Preparación para

el encaste en las
hembras ovinas
Autores: María Eugenia Martínez, Andrés Carvajal y Paulo Guarda

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS - INFORMATIVO N° 198 - AÑO 2018

En los sistemas de producción ovina de pequeña

escala del sur de Chile, el ciclo productivo de los
ovinos se ajusta al ciclo biológico, en el cual las ovejas,
como especie poliéstrica estacional, entran en celo
cuando bajan las horas de luz diurna (otoño). En este
momento, las ovejas ovulan y se dejan montar por el
macho, pudiendo quedar preñadas. Si no se produce
la fertilización, volverán a entrar en celo sucesivas
veces hasta quedar preñadas o hasta el final de la
época reproductiva. Esta época de apareamiento es
lo que productivamente se conoce como encaste
(Foto 1).

Si el productor permite que el macho permanezca

con las ovejas todo el año, el periodo de encaste
puede alargarse en el tiempo, generando una ventana
de partos prolongada en el tiempo, lo que conlleva
algunas dificultades en el manejo. Sin embargo,
separando el carnero, el productor es quien decide
cuándo comienza y cuándo termina el periodo de
encaste, pudiendo programar la fecha probable de
parto y todo el proceso productivo. Haciendo esto,
también puede planificarse adecuadamente la
preparación del encaste, que debe comenzar unas
ocho semanas antes de juntar al carnero con las
hembras.
Habitualmente se le da énfasis a la selección, revisión
y preparación del carnero para el encaste, dado que el
apareamiento es el momento en el cual el macho debe
cumplir con su cometido productivo. Sin embargo,
no podemos olvidarnos del otro 50% de la ecuación,
las ovejas. Por muy bueno que sea el macho, genética
y sanitariamente hablando, si las hembras no llegan
con una buena preparación al encaste, los resultados
no serán óptimos, y la genética no se expresará en su
máximo potencial.
La preparación para el encaste tiene como objetivo
obtener la mejor tasa de fertilidad1 posible para
la raza ovina que tenga cada productor, así como
aumentarla prolificidad2 y dotar al cordero del mejor
peso al nacimiento para aumentar la sobrevivencia.
En la misma lógica, una incorrecta o inexistente
preparación afectará dichos parámetros (fertilidad,
prolificidad y mortalidad perinatal) del rebaño.
A la hora de seleccionar las hembras que entrarán al
encaste y prepararlas para llegar a ese momento en
un óptimo estado, hay varios elementos a tener en
cuenta:
1. Edad
Es importante recordar que, en los sistemas de
producción extensivos con monta natural, encaste
no programado y sin suplementación alimenticia,
las corderas suelen sufrir subnutrición (es decir,

1
Ovejas preñadas o paridas/ovejas encastadas.
2
Corderos nacidos/ovejas paridas.
 Foto 2. Oveja en mal estado sanitario que presenta desprendimiento del vellón.
déficit en su alimentación), y ésto hace que en su
primer año de vida no lleguen al umbral de peso
necesario para la expresión de la pubertad. De la
misma forma, en sistemas donde hay más control
del proceso productivo, pero no existe un manejo
nutricional específico para el encaste temprano,
es recomendable encastar las hembras del rebaño
aproximadamente a los 18 meses de edad. Esto
se hace así porque si la borrega alcanza a entrar
en celo en el primer otoño, especialmente las
razas más precoces o con ciclo más abierto como
por ejemplo Dorset, Romney Marsh o Chilota, las
carencias nutricionales antes, durante y después de
la primera gestación, cuando la borrega debe atender
a sus propias necesidades de crecimiento más las
del cordero o corderos, generan un aumento en la
mortalidad, menor prolificidad y un gran desgaste
fisiológico que la oveja arrastrará durante el resto
de su vida productiva. Además, las borregas tienen
en general menor fertilidad, prolificidad, ciclos más
cortos y son menos seleccionadas para la monta por
los carneros.
Por otra parte, es importante saber la edad que
tienen todas las ovejas del rebaño, o cuantos partos/
temporadas reproductivas han tenido en su vida. Para
ello, es esencial llevar registros prediales. A partir
de cinco años/partos y dependiendo del desgaste
fisiológico sufrido (en directa relación con el manejo
de la nutrición), la oveja debe ser revisada de forma
íntegra y minuciosa, y en caso de presentar desgaste
no debe ser seleccionada para una nueva gestación.
2. Aspectos sanitarios
a. Estado general de salud del animal.
zLas ovejas que van a ser encastadas deberán
revisarse para evaluar su estado general de salud,
el cual se traduce externamente en algunos
signos como el aspecto de la lana (esta no debe
estar desprendiéndose a mechones o presentar
 parásitos externos) (Foto 2). También debe
observarse la presencia excesiva de cascarrias en el
tren posterior (Foto 3), que pueden ser indicativas
de parasitismo gastrointestinal, aunque en este
momento se suele realizar una desparasitación
preventiva de todas las ovejas. Debe observarse
que el animal no tosa o tenga secreciones nasales
u oculares. Las glándulas mamarias y genitales
externos tampoco deben presentar alteraciones.
Ovejas que han sufrido mastitis o prolapso en
temporadas anteriores tienen probabilidad de
repetición y debiera considerarse su descarte.
Además, el comportamiento debe de ser normal,
gregario, con los tiempos de pastoreo, rumia y
descanso habituales.

b. Ojos
Se debe revisar el globo ocular, que debe tener
un aspecto brillante, sin manchas ni capas opacas
que lo recubran. Además, la membrana conjuntiva
bajo el globo ocular debe tener un aspecto rojizo-
rosáceo; si se ve pálida o blanquecina, es indicativo
de anemia.

c. Patas
Las pezuñas no deben presentar sobrecrecimiento,
infecciones, abscesos u otras anomalías dado
que generan dolor, cojeras o incluso que los
animales caminen sobre sus rodillas. Una oveja
que tiene dolor en las patas no se dejará montar
con facilidad, dado que el peso del carnero
sobre ella le genera aún más dolor, y tampoco
podrá pastorear y alimentarse adecuadamente.
Antes del encaste se debe realizar una revisión y
recorte de pezuñas a todas las ovejas, aplicando
un producto desecante y desinfectante tras el
despalme (Foto 4).

d. Dientes
La dentadura de la oveja deberá estar completa,
sin desgaste en forma cóncava de los incisivos
inferiores y sin dientes excesivamente sueltos
(Foto 5). Además, revisar la dentadura nos permite
hacer una estimación de la edad de la oveja en
caso de no tener registros sobre ella.
3. Aspectos nutricionales
a. Condición corporal3.
La medición de la condición corporal (CC) es una
forma de evaluar el estado de reservas corporales
(cantidad de músculo y grasa) de los ovinos
mediante la palpación de la zona lumbar, asignando
una puntuación que va de uno (extremadamente
flacas) a 5 (obesas). En general, las ovejas con
buena condición corporal (entre 3,5 y 4), quedan
más fácilmente preñadas y liberan más óvulos (y
por lo tanto tienen más mellizos). Las ovejas en
condiciones muy bajas o muy elevadas suelen
presentar problemas reproductivos. Las flacas
ven afectada la ovulación, mientras que el exceso
de grasa corporal al encaste (condición corporal
superior a 4) disminuye la fertilidad (pueden
quedar secas).

Para mayor información, se recomienda consultar el Informativo INIA Nº94 (La medición de la condición corporal como herramienta para el control de la alimentación de
3

ovinos).
 b. Estímulo nutricional para la ovulación
(flushing)4.
El flushing (también conocido como golpe alimen-
ticio o acondicionamiento) consiste en incrementar
el plano nutricional (fundamentalmente la
cantidad de energía y proteína) que reciben las
ovejas en el periodo de pre-encaste y encaste.
Los efectos fisiológicos (fundamentalmente
hormonales) de esta práctica desembocan en un
aumento de la tasa de ovulación y, por lo tanto,
de la prolificidad. También se produce un efecto
positivo sobre la correcta adhesión del embrión a
la pared del útero, aumentando la sobrevivencia
de los embriones y disminuyendo los abortos en
etapas tempranas de la gestación.

El flushing puede realizarse en tres formas

diferentes, denominadas flushing tradicional,
corto e intermedio. El tradicional se aplica
cuando, al realizar la selección de las hembras
para el encaste, se advierte que no van a llegar
en condición corporal adecuada al mismo. Así,
se comienza con una suplementación con grano,
concentrado y/o entrada a pastos de mejor
calidad y cantidad, aproximadamente un mes y
medio antes de reunir a las ovejas con el carnero.
Esta acción persigue dos objetivos: aumentar el
estado de reservas de la oveja y aumentar la tasa
de ovulación. Sin embargo, en ovejas muy flacas,
el suplemento se destinará a cubrir el déficit de la
oveja y no tendrá efecto en aumentar el mellizaje.
Si las ovejas llegan al encaste en buena condición
corporal, se puede realizar un flushing corto, que
tiene un efecto específico en la tasa de ovulación
sin afectar a las reservas corporales. Para este
tipo de flushing se requiere conocer exactamente
el momento de la ovulación, y para ello se debe
sincronizar hormonalmente a las hembras, lo cual
puede no ser práctico del punto de vista de los
productores de pequeña escala del sur de Chile.
4
Para mayor información, se recomienda consultar el Informativo INIA Nº93 (La técnica del flushing en la alimentación de los ovinos).
Existe una modalidad intermedia, en la cual se
puede administrar un suplemento diez días antes
de que entre el carnero al potrero con las ovejas
(estímulo de la ovulación), y mantenerla diez días
después (adecuada implantación de los embriones
en el útero, reduciendo la temprana mortalidad
embrionaria). Así, se obtienen las ventajas del
flushing sin un gasto económico muy alto y con
buenos resultados.
c. Provisión de vitaminas, minerales y agua
Adicionalmente, se pueden administrar a las
ovejas, en forma oral o inyectable, vitaminas
A, D y/o E junto con Selenio; sin embargo, si la
alimentación es adecuada, la suplementación
vitamínico-mineral de las ovejas pre-encaste no
es imprescindible. Lo que sí es muy importante
y no debe olvidarse nunca es que las ovejas
tengan agua limpia y fresca a disposición, no solo
durante el pre-encaste y encaste, sino en todos
los momentos del ciclo.

Agradecimientos
Este informativo fue confeccionado y publicado con financiamiento del Gobierno
Regional de Los Lagos, Programa “Capacitación para el mejoramiento genético ovino-
bovino en el territorio Patagonia Verde” (BIP 30341175-0), y el apoyo de la Secretaría
Regional Ministerial de Agricultura de la Región de Los Lagos.

Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la fuente y el autor.

La mención o publicidad de productos no implica recomendación INIA.
Editores: Iris Lobos (Ing. Alimentos, Dr. Ciencias), Camila Muñoz (Med. Vet, Ph.D.) y Rodrigo de la Barra (Ing. Agrónomo, Dr. Ciencias);
Luis Opazo, Periodista M.C.E.
INIA Remehue, Ruta 5, km 8, Osorno, Chile. Fono +5664 2334819

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