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Cel OCO Bourdieu, Giddens y Habermas componen una trilogia de intelectuales que, en el campo de la sociologia como disciplina cientifica, tienen una amplia recepcién en Latinoamérica. Sobre su prolifica obra, Adrian Scribano propone mostrar en este li- bro las permanentes conexiones entre epistemologia y teoria social, como también las relaciones intrinsecas entre cultura y practica social, en tanto términos tedricos. Otro aporte singular del autor es la inclusién, para el presente anilisis, de los textos de sociélogos como Bhaskar y Melucci, cuya produccién, en _ Estudios sobre Teoria Social Contemporanea: omens | Bhaskar, Bourdieu, _ Giddens, Habermas | y Melucei ADRIAN SCRIBANO este campo, tiene poca o nula divulgacién en nuestro continente, Establecer el vinculo entre el conocimiento socialmente disponible y la construccién de conocimiento sociolégico desde América Latina resulta la premisa que atraviesa el estudio y, por lo tanto, lo que le confiere una nota- ble vigencia a la luz de las transformaciones que conmueven ala regién, Y para subrayar esta intencionalidad Scribano sefiala: “las ciencias so- ciales tendrian que concentrar su tarea en viabilizar y acortar, de algiin modo, los caminos hacia una patra libre, justa y soberana.” aUyIOdUIa}UOD [BIO BIIOAT, 21qos sorpnyss] JO] A seurzoqezy ‘suappin ‘nerpsnog “reyseygq_ on] 1seN lili) =) ONvahids Nylyav ciccus slrgox79l355794 Abritn Serban Referencias bibliograficas Giddens, A. (1977), Stud cial an peaemr ly tudes in Social and Political Theory, Basic Bog (1982), Profiles and Critic ‘ial k 982), Pr oi iques in Social Theory, Macmillan P; Teoria de la Accion Comunicativa, Pragmatica Formal y Mundo de la Vida en Jiirgen Habermas (1984), The Constitution of Society i ciety; outline ofthe theory o tion, Polity Press, Cambridge aah loin (1985), The Nation-State an i ess) Te ate and Violence, University California Pres (1987a), Las Nuevas Reglas del Método Sociolé; iz 567) Las io Socioligico, Amorrortu, Big (1990), Consecuencias de In Modernidad., Alianza, Madrid, (1991), Modernity and Self entity, Polity Press, Cambridge hos sede rolege oe | Teoria de la accién comunicativa y pragmatica formal Bhaskar, R. (1989), Reclaimin, askar, R. (1989), Reclaiming Reality. A Critical 0 Contemporary Philosophy, Verso, London ae 4s alld de los obstaculos que se presentan al intentar re- sefiar con algitn propésito particular obras tan comple- (1991), Philosophy and Iden of Freedom, Basil Blackwell, Oxford.’ M jas como as de Bourdieu 0 Giddens, en el caso de Ha. bermas es atin més complicado debido a la extensién y articulacién de muchos de sus trabajos y en especial el dedicado a su Teoria de la Accién Comunicativa. Por lo tanto, es conveniente enfatizar que To que sigue es una seleccién y sintesis muy apretada de los ejes fundamentales del pensamiento de Habermas en orden a explicitar elrol de las nociones que se analizan aqui y poder conectar teorfa y epistemologia. La eleccién de exponer su pragmética formal en co- nexidn con su teoria consensual de la verdad radica en el convenci- rmiento que es el lugar desde donde se pueden observar con mayor claridad las relaciones entre préctica comunicativa, mundo de la vida y los procedimientos para alcanzar la aceptacion de la preten- sién de validez de los discursos tedricos. La Teoria de la Accién Comunicativa tiene entre sus objetivos el mostrar las conexiones entre sistemas y mundo de la vida en la so- Adit Srivano ciedad capitalista avanzada. Para ello procede a una critica de la racionalizacién social y la racionalidad funcionalista, en términos de una pragmatica formal (Habermas, 1989, 1990a). ‘Ya en “Ciencia y Técnica como Ideologia”, Habermas propone que para la descripcién y andlisis de la sociedad debia aceptarse la ; existencia de dos modelos de interaccién: la accién orientada a fi- nes y la interaccién mediada simbélicamente u orientada al enten- dimiento. Este andlisis tenia por lo menos dos consecuencias teéri- cas relevantes: impedia la resolucién de la teoria social en términos sistémicos y motivaba a realizar un anélisis de la sociedad trasla- dandose al paradigma comunicativo (Habermas, 1986) El programa de investigacién de Habermas se enderez6, en un sentido, a mostrar, en términos de Teoria del Conocimiento y de Filosofia de la Ciencia, las falencias del programa positivista y la necesaria conexién entre raz6n e intereses, como un punto basico para la fandamentacién de una teoria critica reconstruida desde la | razén comunicativa (Habermas, 1966, 1986, 1988). Por otro lado, si el objetivo era tratar de explicar la constitucién dela sociedad contempordnea y operar una critica substancial en el materialismo histérico para mostrar la coherencia en el cambio de paradigma, se hacia necesario proceder a una critica de la Raciona- lizacién y la Cosificacién. ‘Todo esto Habermas lo realizé sistematicamente, el anilisis con- cluyé, en parte, con su trabajo sobre Teoria de la Accién Comunicativa. a exposicion que se va a realizar aqui de la Teoria de la Accién Comunicativa esté orientada a facilitar la comprensién del lugar de la cultura y la practica social en su propuesta y también a posi tar una exposicién satisfactoria de sus supuestos epistemologicos. Por ello, en primer lugar se comenzara con una sintesis de sus principales elementos, en segundo lugar se explicitara sintética- mente la relacién entre mundo de la vida y sistemas, en tercer lu- gar se resefiara la pragmatica formal, en cuarto lugar la estructura de los actos del habla y en quinto lugar se realizard un esbozo de la teoria de la argumentacién. Se seguir este camino porque es nece- sario introducir la relacién entre mundo de la vida y sistema para que se pueda observar el rol de la cultura en su proceso de mutuas relaciones. Ademas, se persigue el objetivo de sintetizar los aspec~ tos pragmaticos de la propuesta de Habermas donde se visualiza Tria det Acc Comunicatioa. Habermas” daramente el papel del mundo de la vida como sustrato de enten- dimiento, porque esto permitira, en el marco del desarrollo de la teoria de la verdad, eritender perfectamente cémo se relacionan en Habermas opciones tedricas y epistemologicas. Elementos fundamentales de la Teoria de la Accion Comunicativa Dados los objetivos sefalados, lo que sigue es solamente una apretada sintesis de los principales elementos de la TAC (Teoria de Ja Accién Comunicativa) que se hacen imprescindibles destacar. 1) La TAC continiia a través de un giro lingiistico las intenciones dela Teoria Critica, en tanto que intenta comprender la situacién de la sociedad contemporanea como un desacoplamiento entre sistema” y “mundo de la vida", via estructuracién de una teoria de las competencias comunicativas. 2) Ela TACse establece la distincién entre Accién y Discurso, en tre Actos del Habla y Accién. Habermas piensa que a través de una pragmatica formal se hace innecesaria la diferenciacién en- tre validezy significacién de las manifestaciones de los hablantes; como asi también que la reconstruccién de la teoria sociol6gica contemporinea debia efectuarse rearticulandose lenguajey acciGn, tal como se sefialara en los primeros apartados de este estudio. Por lo tanto, la “incompleta” critica inmanente de Frankfurt toma en la TACa las formas de habla y accién como punto de partida, 3) El ol de la pragmética formal y la importancia del entendimiento via proceso argumentativo, hacen que la teoria de la argumenta- cin no solo sea el eje de la teoria de la verdad que luego se expon- dra sino que ocupe un rol central para entender los procesos de coordinacin de la accién que giran en torno al entendimiento. 4) En la TAC los tipos puros de interacciones mediadas simbélica- mente se postulan como una telacién entre tipos de acciones y elementos pragmatico-formales, segtin los cuales a cada tipo de accién le corresponde un tipo de acto del habla caracteristico. En cada uno de ellos el lenguaje cumple una funcién particular, las acciones tienen distintas orientaciones, los sujetos asumen dife- aria Serivano vind actitudes basicas, manifestando relaci iferentes ¥ sus afirmaciones inv de validez. De acuerdo a lo anteric ciones estratégicas, las conversaci Jas acciones orientadas or norm: 5) La Accién Comunicativa se enrai los actos del habla: propos actos comunicativos cobran trando la estructura simbél interacién. El reasentamiento de conocimientos Ambito expresivo en una base lingiistica posibili comunicativos el entendimiento, la socializacién de los actores. ones con el m, un olucran distintas pretensic’ ior se pueden identificar las . lones (0 acciones comunicatiy.4 as y las acciones dramatiirg | Deeste modo, laTAC dacion tel med laTAC propone realizar una critica de la racional. arribar a su Teoria de la Aci 0508 anilisis sobre la constit que pueden ser ejemplificad blemas de Legitimacién en ai un laborado marco conceptual que permite re culacion entae eon COR Su visiin sobre la comprensiGn de la art Proxima punta cias ¥ mundo de la vida; sobre esto se ocupael Jcgan lak ngs pues 6 Un elemento importante para captar emo ‘ones de cultura y préctica social en su propuesta i6n Comunicativa llevé adel: E v6 adelante nume- tucién dela sociedad “post-capitalista” los paradigméticamente en su libro “Pro- el Capitalismo Tardio”. En la TAC brin. Sistemas y Mundo de la Vida En el contexto arriba resei Habermas la sociedad Procesos comunicativos En la constitucién de entablan dos tipos de acci ‘fado es facil entend ) a re ler cémo para puede ser comprendida si se analizan los que en ella se efectian, C sociedad los individuos al relacionarse nes basicas. Unas son las que estén orien- im pen 6 B wtlecimiento de metas y la administracién de recursos; y por la Teoria dein Accén Comicaiva.. Habermas pas a fines, y que Habermas denomina instrumentales 0 estraté- ai y otras qve se orientan al entendimiento, que son interacciones 827 Adas simbélicamente y que él denomina como acciones comu- ntivas. A través de cada una de ellas se constituyen ambitos de la ‘edad distirtos. Las acciones instrumentales configuran los sis- as especializados de resolucién de problemas, tales como el es- ic soci stein comunicativa se constituye el mundo de la vida. En este arco, a cada accién le corresponde un “interés” y un tipo de “co: pocimiento”; a las instramentales el téenico, cuyo objetivo es la trplicacién de las regularidades del mundo expresadas en térmi- os de un plexo funcional de variables que pueda ser aprovechado teenoldgicamente; y a las comunicetivas uno practico, que se orienta alaconstitucion intersubjetiva del mundo de la vida (Habermas, 1986) De este modo la constitucién y el desacoplamiento entre los sis- temas y el mundo de la vida pueden ser explicados en términos de ja evolucién social, y de la interpretacién que esta ha tenido en el marco de la teorfa sociolégica como teoria de la racionalizacién y modernizacién (Habermas, 1989a, 199Ua) Habermas reconstruye la estructura social desde La interrelacién entre los sistemas administrativo y econémico y el mundo de la vida. El subsistema econémico es el encargado de la regulacién de los recursos, teniendo como medio el dinero; el administrativo tiene por finalidad el establecimiento de metas y su medio es el Poder. Estos proceden segiin el modo de la racionalidad medio-fines para Jograr la estructuracién sistémica de la sociedad (Habermas, 1990a) Por otro lado, en Habermas los subsistemas parsonianos de cul- tura y sociedad son reconstruidos como ambitos pre-estructurados simbélicamente que se orientan al entendimiento usando como medio el Lenguaje. El mundo de la vida comprende, en tanto plexos de sentido que lo constituyen, a la cultura, la sociedad, y la estruc- tura de personalidad. Cultura es el acervo de saberes desde donde Jos participantes en tina comunicacién extraen las interpretaciones comunes queles permiten entenderse sobre algo en el mundo. Ala Sociedad la constituyen las ordenaciones legitimas que regulan la pertenencia a grupos sociales de los participantes de una comuni- cacién, “asegurando con ello la solidaridad”. Por Personalidad Habermas entiende “Ins competencias que convierten a un sujeto en capaz jr 158 Alri Seribono de lenguaje y de accién, estos, que lo capacitan para tomar parte en proces de entendimiento y para afirmar en ello su prop identidad” (bid: 196) Habermas formula su nocién de mundo de la vida en términgille de una teoria de la comunicacién basada en las relaciones actojll mundo que se dan analizando los actos del habla. En las relacionall actor-mundo aparecen “[..] los tipos puros de accién orientada al ey! tendimiento. Analizarido los modas de empleo del lenguaje puede aclara ‘qué significa que un hablante, al ejecutar uno de los actos del habla esténdgy entable una relacién pragmatica 4 ‘con algo en el mundo objetivo (como totalidad de las entidad, sobre las que son posibles enunciados verdaderos); 0 “econ algo en el mundo sacial (como totalidad de las relaciones. interpersonales legitimamente reguladas); 0 “scon algo en el mundo subjetivo (como totalidad de las propis vivencias a las que cada cual tiene un acceso privilegiado y que el hablante puede manifestar verazmente ante el piiblico), relacién ex la que los referentes del acto del habla aparecen al hablante coms algo objetivo, como algo normativo o como algo subjetivo” (ibid: 171, énfasis mio ) Los actos del habla, los tipos de mundo, las actitudes con ellos” relacionadas constituyen el eje central para la definicién de accién comunicativa en tanto constitutiva del mundo de la vida. En la ac- cién comunicativa en tanto proceso de cooperacién de interpreta- cin intersubjetivamente compartido respecto del mundo objetivo, social y/o subjetivo, los participantes “L...] emplean el sistema de referen cia que constituyen los tres mundos como marco de interpretacién dentro del cual elaboran las definiciones comunes de su situacién de accién” (idem). En este marco el mundo de la vida opera como horizonte que sirve de trasfondo desde donde “f...J los agentes comunicativos locali- zan y datan sus emtisiones en el espacio social y en el tiempo histérico” (ibid.: 193), pues de él se extrae el saber de fondo que mediante la definicién comin de las situaciones permite la coordinacién de las acciones orientadas al entendimiento. Los érdenes institucionales de! mundo de la vida que se estruc- turan en laesfera de la vida privada y la esfera de la vida pitblica, se ven sometidos a un proceso de intercambio con los subsistemas. Tori de ta Acid Comunintioa.. Habermas + En la esfera de la vida privada los procesos de intercambio se efecivizan en tanto trabajador y consumidor; en el primero, el su- to ofrece su fuerza de trabajo y-el sistema econémico lo recom- rsa con el salario; en el segundo el sistema econémico ofrece los Fienes y servicios que el sujeto demanda En la esfera de la opinién publica los procesos de intercambio se cistalizan en tanto el sujeto se posiciona como cliente y ciudadano. gn el primer caso 61 sistema administrativo exige del sujeto el pago de impuestos y como output se efectivizan los rendimientos organi- zativos, es decir, politicas sociales, infraestructurales, etc. Como ciu- dadanos los sajetos aportan a los procesos de legitimacién la “leal- tad de poblacién” que sustentan las “decisiones politicas” del siste- sma administrativo. En las categorias de trabajador y cliente [..J as relaciones vienen definidas por roles ligados a una organi: zacién. El sistema ocupacional regula su intercambio con el mun- do de la vida a través del rol de miembro de una organizacién, la administracién publica « través del rol de cliente. Ambos roles es- tan definidos juridicamente por referencias a organizaciones. Los actores, al asumir los papeles de trabajador y de cliente de la adri- nistracién puiblica, se desligan de los contextos del mundo de la vida y alaptan su comportamiento a ambitos de accién formal- meite organtizados ae (Habermas 1990a: 453) En cambio, los roles de consumidor y de participante en los procesos de opinién pablica, si bien tienen referencia a ambitos organizados formalmente, no van ligados juridicamente a una or- ganizacién. ; Pa { De esté modo, el subsistema Administrativo y el Econémico co lonizan el mundo de la vida presionando a los sujetos bajo la doble contradiccién de Trabajador-Consumidor y Cliente-Ciudadano. La razén funcionalista y el proceso de racionalizacién descripto por Weber y levado por Lukics al marxismo como Cosificacién son expuestos po: Habermas bajo una triple articulacion realizada en tér- minos de une Pragmatica Universal, una Fenomenologia del Mundo Social y una Teoria de la Evolucién Social como aprendizaje, que co- necta el lenguaje con los procesos evolutivos del conocimiento. 159 wl ‘Advi Seriseno Habermas, que en un principio considera al Psicoandlisis com manifestacién cabal de los procesos de autorreflexiéna los que p de Hlegar el sujeto a partir del Lenguaje y luego, siguiendo a Piageg, observard cémo los esquemas cognitivos se forman en un proces, evolutivo de carécter intersubjetivo, producido a través del lengua je, elabora a partir de G. Mead una teoria del aprendizaje que ¢ términos de interaccién simbélica dota al sujeto de sus capacidades cognitivas, expresivas y reflexivas. Asi, por la relacién intersubjetivg inmanente al lenguaje queda conectado el sujeto con el conocimientg y la accién (Habermas, 1990a). Es en el Mundo de la Vida donde los sujetos, via lenguaje, cons. 0 truyen sus relaciones y a cada accién le corresponde tn acto del habla y una orientacién de! mismo. El lenguaje cumple distinta funciones, con él se entablan distintas pretensiones de validez y se relaciona con el mundo de manera distinta. Antes de establecer lq relacién entre actos del habla y tipos de acciones es convenients desarrollar lo que Habermas entiende por Pragmitica Universal, La Pragmatica Universal Habermas partiendo del especial puesto de la accién orientada al__ entendimiento, pues desde su visién todo tipo de comportamiento estratégico se puede derivar de ella, propone una pragmética uni: versal “que tiene como tarea identificar y reconstruir las condiciones uni versales de entendimiento” (Habermas, 1989b: 209). Dicha universali- | dad se refiere alas condiciones de posibilidad del entendimiento que debemos suponér como “ya siempre” dados a los fines de un enten-_ dimiento satisfactorio. Ahora la argumentacidn se concentraré en ctia- tro elementos que son absolutamente necesarios para entender la pro- puesta de Habermas: 1) la base de validez del habla, 2) los aspectos constitutivos de la Pragmatica Universal, desarrollados en este apar- tado, 3) la doble estructura del habla y 4) el modelo de comunicacién ingitistica que propone Habermas, que resefiaremos mas adelante. 1) La base de validez del habla Habermas parte proponiendo que todo agente al participar en una accién comunicativa entabla en su ejecucién pretensiones uni- Teoria deta Acciin Comunicsiva.. Habermas * yersales de validez, y supone que las mismas se pueden desempe- jar discursivarente,,es decir fundarse. Dichas pretensiones son: a) La de estarse expresando inteligiblemente b) La de estar dando a entender algo. ¢) La de estar danidose a entender. d) La de entenderse con los demés. El hablante tiene que elegir una expresién inteligible, para que ha- Dlante y oyente puedan entenderse entre si; el hablante tiene que tener Ia intancién de comunicar un contenido proposicional verda- dero, pera que el oyente pueda compartir el saber del hablante; el hablante tiene que querer expresar sus intenciones de forma veraz para que el oyente pueda creer en la manifestaciin del hablante; el hablante tiene finalmente, que elegir una manifestacién correcta por lo que hace & las normas y valores vigentes, para que el oyente pue- da aceptar esa manifestacién de suerte que ambos, oyente y hablan- te, puedan concordar entre si en esa manifestacién en lo que hace a un trasfond> normativo intoroubjetivamente reconocido, (Habermas, 1989b: 300) Segtin Habermas la meta del entendimiento es la produccién de unacuerdo, este produce a su vez procesualmente en una comuni- dad intersubjetiva: a) la comprensién mutua, b) el saber compartido, ©) la confianza reciproca, y d) la concordancia de unos con otros. De este modo el acuerdo se alcanza, segtin Habermas, sobre la base del reconocimiento de cuatro correspondientes pretensiones de validez: inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud. Este entendiniento alcanzado cooperativamente tiene un signi- ficado minimo, el que los sujetos asignan a las expresiones lingitt ticas el mismo significado, y uno maximo, donde los sujetos logran “concordancia acerca de ta rectitud de una emisién por referencia a un trasfondo normat'vo que ambos reconocen” (Habermas, 1989b: 301). Es claro que Habermas es consciente que el estado de produccién de im Aarién Srtano un acuerdo es tal, 0 sea, una consecucién procedimental, porqu comunicaciones como se ha sefialado en el apartado antered e cumplen siempre con las caracteristicas de un acuerdo, pero de dos modos toma a los actos de habla consensuados como punt, partida para analizar los procesos de entendimiento; lo que se basa en las caracteristicas de los mismos. vee eg Para Habermas la posibilidad de entendimiento descansa e consenso de fondo que anida en un compartido mundo de la vid Bl consenso de fondo “[... es decir, el ‘reconocimiento en comin’ pretensiones de validez que reciprocamente nos planteamos ha de signi car a lo menos lo siguiente” (idem). nh a) que los participantes saben que para lograr una comunics ci6n orientada al entendimiento cada uno ha de entablar a guna de las pretensiones de validez sefialadas, ») lo cual significa la conviccién comin de los participantes que! las pretensiones de validez o bien han sido resueltas, como xian ese caso el dela inteligibilidad o que pueden desemperir. se, fundaree, con razones cunipliendo con las condiciones de 4 adecuacién, como.Jo'son la verdad, la veracidad y la rectitud, En este contexto Habermas distingue: a) condiciones de vali. dez, b) pretensiones con las que un hablante exige reconocimienta intersubjetivo, y& desemperioo resolicidn de las pretensiones plan teadas con razon. En este sentido Habermas afirma: Eloyente, al aceptar una pretensién de validez planteada por el ha- blante, reconoce ta validez del producto simbélico, es decir, reconoce ‘que una oracién es gramatical, un enunciado verdadero, la inten- cién del hablante veraz, una manifestacién correcta (en el sentido de atenida a un trasfondo normativo). La validez de estos productos simbélicos se funda en que cumplen determinadas condiciones de adecuacién; pero el sentido de Ia validez consiste en ser dignos de ser reconocidos, es decir, en la garantia, de que bajo circunstancias adecuadas pueden obtener un reconocimiento intersubjetivo (Habermas, 1989b: 302) ‘Como resultado de lo expuesto se ai mo. puede entender un poco mis la definicién de Habermas de Pragmatica Universal cuatelo rani. Teoria det Acct Comunication... Habermas E esta que “he propuesto el nombre de ‘pragmatica universal” para el pro- rama de investigacién que tiene por objeto reconstruir la base universal fla validez del habla” (Habermas, 1989b: 302). Para explicar satisfac- © foriamente el programa expone lo que significa una estrategia = yeconstructiva como base de una ciencia reconstructiva del lengua- > je, punto queno se puede desarrollar aqui, pero que muestra clara- Ey yente una de las tantas aristas de la confusion respecto a lo univer- sal que ha ocasionado el programa habermasiano. Es necesario con- centrarse ahora en algunos de los t6picos basicos que cualifican la Pragmética Universal 2) Aspectos fundamentales de la Pragmatica Universal Se sintetizan aqui los elementos fundamentales que la propues- tade Habermas contiene en funcién de su pretensién de analisis de Jas unidades elementales del Habla. En el contexto de estos elemen- tos y en relacién con el que se desarrolla en los apartados posterjo- res se comierza a visualizar con mayor claridad cémo las practicas comunicativas a la vez posibilitan la coordinacién de la accién y los procesos de entendimiento. La Pragmitica Universal tematiza a las emisiones como unida- des elementales del habla, tal como la lingitistica lo hace con las oraciones corio unidades del lenguaje. Respecto a esto Habermas afirma: “A Ia tase del deslinde entre lingiifstica y pragmética universal he empezado poniendo la distincién usual entre oraciones y emisiones, pues lageneracién de oraciones conforme a las regias de la gramitice representa algo distinto que el emplea de araciones conforme a reglas pragméticas que forman la infraestructura del habla” (Habermas, 1989b: 326). En este sentido, el, hablante ha de dominar reglas que le permitan formar oraciones gramaticalmente correctas y juzgar acerca de su acepta- bilidad. E] andlisis reconstructivo del lenguaje tiene justamente como meta la descripcién explicita de esas reglas. Dicha tarea la compar- tela teoria de los actos del habla con la Lingiiistica; para la primera existe una competencia comunicativa de regla, que es la competen- cia de emplear oraciones en los actos del habla. Lamencionada com- petencia comunicativa se supone con un niicleo tan universal como el de la competencia lingiiistica. La competencia comunicativa ex- cede la compatencia lingiiistica, que se manifiesta en la produccién hiss ‘Atri Seribano de una oracién no-situada de acuerdo a la capacidad de lenguaje que se supone en cada hablante. Esto es asi, porque mas allé de Ig inteligibilidad los actos del habla deben tener también relacioy con las otras tres pretensiones de validez. $i un hablante satisface Iq pretensién de inteligibilidad produce una oracién gramaticalmente correcta, para lo cual tiene que dominar las correspondientes re. glas gramaticales, capacidad a la que se la denomina capacidad lin- gilistica. Pero cuando se hace referencia a la capacidad de comunj cacién esta es solo accesible desde un andlisis pragmético. Habermas afirma que “por capacidad de comumicacién entiendo Ia capacidad de un hablante dispuesto a entenderse, para insertar una oracién bien formed cen referencia a la realidad o relaciones con la realidad {...]” (ibid.: 328). Es decir, que tenga la potencialidad a) de elegir el contenido enunciativo de la emisién que guarde rela cién con un hecho u experiencia, de forma tal que se ajuste a ciertas condiciones de verdad y que se transforme en un saber compartible; 0 responda n autoimdgenes aceptadas” de forma tal que dicha co- rreccién pueda ser compartida por el oyente (idem), Es desde aqui, donde se observa con mayor claridad lo que Habermas entiende por universal, pues esta capacidad comunica- tiva en cuanto condiciones de produccién de la decisién de emitir | una afirmacién, no depende de condiciones de saber particula- res ni de contextos cambiantes, permitiendo que las oraciones puedan usarse en la exposicién, autorepresentacién y el estable- 7 cimiento de relaciones interpersonales, en tanto funciones prag- maticas universales. Ahora bien, si la unidad de anilisis de la Pragmatica Universal son las emisiones y su cometido describir las reglas universales utili zadas en la capacidad de comunicacién que permiten analizar el des- empefio de todas las pretensiones de validez, es obvio que “la pieza nuclear de la teoria de los actos det habla es ta clarificacién del status realization de las emisiones lingiitsticas” (Habermas, 1989b: 330). Es decir que, cuan- Teoria de a Acién Comunicatea... Habermas goel hablante produce tuna promesa, afirmacién 0 advertencia, eje- fata al mismo tempo con las correspondientes oraciones una ac- Gin. Una emision asi entendida, supone algtin tipo de relacién en- tre hablante y oyente, su fuerza ilocusionaria consiste en que entre llos las manifestaciones producen una determinada interaccién, si podemos corprender cémo las manifestaciones lingiiisticas son acciones del habla que contienen una fuerza generadora de relacio- nes interpersonales. Este es en principio el concepto de actitud realizativa que Habermas conecta con su teoria de la Verdad. La Pragmatica Universal implica entonces tener en cuenta la doble estructura de los actos del habla, a saber, el contenido ilocusionario y el proposicional, a ello se dedica el préximo aparta- do en el marco de su tipologia de los actos del habla 3) Estructura de los actos del habla Uno de los puntos fundamentales de la Teorfa de la Accién Co- municativa consiste en la clasificacién y estructura de los actos del habla realizada por Habermas. Propuesta la Pragmatica Universal, estas practicas comunicativas revelan progresivamente el rol del mundo de la vica como plataforma compartida que posibilita el en- tendimiento y le accién. Por otro lado, la estructura de los actos del habla permitiré comprender mejor lo que Habermas propone en su teoria de la argumentacién y en su teoria de la verdad. En funcién de los objetivos de este estudio se desarrolla esta tematica. 1) Como punto de partida es conveniente recordar la clasificacién de los tipos de actos del habla que hace Habermas; para él, los tipos puros de interacciones mediadas lingiifsticamente son: Accion Estatécica: cuyos actos del habla caracteristicos son los perlocusionarios e imperativos, donde el lenguaje cumple la funcién de ejercer influencia sobre el agente, esta orientada al éxito con una actitud objetivante frente al mundo objetivo y cuya “pretensién de validez” es la eficacia Conversacion: basada en actos del habla constatativos, donde el Ienguaje funciona como exposicién de estados de cosas, esté orientada al entendimiento con una actitud objetivante frente al mundo objetivo y cuya pretensién de validez es la verdad. 165 Atri Seibona AcciON REGuLADA ror Normas: apoyada en actos del habl, gulativos, donde el lenguaje cumple la funcidn de puente pa el establecimiento de relaciones interpersonales, ests ovie tada al entendimiento de conformidad a normas en relacig, con el mundo social y cuya pretensién de validez es la rectity la re Acci6n Dramarincrca:consta de actos de habla expresivos, pliendo el lenguaje la funcién dela “presentacion de uno mig mo”, cuya actitud basica es la expresiva en relacién con ¢ mundo subjetivo, se orienta al entendimiento y su pretensié de validez es la veracidad (Habermas, 1990a). De esta manera, existe una reconstitucién de la sociedad via ac | cién comunicativa distinguiendo “los actos del habla de las activi- dades no lingitisticas” de acuerdo a dos caracteristicas de los pri. 4 meros: a) “estas acciones que se interpretan a si mismas presentan una actitud reflexiva” (Habermas, 1990b: 71); b) se orientan a fines ilocusionarios que solo pueden aclararse mediante el concepto dé entendimiento, inmanente al propio medio lingiiistico, y que 10 sé J evan adelante sin la cogperacién del destinatario. “El concepto de accién comunicativa presupone el lenguaje como un medio de entendimiento sin mds abreviaturas, en que hablantes ¥y oyentes se refieren, desde un horizonte preinterpretado que su mundo de la vida representa, simulténeamente a algo en el mundo objetivo, en el mundo social, y en el mundo subjetivo, para negociar definiciones de la situacién que puedan ser compartidas por todos. (Habermas, 1989a: 137) 2) Una vez resefiada la clasificacién y sefaladas las implicancias del rol del concepto de accién comunicativa, es posible analizar ahora la doble estructura de los actos del habla. Para Habermas, los actos del habla tienen un componente ilocucionario y otro proposicional, ambos pueden variar con inde- pendencia uno de otro. El contenido proposicional puede perma- necer invariante en distintos tipos de actos del habla. Una caracte- tistica fundamental del lenguaje humano es la posibilidad de lo- Brar esta abstraccién del contenido enunciativo respecto del enun- ciado afirmado. “Tere bt Aclin Comunication. Habeas “En una perspectiva genética este cardcter invariante de los conteni- os proposicionales se presenta como una desconexién de-componente ilocucionario y componente proposicional en la formacién y transforma: ‘iin de actos del habla” (Habermas, 1989b: 341). Ladistincion de dos niveles de comunicacién en los que los par- © icipantes deben entenderse simulténeamente si desean comuni- carse sus intenciones, consiste en la doble estructura del habla don- © de la desconexién arriba aludida es condicién de la misma. Haber- mas distingue en este contexto entre: a) el plano de la intersubjetividad, donde los participantes me- diante acto ilocucionario establecen relaciones de entendi- miento mutuo; b) “el plane de la experiencia y estado de cosas sobre las que hablante y ayente tratan de entenderse en el medio de la funcién comunicativa [.J" (enel sentido de los establecido arriba por a) (idem). A cada uno de estos planos le corresponde un modo de com- prensién ya que el acento de los mismos esté determinado por la componente predicativa 0 ilocucionaria; de acuerdo se haga refe- rencia a lo que comunicamos respecto al mundo o al modo como lo comynicamos. Cada una de estas comprensiones produce un en- tendimiento diferente respecto a su referencia a lo mundano 0 extramundano de las relaciones interpersonales. Con la doble estruc- tura del habla se relaciona otro rasgo fundamental del lenguaje como loes la Reflexividad. Los participantes de un didlogo han de moverse siempre en el intento de unit la comunicacién de contenido y el sentido de lo afir- mado al satisfacer la doble estructura de los actos del habla. Esta posibilidad demencién directa e indirecta del acto del habla explicita la autorreferencialidad que lo caracteriza. Surge asi la posibilidad de analizar un plano comunicativo y otro metacomunicative, que no hay que confundir con los metalenguajes creados en los lengua- jes formales. “Por el contrario, en el plano metacomunicativo del habla es imposible hacer enunciados, en ese plano se elige més bien el papel ilocucionario en que ha de emplearse el contenido proposicional” (Haber- mas, 1989b: 343). Esta metacomunicacién acerca del sentido exige una actitud realizativa de los participantes en la comunicacién. fz Asin Serbano Teoria dela Acciin Comunicati... Habermas concepto de prictica’ comunicativa. Habermas muestra en esta fi- En el modo de conectarse y asociarse una comunicacién, en a¢ gura la correspondencia entre: titud objetivante del contenido proposicional, y una metacomunicy cién en actitud realizativa acerca del sentido de cémo ha de ente, derse dicho contenido proposicional, radica la reflexividad de lo lenguajes naturales. 2) “los ambites de realidad a los que todo acto del habla hace referencia, yet modo y menera como los ambitos de la realidad aparecen en tas rela- ciones que los actos del habla establecen con el mundo, plazar de la actitud objetivante a la realizativa y viceversa, a condi cién de entender que los actos ilocucionarios por los cuales produit cimos objetivaciones no se pueden convertir en objeto en el misma: acto del habla. Se finaliza este apartado resumiendo los modos de comunica- cién que segiin Habermas existen desde su posicién pragmatica y que, como todo lo expuesto aqui, serdn ilustrativos al tratar su teo. ra de la argumentacién, A los modos de comunicacién les corresponde un tipo de actos del habla, un tema y una pretensin de validez asociados a ella. | Asi entiende que al modo de comunicacién cognitivo le corres «) Ins pretensiones de validez bajo las que se establecen esas referencias ala realidad, y 4) las funciones universales que las operaciones gramaticalment® correc- tas adoptan en sus referencias a Ia realidad” (Habermas, 1989b: 368). Naturaleza | Objetividad Verdad Exposicién de Externa Estado de Cosas proposicional, asociado a la verdad como pretensién de validez. Al modo de comunicacién interactivo le corresponde un acto del ha: > bla regulativo, asociado a la rectitud como pretension de validez, Desde la doble estructura de los actos del habla Habermas como hemos visto tematiza los planos de comprensién, de comunicacién y lareflexividad, todos puntos centrales de su pragmética formal, y de gran importancia a la hora de contextualizar su nocién pragm: tica de mundo de la vida y mediaciones para establecer su concepto de practica comunicativa. 4 Sociedad | Normatividad Rectitud | Establecimiento de Relaciones Interpersonales 4) Un modelo de comunicacién lingitistica Naturaleza | Subjetividad Veracidad {> Expresién de Se ha revisado cémo la propuesta de Habermas inchuye una es- Interna eee 4 ubjetivas tratificacién de los tipos de actos del habla que contienen en si dis- tintas pretensiones de validez y se orientan a distintos tipos de Ambitos de la realidad, lo que se presenta ahora es un primer mo- delo elaborado por Habermas para dar cuenta de su pragmitica | formal y que, al posibilitar una mejor comprensién de las diferen- = cias entre los actos del habla, permitir entender de qué modo los deslindes entre mundo y habla constituye un tema central de su Lenguaje | Intersubjetividad | Inteligibilidad ooo Aaviin Serban Habermas parte afirmando que la universal ersalidad de la: siones de validez. puede aclararse respecto al lugar sisteindties ol ocupa el lenges dado que este es el medio por el cual hablants oyente realizan las operaciones de deslinde. El sujeto wopera su deslinde: base a) “frente a un entorno al que objetiva en actitud de observador b) frente a un entorno del que hace experi t fenton que hace experiencia en acttud realizativa de ugh ©) frente a su propia subjetividad, d) frente al medio que representa el leng ” fe 'o que representa el lenguaje mismo” (Habermas, 1989p diferencia usando el lenguaje como medio, Habermas ha propues!f to los siguientes nombres respectivamente: eS a) naturaleza externa, b) sociedad, ©) naturaleza intema 4) lenguaje. a) Por naturaleza externa, Habermas entiende “ del reid qu el hblenteadutounqus ee ee puede percibir y tratar manipulativamente” (Habermas, 1989b 366) incluyendo en ella todos los objetos y estados de cosas accesible, a la experiencia sensible. A este ambito de la realidad le corres onde la objetividad en tanto modo como aparecen y se relac nan los actos del habla con ella. Y que segin Habermas “puede designar el modo y manera como la realidad objetivada aparece en el habla”. Siendo en este caso la verdad la pretensidn de valides que se establece envesta referencia y que hacemos valer para las so respondientes proposiciones, donde el lenguaje cumple la fun cidn de exposicién de estados de cosas. b) Sociedad, “designa aquel fragmento de la realidad simbélicamente Preestructurada que el sujeto adulto puede entender en actitud no objetioante” (idem). El hablante en tanto participante en una co. Teoria de a Accom Comunigton.. Habermus municacién que supone una comunidad de lenguaje actita comu- nicativamente, realizativamente, frente a este fragmento de la realidad que incluye acciones, instituciones, tradiciones, valores, etc. “La reclidad social de los valores y las normas de accién penetran el habla a través de los componentes ilocucionarios de los actos del habla” (Habermas 1989b: 367); a este modo de cémo este fragmento de realidad no objetivada se presenta en los actos del habla Habermas Je denomina normatividad y se corresponde con la pretensién de vyalidez. denominada rectitud donde el lenguaje asume la funcién de produdir el establecimiento de las relaciones interpersonales. «) Naturaleza interna: Habermas entiende que este fragmento de realidad ro objetivada expresa las intenciones del hablante, al respecto afirma: “Por naturaleza interna entiendo todas las intencio- nes que puedo expresar en cada caso como vivencias mias. Precisamente en esta actitud expresiva el yo se sabe no sélo como subjetividad, sino como una instancia que, simultineamente, en el conocimiento, en el lenguaje y 2 la interaccién, ha trascendido ya siempre los limites de la mera subjetividad” ({bid.: 366). Este fragmento de la realidad se ‘manifiestz en los actos del habla en la manera de subjetividad y la pretensién que hace valer es la relaciéin con a intencidn expre- sada, la veracidad, donde el lenguaje cumple la funcién de ex- presién de vivencias subjetivas. 4) Lenguaje: Habermas introduce como regién de la realidad al len- ‘guaje porque “en Ia ejecuciém de nuestras acciones comunicativas y ex- presiones, se mantiene una peculiar semi-trascendencia, se presenta al hablante y al oyente (preconscientemente) como un fragmento de la reali- dad sui generis” (ibid.: 367). Frente al lenguaje el sujeto puede to- mar una actitud objetivante (sustrato material) o realizativa (con- tenido semantico de los actos ilocusionarios). En relacién al len- guaje como fragmento de la realidad, Habermas emplea el térmi- no intersubjetividad “para la comunidad establecida entre sujetos ca- paces de lenguaje y accién a través de la comprensidn de significado idén- ticas y del reconocimiento de pretensiones universales de validez” (idem.), siendo la inteligibilidad la pretensidn de validez. correspondiente. La clasificacién de los actos del habla que se realiz6 condujo ala doble estructura de los mismos. Y para comprender mejor la aludi- ja Adri Serbano da clasificacin es necesario retomar el modelo que se termina de_ exponer. Toda la argumentacién desarrollada hasta aqui permite comprender cémo la renovacién de las relaciones entre accién y discurso que realiz6 Habermas fundamentan su concepto de pric tica comunicativa, y cémo esta solo se puede entender en relacién, al especial puesto conceptual del mundo de la vida que contiene como uno de sus elementos, a la cultura. Pero ademas esta sintesig de la visién de Habermas sobre lenguaje y accién permite compren. der mejor su teorfa consensual de la verdad, que se articula con lo anterior y en parte depende de su Teoria de la Argumentacién, té: pico que se pasa a analizar. 4 Teoria de la Argumentacién Primero se tiene que adelantar que de acuerdo a los objetivos de este estudio se expondra la Teoria de la Argumentacién que propo- ne Habermas en funrifin de esclarecer su Teoria de la Verdad, pero que la misma es pensada por el autor como funcionando no solo en los discursos tedricos, como los que interesan aqui, sino también en los discursos practicos y autoexpresivos. En este contexto, llama ar- gumentacién, “al tipo de habla en que los participantes tematizan las prétensiones de validez que se han vuelto dudosas y tratan de desemperar- las 0 recusarlas por medio de argumentos” (Habermas, 1989a: 37) Una argumentacién contiene de forma sistematica razones que respaldan las manifestaciones que entablan pretensiones de vali- dez puestas en duda o problematizadas, y su fuerza radica en la conexién y pertinencia de esas razones en un contexto determina- do, Esta fuerza de la argumentacién se muestra también en su ca- pacidad de convencer a los participantes, de motivarlos a aceptar la pretensién de validez cuestionada, Toda pretensién de validez es susceptible de criticas, pues las manifestaciones en las cuales des- cansan pueden ser aceptadas 0 rechazadas con un sio un no por el alter; de este modo, “en virtud de esa susceptibilidad de critica, las ma- nifestaciones o emtisiones racionales son también susceptibles de corree- cidn. Podemos corregir las tentativas fallidas si logramos identificar los errores que hemos cometido. El concepto de fundamentacién va intima- ‘mente unido al de aprendizaje” (idem). Teoria dele Acc Comunicativ... Habermes Enel contexto de la relacién entre critica, coaccién y aprendiza- je, Habermas opina que en el plano cognitivo-instrumental llama- vies racional a una persona cuyas opiniones son fundadas y actia eficientemente. Ahora bien, dicha racionalidad deja de ser contin- ente si se conecta con la “capacidad de aprender de los desaciertos, de la refutacion de hipétesis y del fracnso de Ins intervenciones en el mundo” (Habermas, 1939a: 38), De este modo se elaboran los discursos tedricos que Habermas define en primera instancia como “Ia forma de argumentaciin en que se convierten en tema las pretensiones de verdad que se han vuelto proble- miticas” (idem.). ‘Como se puede observar Habermas conecta un concepto de ra- Gonalidad, entendida como la disposicién de los sujetos que se manifiesta en formas de comportamiento para las cuales en cada caso se pueden presentar razones, con el hecho que dichas razones soportadas por manifestaciones son susceptibles de enjuiciamiento objetivo. Lo cual es vélido para toda manifestacién a la que le co- rresponda a guarde wna relacién interna con una pretensién de va- lidez. Habermas en este sentido expresa que “todo examen explicito de pretensiones de validez controvertidas requiere una forma mds exigente de comunicacién, que satisfaga los presupuestos propios de la argumenta- cién” (Habermas, 1989a: 43). Asi como la disposicién y susceptibilidad a la critica y las fundamentaciones remiten a la argumentacién, también los proce- sos de aprendizaje precisan de ella. Dichos procesos, donde adqui- rimos conocimientos tedricos y aprendemos de errores para luego identificarlos, se conectan asi con un comportamiento racional que los hace posibles. “La teoria de la argumentacién cobra agui un signifi- cndo especial, puesto que es ella a quien compete la tarea de reconstruir las presuposiciones y condiciones pragmiticas formales del comportamiento explicitamente racional” (ibid.: 16), Las relaciones internas entre las unidades pragmiticas (actos del habla) que componen los argumentos son el objetivo de una ligica de la argumentacién. Habermas distingue cinco formas de argumentacién que se re- lacionan con los tipos de sus manifestaciones probleméticas y sus correspondientes pretensiones de validez.controvertidas. Podemos resumir la mencionada clasificacién de la siguiente manera: | 173 wal Aan Seribeno Discursos Troricos: Donde las manifestaciones probleméticas tie. nen un cardcter cognitivo-instrumental y cuyas pretensiones de § validez controvertidas son la verdad de las proposiciones y/o jy eficacia de las acciones teleolégicas. Discunsos Pkacticos: Donde las manifestaciones son de caracter practico-moral y las pretensiones de validez enunciadas la rect: tud de las normas de accién, Carrica Esrerica: Donde las manifestaciones evaluativas problemati. zadas se relacionan con la adecuacién de los estandares de valoy 4 en tanto pretensiones de validez problematizadas. Carrica Terareunica: Relacionada con manifestaciones expresivas y | la veracidad de las mismas como pretensiones de validez problematizadas. 4 Discurso Exr.tcartvo: Que toma el lenguaje en si mismo como refe productos simbélicos. Para Habermas el habla argumentativa puede considerarse bajo | tres aspectos, a) como proceso, b) como procedimiento y c) elhecho § de cuyo objeto sea producir argumentos. a) La argumentacién considerada como proceso se trata de una for- ma de comunicacién infrecuente que ha de aproximarse a condi- ciones ideales de comunicacién. Sobre esto tiltimo se volvera més adelante, ahorase realizar una sintesis de la argumentacién como proceso. 1. Los participantes tienen que suponer que la estructura de su comunicacién puede describirse formalmente, 2.que la comunicacién excluye toda coaccién que no provenga del mejor argumento, 3.quedando de este modo neutralizado otro motivo que no sea a biisqueda cooperativa de la verdad. “Bajo este aspecto la ar- gumentacién puede entenderse como una continuacién por otros ‘medios, ahora de tipo reflexivo, de la accién orientada al entenci- miento” (Habermas, 1989a: 46). ‘Tvla dele Accin Comunizativa. Habermas” p) Desde el punto de vista de la argumentacién como procedimien- to, la misma reviste el cardcter de “una forma de interaccién someti- daa una regulaci6n especial” (idem). Dicha interaccién, en tanto biisqueda cooperativa de entendi- miento cor una division cooperativa del trabajo entre proponen- tes y oponentes; es un proceso discursivo regulado donde los participantes: 1, “tematizan una pretensin de validez que se ha vuelto problematica y 2. exonerados de la presién de Ia accién y la experiencia, adoptando una actitud hipotétice, 3, examtinan con razones, y sélo con razones, si procede reconocer 0 no lapretersién defendida por el proponente” (Habermas 1989a: 47), Finalmente, la argumentacién puede ser considerada desde el punto de vista que tiene por objeto producir argumentos cuya finalidad es motivar a la aceptacidn o rechazo de las pretensiones de vali- dez problematizadas. “Los argumentos son medios con cuya ayuda puede obtenerse un reconocimiento intersubjetioo para la pretensién de validez que el proponente plantea por de pronto de forma hipotética y con los que, yor tanto, una opinién puede transformarse en saber” (idem). En tanto ala estructura general de los argumentos Habermas, como es sabido, sigue a Toulmin, para el cual la misma se carac- teriza por contener: 1. Una emisién problematica con su correspondiente pretensién de validez, 2. la razén por la cual ha de decidirse respecto a la pretensién de validez, 3. la razén se fundamenta en una regla, 4. la regla se apoya en evidencias de diversos tipos, 5. si asi ocurriese la modificacién de la pretensién de validez. Para abordar mejor los aspectos sustanciales de la teoria de la argumentacién como la plantea Habermas es mejor hacerlo en rela- AdriinSeriben cién con la exposicién de su Teoria consensual de la Verdad que’ ahora se sintetizard. Recordando siempre el objetivo de sefialar cém, tun concepto de prictica comunicativa como el que Habermas pro, pone, en el contexto de su sociologia, no se puede desvincular de jg » postura procesual de obtencién de acuerdos sobre pretensiones de validez puestas en duda, que se refleja en su filosofia Teoria Consensual de la Verdad, Comprensién y Mundo de la Vida En el contexto de la sintesis que se ha realizado de la ‘Teoria de la Accién Comunicativa, especialmente del desarrollo de su pro. | puesta de una Pragmatica Universal y su visién sobre la teorfa dela argumentacién, se desarrollaré ahora su Teoria Consensual de la Verdad. De todos los aportes fundamentales que Habermas ha rea- lidado a la epistemologia de las ciencias sociales, se seleccioné este t6pico por las siguientes razones: ; a) Porqueen la estructura y-consecuencias de la visin de Habermas sobre la verdad anidan numerosas respuestas a las preguntas de tipo filoséfico que el autor se planteara de manera programética, por ejemplo, en “La Légica de las Ciencias Sociales” o en “Cono- cimiento e Interés”. b) Porque en los tiltimos aftos (casi 20) esta teoria consensual acom- pafia y sustenta las reflexions que Habermas ha realizado. ©) Porque desde la aludida Teoria se puede poner en conexién la constitucién del mundo de la vida con los fundamentos episte- molégicos de las ciencias sociales, siendo este el principal objeti- vo de este trabajo. Para poder estructurar mejor la exposicién, se seguiré parcial- mente y con algunas modificaciones un trabajo ya publicado (eribano, 1994), aunque dados los objetivos actuales se centrard la atencién sobre la “légica de la argumentacién” y las “condiciones para obtener consensos”. El desarrollo de esta temética implica es- tablecer la relacién entre verdad y vivencias de certezas, para in- Torin dele Acciin Conunicaise... Habermas dluirlas como supuesto del modelo procesual de obtencién de acuer- dos. Se expone también el rol de la situacién ideal del habla, dado sucardcter polénico por las relaciones de esta con el concepto prag- mitico de mundo de la vida. A) Cuestiones Preliminares El propio Habermas en su articulo “Teorfa de la Verdad” co- mienza el desarrollo de su propuesta con la aclaracién de lo que denomina algunas cuestiones preliminares. En lo que sigue se retoma la estructura argumentativa de dicho articulo. Lareflexién sobre teorfa de la verdad comienza con las respues- tas a tres preguntas: 1) gDe qué podemos decir que es Verdadero 0 Falso? 2) Ante Ia afirmacién de la teoria de la verdad como redundancia que si consideramos verdladera la afirmacién “p es verdadero”, y “es ver- duilero” resulta ldgicamente superfluo no necesttamos de una teoria de la verdad: ;Qué podriamos responder? 3) En conexicn con los supuestos de la teoria de la verdad como corres- pondencia: ¢Cémo se relacionan los hechos que afirmamos, con los objetos de nuestra experiencia? 1, De acuerdo ala perspectiva tedrica de que se trate se puede atri- buir verdad o falsedad a las oraciones, emisiones o enunciados; Habermas an‘e esto afirma: “[...] verdad es una pretensiin de validez que vinculamos a los enunciados al afirmarlos” (Habermas, 1989b: 114) Clasifica a les afirmaciones como actos del habla constatativos entendiendo que en Jas mismas pueden establecerse con razén 0 sin raz6n pretensiones de verdad sobre el enunciado que afirma- mos. “Las afirmaciones no pueden ser verdaderas 0 falsas, estén justifica das o no estiin justificadas” (idem.). En los actos del habla constatativos es donde se expresa el senti- do de la afirmacién “verdad de los enunciados”, pero estos actos no son ellos mismos verdaderos o falsos. “Verdad significa aqui el sentido del empleo de enunciados en afirma- ciones” (Habermas, 1989b: 115). jn Adri Seriano Haciendo referencia a la pragmatica de ciertos actos del habla puede esclarecerse el sentido de la verdad; lo central es justificar jg 1 pretensién de validez que conllevan los enunciados que se han air. mado, y que a la misma hay que sostenerla con razones. “Pues jg validez justificada de una pretensién garantiza la fiabilidad con que puedan cumplirse las expectativas resultantes de una determinada pretensi6n” (idem), 2. La mencionada afirmacién de la Teoria de la Verdad como redun. dancia nos lleva a la distincién entre la verdad de lo que enun, ciamos y la pretensién de verdad de lo que afirmamos; en un caracter metalingiiistico, sobre si lo que enunciamos ests respal- dado por razones. Pues la segunda afirmacién se realiza con un’ enunciado sobre un enunciado que se refiere a un hecho. a Ain pudiendo argitir que al afirmar “p es verdadera” no aftady - nada a la afirmacién "p"; pues en un sentido pragmatico de las afir-- maciones al presentar “p” afirmo su pretensién de verdad, la teoria de la verdad como redundancia pasa por alto que la niencionada diferencia, “C.J sdlo se obtiene cuando la pretension de validez de las afirmaciones, ingenuamente entablada, queda puesta en cuestion” (idem). Cuando una pretensién de validez se pone en cuestién se reali- za apelando a “constataciones metalingiiisticas” del tipo “p es ver- dadera/no es verdadera”, debido a que han quedado controverti- das sus justificaciones y a través de ellas pasan a ser objeto de con- firmacién o negacién, Habermas cree que esto puede aclararse te- niendo en cuenta las relaciones que se dan entre accién y discurso. Para él accion es "[..J el émbito de comunicacién en el que técita- mente reconocemos y presuponemios las pretensiones de validez implicadas en les emisiones 0 manifestaciones (y, por lo tanto, también en las afirma- ciones), para intercambiar informaciones (es decir experiencias relativas a la accién)” (Habermas, 1989b: 116). Por discurso comprende “[. ]la forma de comunicaciin caracterizada por la argumentacion, en el que se fornan como tema las pretensiones de validez que se han vuelto problemé- ficas y se examina si son legitimas o no" ({dem.). En los discursos se suspenden las coacciones de los contextos de accién, no se intercambia informacién sino argumentos sobre la pretension de | validez puesta en juego y se deja en suspenso la existencia de los objetos de la experiencia Teoria de ta Acciin Comunicative.. Habermas Habermas responde asi a la segunda cuestién “f...J en los plexos dela accién comunicativa seria redundante una explicitacién de a preten- siin de validez entablada con las afirmaciones; pero tal explicitacién es jneludible en los discursos, pues éstos tematizan el derecho que asiste a tales pretensiones de validez” (idem.). 3, La tercera pregunta Habermas la despeja tematizando las dife- rencias y relaciones entre objetos, hechos y estados de cosas. Lo substancial del argumento puede reconstruitse de la siguiente manera: Aquello sobre lo que justificadamente podemos afirmar algo son los hechos, son estos los que hacen verdaderas a nuestras afir- maciones, de ahi es que digamos que estas describen o expresan hechos; “[..] os objetos de la experiencia son aquello acerca de lo que [Jenuncianos algo: aquello que afirmamos de los objetos, es un hecho cuando tal afirmacién esta justficada” (Habermas, 1989b: 117). Los objetos de la experiencia, los objetos “reales”, “son algo en el mundo”, de este modo son de un status diferente a loc hechas que reflejan los enunciados. Los enunciados deben ajustarse a los hechos yno a la inversa. Los hechos son traidos al lenguaje en los “discursos”, es decir cuando queda problematizada la pretensién afirmada por los enunciados. Si bien el intercambio de informacién se apoya en hechos, solo cuando se pone en duda “la posibilidad de que algo sea el caso, pero pudiera también no serlo” (idem.) hablamos de hechos. Cuando un ponente afirma y otro pone en duda, los enun- ciados del discurso reflejan hechos. En los contextos de accién me puedo equivocar o no en mis expe- riencias con los objetos, en los discursos debo tener razones ono para apoyar la pretensién de validez de los enunciados que se refieren a hechos Los heches son deducidos de los estados de casas; y por estados de covas enterdemos el contenido propasicional de afirmaciones cuyo contenido veritativo ha sido problematizado. Cuando decimos que los hechos scn estados de cosas existentes, alo que nos estamos refi- riendo nos a la existencia de objetos, sino a la verdad de praposi- px 10 | Advién Serbano ciones, si bien estamos también suponiende Ia existencia de objetas identificables de los gue predicamos algo. : (Habermas, 1989b: 119) i En tanto no se presenten experiencias disonantes, aceptamos las experiencias que apoyan la pretensién de validez de los enun. ciados que he afirmado. Son los argumentos los que permiten “des! empefar” una pretensién de verdad. “Una pretensién basada en la experiencia no es en modo alguno todavia una pretensién fundada” (Habermas, 1989b: 119) Habermas resume en tres tesis sus observaciones preliminares, 1) “Llamamos verdad a Ia pretension de validez que vinculamos con los actos del habla constatativos” (ibid.: 120). Asi, cuando pode-- | mos justificar la pretensién de validez de un acto del habla decimos que el enunciado que afirmamos es verdadero, 7 2) Cuando se problematizan las pretensiones de validez inge- nuamente aceptadas en los contextos de accién se plantean Jas cuestiones de verdad. “En los discursos, en los que se some. ten a examen pretinsiones de validez hipotéticas, no son, pues, redundantes las emisiones o manifestaciones acerca de la verdad de los enunciados” (idem.). En los contextos de accién y en los discursos las afirmaciones y los enunciados se refieren a elementos diferentes, en los primeros se informa sobre objetos de la experiencia, los se- - gundos reflejan hechos. Las cuestiones de verdad se plantean. respecto a los hechos que corresponden a los discursos libres de experiencia y descargados de accién. “Sobre si un estado de cosas es el caso 0 no es el caso, no decide las evidencias de experien cias, sino el resultado de la argumentacién. La idea de verdad sélo 3) puede desarrollarse por referencia al desempeiio discursivo de pre: | tensiones de valide2” (idem.) De estas tesis Habermas extrae algunas conclusiones que sugie- yen una teoria consensual de la verdad. La verdad opera al nivel de enunciados que incluyen las afirma- ciones cuya pretensién de validez puede desempefiarse dicursiva- mente o no. Los enunciados son verdaderos si se pueden funda- Torin det Accom Comnicatva... Habermas mentar. “El sentido de ta verdad, implicado en ta pragmética de las afir- maciones, s6lo puede aclararse suficientemente si podemos a su vez aclarar ué significa ‘desempero o resolucién discursivos’ [...] de pretensiones de anlidez fundadas en Ia experiencia. Precisamente esto es el fin de ua teo- ria consensual de la verdad” (idem.). Solo se podtia atribuir un predicado a un objeto si otra persona que pudiera entrar en la discusién atribuyese el mismo predicado al mismo objeto. Distinguir la verdad o falsedad de los enunciados es posible si el ponente se refiere a los juicios de los otros. El poten- cial asentimiento de los demés es condicién para la verdad de los enunciados. Cualquier otro tendria que convencerse de que atribu- yo justificadamente el predicado al objeto. “La verdad de una proposicion significa In promesa de alcanzar un consenso racional sobre lo dicho” (Habermas, 1989b: 121) B) Pretensién de Validez y vivencias de Certeza Segiin Habermas, el término verdad ha sido utilizado en con- textos mas amplios que los hasta ahora indicados en relacién a la “Verdad de los enunciados”, muchas veces se ha identificado con racionalidad. Habermas defiende la tesis de que hay “a lo menos cuatro clases de pretensiones de validez, que son cooriginarias, y que esas cuatro clases, a stber: inteligibilidad, verdad, rectitud, y veracidad, cons- tituyen una plexo al que podemos llamar racionalidad” (Habermas, 1989b: 121), En un juego de lenguaje en el que se intercambian actos del ha- bla coordinados,existe un “consenso de fondo", que consiste en el reconocimiente reciproco de las pretensiones de validez por parte de los hablantes, La inteligibilidad se reficre al entendimiento de las emisiones, la verdad al contenido proposicional, la rectitud al componente realizativo y la veracidad a la intensién que el hablante expresa. Asi, una comunicacién orientada al entendimiento se lleva adelan- te sobre la base de un consenso convertido en habito, sin perturba- ciones, si y solo si los hablantes/agentes: a) hacen comprensible el sentido tanto de la relacién interper- sonal como el del contenido proposicional de la emision; |x Adit Seribano TRorla de i Aecd Comanizntion,. Habermas * cuando s? afirma que las pretensiones discursivas de validez se ddan solo mediatamente en la experiencia, la distincién realiza- infobra su verdadera importancia, Son el entender tun objeto simbélico participa la experiencia en F janto el acto de comprensién dependiente de la percepcién de sig- tee goa fos ce ve acompatiado de una certeza no sensible sobre ello. Su Problematizacién de la inteligibilid Siecza garonzadors ote da que sonnce nosotros lance los que a hemos . torna problematica la recti 7 s Elcreer en alguien se apoyaen el acto de Fe que surge de interac- jones previas con la persona y que nos garantiza una certeza de fe. ‘a certeza no sensible y la certeza de Fe se diferencian de la certeza sensible. Esta acompaia siempre a las percepciones y "per- Sibir algo significa estar seguro de las cosas y sucesos percibidos”” P Golamente a posteriori una percepcidn puede resultar una equivo- ‘acidn, solo como perteneciente al pasado puede cuestionarse una F certeza sensible. “Lo que caracteristicamente distingue a la certeza sen- cion nite, distingue y relaci sible de otros tpos de certeza es la circunstancia de que la vivencia de que jones y vivencias de certeza, “Les pretension rota Ia fuerza generadora de certeza no puede ser hecha corresponder a en de las vivencias decerteza por es de validez se distin ee yingunia pretensién de validez; cuando entiendo a alguien o creo a al- a certeza de una percepcién, paradigma de la cer F quien, correspondo a la pretensién de validez que una emisiOn entabla en para el sueto percipientey para nadie mds” (bid: 13) junio inteligibilided, o a la pretensién de validez que una persona que Cuando se sigue una determinada intervie abla entabla en punto a veracidad; pero al ver, oir, oler, 0 gustar algo,,no pretension de validez, es deci las segun correspondo a ninguna pretension de validez en absoluto” (ibid.: 126) lizacién de las primeras, en tanto sore La percepcién es un acto que a diferencia de entender, saber, - Bossjeto entiende una manifesta. creer y reconocer no le corresponde directamente una pretension inteligibilidad de la misma, sab de validez. Saber y conviccién extraen la fuerza de las razones de experiencia o sobre un hecho cuando la argumentacién y solo tienen en la experiencia una base. “Se ven acompariados de un tipo de ‘vivencia de certeza’ que sélo se debe a la expe- riencia de la peculiar coaccién sin coacciones que ejerce el mejor argumen- to” (ibid: 127). Asi como a esta experiencia no la amamos normal- mente experiencia, a la certeza que la acompafia tampoco la deno- minamos certeza, puesto que se aleja substancialmente del para- digma que significa la certeza sensible. ‘Ademés, Flabermas afirma que respecto al logro de un consen- so racionalmente motivado son distintas las condiciones logicas de Jos discursos teéricos y los discursos practicos. Para aclarar: Habermas define la cultura como “mbito de la rea- lidad que esta estructurado lingtiisticamente” ((bid.: 129). Frente al ») otorgan reconocimiento a la verdad del enunci id ia ©) reconocen la rectitud de la norma, Fi 4) y no ponen en cuesti cados. On Ta veracidad de los sujetos imp ral cin simbélica cuando acep- e algo sobre un objeto de la ; acepta la pretensién de ver est c le ver! “esta convencido de la rectitud de und Un grupo de individuos tenido una determina tienen que decirlo, ti pueden compartir ts fe la certeza de que hi la percepcin per para que esto sea ubhon ‘Adrién Seribano mismo se puede adoptar la doble actitud de participante y obse dor, la cultura se componé de manifestaciones generadas conforme regla que implican pretensiones de validez. Asi la cultura reposa 3 bre la facticidad de las pretensiones de validez de las emisiones qu lacomponen. Como se vio en la presentacién, a los distintos actos de] habla le corresponden distintas pretensiones de validez. Desde aqu surge la distincién entre los discursos teéricos basados en actos de habla constatativos cuya pretensién de validez esla verdad, respe de los discursos practicos correspondientes a los actos de habla regu: lativos, a los que se vincula la rectitud como pretensin de validey; Si las pretensiones de validez y las intenciones manifestadas en, Jos actos del habla son distintas a las vivencias de certeza, la part cular fuerza de generar consensos de las pretensiones que se pue! den desempefiar discursivamente hay que rastrearla en el estudig de la logica de los discursos. ©) La Légica del Discurso consensual de la verdad Habermas responde a dos objeciones ala que la misma se ve expuesta: 4 los métodos de obtenciin de enunciados verdaderos” (Habermas, — 1989: 139) 2) y la que sefiala que “si por consenso entendiésemos todo acuerdo que se produce contingentemente [..], no podria valer como criteria. de verdad” (idem.). Estas dos objeciones no alcanzan a la teoria consensual expues- ta por Habermas pues 1) Que verdad y rectitud sean pretensiones de validez desempefia- bles discursivamente y en torno a las cuales se pueda lograr un consenso no significa que se haga referencia a un método de en- contrar enunciados verdaderos. : 2) A la segunda objecién Habermas afirma que lo que se postula es un consenso fundado basado en el concepto normativo de “des Bo “Terie de a Aci Comuniatv.. Habermas empefio discursive” o “resolucién discursiva”, que vale como cri- terio de verdad siempre que tengamos que evaluar si el consen- 50 establecido esta fundamentado, “pero el significado de la verdad no consiste en la circunstancia de que se alcance un consenso" (idem). Estas respuestas hacen caer a la teoria consensual de la verdad enuna contradicci6n, que se resuelve explicando en qué consiste la = fuerza generadora de consenso que poseen los argumentos. La teoria consensual explica la coaccién sin coacciones de la fuerza del mejor argumento por las propiedades formales del dis- curso. Esta fuerza se denomina motivacién racional. “Le ligica del discurso es una Uigica pragmatica. Investiga las propiedades formales de los plexos de argumentacién” (Habermas, 1989: 140). ‘Una argumentacién consta de una cadena de actos del habla Estas unidades pragmaticas del habla constan de afirmaciones y explicaciones, de normas 0 valoraciones y justificaciones, que en cada caso especifico han interpretado su referencia a la realidad. De este modo el transito entre los actos del habla no se puede fun- dar ni légica ni empiricamente. Unargumerto “es la razén que nos motiva a yeconocer Ia pretensién de ailidez de una afirmacién o de una normalo valoracién” (idem.). Un argu- mento apoya una pretensién de validez; adquiere asi modalidades que califican formalmente la adecuacién para apoyar o debilitar di- chas pretensiones de validez. Segiin esto los argumentos se pueden clsificar por razones analiticas en: en inconsistentes y en conclu- yentes; también existen los pertinentes y substanciales. Siguiendo a Toulmin, Habermas expone la estructura formal de un argumento: D———__C (data) A (conclusién) w (warrant) B (backing) 185 Advi Serban La afirmacién C se explica dando una causa D, introducienajt una regla deductiva W, esta explicacién se convierte en una dedye. cion posible que se justifica mediante B. Cuando se analizan las diferencias entre discurso tedrico y pri tico esto adquiere una significacién especial por las particularidg a des que asume cada uno: Discurso Te6nico: un ponente realiza una afirmacién con preter sién de verdad, el oponente exige explicaciones a las cuales ¢ deacuerdo a regularidades empiricas, hipétesis legaliformes, etc} que obtienen su fuerza de B en tanto consta de observaciones 9 resultados de encuestas, constataciones. Discurso Pracrico: un ponente produce mandatos/valoraciones co pretensién de rectitud, el oponente exige justificaciones que e ponente vincula a D que consta de razones que se fundamentan en W deacuerdo anormas 0 principios de accién/valoracién, sus: tentado en b donde se incluyen necesidades interpretadas (valo. res), consecuenciasj(consecuencias secundarias, etc. ic Un argumento es inconsistente si W no puede interpretarse comd regla que permita el paso analitico de D aC. Un argumento es concluyente si D puede seguirse de B. Siendd éste un argumento analitico (y no substancial) pues W no es in: formativo frente a B. Un argumento es pertinente cuando es posible, esto ocurre cuando entre B y W no existe relacién deductiva pero B es motivo sufi, ciente para considerar plausible a W. i Son argumentos substanciales aquellos que, pese a la disconti- nuidad légica entre B y W, generan plausibilidad. Lo que conduce a un consenso “racionalmente motivado” se dlespeja si acertamnos a fndamentar bajo qué condiciones nos sent mos justificados a pasar de B a W. us ‘Habermas cree que la particular fuerza que genera un argumento para lograr un consenso proviene de la adecuacién del sistema de “Toa de le Accisn Comunicativa.. Habermas * os. “Solo estamos ante un argumento satisfactorio cuando todas las partes deun arguntento pertenecer al mismo lenguaje” (Habermas, 1989b: 144) ‘Cuando se selecciona un sistema de lenguaje quedan estipula- dos los conceptos basicos con que ha de ser descripto el enynciado singular de existencia C que es menester justificar; asi éste puede ger deducido de los enunciados de D y W, y cualquiera que partici- 'e en el discurso podrA aceptar W teniendo como motivo B. Este rol del lenguaje de fundamentacién puede ser comprendi- dotanto en términos a) de la descripcién de fenémenos, como deb) Ia eleccién de los datos. ‘A) Cuando s? selecciona un lenguaje se asigna al fenémeno un Ambito objetual, y los predicados basicos del lenguaje deciden con qué razones, motivos, hipétesis, etc., se puede poner en relaciéna fenomeno descripto. “La argumentacién sirve al des- pliegue de implicaciones” contenidas en la descripcién del fe- némeno, debido al sistema conceptual en el que vienen hechas. “Solo como elementos de sus sistemas de lenguaje son las afirmacio- nes y revomendaciones susceptibles de fundamentacin. Lav fun damentaciones no tienen nada que ver con la relacién entre esta 0 aquella orccién y la realidad, sino en primer término con In coheren- cia entre oraciones dentro de un sistema de lenguaje” (Habermas, 1989b: 144), B) La eleccién de un sistema de lenguaje también decide qué tipo de backing se puede utilizar, pues tanto los datos surgidos de observaciones y pesquisas como la interpretacion de necesida- des, que tratan de introducirse en la argumentacién, “son natu- ralmente, experiencias interpretadas y, por tanto, dependientes del marco categorial del sistema de lenguaje elegido” (idem). Aunque 20 se den relaciones deductivas entre los enunciados deB y W “an argumento extrae su fuerza generadora de consenso de la justificacién con que se pasa de B a W", a tal justificacién se la ha tratado de explicar (en el caso de hipétesis nomol6gicas) recu- rriendo al principio de induccién. Al transito logicamente discontinuo entre datos ¢ hipétesis la induccién lesirve como principio puente. El papel de este principio esti ligado al lenguaje de fundamentacién. js “Adrién Serbano Dado que el lenguaje de fundamentacién comparte el hecho de que en cierto modo antecede a la experiencia y ala vez es el resulta. do de procesos dependientes de la experiencia, puede explicar, sa. gin Habermas, por qué es posible el principio de induccién en Ig fundamentacién de la argumentacién. 4 Los prediicados bisicos de un sistema de lenguaje expresan es ie quemas cognitivos y estos son el resultado de una discusién entre el sistema de personalidad y el sistema social con la naturaleza, Estos esquemas se forman en procesos de asimilacién que son, se introducen al sistema de perso. nalidad formando el aparato cognitivo, pero también esquemas menos fundamentales que aparecen en las teorias y otros sistemas _ de interpretacién. Asi, dichos esquemas aportan a la construccién de los ambitos objetuales y a las estructuras de interaccién. Los al. didos esquemas son el resultado de procesos de formacién depen- dientes de la experiencia y a su vez en ellos son organizadas estas | como experiencia. Si estos esquemas son expresados en los predi- cados basicos de los sistemas de lenguaje la induccién se resuelve _ como repeticién por via de ejemplos de exactamente el tipo de ex periencia en el que se forsiaron. - Ahora bien la induccién funciona ~de acuerdo con Habermas- siy solo si el sistema de lenguaje elegido (que implica los concep- tos basicos), recoge el resultado de una evolucién cognitiva; debi- do que esta garantiza la adecuacién de un sistema de lenguaje a un ambito objetual. Considerada de esta manera, la inducci6n te vela sus alcances y limitaciones: garantiza la coherencia entre enun- ciados universales que aparecen en la argumentacién con otros que pueden ser creados dentro del mismo sistema de lenguaje; pero la experiencia no comporta una instancia independiente de 4 comprobacién, dado que siempre habré de ser remitida al sistema __ de lenguaje que constituye a los datos y a la “interpretacién” de los fenémenos. también procesos de adaptaci “Dentro de un sistema de lenguaje y de un sistema conceptual ele- sgidos Ia afirmacién o ta recomendacién necesitada de explicacién es puesta en una relacién deductiva con al menos otras dos oraciones; después, mediante evidencia casuistica, se apoya la aceptabilidad del enunciaddo universal que hace de premisa (hipétesis legaliforme, Teoria del Acc Comunictioa... Habermas norma de accién 0 valoracién). La fuerza generadora de consenso de un argumento descansa en el trinsito justificado mediante induc- cién 0 universalizacién, de Ba W.” (Habermas, 1989b: 148) La fuerza generadora de consenso via argumentacién es plau- sible si la adecuacién del sistema de lenguaje no solo es posible como proceso ce evolucién cognitiva, sino también que este sea objeto de argumentacién. De este modo: “Un consenso alcanzado argumentativamente puede considerarse criterio de verdad si, pero sdlo si, se da estructuralmente la posibilidad de revisar, modificar y sustituir a lenguaje de furdamentacién en que se interpretan las experiencias” (ibid.: 149). D) La Situacién Ideal del Habla, comprensién y mundo de la vida Si la eotructura de la argumentacién es el ingteumento para al- canzar un consenso racionalmente motivado sobre las pretensiones de validez entatladas discursivamente, el discurso debe tener una forma que permita la revisién del lenguaje inicialmente adoptado, para que pueda la experiencia reflexiva sobre la inadecuacién de los sistemas de lenguaje ser objeto de la argumentacién. Habermas muestra qué significa esta exigencia respecto a las propiedades for- males de los discursos. “La forma del discurso tebrico tiene que hacer posible una progresiva radicalizacién, es decir, autorreflexién del sujeto cognocente” (Habermas, 1989b: 151) Esto se da en forma de un proceso con cuatro pasos: 1, Bl transito de afirmaciones problematizadas a afirmaciones cuya pretensién de validez se convierte en objeto del discurso (entra- da al discurso). 2. Explicacién teorética de la afirmacién problematizada usando argumentos (discurso tedrico). 5. El transito a una modificacién del sistema de lenguaje inicial- mente elegido o a una ponderacién de la adecuacién de lengua- jes alternativos (discurso metatedrico). Adién Seribaro 4. Reflexién sobre los cambios sistematicos del lenguaje de damentacién. “La reconstruccién del progreso del conocimiento, eso que se efectia en forma de una critica sustancial del lenguaje, decir, de una sucesiva superacion de sistemas de lenguaje y sisteni conceptuales inadecuados, conduce a un concepto normativo de conoct miento en general (critica del conocimiento)” (idem). Andlogamente la forma del discurso practico procede por aute.§ reflexién del sujeto agente en cuatro pasos: 1. El transito del mandato/prohibicién problematizado a rec; en el discurso) 2, Justificaciones teoréticas de los mandatos/prohibiciones-via ar gumentacién dentro del sistema de lenguaje elegido (discurss préctico). ‘ 3, Transito a una modificacién del sistema de lenguaje inicialmente = elegido o la evaluacién de la modificacién de un sistema de let guaje alternativo (discurso metaético o metapolitico). 4, “Eliiltimo paso y una ulterior radicalizacién consiste en trénsito aun reflexién acerca de la dependencia de las estructuras de nuestras necesi- dades respecto del estado de nuestro saber y de nuestro poder* (Habermas, 1989b: 152). La informacion que se posee acerca de lo factible y conseguible ayuda a lograr un acuerdo sobre las interpretaciones de las nece sidades. Estos esquemas de evolucién, de radicalizacién de los discursos tedricos y practicos, presentan en qué direccién habria que encami:) narse si se quisiera que una explicacién teorética o una justificacion prictica motivasen racionalmente a la aceptacién de una preten- sion de validez controvertida. Pues la fuerza generadora de con- senso que tiene un argumento es la que facilite el desplazamiento | | entre los distintos niveles de discurso. El consenso mencionado basta para fundar la resolucién o desempefio de las pretensiones de vali: 1 § dez discursiva, si este libre acceso a los distintos niveles del discur- c so esta asegurado en las propiedades formales del mismo. Las pro- “erie de la Accién Comunicativ.. Habermas jedades que cumplen dicha condicién son las propiedades de una ~Ftuacién ideal del habla. “La Situacién Ideal del Habla excluye las distorsiones sistemati- cas de la comunicacién”. Son actos comunicativos donde-no, estén presentes los influjos internos contingentes ni las coacciénes pro- pias de la estructura de comunicacién. Esta situacién supone una fistribucién simétrica de las oportunidades de elegir y ejecutar actos del habla. De esta exigencia general de simetria Surgen las, exigencias de equidistribucién especiales, segiin los distintos tipos + de actos de habla. La situacién ideal del habla debe cumplir dos condiciones tri- viales: 4, Todos los perticipantes en el discurso deben tener la misma opor- tunidad de emplear actos de habla comunicativos. 2, “Todos los participantes en el discurso tienen que tener igual oportuni- dad de hacer interpretaciones, afirmaciones, recomendaciones, dar ex- plicaciones y justificaciones y de problematizar, razonar o refutar las pretensiones te valtdez de elins de suerte que a la larga ranguin prepuicio (quede sustraito« la tematizacién y ala critica” (Habermas, 1989b: 153). Las condiciones no triviales de la situacién del habla se refieren solo mediatamente a los discursos afectando la organizacién de los contextos de accién. La liberacién respecto a la coaccién de la ac- cién que se necesita en los discursos solo es posible en el contexto de la accién comunicativa pura por lo tanto: 1. Los agentes que en los contextos de accién tengan igualdad para expresar sus actitudes, sentimientos y deseos, esto es, actos del habla representativos, seran los hablantes en los discursos. Esto posibilitard la veracidad y la transparencia entre hablantes dan- do lugar a la reciproca sintonizacién de les espacios de expresién individual, distancia y proximidad en los contextos de accién. 2. Para el discurso solo se permiten hablantes que como agentes ten- gan la misma oportunidad de emplear actos de habla regulativos. Respecto aestas condiciones se han realizado numerosas obser- vaciones y Habermas ha respondido en muchas oportunidades, 191 Adri Seribeno Teoria de i Accifn Comunicatie.. Habermas aunque solo interesa destacar aqui que la situacién ideal del hab puede entenderse segtin as “aclaraciones y réplicas” del autor cog parcialmente contrafactica y parcialmente regulativa y destacar tat bién el rol de la misma en los procesos argumentativos, lo quegs puede resumir en funcién de los objetivos de este estudio de la guiente manera , En primer lugar, la situacién ideal del habla es parcialmenté contrafactica en tanto revela que “Ia comunidad ilimitada (en el es cioy l tiempo histérico) de comunicacin es una idea (en sentido kan la que, por tanto, nuestras situaciones efectivas de argumentacin si pueden aproximarse” (Habermas, 1991: 190). Esta idea orienta “en cadd punto del tiempo” cuando existe un compromiso para que las c diciones de comunicacién sean las siguientes: La idea de verdad comporta una incondicionalidad de carécter supratemporal que conlleva un proceso de interpretacién y enten- dimiento, que a partir del mundo mismo, desde dentro, trasciende = Ig temporal y lo espacial. La comunidad ilimitada de comunicacién a través de un proce- | so de aprendizaje haria en el mundo “realidad las condiciones que han de presuporerse para la pretensién de incondicionalidad que E (as) pretensiones de validez.trascendedoras llevan aneja” (idem) En tercer lugar, esta posicién en términos de una teoria de la © verdad da lugar a un concepto de sociedad donde las acciones co- municativas basadas en pretensiones de validez reconocidas in- | tersubjetivamente penetran “el mundo de la vida y empapan sus estructuras simbilicas”, incluyendo asi pretensiones contrafacticas © exigibles en vista de un proceso de entendimiento sin coacciones. | “A través de esta estructura cognitivo-lingitistica de la sociedad se sedimen- ta los resultados ée Ia interacciém dialécticn entre procesos de aprendizajes intramundanos e inrovnciones abridoras de mundo” (Habermas, 1991: 192). La situacidn ideal del habla cumple la funcién de constitvirse = encondicién para que en la Iégica de la argumentacién puedan ser transpuestos los sistemas de lenguaje elegidos y evaluados en térmi- nosde una criticadel conocimiento como momento de radicalizacién En segundo lugar es parcialmente regulativa si se entiende qué. del mismo. desde la perspectiva de los participantes, la verdad alcanzada fm Para establecer las relaciones entre las ventajas y consecuencias falible; por un lado las razones apoyan el pensar que “p” resiste @ a de la Teoria de la Verdad para la epistemologia de las ciencias so- ciales se puede revisar el trabajo al que ya se ha hecho mencién Gcribano, 1994); aqui interesa conectar mundo de la vida, raciona- lidad e interpretacién como un ejemplo de la relacién entre térmi- nos tedricos y fundamentacién epistemolégica, de acuerdo a los | objetivos de este trabajo. La justificacién de la interpretacién como recurso metédico en lainvestigaci6n en Ciencias Sociales es uno de los tépicos mas con- trovertidos y tal vez més estudiados en la constitucién de la Teorfa Social Contempordnea. Aqui adquiere significacién porque permi- teconectar, por otrosmedios verdad, argumentacidn, comprensién ymundo de la vida. Es importante recordar en este contexto, como Habermas afirma quelas Acciones Comunicativas, es decir, orientadasal entendimiento, implican un tipo de racionalidad inherente a los procesos de consti- a) que se escuchen todas las voces relevantes, b) que teniendo presente el estado de saber alcanzado puedan va ler los “mejores de todos los argumentos” expuestos, ©) y que las posiciones de afirmacién o negacién por parte de Ig hablantes sean motivadas solo por “la coercién sin coercion que eercen los buenos‘argumentos”, hicet nunc, con aproximacin suficiente, si es que queremos argumentar’ ((dem.). Los presupuestos para la argumentacién, aunque solo poda ‘mos realizarlos aproximadamente “hemos de hacerlos facticament cada vez que nos ponemos a argumentar” (idem). a» Con las pretensiones de validez entabladas discursivaments los hechos sociales se nutren de una tensién ideal que permite 4 los sujetos romper los contextos estrechos y criterios “particula- res”. “Laidea regulativa de validez de las emisiones es el elemento const nicativa” (idem). 193 Advién Sertano Teoria dea Accén Comunicatva. Habermas tucién de acuerdos. En un primer momento Racionalidad es ent dida como “[..] la disposicién de sujetos capaces de lenguaje y acci para adquirir y utilizar conocimiento falible” (Habermas, 1989b: 373)§ Pero si se entiende y acepta que el saber es un conocimient © cultura y Practica Social en Habermas Cultura y Mundo de la Vida © Como se sefalara al comienzo, la Cultura junto a la Sociedad y ciones sociales tienen una facultad para dar razones de sus ach a Personalidad son los componentes estructurales del mundo de ia buscando reconocimiento intersubjetivo de las pretensiones de vg tan como sustento de racionalidad de las afirmaciones suscep! bles de critica. La Accién Comunicativa implica cooperacién, et tendimiento y racionalidad. La Razén comunicativa permite la just tificacién de las afirmaciones dignas de ser reconocidas intersubje vamente encontrando sus cénones en los procedimientos argumet tativos donde se ponen en cuestién las pretensiones de validez. qui esas afirmaciones involucran. Este desempefio discursivo se arraj ga.en la competencia comunicativa de cada hablante, entendidg como la capacidad fundamental que posee todo participante en proceso argumentativo de lograr entendimiento via la acepta de la fuerza del mejor argumento, es decir de lograr un acuerd racionalmente motivado. Este concepto procedimental de racionalidad es el “resultado dee a explicitacién del potencial de racionatidad anclado en la base de la val dez del habla” (ibid.: 374). La racionalidad comunicativa supone li capacidad fundadora de consenso, que los discursos poseen, de lle gar a un acuerdo racionalmente motivado cuando los participant se orientan al entendimiento. La accién orientada al entendimiento permite la coordinaciér de las interacciones sociales fundamentadas en los consensos d fondo que anidan en el mundo de la vida que los participante comparten. La Razén comunicativa “[...] queda directamente entre} mado: “Cultura es el acervo de saberes desde donde los participates en E una comunicacion extraen las interpretaciones comunes que le permiten F entenderse sobre algo en el mundo”. (Habermas, 1990a: 196). La Socie- dad la constituyen las ordenaciones legitimas que regulan la perte- nencia a grupos sociales de los participantes de una comunicacién, "asegurando con ello la solidaridad”. Por Personalidad Habermas E entiende “las competencias que convierten a un sujeto en capaz de len- uaje y de accifn, esto es, que lo capacitan para tomar parte en procesos de B entendimientoy para afirmar en ello su propia identidad” (idem). Obsérvese cémo el mundo de la vida constituye un horizonte prereflexivo de lo subjetivo en tanto es precondicién de la intersubje- lividad. Esto es asi porque constituye el fragmento no problema- tizado en las interacciones, se presenta como acervo de los saberes | necesarios pera el entendimiento y coordinacién intersubjetiva de la accién. Como soporte de la vida cotidiana, el mundo de la vida, se presenta como tiempo y lugar de la vida vivida en intersubje- tividad. La transmisin cultural y la reproduccién social se basan en saberes que anidan en el mundo de la vida y que contienen po- tencialmente la posibilidad de esclarecer el sentido de las acciones de los sujetos. El mundo de la vida se construye en el tiempo y el espacio, y co-constituye la subjetividad. Los procesos de formacién | dela identided personal de los sujetos, construida como aprendiza- je, anidan en el mundo de la vida, desde donde el lenguaje extrae su fuerza. El sujeto “sabe” sobre el mundo porque es capaz de vol- verse sobre s{ mismo y reconocer dicursivamente su Iugar en-el- mundo, este saber parte del mundo de la vida. El lenguaje que media laintersubjetividad prepara para la aceptabilidad y el entendimiento | pues las mantfestaciones lingiiisticas se enraizan en el mundo de la accién” (ibid : 375). Enel contexto resefiado el préximo apartado se ocupa de esta blecer las relaciones entre cultura, préctica comunicativa, saber, ¥ mundo de la vida fs Ari Serbano vida en tanto reserva del acervo comtin de saber. Es en este sentidg que la nocién de cultura es un pilar de la propuesta de Habermas.» Es necesario tener presente que estos componentes estructur: les son los que posibilitan los procesos de reproduccién cult integracién social y socializacién. La cultura, la sociedad y la perso. nalidad se constituyen en el entramado que implica la practica co. municativa cotidiana. Habermas ha afirmado al respecto: “El cay seméntico de los contenidos simbélicos, el espacio social y el tiempo iste rico constituyen dimensiones que las acciones comunicativas comprenden,| Elentretejimiento de interacciones que resulta de la red de la préctica com. nicativa cotidiana constituye el medio a través del que se producen la cul- tura, la sociedad y la persona” (Habermas, 1990a: 197). Habermas se apresura a subrayar que estos procesos se refieren a las estructuras simbélicas del mundo de la vida y que hay que distinguirlos del. mantenimiento del sustrato material del mundo de la vida, 0 sea de la reproduccién material. 3 Las “tareas” de las cuales se encarga la reproduccién cultural se pueden resefar de la siguiente manera: sujeto, en su dimensién seméntica, se conecten con estados del mundo ya existente. 2) Delo anterior se desprende que asegura continuidad a la tradi- cién. 3) También provee de una coherencia del saber necesario en cada préctica comunicativa cotidiana La importancia de estas tareas se evidencia si se toma como re- ferencia el rol de la reproduccién cultural que es proveer de esque- mas de interpretacién susceptibles de consenso (saber valido). Su centralidad se evidencia atin més si se observa que Habermas pos- tula que en los fenémenos de crisis, en caso de perturbacién en la reproduccién al nivel de la cultura, aparece la pérdida de sentido. Con lo desarrollado hasta aqui queda claro que al componente estructural del mundo de la vida Cultura le corresponde la repro- duccién cultural y que desde la misma se extrae el saber que posibi- lita el entendimiento. Para avanzar en la argumentacién es posible expresar junto a Habermas que “el saber cultural quecia materialized ‘Teoria dela Acciin Comunicativn. Habermas nformas simbéicas, en objetos de uso y tecnologias, en palabras y teorias, mn libros y docurrentos no menos que en acciones” (Habermas, 1990b: 101), y que su difusin en las tradiciones culturales, en la prictica comunicativa cotidiana tiene la particularidad de trascender socie- dades e identidedes personales. Este saber que anida en la cultura es el que posibilita que en el mundo de la vida se fundamenten las posibilidades de coordinacién | dela accién via entendimiento. Habermas distingue entre saber-ho- rizonte, saber contextual y saber atematico, en tanto distintos estra- tos que posibilitan el entendimiento. “El saber-horizonte se torna impli- citamente co-presente con lo que en cada caso se dice; convierte a una emi- sin en aprobleméticn y fomenta su aceptabilidad” (ibid : 92). El saber co- tematizado es saber contextual dependiente de temas que movilizan informaciones y razones, se vuelve necesario cuando la suposicién dequeel saber atemético es compartido intersubjetivamente. Respecto alsaber atematico, Habermas ha escrito: “Las tres caracteristicas de inme- ditez, de fuerza tctalizadora y de estructura holistica de este saber atemdti- camente presuepuesto quizts pueda explicar la paradéjien funcién que el mundo de la vide cumple como fondo y suelo, la de poner dique al aflujo de contin- sgencias manteniendo empero el contacto com la experiencia” (ibid.: 96). De este modo se puede subrayar la conexién en la propuesta de Habermas entre el concepto de cultura y su “giro pragmatico en su visién del mundo de la vida”, que en el contexto de la teoria de la accién comunicativa adquiere relevancia. El lugar de la nocién de Practica Social en Habermas Una via pararastrear con éxito la conceptualizacién que Haber- mas realiza del obrar humano es comenzar con sus primeras formu- laciones de la distincién entre trabajo e interaccién. Para ello, Ha- bermas parte de la relacién del hombre con la naturaleza, y en el deslinde que implica la diferenciacién, autonomia y control de la naturaleza se descubre la constitucién de la naturaleza interna. Todo ello mediado simbélicamente. Es decir que, en el contexto de su critica al agotamiento del paradigma de la produccién y su recons- truccidn del materialismo histérico en términos de una teorfa de la evolucién, Habermas en un principio decide constituir su aporte be ‘Advi Serban basado en dos modos que pueden adquirir las relaciones entre sujetos y de éstos con la naturaleza, La reproduccién del homh implica tanto la necesidad de una reconstruccién de la naturale, como de las interacciones con otros hombres. Tanto una como otig confieren identidad y conciencia al sujeto, siempre que se enticn’ da que una reapropiacién de la naturaleza no puede ser llevada cabo sin las mediaciones simbélicas que al coordinar la accidat humana constituye la sociedad. Estas formas de vida materiales simbélicas se constituyen en y por dos formas de relaciones socig les, una es el trabajo y otra las interacciones. La primera conduc: al dominio de la naturaleza externa, esta guiada por intereses té nicos y su criterio de evaluacién es la eficiencia tomada en tela. cién con los medios disponibles y los fines propuestos. La segun da es la mediacién simbélica que posibilita la coordinacién de lg accién, esté guiada por el entendimiento y su criterio de evalua, cin es el consenso alcanzado en relacién a los contextos de la ac: cién que se trate. El trabajo, en su proceso de reconstruccién de la naturaleza en funcién de la reproduccién exitasa de los sujetos vai constituyendo sistemas auténomos e integrados. Las interacciones) mediadas simbdlicamente constituyen un mundo de la vida que se establece como horizonte de las acciones orientadas al enten¢ miento. La “historia” de una sociedad puede aprehenderse estu. diando las relaciones de acoplamiento y desacoplamiento entre _ sistemas y mundo de la vida. El proceso de racionalizacién de la cultura moderna puede entenderse como una sucesiva autonomi- zacién de los sistemas y como un proceso de colonizacién del mundo de la vida por los sistemas. Es claro cémo el concepto de Practica social, aqui bajo la forma de trabajo e interaccién, es basi- co para la primera estructura de una teoria de la sociedad, en tér- minos comunicativos. Pero como ya se ha sefialado, Habermas tiene por objetivo mos: trar que esta vision de la sociedad, en términos de una teoria de la comunicacién, puede resolver los problemas que se le plantearon a la teoria critica respecto a su herencia marxista, y que puede emprenderse una comprensién del obrar humano que escape a las Paradojas de la filosofia de la conciencia. De este modo, Habermas fuvo que optar por un modelo del obrar humano més acorde a estos objetivos, lo cual se puede resefiar de la siguiente manera Teoria dela Acct Conunicaiva.. Haberman Si se retoma la distincién entre trabajo e interaccién, y su rol decisivo para la constitucién de los sistemas y mundo de la vida, se cae en la cuerta que los mecanismos de coordinacién de la accién descansan en las practicas comunicativas. Esto’ implica al menos tres problemas que Habermas va a enfrentar en su primera formu- lacién, y que progresivamente lo llevardn al planteamiento actual. En primer lugar, aclarar cémo es posible dar cuenta del proceso de deslinde que opera el sujeto frente a la naturaleza; en segundo lu- zat, cémo explicitar la relacién entre conciencia y relacién mediada simb6licamente; y en tercer lugar, mostrar cémo desde aqui se po- | dia construir una teoria de las distintas formas que adquiere la rela- cidn entre mundo de la vida y sistemas en el tiempo. Es en este punto que, de acuerdo al interés de este estudio -mostrar la do- nexidn entre estrategia tedrica y epistemologia-, se podria decir que se toman las decisiones trascendentales para la constitucién de la Teoria de la Accién Comunicativa tal como la conocemos. a relacién entre lenguaje y accidn sigue siendo la base de'la propuesta pero ahora en un giro pragmético que, a la luz de una reconstruccion de los “juegos del lenguaje” y del “mundo dela vida” fenomenolégico, realiza Habermas. La teoria de los actos del habla permite a Habermas establecer cémo los sujetos se ponen en rela- cién con un mundo objetivo o naturaleza externa; con un mundo social o interrelaciones regladas; y con un mundo subjetivo o natu- raleza interna De este modo en la accién se cruzan discurso y prac- tica de forma tal que el andlisis de los actos del habla posibilita no caer en el conductismo. En relacién a la conciencia, la busqueda que Habermas realiza desde el lenguaje lo lleva desde Freud, pa- sando por Piaget hasta Mead. Este cainino se puede entender si se comprende que en uno queda afirmado el lugar del lenguaje y el de la historia personal, en otro la relacién entre conocimiento, historia personal y constructividad, para que finalmente se encuentre una teoria de la subjetividad constituida en los procesos de aprendizaje en la interaccién simbélica. Esto le permite a Habermas erradicar las aporias deuna filosofia de la conciencia y disponer de un meca- nismo de explicacién de la relacién entre conciencia, actos del ha- bla y aprendizaje. Finalments, Habermas puede sustentar coherentemente una teoria de la seciedad que vincula sistemas y mundo de la vida en 199 ‘Adri Servano términos de procesos de aprendizaje social y desmitificacién de lag imagenes del mundo. Dado que al vincular aprendizaje y const cién simbdlicamente mediada de la subjetividad puede relaciona, elmundo de la vida (como horizonte dande anidan las certezas que, permiten el entendimiento mediado en la comunicacién) y los si temas, que reciben los errores y aciertos que involucra el apren, zaje en tanto posibilidad de evaluar el éxito. Pero esto es posible porque en los actos del habla el sujeto puede dirigirse en tercerg persona hacia lo que es o no es una cosa en el mundo externo, pers - también en actitud realizativa coordinar la accién hacia el entendi miento. De este modo, en la prdctica comunicativa se efectivizan tanto las posibilidades de entendimiento que surgen y reproduce, el mundo de la vida, como las posibilidades de éxito cuyos estinda. Ee res de evaluacién surgen del proceso de aprendizaje que en el pro. ceso de interaccién simbélica se ha adquirido. El tema central de la. Teoria de la Accién Comunicativa queda ya definido, a saber: cémo | en la dialéctica negativa, sin apelar ala razén funcionalista, y man- teniendo sus intenciones‘eriticas. Para ello Habermas brinda una conceptualizacién del obrar hu- mano como prctica comunicativa, pero esto adquiere verdadero valor sélo si se lo pone en el horizonte de la constitucién del mundo de la vida. Al menos sumariamente se visualiza que las decisiones tomadas al conceptualizar el obrar humane o la practica social mar- can definitivamente toda la estructura de esta teoria, y como esta * no puede ser explicada sin el concepto de mundo de la vida. El lugar de la cultura es también obvio. Por lo cual, cultura y practica social quedan ligadas como conceptos fundamentales de la teoria sociolégica general, y mas por sus roles en la Teoria de la Verdad _ propuesta como “marco” epistemolégico. Dado que una teoria de la verdad en términos procesuales y comunicativos adquiere ma- yor relevancia y plausibilidad si se provee de una explicacién del “telén de fondo” del entendimiento, como lo son en este caso, las nociones de cultura y practica comunicativa, de mundo de la vida y actos del habla, que Habermas ha construido, “Tora dela Acisn Comunication. Habermas Referencias bibliograficas Habermas, J. (1966), Teoria y Praxis: Ensayos de Filosofia Social, Sur, Buenos Aires. (1982), Conocimiento e Interés, Taurus, Madrid. (1986), Ciencia y Técnica como “Ideologia”, Tecnos, Madrid. (1988), La Légica de las Ciencias Sociales, Tecnos, Madrid. (1989a), Teoria de la Accién Comunicativa 1, Racionalidad de ta Ac- cién y Racionalizacién Social, Taurus, Buenos Aires. (1989b), Teoria de la Accién Comunication: Complementos y Estudios Previos, Cétedra, Madrid. (1989), El Discurso Filoséfico de la Modernidad, Taurus, Buenos Aires. (1990a), Teoria de la Accién Comunication 2. Critica de la Razin Fun- cionalista, Taurus, Buenos Aires (19908), Pensamiento Pastmetnfisica, Tauris, Méxien (1991), Conciencia Moral y Accién.Comunicativa, Peninsula, Bar- celona. Scribano, A. (1994), Teoria Social y Hermenéutica, Coleccién: Los Fun- damentos de las Ciencias del Hombre, N° 141, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires.

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