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UNIDAD 1: El desarrollo del niño y la construcción de la infancia


Concepto de niño
El vocablo “niño” es producto de una historia de construcción. Los niños, en sentido etario,
existieron en todas las sociedades, lo que se ha transformado es cómo se concibe al niño en
diferentes momentos de la historia en los diversos contextos culturales.
La niñez es el resultado de una progresiva construcción cultural aún en curso.
El niño como objeto de estudio en los diferentes modelos teóricos
El interés por el niño puede rastrearse desde la antigüedad, pero es recién en 1762, con la
publicación del Emilio de Rousseau donde aparece la figura del niño con intereses
diferenciados del adulto.
El interés por el estudio del niño se expresó primeramente en estudios descriptivos que
consolidaron la Psicología del niño como disciplina. Progresivamente, los intereses y
planteos de distintos investigadores llevaron a la elaboración de teorías que buscaban
explicar las distintas dimensiones del desarrollo infantil.
Modelos teóricos
-Mecanicista: Concepción reactiva del organismo. Las personas serían como máquinas que
reaccionan a los estímulos del ambiente. El desarrollo estaría gobernado por los mismos
procesos, lo cual permitiría predecir los cambios. Toma en cuenta más los cambios a nivel
cuantitativos (peso, talla, medidas, edades, etc)
-Organicista: El individuo es concebido como un ser activo. El cambio es una propiedad de
los organismos y un proceso permanente, la predicción de estos cambios es imposible.
Considera los cambios desde un aspecto cualitativo.
Teorías evolutivas y estudio del niño: formulaciones de Freud, Piaget y Vigotsky
*Freud: a partir del descubrimiento del inconsciente y de la sexualidad infantil, crea un
cuerpo teórico, un método de investigación y un abordaje terapéutico. Propone que los
primeros años de vida de un individuo es esencial para comprender el funcionamiento
adulto. Sus datos no provienen de niños, sino de los recuerdos de pacientes adultos en
tratamiento.
*J. Piaget: se propone estudiar el proceso de construcción de conocimientos, se centra en el
sujeto epistémico y no en el sujeto psicológico.
*Lev Vigotsky: teoría sociocultural. Propone que el mecanismo del cambio evolutivo del
individuo se enraíza en la sociedad y en la cultura. En su obra refleja un interés en producir
una psicología que tuviera repercusiones en la educación y en la práctica médica.
Las tres teorías planteadas corresponden, según sus características, al modelo organicista.
Ya que suponen un sujeto activo, desarrollo como una sucesión de cambios cualitativos y
ponen énfasis en los procesos más que en los resultados.
Perspectivas y enfoques de la infancia
El infante observado y el infante clínico
El infante clínico es la creación del adulto que creció hasta convertirse en paciente
psiquiátrico y del terapeuta que tiene una teoría sobre la experiencia del infante recreado por
recuerdos, reactualizaciones presentes e interpretaciones teóricamente guiadas. La verdad
queda establecida por lo que se dice y no por lo que realmente sucedió.
El infante observado: su conducta se examina en el momento mismo de su aparición. Es
también un constructo, una descripción de las aptitudes que pueden observarse
directamente.
Nociones de crecimiento, maduración, desarrollo y aprendizaje
-Crecimiento: aumento de un organismo vivo en aspectos cuantitativos como peso o
volumen.
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-Maduración: supone cambios cualitativos en la organización anatómica y fisiológica que


afecta a las capacidades de acción y reacción.
-Desarrollo: abarca la totalidad de los fenómenos involucrados en los cambios. Incluye los
aspectos cuantitativos y los cualitativos (crecimiento y maduración). Siempre en relación a
un intercambio con el medio social como fuente y origen de los estímulos necesarios para
completar ambos.
Regulación del desarrollo: interacción de la herencia y el ambiente
El desarrollo es un proceso complejo donde existe un interjuego de factores biológicos,
emocionales, sociales, etc. Esta complejidad tiene una organización interna que se expresa
en leyes o principios del desarrollo:
1-Direcciones de la maduración
Céfalo-Caudal y Próximo-Distal
2-Diferenciación: el desarrollo va de lo simple a lo complejo, de lo general a lo específico
3-Subordinación funcional: los elementos diferenciados pasan a formar parte de una nueva
organización
4-Discontinuidad del ritmo de crecimiento y
5- Crecimiento asincrónico: el cuerpo no crece en su totalidad al mismo tiempo, sino que lo
va haciendo a diferentes ritmos, por ejemplo: en la primera infancia el crecimiento es muy
rápido, luego el ritmo aminora en la edad escolar y vuelve a acelerarse en la adolescencia.
Funciones y capacidades del recién nacido: aspectos psicomotores
Recién nacido: se denomina así al bebé inmediatamente después del momento de haber
nacido, desde los primeros minutos hasta la primera semana de vida.
Neonato: desde la primera semana hasta el primer mes de vida.
Período neonatal: comprende todo el primer mes de vida del bebé.

Funciones Corporales Funciones Sensoriales

Respiración Audición

Digestión Visión

Circulación Gusto

Regulación de la temperatura Olfato

Sueño Tacto
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Funciones motrices (PSICOMOTRICIDAD)

Motilidad Pasiva Motilidad Activa

Tono muscular: Espontánea Refleja


estado de tensión
permanente de los -Movimientos que no Reflejos Reflejos Arcaicos o
músculos cuya responden a ningún Permanentes Primitivos
misión es ajustar la estímulo, producen
postura. la impresión de El bostezo, el hipo, Van desapareciendo
3 propiedades: espontaneidad. Por los estornudos. entre los 2 y los 6
-Extensibilidad ej.: los movimientos meses.
-Grado de del recién nacido en
resistencia momentos de vigilia: Dependen del Reflejo del Moro
-Consistencia flexión y extensión Sistema. Nervioso
de las extremidades) Autónomo. Prensión Palmar
La musculatura del
cuello y los
Del esgrimista
músculos tensores
todavía no se han De marcha
fortalecido.
El tono de la cabeza: Ojos de muñeca
se balancea japonesa

de Babinski, etc….

Oral de búsqueda

De supervivencia (pueden ser permanentes


o arcaicos)
- (Oral) Reflejo de succión - de
deglución
- de respiración - palpebral

Características del período neonatal


El peso promedio es 3.400 Kg. Y la longitud 50 cm. aunque varía según el sexo. La piel es
arrugada y como elasticidad, suele presentar un vello muy fino (lanugo) en espalda,
hombros y rostro. La coloración de la piel varía entre pálida y rosada. Los ojos y el cabello
no presentan el color definitivo.
Su cabeza es más grande en relación con el resto del cuerpo. El cráneo presenta 6 zonas
blandas que permiten su expansión hasta que se cierra alrededor de los 18 meses.
Una vez nacido, el médico evalúa el peso, la talla y el perímetro encefálico, utilizando la
escala de APGAR, para evaluar la vitalidad neonatal.
Convertirse en padres
El término PARENTALIDAD designa el proceso por el cual nos convertimos en padres desde
el punto de vista psíquico (por fuera de la dimensión biológica)
Se distinguen 3 dimensiones de la parentalidad:
-El ejercicio de parentalidad: las relaciones parentales constituyen un conjunto genealógico
al que cada miembro pertenece y que está regido por reglas de transmisión.
Puede estudiarse desde el punto de vista antropológico, jurídico o psicoanalítico.
Freud describe el conflicto edípico como el conflicto organizador del psiquismo y también
como la estructura que rige los lazos libidinales y fantasmagóricos de los miembros del
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grupo familiar. Atribuyó al mecanismo de identificación de los personajes parentales la


responsabilidad de la constitución de las instancias psíquicas (yo, superyó e ideal del yo).
-La experiencia de la parentalidad: refiere a la experiencia subjetiva consciente e
inconsciente del hecho de convertirse en padres y de cumplir los roles parentales. Se
pueden agrupar bajo dos apartados: El deseo de tener niños y la transición hacia la
parentalidad o parentificación.
El deseo de tener niños: Freud opinaba que este deseo derivaba del amor narcisista, se ama
aquello que hemos sido y hemos dejado de ser y por otra parte, inscribe la resolución del
complejo de Edipo. La niña, castrada, desplaza la investidura libidinal de su madre hacia su
padre, del cual espera, a falta del pene, recibir un niño, pero debe renunciar a sus deseos
incestuosos dadas las amenazas “imaginarias” de su madre, y desplaza su deseo a tener
hijos con un futuro compañero masculino. El niño, por temor a perder su pene, renuncia a
los deseos de poseer a su madre y hacerle un niño y los desplaza sobre una futura
compañera femenina.
La parentificación: procesos psíquicos que tienen lugar en un individuo que se convierte en
padre o madre.
-La práctica de la parentalidad: las tareas cotidianas que los padres llevan a cabo para el
niño. Los cuidados parentales (de padre y madre), no solamente los cuidados físicos, sino
también los cuidados psíquicos.
Constelación maternal
Tras el nacimiento de un bebé, principalmente del primero, la madre entra en una nueva y
única organización psíquica, denominada “constelación maternal”. Ésta determinará nuevas
tendencias a la acción, sensibilidades, fantasías, temores y deseos.
Se trata de una nueva organización temporal, de duración variable.
La constelación maternal hace referencia a 3 preocupaciones y discursos:
+El discurso de la madre con su propia madre (como madre de ella cuando niña)
+El discurso consigo misma (como madre)
+El discurso con su bebé
Esto lo llamamos la TRILOGÍA MATERNAL
Además, en nuestra cultura, cuando una mujer se convierte en madre, surgen temas
asociados a:
1- El tema de la vida y del crecimiento: se pone en juego la capacidad de la madre como
“animal humano”.
2- El tema de la relación primaria: relación socio afectiva
3- Tema de la matriz de apoyo: red de apoyo para que la madre pueda cumplir con las 2
funciones anteriores (el marido, la mamá, hermanas, tías)
4-Tema de la reorganización de la identidad: necesidad de transformar y reorganizar su
propia identidad. La identidad como madre requiere un nuevo trabajo mental. Necesita de
modelos para identificarse, como el de su propia madre u otras figuras
parentales/maternales.
ESTOS 4 TEMAS + LA TRILOGÍA MATERNAL = CONSTELACIÓN MATERNAL.
UNIDAD 2: Constitución subjetiva y cognitiva en los primeros años de vida
Desarrollo intelectual de Jean Piaget.
Procesos de Equilibrio - Asimilación - Acomodación - Adaptación
Una necesidad es siempre una manifestación de desequilibrio: hay necesidad cuando algo,
al margen de nosotros o en nosotros mismos, se ha modificado, y se trata de reajustar la
conducta en función de este cambio. Por ejemplo: el hambre provocará la búsqueda de
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alimento. La acción finaliza cuando existe una satisfacción de las necesidades, cuando se
restablece el “EQUILIBRIO”.
En cada instante, la acción está desequilibrada por las transformaciones que surgen en el
mundo (exterior o interior) y cada nueva conducta consiste en restablecer el equilibrio y
mantener un equilibrio más estable que en el estado anterior.
La acción humana consiste en este mecanismo continuo de reajuste y equilibramiento.
Toda necesidad tiende:
-A incorporar las cosas y personas a la actividad propia del sujeto, a “ASIMILAR” el mundo
exterior a estructuras ya construidas
-A reajustar estas estructuras en función de las transformaciones experimentadas y por tanto
a “ACOMODARLAS” a los objetos externos.
Al asimilar los objetos, tanto la acción como el pensamiento se ven obligados a acomodarse
a ellos, a reajustarse con cada variación exterior. Se puede denominar “ADAPTACIÓN” al
equilibrio de estas asimilaciones y acomodaciones.
Las etapas del desarrollo se deben a la progresiva organización y adaptación a la realidad.
La inteligencia es entonces, la capacidad que tenemos para adaptarnos a nuevas
situaciones.
El nivel sensoriomotor: aspectos cognoscitivos y afectivos
El recién nacido y el lactante:
Etapas de desarrollo bajo el doble aspecto de inteligencia y vida afectiva:
Inteligencia: se pueden distinguir 3 fases: la de los reflejos - la de la organización de las
percepciones y costumbres y la de la propia inteligencia sensorio-motriz.
Al momento del nacimiento, la vida mental se reduce al ejercicio de aparatos reflejos, de
coordinaciones sensoriales y motrices ajustadas hereditariamente y correspondientes a
tendencias instintivas como por ejemplo: la nutrición.
Estos reflejos manifiestan desde un principio, una auténtica actividad que testifica la
existencia de una precoz asimilación sensorio-motriz. Los reflejos de succión se van
afinando según pasa el tiempo, y luego estos reflejos dan lugar a una especie de
generalización, no solo chupa cuando mama, sino que chupa en vacío, luego chupará
cualquier objeto y finalmente, coordinará los movimientos de brazos para llevarse por ej, el
pulgar a la boca. Rápidamente también girará la cabeza al sentir un ruido, y su universo
puede ser mirado, tocado y escuchado.
Un ciclo reflejo está siempre en su punto de partida, un ciclo cuyo ejercicio no se repite
constantemente, sino que incorpora nuevos elementos y constituye totalidades más amplias
y organizadas. Movimientos fortuitos que se asimilan a un esquema anterior y reproduce
nuevos movimientos: “reacción circular”, representa un papel esencial en el desarrollo
sensorio motriz y equivale a una evolución de asimilación.
La inteligencia práctica o sensorio motriz aparece mucho antes que el lenguaje. Se aplica a
la manipulación de objetos y que no utiliza más que las percepciones y movimientos
organizados en “esquemas de acción”. Por ejemplo: coger una varilla para acercar un objeto
lejano es un acto inteligente (Hacia los 18 meses aprox.)
En el punto de partida de la evolución mental no existe diferenciación entre el yo y el mundo
exterior. Esta indisociación primitiva hace que el yo se encuentre en el centro de la realidad,
el egocentrismo.
Cuatro procesos caracterizan la evolución intelectual, llevada a cabo en los primeros 2
años de vida: Las construcciones del objeto y el espacio, la causalidad y el tiempo:
categorías prácticas, no de nociones de pensamiento.
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La evolución de la afectividad durante estos 2 primeros años se da en paralelo con la vida


intelectual. Paralelismo que seguirá existiendo durante todo el desarrollo de la infancia y la
adolescencia.
Actividad afectiva e inteligencia son indisociables y constituyen dos aspectos
complementarios de toda conducta humana.
Al comienzo, el amor hacia sí mismo testimonia ese egocentrismo general, se interesa por
su propio cuerpo, sus movimientos y los resultados de sus acciones.
Con el desarrollo de la inteligencia exterior, con la construcción del esquema del “objeto”,
aparece otro nivel de afectividad, caracterizado por la elección de objeto. En primer lugar
hacia la madre, posteriormente al padre y las personas próximas.
El pensamiento preoperatorio: características
(De 2 a 4 años estadio preconceptual - de 4 a 7 años estadio intuitivo)
Con la aparición del lenguaje, las conductas se modifican en su aspecto afectivo e
intelectual.
Socialización de la acción: Es capaz, mediante el lenguaje, de reconstituir sus acciones
pasadas (relato) y de anticipar futuras mediante la representación verbal. Se derivan de
esto, 3 consecuencias esenciales para el desarrollo mental: Intercambio entre los individuos
(socialización de la acción). Interiorización de la palabra (aparición del pensamiento
propiamente dicho) que tiene como soporte el lenguaje interior y el sistema de signos
(Función semiótica y simbólica) y una Interiorización de la acción como tal, pasa a
reconstituirse en el plano intuitivo de las imágenes y las “experiencias mentales”.
La génesis del pensamiento: entre los 2 - 4 años: pensamiento simbólico y preconceptual.
Se trata de un momento caracterizado por el egocentrismo infantil. La acción está centrada
en el propio pensamiento.
Entre los 4 - 7 años: pensamiento intuitivo. Empieza a descentrarse, sin abandonar el
egocentrismo por completo. Puede considerarse esta etapa como un pasaje hacia el estadío
de las operaciones concretas. Puede hablarse de una semi-reversibilidad, ya que empiezan
a articularse ciertas acciones.
Todo el período se caracteriza por el egocentrismo y la rigidez de pensamiento.
Características de este período:
-Artificialismo: suponen que el hombre interviene en los fenómenos naturales.
-Animismo: atribuir vida o características humanas a objetos o situaciones.
La vida afectiva: Desde el punto de vista afectivo, tiene como consecuencias el desarrollo de
sentimientos interindividuales (simpatía, antipatía, respeto, etc.) y de una afectividad interior
que se organiza de una forma más estable que durante las primeras etapas.
El apego
El apego es el vínculo emocional más importante en la primera infancia. Es el vínculo
afectivo que el niño establece con una o varias personas del sistema familiar.
Se pueden distinguir 3 componentes básicos (que forman un todo):
-Conductas de apego: proximidad e interacción privilegiada
-Representación mental: construyen la idea de cómo son sus personas de apego, qué
pueden esperar de ellas, etc.
-Sentimientos: de bienestar en su presencia o de ansiedad en su ausencia.
El apego tiene una función adaptativa para el niño, los padres, el sistema familiar y para la
especie.
Los objetivos:
*Favorecer la supervivencia, manteniendo próximo y en contacto a las crías y a los
progenitores que son los que protegen y brindan cuidados durante la infancia
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*Desde el punto de vista subjetivo: proporciona seguridad emocional.


Tiene 4 manifestaciones fundamentales:
1-buscar y mantener la proximidad
2-resistirse a la separación y protestar si ésta se consuma.
3-usar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo físico y
social.
4-sentirse seguro buscando en la figura de apego el bienestar y el apoyo emocional.
El apego juega un rol fundamental a lo largo de todo el ciclo vital, desde los 3 o 4 años hasta
la adolescencia, la red de amistades va adquiriendo importancia creciente.
Existen diversos tipos de apego:
Apego seguro - ansioso ambivalente - ansioso evitativo - ansioso desorganizado.
En estos tipos depende la sensibilidad de la figura de apego, la disposición, empatía y
capacidad para atender las señales del niño e interpretarlas para responder
adecuadamente.
Segundo y tercer año de vida: etapa del deambulador
Entre los 15 y los 30 meses, los niños adquieren la auto locomoción. Es capaz de pararse
por sí mismo, caminar, establecer distancias y desplazarse explorando su entorno inmediato.
Deja de ser un “bebé”, para convertirse en un “niño” facultado para hablar, expresar
verbalmente ideas y sentimientos. La auto-locomoción facilita el proceso de familiarización
con el mundo. Estas adquisiciones dan cuenta de una creciente autonomía psíquica.
Las principales características son:
-Desarrollo motor
-Control de esfínteres: desde el psicoanálisis corresponde a la etapa anal, del desarrollo
psicosexual. Cuando el niño es capaz de dominar voluntariamente sus músculos, advierte
que puede demorar o provocar la micción y defecación. Este ejercicio de retener y dejar
pasar el producto se convierte en un ejercicio cargado de interés erótico. A veces las
incontinencias son intencionales, como un modo de ejercer su voluntad y desafiar el pedido
de los padres.
-Lenguaje: participa activamente en el proceso de adquisición del lenguaje, ensaya distintas
pronunciaciones, inventa palabras y utiliza las conocidas en distintas situaciones.
-Juegos infantiles: simbólico - dramático. Fundamentales para el desarrollo psicológico del
niño. Despliegan su mundo de fantasías. Incorporan y ejercitan nuevas habilidades motrices.
La imaginación pone en marcha capacidades cognoscitivas relacionadas a la simbolización,
imitación, anticipación y solución de problemas. Desde una perspectiva psicoanalítica, el
permite hacer activo lo que antes sufrió pasivamente. El niño desplaza hacia el exterior las
fantasías, temores y conflictos, dominandolos mediante la acción.
-Primero dibujos / garabatos
-Socialización: extrafamiliar y jardín maternal
-Desarrollo cognitivo: comienzo del período preoperatorio. Función semiótica: capacidad de
manejarse con símbolos, una cosa representa a otra que no está presente, la imitación sin
modelo presente.
-Desarrollo emocional: negativismo infantil, autonomía creciente, proceso de separación e
individualización. La actitud oposicionista refleja el interés por liberarse de la ayuda del
adulto. La creciente autonomía psíquica se refiere a la toma de conciencia de sí mismo
como una persona separada, conviviendo en un mundo de personas.
Aportes psicoanalíticos de S. Freud: Constitución del aparato psíquico.
Para poder conformarse como sujeto, es necesario que se configure en cada individuo un
aparato psíquico. Esta es una de las diferencias que mantenemos con el resto de los
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animales. Este aparato psíquico es una construcción, y como tal va a necesitar de la


presencia de un Otro. Este Otro será, en un principio, quien brinde los cuidados biológicos
necesarios al individuo, el cual en nuestra especie es, desde su nacimiento, inmaduro e
indefenso. Pero además de cuidados puramente biológicos, este Otro va a ofrecer al niño o
niña cuidados desde el amor. Son estos cuidados los que van a permitir que el o la bebé
experimente sus primeras vivencias de placer, las cuales surgen apuntaladas a una
necesidad biológica, vivencias que intentará repetir buscando sentir nuevamente la
satisfacción. Una búsqueda que no será satisfecha nunca por completo, pero que moverá al
sujeto como una fuerza constante. Esa fuerza se denomina Pulsión y es otro gran aspecto
que nos diferencia de la especie animal. La pulsión es un concepto de deslinde de lo
anímico respecto de lo corporal. La agencia representante psíquica de una fuente de
estímulos intrasomática en continuo fluir. Esa pulsión dará lugar a la práctica sexual en la
infancia. La sexualidad se dividirá en diferentes etapas. Freud las denomina “fases
libidinales” (pregenitales): Fase oral o caniválica, fase anal o sádica y la fase fálica-genital.
Esta construcción se hará a través del pasaje por las mencionadas fases libidinales, cuya
principal característica común será la presencia de las pulsiones.
Características de la sexualidad infantil:
Es autoerótica: la pulsión no está dirigida a otra persona, se satisface en el propio cuerpo.
Nace apuntalandose en funciones biológicas, como por ejemplo, la nutrición
La meta de la pulsión se encuentra bajo el imperio de una zona erógena, en el ejemplo de la
nutrición, chupeteo, serán los labios, en la fase oral. La pulsión pasa por esa zona del
cuerpo, dejando un registro placentero que intentará repetir.
Disposición perversa polimorfa: en su disposición, el niño trae consigo la aptitud para ser un
perverso polimorfo. Sus transgresiones tropiezan con escasa resistencia porque, según la
edad del niño, aún no se han formado los diques anímicos contra los excesos sexuales: la
vergüenza, el asco y la moral. (polimorfo: que puede tomar varias formas - perverso: Freud
considera perverso toda práctica sexual que esté fuera de los fines reproductivos)
Libido narcisista y libido objetal. Fases de evolución de la libido
Del narcisismo primario a las relaciones objetales
Libido: Freud la había definido como la fuerza con la cual se exterioriza la pulsión sexual. En
“Introducción al narcisismo” en 1914, plantea que hay una relación entre el término de libido
y narcisismo. La libido puede ubicarse en dos lugares diferentes:
-Sobre el yo: libido narcisista o yoica
-Sobre los objetos del mundo exterior: libido de objeto.
Antes de estar constituido como sujeto, el niño se vive como fusionado a la madre y como
fragmentado.
-Cuando la investidura del yo con libido ha sobrepasado cierta medida, es necesario poner
la libido sobre objetos. Un fuerte egoísmo preserva por ejemplo de enfermar, pero al final,
uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo.
Nuestro aparato anímico es el medio encargado de dominar excitaciones que en caso de no
hacerlo, provocarían sensaciones penosas o efectos patógenos.
El narcisismo primario hace referencia al proceso de libidinización por parte de un otro (se
relaciona con la constitución subjetiva o Constitución del Yo).
Para que una persona pueda investir, depositar libido sobre objetos del mundo exterior tiene
que primero constituirse el Yo. Los primeros cuidados, amorosos, además de la
alimentación. Al dar amor los padres invisten su libido en el niño.
A raíz de esa libidinización se produce la vivencia de satisfacción, las pulsiones sexuales,
apuntaladas en las funciones biológicas de autoconservación, etc.
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El narcisismo primario es el primer paso para la constitución del yo, luego aparece el deseo
y las pulsiones sexuales.
Narcisismo primario o propiamente dicho, hace referencia a dos acepciones:
Supone que el sujeto ya está constituido y que su yo ya está en condiciones de investir
objetos. Se habla también de narcisismo secundario cuando, ya se ha investido a un objeto
y luego la libido retorna al yo. Vuelve a sí mismo luego de haber estado en un objeto
exterior.
-El niño elige sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción. Las
primeras satisfacciones sexuales autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones
vitales que sirven a la autoconservación. Las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en
la satisfacción de las pulsiones yoicas, y sólo más tarde se independizan de ellas. Ese
apuntalamiento sigue mostrándose en el hecho de que las personas encargadas de la
nutrición, cuidado y protección del niño llegan a ser los primeros objetos sexuales: son,
sobre todo, la madre o su sustituto.
Complejo de Edipo, su función estructurante y las identificaciones - Constitución del
Super Yo.
El Complejo de Edipo es el fenómeno central del período sexual de la primera infancia.
Después cae sepultado, sucumbe a la represión, y es seguido por el período de latencia.
El desarrollo sexual del niño progresa hasta un fase donde los genitales ya han tomado un
papel rector. Estos genitales con sólo los masculino, el pene. Esta fase fálica,
contemporánea del complejo de Edipo, no prosigue su desarrollo hasta la organización
genital definitiva, sino que se hunde y es relevada por el período de latencia.
Cuando el niño (varón) vuelca su interés a los genitales, lo deja traslucir por su vasta
ocupación manual, pero luego tiene que soportar reprimendas por parte de los adultos.
Sobreviene la amenaza de que se lo arrebataran.
La organización fálica del niño se da a raíz de esta amenaza de castración, la cual cobra
realmente valor cuando observa los genitales femeninos y su falta de pene, lo que lo lleva a
suponer que la amenaza puede ser llevada a cabo en efecto.
La vida sexual del niño en esta época se agota en la masturbación, como sólo descargar
genital de la excitación sexual perteneciente al complejo. El complejo de Edipo ofrecía dos
posibilidades de satisfacción: una activa y una pasiva. Pudo situarse de manera masculina
en el lugar del padre o quiso sustituir a la madre y hacerse amar por el padre.
Ahora, la aceptación de la posibilidad de castración más la intelección de que la mujer ha
sido castrada, pone fin a estas posibilidades de satisfacción. Por fuerza estallará el conflicto
entre el interés narcisista de su peno y la investidura libidinosa de los objetos parentales, del
cual, triunfa el primero (la conservación de su pene).
Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del
padre, o de ambos progenitores, introyectada en el yo, forma el núcleo del Superyó, que
toma prestada del padre su severidad, perpetúa la prohibición del incesto y asegura así, al
yo contra el retorno de la investidura libidinosa de objeto.
El proceso en su conjunto salvó a sus genitales, alejó el peligro de la pérdida y además
paralizó, canceló su función. Con ese proceso se inicia el período de latencia, que
interrumpe el desarrollo sexual del niño. El superyó aquí recién se forma.
Cómo se consuma el desarrollo en la niña:
El sexo femenino desarrolla también el complejo de Edipo, un superyó y un período de
latencia, pero no sucede de la misma manera.
El clítoris de la niña se comporta al comienzo como un pene, hasta que lo compara con el de
un niño y observa las diferencias. Hecho que experimenta con sentimiento de inferioridad.
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Durante un tiempo se consuela con la idea de que crecerá. En ese punto es donde se
separa el complejo masculino del femenino. Ella terminará creyendo que una vez poseyó y
lo perdió por castración. La renuncia al pene se soportará con un intento de renacimiento,
del pene al hijo. Su complejo culmina en el deseo de recibir como regalo un hijo del padre. El
complejo de Edipo es abandonado después poco a poco porque ese deseo no se cumple
nunca.
La amnesia infantil
Freud habla de una amnesia peculiar que en la mayoría de los seres humanos cubre los
primeros años de su infancia, hasta el sexto o el octavo año de vida. Y asegura que esas
impresiones, que parecen olvidadas, dejaron huellas profundas en nuestra vida anímica y
pasaron a ser las determinantes para todo nuestro desarrollo posterior.
No puede tratarse de una desaparición real de las impresiones infantiles, sino de una
amnesia similar a la represión, donde hay un apartamiento de conciencia.
Esta amnesia es, según Freud, convierte la infancia de cada individuo en un tiempo anterior,
prehistórico, y le oculta los comienzos de su propia vida sexual.
Teorías sexuales infantiles
Las teorías sexuales infantiles reflejan el interés que los niños demuestran acerca de los
diferentes aspectos relacionados con la sexualidad.
La primera teoría sexual infantil consiste en atribuir a todos los seres humanos, incluso a las
mujeres, un pene.
La segunda teoría, teoría de la cloaca, creen que los bebés son expulsados del vientre
materno como excrementos.
La tercera teoría surge cuando los niños son testigos del comercio sexual de sus padres, lo
relacionan con una pelea. Surge la inquietud de saber, qué significa estar casados.
Organización genital
(Fases de desarrollo de la organización sexual)
Organizaciones pregenitales: organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales
todavía no han alcanzado su papel hegemónico.
1ra. Organización pregenital: oral o canibálica: la actividad sexual no se ha separado aún de
la nutrición. La meta sexual consiste en la incorporación del objeto.
2da. organización pregenital: anal o sádica: división en opuestos, activo - pasivo. La
actividad es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del
cuerpo, y como órgano de meta sexual pasiva se constituye la mucosa erógena del intestino.
La última fase por la que atraviesa la organización sexual, es en la pubertad, donde se
unifican las pulsiones parciales y se subordinan al primado de los genitales, al servicio de la
reproducción.
Dos tiempos de la elección de objeto:
-La primera se inicia entre los dos y los cinco años, y el período de latencia la detiene o la
hace retroceder.
-La segunda sobreviene con la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida
sexual.
UNIDAD 3: Nuevos aportes a los proceso constitutivos de la infancia
Aportes post freudianos: Jacques Lacan y F. Dolto. Concordancias y divergencias con
la teoría freudiana.
La teoría del desarrollo psicosexual de Freud sostiene que la vida psíquica está compuesta
por tres procesos: Yo, Super Yo y Ello. Consciente, preconsciente e inconsciente. Estas tres
áreas no se presentan aisladas, ni respetan un orden entre sí, sino que por el contrario se
mezclan e interactúan.
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El Ello representa el inconsciente reprimido, está gobernado por el principio del placer y es
de naturaleza instintiva. Estas tendencias instintivas exigen satisfacción. La vida psíquica del
recién nacido es totalmente inconsciente, el bebe no razona y exige satisfacción buscando
placer en el alimento, el calor del cuerpo de la madre o de quien está a su cuidado.
El yo cumple la función de “imprimir” una copia de la realidad, obtener las percepciones del
mundo exterior al sujeto. Está gobernado por el principio de la realidad que asegura más
éxito en la integración al mundo social.
El Super Yo: representa “el vigilante” de los actos del sujeto. Es el ideal moral que todos
tenemos dentro y que se ha formado en nosotros gracias a la educación que nos dieron
nuestros padres y por la influencia social y cultural en general. Indica lo que debe No Ser.
En tanto que Lacan se va a ocupar de una de estas instancias del aparato psíquico, teoriza
el yo. Y sostiene que la formación del yo es resultado del pasaje por el denominado
“estadio del espejo”. Es un período que aparece entre los 6 y 18 meses- siendo diferente
en cada bebe-, en donde la cría humana realiza un proceso de identificación con la imagen
especular, imagen que se le presenta como una unidad en contraposición al estado de
fragmentación con el que percibe su propio cuerpo. El yo surge de identificarse uno mismo a
partir del otro.
Lacan se refiere al cachorro humano que llega a este mundo en estado de prematuración
humana, estado de desamparo y de fragmentación corporal y lo compara con un chimpancé.
Observa que el pequeño niño se fascina frente a la imagen que el espejo le muestra y más
adelante se reconoce en él, asumiendo como su propia imagen. Mientras que el chimpancé
pierde interés en una imagen que le parece ilusoria.
Por su parte, Françoise Dolto va a decir que, en un dibujo, un modelado, en toda
composición libre son localizables las tres instancias de aparato psíquico planteadas por
Freud y que es a partir de estas creaciones, producciones donde el niño expresa sus
“auténticos fantasmas” lo que permite comprender y descifrar sus estructuras inconscientes.
La imagen del cuerpo será el nombre a la mediación entre estas tres instancias, que se
presentará en cualquier composición libre que realice el niño. Allí expresará lo que no puede
hacer con palabras como lo hacen los adultos utilizando esta imagen como mediación para
hacerlo. No será la imagen dibujada y modelada, sino que a partir de ella será descubierta a
través del diálogo analítico. Esta imagen es siempre inconsciente.
Dolto elabora la imagen inconsciente del cuerpo que surge a partir de las primeras
vinculaciones con la madre.
Esquema corporal e imagen del cuerpo (Dolto, F.)
La noción de cuerpo es una construcción y partiendo de que el sujeto va a construir el
cuerpo, nos ubicamos en el concepto de que el cuerpo no actúa sobre el medio sin asimilar
nada de él, sino que por el contrario, siempre que la acción del cuerpo sea dirigida al medio,
se produce un proceso de asimilación de ese medio. Para conocer un objeto se debe actuar
sobre ese objeto y esta acción provoca su transformación. De manera que el concepto de
cuerpo trasciende a la concepción del organismo a partir de esta acción, la de un cuerpo que
aprende del mundo circundante.
Recuperamos aportes de psicomotricidad, (relaciones de cualidad de los movimientos y
actividad psíquica de quien los realiza como por ejemplo los gestos), psicofísico y
psicosomático y logramos interpretar sus diferencias conceptuales. Como alguien dijo
alguna vez al referirse al cuerpo, podemos elegir entre la pisada, la huella y el pie, aunque
muchas veces es posible que terminemos hablando del zapato. Tres particularidades de una
misma acción corporal en relación a la marcha. Somos nosotros quienes debemos elegir
dónde poner la mirada, si en una manera diferente de pisar, si en evaluar la base de apoyo y
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sostén; percibiendo la huella que deja la pisada, un registro en el cuerpo que está significado
por un otro. Entonces el pie, la pisada y la huella van transformarse en esta marcha que nos
permitirá discriminar psicomotricidad y motricidad y distinguir esquema corporal (organismo,
cuerpo), imagen corporal y cuerpo real en este proceso de construcción. Decimos que el
cuerpo real es el cuerpo visible, palpable, tangible. Es la parte material. Nos permite
construir el esquema corporal atravesado por la imagen corporal.
Françoise Dolto, a partir de sus teorizaciones determinará que la imagen corporal es de
orden imaginario y simbólico, está fundada en la singularidad de cada sujeto, en sus
vivencias, sus historias. Por esto es que es propia de cada uno. Se estructura mediante la
comunicación entre sujetos y la huella del gozar frustrado, coartado o prohibido. Involucra
las emociones, que se ponen en juego en las relaciones interhumanas, tanto las emitidas
como las recepcionadas. Estas relaciones se basan en la necesidad y el deseo de los
sujetos. En definitiva, es la “encarnación simbólica inconsciente del sujeto deseante”.
En cuanto al esquema corporal, decimos que es al mismo tiempo consciente, preconsciente
e inconsciente. Es igual para todos los individuos que pertenecen a una especie y sirve para
que se identifique como representante de la misma, sin que importe el lugar, el tiempo y la
forma de vida. El esquema corporal va evolucionando en tiempo y espacio. Se estructura
mediante el aprendizaje y la experiencia que resulta del contacto físico con el medio.
Finalmente, el cuerpo real es el cuerpo visible, palpable, tangible. Es la parte material. Nos
permite construir el esquema corporal atravesado por la imagen corporal.
El niño del psicoanálisis
El niño y sus destinos: falo, síntoma, fantasma
Aportes de Donald Winnicott: Objetos transicionales y fenómenos transicionales
La madre es quien crea las bases de la salud mental, a partir de la concepción y los
cuidados.
Según Winnicott, los procesos de maduración están determinados por tendencias innatas, lo
heredado, que forma parte del bagaje constitucional del individuo.
También plantea que las necesidades del bebé habrán de ser satisfechas por la
“madre-medio ambiente”, llamada “madre devota” cuando es “suficientemente buena” al
adaptarse a las necesidades del bebé.
La “madre devota” es un estado biológico natural, definido como “preocupación maternal
primaria”, lo cual implica una gran sensibilidad y un estado “regresivo” que la hace capaz de
identificarse con el bebé, para responder a sus necesidades.
Postula tres funciones maternales:
-De sostén: el modo como la madre sostiene físicamente al bebé y los cuidados comunes.
-Manipulación: el modo de contacto físico, global y localizado. Coexiste con el sostén.
-Presentación del objeto: forma en como la madre pone en contacto al bebé con lo que lo
rodea, incluso con ella misma. La aproximación del pecho para alimentarlo, en el momento
preciso es un acto de adecuación-acomodación.
En relación con estas tres funciones maternales, Winnicott describe tres efectos de
constitución del “sí mismo”.
-La integración: el bebé, al nacer carece de una firme y constante aceptación de su propia
existencia. En su “rudimentario psiquismo” es capaz de captar “algo” del orden de estar vivo.
Pasa el mayor tiempo durmiendo, estado de no conciencia de existir. En la experiencia
alimentaria, por ejemplo, estaría en condiciones de expresar “existo” o “soy”. Pero esa
experiencia es fugaz, parcial. Es en un momento puntual y discontinuo, que no tiene relación
en el tiempo. El que soy ahora, no tiene nada que ver con el de hace dos o tres horas. Este
estado se define como “estado no integrado”.
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Ese estado no integrado va desapareciendo hacia los 5 o 6 meses. Lentamente, las


experiencias temporales comienzan a vincularse. “Soy el mismo que se alimentó hace 3
horas”. Este estado de integración aparece como resultado, en la subjetividad del bebé, de
la conciencia de existir, ser una unidad, en el tiempo, continuidad existencial.
-Integración psicosomática: en ese estado “no integrado”, el bebé al nacer, también carece
de integración psicosomática.
La integración somática se denomina al logro que permite vincular las sensaciones propias
de los procesos del cuerpo con las impresiones subjetivas que se corresponden. Con la
ayuda de la manipulación de la madre. La integración psicosomática, radica en la impresión
subjetiva de “vivir en el cuerpo”, “ser un cuerpo”, “experimentar el cuerpo”.
-Relación con los objetos (personas): antes de la constitución de sí mismo, el bebé no tiene
con qué experimentar las categorías de yo-no yo.
Es este desarrollo psíquico el que sentara las bases para la organización de esa capacidad,
que Winnicott denomina “juicio de la realidad”, posibilita la discriminación entre lo que
entendemos como “objeto objetivo” y aquellos que pertenecen a nuestra subjetividad,
“realidad subjetiva”.
En la primera etapa, donde el bebé no distingue los cuidados como algo que proviene del
exterior, Winnicott la denomina “doble dependencia”. A esta etapa sobreviene otra en la que,
sí habrá de reconocer la participación de otra persona, “dependencia relativa”, la cual se
prolonga hasta el final de la vida, que se denomina “hacia la independencia”.
Primera etapa: la “doble dependencia”, el bebé, por ejemplo, en el acto de amamantar, se
apodera del pecho en el momento justo, cuando lo necesita. Fenómeno denominado
“ilusión”, porque según el bebé, el pecho ha sido “creado” por él mismo, adecuado a sus
necesidades. Ilusión de crear sin reconocer el aporte externo, de manera mágica, de la
nada, partiendo solo de su necesidad. Esta creatividad es llamada “creatividad primaria”,
promueve la capacidad de poder, denominada “experiencia de omnipotencia”. Experiencias
adecuadas y necesarias para esta fase evolutiva.
Ese objeto “creado”, se llama “objeto subjetivo”, la madre, al comienzo.
La madre, en un punto, también experimenta que su hijo es una prolongación de sí mismo. Y
al no discriminarlo de sí misma, posibilita la experiencia de ilusión. Le procura la impresión
de estar “integrado” en una fase que en realidad no lo está.
La madre, en su cabeza, concibe a su hijo de un modo que se adelanta a su desarrollo,
prefigurando un estado “integrado” y una “identidad” en el tiempo.
Con el transcurso del tiempo se hará posible y necesaria la experiencia de “desilusión”.
Saberse dependiente de los cuidados de otro ser también deja ver la ausencia del objeto, y
esto tiene consecuencias emocionales.
Disminuye la impresión de poder y comienza la conciencia de “ser uno mismo” y de un
“mundo exterior”, y la posibilidad de “estar” y “no estar” de los objetos necesitados.
Reducida la impresión de omnipotencia, un intento de solución estaría en el dominio sobre
otros objetos no-yo.
Un objeto manipulable, suave, controlable que evocará a la madre en su ausencia, por un
tiempo no muy extenso, tolerable.
Este objeto se llama, “objeto transicional”. Objeto que los padres aproximan como
acompañante y hasta representa los primeros atisbos de juego.
El juego como constitutivo y constituyente en la estructuración psíquica
Los juegos del niño en la actualidad
El juego es una expresión del discurso infantil, un niño que juega da a conocer su mundo
interno.
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Sigmund Freud consideraba que el juego ocupa para el niño el lugar de apuntalamiento de
sus objetos internos, en cosas palpables y visibles del mundo, dando lugar a la
diferenciación entre realidad psíquica y realidad material. Asocia el juego con la partida de la
madre y apunta que es la elaboración de la presencia-ausencia de la madre, un hito
fundante en la constitución subjetiva. La repetición en el juego responde a la pulsión de
apoderamiento que actúa con independencia del carácter placentero o displacentero de lo
recreado y repetido.
Anna Freud plantea que de inicio el juego constituye una actividad placentera, autoerótica,
centrada en el propio cuerpo y luego en el cuerpo de la madre. El desarrollo libidinal se
extenderá a los juguetes que al comienzo funcionan como una prolongación del propio
cuerpo. Juguetes blandos, suaves que permitirán luego desarrollar actividades del yo, como
por ejemplo: abrir y cerrar, encastrar, construir, destruir, etc.
La capacidad lúdica más tarde se convertirá en capacidad laboral.
Desde este enfoque, se privilegia al juego en la sublimación de las pulsiones con fines
adaptativos y en la constitución del yo.
Winnicott cambia la concepción del juego, considerándolo una entidad en sí misma, con
función estructurante para la constitución psíquica. Su riqueza amplía las posibilidades
simbólicas y creativas del sujeto en constitución. Atribuyó una gran importancia a los objetos
transicionales como medios para la diferenciación yo-no yo, para lograr una integración en la
constitución subjetiva.
Los juegos infantiles
Todos los niños del mundo juegan, y siempre han jugado, desde los comienzos de la cultura.
El juego es vital para los niños, crucial para un desarrollo saludable.
Los niños juegan porque al hacerlo construyen su propio mundo, expresan sus fantasías,
elaboran psíquicamente los acontecimientos que los rodean, los ayudan a asimilar los
aspectos del mundo en el que viven.
La escolaridad - Desarrollo social - El grupo de pares
A los 6 años el niño comienza un período signado por el desarrollo de su iniciativa personal
en el cual logra cristalizar metas e intereses individuales. Es en esta etapa supera la postura
egocéntrica para entrar en contacto con el mundo externo.
Sus relaciones se centran fundamentalmente en los otros niños. Su mundo social lo
constituyen el grupo de juegos y el grupo escolar.
Con la aparición de los “diques” como el pudor, la vergüenza, el asco, los sentimientos
morales y estéticos, que se expresan en actividades sublimatorias. La energía de las
mociones sexuales, cuyo influjo no ha cesado, es desviada del uso sexual, y aplicada a
otros fines, a nuevas metas.
La entrada en la niñez escolar supone el establecimiento de un cierto orden interior. Ha
finalizado la constitución de las instancias psíquicas, es decir, el Ello, Yo y Superyó y la
energía pulsional se orienta hacia objetos extrafamiliares. Por esto el niño puede centrar su
atención en el desarrollo cognoscitivo, en los juegos sociales y en la actividad grupal entre
pares.
Cobran importancia los modelos de identificación extrafamiliar, por ejemplo, los maestros. Se
desarrolla el sentido de responsabilidad. Intenta hallar su lugar entre los compañeros de la
misma edad.
Es un período decisivo en el logro de la socialización. Dirige su energía fundamentalmente a
los vínculos interpersonales con sus pares, desarrollando así sus capacidades de
comunicación y de integración grupal.
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Predomina el juego reglado y social, a diferencia del juego simbólico de años anteriores.
Estos juegos representan situaciones de la vida real a la cual intentan imitar.
Dos períodos:
-El período inicial de la niñez escolar: 6 a 9 años
El aprendizaje desempeña el rol central del desarrollo; se intensifican las relaciones de
grupo de pares; descubrimiento del mundo extrafamiliar (los maestros, por ejemplo);
nacimiento de la interioridad, valoran los tiempos a solas; actitud objetiva de la realidad;
pasaje de la inteligencia intuitiva a las operaciones concretas.
-La madurez infantil: de 10 a 12 años
Alcanzan un cierto grado de autonomía y de autodeterminación que le posibilita un distancia
afectiva respecto de los padres. Aparecen las preocupaciones morales, filosóficas,
admiración e identificación con algunas personas significativas del mundo cultural.
Los grupos infantiles van ganando consistencia y estabilidad. Mayor coherencia en su
pensamiento y acción.
Se empiezan a observar cambios corporales, pre adolescentes.
Socialización y sociedad: la influencia del medio
UNIDAD 4: El desarrollo subjetivo, cognitivo y social del sujeto escolar
El período de latencia - Represión y sublimación - Destinos posibles del impulso
sexual - El trabajo psíquico de la latencia.
En esta etapa de la vida en los niños, la sexualidad no se hace ver, se desarrollan aspectos
fundamentalmente intelectuales (interés por el aprendizaje) y sociales (integración al grupo
de pares). Entre los 7 y los 12 años se produce un giro en el desarrollo mental y afectivo. El
aparato psíquico sufre una transformación. Una nueva instancia, el Superyó, se incorpora
con la internalización de las figuras parentales, sus prohibiciones e ideales. El Yo debe
cumplir sus funciones respondiendo a esta nueva organización. La sexualidad infantil se
reprime y se sublima, mediante la derivación a otros fines. La cultura actúa como reforzador
de la represión, ofreciendo canales de derivación para la simbolización (juegos, letras,
números, grupos, etc) y la sublimación.
El desarrollo intelectual (El desarrollo de los niños en la edad escolar)-La latencia en
la cultura actual
El niño, en los primeros años constituye su subjetividad, su estructuración psíquica, proceso
conocido como “singularización”, a la par que realiza su inserción en la cultura, proceso
llamado “socialización”. La singularización le permite configurarse como un sujeto único, la
socialización cumple la función de hacer que el infante adquiera los valores, creencias,
ideales y normas del entorno cultural donde están inmersos.
Algunos autores dividen la socialización en dos períodos: primaria, dentro del contexto
familiar, siendo la internalización del lenguaje lo más importante y prepara el terreno para la
secundaria, para el ingreso a la escuela y al mundo social. El período conocido como “edad
escolar” tiene dos características específicas del desarrollo del niño: la capacidad para
realizar aprendizajes sistemáticos y su inserción en ámbitos extra escolares. El crecimiento
físico es un proceso constante, aunque en este período se da de manera leve. Los cambios
de crecimiento y maduración en los niños los capacita para ejecutar movimientos más finos
y precisos. Esto trae una creciente habilidad motora, denominada “diferenciación”, donde el
niño adquiere mayor control de sus músculos. Además se perfecciona el proceso llamado
“integración, coordinación de los movimientos simples para configurarlos en actos más
complejos y combinados. En cuanto al desarrollo libidinal, en esta edad se atraviesa el
período de latencia, donde hay una declinación de la sexualidad infantil, previa al inicio de la
pubertad. El aparato psíquico se reordena, reorganiza: la declinación del complejo de Edipo
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y el consiguiente establecimiento del Superyó permiten la sublimación de los deseos


incestuosos, un alejamiento del núcleo familiar que permite logros en el aprendizaje y otras
actividades sociales.
El desarrollo intelectual: Teniendo en cuenta las teorías de Piaget, culmina el pensamiento
intuitivo y alrededor de los 8 a 12 años, comienza a organizarse y materializarse las
“operaciones concretas”, el niño pasa de las representaciones egocéntricas a las
conceptuales. También se da la constitución de las operaciones lógicas y espacio -
temporales. La organización de los agrupamientos operatorios produce un acto de
descentración completa del sujeto: es capaz de seguir las transformaciones posibles y
coordinar puntos de vista diferentes.
Comienza el pasaje de la indiferenciación entre el punto de vista propio y el ajeno a la
coordinación de los puntos de vista, como resultado del progreso en la socialización.
La familia aparece como articuladora entre la naturaleza y la cultura, entre individuo y
sociedad. La familia es la primera institución que a través del lenguaje subjetiviza al
individuo y le permite convertirse en miembro de una sociedad. Aunque, en la actualidad,
producto de las transformaciones sociales, la familia ha ido mutando, hoy en día no es el
único agente socializador, ya que los niños pasan mucho tiempo con las nuevas tecnologías,
lo cual ha influido en la manera en que se forman esas subjetividades.
Críticas a la teoría de Freud
El estadío de las operaciones concretas - De la intuición a las operaciones lógicas
Adquisición de la “reversibilidad” y concepto de “conservación”. Seriación y
clasificación
Desarrollo cognitivo entre los 6 y 12 años, desde la teoría de Piaget:
En el pasaje del pensamiento preoperacional al pensamiento operatorio concreto se dan
ciertos logros cognitivos:
-Descentración frente a la centración: son capaces de tomar en cuenta varias dimensiones
en lugar de centrarse en un solo aspecto.
-Realidad inferida frente a apariencia: pueden situar en un contexto más amplio lo
directamente perceptible e inferir conclusiones que van más allá de lo observable, sin
dejarse llevar por las apariencias.
-Reversibilidad frente a irreversibilidad: logran darse cuenta progresivamente que, ante un
fenómeno determinado, hay acciones que compensan a otras y que conducen al mismo
punto de partida.
Transformaciones frente a estados: son más sensibles a los aspectos dinámicos y
cambiantes de los fenómenos, pueden percibir estados anteriores, futuros y/o potenciales y
captan mejor el proceso de cambio.
Principales rasgos o características del estadío de las operaciones concretas:
-Conservación: pueden darse cuenta que la relación cuantitativas entre dos objetos
permanecen invariables a pesar de que puedan producirse deformaciones perceptivas, por
ejemplo: de volumen, de cantidad, de longitud (misma cantidad de agua en vaso de
diferentes medidas)
-Clasificación: perciben semejanzas y diferencias entre los objetos, estableciendo relaciones
de pertenencia a un grupo, al comienzo amplias, luego pueden discriminar formando
categorías cada vez más específicas.
-Reversibilidad: son capaces de anular una acción mediante inversión o reciprocidad.
Inversión: llevar a cabo una acción contraria (por ejemplo: sumar 3 + 4 = 7 / Sacar 3 a 7 para
obtener 4) Reciprocidad: se da cuenta que hay una operación recíproca distinta que anula o
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compensa efectos, por ejemplo: la división respecto de la multiplicación: si 3 x 4 es 12; 12 / 4


es igual a 3.
-Seriación: la atención debe ponerse en las diferencias, dando cuenta de la habilidad que
presenta para utilizar relaciones simétricas y transitivas entre los elementos de un conjunto,
para ordenarlos de alguna manera.
-Agrupamiento: las operaciones están integradas en un estructura de conjunto, nunca se
producen de forma aislada, por ejemplo: la noción de una clase de objetos supone una
organización más amplia de operaciones.
Desarrollo de la atención, la memoria y el conocimiento:
Presentan más recursos para planificar y utilizar de forma eficiente sus aptitudes cuando se
enfrentan a un problema. Mayor velocidad y capacidad de procesamiento. Se desarrolla la
atención selectiva, una memoria más estratégica y mayor conciencia reflexiva y mejor
control.
Proceso de socialización
La conciencia de sí mismo
Aprendizaje y Escolaridad
UNIDAD 5: Pubertad y adolescencia
Adolescencia y Pubertad: la adolescencia biológica - Diferencias entre Pubertad y
Adolescencia

Pubertad Adolescencia

- Del latin “pubertas”, que significa - Del latin “Adolescens”, que


pubis, que es el vello viril o bajo significa hombre joven, y del latin
vientre. “Adolescere” que significa
- Conocida como la primera fase crecer, padecer, sufrir.
de la adolescencia, una de las - Periodo de transición que media
primeras definiciones clásicas. entre la niñez dependiente y la
- Alude a los cambios corporales edad adulta y autónoma.
del sujeto, a las - Hecho Psico-sociológico.
transformaciones fisiológicas, - No es necesariamente universal.
químicas, anatómicas del cuerpo - Tiene diferentes características
del adolescente. en las diferentes culturas y en la
- Hecho biológico historia.
- Fenómeno universal de toda la
especie humana.
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La pubertad como punto disruptivo en el ciclo del desarrollo. - Fases o etapas de la


adolescencia

Reestructuraciones psíquicas del púber: dimensión personal, familiar y grupal.


Síndrome de la Adolescencia Normal
Necesidad de intelectualizar y fantasear: Es una de las formas típicas del pensamiento
adolescente. La necesidad que la realidad impone de renunciar al cuerpo, al rol y a los
padres de la infancia así como a la bisexualidad que acompañaba a la identidad infantil,
enfrenta al adolescente con una vivencia de fracaso o de impotencia frente a la realidad
externa. Esto lo obliga a recurrir al pensamiento para compensar las pérdidas que ocurren
dentro de sí mismo y que no puede evitar. El fantasear y el intelectualizar sirven como
mecanismos defensivos frente a estas situaciones de pérdida tan dolorosas. La
intelectualización y el ascetismo han sido señalados por A. Freud como manifestaciones
defensivas típicas de la adolescencia. La función del ascetismo es mantener al ello dentro
de ciertos límites por medio de prohibiciones y la función de la intelectualización consiste en
ligar los fenómenos instintivos con contenidos ideativos y hacerlos así accesibles a la
conciencia y fáciles de controlar. Tal huida al mundo interior permite una especie de reajuste
emocional, un autismo positivo en el que se da un incremento de la intelectualización que
lleva a la preocupación por principios éticos, filosóficos y sociales, una teorización acerca de
las grandes reformas que pueden ocurrir en el mundo exterior. Este mundo exterior se va
diferenciando cada vez más del mundo interno y por lo tanto sirve también para defenderse
19

de los cambios incontrolables de este último y del propio cuerpo. Surgen así, por ejemplo,
teorías filosóficas, movimientos políticos, ideas de salvar a la humanidad, etc. Comienzan a
escribir versos, novelas, cuentos, y se dedican a actividades literarias, artísticas, etc.
Las crisis religiosas: El adolescente puede manifestarse como un ateo exacerbado o como
un místico muy fervoroso, como situaciones extremas. Pasa por periodos místicos o por
periodos de un ateísmo absoluto, en concordancia con su actitud cambiante y fluctuante de
su mundo interno.
Las crisis religiosas son intentos de solución de la angustia que vive el yo en su búsqueda
de identificaciones positivas y del enfrentamiento con el fenómeno de la muerte definitiva de
parte de su yo corporal. Además comienza a enfrentar la separación definitiva de los padres
y también la aceptación de la posible muerte de los mismos. El adolescente puede tener
tanta necesidad de hacer identificaciones proyectivas con imágenes muy idealizadas que le
aseguren la continuidad de la existencia de sí mismo y de sus padres infantiles. Por ejemplo,
se aferran a una figura de la divinidad, de cualquier tipo de religión que pueda presentar
para él una salida mágica.
Separación progresiva de los padres: El duelo por los padres de la infancia es uno de los
duelos fundamentales que tiene que elaborar el adolescente. Por lo tanto una de las tareas
básicas concomitantes a la identidad del adolescente es la de ir separándose de los padres,
lo que está favorecido por el determinismo que los cambios biológicos imponen en este
momento del individuo (por Ej. la capacidad efectora de los genitales) La presencia
internalizada de buenas imágenes parentales, con roles bien definidos y una escena
primaria amorosa y creativa permitirá una buena separación de los padres, un
desprendimiento útil y facilitara el pasaje a la madurez, para el ejercicio de la genitalidad en
el plano adulto. Gran parte de la relación con los padres está disociada y estos son vividos
como figuras muy malas o muy buenas. Las identificaciones se hacen entonces con
sustitutos parentales . Es así como aparecen, por ejemplo, las relaciones fantaseadas con
maestros, héroes reales o imaginarios, compañeros mayores, etc. que adquieren
características parentales y pueden establecer relaciones que en ese momento satisfacen
más.
La tendencia grupal: En su búsqueda de identidad adolescente, el individuo recurre como
comportamiento defensivo a la búsqueda de uniformidad. Hay un proceso de sobre
identificación masiva, en donde todos se identifican con cada uno. A veces el proceso es tan
intenso que la separación del grupo parece casi imposible y el individuo pertenece más al
grupo de coetáneos que al familiar (moda, vestimentas, costumbres, preferencias, etc.)
En otro nivel las actuaciones del grupo y de sus integrantes representan la oposición a las
figuras parentales y una manera activa de determinar una identidad distinta del medio
familiar. El fenómeno grupal adquiere una importancia trascendental ya que se transfiere al
grupo gran parte de la dependencia que anteriormente se mantenía con la estructura familiar
y con los padres en especial. El grupo constituye así la transición necesaria en el mundo
externo para lograr la individuación adulta. El grupo resulta útil para las disociaciones,
proyecciones e identificaciones que siguen ocurriendo en el individuo. La utilización de los
mecanismos esquizoparanoides es muy intensa durante la adolescencia y el fenómeno
grupal favorece la instrumentación de los mismos. En el fenómeno grupal, el adolescente
busca un líder al cual someterse o si no se erige él en líder para ejercer el poder del padre o
de la madre.
El fenómeno grupal facilita la conducta psicopática normal en el adolescente. El acting out
(paso al acto), motor producto del descontrol frente a la pérdida del cuerpo infantil se une al
acting out afectivo, aparecen entonces conductas de desafecto, de crueldad, de indiferencia,
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etc. típicas de la psicopatía, pero normales de la adolescencia. Por ejemplo, la realización de


tatuajes que los identifique con algún grupo o líder.
Concepto de sí mismo
En la adolescencia tardía el sujeto podrá construir un “concepto de sí mismo” coherente e
integrado y diferenciar entre su autoconcepto o yo real (la forma en la que se percibe) y su
yo ideal (cómo le gustaría verse).
La identidad personal refiere a una estructura u organización interna que agrupa todas las
características que definen su forma de ser. La adolescencia es un momento en el cual se
hace presente una crisis de identidad, que es necesaria para la posterior formación de la
personalidad. En estos años, los adolescentes explorarán distintas opciones y
experimentarán diversos roles para luego comenzar a adoptar algunos compromisos,
presionados por el contexto social que condicionarán sus elecciones.
Según Erikson, el logro de la identidad como resultado de una resolución positiva de la crisis
de la adolescencia, puede considerarse como un requisito para el ajuste psicológico óptimo.
Procesos de duelo. El duelo en relación al cuerpo de la infancia y al desasimiento de
la autoridad de los padres - La re-significación de lo infantil.
Aberastury plantea tres duelos en la adolescencia:
1) El duelo por el cuerpo infantil: se produce un desfasaje entre el cuerpo nuevo y el
esquema que se tiene del mismo. Es un cambio brusco, inevitable, evidentes ante su
percepción y la vivencia de los mismos. Este duelo se transforma en un lento
proceso de identificación con la nueva imagen de sí.
2) El duelo por la identidad infantil: implica un proceso de formación por el cual, nos
constituimos como distintos entre aquellos a los nos asemejamos. Incluye la
aceptación y la renuncia a la bisexualidad.
3) El duelo por los padres de la infancia: Intenta pasar de la relación protectora de los
padres a un vínculo que le permita más autonomía, aunque experimente nostalgia de
la dependencia infantil. Desea por momentos ser tratado como adulto, para tener
más libertades pero frente a dificultades o responsabilidades, desea que lo traten
como niño.
Obiols y Obiols y Di Segni, reflexionan acerca de estos duelos, considerando que éstos
corresponden a la época en la que Aberastury los describe, en el contexto de la década del
60. Pero que en la posmodernidad, según ellos, habría de preguntarse si realmente existen
tales duelos.
En la posmodernidad, los adolescentes dejan el cuerpo infantil para ingresar a un estado
ideal, el estado que toda la sociedad añora, como la mejor edad, sin dolor, sin drama, donde
no hay lugar para duelos. No duela a sus padres porque están más cerca de ellos, con más
cosas en común, comparten dudas, conflictos e ideales, se fomenta más la dependencia.
Además, en la sociedad posmoderna, los valores primitivos de la infancia (omnipotencia,
narcisismo, incapacidad de tolerar la frustración, etc.) no sólo no se abandonan, sino que se
sostienen socialmente, por esto no abandona el adolescente, el rol infantil. La identidad del
adolescente se lograba tras un proceso de rebeldía, hoy en día, ya no implica un cambio
radical, ni un duelo, ni pérdidas conflictivas.
Adolescencia y reedición edípica
Según Freud, con la llegada de la pubertad se inicia la segunda oleada de la sexualidad
humana. Cabe nombrar que el primer tiempo corresponde a la sexualidad infantil y a las
primeras elecciones de objeto, el complejo de Edipo, que sucumben a la represión, dando
lugar al antes mencionado período de latencia.
En este segundo tiempo se dan lugar ciertos procesos, algunos de ellos son:
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-Desde el punto de vista pulsional: se produce la subordinación de las pulsiones parciales


bajo el primado de la genitalidad.
-Segundo tiempo de elección de objeto: con la aparición de la tensión genital, tiene lugar la
reedición del complejo de Edipo y de castración, esto supone una complicación para el
psiquismo, ya que, el incesto o parricidio ahora son posibles, de modo que se deberá
realizar otra represión para abandonar la fijación a los objetos edípicos.
-Una de las consecuencias de esta represión, es el desapego a la autoridad de los padres.
-La oposición fálico-castrado deja su lugar a la diferenciación masculino-femenino.
-La pulsión queda al servicio de la función reproductora como una nueva meta (a tener en
cuenta en este punto, el contexto socio-cultural e histórico) Los jóvenes tienen relaciones
sexuales en busca de una satisfacción pulsional sin tener como fin o meta la parentalidad,
aunque esto sea posible.
Posición masculina - femenina.
Cuerpo adolescente, identidad sexual: la encrucijada identificatoria
La adolescencia es una época de grandes descubrimientos pero también de grandes
conflictos y sufrimientos. Vuelven los deseos incestuosos, reina la omnipotencia y los
fantasmas se hacen presentes. El adolescente tiene la posibilidad de actuar lo que el niño
fantasea, pero muchas veces, con la lógica megalomaníaca infantil.
La adolescencia se manifiesta de manera diferente, dependiendo de la época, pero muchas
cosas permanecen idénticas, siguen viviendo el amor como una fusión con el otro y cada
separación como un desgarro. Responden a un tiempo que no es cronológico, sino a los
no-tiempos del deseo. Así, los amores pueden durar un instante pero como la fuerza de la
más absoluta pasión.
Los ideales de esta época es mantener la juventud y la belleza, lo que produce en los
adolescentes una falta de adultos con quien identificarse. Los adolescentes se transforman
en los modelos a seguir. Surge así un “vacío”, no sienten, no se sienten, porque no pueden
identificarse o conectar con otros, porque los otros están “metidos en sus mundos”. Así, la
droga, el alcohol les devuelven mágicamente un paraíso perdido.
La falla en la constitución del Ideal del Yo Cultural, es un grave problema de los
adolescentes, que se observa a través de ese vacío interno y la ausencia de proyectos.
Los valores que predominan en nuestra cultura son valores triviales, que favorecen las
fantasías omnipotentes y megalomaníacas. La idealización del poder y de la magia
refuerzan los ideales del yo-ideal. No hay proyectos, hay un “ya” que resulta demoledor. Esa
tensión entre el yo y el ideal del yo se resuelve en una derrota del narcisismo y ese
sentimiento se cubre por la euforia del alcohol y las drogas.
La violencia es pensada como un recurso, generalmente autodestructivo, al que muchos
recurren frente al terror de verse desdibujados en un mundo en el que no encuentran su
lugar.
En cuanto a los proyectos, los padres suelen exigir a niños y adolescentes que los
sostengan, y que se hagan cargo de cuestiones que los padres no pueden resolver.
Proyectan en sus hijos la propia sensación de fracaso en relación a sus propios proyectos.
Los padres se enfurecen y entristecen y los adolescentes se deprimen, porque no saben qué
hacer para complacer a sus padres siempre disconformes, y la muerte aparece como una
alternativa en ellos.
Ese temor al futuro deja a los adolescentes en una dependencia sin salida.
Los adolescentes deben ser acompañados en ese proyecto de ir armando su mundo,
distinto al de sus padres, sin ser lanzados al precipicio ni encerrados en la prisión
endogámica.
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Inhibiciones, síntomas y angustias adolescentes


Las dificultades en la estructuración psíquica y sus implicancias
Patologías del narcisismo y violencia actual
Obstáculos en la constitución de la ligazón con el objeto: adicciones, trastornos en la
alimentación, melancolizaciones, conflictos con la ley, violencia.
El amor en los tiempos narcóticos. Goces solitarios en el mundo virtual.
¿Crisis de los padres en las adolescencias de sus hijos? Repercusiones en la
dinámica familiar - Redefinición de los vínculos familiares
Al comienzo suelen haber perturbaciones temporales en las relaciones familiares, ya que los
adolescentes se vuelven más asertivos, pasan más tiempo fuera de casa y disminuye el
número de interacciones positivas con los padres. Luego de un tiempo, estas relaciones
comenzarán a normalizarse y disminuirán los conflictos. La imagen que se tiene de los
padres es más realista, se aprecian los defectos y las virtudes. También suele haber
cuestionamientos sobre la autoridad.
La adquisición de la autonomía respecto de los padres es uno de los acontecimientos más
importantes de esta etapa. Período caracterizado por ambivalencias, disfrutan la
independencias pero también lamentan por sus responsabilidades.
El desarrollo intelectual - Período de Pensamiento de operaciones formales -
Razonamiento hipotético-deductivo: lógico proposicional - Grupos y matrices de la
lógica algebraica. Lenguaje abstracto.
En cuanto al desarrollo cognitivo, se llega al último estadío, llamado operatorio formal, que
caracteriza el pensamiento adolescente y adulto.
Lo real se presenta subordinado a lo posible, permite crear hipótesis y pruebas posibles,
identificar consecuencias de las acciones realizadas, característico del razonamiento
deductivo. Realizar razonamientos verbales, afirmaciones sobre lo que puede ser posible.
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