“Aprender es adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia.”
Y para entender cómo ese conocimiento nuevo se añade a nuestro bagaje, hay que pensar en cómo se retiene la información en nuestro cerebro. Por eso, se distinguen normalmente tres sistemas de representación mental: visual, auditivo y kinestésico. Y están muy relacionados con los sentidos y con cómo nos acercamos a nuevas ideas, personas, experiencias, etc. Visual. Tiene que ver con las imágenes. Las ideas se relacionan con imágenes, se utilizan mapas conceptuales. A las personas con este estilo de aprendizaje más desarrollado les gusta planificar, son ordenadas y detallistas, recuerdan los colores y las formas, les gusta tomar apuntes. Auditivo. Aquellas personas con facilidad para este aprendizaje recuerdan mejor la información oral que la escrita, tienen facilidad para la música y los idiomas, mayor capacidad para comunicarse y expresarse, prestan atención a las conversaciones, etc. Kinestésico. Aquí entran más los movimientos, las emociones y los trabajos manuales; experimentar, dibujar, construir; y, en general, moverse, hacer deporte, el contacto físico…