Professional Documents
Culture Documents
Teorías Del Desarrollo 1 - RESUMEN
Teorías Del Desarrollo 1 - RESUMEN
Respiración Audición
Digestión Visión
Circulación Gusto
Sueño Tacto
3
de Babinski, etc….
Oral de búsqueda
alimento. La acción finaliza cuando existe una satisfacción de las necesidades, cuando se
restablece el “EQUILIBRIO”.
En cada instante, la acción está desequilibrada por las transformaciones que surgen en el
mundo (exterior o interior) y cada nueva conducta consiste en restablecer el equilibrio y
mantener un equilibrio más estable que en el estado anterior.
La acción humana consiste en este mecanismo continuo de reajuste y equilibramiento.
Toda necesidad tiende:
-A incorporar las cosas y personas a la actividad propia del sujeto, a “ASIMILAR” el mundo
exterior a estructuras ya construidas
-A reajustar estas estructuras en función de las transformaciones experimentadas y por tanto
a “ACOMODARLAS” a los objetos externos.
Al asimilar los objetos, tanto la acción como el pensamiento se ven obligados a acomodarse
a ellos, a reajustarse con cada variación exterior. Se puede denominar “ADAPTACIÓN” al
equilibrio de estas asimilaciones y acomodaciones.
Las etapas del desarrollo se deben a la progresiva organización y adaptación a la realidad.
La inteligencia es entonces, la capacidad que tenemos para adaptarnos a nuevas
situaciones.
El nivel sensoriomotor: aspectos cognoscitivos y afectivos
El recién nacido y el lactante:
Etapas de desarrollo bajo el doble aspecto de inteligencia y vida afectiva:
Inteligencia: se pueden distinguir 3 fases: la de los reflejos - la de la organización de las
percepciones y costumbres y la de la propia inteligencia sensorio-motriz.
Al momento del nacimiento, la vida mental se reduce al ejercicio de aparatos reflejos, de
coordinaciones sensoriales y motrices ajustadas hereditariamente y correspondientes a
tendencias instintivas como por ejemplo: la nutrición.
Estos reflejos manifiestan desde un principio, una auténtica actividad que testifica la
existencia de una precoz asimilación sensorio-motriz. Los reflejos de succión se van
afinando según pasa el tiempo, y luego estos reflejos dan lugar a una especie de
generalización, no solo chupa cuando mama, sino que chupa en vacío, luego chupará
cualquier objeto y finalmente, coordinará los movimientos de brazos para llevarse por ej, el
pulgar a la boca. Rápidamente también girará la cabeza al sentir un ruido, y su universo
puede ser mirado, tocado y escuchado.
Un ciclo reflejo está siempre en su punto de partida, un ciclo cuyo ejercicio no se repite
constantemente, sino que incorpora nuevos elementos y constituye totalidades más amplias
y organizadas. Movimientos fortuitos que se asimilan a un esquema anterior y reproduce
nuevos movimientos: “reacción circular”, representa un papel esencial en el desarrollo
sensorio motriz y equivale a una evolución de asimilación.
La inteligencia práctica o sensorio motriz aparece mucho antes que el lenguaje. Se aplica a
la manipulación de objetos y que no utiliza más que las percepciones y movimientos
organizados en “esquemas de acción”. Por ejemplo: coger una varilla para acercar un objeto
lejano es un acto inteligente (Hacia los 18 meses aprox.)
En el punto de partida de la evolución mental no existe diferenciación entre el yo y el mundo
exterior. Esta indisociación primitiva hace que el yo se encuentre en el centro de la realidad,
el egocentrismo.
Cuatro procesos caracterizan la evolución intelectual, llevada a cabo en los primeros 2
años de vida: Las construcciones del objeto y el espacio, la causalidad y el tiempo:
categorías prácticas, no de nociones de pensamiento.
6
El narcisismo primario es el primer paso para la constitución del yo, luego aparece el deseo
y las pulsiones sexuales.
Narcisismo primario o propiamente dicho, hace referencia a dos acepciones:
Supone que el sujeto ya está constituido y que su yo ya está en condiciones de investir
objetos. Se habla también de narcisismo secundario cuando, ya se ha investido a un objeto
y luego la libido retorna al yo. Vuelve a sí mismo luego de haber estado en un objeto
exterior.
-El niño elige sus objetos sexuales tomándolos de sus vivencias de satisfacción. Las
primeras satisfacciones sexuales autoeróticas son vivenciadas a remolque de funciones
vitales que sirven a la autoconservación. Las pulsiones sexuales se apuntalan al principio en
la satisfacción de las pulsiones yoicas, y sólo más tarde se independizan de ellas. Ese
apuntalamiento sigue mostrándose en el hecho de que las personas encargadas de la
nutrición, cuidado y protección del niño llegan a ser los primeros objetos sexuales: son,
sobre todo, la madre o su sustituto.
Complejo de Edipo, su función estructurante y las identificaciones - Constitución del
Super Yo.
El Complejo de Edipo es el fenómeno central del período sexual de la primera infancia.
Después cae sepultado, sucumbe a la represión, y es seguido por el período de latencia.
El desarrollo sexual del niño progresa hasta un fase donde los genitales ya han tomado un
papel rector. Estos genitales con sólo los masculino, el pene. Esta fase fálica,
contemporánea del complejo de Edipo, no prosigue su desarrollo hasta la organización
genital definitiva, sino que se hunde y es relevada por el período de latencia.
Cuando el niño (varón) vuelca su interés a los genitales, lo deja traslucir por su vasta
ocupación manual, pero luego tiene que soportar reprimendas por parte de los adultos.
Sobreviene la amenaza de que se lo arrebataran.
La organización fálica del niño se da a raíz de esta amenaza de castración, la cual cobra
realmente valor cuando observa los genitales femeninos y su falta de pene, lo que lo lleva a
suponer que la amenaza puede ser llevada a cabo en efecto.
La vida sexual del niño en esta época se agota en la masturbación, como sólo descargar
genital de la excitación sexual perteneciente al complejo. El complejo de Edipo ofrecía dos
posibilidades de satisfacción: una activa y una pasiva. Pudo situarse de manera masculina
en el lugar del padre o quiso sustituir a la madre y hacerse amar por el padre.
Ahora, la aceptación de la posibilidad de castración más la intelección de que la mujer ha
sido castrada, pone fin a estas posibilidades de satisfacción. Por fuerza estallará el conflicto
entre el interés narcisista de su peno y la investidura libidinosa de los objetos parentales, del
cual, triunfa el primero (la conservación de su pene).
Las investiduras de objeto son resignadas y sustituidas por identificación. La autoridad del
padre, o de ambos progenitores, introyectada en el yo, forma el núcleo del Superyó, que
toma prestada del padre su severidad, perpetúa la prohibición del incesto y asegura así, al
yo contra el retorno de la investidura libidinosa de objeto.
El proceso en su conjunto salvó a sus genitales, alejó el peligro de la pérdida y además
paralizó, canceló su función. Con ese proceso se inicia el período de latencia, que
interrumpe el desarrollo sexual del niño. El superyó aquí recién se forma.
Cómo se consuma el desarrollo en la niña:
El sexo femenino desarrolla también el complejo de Edipo, un superyó y un período de
latencia, pero no sucede de la misma manera.
El clítoris de la niña se comporta al comienzo como un pene, hasta que lo compara con el de
un niño y observa las diferencias. Hecho que experimenta con sentimiento de inferioridad.
10
Durante un tiempo se consuela con la idea de que crecerá. En ese punto es donde se
separa el complejo masculino del femenino. Ella terminará creyendo que una vez poseyó y
lo perdió por castración. La renuncia al pene se soportará con un intento de renacimiento,
del pene al hijo. Su complejo culmina en el deseo de recibir como regalo un hijo del padre. El
complejo de Edipo es abandonado después poco a poco porque ese deseo no se cumple
nunca.
La amnesia infantil
Freud habla de una amnesia peculiar que en la mayoría de los seres humanos cubre los
primeros años de su infancia, hasta el sexto o el octavo año de vida. Y asegura que esas
impresiones, que parecen olvidadas, dejaron huellas profundas en nuestra vida anímica y
pasaron a ser las determinantes para todo nuestro desarrollo posterior.
No puede tratarse de una desaparición real de las impresiones infantiles, sino de una
amnesia similar a la represión, donde hay un apartamiento de conciencia.
Esta amnesia es, según Freud, convierte la infancia de cada individuo en un tiempo anterior,
prehistórico, y le oculta los comienzos de su propia vida sexual.
Teorías sexuales infantiles
Las teorías sexuales infantiles reflejan el interés que los niños demuestran acerca de los
diferentes aspectos relacionados con la sexualidad.
La primera teoría sexual infantil consiste en atribuir a todos los seres humanos, incluso a las
mujeres, un pene.
La segunda teoría, teoría de la cloaca, creen que los bebés son expulsados del vientre
materno como excrementos.
La tercera teoría surge cuando los niños son testigos del comercio sexual de sus padres, lo
relacionan con una pelea. Surge la inquietud de saber, qué significa estar casados.
Organización genital
(Fases de desarrollo de la organización sexual)
Organizaciones pregenitales: organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales
todavía no han alcanzado su papel hegemónico.
1ra. Organización pregenital: oral o canibálica: la actividad sexual no se ha separado aún de
la nutrición. La meta sexual consiste en la incorporación del objeto.
2da. organización pregenital: anal o sádica: división en opuestos, activo - pasivo. La
actividad es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del
cuerpo, y como órgano de meta sexual pasiva se constituye la mucosa erógena del intestino.
La última fase por la que atraviesa la organización sexual, es en la pubertad, donde se
unifican las pulsiones parciales y se subordinan al primado de los genitales, al servicio de la
reproducción.
Dos tiempos de la elección de objeto:
-La primera se inicia entre los dos y los cinco años, y el período de latencia la detiene o la
hace retroceder.
-La segunda sobreviene con la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida
sexual.
UNIDAD 3: Nuevos aportes a los proceso constitutivos de la infancia
Aportes post freudianos: Jacques Lacan y F. Dolto. Concordancias y divergencias con
la teoría freudiana.
La teoría del desarrollo psicosexual de Freud sostiene que la vida psíquica está compuesta
por tres procesos: Yo, Super Yo y Ello. Consciente, preconsciente e inconsciente. Estas tres
áreas no se presentan aisladas, ni respetan un orden entre sí, sino que por el contrario se
mezclan e interactúan.
11
El Ello representa el inconsciente reprimido, está gobernado por el principio del placer y es
de naturaleza instintiva. Estas tendencias instintivas exigen satisfacción. La vida psíquica del
recién nacido es totalmente inconsciente, el bebe no razona y exige satisfacción buscando
placer en el alimento, el calor del cuerpo de la madre o de quien está a su cuidado.
El yo cumple la función de “imprimir” una copia de la realidad, obtener las percepciones del
mundo exterior al sujeto. Está gobernado por el principio de la realidad que asegura más
éxito en la integración al mundo social.
El Super Yo: representa “el vigilante” de los actos del sujeto. Es el ideal moral que todos
tenemos dentro y que se ha formado en nosotros gracias a la educación que nos dieron
nuestros padres y por la influencia social y cultural en general. Indica lo que debe No Ser.
En tanto que Lacan se va a ocupar de una de estas instancias del aparato psíquico, teoriza
el yo. Y sostiene que la formación del yo es resultado del pasaje por el denominado
“estadio del espejo”. Es un período que aparece entre los 6 y 18 meses- siendo diferente
en cada bebe-, en donde la cría humana realiza un proceso de identificación con la imagen
especular, imagen que se le presenta como una unidad en contraposición al estado de
fragmentación con el que percibe su propio cuerpo. El yo surge de identificarse uno mismo a
partir del otro.
Lacan se refiere al cachorro humano que llega a este mundo en estado de prematuración
humana, estado de desamparo y de fragmentación corporal y lo compara con un chimpancé.
Observa que el pequeño niño se fascina frente a la imagen que el espejo le muestra y más
adelante se reconoce en él, asumiendo como su propia imagen. Mientras que el chimpancé
pierde interés en una imagen que le parece ilusoria.
Por su parte, Françoise Dolto va a decir que, en un dibujo, un modelado, en toda
composición libre son localizables las tres instancias de aparato psíquico planteadas por
Freud y que es a partir de estas creaciones, producciones donde el niño expresa sus
“auténticos fantasmas” lo que permite comprender y descifrar sus estructuras inconscientes.
La imagen del cuerpo será el nombre a la mediación entre estas tres instancias, que se
presentará en cualquier composición libre que realice el niño. Allí expresará lo que no puede
hacer con palabras como lo hacen los adultos utilizando esta imagen como mediación para
hacerlo. No será la imagen dibujada y modelada, sino que a partir de ella será descubierta a
través del diálogo analítico. Esta imagen es siempre inconsciente.
Dolto elabora la imagen inconsciente del cuerpo que surge a partir de las primeras
vinculaciones con la madre.
Esquema corporal e imagen del cuerpo (Dolto, F.)
La noción de cuerpo es una construcción y partiendo de que el sujeto va a construir el
cuerpo, nos ubicamos en el concepto de que el cuerpo no actúa sobre el medio sin asimilar
nada de él, sino que por el contrario, siempre que la acción del cuerpo sea dirigida al medio,
se produce un proceso de asimilación de ese medio. Para conocer un objeto se debe actuar
sobre ese objeto y esta acción provoca su transformación. De manera que el concepto de
cuerpo trasciende a la concepción del organismo a partir de esta acción, la de un cuerpo que
aprende del mundo circundante.
Recuperamos aportes de psicomotricidad, (relaciones de cualidad de los movimientos y
actividad psíquica de quien los realiza como por ejemplo los gestos), psicofísico y
psicosomático y logramos interpretar sus diferencias conceptuales. Como alguien dijo
alguna vez al referirse al cuerpo, podemos elegir entre la pisada, la huella y el pie, aunque
muchas veces es posible que terminemos hablando del zapato. Tres particularidades de una
misma acción corporal en relación a la marcha. Somos nosotros quienes debemos elegir
dónde poner la mirada, si en una manera diferente de pisar, si en evaluar la base de apoyo y
12
sostén; percibiendo la huella que deja la pisada, un registro en el cuerpo que está significado
por un otro. Entonces el pie, la pisada y la huella van transformarse en esta marcha que nos
permitirá discriminar psicomotricidad y motricidad y distinguir esquema corporal (organismo,
cuerpo), imagen corporal y cuerpo real en este proceso de construcción. Decimos que el
cuerpo real es el cuerpo visible, palpable, tangible. Es la parte material. Nos permite
construir el esquema corporal atravesado por la imagen corporal.
Françoise Dolto, a partir de sus teorizaciones determinará que la imagen corporal es de
orden imaginario y simbólico, está fundada en la singularidad de cada sujeto, en sus
vivencias, sus historias. Por esto es que es propia de cada uno. Se estructura mediante la
comunicación entre sujetos y la huella del gozar frustrado, coartado o prohibido. Involucra
las emociones, que se ponen en juego en las relaciones interhumanas, tanto las emitidas
como las recepcionadas. Estas relaciones se basan en la necesidad y el deseo de los
sujetos. En definitiva, es la “encarnación simbólica inconsciente del sujeto deseante”.
En cuanto al esquema corporal, decimos que es al mismo tiempo consciente, preconsciente
e inconsciente. Es igual para todos los individuos que pertenecen a una especie y sirve para
que se identifique como representante de la misma, sin que importe el lugar, el tiempo y la
forma de vida. El esquema corporal va evolucionando en tiempo y espacio. Se estructura
mediante el aprendizaje y la experiencia que resulta del contacto físico con el medio.
Finalmente, el cuerpo real es el cuerpo visible, palpable, tangible. Es la parte material. Nos
permite construir el esquema corporal atravesado por la imagen corporal.
El niño del psicoanálisis
El niño y sus destinos: falo, síntoma, fantasma
Aportes de Donald Winnicott: Objetos transicionales y fenómenos transicionales
La madre es quien crea las bases de la salud mental, a partir de la concepción y los
cuidados.
Según Winnicott, los procesos de maduración están determinados por tendencias innatas, lo
heredado, que forma parte del bagaje constitucional del individuo.
También plantea que las necesidades del bebé habrán de ser satisfechas por la
“madre-medio ambiente”, llamada “madre devota” cuando es “suficientemente buena” al
adaptarse a las necesidades del bebé.
La “madre devota” es un estado biológico natural, definido como “preocupación maternal
primaria”, lo cual implica una gran sensibilidad y un estado “regresivo” que la hace capaz de
identificarse con el bebé, para responder a sus necesidades.
Postula tres funciones maternales:
-De sostén: el modo como la madre sostiene físicamente al bebé y los cuidados comunes.
-Manipulación: el modo de contacto físico, global y localizado. Coexiste con el sostén.
-Presentación del objeto: forma en como la madre pone en contacto al bebé con lo que lo
rodea, incluso con ella misma. La aproximación del pecho para alimentarlo, en el momento
preciso es un acto de adecuación-acomodación.
En relación con estas tres funciones maternales, Winnicott describe tres efectos de
constitución del “sí mismo”.
-La integración: el bebé, al nacer carece de una firme y constante aceptación de su propia
existencia. En su “rudimentario psiquismo” es capaz de captar “algo” del orden de estar vivo.
Pasa el mayor tiempo durmiendo, estado de no conciencia de existir. En la experiencia
alimentaria, por ejemplo, estaría en condiciones de expresar “existo” o “soy”. Pero esa
experiencia es fugaz, parcial. Es en un momento puntual y discontinuo, que no tiene relación
en el tiempo. El que soy ahora, no tiene nada que ver con el de hace dos o tres horas. Este
estado se define como “estado no integrado”.
13
Sigmund Freud consideraba que el juego ocupa para el niño el lugar de apuntalamiento de
sus objetos internos, en cosas palpables y visibles del mundo, dando lugar a la
diferenciación entre realidad psíquica y realidad material. Asocia el juego con la partida de la
madre y apunta que es la elaboración de la presencia-ausencia de la madre, un hito
fundante en la constitución subjetiva. La repetición en el juego responde a la pulsión de
apoderamiento que actúa con independencia del carácter placentero o displacentero de lo
recreado y repetido.
Anna Freud plantea que de inicio el juego constituye una actividad placentera, autoerótica,
centrada en el propio cuerpo y luego en el cuerpo de la madre. El desarrollo libidinal se
extenderá a los juguetes que al comienzo funcionan como una prolongación del propio
cuerpo. Juguetes blandos, suaves que permitirán luego desarrollar actividades del yo, como
por ejemplo: abrir y cerrar, encastrar, construir, destruir, etc.
La capacidad lúdica más tarde se convertirá en capacidad laboral.
Desde este enfoque, se privilegia al juego en la sublimación de las pulsiones con fines
adaptativos y en la constitución del yo.
Winnicott cambia la concepción del juego, considerándolo una entidad en sí misma, con
función estructurante para la constitución psíquica. Su riqueza amplía las posibilidades
simbólicas y creativas del sujeto en constitución. Atribuyó una gran importancia a los objetos
transicionales como medios para la diferenciación yo-no yo, para lograr una integración en la
constitución subjetiva.
Los juegos infantiles
Todos los niños del mundo juegan, y siempre han jugado, desde los comienzos de la cultura.
El juego es vital para los niños, crucial para un desarrollo saludable.
Los niños juegan porque al hacerlo construyen su propio mundo, expresan sus fantasías,
elaboran psíquicamente los acontecimientos que los rodean, los ayudan a asimilar los
aspectos del mundo en el que viven.
La escolaridad - Desarrollo social - El grupo de pares
A los 6 años el niño comienza un período signado por el desarrollo de su iniciativa personal
en el cual logra cristalizar metas e intereses individuales. Es en esta etapa supera la postura
egocéntrica para entrar en contacto con el mundo externo.
Sus relaciones se centran fundamentalmente en los otros niños. Su mundo social lo
constituyen el grupo de juegos y el grupo escolar.
Con la aparición de los “diques” como el pudor, la vergüenza, el asco, los sentimientos
morales y estéticos, que se expresan en actividades sublimatorias. La energía de las
mociones sexuales, cuyo influjo no ha cesado, es desviada del uso sexual, y aplicada a
otros fines, a nuevas metas.
La entrada en la niñez escolar supone el establecimiento de un cierto orden interior. Ha
finalizado la constitución de las instancias psíquicas, es decir, el Ello, Yo y Superyó y la
energía pulsional se orienta hacia objetos extrafamiliares. Por esto el niño puede centrar su
atención en el desarrollo cognoscitivo, en los juegos sociales y en la actividad grupal entre
pares.
Cobran importancia los modelos de identificación extrafamiliar, por ejemplo, los maestros. Se
desarrolla el sentido de responsabilidad. Intenta hallar su lugar entre los compañeros de la
misma edad.
Es un período decisivo en el logro de la socialización. Dirige su energía fundamentalmente a
los vínculos interpersonales con sus pares, desarrollando así sus capacidades de
comunicación y de integración grupal.
15
Predomina el juego reglado y social, a diferencia del juego simbólico de años anteriores.
Estos juegos representan situaciones de la vida real a la cual intentan imitar.
Dos períodos:
-El período inicial de la niñez escolar: 6 a 9 años
El aprendizaje desempeña el rol central del desarrollo; se intensifican las relaciones de
grupo de pares; descubrimiento del mundo extrafamiliar (los maestros, por ejemplo);
nacimiento de la interioridad, valoran los tiempos a solas; actitud objetiva de la realidad;
pasaje de la inteligencia intuitiva a las operaciones concretas.
-La madurez infantil: de 10 a 12 años
Alcanzan un cierto grado de autonomía y de autodeterminación que le posibilita un distancia
afectiva respecto de los padres. Aparecen las preocupaciones morales, filosóficas,
admiración e identificación con algunas personas significativas del mundo cultural.
Los grupos infantiles van ganando consistencia y estabilidad. Mayor coherencia en su
pensamiento y acción.
Se empiezan a observar cambios corporales, pre adolescentes.
Socialización y sociedad: la influencia del medio
UNIDAD 4: El desarrollo subjetivo, cognitivo y social del sujeto escolar
El período de latencia - Represión y sublimación - Destinos posibles del impulso
sexual - El trabajo psíquico de la latencia.
En esta etapa de la vida en los niños, la sexualidad no se hace ver, se desarrollan aspectos
fundamentalmente intelectuales (interés por el aprendizaje) y sociales (integración al grupo
de pares). Entre los 7 y los 12 años se produce un giro en el desarrollo mental y afectivo. El
aparato psíquico sufre una transformación. Una nueva instancia, el Superyó, se incorpora
con la internalización de las figuras parentales, sus prohibiciones e ideales. El Yo debe
cumplir sus funciones respondiendo a esta nueva organización. La sexualidad infantil se
reprime y se sublima, mediante la derivación a otros fines. La cultura actúa como reforzador
de la represión, ofreciendo canales de derivación para la simbolización (juegos, letras,
números, grupos, etc) y la sublimación.
El desarrollo intelectual (El desarrollo de los niños en la edad escolar)-La latencia en
la cultura actual
El niño, en los primeros años constituye su subjetividad, su estructuración psíquica, proceso
conocido como “singularización”, a la par que realiza su inserción en la cultura, proceso
llamado “socialización”. La singularización le permite configurarse como un sujeto único, la
socialización cumple la función de hacer que el infante adquiera los valores, creencias,
ideales y normas del entorno cultural donde están inmersos.
Algunos autores dividen la socialización en dos períodos: primaria, dentro del contexto
familiar, siendo la internalización del lenguaje lo más importante y prepara el terreno para la
secundaria, para el ingreso a la escuela y al mundo social. El período conocido como “edad
escolar” tiene dos características específicas del desarrollo del niño: la capacidad para
realizar aprendizajes sistemáticos y su inserción en ámbitos extra escolares. El crecimiento
físico es un proceso constante, aunque en este período se da de manera leve. Los cambios
de crecimiento y maduración en los niños los capacita para ejecutar movimientos más finos
y precisos. Esto trae una creciente habilidad motora, denominada “diferenciación”, donde el
niño adquiere mayor control de sus músculos. Además se perfecciona el proceso llamado
“integración, coordinación de los movimientos simples para configurarlos en actos más
complejos y combinados. En cuanto al desarrollo libidinal, en esta edad se atraviesa el
período de latencia, donde hay una declinación de la sexualidad infantil, previa al inicio de la
pubertad. El aparato psíquico se reordena, reorganiza: la declinación del complejo de Edipo
16
Pubertad Adolescencia
de los cambios incontrolables de este último y del propio cuerpo. Surgen así, por ejemplo,
teorías filosóficas, movimientos políticos, ideas de salvar a la humanidad, etc. Comienzan a
escribir versos, novelas, cuentos, y se dedican a actividades literarias, artísticas, etc.
Las crisis religiosas: El adolescente puede manifestarse como un ateo exacerbado o como
un místico muy fervoroso, como situaciones extremas. Pasa por periodos místicos o por
periodos de un ateísmo absoluto, en concordancia con su actitud cambiante y fluctuante de
su mundo interno.
Las crisis religiosas son intentos de solución de la angustia que vive el yo en su búsqueda
de identificaciones positivas y del enfrentamiento con el fenómeno de la muerte definitiva de
parte de su yo corporal. Además comienza a enfrentar la separación definitiva de los padres
y también la aceptación de la posible muerte de los mismos. El adolescente puede tener
tanta necesidad de hacer identificaciones proyectivas con imágenes muy idealizadas que le
aseguren la continuidad de la existencia de sí mismo y de sus padres infantiles. Por ejemplo,
se aferran a una figura de la divinidad, de cualquier tipo de religión que pueda presentar
para él una salida mágica.
Separación progresiva de los padres: El duelo por los padres de la infancia es uno de los
duelos fundamentales que tiene que elaborar el adolescente. Por lo tanto una de las tareas
básicas concomitantes a la identidad del adolescente es la de ir separándose de los padres,
lo que está favorecido por el determinismo que los cambios biológicos imponen en este
momento del individuo (por Ej. la capacidad efectora de los genitales) La presencia
internalizada de buenas imágenes parentales, con roles bien definidos y una escena
primaria amorosa y creativa permitirá una buena separación de los padres, un
desprendimiento útil y facilitara el pasaje a la madurez, para el ejercicio de la genitalidad en
el plano adulto. Gran parte de la relación con los padres está disociada y estos son vividos
como figuras muy malas o muy buenas. Las identificaciones se hacen entonces con
sustitutos parentales . Es así como aparecen, por ejemplo, las relaciones fantaseadas con
maestros, héroes reales o imaginarios, compañeros mayores, etc. que adquieren
características parentales y pueden establecer relaciones que en ese momento satisfacen
más.
La tendencia grupal: En su búsqueda de identidad adolescente, el individuo recurre como
comportamiento defensivo a la búsqueda de uniformidad. Hay un proceso de sobre
identificación masiva, en donde todos se identifican con cada uno. A veces el proceso es tan
intenso que la separación del grupo parece casi imposible y el individuo pertenece más al
grupo de coetáneos que al familiar (moda, vestimentas, costumbres, preferencias, etc.)
En otro nivel las actuaciones del grupo y de sus integrantes representan la oposición a las
figuras parentales y una manera activa de determinar una identidad distinta del medio
familiar. El fenómeno grupal adquiere una importancia trascendental ya que se transfiere al
grupo gran parte de la dependencia que anteriormente se mantenía con la estructura familiar
y con los padres en especial. El grupo constituye así la transición necesaria en el mundo
externo para lograr la individuación adulta. El grupo resulta útil para las disociaciones,
proyecciones e identificaciones que siguen ocurriendo en el individuo. La utilización de los
mecanismos esquizoparanoides es muy intensa durante la adolescencia y el fenómeno
grupal favorece la instrumentación de los mismos. En el fenómeno grupal, el adolescente
busca un líder al cual someterse o si no se erige él en líder para ejercer el poder del padre o
de la madre.
El fenómeno grupal facilita la conducta psicopática normal en el adolescente. El acting out
(paso al acto), motor producto del descontrol frente a la pérdida del cuerpo infantil se une al
acting out afectivo, aparecen entonces conductas de desafecto, de crueldad, de indiferencia,
20