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EL GATO TUERTO

Érase una vez, en una cabaña cerca de un bosque en donde vivía una
niña con sus padres a la cual le gustaban mucho los animales, pues
tenía seis; Un cerdo, dos gallos, una cabra, un perro y por último, un
gato negro, este a diferencia de todos los animales, era el favorito de la
chica, pues cabe aclarar que el animal era espectacularmente bonito;
Era grande y gordo, su pelaje era negro y suave, sus dos ojos resaltaban
en la oscuridad de la noche con un verde esmeralda resplandeciente.
Era realmente hermoso. Aunque había un problema y era que ni al
padre ni a la madre de la niña le gustaba el gato, pues decían que era
amuleto de mala suerte y que estaba vinculado con seres malignos como
demonios o brujas, pero a la niña no le importaba, pensaba que sus
padres solo lo decían para asustarla y separarla del gato.
Era de tarde, cuando el padre de la niña había llegado al hogar, estaba
molesto y borracho, pues no le había ido bien en las ventas del pueblo.
El gato quiso entrar a la cabaña pues le había dado hambre, pues el
padre al ver al animal entrar a la casa fue cegado por la ira, pensó que
este había sido la causa de todas las desgracias que ocurrían en el
hogar, así que sin pensarlo dos veces, con una mano agarro al gato del
pescuezo y con la otra tomo un cuchillo que yacía ya puesto en la mesa,
y sin preámbulos, lo enterró en el ojo del animal, este soltó un maullido
lastimero, pues el hombre no lo dejo ahí, siguió moviendo el cuchillo
alrededor de la cuenca del ojo del animal, provocando que el ojo saliera
de esta, seguida de un gran chorro de sangre, el hombre lanzo al felino
contra una de las paredes logrando que este se lastimara la columna y
cayera rendido al suelo maullando de dolor.
La niña había regresado de la escuela momentos más tarde pero se llevó
una grata sorpresa al ver a su gato negro sin un ojo y tirado en el suelo
todo ensangrentado, la niña agarro al animal entre sus manos con suma
delicadeza y lo llevo a su cuarto y lo acostó sobre una manta en el suelo.
Al día siguiente, el animal ya estaba bien, corría por toda la granja, y
jugaba con los animales, aunque claro, no se acercaba al padre de la
niña, pues aún le tenía un poco de miedo.
Pasaron días y todo seguía igual que antes, hasta que ocurrió una
desgracia…
Era de noche, el padre había llegado al hogar borracho y muy
hambriento, pero al notar que su esposa no le había dejado lista la cena
y que se había llevado a su hija, se enfureció, y empezó a tirar todo al
suelo, haciendo estallar platos y jarrones, el gato al oír esto decidió
entrar al hogar para ver qué era lo que pasaba, grave error, pues el
padre al ver al gato entrar al hogar decidió hacer algo muy sangriento,
tomo al gato y lo saco al patio, allí agarró una cuerda y la enredo
alrededor del cuello del gato y lo colgó desde una rama de un árbol,
disfrutaba ver como el pobre animal iba perdiendo la vida, como el
brillo de sus ojos iba desapareciendo cada vez más rápido y como gotas
de sangre resbalaban desde el cuello del animal.
La niña al llegar al hogar lo primero que hizo fue buscar a su mascota,
pero, al salir al patio y verlo colgado desde la rama de un árbol
goteando sangre no lo soporto más y cayo de rodillas al suelo, llorando
y preguntando, ¿el porqué de esta atrocidad?, preguntándose, ¿qué era
lo que había hecho el pobre animal para merecer esto?,¿ y como fue
capaz su padre de hacerlo?, ¿cómo era posible que no le había bastado
con quitarle un ojo?..
Paso un tiempo en el que la niña se había vuelto loca. Pues contaba que
escuchaba a su gato maullarle por las noches, además, de que ella le
preguntaba a su madre si podía dormir con el cadáver del animal, a lo
que ella obviamente le respondía que no, que estaba desquiciada y que
arrojara ese cuerpo en lo más profundo del bosque. La niña ya no iba al
colegio, ella decía que no quería hablar con nadie y que simplemente
quería paz.
Era una noche sombría y fría cuando una tormenta eléctrica cayo, un
rayo fue lanzado desde el cielo cayendo encima de un árbol haciendo
que este se partiera en dos, la mitad del tronco cayó encima de la casa
provocando que esta se derrumbase un poco, pero, incitando que esta se
incendiará en llamas de inmediato, la niña se despertó asustada y
preocupada al ver que en su cuarto había tablones de madera hechos
cenizas por el fuego, pero, al notar la ventana en su cuarto no lo pensó y
se lanzó cayendo en un costal de heno, sin importarle escuchar las
suplicas y los lloros de sus padres, la niña salió corriendo hacia la
granja para ir a buscar a sus animales, pero no se esperó ver esto;
Su cerdo había sido aplastado por la rama del árbol, provocando que
las tripas del animal quedaran fuera y que un charco de sangre quedara
debajo de su cuerpo, sus dos gallos se habían quemado, pues al parecer
hojas ya incendiadas habían caído encima de ellos, a su bello perro
blanco le habían rasgado la barriga provocando que, al igual que el
cerdo, tripas llenas de sangre salieran de este, y a su pobre cabra le
habían separado toda la piel del cuerpo, haciéndolo ver como si de un
libro se tratase, pues era como abrir y cerrar..
Pero, todo esto a ella no le importaba, pues a lo único que le prestaba
atención era al animal que estaba en el centro, era un gato de hermoso
pelaje negro, grande y gordo, con un solo ojo color verde esmeralda
brillante, el animal estaba parado en sus patas traseras con las
delanteras abiertas de par en par, como señal de recibimiento.
La niña no lo pensó más y fue corriendo a su animal, sin importarle
pisar las tripas de los demás, pues este era tuerto, su hermoso gato
negro.
Ella agarro una de las patas del animal y fue caminando con él con
dirección al bosque, mientras le decía;
“Mi bello gato tuerto, de hermoso pelaje negro, no me importa cuanta
sangre o fuego botes, pues yo siempre te amare con DERROCHE”

FIN

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