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106 Hebe Beatriz Molina c. Comentarios critico-literarios. Asidua lectora de periédicos -La Naci6n, La Prensa, El Diario, El Album de! Hogar, Almanaque Sud-Americano, El Eco de la Juventud y Sud-América (de Buenos Aires), El Nacional, El Oasis y El Correo del Pert (de Lima), El indiscreto (de Montevideo)- y cuanto libro publiquen sus amigos hispanoamericanos, Gorriti tiende a alabar las producciones literarias que promuevan las virtudes sociales; por eso, menosprecia el naturalismo de la novela Blanca Sol de Mercedes Cabello. A través de todo el diario, sobre todo cuando informa acerca de sus propias publicaciones, esta escritora revela que el escribir es -para ella- una necesidad vital: Cuando, acabadas las clases, con la mente abrumada de fatiga me refugio en el rinconcito donde esta mi carpeta, paréceme un oasis delicioso que brinda sombra, frescura y melodia [ibid.: 34). Los relatos de viaje. Son cinco" y en ellos Gorriti cuenta sus viajes de Pert a Bolivia y a la Argentina, y de Buenos Aires a Salta. ™ Son sélo cinco pues Dionisio Chaca se confunde cuando informa que Gorriti relata los incidentes de su primer viaje a Buenos Aires (1875) en "Apuntes de viaje" [cf. Chaca, 1940: 57], incluido en Misceléneas [66], y que Santiago Estrada expone su parecer respecto de ese “libro” [cf. ibid.: 97-98]. En verdad, es Estrada quien publica Apuntes de viaje; (Del Plata a Los Andes.- De! mar Pacifico al mar Atlantico), en 1872; y Gorriti expresa sus impresiones al leerlo en un comentario editado, primero, manuscrito en E/ Autégrafo Americano; La narrativa dialégica de Juana Manuela Gorriti 107 Viajar es mas que un desplazamiento espacial. Seguin su "sentido mas primario, viajar es buscar" {Cirlot, 1992: 460]. En la narrativa de Gorriti los viajes, si bien fesponden a una exigencia de su vida -visitar a sus hijas en Bolivia, instalarse en Buenos Aires para poder cobrar las pensiones que le corresponden por haber sido su padre guerrero de la Independencia y soldado de Giiemes [cf. Chaca, 1940: 55]- se vuelven sindénimo de la existencia humana. En un nivel superficial, el viaje satisface la curiosidad natural del hombre por conocer nuevos ambitos. Esa busqueda de conocimiento significa un movimiento no sdlo hacia otros lugares sino también hacia el futuro, hacia lo que vendra. Pero esto no es suficiente para llenar la ansiedad espiritualjde Gorriti, Asi lo expresa en "Impresiones y paisajes” [57]: Conoceis algo a la vez tan buscado y tan triste como viajar? Anhelamos partir, hallarnos donde no estamos; cual los horizontes del porvenir, trasponer tambien 4 los del espacio. Pe iEs tan prestigiosa la aureola de lo desconocido! Y Realizamos nuestro deseo; alzar 10s el vuelo en 4 pos de nuevas impresiones, de perspectivas nuevas; y... paseamos el alma de decepcion en decepcion; de nostalgia en nostalgia; 4 menos de encontrar un pais cuyo miraje guarde la mente; y cuyos recuerdos, siquiera sean dolorosos, existan vivos en el corazon [M.: 12]"°. Republica Argentina, 1874 y, luego, en Miscelaneas. *® Cf. también "Un viaje aciago", PV.: Il, 30. 108 Hebe Beatriz Molina Nétese cémo la narradora no sdlo manifiesta sus afectivas apreciaciones personales sino que también busca la conformidad del lector al respecto. El entusiasmo de viajar se tife de nostalgia, es decir, de tristeza por lo perdido, por lo dejado atras. Esta necesidad de volverse hacia el pasado se debe, seguramente, al hecho de que sus viajes son regresos desde una patria presente (Lima) hacia su tierra natal (la Argentina; en particular, Salta, que deja en 1831) 0 hacia su hogar primero (Bolivia, donde vive con su esposo y sus hijas hasta 1847). En consecuencia, el viaje resulta un doble desplazamiento por el espacio y el tiempo. Los movimientos por el espacio originan un fuerte contraste entre el anhelo o la obligacién (del exiliado) de conocer nuevos sitios y el deseo de quedarse, de echar raices; entre el gusto y la alegria:de admirar paisajes y conocer otras personas, y la nostalgia de lo que queda atras: para quien viaja, es el corazon un penoso bagaje. Arraiga en cada etapa, y de cada etapa lleva consigo la nostalgia ["Romeria...", MR.: 27]. La dimension espacial reine los elementos de la exterioridad: la realidad “objetiva", paisajes, personajes curiosos, todo tipo de percepciones, incluido lo prosaico. El tiempo, en cambio, es la dimension de la interioridad, porque la vuelta al pasado rescata (selecciona) momentos especiales marcados por sentimientos intensos, suefios y premoniciones, frutos del espiritu y de la imaginacién en que sdlo cabe la belleza. Por ejemplo, frente al monumento que recuerda La narrativa dialégica de Juana Manuela Gorriti 109 los combates en La Ciudadela (Tucuman), la narradora-viajera describe el lugar y las sensaciones que éste le provoca, mientras su imaginacion la lleva al pasado histdrico y a la fantasia: Cubrelo [al campo] un verde tapiz de cesped sembrado de flores y plantas odoriferas que 4 esa hora crepuscular exhalaban aromas suavisimos (lk k la luz moribunda del poniente, aquellos nombres gloriosos [Belgrano, Castelli, Moreno y Monteagudo] como el simbolo que los contenia, relampagueaban, iluminando en la mente extrafios mirajes. -Escuchadl.....- murmuré, temerosa una de mis jOvenes ciceroni. -No habeis oido?......Debajo esa mata de anémonas ha salido un gemido. [...] Ref de su terror; pero al cortar las rojas flores de la consabida mata para completar un ramillete, mi mano estaba trémula y fria. Los cuentos de la antigua nodriza, con su séquito de espiritus y almas en pena, se alzaron de repente y me siguieron hasta que los hubo ahuyentado la cara barbuda y terrestre del cochero [ibid.: 23]. La estructura narrativa de los relatos de viaje se organiza sobre la base de anécdotas reales o de cuentos fantasticos que acercan el pasado al presente del viaje, y que sdlo estan enlazados por un comtin denominador que es la narradora- viajera. Cada espacio remite hacia el pasado; pero si el lugar o el acontecimiento vivido en él (por ejemplo, una manga de langosta sobre los campos de Cordoba, en "Romeria...", MR.: 43-44) no actualiza un recuerdo, tampoco concita el interés de la narradora. 110 Hebe Beatriz Molina Lo temporal predomina sobre lo espacial. Importan mas los sentimientos -las "impresiones"- que los objetos -los "paisajes”. Pero son éstos -sitios, casas, perfumes, comidas, etc.- los que remiten hacia el pasado: Cada rbol, cada hoja, cada recodo del camino despertaba en mi alma un mundo de dolorosos recuerdos ["Una ojeada 4 la patria", SR., I: 111]. El dolor proviene del desajuste entre lo que era y lo que es en SU nuevo presente. El paso del tiempo no ha sido en vano; los cambios producidos en ella o en la realidad exterior impiden la fusion tan deseada del ayer y del hoy: : En ese mi pequefio universo de otro tiempo, yo i sola habia cambiado: todo estaba como en el dia, como en el instante en que lo dejé [ibid.: 110]. Espacio y tiempo se funden en una unica experiencia que produce un dejar de ser y angustia por el desarraigo. Gorriti lo expresa a través de una metéfora: todo el tiempo ido es un “desierto"; los recuerdos, o sea, los unicos momentos recuperables y recuperados son los "oasis" en los cuales el espiritu revive: * Repito el titulo de uno de los relatos de vigje: “Impresiones y paisajes" [57], titulo utilizado también por Gorriti cuando publica algunos de los capitulos de "Romeria a la tierra natal" [86] en El Album del Hogar [cf. infra, Bibliografia, "Textos de Juana Manuela Gorriti’]. La narrativa dialdgica de Juana Manuela Gorriti 111 Hay en el curso de los acontecimientos de que se compone la existencia, incidentes cuyo recuerdo queda imperecedero en la mente y el corazon. Frescos oasis en el desierto de la vida, hacia ellos se vuelven siempre las miradas del alma fibid.: 26}. La angustia revela su miedo a una pérdida de identidad, en cuanto no puede volver a su tierra, a sus raices. Como interpreta Cirlot, el "peregrino" es el hombre que "parte y regresa (exitus, reditus) a su lugar de origen" [Cirlot, 1992: 357]. Para el momentaneo primer regreso, "Gubi Amaya” ("Ojeada a la patria’) [3], debe enmascararse y vestirse de varon, no puede ser ella misma. No obstante, tampoco encuentra lo que busca, ya que extranjeros -extrafios- habitan su casa; su viejo amigo es considerado un "fantasma" y se pierde en el horizonte sin que ella pueda detenerlo para aferrar el poco pasado que no se ha ido o se ha muerto. De este periplo sélo le queda las evidencias del tiempo inflexible y de su cambio personal: An! jqué diferencia de aquel tiempo al presente! qué diferencia entre la nifia de cabellos rubios y mejillas sonrosadas, que charlando turbulenta- 1 Esta cita aparece también en LI: 118. Cf, ademas Recuerdos de la infancia", SR.: II, 254. 22 En verdad, sdlo algunos capitulos de este texto -de estructura externa compleja- es un relato de viaje. Cf. infra, “Episodios autobiograficos". La narrativa dialégica de Juana Manuela Gorriti 117 del siglo XIX, se logra por la suspensién del cuento debido a que el "silbido de la locomotora interrumpid al narrador" [MR.: 36] y éste no continua la historia. Adviértase, entonces, que el efecto fantastico también se debe a la autora-narradora, quien recuerda la escena tal cual ocurre y no completa el relato. En definitiva, es licito pensar que el compafiero de viaje no es mas que un personaje inventado, intermediario entre la autora y los lectores porque resulta mas adecuado -mas creible- para narrar un cuento fantastico que la narradora, conocida por todos como Novelista. Esta posible interpretacién permite, a su vez, presuponer que Gorriti no se preocupa por los limites genéricos y que utiliza lo autobiografico con fines literarios. Finalmente, tras cincuenta y cinco afios de espera, en 1886 realiza su suefio de volver a La tierra natal. La Salta del pasado, con sus dolorosos recuerdos, se mezcla con la Salta moderna y bella del presente; los hijos y nietos de sus viejos amigos repiten en sus gestos las conversaciones de otros tiempos. Los paisajes y las poblaciones pasan a un segundo plano ya que los hombres ocupan el mas destacado. Cada lugar y cada personaje, con los que la narradora st. encuentra en su viaje hacia y desde Salta, y en sus paseos por esta ciudad, remiten a una historia del pasado o del presente, historias de individuos pero mas de su familia, de la patria grande y de su patria chica. Como afirma May respecto de la digresion folklorica o de las "“observaciones de historia regional" en las autobiografias, estas narraciones "sirven para sefialar un punto importante del autobidgrafo: su anclaje historico y cultural" (May, 1982: 154-155]. Gorriti manifiesta a través de ellas un sentimiento 118 Hebe Beatriz Molina innato y auténtico de amor por los motivos populares que alimentaron su imaginacién infantil. La mayoria de estos relatos estén a cargo de la autora-narradora y el resto, en boca de otros personajes (narradores privados). Tras la emocion y la alegria del reencuentro, el balance vital es positivo, a pesar de que las marcas del tiempo se hacen notar -por ejemplo, en las que algiin dia fueron bellas [cf. cap. ll] y de que debe reconocer "con profunda pena que e! caudal de bondad" que de alli levé consigo “habialo ido dejando, [...] en las zanjas del camino, traves de esos grandes centros de civilizacion, de discernimiento y de egoismo" [TN.: 61]°°. EI relato de viaje es la forma autobiogréfica preferida de Gorriti*. A través de ella, la autora recrea para los lectores sus vivencias personales. Escribe mientras viaja o apenas regresa a su hogar. Y publica algunos fragmentos. durante su estada en diversas ciudades pues considera que la publicacion es el mejor modo de agradecer la hospitalidad con que es recibida en cada comunidad que visita. Asi, los potenciales lectores se incorporan al texto como personajes. * Olras observaciones sobre este relato pueden leerse en Batticuore, 1994, ° A estos relatos de viaje autobiograficos podria sumarse otro, ficcional: "Peregrinaciones de una alma triste". Todos ellos constituyen un corpus adecuado para su andlisis integral, es decir, considerando el relato de viajes como una variedad discursiva especifica (no sélo autobiografica). Cf. Molina, 1998 b. La narrativa dialégica de Juana Manuela Gorriti 119 La familiaridad es el tono que predomina en estos relatos. La narradora busca acercar afectivamente a los lectores transmitiéndoles no sdlo informaciones acerca de los lugares visitados -como si fuese una guia turistica- sino también sus percepciones y emociones personales, pues sabe que ellos podran comprenderla. Gortiti escribe para hispanoamericanos contemporaneos suyos, a los que incluye frecuentemente en un “nosotros”; en cambio, los angloparlantes (con los que la viajera tiene algunos contactos ocasionales en sus viajes) son, sin lugar a dudas, los otros, los de cultura diferente y extrafia. La narradora-viajera recorre lugares cercanos a su afecto, la mayor parte conocidos con anterioridad. No trata, en consecuencia, de contar sus experiencias ante un mundo distinto, sino de compartir las nuevas vivencias ante los mismos espacios y personajes, sdlo transformados por el paso del tiempo”. Episodios autobiograficos. Denomino de este modo los relatos con intencion autobiografica que tratan un momento determinado de la vida de la autora. 27 | jliana Zuccotti concluye que "Ia figura del viaje se constituye en la literatura de Gorriti como una estructura base, productiva por muchas razones: porque a partir de ella se despliega la sucesi6n sin fin de los relatos; porque fragmenta la biografia de la escritora, dejandola como narradora privilegiada de su propia historia; y porque, finalmente, es el conocimiento de ios distintos campos intelectuales (el de Lima, Bolivia o Buenos Aires) el que Gorriti aprovecha para.colocarse en un lugar central del movimiento literario latinoamericano” [1993: 91]. >,

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