Professional Documents
Culture Documents
Hay Una Vertiente de Compromiso Social"
Hay Una Vertiente de Compromiso Social"
"Preparo las clases pensando cómo puedo hacerles disfrutar con lo que voy a
plantearles"
Lo que me motiva a ir al colegio cada lunes y cada inicio de curso escolar
son los alumnos y el cariño que siento por ellos. Aunque coja un grupo
nuevo y no les conozca, mi predisposición siempre es positiva. Cuando
preparo las clases de la semana o las del mes siempre pienso en cómo mis
alumnos pueden disfrutar con eso que estoy planteando. Tienen muy claro
que en mis clases se aprende jugando y divirtiéndose (quinto y sexto de
Primaria) y esa es una máxima que respeto a rajatabla. Necesitan darse
cuenta que aprender es divertido y quiero que ese germen cuaje en ellos.
Es mi píldora de la eterna juventud en mi trabajo.
Las buenas prácticas docentes requieren una amplia gama de habilidades, conocimientos,
colaborativo; además de mantener la motivación de logro, el interés, así como una actitud
El entusiasmo del docente puede ser concebido como un estilo de entrega de información que
se caracteriza por una muestra de interés, por una búsqueda de objetivos, por altos niveles de
movimientos expansivos del cuerpo, movimientos de pestañeo de los ojos, cara iluminada y
otros gestos expresivos frecuentes (Kunter, Frenzel, Nagy, Baumert, & Pekrun, 2011; Moè,
2016; Pekrun, 2006).
Una revisión llevada a cabo por Keller, Woolfolk, Goetz, y Frenzel (2016) sobre este constructo,
considera la existencia de dos enfoques sobre el entusiasmo del profesor: el primero de ellos
segundo, tiene que ver con características afectivas de cómo de entusiasta se siente el
profesor. Aunque los autores de la revisión consideran que ambos enfoques representan dos
facetas que están relacionadas entre sí y suelen coincidir, sin embargo, su relación no tiene el
peso suficiente para que de manera sistemática siempre aparezcan conjuntamente. Si bien la
definición de entusiasmo incluye ambos enfoques, en este trabajo nos hemos centrado en el
primero. Así, hemos considerado, siguiendo a Collins (1978), que el entusiasmo mostrado se
las expresiones faciales, el lenguaje corporal, los gestos, las posturas, los movimientos, la
maestros, entendida como comportamiento no verbal, puede contribuir a la eficacia con que
Vocación
Estamos acostumbrados a escuchar que los profesores solo tienen vacaciones y que estudiar para
llegar a serlo no es tan difícil como otras profesiones. Pero nos gustaría ver a los que dicen eso
dentro de una clase con 20-30 alumnos. Sean de la edad que sean. Y estudiar unas oposiciones,
seguro que muy pocos estarían dispuestos.
Ser docente debe ser algo vocacional. Se debe ser consciente de la presión y responsabilidad que
lleva consigo esta profesión.
Para poder disfrutar de tu trabajo, es imprescindible que te guste lo que haces. Disfrutar en tu
trabajo se refleja en tu forma de enseñar lo que, a su vez, se refleja en la motivación que transmites
a tus alumnos.
Paciencia
Como en todo, hay muchos tipos de personas y comportamientos. Un buen docente tiene que tener
en cuenta que no todos los alumnos tienen la misma capacidad de aprendizaje. Algunos alumnos
comprenderán la enseñanza a la primera y a otros habrá que explicársela con más calma y
buscando otros medios para que lo entiendan.
Creatividad
En relación con el punto anterior, si un alumno no entiende lo que le estás explicando, va a seguir
sin entenderlo si siempre se lo explicas del mismo modo. Un buen docente debe buscar que sus
alumnos interioricen sus enseñanzas y para ello habrá de entender que a cada alumno le interesan
cosas diferentes.
La gamificación es un recurso muy interesante. Se trata de una técnica de aprendizaje que se sirve
de la mecánica de los juegos para trasladarlos al ámbito educativo o profesional para tener a los
alumnos o trabajadores motivados. Ejemplos de gamificación podrían ser:
1. Acumulación de puntos.
2. Escalado de niveles.
3. Obtención de premios.
4. Desafíos.
5. Misiones o retos.
Podría decirse que es una forma de competición positiva, normalmente competir nos motiva a
luchar por conseguir el primer puesto y eso supone un aumento del rendimiento.
Docente empático
En este punto entra en juego la confianza que transmites a los alumnos. Si tus alumnos confían en
ti, será más fácil para ellos abrirse y hacerte conocedor de sus preocupaciones y problemas más
allá de las aulas. Tal vez un alumno no ha cumplido con sus tareas porque haya tenido un problema
en casa. Si se le sanciona por el hecho de no entregar sus deberes sin tener un conocimiento previo
de lo sucedido, el alumno verá minada la confianza en sí mismo y en la de su profesor. Un docente
que se preocupa de lo que ocurre en el entorno de sus alumnos, empatizará con ellos y podrá
ofrecerles una mejor experiencia formativa.
Observación
No todos los alumnos sentirán la confianza de abrirse en canal con sus profesores por muy
comprensivos que se muestren. Por ello, un docente debe desarrollar la capacidad de observación,
para percatarse de si algo no va bien con los alumnos. Un buen observador podrá detectar casos
de bullying, problemas familiares, problemas de dicción, problemas psicológicos, e incluso si el
alumno está preparado para cursar la modalidad que está estudiando o si se ha equivocado de
ámbito.
Dedicación
El fin último de un docente no debe ser obtener más aprobados, sino que sus alumnos interioricen
sus enseñanzas. Aprobar no es sinónimo de aprender. Cada alumno es un mundo y el hecho de
tener que lidiar con varios en un mismo espacio y tiempo exige que un profesor desarrolle sus
sentidos al 100%. Un buen docente no tira la toalla al primer obstáculo que encuentra ni critica o
sancionar al primer alumno que le desobedece. Sino que trata de indagar en el problema y trata de
ponerle solución con sus propios medios siempre que sea posible.
Disciplina
Lo ideal sería que un docente no tuviese que ponerse estricto. Un profesor es la figura de referencia
con la que mayor tiempo pasan los alumnos. No todos los alumnos son un trozo de pan y, por ello,
un buen docente debe, siempre desde el respeto, amedrentar a aquellos alumnos que dificulten el
buen discurrir de la clase.
Docente prudente
Un buen docente ha de saber cuál es su papel, así como comprender cuál es el terreno en el que se
encuentra. No todos los centros educativos son iguales. No será la misma la actitud de un profesor
que imparta clase en una universidad que la de aquel que lo haga en un colegio con alumnos en
riesgo de exclusión social.
Curiosidad
Sin restar la importancia que merece todo lo citado anteriormente, la curiosidad es una de las
cualidades que mejor definen a un buen docente.