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Celebración entrega de la Biblia.

Junio 21 y 22 de 2023
Monición de entrada:
Buenas tardes padres de familia niños y niñas. En nombre de sus catequistas reciban una cordial
bienvenida. El motivo que nos reúne hoy es para hacer entrega de la Biblia a los niños y niñas que a lo
largo de este año se están preparando para conocerla más, estudiarla y vivir su mensaje en lo pequeño de
cada día. Que, a través de la Palabra de Dios, queremos que sea la luz que ilumine a nuestra familia. Al
igual que en el antiguo Pueblo de Dios somos peregrinos y peregrinas, seguidores del Señor que sigue
hablándonos en las Escrituras. Porqué se encuentren de una manera más profunda con Jesús a quien
recibirán en su corazón al final de este año. Que a través de nuestro testimonio de vida sembremos la
buena semilla de la Palabra. En clima de oración demos inicio a este encuentro.

En el nombre del Padre…

Canto: La biblia es palabra de vida

 Entrada solemne de la Palabra de Dios.

 Monición: Señor, vos nos has regalado el inmenso tesoro de tu Palabra. Ayúdanos a acogerla
con corazón humilde y nos alimentemos cada día de ella.

 Primera lectura:
Del libro de los Hechos de los Apóstoles (He. 2, 41-42, 44).
Los que aceptaron su palabra fueron bautizados. Se dedicaban con perseverancia a escuchar la
enseñanza de los apóstoles, vivían unidos y participaban en la fracción del pan y en las oraciones.
Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común.
Palabra de Dios.
Salmo
R/ Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero. (bis)
Luz, tu Palabra es la luz (bis)
Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor;
Dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.
R/
Mandaste que tus decretos se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino, para cumplir tus órdenes.
R/
Te daré gracias con sincero corazón cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente, no me abandones Señor.
R/.

Aclamación del evangelio:

Tu palabra me da vida, confío en Ti, Señor.


Tu palabra es eterna, en ella esperaré.

 Evangelio Mr. 4.1-9


 Del santo Evangelio según

Parábola del sembrador


 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.  Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la
barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He
aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y
vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto,
porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y
parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.  Pero parte cayó en buena tierra, y dio
fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.
Breve comentario:
v. 1-2 La parábola que a continuación hemos escuchado Jesús nos comparte con la audiencia es una
narración compuesta de metáforas relacionadas. Esta narración es conocida como la “parábola del
sembrador” y también se menciona en los evangelios de Lucas y Marcos.    

v. 3 Jesús inicia la parábola mencionando a un sembrador que sale a sembrar. Los siguientes versículos
describen las diferentes condiciones del suelo en las que el sembrador deposita la semilla.

v. 4 El primer tipo de suelo en el que es depositada la semilla del sembrador es uno que está junto al
camino, es decir, un suelo duro, que ha sido compactado por el constante tráfico propio de un camino.
La semilla queda entonces expuesta para que vengan las aves y se la coman.

v. 5-6 El segundo tipo de suelo es aquel lleno de piedras y con poca tierra. La semilla brota, pero dado
que no tenía profundidad la tierra y al venir el calor del sol, se quema y seca por no tener raíz.   

v. 7 El tercer tipo de suelo es aquel lleno de espinos, donde la semilla crece a la par de los espinos,
quienes la ahogan.

v. 8 El cuarto tipo de suelo es aquel propicio para la siembra, es decir, un suelo que da fruto abundante,
un suelo fértil. En dicho suelo, la semilla se desarrolla al máximo.

v. 9 Esta es una exhortación de Jesús hacia cada uno a recibir y entender el mensaje implícito en la
parábola. 

v.18 Jesús nos llama la atención a cada uno dando la explicación a la parábola del sembrador. “Oíd” es
sinónimo de prestar atención a lo que a continuación se interpretará sobre la narración, poniendo énfasis
en la aplicación de dicha interpretación en la vida de los oyentes.

v. 19 La semilla que fue sembrada junto al camino y que fue comida por las aves al quedar expuesta
representa a aquella persona que escucha el mensaje de buenas nuevas (la palabra del reino) y no lo
entiende, es decir, que el mensaje no entra en el corazón de la persona, quedando de manera superficial,
viniendo “el malo” ilustrado por las aves, y arrebata lo que fue sembrado.

v. 20-21 La semilla que fue sembrada entre piedras representa a la persona que oye el mensaje de buenas
nuevas (la palabra) y pareciera que lo recibe con gozo en su corazón, pero dicho recibimiento es
temporal, no es duradero, debido a que no tiene raíz, no penetra en el corazón de la persona, dando como
resultado que, al venir la aflicción, los problemas de la vida, la persona tropieza y cae.

v. 22 La semilla que fue sembrada entre espinos representa a la persona que oye el mensaje de las
buenas nuevas (la palabra) pero el materialismo, el amor por la fama, por las redes sociales y el éxito,
hacen inútil la semilla y termina ahogada en la venalidad. El amor a las riquezas y a las corrupciones que
el mundo ofrece obstaculiza el crecimiento de la semilla del evangelio en el corazón de las personas.
v. 23 La semilla que fue sembrada en tierra fértil representa a la persona que oye el mensaje de las
buenas nuevas (la palabra) y no solamente lo oye, sino que lo entiende, lo hace suyo, lo guarda en su
corazón, dando fruto abundante. Aquella persona que escucha, recibe, entiende y obedece las
enseñanzas de Jesús, es una persona que lleva fruto espiritual abundante. Recibir el mensaje del
evangelio es para bendición y edificación no solo de quien lo acepta, sino para quienes están a su
alrededor, pues el fruto es una bendición compartida.     

Bendición de la Biblia
Dios nuestro, Padre bondadoso que nos amas, envíanos tu Espíritu Santo, para que nos ayude a
leer la Biblia desde el corazón. Sabemos que en las Sagradas Escrituras resuena la voz de Jesús,
tu Hijo Amado y Hermano nuestro. Crea en nosotros el silencio para escuchar su voz: para que
también nosotros seamos sus discípulos Misioneros, para que podamos testimoniar a los demás
que Jesús está vivo y presente en medio de nosotros como fuente de amor, de esperanza y de paz.
Que en esta familia resuene siempre tu Palabra. Amén.
Empezaremos bendiciendo de la Biblia que, ustedes, padres, van a regalar a sus hijos e hijas. Por
favor, pidamos al Señor que la bendiga.
La religiosa bendice las Biblias; se hace la aspersión con agua bendita. Mientras la religiosa
recorre el templo para hacer la aspersión, se entonan algunos cantos adecuados).

Cantos: del espíritu Santo.

Canto Ven, Espíritu Santo


Canto Ven, Espíritu Santo

Entrega de la Biblia.
El papá o la mamá entregará la Biblia a su hijo o hija, al escuchar su nombre pasan al frente. Los niños
se colocan en las bancas de la capilla al lado derecho y el papá o mamá que entregará la Biblia al lado
izquierdo. El niño pasa frente al altar y el papá o mamá se dirige hacia él para entregarle la Biblia. Con
tiempo se entrega al papá o mamá una tarjeta, que lleva escrito el siguiente mensaje:
Dice el nombre del(a) niño (a. Recibe la Biblia, que yo te entrego en nombre de la Iglesia. Ámala,
estúdiala y sigue sus orientaciones. Recuerda siempre que será Dios, que te va a hablar mediante
este libro sagrado.
El niño, la niña responde: Gracias por este bello regalo.
Peticiones:  Pidamos a Dios, que su Palabra que hemos entronizado en nuestro hogar, sea semilla que dé
muchos frutos en nosotros y nuestros hermanos. Y digamos: “Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna”.

Peticiones:
1. Te damos gracias, Padre, porque al igual que hablaste a Abrahám, a Moisés y a los profetas,
también nos has hablado a nosotros por medio de tu Hijo, que es tu Palabra, así te hemos
conocido a Ti y al que Tú nos has enviado, Jesucristo. Te lo pedimos Señor.
Todos: Escúchanos Señor.
2. Gracias Jesús por el gran amor que nos tienes. Por dejarnos el gran tesoro de tu Palabra.
Ayúdanos a tratarla con respeto sabiendo que en ella nos hablas y nos invitas a vivirla. Te lo
pedimos Señor.
Todos: Escúchanos Señor
3. Te pedimos Señor, que tu Palabra sea el centro de nuestras vidas, para que brille en nuestros
corazones la luz de tu Espíritu Santo. Te lo pedimos Señor.
Todas: Escúchanos Señor.
4. Gracias Señor por nosotros niños y niñas que nos preparamos para recibirte, danos un corazón
dispuesto para amarte como vos nos amas. Te lo pedimos Señor.
Todos: Escúchanos Señor

Oración: Escucha Señor nuestras suplicas y enséñanos a acoger y a valorar la riqueza de tu Palabra. Que
ocupe un lugar especial en nuestros corazones y en nuestras familias.

Bendición: Final.
Dios, Padre bondadoso, de quien proviene toda paternidad y amor, bendiga nuestra familia, y nos
siga alimentando con la Palabra que sale de su boca. Que el Evangelio de Jesús, nuestro Señor,
resuene siempre en este hogar, irradiando luz y esperanza. Que el Espíritu Santo, Maestro y
Amigo interior, nos enseñe a leer y orar la Palabra que palpita en las Escrituras Santas.
Que el Señor los bendiga, los guarde y les conceda su paz. La bendición de Dios misericordioso, Padre,
Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros. Amén.
Canto final: Virgen de la Asunción.

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