dura como sembrar sin agua, dura como el arado. Te conozco desde niña en nuestro Ventura Ccalamaqui, conozco a tu familia primorosa, tantos años de amistad perdurable, sufrí con tus años sin gloria ni bandera, ahora estando muy lejos escucho tus triunfos y bonanzas, ¡Cómo me alegras la vida hija! ¡Por fin solo sé de triunfos y éxitos! Tus lágrimas glaciares quedaron congeladas, tu coraje fue un relámpago rebelde que rompió tus días helados, saliste triunfante de la dura ceniza, atrás quedó el tiempo oscuro; ahora a desgranar felicidad, a cada hora, a vestir la mejor tela, estás en la cima del éxito, con tu esfuerzo se hizo la vida, la luz dejó de ser pequeña, cayó en tu corazón una dulzura extraordinaria, Mirtha hijita linda: Tu vida es un misterio de esplendor y de leyenda, es una complejidad gloriosa y profunda, eres una sagrada realidad grandiosa y bella, eres una urbe eterna, una expresión viva y genial; eres un hermoso jardín de mucho verdor y flores perfumadas, ¡Cómo se multiplica la voluntad de tus padres! Todo el crecimiento es pureza, en la fertilidad crece el tiempo, ya es tarde, la noche se ha cerrado, cayó el sueño del silencio, para que tus ojitos descansen, y al amanecer con el día abierto me puedas escuchar: ¡Feliz cumpleaños “mochita”!