Professional Documents
Culture Documents
El Retrato de Dorian Gray Resumen
El Retrato de Dorian Gray Resumen
Resumen
¡Qué triste resulta! ―murmuró Dorian Gray, los ojos todavía fijos en el
retrato―. Me haré viejo, horrible, espantoso. Pero este cuadro siempre
será joven. Nunca dejará atrás este día de junio… ¡Si fuese al revés! ¡Si yo
me conservase siempre joven y el retrato envejeciera! Daría…, ¡daría
cualquier cosa por eso! ¡Daría el alma!
Dorian Gray se enamora de la joven y bella actriz Sibyl Vane. Desde que
la conoce, asiste todas las noches al teatro para verla actuar en
diferentes obras, todas ellas de Shakespeare. El joven decide invitar a
sus amigos, Basil y lord Henry, al teatro para que la conozcan. Pero
aquella noche, Sibyl actúa pésimamente en el rol de Julieta, haciendo
que la mitad del público, incluyendo a los invitados de Dorian, se
retirasen antes de terminar.
Para consolar a Dorian, lord Henry le presta un libro sobre los pecados
del mundo en diferentes épocas. El protagonista era un “parisino con
temperamento romántico y científico extrañamente combinados”, y
“contenía la historia de su vida, escrita antes de que él la hubiera vivido.”
Dorian tomó el libro como un manual. Entre tanto, los estragos físicos de
su estilo de vida y sus acciones, cada vez más viles, eran absorbidos por
su retrato, guardado a llave en el sótano. Hasta los 38 años, Dorian
había logrado mantener su inmaculada belleza y juventud, con la cual
provocaba a los otros a disfrutar del placer sin consecuencias,
arrastrándolos hacia su ruina final.
Con el tiempo, Dorian gana una terrible reputación. Tras años sin verlo,
el pintor Basil Hallway recrimina a Dorian ante los comentarios de la
gente. Dorian le dice que es su culpa y lo lleva a ver el cuadro. Basil se
horroriza ante la terrible imagen y arrastra a Dorian al escritorio para
rezar por su absolución. Pero Dorian, tras un impulso irresistible, apuñala
a Basil a traición.
Análisis y significado
El hechizo que, por alguna razón, Wilde no tiene ningún interés por
explicar o justificar, le ofrece al personaje de Dorian un poder: el de
actuar como quiera sin que sus acciones se vean reflejadas, pero
también el de seducir para doblegar la voluntad de otros a su favor. Con
ello, Wilde introduce una cuestión compleja: el poder simbólico que
deriva de la relación entre la belleza y la juventud. Hay, por lo tanto, una
apuesta muy particular: la centralidad de la reflexión sobre la estética.
Es así como todos los elementos que hemos descrito se enhebran para
consolidar un tejido sólido. Por medio de la reflexión estética, Oscar
Wilde logra interrelacionar la moral, el hedonismo, el poder, la juventud,
la belleza y la condición humana y psicológica en una pieza maestra de
la literatura occidental.
Ideas fundamentales
Resumen
La pérdida de la inocencia
En contra del deseo expreso de Basil, Dorian le pide a Lord Wotton que se
quede, mientras el pintor termina el retrato. Dorian siempre se aburre porque
Basil no emite palabra mientras trabaja. En su lugar, Lord Wotton derrocha
verborragia sobre el joven Dorian, tanto, que pronto le pide que se detenga.
Según el Lord, la abstinencia lesiona el cuerpo y el alma: las tentaciones están
ahí para ceder a ellas; de lo contrario, el alma enferma de lascivia. Dorian queda
impresionado ante tales ideas y siente que su interior se agita. Lord Wotton lo
nota con satisfacción. Le intriga descubrir hasta dónde puede influir sobre
Dorian.
La bella actriz
Un mes más tarde, Dorian visita a Lord Wotton. Le confía que se ha enamorado
de una actriz cuando, días atrás, fue al teatro a ver Romeo y Julieta. La puesta en
escena resultó ser aburrida, pero Sybil Vane, la actriz que representaba a Julieta,
era divina. Dorian no puede quedarse a cenar porque quiere regresar al teatro.
Cuando se marcha, Lord Wotton se regocija en su maldad: ¡Qué increíble
experimento humano se produce justo frente a sus ojos! Esa misma noche, recibe
un telegrama que da cuenta del compromiso entre Dorian y Sybil. Sybil le habla
a su madre sobre el príncipe azul del que se ha enamorado. Jim Vane, el
hermano de Sybil, no confía en su hermana. Debe partir de viaje a Australia, pero
jura matar al maldito que haga infeliz a su hermana.
En el teatro
A la noche siguiente, Dorian, Basil y Lord Wotton acuerdan ir juntos al teatro.
Basil discute con Lord Wotton el rumor del compromiso de Dorian. No puede
creerlo: después de todo, la diferencia de clases sociales es evidente. Lord
Wotton no es tan cerrado: considera que es una buena idea que Dorian se case.
En seis meses, encontrará a otra, de todos modos. En ese momento, Dorian llega
con una sonrisa. A todas luces, Basil no está particularmente feliz por los planes
de matrimonio, pues siente que su Dorian se aleja cada vez más de él. El teatro
está repleto. Se produce un escándalo: todos piensan que Sybil es preciosa, pero
su actuación es horriblemente rígida y mala. Dorian se avergüenza por los
abucheos y silbidos del público ante sus amigos, que deciden abandonar el teatro
después del segundo acto. Al finalizar la obra, el muchacho visita a Sybil en su
camarín y la insulta por haber realizado una actuación tan miserable. Ella le
implora que entienda que actuó mal porque lo extrañaba, pero Dorian la acusa de
ser una actriz de cuarta con un bello rostro, y no quiere volver a verla jamás.
Transformaciones
De regreso a casa, Dorian cuestiona sus propias acciones. ¿Trató a Sybil con
demasiada rudeza o ella tiene la culpa de su reacción? Al ver su retrato, se asusta:
la imagen se ha modificado. Las comisuras de los labios se han manchado con un
dejo de maldad. Dorian no da crédito a sus ojos y cree que se debe a su
nerviosismo, pero cuando a la mañana siguiente la expresión sigue ahí, él
recuerda su deseo de que el cuadro cargue con sus pecados para que él pueda
seguir siendo joven y bello. El retrato le parece ahora una advertencia para su
conciencia. Decide disculparse con Sybil y casarse con ella. Sin embargo, Lord
Wotton lo sorprende y le informa que Sybil se ha quitado la vida durante la
noche. Al principio, Dorian está en estupefacto, pero poco a poco Lord Wotton
logra convencerlo de que su muerte es un final artístico bien logrado, como en
una tragedia griega. Considera que la tristeza es completamente inadecuada en
esta situación, por lo que ambos acuerdan ir a la ópera. Dorian empieza a
disfrutar cada vez más que el retrato asuma sus pecados. Esto le abre las puertas a
posibilidad impensadas.
Paranoia
A la noche siguiente, Basil visita a Dorian y se sorprende al ver que su amigo
casi no piensa en el suicidio de la joven actriz. Sin embargo, en vista de la actitud
inocente que adopta Dorian, Basil no se atreve a darle un sermón. En su lugar,
quisiera ver el retrato, que piensa exponer pronto en París. Dorian le niega a su
amigo la posibilidad de echar un vistazo a la pintura. Una vez que Basil se ha
marchado, Dorian lleva el retrato a una habitación desocupada de la casa. Un
miedo paranoico se apodera de él: nadie debe ver el cuadro; ni siquiera su
sirviente, Víctor.
El nuevo hedonismo
Dorian Gray vive durante muchos años la vida de un dandi, de un esteta que solo
se interesa por las cosas bellas de la vida. El nuevo hedonismo que Lord Wotton
alguna vez predicó, se manifiesta en la vida de Dorian. Un libro sobre un bon
vivant francés que le ha dado Lord Wotton lo inspira una y otra vez a
experimentar nuevas aventuras. Pasa su tiempo en cuchitriles de mala muerte en
el puerto de Londres, recorre los antros con monedas falsas y se deja llevar por
sus deseos, sin importar cuáles sean. La moral ya no le importa. Y, sin embargo,
es un caballero culto, el hombre mejor vestido en la ciudad. La alta sociedad
descree de los rumores sobre su vida desenfrenada: basta con ver el radiante
rostro juvenil de Dorian Gray para saber que debe ser inocente.
Enfoques interpretativos
Antecedentes históricos
Esteticismo en el fin de siècle
"Cambié las ideas de la gente y los colores de las cosas. Todo lo que yo hice o
dije sorprendió a la gente. Consideraba que el arte era el mayor grado de realidad
y que la vida era un simple escenario para la ficción. Desafié la capacidad
imaginativa de la gente de mi tiempo, y tejí mitos y leyendas alrededor de mi
persona. Rechacé todos los sistemas con una frase, toda mi existencia con un
epigrama”. Esta es la opinión que Oscar Wilde tenía de sí mismo y de la
influencia que ejerció en su tiempo, el fin de siècle, los ciernes del siglo XIX.
Este concepto literario describe el periodo comprendido entre 1888 y 1914,
conformado a partir de diferentes corrientes, todas ellas orientadas en contra del
naturalismo y que vinculaba tendencias como el Jugendstil, la literatura
decadente y el impresionismo. Para Oscar Wilde, las obras del escritor
decadente Joris-Karl Huysman y, sobre todo, las teorías artísticas del
inglés John Ruskin tienen un valor central.
Origen
Aún antes de alcanzar el punto más alto de su fama literaria, Oscar Wilde
escribió su única novela. El retrato de Dorian Gray se publicó en el verano de
1890 en la revista Lippincott’s Monthly Magazine. El libro desató un escándalo
de dimensiones inesperadas. El arte, según se esperaba en la Inglaterra victoriana,
debía ser moralizante y educativo, pero los críticos de Wilde solo veían una obra
completamente inmoral. Decepcionado por la crítica, Wilde revisó la obra una
vez más antes de su publicación definitiva en 1891: agregó seis capítulos
adicionales e incorporó un prólogo con el que buscaba defenderse de las críticas
recibidas y evitar nuevos ataques. Sin embargo, esto solo logró facilitar las cosas
a los críticos: a la luz del nuevo prólogo, Dorian Gray no solo resultaba inmoral
sino una obra que tampoco quería ser moral. Según lo expresado por Wilde, el
arte se bastaba a sí mismo y no debía servir a ningún fin, siempre y cuando fuera
bello.
Influencia
Según sus propias afirmaciones, Wilde se describió a sí mismo en la novela y,
para ello, tomó como referencia las diferentes facetas de su personalidad y las
integró en diferentes personajes. En una carta de 1894 explicó: “Este extraño y
colorido libro mío tiene muchas cosas de mí. Basil Hallward es quien yo creía
ser, Lord Henry es lo que el mundo cree que soy; Dorian es quien quisiera ser, en
otro tiempo, tal vez”. Las acciones carentes de moral y, aunque de modo
solapado, el desenmascaramiento de los hipócritas de la sociedad inglesa,
constituían una infracción, algo en lo que la prensa inglesa coincidía de forma
unánime. Después de la publicación de 1890, el Daily Chronicle comentó el
30 de junio: “No hay un solo impulso bueno y santo en la naturaleza humana, ni
siquiera una pizca del sentimiento o del instinto que la civilización, el arte y la
religión han sembrado durante todos estos años como barrera entre lo humano y
lo animal, que no sea objeto de burla y ridiculización en Dorian Gray”.
Wilde, que solo expresa de manera indirecta una relación homosexual entre el
Basil y Dorian, hizo de este hecho una realidad: el mismo año en que se publicó
la novela comenzó una relación homosexual con Lord Alfred Douglas. Esto
provocó un escándalo. Oscar Wilde se defendió de las acusaciones del padre de
Douglas, el marqués de Queensberry, que hizo públicas sus acusaciones. El
asunto fue llevado a juicio: Wilde fue encontrado culpable de infringir la Ley de
la Sodomía y condenado a dos años de trabajo forzado. Durante el juicio, El
retrato de Dorian Gray fue considerado como prueba de la tendencia
homosexual del autor.
Sobre el autor