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Investigación Finanzas
Investigación Finanzas
INVESTIGACIÓN:
Contenido
ÍNDICE......................................................................................................................2
RESUMEN EJECUTIVO...............................................................................................4
INTRODUCCIÓN..........................................................................................................5
OBJETIVOS..................................................................................................................6
General:.....................................................................................................................6
Específico..................................................................................................................6
CONTENIDO................................................................................................................7
2009 (contracción del 2,9%).....................................................................................7
ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA.........................................................................7
La UE parece incapaz de proporcionar la armonía y el bienestar que prometía
desde sus comienzos................................................................................................8
LA EVOLUCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA.............................................................8
EL ORIGEN DE LA CRISIS DEL EURO................................................................10
Al BCE se le encomendó mantener la estabilidad financiera, pero se le prohibió
comprar deuda pública...........................................................................................11
Muchos de los problemas de la UE provienen de las asimetrías institucionales de
las economías políticas de sus estados miembros................................................12
La unión monetaria estimuló sendas de crecimiento desequilibradas que
favorecieron la expansión de los exportadores del norte.......................................14
LA RESPUESTA A LA CRISIS DEL EURO Y SUS CONSECUENCIAS...............14
A corto plazo, las reestructuraciones emprendidas en un contexto de austeridad a
menudo tienen efectos negativos...........................................................................18
Brexit.......................................................................................................................20
OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE..................................................21
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo............21
Objetivo 2: Poner fin al hambre..............................................................................22
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas
las edades...............................................................................................................23
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover
oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.............................24
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y
el trabajo decente para todos.................................................................................24
Respuesta al COVID-19.........................................................................................25
Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización
sostenible y fomentar la innovación........................................................................25
Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles........27
La COVID-19 (coronavirus) hunde a la economía mundial en la peor recesión
desde la Segunda Guerra Mundial.........................................................................29
Respuesta del Grupo Banco Mundial frente a la COVID-19..................................32
La economía mundial se expandirá en un 4 % en 2021; la distribución de vacunas
y las inversiones son clave para sostener la recuperación....................................33
Crisis de contenedores: estatus y análisis..............................................................35
Crisis de contenedores en América........................................................................37
Efectos económicos y financieros en América Latina y el Caribe del conflicto entre
la Federación de Rusia y Ucrania...........................................................................38
Situación Financiera actual.....................................................................................40
Proyecciones regionales.........................................................................................41
CONCLUSIONES.......................................................................................................52
RECOMENDACIONES...............................................................................................54
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................55
RESUMEN EJECUTIVO
Sin embargo, el hecho de estar separados físicamente no nos exime de sufrir golpes
económicos si otros continentes tienen dificultades. En la actualidad, la globalización
y la capacidad de comerciar libremente entre diferentes países permiten obtener
materias primas de mejor calidad y precio de países o sectores que se dedican a la
producción de ciertos bienes e insumos, teniendo una ventaja competitiva sobre
otros productores. La facilidad de comercio tiene esa característica de dinámica del
mercado.
General:
● Conocer las principales crisis financieras en el mundo.
Específico
● Identificar las situaciones actuales de los continentes y sectores.
● Analizar el impacto que generan las crisis financieras en los
mercados globales.
● Analizar las salidas o soluciones que se implementaron para la
solución de las crisis.
● Conocer los programas y planes para erradicar crisis financieras
CONTENIDO
La recesión de 2009 surgió del colapso del mercado inmobiliario de Estados Unidos
debido a la crisis financiera de 2007-2008 y la crisis de las hipotecas de alto riesgo.
Como resultado, varias empresas y bancos tuvieron que ser rescatados por los
gobiernos centrales de todo el mundo.
Desde una perspectiva histórica a largo plazo, la Unión Europea es una de las
creaciones políticas más peculiares de finales del siglo xx, una herramienta de
cooperación supranacional que no llega a ser una federación política, pero que es
más fuerte que un régimen internacional. Tras medio siglo marcado por la depresión
económica y por dos guerras mundiales, la comunidad económica establecida por
medio del Tratado de Roma en 1957 se convirtió en el instrumento de uno de los
periodos de paz y prosperidad más largos que haya disfrutado jamás el continente
europeo.
Además, los bajos índices de natalidad harán aún más difícil que Europa alcance
elevadas tasas de crecimiento económico en los próximos años. Se prevé que la
tasa de dependencia de la población de edad avanzada en la UE se duplique en
2080, situándose en tan solo dos personas en edad de trabajar por cada una de
más de 65 años. La inmigración ofrece una solución al problema, pero se está
encontrando con una feroz resistencia entre los gobiernos de Europa, donde los
partidos de derecha radical que se oponen a la inmigración y a las políticas de la
Unión Europea están en alza. La propia UE carece de una política eficaz para hacer
frente a los barcos cargados de refugiados que atraviesan el Mediterráneo en
cantidades nunca antes vistas.
Desde sus comienzos con la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951,
la integración institucional en Europa siempre ha tenido una motivación múltiple. Por
un lado, para algunos ha venido estimulada por los ideales de una “unión cada vez
más estrecha” que habría de culminar en el Estado europeo soñado por sus
fundadores, Jean Monnet, Robert Schuman y Alcide De Gaspari. Por otro lado, la
integración únicamente ha avanzado cuando los gobiernos nacionales han visto la
manera de que las instituciones europeas sirvan a los intereses de su propio país.
(Hall, 2015)
Las concepciones basadas en intereses nacionales están limitadas por
circunstancias económicas y geopolíticas, pero son, en última instancia, una
construcción social. Como tal, se ven afectadas por la tasa de descuento que los
gobiernos asocian a las ganancias futuras, por la confianza de los dirigentes en el
modo en que funcionará un nuevo conjunto de instituciones y por la percepción, por
parte de un gobierno, del coste de oportunidad de avanzar en una dirección en lugar
de en otra. En este sentido, las distintas visiones de lo que podría ser Europa
influyen en las decisiones prácticas que se toman para llegar a ella. Charles de
Gaulle no fue el único líder movido por une certaine idée de l’Europe.
Durante las décadas de 1950 y 1960, la integración europea ofrecía unas ventajas
que estaban relativamente claras. La Comunidad Económica Europea
proporcionaba un vehículo para la reconstrucción económica y la paz en Europa
occidental. Una generación diezmada por la guerra consideraba que aquellos eran
objetivos superiores. El Acta Única Europea de 1986, que debía crear un mercado
único continental antes de 1992 sobre la base de una votación por mayoría
cualificada, se presentó como un medio para garantizar la prosperidad tras una
década de “euroesclerosis”. Los Estados miembros sabían que la liberalización
requeriría algunos sacrificios, pero estaban convencidos de que el resultado a largo
plazo sería una mayor prosperidad para todos.
En gran medida, estos fines dictaron los medios empleados para alcanzarlos. Dado
que su objetivo principal era una mayor eficiencia económica, la Comunidad
Europea de las décadas de 1960 y 1970 se concibió y se presentó, en gran parte,
como una iniciativa tecnocrática. Como es lógico, los gobiernos nacionales seguían
teniendo la última palabra y la Comunidad adquirió un barniz de participación
popular cuando el Parlamento Europeo se convirtió en un órgano elegido, pero las
acciones de la Comunidad Europea estaban legitimadas en gran medida en función
de su eficiencia técnica. A los comités del Consejo se les impuso la condición de
que basaran sus decisiones en los conocimientos técnicos, y la Comisión justificaba
sus propuestas fundamentándose en la eficiencia económica.
Sin embargo, a medida que el alcance de las decisiones europeas fue ampliándose,
comenzaron a aparecer grietas en esta fachada. Cuando la CE se centraba en
ámbitos normativos restringidos, con escasas consecuencias distributivas, sus
políticas podían justificarse por razones de eficiencia técnica. En cambio, tras el
Acta Única Europea, las normas liberalizadoras de la UE comenzaron a afectar a
amplios segmentos de la población activa, creando tanto perdedores como
ganadores. Los funcionarios europeos llevaban decenios quejándose de que sus
esfuerzos pasaban inadvertidos. De pronto, adquirieron una visibilidad política
mucho mayor y la gente que se sentía perjudicada por la liberalización o la
globalización empezó a culpar a la UE. La consecuencia es una crisis de legitimidad
de la que la Unión Europea aún no se ha recuperado por completo.
La respuesta más sencilla es que Europa fue víctima del mismo desenfreno en la
solicitud y la concesión de créditos, alimentado por nuevos tipos de derivados
financieros y por una regulación excesivamente indulgente, que precipitó la crisis
financiera de EE. UU. y la recesión global en 2008. El caso más notorio es el de
Grecia, cuyo anuncio, en octubre de 2009, de que su déficit presupuestario iba a ser
casi tres veces superior a lo previsto (más tarde se descubrió que había alcanzado
el 15,6% del PIB) desencadenó la crisis de confianza en la deuda pública.
A medida que los inversores temerosos abandonaron sus posiciones en bonos
griegos, el nerviosismo se contagió a Irlanda, Portugal y España, donde los
préstamos en el sector privado habían aumentado de forma exponencial como
consecuencia del auge del sector de la vivienda y la construcción, aun cuando los
niveles de deuda pública eran relativamente modestos. En muchos sentidos, los
problemas de estos países eran comparables a los de EE. UU. Sin embargo, a
diferencia de EE. UU. o el Reino Unido, ellos no tenían un banco central dispuesto a
comprar deuda pública. En su lugar, emprendieron el tortuoso proceso de negociar
programas de rescate con el BCE y la UE. (Hall, 2016)
Bajo la superficie, no obstante, la crisis del euro refleja algunos de los dilemas
estructurales de gestionar una moneda única que engloba múltiples variantes de
capitalismo. La unión monetaria reunió a Estados con distintos niveles de desarrollo
político y con economías políticas estructuradas de formas bastante distintas.
Muchos de los problemas a los que se enfrenta la unión no provienen de los
impactos económicos asimétricos que preveía la teoría del área monetaria óptima,
sino de las asimetrías institucionales de las economías políticas de sus Estados
miembros. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento que limitaba los niveles de deuda y
déficit públicos resultó difícil de aplicar y fue poco más que una hoja de parra que
cubría esas diferencias estructurales. Algunos creían que la experiencia de competir
en una unión monetaria eliminaría gradualmente esas asimetrías institucionales,
pero estas tienen profundas raíces históricas que no ceden fácilmente ante una
reforma gradual.
Por el contrario, las economías políticas del sur de Europa están organizadas de
forma bastante distinta. España, Portugal, Grecia e Italia desarrollaron movimientos
obreros conflictivos divididos en confederaciones rivales que se enfrentan a
asociaciones patronales relativamente débiles, lo cual permite pactos sociales
periódicos, pero hace muy difícil una coordinación salarial sostenida. Como
consecuencia, con la UEM la competencia extranjera mantuvo bajos los salarios en
sus sectores exportadores, pero el aumento salarial en los sectores protegidos hizo
que subiera el coste unitario de la mano de obra en el conjunto de la economía.
Además, estos países carecen de la capacidad institucional para ofrecer una
formación coordinada que haga posible la producción de alto valor añadido y la
innovación continua. Por ello, el número de empresas que dependen de una mano
de obra barata es mayor y, a partir de 1989, la competencia de bajo coste
procedente de Europa central y del este afectó fuertemente a sus exportaciones.
La unión monetaria tuvo distintas implicaciones para estos dos tipos de economías
políticas. Dentro de la UEM, los países del norte de Europa pudieron continuar con
sus tradicionales estrategias de crecimiento basadas en las exportaciones. El BCE
los ayudó vigilando de cerca los convenios salariales alemanes, y los vecinos de
Alemania, los tomaron como referencia para contener sus propios salarios. Además,
ahora gozaban de nuevas ventajas, dado que sus vecinos ya no podían devaluar su
moneda, mientras que la heterogeneidad de los miembros de la unión contuvo el
tipo de cambio externo del euro. Como resultado, los superávits de las balanzas
comerciales del norte de Europa comenzaron a aumentar, en el caso de Alemania
de forma espectacular.
Sin embargo, el ingreso en la unión monetaria planteaba serios dilemas para los
países del sur de Europa. En los años previos al Tratado de Maastricht, sin
capacidad para coordinar la negociación salarial, a menudo dependían de
devaluaciones periódicas del tipo de cambio para rebajar los precios de sus
productos frente a la competencia extranjera. Con la UEM, perdieron esa facultad de
ajuste económico, justo cuando las economías emergentes comenzaban a
arrebatarles cuota de mercado de las exportaciones de mercancías de bajo coste.
La ruta de crecimiento alternativa de estas economías pasaba por la ampliación de
la demanda nacional, y la entrada en la UEM hizo que esta estrategia resultara aún
más atractiva, pues reducía el coste del capital en el sur de Europa, en un momento
en que los inversores del norte buscaban lugares en los que invertir sus crecientes
superávits comerciales.
Ninguna de las dos opciones resultaba atractiva. En ambos casos, el pueblo griego
sufriría enormemente por el recorte del gasto necesario para eliminar un déficit que
ascendía al 12% del PIB. Destacados economistas abogaban por la reestructuración
argumentando que era la mejor forma de hacer frente a una crisis de deuda, y que
lo mejor era hacerlo cuanto antes. Otros alegaban que el ajuste tendría más éxito si
el país abandonaba además el euro y devaluaba su moneda, en lugar de depender
por completo de la deflación interna para reducir de nuevo los salarios reales a
niveles que resultaran competitivos a escala internacional.
Entonces, ¿por qué insistieron los países acreedores del norte de Europa en que las
reformas estructurales en un contexto de austeridad fiscal suponían la mejor base
para el crecimiento? En cierto modo, esa postura no era otra cosa que una política
pragmática. Los acreedores ya habían prestado a Grecia sumas equivalentes al
total de su PIB anual. Para reducir los déficits griegos más lentamente con el objeto
de reactivar la economía, habrían sido necesarios mayores niveles de préstamos, y
a los gobiernos acreedores les preocupaba el posible castigo electoral,
especialmente a la vista de las elecciones que celebraban varios länder de
Alemania en 2011. Las reformas estructurales se consideraban una prioridad porque
las raíces de los problemas de Grecia se atribuían en gran medida a políticas
clientelistas de una economía demasiado regulada.
Los años de crisis también se han caracterizado por el ascenso de Alemania a una
posición de práctica hegemonía sobre los consejos de la UE, una consecuencia
paradójica, dado que, en parte, Francia acometió la transición a la UEM con el
objeto de reducir la influencia alemana en los asuntos económicos europeos. Si bien
era inevitable que una Alemania reunificada mostrara cada vez más deseos de
imponer sus intereses nacionales, ya que pagaba la cuota más elevada de la factura
de los rescates, la crisis del euro la catapultó rápidamente hacia una posición de
prominencia y poder, probablemente antes de que los gobiernos alemanes tuvieran
tiempo de reflexionar detenidamente sobre la forma de hallar un equilibrio entre sus
intereses nacionales y los de Europa. En muchos sentidos, Alemania es un poder
hegemónico reacio, menos deseoso de pagar los costes derivados de suministrar
bienes públicos a un gran número de Estados de lo que se mostrara EE. UU.
cuando hubo de asumir ese mismo cetro tras la Segunda Guerra Mundial. En los
próximos años, será muy importante lo que los alemanes consideren que implica su
papel de líderes de Europa.
En otro giro paradójico, una crisis que, al fin y al cabo, inspiró una intensa
cooperación entre las élites políticas de los Estados miembros ha terminado por
fomentar la hostilidad entre la ciudadanía en general. Tras la crisis, ha surgido de
los medios de comunicación una oleada de estereotipos populares arraigados en la
imagen de “griegos vagos” y de “alemanes opresores”. Como consecuencia, está
más claro que nunca que, en la actualidad, la solidaridad social en Europa termina
en las fronteras nacionales, y los líderes políticos tienen parte de responsabilidad en
ello. La respuesta inicial de numerosos políticos del norte de Europa fue la de tratar
la crisis no como el dilema existencial que realmente suponía para Europa, sino
como una cuestión moral sobre si los ciudadanos de otros países habían sido
suficientemente disciplinados. Cuando Syriza subió al poder en Grecia, fueron
correspondidos con acusaciones de que los alemanes se estaban comportando
como nazis. Tales sentimientos han erosionado la sensación de solidaridad
transnacional de la que depende el respaldo electoral necesario para una
cooperación eficaz en el seno de la UE.
Si bien estos tratados han limitado el impacto que la nueva situación hubiese
producido en caso de que no se hubiese alcanzado un acuerdo, la salida del Reino
Unido de la Unión Europea ha introducido importantes cambios en la vida de
ciudadanos, trabajadores, empresas y administraciones públicas. (Ministerio de
asuntos exteriores, 2020)
Para los que trabajan, su puesto de trabajo no les garantiza una vida digna. De
hecho, el 8 % de los trabajadores de todo el mundo, y sus familias, vivían en
situación de extrema pobreza en 2018. Uno de cada cinco niños vive en situación de
extrema pobreza. Garantizar la protección social de todos los niños y otros grupos
vulnerables resulta crucial para reducir la pobreza .(Naciones Unidas, 2023)
Objetivo 2: Poner fin al hambre
El mundo no está bien encaminado para alcanzar el objetivo de hambre cero para
2030. Si continúan las tendencias recientes, el número de personas afectadas por el
hambre superará los 840 millones de personas para 2030.
Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades es esencial
para el desarrollo sostenible.
Nunca antes habían estado tantos niños fuera de la escuela al mismo tiempo, lo que
altera su aprendizaje y cambia drásticamente sus vidas, especialmente las de los
niños más vulnerables y marginados. La pandemia mundial tiene graves
consecuencias que pueden poner en peligro los avances que tanto costaron
conseguir a la hora de mejorar la educación a nivel mundial.(Naciones Unidas,
2023)
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y
sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos
Incluso antes del brote de la COVID-19, era probable que uno de cada cinco países
(en donde habitan miles de millones de personas que viven en situación de pobreza)
vieran sus ingresos per cápita estancarse o reducirse en 2020. A día de hoy, las
perturbaciones económicas y financieras derivadas de la COVID-19 (como las
alteraciones en la producción industrial, la caída de los precios de los productos
básicos, la volatilidad del mercado financiero y el aumento de la inseguridad) están
desbaratando el ya de por sí tibio crecimiento económico y empeorando los riesgos
acentuados de otros factores.(Naciones Unidas, 2023)
Respuesta al COVID-19
La pandemia de la COVID-19 ha provocado una recesión histórica con niveles
récord de carencias y desempleo, lo que ha creado una crisis humanitaria sin
precedentes cuyas peores consecuencias las están sufriendo los más pobres.
Sin embargo, todavía queda un largo camino que recorrer para que el mundo pueda
aprovechar al máximo este potencial. En especial, los países menos desarrollados
necesitan acelerar el desarrollo de sus sectores manufactureros si desean conseguir
la meta de 2030 y aumentar la inversión en investigación e innovación científicas.
Datos destacables
Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a
1300 millones de toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba
pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o
estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección deficientes.
Datos destacables
Agua
● Menos del 3% del agua del mundo es fresca (potable), de la cual el 2,5% está
congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares. Por tanto, la humanidad
debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema,
del ser humano y de agua dulce.
● El ser humano está contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza
puede reciclar y purificar el agua en los ríos y lagos.
● Más de 1000 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable.
● El uso excesivo de agua contribuye a la escasez de agua mundial.
● El agua nos la regala la naturaleza , pero la infraestructura necesaria para
gestionarla es costosa.
Energía
Los efectos están siendo particularmente profundos en los países más afectados
por la pandemia y en aquellos que dependen en gran medida del comercio
internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento
externo. Si bien la magnitud de las perturbaciones variará en función de la región,
todos los MEED acusan vulnerabilidades que se ven agravadas por las crisis
externas. Asimismo, la suspensión de las clases y las dificultades de acceso a los
servicios primarios de atención de salud probablemente tengan repercusiones a
largo plazo sobre el desarrollo del capital humano.
“Las perspectivas dan mucho que pensar, ya que es probable que la crisis deje
cicatrices difíciles de borrar y que plantee complejos desafíos mundiales”, señaló
Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e
Instituciones del Grupo Banco Mundial. “Nuestra primera prioridad es abordar la
emergencia mundial en materia sanitaria y económica. Más allá de eso, la
comunidad mundial debe unirse para lograr una recuperación lo más sólida posible
e impedir que más personas caigan en la pobreza y el desempleo”.
Según las previsiones de referencia —de conformidad con las cuales la remisión de
la pandemia permitirá levantar las medidas nacionales de mitigación a mediados de
año en las economías avanzadas y un poco más tarde en los MEED, las
repercusiones negativas a nivel mundial perderán intensidad durante la segunda
mitad del año y las perturbaciones a los mercados financieros no se prolongarán en
el tiempo—, el crecimiento mundial repuntaría un 4,2 % en 2021, a saber, un 3,9 %
para las economías avanzadas y un 4,6 % para los MEED. Sin embargo, las
perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de que la situación
empeore, por ejemplo, la posibilidad de que la pandemia se prolongue por más
tiempo, de que ocurran agitaciones financieras o de que se produzca un repliegue
del comercio internacional y las relaciones de suministro. En esa hipótesis, la
economía mundial podría contraerse hasta un 8 % este año, para recuperarse
apenas por encima de un 1 % en 2021, en tanto que el producto de los MEED
disminuiría casi un 5 % este año.
Se prevé que la economía de los Estados Unidos se contraerá un 6,1 % este año a
raíz de las perturbaciones vinculadas con las medidas para controlar la pandemia.
En cuanto a la zona del euro, se estima que el producto caerá un 9,1 % en 2020
debido a las graves repercusiones que los brotes generalizados tuvieron sobre la
actividad. Además, se prevé una retracción del 6,1 % en la economía del Japón,
cuya actividad económica se ha desacelerado a raíz de las medidas de prevención.
Perspectivas regionales
Aunque la economía mundial está creciendo de nuevo tras una contracción del 4,3
% en 2020, la pandemia ha causado un gran número de muertes y enfermedades,
ha sumido a millones de personas en la pobreza y puede deprimir la actividad
económica y los ingresos durante un período prolongado. Las principales
prioridades políticas a corto plazo son el control de la propagación de la COVID-19 y
la garantía de una distribución rápida y amplia de las vacunas. Para apoyar la
recuperación económica, las autoridades también tienen que facilitar un ciclo de
reinversión destinado a lograr un crecimiento sostenible que dependa menos de la
deuda pública.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada,
los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes —en
materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca
central y reformas estructurales— al tratar de asegurar que esta recuperación
mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”,
afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Para superar los
impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las
inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial,
aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la
transparencia y la gobernanza”.
Se estima que el colapso de la actividad económica mundial en 2020 ha sido
ligeramente menos grave de lo que en un principio se había proyectado, debido
principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido menos
pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más sólida de
lo anticipado. En cambio, las perturbaciones de la actividad en la mayoría de los
demás mercados emergentes y economías en desarrollo fueron más graves de lo
esperado.
Tal como se detalla en uno de los capítulos del informe, las perspectivas a corto
plazo siguen siendo muy inciertas y todavía es posible que los resultados de
crecimiento sean diferentes. En un escenario negativo, en el que los contagios sigan
aumentando y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría
limitarse al 1,6 % en 2021. Por otra parte, en un escenario optimista, con un control
exitoso de la pandemia y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento
mundial podría acelerarse hasta casi el 5 %.
Como ocurrió en el pasado con otras crisis graves, se espera que la pandemia deje
efectos adversos de larga duración en la actividad mundial. Es probable que la
desaceleración del crecimiento mundial prevista para el próximo decenio empeore
debido a la falta de inversiones, el subempleo y la disminución de la fuerza de
trabajo en muchas economías avanzadas. Si la historia puede servir de referencia,
la economía mundial se dirige hacia un decenio desalentador en materia de
crecimiento, a menos que los encargados de la formulación de políticas pongan en
marcha reformas amplias que mejoren los elementos impulsores fundamentales
para un crecimiento económico equitativo y sostenible.
Así lo aseguró la empresa Maersk en su análisis del mercado Asia-Pacífico del mes
de julio.
El reporte señaló que los volúmenes de carga a través de Shanghái están volviendo
a los niveles previos al confinamiento.
La situación está aumentando la presión sobre los bancos centrales para endurecer
las políticas monetarias, incluido el aumento de las tasas de interés.
Según la firma, la clave para las perspectivas del comercio es cómo reaccionan los
consumidores y las empresas ante la elevada incertidumbre, los precios más altos y
los cambios de política.
No obstante, el reporte de Maersk señaló que, a corto plazo, la expansión mundial
continuará, respaldada por la demanda reprimida y la reapertura de las economías.
El caso de China
Por otra parte, las importaciones en Asia se redujeron debido a los bloqueos por los
contagios de Covid-19 en China y una desaceleración general en su mercado
inmobiliario.
Congestión portuaria
Es por esos esfuerzos que Maersk espera que aumenten los volúmenes de
exportación vía marítima en esa ruta en la segunda quincena de julio y agosto.
Los contenedores frigoríficos no operados (NOR) siguen siendo clave para el tercer
trimestre, destacó el reporte. (Juárez, 2022)
Los más afectados serán los países que dependen moderada o considerablemente
de las importaciones de gas natural para calefacción (que representa el 30 % de la
demanda de energía), actividad industrial o electricidad, así como los países
estrechamente conectados con los mercados energéticos de la Unión Europea.
Estos países deben prepararse para la escasez de gas y poner en marcha planes
de emergencia destinados a mitigar los peores impactos en los hogares y las
empresas, incluido el ahorro de energía, el aumento de la eficiencia energética y la
implementación de planes de cuotas y racionamiento. Las campañas de cambio de
comportamiento que se centran en la eficiencia de la calefacción en las viviendas y
los edificios —como las que promueven resellar las ventanas y agregar aislamiento
— requieren una inversión relativamente mínima y tienen impactos inmediatos.
Proyecciones regionales
Los mercados emergentes y economías en desarrollo enfrentan una combinación de
factores mundiales predominantemente negativos. Se prevé que el crecimiento
aumentará en 2023 en Asia oriental y el Pacífico, a medida que la reapertura de
China genere una recuperación y que mejoren las perspectivas de crecimiento en
varias grandes economías. En cambio, se prevé un crecimiento moderado en todas
las demás regiones dada la escasa demanda externa, las severas condiciones
financieras mundiales y la alta inflación, que frenarán la actividad. Se prevé que el
próximo año el crecimiento aumentará en la mayoría de las regiones a medida que
los factores adversos se reduzcan. Los riesgos de deterioro en las perspectivas
regionales incluyen posibles tensiones financieras mundiales y una inflación local
más persistente. Las tensiones geopolíticas, los conflictos y los disturbios sociales,
así como los desastres naturales a consecuencia del cambio climático, también
plantean riesgos de deterioro.
Europa y Asia central
En 2022, el crecimiento en Europa y Asia Central (ECA) cayó a un 1,2 por ciento, el
crecimiento más lento entre las seis regiones de los países mercados emergentes y
en desarrollo (EMDE). Excluyendo a Rusia y Ucrania, el crecimiento en ECA aún se
debilitó hasta el 4,8 por ciento. La desaceleración del crecimiento fue generalizada,
incluyendo a la mayoría de las economías de la región, reflejando las interrupciones
causadas por la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa, la reducción de
la confianza empresarial y del consumidor, un aumento en la inflación, una marcada
contracción monetaria y alteraciones en el suministro de energía. La producción
cayó un 20,2 por ciento en Europa Oriental, con contracciones principalmente en
Ucrania, pero también en otras partes de la subregión.
Para combatir la inflación por encima del objetivo, 17 bancos centrales de la región
aumentaron las tasas en 2022 y seis las han aumentado aún más hasta ahora en
2023. Perspectivas: Se espera que el crecimiento en ECA aumente ligeramente en
2023, hasta el 1,4 por ciento; sin embargo, las perspectivas siguen siendo
particularmente inciertas debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus
repercusiones. Excluyendo a Rusia y Ucrania, se proyecta que el crecimiento en ECA
se reducirá a casi la mitad, hasta el 2,4 por ciento en 2023.
La mejora de 1,3 puntos porcentuales en las previsiones para la región desde enero
se debe principalmente a una revisión al alza para Rusia. Se prevé que el crecimiento
regional se recupere hasta alcanzar el 2,7 por ciento anual en 2024-2025, impulsado
por una demanda externa y doméstica más fuerte, en un contexto de disminución de
los impactos adversos en el crecimiento. Las divergencias en las tasas de
crecimiento dentro de la región deberían disminuir a medida que los flujos de
migrantes y capitales desde Rusia disminuyan y el crecimiento económico mejore
en la UE.
Desarrollos recientes: La región de Oriente Medio y África del Norte (MNA, por sus
siglas en inglés) ingresó al 2023 con un impulso de crecimiento sólido pero en
desaceleración. Las economías exportadoras de petróleo, que disfrutaron de un
crecimiento máximo en una década y baja tasa de desempleo el año pasado, han
anunciado recortes en la producción de petróleo. Las economías importadoras de
petróleo enfrentaron varios desafíos, especialmente una alta inflación, y el
crecimiento disminuyó notablemente en el 2023.
Con el impulso de los altos precios del petróleo para los exportadores de petróleo
disminuyendo y la demanda global tambaleándose, el crecimiento en la producción
de petróleo ha disminuido rápidamente desde tasas de dos dígitos a finales del
2022. Arabia Saudita vio que el crecimiento de su producción disminuyó desde
tasas de dos dígitos a mediados del 2022 hasta el 3.9 por ciento en el primer
trimestre del 2023, respaldado por actividades no relacionadas con el petróleo. En
Qatar, el crecimiento económico se desaceleró a principios del 2023 después de un
crecimiento máximo en una década en el último trimestre del 2022, apoyado por el
torneo de la Copa Mundial de la FIFA.
Se espera que el crecimiento en India se desacelere aún más al 6,3 por ciento en el
ejercicio 2023/24 (abril-marzo), una revisión a la baja de 0,3 puntos porcentuales
desde enero, con el consumo privado limitado por la alta inflación y el aumento de
los costos de endeudamiento, y el consumo del gobierno por la consolidación fiscal.
En Bangladesh, se espera que la inflación elevada, la incertidumbre política y la
debilitación de la demanda externa frenen el crecimiento al 5,2 por ciento en el
ejercicio 2022/23 (julio-junio) frente al 7,1 por ciento del año fiscal anterior.
Las economías del sur de Asia se encuentran entre las más vulnerables al cambio
climático, con más de la mitad de los habitantes del sur de Asia afectados por uno o
más desastres relacionados con el clima en las últimas dos décadas. Con el cambio
climático aumentando los riesgos para la actividad económica y el desarrollo, hay
una necesidad urgente de aumentar la resiliencia.
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África subsahariana
Se proyecta que el ingreso per cápita en ASS crecerá menos del 1 por ciento al año
en promedio durante el horizonte de pronóstico; mientras que en más de una quinta
parte de las economías de la región, incluidas las tres más grandes, se espera que
el crecimiento promedio del ingreso per cápita en 2023-24 no supere el 0,5 por
ciento y será negativo en más de una décima parte. Por lo tanto, las perspectivas
para la reducción de la pobreza en la región son sombrías, con casi el 40 por ciento
de la población de ASS viviendo en países con ingresos per cápita más bajos el
próximo año que en 2019.
Las principales crisis económicas que han afectado en los últimos años han sido la
crisis inmobiliaria de Estados Unidos en 2009, El Brexit en Europa por parte del
Reino Unido, El COVID-2019, con ello la crisis de flete marítimo y el conflicto entre
Rusia y Ucrania.
Lo curioso de estas crisis es que han sido a raíz de decisiones políticas y políticas
financieras que establecen los gobiernos o ciertos mandatarios eligen. Los índices
financieros y macroeconómicos se miden por separado para cada región. Sin
embargo, las crisis financieras golpean a todos los países por la alta globalización
que existe. Las capacidades de negociación y la facilidad de intercambio de bienes
y servicios permiten tener bienes y materias primas de países especializados, con la
infraestructura y recursos necesarios para tener producciones eficientes y
competitivas que permiten exportar a los diferentes países.
Al momento de existir algún conflicto político, afectan las necesidades esta dinámica
del mercado desabasteciendo de bienes, servicios y materias primas, encareciendo
las operaciones y generando una cadena de crisis.
Dado los diferentes esfuerzos por crear la cura y que pudieran llegar a la población
en general, permitió tener un regreso “a la normalidad” de los diferentes sectores.
Sin embargo, existió un fuerte golpe económico a las medidas y pequeñas
empresas, al sector de emprendimiento donde no tenían el capital necesario para
poder seguir pagando planillas sin estar generando. Se adoptaron diferentes
posiciones y políticas de subsidios, pero esto representó aumento en la deuda
pública.
En el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania, creo pánico entre naciones y aliados.
El problema o conflicto político que se volvió guerra es que los países involucrados
tienen aliados e interfieren según sus intereses defendiendo o atacando a Rusia que
es considerada un peligro para países que exportan de gran manera y su poder de
ejercito que posee, por los ataques. La incertidumbre y el papel secundario que
países como Estados Unidos y Korea llegaron a convertirse en primarios, generaron
incertidumbre por las amenazas y roses que crearon en el momento.
Debido a esa incertidumbre fue que se generaron bajas en los índices económicos y
retención por parte de los mercados financieros globales y en las solicitudes de
crédito para financiamientos.
RECOMENDACIONES
Considerar a la hora de la compra de algún activo algún tipo de seguro o fianza para
evitar que algún problema global atrase el importe, la construcción, la tecnificación o
la entrega del bien. No somos adivinos para poder tener una idea de lo que
sucederá en el futuro, pero esta investigación y según el desarrollo y aprendizaje
empírico nos dice que la historia se vuelve a repetir y es por eso la importancia del
análisis que está investigación nos expone que debemos contar en nuestras
planificaciones y ejecuciones.
BIBLIOGRAFÍA