.
"No puedo."
"Por supuesto que puedes", responde con un suspiro. "Que lleva
el hijo de ese bastardo te da más que solo su piel.
Las nubes desaparecen detrás del sol, dejándome en la penumbra. Doy un
paso atrás hacia los árboles, sin saber si debería siquiera intentarlo.
Bigfoot estaría desconsolado, no es que le deba lealtad, pero este bebé lo
ha hecho tan feliz. ¿Quiero volver a una vida de sexo de mierda y novios aún
más de mierda?
Meses de retozar en el bosque no pueden ser una imposición demasiado
grande. Mi habitación seguirá estando allí cuando la quiera, y siempre puedo
conseguir otro trabajo de medio tiempo.
—Te lo advierto, mujer —gruñe el lobo. "El Rey del Bosque nunca te dejará
salir de este bosque con vida".
"Eso no suena como Bigfoot".
“Pregunta qué pasó con la mujer humana que dio a luz
a él. Pregúntale qué pasó cuando trató de irse”.
Trago saliva, mi estómago se revuelve.
Bigfoot mencionó que las mujeres humanas perdieron su pelaje después
del parto, pero no especificó a cuántas de ellas se les permitió abandonar el
bosque.
¿Y si todo el buen sexo y el trato de princesa fuera la primera etapa de un
elaborado plan para obligarme a quedarme?
"¿Casandra?" digo en voz alta. "¿Levander?"
El lobo se pone en cuatro patas y muestra sus dientes, sus ojos rojos
brillan. Cada centímetro de piel de su enorme cuerpo se eriza, y los músculos
debajo de él tiemblan con la fuerza de su ira.
"Ven conmigo en este instante o también morirás".
Su voz es baja, demoníaca y amenazante. No iría con este monstruo
incluso si estuviera diciendo la verdad.
"No."
"Entonces arrancaré su semilla de tu vientre".
No espero a que cumpla su amenaza. Si el lobo tenía razón acerca de mi
destreza física recién descubierta, entonces tengo la intención de
correr.
Salta sobre el arroyo, haciéndome girar sobre mis talones. Pero el aire se
llena con un gran chapoteo, acompañado de un rugido familiar.
Me doy la vuelta para encontrar Bigfoot saliendo del agua, atrapando
el lobo en el aire.
Mi mandíbula cae.
¿No me digas que Bigfoot estuvo escuchando debajo del arroyo todo
este tiempo?
Capítulo dieciséis
T El lobo terrible lucha en las garras de Bigfoot, hundiendo sus
colmillos en el cuello de Bigfoot. El rugido agonizante de Bigfoot resuena a
través de mi cráneo y hace que mis oídos zumben. Jadeo y me estremezco
hacia atrás cuando caen al agua con un gran chapoteo. Antes de que pueda
procesar lo que acaba de suceder, son arrastrados por la corriente.
Me quedo congelada por un momento en estado de shock, antes de
que mi cuerpo entre en acción. ¿Qué pasa si Bigfoot no es lo suficientemente
fuerte para luchar contra el lobo terrible? Drené sus bolas y chupé la fuerza
vital del pobre tipo. ¿Y si me diera todas sus fuerzas?
—Cassandra —grito mientras corro a lo largo de las orillas del arroyo.
Bigfoot ruge, y vislumbro su puño saliendo del agua varios pies más
adelante. “¡Levander!”
Un búho enorme vuela en picado por encima. "¿Su Majestad?"
Mi mente recorre cada documental sobre la naturaleza que he visto,
cada video en Tiktok y Youtube, y cada episodio de Baywatch. ¿Cómo
diablos saco a alguien del agua sin que me arrastre? Todo lo que puedo
pensar es en un lazo.
"¿Pueden tú y tus amigos encontrarme una cuerda?"
“No entiendo”, responde.
Por supuesto, él no sabría de lo que estoy hablando. No es como si los
pájaros del bosque entendieran los objetos humanos. Mi mente zumba por
una alternativa.
"¿Qué tal una vid gruesa?" Grito. "Algo que pueda usar para atar
alrededor del brazo de Bigfoot para poder sacarlo".
Con un pitido afirmativo, desaparece entre los árboles.
Pesados cascos de caballos salen del bosque. Es el ciervo con
Cassandra a unos metros de distancia.
"Súbete a la espalda de Alexander", dice Cassandra en mi mente, su
voz presa del pánico. "Mi compañero superará el progreso de Su Majestad".
El ciervo reduce la velocidad a medio galope, dejándome montar. Tan
pronto como estoy firmemente sentado, estalla en acción. Más adelante,
Bigfoot lucha con el lobo terrible, dejando el agua coloreada con vetas de
sangre que se desvanecen.
La culpa empuja más allá de mi caja torácica y aprieta mi corazón. Esto
es mi culpa. la jodí Si Bigfoot se lastima—
Corté ese pensamiento cuando el ciervo se acercó a los monstruos que
luchaban. Las enormes manos de Bigfoot sujetan las fauces del lobo para
abrirlas, mientras el lobo araña el pecho de Bigfoot.
"Quédate atrás, Faye", dice Bigfoot en nuestro vínculo. “Si el lobo terrible
se libera—”
"Entonces correré hacia el bosque".
No dejaré que Bigfoot se sacrifique por mí. No lo dejaré morir.
El lobo ahoga un gorgoteo, el sonido hace que mi estómago se revuelva.
"Esto es obra tuya, mujer", gruñe.
"Ordena a tu Rey del Bosque que me suelte o te mataré mientras duermes".
No me molesto en decirle que está a punto de ahogarse porque
se acerca un rugido de agua. Más adelante, el arroyo desaparece en un
abismo. Hay un trozo de bosque que desciende a un barranco, y me
estremezco al ver el agua corriendo hacia un abismo.
Un búho ulula por encima. Mi cabeza se levanta para encontrar a
Levander y a otros seis, cada uno con enredaderas en sus picos. Son
demasiado lentos. Demasiado lejos. No hay posibilidad de que nos alcancen
antes de que termine la transmisión.
“Reduce la velocidad”, le digo al ciervo. "Necesito esa vid".
Recoge su velocidad.
"¿Qué estás haciendo?" Grito en la parte superior de mi voz. "El
las lechuzas no pueden seguir tu ritmo de galope.
“Su Majestad,” la voz de Cassandra llena mi cabeza. Llama al halcón.
"¿Qué?"
“Es el pájaro más rápido del bosque”.
Mi estómago cae en picado. ¿Cómo diablos alguien espera que invoque
animales que ni siquiera he conocido?
"¿Halcón?" Pregunto en mi mente. “Si estás ahí fuera, por favor
venir."
Bigfoot y el lobo terrible continúan su lucha, desgarrándose el uno al
otro con una fuerza aterradora. El agua burbujea y se agita alrededor de sus
figuras que luchan. Ninguno suelta al otro mientras la corriente los empuja
hacia el barranco.
Joder.
Si la pérdida de sangre no mata a Bigfoot, perecerá en la caída.
El mareo me golpea como una bofetada. O tal vez es desesperación. Me
aferro a las astas del ciervo, mi corazón late lo suficientemente fuerte como
para dos.
A este ritmo, Bigfoot va a morir.
El aire tiembla y un fuerte chillido atraviesa mis pensamientos.
Un enorme halcón negro se abalanza desde el cielo con la vid en el pico.
"Su Majestad", dice con voz áspera en mi cabeza. “Puedo entregar esto
vid al rey, pero no puedo salvarlo de la caída.
El halcón vuela por delante, pasando al ciervo ya mí, dejando la
enredadera arrastrándose hacia mi mano. Agarro un extremo de la vid y me
preparo para tirar.
Bigfoot y el lobo aceleran hacia la enorme caída, todavía en medio de
su lucha. El halcón cuelga la vid a su alcance. Necesita atrapar la vid. Atrapa
la vid para que pueda
salvarlo
"Mira hacia arriba", le grito a nuestro vínculo.
El lobo salta fuera del agua y muerde la enredadera con sus fauces.
"Gracias."
Un frío terror corre por mis venas, haciendo que mi corazón deje de latir.
Fallé, y Bigfoot va a morir. Lo que queda de mi corazón se astilla en varios
pedazos.
"¡No!" Grito.
Bigfoot ruge cuando la corriente toma el control, su enorme cuerpo cae
en picado por el borde. La bilis sube hasta el fondo de mi garganta cuando
él desaparece, dejando solo al lobo aferrado a la enredadera como si fuera
su salvavidas.
Justo cuando el ciervo se detiene al borde del barranco, suelto la vid y
dejo que el agua se lleve al lobo terrible. El lobo
se lanza por el borde con la enredadera aún entre los dientes.
Ni siquiera puedo sentir satisfacción por su muerte cuando todo lo que puedo
ver es la gran masa de Bigfoot cayendo por la cascada.
“Maldita seas, mujer”, gruñe el lobo. “Maldito seas tú y tu monstruosa
descendencia. ¡Espero que te devore de adentro hacia afuera!”
Sus palabras apenas se registran. Estoy demasiado consumido por
perder Bigfoot. Salto del lomo del ciervo y caigo de rodillas.
El dolor atraviesa mi corazón y lanzo un grito que resuena en el bosque.
Nadie puede sobrevivir a una caída tan traicionera. Ni siquiera él.
"¿Pie Grande?" susurro en el vínculo.
Él no responde.
La angustia se extiende por mi pecho, y mis ojos arden con lágrimas.
No puedo respirar, no puedo hablar, no puedo hacer nada más que gritar. Ni
siquiera puedo moverme. Todo lo que puedo ver es el enorme cuerpo de
Bigfoot desapareciendo en el rocío.
"¡PIE GRANDE!" Grito en nuestra conexión.
Silencio.
Mi cuerpo tiembla con recriminación y rabia. Bigfoot tenía una vida
pacífica aquí en este bosque y una tregua incómoda con el lobo terrible
hasta que Brian explotó su soledad y me engañó para quedar embarazada.
Ahora, Bigfoot se ha ido.
Para siempre.
El hocico húmedo de Cassandra acaricia mi oído. "¿Su Majestad?"
“No me llames así,” digo en mi mente.
"Todavía estás embarazada del hijo de Su Majestad".
—Por cuánto tiempo —murmuro, mi mirada ahora siguiendo al lobo, cuyo cuerpo
se ha vuelto rígido. “En unos días, comenzaré a vomitar mi comida. Entonces me
marchitaré y moriré.
"Eso no es verdad."
trago "¿Qué quieres decir?"
"Perdóneme por escuchar a escondidas, pero Su Majestad le dio
suficiente semilla para sustentarte hasta el nacimiento de su heredero”.
"Oh."
Eso fue sorprendentemente reflexivo.
La mayoría de los chicos le darían un chorro a la vez para garantizar mamadas
diarias.
Trago saliva y arranco mi mirada de lo que espero sea ahora un lobo terrible
muerto. Hay una parte de mí que quiere continuar con el legado de Bigfoot, y es más
grande que la parte de mí que quiere encontrar la rosa mágica.
Pero no puedo dar a luz a un bebé Bigfoot y dejar que se las arregle solo en el
bosque, incluso si el Bigfoot original fue traído aquí cuando era niño.
“¿Puede alguien llevarme al fondo de la cascada?” I
preguntar.
Nadie responde.
Mi garganta se espesa. Quiero encontrarlo.
Me giro hacia Cassandra, quien mira hacia otro lado.
"¿Qué?" Pregunto.
“Su Majestad ya no está con nosotros”, murmura. "Y el
no querría que lo pusiéramos a usted o a su heredero en peligro.
“No podemos simplemente dejarlo. Tiene que haber flotado en alguna
parte —digo.
Ella baja la cabeza, pareciendo en conflicto. No tengo el corazón para
hacer que el venado me lleve por un camino peligroso, así que miro hacia
los árboles y encuentro al búho nival. “Levander, ¿pueden tú y tus amigos
volar a lo largo de los arroyos? Alguien tiene que sacarlo del agua. ¿Tal vez
podamos celebrar algún tipo de memorial?
"Por supuesto." Una pequeña bandada de búhos se lanza desde la
rama y vuela barranco abajo, manteniéndose a una gran distancia del agua.
“Los osos están bajando para ayudar a las lechuzas en su búsqueda”,
dice Cassandra. "Es hora de que descanses".
La idea de que los osos sacaran del agua el cuerpo sin vida de Bigfoot
hace que mi corazón se desplome hasta la boca del estómago. Todo el aire
sale de mis pulmones, solo para ser reemplazado por un vacío que es peor
que el dolor. Es surrealista sentir tanta pena por alguien a quien apenas
conozco, pero las últimas veinticuatro horas han sido las más intensas de
mi vida.
Mi garganta arde por la injusticia de todo esto, y me trago una oleada
de emoción, solo para que la angustia me queme el pecho.
Con los ojos escocidos, coloco una mano temblorosa sobre mi vientre.
Todavía es plana y aún está cubierta de suave pelaje, pero la diminuta vida
que crece dentro de mí es lo que queda de nuestra conexión. Parpadeo,
dejando que las lágrimas rueden libremente por mis mejillas. Este bebé es
la única forma en que algo de Bigfoot sobrevivirá.
"¿Tenía Su Majestad algún lugar donde vivir?" yo croar
“Por supuesto”, responde ella. “Te llevaremos a su
casa del árbol."
Me monto en el compañero de Cassandra y descanso mi cabeza en su
cuello, una parte de mí esperando que esto siga siendo un sueño y que me
despierte en la camioneta de Brian, lista para dejar su lamentable trasero. La
realidad es demasiado dura, y no tengo el ancho de banda mental para considerar cómo voy a
afrontar los próximos meses.
Parece que estoy a punto de convertirme en la madre soltera del bebé de
Bigfoot. Si la situación le estuviera pasando a alguien más, podría reírme.
Caminamos penosamente por el bosque en un silencio tan sofocante que
nuestro entorno se vuelve sin vida. Los pájaros ya no cantan y los verdes ya no
son tan vibrantes. Incluso los animales con los que nos cruzamos están sombríos,
como si todos estuvieran de luto por la tragedia de la muerte de Bigfoot.
Cassandra se arrastra a mi lado, con los ojos bajos. Ella y yo sabemos que todo
esto es mi culpa.
La mía y la de Brian.
El peso de perder Bigfoot es insoportable, pero no es nada comparado con
mi culpa. Debería haber dirigido mi ira hacia Brian. Debería haber estado menos
absorto en mis propios sentimientos de traición. Debería haber entendido que
Bigfoot haría cualquier cosa por la promesa de amor. Tragando un sollozo, me
limpio las lágrimas y me concentro en adónde vamos.
Más adelante se encuentra un enorme roble con un tronco que se extiende
seis metros de ancho y parece como si media docena de árboles retorcidos se
hubieran fusionado en uno solo. Levanto la cabeza, mi mirada buscando la cima,
pero la casa del árbol yace escondida entre las ramas.
Cassandra se queda sin aliento.
Su compañero se detiene en seco.
"¿Qué es?" Mi mirada vuelve a donde ellos están mirando.
Más allá del enorme árbol hay un estanque de seis metros de
ancho rodeado de rocas. Altos árboles rodean su orilla opuesta,
formando un dosel frondoso. Una gran figura yace boca abajo en el
agua, luciendo exactamente como Bigfoot.
Capítulo Diecisiete
I baja del lomo del ciervo, corre por el claro y salta al estanque. El agua se
mueve, moviendo el cuerpo de Bigfoot hacia la otra orilla, pero sigo adelante,
con el corazón golpeando contra la parte posterior de mi garganta.
¿Cómo diablos encontró el camino hasta aquí?
"Su Majestad", dice Cassandra. "Por favor, sáquenlo".
Estremeciéndome ante la implicación de que podría dejarlo allí para que se
ahogue, continúo hacia Bigfoot y agarro su brazo. Su cuerpo es un peso muerto,
pero me sumerjo bajo el agua debajo de su cuerpo y lo coloco sobre su espalda.
La piscina salpica cuando se pone en posición, pero sigue sin responder.
Arrastro el pesado cuerpo de Bigfoot hasta la orilla, lo hago rodar sobre la
hierba y compruebo el pulso. Mis fosas nasales se llenan con el aroma de la
tierra mojada, y nada de su almizcle habitual. Se siente más frío y pegajoso que
la piscina.
O eso es porque su pelaje es demasiado grueso y está empapado de agua,
o porque está muerto.
Un sollozo se me atraganta en la garganta.
Cassandra y su compañero avanzan poco a poco, sus hocicos hacia el
suelo.
“Su mente está tranquila”, dice ella, con la voz entrecortada.
"¿Su Majestad está muerto?" Levander ulula desde los árboles.
Mi garganta se aprieta, y la parte de atrás de mis ojos arde con lágrimas.
Ese no puede ser el final de Bigfoot. ¿No puede luchar a muerte con un lobo
terrible y caer por una cascada, solo para aparecer en otro lugar para morir?
Bigfoot era demasiado fuerte para eso.
Aprieto los dientes y aparto ese terrible pensamiento.
Bigfoot es demasiado fuerte para perecer. Tiene que sobrevivir.
"No vas a morir", le digo al vínculo. No si puedo evitarlo.
Haciéndolo rodar hacia un lado, coloco sus extremidades en lo que espero
sea la posición de recuperación. Si funciona para los humanos, entonces tiene
que funcionar para Bigfoot. Inhalo una respiración profunda y coloco una palma
contra su pecho y otra entre sus omoplatos.
Vuelve con nosotros susurro. “Tu bebé te necesita”.
Cerrando los ojos, enfoco cada onza de concentración en los pulmones de
Bigfoot. La magia no debería existir, pero tampoco Bigfoot, los animales que
hablan y las piscinas que transportan personas de un extremo a otro del bosque.
Tal vez esta es una forma avanzada de la naturaleza que se ha perdido para
los humanos, pero Bigfoot la tiene, al igual que nuestro bebé. Si puedo canalizar
algo de esta magia, podría salvar a Bigfoot.
Exhalando toda mi ansiedad en un largo suspiro, empujo toda la esperanza,
el afecto y la confianza en mis manos. Un zumbido llena mis oídos, suena como
si todas las abejas del bosque se hubieran reunido para ayudar. El calor se
extiende por mis palmas y se filtra en el pelaje de Bigfoot.
El vapor se eleva de su pecho. No sé si esto es una buena señal, pero sigo
adelante.
"Despierta, Bigfoot", le digo al vínculo. “No es solo el
bebé quien te necesita, soy yo.”
Bigfoot se sacude hacia adelante y exhala un suspiro,
seguida de una serie de toses.
Mi corazón salta. Coloco ambas palmas en su espalda, canalizando esta
magia mientras corta chorros de agua. Cuando la tos se calma, se deja caer
hacia atrás y me mira con los ojos entrecerrados.
Se acabó.
Pie Grande está vivo.
"Faye", dice en nuestro vínculo. "Me salvaste."
Apenas puedo ver sus iris ámbar a través de las lágrimas. "Claro que si."
"¿Por qué?" él raspa.
Mi pecho arde. ¿Piensa tan poco en mí que necesitaría preguntar? Tiene
sentido, ya que fui yo quien se enfureció con él por quedar embarazada.
“Eres una buena persona, y no quiero verte lastimada”.
“¿Porque soy bueno?” él pide.
Respiraciones superficiales rozan la parte superior de mis pulmones, y
busco respuestas en mi corazón. “Eso es parte de eso,” digo entre lágrimas.
“Perderte me hizo darme cuenta de lo mucho que me importa. Algo dentro
de mí se rompió cuando pensé que estabas muerto.
Su pecho se agita y exhala algo que se siente como un alivio. Trago
saliva, mi estómago se retuerce al pensar en él pensando que me importa
una mierda.
“Todo se oscureció”, responde con una risa débil.
“Estoy seguro de que me rompí el cuello mientras caía por el
cascada. Entonces pensé que me había aplastado el cráneo”.
Exhalando un suspiro tembloroso, colapsé sobre el pecho de Bigfoot.
Algo especial acaba de suceder. No estoy seguro si es magia pero
ciertamente es un milagro. No importa. Todo lo que me importa es que él
está de vuelta.
"Pensé que te habías ido para siempre, y luego, cuando apareciste
aquí..."
"Lo siento."
Mi cabeza se levanta y me encuentro con sus ojos ámbar. "¿Para qué?"
"Nunca debería haberte permitido llegar al borde de mi territorio".
“Pero te dije a ti y a los animales que no me siguieran”.
Aprieta los ojos cerrados. "Te seguí. nunca pude
dejaros sin protección.”
Bigfoot permanece en silencio durante varios momentos, como si
luchara por decidir si hablar o no.
"¿Qué es?" Pregunto.
"Quería que hicieras tu propia elección". él se abre
un ojo.
"¿Acerca de?"
Bigfoot exhala un largo suspiro, lucha por sentarse, pero vuelve a
caer al suelo. La experiencia cercana a la muerte debe haber agotado su
poder, junto con el drenaje de sus bolas.
“El lobo terrible estaba diciendo la verdad sobre la rosa”, dice. “Sí
existe”.
"¿Pero dijiste que no podía hacer nada con respecto al embarazo?"
"Hasta ahora, pensé que la rosa se había perdido para nuestra especie,
pero puedo enviar animales a su territorio para encontrarla".
Mis labios se aprietan. "No lo quiero".
“Pero fuiste engañada en este embarazo”.
“Lo estaba, pero he decidido quedarme con el bebé”.
"¿Te quedarás por nuestro hijo?" pregunta, sonando esperanzado.
Sentándome sobre mis talones, aparto mi mirada de sus ojos y miro
alrededor del claro. No sé cómo responder. La vida en el bosque con Bigfoot
podría ser aventurera, divertida y llena de amor. Ningún hombre me ha
satisfecho tanto
a fondo, y ningún hombre me ha mostrado nunca tanto cuidado.
¿Pero es suficiente el amor? En algún momento, necesitaré una carrera. I
quiere convertirse en algo más que la esposasimio que se queda en casa de Bigfoot.
"Me iré tan pronto como el bebé pueda sobrevivir sin mí", murmuro.
Bigfoot no parece sorprendido por mi respuesta. El ofrece
una sonrisa, pero incluso yo puedo decir que sus ojos están tristes.
"Gracias", dice, su voz cansada. “Tanto por traerme una nueva vida como
por salvar la mía”.
Un dolor se forma en mi corazón. Está claro que Bigfoot se está apegando
a la idea de tener una familia. Es todo lo que siempre quiso, y Brian le vendió
falsas esperanzas. Quiero que Bigfoot tenga su felicidad para siempre, pero no
a expensas de mi futuro.
“Piesgrandes, lo siento—”
"Está bien", murmura. “Me has dado más que
jamás podría haberlo imaginado”.
Las lágrimas queman mis ojos, pero las obligo a retroceder. Lo último que
quiero es que Bigfoot se sienta culpable.
Con un suspiro, Bigfoot me atrae hacia su pecho. Me acurruco
contra él, sintiendo el latido de su corazón. Abrazar a Bigfoot no debería
sentirse tan bien. No debería sentirme como en casa y comodidad y todo
lo que siempre quise.
Nos tumbamos juntos así, disfrutando de la compañía del otro, hasta
que el sol se oculta tras el horizonte y cubre el bosque de negro. Los
animales se reúnen alrededor de los árboles aún rindiendo homenaje
silencioso a su rey. Parece que mantienen la distancia por respeto.
Mis ojos se cierran y me quedo dormida en sus brazos.
Horas después, Bigfoot me despierta con un beso en la frente.
Me siento, me estiro y tomo el sol de la mañana. Cuando abro los ojos,
ya no estoy sobre la hierba, sino en una hermosa habitación redonda
con paredes de madera.
La superficie debajo de mí es un colchón de hilos tejidos
relleno de plumón y se siente como estar acostado en una nube. Está
sostenido por un marco de madera que parece haber sido tallado con
piedras en bruto.
Los pájaros vuelan por las ventanas, cada uno con pequeños bultos
envueltos en hojas. Depositan sus cargas en una bandeja de madera
encima de una mesa, donde una ardilla roja dirige sus movimientos como
un conductor.
Me giro hacia Bigfoot, mi mirada recorriendo el entorno desconocido.
Aquí todo parece sacado de un cuento de hadas, incluidos los muebles
de madera.
Bigfoot me lleva a la mesa, donde me siento en una silla que se
ajusta perfectamente a mi cuerpo. El aroma de recién cortado
la madera llena mis fosas nasales, haciéndome pensar que la talló
mientras dormía.
"¿Qué es este lugar? ¿Otro brebaje de Brian? Pregunto.
"Esta es mi casa", deja una taza de madera, llena de
líquido claro. Te llevé a la casa del árbol anoche.
Miro sus ojos color ámbar, buscando rastros de la tristeza de ayer,
pero su sonrisa es tan alegre que me duele el corazón.
"Tienes preguntas", dice.
Pensamientos contradictorios se meten en mi mente, formando
nudos complicados. Ayer pasaron demasiadas cosas para procesar,
desde mi embarazo sorpresa, la traición de Brian, hasta el encuentro con
el lobo terrible.
Apartando el recuerdo del encuentro cercano de Bigfoot con la
muerte, dejo caer mi mirada al líquido.
—Todavía no entiendo por qué no me dijiste que podría haber una
salida —digo, sin querer mirarlo directamente a la cara.
“Me hiciste pensar que no tenía más remedio que quedarme con el bebé”.
“Mis antepasados perdieron la rosa hace siglos. No pensé que
obtenerlo fuera una opción hasta que el lobo terrible te dijo que crecía
en su territorio. Sin el poder de la rosa, interrumpir tu embarazo será
mortal”.
Bigfoot se sienta a la mesa y hace señas a los animales para que se
alejen, que vuelan o se escabullen por la ventana. Nos quedamos en
silencio durante varios latidos del corazón, ninguno de nosotros toca la
comida. Es un banquete de frutas, nueces, tubérculos y flores comestibles.
Todavía estoy demasiado abrumado para comer.
Se estira sobre la mesa y coloca su mano sobre la mía.
El calor de su palma curtida se filtra en mi piel, poniéndome
yo a gusto
"Todavía tienes una opción", murmura, su voz suave.
“Y todavía elijo tener este bebé”. Tomo un sorbo del líquido, disfrutando
de su inusual dulzura. Esto tiene que ser corteza de árbol.
Bigfoot hace un gruñido de placer y lleva mis nudillos a sus labios. En lugar
de besarlos como esperaba, me lame el dorso de la mano con su lengua
áspera. La sensación va directo a mi coño.
Otra pregunta burbujea a la superficie.
"¿Qué le pasó a tu madre?" —pregunto, mi mirada bajando a su boca.
El largo suspiro de Bigfoot y la falta de respuesta me hacen girar para
mirarlo a los ojos. En lugar de la ira o el dolor que espero, se desploma con la
cabeza gacha, los hombros caídos, aparentemente sin esperanza. trago Se ve
derrotado.
“Mi padre la embarazó durante mi proceso de parto”.
Me tiro hacia atrás contra la silla. "¿Recuerdas que?"
"Los de nuestra especie tienen recuerdos compartidos", responde, sin
mirarme a los ojos. “Sé exactamente lo que hizo y por qué”.
"Oh."
“Mi padre quería que ella se quedara con él para siempre, y con ese fin,
se aseguró de que siguiera embarazada de otro bebé”.
"Entonces, ¿todavía estaba cubierta de piel?"
Bigfoot me da un asentimiento solemne.
"¿Qué pasó?"
“Un día, cuando mi padre me estaba presentando a los animales,
ella desapareció”. Se frota las sienes. "La loba terrible le dijo a mi padre
que ella regresó con su gente".
“Pero ¿no recibiste los recuerdos de tu hermano cuando él
¿nació?"
Bigfoot niega con la cabeza.
"¿Por qué no?"
“Mi madre no habría podido sobrevivir al embarazo sin nutrientes, y
mi padre solo le dio lo suficiente para unos pocos días”.
Mi mandíbula cae. “Él la mantuvo dependiente de él”.
Pie Grande asiente. "No quería ese destino para ti".
"¿Es por eso que me dejas tomar suficiente para todo el embarazo?"
Pregunto.
“Lo que hizo mi padre fue deshonroso”, retumba. “Tan pronto como
tuve la edad suficiente para entender sus recuerdos, me fui”.
Me estiro y tomo su mano. "Eso es terrible. Estoy tan
Lo siento."
“Me duele pensar que Brian creó una situación que no me hace mejor
que mi padre”.
—No te pareces en nada a él —digo y le doy un fuerte apretón en la
mano. “Me diste la oportunidad de retroceder y te aseguraste de que
estaré saludable con o sin tu ayuda”.
"Gracias", responde con una sonrisa triste. “Y el lobo terrible se
equivocó con mis planes. Tan pronto como se te caiga el pelaje, serás
libre de irte.
Parte de la opresión en mi pecho por el encuentro de ayer con el lobo
terrible se afloja. exhalo un suspiro de alivio
y comenzar con mi desayuno de nueces, bayas y savia de árbol.
Dentro de unos meses, podré volver a casa y retomar el resto de mi
vida.
Debería ser feliz, pero ¿por qué la idea de dejarlo
hacer que me duela el corazón?
Bigfoot alcanza debajo de la mesa y saca una guirnalda hecha
de orquídeas rojas. "Esto es para ti."
"¿Por qué?"
“Me ayudaste a vencer al lobo terrible. Ahora soy libre de
aventurarme en el corazón de su territorio y mostrarte la fuente de
nuestra magia”.
capitulo dieciocho
I sentarme más erguido en mi asiento, mis entrañas vibran con la
anticipación de descubrir la fuente de la magia de Bigfoot. Cuando se levanta
para colocarme la guirnalda en la cabeza, noto que su polla se extiende
debajo de la mesa, parte de ella descansando sobre un pequeño taburete.
Se encuentra enrollado como un constrictor, excepto por su cabeza gruesa y bulbosa.
Arregla mi cabello alrededor de las flores y coloca un mechón detrás de
mi oreja. Este debería ser un momento tierno, pero no puedo apartar los ojos
de ese enorme pene.
Mi mandíbula se aprieta. Necesito salir de esta fijación y concentrarme
en el día que tengo por delante. Me aclaro la garganta y pregunto: "¿Adónde
vamos está relacionado con la maldición?"
"Eso es correcto." Toma asiento y mira mi plato vacío. "Nos iremos
después de que hayas comido más nueces".
“Solo quiero un tipo de nuez, y no está sobre la mesa”.
Con las cejas juntas, su mirada recorriendo la colección de nueces,
avellanas, castañas y bellotas. "¿Qué es? Uno de mis súbditos...
"Tus nueces." Deslizo mi mano debajo de la mesa y aprieto su muslo
peludo.
La mandíbula de Bigfoot cae, sus ojos se agrandan con la realización.
"Faye", dice, su voz entrecortada. No sé si está asustado o escandalizado.
"¿De verdad quieres más semillas?"
Me deslizo sobre mis manos y rodillas. "Joder, sí".
Bigfoot traga, su enorme pecho agitado con respiraciones rápidas y
superficiales, y me mira con ojos entornados.
“No puedo expresar tanto como ayer”, dice en nuestro vínculo. "Hasta que
me reponga, todo lo que obtendrás son algunos chorros".
Mi lengua se lanza para lamer mis lametones, haciendo que Bigfoot
gima. "Eso es todo lo que quiero. Solo un poco de sabor.
Aprieta los ojos y se pellizca el puente de la nariz. "¿Por qué? Te di
suficiente nutriente para que dure todo tu embarazo.
"Tal vez solo me gusta tu polla".
El pene en cuestión se desenrolla solo y se desplaza del asiento de
madera. Tengo que retroceder varios pasos para llegar a su cabeza.
"Faye", gruñe.
"¿Qué ocurre?" Paso ambas palmas arriba y abajo de su eje.
“Soy demasiado grande”, dice con los dientes apretados.
Él no está equivocado. La polla de Bigfoot tiene el mismo grosor que su
pantorrilla y se extiende más de cinco pies y medio de largo.
"Por favor", gimoteo. "Déjame probar".
Echa hacia atrás la cabeza y los pantalones. "¿De verdad lo quieres?"
"Más que nada."
"Bbien".
Me arrastro más hacia atrás, hasta donde la cabeza de su pene ahora está
goteando tanto líquido preseminal que ya forma un pequeño charco en el piso
de madera.
Su coronilla está tan hinchada que ahora es más grande que mi cabeza y
tiene una hendidura enorme y abierta. Manteniéndolo firme con ambas palmas,
presiono toda mi cara en su abertura y paso mi lengua arriba y abajo por la
carne resbaladiza.
El líquido preseminal de Bigfoot es increíble. Almizclado y salado y dulce.
Lamo el fluido cremoso, haciendo que sus caderas se sacudan hacia adelante,
y la habitación tiembla con su gemido profundo y gutural.
Las ondas de sonido corren directamente a mi clítoris. El pulso detrás de él
se acelera y mi coño se vuelve resbaladizo.
“Estás excitado”, dice.
"Todo sobre ti me excita", le digo al vínculo.
Joder, podría quedarme aquí todo el día, bebiendo en la fuente enorme y
morada de Bigfoot.
"Puedes alimentarte en el camino hacia el territorio del lobo terrible".
Mi cabeza se levanta. "¿Qué?"
Su polla se sacude hacia un lado, acercándome a la mesa.
Cuando Bigfoot se levanta, su erección se enrolla alrededor de mi cintura y me
mueve hacia su pecho.
"Te tengo", dice, sus ojos ámbar brillando con alegría.
"Ey." Coloco mis palmas sobre sus hombros. “Pero dijiste que yo
Podría chuparte la polla.
"Gire a su izquierda", dice.
Me giro para encontrarme con la cabeza de su pene, que continúa exudando un
líquido preseminal delicioso.
“Puedes alimentarte en el camino. Necesito hacer mi movimiento antes
otro depredador reclama el territorio del lobo terrible”.
Mis mejillas se calientan al darme cuenta de que me he vuelto tan hambrienta
de polla que he perdido de vista su misión. "Oh", murmuro. "Lo lamento."
La enorme erección se aprieta alrededor de mi torso. Es como la escena de
El libro de la selva donde Mowgli está envuelto en los anillos de la serpiente.
Estoy hipnotizado pero soy yo quien está a punto de alimentarse.
"No hay necesidad de disculparse por su apetito", dice Bigfoot con una risa
abundante. “Liberaré pequeñas cantidades para el viaje. Después de que haya
reabastecido mi magia, puedes tomar toda la que necesites.
Antes de que tenga la oportunidad de considerar que mis apetitos están
agotando las reservas de energía de Bigfoot, cruza corriendo la habitación y sale
por una ventana del patio.
Mi estómago se sacude ante el movimiento repentino, pero reprimo las
ganas de gritar. Estoy a salvo. Envuelto en la erección enrollada de Bigfoot. No
hay absolutamente ninguna posibilidad de caer.
Después de pasar por una hermosa plataforma de madera ubicada dentro
de la copa de un árbol, Bigfoot corre por una rama del ancho de un tronco.
Estamos tan alto que la piscina en la que lo encontré ayer parece del tamaño de
una bañera.
Bigfoot aumenta la velocidad, manteniendo un brazo asegurado alrededor
de donde estoy acurrucado dentro de su polla. Luego salta, pareciendo volar por
el aire.
Todos los pensamientos de líquido preseminal delicioso desaparecen en el
éter, dejando atrás un terror en blanco. Estamos en el aire durante los próximos
latidos del corazón antes de descender.
La ansiedad me agarra por la garganta y me aprieta.
Abro la boca y grito.
"¿Faye?" Bigfoot dice en el enlace. "No tengas miedo.
Estás a salvo con mi polla.
Sus suaves palabras calman mis nervios, quitando un poco de mi terror.
Exhalando, dejo que mis músculos se relajen y aprieto los ojos.
Algo húmedo presiona mi mejilla. Abro un ojo para bloquear las miradas
con su enorme cabeza púrpura. Una gota espesa de líquido sale por su
rendija, haciéndome la boca agua.
Bigfoot aterriza en otro árbol con un ruido sordo suave, desviando mi
atención del líquido preseminal. Dejo caer la mirada para contemplar las
vistas del bosque de abajo.
"¿Acabas de volar?" Pregunto.
“Puedo saltar largas distancias, pero pensé que sería lo mismo que
viajar en sus vehículos humanos”. Apoya una mano en el tronco de un árbol.
“Tómate unos momentos para relajarte”.
“Esto es mucho más emocionante”.
Volviendo a la punta enorme y bulbosa, lamo varias gotitas gruesas de
semen. Todo el cuerpo de Bigfoot se estremece y suelta un suave gemido.
Los sabores explotan en mi lengua, provocando chispas de placer que
se acumulan en mi coño. Puede que sea mi imaginación, pero juro que puedo
saborear su afecto. Mi clítoris se hincha, sintiendo que está a punto de
estallar. Lamo, chupo y gimo, queriendo que esto nunca termine.
"Eres tan bueno con mi polla", dice.
"Es el mejor que he visto o probado". Giro la cabeza de un lado a otro,
no queriendo derramar una gota.
Bigfoot se pone rígido. Has tenido otros.
Me quedo quieto.
Oh, mierda.
Algo me dice que Bigfoot solo ha tenido un amante, mientras que yo he tenido
tantas conexiones olvidables que he perdido.
contar.
—Sí —digo , rechazando una punzada de arrepentimiento. “Es diferente con los
humanos. Si tienes suerte, puedes encontrar a una persona que se quede contigo por
el resto de tu vida, pero la mayoría tiene que probar con diferentes parejas antes de
encontrar la adecuada”.
Cuando no responde, me alejo de su coronilla para mirarlo a los ojos. La mirada
que me da es tierna y suave, como si hubiera aprovechado la parte de mí que ha
experimentado años de decepción.
“No fue mi intención juzgar”, murmura.
"Lo sé", digo con un asentimiento.
Pero debo saber una cosa.
Mariposas nerviosas se alinean en mi estómago, sus alas revolotean más rápido
con cada momento que pasa.
"¿Qué es?" Pregunto.
“¿Era Brian uno de estos hombres?”
Mi mirada cae al bosque de abajo. “Sí,” digo, mi voz áspera. “Me hizo pensar que
teníamos un futuro”.
"Pero él te llevó a quedar embarazada por mí".
Asiento con la cabeza.
“Debes estar profundamente decepcionado”, retumba.
Con una respiración profunda, me encuentro con los ojos tristes de Bigfoot.
Un dolor se forma en mi corazón y sube hasta el fondo de mi garganta. No
necesito ser capaz de leer su mente para saber que se siente culpable.
Probablemente piensa que tiene parte de la culpa, pero está equivocado.
Tragando saliva, busco las palabras adecuadas.
—El comportamiento de Brian duele —digo, mi tono medido. "Pero
me llevó a ti. Tú y tus súbditos me tratan como a una reina.
Bigfoot sonríe, y la erección alrededor de mis brazos se tensa. I
Me inclino contra él y me da un beso en la frente.
“Estoy enojado porque Brian fue deshonesto con ambos, pero
Estoy agradecida de que ahora tengo todo lo que siempre he querido”.
Tragando saliva, bajo la mirada.
“Aunque solo te tenga unos meses más”, agrega con un suspiro.
Asiento con la cabeza, mi garganta demasiado apretada para hablar. Sus
palabras son tan sinceras que mi respiración se vuelve superficial y la parte de atrás
de mis ojos me pica.
Sería tan fácil quedarse con Bigfoot para siempre. Mi breve tiempo aquí ha
sido más erótico y excitante de lo que jamás podría haber imaginado. Pero no
puedo pasar el resto de mi vida en el bosque. Claro, habrá momentos hermosos,
pero ¿cómo me las arreglaré en el invierno? ¿Y cuando envejezca?
“¿Tú…” Me aclaro la garganta. "¿Alguna vez amaste a Brian?"
“No”, dice sin dudarlo.
"Pero ustedes dos tuvieron sexo".
“El sexo fue una extensión de nuestra amistad. Pensé que me estaba
ayudando con el deseo de mi corazón”.
"¿Un niño?" Pregunto.
"Una familia. Me he sentido aislado la mayor parte de mi vida, incluso
cuando vivía con mi padre. Cuando apareció Brian, le permití vivir porque fue
un cambio en la monotonía de mi vida. La forma en que Brian nos traicionó a
ambos fue profunda. Sabía que estaba sola y que haría cualquier cosa por una
pareja y un hijo”.
Se me corta el aliento. Escuchar que Brian también engañó a Bigfoot hace
crecer mi afecto por él. Parece que ambos tenemos la misma necesidad de
una familia.
"¿Lo amaste?" Bigfoot pregunta, su voz vacilante.
“Estaba más enamorada de la idea de tener un marido y un futuro feliz”,
respondo. “Y solía pensar que Brian era el único hombre que no me
decepcionaba, pero era incluso peor que los demás”.
Bigfoot niega con la cabeza. "Él también se aprovechó de ti".
"Bastardo."
Sin otra palabra, Bigfoot se lanza desde la rama.
Mi estómago se hunde, pero esta vez, no grito. Estoy tan segura y contenta en
las espirales de su erección que es imposible caer.
"¿Por qué no viajamos a través de las piscinas?" Pregunto.
“Mis reservas se están agotando demasiado para usar las vías fluviales”,
responde.
"¿Porque te drené las bolas?"
Su pecho vibra con un estruendo satisfecho. “Utilicé el último
de mi poder para sanar mis heridas. La mordedura del lobo terrible puede ser
letal”.
"Oh." Me alejo de su enorme cabeza de pene. “No debería seguir
alimentándome—”
“Toma lo que necesites”, dice con un profundo gemido. "Mi
el semen, y todos los nutrientes que contiene, te pertenece.”
Bigfoot salta de copa en copa con la gracia de una ardilla. El aire
zumba y el bosque debajo de nosotros se convierte en un borrón de
azules, verdes y marrones. Cruzamos el arroyo de rápido movimiento
donde murió el lobo terrible, y pasamos bandadas de pájaros, que bajan
sus alas en saludo a su rey.
El sol sube hacia su cenit, lanzando su calor sobre mi rostro expuesto.
Me relajo en su polla y sigo sorbiendo su
líquido preseminal
Finalmente, llegamos al borde del bosque, donde Bigfoot salta desde
las copas de los árboles y aterriza en un campo de flores silvestres. Su
polla se relaja y aterriza en el suelo con un ruido sordo suave.
Mi mandíbula cae. De alguna manera, mientras se envuelve alrededor
de mi cuerpo, se duplica y ahora se extiende más de dos metros de largo.
Estoy tan paralizada al ver su pene aplastando las flores silvestres que
me olvido de mover mis miembros doloridos.
“Pero pensé que solo se encogía,” espeto.
Bigfoot succiona una respiración profunda, pareciendo enrollar su
enorme pene hasta que solo cuelga hasta sus rodillas. "¿Por qué estás
tan sorprendido? Los gallos humanos son capaces de expandirse.
“Eso es cierto, pero—” Me sacudo ese pensamiento. brian era un
cultivador, no una ducha, como la mayoría de mis otros ex.
"Tienes razón." Coloco una mano en su bíceps. "¿A dónde vamos?"
Bigfoot señala una colina empinada en la distancia. “Para elegir el
flor de mi casa real.”
Capítulo Diecinueve
I Tomo un fuerte sprint a través de las flores silvestres para que sus
palabras se filtren a través de mi cráneo. Mi mente se agita mientras sigo
sus largas zancadas, y una pregunta se forma en mis labios.
“¿Eres el Rey del Bosque porque tu antepasado fue
¿humano?" Pregunto en nuestro vínculo.
"Mi especie se llama Rey del Bosque". Bigfoot se detiene al pie de la
colina y me ofrece su mano. “Pero el primero de nosotros fue un rey que
nunca fue coronado”.
El lobo terrible mencionó que el primero de la especie de Bigfoot fue
traído aquí cuando era niño, pero se olvidó de decirme que el niño había
sido miembro de la realeza.
"¿Rey de qué?" Pregunto.
"¿Has oído la historia de los príncipes en la torre?"
Bigfoot me lleva a una abertura en la colina.
Mi mente retrocede a las clases de historia de la escuela secundaria.
"¿Estás hablando de los dos hijos del rey Eduardo IV que fueron hechos
prisioneros por su tío?"
"Eso es correcto." Bigfoot atraviesa la abertura y entra en una cueva
gigante.
Enredaderas fluorescentes cuelgan del techo de la cueva, algunas de
ellas alcanzan las estalagmitas brillantes que sobresalen de su interior.
piso. Una brisa fresca entra desde las profundidades de la caverna,
trayendo consigo un ligero olor a muerte. Me acerco a Bigfoot por seguridad
y calidez.
“Mi antepasado fue Eduardo V, el mayor de los hermanos, traído aquí
por los realistas para escapar de la ejecución”. Bigfoot empuja a un lado
una vid.
"¿Pero no era humano?"
“Lo era hasta que su tío envió soldados para asegurarse de que nunca
volvió a reclamar el trono. Cuando los realistas los derrotaron, el tío recurrió
a la magia negra”.
"¿El curso?"
Pie Grande asiente.
“El tío robó el trono y se aseguró de que el pobre Rey
Eduardo V y sus descendientes nunca recuperarían su
poder legítimo”.
"¿Al cambiar sus características?"
“Al maldecirnos para convertirnos en monstruos”, dice con una sonrisa
triste.
Mi garganta se aprieta. La apariencia de Bigfoot puede parecer
monstruosa para algunos, pero tiene un corazón gentil y un espíritu más
noble que cualquier rey. Me abstengo de decir esto porque no puedo darle
falsas esperanzas.
Necesito irme después de que nazca el bebé y haya terminado de
amamantar.
"¿Qué pasó después?" Pregunto.
“Los realistas ya no reconocían a su verdadero rey, pero su joven
esposa ya estaba embarazada en el momento en que golpeó la maldición.
Cuando empezó a tener pelo, la echaron”.
Bigfoot y yo viajamos a través de la red de altas estalagmitas de la
cueva, su profunda voz resuena en mi cráneo. “El joven rey Eduardo
recuperó a su esposa embarazada y la cuidó hasta que dio a luz a un niño
maldito. Cuando la esposa se despojó de su pelaje, escapó del rey Eduardo
con la ayuda del lobo terrible”.
“¿Todas las mujeres que tienen bebés quieren irse?” Pregunto.
Él encorva los hombros. "Este bosque es un paraíso para los animales
y las bestias malditas, pero aparentemente no para las mujeres humanas".
Tomando su mano, le doy un suave apretón a sus dedos. "Soy
Lo siento. Todos merecen amor”.
“Pero no todos están listos para recibirlo”. el mira hacia abajo
hacia mí, sus ojos brillando.
Mi estómago se revuelve. Está hablando de nosotros. Sobre el futuro
feliz que nos puede ofrecer al bebé ya mí. La vida podría ser maravillosa
aquí con Bigfoot. Lo sé. El lo sabe. Incluso la parte de mí que está
aterrorizada por el futuro lo sabe. Pero cuanto más me quede aquí, menos
tendré cuando llegue a la civilización.
Arrebatando mi mirada lejos, miro hacia abajo a mis pies.
“¿Qué tiene de especial la rosa?” Yo murmuro.
Se queda en silencio por varios momentos, su mirada quema el lado
de mi cara. Mantengo la cabeza gacha, con la esperanza de que deje el
tema de querer que me quede.
“Es el símbolo de la Casa Real de York y la fuente de nuestro poder.
Mi antepasado habría muerto por la maldición si los realistas no hubieran
traído la rosa”.
El suelo se vuelve irregular y las estalagmitas que lo rodean se
acortan. Bigfoot pone una mano en mi
hombro, haciéndome detener.
“Nos acercamos a la rosa”.
"¿Dónde está?"
Él apunta hacia abajo.
Unos metros por delante de nosotros hay un profundo abismo que me recuerda a
la cascada de ayer. Mi estómago se revuelve.
"No me digas que vas a ir allí", le digo.
“Es la única forma de reponer mi poder”, responde.
“Y todavía no hemos resuelto la situación con Brian”.
Mis hombros se hunden. El tiene razón. Brian debe haber gastado
una fortuna en toda la electrónica que había instalado para transmitir
imágenes de Bigfoot y yo en el bosque. Dudo que se vaya a la mierda y
se lama las heridas.
—Déjame ir contigo —le espeto.
La sonrisa que me da es tan radiante que me duele el corazón.
"Gracias."
Tomándome de la mano, me conduce hasta el borde del abismo. El
pulso entre mis oídos late con tanta fuerza que casi me pierdo lo que dice
a continuación.
Tomaremos las vides y descenderemos juntos. No te preocupes por
caer. Te protegeré."
Con un movimiento de cabeza tembloroso, agarro una enredadera, mientras Bigfoot
toma otra.
Desciende primero con los movimientos practicados de un mono.
Bajo por mi enredadera con manos temblorosas, de vez en cuando
necesito limpiarme el sudor de las palmas de las manos y de mi trasero peludo.
"¿Estás bien?" pregunta Pie Grande.
"Bien."
Las paredes se cierran a nuestro alrededor, con protuberancias rocosas que se
ven lo suficientemente nítidas como para sacarle un ojo a una persona. Algunos de ellos
brillan a la luz de las enredaderas resplandecientes, pareciendo casi vivos.
"¿Cómo llegó aquí la rosa de todos modos?" Pregunto.
“Estaba en posesión de los realistas hasta que el lobo terrible los mató a
todos”.
trago "¿Incluso la esposa y el hermano del rey Eduardo?"
"Desafortunadamente, sí", responde Bigfoot. “El lobo terrible quería destruir la
rosa, pero ninguno de los animales ayudaría.
Eventualmente, lo escondió en este abismo”.
"Si lo escondió, ¿cómo sabrías su ubicación?"
Pie Grande se ríe. "Un pajarito le dijo a mi antepasado, pero ningún cuerpo
podía entrar en este lugar hasta que la magia del lobo terrible terminara con su
muerte".
“Por supuesto”, respondo. “Hay ojos por todas partes en el bosque”.
Algo viscoso y negro salta de la pared y bate sus alas sobre mis ojos,
haciéndome retorcerme y gritar. Estoy seguro de que es una especie de murciélago.
Mientras me lo quito de la cara, el techo retumba, enviando una cascada de piedras
lloviendo sobre nuestras cabezas.
Me tiro de la enredadera y caigo en picado más allá de Bigfoot.
"Faye", ruge. "Agarra mi polla".
Mi estómago se retuerce y mi corazón amenaza con salirse de mi garganta.
Los instintos de supervivencia anulan mi terror y busco en la oscuridad. Mis dedos
rozan algo grueso y
venoso y cálido. Me aferro a su polla, porque es mi único salvavidas.
El gemido profundo de Bigfoot resuena arriba y abajo de su longitud. I
agarro más fuerte y envuelvo mis brazos y piernas alrededor de su eje.
"¿Cómo haces esto?" Pregunto.
"Sabes que tengo una polla que cambia de forma", dice con una
gemir.
"¿Cuánto tiempo es ahora?" Paso una palma por la gruesa longitud, tratando
de alcanzar sus testículos o incluso sus piernas. Todo lo que encuentro es más
de su eje.
"Alrededor de diez veces mi altura", retumba.
"Mierda. Son setenta pies.
Él se ríe. “Déjame enrollarte un poco. Esto está tomando mucho de mi
poder.”
Debajo de mí, la polla se acorta hasta que siento su gruesa corona debajo
de mis nalgas. También se mueve hacia arriba hasta que el dorso de mis manos
roza sus pies.
"Gracias por salvarme." Le doy un fuerte golpe en el tobillo
estrujar.
Las respiraciones jadeantes de Bigfoot llenan el abismo, el sonido va directo
a mi clítoris. Sabía que su pene podía extenderse como una anaconda, pero
¿quién diría que también podría volverse tan grueso?
"Puedo oler tu excitación", dice.
"Lo siento. Nunca antes había tenido una polla tan grande”.
"Acarícialo", dice.
"¿Qué?"
"Pasa esas manos resbaladizas arriba y abajo de mi eje y provoca mi
cabeza con tu coño mojado".
Ahora, es mi turno de gemir.
Me muevo de un lado a otro, balanceándome sobre la polla de Bigfoot
como si fuera mi propia bola de demolición personal. Su gruesa cabeza de
gallo forma un asiento perfecto. Mi clítoris se frota contra el borde de su punta
de hongo, mientras acaricio con mis manos alrededor de su erección como si
estuviera leyendo braille en letra grande.
Bigfoot se espesa y gime bajo mi mando. "Buena chica", retumba a
través de mi cráneo. "Toma tu placer de mi enorme polla mientras nos llevo
al fondo del abismo".
Uno de los beneficios de estar cubierto de vello suave es que no
necesitas ropa... ni ropa interior. Mi coño desnudo yace al ras contra su carne
dura, chorreando tanta humedad que las paredes resuenan con sonidos
obscenos y húmedos.
Mi clítoris hinchado anhela más y acelero el paso, empujando y frotando
contra su monstruosa polla. El pene de Bigfoot se balancea adelante y atrás
al ritmo de mis movimientos.
Froto todo contra su glorioso eje grueso: mi clítoris, mis manos, mis
pezones y mi lengua. Deslizo el borde de mi pie a lo largo de su hendidura
goteante.
"Oh", dice, la voz en mi cabeza entrecortada. "Tienes
un pequeño cuerpo tan talentoso.”
Sonrío contra su erección, feliz de que también esté disfrutando. “No
tengas un orgasmo. No puedo permitir que desperdicies nada de ese precioso
semen.
Bigfoot gime. "Mis bolas y todo su contenido te pertenecen".
Un rayo de excitación surge directamente a mi centro. La idea de que esta
majestuosa criatura me dedique cualquier parte de su cuerpo es embriagadora.
Los gemidos de Bigfoot se vuelven más fuertes, convirtiendo nuestro entorno
en una cámara de ecos sexys. Jadeo, mis caderas girando más fuerte, más rápido,
más desesperadamente contra su cabeza. El placer se acumula alrededor de mi
coño y mi clítoris se expande hasta el punto de estallar.
Estoy tan cerca, pero no quiero que esto termine nunca.
“Córrete para mí”, gruñe Bigfoot. "Quiero sentir tu dulce coño a lo largo de mi
eje".
Las palabras me hacen caer al límite, y un poderoso orgasmo se estremece a
través de mi coño, viajando hasta mis piernas temblorosas. Cierro los ojos con fuerza
y grito cuando mi visión se llena de estrellas explosivas.
La polla de Bigfoot tiembla, sintiéndose como si estuviera a punto de estallar.
Envuelvo mis piernas alrededor de su punta y mis brazos alrededor de su centro para
evitar que se corra.
Su gemido de dolor llena mi oído, haciéndome sentir mal por darle bolas azules
a Bigfoot.
"No, todavía no", le digo a través de mi propio orgasmo. "Cuando te corras, va a
estar en mi garganta".
Él gime pero obedece mi orden. No estoy haciendo esto solo porque encuentre
su semen delicioso. También es un nutriente importante para nuestro bebé.
Una vez que ambos recuperamos el aliento, Bigfoot desciende de la vid y reduce
la longitud de su polla para poder sostenerme con un brazo. Llegamos al fondo y me
pone de pie.
"Gracias." Le doy un beso en su mejilla peluda. "Tú
no solo me salvaste la vida, también me hiciste chorrear”.
La risa profunda de Bigfoot resuena a través de la caverna.
"Venir. Quiero darte una última oportunidad de libertad”.
Capítulo Veinte
I Todavía estoy inestable sobre mis pies por mi orgasmo cuando
Bigfoot me guía a través de una red de túneles cubiertos de musgo
bioluminiscente. La luz de color amarillo verdoso ilumina las puntas
de su pelaje, haciéndolo lucir mágico.
"¿Qué es este lugar?" —pregunto, mi voz entrecortada por el asombro.
“El comienzo del bosque subterráneo”, responde en nuestro
vínculo. “Esta es la primera vez que lo he visto con mis propios ojos”.
"Es hermoso."
Él me mira con una suave sonrisa. "Muy."
El calor sube a mis mejillas peludas. La calidez que irradia
nuestra conexión me dice que no solo está hablando de nuestro
entorno.
Me retuerzo sobre mis pies, incapaz de soportar la admiración
en su mirada. Los hombres no hacen cumplidos a menos que quieran
algo, pero Bigfoot es tan genuino con sus elogios.
Él ve algo en mí que no estoy seguro de que exista. No soy la
hermosa criatura consumada digna de este nivel de adoración, solo
soy una mujer que fue engañada.
—Deja de mirarme así —murmuro.
"¿Qué quieres decir?"
"Como si fuera especial".
"Eres."
Apoyo la cabeza en su hombro. “¿Cuántas mujeres tienen
¿conociste?"
“Olvidas que guardo todos los recuerdos de mi especie, incluidos sus
encuentros con mujeres humanas. Confía en mí cuando digo que eres único”.
Mi corazón se acelera y tengo que tragarme un nudo en la garganta. Bigfoot
sabe exactamente qué decir para derretir mis entrañas. La parte más
preocupante es que le estoy hablando a su alma.
Él quiere decir cada palabra.
Continuamos caminando hasta que el túnel termina en una enorme caverna
llena de aire fresco y de olor dulce. El follaje alto cubre la pared, brillando tan
intensamente que se siente como el atardecer. Miro a mi alrededor, mi boca se
abre. Los hongos se alzan sobre nosotros con tallos tan altos como postes de
luz, arrojando esporas luminosas que parecen polvo de hadas.
"Este lugar es perfecto", susurro en voz alta.
Toma mi mano, la lleva a sus labios y presiona un suave beso en mis
nudillos. “Estoy tan contenta de haberte conocido. El tiempo que hemos pasado
juntos ha sido el más feliz de mi vida”.
Muevo la cabeza hacia arriba para encontrarme con su mirada triste. “¿Por
qué esto suena como un adiós?”
"Lo verás en un momento".
Bigfoot camina hasta el centro de la caverna, donde las plantas
parte para revelar un arbusto alto que crece una rosa blanca brillante.
Lo alcanza y arranca un pétalo. En lugar de comerlo o de cómo los
reyes del bosque absorban el poder de su fuente, lo acerca a mis labios.
Doy un paso atrás, con el ceño fruncido. "¿Qué estás haciendo?"
“Esta es la Rosa Blanca de York. Está imbuido de la magia de nuestra
especie.
—Y dijiste que lo necesitabas para reponerte —digo, todavía sin
entender sus acciones.
“También tiene el poder de interrumpir su embarazo”.
"No." Levanto una palma. “Ya hablamos de esto. Voy a tener el bebé.
Él baja el pétalo y me mira a los ojos con una intensidad que hace que
mi estómago se retuerza en complicados nudos.
Bigfoot es confuso. No puedo resolverlo. Él es el que quería que me
embarazara y ahora me ofrece un
escapar.
"Faye".
"¿Qué?" Doy un paso atrás. "¿Ha cambiado de opinión?"
"Por supuesto que no."
“Entonces deja de agitar ese pétalo debajo de mi nariz. No lo quiero.
“Brian te quitó tu libre albedrío, pero quiero darte una opción”.
"¿No me escuchaste decirle al lobo terrible que te elegí?" yo digo
de entre los dientes apretados.
Él asiente, su pecho agitado, todo su cuerpo temblando como si
pensara que voy a aceptar el pétalo, terminar el embarazo y salir de su
vida.
"Quería estar seguro", dice, la voz en mi cabeza es un susurro.
Mi respiración se entrecorta, y me cuesta todo esfuerzo contener
las lágrimas. Su gesto es tan abnegado que no puedo creer que alguien
esté dispuesto a anteponer mis necesidades a las suyas.
"Tira ese pétalo". Niego con la cabeza.
Vacila durante varios segundos, dándome la oportunidad de
cambiar de opinión. No puedo hacer frente a esta generosidad, este
desinterés abrumador. Pero si no digo algo más, no se detendrá.
"Son sólo unos pocos meses", murmuro. “Es tiempo suficiente para
para tener el bebé, destetarlo y volver a mi vida”.
"¿Estás seguro?"
—Sí —digo, mi voz áspera. “Deja de poner las cosas difíciles,
y déjame hacer esto por ti.”
Exhala un largo suspiro, y no necesito estar conectado a su mente
para saber que es un alivio. Cuando me encuentro con sus ojos, están
brillantes y brillantes.
"Gracias, Faye", dice, sus palabras ahogadas.
"Es un placer", respondo con una sonrisa, lo que significa que cada
palabra.
Bigfoot me toma en sus brazos y me atrae hacia su cuerpo más
grande para un abrazo. Su corazón late con fuerza contra mi pecho, y
su aliento calienta mi cuello. “No te arrepentirás de esto. Pase lo que
pase, nuestro bebé siempre será amado”.
Cierro los ojos, inhalo su olor almizclado y masculino y me relajo
en su abrazo. Todo acerca de esta criatura me dice que será un padre
amoroso que tratará a su hijo como algo precioso.
Mi corazón late al unísono con el suyo, y nuestros cuerpos se
funden como si realmente fuéramos una pareja unida por el amor y no
por el engaño. Exhalo un suspiro feliz. Hay una cosa que decir sobre la
vida aquí en el bosque. Es una aventura interminable.
Cuando finalmente me suelta, estoy a punto de dar un paso atrás,
cuando me besa en la frente.
Un dolor se forma en mi pecho y me trago la decepción de que no
me haya besado en los labios.
"¿Vas a reponer tu poder?" Pregunto, mi mirada se lanza hacia el
pétalo entre sus dedos.
Bigfoot asiente y se lo lleva a los labios. Doy un paso atrás, sin
saber qué esperar. El bosque está lleno de magia, pero todavía me
sorprende cuando la luz blanca brilla desde el pétalo.
Lo coloca en su boca, la acción no hace nada para amortiguar el
brillo, ni siquiera cuando comienza a masticar. La luz se vuelve más
brillante a medida que viaja por su garganta y se asienta alrededor de
su corazón.
"¿Duele?" Yo susurro.
Toma una gran bocanada de aire, luego otra antes de doblarse y
apoyar los brazos sobre las rodillas.
Doy un paso hacia él y coloco una mano en su espalda, solo para
que el calor que irradia de su cuerpo queme mi palma.
"Mierda." Aparto mi mano y doy un paso atrás.
"Pie grande, ¿estás bien?"
“No esperaba que fuera tan potente”, dice en mi mente.
"¿Duele?"
"No." Su voz es más profunda, más áspera, más depredadora.
Mi mano vuela a mi pecho. "¿Por qué suenas tan bestial?"
Bigfoot no responde, pero su respiración se hace más profunda. Mis instintos de
presa se disparan a toda marcha, y cada hebra de pelo de mi cuerpo se eriza.
Oh, mierda.
¿Lo que está sucediendo?
"¿Estás teniendo una reacción alérgica a la rosa?"
—pregunto, dando otro paso hacia atrás.
Mis manos bajan hasta mi vientre y trago saliva. ¿Son estos mis instintos
protectores hacia el bebé?
Bigfoot gruñe y gruñe, suena como si estuviera en medio de la transformación en
un monstruo aterrador. Mi corazón golpea contra su jaula, tratando de liberarse. Me
tambaleo hacia atrás, lista para salir corriendo en caso de que pierda la cabeza.
"Di algo", le susurro a nuestro vínculo. "Tengo miedo.
Bigfoot, por favor…
Levanta la cabeza y me quedo mirando unos iris tan blancos como el pétalo de
una rosa. El pánico explota en mi pecho, provocando mi lucha o huida. Estoy a punto
de gritar cuando habla.
"Mi poder...", dice en un gruñido bajo. “Nunca se había sentido tan potente”.
"Eeso es bueno", digo con voz áspera, tratando de mirar a cualquier lugar menos
a la gruesa erección que se levanta del suelo.
Es casi tan largo como yo soy alto con el grosor de su pantorrilla. Un escalofrío
recorre mi columna vertebral y se instala en mi coño.
Cuanto más sube, más se contrae, hasta llegar al largo de mi antebrazo.
El pulso detrás de mi clítoris late lo suficientemente fuerte como para
hacer temblar mis muslos. Me dirijo a él y le pregunto: "¿Cambió el tamaño
de esa erección para mí?"
"Sí", gruñe. Y lo tomarás como una buena chica.
Entonces me correré en tu garganta”.
Se me hace la boca agua, pero no es nada comparado con la forma en
que mi coño babea de necesidad. Todavía estoy suelto por ese último
orgasmo y realmente necesito su polla.
Miro de un lado a otro, buscando una superficie adecuada para follar.
"¿Dónde?"
Bigfoot se acerca, el brillo en sus ojos se vuelve más brillante.
"Quiero cazar".
"¿Disculpe?"
“Me escuchaste, mujer. Te daré una cuenta lenta, y
correrás Cuando llegue a doce, te haré gritar.
"Eso suena bien." Me doy la vuelta, me agacho bajo un helecho
resplandeciente y corro alrededor de un arbusto espinoso. “Pero, ¿qué pasa
si me escapo?”
"No lo harás."
Mis rodillas se doblan. Lo dice con tanta certeza que es
solo es cuestión de tiempo antes de que me follen con esa polla gruesa.
"¿Jugaras?" gruñe
"Ssí", respondo, mi corazón ya galopando.
"Entonces corre. Corre tan lejos como puedas, pequeño humano,
porque planeo reclamar ese dulce coño.
No hace falta que me lo diga dos veces. Despego, mis brazos y piernas
bombean al unísono con mi corazón frenético. Las plantas fluorescentes
golpean mis brazos expuestos, pero no les hago caso.
Todo lo que importa es adelantarse a Bigfoot. No puedo esperar a que me
alcance y me folle hasta que vea las estrellas, pero también quiero que queme
algo de esa agresión.
El aire se rompe con un fuerte rugido gutural que suena como si viniera
de un depredador a punto de darse un festín. Mis instintos de presa me patean
el trasero y me obligan a acelerar.
Oh, mierda.
Temo por mi pobre coño y todos mis otros agujeros.
Bigfoot, mi dulce y gentil gigante, se está volviendo salvaje.
Capítulo Veintiuno
I corre a través del túnel oscuro hacia un punto de luz, con la esperanza
de que le proporcione un escape. Las paredes se cierran a ambos lados,
haciéndose más y más estrechas hasta que frenan a alguien tan grande como
Bigfoot.
"Diez." Su gruñido profundo resuena en mi cabeza.
Mi corazón tartamudea y mi centro se inunda de calor. Será mejor
haz que esta persecución sea agradable y larga, o mi coño terminará.
"Nueve."
Con cada momento que pasa, la luz se vuelve más brillante hasta que
forma la salida de la cueva. Salgo a trompicones al aire fresco de la noche,
solo para encontrar que el suelo desciende en un ángulo pronunciado. Mierda.
Esto tiene que ser una especie de valle.
"Ocho."
Sobre mí está el saliente de un acantilado y más allá, las estrellas. Las
enredaderas cuelgan sobre mi cabeza como cuerdas de seda, brindándome
un escape fácil. Agarro el más cercano y doy un golpe.
"Siete."
Mi pulso se acelera, y no solo por la perspectiva de ser atrapado por
Bigfoot. Tarzán lo hace fácil, pero columpiarse en las enredaderas es duro
para los brazos. La sangre ruge en mis oídos,
puntuado con mis respiraciones calientes y pesadas. Pierdo el rastro de la cuenta
regresiva de Bigfoot y me concentro en escapar.
Este valle tiene la forma del interior de una bola, y la única salida es a través
de la parte superior. Pero apenas soy lo suficientemente fuerte para hacer ese
swing alto.
Lanzando mi peso hacia atrás, tiro de la enredadera, balanceándome más y
más alto para crear suficiente impulso para llegar a la salida. Estoy tan preocupada
por escapar que no me doy cuenta de Bigfoot hasta que algo duro pincha mis
nalgas.
Me agarro a la enredadera y miro por encima del hombro para encontrarlo
balanceándose hacia atrás con una erección del largo de un salto con pértiga.
Mi clítoris late, pero mi corazón se salta varios latidos.
"¿Qué estás haciendo?" grito
“Listo o no, aquí me corro”.
Mi coño se aprieta con anticipación. "Puedes probar."
Me sonríe, sus ojos brillan en la oscuridad. Su larga erección se balancea con
cada movimiento, apuntando a mis agujeros. Bigfoot tiene una ventaja. No solo es
un experto en enredaderas, sino que su polla puede cambiar de forma para
adaptarse a sus necesidades.
En este momento, se balancea hacia mí como una segunda enredadera, su
punta bulbosa apuntando entre mis piernas. Muevo mis caderas, tratando de
esquivar sus embestidas, pero es demasiado tarde.
El cabezón se desliza dentro de mi coño con una embestida profunda que me
llena al borde de la asfixia. Es tan carnoso y grueso que una ola de sensación
irradia a través de mi centro, forzando a salir un
gritar.
El rugido triunfal de Bigfoot llena el valle, haciendo temblar el aire.
"Te tengo", gruñe en nuestro vínculo.
"Oh, mierda", gimo, mis dedos se aprietan alrededor de la vid.
Me alejo de él y empujo su polla, haciendo que Bigfoot gruña.
La próxima vez que me doy la vuelta es para encontrar a Bigfoot
agarrándose a su vid sin moverse, y dejando que su polla me persiga. Se
balancea como un péndulo que busca calor, fijado en un objetivo específico.
Su ingeniosa polla me encuentra una y otra vez, entrando y saliendo de mi
coño con un poder y un impulso cada vez mayores. Cada vez que logro evitarlo,
se balancea hacia arriba y me azota en el clítoris.
—Esto no es justo —digo entre jadeos—. "Se supone que debes estar
persiguiéndome, no usando tu pene mágico".
"Tu coño chorreante no tiene quejas", dice Bigfoot con una risa profunda.
Mierda. El tiene razón.
Estoy tan caliente, húmeda e hinchada. Cada empuje golpea mi punto g
con una precisión que me hace gritar. Quiero que me inmovilice y me folle hasta
que mi visión se vuelva blanca, pero estoy decidida a no perder este juego.
La polla oscilante de Bigfoot me está corriendo entre las vides. Cada vez
que su cabeza de pene encuentra mi coño, es con una nueva explosión de
placer que me empuja hacia el orgasmo. Mi cuerpo está encendido de emoción,
ya que nunca sé si me abrirá o si me dará una fuerte bofetada en mi clítoris.
Me balanceo más lejos y más rápido, pero su pene siempre alcanza
y siempre encuentra el lugar adecuado.
"Te ves tan hermosa, tratando de escapar de mi polla", dijo .
retumba “No importa a dónde corras, siempre te encontraré”.
Mi corazón salta, y me pregunto si está hablando de algo más que este
juego de persecución. No hay tiempo para pensar en eso cuando su enorme
pene se balancea hacia mí como un lazo.
Girándome hacia un lado, evito su trayectoria, solo para que gire hacia
atrás y golpee mi clítoris con una deliciosa picadura. La sensación se
extiende por mi vientre y baja por la parte interna de mis muslos.
"Oh", gimo, mis párpados se cierran. no puedo dejar
Bigfoot me hace correrme con una paliza. "Te lo perdiste."
Pie Grande se ríe. "¿Hice?"
Estoy tan resbaladizo y mojado que la humedad cubre mis labios
externos, nalgas y muslos internos. Antes de que tenga la oportunidad de
responder a su pregunta, el enorme cuerpo de Bigfoot presiona mi espalda.
"Te tengo." Envuelve un brazo alrededor de mi cintura y me atrae hacia
su fuerte pecho.
"Solo porque hiciste trampa", respondo, mi voz entrecortada.
“Simplemente te colgaste de una enredadera y me perseguiste hasta el cansancio,
mientras tu polla hacía todo el trabajo”.
Su risa retumbante me infunde calidez. Bigfoot cuelga detrás de mí en
mi vid y presiona varios besos en mi cuello, sin parecer importarle que esté
sudoroso y caliente.
"Hueles delicioso", dice.
"¿Suficientemente bueno para comer?" Pregunto.
"Siempre." Me penetra con otro empujón.
Esta vez, su polla es más gruesa, más pesada, con venas prominentes
y crestas que se mueven contra mis paredes. Su gruesa erección entra y
sale de mí mientras el resto de él permanece inmóvil, empujándome más y
más cerca del borde.
Soltando la enredadera, me agarro al fuerte brazo que me sostiene en el
lugar. Mi coño tiembla y se convulsiona en su abrazo, y mis ojos ruedan hacia
la parte posterior de mi cabeza. ¿Quién hubiera pensado que ser cazado como
una presa sería tan emocionante?
Más importante aún, no puedo creer su increíble pene.
"¿Ccómo estás haciendo eso?" Pregunto entre respiraciones jadeantes.
"Tengo el control completo de mi polla", responde en nuestro
vínculo. “Mi dominio de esto me ha llevado muchas horas de práctica”.
Muéstrame susurro.
Con un estruendo profundo, la erección de Bigfoot cambia el ángulo de su
empuje, golpeando todos mis puntos dulces. Sus movimientos son deliberados,
controlados, como si su polla tuviera voluntad propia.
Es tan diestro como cualquier dedo, pero con la circunferencia de una
extremidad. Tiene todo lo que necesito para garantizar un orgasmo múltiple.
Los músculos de mi coño se aprietan alrededor de su circunferencia,
haciéndolo gemir. "Buena chica", gruñe. "Estás tomando mi polla tan bien".
"Fjoder". Aprieto más fuerte.
Él gruñe. “Me encanta cuando me ordeñas mi semen”.
"Es tan delicioso", respondo con un gemido.
Y todo tuyo.
Continúa entrando y saliendo de mí con embestidas profundas y duras,
todo el tiempo envolviendo mi cuerpo en un abrazo. Me apoyo en su pecho,
sintiéndome tan mimada, tan protegida, tan complacida.
La sensación se monta en todo mi núcleo. Estoy tan cerca del borde que
casi puedo saborear mi propio orgasmo. Mis dedos cavan
en el fuerte antebrazo envuelto alrededor de mi cintura, y mis caderas hacen
tirones erráticos.
"Déjalo venir", dice, su voz vibra a través de mi cráneo. “Quiero sentir
tu placer.”
Bigfoot mantiene su ritmo, pero cada embestida se vuelve más dura
y más precisa hasta que cada centímetro de mi cuerpo tiembla.
Estoy tan cerca…
Entonces sus dientes se clavan en mi cuello, enviando una ola de
conmoción que me empuja al límite.
Un orgasmo estalla a través de mi sistema como una tormenta eléctrica,
detonando cada centímetro de mis terminaciones nerviosas con placer.
"Te sientes tan bien", dice, su polla sacudiéndose a través de mi interior
y haciendo que todo sea el doble de intenso.
Mi visión se vuelve blanca. Estoy temblando, jadeando y gritando, todo
mientras Bigfoot conduce a casa con una estocada final.
"Oh, Dios", grito.
Bigfoot gruñe. “Es Su Majestad. Yo soy tu soberano y tú eres el mío”.
Grito, incapaz de procesar el significado más amplio de sus palabras.
La euforia sube y baja por mi columna y viaja a cada miembro. Bigfoot
palpita dentro de mis paredes como si estuviera a punto de correrse, pero
cuando mi orgasmo se desvanece, tira
afuera.
Deliciosas réplicas corren a través de mi sistema ante la ausencia de
su circunferencia. Me derrumbo contra su pecho, mi cuerpo vibra. Nunca
nadie me ha hecho sentir tan satisfecha, tan completa, pero Bigfoot todavía
no se ha corrido.
"¿Qué ocurre?" Pregunto, mis ojos entrecerrados.
Su glande aparece en mi línea de visión, todo rojo e hinchado y
brillante con mis jugos. Es del tamaño de mi puño y demasiado grande
para caber en mi boca.
"Alimentar", retumba. “Mi simiente te pertenece”.
La saliva inunda mi boca. Qué considerado de Bigfoot al recordar
que sus bolas contienen un nutriente precioso. Agarro su corona con
ambas manos y paso mi lengua arriba y abajo por su hendidura.
La respiración jadeante de Bigfoot llena mis oídos y entierra su
rostro en mi cuello. “Faye, ya no puedo contenerme. Voy a"
"Cum", le digo a nuestro vínculo. “Suéltame, drena esas hinchadas
bolas, y dame todo lo que tienes.
Apenas termino mi oración antes de que llegue al clímax con un
rugido ensordecedor. Un estallido de líquido cálido y cremoso me
salpica la cara.
Abriendo mi boca, dirijo el flujo y lo trago con tragos glotones. Es
más salado que de costumbre pero igual de dulce, con un ligero aroma
a rosas.
Cada bocado que trago me infunde fuerza. Fuerza para continuar
con este embarazo y dar a luz a un hijo sano. Me pierdo en el delicioso
fluido y me deleito en mi fiesta.
Cuando sus bolas se drenan hasta convertirse en un goteo, Bigfoot me besa
templo. "Eres mia y yo soy tuyo."
Estoy demasiado exhausto para responder, y Bigfoot no me
presiona para responder. En lugar de eso, suelta el glande de mi agarre,
me acurruca más cerca y me acaricia el cabello hasta que mis párpados
se cierran.
Su pecho sube y baja con el mío, y nuestros corazones laten al
unísono. No puedo imaginar un final más perfecto para esta aventura.
La forma en que me hace sentir es adictiva.
Capítulo Veintidós
METRO
Pasan los meses y pierdo la noción del tiempo, excepto por los
movimientos del sol y la luna. Mi vientre está tan hinchado que no puedo ver
mis pies. El proceso ha sido sorprendentemente agradable para un embarazo
monstruoso, pero luego tengo a Bigfoot ayudándome todo el camino.
Me siento contra su pecho en medio de un campo de limoncillo, mi culo y
mi coño descansan sobre su gruesa erección, que ha cambiado al tamaño de
un tronco.
Bigfoot aplasta un grupo de hierbas en su mano, liberando su dulce aroma
cítrico. Los jugos lechosos gotean por sus dedos y los frota sobre mis hombros.
Su cálido líquido alivia mi piel, haciéndome suspirar con su toque.
Mi pelaje es casi tan espeso como el de él, pero de un marrón claro que
hace juego con mi cabello. La única parte de mí que no está cubierta es el
espacio alrededor de mis pómulos, alrededor de mi frente y debajo de mis
labios.
"¿Eso está mejor?" pregunta por nuestro vínculo.
“¿No debería el poderoso rey del bosque decirles a los insectos que no
¿morder a su compañero? Yo murmuro.
Pie Grande se ríe. “El embarazo ha endulzado tu sangre. No pueden
resistir tu olor.
“Esperemos que la hierba de limón los mantenga alejados”, digo.
con un resoplido.
"Puedo garantizarlo", responde, sus manos bajando
mis brazos.
Cassandra levanta la cabeza desde donde yace a mi lado con sus crías y su
pareja cerca. Es una mañana perezosa y el sol casi ha completado su ascenso
por encima de la línea de árboles.
Cualquiera de nosotros tiene prisa por hacer algo: hemos desayunado, nadado
suavemente en la piscina de Bigfoot y ahora planeamos dar un paseo por el
bosque.
Mis pensamientos son interrumpidos por una fuerte patada en mi
abdomen que me hace estremecer.
"¿Estás bien, mi amor?" pregunta Pie Grande.
"Es sólo el bebé", le digo con una mueca de dolor.
Coloca su mano sobre mi vientre, su pecho hace un ronroneo retumbante
que indica que está complacido. “Nuestro hijo está listo para nacer”.
Niego con la cabeza. "Es solo una pequeña amenaza".
“Él es fuerte”, dice Bigfoot con una sonrisa.
"Está bien, es una pequeña amenaza fuerte". el bebe me da
otra patada por si acaso.
Bigfoot frota círculos suaves sobre mi vientre, el calor de su palma se filtra a
través de mi útero y hace que el bebé se relaje. Me derrito en su abrazo, dejo que
mis ojos se cierren y disfruto de su calor.
Esto es lo más tranquilo que he sentido en toda mi existencia y lo más
amado. Bigfoot se ocupa de todas mis necesidades, desde la comida hasta los
abrazos y el placer sexual. Sé que soy un recipiente para su
bebé, pero hay una parte de su afecto que está reservada solo para
a mí.
Sus labios rozan mi cuello y casi me olvido del mundo exterior. Ahora
es el único momento que importa. No tengo que preocuparme por el futuro
hasta después de dar a luz.
Mientras calma al bebé con su toque, mi propio cuerpo comienza a
responder. Cálidos hormigueos viajan hasta mi clítoris, tensando los
músculos de mi centro. Me muerdo el labio inferior para reprimir un gemido.
El embarazo me ha puesto ansiosa por el sexo, pero no ayuda que mi coño
esté al ras contra su erección de gran tamaño.
Su pene se extiende hasta la mitad de sus pantorrillas hoy, pero yace
acurrucado en la hierba de limón con tres veces su grosor habitual. Levanto
mis piernas y apoyo las puntas de mis pies en el borde de su glande,
haciéndolo gemir.
"Pequeño compañero ansioso", murmura en mi mente, su cálido
aliento envía sacudidas de sensaciones a través de mi pecho.
Arqueo la espalda, mis caderas dan vueltas, mi clítoris se frota contra
una vena prominente. Meses atrás, me habría molestado que me llamaran
su compañero, pero esa es la forma más precisa de describir nuestra
conexión.
Las palmas de Bigfoot suben por mi vientre y ahueca mis senos.
Sus pulgares rozan mis pezones endurecidos, haciéndome
gemir.
"¿Te gusta que?" —pregunta, sus dedos gruesos haciéndolos picos.
"Sabes que lo hago."
“Faye, eres aún más hermosa cuando estás moliendo
tu coño mojado en mi polla.
Mis mejillas arden, y bajo mi mirada a los pies que presionan su cabeza.
Es difícil negar la verdad. No es solo el embarazo lo que me excita, es Bigfoot.
No he podido tener suficiente de él desde la primera noche que lo vi
emerger de los árboles. Por mucho que desprecio a mi ex, no puedo culparlo
por engañarme con Bigfoot.
Bigfoot es la criatura más generosa, considerada y masculina que he
conocido, y no puedo creer que sea el objeto de su atención.
Sus dedos se aprietan alrededor de mis pezones mientras los tira
tensos, estirándolos al doble de su longitud habitual. La sensación se
precipita directamente a mi clítoris, que ahora se siente a punto de estallar.
"¿Qué estás haciendo?" Pregunto con un gemido.
“Preparándote para la alimentación”, responde. “Los quiero más largos
y gruesos”.
"¿Para el bebé?"
Su gruñido bajo hace que mi piel hormiguee. "Y para mí."
Una de sus manos cae entre mis piernas. Separa el grueso pelaje,
empuja un dedo a través de mis labios internos y presiona mi clítoris.
El placer explota a través de mi centro, y mi respiración se queda corta. I
echar la cabeza hacia atrás y jadear.
"Eso es todo", retumba. “Quiero que tengas un orgasmo que sacudirá
todo el bosque. Quiero que te corras tan fuerte que bandadas de pájaros
salgan volando de los árboles”.
La presión se acumula alrededor de mi clítoris y mi respiración se vuelve
entrecortada. Me retuerzo y me sacudo bajo su toque, mi coño unta jugos
sobre su enorme polla.
El placer es demasiado intenso. No puedo contenerme mucho más,
pero estoy decidido a hacer que este momento dure.
"Cum para papá", dice en un gruñido bajo.
Un orgasmo atraviesa mi cuerpo, encendiendo mi pelaje. Arqueo la
columna, echo la cabeza hacia atrás y grito. Bigfoot continúa jugando con
mi clítoris, empujando mi placer a estados superiores de delirio.
Su pene se encoge hasta la circunferencia de su antebrazo, y me
levanta sobre sus caderas. Me agacho, guío su erección hacia mi coño
hambriento y agradezco a las estrellas que tenga el pene más versátil del
mundo.
"Eres tan apretado", gruñe, sacudiendo las caderas.
"Eres tan jodidamente grande", le respondo a través de respiraciones jadeantes.
Todavía me estoy corriendo, pero golpea mi punto dulce una y otra
vez, volviendo mi visión blanca. Mis sentidos se sobrecargan y ya no
puedo sentir mis piernas cuando él desencadena otra
orgasmo.
“Esa es mi chica”, dice, su voz llena de calidez. “Me encanta la forma
en que te corres alrededor de mi polla y la aprietas con tus músculos. Me
encanta la forma en que me ordeñas mi semen”.
"Mi semen", le digo al vínculo.
Su pecho vibra como lo hace cuando está complacido. "Todo tuyo."
Mueve sus caderas en círculos suaves, su polla se alarga y se acorta
dentro de mi coño y hace todo el trabajo. Mi orgasmo eventualmente se
desvanece, dejándome recostada sin huesos contra su pecho con mis
piernas abiertas y mis músculos aferrándose a su erección.
La erección de Bigfoot tiembla y se hincha como si estuviera a punto de
estallar.
—Dámelo —digo, mis palabras arrastrando las palabras.
Mis manos ya están entre mis piernas cuando su pene se retira, y
envuelvo mis dedos alrededor de su longitud mientras se expande para llegar
a mi boca.
"Eso es todo", dice. "Bombéalo fuerte, hazme correr, traga todo mi
semen".
Con un gemido, paso mis manos arriba y abajo de su eje, que todavía
está resbaladizo con mis fluidos. El pecho de Bigfoot se aprieta en mi espalda,
sus músculos abdominales se contraen. Está cerca.
Lo tomo en mi boca, hago girar mi lengua alrededor de su bulbosa
cabeza, y azoto la parte plana de ella de un lado a otro sobre su raja.
Precum fluye en mi boca, haciéndola agua. Lo trago, ahueco mis mejillas y
aplico succión.
"Buena chica", gime. "Así."
Ambas manos frotan arriba y abajo su eje, animándolo a brotar. Las
venas y crestas de su erección se vuelven más prominentes, diciéndome que
está cerca. Quiero sacar su placer, hacerle rogar, pero estoy tan ansiosa por
otro sabor de él que cierro mis labios alrededor de mi boca llena de polla y
tarareo.
Bigfoot gime, sacude las caderas y sale a borbotones. Mi boca se llena
con un líquido caliente y almibarado que me recuerda al caramelo salado.
Trago bocado tras bocado, mis manos bajan entre sus piernas para apretar
sus pesadas bolas.
"FFaye", gime.
"¿Te gusta que?" Pregunto.
"Mierda. Sigue ordeñando mi polla —gruñe. "Drena mis bolas hasta que
esté seco".
Muevo mi cabeza arriba y abajo de su eje, llevándolo tan atrás como
puedo por mi garganta. Es difícil con su polla temblando e hinchándose
con cada chorro.
Bigfoot se estremece debajo de mí, su enorme cuerpo bombea a mi
orden. Mi boca, manos y lengua trabajan en armonía para extraer cada
preciosa gota. Eventualmente, después de una eternidad de dicha, su
cuerpo se relaja, luego se recuesta y me atrae a su lado.
Su polla aún permanece en mi boca, y lamo las últimas gotas antes
de liberar su eje suave. Respira pesadamente y suspira.
"Estoy agradecido de que me hayas ayudado a vencer al lobo terrible", dijo.
murmura en el vínculo.
"¿Hmmmmm?"
Habría sido difícil superarlo a él y a sus secuaces para llegar a la
rosa, y no sé si podría sobrevivir a tus apetitos sin la ayuda de su magia.
Me acurruco contra su espalda. “Es tu culpa por ser tan
delicioso."
Apretando sus brazos alrededor de mi cintura, acaricia mi cuello,
haciendo que mi pecho ronronee. Esto es probablemente una cosa del
embarazo, pero nunca me he sentido más feliz.
Bigfoot y yo dormimos una siesta, la suave brisa refresca nuestro
pelaje. Las abejas zumban, los pájaros pían en la distancia y mi pecho se
hincha con una emoción que no estoy lista para nombrar.
Estoy a punto de caer en un sueño más profundo cuando su cuerpo
se pone rígido.
"¿Qué ocurre?" Pregunto.
Bigfoot se sienta derecho, llevándome con él. Él frunce el ceño,
su mirada fija en los árboles que bordean.
Mis dedos se cierran alrededor de su antebrazo. "Dime."
"Intrusos humanos".
"¿Brian?"
Se pone de pie. “Hay demasiados para contarlos, pero
Brian está entre ellos”.
Cierro los ojos con fuerza.
Oh, mierda.
¿Qué diablos está tramando Brian ahora?
Capítulo veintitrés
I Me pongo de pie, mis piernas aún temblando por las réplicas
del orgasmo más placentero. Bigfoot sostiene mis hombros,
manteniéndome firme, pero es difícil mantener la compostura
sabiendo que Brian ha regresado con refuerzos.
"Faye, debes retirarte a la casa del árbol". Los dedos de Bigfoot
se aprietan alrededor de mis hombros.
"Está bien", respondo, mi mirada clavada en unos ojos ámbar
que arden con furia. "Pero te vienes conmigo".
Debo ir con Brian.
Los celos cortan mi pecho, haciéndome estremecer. La emoción
es irracional, considerando que Brian nos traicionó a ambos de
múltiples maneras diferentes, pero no puedo evitar recordar que
alguna vez fueron amantes.
"¿Por qué irías allí?" Mi voz se quiebra.
"Una gran cantidad de humanos invadiendo mi territorio solo
puede significar una cosa". Inhala una gran bocanada de aire. "Por
el olor de la pólvora, supongo que son cazadores".
siseo entre dientes. "¿Está seguro? Esa es una razón más para
mantenerse alejado. ¿Qué pasa si tienen ametralladoras y
—”
Bigfoot coloca un dedo grueso sobre mis labios. “Calla, Faye. I
se mantendrá fuera de la vista.
"¿Cómo?" Pregunto a través de nuestro vínculo. "Eres enorme".
Envuelve sus brazos alrededor de mi espalda y me atrae hacia su cuerpo más
grande. Mi barriga es tan grande que tengo que moverme hacia un lado para
descansar mi cabeza contra su pecho. Su corazón late fuerte y constante, lo cual es
una buena señal, considerando que estoy al borde del pánico.
“Soy un maestro del camuflaje”, responde. "No te preocupes.
Me mantendré a salvo.
Cada instinto en mi cuerpo quiere aferrarse a Bigfoot para siempre y nunca
dejarlo ir. Esta parte del bosque está aislada y Brian no tiene la posibilidad de poder
navegar por las vías fluviales.
Inhalando el aroma masculino de Bigfoot, dejé que mis párpados se cerraran.
Permanecemos juntos durante varios segundos, su presencia es un bálsamo para
mis nervios agotados. Incluso el bebé, que había comenzado a moverse, ahora se
relaja para volver a dormir.
Finalmente, retrocede y me toma en sus brazos. "Lo haré
llevarte a la casa del árbol.
"Está bien", digo con voz áspera. “¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”
“Mantente a salvo y fuera del camino”, dice, sus palabras son ásperas.
Brian y los cazadores nunca deben saber tu ubicación.
Asiento con la cabeza, mi garganta espesa. Algo terrible está por suceder y no
sé cómo detenerlo. Bigfoot me lleva a través del campo de bálsamo de limón y hacia
la sombra del
árboles, con la familia de ciervos flanqueándonos a ambos lados.
Las hojas susurran a nuestro alrededor, llevadas por la brisa, pero los pájaros
dejan de cantar y todos los animales más pequeños se quedan quietos, pareciendo
sentir la tensión en el aire.
"¿Puedes pedir ayuda a los otros reyes del bosque?" Pregunto.
“Desafortunadamente, no”, responde. “Somos criaturas territoriales
y es más probable que nos ataquemos entre nosotros que trabajar juntos
contra los humanos”.
"¿Incluso si eso significa ponerse en riesgo?"
Él suelta una carcajada. "Quizás hay algo en la sangre real que dice
que solo puede haber uno".
"O tal vez es la maldición".
El asiente.
Después de llevarme a la casa del árbol y colocar todo tipo de
animales salvajes en la base de su tronco y pequeños
criaturas y pájaros alrededor de las ventanas, besa mi frente y desaparece
por la puerta.
Camino por la habitación de madera, tratando de distraerme del
peligro que se avecina. Se necesita cada gramo de autocontrol para no
usar nuestro vínculo. Lo último que Bigfoot necesita en este momento es
una distracción. Enderezo la cama, clasifico las nueces e incluso hago un
arma improvisada con una ramita.
No importa cuánto intente no pensar en las últimas maquinaciones
de Brian, mi mente vuelve a su plan para convertir mi embarazo en un
reality show en línea.
¿Qué pasa si ya capturó suficientes imágenes para decirle al
mundo sobre Bigfoot?
"¿Su Majestad?" pregunta Levander.
Me giro hacia la ventana y cierro la mirada con el búho nival.
"¿Qué es?"
“Trata de no preocuparte. Su Majestad tiene todo bajo control.
Te protegeremos a ti y a tu hijo, pase lo que pase”.
Le ofrezco una sonrisa tensa, a pesar de que mi corazón se hunde en el
sugerencia de que algo podría pasarle a Bigfoot.
“¿Pueden los otros animales decirte lo que está pasando allí?”
"No." Agita sus alas y se posa sobre la mesa redonda.
"Pero por la quietud del bosque puedo decir que Su Majestad no está en
peligro".
"Gracias", digo con un suspiro.
"¿Quieres algo de comer?"
Froto la parte de atrás de mi cuello. Ya desayunamos sashimi de trucha
y la idea de comer me revuelve el estómago. Mi mirada se dirige de nuevo a
Levander, quien asiente con la cabeza y rebota sobre sus garras, luciendo
tan ansioso por ayudar.
“En realidad, me encantaría algo dulce. Usted tiene alguna
de esas fresas diminutas?
Con un fuerte asentimiento, se va, dejándome con los animales no tan
habladores.
Me acuesto en la cama y estiro los brazos y las piernas. Es tan vasto y
vacío aquí sin Bigfoot. No hemos pasado mucho tiempo separados desde el
día que viajamos a la caverna, así que incluso una hora lejos de él se siente
como una eternidad.
Sintonizándome con nuestro vínculo, trato de sentir sus sentimientos.
Bigfoot suele enviarme pensamientos cuando necesita comunicarse, pero
tengo la costumbre de decir las cosas en voz alta.
Poco a poco, recojo emociones, sobre todo fuerza y determinación. Hay
un breve momento de sorpresa cuando se da cuenta de que estoy
escuchando a escondidas, seguido de una oleada de calidez.
Él no dice nada, y yo tampoco. Lo que sea que esté haciendo tiene que
ser peligroso. Brian es un cobarde y no habría regresado aquí sin protección
después de hacer un truco tan malvado. Bigfoot estaba lo suficientemente
enojado porque lo engañaron para dejarme embarazada, pero el complot
de Brian para transmitirnos a Internet fue atroz.
Una imagen se forma en mi mente. Al principio, es el follaje denso de
un arbusto. Las grandes manos de Bigfoot separan los arbustos para revelar
un claro en el borde del bosque lleno de humanos. Cada uno lleva mochilas,
armas y cámaras. Dos de ellos sostienen una pancarta que dice:
EXCURSIONES DE AVISTAMIENTO DE PIES GRANDES DE BRIAN.
Que pendejo.
Dejo de contar a los humanos después de veinte porque estoy tan
dolorosamente consciente de que Bigfoot está a distancia de caza.
"¿Su Majestad?" pregunta una voz ululante.
Es Levander, sentado en el respaldo de una silla de comedor con las
alas extendidas. Enormes hojas cubren la mesa, cada una de las cuales
contiene fresas de diferentes colores, cada una de una cuarta parte del
tamaño habitual.
"Por favor, relájese y disfrute de su fiesta", barre en voz baja.
arco.
"Gracias." Me acerco a la mesa, mi mirada vagando hacia las ardillas y
los búhos que se amontonan en la ventana. "Esto luce delicioso."
Me aseguro de probar al menos una baya de cada montón, enfocándome
en su dulzura y ricos sabores como una distracción de la mierda de Brian.
Si todo sale bien, Brian les dará un recorrido por el bosque, les mostrará
algunas huellas de aspecto dudoso y todos lo denunciarán como estafador y
exigirán un reembolso.
Una risa burbujea en mi pecho. eso es lo mejor posible
resultado.
Un zumbido peculiar rasga el aire, distrayéndome de mi fiesta. Levanto la
cabeza y encuentro a los animales dispersándose por el alféizar de la ventana,
con los ojos muy abiertos por el miedo. Un dron vuela hacia nuestro árbol, sus
cuchillas cortan el aire.
Me siento inmóvil, mi pulso late lo suficientemente fuerte como para ahogar
el zumbido.
“Por favor, mantén la calma” , dice Levander, su voz se eleva con pánico.
“Si nos quedamos quietos, estoy seguro de que se irá volando”.
Él está equivocado.
Las luces rojas del dron parpadean, lo que indica que está capturando
imágenes. Necesito agarrarlo, partirlo por la mitad y asegurarme de que nunca
regrese a Brian.
Con unos cuantos pasos rápidos, llego a la ventana y atrapo el dron en el
aire. Gruñendo, lo aplasto con mis dedos y lo tiro al suelo.
“Traviesa, traviesa, pequeña Faye”, dice una voz metálica desde los
escombros. "¿Honestamente pensaste que no llevaría un registro de mi pequeño
proyecto?"
Mi mandíbula cae. "¿Brian?"
Capítulo Veinticuatro
PAG
El pánico me golpea en el pecho, haciendo que mi corazón dé un
vuelco. Tropezo alejándome del dron roto, mi mente gira en espiral.
¿Cómo consiguió Brian un dispositivo de tan alta tecnología? ¿Tiene
más? ¿Puede acceder a nuestra casa del árbol?
Me sacudo esas preguntas. Sus respuestas son demasiado obvias.
Lo que realmente necesito preguntar es si él y los otros humanos son
cercanos.
“Sí, soy yo”, dice Brian, su voz resuena en la máquina rota. “Puedes
correr, puedes romper mis juguetes, pero nunca puedes esconderte”.
Levander y yo intercambiamos miradas de asombro, pero no me
atrevo a hablar de nuevo. No importa porque Brian se echa a reír.
"Sabía que había una posibilidad de que no cooperaras con
el programa, así que establecí un plan de contingencia”.
"¿De qué estás hablando?" susurro, mi voz ronca.
“¿Recuerdas cuando Bigfoot nos trajo truchas para comer después
de nuestro trío? Estaba drogado”, dice, su voz mareada por el triunfo.
"Después de que Bigfoot te jodiera sin sentido, le di una comida de
pescado mezclada con ketamina incolora, inodora e insípida".
Mi mandíbula se cierra con fuerza, mis dientes lo suficientemente duros
como para romper el esmalte. Brian habla como un villano de película, cada
sílaba golpea mis nervios como dagas. Tiene que estar actuando para una
audiencia.
"Ve al grano", gruñí.
"Tuve que drogarte, por supuesto, para que no te dieras cuenta de que
te inserté el microchip".
"Micro"
Las náuseas se arremolinan en mi estómago y golpean la parte posterior
de mi garganta, acompañadas por un sonido que es en parte un grito y en
parte un sollozo. Me tapo la boca con una mano, no queriendo darle la
satisfacción de mi sorpresa.
"¿Dónde está?" digo con voz áspera, ya sabiendo que él nunca me dará
una respuesta.
Se queda en silencio durante varios latidos tensos antes de finalmente
responder: “No importa dónde te escondas en este bosque, siempre te
encontraré. Y por los videos que acabo de capturar, parece que el embarazo
ha cambiado tu especie”.
"Su Majestad, debemos irnos", dice Levander en mi
mente.
El tiene razón. La hermosa casa de Bigfoot ahora está comprometida.
Quedarse aquí por más tiempo sería como invitar a todo el mundo a trepar
al árbol y tomar selfies de la mujer mono embarazada. Nada de eso importa
debido a los rastreadores.
Giro sobre mis talones y me alejo corriendo del dron roto, solo para que
Bigfoot atraviese la puerta, con los ojos desorbitados por el pánico.
"Faye". Me toma en sus brazos. “Sentí tu alarma
a través del vínculo. ¿Lo que ha sucedido?"
“Tenemos que salir de aquí, ahora mismo. Te lo diré en el camino.
Bigfoot me lleva fuera de la puerta y hacia la pequeña plataforma de madera
que rodea nuestra casa del árbol. Agarra una enredadera, se desliza hasta el
suelo y aterriza agachado.
Los animales que colocó alrededor de la base del cambio de tronco
a un lado, con el pelaje de punta. Incluso el sol, que brillaba hace una hora,
ahora se esconde detrás de una nube. Todos parecen nerviosos, conscientes
del peligro inminente.
Cassandra y su compañero son los únicos en acercarse.
No hay ni rastro de los cervatillos, que espero se hayan escondido.
Agarrando el brazo de Bigfoot con una mano, señalo con la otra hacia la
piscina. Tenemos que ir a algún lugar al que no puedan llegar.
Brian nos encontró con un dron.
"¿Zumbido?"
“Es un objeto volador con cámaras…” Mi voz se apaga y le envío el recuerdo
del objeto que voló hacia la casa del árbol.
Bigfoot enseña los dientes en un gruñido. "¿Te tocó?"
"No, pero probablemente esté de camino hacia aquí con otros".
Con un gruñido, Bigfoot salta a la piscina. "Si atrapo a ese bastardo, le
arrancaré la cabeza".
Mi estómago se tambalea mientras nos sumergimos más profundamente
en el agua, y mi corazón late lo suficientemente fuerte como para ensordecer al
bebé. Mientras le explico lo de los microchips que Brian está usando para
rastrearnos, el pavor envuelve sus bobinas alrededor de mi cuello, haciéndome
atragantar. No es porque estemos viajando tan rápido, sino porque estoy
aterrorizado por nuestro futuro.
Mis dedos se deslizan alrededor del cuello de Bigfoot, buscando parches
duros de piel. Su pelaje es tan denso que todo se siente igual. Sin un afeitado de
cuerpo completo y un imán fuerte, ninguno de nosotros tiene la más mínima
esperanza de encontrar los microchips.
"¿Estás bien?" pregunta Pie Grande.
“¿Qué cojones vamos a hacer, ahora que esta gente
¿Conoces nuestra ubicación?
“Cualquier amenaza para ti y el bebé no dejará el bosque con vida”.
Exhalo un largo suspiro. “El problema es más grande que esos cazadores.
Si alguna grabación se filtra a Internet, estamos jodidos”.
Su gruñido resuena en mis oídos. "Entonces, todo ser humano que venga
aquí a buscarnos perecerá".
Emergemos en una parte desconocida del bosque, donde crece musgo en
todas las superficies y la piscina está rodeada de árboles retorcidos. A nuestra
izquierda hay una escalera de escombros que se extiende hasta un
cueva.
Gruesos hilos de líquenes crecen desde la entrada como cortinas, dándole
un aire de misterio.
"¿Qué es este lugar?" Pregunto.
"El joven rey Eduardo se escondió aquí de los realistas después de su
maldición". Bigfoot me saca del agua. “También es donde trajo a su esposa
cuando ya no pudo ocultar los síntomas de su embarazo”.
Miro hacia la entrada de la cueva con una nueva sensación de
temor.
Pero, ¿y los microchips? Pregunto.
“Mientras permanezcamos aquí, nadie nos alcanzará”, dice mientras
sube los escalones irregulares. "Solo los pájaros, los peces y otros de mi
especie pueden acceder a esta parte del bosque".
Sus palabras me dan algo de consuelo, aunque me estremezco al pensar
que Brian nos encontrará de nuevo con uno de sus drones. Envío una palabra
silenciosa de oración a cualquiera que escuche que la cueva puede amortiguar
las señales electromagnéticas.
“Entremos y descansemos”, dice.
Bigfoot abre la cortina de líquenes y me lleva a través del umbral. El aire
húmedo enfría la piel debajo de mi pelaje, y mis fosas nasales se llenan con
el dulce olor a musgo.
La entrada de la cueva está oscura y húmeda, pero mis ojos pronto se
adaptan a la falta de luz. Atravesamos los estrechos muros y bajamos por
una pendiente hacia una gran cámara dispuesta alrededor de un pozo de
fuego.
Diminutos pasos resuenan desde atrás. Miro hacia abajo para encontrar
ardillas y conejos corriendo delante de nosotros, cada uno con tallos de flores
de gosipio con sus capullos parecidos al algodón.
"¿Lo que está sucediendo?" Pregunto.
Bigfoot hace un gesto hacia una plataforma baja al lado de la hoguera.
“Están preparando tu cama”.
"¿No te refieres a la nuestra?"
Él niega con la cabeza. “Esas patadas que sigues experimentando son
señal de que el bebé está listo para nacer. Debes quedarte aquí mientras te
ayudo a dar a luz.
El temor en mi estómago se intensifica a la luz de los peligros recientes.
Brian debe haber elegido este momento para descender sobre nosotros
porque sabía que seríamos más vulnerables.
"¿Está seguro?" Yo susurro. "Tal vez podamos retrasar el
nacimiento".
Bigfoot acaricia mi cuello. "Pase lo que pase, te protegeré con mi
vida".
Sus palabras deberían darme consuelo, pero no lo hacen. Estos
meses que he pasado aquí en el bosque con Bigfoot han sido los
momentos más felices de mi vida. No puedo imaginar seguir sin él.
El bebé patea tan fuerte que me tiro hacia adelante con un grito ahogado.
"Faye", dice Bigfoot, apretando sus brazos alrededor de mí.
"Oh, no", me quejo. "Tienes razón. Bájame, el bebé
quiere salir.
Me coloca sobre mis manos y rodillas sobre la cama de
brotes de gosipio y se coloca en mi parte trasera.
“Espera,” digo, mi voz temblando. "¿No debería estar acostado
boca arriba?"
“Esta posición me permite iniciar el proceso de entrega”.
Dedos gruesos se deslizan a través de mis pliegues y juguetean con mi clítoris
hasta que se hincha. "Las mujeres humanas no pueden dar a luz a los de nuestra
especie sin estimulación adicional".
Un gemido se escapa de mis labios y mi espalda se arquea
mientras el placer se intensifica. Nunca he oído nada como esto, pero
tiene un sentido extraño. Los orgasmos hacen que el útero se
contraiga y las contracciones son las que dan a luz a los bebés.
El bebé patea de nuevo, pero apenas siento el dolor porque la
boca de Bigfoot se encuentra en mi coño. Hace largos movimientos
de ida y vuelta con esa lengua texturizada, y la presión en mi centro
crece y crece hasta que se me cruzan los ojos.
"Respiraciones profundas", dice Bigfoot en nuestro vínculo. “Necesitas
seguir enviándote a ti y al bebé aire fresco”.
"Bbien".
El sudor brota a través de mi piel mientras el placer viaja por mis
extremidades, haciéndolas temblar. Estoy tan acalorada, mojada y necesitada
que pierdo la noción de todos los pensamientos sobre Brian y los humanos e
incluso sobre el bebé. Una niebla de lujuria se nubla en mi mente, dejándonos
solo a mí, Bigfoot y su lengua inteligente.
"Buena niña. Usted está haciendo tan bien."
El calor inunda mi pecho ante su alabanza, y un orgasmo me atraviesa
con una oleada de euforia. Mis brazos colapsan, mi cabeza golpea el suave
lecho de flores, pero las grandes manos de Bigfoot mantienen mis caderas en
alto.
"Oh, mierda", digo con respiraciones jadeantes. "Eso fue genial."
"Acabamos de empezar", gruñe, su voz profunda y cruda. "Dame otra."
Antes de que pueda protestar y decirle que ni siquiera he completado el
primer orgasmo, aprieta sus labios alrededor de mi clítoris y lo chupa. La
sensación me patea en el centro, haciendo que mis piernas se levanten de la
cama improvisada. Lo único que me impide lanzarme al techo rocoso son los
fuertes brazos de Bigfoot.
“Sí,” siseo, todo mi cuerpo temblando de necesidad.
“Córrete para mí, mi amor”, canta Bigfoot. "Romper su
agua con el próximo clímax.”
Un sonido penetra mi niebla de lujuria. es el whumpwhump
golpeteo de las palas de un helicóptero.
Un golpe frío corre por mis venas y atraviesa mi corazón.
Maldito infierno.
Se suponía que esta parte del bosque estaba aislada.
Bigfoot nos trajo aquí para contrarrestar a los rastreadores, pero ese
bastardo encontró otra forma de capturarnos.
Capítulo Veinticinco
T El rugido atronador del helicóptero corta mi paz interior. Cada
rotación de sus cuchillas me infunde tanto terror que cada músculo de
mi cuerpo se paraliza.
La cabeza de Bigfoot se levanta y tira de mí para ponerme de pie.
"¿Cómo nos alcanzaron?"
"¿Recuerdas lo que te dije sobre el rastreador de Brian?"
Le envío una imagen de un helicóptero, haciéndolo silbar entre dientes.
“Otro dron”.
"Más o menos, solo lo suficientemente grande como para transportar humanos".
Tiro de su brazo. "¿Esta cueva tiene una ruta de escape?"
Sus fosas nasales se ensanchan, y su pecho sube y baja con
respiraciones agitadas. Cuando su ceño se tensa con una ominosa
forma de determinación, agarro su brazo.
"¿Qué estás pensando?" Yo susurro.
Brian y los demás humanos seguirán persiguiéndonos hasta que
nos capturen o mueran.
Mi garganta se aprieta. El tiene razón.
Bigfoot se vuelve hacia mí, sus ojos ardiendo. “Escaparás al valle,
donde Levander te estará esperando para ayudarte con
Cassandra y los demás.
"¿Qué vas a hacer?" Mi mano aprieta su bíceps.
“Tengo pájaros y ardillas esperando para hacer su ataque. En
la distracción, acabaré con todos los humanos.”
"¿Qué? ¡No! Tienen armas.
“Y tengo que protegerte a ti y a nuestro hijo”, dice en nuestro vínculo.
"Ve ahora. Me reuniré contigo más tarde.
“Pero Pie Grande—”
"Ahora", ruge.
Me tambaleo hacia atrás, mi corazón latiendo contra su jaula.
Bigfoot nunca me ha levantado la voz en todo el tiempo que hemos estado
juntos.
Los pasos resuenan desde la dirección de la entrada, acompañados de
una charla emocionada.
Los ojos de Bigfoot brillan, sus esquinas están grabadas con dolor.
"Dejar. No puedo dejar que me veas masacrar a todo un grupo de humanos.
Un dolor se forma en mi pecho. No me importa que sea mortal y capaz
de una carnicería masiva. No me importa si les arranca la cabeza y se baña
en su sangre. Simplemente no quiero verlo herido.
“Lo único peor que dejarte solo es verte capturado”, dice con la voz
entrecortada. "Tenerte aquí solo me hará tirar mi vida para proteger la tuya".
Me apresuro a sus brazos, le doy un beso en los labios y salgo corriendo.
Los gritos resuenan a través de la cueva, haciendo que mi corazón salte.
Suena como el trabajo del ejército de bichos de Bigfoot.
“No te detengas, pase lo que pase”. dice en el vínculo.
“Ven conmigo”, le respondo. "Deja que los roedores se coman vivos a
los humanos".
Su risa profunda resuena a través de mi cráneo, pero luego el vínculo se
vuelve silencioso.
Intento comunicarme con él, pero es como si hubiera cerrado la puerta
de nuestra conexión y hubiera arrancado la llave. Las lágrimas pican en la
parte de atrás de mis ojos. Cree que no puedo manejar una matanza masiva,
pero está subestimando a los humanos.
Al primer disparo, el corazón se me sube a la garganta. Un pie tropieza
con el otro y me detengo.
"¿Pie Grande?" Trato de llegar a él a través del vínculo, pero es
silencioso.
Disparos y gritos resuenan a través de las paredes cavernosas, junto
con el rugido de Bigfoot. Mi piel se pone de punta. Un enorme puño de terror
se aprieta alrededor de mi garganta, asfixiando mi aire. tengo que dar la
vuelta Tengo que salvarlo.
Estoy a punto de hacer mi camino hacia Bigfoot cuando un dolor agudo
me atraviesa el dedo del pie. Una ardilla salta de mi pie y apunta su pequeño
brazo hacia el túnel de escape.
El tiene razón. No puedo hacer nada en mi condición. No cuando los
humanos allá atrás están agitados y disparando como si fuera la temporada
de caza.
Continúo por el corredor oscuro, tratando de huir de la culpa que me
invade. Regresar solo me convertiría en un objetivo. Volver me convertiría en
una distracción. Volver le hará daño a Bigfoot.
El mantra recorre mi cabeza hasta que las palabras se vuelven un rugido
sordo. Momentos después, salgo a una abertura rocosa en el valle con una
pequeña piscina.
Un ruido sordo resuena desde atrás, seguido de estridentes vítores.
Mi corazón se desploma a mis pies.
Han capturado Bigfoot.
O peor.
Podría estar muerto.
“Trae a la hembra”, grita alguien.
Esa es la patada en el trasero que necesito para seguir moviéndome.
Corro hacia la piscina y me tiro de cabeza, con la mente fija en lo único que
podría ayudarnos a salir de este lío.
La Rosa Blanca de York.
El agua me golpea por todos lados, de alguna manera me doy cuenta de
que no tengo derecho a usar este método de transporte. Lo único que evita
que me ahogue es la vida en mi vientre. Puede que sea un intruso humano,
pero estoy esperando al heredero de Bigfoot.
Mantengo los ojos cerrados y me concentro en mi destino. Si Bigfoot está
herido o cerca de la muerte, podría revivirlo con un pétalo.
Eventualmente, la corriente me empuja a la superficie y salgo de lo que
parece un charco de lodo. Por la pronunciada pendiente del suelo y las
enredaderas superiores, puedo decir que estoy en lo profundo del territorio del
lobo terrible y en el punto más cercano al
rosa.
Más adelante está la boca de la cueva donde Bigfoot y yo jugamos a la
persecución. Me pongo de pie a trompicones, sacudo el lodo de mi pelaje y
camino hacia arriba.
Mis manos tiemblan demasiado en este momento para manejar las vides,
y mi corazón duele tan dolorosamente por la preocupación que apenas puedo
mantente erguido
Bigfoot tiene que estar vivo.
No podría soportarlo si se fuera, pero estoy dispuesto a dejarlo todo para
salvarlo.
Para el último tramo del viaje, trepo por la enredadera y entro en el pasillo
oscuro. Mis pies se arrastran por el suelo rocoso, pesados por el peso de mi tarea.
Incluso si tomo algunos pétalos de rosa, todavía necesito atravesar a los cazadores
y dárselos a Bigfoot. ¿Y si ya está muerto?
Me sacudo ese pensamiento y continúo a través de las estrechas paredes.
Brian necesita Bigfoot vivo, de lo contrario no hay ingresos por suscripción para
su reality show en Internet. Un Bigfoot muerto es un golpe de suerte único, pero
uno vivo con una pareja y un hijo es una mina de oro.
La furia impulsa mis pasos, quemando los últimos restos de mi dolor. Camino
por el bosque subterráneo, empujando a un lado helechos y ramas colgantes que
bloquean mi camino.
Finalmente, veo el brillo blanco familiar y acelero el paso. De pie, orgullosa
entre hojas verdes brillantes, se encuentra la Rosa Blanca de York.
"Gracias a Dios." Alcanzo un pétalo, pero una mano grande agarra mi muñeca
y me jala hacia un cofre peludo.
"Lo lograste", le digo con un grito ahogado.
Él me mira, su rostro se divide en una amplia sonrisa.
Algo está mal en sus rasgos. Son tan similares a los de Bigfoot, pero les falta la
calidez. Sus ojos ámbar son agudos y depredadores, haciéndome sentir como un
bocado que está a punto de devorar.
Esto no es Pie Grande.
Este es alguien más.
Alguien mayor, más hastiado, menos amable.
Se inclina cerca, su mano apretando mi muñeca, toma una
olfato profundo y gemidos.
"Bigdick, a tu servicio", dice, sonando nada como
mi compañero. “Creo que estás embarazada de mi nieto”.
Capítulo Veintiséis
METRO
Me quedo boquiabierto y miro boquiabierto al padre de Bigfoot,
preguntándome por qué está aquí con la rosa. Su brazo libre serpentea
alrededor de mi espalda, sosteniéndome firme, aunque mis piernas no se han
doblado.
"Tenemos que salvar Bigfoot", digo en voz alta. “Humanos
nos siguieron hasta el santuario del rey Eduardo y lucharon...
"Necesitas ayuda", dice, su mirada recorriendo mi forma.
Por primera vez en meses, me siento desnuda, a pesar de que estoy
cubierta por un denso pelaje. La mirada del padre de Bigfoot se detiene en
mis pechos hinchados y pezones alargados antes de posarse en mi vientre.
“Necesitas ayuda para dar a luz”, repite y se lame los labios.
Mi piel se pone de punta. Esta es la criatura de la que me advirtió el lobo
terrible. El rey del bosque que embarazó a la madre de Bigfoot durante su
parto. Sonaba como una mierda en ese momento, pero todo tiene sentido
sabiendo que las mujeres humanas solo pueden dar a luz mientras tienen
orgasmos múltiples.
Me aclaro la garganta. "Señor"
"Llámame Bigdick".
Mi estómago se revuelve. Ese nombre suena completamente
inventado, y que me condenen si digo algo tan sugerente. “Eh…
Sr. Biddik.
"Grande. Dick”, pronuncia cada sílaba.
La amargura se agita en mis entrañas y hace su descenso viscoso
hasta el fondo de mi garganta. Esta criatura no está aquí para salvar a su hijo.
Sólo está aquí para ayudarse a sí mismo. El bebé me da una patada en el
estómago con un estallido de dolor que me hace estremecer.
Los ojos de Bigdick relampaguean y muestra sus afilados dientes.
"Venir."
Un escalofrío recorre mi columna vertebral. "Déjame ir."
“¿Sabes lo que les sucede a las mujeres que ignoran el
necesidades de sus bebés?” él pide.
Me escabullo de su medio abrazo pero no puedo soltar su agarre en
mi muñeca. "Necesito salvar a Bigfoot".
“Mi hijo ha caído ante los humanos. Su territorio está comprometido.
Hizo el último sacrificio para permitirles capturarlo y ahora se irán y nunca
regresarán”.
"Te equivocas." Me tiro de mi brazo.
Los ojos de Bigdick se estrechan.
“Uno de los humanos sabe que existo. Él sabe que estoy embarazada
del hijo de Bigfoot y no dejará de cazar en este bosque hasta que me
encuentre”.
Sus rasgos se tensan y mira directamente a mi alma, como si evaluara
la verdad de mis palabras.
“Tienes una última oportunidad”, gruñe Bigdick. "Ven con
yo y"
“Los humanos me seguirán con su tecnología. Luego invadirán tu
territorio y terminarás en la misma jaula que Bigfoot”.
Muestra los dientes y gruñe. "Eres una mujer obstinada".
"Amo a tu hijo." Las palabras escapan de mi mente antes de que pueda
detenerlas.
Los ojos de Bigdick se agrandan y suelta mi brazo con un siseo.
Mierda. No quise decir eso, y no quise hablarle al alma de este extraño.
Me pongo tenso, esperando que tome represalias o que me golpee
en la cabeza y me arrastre de vuelta a su territorio, pero se vuelve hacia
la rosa, arranca un puñado de pétalos y se aleja.
"Mujer tonta", gruñe. “Si te acercas a la
humanos, fracasaréis.
“Es mejor vivir en una jaula con Bigfoot que ser libre sin él”, le digo
a su espalda que se retira.
Sus pasos vacilan y sus hombros se elevan hasta las orejas.
Contengo la respiración, esperando que me responda. Por lo que
entiendo, ningún rey del bosque ha logrado quedarse con la madre de
su hijo después del nacimiento, y la madre de Bigfoot incluso arriesgó
su vida y escapó.
Bigdick me mira por encima del hombro y ruge lo suficientemente
fuerte como para soltar las estalactitas. Me doblo en dos y me deslizo
hacia las ramas superiores, tratando de proteger mi vientre.
Para cuando la caverna se despeja, se ha ido.
Buen viaje.
La Rosa Blanca de York está torcida, dañada por el manejo brusco
de Bigdick. Mis labios se tensan, pero me acerco a la flor real, tratando
de encontrar algunos pétalos intactos.
No tengo idea de cómo funciona la magia, pero sospecho que
Las acciones de Bigdick han saboteado o debilitado su
fuerza.
Juntando mis manos sobre mi vientre y canalizando al bebé, le digo a
la rosa, “No me conoces, pero estoy esperando un heredero de la Casa
Real de York. La gente se ha infiltrado en nuestro territorio y ha capturado
a mi compañero. No sé si está vivo…
Un sollozo brota de mi garganta, y mi visión se nubla con lágrimas.
“No sé si sobrevivió al ataque, pero tengo que salvar
Pie Grande. Su hijo está a punto de nacer y no puedo hacerlo solo”.
La rosa brilla con un blanco incandescente, sus pétalos se enderezan.
“Por favor, préstame tu fuerza. Lo necesito para salvar al descendiente
más amable y noble de tu linaje.
La rosa mueve la cabeza y su brillo se desvanece.
"Gracias", susurro y arranco tres pétalos.
No se sabe qué efecto tendrán en algo tan delicado como un bebé por
nacer, así que no trago y solo los coloco entre mis labios. Mi plan es
imprudente y va en contra de las órdenes de Bigfoot, pero no puedo dejar
que viva el resto de sus años como un espectáculo. No soporto que Brian
lo explote por dinero.
Además, alguien necesita ayudarme a dar a luz al bebé.
Le doy a la rosa una profunda reverencia y regreso al charco de lodo.
El viaje a través de los cursos de agua es más fácil. No puedo decir si es
porque tengo la rosa o porque estoy viajando a una piscina que he usado
antes, pero todo mi cuerpo vibra con determinación.
Incluso el bebé deja de patearme tan fuerte, pareciendo calmado por la
rosa. Cuando salgo del agua, el sol desciende hacia la línea de árboles,
proyectando largas sombras sobre la multitud de tiendas de campaña que
llenan el claro.
Todo el mundo parece estar preocupado por una enorme estructura
blanca en el centro de todo para fijarse en mí y, a juzgar por la cruz roja en
su punto más alto, es donde realizan los primeros auxilios.
"Mierda", murmuro por lo bajo. “¿Cuánto cuesta Brian
¿Cargar a estos imbéciles por la oportunidad de capturarnos?
Mi mirada se desvía hacia la cabaña de madera que se suponía que era
mi hogar, la que desperté en la mañana después de que Bigfoot me dejara
embarazada. El halcón se posa en su techo, sus ojos fijos en mi escondite.
“Quédate quieto”, digo.
Él inclina la cabeza.
Miro de un lado a otro, observando mi entorno, notando los ojos
reflectantes de los animales escondidos en los árboles. Mi corazón salta.
Todos están aquí por su rey. Tiene que estar vivo.
"Bigfoot", le digo al vínculo, pero no hay respuesta.
No importa. Voy a buscar a mi hombre.
Salgo de la piscina, dejando que el agua se deslice por mi pelaje.
“Es un Bigfoot”, grita una mujer. “Novia de Pie Grande”.
Su voz detona una explosión de actividad, con un grupo de hombres
armados que salen corriendo de sus tiendas.
Levanto mis manos sobre mi cabeza y me congelo. Este plan tenía mejor
trabajo.
Todo el mundo parece apuntarme con una cámara o con un arma. Me
estremezco, esperando que Brian tenga el buen sentido de cortar Internet.
Un gilipollas materialista y perseguidor de influencias como él querría el control
total de todas las imágenes relacionadas con Bigfoot.
“Bajen sus armas”, dice una voz familiar.
Mantengo mis brazos en alto, no quiero que nadie se dispare
feliz, y giro mi mirada hacia el edificio de primeros auxilios.
Brian sale, luciendo como si hubiera encogido cinco pulgadas. Eso, o me
he acostumbrado tanto al volumen de Bigfoot que hace que todos se vean
insignificantes.
"Ella está embarazada", dice. "No dispares".
Trago saliva, esperando a que bajen sus armas, pero Brian pasa corriendo
junto a los demás y se para al borde de la piscina.
"Me diste muchos problemas". Mueve el dedo. "Su
una pequeña rabieta me hizo ganar una fortuna.
"¿Dónde está Pie Grande?" digo con los dientes apretados.
Alguien detrás de él jadea, como si no pudiera creer
Soy capaz del habla humana. Pueden ir a follar.
“Él asesinó a la mitad de mi tripulación”, dice Brian.
Las palabras flotan sobre mí como una brisa, la única parte de mí que
registra que estas personas trabajan para mi ex. Archivo ese conocimiento
para más tarde.
"¿Dónde está?" Pregunto.
“Dormir los dardos tranquilizantes en la jaula”.
Los nudos en mi estómago se deshacen, y la opresión en mi pecho se alivia un
poco, permitiéndome exhalar. Parpadeo para contener las lágrimas de felicidad y trato
de ocultar mi alivio.
Pie Grande está vivo.
"¿Quieres verlo?" Brian engancha su pulgar hacia la primera
edificio de ayuda.
Me pongo rígido, sin entender cómo Brian puede ser tan casual sobre la muerte de
sus trabajadores y el hecho de que yo
frustró sus planes de un reality show de televisión. Con un asentimiento, salgo de la
piscina y camino hacia el edificio de primeros auxilios.
Los escenarios pasan por mi mente. Si alguien carga, me haré a un lado. Si
intentan disparar, llamaré a los animales para que ataquen.
No puedo escalar hasta que Bigfoot esté libre.
Mierda. Va a estar tan furioso cuando descubra que corrí directamente hacia el
peligro.
Un hombre en el edificio de primeros auxilios abre la puerta y revela una jaula de
hierro del doble del tamaño de una cama doble. Bigfoot yace en su piso de madera, su
pecho sube y baja con respiraciones profundas.
Mi interior se calienta, y mi corazón hace un pequeño aleteo. Se ve tan tranquilo
así, como si estuviera durmiendo en la casa del árbol después de una noche de hacer
el amor.
“Abre la jaula”, dice Brian.
Miro a la derecha de la estructura, donde un hombre con una bata blanca de
laboratorio se levanta de su escritorio. Hay un monitor en él
mostrando una imagen de ADN y un estante de madera al lado del teclado lleno de
viales de sangre.
Mis labios se curvan, pero no hago comentarios.
No hasta que la jaula esté abierta y entro y me siento junto a Bigfoot. La puerta se
cierra detrás de mí con un fuerte sonido metálico. I
levanto la cabeza para encontrar al hombre de la bata de laboratorio girando una cerradura.
“Fuera”, le dice Brian.
El hombre frunce el ceño antes de retroceder, dejándonos solos en
el edificio de primeros auxilios.
"No eres la estrella más brillante del cielo, ¿verdad?" Brian
dice, su voz mareada por la alegría.
Ignorándolo, pongo a Bigfoot de costado y paso mis dedos por su
pelaje. Es denso y apelmazado, como dañado por el viaje en helicóptero.
Presiono mis labios para contener una reacción.
“Podrías haber corrido y salvado, pero entraste en esta jaula y te
capturaron”. Brian inclina la cabeza y sonríe. "¿Por qué?"
“Lealtad no es una palabra en tu vocabulario,” respondo. "No soy
va a abandonar Pie Grande.
Brian resopla. “¿Crees que puedes salvarlo? Lo van a estudiar y
diseccionar hasta que averigüemos qué lo hace
garrapata."
“¿Por qué harías algo tan horrible? Era tu amigo —digo.
“En este mundo, eres el depredador o la presa.
Bigfoot era débil”.
“Debería haberte aplastado el cuello y rellenado ese
cámara en tu garganta”.
Brian me lanza una sonrisa. "Ese habría sido el curso de acción
más sabio, pero Bigfoot eligió su destino".
Quieres decir que te dejó chuparle la polla espeto.
Estremeciéndose, Brian mira por encima del hombro, como si estuviera
atento a los espías. Luego se acerca a la jaula, mostrando los dientes. Cierra
la boca si quieres permanecer consciente.
Mi boca se cierra. Necesito dejar de enemistarme con este imbécil y
comenzar a alimentar a Bigfoot con pétalos de rosa. Hay un momento y un
lugar para castigar a Brian, y será después de que hayamos derrotado a los
humanos y le hayamos arrancado la flacucha polla.
Su mirada recorre mi cuerpo y se posa en mi vientre.
¿No tienes un bebé que dar a luz? Tengo muchas ganas de entrenarlo para
que se convierta en mi propia fuente de ingresos personal”.
La furia me quema las venas como fuego fundido y mis entrañas se
retuercen de rabia y repugnancia. Se me ensanchan las fosas nasales, pero
cierro los labios con fuerza y me obligo a no responder a la provocación.
Brian ni siquiera estará vivo para presenciar el nacimiento de mi hijo.
Me acomodo en el costado de Bigfoot y le doy un beso en los labios.
ignorando cómo Brian se agacha para ajustarse los pantalones.
"Eso es todo, Faye", dice. “Ponlo bien y duro, entonces
Puedes montar esa dulce polla.
Coloco una mano sobre nuestros labios unidos y trato de deslizar la rosa
pétalos en la boca de Bigfoot, pero sus mandíbulas están cerradas.
"Escúchame", le digo al vínculo. “Quédate quieto y finge
estar inconsciente. Tengo un plan para liberarnos a ambos.
Capítulo veintisiete
C Acurrucándome más cerca de Bigfoot, ignoro el repugnante comentario
de Brian. La culpa me aprieta por dentro cuando me doy cuenta de que una vez
fui como mi ex, solo veía a Bigfoot como una criatura para ser utilizada y explotada.
Me duele que solo quería Bigfoot para el sexo, que no me importaba su
soledad, su deseo de compañía o su enorme corazón. En ese entonces, estaba
preocupado por su enorme pene.
Al menos ahora, puedo ver la belleza de su alma y puedo sentir la profundidad
de sus emociones. Bigfoot es mucho más que su apariencia: es el hombre al que
he llegado a amar y respetar.
"¿Qué estás haciendo?" Brian pregunta, su voz tensa con
frustración. “Deja de besar sus labios y comienza a chupar esa polla”.
Mi mandíbula se aprieta, y se necesita cada gramo de fuerza de voluntad
para no romperse. Lo último que quiero es que Brian me saque de la jaula y
pierda la oportunidad de despertar a Bigfoot.
"Si quieres saberlo, estoy tratando de ponerlo en el estado de ánimo", le dije.
mentir.
Brian resopla. “Hubiera pensado que habrías aprendido a
complacer a un hombre por ahora.
Su insulto puntiagudo vuela por encima sin siquiera penetrar mi piel. Coloco
ambas manos a los lados de las sienes de Bigfoot,
instándolo a despertar.
El bebé elige ese momento para patear, enviando una llamarada de dolor a
través de mi vientre que me hace gemir. Oh, mierda. Está cansado de esperar. Él
quiere nacer.
El ceño de Bigfoot se arruga y las esquinas de sus ojos se tensan como si
estuviera luchando por recuperar la conciencia. Parece que nuestro hijo está
tratando de ayudar. Coloco una mano en mi vientre, instando al bebé a patear.
Esta vez, él choca contra mí con ambos pies, la fuerza de la
golpe tan fuerte que grito.
"¡Faye!" Bigfoot suena amortiguado.
"Despierta", le digo a nuestro vínculo. "Te necesitamos."
"I. Soy. Intentando."
Una de sus piernas tiembla, y froto círculos cerrados sobre su corazón,
tratando de reactivar su circulación.
Los barrotes de la jaula traquetean. “Faye”, dice bruscamente Brian. "¿Qué
estás haciendo?"
"Vamos, Bigfoot, puedes hacerlo".
El bebé da otra patada, haciéndome gemir.
Los ojos de Bigfoot se abren de golpe, y su cuerpo se sacude en posición
vertical. Un chillido suena al otro lado de la jaula, pero estoy demasiado preocupado
por el despertar de mi compañero.
Se vuelve hacia mí, su rostro es una máscara de confusión que se transforma.
en el terror.
"¿Te atraparon?" —pregunta, con la voz entrecortada.
"No hay tiempo para explicaciones", le digo al vínculo. “Pero traje algunos
pétalos”.
La mirada de Bigfoot se desenfoca como si los tranquilizantes todavía
estuvieran contraatacando. Inclina la cabeza hacia un lado y ve a Brian.
"Hola, chico grande", dice mi ex, su voz ronca. "¿Acuérdate de mí?"
Bigfoot muestra sus dientes.
Oh, mierda. Todavía está mareado y confundido. Necesito comunicarme
con él antes de que Brian entre en pánico y pida refuerzos.
Agarro ambos lados de la cara de Bigfoot. "Bésame."
Se balancea hacia adelante, sus labios cayendo en los míos. Saco los
pétalos de debajo de mi lengua y los empujo dentro de su boca, haciéndolo
estremecerse.
"Eso es todo", dice Brian, su voz ronca. "Ahora agarra esa enorme polla
y bombéala con ambas manos".
Brian puede irse a la mierda con el cañón de una pistola tranquilizante.
En el momento en que salgamos de esta jaula, le daré de comer su propia
polla.
La respiración de Bigfoot se hace más profunda cuando los pétalos
hacen su magia, y una ola de poder se filtra de nuestro vínculo y me golpea
en el pecho.
Me balanceo hacia atrás, pero él me atrapa con un brazo fuerte.
"Faye", gruñe. “¿Cómo estás aquí? Te dije que corrieras a un lugar
seguro.
"Preferiría vivir en cautiverio contigo que ser libre sin ti", susurro a
nuestro vínculo.
Sus ojos se agrandan y sus labios se abren con sorpresa, revelando
pequeños rayos de luz. Ahí es cuando me doy cuenta que por los meses
hemos pasado juntos, no le he dicho a Bigfoot lo que hay en mi corazón.
Me ha cuidado tan bien, me ha llenado con su amor y su calidez, pero
durante todo este tiempo asumió que planeaba volver a mi antigua vida.
"¿Lo dices en serio?" él pide.
"Cada palabra." Coloco una mano sobre su corazón, mis dedos
hormiguean por el rápido latido debajo de mi palma. “Perdóname por no
decirte esto antes, pero te amo”.
"¿Te quedarás conmigo en el bosque?"
—Mientras me tengas —respondo con una sonrisa.
Sus ojos se cierran con fuerza y me atrae hacia su pecho. "Nunca me
atreví a esperar que me eligieras sobre tu vida con los humanos".
Me inclino hacia su gran cuerpo, inhalando el cálido almizcle de su
pelaje. Nunca nadie me ha hecho sentir tan deseada, tan amada, tan
completa. Nadie ha mirado nunca en mi corazón y ha visto algo que valga
la pena conservar. Nadie se ha comparado nunca con Bigfoot.
El calor irradia de su pecho y se filtra en el mío. El bebé se queda
como si estuviera asombrado por el poder de Bigfoot. Esto se siente como
el trabajo de los pétalos de rosa.
Poniéndose de pie, Bigfoot me levanta para ponerme de pie y luego
me empuja detrás de su espalda. Su amplio cuerpo forma una barrera
entre Brian y yo.
"Hola, amigo", dice Brian. "¿Cuál es el alboroto?"
Bigfoot retira su puño y golpea a través del metal.
barra, haciendo que Brian se deslice hacia atrás y fuera de su alcance.
Aprieto la mandíbula y hago puños con las manos mientras Brian
gira para correr hacia la puerta.
Si alerta a los demás, estamos jodidos.
La polla de Bigfoot sale como una cobra y se envuelve alrededor del cuello de
Brian. Brian abre la boca para gritar, pero su corona forma una mordaza.
Camino hacia los barrotes, sonriendo ante el terror en el rostro de Brian.
ojos. El color se filtra de su piel, volviéndola de un blanco enfermizo.
Ahora sabe lo que se siente convertirse en presa. La mejor parte de esta
situación es que Brian ya aseguró la puerta y pidió que no lo molestaran.
La polla de Bigfoot se aprieta alrededor de la garganta de Brian, convirtiendo su
rostro de blanco a rojo mientras jadea por aire.
“Por favor”, grazna Brian. "No puedo respirar".
Bigfoot gruñe y agarra con más fuerza.
"¿Dónde estaba tu misericordia cuando nos estabas cazando?" I
quebrar.
"Lo lamento." Él jadea. "Detener. Voy a morir."
Bigfoot lo acerca más, por lo que su cuerpo está presionado contra las barras.
Meto la mano en los bolsillos de Brian, saco una llave y abro la puerta.
"Dime algo, Brian", le digo. "¿Hay cámaras en esta habitación?"
Él niega con la cabeza.
“¿Quién más tiene las llaves?”
“Nnadie puede entrar a este lugar si está cerrado por dentro”, suelta.
Será mejor que digas la verdad.
"Es hora de lidiar con este traidor". Bigfoot retira su puño.
—No lo mates —susurro. Puede que necesitemos a Brian más tarde.
Bigfoot frunce el ceño.
“Lo mataremos después de que borre todas las grabaciones que ha
hecho de nosotros y después de que hayamos tratado con los otros humanos.
Golpea a Brian en la sien, dejándolo inconsciente.
El bebé me patea tan fuerte que se me doblan las rodillas.
Bigfoot me atrapa antes de que toque el suelo. "¡Faye!"
"No podemos esperar más", digo con voz áspera. “Tenemos que dar a luz al bebé
ahora mismo”.
Capítulo Veintiocho
B igfoot deja caer el cuerpo inconsciente de Brian, dejando que su cabeza
golpee el suelo con un crujido satisfactorio. Agarro su brazo, tirando de la piel con
tanta fuerza que juro que estoy arrancando pelos.
“Ojalá pudiera llevarte a un lugar seguro”, dice.
El bebé se tira contra mis costillas como si lo intentara.
escapar. Gruño, mi interior reverbera de dolor.
—No hay tiempo —digo con los dientes apretados.
Bigfoot me saca de la jaula, su mirada recorriendo la habitación. A nuestra
izquierda hay una fila de catres cubiertos con almohadas y mantas.
Los junta, arranca un rollo de papel de la pared y acomoda los artículos para
formar un pequeño nido. Es una actualización más clínica de lo que teníamos en la
cueva, pero cualquier cosa servirá, considerando los furiosos intentos del bebé por
nacer.
Después de colocarme sobre mis manos y rodillas, extiende mi
piernas separadas, exponiendo mi coño.
“Aliviaré tu dolor”. El aliento caliente y pesado de Bigfoot
abanicos contra mis pliegues, haciéndome gemir.
Antes de que pueda rogarle que me lama, sujeta sus labios alrededor de mi
clítoris y succiona. Su lengua se arremolina alrededor del sensible manojo de
nervios con caricias tan firmes que mis muslos tiemblan.
Soy tan sensible que siento cada papila gustativa arrastrándose sobre mi
clítoris. El placer se dispara en mi núcleo, haciendo que mis ojos giren hacia la
parte posterior de mi cabeza. Incluso el bebé se acomoda y deja de patear.
"Nunca ha estado tan hinchado", dice en nuestro vínculo.
"Estoy tan lista para dar a luz", susurro en voz alta.
Lame mi clítoris, enviando ráfagas de sensaciones a través de mi sexo. Las
chispas se juntan en mi centro, cada una dando vueltas y vueltas tan rápido que
forman cintas doradas de placer. Grito, mi coño se contrae y se libera,
desesperada por ser llenada.
"Buena chica", dice, su lengua hace trazos más rápidos.
“Te estás acercando mucho”.
Los temblores sacuden todo mi cuerpo y mis extremidades se sienten como
si quisieran colapsar. Mi cabeza cae sobre una de las almohadas, y todo lo que
puedo hacer es jadear.
Alguien llama a la puerta, haciendo que mi corazón salte.
Trato de ignorarlos pero los golpes se vuelven insistentes.
"¿Brian?" pregunta una voz masculina. "¿Estás bien ahí dentro?"
El enorme cuerpo de Bigfoot se pone rígido detrás de mí, pero acelera el
paso con la lengua.
Oh, mierda.
“Si no digo algo, entrarán y comenzarán
disparando —gimo contra el vínculo.
"¿Puedes hacerte pasar por Brian?" pregunta Pie Grande.
"No parece que tenga muchas opciones". Me aclaro la garganta, profundizo
la voz y digo en voz alta: "Vete a la mierda, estoy ocupado".
La persona de afuera duda. "¿Está seguro?"
Bigfoot hace una pausa, dejándome recuperar el aliento.
"¿Qué parte de 'estoy ocupado' no entiendes?", le digo, canalizando al
gilipollas inconsciente. "Esta es mi expedición, ahora váyanse".
Quien está afuera no responde. Estoy respirando demasiado fuerte para
escuchar los pasos, pero la lengua de Bigfoot reanuda sus caricias.
“Se alejó, diciéndole a otra persona que Brian es un
bastardo”, dice Bigfoot.
"Él no está equivocado".
Bigfoot mueve su lengua a un ritmo más rápido, golpeando todos los lugares
correctos. La presión se acumula alrededor de mi centro, y los músculos de mis
muslos y mi vagina se contraen.
Mi cabeza cae hacia abajo y sacudo mis caderas, temblando mientras Bigfoot
se preocupa por mi clítoris. La presión aumenta y aumenta hasta que los hilos
dorados que la retienen comienzan a deshilacharse.
"Eso es todo", retumba. "Ahora, quiero que te corras".
Algo dentro de mí se rompe y mi cuerpo se inunda de euforia. Es tan intenso
que abro la boca en un grito silencioso. Bigfoot sujeta sus labios alrededor de mi
clítoris y chupa tan fuerte que veo estrellas.
Algo en mí se libera, disparando un diluvio de líquido tibio por toda la cara de
Bigfoot, bajando por mis muslos y sobre las mantas.
"¿Lo que acaba de suceder?" Pregunto.
"Eyaculaste".
"¿Se me rompió la fuente?"
"Lo mismo", dice con un gemido.
Mi coño sigue apretándose y espasmódicamente con la fuerza de
mi orgasmo, pero toda la parte inferior de mi cuerpo se derrumba sobre el catre.
"¿Qué pasa después?" Pregunto en el vínculo.
“Es hora de preparar tu canal”, dice entre mis piernas.
Me doy la vuelta, mi mirada borrosa. Todo lo que puedo distinguir en la
neblina es el líquido adherido al pelaje de Bigfoot. "¿De qué estás hablando? ¿No
tendré contracciones?”
“No”, responde. “Necesito abrir fácilmente tu útero y recoger al bebé”.
“¿Ccómo? ¿Dolerá?"
“Pasé todo el embarazo preparándote para tomar mi puño.
Deberías encontrarlo muy placentero.
Mi corazón da un vuelco ante la idea de que Bigfoot me dé un puñetazo, pero
el sentido común toma el control. ¿Cuántas veces he tomado su enorme polla y
he dejado que estirara mi coño más allá de lo razonable?
¿Cuántas veces esa gruesa corona suya se ha encogido y expandido contra mi
punto G?
Demonios, Bigfoot incluso me folló mientras se columpiaba en una vid
con su polla convertida en un salto con pértiga.
Puedo tomar su puño.
"¿Listo?" él pide.
"Hazlo." Muevo mis caderas. “Golpéame, Bigfoot. Puñetazo duro.
Dar a luz a nuestro bebé.
Junta los dedos y mete el pulgar para hacer que su mano se estreche lo
suficiente como para deslizarse a través de mi entrada sin molestias.
Soy tan sensible que juro que puedo sentir las crestas levantadas de las
yemas de sus dedos. Empuja dentro de mí, trayendo una oleada de placer
que hace que mis músculos se contraigan.
"Relájate", dice con una sonrisa, y estira mis paredes.
"Oh, mierda", gimo cuando su primer y segundo nudillos se abren.
mi entrada "Esto se siente tan bien."
"Disfrútala."
Empuja aún más, la pendiente de su mano se ensancha con los nudillos
que bordean su palma. Me aprieto y me espasmo a su alrededor, sintiendo el
comienzo de otro orgasmo.
“Por favor,” susurro. "Déjame correrme".
Algo resbaladizo y húmedo se desliza sobre mi ano, haciendo que ambas
mejillas se tensen. La lengua de Bigfoot hace círculos lentos sobre mi fruncido,
y jadeo con fuerza a través de los labios entreabiertos.
Mierda. Esto es tan perverso. Mi culo se relaja con cada suave caricia y gimo
cuando su lengua penetra en mi ano.
Agradables hormigueos suben y bajan por mi columna. Debería
masturbarme como suelo hacer durante el juego anal, pero esto se siente tan
delicioso. Cada papila levantada de su lengua se arrastra a lo largo de mis
paredes. Es como recibir un masaje de adentro hacia afuera.
"¿Cómo haces esto?" Pregunto.
Su gruñido de placer resuena en mi espalda. “Debo atacar todos los
centros de placer. Si tuviera otro par de brazos, los usaría para tirar de tus
pezones”.
Con su otra mano, Bigfoot alcanza debajo de mi cuerpo y agarra mi clítoris
entre su pulgar y su dedo índice. Se siente cuatro veces más grande que de
costumbre, pero estoy demasiado absorto en el placer como para preocuparme.
Bigfoot hace rodar suavemente mi clítoris entre sus dedos, provocando
hasta que late y se expande a sus órdenes. Tal vez esto es lo que quiso decir
cuando dijo que partes de mí se hincharían. Mi clítoris es tan grande que se
siente la mitad del tamaño de mi pulgar.
“Maldito infierno. Eso es muy bueno."
Sus gruesos dedos se deslizan arriba y abajo de mi clítoris, apretándolo
en la base como si estuviera tratando de sacar leche. El placer es tan intenso
que mis paredes se tensan alrededor de sus dedos y mi coño chupa el resto
de su mano.
Mi culo tiembla alrededor de su lengua, haciéndolo gemir.
"Buena chica", dice. "Me estás tomando más allá de mi muñeca".
Arqueo la espalda, mis caderas tiemblan por los escalofríos que recorren
mi columna. Bigfoot no mueve su puño de un lado a otro como esperaba, pero
sus dedos se arrastran a lo largo de mis paredes, golpeando cada lugar de
placer.
La plenitud ni siquiera comienza a describir cómo se siente ser golpeado
por Bigfoot. El éxtasis no comienza a describir cómo sincroniza los movimientos
de su lengua. Los dígitos inteligentes de Bigfoot se mueven profundamente
dentro de mi coño, llegando a partes que él nunca podría, incluso con su
enorme polla.
Me estremezco y tengo espasmos bajo su mando, pero cuando la yema
de un dedo traza un círculo alrededor de mi cuello uterino, cada músculo de
mi mitad inferior se contrae.
"Bien", dice. “Sigue apretando”.
Su lengua bombea dentro y fuera de mi culo, y los dedos alrededor de mi
clítoris aceleran sus movimientos, bombeando hacia arriba y hacia abajo hasta
que no puedo respirar. Es imposible saber qué disfruto más: la forma en que
sacude mi sensible manojo de nervios o la forma en que sus dedos se deslizan
de un lado a otro sobre mi cuello uterino. O
tal vez sea la enculada que me está dando con esa lengua gruesa.
Mi cuerpo se estremece al borde de un clímax que comienza en los
folículos de mi pelaje. El placer se extiende desde mi centro, intensificándose
hasta que mi visión se llena de lágrimas.
La polla de Bigfoot serpentea debajo de mi cuerpo con su corona
curvándose hacia mis labios. “Pon esto en tu boca. Secretaré suficiente semilla
para aliviar tu malestar.
Envuelvo mis labios alrededor de su glande, necesitando ese orgasmo,
ahora mismo.
Chorros de líquido preseminal se derraman en mis labios y bajan por mi
garganta. Trago saliva una y otra vez y gimo.
"Sí", retumba. "¡Suéltame, ahora mismo!"
Bigfoot mete dos dedos en el cuello uterino, provocando un orgasmo que
lanza mi alma a la órbita. El placer fundido brota de mi coño, quemando toda
mi carne. Aprieto los dientes, sintiendo como si una fuerza invisible estuviera
arrancando el pelaje de mi espalda, mientras el resto de mi cuerpo se estremece
con una dicha inconcebible.
Mi culo se siente como si estuviera arrancando la lengua de Bigfoot en la
raíz. Pero mi cerebro está demasiado revuelto para preocuparse. Grito, pero el
sonido se amortigua cuando su glande se expande para formar una mordaza.
La mano que una vez estuvo alrededor de mi clítoris aterriza entre mis
omoplatos, sosteniéndome mientras el resto de mi cuerpo se agita.
Esto está más allá de cualquier placer que haya encontrado antes, más
allá de cualquier éxtasis imaginable. Su gruesa polla entra y sale de mi boca,
suministrándome copiosas cantidades de líquido.
Lo único que puedo hacer para evitar ahogarme es
tragar.
No estoy seguro de cuánto tiempo pasa. Mi alma flota en algún lugar
cerca de mi cuerpo, así que todo lo que puedo sentir es el orgasmo, pero
ninguno de mis miembros. Ni siquiera puedo sentir la plenitud de mi culo.
A medida que las sensaciones se desvanecen, me instalo en mi cuerpo, que yace
boca abajo sobre los catres, temblando, débil y vacío.
Ya no siento los dedos de Bigfoot. Todo lo que queda es su polla e incluso
eso ha dejado de salir a borbotones.
"¿Qué ocurre?" digo en mi mente.
Bigfoot no responde.
Incluso nuestro vínculo parece haberse desvanecido. Estoy solo con mis
propios pensamientos, y su falta de presencia se siente como sumergirse en
el frío.
A medida que el placer se disipa, la gran mano de Bigfoot me hace rodar
sobre mi espalda.
Miro sus ojos ámbar. Ojos ámbar que brillan con un amor que no se
puede expresar con palabras. La mirada de Bigfoot se suaviza, y ni siquiera
me doy cuenta de lo que está sosteniendo hasta que escucho un chubasco
agudo.
Mi corazón da un vuelco y bajo la mirada hacia sus brazos. Un diminuto
par de ojos color ámbar me devuelven la mirada desde el interior de un rostro
cubierto de suave pelaje. Las proporciones del bebé son diferentes a las de
un bebé humano, con una cabeza más pequeña y un cuerpo grande con
extremidades largas y musculosas.
El calor llena mi corazón y se extiende por mi pecho. Apenas puedo
hablar a través de una garganta espesa por la emoción. "¿Nuestro bebe?"
Bigfoot sonríe y coloca el bulto peludo en mis brazos. Estoy tan abrumada
de amor que apenas me doy cuenta de que no tengo pelo.
"Nuestra conexión se ha ido, ¿no es así?" Yo susurro.
Él asiente lentamente, sus ojos son tan tristes que ya no puedo sostener
su mirada.
Dar a luz al bebé de Bigfoot es como despertar de un sueño en el que
todo tenía sentido en ese momento, solo para encontrar ridículos los eventos
a la dura luz del día. Mi conexión con Bigfoot fue una droga que me
insensibilizó ante la realidad.
Ahora que estoy sobrio, entiendo por qué todos los demás humanos
las mujeres se fueron. Estos últimos meses han sido una locura.
El bebé se retuerce en mi brazo, su boquita busca mi pecho. Con una
sonrisa, lo guío hacia mi pezón y él se prende.
"Gracias", susurro, mi mirada se eleva para encontrar la de Bigfoot.
"Me encanta."
La sonrisa de Bigfoot se convierte en una mueca. Me doy cuenta por
qué. Ya no puede hablar en mi mente y ya no puede sentir mis emociones.
En cambio, me envía una imagen mía y del bebé, pero no se ve.
Toma unos momentos recordar que tragar el semen de Bigfoot le da
una conexión unidireccional donde puede comunicarse con imágenes. Está
tratando de preguntar si queda algún espacio en mi corazón para él.
Exhalando un largo suspiro, reúno mis pensamientos y supero la rareza
de nuestra situación. Claro, pasé todo mi embarazo anhelando su semen y
montando una polla increíblemente grande. Y las últimas doce horas han
sido peligrosas.
Eso ni siquiera menciona al padre espeluznante de Bigfoot, Bigdick.
Nada de eso importa. Debajo de la locura hay un hombre que
me ha demostrado más amor y compromiso que cualquier humano.
Uno que es imposible no adorar.
"Nada ha cambiado, ya sabes", le digo, mi voz espesa.
“El amor que tengo por ti brilla más que nunca, incluso si no podemos
comunicarnos a través de nuestro vínculo”.
Bigfoot vuelve a sonreír, esta vez con el resplandor del sol. Se
inclina hacia adelante, sus labios se mueven hacia mi frente, pero yo
inclino mi cabeza hacia atrás y capturo su boca.
El beso es lento y dulce y saturado de felicidad.
Bigfoot me envía imágenes del tiempo que pasamos juntos, de las
mañanas perezosas en la cama, a las tardes que hicimos el amor bajo
las estrellas. Puede que nuestra conexión se haya ido, pero mi amor
por él nunca se desvanecerá.
Dos series de golpes golpean la puerta, apartándonos del beso.
"Brian, ¿estás vivo?" alguien grita desde afuera.
"¡Abrir!"
Capítulo Veintinueve
T Los golpes persistentes me irritan los nervios y me hacen
darme cuenta de que estas personas nunca nos dejarán en paz.
Aprieto la mandíbula y miro los ojos de Bigfoot, que arden de
frustración. Estoy seguro de que él está pensando lo mismo.
Mi mirada desciende hacia nuestro bebé que mama de mi
pecho, y un cuchillo de pavor atraviesa mi corazón. Brian y su
séquito son una amenaza para la libertad de mi hijo. Si les permito
vivir, cazarán a mi pobre e inocente bebé y lo pondrán en cautiverio.
O peor.
Horribles escenarios infestan mi mente, haciendo que mi piel
se tense. Brian podría explotar al pobre niño en una especie de
Truman Show en Internet, ofrecerlo a los coleccionistas o cumplir
la amenaza de mantenerlo como un juguete.
Eso nunca va a pasar mientras Bigfoot y yo estemos vivos.
Los golpes continúan y las voces se vuelven frenéticas.
Creen que algo le pasó a Brian, y tendrían razón. A través de mi
propia niebla personal de pánico, escucho que alguien menciona
abrir la puerta con una pistola.
Mi mirada se eleva para encontrarse con la de Bigfoot. “No podemos permitir que estas
personas lastimen a nuestro hijo”.
Ahueca un lado de mi cara, su palma cálida y correosa.
Su expresión es triste e implorante, como si me estuviera pidiendo
permiso.
"¿Podrías matar a esos humanos frente a nosotros?" raspo. "Si
se apoderan del bebé…
Coloca su dedo en mi labio como si escuchar las palabras en voz
alta fuera demasiado para soportarlo y acerca su frente a la mía.
“Por favor, protégelo,” susurro. “No quiero que nuestro hijo sea
cazado y explotado”.
Bigfoot retrocede, sus rasgos se muestran con determinación. No
puedo leer su mente, pero su expresión me pide que lo perdone.
“Te amo demasiado para juzgarte por proteger a nuestro hijo”,
Digo, mi garganta apretada.
Compartimos un beso prolongado antes de que enderece los
hombros y se dirija a la puerta. Observo su ancha espalda, deseando
que la Rosa Blanca de York le dé la fuerza y la resistencia para sobrevivir.
Pasa por encima de la forma boca abajo de Brian y está a punto de
girar la llave cuando mi mente se llena con una imagen de Bigfoot
recibiendo un disparo en un resplandor de gloria. No sé si viene de mí o
de él, pero no es así como imaginé nuestro futuro.
"Espera", digo y salgo del catre antes de agarrar un
abrigo blanco. "Tengo un plan."
“Brian, esta es tu última oportunidad”, grita alguien detrás de la
puerta.
Profundizo mi voz y canalizo a mi ex inconsciente.
"Maldita sea, espera".
"¿Brian?" la persona grita.
"¿Qué parte de 'espera' no entiendes?"
Se quedan en silencio.
Mi mirada cae al bebé, que ahora se ha quedado dormido.
Después de doblar sus largas extremidades y envolverlo en una manta
limpia, coloco mi preciado bulto en un rincón lejano, donde es probable que
nadie dispare.
Con la bata blanca al hombro, me apresuro hacia la puerta, tratando de
no preocuparme por el bebé. Él está durmiendo. Él está a salvo. Está
escondido en el extremo más alejado de la habitación y nadie lo encontrará.
Las cejas de Bigfoot se arrugan. Llego a su lado y susurro, “Vamos a
dejarlos entrar unos pocos a la vez. Quiero que les rompas el cuello y los
arrojes a la jaula.
El asiente.
Hay una parte de mí que no puede creer que esté a punto de asesinar a más
de una docena de humanos, pero es la única forma en que nuestro hijo puede tener
una vida normal.
Respiro hondo, giro la llave y abro la puerta. Cuatro hombres se paran
al otro lado con armas. Detrás de ellos, otras personas en su partida de caza
están ocupadas preparando una barbacoa.
Qué amable de su parte divertirse mientras piensan que han capturado
a una familia inocente.
"¿Quién eres?" pregunta el más alto de los hombres.
"Faye, por supuesto", respondo con una sonrisa. "La novia de Brian".
Intercambian miradas.
"¿Estás aquí para ver al bebé?" Pregunto.
"¿Ella dio a luz?"
Mi sonrisa se aprieta. Parece que Brian no les dijo que la mujer Bigfoot que
se entregó a ellos era la mujer a la que engañó para que quedara embarazada.
"Ayudé a dar a luz al bebé", respondo, mi voz engañosamente ligera.
El hombre más alto cruza el umbral, demasiado preocupado con la jaula
vacía para darse cuenta de que Bigfoot se asoma detrás de la puerta. Tan
pronto como los tres compañeros me siguen, cierro la puerta y presiono mi
cuerpo contra la pared.
Bigfoot entra en acción con un golpe de kárate que golpea sus cuellos en
rápida sucesión. Los cazadores ni siquiera tienen la oportunidad de gritar antes
de caer inertes al suelo.
Me pongo de rodillas y reviso el pulso de cada uno de sus cuellos.
"Están todos muertos", susurro, mi mirada fija en la cara de Bigfoot.
"Gracias."
Me pone de pie y me acerca para darme un fuerte abrazo.
Ahora, las imágenes que empuja a mi mente son de nosotros acurrucados en
un campo de campanillas con nuestro hijo.
Inclinando mi cabeza hacia arriba para encontrar sus suaves ojos ámbar, me balanceo
adelante de puntillas y presiono un beso en sus labios.
Suena un golpe en la puerta. —¿Trevor?
Saltamos aparte.
“Un segundo,” digo, imitando el gemido nasal de Brian. mi turno
a Bigfoot y susurrar: "Pon esos cuerpos en la jaula".
Con un asentimiento, Bigfoot los reúne a los cuatro en sus brazos y
empuja la forma inconsciente de Brian con su pie. Espero a que regrese antes
de abrir la puerta a los próximos visitantes, que resultan ser un hombre y una
mujer.
Tan pronto como los dejo entrar, Bigfoot rompe sus cuellos y los atrapa
antes de que caigan al suelo. A lo largo de la noche, más personas vienen a
ver lo que todos están haciendo en la carpa de primeros auxilios. Continuamos
dejándolos entrar y asesinándolos hasta que el bebé llora, y me apresuro al
otro lado de la habitación para recogerlo.
Bigfoot me mira mientras el bebé se alimenta, sus labios se curvan en
una suave sonrisa. Le devuelvo la sonrisa, mi pecho se hincha con satisfacción
y amor. Esto no es sólo para nuestro hijo. es para nosotros Después de todas
las acrobacias que hizo Brian, merecemos ser felices.
Al final de la tarde, doce cadáveres llenan la jaula.
Con Brian inconsciente dentro de la pila, eso hace trece.
—No viene nadie más —susurro desde el otro lado de la habitación.
Bigfoot asiente y me envía la imagen de él a escondidas
a través de las tiendas, buscando a los demás.
Niego con la cabeza. "Dejame hacerlo."
Con el ceño fruncido, levanta una gran palma como para decirme que
me quede aquí, donde es seguro.
"No." Cierro la distancia entre nosotros y entrego el
bebé durmiendo. “En el momento en que andes merodeando por el
campamento, los demás sabrán que estás suelto y te llenarán de balas. No
puedo permitir que eso suceda.
Bigfoot muestra sus dientes, y el ojo de mi mente se llena de imágenes
mías corriendo por el campamento con el bebé,
acercarse sigilosamente detrás de un hombre armado y no poder romperle el cuello.
“No va a ser así”. Pongo una mano sobre su
hombro, mi corazón palpitaba ante nuestra primera discusión.
Se necesita todo el esfuerzo para dejar de lado el hecho de que ninguna de
mis relaciones anteriores llegó a esa etapa. El único hombre que no me hizo
fantasma después del sexo terminó apuñalándome por la espalda y asegurándose
de que quedara embarazada de Bigfoot.
—Yo nunca pondría a nuestro bebé en peligro —murmuro.
Sus labios se aplanan contra sus dientes.
O a mí mismo.
Eso parece calmar a Bigfoot, y su expresión vuelve a la normalidad. Mueve
el dedo y señala la llave antes de señalar la esquina detrás de la jaula.
"¿Quieres que me encierre aquí con el bebé mientras acabas con los otros
cazadores?"
El asiente.
“¿Y si disparan?”
Mi mente se llena con una imagen de la Rosa Blanca de York.
"Por supuesto."
Doy un paso hacia atrás, pero Bigfoot envuelve un brazo alrededor de mi
cintura y captura mis labios. El beso es desesperado, urgente y transmite todo lo
que no puede comunicar con su mente. Su amor por mí y el bebé. Su feroz
protección. Su deseo de un futuro feliz.
Mi corazón se llena de calor, que persigue el último de mis miedos. Bigfoot
sobrevivió al lobo terrible cuando su poder se agotó. Con la magia de la rosa,
volverá a mí triunfante.
Se aleja con una sonrisa y coloca su mano sobre la llave.
"Date prisa y mata a esos bastardos", le digo, devolviéndole la confianza
con una sonrisa. “Quiero mostrarle al bebé nuestro hogar”.
Suavizando los ojos, se inclina y besa el peludo de nuestro hijo.
cabeza pequeña.
Retrocedo, dejándolo abrir la puerta y entrar en la noche. Tal como me
ordenaron, cierro la puerta del edificio de primeros auxilios, así como la jaula,
antes de retirarme al fondo de la habitación.
"¿Faye?" grazna una voz familiar.
Brian asoma la cabeza entre la pila de cadáveres.
Despierta, ¿estás? Pregunto, mi voz amarga.
Su mirada se desliza de mi rostro sin pelo al bebé. Aprieta los ojos como
si no pudiera creer lo que está viendo. Eso, o todavía está conmocionado.
"¿Cuándo diste a luz?" él pide.
"Justo antes de que Bigfoot y yo asesináramos al resto de tu tripulación".
La cara de Brian cae. Se retuerce dentro de los confines de sus
camaradas que se enfrían, y aspira una bocanada de aire conmocionado.
“Son…” Él ahoga un sollozo. "¿Están muertos?"
Miro al bebé, lo envuelvo en más mantas y lo acuesto en la cuna. Brian
no puede estar a menos de diez pies de mi hijo, y lo que tengo que decir no
es adecuado para oídos inocentes.
Agachándome, me encuentro con sus ojos inyectados en sangre. Cada
rasgo de su rostro se retuerce de angustia. No por simpatía por los demás
sino por sí mismo.
—Hiciste esto —siseo. “Podrías haber sido feliz conmigo o con Bigfoot,
pero elegiste explotarnos a ambos. Ahora,
Mírate: aplastado bajo un montón de cuerpos en descomposición.
Brian se retuerce. No puedo moverme. No puedo sentir mis piernas”.
—Ahora sabes lo que es estar atrapado —siseo.
Los disparos resuenan en el aire, haciéndome estremecer. Yo acero mi
nervios, confiando en Bigfoot para volver vivo y triunfante.
—Faye, por favor. Libera un brazo. "Lo lamento. no puedes
déjame así. Dame la oportunidad de hacer las cosas bien”.
"¿Cómo?" Doy un paso atrás y recojo al bebé.
Se lame los labios, su aliento saliendo en jadeos superficiales. “Todas las
imágenes que filmé con el dron y desde el helicóptero aún no se han emitido.
Planeé editarlo con música dramática antes de transmitirlo en línea”.
Mi corazón da un vuelco, pero mantengo mis rasgos uniformes. Esto es
noticias excelentes. Fingiendo aburrimiento, pregunto: “¿Y qué?”
“Puedo dártelo todo y el cincuenta por ciento de lo que gané
en el fondo del creador.”
Dejando de lado el resto de las divagaciones de Brian, abrazo al bebé, que
me mira a través de los ojos ámbar de Bigfoot. Probablemente se estén
comunicando entre ellos en este momento, compartiendo el profundo vínculo de
los reyes del bosque.
Brian solloza y suplica, pero todo lo que registro es que él no ha revelado la
ubicación de nuestro bosque a nadie más que a los cazadores que matamos.
Los disparos se detienen abruptamente, atrayendo mi atención de nuevo a la
puerta, que vibra con tres fuertes golpes.
Bigfoot llena mi mente con imágenes de cazadores muertos, y corro hacia la
puerta.
“No me dejes”, se lamenta Brian. "Voy a hacer de ti.
¿Qué deseas? Puedo chuparle la polla, lamer tu coño. Puedo cuidar del
bebé. Simplemente no me dejes aquí con estos cadáveres.
Abro la puerta y la abro de par en par para encontrar a Bigfoot de pie
al otro lado con una luz blanca que se filtra a través de pequeños agujeros
en su pecho. Detrás de él están Levander, posado sobre la cabeza de un
oso, Cassandra, su compañero y un ejército de animales de aspecto
familiar.
La luz se desvanece y las balas caen al suelo, dejando el pelaje de
Bigfoot sin marcas.
El alivio inunda mi corazón hasta el punto de estallar y saca un
sollozo. La Rosa Blanca de York salvó a Bigfoot de los cazadores
pistola.
Cayendo en sus brazos enormes y musculosos, grito: "Te amo".
mucho."
El pecho de Bigfoot retumba y él responde con un gruñido profundo
que suena como, 'Yo también te amo'.
“Faye”, grita Brian. No puedes dejarme aquí. ¡No con todos esos
cadáveres!”
Bigfoot retrocede, sus rasgos son una dura máscara de
determinación. No necesito tener un vínculo para saber que él
quiere arrancarle la cabeza a Brian… O su polla.
Coloco una mano en su pecho peludo. "No."
Sus labios se separan como preguntando por qué.
“Ese imbécil no merece una muerte rápida. Déjalo enconarse.
Limpiaremos el campamento para que no quede rastro de los humanos y
luego arrasaré el claro hasta los cimientos.
La esquina del labio de Bigfoot se levanta en una media sonrisa. Él es
a punto de descubrir que haré cualquier cosa para salvar a nuestra familia.
Brian trajo a estas personas aquí para cazar seres inocentes, pero se
arrepentirá de haber traicionado a sus amantes por dinero. Por primera vez, puede
enfrentar las consecuencias de sus acciones a medida que se descomponen
alrededor de su cadáver hambriento.
Ignorando sus súplicas, dejé que Bigfoot nos tomara al bebé y a mí en sus
brazos. Me lleva a través del campamento y de regreso a donde pertenezco: con
Bigfoot en el bosque.
Epílogo
DIEZ AÑOS DESPUÉS
C la risa de los niños resuena en el aire. Me alejo de la pizarra y me
enfrento a una fila de caritas sonrientes, cada una cubierta de piel en tonos
que van del blanco nevado al negro. Sus edades oscilan entre los tres y los
seis años, pero la mitad de ellos ya alcanzan mi estatura.
Miro al único de ellos que no me mira a los ojos.
mi hijo menor
“Ash, ¿tienes algo que compartir con el resto de la
¿clase?" digo en voz alta.
Sacude la cabeza, sus labios apretados para ocultar una sonrisa.
De mis tres hijos, Ash se parece más a Bigfoot. Birch, nuestro hijo mayor,
tiene pelaje negro carbón y se parece más al padre de Bigfoot, mientras que
Hazel es una versión en miniatura de mí, incluso hasta el pelaje castaño
rojizo.
Gracias a Bigfoot comiendo pétalos de la Rosa Blanca de York, tuvimos
una hija. Después de que se difundió la noticia de la primera princesa del
bosque, los otros reyes del bosque fueron al valle para consumir sus propios
pétalos.
Ahora, nuestra población más joven es mayoritariamente femenina, pero
la presencia de niñas pequeñas ha formado una comunidad. Los reyes del
bosque ya no son tan solitarios y quieren que sus hijas socialicen con otras
de su especie.
"¿Qué hay en tu mano?" le pregunto a mi hijo.
Ash lo esconde detrás de su espalda.
Cruzo el salón de clases, extiendo la palma de mi mano y miro
Los inocentes ojos ámbar de Ash hasta que extrae un teléfono inteligente.
Las risitas se extendieron por la habitación, mientras los otros niños intentaban
vislumbrar su pantalla. Contengo una mueca al pensar en un humano corriendo
desenfrenado en nuestro bosque, repartiendo teléfonos inteligentes a niños
desprevenidos.
"¿Dónde encontraste eso?" Pregunto.
"Fue en un auto", responde Ash en nuestro vínculo.
"¿Dónde?"
Me envía una foto de un jeep volcado, sus restos envueltos alrededor de un
árbol. Mis labios se tensan ante la perspectiva de que mi hijo de cinco años vea un
cadáver, pero parece que alguien ya atravesó el parabrisas y extrajo el
pasajeros
Lo más probable es que uno de los reyes del bosque se deshaga del macho
humano y cuide a la hembra hasta que recupere la salud. Humano
las mujeres todavía acuden en masa al bosque, queriendo conocer a Bigfoot, solo
para encontrarse con otros de su especie. Es la razón por la que nuestra escuela
está tan llena.
Tomo el teléfono, provocando una habitación llena de gemidos, y vuelvo a mi
escritorio.
—Lo recuperarás después de clase —digo.
Ash encorva los hombros y asiente.
Sigo escribiendo en la pizarra y sonrío ante el sonido satisfactorio de los
bolígrafos rascando el papel. Poco después del nacimiento de Ash, Bigfoot me
confió que los otros reyes del bosque querían encontrar una forma de que sus hijos
se conocieran.
Por eso convertimos la cabaña que construyeron Brian y Bigfoot en una
escuela. Los reyes del bosque o sus compañeros humanos pueden depositar
sus crías en las puertas y recogerlas al final de las lecciones. Ahora, tanto
los adultos como los niños pueden socializar.
Las risas resuenan en la habitación de al lado, donde los estudiantes
mayores aprenden a usar Internet. gracias al numero
de los humanos que visitan el bosque en busca de Bigfoot y los animales
que organizan accidentes convenientes, tenemos amplios suministros de
tecnología.
Mi mente regresa a la primera y última vez que los cazadores invadieron
nuestro bosque y lo duro que Bigfoot y yo tuvimos que trabajar para limpiar
el desastre de Brian.
Después de revisar sus canales de redes sociales para confirmar que
Brian no había revelado nuestra ubicación, conseguimos que los animales
despejaran el campamento y lo metieran en el autocar. Luego lo conduje
hasta un barranco y le prendí fuego.
Antes de dejar morir a Brian, le hicimos grabar una confesión falsa
admitiendo haber matado a todos sus seguidores en un culto a la muerte.
Para entonces, se había vuelto loco por tener que comer los cuerpos de sus
seguidores muertos.
Esperamos hasta que desaparecieron todos los rastros de Brian antes
de publicar la grabación, pero el bosque solo recibió una breve visita de la
policía antes de mudarse a otro lugar.
Gracias a Brian, la cabaña todavía tiene una conexión a Internet satelital
y paneles solares, y gracias a los humanos que perecen en el bosque,
tenemos la última tecnología. La mayor parte del dinero que necesitamos
para pagar cosas como Internet proviene de la venta de fotografías de la
naturaleza en Etsy.
Una brisa sopla a través de la ventana, susurrando mi pelaje. Resulta
que la advertencia del lobo terrible era correcta. Quedar embarazada más
de una vez de Bigfoot transfirió su maldición.
Tan pronto como nuestro hijo mayor, Birch, tuvo la edad suficiente
para cazar, volví a quedar embarazada y di a luz a una princesa del
bosque. Esta vez, mi pelaje no se cayó después del nacimiento, y tampoco
mi conexión con el alma de Bigfoot. No sabía qué me hacía más feliz:
nuestra hija o el hecho de que ahora estaríamos conectados para siempre.
Suena la campana, indicando el final de las clases.
Ash se pone de pie de un salto y corre hacia el escritorio, sus ojos
ámbar brillan.
"¿Conoces las reglas sobre el uso de la tecnología?" Levanto el
teléfono.
Él asiente, su pelaje erizado. "No subir fotos o videos en línea".
Ash puede acceder a los recuerdos de todos los reyes del bosque. Él
sabe mejor que yo cuánto sufrió Bigfoot mientras Brian lo perseguía y lo
capturaba. También sabe lo que les pasó a los otros que tuvieron la mala
suerte de vivir fuera del bosque. Nadie está ni remotamente interesado en
que se repita ese infierno.
Mientras los otros niños salen del aula, Birch y Hazel entran a
empujones. Ash toma el teléfono y corre hacia su hermano y hermana
mayores para mostrarles su nuevo juguete.
Hazel lo arranca de los dedos de su hermano menor, solo para que
Ash se arrastre por su espalda. Ignorándolos, Birch camina hacia el
escritorio y me da un abrazo.
Levanto la cabeza para encontrarme con sus ojos ámbar. Con seis
pies y medio de altura, todavía es esbelto sin el bulto de su padre. Está
creciendo rápido, y no sé cuánto tiempo antes de que quiera mudarse de
la casa del árbol.
"¿Cómo fue?" Pregunto.
“No tan interesante como pescar”, responde con un bostezo.
“Por cierto, papá dice que quiere que recojas algo de su oficina”.
Mis cejas se pliegan en un ceño fruncido. "Está bien."
Algo está arriba. ¿Por qué no me lo dijo a través de nuestro vínculo?
"¿Pie Grande?" Pregunto en nuestra conexión.
Él no responde. Ni siquiera me envía una imagen, pero
todo lo que siento es un rastro de diversión.
Me vuelvo hacia Birch. “¿Llevarás a tu hermano y hermana
¿hogar? Cassandra dice que los animales han hecho sashimi de carpa.
Arroja sus brazos alrededor de mí para darme un fuerte abrazo. De todos mis
hijos, él es el más táctil. Sospecho que es por el tiempo extra que pasó en el útero
esperando nacer mientras yo rescataba a su padre.
Ash gruñe y me doy la vuelta para encontrar a Hazel sosteniendo su teléfono
sobre su cabeza. A los siete años, tiene exactamente la misma altura que yo.
Birch y yo caminamos hacia los dos hermanos menores, quienes se separan.
Levanto las cejas y Hazel le devuelve el teléfono a Ash.
—Sabes que no es agradable molestar a tu hermano —digo.
“Lo amo de verdad”. Ella toma a Ash en un abrazo y alborota el pelaje en la
parte superior de su cabeza.
Cuando Hazel me da la sonrisa más brillante, no puedo evitar devolverla con
una propia. Ella es mi bebé milagrosa, la que me transformó de humana a una
reina del bosque capaz de conectarse con la naturaleza.
Ser la primogénita de su especie y la que recibió más atención la ha mimado
un poco, pero todavía tiene el corazón generoso de Bigfoot.
Después de darle un abrazo a Hazel y recordarle que no se burle de su
hermano, salgo al salón, donde un grupo de padres se ha reunido alrededor de los
sofás. Hay una mezcla de reyes del bosque, mujeres humanas y mujeres
embarazadas cubiertas de pieles.
Después de intercambiar un rápido saludo, continúo hacia la oficina de Bigfoot.
Está vacío, excepto por una polla larga y gruesa que se extiende
su piso de madera, ya goteaba un pequeño charco de líquido preseminal.
"¿Qué estás haciendo?" Pregunto en nuestro vínculo.
El gallo se contrae. Me agacho, lo recojo y paso la lengua de un lado a otro
contra la ranura que gotea. Tiembla bajo mi toque, y lo coloco entre mis labios.
Un gemido resuena a través de nuestro vínculo, haciendo palpitar mi coño. La
polla en mi boca me empuja a través de la habitación ya través de una puerta abierta.
Bigfoot yace sobre una amplia cama de plumas con las piernas extendidas. Me
mira con ojos que arden de deseo. Mi compañero nunca se había visto más
atractivo, con su pecho musculoso subiendo y bajando con respiraciones rápidas.
Mi mirada viaja por sus abdominales apretados y hasta la base de su pene, que
continúa acercándome.
Me arrodillo ante sus piernas y apoyo mis manos en sus gruesos muslos.
"¿Confío en que esta es la razón por la que enviaste por mí?" Pregunto en
nuestro vínculo.
"Birch está hablando de construir su propia casa".
El gran peso de la decepción me hunde el corazón en el estómago. No
puedo imaginármelo aventurándose en nuevos territorios, viviendo solo y
tratando de construir una casa en el árbol.
"¿Ya?" raspo.
“Él planea quedarse en nuestro territorio, para poder estar cerca de
su hermano y su hermana.”
Parte de la tensión en mi pecho se aligera y me muerdo el labio inferior.
"Eso es tranquilizador".
“Le dije que se quedara hasta que naciera el bebé”.
"¿Cual bebe?"
Me pone en su regazo, su pecho hace un ruido profundo y satisfecho.
“El que planeo ponerte esta noche. Otra hija.
El calor inunda mi vagina y mi clítoris se hincha hasta tres veces su
tamaño habitual. Uno de los efectos secundarios de quedar embarazada de
un rey del bosque es un clítoris agrandado. Eso, y los pezones hinchados
que siempre son muy sensibles. No es que me queje, ya que garantiza
orgasmos alucinantes.
Coloco ambas manos en su pecho. “No creas que voy a
agáchate y deja que me quedes embarazada sin ningún desafío.
Su polla serpentea alrededor de mi cintura. "Está bien. Te contaré hasta
diez…
"Veinte."
"Doce", gruñe. “Y no voy a dejar de follar a ese dulce
coño hasta que estés embarazada de mi hijo.
Ignorando la forma en que late mi clítoris, lanzo mi mirada a la ventana
abierta.
Hay una docena de formas en que puedo escapar de Bigfoot.
Podría subirme a cualquiera de los vehículos abandonados, montar un
ciervo en las profundidades del bosque u ocultar mi olor. Dejo todas
esas posibilidades a un lado. Estoy deseando que me atrapen.
Anhelando que me folle hasta que sus bolas se sequen. Ansiosa por
probar otra vez su deliciosa esperma.
Lo único mejor que estar embarazada de su bebé es dar a luz.
FIN
Querido lector,
Gracias por acompañar a Faye y Bigfoot en su espeluznante
aventura. Disfruté mucho escribiendo este mundo de la historia, y estoy
pensando en crear un romance entre Bigdick y una mujer humana
desprevenida que él saca del bosque.
Será más oscuro que la historia de Bigfoot, pero me aseguraré de
que Bigdick obtenga el arco de redención que se merece. Si esto suena
como algo que desea leer, registre su interés en www.SiggyShade.com/
Bigdick
Amar,
Siggy
Sobre el Autor
Escribo romance oscuro contemporáneo y paranormal con villanos, monstruos, héroes moralmente
grises y las mujeres que los vuelven salvajes.
Cuando no estoy escribiendo escenas calientes, probablemente me encuentres en mi TikTok,
@SiggyShade
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Romance paranormal:
Enredo de tentáculos
la cabeza de jack
Acechado por el Boogie Man
Abedulado por el Krampus
romance contemporáneo
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Baila para papi

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