You are on page 1of 354

Esta traducción fue realizada sin fines de lucro por la cual no tiene costo alguno.

Es una traducción hecha por fans y para fans.


Si el libro logra llegar a tu país, te animamos a adquirirlo.
No olvides que también puedes apoyar a la autora siguiéndola en sus redes
sociales, recomendándola a tus amigos, promocionando sus libros e incluso
haciendo una reseña en tu blog o foro.
Sinopsis 13
Prólogo 14
1 15
2 16
3 17
4 18
5 19
6 20
7 21
8 22
9 Epílogo
10 Próximo Libro
11 Sobre las Autoras
12
Me conoces.
Vamos, sabes que sí.
Tal vez finges que no. Tal vez limpias el historial de tu navegador
religiosamente. Tal vez finges estar horrorizada cuando alguien incluso menciona la
palabra porno en tu presencia.
Pero la verdad es que me conoces.
Todo el mundo conoce a Logan O'Toole, la estrella porno mundialmente
famosa.
Excepto cuando Devi Dare aparece de pronto en mi mundo, y muy pronto
estoy haciendo cosas que no son propias de mí, como enviarle mensajes de texto con
bromas coquetas y crear toda una serie web porno solo para poder llegar a ser la
estrella en su cama. Una y otra vez.
Con Devi, todo mi universo cambia, y cuanto más tiempo paso con ella, más
me doy cuenta que Logan O'Toole no es el hombre que pensé que era.
Así que, tal vez tampoco soy el hombre que pensaste que era.

P*rn Star #1
Traducido por LizC

Corregido por Flochi

e conoces.

M Vamos, sabes que lo haces.


Tal vez finges que no. Tal vez limpias el historial de tu navegador
religiosamente. Tal vez finges estar horrorizada cuando alguien
incluso menciona la palabra porno en tu presencia. Tal vez incluso desearías no
saber mi nombre, así como desearías no tener ese cajón con la loción o el juguete.
Sí, sé lo del cajón.
Pero la verdad es que sí me conoces. Conoces la forma de mis manos cuando
están envueltas alrededor de las caderas de una mujer, conoces la forma en que
brillan mis ojos cuando miro a una mujer desde entre sus piernas. Conoces la forma
de mi verga, la longitud de ella, el grosor de la misma. Conoces mi cabello castaño
claro y mis brillantes ojos verdes, y conoces los ruidos que hago cuando me corro.
He ganado todos los premios, acumulado cientos de miles de seguidores en
las redes sociales, y he sido nombrado en todas partes, desde Cosmopolitan a NPR
hasta esa hora en el programa Today, donde esas dos mujeres se emborrachan a las
nueve de la mañana.
Todo el mundo conoce a Logan O'Toole, la estrella porno mundialmente
famosa.
Al menos, todo el mundo piensa que me conoce. Para un país con el mayor
consumo per cápita de pornografía en el planeta, un sorprendente número de
personas asume que estoy viviendo como el personaje de Mark Wahlberg en Boogie
Nights, o como Hugh Hefner, o alguna extraña amalgama de los dos. Que todos los
días no es más que sexo, glamour y dinero, como si caminara en una burbuja al
estilo Studio 54 todo el tiempo, vistiendo una bata de seda y lleno de joyas de oro,
siendo seguido por tontas rubias cachondas.
Pero no es la verdad.
Sí, me follo a las mujeres por dinero, y sí, me encanta mi jodido trabajo. ¿A
quién no? Soy bueno haciendo que las mujeres se corran, y por cualquiera que sea la
razón, a la gente le gusta verme hacerlo. Soy el hombre más afortunado del planeta
en ese aspecto. Pero no hay montones de cocaína por ahí al estilo Scarface, ningún
tren de necesitadas mujeres desesperadas por ser folladas. Tampoco hay dinero
mágico, cortesía de la piratería alimentada por Internet y el aumento de la
pornografía amateur.
La verdad es que trabajo siete días a la semana para conseguir ahorros de
beneficio estrechos, con una gran variedad de personas complicadas, inteligentes, a
veces dañadas y a veces encantadoras. La verdad es que, descaradamente, me
encanta este negocio, y me encanta follar, aunque incluso a veces deseo más, algo
más grande, más real y más profundo.
La verdad es que ser una estrella porno a veces es jodidamente increíble, a
veces jodidamente terrible, a veces simplemente es aburrido y a veces tan mágico
que quiero llorar. Pero a pesar de los dolores de cabeza por el dinero, el drama de la
industria y un gobierno estatal que se empeñó en impulsar nuestro sustento por el
suelo, estoy enamorado de mi trabajo. Estoy enamorado de ser Logan O'Toole, de
ser una estrella porno, y planeo hacerlo hasta que mi pubis se ponga canosa, pase lo
que pase.
Así que, adelante y finge que no me conoces, pero la verdad es que no voy a
ninguna parte.
Traducido por Smile.8 y Lyla

Corregido por Flochi

a luz está totalmente mal.

L Normalmente, esto no me molestaría. No me molesto fácilmente,


sobre todo no en un set y sobre todo no en un día como hoy, cuando
mi día de trabajo implica follarme a dos mujeres hermosas.
Pero el problema es que este es mi set. Y las dos mujeres hermosas son mis
amigas, a quienes ciertamente se les paga por estar aquí. Pero, aun así. Podrían estar
haciendo otra cosa y probablemente les pagarían mejor, pero en lugar de eso optaron
por darme su tiempo. Lo que significa que, como director y como amigo, siento una
gran responsabilidad en este momento.
Quiero que esta escena se vea bien.
No me malinterpreten, el set ya se ve bien porque es mi casa, y mi casa es
increíble. En lo alto de las Colinas, con un montón de ventanas, y un montón de
espacio abierto. Fue lo primero que me compré cuando empecé a ganar un buen
dinero, y aunque probablemente podría irme a Bel-Air o al norte de Montana, me he
quedado donde estoy. Me gusta Laurel Canyon y amo esta jodida casa. Pero en este
momento, la luz está entrando como si Dios mismo estuviera afuera, y está haciendo
que todo se vea demasiado iluminado y reluciente, como en un puto anuncio de
villancicos cristianos, todos brillantes y esperanzadores.
No habrá villancicos cristianos por aquí hoy, eso seguro, aunque me permito
una pequeña sonrisa ante mi broma interna y luego le echo un vistazo a Tanner, el
genio de la cámara de veinticuatro años a quien de alguna manera he engatusado
para que trabaje para mi empresa.
—¿Cómo se ve?
Tanner se encoge de hombros, sin apartar la vista de la cámara, con la que
está jugando moviendo unos cuantos ajustes. Ginger y Lexi están en la toma, ambas
todavía en ropa interior y mirando sus teléfonos, con aspecto de clientes aburridas en
la fila de la oficina de correos; excepto por los sujetadores y los chupetones ya
floreciendo en sus cuellos.
—Podemos arreglar parte de esto en la post-edición —dice Tanner, con los
ojos todavía en las chicas—. Pero en este momento, parece un anuncio de
lavandería.
Me muerdo mi labio durante medio segundo. La esencia de este negocio es la
velocidad y la cantidad, específicamente la velocidad a la que puedes crear cantidad.
Que a menudo significa sacrificar la calidad. La mayoría de los directores no le
darían a la iluminación ni un segundo pensamiento; de hecho, hay un cierto sentido
de tradición ante las escenas mal iluminadas. Lo que comenzó como una
convergencia accidental de bajo presupuesto y falta de equipo se convirtió en una
estética en la industria. Después de todo, ¿a quién le importa cómo es el ambiente de
la escena? El ambiente es follar. El ambiente siempre es follar. Y si puedes hacerte
una paja con ella, entonces el ambiente se ha logrado.
Pero eso no era lo que quería que sea O'Toole Films cuando empecé. Quería
encontrar un lugar entre el material vainilla1 de gama alta que las parejas suburbanas
alquilaban en los aniversarios y el porno sucio de mazmorra. Y tiene que haber un
lugar intermedio, ¿verdad? ¿Un lugar para los adictos a la pornografía depravada
que también tengan gusto?
Tomo una decisión rápida.
—Terminaremos el besuqueo aquí. Después, las llevaré a mi habitación. Las
ventanas ahí están orientadas hacia el norte, así que tal vez la luz será menos…
—¿…de comedia de los 70? —termina Tanner por mí.
—Iba a decir agresiva.

1
Porno vainilla: utilizado en las diversas culturas y subculturas al sexo convencional.
—Ah.
Con un suspiro, troto de vuelta hacia las chicas.
—Entonces, estaba pensando que después de terminar el besuqueo, la parte
donde las hago besarse entre sí, nos moveremos a mi habitación.
—Deberías arrastrarnos por el cabello —sugiere Ginger, bajando su teléfono
y entrecerrando sus ojos más allá de mi hombro hacia la puerta de la habitación,
como si estuviera imaginado la escena en su mente—. Eso sería caliente.
—Tan caliente —repite Lexi, sin molestarse en levantar la vista de su
Instagram.
Esa es una cosa sobre este negocio. En aproximadamente una hora, tendré mi
pene en sus culos, pero en este momento ninguna de las dos me mirará a los ojos.
No es que estén avergonzadas de estar aquí. Sino más bien, es como si no existo
para ellas a menos que estemos follando.
Lo cual es en cierto modo un pensamiento solitario.
De hecho, es un pensamiento realmente solitario.
Y quiero golpearme por eso. Estoy a punto de follar a dos mujeres que me
encanta follar, y todos vamos a ganar dinero con ello. ¿Cuándo me volví tan
jodidamente melancólico por todo?
Raven. Ahí es cuándo.
Hoy es un buen día. También será un día sobrio. Así que me niego a dejar
que Raven infecte mis pensamientos, pasando a pensar en la manera agradable en
que el culo de Lexi se curva en sus caderas femeninas, la forma en que su rubio
cabello liso ruega ser enredado en mi mano y tironeado.
Tanner nos da un pulgar en alto y nos movemos a mi sofá. Los teléfonos
desaparecen, las pantimedias de Ginger son ajustadas, y volvemos a los besos, que
es una de mis partes favoritas de mi línea de trabajo.
Bueno, todas las partes son mi parte favorita, pero ésta especialmente. Ginger
(pelirroja, tatuada, una veterana de diez años en la industria como yo) se arrastra a
cuatro patas sobre mí, sus tetas abundantes amenazando con derramarse fuera de su
sujetador, su bonita cara excesivamente maquillada poniendo un puchero
convincente. Lexi, pequeña y delgada, se sitúa en mi otro costado, acariciando mi
polla a través de mis pantalones, persuadiéndola a una longitud entera mientras
agarro a Ginger impacientemente y la acerco a mí.
—Ven aquí —gruño, encantado con el chillido que da a medida que la atraigo
de un tirón a mi regazo. Ginger es una profesional endurecida, así que he hecho un
objetivo particular mío el sacarle reacciones genuinas de sorpresa cada vez que
puedo. Me gusta lo genuino. Me gusta lo crudo.
Me gusta real.
Lexi pasa sin problemas a acariciar el culo de Ginger ahora, tirando del tanga
de Ginger y dándole nalgadas para beneficio de la segunda cámara de Tanner
directamente al otro lado del sofá. Él se queda detrás de la que graba desde el lateral,
de modo que pueda cambiar los ángulos o acercarse cuando lo necesita; más tarde
mezclaremos el rodaje entre las dos cámaras para maximizar todos los elementos de
la escena. Pero la razón por la que tengo a Tanner es para no tener que pensar mucho
en esta mierda cuando de hecho estoy en la escena; le digo lo que quiero, discutimos
todo de antemano. Después de terminar, editaremos la escena juntos, pero ahora solo
puedo concentrarme en la única cosa en la que quiero concentrarme, que es probar el
interior de la boca de Ginger.
Aplasto mis labios contra los de ella, y sabe, convenientemente, como un
chicle Big Red. Nos besamos unas cuantas veces más antes de envolver mi mano
alrededor de su nuca y sostener su cara fuertemente contra la mía mientras abro sus
labios con los míos y lamo el interior. Intenta alejarse, dado que, como a la mayoría
de las chicas, le gustan los besos de escenario. Pero a mí no. Profundizo el beso,
acariciando mi lengua contra la suya y luego tirando su labio inferior entre mis
dientes. Ella hace un pequeño ruido (de protesta o reafirmación, no estoy seguro
cuál) pero sigo adelante. De acuerdo con nuestra discusión previa, ella estirará un
brazo y tocará la parte exterior de mi brazo sutilmente si se siente emocionalmente o
físicamente incómoda y pararé al segundo en que pase, pero hasta entonces es mía.
Sin toque, no hay piedad.
Una vez que tengo a Ginger jadeando, vuelvo mi cara hacia Lexi. Decido de
inmediato que voy a reservar más de un millón de escenas con ella tan pronto como
hayamos terminado hoy, porque no tiene miedo a un poco de lengua, en absoluto, y
cuando me estiro hacia abajo para jugar con su coño, lo encuentro completamente
empapado.
—Buena chica —murmuro contra su boca. Ella se retuerce contra mi mano, y
le sonrío—. ¿Hay algo que quieras?
—Quiero que me folles —gime.
Lo dice con la entonación de una artista experimentada, y presiono la yema
de mi dedo contra su clítoris, frotando un estrecho y pequeño círculo que la hace
jadear.
—No te creo —le informo en voz baja, moviendo mi mano para azotar su
culo. Ella deja escapar un jadeo en verdadera sorpresa—. Es mejor que me
convenzas o tal vez no te folle después de todo —continúo—. Tal vez no dejaré que
te corras. ¿Cómo te sientes al respecto?
Parpadea hacia mí, su boca abierta a medida que encuentro su clítoris una vez
más, ahora acariciándola en serio. Gime y ahora puedo sentir su humedad por todas
partes en mi mano.
—Por favor —murmura.
Y entonces ahí está, ese momento que me encanta, cuando el espectáculo
empieza a ser real, cuando su cuerpo está diciendo sí, sí, sí, quieres follártelo, y se
convierte en algo más que en dinero o espectáculo. Se trata de aliviar el dolor que
acabo de crear dentro de ella. (Me gusta despachar a mis chicas felices. Es un
negocio bueno, y soy increíblemente adicto a la sensación de una chica corriéndose
en mi polla).
Le doy a Lexi un beso final prolongado, y luego guio a mis chicas la una
hacia la otra. Empiezan a besarse, Ginger frotándose sobre mi erección, Lexi
pasando sus pequeñas manos sobre las tetas de Ginger, y cuando miro hacia abajo,
veo que Ginger está dejando una mancha húmeda en el frente de mis jeans.
—Maldición —gimo—. Demonios, eso es.
Lamen y mordisquean la boca de la otra, Ginger tomando el control cuando
desliza su mano detrás del cuello de Lexi y se mueve hacia abajo para besar su
garganta, luego de vuelta a los labios de Lexi. Puedo ver un atisbo de lenguas
rosadas y dientes blancos, y mi polla se vería tan bien entre sus caras en este
momento, deslizándose entre esos labios y lenguas. Puedo verla deslizándose en la
boca de una chica, y luego en la de la otra, y oh Dios mío, si Ginger no deja de frotar
su coño contra mí, voy a darle la vuelta y follar su culo ahora mismo.
Ese pensamiento convoca otro, un recuerdo de verdad, de un lugar y tiempo
diferente, de dos chicas diferentes. Lo hago a un lado, lo empujo, porque es un
pensamiento de Raven… excepto que en realidad no, porque, aunque Raven estuvo
allí, quiero pensar en la otra chica, es la otra chica con la que me he estado
masturbando secretamente los últimos tres años.
Es en Devi Dave en quien Logan O'Toole piensa cuando quiere correrse.
Y entonces por el rabillo de mi ojo, veo a Tanner levantar un dedo, nuestra
señal de que tenemos suficiente de los preliminares y es hora de seguir adelante.
Estoy tan reacio a detener todo esto cuando tengo a las dos chicas besándose y
frotándose tan bien encima de mí, con Devi y su culo perfectamente regordete en mi
mente…
Con un gruñido bajo, cierro la mano en el cabello rojo de Ginger y la otra en
los sedosos cabellos rubios de Lexi, y me levanto, arrastrándolas a ambas conmigo,
obligándolas a arrastrarse de manos y rodillas detrás de mí como las pequeñas
descaradas que son.
Suelto sus cabellos y camino de espaldas a mi dormitorio, yendo lo
suficientemente lento como para que Tanner pueda unirse a mi marcha de espaldas
con una cámara y de ese modo las chicas no se lastiman las rodillas gateando a
través de mi suelo de madera.
Ni a Ginger ni a Lexi les gusta una sumisión tan obvia, pero está bien porque
lo están fingiendo de maravilla para la cámara, balanceando sus culos y agitando sus
pestañas a medida que gatean hacia la puerta de mi dormitorio como gatas. También
está bien porque he intentado mantenerme alejado de las escenas de sumisión
hardcore durante un tiempo (tres meses) por una gran cantidad de razones (Raven,
Raven, Raven) y una juguetona y falsa dominación es exactamente el tipo de trabajo
fácil y sin complicaciones en el que me he estado enterrando últimamente.
—De acuerdo, eso está bien. ¿Me dan unos quince minutos para prepararme?
—Tanner no espera una respuesta cuando regresa a la sala de estar en busca de su
equipo. Entro en mi habitación para asegurarme no tener ninguna vergonzosa por
todo el lugar, cosa que no sucede, solo lavandería y pilas interminables de discos
duros externos y algunos papeles que empujé al azar en una carpeta. Estiro las
mantas aún más firmes a través de mi cama ya hecha (hago mi cama cada mañana,
tal y como mi madre me enseñó) y casi piso una pila de estuches de DVD yaciendo
en el piso. Recojo la película que hay en la parte superior.
A esta altura, casi puedo leer el nombre de Raven sin estremecerme. Raven’s
Real Playdate fue una película de largometraje que hicimos cerca del comienzo de
nuestra relación, a solo un par de meses, y aunque por lo general doy todos los DVD
que obtengo de mis películas como premios e incentivos de concurso, mantuve éste.
Doy la vuelta al estuche para mirar el reverso, ante la imagen de Raven acostada de
espaldas mientras lamen su coño. La lamida está siendo hecha por una chica
sonriente sobre sus manos y rodillas, una chica con largo cabello color canela y piel
trigueña.
Ya estoy duro, pero ver a Devi Dare con su culo desnudo al aire es suficiente
para volver a un hombre loco. Especialmente cuando ese hombre recuerda muy bien
lo que se sintió tocarla, lo que se sintió empujar su polla en esa boca sonriente.
—¿Estás bien? —pregunté, justo antes de comenzar la filmación y ella,
Raven y yo subiéramos a la cama.
—Sí —susurró—. Aunque, es mi primera escena real…
—¿Tómalo con calma?
Una risa alegre.
—Iba a decir que sea memorable.
Fue memorable para mí, al menos. Me he masturbado tanto con el recuerdo
de esa escena y la cosa real en DVD las suficientes veces como para tener cada
jadeo y gemido memorizado. E incluso estoy a punto de correrme con solo pensar en
ello.
Necesito follarme a alguien. ¿Dónde está Tanner con las cámaras?
Para el momento en que he pateado mi bóxer sucio y los estuches de DVD de
Criterion Collection bajo mi cama y he regresado a la puerta, Tanner todavía está
desarmando el equipo y las chicas ya están detrás de sus teléfonos. Al parecer,
Ginger tuiteando selfies de sus tetas, mientras Lexi ríe de algo que está leyendo.
Acepto el hecho de que follar aún está muy lejos y reajusto mi erección
rabiosa mientras ayudo a Tanner a traer sus soportes de la cámara fotográfica y los
tableros de iluminación.
—¿Vas a la fiesta de Vida esta noche? —pregunta Tanner a medida que
trabajamos—. Deberías ir, ya sabes. Conexiones y toda esa mierda.
—Honestamente no he pensado en ello —digo, lo cual es una mentira. Lo he
pensado mucho. Vida Gines es la gran-experta de la escena porno en este momento,
una ex estrella convertida en productora, y en su fiesta de esta noche está celebrando
la adquisición de su compañía de Lelie, un popular estudio de pornografía feminista
holandés. Y eso hace que esta fiesta sea un problema para mí.
No me malinterpreten, me encanta el porno feminista. La autenticidad, las
mujeres reales, los orgasmos reales, y estoy un poco obsesionado con lo creativo y
visual que son los directores. Por no mencionar que mi hada-de-erecciones, Devi
Dare, solo ha hecho proyectos de intercambio equitativo de cosas chica-chica ideal
para mujeres desde Raven’s Real Playdate, y me he asegurado de ver cada uno de
ellos.
Además, la fiesta de Vida va a ser enorme, y aunque a O'Toole Films está
yéndole bien, nunca duele codearse con managers afiliados, distribuidores y talentos
nuevos.
No, el problema es que la fiesta tendrá a la multitud porno feminista allí. Y a
la multitud del porno artístico, y a la multitud del prono alternativo, y en todo el
epicentro en medio de esos tres grupos…
Raven.
Mi cerebro se detiene en seco, y parpadeo ante el tablero de iluminación que
acabo de poner en el suelo.
Tanner me lee la mente.
—Puede que ella no esté allí, ¿sabes?
—Lo sé —digo defensivamente, como si mi cerebro no acabara de quedar
inmolado por miles de recuerdos terribles y maravillosos.
—E incluso si lo está, tal vez sea hora que le demuestres que has superado…
lo que sea que haya sucedido. Eres uno de los nombres más importantes de la
industria en este momento… este también es tu campo de juego. No puedes
esconderte de todo para siempre.
Me tomo mi tiempo respondiendo, jugando con el tablero de iluminación ya
en su lugar mucho más tiempo del necesario. Pero cuando respondo, son solo dos
palabras:
—Tienes razón.
Esto satisface a Tanner.
—Por supuesto que tengo razón. Siempre tengo razón. Tuve razón con los
tacos para el desayuno esta mañana y tengo razón con la fiesta de Vida. Vas,
impresionas a todos con tu sonrisa y tu polla, y haces que Raven se arrepienta del
día que te dejó.
Tanner hace que suene tan fácil, tan directo, y por un momento, veo en mi
cabeza cómo lo filmaría. Un plano general de la mansión modernista de Vida,
ricamente iluminada, instrumentado por algo bajo pero pegadizo. Yo, riendo,
haciendo reír a la gente. Raven, sola y mirando furiosamente una copa de vino
blanco. Habría un instante, seguido de cerca, cuidadosamente marcado, donde la
pasaría en el camino a algún lugar, quizás al balcón. Y ella levantaría sus ojos hacia
los míos, y vería la confianza despreocupada por la que soy famoso, y nada más. No
vería las botellas vacías de whisky o aquella noche que vi Goldfinger tres veces
seguidas en un cine clásico porque no podía soportar la idea de ir a una casa vacía.
No, ella vería al verdadero Logan, al nuevo Logan. El Logan que estaba a punto de
patear el culo de todo el mundo (y luego venirme sobre todos esos culos después).
La adrenalina bombea a través de mí. Durante tres meses, mi vida ha sido un
ciclo de follar, filmar y editar. Solo he visto a mis amigos si pasaban a formar parte
de mi ciclo de filmar y follar. Pero esta noche, todo eso va a cambiar. Esta noche,
voy a recuperar mi antigua vida.
—Trae a las chicas —le digo a Tanner con una sonrisa mientras me
desabrocho los jeans—. Estoy listo.
Esta noche, Logan O'Toole finalmente regresará de la tierra de los corazones
rotos.
Traducido por -queen-ari- y Brisamar58

Corregido por Flochi

o puedo.

N Y no solo porque mi madre está en medio del yoga desnuda delante


de mí. Acabo de venir sin avisar, así que soy la que está
interrumpiendo su rutina, y normalmente sus prácticas de
meditación ritualista no me perturban. Estoy acostumbrada a ella. Después de todo,
es mi madre.
Pero es bastante difícil concentrarme en la factura en mis manos del
departamento de préstamos estudiantiles cuando la chichi de mi madre está al nivel
de mis ojos mientras adopta la postura del perro bocabajo. Especialmente con un
arbusto tan lleno como el suyo. Respeto las costumbres hippies liberales de mi
madre y apoyo totalmente a la forma femenina en su estado natural, pero no estoy
convencida de que Eva no hiciera un poco de poda como primera tarea después de
arrojar el corazón de la manzana al suelo.
Es porque estoy orgullosa de ser una mujer que paso tanto tiempo encerando
y depilándome. Lo sé, lo sé, estilos diferentes para personas diferentes y todo ese
jazz.
Por el momento, se siente terriblemente oportuno enfrentarme con su culo
cuando acabo de descubrir que la vida me está arrojando un montón de mierda.
Adiós apartamento nuevo en El Segundo. No puedo ni pensarlo. Es terrible.
Debo haber dicho esa última parte en voz alta, porque un segundo después mi
madre interrumpe sus ohms para preguntar:
—¿Qué es terrible, Dev?
—Todo —contesto—. Todo es terrible.
—”Sean cuales sean las palabras que pronunciamos deben elegirse con
cuidado ya que las personas las escucharán y serán influenciadas por ellas para
bien o para mal”. —Está citando a Buda. Juro que en la vida que llevo siendo su
hija, menos del cincuenta por ciento de todo lo que me ha dicho alguna vez ha sido
original.
Desearía que mis palabras la influenciaran para detener su rutina y decirme
cómo salir del lío financiero en el que parezco estar metida. De todos modos, ¿por
qué decidí ir a recoger mi correo hoy? Podría haber continuado con el resto de la
semana, felizmente inconsciente que mi único semestre en la UCLA2 estaba
regresando para atormentarme.
Levanto la mirada cuando mi madre se mueve a mitad del perro bocabajo, y
me arrepiento de inmediato. Protegiendo mis ojos, gimo:
—Mâmân3, ¿te importa?
A medida que se desliza a su siguiente pose, me da un vistazo y lo que sea
que ve la hace chillar; algo irónico, considerando que soy la que está viendo a una
mujer de cincuenta años haciendo yoga desnuda.
—¡Devi! —exclama—. ¡Tú aura es tan oscura que es prácticamente negra!
Siéntate, Siéntate. Te traeré un poco de jugo de cúrcuma y luego te daré un
tratamiento Reiki.
—Gracias, pero creo que solo necesito hablar un minuto. —Por lo menos
ahora soy el foco de su atención. Esa es la manera con mi madre: es despistada o
cariñosa. No hay término medio.
—Tonterías. —Ya me está sirviendo un vaso de su elixir favorito—. Si
pudieras ver lo que estoy viendo, sabrías lo mucho que necesita sanar tu energía
vital.

2
UCLA: siglas de University of California, Los Angeles, en español Universidad de California, los Ángeles.
3
Mâmân: mamá.
—De hecho, lo que necesita sanar es mi cuenta bancaria.
—”La satisfacción es la mayor riqueza” —dice mi padre, llegando desde la
cocina, las perlas de bambú en la puerta chocando entre sí mientras caen detrás de
él.
Intento no poner mis ojos en blanco.
—Apuesto a que Buda habría pensado lo contrario si hubiera tenido
préstamos estudiantiles —murmuro.
—¿Préstamos estudiantiles? —pregunta mi madre a medida que pone el jugo
de cúrcuma delante de mí, su voz aumentando con un toque de esperanza.
—¿Vas a inscribirte en la universidad otra vez? —El tono de mi padre es
igual al de mi madre.
Estoy tentada a enojarme; sé que solo quieren lo mejor para mí.
Pero si estoy molesta con alguien, es conmigo misma. No debería ser tan
jodidamente difícil decidir una especialización, pero de alguna manera lo es. No es
que no tenga ningún interés académico; en realidad estoy intrigada en muchas cosas.
Simplemente, comprometerse con un tema y elegirlo como carrera es, bueno,
desalentador.
—Todavía no, bâbâ4. Pronto. Pero todavía no. —Pronto. Espero que no sea
una mentira.
—Lo averiguarás —dice con una sonrisa tranquilizadora que casi me hace
olvidar la terribilidad del papel delante de mí—. Tienes toda tu vida para decidir.
Una de las cosas más increíblemente impresionante de mis padres es cómo
apoyan completamente todo lo que hago. Incluso cuando no están de acuerdo con
mis decisiones, me sonríen y me animan de todo corazón. Mientras esté haciendo lo
que me hace feliz, aceptan todo.
Mi madre me insta a sentarme en la mesa de la cocina, luego se mueve detrás
de mí, y aunque no puedo verla, sé que está acariciando el aire sobre mí, limpiando
la energía negativa de mi aura. Mientras tanto, mi padre pone una mano en mi
hombro, canalizando energía positiva en mi cuerpo.

4
Bâbâ: papá.
Respiro hondo y suspiro. Esto no es lo que necesito ahora mismo, pero así es
cómo demuestran su amor, y es la única manera de mantener su atención.
—Otra respiración profunda, y luego nos dices lo que te pasa. —El acento de
mi padre resbala como lo hace a menudo cuando está practicando la medicina
holística, a pesar de que no ha vivido en Irán desde que tenía diez años. Me encanta
escucharlo así como me encantan todos los fragmentos de la herencia persa que me
ha transmitido, incluyendo su cabello oscuro, ojos color ámbar, y piel oliva. El
“aspecto étnico”, como mi agente lo llama, me ha conseguido una cantidad decente
de trabajo en el negocio de modelaje erótico. Bueno, eso y mi disposición a
despojarme de la ropa delante de una cámara como si no fuera gran cosa, otro
atributo que agradezco a mis padres. Desde que puedo recordar, me han inculcado la
noción de que los cuerpos son más hermosos en su estado natural. Aunque soy más
conservadora que ellos, puedo estar desnuda sin la menor cohibición.
Hago lo que mi padre ha pedido y lleno mis pulmones de aire. Después, lo
suelto.
—Son mis préstamos estudiantiles. Mi aplazamiento ha expirado.
—Ah —dicen mis padres al unísono.
Otra cosa increíble de mis padres es lo sincronizados que están. Tal vez sea
un efecto secundario de hacer todo juntos, y me refiero a todo. Trabajan juntos,
cocinan juntos, limpian juntos. Si mi padre no estuviera recuperándose de una
distensión inguinal, habría estado junto a mi madre haciendo su yoga au naturel.
Aunque a menudo me burlo de ellos por eso, algún día espero tener una relación
como la suya. Tal vez con más ropa involucrada.
Mi padre mueve su mano a la base de mi cuello.
—Si regresas a la universidad, ¿no volverá a ponerse en marcha el
aplazamiento?
—Sí. Pero todavía no tengo ni idea de lo que estudiaría. Tampoco puedo
permitirme un pago como éste… —Agito la factura en el aire—. No, además de mi
apartamento. —Apenas pude permitirme mudarme de allí hace seis meses. Mis
trabajos de modelaje pagan bien, pero no tan bien como para financiarme-a-mí-
misma-en-California.
—Sabes que tu habitación siempre te está esperando. —Mi madre sería feliz
si viviera con ella por siempre. Pero, por más que ame a mis padres, una tiene que
extender sus alas.
—Realmente no creo que regresar a casa sea la respuesta. —Además, vivir
con ellos supuso un grave impedimento en mi vida social. Cada vez que traía a un
chico a casa para una copa, mis padres nos emboscarían con té de hongos, brownies
de marihuana, y consejos sin fin sobre cómo lograr el mejor clímax. Se consideran a
sí mismos expertos en el sexo tántrico y no son nada tímidos en cuanto a compartir
sus experiencias personales. Es incómodo, por decirlo de alguna manera.
No es que haya habido un chico que haya querido traer a casa en mucho
tiempo. La mayoría de mis orgasmos en el último año han llegado manualmente
mientras veía porno de Logan O'Toole. Me imagino por un momento cómo
reaccionaría al conocer a mis padres. Seguramente, él es la única persona que no
vacilaría con sus historias carnales. Dios sabe que podría superar cualquier historia
que le contaran.
¿Es extraño cuán seguido pienso en Logan? Hicimos una escena juntos, una
vez, un trío en el que interpreté a la “extra”. Fue hace más de tres años, y todavía
fantaseo con él regularmente. Esa probablemente es una señal de que no estoy
preparada para hacer pornografía en toda regla. Una escena frente a la cámara con
un hombre, incluso sin relaciones sexuales, y ya estoy enganchada. Desde entonces
he rechazado cualquier trabajo que se desvíe de mi habitual chica-con-chica.
Sería bueno si tuviera más de ese trabajo por venir. Eso podría hacer mella en
los préstamos estudiantiles.
—Mudarse a casa podría ser la respuesta —insiste mi madre suavemente—.
¿Qué te hace rechazar tan rápido esa opción?
—¿Es el orgullo, Devi? —Hay un filo de sermón en la voz de mi padre. Que
es lo más cerca a lo que en realidad llega a sermonearme—. Sabes lo que Buda dice
acerca del orgullo. “Deja ir la ira. Deja ir…”
—”… el orgullo. Cuando no estás atado a nada, vas más allá del dolor” —
termino con él—. Sí, sí, lo sé y es muy amable de tu parte ofrecérmelo. No se trata
de orgullo. —Es absolutamente por orgullo—. Solo necesito resolver esto.
Mâmân está visiblemente decepcionada con mi respuesta. Soy su única hija y
me echa de menos en casa.
—¿Sabes qué? Veamos el Tarot —dice—. El universo te puede decir qué
hacer. —Con ansiedad, le pide a mi padre que saque las cartas del Tarot de la
panera, porque ¿quién no guarda unas cartas de Tarot en su despensa?, y toma
asiento en la silla junto a mí.
Suelto una bocanada de aire caliente, rehusándome a permitir que se note mi
irritación. Aunque he sido criada con las cartas como un elemento básico en mi vida,
estoy menos convencida de sus propiedades de adivinación y más convencida de que
mis padres las utilizan para transmitir cualquier sermón que creen que necesito oír.
A medida que mi madre presenta la primera carta, me preparo para que su
interpretación sea: “Regresa a casa, vuelve a la universidad, sé feliz”.
Y hará que suene tan simple. Si tan solo fuera así como en realidad funciona
la vida.
—Solamente vamos a sacar tres cartas —dice, probablemente sintiendo mi
renuencia a darle credibilidad a la lectura—. Este es tu camino, La Rueda de la
Fortuna.
Mi padre hace una mueca ligeramente por encima del hombro de ella.
—No es mi carta favorita del mazo.
—No escuches a tu bâbâ. Es una carta fantástica. Te está diciendo que
recuerdes que las cosas suceden en ciclos. Puede que estés abajo en este momento,
pero la rueda siempre gira. No estás condenada a quedarte en el fondo.
—Y entonces, cuando regrese a la cima, todo lo que tiene que hacer es mirar
hacia delante al viaje de regreso hacia abajo. —Es un punto de vista extrañamente
pesimista viniendo de mi padre, pero es algo que he escuchado antes. De hecho,
cada vez que esta carta ha aparecido en una lectura durante los últimos veintiún
años.
Pongo una mano en alto antes de que se enzarcen en la discusión posterior
sobre los aspectos negativos o positivos de La Rueda de la Fortuna y en su lugar
pregunto:
—Pero ¿cómo ayuda eso en mi camino? ¿Solo debería prepararme y saber
que la vida mejorará eventualmente?
Mi madre sacude la cabeza.
—No, claro que no. Es una carta que sugiere que hagas exactamente lo
contrario. No te quedes quieta y dejes que la rueda te empuje hacia abajo. Puedes
trabajar activamente para subir al lado bueno otra vez.
Asiento, fingiendo aceptarlo.
—Algo así como pensar en una manera de ganar más dinero. —Como dije
antes de que salieran las cartas—. Lo entiendo.
—Sí. Así como si regresaras a casa. Temporalmente. —Y ahí está, las
palabras que quiere que escuche.
Me quejo internamente.
—La siguiente carta, por favor.
—El obstáculo mayor —dice, sacando otra carta del mazo—. Oh, son Los
Amantes.
—Jesús —murmuro—. Una relación definitivamente sería un obstáculo. —
En serio, es lo último que necesito ahora mismo.
—Los Amantes no solo representan una relación romántica —dice mi padre—
. Puede representar algo más básico, un indicador de que es hora de desarrollar tu
propia filosofía y sistema de creencias. Es hora de decidir quién eres. En qué crees.
—Lo que quieres hacer por el resto de tu vida…
—¡Madre! —me quejo.
—No te enojes conmigo. Soy solo una mensajera del Universo. —Parece
interpretar mi escepticismo correctamente—. Continuando. La conclusión. —
Comienza a sacar otra carta, pero se detiene cuando el teléfono de mi padre suena
con Peter Griffin de Family Guy gritando: “¿Quién me está enviando mensajes?”
Sonrío como siempre lo hago con el tono de notificación que fijé para él, y
luego me rio para mis adentros cuando pienso en que sin duda no tiene idea cómo
cambiarlo. Mis padres anti-tecnología solo tienen un teléfono celular para ser
notificado cuando una de sus clientes ha entrado en trabajo de parto, por lo que
ambos se animan ansiosamente mientras él lee el mensaje.
—Es Astrid —dice, con los ojos brillantes—. Las contracciones están a solo
seis minutos de diferencia. Tengo que apresurarme.
Mi madre chilla de emoción.
—¡Ni siquiera estoy vestida! —Salta, abandonando el mazo sobre la mesa y
se apresura a ponerse su atuendo de comadrona.
La observo, preguntándome qué se siente amar un trabajo tanto como ella.
Mi padre se detiene detrás de mí, poniendo sus manos firmemente en mis
brazos, y sé que está dirigiendo su energía hacia mí.
—Aguanta, pequeña. Lo averiguarás. Y tienes razón, la respuesta no está en
volver a casa.
Estoy un poco sorprendida que no esté del lado de mi madre. Y agradecida.
Es bueno no tener esa presión de por lo menos uno de ellos.
Me besa en lo alto de la cabeza, y absorbo su afecto, enviando el mío de
vuelta a él. Puede que sea una tontería, pero lo hace sentir bien, y él me hace sentir
bien.
—Gracias, bâbâ. Asheghtam —digo, usando las palabras persas para decir te
amo.
Me aprieta los brazos y me lo dice de vuelta. Entonces mi madre ha
regresado, vestida con su traje de baño. Debe ser un nacimiento en agua.
—¡Buena suerte! —Los despido con la mano, prometiendo poner seguro
cuando haya terminado.
Mientras recojo el correo, una tarjeta del tamaño de una invitación dirigida a
mí atrae mi atención. Abro el sobre y encuentro una invitación a una fiesta de la
industria organizada por Vida Gines. La fecha dice que está teniendo lugar esta
noche. Lo considero por un momento. No es el tipo de cosas a las que normalmente
asisto (sus fiestas están dirigidas a su grupo: a los fabricantes de pornografía serios)
pero si quiero más trabajos, incluso porno de la variedad femenina, este podría ser el
lugar para hacer conexiones nuevas.
¿No era eso lo que la Rueda de la Fortuna me estaba diciendo que haga? Que
busque oportunidades nuevas y cosas por el estilo. No es que crea en esas cosas de
adivinación. Bueno, no del todo.
Es simplemente por curiosidad que doy la vuelta a la siguiente carta de Tarot,
la que habría sido la respuesta a mi situación. Es La Estrella, mi carta favorita en
todo el mazo. Cuando era niña, me encantaba porque adoraba las estrellas. No me
importaba lo que dijeran los videntes, para mí siempre representaba las joyas
relucientes que iluminaban el cielo nocturno. Durante horas y horas miraba
fijamente los puntos brillantes a través del telescopio que me dieron en mi décimo
cumpleaños, escuchando a medida que mis padres recitaban historias de los dioses
griegos que residían en forma de constelación sobre nosotros. Incluso entonces me
preguntaba qué había más allá de sus historias, me preguntaba qué elementos
conformaban las bolas de fuego, qué las hacía arder, brillar y caer.
Por supuesto que no es el mensaje que la lectura me está dando ahora mismo.
En ausencia de mis padres, intento evocar el significado deseado en su lugar.
Esperanza, creo. Sí, eso es.
Es un mensaje universal que puede aplicarse a cualquier persona en cualquier
momento. Pero a medida que recojo mi factura del préstamo estudiantil y la
invitación de Vida y me dirijo a casa para prepararme para su fiesta, la esperanza
zumba dentro de mí, y no puedo evitar pensar que la carta era bastante apropiada.
Traducido por VckyFer y Genevieve

Corregido por Flochi

upongo que no se requiere demasiado para romper a un hombre.

S Tómenme como ejemplo. Hagamos una lista de mi vida. Niñez


estable, chequeado. Negocio exitoso, chequeado.
¿Salud? ¿Decentemente apuesto? ¿Una polla asombrosa?
Chequeado, chequeado y chequeado.
Tenía una gran vida. Y pensé que tenía una gran novia con quien compartirla.
Por tres años, tuve a una belleza con piel de porcelana y cabello negro a mi lado, y
era creativa, inteligente, desenvuelta y tan jodidamente sexy que no podía mantener
mis manos alejadas de ella, incluso después de pasar un día entero en el set follando
a otra mujer. Teníamos un Yorkshire pura sangre al cual llamamos Prios. (Por el
personaje de Ángeles en América. Idea de Raven). Escogimos toallas y platos juntos.
Y fue tan esencial para la fundación de O'Toole Films, ayudándome a escribir planes
de negocios, aplicar a préstamos y filmar escenas conmigo que sabíamos que no nos
pagarían hasta que la compañía despegara del suelo…
Y luego llegué a mi hogar una noche a una casa vacía.
Sin advertencia.
Sin despedidas.
La dejé una mañana con su quínoa, su taza de café y regresé y ya no estaba.
Su ropa, maquillaje, vibradores; todo lo que era de ella, se lo llevó. Junto con Prior,
la pequeña bola de pelos con su dulce y pequeña carita y el hábito de lamer los
dedos de mis pies cuando intentaba editar escenas en mi oficina.
No tenía ningún sentido. Éramos felices, ¿cierto? Nos estábamos divirtiendo.
No voy a pretender que los celos no me apuñalaban en las costillas cuando la veía
filmar escenas con otras personas, pero eso era parte de nuestro negocio. No dejé de
follar a otras chicas y ella no dejó de follar a otros chicos; acordamos desde un
principio que nuestra relación no afectaría a nuestros trabajos de ninguna forma,
pero por mi propia cordura, establecí una regla muy simple: no follábamos con nadie
fuera del set.
Fácil. Sencillo.
Excepto que cuando se fue, se volvió muy claro que no era sencillo. No solo
dejó todos nuestros proyectos venideros abruptamente, algo profesionalmente
bochornoso, ya que la mayoría eran con estudios externos que entonces tuvieron que
hacer malabares para encontrar a otra actriz que filmara conmigo. Sino que el alto
hombre italiano que apareció por todo su Instagram en las siguientes semanas
indicaba que probablemente había fallado en ver algunas señales claves recalcando
que Raven había dejado nuestra relación mucho antes de arrojar sus vibradores y
nuestro Yorkie en su bolso y se fuera.
Desearía poder decir que lidié con esto con gracia. Que no acosé por Google
al Hombre Italiano (un gran productor de toda Europa), que no escuché las
canciones de Damien Rice repetidamente, que no me hizo tanta falta el jodido perro
que fui a la perrera todas las mañanas a acariciar a los perros de allí.
Que no bebía mi peso en whisky cada semana.
Que no me aparté de mi familia y amigos.
Que no me quedé dormido hecho una bola en el suelo de la cocina, porque no
podía soportar ver mi cama vacía, y mucho menos dormir en ella.
Esas no son la clase de cosas que Logan O´Toole hace. Logan es divertido,
amigable y hablador, demasiado inteligente emocionalmente para sentirse con el
corazón roto. Logan debería haber superado la partida (y probablemente la
infidelidad) de su novia a largo plazo con una ecuanimidad tipo Zen, y desearle paz
en su nuevo viaje o alguna mierda como esa.
Y eso es lo que soy esta noche. Parlanchín y Zen, coqueto y distante. Mis
heridas han comenzado a cicatrizar, y quiero probar que he avanzado. Y es por eso
que entro en lo de Vida como si fuera el dueño del lugar, con los hombros hacia
atrás, una sonrisa lista, con una mirada fija y enfocada que da la impresión de que no
estoy buscando en la habitación algún atisbo de la presencia de Raven.
Tanner está en el salón principal, un gran espacio abierto con sillones bajos y
otomanas que me harían pensar en apuntar alguna luz negra en ellas, y se acerca
hacia mí con una bebida en sus manos.
—Te tengo un whisky —dice.
Olfateo el vaso. Es algo ahumado, probablemente un escocés Islay, y aunque
prefiero el Speyside, aun así estoy impresionado que sea de malta. Vida debe haber
puesto todos sus esfuerzos en esta fiesta.
A medida que doy un sorbo, finalmente aprovecho la oportunidad para mirar
la habitación. Como pensé, es más que nada un espectáculo feminista: tatuadas, con
piercings, con gafas. Hago muchas escenas como esas para O'Toole Films porque
tenemos un carácter distintivo muy similar cuando se trata del consentimiento y el
placer femenino.
Además, pienso que las chicas con tatuajes son jodidamente calientes.
Pero también hay otros tipos por aquí: estrellas principales que trabajan
frecuentemente con la compañía de Vida, la multitud indie, las personas BDSM 5
clandestinas en sus corsés de vinilo y botas altas. Y Vida en el centro de todo; a
mediados de sus cuarentas, profundamente bronceada, con cabello platinado corto y
estilizado. Se ve exactamente como una actriz porno envejecida debe verse: con
cirugías plásticas empezando a mostrarse, rostro agobiado, demasiado maquillaje;
pero serías tonto en menospreciar su agudeza empresarial o su inteligencia por la
forma en que se ve. Hay una razón por la cual incluso los estadounidenses más
aislados y conservadores han escuchado de Vida: porque consigue marketing,
consigue contenido y consigue saturación en la plataforma.
Quiero ser como ella cuando crezca.
—Me gusta esta fiesta —dice Tanner, tomando un sorbo de su cerveza
artesanal—. Y oye, no soy el único hombre negro por aquí.

5 BDSM: siglas que combina Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo.
Tiene razón en cuanto a esta multitud siendo más progresiva que la mayoría,
aunque aún no sea ideal.
—Vamos a hacer que todas las fiestas sean como esta, e incluso mejores —le
digo. Cuando contraté a Tanner hace dos años, fue franco con todos los problemas
que vio en la industria; incluyendo el racismo inherente apostado en las bases del
porno tradicional. Así que le dije que si él venía a trabajar conmigo, lo
arreglaríamos; cultivaríamos diversidad sin todos los tabús extraños y los fetiches
que se presentaban normalmente en el sexo interracial en el trabajo. Y así, logré
atraer a un increíblemente talentoso artista recién salido de la escuela de arte, y él
logró hacerme un creyente.
Se encogió de hombros.
—Es Los Ángeles —dice, como si esa es toda la explicación requerida.
Voy a decir algo más pero me detengo cuando la veo a ella.
Está aquí.
Mis dedos se aprietan alrededor de mi vaso, y mi estómago comienza a
retorcerse como un gimnasta en las barras asimétricas, swoop, swoop, voletereta,
giro…
—Respira —instruye Tanner—. Todos tienen que toparse con su ex novia por
primera vez desde su ruptura. Solo lo estás quitando fuera del camino ahora.
Pero no es a Raven a quien veo riéndose junto a la piscina. No es Raven con
el vaso de escocés, el largo cabello color caramelo y la sonrisa que podría iluminar a
todo el maldito Valle si quisiera.
Es Devi Dare.
El balcón está iluminado contra la noche, y la piscina envía destellos azules y
blancos danzando a través de su rostro. Lleva alguna clase de top dorado atado
detrás de la nuca que cae bajo, exponiendo la piel bronceada en su esternón y
tentándome con la curvatura oculta de sus tetas, dejando prácticamente su espalda al
descubierto.
Con sus pantalones cortos negros y sus sandalias estilo gladiador hasta el
tobillo, no solo se ve follable, se ve hermosa, y deseo tener una cámara en este
preciso instante. Quiero filmarla aquí, riéndose y dorada con los brillos de la ciudad
detrás de ella, luego quiero llevarla a la playa y ver cómo se ve contra un fondo de
océano negro. Quizás podríamos manejar al norte, encontrar un estrecho vacío en la
carretera, y podría grabarla mientras camina por el asfalto oscuro. Con ese top
brillando dorado y esos tacones de fóllame, el contraste de ella en una carretera
desértica sería tan marcado, tan hermoso y sobre todo provocador. El tipo de cosas
que ves como un gif en Tumblr.
Y entonces se gira y me ve a través del ventanal. Hay un momento en que sus
ojos se estrechan, como si intentara discernir mi rostro en el interior de la sala de
Vida, y luego su rostro florece con el tipo de sonrisa que hace que quiera darle todo
lo que tengo en mi billetera. Si mi estómago estaba retorcido antes, ahora es un
tornado, agitando mi embrollo emocional, la lujuria y todas las fantasías que he
tenido desde siempre con esta mujer, y apenas recuerdo a tiempo que se supone que
soy el Logan Parlanchín y Zen y le doy una sonrisa coqueta en respuesta.
Cuando se gira hacia sus amigos, me doy cuenta que mi filmación en la
carretera estaría completamente mal. Devi es la viva antítesis del asfalto. Devi es
energía, salud y vibración. Es la luz del sol, una flor de pétalos amarillos y el dulce
olor terroso de canela y tréboles. Antes tenía razón, con la idea del océano, o quizás
el desierto en la oscuridad, cuando las flores nocturnas están floreciendo…
—¿Pesando en quién te vas a follar?
Una voz aguda me saca de mi ensimismamiento de director, y parpadeo para
encontrar que Tanner ya no está y Vida Gines está de pie junto a mí, con una bebida
rosa y brillante en su mano. Arquea una ceja hacia mí a medida que sacude su
cabeza hacia las ventanas gigantescas, indicando el balcón de afuera.
—Te vi haciéndole ojos a Devi.
Parlanchín y Zen, me recordé. Vida no necesita saber que estoy comparando
a Devi mentalmente con las flores nocturnas del desierto. Actúa casual.
—Devi es jodidamente caliente —digo, cuidando mantener mi voz casual—.
Hay muchas chicas calientes por aquí. —Y luego por si acaso, tomo un trago y miro
alrededor de la habitación casualmente. El Logan Casual, ese soy yo.
Vida toma de su propia bebida, pero esa ceja se mantiene arqueada y sé que
no la estoy engañando ni un poco.
—Gran fiesta —ofrezco, intentando desviar la atención lejos de mí y mis
miradas desvergonzadas hacia Devi. Lo último que necesito después de mi absurdo
rompimiento público con Raven son rumores de una aventura nueva—. Por cierto,
felicitaciones por adquirir Lelie.
Vida asiente.
—Lelie es un estudio asombroso. Gran visión, gran filosofía. Mucho
potencial para ganancias. Razón por la cual deberíamos hablar.
La escucho, pero por un momento, me enfoco en la forma en que sus uñas
están pintadas del mismo tono exacto que su bebida. Uñas rosas, bebida rosa, labios
rosas; el tipo de cosa que orquestaría un director deliberadamente. Hago una nota
mental para jugar con este tipo de juego visual alguna vez en mis escenas.
Seguramente, a las chicas no les importaría que escoja por ellas el color de su lápiz
labial, ¿verdad? ¿Si era por arte?
—¿Logan?
Regreso abruptamente a ella.
—Lo siento, ¿qué?
Su ceja ahora prácticamente está tocando su cuero cabelludo.
—Dije que deberíamos hablar.
—Siempre estoy feliz de escuchar lo que una mujer inteligente tiene que
decir. —Y luego encuentro la parte baja de su espalda con mi palma, inclinándome
para susurrarle—: ¿Quieres encontrar un lugar menos ruidoso?
A pesar de nuestra diferencia de edad, y a pesar del hecho de que ella solo
quiere hablar de negocios, mi proximidad la afecta. Se estremece y luego ríe,
empujándome lejos juguetonamente.
—Sabes cómo hacer que una mujer se sienta joven, Logan. Por aquí.
—Sí, señora —digo en una voz burlona y sumisa, y pone los ojos en blanco,
pero una sonrisa contenida tira de sus labios a medida que camina conmigo. Bebo lo
que me queda de mi whisky, dejo el vaso en una mesa cercana, y la sigo.
Bajamos por una escalera abierta, toda de metal toscamente soldado y
tablones de madera oscura, y luego llegamos al corazón de las operaciones de
filmación de Vida. Mientras avanzamos por un pasillo oscuro hacia su oficina, veo
habitaciones llenas de cruces de San Andrés, habitaciones amuebladas como salones
de clases de escuela secundaria, habitaciones llenas de nada más que paredes y
camas blancas desnudas. Y no todas estas habitaciones están vacías; al pasar por la
última a la derecha, veo que un pequeño grupo de personas han aprovechado para
usar una de las camas. Hay mucha piel, bocas y bebidas derramándose, y sin pensar,
agarro el pomo y cierro su puerta lentamente antes de entrar en la oficina de Vida.
Cuando llegué a este negocio, habría estado allí con ellos, pero tal vez sea el trío que
tuve esta mañana o el hecho de que realmente quiero escuchar lo que Vida tiene que
decir, pero no me interesa en absoluto todo ese escenario.
Ahora, si Devi estuviera ahí…
Me dejo caer en una silla del escritorio de Vida, cruzando mis largas piernas a
medida que ella se sienta. Me evalúa, y me remuevo un poco. Su mirada es
demasiado perceptiva… demasiado amable. Hay comprensión en sus ojos azules
descoloridos, y recuerdo que ha estado divorciada dos veces, que ha estado en este
negocio durante veinticinco años. Recuerdo que el estudio de Vida fue uno de los
involucrados en la Gran Ruptura Logan-Raven.
—Está bien que necesites tiempo —dice, mirando hacia la puerta que acabo
de cerrar en el pasillo—. Todos hemos pasado por eso.
—Estoy bien —miento, tal vez un poco demasiado convincente, porque se
encoge de hombros como si estuviera lista para seguir adelante, y entonces, una
pequeña parte tonta en mí desea que siguiera preguntando sobre eso. He mantenido
este dolor en secreto durante tanto tiempo, lo he sostenido dentro de mí, y de repente
me pregunto si me dolería menos si simplemente hablara de ello. En su lugar, he
atrapado el dolor en mi interior, un lobo hambriento que desde hace mucho tiempo
devoró mi corazón y ahora está royendo mis costillas, gruñendo y aullando en el
espacio vacío donde solía estar mi corazón.
Pero el momento se ha ido, y Vida vuelve a los negocios una vez más.
—Sinfully Vida ha resistido el último año tanto como se puede esperar —
dice, refiriéndose a su compañía de producción—. Pero decaímos con las escenas de
violación. No voy a mentir. Fue un gran golpe, y dejó un gran vacío en nuestro
contenido.
Violación. A todos los golpeó con bastante fuerza aquí en la costa oeste, las
acusaciones de que una de las estrellas más grandes del porno era un violador, y
luego por supuesto, las alegaciones siguientes de que el porno había fomentado una
cultura de violación. Los estudios habían rediseñado apresuradamente los acuerdos
de los artistas intérpretes o ejecutantes, eliminando el contenido del acusado y
emitiendo descargos de responsabilidades en todos sus sitios web. Incluso yo me vi
afectado, al recibir toneladas de correos de odio de personas en todo el mundo,
aunque apenas conocía al tipo que había sido acusado, e hice del consentimiento una
gran parte de mi trabajo.
Apestaba. Todavía lo hace.
—Sinfully Vida tenía más contenido con él que cualquier otro estudio —dice
Vida, y hay una nota de traición en su voz—. Y así, no solo tenemos un vacío de
contenido, tenemos que hacer algo para recuperar nuestra imagen.
—Como comprar Lelie —termino por ella.
Asiente, dando golpecitos con sus uñas falsas en el escritorio.
—Sí. Comprarlo es bueno para los negocios. Necesitamos más pornografía
“feminista”, y la necesitamos ya. —Dice feminista con comillas en el aire, como si
fuera un concepto ridículo e imaginario, y si Tanner estuviera aquí, enloquecería con
su progresismo. Ahogo una sonrisa al imaginarlo, y Vida confunde mi expresión—.
Entonces, ¿estás a bordo?
Eh, ¿qué?
—¿Perdón? —pregunto cortésmente.
—Logan, tú eres el favorito para ocupar… sus… zapatos en Sinfully Vida. —
Noto que no dice el nombre del otro tipo, como si se tratara de Voldemort o
Rumpelstiltskin o algo así—. Eres muy atractivo, increíblemente popular, y tienes
toda esa vibra pro-mujer.
—¿Quieres que filme una escena para Lelie?
Se inclina hacia delante.
—Más que una escena. Te quiero a ti. Podemos asociarnos con O'Toole
Films, por supuesto, encontrar un acuerdo mutuamente rentable, pero lo quiero a
largo plazo. Y quiero que sea algo grande, algo que nadie más esté haciendo ahora,
algo que involucre a muchos de los espectadores suscriptores que perdimos el año
pasado.
Me gusta la idea de grande, nuevo y diferente, me gusta la involucración,
pero no sé si a largo plazo. La última cosa a largo plazo que hice terminó conmigo
llorando desnudo en la ducha mientras mi exnovia se follaba a un italiano a medio
mundo de distancia.
Por otro lado, ¿no me prometí esta mañana que no dejaría que Raven dictara
más en mi vida? ¿Que es hora de que Logan O'Toole comience a patear traseros y
escoger nombres?
—¿Qué tenías en mente? —pregunto.
Vida suspira, girando la silla para mirar por la ventana de la oficina. Afuera,
el cielo brilla de color púrpura por encima de la ciudad, y las luces se extienden por
kilómetros y kilómetros. De repente me siento solo otra vez, aunque no puedo
precisar exactamente por qué, ya sea la ciudad tan grande, llena de gente y absorta
en sí misma, o la vista de Vida Gines, Su Majestad Real del Porno, pareciendo tan
sola.
¿Así estaré en quince años? ¿Solo? ¿Con mi negocio como única compañía?
—No estoy segura —admite, y puedo notar que le duele admitirlo—. La
pornografía está cambiando. Y estoy acostumbrada a adaptarme a cómo la gente la
ve, cómo pagan y cómo roban, pero adaptarme a estas cosas más grandes…
Deja la frase inconclusa, con los ojos clavados en el paisaje de la ciudad.
—Necesitamos algo nuevo —dice finalmente, y se vuelve hacia mí—. Algo
fresco. No sé qué será, y por eso te necesito. Eres joven, sexy y más importante aún,
tanto hombres como mujeres conectan con tus escenas. No se limitan a solo
masturbarse y follar, miran la escena entera, y luego regresan y miran de nuevo.
Tienen favoritos. Tus índices de suscripción están por las nubes y los medios te
aman. Logan, Lelie te necesita si esto se va a convertir en algo más que en una casa
de video porno. Te necesito.
Lo pienso por un minuto. Lelie tiene visión. Asociarme con ellos me llevaría
más cerca de mi meta de crear películas únicas y artísticamente impulsadas. Y
parece que Vida está básicamente dándome carta blanca para hacer lo que quiera,
siempre y cuando refuerce la reputación femenina de Sinfully Vida y en última
instancia haga dinero. No hay razón para decir que no, excepto…
—Vida, me encantaría trabajar con Lelie.
Ella sonríe.
—Pero no tengo ni idea de qué hacer.
Agita una mano, esas uñas como rayos de luz rosa atraviesan el aire.
—No necesitas saberlo ahora. Solo prométeme que lo pensarás. Y cuando
estés listo —alcanza su teléfono y toca la pantalla unas cuantas veces—, te
comunicas con Marieke de Vries. Es la jefa de Lelie, y te dará lo que sea que
necesites.
Mi teléfono se ilumina con el mensaje de Vida.
—Gracias, Vida.
—No veo la hora de empezar —dice—. Ahora sube y bébete todo mi licor.

De la forma en que ciertas fiestas lo hacen, el estado de ánimo ha cambiado y


solo la mitad de la gente aquí lo sabe.
Cuando llego arriba, la mitad ignorante todavía ríe, bebe y baila, pero la gente
en el área común de la casa ha disminuido notablemente. Veo el grupo de personas
en el vestíbulo de arriba (viendo la orgía que sin duda ocurre en uno de los muchos
dormitorios de Vida) atrapo el inconfundible olor a marihuana y sexo, y sé que es
hora de ir a casa.
Y está bien, porque lo único que quiero hacer es pensar en la oferta de Vida.
Estoy emocionado, estoy nervioso, ya estoy obsesionado con ello, así que no hay
espacio para una orgía impersonal y llena de drogas en mi mente.
Pero entonces escucho su voz.
No la voz de Vida. Ni la voz de Devi.
La de ella. Mi Voldemort personal.
¿Sabes cuando tienes un moretón y no puedes dejar de presionarlo? ¿O un
corte en el labio que lames una y otra vez, aunque sabes que lo empeora? Es este
impulso, esta fascinación enfermiza, como si quisieras sentir el dolor, quieres herirte
a ti mismo, quieres ser el que recibe y el que causa el dolor todo al mismo tiempo. Y
esa es la única explicación que puedo encontrar ahora mismo de por qué voy hacia
el pasillo, atravesando la multitud y deteniéndome en la puerta de uno de los
dormitorios de Vida.
No me sorprendo por lo que veo delante de mí. Lo he visto cientos, tal vez
miles de veces, tanto en el set como fuera de él. Hay cinco personas en la cama y
parejas dispersas alrededor de la habitación, todas en varias etapas follando. Pollas,
coños, bocas. Piernas extendidas, sudor reluciente. Esta noche hay más tatuajes y
piercings de lo normal, cabello azul o rojo brillante en vez de lujosos moños
recogidos, aun así es igual.
Pero no los estoy mirando. Estoy mirando a la mujer pálida, de cabello oscuro
en medio de la cama, que está montando a un hombre mientras otro la folla por el
culo, sin preservativos a la vista. Su cabeza está echada hacia atrás, sus ojos están
cerrados, está gimiendo y jadeando a medida que su estómago se tensa con su
clímax inminente.
A Raven siempre le gustó la penetración doble.
No necesito ver esto. Si quisiera ver a mi ex novia ser follada por otro
hombre, o dos, todo lo que tendría que hacer es abrir mi laptop. No tengo que
presenciarlo así, en esta habitación oscura y llena de humo con Lana Del Rey
zumbando en el fondo.
Pero parece que no puedo moverme. Mi pene traicionero se sacude cuando
ella grita y se viene con fuerza, sus muslos lisos se tensan y sus uñas se entierran en
los hombros del tipo que está montando. Dios, es una maravilla verla follar, todos
esos músculos esbeltos y esa piel pálida. ¿Fue solo hace tres meses que mi polla
estuvo dentro de su coño? ¿Solo hace tres meses que fui yo quien tiraba de su
cabello, besaba su cuello, peleaba por las mantas en la noche? ¿Solo hace tres meses
que me rompió el puto corazón?
Se recupera de su orgasmo con un gemido suave, mirando tímidamente sobre
su hombro al tipo follándola por detrás, batiendo las pestañas y dándole una sonrisa
que reconozco demasiado bien. Es su sonrisa de escena, su sonrisa de te haré sentir
un hombre grande y fuerte, y definitivamente no es una expresión que muestre
cuando tiene sexo real fuera de la pantalla.
Está actuando, me doy cuenta. Está actuando aunque no hay cámaras aquí,
aunque la mayoría de las personas en la habitación están más ocupadas con las
drogas o sus propios encuentros sexuales. Lo comprendo al momento en que esos
ojos oscuros revolotean para encontrarse con los míos, y esa sonrisa curva se hace
más grande.
Está actuando para mí.
Mierda.
Tropiezo hacia atrás, el peso de sus ojos oscuros es mucho más fuerte que
cualquier otra cosa, que los dos chicos follándola, su desnudez o su sonrisa, son esos
ojos. Llenos de… ¿qué? ¿Venganza? ¿Arrepentimiento? ¿Desprecio?
Y entonces lo reconozco.
Satisfacción. Ella quería que viera esto y ahora lo he hecho, y está
complacida con eso por algún motivo retorcido.
Empujo a la gente para pasar ahora, derramando sus bebidas y separando sus
besos, pero no me importa. Esos ojos penetran en mi carne, abriendo la herida que
he mantenido unida durante los últimos tres meses, revelando el desorden vacío y
destrozado que hay en mi interior, y no puedo soportarlo. Aparto mis ojos, pero la
imagen de ella todavía arde en mis retinas, y atravieso la multitud, necesitando salir
de aquí, necesitando irme, necesitando encontrar una bebida.
Necesitando olvidar.
Traducido por Smile.8 y Lyla

Corregido por Beatrix85

odavía puedo sentir la mirada de Raven sobre mí cuando finalmente

T atravieso la multitud en la puerta y salgo al pasillo, mi pulso


martilleando como si acabase de presenciar un asesinato espantoso.
Como si me acabara de encontrar cara a cara con mi propio supervillano personal.
Camino aturdido por el pasillo, mi mente sin dejar de pensar. Debe haber
sabido que estaría aquí esta noche. Y quería que la viera allí, follando desinhibida, y
caí de lleno en su trampa.
Agarro una botella abierta de whisky sin siquiera en realidad mirarlo,
atravesando la sala de estar sin ver nada, y yendo directamente al exterior,
destapando mi botella mientras lo hago.
Aunque la piscina está fuera de la planta principal, la mansión de Vida está
construida en una pendiente pronunciada, significando que la terraza de la piscina se
extiende en una cornisa con vistas a la ciudad. Camino a través de la amplia terraza
blanca con su agua destellando y su bungaló de cortinas, todo ello libre de invitados,
y me dirijo a la pared alta hasta la altura del pecho bordeando el borde del balcón.
Tomo un trago de la botella a medida que examino la ciudad, mi ciudad, y luego me
estremezco.
—Mierda —jadeo. Es Laphroaig.
Odio, el jodido Laphroaig.
Tomo otro trago, uno más largo esta vez. No me merezco el whisky que me
gustaría beber justo ahora; o tal vez no es que no me lo merezca, sino que es más
como que no puedo imaginar ninguna parte de esta noche siendo agradable o
placentera. No con mi maldita ex novia a tan solo unos metros de mí en este
momento.
No, quiero que mi bebida sepa a mierda. Quiero que mi boca sepa a ceniceros
viejos, y quiero ponerme vertiginosamente, vomitivamente y asquerosamente ebrio.
Porque si estoy ebrio, entonces no tengo que procesar a Raven y sus malditos juegos
mentales. No estaré tentado a mirar en su Instagram para averiguar cuándo regresó a
Los Ángeles, si todavía está con el Chico Italiano, y desde luego no me veré tentado
a enviarle un mensaje.
Saco mi teléfono, tomando otro largo trago del licor ahumado y abro mis
mensajes. Borré su número hace mucho tiempo, pero aun así lo tengo memorizado,
y quizás tan solo podría enviarle un único mensaje. Solo uno. Podría llamarla zorra y
decirle que se vaya al infierno. Decirle que sabía exactamente lo que estaba tratando
de hacer.
O podría suplicarle que venga a mi casa y que solo hable conmigo de una
puta vez. No hemos intercambiado ni una palabra desde el día en que se fue, y todo
lo que he querido en estos últimos tres meses es una explicación o una disculpa tal
vez, o incluso alguna jodida ruptura.
Tecleo su número y abro un nuevo mensaje. Mi pulgar se sitúa sobre el
teclado, el primer trago dorado del whisky comenzando a embotar mi cólera. Tal vez
la invitaría para hablar, eso es lo que hacían los adultos, ¿verdad? ¿Hablar? Y si eso
me llevaba a follar todas las mentiras y engaños de su cuerpo escuálido…
Jesús. Soy como el hombre lobo que necesita ser encadenado a un radiador
durante la luna llena. Por supuesto que no puedo escribirle. Incitar esa clase de
reacción es probablemente exactamente lo que quiere, y que me jodan si hago algo
que ella quiere que haga.
Me giro y arrojo mi teléfono tan fuerte como puedo hacia la piscina.
Aterriza con un pequeño salpicón, hundiéndose como una piedra cubierta de
aluminio yendo directamente al fondo. Mi satisfacción momentánea queda eclipsada
por un pesar inmenso, porque acababa de conseguir ese teléfono hace justo unas
pocas semanas atrás. A la mierda, puedo conseguir uno nuevo mañana mismo. Si ese
es el precio que tengo que pagar para mantenerme alejado de Raven, que así sea.
Tomo unos cuantos buenos tragos de Laphroaig.
—Espero que tengas una buena garantía —dice una voz alegre a mi lado.
Incluso por encima del olor ahumado del whisky, la huelo. Canela y rayos de sol.
Me trago el whisky que está todavía en mi boca de manera poco elegante,
girándome hacia la persona que está junto a mí.
—Devi.
Ella me dirige su sonrisa alegre, y entonces me devuelve el saludo al
golpearme juguetonamente con su hombro en mi brazo. Destellos de calor atraviesan
mi bíceps, emanando desde el lugar donde nuestra piel desnuda se tocó, y el calor se
mueve lentamente hacia mi pecho, independiente de la sangre que ahora está
bombeando en mi ingle.
De repente soy muy consciente del hecho de que Devi y yo nunca hemos
estado solos. Extraño, dado que nos hemos provocado unos cuantos orgasmos el uno
al otro, pero Raven’s Real Playdates fue la única vez en que hemos trabajado juntos,
y hay tanta gente en el plató de una porno que es imposible sentir ninguna sensación
de soledad, incluso cuando estás mirando fijamente a alguien a los ojos mientras te
la chupa. Y a pesar de que nos hemos visto en fiestas y eventos desde entonces,
solamente nos hemos dicho hola o ¿qué tal estás? o ¿dónde está el bar? Esa no es
exactamente la base para conocernos profundamente.
Así que probablemente debería explicarle por qué acabo de lanzar un teléfono
nuevo al agua, y también quizás no revelar el hecho de que tengo un inmenso
flechazo por ella.
Intento invocar al casual chico coqueto que fui más temprano esta noche.
—Devi, yo… —Me hago pajas pensando en ti casi todos los días—… yo, eh,
no sabía que había alguien más aquí. O no habría, ya sabes… —Hago la mímica de
arrojar el teléfono.
Se ríe y luego se agacha para desabrocharse sus tacones de cuero.
—Si está dentro de una buena funda, aún podría estar bien —dice. La
observo, paralizado, mientras se quita los dos zapatos, se contonea fuera de sus
pantalones cortos, y luego camina hasta el borde de la piscina. Lleva puesto lo que
legalmente podría considerarse como ropa interior, pero solo apenas.
¿He mencionado el culo de Devi Dare? Porque debería. Tiene uno de los
mejores culos conocidos por la humanidad. Firme, marcado y excitante, el tipo de
culo que invita a morder y apretar, y la forma en que se conecta con su pequeña
cintura es pura poesía. Y esas piernas… a pesar de los músculos evidentes en sus
pantorrillas y muslos, todavía se sacuden a medida que camina, como su culo, y hay
algo tan saludable al respecto, tan tentador en su cuerpo con sus amplias caderas y
su estómago ligeramente suave y sus pechos generosos. Es sexy de una manera
biológica y visceral, del tipo que dice quieres tener hijos conmigo. Mi pene se alarga
a medida que la observo, decenas de miles de años de evolución diciéndome que la
arroje sobre mi hombro y la fecunde.
Se da la vuelta, con las manos en las caderas.
—¿Vas a venir conmigo?
—Estaba disfrutando de la vista —digo, y sale un poco demasiado áspero, un
poco demasiado honesto, pero luego la acompaño con una débil sonrisa, y entonces
ella se ríe y salta a la piscina. Con un último trago de whisky, pongo el corcho en la
botella y después me lanzo tras ella, con ropa, zapatos y todo.
El agua está fría y es el mejor tipo de contraste con el calor seco de la noche
de Julio y el calor del whisky en mi estómago; y con el nuevo tipo de calor que está
agitándose en mi pecho, algo tirante y emocionante presionando contra mi ira y mi
corazón roto. Algo que comenzó al momento en que Devi rozó mi brazo.
Salté a la parte más profunda, por lo que me toma un par de brazadas antes de
que mis pies toquen firme contra el fondo y pueda empujarme de vuelta. Salgo a la
superficie, escupiendo, y tratando de nadar torpemente hasta Devi con una mano
apretada aún alrededor de mi botella de whisky. Ella nada en el agua firme y
agraciada como una ninfa del agua, su largo cabello flotando alrededor de sus
hombros y su top dorado a la deriva lejos de su piel, dándome solo un mínimo
vistazo de un pezón, rosado oscuro y totalmente erizado. Las gotas de agua se
aferran a su espesa franja de pestañas.
—No eres muy bueno nadando —señala a medida que me acerco.
—Nunca me gustó mucho —digo, nadando junto a ella y moviéndome hacia
donde mis pies pueden tocar el suelo. Con un suspiro de alivio, planto mis pies en el
fondo, examino la botella de whisky para asegurarme que no se ha filtrado agua de
la piscina en ella, y luego tomo un largo trago. Estoy emborrachándome, e intento
sellar el acuerdo. ¿Qué puedo decir? Siempre cumplo mis objetivos.
Devi se mueve junto a mí, sosteniendo algo en su mano. Me toma un minuto
darme cuenta que es mi teléfono, la única razón por la que saltamos
espontáneamente a la piscina en primer lugar. Y de alguna manera, milagrosamente,
la funda tan cara que la chica de Apple Store me convenció para que compre ha
salvado el teléfono. La pantalla aún sigue iluminada con mi mensaje sin escribir.
De alguna manera, entre la piscina, el whisky y Devi Dare sin pantalones, he
perdido las ganas de hablar con Raven. Tomo el teléfono y lo arrojo
descuidadamente sobre el hormigón y luego me giro de nuevo hacia Devi.
—Tú, por el contrario, pareces bastante buena nadadora —digo con una
sonrisa, ofreciéndole el whisky. Ella lo acepta y se lleva la botella a los labios.
—Me crie en California, ya sabes —contesta y luego toma un trago.
—Bueno, yo también. Pero mis padres son inmigrantes de Boston, así que
supongo que nunca vieron la natación como una prioridad para mí.
Me devuelve la botella.
—Creo que tuve flotadores antes de tener bicicleta. Mis padres son muy,
eh… —Busca las palabras adecuadas—. Personas naturales. Creen que es
importante hacer una limpieza de energía negativa periódicamente, y flotar en el
agua es una de las mejores maneras de hacerlo. Así que íbamos a nadar al menos
una vez a la semana.
Puedo ver el débil rubor coloreando los pómulos de sus mejillas, como si
estuviera avergonzada por las creencias de sus padres. Y entonces me pregunto si
está avergonzada porque también lo cree un poco.
Dios, ese rubor es tan sexy. Quiero lamerlo de su cara. Y luego arrinconarla y
lamerla por todas partes.
Inclina la cabeza hacia el cielo.
—Esta noche puedes ver a Casiopea6.
Levanto la mirada, siguiendo la suya, pero no veo nada más que el resplandor
dorado cerniéndose sobre la ciudad y un puñado de estrellas débiles y centelleantes.
—¿Casiopea es una constelación? —me aventuro.
Se ríe y asiente, luego extiende sus manos y toma mi cabeza entre ellas. Mi
pulso se acelera, ese calor en mi pecho explota en llamas, y quiero que me bese, me
bese, me bese, pero antes de que pueda inclinar mi cabeza hacia ella, guía mi rostro
hacia el cielo, mirando la dirección correcta esta vez.
—¿La ves? —pregunta. Su boca está cerca de mi cuello, y me pregunto cómo
se sentiría si me muerde allí—. Parece una letra M. —Traza la forma con sus dedos,
hasta que finalmente las veo: un decepcionante puñado de estrellas deslucidas—. A
veces no puedes verlas desde tan lejos en la ciudad —continúa.
—Casiopea suena como un nombre porno —digo con franqueza y ríe de
nuevo.
—Ptolomeo la nombró.
Le lanzo una mirada inexpresiva. Tuve buenas calificaciones en la escuela,
pero han pasado más de diez años desde que me gradué, y todo lo que no esté
íntimamente relacionado con el cine o el tipo de matemáticas que necesito para
dirigir mi negocio ha sido eliminado de mi cerebro.
—Ptolomeo fue un astrónomo griego —explica, lanzándome una mirada
divertida—. La nombró por una famosa reina de la mitología griega. Era tan
hermosa, vanidosa y jactanciosa que trajo la ira de Poseidón sobre su reino.
Hermosa, vanidosa, jactanciosa. Mi mente regresa a Raven, probablemente
todavía en esta misma casa, probablemente todavía follando con esa sonrisa malvada
en su rostro. ¿Dónde está Poseidón cuando lo necesitas?
No.
No, no permitiré que Raven arruine mi momento feliz y embriagador con
Devi y el whisky. Hablo tanto como para ahuyentar los pensamientos de mi ex como
para comentar sobre los conocimientos de astronomía que tiene Devi.

6 Casiopea: en la mitología griega, Casiopea era hija de Arabio. Considerada esposa del rey Cefeo de Etiopía y madre
con él de Andrómeda, cuya belleza ella ensalzaba por encima de la de las Nereidas.
—Sabes mucho sobre esta mierda —le digo, devolviendo completamente mi
mirada a su rostro.
Y ahora se ruboriza de verdad.
—En realidad me gusta la astronomía. Estrellas, galaxias y cosas así. Hace
que la vida se sienta tan… grande… ¿sabes?
La cosa es que, lo sé. Quiero decir, conozco esa sensación de grandeza. La
capto cada vez que veo una película increíble, cada vez que imagino mis propias
películas con el ajuste correcto y la dirección de fotografía correcta y simplemente el
resultado correcto.
—Nunca he conocido a un artista que me haya dicho algo así —digo. Y es
verdad. Ni una sola vez he estado cerca de otra estrella de cine para adultos y me
han confesado una fascinación claramente poco práctica. Un llamado hacia algo que
los haga sentir como que la vida es mágica.
Ella parpadea, y la forma en que sus largas y gruesas pestañas rozan contra
sus mejillas húmedas es sorprendente.
—¿En serio?
—En serio. Devi Dare, creo que eres mi primera.
—No creo que ningún hombre me haya dicho eso antes —bromea, cuando
doy un paso más cerca de ella. No estoy seguro por qué lo hago; ya estamos muy
cerca. Pero el agua es tan linda y transparente, y el mundo es tan tenue por el
whisky, y lo único que quiero en esta tierra justo ahora es contar las gotas de agua
que hay en sus pestañas.
Devi se mueve un poco y su top se abre casi completamente, exponiendo esos
senos dulces suyos y sus pezones incluso aún más dulces. De repente, estoy muy
agradecido por la piscina, escondiendo mi erección dolorosa. Sin embargo, no
esconde la forma en que ahora estoy mirando fijamente hacia sus tetas, ni la forma
en que me muerdo el labio para no inclinarme hacia delante y chupar una punta
perfecta en mi boca.
Sus labios se separan, y no se molesta en cerrar su top. Ahora estamos tan
cerca que siento los dedos de sus pies desnudos rozando contra el frente de mis
zapatos. Sus ojos son del color del ámbar puro, oro líquido y cálido, y ahora
estudian los míos. Algo ha cambiado con mi paso más cerca, y siento que voy a
explotar, una columna de fuego en medio de esta piscina brillante.
Quiero besarla.
Lo quiero como no he querido nada más en mi vida.
Verás, aquí está el problema. Sé lo suave y húmeda que es su lengua, lo
cálidos y carnosos que se sienten sus labios, y puedo recordar cada jadeo sin aliento
que me dio cuando nos besábamos en el set años atrás. Sé exactamente lo delicioso y
gratificante que será su beso. Y ahora su cara está inclinada completamente hacia la
mía, y su expresión es abierta y seductora, y sus manos se deslizan hacia arriba por
mi pecho, apretándose en puños en mi empapada camisa mojada. Dejé que la botella
de whisky tapada y en su mayoría vacía se alejara de nosotros en el agua.
—Logan —susurra, sus ojos todavía escrutadores, sus dedos contraídos
firmemente en mi camisa.
¡Bésala, idiota! ¿Qué estás esperando?
Pero todo está hecho añicos dentro de mí (mi enojo por Raven, mi
determinación a seguir adelante, mi deseo por Devi, la oferta de Vida) todo está
enredado y retorcido, y no puedo aclarar mis pensamientos, no puedo separar dónde
termina mi deseo de venganza contra Raven y comienza mi necesidad de besar a
Devi. Los negocios se están mezclando con el placer, el placer está fusionándose
con el dolor, y por un instante, deseo que Raven estuviera justo aquí, ahora mismo.
Deseo que estuviera observándonos. Deseo que pudiera vernos a Devi y a mí y
sienta incluso un diezmo de los celos y la rabia que sentí cuando la encontré a ella.
Y Dios, quiero ver su jodido rostro cuando nos vea…
Soy tan imbécil. ¿Cómo puedo besar a esta chica que me ha gustado por
años, a esta chica que he idolatrado y con la que he fantaseado, cómo puedo tocarla
con incluso un indicio de Raven en mi mente? Más aún, ¿realmente quiero que
Raven corrompa algo que he querido durante tanto tiempo? ¿Darle el control del
primer beso que Devi y yo compartiremos alguna vez fuera de pantalla?
No. Cuando bese a Devi… o si la beso, pienso tristemente… será sin el
fantasma de la traición de Raven cerniéndose sobre nosotros. Y además, si beso a
Devi ahora, todo cambiará. Podríamos tontear o podríamos follar, y entonces esta no
será la noche en que estuve en una piscina y ella me mostró las estrellas, será la
noche en que hicimos lo que todo el mundo hace en estas fiestas. Será la noche en
que transformamos la química entre nosotros en algo meramente físico, e incluso
pensar en esa transformación es suficiente para herirme.
Quiero que esta sea nuestra noche de estrellas. Y tal vez, si tengo suerte y si
logro recobrar la maldita compostura, habrá una noche de besos después.
Pronto, exige mi polla.
—¿Logan? —repite Devi, y ahora es más implorante, casi suplicante, así que
me acerco y sostengo sus codos en mis manos. No quiero contarle las cosas de
Raven; no quiero que se sienta usada o piense que he estado comparándola
mentalmente toda la noche. Y no puedo expresar mi miedo en cuanto a besarla sin
revelar mi gigantesco y épico flechazo por ella y sonar como un asqueroso acosador.
—Creo que debería irme ahora —respondo en su lugar.
Su frente se arruga adorablemente.
—¿Deberías?
—Sí —murmuro, alejándome y dirigiéndome hacia el borde de la piscina. La
pérdida de su piel, de esos grandes ojos castaño dorado, me hace sentir más vacío
que cualquier otra cosa que ha pasado esta noche, y casi me doy la vuelta y lo hago.
Casi me giro para agarrarla y plantar mi boca sobre la suya y dejar que toda la
mierda oscura y enmarañada en mi corazón se vaya.
Pero no lo hago.
Rescato el whisky del agua y salgo de la piscina, luego me vuelvo y le
ofrezco mi mano, la cual ella ignora, los músculos esbeltos de sus brazos trabajando
fácilmente para sacar su cuerpo al hormigón. Sus mejillas están sonrojadas una vez
más, y no se encuentra con mis ojos, y entonces cuando digo:
—Devi… —Sin saber lo que quiero decir, lo que quiero en realidad o cómo
explicar algo, ella sacude su cabeza. Pero igual suelto abruptamente—: Yo…
¿puedo tener tu número?
Mierda. Bueno, ¿de dónde vino eso?
Vacila, aún sin mirarme a los ojos. Después de un momento, se agacha y
agarra mi teléfono junto a la piscina, y se envía un mensaje en blanco a sí misma.
—Ahí tienes —dice, y hay tanto en su voz que araña mi conciencia; oigo su
orgullo, la lujuria frustrada y la confusión. Pero ¿cómo puedo explicarle todo a ella
cuando ni siquiera puedo explicármelo a mí?
Dios, soy un maldito desastre.
—Gracias —respondo con torpeza, y ella me da un asentimiento breve, otra
vez sin mirarme.
—Buenas noches, Logan —dice, y recoge sus zapatos y sus pantalones
cortos. Sin molestarse en volver a ponérselos, camina con los pies mojados y
visiblemente molesta hacia la casa.
Mierda.
Traducido por LizC y Magnie

Corregido por Beatrix85

e despierto con anhelo en mis labios y un dolor entre mis piernas,

M ambos efectos secundarios de la fiesta de Vida. Con una mano echada


sobre mis ojos, presiono mis muslos entre sí y trato de dormir de
nuevo, pero el ardor del deseo es demasiado grande.
Resignada y excitada, ruedo y agarro mi laptop junto a mi cama. La abro y en
cuestión de un par de minutos tengo en pantalla Raven’s Real Playdates. Presiono
reproducir en la escena marcada y dejo la computadora en el fondo de la cama,
frente a mí. Luego empujo mis bragas hacia bajo, me recuesto, apoyo mi cabeza en
las almohadas y separo mis rodillas para así poder ver la pantalla mientras revivo la
toma; mi fantasía favorita, mi material de masturbación, que me garantiza al menos
un auto-administrado “O”.
La escena salta en movimiento, retomando después de los preliminares
iniciales, después de que los personajes ya se han besado, chupado y acariciado.
Autoritaria y controladora, Raven está dirigiendo la acción, narrando lo que quiere
ver suceder, y lo que quiere ver a continuación es a la segunda mujer, yo,
arrodillarse sobre el chico. La Devi de la pantalla ya está desnuda, y aunque he visto
esto un millón de veces, quedo cautivada cuando ella se arrodilla ante Logan
O'Toole, desabrocha sus pantalones, y empuja sus calzoncillos lo suficiente para
liberar su verga. No había hecho otras escenas con hombres, pero había estado en
suficientes escenarios para saber qué esperar. No esperaba que él ya estuviera duro.
Esperaba que él necesitara una preparadora (así se llama a la persona del equipo de
grabación de una película porno cuyo trabajo es mantener la erección del actor
principal) o que tendría que prepararse por un rato, ya sea en cámara o fuera de ella.
Pero había estado duro. Completamente erecto, su polla gruesa y pesada
mientras palpitaba en mis manos. Lo recuerdo claramente, el peso de él en la palma
de mi mano, a medida que observo a mi yo en pantalla mientras envuelve sus manos
alrededor de su pene, lame toda la longitud de él, y besa la punta. Ella lo mira desde
su posición, sus amplios ojos castaños buscando su aprobación.
La mirada que Logan le devuelve me humedece más. Cada maldita vez. Es
una mirada que sugiere que él está al borde, incluso así de pronto en la escena,
incluso antes de que ella separe los labios, y los deslice sobre su cabeza y a lo largo
de la longitud de su polla.
Si estuviera interpretando esto de memoria, habría elegido para revivir una
sección más tardía en la escena. Cuando Logan lamió mi clítoris, en su mayoría, con
sus dedos enterrados profundamente en mi coño mientras Raven lo masturbaba.
Pero no necesito ver esa escena para recordar cómo se sintió y prácticamente
cada vez que cierro los ojos y me toco, estoy recordando la forma en que él me folló
con sus dedos y lengua.
Así que esta es la parte que me gusta ver una y otra vez en su lugar. Me
pongo absolutamente caliente viendo cuán excitado lo puse ese día, viéndolo
embestir contra mi mandíbula, sus manos enhebradas en mi cabello, empujando y
tirando a medida que usaba mi boca para su placer.
Yo hice que reaccione de esa manera. Yo.
Ahora, miro la pantalla, mi dedo haciendo círculos muy suavemente sobre mi
clítoris. Si hay más presión, explotaré, y quiero prolongarlo. Quiero esperar hasta
que él meta su polla en lo profundo de la boca de la Devi en pantalla, tan profundo
que apenas puede respirar y sus ojos comienzan a lagrimar por el esfuerzo. Tan
profundo que su punta cosquillea contra sus amígdalas, puedo recordar la sensación
vívidamente, haciendo que su garganta se apriete alrededor de él. Cuando ella mira
hacia él esta vez, lo hace con la intención de señalarle que relaje su agarre. Pero
antes de que él lo haga, sus ojos se fijan en los suyos y por un puñado de segundos,
ella está atrapada allí, tan alucinada por el éxtasis marcado en sus rasgos que casi se
corre sin ningún estímulo manual.
Este es el momento por el que estaba esperando, y presiono más fuerte en mi
clítoris, deslizando los dedos de mi otra mano dentro de mí. Los curvo para que
rocen a través de las paredes interiores tan sensibles de mi coño.
Entonces estoy allí. Estoy en todas partes, detonando en una explosión
masiva de placer y liberación que me estremece internamente y envía temblores por
mi espina dorsal. Es increíble, y esa sensación increíble persiste cuando caigo de
vuelta a la cama, inerte y relajada.
Dejo escapar un suspiro saciado.
Seguido por un gemido frustrado cuando recuerdo haber visto a Logan en la
fiesta de Vida la noche anterior. Qué adorable había estado con su ropa mojada
pegada a su cuerpo firme. Qué ardiente se había sentido sus ojos en mi piel. Cómo
había coqueteado y bromeado.
Cómo había regresado sola a casa.
Maldito sea, Logan O'Toole y su súper ardiente sensualidad.
En serio me convencí de que había construido el recuerdo de él en mi cabeza,
que no podía ser tan seductor, encantador y sexy como lo recordaba.
Estaba equivocada. Él era todo eso y más. Mucho más.
También conectamos. Anoche fue la primera vez que tuvimos una
conversación real, y sé que no estoy imaginando las chispas entre nosotros. Una
chispa que iba más allá de la atracción física. Escuchó cuando hablé. Me miró a los
ojos y mis labios en lugar de mis pechos y trasero. Bueno, en lugar de solo mis
pechos y trasero. Hubo incluso un momento, un par de momentos, en realidad,
donde pensé que podría besarme. Incliné la barbilla hacia arriba, separé mi boca,
pasé la lengua por mis labios, ¿de verdad no había captado la pista?
Teniendo en cuenta lo que Logan hace para ganarse la vida, es imposible
pensar que no vio mis pistas.
Lo que significa que obviamente no está interesado.
Dejé salir otro suspiro, lamentándome, y me senté para cerrar la computadora
portátil. Pero, si no estaba interesado, pienso, entonces ¿por qué me pidió mi
número?
Eso tiene que significar que quiere saber de mí. ¿Cierto?
Con un estallido de optimismo, busco mi teléfono y comienzo a componer un
texto. Solo me toma un puñado de segundos antes de darme cuenta que: (a) no tengo
ni idea qué decir; y, (b) sería demasiado cobarde para decirlo aunque lo hiciera.
Vamos, es Logan O'Toole. Es una estrella. Puede conseguir a quién quiera, cuándo
quiera. No necesita a ex compañeras de trabajo al azar enamorándose de él, y
ciertamente, no necesita que le envíe mensajes de texto bajo una niebla post
orgasmo.
De todos modos, probablemente solo pidió mi número porque estaba siendo
educado. O porque soy un buen recurso a tener en cuenta cuando intente completar
un elenco con mujeres étnicamente diversas, algo de lo que Logan es consciente en
su trabajo. Y no necesito estar tan abatida por eso porque: (a) creo en la diversidad
étnica en el porno; y, (b) toda la razón por la que fui a la fiesta en primer lugar fue
para conseguir trabajo.
En realidad, debería estar orgullosa de cómo terminó toda la noche. Salí de
mi zona de confort y hablé con un par de productores, uno de los cuales prometió
sacar un proyecto pronto.
Así que cuando el teléfono, todavía aferrado en mi mano, vibró con un
mensaje entrante, deslizo la pantalla, segura que el mensaje es de un posible jefe,
ignorando el aleteo esperanzado de que sea de Logan.
Estoy seguro que sabes que en Persia, Casiopea monta un camello con dos
jorobas. Y no te digo esto solo para poder decirte “montar” en mi primer mensaje.
Antes de tener la oportunidad de responder, llega un segundo mensaje.
De acuerdo, quizás es por eso exactamente que lo dije.
Todavía estoy riendo cuando llega el tercero.
Además, ¿no estás orgullosa que escribí Casiopea correctamente aún
incluso cuando obviamente usé el diccionario para comprobarlo?
Dios, es adorable.
Y, ¡oh Dios mío me está escribiendo!
Salgo de la cama, de repente desbordada de una energía nerviosa que me está
haciendo pasearme de un lado a otro de la habitación. Logan O'Toole, el chico con
quien soñaba, el chico que no se inclinó y me besó a pesar de que ya me había
tocado en cámara tres años atrás, me está escribiendo.
No sé qué pensar. O sentir.
Después de todo, ¿está interesado? Su tono parece coqueto, pero tal vez estoy
malinterpretándolo. Siempre es un poco coqueto. Es parte de su trabajo.
Pero recordó a Casiopea.
Le dejé una gran impresión para que todavía esté pensando en eso al día
siguiente. Suficiente para que lo investigue y luego me escriba al respecto. Eso tiene
que significar algo. Qué, no lo sé.
Lo que sé es que ahora tengo que pensar en una respuesta, y no tengo ni idea
de lo que debería ser.
¿Qué digo, qué digo?
Me paseo y compongo varias respuestas en mi cabeza antes de intentar
escribir una, e incluso con la preparación mental, estoy ansiosa cuando respondo:
Dijiste “montar”. Agrego un emoticono sonrojándose porque se siente
apropiado.
Lo dije dos veces. Sabes por qué, ¿cierto?
Estoy demasiado emocionada para siquiera molestarme con una conjetura.
No. ¿Por qué?
Porque esas son las veces que pensé en “montar” cuando escribí ese
mensaje.
Me ahogo con una risita. Su respuesta es juvenil y ridícula, pero ¿qué
significa? ¿Quiere decir que estaba pensando en follar en general o pensando en
follarme?
Entonces vuelvo a mis sentidos. Por supuesto que no estaba pensando en
follarme. Si tuviera algún interés, habría hecho algún movimiento anoche. Y porque
estoy tan segura que en realidad no tiene intención alguna de una insinuación,
escribo de vuelta:
Es porque hay dos “jorobas” en la constelación que Casiopea monta.
Pensaste en eso una vez para cada “joroba”.
Hay una pausa antes de que él responda, y me muerdo el labio mientras
espero, mis piernas todavía sintiéndose como gelatina debido al orgasmo disfrutado
cuando había fantaseado con él solo unos minutos antes. Me pongo caliente otra vez
al pensar en ello y cuando mi teléfono vibra con su último mensaje, mi corazón está
martillando en mi pecho antes de incluso leer la primera palabra.
Sí. Es cierto. Aunque, si hubo un camello la última noche, no lo recuerdo.
Solo vi a Casiopea.
Por medio segundo considero dejar que mis fantasías florezcan, dejando que
las cosas que me gustarían se transformen en las cosas que son, y supongo que
quiso decir que soy tan hermosa como la Casiopea mitológica, y que solo tuvo ojos
para mí.
Pero por supuesto quiso decir que solo vio las estrellas, y está tan lejos de mí
como la Reina Persa en su camello de dos jorobas en el cielo.
El mensaje que me envía esa noche adquiere un tono muy distinto.
Después que Stanley Tucci dio al Capitán América esa inyección y obtuvo
todo ese músculo, y aún más Capitán América que antes. ¿Crees que podría tener
sexo con una persona regular? ¿O su polla es demasiado potente para los meros
mortales?
Ya estoy en cama porque es tarde. Una mirada a la hora indicando que es
justo después de la una. Es medianoche y está pensando en mí.
No. Detente. Tengo que recordarme que no debo emocionarme.
Probablemente está enviado mensajes ebrios a todas las chicas de su lista de
contactos. Debería dejar mi teléfono y desterrarlo de mi mente como lo hice durante
todo el día.
Excepto que no lo desterré de mi mente en absoluto.
Me abstuve de responder después de su último mensaje confuso esa mañana,
y me dispuse sinceramente a intentar no pensar en él. Lo que significaba que pensé
mucho en él. Mientras limpiaba mi bañera. Durante mi entrenamiento de patinaje en
el muelle de Santa Mónica. Durante mi sesión de fotos para Tommy's Toys, un sitio
web de imágenes eróticas para los que poso con regularidad.
—Esta noche estás ardiendo, Devi, nena —dijo Tommy a medida que tomaba
foto tras foto—. Radiante y jodidamente ardiente. ¿Estás embarazada o algo así?
—Uh, no. Probablemente es mi nuevo limpiador facial. —No estaba usando
un limpiador nuevo, pero de todos modos solté la mentira, sin querer vocalizar la
verdadera razón por la que estaba brillando: Logan O'Toole.
Más tarde, en la ducha, me froté hasta el orgasmo pensando en él una vez
más. Luego pasé los siguientes veinte minutos prometiéndome que mañana no
pensaría en él en absoluto.
Ahora estoy cansada y vulnerable, y cuando llega el mensaje del Capitán
América, me rindo a su juego, sea cual sea.
¿Puede una polla en realidad ser DEMASIADO dura? Es su resistencia
por la que estaría más preocupada. El poder detrás de sus embestidas. Tendría
que restringirse si tuviera que satisfacer su actividad sexual.
Pero ¿y cuando estalle su carga? Mira, pienso que sería demasiado duro
para que ella lo tome. Su semen la atravesaría como una bala.
Sonriendo de oreja a oreja, me vuelvo sobre mi estómago para escribir mi
respuesta.
No. Los hombres siempre piensan que su corrida es más impresionante
de lo que es. Es realmente solo un pequeño chorrito. Incluso con una fuerza
incrementada, no va a lastimar a nadie.
No estamos hablando de mi esperma, la cual ES impresionante, por cierto.
Estamos hablando del jodido Capitán América.
Creo que estoy absolutamente caliente con la sola mención de su semen, y
tengo que tomar una serie de profundas respiraciones antes de responder.
¿Es la idea lo que te excita? ¿Correrte dentro de una mujer con tanta
fuerza que la mate?
Bueno. Más o menos. Sí.
Me rio en voz alta.
Estás enfermo.
Culpable. Otro mensaje sigue inmediatamente. Buenas noches, Cass.
Y por segunda noche consecutiva, me voy a la cama con un dolor entre mis
muslos por culpa de Logan O'Toole.

Durante los siguientes días, Logan continúa enviando mensajes aleatorios. He


dejado de intentar interpretar sus motivaciones y en su lugar simplemente disfrutar
de la broma. La conversación divertida me ha puesto en un estado de ánimo
sorprendentemente bueno, a pesar de mis problemas de dinero, y el miércoles por la
mañana, incluso me dan el coraje de abrir el sitio web de UCLA por primera vez en
meses.
—Puedes hacer esto —me digo en voz alta—. Simplemente revisa la lista y
escoge algo. Cualquier cosa. Una cosa que te interese. —Hay tantas cosas que me
atraen. Esto no debería ser tan difícil.
Pero después de solo un par de clics alrededor del sitio, termino en una
página que muestra las cinco diferentes divisiones de estudio disponibles: El
Colegio de Letras y Ciencia, la Escuela de Artes y Arquitectura, la Escuela de
Ingeniería y Ciencias Aplicadas, la Escuela de Enfermería, Escuela de Teatro, Cine
y Televisión.
Y entonces me congelo porque me siento igualmente atraída por cada una de
las áreas enumeradas. ¿Ciencia? Me encanta. ¿Arquitectura? Estoy dispuesta.
¿Enfermería? Mis padres son comadronas; he sido criada para ser una cuidadora.
¿Cine? Eso es definitivamente en lo que estoy trabajando ahora; si la pornografía
cuenta, claro está, y lo hace en mi libro. Entonces, ¿cómo diablos se supone que voy
a elegir una sola carrera cuando ni siquiera puedo reducirla a un solo curso de
estudio?
Cierro mi computadora portátil con pánico, pero me animo cuando oigo mi
teléfono zumbando en la encimera de la cocina donde lo dejé después de la cena.
Esperando que el mensaje sea de Logan, me apresuro a revisar y responder.
Pero no es Logan, y no es un mensaje. Es una llamada telefónica y el
identificador de llamadas dice que es uno de los productores que conocí en la fiesta
de Vida: LaRue Hagen.
LaRue Hagen no es alguien de quien normalmente reciba llamadas. Trabaja
para Sinner’s Playpen, un sitio pornográfico heterosexual especialmente fuerte, no
es mi escena. Pero como la lectura de mis padres en el Tarot me sugirió estar más
abierta a nuevas oportunidades, aun así, le di mi número.
Mientras respondo, rezo para que no esté perdiendo mi tiempo.
—Devi Dare. Estoy tan contento de que finalmente contestaras al teléfono —
dice LaRue, como si hubiera estado intentando localizarme durante días y no solo
por tres repiques—. ¿Tienes un minuto para hablar?
—Tengo exactamente eso —digo, aunque no tengo planes para la noche—.
Así que espero que tengas preparado tu lanzamiento.
—Maldita sea. Una mujer que sabe de béisbol. Me gusta. —LaRue no ha
estado en este mundo tanto como algunos de los productores de la vieja escuela,
pero tampoco es novato. Es un hombre de negocios astuto que también ha logrado
mantenerse innovador y políticamente correcto. Si decidiera aventurarme más en el
mundo del porno, es uno de los pocos productores en los que confiaría—.
Afortunadamente —continúa suavemente—, tengo mi lanzamiento preparado
porque no es un lanzamiento, sino una realidad. Nosotros en Sinner’s Playpen
hemos visto cómo tu carrera en pornografía de chicas ha despegado en los últimos
meses. Si crees que nadie lo estaba notando, estás equivocada. Creemos
sinceramente que si te adentras a la pornografía heterosexual tradicional, “P en V”
por así decirlo, arrasarías por completo.
Reprimo una risa aturdida. Estoy satisfecha con mi ascenso en la industria
durante el último año, pero este tipo está sacando las cosas fuera de proporción. Mis
cheques de pago ciertamente no reflejan a alguien cuya carrera ha “despegado”.
Aunque las modelos y estrellas lesbianas porno no hacen mucho dinero
incluso cuando tienen éxito.
Muevo mi peso de un pie al otro.
—Eso es muy presuntuoso, ¿no cree, señor Hagen?
—Es LaRue. Y no presuntuoso, sino perceptivo. He estado en este negocio
durante una década, Devi. He visto a muchas estrellas subir y bajar, y, confía en mí,
sé qué tipo de trayectoria va a tomar tu carrera desde aquí.
Me inclino contra el marco de la puerta de mi cocina.
—Estoy halagada, LaRue. También tengo que ser honesta contigo; aunque
actualmente estoy planteándome la posibilidad de hacer un poco de pornografía
heterosexual ligera, todavía me gustaría que la mayoría de mi trabajo fuera chica-
chica. Definitivamente no estoy buscando ser una estrella.
—Nadie nunca está buscando ser una estrella.
La imagen de La Estrella del mazo de Tarot de mi padre parpadea en mi
mente y luego desaparece. Me deja momentáneamente sin palabras.
LaRue interpreta el silencio.
—Hagamos una cosa… nuestro sitio está limitado en la pornografía
femenina, pero creo que puedo programar algunos trabajos para ti.
Me siento escéptica.
—¿Por qué harías eso? —No quiero sentirme obligada a trabajar para él en el
futuro solo porque él quiera trabajar conmigo ahora.
—Porque, Devi Dare, estés lista o no, vas a probar escenas más duras. Y
queremos estar allí cuando lo hagas.
¿Y si es verdad? ¿Y si estoy destinada a ser la siguiente Jenna Jameson o Tori
Black? ¿Es esa la dirección en que la rueda de la fortuna proverbial me está
llevando?
Sin querer descartar ningún camino que podría llevarme a una vida mejor, le
doy a LaRue la información de mi agente y accedo a hacer una sesión femenina con
Sinner’s Playpen en las próximas semanas.
Me da tiempo para pensar en su otra oferta; aquella que podría ser la solución
a todos mis problemas monetarios si tomo ese último paso. Ni siquiera estoy segura
de lo que me está reteniendo. Mis padres me apoyarían, y en realidad no tengo nada
en contra de follar con extraños.
Apenas.
Si decido realmente comprometerme con esta carrera, las posibilidades de
volver a la universidad disminuyen significativamente. Y aunque todavía no tengo ni
idea de cuál es mi especialidad, no estoy lista para decidir que jamás vaya a terminar
mis estudios.
Pero con las facturas acumulándose, tal vez tenga que decidir algo pronto.
Anhelo desesperadamente hablar con alguien de mis opciones, alguien más
en la industria. Quizás otro actor o actriz. La única persona en la que puedo pensar
en contactar es Logan.
Desbloqueo la pantalla que se ha oscurecido en los últimos segundos y
escribo un texto:
Necesito un consejo. ¿Estás libre?
Sin embargo, justo cuando estoy a punto de enviarlo, tengo dudas. En
realidad no somos lo suficientemente cercanos como para profundizar en
discusiones de carrera, ciertamente no a través de mensajes.
Aun así, él es el único con quien quiero hablar, punto.
Borro las palabras y envío en su lugar:
¿Crees que Dios/un poder superior/el universo responde
oraciones/legados/necesidades a través del modelaje porno/indecente/erótico?
Es la primera vez que he iniciado la conversación, y mi corazón revolotea
cuando su respuesta es casi inmediata.
Devi, la respuesta es siempre pornografía.
Me rio, y aunque nada está resuelto o decidido, me siento mejor. De todos
modos, no tengo que hacer planes definitivos ahora mismo. LaRue me arrojará un
poco de trabajo ligero, y si eso no trae suficiente dinero, tengo otras opciones.
E incluso si el universo no está de hecho intentando guiarme, todavía puedo
reconocer el giro que mi fortuna está tomando. Tal vez es que la confianza de LaRue
es contagiosa, pero siento que la gente y las situaciones se están alineando para mí.
Tal vez incluso la aparición de Logan en mi vida es fortuita, ya que su amistad
podría conducirme a tener un pie más seguro en la industria.
No espero que el destino tenga otras ideas para nosotros. Pero, aun así, falta
la carta de La Estrella, así que espero que las tenga.
Traducido por -queen-ari- y Brisamar58

Corregido por Taywong

estas alturas, te estarás preguntando: ¿cómo un chico dulce como

A Logan O'Toole terminó en la industria del porno?


A lo que digo tres cosas:
En primer lugar, no siempre fui un tipo llamado Logan O'Toole.
En segundo lugar, ¿por qué no?
En tercer lugar, entiendo por qué te lo preguntas. Es decir, mis padres son
ambos científicos farmacéuticos. Crecí en el distrito escolar “correcto”, en una casa
con una piscina grande y una cocina remodelada, con cable pero sin HBO, con cenas
familiares casi todas las noches y vacaciones familiares un par de veces al año.
Íbamos a una iglesia episcopal7 sencilla y agradable con regularidad, nos ofrecíamos
como voluntarios dos veces al mes en un banco de alimentos en la ciudad. Nunca
usé drogas, solamente me acosté con dos chicas en la secundaria, el único problema
que tuve alguna vez con la ley fue una multa por velocidad una mañana cuando
llegaba tarde a clase.
No, nunca estuve destinado a hacer porno. Después de la secundaria, estaba
destinado para una licenciatura en estudios de cine y el mismo tipo de vida que mis
padres tenían antes de tenerme y sus padres antes de tenerlos a ellos, excepto que
planeaba estar manejando una cámara en lugar de un microscopio.

7
Episcopal: Iglesia nacional estadounidense de la Comunión anglicana.
Fue una serie de accidentes los que alteraron mi trayectoria, que me enviaron
girando fuera de órbita y hacia la inequívoca gravedad pesada del mundo del porno.
Comenzó cuando mi profesor de teatro se acercó a mí después de clases en la
primavera de mi último año. Tenía un amigo que estaba filmando un comercial para
una universidad local, y me preguntó si me gustaría hacerle una llamada. Sería un
trabajo fácil y la primera línea no minorista en mi frágil currículum, y a pesar de que
quería ser un director o un cinematógrafo, no hacía daño explorar la actuación
también, ¿verdad?
Hice el comercial. Y luego hice otro, esta vez para un sitio web de citas
dirigido a chicos universitarios, lo que llevó a un comercial para una línea telefónica
de “compañía”, un servicio moribundo en 2005, pero al parecer lo suficientemente
fuerte como para pagar por un anuncio de televisión. Nunca les mentí a mis padres
en cuanto a lo que estaba haciendo, y para su crédito, nunca intentaron disuadirme
de ello, aunque debe haber sido difícil para ellos ver mis anuncios de sexo telefónico
mientras trataban de ver las repeticiones de CSI.
Y así es cómo llegué accidentalmente al negocio comercial.
Esto duró unos tres meses, y el día después de la graduación, mientras
entrecerraba los ojos ante la pantalla de mi computadora, intentando analizar mi
correo electrónico de orientación de la UCLA, recibí una llamada del director del
anuncio de la línea caliente.
—Oye chico, tengo un amigo a quien le gusta tu cara, y necesita un extra para
una película pequeña que va a filmar la próxima semana. Ganarías cincuenta dólares
al día, además del almuerzo. ¿Te unes?
La única cosa que había planeado para mi verano era un trabajo a tiempo
parcial en Best Buy, y honestamente, ser pagado por estar pasando el rato en un set
de película sonaba como una oportunidad mucho mejor. Dejé mi trabajo en Best
Buy y conduje hasta el set la semana siguiente, asumiendo que una “película
pequeña” significaba una película independiente o tal vez un festival barato hecho
para cable.
Estaba equivocado en ambos casos. Después de reunirme con el director de
casting, quien también era el supervisor de guiones, me llevaron a una piscina en la
parte de atrás, donde una mujer yacía de espaldas gimiendo, su mano enterrada
dentro de sus bragas de encaje. Recuerdo haberme quedado observando,
hipnotizado, como el director gritaba instrucciones de vez en cuando, más sobre la
mecánica de su masturbación que sobre su actuación.
—Abre las piernas un poco más, Tara, tenemos una sombra.
—Bien, ahora utiliza las dos manos.
—Tócate el pecho un poco, por favor. Bien.
Eché un vistazo atrás al delgado guion que me habían entregado. Aún no lo
había leído, porque sabía que no tenía un papel que hable, pero ahora leía las líneas
con ávida fascinación. Ama de casa solitaria. Jardinero seductor. Y yo, “Invitado a
la Fiesta en la Piscina #2”, que estaba programado para permanecer en el fondo solo
con un vaso rojo y apariencia de fiestero alegre.
Y así es cómo entré accidentalmente en el negocio del porno vainilla.
De ahí en adelante, fueron una serie de pasos graduales hacia delante… o
hacia bajo, dependiendo de tu punto de vista. Le agradé al director, y volví la
semana siguiente para una película sobre una traviesa animadora universitaria que se
enamora de su profesor. Hice el papel de su novio despechado, un papel que requirió
una escena donde recibí una mamada, algo sobre lo que inicialmente tenía
sentimientos encontrados. Por un lado, ningún hombre de dieciocho años de edad se
ha sentido desdichado ante la perspectiva de una mamada, pero por otro lado, se
sentía extraño que te la chuparan y luego te entregaran un cheque.
No necesariamente algo malo. Sino extraño.
No recuerdo mucho de esa escena, mi primera, pero sí recuerdo a la actriz,
Traci Aliss, quien ahora está casada con un podólogo y vive en algún lugar en
Arizona. Era de origen Asiático-Americano, con brillante cabello liso y una piel
perfecta, e incluso con todo el maquillaje innecesario, la mujer más hermosa que
había visto en mi vida. Nunca había sido tocado frente a una audiencia, y por eso
había estado preocupado por permanecer duro con todos esos ojos sobre mí. Pero
cuando Traci enfocó sus ojos en mi cara, lamiendo sus labios a medida que bajaba la
cremallera de mis pantalones, todos mis temores se desvanecieron. Sentí algo que
nunca antes había sentido, algo más profundo que lujuria, algo esencial, algo
parecido a lo que sentía cuando veía mis películas favoritas.
Supongo que Devi lo llamaría grandeza. Por un momento, sentí toda la rica
grandeza del mundo, de la piel reluciente de Traci, de la luz solar entrando por la
ventana, intensa y brillante, de la sutil dinámica de poder corriendo entre nosotros.
No me sentí como un chico que no tuviera su futuro resuelto, ni como un chico que
ya se sentía limitado por un camino que apenas había pisado.
Me sentí como un hombre. Y pasando mis manos por el cabello de Traci,
murmuré todo lo que sentía hacia ella, le dije lo que quería que me hiciera y lo que
quería hacer con ella, y por un momento, me di cuenta que estaba tan perdida en la
escena como yo lo estaba. Que a pesar de las cámaras, o quizás gracias a ellas, estas
sensaciones se galvanizaron en algo estimulante y embriagador, y ambos
terminamos la escena repletos de una sensación de felicidad mágica.
El director estaba tan contento con mi actuación que me pidió hacer otra
película, y otra, y otra, y para el final del verano, había ganado cinco mil dólares por
tener sexo frente a la cámara, con la promesa de que podría hacer más si estaba
dispuesto a seguir en el porno duro.
Lo estaba.
Después de firmar con una agencia de talentos, cancelé mis clases en la
UCLA, se lo dije a mis sorprendidos pero tolerantes padres, y alquilé un
apartamento en Burbank.
Y así es cómo me hice accidentalmente una estrella porno.

Tienes razón. El porno es siempre la respuesta. No es de extrañar que las


personas sigan perdiendo en Family Feud8.
Esa es la primera cosa esperando en mi pantalla cuando desperté. Es una
locura lo que quedarse dormido sin la mitad de una botella de whisky puede hacer
con la energía de un hombre, y durante la última semana, la necesidad de sentirme
entumecido por el whisky ha disminuido lentamente. Parte de ello es por la oferta de
Vida, una oferta en la que todavía estoy intentando pensar una solución.
Y parte de ello es por Devi, mi Casiopea personal, mi Reina Persa.

8
Family Feud: programa de juegos que conduce a dos equipos, cada uno compuesto por cinco miembros de
la familia, quien tienen la oportunidad de ganar miles de dólares al responder las preguntas.
Pero incluso pensar en esas palabras envía unos escalofríos extraños por mi
espina dorsal, sensaciones súbitas calientes y frías de lujuria y excitación, y también
miedo. ¿Y si no siente lo mismo que yo? ¿Y si solo soy ese tipo amable con quien
hizo una escena una vez?
O peor aún, ¿el tipo que rechazó sus avances en una fiesta?
Mierda.
¿Verdad que te di un gran consejo?, respondo a Devi, todavía acostado en la
cama. No puedo creer que me despidieran de escribir mensajes para la fábrica de
galletas de la suerte.
No responde. Y no por primera vez esta semana, me pregunto si la estoy
molestando con mis mensajes, invadiendo lo que imagino deber ser su vida bien
ordenada, saludable y llena de playas. Tal vez solo me está tolerando porque no
quiere ser grosera. Tal vez de hecho piensa que soy patético, demasiado marica para
besarla en la fiesta de Vida y ahora escribiéndole mensajes como un niño de
secundaria.
Dejo caer el teléfono en el edredón y gimo. Debería dejarla en paz, debería
embotellar este enamoramiento que he tenido por años hacia ella y darle espacio.
Pero entonces me responde y estoy saltando hacia el teléfono una vez más.
Entonces, dime, oh Gran Sabio. Estoy pensando en tal vez hacer algunas
escenas principales. Ya sabes, con chicos en lugar de chicas. ¿Qué piensas de
eso?
¿Qué pienso? ¡Pienso que quiero correr a su casa ahora mismo y asegurarme
ser el primer actor masculino en su lista! Pero no, tengo que pensar como un amigo
y mentor, no como un tipo que se masturba pensando en ella todas las noches.
¿Porno duro?, pregunto. Mucha gente escucha duro y piensa en el porno
extremo: BDSM, sexo duro y todo eso; pero en realidad todo lo que significa es
explícito. En el porno duro, puedes ver todo lo bueno en escena, sexo oral,
eyaculación y folladas propiamente dichas. Una gran cantidad de escenas lésbicas de
Devi podrían considerarse duro, ya que existe sexo oral entre ellas.
Sí, responde. Pero nada demasiado intenso. Sin perversiones, ni sexo en
grupo. Estoy en la valla9 sobre el anal.
¿“En” la valla? No, no, no, se supone que tienes que estar inclinada sobre
la valla. No puedo evitarlo. Solo soy humano.
Ja, Ja, Ja. No tengo nada en contra, pero en realidad no sé si podría
hacerlo con cualquier actor, ¿sabes? Me gustaría que sea con alguien en quien
confíe.
Gimo de nuevo, girando mi rostro hacia la almohada. Mi pene se está
despertando por toda esta charla Devi-sexo-anal, y Dios, me gustaría poder ser el
actor en quien confíe. Haría que disfrutara tanto, iría lento, la haría entrar en calor
con todos los orgasmos que necesitaría para relajarse, y luego la haría sentir como
una diosa reluciente. Primero usaría mis dedos, explorando mientras beso y lamo su
coño, después trabajaría lentamente en su entrada, chupando su clítoris hasta que sus
dedos se curvaran por la excitación. La haría correrse con mi polla en su coño, y
mientras está recuperándose, la rodaría hasta ponerla de lado, me pondría de rodillas
y presionaría suavemente en su interior. Y entonces la haría correrse con mi polla en
su culo.
Me estás poniendo demasiado difícil pensar con claridad, Cass10.
Muy gracioso, Logan. Pero en serio, ¿qué debería hacer?
¿Honestamente piensa que estoy bromeando sobre estar duro? ¿No se da
cuenta del impacto que tiene sobre mí?
Por supuesto que no, Capitán Marica. Todo lo que tiene como pista es cómo
te alejaste en la piscina.
Me obligo a concentrarme en su pregunta.
Me conoces, mi reina de los camellos. Siempre voy a decir que hagas más
porno. Pero asegúrate que sean cosas con las que te sientas cómoda, segura y feliz
de hacer. Trabaja con personas de tu confianza.
Esto es inesperadamente serio para mí, y me siento un poco cohibido
presionando Enviar. No responde, y espero que sea porque está dándole vueltas a lo

9 En inglés, on the fence se refiere a sentirse indecisa, pero está haciendo un juego de palabras al responder.
10
En inglés, too hard también traducible como “demasiado duro” en referencia a su excitación, siendo otro
juego de palabras.
que he dicho y no porque esté poniendo los ojos en blanco a lo pretencioso y
paternalista que he sonado de repente.
Sin embargo, esto no soluciona el problema de mí estando duro. Duro y
muriendo por probar a Devi; su piel, sus labios, su coño. Bajo mi mano y rodeo mi
erección con ella, usando mi otra mano para cubrir mis bolas, que se sienten pesadas
y ansiosas por liberarse.
Echo un vistazo a mi reloj: ocho de la mañana. Ginger estará aquí dentro de
unas horas para rodar una escena, y por muy bien que se sentiría correrme en este
momento, podría sentirse aún mejor usando el coño húmedo de Ginger para
correrme. Aprieto mi pene suavemente, imaginando ahora a Ginger atada e
indefensa mientras me impulso dentro y fuera.
Sin embargo, lo daría todo para que sea Devi.
Con un gemido de restricción extrema, me levanto de la cama. Me baño con
un poco de agua fría para matar mi erección y luego me lavo los dientes. Una vez
que estoy todo limpio y fresco, me meto en la cocina solo con unos jeans para
prepararme una taza de café y esperar a Tanner. Él y yo necesitamos hacer un
cambio extenso para la escena de hoy porque Ginger ha decidido que quiere probar
algo más duro, más excéntrico, así que vamos a tener usar utilerías y algunas señales
que mencionaré en mi monólogo cuando lo grabemos después de la escena.
Mientras espero a que la cafetera se encienda, abro mi computadora portátil
para crear un nuevo documento Word. Escribo el nombre de Ginger en la parte
superior, junto con la fecha y el estilo de escena que vamos a filmar.
Filmo todo tipo de escenas: dulces, sucias, públicas, de guion; y trato de
hacer que todo el monólogo coincida con el tono del sexo. Me he vuelto un poco
famoso por estos monólogos, lo que fue una sorpresa para todos cuando empecé a
hacerlos hace unos años. ¿Quién quiere sentarse y escuchar a un tipo hablar durante
diez minutos antes de que empiecen a follar? ¿Quién quiere esperar a que el pene
entre en la vagina, el P-en-V, solo para escuchar al tipo hablar de la chica y lo que le
gusta de sus relaciones sexuales?
De hecho, mucha gente.
Un montón.
Y disfruto haciéndolo. Honestamente. Lo que me excita, lo que excita a la
chica, lo que hace sexy y sucio al porno; podría hablar de eso todo el día.
Pero me limito a diez minutos.
No redactaré el guion entero del monólogo hasta después de la escena, pero
me adelanto y hago en esquema de las cosas que sé que quiero decir. Por ahora, la
novedad de Ginger de aumentar lo perverso me inspira a ser más brusco de lo
normal. Que sus fantasías de sumisión y mis fantasías de dominación encajen
perfectamente, y que cuando estemos follando, llegue a imaginar cosas sucias, cosas
obscenas.
No diré que me imagino a Devi cuando estoy follando a Ginger, o que todas
estas fantasías sucias y obscenas vienen a mi mente cuando estoy solo en mi cama
con mi mano debajo de las sábanas y una de las escenas de chica/chica de Devi en la
computadora portátil junto a mí. Eso disiparía la fantasía que estoy intentando crear
con mis monólogos, la fantasía de que en cierto modo estoy sexualmente enamorado
de cada chica con la que filmo. Pero de todos modos, es Devi en quien estoy
pensando mientras arrastro la cama de bondage11 de su rincón habitual en el sótano y
la muevo hacia el centro de la sala de juegos con suelo de cemento que había
construido aquí para filmar escenas.
No es ni de cerca tan elaborada como la de Vida, pero funciona. Suelo vacío
(fácil de limpiar, además de añadir más a ese ambiente de mazmorra que a la gente
le gusta), estantes de juguetes y restricciones, cadenas y ganchos colgando del techo.
Dios, Devi se vería muy bien aquí, atada y esperando por mí. O tal vez con
esos tonificados brazos amarrados y estirados hacia el techo…
Para cuando Tanner y Ginger llegan, mi erección está de vuelta y estoy más
que listo para empezar a follar.

Treinta minutos más tarde, tras repasar verbalmente los límites de Ginger y
asegurarnos que está de acuerdo con lo que Tanner y yo hemos ideado para la

11
Bondage: práctica erótica basada en la inmovilización del cuerpo de una persona.
escena, está acostada sobre su espalda en la cama de bondage y estoy abrochando las
esposas alrededor de sus muñecas, comprobándolas sutilmente para asegurarme que
no están cortando el flujo de sangre de sus manos y dedos. Es algo que he hecho
cientos de veces, y sonrío afectuosamente hacia ella. ¿Hay algo mejor que un gran
día, en un gran trabajo, con una vieja amiga? Y luego, por el rabillo del ojo, veo mi
teléfono iluminarse sobre la mesa detrás de Tanner, y mi corazón late con un
estremecimiento eléctrico, sabiendo que podría ser otro mensaje de Devi.
En serio es un día fantástico.
—Ahora, vamos a divertirnos —le digo a Ginger, prácticamente tarareando a
medida que me muevo hacia sus pies para esposarle los tobillos.
Tanner está filmando detrás de nosotros, y hoy hay un par de otros tipos del
equipo aquí para ayudar, y aun así Ginger está excitada, inclinando la cabeza para
que la cámara no pase por alto su sonrisa seductora cuando responde:
—Lo sé. No puedo esperar a que me folles.
Esta es la parte en la que debo responder del mismo modo, tal vez gruñir algo
duro y pervertido, pero todavía estoy en esta burbuja de buenas intenciones y
felicidad, y mi mente está repleta de Devi y sus estrellas, así que en su lugar digo:
—Hoy voy a hacerte sentir tan hermosa como Casiopea. —Ginger me lanza
una mirada que no es solo inexpresiva. Está vacía con sorpresa e ignorancia y un
ligero soplo fugaz de humillación. No tiene ni idea a qué me refiero, pienso. Así que
agrego—: Casiopea fue una antigua reina griega.
Luce un poco desconcertada por esto, como si todavía no supiera cómo
responder, como si la mitología griega no tuviera lugar en una escena porno BDSM,
y después de un par de segundos, arquea la espalda y ronronea:
—Pero no puedes hacerme sentir como una reina, porque he sido una niña
muy mala. —Y luego se retuerce en sus ataduras, su boca formando un pequeño
mohín de decepción—. Deja de hablar y castígame, amo.
Y mi burbuja feliz comienza a derrumbarse sobre sí misma.
Porque por supuesto la mitología griega no tiene lugar en un set porno. Por
supuesto Ginger no quiere hablar ni coquetear o escuchar mis estúpidos
pensamientos. Está aquí para ser azotada y follada, y por más amistosos que
podríamos ser, no somos amigos en el sentido normal de la palabra. Somos
compañeros de trabajo, colegas, y Ginger es como la chica en el cubículo de al lado
en una oficina. Tan sociables como podríamos ser en una reunión, nunca seremos
algo más.
Y no es solo Ginger. ¿Puedo decir honestamente que cualquiera de las otras
chicas con las que trabajo son algo más que amistosas compañeras de trabajo? ¿Que
no se impacientarían conmigo si quisiera hablar de constelaciones en lugar de
simplemente seguir con la escena para que así todos podamos recibir la paga y
volver a nuestra vida real?
Pero, Devi no sería así.
¿O sí?, se pregunta una preocupada voz en mi cabeza.
Tanner se mueve detrás de mí, y salgo de mi fantasía explotando como una
burbuja. Concéntrate, Logan. Ahora no es el momento para preocuparse por
pequeñeces existenciales.
Regreso toda mi atención a Ginger y recorro con una mano experimentada su
estómago desnudo. Se estremece, y camino de vuelta a la pared y vuelvo con un
látigo.
—¿Así que has sido una niña mala? —digo con una amenaza ensayada.
Ella asiente, mordiéndose el labio. Uno de los chicos de iluminación sigue a
Tanner cuando se mueve alrededor de la mesa, y veo la sombra del látigo reflejada
en su estómago. Y a pesar de todas mis quejas internas, mi polla está respondiendo
exactamente de la manera que debe hacerlo, todavía una vara dura en mis
pantalones.
—Entonces, comencemos.
Ginger se retuerce cuando empiezo a azotarla, ligeramente. Puesto que ésta es
una de las primeras escenas reales de bondage que ha hecho, intento que vaya menos
sobre el dolor y más sobre la sutil humillación, más sobre la dinámica de poder entre
ella y yo. No tiene muchos límites, pero nombró el dolor extremo como uno, y estoy
haciendo todo lo posible para que siga sintiéndose segura y cómoda, como le dije a
Devi esta mañana.
Así que mantengo ligera la fusta, dando pequeños y suaves golpes contra su
piel, lo suficientemente fuertes como para enrojecer un poco su pecosa piel. Luego
me estiro para tomar la punta de sus pezones y deslizo mis dedos en su boca, y
después de diez o quince minutos de esto, me coloco entre sus piernas y la encuentro
hinchada y húmeda.
—Mírame —le digo, y ella lo hace, con los ojos vidriosos de lujuria y las
caderas moviéndose sobre la mesa. Hace un pequeño ruido de frustración cuando
levanto mi mano de su coño, y sé que hemos cruzado el límite entre fingir y la
realidad, donde las cámaras y los contratos están empezando a difuminarse en el
fondo mientras el zumbido de necesidad en su núcleo se convierte en algo
devastador.
Lo cual es perfecto, porque estoy duro como una puta piedra y tengo ganas de
hundirme en ella, en cualquier mujer, si soy honesto, para aliviarme.
Quiero decir, hay otras cosas que podría hacer ahora mismo. Podría sacar un
látigo diferente, podría darle la vuelta y usar la tabla para azotarla, podría follar su
boca hasta que sus ojos se llenen de lágrimas. Pero Jesús, estoy tan atrapado en mi
deseo por Devi, en ansiarla, que no tengo paciencia para esperar más. Esa necesidad
cruda y apremiante de correrme me está arañando, y Ginger se ve tan encantadora
ahora mismo, con sus miembros pecosos, su boca jadeante, y su húmedo y rosado
coño.
Desabrocho las esposas con rapidez y facilidad, entonando en mi voz más
firme que no debe moverse hasta que le haya dado permiso, y luego agarro la barra
separadora de la pared. Hay un centenar de cosas creativas que podría hacer ahora
mismo, y debería hacerlo, dado que se trata de una escena más grande de lo habitual,
pero apenas tengo la suficiente concentración más que para darle la vuelta sobre sus
manos y rodillas y sujetar la barra separadora a sus tobillos. También sujeto sus
muñecas al separador, lo cual tiene el efecto de forzar su cabeza hacia delante sobre
la mesa mientras sus brazos se estiran debajo de ella hasta la barra, y luego rodeo la
mesa. Parece que estoy admirando mi obra, y lo hago, hasta cierto punto, pasando
una mano sobre su culo levantado, mordiéndome el labio una vez que veo lo mucho
que brilla su entrepierna bajo la tenue luz de interior. Pero también estoy haciendo
una revisión final para asegurarme que puede respirar con facilidad, que su peso está
distribuido cómodamente y, para darle una fácil oportunidad de chasquear los dedos
(nuestra señal preestablecida) si necesita un descanso o necesita que retroceda.
Está cómoda y no hay chasquidos; incluso me da un coqueto guiño cuando
camino por el lado en que está mirando. Le doy un azote en el culo, me subo a la
mesa de rodillas, y estoy tan emocionado como un adolescente cuando me
desabrocho mis pantalones y los bajo lo suficiente para liberar mi erección, que ha
estado empujando contra la mezclilla todo este tiempo.
Después de colocarme un condón, alineo la cabeza de mi polla con su
abertura y empujo hacia dentro, dándole a su culo unos cuantos azotes mientras lo
hago. Está húmeda, cálida y dispuesta, todo lo que necesito ahora mismo, y no
puedo evitar que mi mente divague hacia Devi, a la fantasía de Devi sujeta debajo de
mí a medida que meto un dedo en su culo y follo su coño.
Es obsceno, pero bueno, soy un tipo obsceno.
Me pongo en marcha, realmente en marcha, enterrándome profundamente en
el canal de Ginger e impulsándome hacia fuera otra vez. Sí, eso se siente bien. Tan
bien.
—Te sientes increíble en mi polla, nena —le digo, inclinándome hacia
delante para susurrarle al oído. No sé si la cámara nos puede oír, pero no me
importa, porque siempre hablo con mis chicas, especialmente cuando están
bordeando el abismo como Ginger—. Te sientes como si hubieras sido creada para
albergar una gran polla en este coño, ¿verdad? ¿Acaso una polla tan grande como la
mía no necesita de este cuidado?
Ella asiente y gime cuando encuentro su clítoris con una mano y la trabajo sin
misericordia, frotándola hasta que no tiene más remedio que correrse, y lo hace, tan
fuerte que los músculos de sus piernas se estremecen y deja escapar un pequeño
chillido.
—Otro —gruño, ahora follándola duro y le provoco otro clímax a medida que
me impulso toscamente en su coño, haciéndola gritar de placer.
Y mi visión se divide y se funde y se divide de nuevo, a veces el pálido culo
de Ginger en el aire, a veces el cuerpo de bronce de Devi retorciéndose bajo el mío,
a veces ambos. Y luego estoy gruñendo fuerte, sacándola justo a tiempo para
quitarme el condón y bombear chorros de semen por todo el culo de Ginger. Me
ordeño con largos y tensos golpes, pero el orgasmo sigue corriendo a través de mí, y
para cuando termino finalmente, apenas puedo mantenerme erguido.
Caigo sobre mis talones, agotado y también un poco agradecido de no
haberme masturbado esta mañana, guardándome todo para esto. Valió la pena.
Incluso aunque hubiera deseado que fuera Devi todo el tiempo.
—Um… —dice Ginger con una débil risa post-orgásmica—. Creo que
necesitaré unas toallitas para bebés por aquí.
La risa es contagiosa, afectándonos de mí a Tanner y luego a todo el equipo,
así que me muevo para ayudarla a quitarse los grilletes y limpiarse.

Para el momento que llega la media tarde, mi casa está vacía y estoy en la
oficina, editando mi monólogo.
La versión digital de mi persona mira fuera de la pantalla, pasando sus dedos
a través de su cabello castaño claro y sonriendo mientras habla de Ginger.
—… siempre una fantasía nueva —dice mi versión en pantalla—. Hoy,
quería fingir que nos acabábamos de conocer en un club de BDSM, y que era una
nueva sumisa que tenía que domar, al principio suavemente, y después no tan
suavemente. —El Logan de la pantalla continúa desarrollando la fantasía; siendo un
Maestro experto en un club, la emoción de conocer a una sumisa nueva, la
satisfacción de sentir a una extraña corriéndose sobre mi polla.
Por primera vez, de una manera muy real y concreta, deseo que la escena
haya sido un espejo de mi monólogo. Normalmente, mis palabras complementan la
escena, actúan como un adyuvante estimulante, y el sexo sigue siendo el principal
placer para mí. Pero algo está apagado hoy, y cuando termino de editar la escena y
guardarla, siento una sensación de nostalgia, una ligera punzada amarga de pérdida;
ambas emociones tan repentinas e inesperadas que me siento en auténtico estado de
shock una vez que me doy cuenta que son lo que estoy sintiendo.
Desde el momento en que Traci Aliss envolvió sus labios alrededor de mi
polla, supe que había encontrado mi vocación. Sabía que me encantaba follar, y lo
que es más, sabía que me encantaba follar alrededor de otras personas. Nunca olvido
mientras estoy filmando que miles de hombres y mujeres me verán en casa; las
mujeres deseando que estuviera entre sus piernas en lugar de su vibrador, los
hombres deseando ser yo, follando un coño dulce, una boca húmeda o un culo
apretado. Y la idea de todo ese deseo y esos celos apuntados en mí, es más que
excitante. Es una raison d’etre12.
Entonces, ¿qué pasa hoy? ¿Por qué no tengo esa euforia post-escena? Quiero
decir, por supuesto ha habido días en los que el sexo fue menos que mágico, donde
sinceramente se sentía como trabajo, donde la chica y yo no podíamos conectar, o tal
vez estaba cansado, desmotivado o lo que sea. Pero nunca me he sentido así. Nunca
he sentido este vacío peculiar, esta decepción extraña, sobre todo no después de una
escena tan increíble.
Entonces, ¿de qué estoy decepcionado?
No tengo ni idea.
Doy vueltas en mi silla unas cuantas veces, frotando mis pies descalzos
contra la alfombra mullida en el suelo de la oficina, la que compré aunque Raven la
había odiado cuando la vimos en la tienda. Golpeteo mis dedos sobre mis rodillas,
jugueteando con un clip en mi escritorio y finalmente, jodidamente frustrado, me
levanto y salgo al ático que domina mi sala de estar.
Aparte de unas cuantas sillas bajas y las cascadas de sol dorado vertiéndose a
través de los tragaluces, la habitación está vacía. Una sala vacía, en una casa vacía.
Mentalmente, dirijo la escena a otra parte. Recuerdo el sonido de las patas de
Prior arañando por los suelos de madera mientras trotaba alrededor de la casa
buscando su juguete chillón. Recuerdo la música neo-punk que Raven ponía cada
vez que estaba aquí, y recuerdo a Raven en sí, vestida con algo negro y ceñido, su
teléfono encajado entre su cabeza y hombro a medida que mezclaba con un
cucharón el contenido de una olla de repollo o algo igualmente repugnante en la
estufa.
Por primera vez en tres meses, considero, realmente considero, que tal vez no
estaba tan enamorado de Raven como lo estaba con la idea de tener una relación en
primer lugar. Que no era ella a quien deseaba en esos días sombríos en la sala de
cine o en el suelo de mi cocina, era esa vida. Esa vida con ruido, afecto y conexión.
La comprensión me golpea como un tren de carga, liberándome y
aterrándome a la vez. Amaba a Raven, sé que lo hice, pero mucho de ese amor era
porque ella estaba llenando un vacío en mi interior, un vacío que no había sabido

12
Raison d’etre: en español “razón de ser”.
que estaba allí hasta tres meses después de abrirse de golpe y dejarme vacío otra vez.
Ella me dio una fantasía, la fantasía, y poco a poco empiezo a entender que es la
fantasía en la que baso todas las que filmo para mis escenas.
La fantasía de estar enamorado.
Jesús.
Froto mi cara con mis manos, sintiéndome liberado y también sintiéndome
patético. ¿Quién en esta ciudad egoísta, indulgente, falsa, podría adivinar que Logan
O'Toole tiene un centro de caramelo masticable? ¿Que bajo su fachada de me-follo-
cualquier-cosa-que-se-mueva, hay un hombre que solo quiere amar a alguien?
Es ridículo. Y malo para el negocio. Soy el tipo que piensa con su pene, no
con su corazón, y tal vez mi marca es ser un poco de ambos, pero no puedo ceder a
esta canción interna de banda de chicos. Tal vez los hombres como yo no llegan a
tener amor. No la clase de amor profundo, real, crudo que quiero. Tenemos folladas
casuales y amistades junto con la ocasional mamada bajo los efectos de las drogas y
si realmente tenemos suerte, tal vez conozcamos a una chica cuya vida viajará por
caminos paralelos al nuestro por un tiempo. Pero esos caminos siempre divergen, y
luego nos quedamos solos. De nuevo.
Esta mierda del amor no es solo malo para los negocios, Logan, es malo
para ti, me dice una voz. Y estoy de acuerdo.
Dejo que la imagen de mi vida con Raven desaparezca, hasta que vuelvo a
estar una vez más en mi suelo, cada rincón, cada tabla y cada esquina del techo
altísimo gritando el vacío en mi casa. Mis manos agarran más fuerte la repisa y
después se aflojan mientras dejo ir los recuerdos de una vida con amor, dejo ir la
fantasía.
Pero todo sigue dando vueltas en mi mente, retorciéndose libremente por allí
como ropa en una secadora, enredados con los mensajes de Devi que sigo releyendo,
enredándose con mi decepción extraña por mi escena con Ginger. Y todo ello
enredado con la propuesta de negocio de Vida, hasta que un pensamiento nuevo
emerge, sin forma y sin previo aviso como lo son todas las ideas nuevas. Pero al
momento en que mi mente se apodera de ella, no puedo dejarla ir.
Me quedo allí un momento más, parpadeando, y luego regreso corriendo a mi
oficina para encontrar la tarjeta que Vida me dio en su fiesta. Marco el número que
hay en ella, aliviado al oír la voz de acento holandés que dice ¿Holla? después de
solo dos repiques.
—Marieke —digo—. Soy Logan. Tengo una idea para mí y Lelie, y me
gustaría hablarte de ella.
Traducido por Kalired y âmenoire

Corregido por Taywong

stoy parada en la fila de la oficina de correos cuando mi teléfono

E empieza a sonar “Pussy Monster” de Lil Wayne, y me doy cuenta que


no había considerado plenamente esta situación posible cuando
programé todos mis contactos la noche anterior para tener tonos distintos. En ese
momento, asignar esa canción para el número de Logan parecía una sexy broma
secreta. Pero ahora que mi celular está cantando, “I’m the Pussy Monster, and you
better feed me pussy, pussy, pussy, pussy, pussy” 13 en un edificio público lleno de
gente, creo que muy posiblemente tomé una mala decisión.
Con las mejillas calientes de humillación y nerviosismo (¡Logan me está
llamando!), abandono mi lugar en la fila y me dirijo a la salida buscando dentro de
mi bolso para encontrar mi celular. Estoy sin aliento cuando finalmente presiono la
tecla de llamada.
—¿Hola?
—¿Devi?
—¡Hola! Logan. Yo… —No puedo creer que de verdad seas tú y OhDiosmío
no puedo creer que me estés llamando a pesar de que me escribes mensajes casi
todos los días. No voy a decirle eso—. Hola —digo de nuevo en su lugar—. Hola.
—Soy una idiota.
13
En español, podría traducirse como: “Soy el monstruos de los coños, y es mejor que me alimentes coño,
coño, coño, coño, coño”.
Logan es tan calmado que me hace sentir a gusto, incluso cuando ríe.
—Creo que tenemos los saludos establecidos. ¿Deberíamos seguir adelante?
—Sí. —Cubro mi cara con mi mano—. Sí. Lo siento. Estaba… distraída…
cuando llamaste.
—¿Distraída? Eso suena intrigante. Cuéntame más de eso.
No tiene ni idea de que tengo un enorme flechazo secreto por él, pero a veces,
cuando su voz está cubierta con abundantes insinuaciones e indirectas como ahora,
me pregunto si probablemente podría saberlo.
Lo que es una cosa ridícula de preguntarse. Probablemente trata a todas las
mujeres como si estuvieran locamente enamoradas de él, y probablemente todas las
mujeres están locamente enamoradas de él. Así que por supuesto sabe que también
estoy albergando afecto por él. Porque, ¿quién no?
Pero qué me jodan si voy a admitir el tono de llamada que le he asignado.
—Yo simplemente —suspiro, reagrupando mis ideas—, estaba en la fila de la
oficina de correos, y no me había dado cuenta que mi teléfono no estaba en silencio.
Así que tu llamada me sorprendió.
—Ah. Ya veo. —Se queda en silencio, y decido que está tan decepcionado
con mi respuesta patética como yo. Probablemente se arrepiente de haberme
llamado.
—Pero gracias a Dios no estaba en silencio. Porque entonces me habría
perdido la llamada. —Sí, soy totalmente transparente.
Y definitivamente quiero morir.
Pero dudo que me vaya a caer muerta espontáneamente, y también tengo
curiosidad acerca de lo que quiere, así que pregunto:
—De todos modos, ¿qué pasa? —Nunca antes me ha llamado, y las razones
por las que podría estar llamando ahora están nadando en mi mente.
O una de las razones está nadando: podría estar llamando para pedirme una
cita. Las otras ideas se están ahogando en mi optimismo.
—De hecho, yo… —Hace una pausa, como si también estuviera nervioso, lo
cual, por supuesto, es imposible, pero ¿no sería bueno si pudiera dejarme pensar
eso? ¿Que está tan fuera de equilibrio a mi alrededor como yo lo estoy a su
alrededor?
En su vacilación, la tensión esperanzadora crece hasta que no puedo
soportarlo.
—¿Sí?
—Me preguntaba si estabas libre más tarde —dice rápidamente;
entusiasmado, tal vez—. Necesito verte.
—¿En serio? —Probablemente no sea genial cuestionarlo—. Quiero decir,
no, no lo estoy. O… ¿me preguntaste si estaba ocupada o si estaba libre?
—Sabes, ahora no lo recuerdo.
Dejo escapar una risita que suena muy parecido a las risitas de las chicas
colegialas.
—Bueno, lo que sea que dijiste, no estoy ocupada. Podría verte. Si quieres.
—Buena manera de sonar indiferente, Devi.
—Lo hago. —Su tono es tan bajo que casi no estoy segura que eso es lo que
dijo realmente. Pero añade, más fuerte—: Estupendo. Tengo una reunión ahora
mismo, pero ¿podría ser como a las tres?
De alguna manera logro hablar como un ser humano inteligente mientras
organizamos los detalles. Luego colgamos, y aferro el teléfono a mi pecho y suelto
un chillido inusual.
Dos mujeres haciendo jogging me lanzan miradas extrañas, pero ¿a quién le
importa? Ahora tengo que encontrar otra oficina de correos a la que afiliarme, y
tengo una cita con Logan O'Toole.

Cuando llego a la cafetería donde acordamos reunirnos, lo encuentro ya en la


fila de pedidos. Todavía no me ha visto, y aprovecho la oportunidad para
examinarlo. Lleva jeans y camiseta blanca, no demasiado ajustada, pero lo
suficientemente fina como para distinguir los músculos de su espalda. Estoy
abrumada por los recuerdos sensoriales: la forma en que olía, la forma en que sus
dedos se clavaron en mi mandíbula mientras sostenía mi cara, la forma en que su
lengua se sintió sobre mi piel, entre mis labios.
Me estremezco. Han pasado tres años, y aun así, el suyo es el único toque que
recuerdo.
Aparezco por detrás de él en la fila y empujo mi hombro contra la parte
posterior de su brazo.
—Hola, ahí estás. —Se gira para darme el abrazo que es estándar en Europa y
Hollywood, y tengo que contenerme para no suspirar audiblemente ni aferrarme
demasiado.
Estoy decepcionada cuando se aleja. Pero luego desliza sus ojos por mi
cuerpo, y creo que no me importaría si no me toca nunca más, siempre y cuando siga
mirándome como lo hace ahora. Su mirada es invasiva, caliente y exhaustiva.
De pronto me siento tímida, lo cual es extraño. Porque he estado desnuda con
Logan O'Toole, y sin embargo nunca me he sentido tan desnuda como ahora cuando
me mira. Mi atuendo es casual: pantalones cortos de color tostado y una blusa sin
mangas color crema. Pasé una eternidad eligiéndolo, pero echo un vistazo a mi
apariencia, intentando verme con ojos diferentes, imaginando lo que ve, y no puedo
entenderlo. La chica que veo es curvilínea y exuberante con oscuras facciones
exóticas y ojos penetrantes. Es hermosa, nunca he dudado de mi atractivo, pero en
comparación con las mujeres con las que pasa su tiempo a diario, soy más de lo
mismo de siempre.
Entonces, ¿por qué me está mirando como si nunca antes hubiera visto algo
como yo? ¿Por qué estoy tan segura que nadie más me volverá a mirar de esta forma
otra vez?
En un esfuerzo por romper la tensión deliciosa, pregunto:
—¿Llego tarde?
—No. Yo llego temprano. —Y todavía me está mirando como si pudiera
devorarme, y el aire en la tienda es sofocante, y mi ropa se siente pesada y apretada,
y no estoy segura de cómo podré estar un minuto con él, mucho menos una tarde
entera, y luego es nuestro turno en la caja, y finalmente rompe su mirada y puedo
respirar de nuevo.
Ordena primero y luego me hace gestos para que pida. Pido mi habitual café
americano negro y le doy al barista mi nombre. Logan paga y entonces nos
apartamos para esperar que nuestras bebidas sean preparadas.
Logan se mete las manos en los bolsillos y me dirige una mirada curiosa.
—¿Así que usas Devi todo el tiempo?
—Bueno, es mi nombre.
—¿De verdad? ¿Lo cambiaste legalmente o…?
—Así es como me nombraron mis padres. Son una especie de hippies. —Eso
es un eufemismo, pero no quiero asustarlo en la primera cita. Por otro lado, quizás es
mejor ser sincera—. De acuerdo, en realidad son hippies. No hay duda en eso. Creen
en la profecía autocumplida: nombran las cosas como quieren que sean.
—¿Querían que fueras una estrella porno?
—Querían que fuera una diosa.
—De acuerdo, entonces sí. —Él espera que me ría antes de decir—. Pero
Dare no puede ser tu apellido.
Sacudo la cabeza.
—No lo es. Es la abreviatura de Daryani. Mi nombre completo es Devi Arezu
Daryani. —He pasado por períodos tanto de orgullo como de vergüenza por tener un
nombre del Medio Oriente. Me encanta que sea único y exótico, pero los
estereotipos que viene con ello, no tanto. Me han lanzado insultos raciales en más de
una ocasión; desde jinete de camellos hasta mosquitos y bombardero nocturno. La
seguridad del aeropuerto es siempre un dolor en el culo. Juro que estoy en una lista
de vigilancia permanente, llevada aparte para búsquedas adicionales todas las
malditas veces.
Pero cuando le doy mi nombre completo a Logan, lo digo con dignidad. Es
imposible no sentir respeto por uno mismo con él. Incluso cuando sus ojos vagan a
otras partes de mi cuerpo, él parece atentamente interesado en lo que tengo que
decir.
—¿Qué significa Arezu? —Lo pronuncia muy bien para haberlo oído tan
rápido, ah-REH-Zaw, y ante el sonido de él diciendo una parte de mi nombre que
nadie suele intentar pronunciar por lo general me pone la piel de gallina. Desearía
que lo dijera una y otra vez. Desearía que lo dijera en un ambiente más íntimo.
Desearía poder oírlo gruñir y gemir y hacerlo suyo.
—Significa “anhelado”.
—Muy apropiado —dice en voz baja, y no tiene ni idea de la lucha que mis
padres tuvieron para tenerme, la serie de abortos espontáneos y rituales de fertilidad;
tengo que asumir que está flirteando, y miro hacia otro lado, repentinamente
caliente.
—¿Sabes por qué escogí O'Toole para mi nombre?
Me vuelvo hacia él.
—¿Por qué?
—Porque tengo un montón de O'Toole14.
—Muy apropiado —digo, porque es gracioso y porque quiero que sepa que
capté lo que insinuó.
La sonrisa que me da me hace sentir dolor en lugares en los que no debería
estar pensando en público.
Así que no pienso en ellos.
—¿Y Logan es tu nombre de nacimiento?
—No.
—¿Entonces cuál es?
Se estira más allá de mí para tomar las dos tazas de café de la barista.
—Nunca lo diré. —Me doy cuenta que habla en serio acerca de no decir nada
al respecto cuando inmediatamente pasa a otro tema mientras me dirige a una zona
de descanso en la esquina trasera de la tienda—. Hippies, ¿eh? Entonces, ¿están bien
con tu tipo de trabajo?
Me siento en una silla de mimbre.

14
O`Toole en este caso es un juego de palabras, porque “tool” en inglés significa herramientas y termina
diciendo que tiene un montón de herramientas.
—Están más que bien con eso. Me apoyan en todo lo que hago “siempre y
cuando esté feliz y satisfecha”. Lo cual es bueno. —Me doy cuenta de lo contrario
que es mi tono, y me siento obligada a explicarme—. Simplemente, a veces pienso
que sería mejor si fueran más padres normales y me dijeran qué hacer en su lugar.
La ceja de Logan se levanta a medida que se sienta frente a mí y coloca
nuestras bebidas en la mesa entre nosotros.
—¿Qué hacer con qué?
—No lo sé. Cualquier cosa. Todo. Mi carrera. La universidad. Mi vida. —Al
escucharme, me doy cuenta de lo joven que soy o lo mayor que es Logan, y de
repente me siento incómoda e inmadura—. Tal vez no soy muy buena en la adultez.
—Oh, la adultez es terrible. Recomiendo solo hacerlo cuando sea
absolutamente necesario. Así como, cuando estás sin ropa limpia o cuando estás
intentando decidir si ponerte o no un condón. Más allá de eso, deja la adultez a los
adultos.
Sonrío mientras inclino la cabeza para estudiarlo.
—Es extraño que alguien con esa filosofía opte por entrar en el negocio de las
películas para adultos.
—Pero ese es un término equivocado. El porno es la línea de trabajo menos
adulta que existe, a excepción de quizás, por ejemplo, ser payaso.
—Tanto respeto por tu trabajo —comento riendo—. ¿Siquiera te gusta lo que
haces?
—¿Me estás tomando el pelo? Lo amo jodidamente. Con juego de palabras y
todo.
Tomo un sorbo de mi café, disfrutando de lo fácil que es la conversación. He
visto casi todos los videos de Logan O'Toole, entrevistas y conversaciones sinceras,
así como sus películas porno. Y mientras ya me di cuenta que era encantador, es
muy diferente tener su encanto dirigido a mí. Se siente extrañamente íntimo, más
íntimo que tener sus labios en mis partes privadas, y quiero explorar esta intimidad
tanto como me permita.
—¿Qué es lo que amas de ello? Además de follar, quiero decir.
Su frente se arruga como si estuviera pensando, pero su respuesta llega con
bastante rapidez.
—Las horas son buenas. El dinero es decente. Las fiestas posteriores son el
mejor momento que hay, y hay de-poco-a-ningún-estigma por dormir con tus
compañeras de trabajo.
Mi corazón da un giro debido al guiño que me da y cualquier respuesta que
tenía se me escapa.
Afortunadamente, él todavía es capaz de conversar.
—¿Que pasa contigo? Solo te he visto en la pornografía lesbiana, a excepción
de la película que hicimos juntos. —Evita el contacto visual, mientras menciona
nuestra escena, y me pregunto si piensa que es amable o si es porque está pensando
en Raven. No ha pasado mucho tiempo desde que rompieron, y tengo una fuerte
sospecha de que ella es la culpable de su extraño comportamiento en la fiesta de
Vida.
No quiero a Raven en sus pensamientos, así que decido esquivar la referencia
a esa escena, y en el momento en que lo hago me doy cuenta que dijo que había
visto mi trabajo. Lo que no debería ser una sorpresa, dado que mucha gente ha visto
mi trabajo, y él está muy en sintonía con lo que está pasando en la industria.
Pero, oh Dios mío. Ha visto mi trabajo. ¿Cómo es que esa posibilidad nunca
ha pasado por mi mente, y por qué encuentro eso tan jodidamente caliente?
Sonríe, sabiendo que me ha hecho perder el equilibrio.
—Entonces, mencionaste tal vez hacer algo más corriente. ¿Te has decidido?
¿Vas a ampliar horizontes? —pregunta, una diabólica chispa en sus ojos. Otra vez,
juego de palabras.
—Tal vez. Si tuviera la oferta correcta. —Insinuación intencionada.
Se inclina y apoya sus codos sobre la mesa entre nosotros.
—¿Cómo luciría la oferta correcta? Tengo curiosidad.
Luciría como tú. Estamos flirteando, y si fuera realmente valiente, eso es lo
que diría. O, si quisiera un toque más recatado, podría decir: Haz tu oferta y te diré
si estás cerca. No es un caso de no tener réplicas rápidas, porque las tengo.
Pero incluso con la charla provocadora, no tengo una idea de lo que está
pasando entre nosotros, o lo que pretende que suceda, ni por qué me ha invitado a
salir, y la incertidumbre me lleva a ser cautelosa.
—Todavía no he decidido si estoy buscando oportunidad de un P o de una V.
Tenías razón acerca de una cosa, incluso aparte del anal, me gustaría sentirme
segura. Eso es importante para mí. No tengo ningún problema en quitarme la ropa y
follar a un extraño, pero tengo que poder opinar sobre todo lo que ocurre con mi
cuerpo tanto dentro como fuera del set.
—Por supuesto.
Relajo músculos que no sabía que estaban tensos cuando Logan no se pone
automáticamente a la defensiva con mi insinuación sobre que hay sets en el negocio
que no son seguros, especialmente para las mujeres. Demasiadas veces el
consentimiento se borra cuando la cámara se apaga y un hombre excitado no se
comporta nada diferente que cuando la luz de grabación estaba encendida. No es un
lado bonito de la industria, pero tampoco es nada nuevo, y, de hecho, hay muchos
profesionales dando pasos para cambiarlo.
—Aparte de eso… —considero—. Supongo que me gustaría sentir que estoy
haciendo algo importante o innovador. El trabajo de chica con chica que hago es
importante porque los productores con los que he elegido rodar son muy pro-
feministas y étnicamente diversos. Son audaces. Son progresistas.
Asiente.
—Eso no siempre es tan fácil de encontrar en el ambiente heterosexual.
—No, definitivamente no. —Me encojo interiormente cuando me doy cuenta
que aventurarme en la política en una primera cita no es el más sexy de los
movimientos. No voy a tener indulgencia o minimizar mis convicciones para
impresionar a un tipo, pero tengo que ser sensible al hecho de que estoy hablando de
su mundo—. Quiero decir, está mejorando. Creo. Espero.
—Creo que lo hace. Todavía hay trabajo por hacer —dice, y me siento
aliviada de que parezca sincero—. Siempre hay trabajo por hacer, pero me gustaría
decir que he visto un cambio, incluso en la década que llevo trabajando en la
industria. Me gustaría decir que he sido parte del cambio, y quiero ayudar a avanzar
aún más. No solo en términos de diversidad y seguridad, sino también en términos
de calidad artística.
Calidad artística no es una palabra de moda que haya escuchado en muchos
de los productores con los que he trabajado, y me sorprende que, aunque cuando las
películas de Logan siempre son tendencia, también tienen un nivel más profundo en
ellas y un montón de atractivo visual.
—¿Eres una de esas personas que echan de menos los largometrajes de la
vieja escuela?
—Sí. Y no. Es frustrante que cualquier persona con una computadora de
mano pueda hacer un porno ahora. Hay tantas escenas de sexo casero de mierda,
¿cómo puede una persona normal encontrar algo con calidad? Pero el gozo no es
completamente terrible —dice, refiriéndose al estilo de rodaje que pone al
cinematógrafo en la producción—. Hay tantas cosas buenas al respecto. Los ángulos
de la cámara, la intimidad, la espontaneidad, todas son cualidades que han avanzado
la industria y la han hecho más accesible al suscriptor de Internet promedio.
Entonces ¿qué es lo que le falta al porno de hoy en día que debería ser traído de
vuelta? No los costos de producción. O la mala actuación. ¿Historias? John
Stagliano insiste en que sus películas, a pesar de que son estilo gonzo, tienen una
historia. Y lo hacen, pero son como las películas del pasado. Los argumentos son
débiles e increíbles, y sí, sé que se supone que son fantasías, pero dime, ¿conoces a
alguien cuya fantasía sea Debbie lo hace con Dallas?
Hace una pausa lo suficientemente larga para que sacuda mi cabeza.
—Exactamente. Así que tenemos que mantener las técnicas de cámara, la
íntima calidad de filmación y el presupuesto ajustado, y luego obtener mejores
actores y argumentos.
Estoy anonadada mientras habla sobre esta cosa de la que es obviamente tan
apasionado, y mientras estoy pendiente de cada palabra, también estoy en algún
lugar fuera de mí, observando a este hombre que es tan ñoño y sexy y nada en
absoluto como la “típica” estrella porno. Ni siquiera tiene la apariencia tradicional
de protagonista de película. Está tonificado, pero es delgado, nada corpulento como
Rocco Siffredi o Bruce Venture, o híper masculino como Manuel Ferrara. Logan
tiene un porte limpio y está libre de tatuajes con su encantador rostro juvenil (y
guapo), y tal vez es por eso que es una fuerza de esta magnitud en este momento,
porque es fresco, diferente y real.
Bueno, eso, y también, es un dador.
Caigo en la cuenta que de todo lo que atrae de Logan, ésta es su parte más
sexy, esta parte de él que estoy viendo ahora. Esta parte de él que se preocupa por su
trabajo más allá del sexo. Esta parte de él que no es solo física, sino también
emocional y de corazón.
—Entonces, ¿preferirías que más del trabajo que haces sea bajo un guion? —
pregunto. Las películas que produce Logan ya trabajan sobre la línea entre lo
improvisado y lo trazado. Aunque las escenas en sí mismas, parecen ser orgánicas,
siempre comienzan con un monólogo que él mismo escribe. Es otro aspecto original
de su trabajo.
—Contratar a un buen guionista cuesta mucho, así que no es el camino a
seguir. Pero la realidad televisiva ha demostrado que las historias pueden ser
interesantes cuando no están escritas.
—Pero esas situaciones no son realmente “reales.” —Me pregunto si ésta es
una conversación extraña para una primera cita. Nunca he salido con otra persona
del negocio, así que mi experiencia es limitada—. Todos esos reality shows están
escenificados. Incentivados.
Se inclina hacia delante, ansioso.
—¡Correcto! Los productores unen a los personajes con la química que
requieren, porque saben que, basados simplemente en la psicología y en la conducta
humana, los “actores” reaccionarán entre ellos de una manera que es entretenida de
observar.
Se reclina hacia atrás en su silla de nuevo.
—Quiero decir, mira a The Bachelor y The Bachelorette. La gente enloquece
mirando los hombres y las mujeres “enamorarse entre ellos” en tiempo real. —Usa
comillas al aire cuando dice enamorarse entre ellos sugiriendo que cree, como yo,
que muy poco de lo que sucede en los reality shows es genuino—. Imagínate si
pudiéramos capturar esa esencia.
Entrecierro mis ojos, mientras sigo su línea de pensamiento.
—Entonces, ¿estás sugiriendo que la pornografía haga como The Bachelor?
—No un juego. Pero sí. Una cámara siguiendo a un hombre y a una mujer en
una serie de citas. La actividad sexual sería animada a progresar a un ritmo natural y
sería completamente a puerta abierta. Explícita. Caliente. Pero todo ocurre
orgánicamente, y si los sentimientos se desarrollan entre ellos, incluso mejor.
—En realidad, esa es una idea brillante. —Nunca he pasado mucho tiempo
pensando en dónde podría o debería ir el porno, pero escuchar a Logan hablar de
ello es realmente inspirador—. Es de vanguardia y, sin embargo, en la misma línea
hacia donde se dirigen las tendencias.
—Eso es lo que pienso. —Encuentra mis ojos, y tengo que concentrarme para
no retorcerme en mi silla. Su mirada es tan caliente, intensa y exigente. Es como si
quisiera algo de mí, y si yo supiera lo que es, tengo la sensación de que se lo
entregaría, sin vacilar.
—Entonces, ¿qué dices? —pregunta después de un momento.
—¿Qué digo sobre…? Espera. —Todo empieza a hacer clic en su lugar—.
¿Realmente me estás proponiendo este proyecto?
—Sí.
—¿A mí?
—Sí. Lo hago.
Entonces esto no es una cita.
Y la conversación no era sincera y real; era el preámbulo de esta propuesta.
Estoy atónita. Y sin habla. Principalmente porque estoy decepcionada.
Pero entonces dice:
—Te estoy preguntando si te gustaría ser parte de una revolución que asalte la
industria. —Y no puedo estar tan decepcionada como lo estaba, porque, aunque esto
no sea una cita, es una oportunidad. Una oportunidad para entrar en el mundo
heterosexual. Para ganar más dinero. Para trabajar más con Logan.
Tener más sexo con Logan.
Asaltar a la industria. ¿Es el destino que usara las mismas palabras que
utilizó LaRue Hagen?
Estoy halagada y nerviosa. Todo esto es surrealista, y no sé qué decir.
—¿Devi? ¿Qué estás pensando?
Antes que pueda responder, tengo que saberlo.
—¿Por qué no le preguntaste a alguien con más experiencia? Ni siquiera he
hecho ningún porno heterosexual desde la escena que hicimos. ¿Por qué yo?
Espero que sea por mi inexperiencia. Un proyecto como este es mejor con
una novata que podría ser preparada a lo largo del camino. Mi origen étnico también
ayuda. Si está tratando de ser innovador, un elenco étnicamente diverso es el camino
a seguir. Y si LaRue Hagen tiene razón, mi carrera está lista para “despegar”.
Naturalmente otros directores se darían cuenta.
Pero no da ninguna de esas respuestas como sus razones. En lugar de eso sus
rasgos se vuelven sombríos y sus ojos serios, y dice:
—Quiero que se sienta auténtico.
—¿Qué? —Estoy tan sorprendida que la palabra cae, entrecortada y
sorprendida.
—Quiero que sea real —dice con timidez—. Tan real como sea posible. Así
que…
No sé qué decir. No quiero decir nada y arruinar este momento increíble,
impresionante, extraño y surrealista. Quiero decir, me interesa. ¿Cómo puedo no
estarlo? Pero todavía estoy tan asombrada que no puedo responder de inmediato.
Entonces sonríe con esa encantadora sonrisa torcida suya, la que hace temblar
mis rodillas, incluso cuando estoy sentada.
—Vamos, Devi Dare —dice, y es como si estuviera ronroneando—. Haz
porno conmigo.
Y así es como paso de una carrera estable de chica con chica a hacer un show
de realidad artístico y sucio, con una estrella porno.
Traducido por VckyFer y LizC

Corregido por Masi

Una semana después

evi vive en el segundo piso, en un bungaló del tamaño de una caja de

D zapatos, que ha sido apiñado incómodamente entre dos apartamentos.


Y a pesar del ajustado espacio y la pintura fresca, noto que ella
desbloquea al menos cuatro candados antes de saltar por el pavimento hacia mi auto.
Sabía que el tipo de porno que ella hacía pagaba poco, pero no me había dado cuenta
de cuanto, y yo inmediatamente sentí una ola de extrañeza acerca de mi casa
inmensa, colina arriba en Laurel Canyon e incluso del auto en el que estoy ahora. Es
un Shelby Mustang Super Snake, y mientras no costó tanto como la mayoría de los
autos que yo veo en los Hills, aún estaría a un par de años de renta de un lugar como
este.
Pero no hay ninguna extrañeza en el rostro de Devi cuando ella abre la puerta
y se desliza en el interior.
—Bonito auto —dice, con genuina admiración, recorriendo con su dedo el
brillante tablero. Lleva el cabello suelto y arreglado en ondas surferas, cayendo
sobre sus hombros y bajando hasta su cadera, y lleva puestos los pantalones más
cortos que he visto, exponiendo sus piernas largas, bronceadas y tonificadas. Deslizo
mi mirada hacia abajo por la longitud de esas piernas hasta sus sandalias planas de
cuero, terminando en la elegante curva de su talón, y volviendo a subir hacia sus
muslos, esas firmes curvas de músculo que desembocan en su jugoso trasero; el cual
está apenas cubierto por esos pantalones cortos.
Veo el ligero tono de rosa en sus mejillas cuando ella se da cuenta que estoy
mirando con expectación su cuerpo, pero no me detengo. De hecho, muevo mi
mirada hacia su pecho, donde un pequeño top naranja apenas cubre su pecho. Ella
está usando un sostén azul claro, el tipo de sostén que dice primera cita, él tipo de
sostén que no anticipa sexo pero que tampoco desecharía la idea.
Ella es el paquete completo de diversión, verano y sexo, de la vecina de al
lado y la chica de mis sueños, y quiero sentarla en mi regazo y besarle el cuello,
mientras ella se sienta a horcajadas sobre mí. Quiero enredar mis dedos en su
cabello y dejar un camino de marcas desde su cuello hasta sus pechos, y quiero
follarla hasta que esté temblando por la necesidad de correrse, y luego quiero
dárselo… una y otra y otra vez. Me muevo en mi asiento, mi polla ahora dura y
apremiante, y yo me resisto a la urgencia de comenzar a acariciarla a través de mis
pantalones.
—¿Ves algo que te guste? —bromea.
—Sí, lo hago —respondo honestamente. Encuentro sus ojos sin el rastro de
una sonrisa en mi rostro, y ese sonrojo rosa se profundiza, y de repente estoy de
vuelta en la piscina de Vida, desesperadamente deseando besarla y también sabiendo
que yo tendría una gigantesca polla al hacerlo.
Contrólate, Logan. Esto aún es una escena, sin importar el poco sexo que
tengas esta noche, así que actúa como un maldito profesional. No por primera vez
desde que le conté la idea a Marieke, me pregunto cuáles son mis motivaciones aquí.
Esta se supone que sea una escena, una fantasía, una cita falsa, y me dije a mi mismo
que si realmente quería hacer que funcionara, necesitaba hacerlo con una mujer con
la que tuviera química.
Pero, ¿y si estoy haciendo solo esto porque quiero estar cerca de Devi?
Porque realmente quiero estar cerca de Devi. Mucho.
Pero, ¿cómo puedo estar seguro que estoy realmente listo para eso, que no
estoy detrás de Devi con motivaciones ocultas por despecho? Ella se merece algo
mejor que eso. Merece a alguien que esté detrás de ella porque es perfecta, no
porque odie a mi ex novia y odie la soledad que me persigue desde que ella se fue.
Quiero darle a Devi lo que se merece. Solo que no sé si puedo hacerlo aún.
Concéntrate, maldición. La necesitas para que este proyecto sea asombroso y
no la puedes espantar.
Esta noche se supone que sea nuestra primera filmación, nuestra primera cita
falsa, y quiero que todo sea perfecto, quiero que todo se sienta real, pero tampoco
quiero asustar a Devi con lo reales que las cosas son dentro de mí justo ahora. Aun
así. Incluso sabiendo que nuestro proyecto va a conducir al sexo, que en algún punto
de la próxima semana o la semana siguiente o la semana siguiente a esa, follaré con
Devi Dare, siento que mi piel está a punto de hacer combustión.
Concéntrate.
Extiendo la mano para tomar su cinturón, para colocarla en su asiento, el
dorso de mis dedos rozándose contra su pecho y traigo el cinturón hacia abajo y lo
encajo en su lugar.
Ella se estremece.
—No hemos comenzado a filmar aún, y ya estás comenzando con el juego
previo —bromea ligeramente, tratando de frotarse la piel de gallina en sus brazos.
—Siempre estoy listo —bromeo de regreso, esperando que no pueda sentir el
deseo conflictivo que está pulsando a través de mis venas. Me acomodo de nuevo en
mi asiento, enciendo el auto y meto la primera marcha. Pronto, ya estamos de
camino hacia el norte, manejando a través de la ciudad y hacia Pasadena.
—Entonces, ¿a dónde vamos? —pregunta Devi, inclinándose hacia delante
para manipular la radio.
—Una película en el parque —contesto, un poco orgulloso de mí mismo
porque ideé esta gran cita—. Una sesión doble de zombis: La noche de los muertos
vivientes y el despertar de los muertos.
Ella arruga su nariz.
—¿No es la Noche de los muertos vivientes realmente vieja?
—¿Vieja? —farfullo —. ¡Creo que la palabra que estás buscando es clásica!
Se ríe ante mi indignación, y ha pasado, en verdad, mucho tiempo desde que
he hecho a una mujer reír de verdad, y oh Dios mío, le dije que no iba a ver nada de
sexo esta noche. ¿Cómo voy a contenerme con eso?
Comienzo a hablar sobre películas para evitar decir o hacer algo estúpido
(como confesarle que tengo esta cosa loca por ella y que veo su pornografía casi
todas las noches). Y para el momento en que llegamos al parque, le he dado a Devi
un discurso de cuarenta y cinco minutos sobre el género de películas de zombi,
hablando de Romero a James Bond, y pasando por una pequeña joya llamada
Zombie Strippers.
—Deberías abrir tu propia escuela de películas —dijo Devi, mientras
estaciono el auto y saco mi cámara de la bolsa de atrás.
—No sé lo suficiente —admito —. Necesito ir a una escuela de cine.
—Entonces, ¿por qué no lo haces? —pregunta, dulcemente confundida, y me
doy cuenta que, en realidad, no tengo una respuesta para eso. Además del dinero, la
conveniencia, el miedo al fracaso y el hecho de que cuando eres bueno haciendo
algo, es difícil dejarlo. Murmuro algo sobre no tener tiempo, y me alegra que no
pueda ver mi rostro cuando bajo la mirada a la bolsa.
—Está bien —digo—. Voy a comenzar a filmar ahora, pero no te preocupes
por lo que digas o hagas. Estaba planeando que esta noche termináramos con nuestro
primer beso, pero no estoy del todo de acuerdo con esa idea, porque pienso que lo
mejor es que la noche tenga su propio curso y ritmo y no se sienta forzada. Y
recuerda, puedo editar cualquier cosa, así que no hay presión por hacerlo bien desde
la primera vez.
—Creo que solo quieres llevarme a más citas —comenta y ríe, y Dios, espero
no ser tan transparente. Porque quiero llevarla a más citas. Quiero llevarla a casa.
Incluso quiero presentársela a mi jodida familia, y ella no puede saber eso, o
pensará, con seguridad, que soy un acosador.
Así que solo le doy una gran sonrisa, y digo:
—Apuesto a que podría hacer que esas citas valgan la pena.
Presiono un par de botones, manipulo un par de configuraciones, y luego
salgo del auto y lo rodeo por el frente, abriendo la puerta de su lado. Tomo su mano
y la ayudo a salir, y ella se ve tan hermosa bajo la luz tibia de la tarde, ligeramente
bronceada y feliz. Mi polla, que se había dormido durante la sesión de Clase de
Zombie de Logan, se despierta cuando ella se estira y su blusa se sube justo por
encima de la cintura de sus pantalones, exponiendo un poco de piel dorada. Dios,
esos muslos, con esos músculos tonificados, y esos pechos tan llenos, altos y firmes,
al mismo tiempo.
Me golpea de inmediato lo joven que eso, solo veintiuno, apenas al final de
su juventud. Hay algo fresco acerca de ella, tan inmaculada, y luego la recuerdo
succionándome cuando ella tenía dieciocho; recuerdo como estaba pensando la
misma cosa entonces. Que debería sentirse mal que yo sea casi una década mayor,
que deberá de estar mal para cualquier hombre de mi edad, el sostener el rostro de
una chica legal y llenarle la boca con mi polla, pero ayúdame, dulce niño Jesús, la
inmoralidad solo lo hacía mejor.
Cuando finalmente hablo, mi voz tiene un sutil carraspeo.
—Devi —digo—. ¿No vas a decir hola?
Devi saluda con la mano, un poco tímida, lo cual es perfecto, y giro la cámara
hacia mí.
—Soy Logan O´Toole, y estoy aquí esta noche para llevar a esta dulce chica a
una cita. Nos conocimos hace unos años, haciendo un trabajo juntos, y luego
nosotros nos encontramos de nuevo… ¿dónde fue Devi?
Ella sigue el juego.
—En una fiesta hace un par de semanas. Saltaste a una piscina con toda tu
ropa puesta.
—Bueno, estaba un poco ebrio.
—Estabas totalmente ebrio. Y luego te hablé sobre una constelación y no te
dormiste, así que decidí que eras un buen tipo. Y té di mi número.
Me gusta esta versión de nuestro encuentro. No menciona nada sobre Raven y
nuestro beso frustrado; lo hace sonar como si fuéramos dos personas normales con
trabajos normales que van a citas de todas las formas normales.
Hablamos entre nosotros mientras descargo nuestras mantas y la nevera fuera
de la camioneta, y luego busco un buen lugar con una buena vista de la pantalla, un
poco de privacidad y sin abejas. (Soy alérgico, pero no se lo menciono a Devi; en mi
experiencia, al minuto en que mencionas que eres alérgico a las abejas, las personas
comienzan a ver esa escena de Mi Chica, y esa escena es un poco mata-erecciones,
para ser honesto).
Hago que ella me grabe mientras extiendo la manta y arreglo nuestros
cojines, y luego es la hora de que la película comience, así que apago la cámara por
un rato.
—¿Te gustaría algo de champán? —pregunto.
—Sí, por favor.
Busco el champán y me pongo a trabajar, y luego tengo uno de esos
momentos irreales, uno de esos momentos que se sienten perfectamente escritos y
bloqueados que se ven como una película en lugar de la vida real. El sonido del
corcho y el aburrido tintineo de las copas de vino de plástico que son en su mayoría
silenciados por los murmullos de los espectadores y el viento moviéndose entre las
ramas de los árboles y la hojas cubiertas de maleza. La pantalla frente a nosotros,
donde la película en blanco y negro muestra a una chica rubia corriendo por un
camino de tierra, para escapar de un zombi. El pesado sonido de la banda sonora
escuchándose a través de los altavoces, y la brisa ligera de la tarde y la calidez de
nuestra piel. La mano de Devi está suspendida en el aire, detenida en el acto de
tomar la copa, su rostro girado hacia la pantalla, sus ojos amplios y sus labios
abiertos, totalmente absorta.
La observo mirar la película, con una sonrisa en mis labios. Ella da un
pequeño respingo de sorpresa cuando el zombi golpea contra la ventana de la casa
de la granja donde la chica se ha ocultado, y luego me muestra una risa cohibida,
mirándome con vergüenza.
—No te sientas mal —digo, entregándole la copa de plástico de champán—.
Solo es una película de los años cincuenta y estás sentada en un parque a la luz del
día con quinientas personas más. Cualquier persona sana tendría miedo en tu
posición.
Me saca la lengua, juguetonamente e incitándome al mismo tiempo, porque
recuerdo cómo se sintió esa lengua en mi polla.
—Ten cuidado al sacar esa lengua —le advierto bromeando—. Alguien
puede intentar darle un buen uso.
Me arroja una mora y luego gira su atención de regreso a la pantalla, tomando
un sorbo de champán. Unos minutos después, está jadeando y sobresaltándose del
susto, sustos que son tan torpes y antiguos que en realidad no han asustado a nadie
desde 1968, si es incluso entonces los asustaban.
Pero Devi está completamente concentrada en la película, mordiéndose los
labios a medida que los personajes principales fortificaban la casa de la granja,
estremeciéndose cada vez que un zombi aparece en la pantalla. He visto esta película
al menos quince veces en mi vida, pero verla de nuevo con ella es como verla por
primera vez, y recuerdo verla como un niño de ocho años muy tarde en la noche,
cuando mis padres estaban jugando a las cartas con sus amigos y me daban el
reinado total del sótano con el VCR. Recuerdo el miedo, la ansiedad, la constante
espera de que pudiera o no sobrevivir si el zombi llegaba y rodeaba la casa donde
estaba.
—Sabes, todos los efectos de sangres fueron hechos con jarabe de chocolate
—comento.
Ella agita su mano y hace un sonido para silenciarme. Y luego otro repentino
ataque zombi sucede en la pantalla y salta justo a mi lado, sus dedos como garras en
mi muslo. Envuelvo un brazo alrededor de sus hombros, divertido, y ella se relaja
gradualmente, pero su mano permanece en mi pierna y su cabeza descansa contra mi
hombro, el sol y el olor a canela llenando el aire. Está muy concentrada en la
película, la tensión atravesando su espalda y sus brazos, pero estoy concentrado en
ella. En la forma en que la tenue luz del sol ilumina su cabello castaño. En la forma
en que se adapta tan perfectamente a mi cuerpo, dos mitades del símbolo ying y
yang colocadas juntos.
¿De qué estaba tan preocupado antes? Me gusta Devi. De hecho, me estoy
preguntando si me estoy enamorando de ella un poco mientras estamos sentados
aquí viendo esta película de zombis en el parque, con el champán aun burbujeando
en nuestras lenguas y su cabello derramándose sobre su espalda y mi brazo,
rozándose contra mi cuello y rostro por la brisa.
Nunca me he sentido de esta forma, así de relajado, emocionado y nervioso al
mismo tiempo, ni siquiera cuando estaba saliendo con Raven, y es como si el simple
pensamiento de eso me quitara un enorme peso de mis hombros. Lo que siento por
Devi es un punto y aparte de lo que sentí alguna vez por Raven… y mucho mejor.
Todas las cosas que me dije antes: que mi corazón no era lo suficientemente
claro para comenzar a perseguir a Devi, que sería poco profesional dado que
estamos en nuestra falsa primera cita, todo se aleja volando con la brisa.
En su lugar, solo me quedo con la cálida certeza, de este sentimiento como un
globo que se expande en mi pecho. El momento de película aún está aquí, aun
ardiendo, clarificando el presente, y la única cosa que debería ocurrir a continuación,
que debe ocurrir a continuación, es besarla. Girando su rostro hacia el mío y
encontrando sus labios, y besándola con el fondo de la película en la pantalla.
Me olvido de la cámara, del trabajo que se supone que tenemos que hacer, del
hecho de porque razón le pedí a Devi hacer este proyecto conmigo, que era
asegurarme de que cosas como nuestro primer beso tuviera química y que debería de
asegurarme jodidamente de filmar esto… pero todo está olvidado, excepto el
sentimiento de mi piel contra la suya, mientras alzo mi mano y la deslizo a lo largo
de su columna, para colocarla en su cuello.
Siento como traga contra mi mano, y luego lentamente gira su cabeza hacia
mí, sus ojos marrones se encuentran con los míos y mi mano se mueve para sostener
su rostro. Sus pupilas son como unas grandes piscinas negras bordeadas de dorado, y
sus labios comienzan a separarse.
—Logan… —suspira.
Inclino mi rostro más cerca del suyo, mi corazón latiendo rápidamente.
—¿Sí?
Nunca me enteré de lo que iba a decir porque su teléfono comienza a vibrar
ruidosamente en la esquina de la nevera portátil, bzz, bzz, mientras la metálica y
digital voz de Rihana comienza a cantar las líneas iniciales de “Work”.
Devi se sonroja profundamente y luego alcanza su teléfono, apartándose de
mí y dejando mi cuerpo ardiendo con la repentina ausencia de su toque. Unas
cuantas personas, situadas sobre mantas alrededor de nosotros, nos miran con
desaprobación mientras Devi lucha por silenciar su teléfono.
—¿Work? —pregunto, con una ceja alzada, mientras ella finalmente logra
silenciar la llamada. Sin embargo, su pantalla sigue iluminada y justo cuando
consigo vislumbrar con una mirada el nombre en la pantalla, Sinner´s Playpen, ella
me contesta:
—Es mi tono de llamada para asuntos de negocios. Mi agente, otros actores y
personas como esas. Oye, ¿estás bien?
Me mira interrogadoramente, su teléfono aún iluminado en su regazo, asiento
y me aclaro la garganta, mientras me aparto con el pretexto de tomar más champán,
pero realmente dándome a mí mismo más espacio.
Sinner´s Playpen es uno de los estudios de web más grandes que hay ahora, y
si ellos están llamando a Devi, entonces debe significar que o bien están interesados
en ella, o bien su agente les ha hecho saber que ella está interesada en ellos, lo cual
solo es significativo porque Sinner´s Playpen se especializa en porno duro.
Porno heterosexual duro. Ella realmente se está moviendo más ampliamente
en su carrera, no solo conmigo.
Devi pronto va a ser follada por otro hombre.
Y al momento en que vi el nombre en la pantalla, mi sangre se calentó con los
celos más intensos imaginables, celos como ácido consumiendo mis venas. Y al
momento en que reconocí los celos, siento como la pena, la lástima y la lógica me
recorren. ¿Quién demonios soy yo para que me importe qué otros trabajos tenga
Devi? Ya sabía que estaba pensando en alejarse del porno lésbico, y fue por eso por
lo que sentí que debía pedirle que hiciera este proyecto conmigo, y estaría más allá
de lo poco razonable (sería raro y loco) asumir que nuestro proyecto sería el único
que ella haría. Después de todo, tiene cuentas que pagar, e incluso aunque tengamos
algo, nunca esperaríamos que el otro dejara de trabajar. Raven y yo nunca
desaceleramos nuestras carreras por el otro cuando estábamos saliendo; si salías con
otra estrella porno, ambos tienen que respetar el trabajo. Nunca diría que era fácil de
hacer, pero ¿había otra alternativa? ¿Abandonar una carrera que disfrutas y de la que
has hecho una forma de vida? No sé si alguna vez conoceré a alguien que valga eso.
Excepto.
Excepto, excepto, excepto.
Excepto justo ahora, cuando no puedo forzar fuera la adrenalina llena de
enojo de mi sangre, cuando no puedo hacer que mi respiración regrese a la
normalidad, no como el estado de hombre de las cavernas. Nunca había sentido este
grado de celos solo por la posibilidad de una chica haciendo una escena, y todo lo
que quiero hacer es llevarla a una cabaña de playa donde podamos vivir para
siempre sin que algunos de los dos toque a otro ser humano jamás… ¡Contrólate,
O´Toole!
Tomo una gran respiración. Estoy siendo un total y completo hipócrita. Si
sacara el calendario de mi teléfono justo ahora, vería escenas puestas para casi todos
los días de la semana. ¿Cómo es que tenía el valor de estar celoso de Devi
trabajando, cuando yo estaba planeando follar a siete mujeres diferentes en los
próximos cinco días?
Me aclaro la garganta.
—Estoy bien —digo, entregándole otra copa llena de champán—. Solo estoy
sediento.
—Está bien —dice, sus ojos y su voz llenos de confianza implícita que no me
he jodidamente ganado, y maldición, eso me golpea directo en el pecho.
¿Qué me está pasando ahora mismo? Mierda, tengo que recomponerme,
mental, emocional y espiritualmente también, ya que espiritual es la única palabra
que se me ocurre para definir exactamente en qué nivel Devi Dare me afecta.
Agarro la cámara, porque esa es la única cosa que sé con seguridad me
pondrá de nuevo en terreno plano. Pero cuando la estoy encendiendo, ella apoya una
mano en mi hombro.
—Logan —dice—. Solo quería que supieras que… esta es la mejor cita falsa
en la que he estado.
El sol se está poniendo detrás de ella, pintándola en naranjas y lavandas, y no
puedo evitar las palabras que digo a continuación, más de lo que puedo ayudar a mi
dolorosa erección o los celos aún calientes.
—Yo también, pero… supongo que también desearía que esto fuera una cita
real.
Tal vez es la leve amargura en mi voz o la obvia lujuria, pero sus ojos se
abren de par en par y cuando lo hacen, me doy cuenta del maldito error monumental
que acabo de hacer. Cree que está aquí como una colega, una compañera, tal vez una
amiga, pero acabo de dejar claro que tengo sentimientos por ella, y eso es tan poco
profesional, por no hablar de estúpido, y mierda, mierda, mierda.
—¿Logan? —pregunta.
Tengo tres opciones. Puedo huir, fingir que tengo que mear o algo así, o
puedo ignorarla y seguir metiéndome con la cámara. O puedo enfrentarla y
disculparme. Y por más que ansío huir, me vuelvo para enfrentarla.
—Lo siento —me las arreglo para decir—. Eso no estuvo bien de mi parte, y
no debería haberlo dicho, y simplemente deberíamos olvidarlo. ¿Podemos olvidarlo?
Su boca se abre y cierra, y mira hacia otro lado, y me siento aún peor por mí,
y mierda, algo aún más poco profesional sale de mi boca.
—¿Recuerdas nuestra escena hace tres años?
Su expresión cambia, un destello de esperanza expuesta enseguida se
transforma en algo cerrado y cauteloso. Me da un solo gesto de que, sí, recuerda.
Sé lo que quiero decir. Pienso en ello todo el tiempo… pienso en ti todo el
tiempo. He tenido un flechazo por ti durante tres años, y ahora en el lapso de dos
horas, he decidido que me estoy enamorando de ti.
Pero mi sentido de autopreservación finalmente reaparece, y pienso
rápidamente, siendo ambiguo alrededor de la verdad.
—He querido hacer otra escena contigo desde entonces. —Esa es la verdad,
al menos, es solo una parte de ella—. Eres tan jodidamente sexy, Devi, y por eso
tenías que ser tú para este proyecto. He estado deseando filmar contigo otra vez
durante tres malditos años.
Si estaba esperando que esta explicación la distrajera del deseo de que esto
fuera una cita de verdad, estaba equivocado. No satisface sus preguntas, puedo
verlo en sus ojos, en la forma en que ella me da otro asentimiento mientras presiona
sus labios entre sí.
Me lanza una tenue sonrisa a medida que vuelve a la película.
—También estoy feliz de estar filmando contigo —dice, mirando hacia la
pantalla y sin mirarme a mí. Hay unos sólidos dieciséis centímetros de manta vacía
entre nosotros y ella abraza sus rodillas contra su pecho, tan cerrada como una
persona puede estar frente a otra.
Se ve tan joven de nuevo, joven y vulnerable. Y eso solo me hace más
miserable.
—Bien —digo débilmente, inútilmente, y también intento volver mi atención
a la película. Excepto que hay esta nueva distancia entre nosotros, esta nueva
extrañeza, y no puedo decir si está enojada conmigo por ser tan obviamente
deshonesto con ella o enojada conmigo por ser tan poco profesional. Por lo que sé, a
pesar de su dulce coquetería, puede estar viendo esto como un trabajo más y acabo
de hacerla sentir muy incómoda al confesar mis sentimientos. Soy como el jefe de
los años cincuenta acosando a su secretaria.
Mierda.
Enciendo la cámara y me concentro en la filmación durante el resto de la
noche. Y aunque está obviamente molesta y distante, se enciende para la cámara,
sonriendo y bromeando en todos los momentos correctos. La filmo sobresaltándose
en las partes asustadizas de la película, brindando con champán conmigo, tumbada
sobre su espalda mientras yo froto sus pies descalzos con una mano. Termina La
noche de los muertos vivientes y empieza El despertar de los muertos, y consigo
varias tomas sorprendentes de ella riendo, de ella observando la película con su
cabeza en mi regazo.
Pero es todo con la cámara encendida, todo para el proyecto.
Cuando planeé este proyecto, planeé que esta noche terminara con nuestro
primer beso, pero ahora no puedo imaginarlo. Ni siquiera quiero que suceda cuando
hay esta extraña tensión entre nosotros… tendrá que ser más tarde. Otro día, cuando
ella se olvide de cómo me abalancé sobre ella espeluznantemente cuando se suponía
que debíamos estar trabajando.
Alrededor de la medianoche, la película termina y se encienden enormes
focos, iluminando cada hoja de hierba y tronco de árbol en agudo y duro alivio.
Juntos, Devi y yo empacamos nuestras cosas y las llevo de vuelta al Shelby, y me
aseguro de abrirle la puerta cuando llegamos al auto.
El viaje de regreso a El Segundo es tranquilo. Devi encuentra un poco de
Halsey en mi teléfono y lo reproduce a través del estéreo del auto. La autopista es
amplia y fácil, la luz blanca se agrupa en el hormigón, el cielo luce de un suave
púrpura por encima de nosotros. Conducimos por la ciudad y hasta su vecindario,
que todavía está bastante despierto a esta hora de la noche.
No hablamos.
Termino en su camino de entrada, deteniendo el auto, y el silencio resultante
tiene el tipo de peso que puede colapsar puentes.
—Yo, um. —Mi voz es fuerte en el auto tranquilo—. Tengo que filmarnos
despidiéndonos.
—Por supuesto —dice ella suavemente.
Saco la cámara y la enciendo.
—Ojalá supiera lo que estabas pensando —digo de repente, mi dedo se cierne
sobre el botón de grabación—. Siento como si hubiera hecho el ridículo esta noche,
y quiero arreglarlo, pero no estoy seguro de cómo hacer eso. ¿Puedo decir que lo
siento de nuevo?
Se vuelve hacia mí. Sus ojos son inescrutables en la oscuridad.
—Logan, me dijiste que crees que soy tan sexy que has estado deseando
trabajar conmigo durante tres años. No hay nada de qué disculparse.
—Siento que fue poco profesional, y no quiero ser el tipo espeluznante
intentando conquistarte cuando se supone que estamos haciendo un trabajo, y si no
te sientes cómoda haciendo el beso esta noche o incluso continuar…
—Logan. —Su voz me hace detener, es tan grave y seria y diferente a ella—.
Por favor, detente. No hiciste nada malo, y no quiero dejar el proyecto.
—De acuerdo —digo, respirando aliviado—. Todavía creo que tal vez
deberíamos esperar para el beso. No quiero que se sienta… planeado. ¿Tal vez solo
una despedida para esta noche?
—Lo que quieras —murmura. ¿Hay decepción en su voz?
Sé que es decepción lo que yo siento, aunque sé que es lo mejor. Pero este es
nuestro segundo beso frustrado, y no sé cuánto tiempo más puedo refrenarme para
besarla.
Golpeo grabar y pongo la mano en el tablero, con el objetivo de manera que
los dos estamos en el marco.
—Devi, estoy tan contento de que salieras conmigo esta noche. ¿Te sientes
como una experta en películas de zombis ahora?
Ella suelta una pequeña risa.
—Supongo que se podría decir eso, aunque biológicamente encuentro todo el
escenario una broma. Los zombis son cadáveres y sus estómagos en descomposición
no podrían metabolizar los nutrientes… y necesitarías nutrientes para la función
muscular. Incluso si algo reanimara un cadáver, no sería capaz de tener un
movimiento dirigido a largo plazo.
Parpadeo hacia ella.
—Guau.
Se encoge de hombros, como si no fuera gran cosa saber todo esto sobre la
función metabólica y la reanimación.
—Sabes, no mencionaste nada de esto durante la película.
—Bueno… durante la película, en realidad estaba un poco asustada —admite.
—Aunque, espero que eso no signifique que te he asustado tanto como para
no tener otra cita. —La miro desde debajo de mis pestañas (tengo pestañas muy
buenas para un hombre)—. Realmente lo pasé bien esta noche, y me gustaría volver
a verte, ¿si me lo permites?
Por un momento, intento verter todo en mi mirada, para demostrarle que en
realidad quiero decir estas palabras, que no solo estoy diciéndolo para la película. Si
las cosas fueran diferentes y esta fuera nuestra primera cita real…
Sus ojos se ven dorados oscuros y suaves cuando devuelve mi mirada.
—Me gustaría eso —responde tímidamente, y mi corazón salta una vez antes
de recordar que ella también está actuando.
—De acuerdo —digo.
—De acuerdo —dice ella de vuelta con una sonrisa. Rompe nuestra mirada,
extendiéndose para desabrochar su cinturón de seguridad.
Pone su mano en la manilla de la puerta y luego me mira. La luz de su porche
es suave y amarilla, rellenando partes del Shelby con un tenue resplandor que
resplandece su piel de caramelo en un bronce oscuro.
—Si sirve de algo —dice en voz baja—, aún quería hacer lo del beso esta
noche.
Y entonces la puerta se abre y se ha ido, y estoy mirando fijamente hacia
adelante, la luz roja de grabación en la cámara parpadea en el borde de mi visión
como una recriminación silenciosa, un marcador evidente de cada segundo que dejé
a Devi alejarse del auto con esas como las últimas palabras dichas.
Porque cuando lo dijo, no estaba usando la voz cansada de una modelo porno
experimentada, no estaba usando la voz cariñosa de una amiga. Me estaba diciendo
algo real, algo personal.
Por supuesto que sí, idiota. Quería besarte esa noche donde Vida,
¿recuerdas?
Golpeo el volante fuertemente con la palma de mi mano, la frustración
surgiendo en mi interior. También quería besarla esa noche, y quiero besarla en este
momento, y no hay razón para que no deba correr detrás de ella y mostrarle
exactamente cómo me siento, excepto quizás que hay muchas razones para no
hacerlo.
Golpeo mi mano contra el volante tres veces más, con un gruñido bajo en mi
pecho.
A la mierda. A la mierda tratar de hacer lo correcto, porque solo hay una cosa
que quiero hacer ahora mismo y Devi acaba de decirme que ella también lo quiere.
Desato mi cinturón de seguridad y abro la puerta de mi auto en tiempo récord,
llamando a Devi por su nombre a medida que cierro la puerta y avanzo hacia
adelante. Está casi en su porche pero se detiene y se vuelve para mirarme.
—¿Qué pasa? —pregunta, dando un paso hacia mí.
Doy un paso por mi cuenta, no estoy seguro de qué decir, así que
simplemente alzo mi mano. Ella la mira y luego a mi cara, que sé que debe ser un
lío: lujuria y vacilación, preocupación y atracción pura. Pero veo el pulso palpitar en
su cuello, la forma en que sus labios se separan mientras me mira, y ella se adelanta
y desliza su mano en la mía.
Lo uso para tirar de ella un poco más cerca de mí, juguetonamente,
cuidadosamente, y luego digo:
—He estado deseando besarte toda la noche. —Y presiono mis labios en los
de ella.
Siento su mano temblando en la mía, siento que sus labios ceden a mi beso, y
por un perfecto momento suspendido, estamos besándonos, el casto tipo de beso que
ves en los espectáculos históricos de PBS, el beso de Disney Channel, donde es solo
nuestros labios tocándose, solo nuestras manos unidas. Es puro romance, y me
siento muy cursi y distinguido cuando me alejo y ella me mira con una sonrisa
aturdida.
—Supongo que nos veremos —dice, un poco sin aliento, y respondo con un
muy articulado—: Sí. —Y luego me aprieta la mano y regresa a su puerta.
Y entonces estoy parado junto al maletero de mi auto como un idiota, porque
mis labios aún están hambrientos por ella, mi cuerpo sigue clamando por su toque, y
mi mente es este bucle agitado con los detalles de nuestra cita y sus ojos ámbar y
nuestra escena de hace tres años. Y ese beso no fue suficiente, no podía ser
suficiente. Y luego estoy disipando la distancia hasta su puerta principal en largos
pasos rápidos; ella está frente a la puerta tratando de buscar a través de su enorme
masa de llaves; la agarro por el hombro y la hago girar, estrellándola contra la puerta
y acercando mi boca a la suya con la clase de ferocidad que aterrorizaría a la
mayoría de las mujeres. Devi Dare jadea en mi boca, y me adentro en ella, mis
manos vagando agresivamente de su cuello a sus tetas y luego finalmente hasta su
culo, donde la levanto sin esfuerzo. Ella envuelve sus piernas alrededor de mi
cintura, y la empujo con fuerza contra la puerta, ambos gimiendo al momento en que
mi erección finalmente se presiona contra el lugar donde ella más me quiere.
Y entonces separo sus labios con los míos y finalmente, finalmente la
saboreo; su beso el mismo sabor dulce que recuerdo de hace tres años, con solo una
pizca de champán añadido.
Sus manos están en mi cabello, tirando con fuerza, y lo siguiente que sé es
que está empujando mi cabeza hacia un lado y mordiéndome el cuello como un
vampiro, dejando un rastro de fuego profundo desde mi clavícula a mi mandíbula. Si
antes estaba duro, ahora estoy como el granito, mi polla tratando de agujerear un
agujero a través de mis pantalones.
Le devuelvo el favor y me muevo a su cuello, mordiendo y chupando hasta
que ella está frotándose en mi polla tanto que sé que voy a tener quemaduras por
fricción más tarde, aunque pagaría ese precio y mucho más para tenerla pegada
contra una puerta de nuevo. Ella está diciendo mi nombre una y otra vez, Logan,
Logan, Logan, y por el segundo más breve, desearía que supiera mi nombre real (y
entonces me alegro que no lo sepa porque es un nombre terriblemente estúpido).
Encuentro su boca de nuevo, y me tomo mi tiempo con este beso, grabando
cada detalle y sensación en mi memoria. La suavidad de sus labios, el satén húmedo
de su lengua, la manera en que jadea para respirar cuando nos separamos.
Sus dedos en mi cabello y sus talones clavándose en mi espalda, y en todas
partes, a mi alrededor, está su olor a canela y la sensación de su cabello rozando mi
piel. He follado a cientos de mujeres, literalmente cientos, y nunca, jamás he
compartido un beso como éste, nunca he sentido como una mujer estaba sacando mi
alma de mi cuerpo a través de mi boca, como una mujer podría conocer toda mi
mente solo al presionar sus labios en los míos.
Pero eso es lo que siento ahora, como si Devi hubiera magnetizado algo
dentro de mí, y ahora cada átomo de mi cuerpo está siendo atraído hacia ella, una
atracción ionizada que no puede ser combatida, no puede ser impedida, solo puede
ser atestiguada.
Y entonces me veo a mí mismo en este momento, mi mano acariciando uno
de sus senos perfectos, mi camisa alzada y arrugada hasta mi pecho mientras las
puntas de sus dedos recorren senderos ansiosos, desesperados por encima de mis
abdominales. Y es entonces cuando me doy cuenta que ella está tan atrapada como
yo en esto. Ahí es cuando me doy cuenta que ella está tan hambrienta, tan
necesitada, tan excitada, y el pensamiento arrastra al hombre de las cavernas de su
escondite. Balanceo las caderas contra ella una vez más y sus muslos se aprietan y
grita, sus ojos cerrándose.
Podría hacerla correrse de esta forma. Demonios, yo podría correrme de esta
forma, como un adolescente, en celo y con la ropa puesta, gruñendo y jadeando. Y
estoy tan ido que casi me rindo, mis bolas pulsando por la liberación, mi mente
ansiando ver su cara cuando ella se corra.
No sé de dónde saco el control para detenerme, para bajarla suavemente a sus
pies y plantar un último y persistente beso en su boca, pero sé que se trata ante todo
de mi renuencia a usarla, a presionarla. Este beso ya estaba tan fuera de los límites
de lo que está bien, profesional y emocionalmente, y aunque finalmente siento que
puedo tocarla sin el fantasma vengativo de Raven hostigando mis pensamientos, no
quiero ir de cero a sesenta en una noche. Ese es el problema con mi trabajo a veces.
Estoy tan acostumbrado al cotidiano sexo día a día de trabajo que he olvidado cómo
tomarlo con calma. Sí, en una escena puedo tomarme mi tiempo… por un par de
horas. Pero no he tardado días ni semanas para llegar al momento cumbre de las
relaciones sexuales desde… bueno, desde la secundaria.
Quiero asegurarme que Devi esté cómoda con esto, con nosotros, antes de ir
más lejos. Y quiero asegurarme de que, si ella está de acuerdo con ello, haré que
cada segundo de esta cosa sea tan alucinante y deliciosa como sea posible.
Nos separamos lentamente y sus ojos se abren gradualmente, aunque todavía
están medio encapuchados con excitación y necesidad insatisfecha.
—Jesucristo —suspira—. En serio sabes cómo besar a una chica.
Intento no regodearme, pero lo hago un poco.
—Lo sé —respondo, mostrándole una sonrisa.
—Lo digo en serio. Podría morir ahora y ser feliz. Aquí yace Devi Dare,
asesinada por un beso.
Sinceramente creo que también podría morir ahora y ser tan feliz, y le digo
eso. Luego agrego:
—Pero el mío diría: Aquí yace Logan O'Toole, y entonces habría como siete
emoji de berenjena por debajo de eso.
Ella se ríe, un sonido flotante y feliz que no hace nada para ayudar a relajar
mi pecho o el dolor en mi ingle. Estoy tan devastado por esta chica, que significa
que estoy muy jodido en este momento.
Totalmente jodido.
Me inclino hacia delante y apoyo mis manos contra su puerta, con una mano
a cada lado de su cabeza para que así ella esté atrapada sin que yo la toque, y
entonces, llevo mi cara a la suya y le doy el beso más suave y ligero posible… en
realidad, solo un roce de labios.
Ella se estremece, su respiración se acelera.
—Nos vemos pronto —murmuro contra sus labios—. Lo prometo.
—Está bien —murmura, y me enderezo, metiendo un mechón de cabello
detrás de su oreja cuando lo hago.
—Buenas noches, Logan.
—Buenas noches, Devi.
Y aunque es físicamente doloroso hacerlo, me doy la vuelta y la dejo en su
porche. Es solo cuando llego de nuevo al Shelby y arranco el auto, que noto la luz de
grabación en la cámara aún intermitente, y también me doy cuenta que estaba
dirigida a la ventana trasera, lo que habría dado una visión directa al porche de Devi.
Recojo la cámara y rebobino a través de las imágenes, con una enorme
sonrisa plasmada en mi rostro, cuando me doy cuenta que todo el momento, el
primer beso casto y luego yo persiguiéndola, fueron capturados perfectamente en la
cámara. Un poco distante, tal vez, un poco fuera de foco al pasar a través de la
ventana, pero eso solo se suma a la realidad del momento, muy al estilo cine verité.
La sonrisa no deja mi rostro en todo el camino a casa. Besé a una chica que
realmente me gusta y filmé una escena impresionante. ¿Qué podría ser mejor que
eso?
Traducido por LizC

Corregido por Masi

odavía puedo sentir el poder de ese beso al día siguiente. Y la noche

T siguiente también.
Al día siguiente, juro que mis labios todavía están hinchados, y
mis piernas se sienten como si fueran a ceder cada vez que pienso en
la boca de Logan invadiendo la mía, mientras su cuerpo se presiona contra mí con
un deseo tan obvio y crudo. Lo habría invitado a entrar, demonios, lo habría dejado
follarme contra mi puerta, y casi lo hice.
Pero. El programa.
Hay un contrato, y aunque no dice nada que prohíba follar contra mi puerta
después de filmar el primer episodio, hay estipulaciones que sugieren que no sería
en el mejor interés del proyecto. Y este proyecto es tan importante para Logan. Él
pasó varios días discutiendo los detalles a través de mi agente, y estoy contenta con
el arreglo resultante. Habrá siete episodios en total, cada uno aproximadamente de
cuarenta a sesenta minutos de duración, y progresando en la actividad sexual y
romántica.
La historia de una joven pareja de Los Ángeles será improvisada y
espontánea, pero el director/guionista/camarógrafo (también conocido como Logan)
explicará brevemente dónde y hasta cuánto le gustaría que cada escena fuese al
principio de cada rodaje. Y si tengo alguna objeción, debo decirlas entonces.
La serie, que será filmada en su totalidad antes de ser transmitida en el sitio
web de Vida Gine, finalmente ganará la etiqueta de porno hardcore, a menos que las
escenas no lleguen naturalmente a eso. Y lo harán, si Logan o yo tenemos algo que
decir al respecto. Habrá poco o nada de perversión o fetiche, y toda actividad sexual
debe ser exclusivamente entre nosotros dos. Las cláusulas habituales de seguridad
fueron escritas para protegernos a ambos (pero en su mayoría, las mujeres de la
industria son generalmente víctimas de agresión no consensual), y cada uno de
nosotros presentó y aprobó las listas de límites de cada uno. La mía detallaba los
fluidos que consideraba aceptables, la suya especificó no hacer cosquillas, sobre
todo en sus pies. Al parecer, cuando se le hace cosquillas, Logan O'Toole llora.
Cuando leí ese último fragmento de información, inmediatamente tuve que enviarle
un mensaje de texto. Nunca he fantaseado con hacerte cosquillas. Y ahora es todo
en lo que puedo pensar.
Su respuesta había sido: Al menos estás pensando en mí.
¿Alguna vez no lo hago?
Así que, con el coqueteo y los mensajes de texto, y la forma en que me miró a
lo largo de nuestra cita con ojos hambrientos, ya estaba bastante segura que él me
deseaba. Incluso cuando casi me dejó marchar, sabía que él atravesaría el camino.
Y entonces, ese beso…
Maldición, ese beso. Fue increíble porque era tan real. No estaba actuando, ni
fingiendo. No era un espectáculo de ninguna clase, aunque el resto de la noche
hubiera sido todo sobre la serie, todo sobre la cámara.
Nuestra dinámica y diálogo en el parque dictado por esa pequeña luz roja.
Pero entonces salí del auto y me fui, y él me persiguió sin la cámara en la mano. La
escena había terminado, pero él quería mis labios tanto como yo quería los suyos, y
así él había dejado la cámara detrás y me reclamó para sí mismo. No por Vida, Lelie
o por el arte, sino por Logan.
Mierda, me pone mojada solo pensar en ello.
Tal vez podría haberle pedido que se quedara. Tal vez no habría
obstaculizado la historia del programa. Podríamos haber pasado la noche juntos,
fuera de pantalla, y luego simplemente fingir que no había ocurrido cuando
filmáramos el próximo episodio. Después de todo, eso es lo que tendría que pasar
con este beso; ya que no fue filmado, aún tendríamos que filmar un primer beso
falso para el proyecto.
Pero a pesar del contratiempo de este primer beso, estuvimos de acuerdo en
que el programa estaría mejor si dejáramos que la relación progresara frente a la
audiencia. Y estoy emocionada con el concepto. Estoy emocionada con el deseo de
Logan de crear algo auténtico.
Estoy incluso, posiblemente, probablemente, un poco emocionada con el
propio Logan. O mucho más.
Por eso le dejé decir buenas noches. Lo dejé marchar. Dejé que me dejara con
la promesa de que nos veríamos de nuevo pronto, y no he dejado de pensar en él
desde entonces.
Así que cuando envía una edición en bruto de las imágenes dos días después
de que me dejó en mi puerta, no necesito verlas para recordar lo increíble que es él y
lo increíble que fue nuestra cita, pero me apresuro a reproducir todo.
Y guau. Es fantástico. Más que fantástico, es impresionante. Es arte.
Demasiado ansiosa para esperar hasta que estoy en mi computadora para
verlo, miro fijamente en la pantalla de mi iPhone y reproduzco todo de nuevo. Es
bueno. Muy, muy bueno. Sé que soy parcial porque personalmente he
experimentado lo que él ha capturado, pero es más que eso. Los ángulos que eligió
para las tomas, la forma en que cortó el material entre sí… es hermoso, cautivador y
diferente de todo lo que he visto dentro y fuera de la industria. Sabía que iba a ser
bueno, pero me sorprende por lo absolutamente bueno que es.
También me sorprende lo bien que capturó la tensión sexual entre nosotros.
Es tan espesa que es palpable, y estoy segura que si fuera un extraño viendo a estas
dos personas en la pantalla, estaría muriéndome porque se enrollaran. Al igual que
estoy muriéndome porque nosotros nos enrollemos. Estoy muriéndome por eso tanto
que estoy agonizando.
Pero también estoy entusiasmada, por lo bien que ha resultado la grabación,
por ser parte de este arte increíble e innovador, por lo que está sucediendo entre
Logan y yo a nivel personal. Tan emocionada que mis mejillas duelen de sonreír
para el momento en que llego a la parte del video donde salgo del auto.
La parte que se supone que es el final.
Pero no termina ahí. Sigue y pronto estoy viendo a Logan correr detrás de mí,
no una vez, sino dos veces, y luego me está presionando contra mi puerta en lo que
estoy segura que tiene que ser el beso más caliente jamás capturado por una cámara.
Mi corazón se hunde con decepción, no con la velocidad de un cometa o una
estrella cayendo, sino con el lento descenso de un globo de aire caliente. Me tomo
un minuto para procesar que el momento más emocionante de mi vida hasta ahora,
ha sido mancillado para su preservación. Porque ahora no estoy segura si él corrió
detrás de mí por mí… o por esto.
Me desplomo en una silla del comedor. No pudo fingir ese beso. Es
imposible. ¿Cierto? Definitivamente estaba excitado, lo sé con certeza. Su pene se
sintió como una vara de acero a través de su ropa.
Pero este es su trabajo. Él sabe cómo dar un beso. También tiene a su polla
entrenada para responder.
¿Y qué importa si no fue real? Parecía real. Eso es lo importante. Nada más.
Logan debe haber asumido que vería el clip tan pronto como él lo enviara, y
debe haber vigilado el reloj, porque dos minutos después de que he terminado, me
está enviando mensajes de texto.
¿¿¿¿Y bien????
No me he recuperado completamente, y todo lo que puedo pensar es contestar
honestamente. No me di cuenta que filmaste el beso.
Dejé la cámara encendida en el auto. Podría haber tenido un resultado de
mierda al grabar a través de la ventana, pero ¿no es jodidamente fantástico?
Está contento con el resultado, y debería estarlo. ¡Es bueno! Acabo de olvidar
por un momento que esto no es una relación; es un programa. Cualquier otra cosa
que pensé que podría ser, era solo un malentendido por mi parte. Le escribo lo que
debería haber dicho para empezar. Es increíble, Logan. Todo. Eres tan talentoso.
Incluso yo me estaba creyendo la historia.
Luego reproduzco Halsey en Spotify, enciendo mis altavoces para que la
música suene a través del Bluetooth, y volteo mi teléfono al revés para que la
pantalla quede bocabajo en la mesa y no pueda ver que se ilumina con llamadas o
textos. Es posible que Logan quiera más comentarios o quiera conversar, pero tendrá
que esperar.
Tengo que guardar la ropa de la lavandería, fregar los platos y hay un montón
de cosas “reales” más que necesitan mi atención.
Esta noche, intentemos hacer la parte oral.
Releo el texto varias veces, mientras me preparo para mi próxima cita con
Logan. Mi estómago revolotea como si estuviera en un avión que está despegando, y
tengo la piel de gallina en anticipación. Probablemente no debería estar tan
emocionada, pero he estado ansiando darle a Logan una felación de nuevo desde,
bueno, desde la última vez que le di una felación. A pesar de mi decepción por las
imágenes de la última cita, estoy extasiada.
Sin embargo, cuando salgo de la ducha y envuelvo la toalla en mi cabello,
una voz dentro de mí pregunta: ¿Estás segura que estar excitada es una buena idea?
Limpio el vapor del espejo y miro mi reflejo.
—No hay nada de malo en ansiar ir a trabajar —me digo. Especialmente
cuando el trabajo es sexo—. Solo tienes que controlar tus expectativas.
Esta noche, tengo claro que todo quedará filmado, todo lo que sucede será por
el programa, y mientras lo recuerde, será divertido.
Satisfecha con mi charla, uso la agenda de la noche para planificar mi
vestuario. Ya que hace demasiado calor para usar pantalones, elijo una falda corta
negra para usar en conjunto a una blusa suelta con tirantes finos y un escote bajo. Mi
escote se verá impresionante cuando Logan me mire y se incline ante él.
Es probable que mis rodillas se raspen o que mis muslos se acalambren por
estar en cuclillas, pero está bien, es parte del trabajo.
No es hasta que empiezo a aplicar mi maquillaje, y me doy cuenta que he
estado sonriendo durante casi una hora, que empiezo a reevaluar mi expectación. La
cosa es que, no es solo sexo lo que estoy ansiando. Y no es solo el trabajo. Es
Logan, estoy deseando verlo. Estoy deseando verlo mucho.
Y tal vez eso es un problema después de todo.
—Está bien —le digo a la Devi en el espejo—. Probablemente es
completamente normal tener un flechazo con el primer hombre que tuviste
relaciones sexuales en cámara. —El único hombre. Y tal vez ese es el problema,
necesito más experiencia de la corriente principal porno.
El proyecto de Logan me pagó un avance decente, pero es una buena idea
tener algo más programado.
Así que cuando mi agente llama unos minutos más tarde con detalles sobre
una toma lesbiana que tengo, le digo que estoy lista para reservar más. Estoy lista
para dar el siguiente paso y comprometerme a una escena hetero con Hagen.
—¿Puedes por favor asegurarte que él es consciente de todos mis límites y
restricciones?
—¿Quieres que le dé las mismas directrices que le diste a Logan?
La respuesta honesta es no. Quiero cosas con él que no quiero con nadie más.
Por eso le digo:
—Sí. —Porque necesito tratar el trabajo de Logan como cualquier otro, y eso
significa tratar a cada otro trabajo como si fuera una escena con Logan.

Logan ya tiene la cámara encendida cuando abro la puerta del auto, veinte
minutos después. Está apoyada en su tablero de mandos, y para el momento en que
me deslizo en el interior, pasa su mano detrás de mi cuello y me empuja hacia él. Su
beso es fuego y sal, y estoy mareada cuando se aparta.
—Hola —dice, su boca todavía contra la mía—. Creo que esta noche
necesitaré hacer mucho eso. —Es para el programa, pero me derrito—. ¿Di hola?
Él sonríe y asiente y luego presiona sus labios sobre mi labio inferior.
—Hola —digo, sin aliento cuando nos separamos de nuevo, y de repente no
me importa si es solo para la cámara porque tiene el mismo efecto en mí de
cualquier manera. Y maldita sea, el efecto es increíble.
—He traído un picnic otra vez. —Suena arrepentido—. Es tan difícil obtener
permisos para la mayoría de los lugares públicos. Especialmente cuando no tengo
ninguna intención de comportarme.
—Suena bien para mí. —Él es lo único que me interesa meterme en la boca
de todos modos.
Se mete en el tráfico y luego se estira para enlazar sus dedos con los míos.
—¿El picnic? ¿O no comportarse?
Me encojo de hombros y sonrío tímidamente, en parte por la cámara, pero
sobre todo porque me temo que si hablo, lo único que quiero decir es “hola” un par
de veces más, o mil.
Logan no me dice a dónde vamos, salvo que saldremos de la ciudad, pero
merece la pena; conduce hacia el norte y hacia el este, y dos horas más tarde
estamos saliendo de la autopista Templin, hacia el Bosque Nacional de Los Ángeles,
sobre un ancho arcén de gravilla.
—Bueno. Estamos solos. —Él me da un ligero beso rápido antes de apagar el
motor y gesticular para que salga del auto.
Logan establece nuestro picnic en el capó de su auto, e incluso con su cámara
de mano como una presencia distintiva, nuestra comida de sushi y tsukemono
emparejado con vino tinto es la perfección absoluta. Entre los rollos California en
nuestras bocas, nos besamos y hacemos como dos personas normales que se sienten
atraídas el uno al otro y que están saliendo nuevamente.
Eso es lo que somos… ¿personas normales? Cuando estoy con él de esta
manera, y él me está tocando, y mi sangre está hirviendo en mis venas, de hecho
creo que podría ser.
Cuando el sol se ha puesto y hemos terminado la cena y la botella de vino, me
doy cuenta de por qué me trajo a este lugar.
—Las estrellas —jadeo—. Se ven tan claras aquí.
—¿Impresionada? Sugerencia: deberías decir que sí.
Mi sonrisa es tan amplia, estoy segura que parezco una idiota.
—Sí. —Me pierdo a mí misma en el cielo que tengo sobre mí, buscando los
patrones que conozco mejor, identificando sus puntos en silencio en mi cabeza.
Polaris, Orión, Rigel, Betelgeuse, Antares…
—Quédate aquí. —Logan se desliza fuera del capó y desaparece detrás del
auto. Oigo el sonido del maletero y un minuto después vuelve con un trípode.
Después de extender las piernas, lo pone en el suelo, mirando hacia el capó del auto,
y juro que mi temperatura sube un grado entero en anticipación de lo que planea
filmar a continuación.
Me incorporo, apoyándome sobre los codos y lo observo.
Puede sentir mi mirada. Estoy segura de ello. Pero él no reacciona a eso, y
cuando comienza a sujetar la cámara al trípode, mira detrás de él en el horizonte y
asiente.
—¿Qué estrellas son esas?
Sigo la línea para encontrar las dos luces más brillantes al final de la misma.
—En realidad no son para nada estrellas. Ese es Júpiter —digo y apunto a
uno más alto en el cielo, luego en el inferior—, y ese es Venus.
—Entonces, planetas. ¿Están siempre tan cerca el uno del otro?
—No. Y en realidad no están muy cerca. Es una ilusión. Venus es nuestro
vecino más cercano y es aproximadamente del mismo tamaño que la Tierra. Júpiter
está muy lejos, pero como es tan grande, tiene el mismo tamaño a esta distancia. A
medida que la Tierra gira, pueden verse como si estuvieran más cerca o más
separados dependiendo de cómo se alinee el horizonte.
Me doy cuenta que mi explicación científica probablemente suena seria y
directa, así que agrego:
—Mi padre dice que son los amantes Layla y Majnun, inmortalizados para
siempre en el cielo. Los dos han estado bailando más cerca el uno del otro durante
todo el mes. Más tarde, se pondrán tan cerca que parecerán besarse.
Aparentemente termina de juguetear con la cámara, así que se endereza y se
mueve hacia mí.
—Los besos son agradables —dice. Luego se inclina para besar el interior de
mi rodilla.
La electricidad brota a través de mi cuerpo como un relámpago.
—Sí. —¿Mi voz suena tan delgada para él como para mí?—. Especialmente
porque Layla y Majnun en realidad nunca tocaron la Tierra.
—Eso es trágico. —Sus dedos vagan por el lugar que besó y luego comienzan
a dejar un rastro por mi pierna.
Me estremezco.
—Mucho.
—Háblame de ellos.
—Bueno. —Tomo aire, usando el cielo para concentrarme, para enfocarme
en lo que estoy diciendo en lugar del abrasador ardor de su toque—. La historia se
remonta a la Persia del siglo VII con Qays, el hijo de un rico y poderoso
descendiente de Mahoma conocido como Sayyid. Cuando solo es un niño, Qays se
encuentra con Layla en la escuela y de inmediato se enamoran.
—Como hacen los chicos.
—Como hacen los chicos. —La piel de gallina estalla por mis brazos incluso
cuando intento ignorar lo que este chico está haciendo.
Es difícil pensar mientras sus manos, las dos ahora, acarician un sendero por
el interior de mis muslos.
Pero él me insta a seguir adelante, así que lo hago.
—Qays está tan inspirado por su amor que le escribe cartas sin fin, poemas,
canciones y luego las recita en las esquinas de las calles para que cualquier persona
que pase por delante las escuche. Pronto, la comunidad comienza a referirse a él
como Majnun, que significa loco, porque su pasión por Layla es tan grande que se
confunde con locura.
En este momento, estoy a punto de confundir mi propia pasión por locura,
porque el viaje de Logan ha llegado a mis bragas y la cercanía de sus caricias en la
parte de mi cuerpo más necesitada, me está volviendo loca. Sus dedos se envuelven
alrededor de la cinturilla, y levanto mis caderas de modo que pueda deslizar la
prenda fina por mis piernas y por mis sandalias.
Con una sonrisa maliciosa, pone mi ropa interior en el bolsillo de sus
pantalones.
—¿Está loco de deseo?
—Sí —digo en un siseo.
—Creo que podría saber algo sobre eso. —Él empuja mi falda hacia arriba, y
mis piernas se separan automáticamente para desnudar mi coño para él. Su mirada es
intensa a medida que sus dedos se deslizan sobre mis rizos recortados, la lujuria
ardiendo en su expresión—. Continúa —dice, trazando de arriba hacia abajo a lo
largo de mi hendidura.
—Uh. —Estoy tan mojada, tan excitada—. Mm. Majnun tiene el coraje de
presentarse ante el padre de Layla. Y le pide su mano en matrimonio, pero él se
niega. ¿Cómo podría cualquier padre permitir una unión entre su hija y un loco? Se
arruinaría la reputación de la familia. En cambio, es casada con un hombre mayor de
un pueblo vecino.
—¿Se casa con otra persona? Eso es terrible. —Logan se sumerge dentro de
mi agujero y saca mi humedad para pintar mi clítoris con ella.
—Devastador —gemí.
—¿Y qué hace Majnun?
—Él se, eh… —Mi cuerpo ya se está tensando de placer, mientras Logan
dibuja constelaciones en mi clítoris con las yemas de sus dedos—… queda
devastado. Lleno de pena. Se pasa el resto de su vida luchando por su amor.
Vagando por el desierto en la soledad. Componiendo poemas para Layla. Si no
había estado loco antes, seguramente lo está ahora. Llevado a la locura por un
corazón roto.
Logan también me está volviendo loca, tocándome tan precisamente suave
que me obliga a retorcerme y mecerme contra él, rogándole por más con mi cuerpo.
Él responde reduciendo aún más su presión.
—¿Y qué hace Layla por el corazón roto de Majnun? —pregunta—. ¿A ella
siquiera le importa?
—Sí, a ella le importa —susurro—. Ella lo ama. En secreto. —Hablo tan bajo
que él tiene que ser muy silencioso para escucharme; su único movimiento ahora es
el ascenso y la caída de su pecho y la exploración de sus dedos—. Así que vive
“entre el agua de sus lágrimas y el fuego de su amor”. Escucha las canciones y los
poemas que él ha escrito para ella porque están en todas partes ahora.
Sus ojos se fijan en los míos. Está fascinado y puedo decir que se siente tan
torturado como yo.
—Un día —mi voz es baja y temblorosa como mis piernas, pero todavía atrae
su atención—, ella se encuentra con un anciano que, eh, mm —(¡Jesús, me voy a
correr!)—, quiere ayudarlos. Ayudarlos a intercambiar cartas. Luego, durante una
sola noche, los ayuda a encontrarse. Pero tienen que permanecer a tres metros uno
del otro.
—Él ni siquiera puede tocarla a tres metros de distancia. —La voz de Logan
es tan tranquila como la mía, tan poco convincente.
—No, no puede. —Mis palmas están sudorosas contra el capó del auto, y
estoy perdiendo el control. Estoy tan cerca que sé que mi liberación va a ser
tumultuosa.
—Qué triste. —Con las palmas de las manos apoyadas en mis muslos
internos, Logan se inclina hacia abajo y apresando mi clítoris con su boca.
Esto… esto definitivamente no es triste.
—Oh Dios, oh Dios, oh Dios.
Él lame y chupa, y me deshago, corriéndome en una súbita avalancha que es
inesperada y un alivio a la vez. Con un gemido, me curvo hacia arriba en mi clímax
y me agarro a su cabello en busca de apoyo.
Pensé que recordaba lo que se sentía: cómo su boca en mi zona más erógena
me convierte en pudín y cortocircuita mis sentidos.
Estaba equivocada. Esto es mucho más de lo que recuerdo. Mucho más
increíble/excitante/abrumador/perfecto de lo que recuerdo. Es un sentimiento que es
demasiado intenso para poder invocarlo, me doy cuenta, y los fragmentos que puedo
conservar son recuerdos débiles. No era de extrañar que Majnun fuera tan prolífico
en lo que se refería a Layla: quería recordar todo, cada parte de su tiempo juntos
como yo quisiera recordar cada vez más de este tiempo con Logan.
Cuando los músculos de mi estómago se relajan, cuando finalmente puedo
llevar aire a mis pulmones otra vez, me recuesto en el capó, saciada y agotada.
Pero Logan no ha terminado.
Sopla una corriente caliente de aire sobre mi coño húmedo.
—¿Qué sucede después, Devi? —Traza una línea alrededor de mi hendidura
con su dedo—. Dime, qué pasa con Majnun y Layla cuando se encuentran, pero no
pueden tocarse. ¿Qué hace él en su lugar? —Sopla de nuevo, esta vez hundiendo dos
largos dedos dentro de mí.
Y, mierda, ya estoy comenzando a sentirlo de nuevo.
Empiezo a retorcerme, pero Logan me mantiene en su lugar.
—¿Qué hace, Devi?
—Él le dice lo que quiere hacer con ella —jadeo. Así no es exactamente
cómo va la historia. En las versiones tradicionales, Majnun derrama su corazón en la
poesía, y nunca había asumido que se trataba de algún lenguaje sexual.
Pero ahora estoy segura que eso era lo que él le decía: ¿cómo podía
finalmente estar tan cerca de ella y no dejarla saber todas las maneras en que la
quería?
—¿Qué cosas? —Logan curva sus dedos, frotando el área que me gusta
llamar el Panel de Control porque una vez que me tocan allí, pierdo todo control.
En un apuro de palabras, digo:
—Él le cuenta todo: cómo quiere ponerle las manos encima, cómo quiere
lamerla y besarla y estar dentro de ella y darle la vuelta y hundirse en su interior. Él
se lo dice con tan vívida descripción que ella se corre solo con sus palabras.
—Sí —dice Logan antes de rodear su lengua alrededor de mi clítoris.
—Le cuenta todo, en cada palabra, en todos los sentidos. Luego, al amanecer,
se van por caminos separados.
—¿Y entonces? —Él continúa tentándome con sus dedos y boca.
—Y luego Layla muere, y Majnun muere de pena junto a su tumba. La
leyenda dice que se encuentran en el paraíso y pasan la eternidad juntos.
—Eso no es donde tú piensas que termina. —Los labios de Logan cosquillean
contra mí cuando habla, y me estremezco.
—No. No lo es. Mi padre dice que es un final tonto, contado solo como una
lección moral para los que temen la lujuria mundana. Insiste en cambio en que los
amantes permanecieron reunidos en las estrellas, incluso en la muerte, y que ahora
existen como Venus y Júpiter, lejos, muy separados en los cielos nocturnos. Pero de
vez en cuando, se reúnen y pasan una noche de amor y pasión juntos, antes de
separarse de nuevo al amanecer. Como esta noche.
Logan se levanta, pero solo el tiempo suficiente para llevar mis piernas hacia
mi estómago. Sus ojos explorando hambrientos sobre mi coño.
—Continúa. —Sus palabras están maceradas de un intenso deseo—. Si te
detienes, yo me detengo.
—La historia ha terminado. —Sueno desesperada porque lo estoy. No creo
que pueda soportar más de su tortura, pero estoy segura que no podré soportarlo si él
se detiene.
—Entonces cuéntame otra —dice, y así lo hago. Le digo otra y otra y otra,
arrastrando cada mito que alguna vez me han dicho sobre las constelaciones, los
planetas y las bolas de fuego que parpadean y flamean por encima de nosotros hasta
que vuelve a liberarme. Y luego otra vez. Y ya no puedo hablar, ebria del clímax.
Ebria de Logan y esta noche y la poesía que ha escrito en mis partes más íntimas.
Sin embargo, no cede.
Estoy acostada inerte y empapada de sudor cuando se endereza y me levanta
hacia arriba para encontrarme con él. Con los dedos todavía enterrados dentro de mí,
su boca encuentra la mía, sus labios llenos con mi humedad y su lengua espesa con
mi gusto, y el beso que me da me pone del revés.
Pronto se aleja y murmura en mi oído, tan suavemente que me pregunto si ha
olvidado que está filmando o si solo está demasiado atrapado en el momento para
preocuparse, porque no hay manera de que la cámara esté captando estas palabras.
—Me estás poniendo tan duro, Devi. —Él se frota contra la curva de mi culo,
demostrando su punto—. Mi polla está como el jodido plomo por ti.
Increíblemente, esto me excita aún más. Me tenso alrededor de su dedo, y él
gime.
—Deberías pagar por esto. Por ser tan deliciosa. Por dejarme tan jodidamente
excitado.
Cierro los ojos cuando otro clímax se alza, pero él alza mi barbilla hacia él.
—Mírame —dice, y lo hago. Sus rasgos lucen tensos como si él fuera el que
está cerca del orgasmo en vez de mí. Como si darme placer es tan intenso para él
como lo es para mí recibirlo. Es impactante, emocionante, perfecto y no puedo
apartar la mirada, porque me ha dicho que no lo haga y porque es demasiado
hermoso para no mirarlo. Especialmente con su rostro enmarcado por la noche
detrás de él, los puntos diminutos de las estrellas centelleando como las velas que él
encendió antes para mí. Pero las luces más brillantes delante de mí son las chispas
gemelas en sus ojos cuando insiste—: Dámelo. Dámelo.
Y entonces las estrellas están cayendo, disparándose a través de su cara, a
través de mi visión, y entiendo por qué Julieta comparó sus pensamientos del
orgasmo con Romeo con las estrellas y los preservó para siempre como
constelaciones. Porque ahora compararé para siempre esta felicidad con Logan y los
cuerpos celestiales sobre mí en este momento.
Estoy jadeando contra su boca, las lágrimas están derramándose de mis ojos,
y cada músculo de mi cuerpo está vibrando con esta liberación, este orgasmo tan
violento, tan intenso, que estoy segura que mi corazón ha estallado.
—¡Jesús, Devi! ¡Sí! Sí. —Está contento. Excitado por la potencia de mi
clímax—. Más. Dámelo. Dámelo todo.
Me rompo a su alrededor, hasta que no soy nada, nada, nada.
También estoy desesperada por hacerle lo que él me ha hecho, así que cuando
puedo mover mis extremidades de nuevo, me siento, lo beso, y busco meterme a
tientas en sus pantalones. Con ansiedad, él busca mi seno, medio subiendo encima
de mí a medida que tantea contra mis manos, murmurando para que me apresure con
mi tarea.
Pero antes de deshacerme de su cinturón, unas luces rojas y azules atraviesan
la noche negra, y los faros de una patrulla policial aterrizan en la carretera junto a
nosotros.
—Mierdaaaaaaa —dice Logan, deslizándose fuera de mí. Se vuelve hacia la
cámara y un segundo después veo que la luz roja desaparece.
Me siento y aliso mi falda sobre mis muslos y luego paso mis dedos a través
de mi cabello, así que, espero, verme presentable cuando el policía sale de su auto y
se acerca.
—Buenas noches —dice, a modo de saludo.
—Hola, oficial. —Le doy mi sonrisa más coqueta. En mi periferia, veo a
Logan bajando su camisa para cubrir su erección.
El policía estrecha los ojos, examinando la escena frente a él.
—¿Qué están haciendo aquí esta noche?
—Solo mirando las estrellas —dice Logan, volviéndose para unirse a la
conversación. Señala el cielo—. Ahí están Júpiter y Venus. ¿Quiere ver mi Pase del
Desierto?
—No es necesario. —El oficial nunca nos quita los ojos. No hay manera de
que se deje engañar. El aroma del sexo se aferra fuertemente a mí, y estoy segura
que mi cabello está aún más desordenado que el de Logan.
—Probablemente será mejor que se muevan ahora —dice el policía,
sacudiendo la cabeza.
—Sí. En seguida. —Logan ya está cargando la cámara y el trípode. Limpio
los restos de nuestra cena, y en cuestión de unos minutos, estamos en el Mustang,
conduciendo por la carretera hacia las luces de la ciudad.
Y luego otro minuto después, y nos echamos a reír. Me río tan fuerte que mis
ojos se llenan de lágrimas y mis costados me duelen para el momento en que puedo
hablar.
—Guau. Esa fue una primera vez. —Limpio las lágrimas que corren por mis
mejillas.
—La policía me ha echado de otros lugares antes, pero siempre porque tengo
dificultades para recordar llevar un permiso. O para conseguir uno en primer lugar.
Otro ataque de risitas me desgarra.
—Aunque, estoy muy seguro que esta es la primera vez que mi verga no se
muere al momento en que vi las luces. —Él levanta sus caderas para ajustarse, y una
punzada de culpa me atraviesa, silenciando mis risas. Me hizo venir tantas veces, y
él sigue estando tan duro.
La culpa se ha ido en un instante y es sustituida por un anhelo tan profundo,
tan intenso, que nunca he sentido nada parecido. Mi boca se hace agua, y de repente
tengo que tenerlo en mi boca. No porque sienta lástima por las pelotas azules que
está luciendo, sino porque tengo que complacerlo. Necesito acariciar su polla y
chuparlo y verlo caer en pedazos delante de mí.
O tal vez, no tan lejos. Él está conduciendo, después de todo.
Sin ningún preámbulo, deshago mi cinturón de seguridad y me inclino a
través de la consola para trabajar en sus pantalones. Su polla salta cuando mi palma
roza su erección de granito. Maldita sea, él está duro. Mi pecho revolotea con
anticipación.
Pero aunque Logan gime con mi toque, dice:
—No tienes que hacer eso, Devi.
—Quiero hacerlo. —Traducción: Me muero por hacerlo—. No puedo dejarte
así. —Traducción: no me puedo quedar así.
—No te preocupes por mí. —Entonces, cuando todavía estoy tanteando su
cremallera, pone una mano en mi hombro y me empuja suavemente. Me aparta.
Me siento, lentamente. La confusión sigue a la sorpresa, y lo estudio con
incredulidad.
Él me mira, y mi expresión debe ser transparente, porque añade:
—Creo que este episodio tendrá más impacto si no correspondes esta vez.
Sabes, es más un gesto romántico de esta manera. Es mejor. Para el programa.
—Cierto. El programa. —Esta sensación de hundimiento del día anterior
regresa, pero luego miro el perfil de Logan, y me golpea: él está tan confundido
sobre todo esto como yo. Está escrito en toda su cara. Él también lo desea. Está en
conflicto. Es más noble de lo que se da cuenta.
Es posible que esté imaginándome todo, que esté viendo cosas que no están
ahí. Pero la cámara está apagada. Esa expresión en su rostro es genuina, y conozco
esa expresión. Es la misma que me encontré en el espejo cuando me preparé para
esta noche.
Me acomodo en mi asiento, y con mi codo apoyado en la puerta, me muerdo
mi nudillo e intento diseccionar el extraño descontento que se ha deslizado sobre mí.
Sí, me gusta el chico. No hay dudas en cuanto a ese hecho. Pero, ¿qué hay de él?
¿Por qué me aparta cuando su lenguaje corporal y las partes de su cuerpo me están
diciendo que me quiere, quiere, y quiere más?
¿Soy yo? ¿Es mi edad? ¿Sigue colgado de su ex? ¿La industria le ha cansado
de las relaciones en general?
La verdad es que, no lo conozco lo suficiente como para empezar a dar una
respuesta real. Lo que sé es que no importa cuán real sea esta química entre
nosotros, él está cerrado a la idea. Sin importar lo que revele en la cámara, no me
deja entrar más allá de eso.
—Star-crossed15 —digo rompiendo el silencio que se extiende entre
nosotros—. Creo que así es como deberías llamar el programa.
—¿Star-crossed?
—Sí.
—Es bueno. Me gusta.
No me pregunto por qué acepta mi sugerencia tan fácilmente. Estoy segura
que es porque él se da cuenta tan bien como yo de lo apropiado que es el título para
describirnos: dos amantes nunca destinados a estar juntos que se encuentran de vez
en cuando en la noche.

15 Star-crossed: al español “desafortunados” o “desventurados”.


Traducido por Smile.8, Lyla y -queen-ari-

Corregido por Masi

evi está en silencio cuando nos acercamos a su apartamento, y no estoy

D seguro de qué decir. No estoy seguro que pueda decir nada, porque
todavía estoy duro como una roca, y cada vez que respiro, respiro su
olor. Su olor persiste en todas partes (mis manos, sus muslos, mis labios) y me está
volviendo jodidamente loco. Cuando se inclinó hacia mí antes, sus manos
desabrochando con impaciencia mi cremallera, casi me corrí en ese momento y
lugar. Puede que sea un hombre conocido por su control, y por lo general mis
escenas resaltan esto de mí, pero con Devi, no tengo nada. Nada. Ni pizca de
paciencia o restricción, y comerle el coño sobre el capó de mi Mustang ya me había
conducido a un jodido frenesí. (¿Por qué, qué hombre no fantasea con eso en algún
punto; una mujer hermosa extendida en el capó de un auto grande, con su coño
expuesto, su cabello como cascadas y alborotado sobre el metal liso?)
Y maldición, si el hecho de que nos atrapasen no me había puesto más duro,
enviando a mi mente en espiral a las más sucias y depravadas fantasías posibles;
viendo a Devi tratar de “convencer” a los oficiales de que nos dejaran ir, primero
con su boca y después con su coño, el tipo de fantasías que nunca admitiría a nadie
más. Y entonces llegamos a la autopista y ella se inclina sobre mi polla como una
loca, y espero que Dios estuviera viendo que caballero fui, porque apartarla fue la
cosa más difícil que he hecho en mi vida.
Excepto que ahora estoy en su camino de entrada diciéndole adiós y estoy
palpitando en mi miseria y puedo decir que está un poco herida, y mierda. ¿Por qué
la aparté?
No estaba mintiendo cuando le dije que pensaba que sería mejor para el show
que ella no me correspondiera esta noche. De verdad pienso eso, y también me
gustaría planear otro lugar visualmente dinámico para la mamada, no solo el interior
de mi maldito auto (a pesar de que es el mejor auto del mundo).
Pero esa no es la verdadera razón, y la verdadera razón es tan frágil, incluso
en mi propia mente, que sé que no tengo esperanzas de explicársela. Debido a esos
treinta minutos con ella en mi capó, cuando la llevé al orgasmo con mi lengua una y
otra vez, mientras me contaba fábulas persas y griegas con esa voz entrecortada, la
gran sensación había llegado, y estaba borracho de ella. Vino con mi boca sobre la
piel sedosa de Devi, con sus palabras dejándose llevar en el desierto, y fue más
poderosa de lo que jamás había sentido con nadie, nunca. Más que mi primera
escena, mis películas favoritas, o mis ideas más elaboradas y creativas.
No, esto estaba más allá de lo que alguna vez he sentido, tan poderoso y
elemental que podía sentir como recorría mi cuerpo y bajaba hacia el suelo rocoso
bajo mis pies y se extendía hacia el cielo estrellado y brillante por encima de mi
cabeza, y el mundo se disolvió en pura magia celeste.
Centelleante.
Atómico.
Sagrado.
Y entonces el mundo se unió de nuevo, normal una vez más, pero todavía
cargado con el recuerdo ionizado de nuestra magia, y aceleramos en la oscuridad,
riéndonos de que casi nos pillaran.
Entonces, ¿por qué la aparté?
Porque no podía soportar la idea de algo tan insoportablemente sexy, tan
indeleblemente perfecto, siendo tirado por tierra como algo mercenario y trillado
como obligarla a chupármela en mi auto. Es decir, sé que en ese momento no la
estaba forzando a nada, que ella habría estado feliz de hacerlo, pero al final, habría
sido yo el que llevó la transición de las estrellas a una mamada, y se sentía mal.
Todavía se siente mal. Elegí lo correcto, lo sé, incluso mientras estoy aquí
sentado escuchando a Devi recoger sus cosas y desabrocharse el cinturón.
—Te acompaño adentro —digo de repente, desabrochándome el cinturón
también.
—Está bien —dice. Su voz no traiciona nada, y esta es una de las cosas más
extrañas que he aprendido sobre Devi en las últimas semanas. Puede ser tan amable,
tan sencilla, tan adorablemente joven, que sería tentador pensar que es un libro
abierto. Pero no lo es siempre, solo cuando elige serlo, y hay momentos en los que
es tan indescifrable como las estrellas. Más Reina Casiopea que Layla.
Salimos y la sigo por el camino, hasta la puerta principal. El momento es
embarazoso mientras la abre, mientras ambos recordamos nuestro primer beso
abrasador aquí, y me pregunto cómo lo recuerda ella. Lo deseaba, lo sé, como
realmente quería chupármela esta noche en mi auto. Devi es una chica moderna,
positiva en cuanto al sexo; le gusta tener relaciones sexuales y le gusto como amigo.
Y ha habido algunos momentos en que he pensado que he vislumbrado algo más,
anhelo en su voz, una mordedura de su labio o un parpadeo rápido mientras aleja su
mirada.
Pero aun así creo que podría haber sido solo un beso caliente para ella y nada
más. No la revelación que fue para mí.
El momento pasa y entonces estamos subiendo las viejas escaleras de madera
a la planta superior y abriendo otra puerta allí.
Ella enciende una luz, y una lámpara fluorescente compacta y amarilla
ilumina una acogedora sala llena de estanterías y dominada por el sofá más feo que
he visto en mi vida, una cosa descomunal de terciopelo naranja. Es, o bien el tipo de
sofá que encuentras en el sótano de tu tía abuela o bien el tipo de sofá por el que
pagas demasiado dinero en un lugar como Anthropologie.
Me acerco para investigarlo más a fondo, y entonces escucho a Devi aclararse
la garganta como si fuera a hablar, como si fuera más fácil para ella hablar cuando
no nos estamos mirando. Me preparo para lo que sea que va a decir.
—¿Por qué no me dejaste chupártela en el auto? —pregunta en voz baja.
Maldita sea. La única pregunta por la que pagaría dinero real estadounidense
para que no me la preguntase.
Me giro hacia ella, mi cerebro de director de cine teniendo pequeñas
convulsiones cuando veo cómo de dulce y vulnerable parece enmarcada en contra de
sus flácidas y llenas estanterías.
—Devi, es solo por el espectáculo, no es porque yo no…
—Mentira. —No hay amenaza o calor en su voz en este momento, solo la voz
clara que usaría para hablarme sobre la formación de las estrellas.
Dudo por un momento. Ella inclina su cabeza hacia mí.
Hablo después de un largo momento, tratando de buscar a tientas mi camino
hacia la verdad sin exponer cuán profundamente, locamente y ridículamente estoy
atrapado por ella.
—No quería usarte, Devi. No quería abaratar lo que compartimos en el
desierto.
Levanta una ceja, y me doy cuenta de repente que he dicho algo malo.
—Primero —dice, usando sus dedos para marcar la casilla correspondiente a
sus palabras, de repente no pareciendo una chica en absoluto, sino una mujer
confiada… e irritada—. No hay nada barato en cuanto a mi elección de hacer
cualquier acto sexual contigo. Yo tomo la decisión… decido usar mi cuerpo, ya sea
por trabajo o por placer, y esta noche estaba eligiendo chupártela, a pesar de que
sabía que las cámaras estaban apagadas. Cuando llamas a esa elección barata, me
haces sentir barata.
Mierda, mierda, mierda.
—Eso no es en absoluto lo que quería decir —me apresuro a explicar—. Solo
quería decir…
—Y segundo —continúa, como si no hubiera hablado—. Me siento como si
te estuvieras reteniendo conmigo, y no lo entiendo en absoluto. Logan, tu cuerpo no
es una máquina, y no espero que lo sea; no espero que te apagues como un
interruptor cuando las cámaras se apagan. Eres humano, continuarás necesitando y
queriendo, incluso después de que la escena se termine. Por supuesto, no deseas
utilizar a las mujeres, y por supuesto no eres el tipo de persona que intenta follar con
las chicas del plató cuando las cámaras no están rodando. Es una de las cosas que
más me gusta de ti.
No sé qué decir a esto, porque estoy tan sorprendido y agradecido con que se
haya dado cuenta de esas cosas sobre mí, pero también sé que no ha terminado de
hablar y que todavía estoy en problemas.
—Pero Logan… —da un paso hacia adelante—… me ofrecí. Me estaba
ofreciendo porque quería. Quería y lo escogí, y no me habrías manipulando o
incluso persuadido a que lo hiciera. Por favor… a medida que avancemos… por
favor ábrete más a mí. Soy tu amiga y creo que estoy… —Se rompe, tragando con
fuerza y alejando la mirada—. Estoy tan excitada por ti todo el tiempo —termina, y
eso hace que mi polla duela y mi corazón lata con fuerza, incluso cuando mi mente
reconoce que ella cambió de rumbo en el último momento.
Ella cambió de rumbo… ¿por qué? Mi corazón late más fuerte y rápido. ¿Qué
iba a decir? ¿Porque qué pasaría si fuera a decir que está enamorándose de mí? ¿Qué
siente algo por mí? ¿Qué le diría?
La respuesta llega a mis labios de inmediato: Yo también, yo también, yo
también.
Aleja mi mente de esos pensamientos con un suave suspiro, el tipo de suspiro
que me hace recordar los ruidos que hizo en el capó de mi auto. Algo se rompe
dentro de mí, algo grande.
—Siéntate en el sofá —le ordeno. Mi voz es firme, fuerte y un poco dura en
el espacio pequeño y cálido. Alguna parte distante de mí se pregunta si he cruzado
una línea.
Pero se sienta.
Me acerco a ella.
—En el borde —digo, y obedece, y luego bajo a abrir sus piernas, por lo que
no solo está sentada en el borde, sino que tiene sus piernas abiertas a lo ancho. Su
falda va hacia arriba, dejando al descubierto su coño.
Se levanta la mirada hacia mí, con esos ojos dorados, al mismo tiempo que
huelo su perfume de nuevo. Mi pulso late en mi cuello, mis muñecas y mi ingle, y la
comprensión me golpea.
No solo estoy atrapado por Devi. Estoy realmente y honestamente enamorado
de ella. Tengo sentimientos.
Sentimientos con S mayúscula.
De alguna manera mi enamoramiento ha pasado de “casualmente
obsesionado con” a “ven a vivir conmigo”, y no tengo ni idea de qué diablos hacer
con eso, y mucho menos qué haría Devi con ello si lo supiera. Obviamente se siente
atraída por mí, pero eso de ninguna manera equivale a romance, especialmente en
nuestra línea de trabajo. Es demasiado pronto para que me sienta de esta manera, y
no es adecuado arrastrar eso en medio de un proyecto. Y si estoy siendo honesto,
estoy asustado. No es un poco de miedo, sino mucho miedo, porque la última vez
que tuve de sentimientos con S mayúscula, perdí a mi perro, mi corazón y mi
sobriedad de un solo golpe.
Pero no puedo ignorar esto, y claramente, no puedo ocultárselo a Devi, ni
quiero.
Tiene que haber un término medio, ¿verdad? ¿Entre pretender y proponer
matrimonio?
Caigo de rodillas entre sus piernas, sin perderme su pequeño escalofrío
mientras lo hago.
—¿Estás excitada por mí todo el tiempo? —le pregunto—. Bueno, estoy
peor. Soy jodidamente miserable por la necesidad de tocarte y saborearte. Estoy
obsesionado con ello. Estoy obsesionado contigo. —Me encuentro con sus ojos—.
Tienes que decirme si eso te hace sentir incómoda. Porque la forma en que pienso en
ti, la forma en que te deseo, no es solo como dos artistas. No es como dos amigos.
—Mis manos encuentran sus tobillos y se envuelven alrededor de ellos, más para
evitar tocarla en lugares más interesantes mientras contesta. Puedo ver su pulso
latiendo en su garganta mientras traga—. ¿Entiendes lo que estoy diciendo? —
pregunto tentativamente.
—Sí —susurra.
—¿Y estás de acuerdo con esto?
Una pausa. Y entonces un asentimiento.
Bueno, no es la respuesta más entusiasta que podría haber esperado, pero
¿qué esperaba? Incluso evitando ir de Romeo con ella, todavía es mucho para dejar
caer sobre una chica, que pienso en ella todo el tiempo, y no de una manera solo de
amigos. Empiezo a levantarme sobre mis rodillas, pero ella me detiene con una
mano sobre mi hombro. La lleva a mi garganta, donde su pulgar acaricia ligeramente
mi nuez de Adán.
Es mi turno de temblar.
—Lo siento —murmura—. Solo me tomaste por sorpresa. Lo que quiero
decir es que está más que bien conmigo. Estoy… estoy un poco obsesionada
contigo, también.
Siento que mi pecho va a explotar.
—¿En serio?
Ella sonríe.
—En serio.
—Pero también entiendes por qué quiero reprimir algunos de… sea lo que
sea esto… y usarlo para el espectáculo, ¿verdad?
Ella asiente, pero su sonrisa se desvanece.
—Entiendo. Queremos que se sienta real.
—Porque es real. El calor entre nosotros, es especial, Cass, y si jugamos bien
nuestras cartas, todo aquel que nos miré lo sentirá.
—Lo entiendo.
Pero algo se nota apagado en su voz, y no sé cómo solucionarlo. Salvo hacer
lo que había planeado hacer originalmente cuando la hice sentarse: inclinarme y
enterrar mi cara entre sus piernas.
Ella deja escapar un bajo sonido (medio gemido, medio suspiro) y soy gentil
con ella, sabiendo que probablemente esté un poco dolorida por todas las veces que
la hice venirse en el desierto. Voy suave y constante, movimientos largos de mi
lengua y ligeras pasadas sobre su clítoris, y su orgasmo es lento pero inexorable
mientras se retuerce delante de mí, con sus dedos entrelazados en mi cabello y
tirando con fuerza. Y cuando se corre, grita mi nombre, y casi pierdo toda mi
resolución y la follo allí mismo.
—Solo necesitaba saborearte de nuevo antes de irme a casa —explico, a
medida que me enderezo, limpiándome la boca.
—Me gusta eso —murmura aturdida—. Me gusta cuando sucede sin las
cámaras… me hace sentir como si me quisieras.
—Jesús, mujer. Puedo demostrarte que te quiero cada segundo del día, si lo
deseas. Pero por esta noche, estaré feliz con mi degustación.
Cae de nuevo contra el sofá, con una risa cansada.
—Puedes tener todas las degustaciones que quieras.
—Puede que te tome la palabra, Cass.
Y más tarde esa noche, cuando me estoy desvistiendo, descubro que todavía
tengo en mi bolsillo sus bragas: rosas, de seda, bragas del sueño húmedo de un
adolescente. Y así finalmente, finalmente alivio el dolor, acaricio mi polla
abandonada con la seda hasta que estalla en densos hilos de esperma. Grabo todo
con mi teléfono y se lo envío a Devi.
Te dije que estaba obsesionado, escribo justo después de enviarlo.
No puedo escribir, mis dedos están demasiado ocupados, responde
después de algunos minutos.
Me quedo dormido con la imagen de su masturbación con un video de mí
masturbándome con sus bragas, y tal vez mi depravado corazón porno nunca ha
estado más feliz de lo que está ahora.

No puedo parar de tararear. Al parecer, se está convirtiendo en un problema,


al menos según Tanner, que ha empezado a murmurar algo acerca de preparar una
intervención de tarareo. Tarareo entre tomas cuando se filman las escenas, tarareo
mientras estoy editando, tarareo cuando abro una cerveza para Tanner al final de
nuestro día de trabajo.
—¿Hombre, estás bien? —pregunta, tomando un trago de cerveza.
Es miércoles, han pasado cuatro días desde que le di sexo oral a Devi en el
desierto y le dije que tenía sentimientos más que de amigos por ella. Nos hemos
enviado mensajes de texto todos los días, en su mayoría bromas y chismes de la
industria, pero por la noche, nuestras conversaciones se convierten en indecentes
totalmente, y por lo general terminan con nosotros enviándonos mutuamente selfies
desnudos y videos de nosotros masturbándonos con dichas selfies y así
sucesivamente hasta quedarnos dormidos.
He estado importando algunos de los selfies, mensajes de texto y videos para
incorporarlos a la serie Star-Crossed (Vida y Marieke amaron la idea de Devi para el
nombre). Todo con el permiso de Devi, por supuesto.
Pero incluso mientras trabajo nuestros mensajes nocturnos para la serie,
siento que estamos entrando en esta zona gris excitante donde las reglas no se
aplican; donde lo que está pasando entre nosotros pasa fuera del guion, fuera de la
cámara primero, y luego lo hace en el proyecto más tarde. Estamos saliendo de la
carretera en cámara lenta, y todo lo que quiero hacer es presionar a fondo el
acelerador, salir disparado de cabeza y adentrarnos juntos en este algo emocionante.
Y con ese fin, he estado desesperado por verla, pero tuve que quedarme en
Las Vegas por unas noches para un rodaje más largo, y ella tiene que trabajar esta
noche. Pero mañana voy a verla de nuevo, y siento que alguien me ha inyectado una
felicidad pura y completa. Incluso en este momento, mientras estoy de rodillas con
limpiador de tapicería de cuero, limpiando el sofá en el que acababa de tener sexo
esta mañana.
—Estoy más que bien, amigo — respondo a la pregunta de Tanner—. Estoy
magnífico. Estoy genial. Estoy…
—¿Estás usando drogas? —interrumpe—. No creo haberte visto nunca tan…
animado.
—Con lo único con lo que estoy drogado es de la vida —digo con la mayor
dignidad que puedo reunir, mientras limpio el semen de los cojines de mi sofá.
—Es esa chica, ¿verdad? —pregunta—. Devi.
Pensar en Devi envía a mis pensamientos a caer bajo, en una espiral de
depravación afectuosa. Quiero hacerle las cosas más sucias y luego quiero llevarla a
conocer a mis padres. ¿Esto es normal? ¿Es así cómo funcionan las relaciones
normales?
¿Podemos incluso llamarla una relación, dado que lo único que realmente
hemos admitido es lo desesperados que estamos de follarnos?
—Entonces déjame hacerte una pregunta real —dice Tanner, dejando su
cerveza y acercándose a mí con un nuevo rollo de toallas de papel—. No tengo
relaciones sexuales con mujeres por dinero, así que no estoy seguro de cómo
funciona todo esto, pero ¿no te sientes extraño en absoluto acerca de follar a otras
mujeres, mientras te gusta esta chica?
Su pregunta entra en mí, aguda y vergonzosa, uniéndose a los otros
pensamientos que he estado suprimiendo durante las últimas semanas. Soy un
hombre típico, soy bueno compartimentando, pero también soy este bastardo
sentimental con todos estos sentimientos empalagosos, y estaría mintiendo si dijera
que esto no me molesta cuando lo pienso.
—No sé cómo me siento —comienzo, sin estar realmente seguro de cómo
abordar lo que quiero decir. Dejo de limpiar el sofá por un minuto y me siento sobre
mis talones—. El sexo no es amor, Tanner. Ni siquiera se trata de gustarte alguien.
Respeto a todas las chicas que follo, y me gusta follarlas, pero no siempre quiero
pasar el rato con ellas cuando el rodaje está terminado o despertar junto a ellas en la
mañana. No por comer un buen sándwich para el almuerzo me hace anhelar menos
mi cena real.
—Pero el sexo no es comida —señala Tanner—. No es lo mismo que rascarse
una picazón o tomar una siesta, no es puramente físico, y ni siquiera tú no puedes
negarlo.
Suspiro. Él tiene razón.
—Lo sé. Pero esta no es la primera vez que me enamoro de una estrella
porno. Incluso ella… —ambos sabemos que me refiero a La-Voldemort aquí—…
no fue mi primera novia de la industria. Sé cómo hacer esto ahora, y tener límites
realmente claros y mantener algunas cosas especiales el uno para el otro.
Él parece dubitativo.
—La mayoría de las parejas tienen “nada de sexo con otras personas” como
un límite, sabes. Eso es como… un límite súper común.
—Pero eso es lo que estoy diciendo: la gente del porno no es como otras
personas. No somos comunes. Quiero decir, en algún nivel, ¿no crees que tal vez
estamos más evolucionados porque podemos separar el sexo del amor? ¿No lo
sientes como honorable? ¿Qué puedo tener relaciones sexuales con tantas
compañeras diferentes, pero todavía dejar de lado mi corazón por alguien más?
La mirada dubitativa no ha dejado su rostro.
—Está bien, y sí —reconozco—, se siente extraño. Todo lo que pienso, todo
lo que quiero, es a Devi, y por eso me sentí extraño al follar a Candi y a Ang hoy y
me sentí extraño al follar a Jen y a Nina ayer en Las Vegas, pero al mismo tiempo,
mi trabajo es follar mujeres hermosas. No puedo abandonar mi trabajo siempre que
conozca a una chica que me guste. Y amo mi trabajo. Mis sentimientos por Devi no
cambian eso, y nunca esperaría que sus sentimientos por mí cambiaran su propia
trayectoria profesional.
—Si tú lo dices —dice Tanner, bebiendo lo último de su cerveza y
caminando hacia la papelera de reciclaje para meter la lata—. Simplemente no creo
que quiera tocar a otra mujer si estuviera enamorado de alguien más.
—Eso es muy caballeroso —digo, y no lo digo burlonamente. Lo digo en
serio. Admiro eso, porque a pesar de mi cálido y empalagoso interior, a pesar de mi
fantasía de amar y ser amado, también sé que mientras todavía sea mi trabajo follar
mujeres, lo haré felizmente. Tal vez con algunos sentimientos complicados, pero
nunca con ningún arrepentimiento. No es como si estuviera empezando a fingir en el
set porque mi corazón está en otro lugar.
Es solo que no creo que mi corazón y mi pene tengan que estar conectados, al
menos no todo el tiempo.
—Y creo que te conoces muy bien, Logan —dice, agarrando las llaves y
teléfono del mostrador de la cocina—. No dudo que lo tengas todo resuelto. Pero,
¿qué piensa esta chica, Devi? ¿Crees que siente lo mismo? ¿Crees que estará
realmente bien, dejándote follar horizontal y oblicuamente por todo el Valle?
—Por supuesto —me burlo—. ¡Es una profesional! Y te garantizo que no
dejará de follar a otras personas tampoco. Sé de hecho que está reforzando su carrera
mientras hablamos.
Tanner se encoge de hombros.
—De acuerdo, hombre. Lo que digas. ¿Nos vemos el viernes?
—Sí. Cuando sea que quieras venir está bien, no tenemos una escena
reservada y estaré editando todo el día.
—Y no te olvides de subir esas fotos que tomaste hoy de Candi y Ang.
—¿Cuándo me he olvidado de publicar en las redes sociales?
Él se ríe.
—Está bien, está bien, tienes razón. Pero tienes que promocionarte de vez en
cuando, ya sabes, no solo hablar del almuerzo que te estás comiendo o cualquier otro
espectáculo del que te estés dando un atracón en ese momento.
—Sí, sí, sí.
Me lanza un saludo con la mano, mientras sale por la puerta principal, y me
tiro en mi sofá recién desinfectado, sacando mi teléfono para publicar las imágenes
en Instagram y Twitter, y poner un avance de la escena, a pesar de que
probablemente no la subiré hasta la próxima semana.
Cuando termino, reviso el Twitter de Devi para alimentar un capricho. Nos
seguíamos el uno al otro, pero Devi no deja mucho que seguir… su tweet más
reciente es del mes pasado, y es una selfie tomada en la tienda principal de Good
Vibrations en San Francisco, donde le está dando a un consolador gigante un
exagerado y adorable guiño. Ningún hashtag, ninguna leyenda. Su contenido de
Instagram es igualmente escaso, generalmente imágenes de la playa o del desierto,
nunca con alguna palabra agregada.
Qué estaba pensando cuando publicó esas imágenes, me pregunto. ¿Cómo se
sentía? A pesar de todo lo que hemos hecho juntos, tan íntimos como hemos sido, no
tengo idea de cómo es su vida íntima. No sé si se sentía sola cuando miró hacia
aquella puesta de sol al atardecer, o si se sentía completa. No tengo idea de si su
falta de presencia en línea es porque ella es tímida o porque vive tan plenamente en
el momento que ni siquiera piensa en compartirlo públicamente.
Miro fijamente a esa selfie de Good Vibrations por un largo tiempo, a la
forma en que su cabello cae alrededor de sus hombros y su boca se abre
juguetonamente. Y entonces mi pecho se aprieta fuertemente y mi mente se inunda
con incertidumbres y dudas, y meto a la fuerza mi teléfono de nuevo en mi bolsillo.
Desearía que Tanner no me hubiera hecho todas esas preguntas, aunque
también me doy cuenta que son necesarias.
He estado evitando pensar en ello, tratando de poner a Devi en una caja
mental mientras filmaba mis escenas habituales, mientras me inclinaba para susurrar
todos mis pensamientos sucios e intensos en los oídos de otras mujeres, cuando me
vine sobre ellas y dentro de ellas, mientras escribía monólogos inspirados por ellas.
Pero era más desorganizado que eso. Las cajas en las que había puesto a Devi
y a Star-Crossed eran porosas, y se filtraban en todo lo demás, creando estos
escenarios confusos donde fantaseaba con Devi, mientras follaba a otras mujeres,
pero seguía encendido y completamente comprometido con las otras mujeres. ¿Eso
existe? ¿Ser capaz de querer a una persona tan completa y alocadamente, pero
también ser capaz de tener sexo con otras personas sin perder un latido? Si la
pornografía no fuera mi trabajo, no tengo ninguna duda de que sería monógamo.
Pero la pornografía es mi trabajo, así que ¿dónde me deja eso?
Me levanto, de repente decidido a no pensar más en esto. Ni siquiera sé
realmente si Devi tiene sentimientos con S mayúscula por mí; no sé si me querrá
después de que Star-Crossed haya terminado. En este momento, lo único que hemos
establecido con certeza es lo mucho que queremos tontear el uno con el otro y que
tal vez nos queremos el uno al otro de una manera de más que amigos. Apenas es el
momento de empezar a pensar en el futuro.
Incluso si es todo en lo que quiero pensar.
Dios, se vería bien en mi casa. Durmiendo en mi cama, nadando en mi
piscina. Compartiendo mi vida…
Pero no. No voy a pensar más en esto. Por lo que sé, me estoy preparando
para sufrir cuando descubra que ella no se siente de la misma manera.
Mi teléfono suena, y lo saco de nuevo de mi bolsillo, esperando contra toda
esperanza de que sea Devi y entonces dejo salir un suspiro de clase mundial cuando
veo que es mi mamá.
Respondo, obedientemente.
—Hola, mamá.
—Hola, cariño. ¿Estoy interrumpiendo… algo?
No puedo evitar sonreír. Mis padres han apoyado en gran parte mis opciones
de carrera, no tan entusiastas como parecen ser los padres de Devi, pero lo
suficientemente solidarios. Excepto que ninguno de ellos, mamá especialmente,
quiere mencionar algo sobre mi trabajo por su nombre. Las palabras pornografía,
sexo, escena e incluso adulto como un adjetivo junto con cualquier otra cosa, nunca
son palabras que oirás en la mesa de mi familia.
—No, mamá. No estoy trabajando ahora mismo.
—Bien, porque necesito hablar contigo —dice enérgicamente—. Papá y yo
estamos vendiendo nuestra casa.
Arrugo la frente.
—¿Por qué?
—Papá consiguió una oferta de trabajo cerca de Portland y decidió tomarla.
Nunca quisimos que California fuera nuestro hogar para siempre, ¿sabes? Pensamos
que quizá regresaríamos a Boston, pero luego esta oferta de Portland surgió, y
siempre hemos amado Oregon.
Todavía tengo el ceño fruncido.
—Pero…
—¿Pero qué, cariño?
—Pero me gusta que ustedes estén aquí y esas cosas. ¿Qué pasa cuando
quiera ir de visitar y echar una partida en mi antigua XBox? ¿O en mi ordenador de
la secundaria?
Ella ríe.
—Bueno, por supuesto te daremos la oportunidad de pasar por todas tus cosas
viejas. Lo que me recuerda, Phil, el que vive en la calle de abajo dijo que su nieto
tiene la edad adecuada para ese viejo juego que tenías, el de la guitarra de plástico,
la batería y esas cosas.
Me pellizco el puente de la nariz.
— Rock Band, mamá. Se llama Rock Band.
—Bueno, se lo di todo a Phil. Tiene que tener casi diez años ahora, ¿no es eso
como diez mil años en la era de la tecnología?
—¡Sí, pero aun así! No me gusta esto. Lo de regalar cosas y el asunto de la
mudanza. ¿Qué se supone que debo hacer para el Día de Acción de Gracias? ¡No
puedo hacer un pavo por mí mismo!
—Se supone que debes reservar un billete de avión a Portland, o aceptar que
tienes casi treinta años y que tu padre y yo tenemos vidas aparte de estar disponibles
para tus necesidades de pavo.
—Supongo.
—¿En serio estás molesto porque nos estamos mudado?
Lo pienso por un momento, de pie y moviéndome a la deriva hasta la enorme
ventana de mi sala de estar que muestra mi piscina de agua cristalina de color azul.
—No, no lo estoy. Pero los echaré de menos —digo honestamente.
Lo sé. Es bruto y poco masculino. Pero me gustan mis padres y tengo una
cena con ellos por lo menos una vez al mes, y supongo que nunca he pensado que mi
infancia fuera tan efímera, que el mayor punto geográfico fijo de mi vida podría
cambiar de repente.
Además, esto significa que mi madre tiene razón. Soy un adulto, y maldita
sea, odio que me recuerden eso. Me hace empezar a pensar en preguntas que
realmente no puedo responder, como ¿Qué voy a hacer con el resto de mi vida?
¿Alguna vez perseguiré la película como un sueño? ¿Y si algún día querré tener
hijos adultos lloriqueando en el teléfono acerca del Rock Band?
—También te extrañaremos —me asegura mamá—. Te llamaré la próxima
semana para elegir un día para que pases y revises tus cosas, ¿de acuerdo?
Decido poner la mudanza de mis padres en una caja mental, al igual que he
hecho con Devi. Averiguaré cómo me siento más tarde.
—De acuerdo, mamá. Te amo.
—Te amo cariño. Adiós.
Ella cuelga y cuando lo hace, escucho un ligero y extraño crujido, crujidos
como de unas pequeñas garras de perro sobre la madera dura. Es un sonido que solía
ser tan familiar como el sonido de la lavadora en funcionamiento o el tráfico del
exterior. Por costumbre, me pongo en cuclillas y golpeo mi pierna, sin pensar
siquiera en lo que estoy haciendo hasta que Prior está en realidad toqueteando con su
cabeza mi mano y me da pequeños y afeminados ladridos para hacerme saber lo
feliz que está de verme.
A medida que acaricio su cabeza peluda gris y rubia, mi mente gradualmente
capta las implicaciones.
Prior.
Mi viejo perro.
El perro que Ella… Voldemort se llevó.
Aquí en mi casa.
Levanto la mirada hacia la entrada de la sala de estar, ya sabiendo a quién
veré allí. Y odio admitirlo, pero ella se ve tan hermosa como siempre, la piel pálida
acentuada por una blusa entallada de color rojo y una falda de tul de color amarillo,
el cabello oscuro recogido en un moño de ballet apretado en la parte superior de su
cabeza. Como siempre ella se ve totalmente de Nueva York, totalmente a la moda, y
totalmente inalcanzable. Solía haber un momento en que me sentía como el tipo más
afortunado del mundo.
—Hola, Raven —digo, recogiendo el Yorkie en mis brazos y poniéndome de
pie.
—Hola, Logan.
Son, literalmente, las primeras palabras que nos hemos dicho el uno al otro
desde que se fue.
Da un paso hacía la luz, y veo su rostro con claridad, características casi
europeas, labios rojos brillantes. Ojos limitados con el kohl más negro.
—Entonces, ¿acabas de forzar la entrada o qué?
—Todavía tengo una llave —dice con recato—. Y pensé que era hora de que
finalmente habláramos. Después de todo, no viniste a buscarme después de verme
ser follada en la casa de Vida.
Privilegio, manipulación y una dosis de culpa, todo en tres frases.
Sí, definitivamente es ella, está bien.
—¿Qué hay que hablar, Raven? —pregunto, tratando de obligarme a dejar el
perro en el suelo y acompañarla hasta la puerta. Excepto que no puedo ponerlo en el
suelo porque, condenadamente, he echado de menos a este perro, y apostaría todo lo
que tengo a que Raven lo sabe, y lo trajo con el único propósito de desequilibrarme.
Da un paso adelante.
—No actúes conmigo, Logan. Ambos sabemos que nunca fuiste un buen
actor.
Jesús. Ya yendo directo a las pelotas.
—Nunca he pretendido ser un buen actor —digo, lo más agradablemente que
puedo, mientras todavía rechino mis dientes.
—Oh, es cierto. Querías ser Logan O'Toole, actor erótico, ¿verdad?
—¿De nuevo te pregunto sobre qué querías hablar? —repito, mis ojos se
deslizaron lejos de ella hasta la puerta, preguntándome cómo podría hacerla moverse
hacia ella—. Porque si viniste aquí para hacerme sentir como la mierda, creo que
preferiría que te fueras.
Raven baja la mirada hacia el suelo, frotando la parte posterior de su
pantorrilla derecha con el dedo pulgar de su pie izquierdo, recubierto por una bota
hasta el tobillo, costosa, que abarca la línea entre la alta costura y los barrios bajos.
—No he venido aquí para hacerte sentirte como la mierda —dice, después de
un minuto—. Lamento eso. Creo que estoy a la defensiva porque… bueno, ya sabes
por qué.
Hay silencio. Si esta es su disculpa, su juego real para ganar mi tiempo y
energía, entonces no es suficiente.
—Creo que sé por qué, Raven. Me dejaste. No hablaste conmigo al respecto,
no dejaste una nota o un mensaje de voz, simplemente te fuiste. Ni siquiera podía
decirle a la gente que “rompimos”, porque te ocupaste de toda la ruptura. Rompiste
mi corazón, casi rompiste mi carrera y ciertamente rompiste mi mente, al menos por
un tiempo. —Prior se alza para lamer mi cuello—. Oh sí, y te llevaste a mi maldito
perro. ¿Y todo para que pudieras viajar por toda Europa y follarte a algún italiano?
—No fue así de simple —insiste—. Y no fue jodidamente fácil. ¿Crees que
me desperté un día, y fue como, “Oh, voy a tirar tres años de mi vida porque quiero
a alguien que pueda leer el menú en un lugar de pasta”? Fue la decisión más difícil
de mi vida, el alejarme de ti, y pensé que sería mejor para mí si me iba con una
ruptura limpia.
—Bueno, estoy muy contento de que hayas tomado la decisión que era mejor
para ti —digo amargamente.
Raven levanta las manos.
—Estás retorciendo deliberadamente mis palabras. Solo quería decir que si
hubiera intentado hablar de ello contigo, si me hubiera quedado en tu casa, en tu
cama, entonces me habría terminado quedando.
—¿Y habría sido tan terrible eso? —digo, y suena roto y silencioso, un
susurro de lecho de muerte, y me odio por ello. No quiero mostrar un solo ápice de
debilidad. No merece saber hasta qué punto me destrozó.
Pero tan pronto como lo digo, su rostro cambia. No en una expresión de
compasión; probablemente habría incendiado mi propia casa si hubiera visto incluso
el mínimo rastro de piedad en su rostro, en vez de súplica.
—Logan —dice, suplicando—. Por favor, entiende. Tenía que marcharme por
mi propia cordura, por mi propia vida. Dondequiera que íbamos, yo era tu novia.
Cada fiesta de la industria, cada sesión juntos… incluso, cada sesión sola, no era
Raven Fleur, era la muñeca follable de Logan O'Toole. Comenzaron los rumores de
que solo estaba consiguiendo trabajos gracias a ti, que nunca sería capaz de
conseguirlos si rompíamos, y empecé a pensar que podrían estar en lo cierto. He
estado trabajando en este negocio desde que tenía diecisiete años, y por primera vez
en doce años, dudaba de cada decisión que tomaba. Empecé a perder el sentido de
quién era Raven, el trabajo que le gustaba hacer, porque estaba tan enormemente
eclipsado por tu… —Hace un gesto hacia mí, hacia el sofá recién limpiado detrás de
mí—. Solo tú. No solo tu negocio, eso podría haberlo manejado. Pero tu visión. Tu
ser. No me dejaste sitio para crear mi propio mundo.
De inmediato, me pongo a la defensiva.
—Nunca, ni una sola vez, te dije qué tipos de trabajos tomar o qué tipo de
escenas filmar. Nunca te presioné para que estuvieras más involucrada con O'Toole
Films de lo que quisiste. Y, ciertamente, nunca habría…
—Logan —interrumpe—, nunca has tenido que presionar a nadie en tu vida.
¿No lo entiendes? La gente hace todo lo posible para hacerte feliz. Un tweet de
respuesta tuyo, una sonrisa a través de la sala en una fiesta, y ganas amigos de por
vida. ¿Y yo? —Su boca se tuerce en una sonrisa triste—. Estaba tan desesperada por
tus sonrisas, por estar dentro de ese círculo íntimo juguetón pero intenso, que me
estaba sacrificando de antemano.
—Deberías habérmelo dicho —sostengo—. ¡Deberías haber hablado
conmigo!
—¿Y decirte qué? Exactamente lo que acabo de decir, y luego tener que decir
exactamente lo que acabas de decir, y ¿Luego sentirnos tranquilos e ignorados al
mismo tiempo? O peor aún, ¿Dispuesta a volver voluntariamente a mi prisión
personal?
Me aparto de ella, caminando de vuelta hacia la ventana que da a la piscina.
Estoy demasiado enojado y herido como para pensar con claridad, aunque reconozco
las pizcas de verdad en sus palabras. Puedo ser un poco monomaniaco sobre mis
proyectos, y tengo una mala costumbre de querer que todos los que me importan
estén involucrados con las mismas cosas que me importan demasiado. Y tal vez si
hubiera sido un novio más sensible, habría visto que Raven se sentía sofocada en
nuestra asociación creativa, incluso cuando nuestra asociación doméstica todavía
navegaba firmemente sobre aguas tranquilas.
Pero no es excusa para su cobardía. O su infidelidad.
—Hiciste mucho más que intentar renovar tu carrera cuando te fuiste. Ni
siquiera me pagaste la cortesía de un adiós, por no mencionar al tipo italiano.
Se aclara la garganta, y me doy cuenta que se ha acercado demasiado a mí.
—Me equivoqué al hacer eso. Luca y yo… nos estuvimos viendo durante un
tiempo antes de marcharme.
Sé esto. Lo he sabido desde hace meses. Entonces, ¿por qué su admisión
provoca tanta rabia dentro de mí? Debería ser noticia vieja, y además, supuso un
poco de valor por su parte el admitirlo. Nunca le gustaba admitir que estaba
equivocada.
Una vez que puedo confiar en mi voz, hablo, todavía manteniendo mis ojos
en la piscina.
—Les deseo a Luca y a ti lo mejor. Y supongo que ahora me siento más
iluminado que antes de que habláramos, así que gracias por eso.
—Luca y yo rompimos —dice rápidamente, antes de que pueda llegar a la
parte donde le pido que se vaya—. No era real, Logan, nunca lo fue. Él estaba justo
en el lugar correcto en el momento adecuado, capaz de decirme todas las cosas que
quería oír.
Giro la cabeza para mirarla. Ahora está de pie junto a mí, sus ojos también en
la piscina, una mano pálida presionada contra el cristal.
Y entonces lo dice:
—Todavía estoy enamorada de ti. —Sus ojos oscuros se encuentran con los
míos—. Sé que he jodido las cosas, pero no estoy muy orgullosa de tener que
suplicar.
Por un momento, recuerdo por qué la amé una vez. Su belleza aguda. Su
orgullo obstinado.
—Tú no me quieres —le digo—. Estás aquí porque las cosas no salieron
según lo planeado, y soy la última persona con la que te acuerdas siendo feliz. Lo
que sea que estés buscando, no puedo ayudarte. He seguido adelante.
Lo acepta sin quejarse, su única señal de perturbación por mi rechazo hacia
ella es una ligera succión de sus dientes superiores.
—Has seguido adelante —repite—. ¿Quién es?
Devi aparece en mi mente, pero de ninguna jodida manera estoy dispuesto a
tentar al destino de esa manera. En lugar de eso digo:
—No hay otra chica. Solo quiero decir que he avanzado a nivel personal. He
superado lo que pasó, y estoy mirando hacia el futuro. También tengo un gran
proyecto nuevo programado.
—¿Un nuevo proyecto?
No tengo ningún interés en hablar de Star-Crossed con ella, pero, de todos
modos, mi entusiasmo latente por ello se desborda en mis palabras.
—Es un nuevo proyecto con Vida y ese estudio holandés Lelie, como un
reality show donde dos personas se están enamorando, pero todo el sexo es también
a puertas abiertas, lo que lo hace un mejor reality de televisión. Además, lo hago con
Devi Dare ¿Recuerdas a esa chica de Real Playdates? Es jodidamente increíble. Así
como en, su cuerpo derrite mi cerebro, y su cerebro real podría derretir mi cerebro,
es muy inteligente.
Raven se muerde el labio.
—Suena verdaderamente como un proyecto.
Me encojo de hombros.
—Estoy muy entusiasmado con eso, pero sí. Necesito casi todo mi tiempo
libre.
—Es una pena. Tenía la esperanza de que al menos pudiéramos trabajar
juntos, mientras estoy en Los Ángeles este mes. —Deja caer su mano de la ventana
y alisa su falda—. Ya sabes, algún tipo de escena para enfriar los ánimos. Aunque
no volviéramos a estar juntos, todavía nos sentiríamos bien, ¿cierto?
Da un paso tan cerca de mí que puedo sentir su aliento en mi pecho. Prior se
retuerce para bajar, pero lo mantengo apretado.
—¿No quieres follar conmigo? —pregunta en un ronroneo bajo, su boca con
ese puchero escenificado que presencié en la casa de Vida—. ¿No estás lo
suficientemente enfadado conmigo, como para que se sintiera tan bien que me
sujetaras contra la pared y me follaras duro?
Odio lo bien que me conoce; odio lo bien que sabe que deseo exactamente
eso. Pero lo que no sabe es que aún cuando lo deseo, también me repugna la idea de
volver a tocarla.
—No, Julie. —digo, usando su nombre real—. Preferiría no hacerlo. —Su
mandíbula cae y no puedo decir si es porque use su nombre real o por mi rechazo
absoluto para trabajar o dormir con ella de nuevo, pero no me importa. Sigo
adelante—. Lamento que te sintieras perdida y lamento que sintieras que no podías
hablarlo conmigo. Pero como recomendación para el futuro: esa es solo una buena
razón para engañar a tu pareja en películas independientes y club de novelas de
libros. No es excusa para lo que hiciste, y mientras voy a tratar de perdonar, sería un
idiota si lo olvidara.
Pongo a Prior de nuevo en sus brazos. Su expresión aturdida está dando paso
lentamente a la furia.
—Jódete —sisea—. Jódete. D… —Y lo veo venir, lo escucho en la punta de
su lengua, pero no lo escucho. Puede decir mi verdadero nombre en toda su
grandeza gangosa y posiblemente irónica, pero no cambia el hecho de cómo me
siento.
—Adiós, Raven —digo, y entonces me lanza una mirada con tal furia lívida
que en realidad siento su calor ácido empujarse contra mi piel.
Se va sin decir una palabra, y después de un momento de reflexión, me meto
en la cocina y rebusco un poco de whisky. Finalmente le dije adiós a Raven,
finalmente conseguí todo el cierre que había anhelado tan desesperadamente, pero
no me siento satisfecho. No me siento en paz.
Tengo ganas de emborracharme.
Traducido por Brisamar58 y Magnie

Corregido por Masi

l jueves amanece con el tipo agresivo de sol que solo California a

E finales de agosto puede exhibir. Abro un ojo, luego el otro, apreciando


plenamente cuán hecho mierda me siento, desde mi asquerosa boca a
mi agitado estómago, hasta mi martillante dolor de cabeza.
Sí, seguro que anoche logré superar a Raven. Me bebí media botella de
whisky y canté la canción de Ben Folds Five “Song for the Dumped” con todas mis
fuerzas durante unas dos horas seguidas, y luego creo que me fui a nadar con mis
ropas puestas, lo supongo por el fuerte olor a cloro que hay a mi alrededor y mi ropa
todavía húmeda.
¿Qué hay en la agenda para hoy, Su Señoría?
Devi. Tenemos una escena hoy.
Me tropiezo hasta el baño, donde tomo aproximadamente siete vasos de agua
y trago un puñado de Advil sin molestarme en contar cuántos.
Bueno, Cass. Creo que va siendo hora de que me devuelvas cierto favor.
No puedo esperar. ¿Puedo acercarme ahora?
Levanto la mirada hacia el espejo, haciendo una mueca ante mi reflejo. Me
parezco a Deadpool sin su máscara.
Claro, preciosa. Anoche festejé un poco fuerte, así que voy a meterme en la
ducha y restregarme la capa superior de piel de mi cuerpo, pero adelante y entra
por ti misma. Tengo una llave debajo de la maceta de la planta suculenta que hay
junto a la puerta.
Los tres puntos reveladores aparecen en mi pantalla mientras escribe y uso el
intervalo en nuestra conversación para cepillarme los dientes y encontrar una toalla
limpia.
Entonces mi teléfono suena.
No me puedo creer que no hicieras una broma con la palabra suculenta.
Gimo. Tiene razón. Estoy fuera de juego.
Creo que maté unas pocas neuronas anoche. Deben haber sido de las
divertidas.
Jesús. ¿Cómo o con quién pasaste la noche?
Implica a Ben Folds y un escocés de nivel medio. No importa. Conduce
hasta aquí para que pueda provocarte orgasmos.
Ok, Cyrano. Voy de camino.
Me cepillo los dientes varias veces más en la ducha y restriego mi cuerpo con
jabón y una toallita hasta que la sensación de borracho-la-pasada-noche se va.
Nunca más volveré a beber, me prometo con un murmullo. Y en realidad lo creo. La
verdad es que nunca fui un gran bebedor (prefería sentirme mareado que estar
borracho) pero después de que Raven se fuera, no tenía herramientas emocionales
para afrontarlo. Ninguna herramienta excepto el licor, claro.
Pero ahora me siento liberado de Raven, liberado de mis complicadas
emociones por ella. Quería decir lo que dije ayer. Ya no estoy enamorado de ella. Y
he seguido adelante. De hecho, por otro lado, es increíble creer que estuviera tan
devastado. Lo que ocurrió ayer me demostró lo diferentes que somos, e incluso me
parece asombroso que alguna vez pensara que lo que teníamos era en realidad
felicidad sustentable.
Finalmente limpio y despierto, cierro la ducha y camino lentamente a mi
habitación, decantándome por mi uniforme habitual de una camiseta y unos jeans.
Me froto el cabello con la toalla, no me molesto en cepillarlo, y luego salgo a mi
sala de estar, donde encuentro la puerta del patio abierta y a Devi Dare afuera en la
piscina. Dejándose caer en mi piscina, en realidad.
Y está completamente desnuda.
Me acerco para llamarla, para decirle que he terminado de arreglarme, pero
luego me detengo mientras ella rompe la superficie del agua, se peina el cabello
hacia atrás y empieza a nadar de espaldas fácilmente a través de la piscina. Ella no
tiene ni idea de que estoy de pie aquí, no tiene ni idea de que alguien la está
observando, y está tan desinhibida ahora mismo, tan natural. Tan jodidamente sexy.
Me lamo los labios a medida que la observo, las gotas de agua brillando en
las suaves curvas de sus pechos, en las tensas líneas de su estómago. Una pequeña
piscina de agua se ha reunido en su ombligo, destacando la depresión que se forma
en su esbelto pero aún femenino estómago. Su piel parece de color bronce oscuro en
el agua azulada y su cabello es como una nube de color café alrededor de su cabeza.
Sus ojos están cerrados, sus pezones están duros, y maldito sea… si no estoy
más excitado de lo que he estado nunca. Mi polla ya está presionándose contra mis
jeans, mi pulso está acelerado, y nunca he querido follar a alguien con tantas ganas,
que es como si quisiera arrastrarme dentro de ellos, como si quisiera fusionar mi
alma con la suya.
Pero es así como que siento ahora.
En silencio, como un marinero tratando de no molestar a una sirena, me
acerco a la puerta y saco mi teléfono. Empiezo a filmarla.
Es fascinante, la forma en que corta sin esfuerzo a través del agua. La gracia,
las líneas flexibles de su cuerpo, los agudos contrastes de color junto con el
ocasional vistazo tentador de su coño…
No es porno, lo sé, de lo contrario estaría corriendo a por mi verdadera
cámara. Pero es indudable, poderosa y dolorosamente erótico; es ese fuego lento de
deseo que te recuerda con sutiles pero insistentes codazos que eres un ser sexual. Es
el tipo de imagen que se queda grabada en tu mente antes de enterrar tu polla en su
interior, y hace que sea mucho más difícil moverse, que sea más incontenible. A mi
profesor de teatro en la escuela secundaria le gustaba hablar de unidades, donde el
tiempo, el lugar y la acción convergen en un punto. Bueno, Devi es mi unidad ahora
mismo. Atrayendo mi cuerpo, mi mente y mi corazón hacia un solo punto cristalino,
fusionando a todos los Logan dispares en un hombre embrujado y enamorado.
Me equivoqué antes, no me estoy enamorando de ella.
Ya estoy enamorado.
No sé cómo, dado que puedo contar el número de veces que hemos salido con
una sola mano, y no sé por qué necesariamente, dado que ella es tan diferente de las
otras estrellas porno de carrera con las que he salido.
Pero sin embargo, es cierto.
Toco la pantalla del teléfono y termino mi video privado, con mi garganta
cerrada, sin ninguna otra razón que la exhibición de belleza delante de mí. Quiero
saltar dentro, quiero sacarla fuera de esa maldita piscina y hacer el amor con ella
aquí mismo bajo el sol, pero no lo hago, porque soy un cobarde. Porque todavía
recuerdo cómo se siente ser abandonado, rechazado por alguien a quien amaba.
En vez de eso, me aclaro la garganta. Ella deja caer sus pies al fondo de la
piscina con una sonrisa tímida.
—Lo siento —sonríe—. No me pude resistir.
—Yo no puedo resistirme a ti —replico, pero la broma es poco entusiasta
porque está saliendo de la piscina, y estoy teniendo dificultades para respirar. El
agua fluye de su cuerpo firme y lleno de curvas, mientras camina hacia mí. Luce tan
casual, tan tranquila acerca de estar desnuda, y entonces me pregunto si es porque
siempre es así o es porque confía en mí y se siente cómoda conmigo.
La idea me da un poco de orgullo, con una sacudida simultánea de afecto, y
estoy decidido a mantenerla cómoda a mi alrededor, sin importar el costo. Incluso si
eso significa mantener a mi Romeo interior enjaulado por el momento. Estoy seguro
que todo el tiempo tiene chicos que dicen estar enamorados de ella. Lo último que
ella necesita es que su compañero de trabajo lo haga.
—¿Quieres una toalla? —pregunto.
—Sí, por favor.
Voy a buscarla, pero (no puedo evitarlo) no se la doy. En lugar de eso, la seco
yo mismo, secando sus miembros antes de levantarme y acariciar suavemente su
rostro.
Está sonriendo.
—Piscina con servicio completo. Me gusta.
—No es la única cosa con servicio completo. Vamos adentro.
Sin molestarse en recoger su ropa, ella me sigue, y mientras hablo, trato de
ahogar la voz en mi mente que está gritando ella está casi desnuda, está casi
desnuda, debajo de esa toalla está desnuda. Estoy alrededor de mujeres desnudas
todos los días; no debería ser algo que me afecte. Pero es Devi, y sí lo hace. No solo
porque su cuerpo es delicioso y perfecto, sino porque esto marca la primera vez que
la he visto completamente desnuda en persona desde Real Playdates, todos esos
años atrás.
De alguna manera, logro mantener la calma… al menos en la superficie.
—Así que, tengo algo especial planeado para nuestra escena oral esta noche.
¿Tienes algún plan tarde esta noche o mañana temprano?
—¿Mañana? —pregunta, y sus mejillas se oscurecen—. Mmm, no. Estoy
completamente libre hasta mañana.
—Excelente —digo, caminando de espaldas hacia mi habitación. Reaparezco
con una bolsa llena de mierdas: equipo de película, pero también ropa y artículos de
tocador y una bolsa de dormir gigante colgando del costado—. Nuestra escena
podría ser filmada tarde en la noche. ¿De acuerdo?
Ella traga fuertemente. Y asiente.
—Más que bien —deja escapar.
Dios, quiero follarla ahora mismo. Observar esa delicada garganta moverse
mientras tomo un pezón en mi boca. Mirar esa parte de la boca cuando finalmente
me entierre en su interior.
Paciencia, paciencia, me convenzo. Todas las cosas buenas vienen con el
tiempo.

—No creo que puedas manejarlo —le digo dudosamente, una hora después.
Después de que Devi se vistiera y yo empacara el auto, decidí que necesitaba
comida para la resaca, así que la llevé a un bar en el límite de los suburbios. Sin
restauración, poco glamoroso, incluso sin la sensación acogedora y cálida de un
garito de mala muerte. No, este lugar es tan barato como si no tuviera alma, y es por
eso que me gusta. Sin colegas abogados almorzando, sin hípsters disfrutando de una
“vibra genuina”. Russell's abastece a una clientela y a una clientela solamente: gente
dispuesta a soportar un servicio hosco y un panel de yeso rayado por cerveza fría y
las mejores alitas en la ciudad.
En este momento, Devi Dare, en su inocencia ingenua, piensa que puede
manejar una docena de alitas por su cuenta.
—¿Por qué no empiezas con media docena? —sugiero diplomáticamente.
Levanta la vista del menú laminado.
—Este no es mi primer rodeo de alitas, hijo.
—Devi, solo me gusta decirles a las mujeres qué hacer en la cama. Pero te lo
digo, una docena es demasiado.
Me sonríe.
—¿Quieres apostar tu dinero?
—Puedo pensar en cosas más interesantes que el dinero.
—¿Como qué? —Sus ojos brillan.
—De acuerdo, si no puedes comerte todas las alitas, entonces ahora mismo te
llevo a la película más exquisita, dolorosamente subtitulada que estén dando.
—¿Y si puedo comérmelas todas?
Me encojo de hombros.
—No lo sé. ¿Qué tal algo que fuera totalmente nuevo para mí?
Piensa por un momento, mirando el techo y golpeando lentamente su boca
con un delgado dedo…
…Y así es como termino en Venice Beach dos horas más tarde caminando
hacia una pequeña tienda psíquica.
Devi lidera el camino por el paseo marítimo, con los dedos entrelazados a
través de los míos mientras ella me atrae hacia delante.
—No puedo creer que hayas dudado de mi habilidad para comer alitas —
resopla, la respiración atrapada en su garganta de la misma manera que me gustaría
que estuviera cuando la esté follando.
Incluso su mofa es sexy. Jesús, me ha dado fuerte.
—Pareces muy saludable —argumento—. Como el tipo de chica que solo
come semillas de chia y ese tipo de mierda.
Se ríe, mientras una ráfaga de viento sopla su cabello alrededor de su cara, y
mierda, es tan joven. Sé que ocho años no es la mayor diferencia en el gran esquema
de las cosas, pero se siente grande en este momento. Se siente importante.
Peor aún… es excitante.
—Como bastante saludable la mayor parte del tiempo —admite—. Sobre
todo porque mis padres siempre me están dejando cosas por sorpresa. Un lote fresco
de kombucha o restos de col rizada de su cooperativa o cualquier otra cosa. Pero al
menos una o dos veces a la semana, como algo terrible y sorprendente. Como una
hamburguesa de queso triple. O una docena de alitas. Después de todo, este culo no
permanecerá lleno por sí solo.
Le da a su culo un golpe juguetón. Casi perezco en el acto.
—De todos modos —continúa—, creo que el equilibrio es importante,
¿verdad? Un poco de mal espolvoreado sobre el bien hace todo mucho más
interesante.
—Tienes que dejar de hablar así o no voy a estar en forma para conocer al
psíquico.
Se ríe de nuevo, y luego estamos en la puerta cubierta de cuentas de Madame
Psuka, Psíquica Extraordinaria. Las lunas y estrellas de neón intentan en vano
competir con la brillante luz del sol de la playa.
—Somos muy afortunados —dice Devi en voz baja—. Pasa la mitad del año
en Michigan. Siempre que vuelve a L.A., suele estar demasiado desbordada con sus
clientes que repiten, como para ver a alguien más.
Un rayo de esperanza florece dentro de mí.
—Entonces, ¿tal vez no será capaz de vernos hoy? —pregunto, tratando de no
sonar demasiado aliviado.
Devi solo señala el letrero colgado en la ventana. Entren. Bienvenidos Hoy.
—Mierda —murmuro.
Devi golpea mi brazo.
—Perdiste de manera justa y limpia. Sé un buen perdedor.
—No puedes realmente creer en todo esto, ¿verdad? Es muy tonto. Y tú eres
tan… científica.
Me empuja al interior, lleno de un aire denso y oscuro. A medida que mis
ojos se adaptan, oigo a Devi rebuscar en su gran bolso de hombro, y cuando
finalmente puedo ver de nuevo, me doy cuenta que tiene mi cámara. Se la di a ella
por si acaso queríamos capturar cualquier momento para Star-Crossed.
La enciende.
—Creo que vale la pena filmarlo. ¡Es como si estuviéramos en una cita falsa
otra vez! Alitas y ahora médiums.
—Sabes, cuando te di eso, en realidad estaba imaginándonos que
encontraríamos un lugar para enrollarnos o algo así.
Me chasquea la lengua y sacude su mano, indicando que debería sentarme en
una de las sillas colocadas en la pequeña sala de espera donde estamos ahora.
—Huele a hierba —observo, dando unos cuantos olisqueos experimentales—.
Un montón de hierba.
Devi sonríe.
—Es salvia. La gente lo quema para limpiar de energía negativa un espacio.
—¿Esto se considera purificado? Creo que es una excelente manera de
ocultar la marihuana. “Oh, no, oficial, no fumaba marihuana, estaba purificando mi
auto de energía negativa”.
Devi se ríe, y luego oigo a una mujer mayor decir:
—¡Boombalee!
No es precisamente inglés (ni cualquier otro idioma que conozca) y me
pregunto si es algún tipo de idioma psíquico para algo importante, o si tal vez esta
mujer está hablando en otra lengua o teniendo un accidente cerebrovascular, pero
luego empuja más allá de las bolas que separan el espacio interior de la sala de
espera y corre hacia Devi, con los brazos extendidos.
—Oh, mierda —murmura Devi, mirándome con algo parecido al pánico—.
Lo siento mucho por esto.
—¿Lo sientes por qué?
Pero no puede hablar ahora porque la mujer la ha sacado de su silla y la ha
envuelto en un enorme abrazo. Está a finales de los cuarenta, con su espeso cabello
rubio grisáceo atado detrás en una práctica trenza, y pequeña pero constituida
esbeltamente. Lleva una falda larga y una blusa que tienen un inconfundible rollo
“Sedona, Arizona”. Durante un minuto, creo que es la psíquica, pero luego retrocede
y digo en voz alta:
—Santa mierda. —Ambas se vuelven para mirarme rebosantes de alegría, y
es tan evidente ahora que me siento retroactivamente estúpido por no haberlo visto
antes. La mujer se ve exactamente como Devi, pero sin el tono persa.
Los mismos pómulos altos y la barbilla puntiaguda, las mismas caras en
forma de corazón con idénticas y hermosas sonrisas.
Es la mamá de Devi.
Levanto la mano.
—Logan O'Toole. Encantado de conocerte.
—Sue Jones-Daryani. ¿Qué te trae a la señora Psuka hoy? ¿Y por qué no te
he visto en más de una semana, Boombalee? Te echo de menos.
—Mamá —dice Devi, un poco avergonzada—. He estado ocupada. ¡Y no me
llames así en público!
—¿Boombalee? Devi, estuve en labor de parto durante veintisiete horas sin
medicación para traerte a este mundo, y cuando saliste, me rasgaste…
—¡Mamá! —Devi ahora parece seriamente alarmada—. ¿Puedes no hacerlo
delante de mi compañero?
—Mi punto es, te llamaré lo que quiera. —Sus ojos grises se vuelven hacia
mí y se suavizan—. Es un placer conocerte, Logan. ¿Estás haciendo pornografía con
mi hija?
No puedo hacer otra cosa que reírme.
—Sí, señora. Lo hago.
—Me alegra oír eso. Tienes una energía muy viril, ¿sabes? Puedo sentir el
pulsar de tu chakra sacro desde aquí.
—Uh… ¿es algo que debo hacerme revisar por un médico?
Sue chasquea la lengua de la misma manera que Devi hizo antes y extiende
su mano detrás de mí, presionando su palma contra la parte más alta de mi culo.
Junto a mí, Devi hace el tipo de gemido que alguien haría si estuvieran dispuestos a
morir, y cuando la miro, ella tiene su rostro enterrado en sus manos a modo de
mortificación.
Yo, sin embargo, estoy teniendo un gran momento.
—Señora Jones-Dayrani, está tratando de seducirme, ¿verdad? —me burlo,
mientras le da a mi chakra unas cuantas palmadas adicionales, por si acaso.
—Joven, nunca he tenido que seducir a una sola pareja sexual en mi vida, y
estoy segura que tú nunca lo has necesitado tampoco.
Doy un modesto encogimiento de hombros.
—Mamá, ¿puedes sacar tu mano del culo de Logan, ahora?
Sue suspira, como si su hija fuera la más grande mojigata del mundo.
—Devi, tu chakra sacra, por otra parte, está completamente bloqueado. Y
algo está pasando con tu chakra del corazón. —Frunce el ceño—. Necesitamos hacer
algo de Reiki, o tal vez deberías ver al doctor Tammaro para algo de acupuntura.
Pero mientras tanto, recomiendo algo de meditación y tal vez algo de sexo vigoroso
para desbloquear ese chakra.
—Estaría encantado de ayudar a su hija con eso, señora —digo con una
amplia sonrisa.
Las manos de Devi todavía están en su cara.
—¿No hay una conferencia de partería o algo en lo que necesitas estar?
—En realidad, tu padre y yo tenemos clases de yoga al desnudo, así que
debería irme. Pero necesitas venir esta semana para cenar alguna vez. Recibimos una
caja de raíces de mandioca de nuestra cooperativa y necesitaremos ayuda para
comerlas todas.
—De acuerdo —dice Devi, con el nivel exacto de entusiasmo que esperarías
de alguien que estuviera de acuerdo en comer raíz de mandioca—. Te llamaré.
Sue le da un gran abrazo, y luego se inclina para besar mi mejilla.
—Hónrala —es la firme entonación que me dice al oído, pero la severidad
queda atenuada por la cariñosa caricia que da a mi chakra sacro.
Y entonces abre la puerta y sale de la tienda.
—Lo lamento tanto —dice Devi a medida que se deja caer en una silla
cercana—. Sabía de este lugar porque mi madre viene aquí, pero no tenía ni idea de
que estaría hoy, y estoy tan, tan avergonzada en este momento.
—¿Por qué? —No me siento. Me quedo parado frente a ella y soy un
empujoncito a sus rodillas con la mía—. Me pareció genial. Más que genial; es
asombrosa. Igual que tú.
Devi levanta sus ojos hacia los míos.
—¿En serio? ¿No me odias ahora que has conocido a mi excéntrica madre?
—Exactamente lo contrario. Cuanto más aprendo de ti, más quiero saber.
Más me enamoro de ti.
No digo eso, obviamente.
Se muerde el labio para no sonreír demasiado y mi pulso se acelera. De
repente, me siento dolorosamente consciente de cómo sus rodillas desnudas rozan
mis pantalones, la forma en que el delgado corpiño de algodón de su mini vestido se
aleja de su piel, revelando de forma explícita que no lleva nada debajo.
Me inclino hacia abajo. La cámara todavía está colgando en su mano, la luz
en espera parpadea, pero la ignoro y uso mi pulgar e índice para guiar su cara hasta
la mía.
Ella parpadea esas largas y oscuras pestañas una vez, dos veces, y luego llevo
mis labios a los suyos. Es toda suave calidez, sol y canela, e inhalo su olor incluso
mientras la beso, mientras me pregunto vertiginosamente si así es como sucede para
otras personas. ¿Comen alitas y visitan a psíquicos y tienen momentos incómodos
con los padres? ¿Pasan el día lleno de aventuras al azar, atesorando cada segundo
pasado en la compañía del otro?
Esta no es una cita falsa en absoluto… me doy cuenta. Esta es ahora una cita
real.
—Esto no es un salón de besos —nos informa una voz con brusquedad.
Nos enderezamos y me doy la vuelta para ver a una mujer con el cabello
rubio, viéndose irritada y con más collares de cuentas de lo que hubiera creído
posible.
—¿Madame Psuka? —pregunta Devi, levantándose de la silla y
enderezándose la ropa—. Hola. Soy la hija de Sue.
—Sí, sé quién eres —dice la médium con impaciencia. Su acento es de origen
aleatorio (definidamente del antiguo bloque soviético) y cuando agita su mano,
huelo a Aqua-Net y al tipo de perfume que compras en un supermercado.
—En realidad estamos aquí por mi amigo Logan —explica Devi—. Quería
que consiguiera una lectura.
—¿Qué tipo de lectura?
Ambas se me quedan mirando.
—¿Yo, uh, no lo sé?
La señora entrecierra sus ojos hacia mí.
—Ninguna lectura de la palma hoy, creo. Sin horóscopo ni piedras rúnicas.
Necesitas Tarot. Una carta.
Devi prácticamente salta arriba y abajo.
—¡El Tarot es mi favorito!
—Esto será rápido —dice la señora de una manera que me parece
extrañamente ominosa, y luego desaparece en su sala interior y regresa con una cesta
de mimbre llena de bolsas de terciopelo—. Escoge una carta —ordena con su acento
recortado.
Recojo una bolsa de terciopelo al azar, allí mismo, en el vestíbulo, y luego la
señora asiente, como si esa fuera la carta que esperaba que escogiera todo el tiempo.
Hay un mostrador de cristal en la esquina con una antigua caja registradora en la
parte superior y unos folletos para las ferias psíquicas y conferencias de la Nueva
Era fijadas en las paredes de toda la sala, y camina hacia allí ahora, poniendo la
bolsa en la parte superior.
Saca las cartas e indica que debo venir a su lado.
—Corta una vez, luego mézclala con la pregunta en tu corazón. Después de
eso, dame la carta. —Ella me da las cartas, y miro a Devi, que asiente, y pienso,
¿por qué diablos no? Estoy en este tipo de cita accidentalmente real con una chica
de la que estoy enamorado, ¿por qué no ver dónde me lleva esto?
Así que golpeo en la cubierta con los nudillos y luego recojo las cartas para
barajarlas. Son más grandes que las cartas normales, pero mis manos son lo
suficientemente grandes para que funcione. (Eso es lo que ella dijo).
A medida que barajo, me doy cuenta de las imágenes que hay en las cartas,
que parece estar compuesto por montones de gente desnuda. Adecuado, supongo,
pero tal vez un poco demasiado apropiado, a juzgar por la sonrisa de Madame
cuando se da cuenta que soy consciente de las cartas.
Solo una coincidencia. No creo en esta mierda, y Devi tampoco. ¿Cierto?
—Piensa en ello como una meditación enfocada —dice, como si supiera lo
que estoy pensando—. Te dará un nuevo marco de referencia para tu pregunta.
Oh, mierda. La pregunta. Me lanzo a todo lo que quiero preguntar, pero en
realidad mi vida es realmente sólida en este momento. Buen dinero, trabajo
constante que disfruto. Pasar página con Raven (no tanto con mi perro). En realidad
la única cosa en el aire es Devi, y ella no es tanto una pregunta sino más bien una…
¿Una qué? ¿Una esperanza? ¿Una posibilidad?
No sé qué preguntar, así que en vez de eso solo pienso en Devi. Pienso en
Devi y pienso en Star-Crossed y pienso en todas las veces que he sentido ese gran
sentimiento mágico con ella. Y espero que la carta del Tarot pueda dar sentido a
todo eso.
Termino de barajar y entrego la cubierta a la señora Psuka, que rápidamente
corta la cubierta en tres montones.
—Señala un montón.
—Um…
—Quiere decir que tienes que escoger un montón para continuar —me
explica Devi en susurros.
Señalo el montón del centro, y de nuevo Madame da ese asentimiento, como
si eso es lo que ella esperara todo el tiempo. Junta la baraja, con el montón que
escogí en la parte superior, y luego desliza la carta de la parte superior y con un
además ostentoso la pone en el mostrador.
—El Colgado —anuncia dramáticamente, como si se supone que debo saber
lo que eso significa. Miro a Devi, pero su rostro no revela nada.
No sé mucho (o nada de nada) sobre las cartas del Tarot, pero una tarjeta
llamada “El Colgado” realmente no me infunde confianza. Prefiero obtener una
tarjeta llamada El Hombre Al Que Frecuentemente Le Hacen Felaciones o quizás El
Hombre Increíblemente Rico y Asombrosamente Dotado. Pero supongo que no hay
ayuda ahora. Con un suspiro resignado, me inclino para examinarlo.
Es una hermosa pero inquietante ilustración de un hombre desnudo colgado
boca abajo de un árbol, con unas cuerdas envueltas en estilo shibari alrededor de su
cuerpo. Se cuelga principalmente por una pierna, la otra pierna se sujeta en una
posición doblada de modo que su tobillo izquierdo está detrás de su rodilla derecha.
Sus brazos están amarrados detrás de su espalda, y una cuerda cruza su cuerpo en
patrones de franjas, cortando los músculos firmes de su estómago y piernas.
Lo más sorprendente de todo es su rostro. Si yo fuera a estar colgado boca
abajo de un árbol, creo que estaría considerablemente molesto, pero él parece estar
soportando su destino en silencio. Pensativamente, incluso. Mira fijamente hacia
delante con una expresión clara, casi curiosa, y las esquinas de su boca están
inclinadas en lo que parece ser una pequeña sonrisa, sabiendo, como si él supiera
algo que yo no.
—Está en paz porque se colgó del árbol —me dice Madame Psuka, su voz me
sorprende—. Él eligió este camino. Como Odín o Dioniso, se ha sacrificado por una
causa mayor.
—No tengo grandes causas en mi vida —señalo—. Ciertamente no cualquier
cosa que me obligue a colgarme de un árbol.
Madame Psuka cierra brevemente los ojos, como si mi ignorancia la doliera.
—Es una metáfora —dice, un poco a la defensiva, su acento se espesa—. No
es literal.
—Entonces, ¿tengo que colgarme metafóricamente de un árbol?
Palmea la carta.
—Esta carta significa que estás a punto de tomar una gran elección. Se te
pedirá sacrificar algo intensamente personal e importante.
Hmm. No me gusta la forma en que suena.
—¿Al menos tengo algo impresionante a cambio?
Madame Psuka me da un encogimiento de hombros que es muy, muy
europeo.
—¿Quién puede saberlo? No es trabajo de El Colgado saberlo. Solo sabe que
debe tener fe. Pero él también sabe que puede perecer en su lugar, sin haber ganado
nada en absoluto.
Toda esta charla de perecer, sacrificio y muerte es un poco estremecedora.
Me doy la vuelta para mirar fijamente a Devi.
—¡Me dijiste que sería divertido!
—¡No dije tal cosa! —exclama—. Solo dije que era mi favorito.
—¿Obtener cartas espeluznantes es lo que prefieres?
—No son todas espeluznantes —dice, frunciendo su labio inferior de una
manera que me hace querer morderlo—. Solo reflejan diferentes etapas de un viaje.
Eso es todo.
—Tiene razón —afirma la señora—. Esta carta no es para asustarte. Si estás
perturbado, es solo porque sientes, dentro de ti, que es verdad. Toma —dice
bruscamente, empujando la carta a través del mostrador—. Tienes que llevarte esto
contigo. Ahora está bajo tu cuidado.
¿La carta de dolor y sacrificio? No, gracias.
—Es muy amable de su parte, Madame, pero yo…
Devi me da un codazo y me doy cuenta que debería callarme.
—¿Cuánto te debemos por la lectura? —pregunta dulcemente.
La señora me mira.
—Nada —pronuncia, su d sonando como una k—. Es un favor para Sue.
—Gracias —dice Devi, dando un abrazo a Madame Psuka—. Vamos, Logan.
Madame Psuka toma la carta y la sostiene hacia mí. No hay manera de
rechazarla sin parecer grosero, así que la tomo de sus dedos a regañadientes.
—Sacrificio es solo otra palabra para cambio —me dice, frunciendo sus cejas
gruesas—. Cambio que requiere dejar ir algo.
Le doy un gesto de asentimiento y luego dejo que Devi me saque una vez más
hacia la luz del sol que brilla en el exterior.
Traducido por Kalired, LizC, Camii, VckyFer y Genevieve

Corregido por Masi

o me has dicho a dónde vamos para la mamada —dice Devi unas

-N horas más tarde. Con la tarjeta de la señora Psuka atascada en mi


bolsillo trasero, caminamos por todo el paseo marítimo, comiendo
granizado, perritos calientes y algodón de azúcar, y viendo a los artistas callejeros.
Después Devi me llevó a la playa y caminamos con las olas hasta el tobillo,
chismeando sobre la gente porno que conocíamos y especulando sobre lo que
sucedería en los próximos dos años con nuestra industria. Y luego nos dirigimos a
mi auto, donde estamos ahora, regresando a la ciudad.
Miro a Devi. Como de costumbre, tiene la ventana un poco abierta, el viento
caliente le revuelve el cabello. Por un momento breve y minúsculo, me entra pánico
de que la carta del Tarot que la Madame leyó para mí pudiera significar que Devi y
yo no podemos hacerlo funcionar, o que no lo haremos, por alguna razón importante
pero inestable, y mis venas están inundadas con una adrenalina ansiosa.
No es real, me digo. No es real.
Pero, ¿y si lo es? ¿Y si esto es alguna señal de que Devi no me quiere de
vuelta? ¿O que tendré que renunciar a ella?
No es real.
A pesar de mi charla mental, la ansiedad recubre mi voz cuando digo:
—Es una sorpresa a dónde vamos.
Ella escucha el cambio en mi voz y gira su cabeza para mirarme fijamente.
—¿Estás bien?
—Sí. Bien.
—De acuerdo —dice suavemente, dejándome tener mi espacio sin el menor
indicio de resentimiento, y luego me siento mal por excluirla.
Tomo una respiración y luego confieso:
—Esa carta de Tarot es un poco inquietante, ¿verdad?
Ella se ríe.
—¿En serio eso es lo que estás pensando ahora mismo, Sr. Esta Mierda es
Tan Tonta?
—Bueno, es difícil pensar que sea tonto con todas esas metáforas de la
muerte —digo, un poco gruñón.
—El Colgado no está muerto, está sufriendo. Hay una diferencia.
—Bueno, eso me alegra. Gracias.
—Pero al final, él ve el mundo completamente diferente. A veces la
perspectiva es dolorosa.
—Sabes, tal vez deberías ser despedida de la fábrica de galletas de la fortuna.
Pone una mano en mi muslo, sus dedos cálidos y finos, y me relajo bajo su
toque.
—No es adivinación, Logan. No es profecía. Es solo algo en lo que pensar.
Suspiro.
—Seguro, Cass.
—Creo que sé lo que te alegraría.
—¿Y qué será? —pregunto, pero luego su cinturón de seguridad está
desabrochado y ella se arrodilla en su asiento y se inclina hacia mí, sus labios contra
mi cuello. Y entonces está lamiéndome, suave y húmedo, enviando escalofríos por
mi columna vertebral y directamente a mis bolas, que empiezan a sentirse pesadas y
apretadas en mis pantalones. Quiero deslizar mi mano por sus muslos y ver qué más
está suave y húmedo, pero mi estúpido auto es de transmisión manual, y el alto
tráfico de LA significa que estoy cambiando constantemente de marchas, acelerando
y frenando.
—Esto no es justo —murmuro—. No puedo tocarte.
—Mmm, bien —canturrea en mi oído—. Quiero ser yo la que tenga el
control.
—No me digas esas cosas, Cass, o quizás no lleguemos a nuestro destino.
No responde, solo sigue besando y lamiendo por todo mi cuello, el lóbulo de
mi oreja y mi mandíbula, y es solo por la gracia de Dios que no tenemos un
accidente. Y así, me esfuerzo por llegar a nuestro punto de filmación con una
erección empujando mis jeans. Apenas puedo concentrarme lo suficiente como para
dejar el auto estacionado y apagado.
—¿Dónde estamos? —pregunta Devi, finalmente liberando mi cuello y
echando un vistazo por el parabrisas.
Estamos fuera de un pequeño almacén cubierto de murales cerca del río, con
el horizonte imponente en el fondo, brillando en el calor de la tarde.
Mi piel muere un poco cuando se aleja, pero probablemente sea necesario a
menos que quiera entrar allí con una erección gigante acariciando mis jeans.
—Es una galería de arte, una nueva. —Soy un poco tímido cuando digo esto,
sobre todo porque me preocupa pensar que es patético, y quiero impresionarla,
maldita sea, y no solo con mi habilidad para hacerla acabar en menos de dos
minutos—. El galerista me dejó alquilarlo por la noche, así después de que cierre al
público a las nueve, todo es nuestro hasta mañana.
En su rostro aparece una enorme sonrisa.
—Suena asombroso. ¿Porno en una galería de arte?
—Sí, me gustaría decir que tengo esta meta visión para asociar el gran y bajo
arte, pero realmente es porque pensé que la exposición era algo que te gustaría,
además de que era barato para alquilar.
—No lo contaré si tú no lo haces —dice con un guiño, y luego sale del auto.
Salgo también, agarro nuestra bolsa, y camino hasta la puerta principal para abrirla
para ella, captando una visión del interior a través del cristal.
Son las ocho de la tarde, lo que significa que la galería está abierta, y para mi
consternación, veo que hay algún tipo de recepción en curso, por lo que el espacio
está lleno de gente bebiendo vino gratis y dando vueltas. Tenía la esperanza de
obtener algunas fotos de Devi caminando por la exposición, ya que obtuve el
permiso de ambos el propietario y el artista para utilizarlo como telón de fondo, pero
la filmación será difícil con un montón de desconocidos caminando en mi toma y la
necesidad de liberarme o lo que sea.
Rápidamente decido que está bien, y siempre puedo filmarla más tarde. Estoy
muy emocionado de verla esperar un poco más. Abro la puerta hasta el final,
dejando salir la avalancha de música y voces del interior de la galería. Hago un gesto
para que entre y Devi lo hace.
La sigo, admirando la forma en que su culo se mueve bajo su vestido. La
música orquestal vibra por todo el espacio, cuerdas profundas y teclas de piano
discordantes, y veo el momento exacto en que Devi se da cuenta que trata la
exhibición, y entiende por qué pensé que le gustaría.
—Logan —suspira, alcanzando mi mano sin apartar sus ojos de la exhibición
frente a nosotros—. Esto es… tú… no me puedo creer… —Finalmente deja de
intentar poner sus sentimientos en palabras y simplemente me aprieta la mano,
dándose por vencida. Mi corazón se eleva tan lejos del suelo que estoy seguro que
ha llegado a la órbita lunar.
Si esto es todo lo que se necesita para hacerla tan feliz, entonces la llevaré a
una galería de arte todos los días.
La exposición se llama Zodiactive y se presenta en un círculo grande. A lo
largo de la galería, se organizan minúsculas bombillas de distintos brillos, de una
manera que me parece completamente al azar y desconcertante, pero sé por el sitio
web de la galería, que está diseñado para imitar las constelaciones visibles desde Los
Ángeles en esta época del año. Las bombillas están colgadas en lo alto, pero también
alineadas en las paredes, creando el deslumbrante efecto de estar rodeado de
estrellas. Gasas gigantes de tela en lavanda profunda y rosas se cuelgan del techo,
flotando con el movimiento de los invitados, como paneles efímeros que representan
nebulosas y nubes de gas. Y recalcando el espacio de la galería a intervalos
regulares están unas enormes y magníficas pinturas, cada uno que representando un
signo del zodiaco, con más bombillas que tachonan la lona para demostrar donde las
estrellas reales están en cada constelación.
El artista valora el efecto de la luz, el color y la música espacial, pero el
Logan en mí, que no sabe una mierda sobre el zodíaco o las constelaciones que
vienen, está profundamente aburrido. Así que en su lugar, vuelvo toda mi atención a
Devi, viendo como sus ojos ansiosos lo absorben todo, viendo cómo sus labios se
mueven mientras ella murmura cosas tranquilas a sí misma que no puedo captar.
Hacemos nuestro camino alrededor del círculo, deteniéndonos cada metro para que
Devi examine las bombillas y declare qué constelaciones se supone que son, y una
vez para que yo tome unas cuantas copas de vino gratis. En un momento, ella se
detiene y gira lentamente alrededor, como si estuviera perdida.
—Es como estar en el cielo —dice con entusiasmo en su voz—. Es fácil
olvidar que el cielo no es plano, que las estrellas están en realidad a años luz de
distancia. Pero no se siente frío o distante cuando se hace de esta manera. Se siente
íntimo.
Levanto la mano y le retiro suavemente un mechón de cabello de los ojos.
Ella se detiene y me mira, nuestros ojos se encuentran, y es como si cada átomo de
mi cuerpo estuviera zumbando de electricidad. Hay algo en ella, algo indefinible,
que supera a su encantador rostro y a su cuerpo sexy-como-el-demonio e incluso a
su cerebro de primera categoría. Es extraño, porque incluso en el apogeo de mi
relación con Raven, podía enumerar lógicamente todas las razones por las que
disfrutaba de estar con ella; es decir, el sexo y los intereses compartidos, y amarla
era más una opción sostenida que un sentimiento. Pero con Devi, es más que una
elección o sentimiento; es un hecho, un hecho universal como la gravedad, o la
velocidad de la luz.
Porque con Devi, es diferente. Es como si hubiera algo más allá de las
razones cuantificables y fáciles de nombrar por las que ella me afecta. Mi atracción
hacia ella es algo por encima de lo sexual, por encima de lo intelectual, y quizá
incluso por encima de lo emocional, y de repente, me siento al borde de un vasto
abismo. Mi estómago cae, mientras continúo mirando esos ojos dorados oscuro,
porque lo que siento por Devi es mil veces más fuerte que cualquier cosa que haya
sentido, incluso después de tres años con Raven, y estoy asustado. Estoy asustado
por la intensidad de mis propios sentimientos, y tengo miedo de que ella no se sienta
de la misma manera. Tengo miedo de que esta sensación de velocidad de la luz vaya
a abrir un agujero a través de mí, y me dejará destripado de una manera que Raven
nunca podría haberme destrozado.
Este miedo me hace tragar y desviar la vista.
—¿Quieres más vino? —pregunto, aunque sé que apenas ha tocado el vino
que ya tiene.
—No, estoy bien. —Pone una mano en mi muñeca—. Logan, esto es más de
lo que podría haber esperado. Esta es la mejor cita falsa en la que he estado.
Sus palabras me pinchan como agujas.
Cita falsa.
Correcto. Porque ahora estamos en la localización. Pero entonces, ¿por qué
no puede ser real? ¿Por qué no puede ser algo real y planeado? ¿Real y grabado?
¿Por qué no pueden ser ambas?
No puedo evitarlo, digo las palabras que presionan contra el interior de mis
labios pidiendo que las deje salir.
—No es una cita falsa, Devi. Sí, vamos a grabar lo que suceda más tarde,
pero es real. —Le suplico con mis ojos—. Quiero que nos… quiero decir, quiero
que haya un nosotros. Quiero llevarte a citas reales. Quiero que esta sea una cita
real.
Sus labios se separan tan ligeramente, y ahora tiemblan, mientras busca una
respuesta, y oh Dios mío, voy a devorar su boca si la observo por más tiempo. Con
una rápida mirada a nuestro alrededor, tomo su mano y la empujo entre dos de los
lienzos del zodíaco, y de repente el ruido se apaga un poco y estamos a solas,
intercalados entre la lona y el ladrillo expuesto. La llevo un poco más lejos alrededor
del borde exterior de la exhibición, hasta que estamos cerca de la parte posterior del
espacio de la galería. Aquí, los espacios estrechos entre los lienzos se cubren con un
grupo de paneles de gasas y la escasez comparativa de luces en este rincón da una
capa adicional de sombras.
En otras palabras, aunque solo unos pocos centímetros de tela, lienzo y
pintura nos separan de las otras personas en la galería, no será fácil de ver, a menos
que alguien se tome la molestia de mirar la diferencia de quince centímetros entre el
suelo y la parte inferior del lienzo, pero honestamente dudo que eso suceda.
Una vez que estamos lo suficientemente ocultos, tomo su copa de vino y la
coloco en una repisa cercana con la mía, y dejo la bolsa en el suelo. Devi parece que
ha usado este intervalo para recomponerse un poco.
—No puede ser una cita real si lo estamos filmando —dice, levantando
ligeramente la barbilla—. Esto es increíble, Logan, no me malinterpretes. Ningún
hombre ha hecho algo semejante por mí. Pero una vez que encendemos la cámara, es
diferente. Tienes que ver eso. Incluso si no es únicamente planeado, no puede ser
completamente genuino.
Ya estoy sacudiendo la cabeza.
—No creo que tenga que haber una barrera entre el arte y la vida. No creo
que capturar un momento lo haga menos auténtico.
Me dirige una sonrisa triste.
—¿Pero qué pasa cuando ese momento está siendo capturado para ganar
dinero? ¿Cuándo ese momento se está haciendo para vender? ¿Cómo puede eso no
afectar retroactivamente al momento en sí?
Una pequeña voz dentro de mí se pregunta si ella tiene un punto, pero la
empujo a un lado. Quiero demostrarle que podemos tenerlo todo: la realidad y la
cámara, y que todo lo que se necesita es un cambio de perspectiva.
Después de todo, ¿no era eso lo que estaba tratando de explicarme sobre El
Colgado? ¿Perspectiva?
Me acerco a ella.
—¿Me dejarás intentar convencerte?
—¿Convencerme de qué?
Me inclino hacia delante y me apoyo contra la pared con mis antebrazos,
encerrándola entre la pared y yo.
—Déjame encender la cámara —digo, usando la punta de mi nariz para trazar
la línea de su mandíbula. Ella se estremece y la piel de gallina estalla por toda su
piel—. Déjame filmarnos haciendo lo nuestro esta noche y mostrarte lo real que
puede ser.
—No estoy diciendo que no quiera filmar —dice. Llevo el lóbulo de su oreja
entre mis dientes y ella suelta un suave gemido—. Yo solo…
—Sé lo que estás diciendo —le susurro al oído—. Y lo que estoy diciendo es
que quiero que estés abierta a la idea de que se sienta real. Quiero que te olvides de
la cámara mientras te estoy tocando.
—No puedo —protesta débilmente.
—Creo que puedes. ¿Al menos déjame intentar ayudarte?
Ella suspira, medio resignada, medio rendida al placer porque mi boca está
ahora en su cuello.
—Está bien —cede—. Trataré de olvidarme de la cámara esta noche.
Le doy a su cuello un último mordisco suave y luego me estiro, buscando mi
bolso.
—Espera, ¿ahora? —pregunta, sonando horrorizada—. ¿Aunque todavía hay
gente aquí?
Le doy una sonrisa malvada.
—¿Estás siendo modesta, Devi Dare?
—Hay una diferencia entre modesta y respetuosa de la ley —responde.
Decidido, saco la cámara y la enciendo, colocándola en la repisa, de modo
que esté dirigida a nuestra esquina.
Mientras ajusto los preparativos para compensar la luz tenue, Devi recita
todas las razones por las que es una mala idea filmar en este momento.
—Podríamos ser atrapados. Podríamos ser expulsados. Podríamos ser
arrestados. Descubrirán que no tienes los permisos adecuados y podrías recibir una
multa. Incluso Vida podría tener problemas.
Satisfecho con la cámara estando bien montada, camino hacia ella y la
devuelvo lentamente a la pared. Su voz vacila y sus palabras se desvanecen cuando
mi estómago toca el suyo, y luego ella jadea mientras mis caderas avanzan y
presiono mi erección creciente contra ella.
—No estoy ignorando tus preocupaciones —le digo, deslizando una mano
alrededor de su cintura y la otra en su cuello para sostener una de sus mejillas—.
Pero quiero que confíes en mí. Déjame cargar con tus preocupaciones, y prometo
cuidar de ti. Seré responsable de ti, de nosotros, y me aseguraré de que no nos pillen.
La siento vacilar, y aunque no quiero nada más que sellar mis labios sobre los
de ella y besarla hasta hacer desaparecer la resistencia en ella, tengo que saber si
esto es o no es un límite real para ella.
Utilizo mi mano para guiar su cara de modo que me esté mirando.
—Devi, está bien si esto es un límite. Estar en público. Todo lo que tienes
que hacer es decírmelo.
Se muerde su labio inferior ligeramente, y entonces finalmente sacude su
cabeza.
—Mientras escuches si alguien…
—Te doy mi voto solemne.
—… entonces supongo que está bien.
—¿Supones? Necesito más que eso, Cass.
Toma aliento.
—Estoy segura que está bien.
—No sé si eso es mucho mejor. —Ahora estoy completamente duro, y todo
lo que quiero es empezar, pero tengo que saber que ella se siente segura y cómoda.
De lo contrario, no sirve—. Parece que no estás segura… ¿quieres intentarlo y luego
si necesitas parar, podemos parar?
Su frente se arruga.
—¿Como si usáramos una palabra segura?
—Exacto, pero puedes simplemente chasquear tus dedos si quieres. —He
descubierto que a muchas chicas les cuestan vocalizar sus límites, incluso con
permiso, y a veces cosas como chasquear los dedos son más fáciles.
—Bien. Chasquearé los dedos si quiero parar. Pero no creo que necesite
hacerlo. —Ella me da una pequeña sonrisa—. Confío en ti.
—Gracias a Dios —exhalo—. No sabía cuánto tiempo más podía evitar
besarte.
—Entonces, no esperes más —dice, y no lo hago. Tengo algo que demostrar,
después de todo.
Bajo la cara, rozando su boca una vez, dos, tres veces antes de plantar
firmemente mis labios contra los suyos. Por un minuto, todo parece singularmente
lento y distinto: sus pequeñas inhalaciones y exhalaciones cosquillean la piel por
encima de mi labio superior, la forma en que su mano encuentra la parte posterior de
mi cuello para acercarme aún más a ella, la forma en que mi corazón retumba en mi
pecho cuando acuno su rostro contra el mío. Y entonces el tiempo nos alcanza del
todo en un borrón, los dedos de Devi encontrando mi cabello y tirando, mi mano
cayendo bajo más allá de su cadera. Levanto su falda hasta que mi mano encuentra
la piel desnuda de su culo y luego estoy agarrando y apretando la deliciosa curva de
carne firme, mi polla saltando cada vez que mis dedos se clavan en su piel.
Ella está tan ocupada, su otra mano encontrando el dobladillo de mi camisa y
luego deslizándola por mi estómago para trazar líneas de arañazos ligeros a través de
mis abdominales. Siseo cuando encuentra un pezón plano y lo aprieta, la sensación
viajando directamente a mi polla.
Profundizo el beso, separando sus labios con los míos y lamiendo dentro de
su boca. Es dulce, como el caramelo de algodón que comió antes, y caliente, y como
un rayo, recuerdo que me va a chupar con esa dulce boca caliente, y tengo que
retirarme por un segundo para aclararme la cabeza.
—¿Qué? —murmura, usando el descanso en el beso para mover su boca a mi
cuello, succionando y mordiendo lo suficiente como para dejarme un moretón, y
tengo que envolver mis manos alrededor de la repisa de ladrillo para evitar
empujarla hasta las rodillas justo entonces y ahí.
Contrólate, jodido idiota.
Después de todo, se supone que estoy probándole algo, ¿verdad? No
simplemente demostrando cuánto quiero que ella me toque. Voy a demostrarle lo
real y natural que podemos ser, incluso con la cámara encendida.
Con mi resolución renovada, doy un paso atrás.
—Date la vuelta —digo, manteniendo mi voz baja para beneficio de la gente
que disfruta del arte a solo unos metros de distancia.
Mordiéndose el labio inferior, gira de modo que queda frente a la pared. Me
inclino lo suficiente para que mi boca se acerque a su oído.
—Apoya las manos contra la pared —susurro.
Ella se estremece y más de esa deliciosa piel de gallina aparece, pero
obedece, sus delgadas manos extendiéndose amplias y planas contra el ladrillo. El
delgado vestido que lleva se ha subido ligeramente en la espalda, y coloco una mano
en medio de sus omóplatos y la empujo hacia delante aún más, de modo que el
dobladillo del vestido apenas enseña su culo.
Y entonces, caigo de rodillas, mis palmas deslizándose por la parte de atrás
de sus muslos hasta su trasero. Levanto el dobladillo de su falda solo un poco hasta
que está en su mayoría descubierta y luego separo sus mejillas traseras para ver una
fina tira de encaje cubriendo su coño. Lleva una tanga, blanca como la nieve fresca,
y tengo los vislumbres más enloquecedores de lo que esconde esa tira: diminutas
florituras de brillantes semicírculos rosados y pequeños de suave bronce.
Sin vacilar, entierro mi rostro allí, el dorso de mi lengua corriendo sobre la
tira para terminar presionada contra su clítoris. Ella jadea por encima de mí, sus
piernas abriéndose más para concederme un mejor acceso, y le agradezco su
petición tácita, repitiendo el movimiento sobre su clítoris y luego moviendo mi
lengua a su entrada, ella y yo juntos empapando completamente la tira hasta el final.
Puedo saborearla a través de la tela, y el sabor es un equilibrio perfecto de dulce y
femenino, un sabor que desencadena todos mis impulsos masculinos más
primordiales.
Enganchó un dedo en su tanga y la empujo a un lado, y para el momento en
que mi lengua hace contacto sin trabas con su coño, ella gime sin aliento y se
levanta de puntillas. Con mi dedo todavía sosteniendo la tanga a un lado, lamo de su
clítoris al botón pequeño de carne firme entre sus mejillas, y repito el proceso varias
veces, hasta que puedo sentir su respiración acelerándose. Entonces añado un dedo,
después dos, curvándolos contra la sensible pared frontal de su coño a medida que
muerdo y chupo su culo.
Ella ahora respira con dificultad, sus muslos tensos, así que abandono su
entrada y empiezo a frotar su clítoris rápido y duro. Lanza la cabeza hacia atrás, sus
dedos convirtiéndose en garras contra el ladrillo, y luego me retiro. Completamente.
Se gira, aturdida y enojada.
—No te detengas —jadea, y me encojo de hombros perezosamente. Llevo
mis dedos a mi boca para chupar su sabor en ellos, y sus ojos se entrecierran. Hago
un pequeño baile interno de victoria cuando ella no mira a la cámara ni una vez
mientras da un paso adelante. Sabía que distraerla del rodaje significaría hacerla
concentrarse solo en mí, y dejarla enojada y necesitada parecía ser la mejor manera
de hacerlo. Parece que lo he conseguido.
—Haz que me corra —dice en una súplica furiosa.
—Pero si eres muy linda cuando estás enojada.
—No jodas conmigo, termina de follarme.
—¿Qué tal… —ofrezco maliciosamente—, si me das una mamada, y luego
pienso en acabar contigo?
—Bastardo. Puedo acabar conmigo sola. —Levanta su vestido y luego mueve
su mano debajo de su tanga, cayendo contra la pared cuando encuentra su clítoris
con sus dedos. Dios, estoy tan jodidamente contento de estar filmando esto, aunque
ella lo haya olvidado.
La observo con hambre, viendo cómo sus dedos se mueven bajo el encaje y
sus pezones se endurecen y se tensan contra su vestido. No tengo que mirar hacia
abajo para ver que mi polla está casi rogándome para que haga algo; puedo sentir la
mancha húmeda creciendo en el interior de mis pantalones.
Pero aun así espero, espero hasta que sus mejillas están enrojecidas y sus ojos
están cerrados, cuando su orgasmo es inminente, y entonces, agarro su muñeca y
arranco su mano lejos de su coño. Sus ojos se abren y una expresión de hermosa
rabia incandescente ilumina su rostro.
Detrás de nosotros, oigo que la música de la galería cambia a una suave
melodía, lo cual hace que los pasos en las maderas nobles de la galería y la charla
animada parezcan aún más cercanos, como si en cualquier minuto la gente pudiera
empujar a través de la tela y encontrarnos.
Me encanta jodidamente eso.
Devi, sin embargo, luce como si el amor no estuviera en ninguna parte cerca
de lo que está sintiendo, y trata de apartar su muñeca de mí. Cuando no la dejo,
intenta empujar su otra mano abajo hasta su coño, y tampoco la dejo hacer eso,
atrapando su cuerpo entre el mío y la pared y no dejando espacio para que ella se
toque.
—Mierda —gime, intentando retorcerse contra mí, y yo sonrío.
—Parece como si quisieras algo —digo alegremente.
—Jódete.
—Mmm —respondo, lentamente guiando su mano a su boca. Ella no se
resiste, dejándome empujar sus dedos por sus labios para tocar su lengua. Lame su
propio sabor de la punta de sus dedos con relamidas deliberadas, como un gato, y
observo su lengua obsesivamente. Mierda, no puedo esperar hasta que esté sobre mi
polla.
—Creo que podrías querer algo —repito, mis ojos todavía fijos en su boca—.
¿Y sabes lo que pienso?
Levanta una ceja hacia mí, pero no muy alto. Sus ojos están vidriosos por la
lujuria, su pulso palpita duro en su garganta, y creo que está al borde del
pensamiento coherente en este momento.
—Creo que esa cosa que quieres se sentiría incluso mejor con mi boca que
con tus dedos. —Su lengua sale para mojar sus labios, y para demostrar mi punto,
cuidadosamente chupo uno de sus dedos en mi boca, mordisqueándolo y
lamiéndolo.
Gime silenciosamente.
—¿No quieres que use mi boca? ¿Qué ponga mi boca en tu bonito coño?
Asiente.
—También quiero hacer eso. Por lo menos, creo que lo quiero hacer. Tal vez
deberías convencerme.
Tan pronto como lo digo, tengo un rápido momento de lúcido pánico. A pesar
de que planeamos la escena de esta noche para ser una mamada, creo que he hecho
un trabajo bastante eficaz en desorientarla y sacarla de la mentalidad de escena
típica. Que era lo que quería, obviamente, pero también necesito asegurarme de que
no esté tan aturdida que la esté forzando a hacer cualquier cosa.
Me inclino hacia delante, mis labios moviéndose contra su oreja.
—Recuerda, puedes chasquear tus dedos en cualquier momento, ¿de acuerdo?
—Lo sé —murmura y cuando muevo mi cabeza para mirarla, sus ojos están
claros y lúcidos. Perfecto.
Manteniendo mis dedos enrollados alrededor de su muñeca, alcanzo con mi
otra mano y abro la hebilla de mi cinturón. Ella mantiene sus ojos en los míos a
medida que desabrocho mis pantalones, mientras tiro mi cremallera hacia abajo con
un débil ronroneo.
—Dios, he estado deseando esto —murmuro—. Jodidamente mucho.
Mi polla está finalmente libre, y Devi me da un pequeño pellizco travieso en
mi mandíbula antes de agacharse hasta arrodillarse frente a mí. Jesús, mierda,
incluso solo eso es casi demasiado, con la forma en que el mordisco envía una
pequeña ráfaga de dolor hacia abajo por mi espina dorsal, con la mirada en su rostro
a medida que se arrodilla, como si estuviera a punto de darme la mamada más feroz
de la historia.
Sí, por favor.
Empuja mis pantalones más abajo para que todo mi eje esté expuesto, y me
toma en su mano. Normalmente en este momento, una actriz porno bombearía mi
polla unas cuantas veces, tal vez incluso jugaría con sus labios con ella, y siempre
me gusta, en cualquier momento, que las actrices hagan eso, porque oye, una mujer
jugando con tu polla es una mujer jugando con tu polla. A caballo regalado no se le
mira el colmillo y todo eso.
Pero Devi hace algo diferente, y me hace algo a mí, me vuelve loco. Sostiene
mi polla y la mira, sus labios entreabiertos y sus ojos muy abiertos, como si no
pudiera creer que realmente me está sujetando. Desliza sus dedos de arriba hacia
abajo lentamente, no para estimularme, sino para sentirme y tocarme, medirme y
pesarme. Aprenderme y memorizarme.
Todo acerca de sus manos y su expresión hace que parezca que está aturdida,
ansiosa y agradecida, y maldita sea, es tan jodidamente sexy. Y para el momento en
que presiona sus labios en la parte inferior de mi polla, estoy listo para explotar.
Más que nunca, soy consciente de la gente arrastrándose alrededor de
nosotros, del hecho de que si alguien mira debajo de la pintura verán mis jeans
caídos alrededor de mis tobillos, las rodillas de Devi en el suelo. Pero siempre y
cuando permanezcan en su lado del arte, no me importa. De hecho, hace que sea
mucho más caliente, pero no importa eso ahora, porque Devi está besando mi polla.
No chupando. No lamiendo.
Sino besando.
Pequeños y dulces besos, desde mi base hasta mi punta, suaves y cálidos. Y
luego el sentimiento de que ella es tan jodidamente joven regresa, pero estoy
demasiado lejos para preocuparme o sentir cualquier cosa al respecto en este
momento. En cambio, me deleito, me deleito con los pequeños besos inocentes y sus
ojos abiertos y oscuros, que han pasado de enojados a implorantes.
Y como un destello, mi mente está de vuelta a Raven’s Real Playdates, a la
Devi de dieciocho años adorando mi polla con su boca. Tan pronto como la vi en ese
set, me sentí hechizado. Era hermosa, fresca, suave y firme todo al mismo tiempo, y
después de verla ponerse encima de Raven, su grueso culo en el aire, no necesitaba
preparación alguna cuando llegó el momento para mí de entrar. Verla con mi
entonces novia me había puesto duro como una piedra, y luego cuando se arrodilló
frente a mí, lamiendo y besando mi polla con el tipo de inexperiencia y vacilación
ansiosa que me decía que no había dado muchas mamadas antes…
Bueno, la directora casi consiguió un disparo más del que ella me había
pagado.
Solía justificar la respuesta de mi cuerpo a Devi ese día como una reacción
pervertida a su juventud o tal vez solo una reacción natural a una mujer nueva, pero
la verdad me está mirando a la cara ahora mismo con dilatados ojos ámbar: no es
ninguna de esas razones . Es Devi. Ella me hace esto, me lleva al borde, y sin
importar cuántas veces me chupe, cuántas veces me toque o yo la toque, siempre
será así.
Demonios, en este punto, incluso me he olvidado casi por completo de la
cámara, y sé que debería hacer que esta mamada durara más, debería retroceder un
poco, porque si estoy así de lejos sin ella llevándome a su boca todavía, si estoy así
de cerca solo con estos besos…
Pero mierda. Quiero esto. Lo quiero así.
Me agacho y le acaricio el cabello.
—Lámelo —la instruyo, y lo hace, empezando con mi base y lamiendo hacia
la punta. Una y otra vez, burlonamente, desesperadamente, y me doy cuenta que está
imitando cómo la follé con la lengua antes, con los largos y burlones golpes—. Muy
lindo —digo. Mi pulgar encuentra su labio inferior, y atraigo su boca abierta—. Pero
sabes lo que quiero.
Ella sonríe, mi pulgar todavía en su labio.
—Entonces, ¿por qué no lo tomas? —bromea.
Bien, entonces.
Me empuño a mí mismo cerca de la base y empujo mi coronilla contra sus
labios, trazando el puchero en forma de corazón una vez, y luego una vez más, antes
de pasar perezosamente de ese puchero al calor húmedo que hay dentro. Por un
momento, ella no hace nada más que mirar hacia arriba, hacia mí, su lengua suave y
todavía contra mi polla. Y no es como si estuviera siendo pasiva por inexperiencia o
renuencia o incluso picardía… una vez más, tengo la sensación de que ella está
tratando de guardar esto en la memoria, la forma en que mi cara se ve ahora mismo
y tal vez la forma en que me siento contra su lengua.
No puedo culparla. Quiero guardar esto en la memoria también, cada detalle,
el mechón de cabello en su frente, la forma en que sus labios se extienden alrededor
de mi eje, la forma en que sus ojos buscan los míos, pidiendo permiso o afirmación
o absolución.
Y entonces sus manos se deslizan alrededor de mis caderas y sus dedos
encuentran mi culo, apretándome mientras empieza a chuparme.
—Santa mierda, Devi —digo entrecortadamente (y tal vez un poco
demasiado fuerte), pero no puedo evitarlo. Su boca es como este Valhalla16 de seda
mojada, sus labios sellados para crear el tipo de succión que haría a un hombre
llorar. Y créeme, estoy a punto de llorar.
Sostiene mi culo y traga contra mí, haciéndome gemir, y luego se retira para
concentrar su atención en la punta, chupando y arremolinando.
—Quiero ir más profundo —me las arreglo para decir después de algunas
respiraciones profundas—. ¿Puedo ir más profundo?
—Sí —susurra con sus labios todavía mayormente ocupados, sonriendo como
si solo le ofreciera un auto nuevo en lugar de pedirle que llevara mi polla por su
garganta.
Qué mujer.

16
Valhalla: en la mitología nórdica, es un enorme y majestuoso salón ubicado en la ciudad de Asgard
gobernada por Odín.
Extiendo mi mano hacia atrás para atrapar una de sus manos y luego la
muevo al frente para que esté apoyada contra mi cadera y ella pueda fácilmente
detenerme si voy demasiado profundo. Y luego acuno su cara con una mano a
medida que le doy de comer mi polla con la otra, empujando más allá de sus labios,
dientes y lengua hasta que le golpeo la parte posterior de su garganta, y que me
jodan pero es tan perfecta, incluso más perfecta de lo que yo recuerdo de Real
Playdates. Me toma tan voluntariamente, tan fácilmente, y siento que las placas
blindadas de mi control comienzan a abrirse y desmoronarse.
Me retiro, dándole un minuto para respirar, y luego empujo de nuevo, un
poco más áspero esta vez. Estar de rodillas no es la forma más fácil de llegar a la
garganta profunda, y no quiero lastimarla ni hacer que se atragante. Pero a pesar de
que sus ojos lagrimean un poco, me traga sin problema, sus pestañas incluso
aleteándome coquetamente. Confiando en que ella me detendrá con su mano o
chasqueando sus dedos para señalarme si necesita ralentizar o detenerse, recupero el
ritmo, conduciéndome más profundo y más rápido ahora. Mis manos se ven tan
grandes envueltas alrededor de su cabeza de esta forma, grandes y poderosas, y yo
estaría mintiendo si no digo que esto alimenta mi lujuria aún más. El intercambio de
poder, esta jovencita arrodillada frente a mí mientras me follo su cara, me vuelve
loco, y el hecho de que es una mujer joven a la que amo y respeto, eso hace que la
degradación fingida sea aún más sexy.
Me impulso de nuevo, esta vez tan profundamente que siento su nariz
presionarse en mi estómago, sus labios y lengua reflexivamente tragando y
apretándose alrededor de mi base, y podría venirme así, justo así, sintiendo esa nariz
contra mi estómago, su cabeza en mis manos, y mi punta siendo apretada tan
firmemente.
Mis bolas se preparan con anticipación, pero todavía no estoy listo para
venirme. Quiero que esto dure para siempre.
A pesar de que ella no está chasqueando o empujando, siento que necesita un
respiro y me retiro, dejándola respirar, y lo hace con un jadeo, las lágrimas
acumulándose en las esquinas de sus ojos y manchando su maquillaje. Se ve tan
hermosa ahora, su maquillaje borroso y su cabello increíblemente enredado, y tomo
algo de ese cabello en mi puño ahora y la empujo hacia arriba, no fuerte, pero lo
suficientemente fuerte para que ella se levante.
Mi boca cae sobre la suya y siento rastros de mí mismo, sal y jabón, y su boca
está húmeda y jadeante. Me besa de vuelta desordenadamente, desesperadamente,
como si estuviera luchando contra su propia necesidad de respirar, y estoy
prácticamente desgarrando el cordón en sus caderas para tirar su tanga hacia abajo.
Finalmente me las arreglo para bajarlo por sus rodillas y luego mis dedos están allí
en su lugar secreto, el cual está imposiblemente mojado ahora. Está tan mojada que
su entrepierna está lisa, y es puro instinto el que me hace dar un paso adelante y
mover mi polla contra ella. Siento la piel de su estómago, los sedosos rizos entre sus
piernas, y luego sus manos se están deslizando entre mis jeans y mi trasero de
nuevo, jalándome aún más cerca.
Es un accidente, o al menos pienso que lo es, la primera vez que ella se
levanta sobre los dedos de sus pies y mi polla se desliza en su entrepierna. Un
segundo, me estoy acomodando contra ella como un adolescente caliente, y al
siguiente segundo, mi polla está apretada entre su entrepierna mojada, las cuales
están tan resbaladizas que me puedo deslizar dentro y fuera de ellas fácilmente.
—Maldición —balbuceo, porque se siente bien, porque quiero que siga
sintiéndose así de bien, pero la fricción entre muslos no es exactamente la categoría
sexual más caliente en mi web, y tampoco es peligrosamente cercano a lo real y ese
no es el plan para la noche.
Pero luego sucede de nuevo, y deja de importarme. Mis manos están por
todos lados dentro de su vestido, en su trasero, tocando sus pezones, y se siente tan
jodidamente bien empujar entre sus piernas, especialmente con ese coño mojado
moviéndose contra mi miembro. Sin que yo diga nada, ella junta sus pies y cruza sus
tobillos, haciéndolo más ajustado para mí.
Siseo una sarta de maldiciones, y ella se ríe, y yo decido que quiero ver cómo
es cuando sus risas se convierten en gemidos. Así que tomo una mano que está
alrededor de su muslo y la jalo hacia mi cintura, levantándola lo suficiente para que
pueda inclinar mi cabeza y tomar un pezón en mi boca a través de la tela de su
vestido.
Empieza a gemir, y yo estoy succionando la punta de su pecho tan fuerte
como puedo, y ambos, inconscientemente, estamos retorciéndonos y presionándonos
entre nosotros, y luego de repente sucede. Siento mi hinchada corona pasar sus
paredes, y durante el más mínimo de los segundos, empujo en su interior.
—Mierda —susurro, levantando mi cabeza para mirarla.
—Mierda —concuerda en un gemido, y su rostro está enmascarando la
desesperación, deseándolo frenéticamente.
Parece que no puedo sacarla, incluso aunque esté apenas dentro, y luego ella
dice:
—¿Y si lo hicieras solo una vez? ¿Sentir mi interior solo una vez y luego
salirte? Eso no contaría, ¿cierto?
—Cass… —digo, mi voz tensa hasta el punto de quiebre. Puedo sentir cuan
húmeda está ella contra mi punta, como si su coño estuviera besando mi corona, y
estoy a punto de ignorar todo lo que sé que debería hacer (como detenerme y
apartarme, realmente, detenerme) y tan solo empujarme hasta el fondo. Pero no
puedo, y las razones son legionarias: el show, además de que aún no hemos
discutido sobre sexo aún, además incluso si vamos a hacer esto, necesito conseguir
un condón.
—Solo una vez —ruega—. Luego podemos detenernos. Pero no puedo… no
me puedo detenerme ahora. Solo una vez, Logan, por favor.
Y luego está empujando más cerca y murmurando esas peligrosas palabras,
solo una vez por favor, por favor, por favor. Y no hay forma en el infierno en que
pueda ganar esta batalla, incluso si quisiera.
Lo cual no quiero.
Nunca abogo por no pensar cuando se trata de filmar pornografía, nunca
abogo por cambiar una escena de un acto que está fuera de la lista acordada
previamente, pero estoy tan lejos y estoy tan fuera de lo que constituye una escena
normal ahora que quizás Dios y el condado de Los Ángeles me puedan perdonar por
lo que estoy a punto de hacer.
Envuelvo un brazo con fuerza alrededor de su cintura, presiono mi mano
contra su mejilla, y me encuentro con su mirada mientras muevo mis caderas y
luego lentamente, tan lentamente que se siente como si casi no me estuviera
moviendo para nada, presiono hacia dentro. Al momento en el que realmente la
penetro, ella suelta un fuerte jadeo, y yo presiono una mano contra su boca para
mantenerla en silencio.
Su cabeza cae hacia delante para inclinarse contra mi hombro y yo continuo
moviéndome. Tengo que doblar mis rodillas y colocarme en ángulo por mí mismo,
inclinándome hacia abajo y alzar su pierna de nuevo, pero se siente tan jodidamente
bien que me pregunto cuan enojada estaría ella si me corro justo ahora.
Su coño es apretado, más apretado de lo que pude imaginar, y tan mojado que
incluso con la presión de su canal me puedo deslizar casi sin resistencia. La
acampanada orilla de mi punta se arrastra contra su punto G y ella gime y se sacude
contra mi mano, y luego estoy impulsándome una y otra vez hacia arriba, cada vez
más profundo, hasta que su coño está abierto ampliamente alrededor de mi base, su
pelvis nivelada con la mía. Tomo su otra pierna y la empujo hacia arriba para que
sus piernas estén alrededor de mi cintura y soportando todo su peso con mis manos
bajo su trasero. Me inclino hacia atrás un poco para poder ver en donde estamos
unidos, y entonces levanto la mirada hacia ella.
—¿Cass?
Su boca se abre y sus pupilas son grandes y negras.
—Muévete dentro de mí —me ruega—. Solo por un minuto.
Jesús, mierda. Cierro firmemente mis ojos por un minuto para mantener a
raya todas las ondas de calor que sus palabras encienden en mí.
—Está bien —murmuro, mis ojos aún cerrados—. Solo por un minuto.
La empujo contra la pared y me muevo, movimientos profundos y
ondulantes, del tipo que esas cámaras no capturan bien, pero maldición, mi cuerpo
puede sentirlo perfectamente, y el de ella también, juzgando por la cantidad de ruido
que mi mano está bloqueando. Puedo sentir mi punta trazando círculos, líneas y
ángulos en las partes más profundas de su interior; puedo sentir cuan apretada se
vuelve alrededor de mí, y cada vez que me muevo dentro de ella, gime contra mi
palma.
Me muevo, tan ligeramente, moviendo mi pelvis contra la de ella para que
mis abdominales bajos presionen su clítoris mientras me aprisiono contra ella. El
efecto es instantáneo; sus gemidos amortiguados se elevan en volumen y en
frecuencia y su entrepierna se aprieta alrededor de mi cintura.
—¿Te vas a correr, Cass? —susurro en su oreja.
Ella asiente.
—Porque… porque no sé si pueda contenerme contigo corriéndote —
confieso—. Si te corres, entonces me correré rápidamente… —Decirlo en voz alta
me ayuda a pensar, me ayuda a pensar en lo que voy a hacer. No puedo venirme
dentro de ella. Esto está tan fuera de las restricciones de filmar pornografía y de lo
que yo considero que está personalmente bien, y asumo que ella está tomando
anticonceptivos, pero ¿qué pasa si no? Esa sería una conjetura muy idiota, cuando
tengo tanto poder para ser cuidadoso como ella.
Por otro lado, ahora que he sentido su coño, estoy hambriento por hacer que
se corra, deseoso por sentirla apretarse y estremecerse alrededor de mí. Y la idea de
sostenerla tan cerca mientras me estimulo mi propio camino al clímax… atrayente
no es si quiera una palabra que sirva para definirlo.
Más como necesario.
Por suerte para los dos, soy bueno resolviendo problemas.
Levanto mi mano de la boca de Devi, y luego me separo de la pared y nos
maniobro para que nos separemos y pueda colocarla sobre sus pies. Es la tercera vez
que le he negado un orgasmo en el espacio de veinte minutos, y sus ojos salvajes y
su puchero me dicen todo lo que necesito saber.
—No te muevas —le digo, y luego alcanzo mi billetera en el bolsillo trasero
de mis pantalones. Localizo un condón y lo saco, dejando caer mi billetera en el
suelo, donde aterriza con un golpe sordo. Mi paciencia es tan fina que mi mano está
temblando mientras elevo la envoltura a mis dientes y lo abro. Los ojos feroces de
Devi están fijos en mí todo el tiempo, a medida que ruedo el condón sobre mi polla,
la cual está tan dura en este momento que la punta está hinchada y de un color
granate caliente. Me la sacudo un par de veces mientras me observa, y siento como
lo último de mi control se desvanece, desintegrándose por completo.
—Gírate hacia la pared, como antes —dije. Mis palabras son cortas, una
estocada raspada, y espero que ella me perdone por ser brusco, porque no puedo ser
nada más ahora. No, con ese coño mojado a mi alcance. No, sabiendo que puedo
follarla sin ninguna preocupación ni reserva.
Para el momento en que se gira y separa sus piernas, estoy detrás de ella y
solo me toma medio segundo para que mi polla encuentre lo que necesita. Me
introduzco de golpe, dejando salir un siseo bajo al mismo tiempo en que ella suelta
un gemido gutural, y creo que escucho a alguien preguntar:
—¿Escuchaste eso?
Pero no hay forma de detenerse ahora. Envuelvo su largo cabello de color
café alrededor de mi mano y la tiro hacia mí.
—Si quieres correrte, tienes que estar callada. ¿Puedes hacer eso?
—Sí —suspira—. Oh Logan, estoy tan cerca, haz que me venga, haz que me
venga, haz que me venga.
Uso mi otra mano para encontrar su clítoris y comienzo a masajear ese punto.
Estoy follándola duro ahora, las mejillas de su trasero sacudiéndose, los mojados y
dulces sonidos de su coño volviéndose más fuertes y distintivos contra el fondo de la
música y la conversación.
Mantengo mi agarre en su cabello, forzándola a arquear su espalda y
manteniendo su trasero en un delicioso ángulo hacia mí, y masajeo su clítoris más
duro y más rápido, hasta que puedo sentir cada músculo de su cuerpo tensarse. Sus
piernas, hombros y estómago, todo ella tensándose cada vez más como la cuerda de
una guitarra. Y yo estoy tan cerca ahora, tan cerca de explotar dentro de la chica que
he deseado por tanto tiempo, y siento los años de tensión, los años en que
secretamente me masturbaba pensando en Devi cuando Raven estaba dormida,
retorciéndose en la base de mi espalda.
—Tú coño se siente tan bien —le digo en voz baja —. Voy a correrme tan
duro por ti, voy a correrme tan jodidamente duro…
—Logan —jadea—. Oh maldición, Logan, eso, eso es, oh Dios…
Siento su clímax, un segundo antes de que toda la tensión se desenmarañe, y
luego se está corriendo a mi alrededor, tensándose y liberándose, y presionándose de
nuevo, y bajo la mirada hacia donde mi polla desaparece dentro y fuera de ella, y
recuerdo lo tierna que ella se sentía y pienso en como de bueno se sentiría correrme
dentro de ella sin condón, como de satisfactorio sería ver mi semen derramándose
fuera de ella, y entonces mis bolas se tensan en anticipación y me estoy corriendo
tan jodidamente fuerte que mi visión se vuelve borrosa y mi oído se atenúa y solo
existe el calor ceñido de su coño y el placer que surge mientras me muevo tan fuerte
y tan hasta el fondo como puedo.
Mi polla convulsiona, y estoy gruñendo, aun penetrando mi camino a través
del orgasmo, y siento como ella llega al clímax una vez más, sus manos volando
hacia arriba para agarrar el estante de ladrillo a medida que intenta mantenerse sobre
sus pies, pero sus rodillas están temblando y va a colapsar. Envuelvo un brazo
alrededor de su estómago, sosteniéndola erguida mientras ella resiste sus temblores,
mientras yo termino de liberar mi lujuria acumulada dentro de ella, y nos
desmoronamos gradualmente a la vez, jadeando y sudando y me doy cuenta que no
estoy seguro de cómo de ruidoso fue todo eso.
No me importa. Mereció la pena.
Una vez que estoy seguro que puede mantenerse de pie por su cuenta, atrapo
la base del condón con mis dedos y lentamente me salgo de su coño. Todo está
mojado (ella, el condón, yo dentro del condón) y este es uno de los momentos que,
normalmente, amo menos en una escena, el sacarla con todo mi semen aún
contenido. Lo sé, es probablemente dominante y malo por mi parte, pero hay algo
tan gratificante sobre este nivel tan profundo y primitivo de ver mi semen en el coño
de una mujer o en sus pechos o en su trasero. El condón hace las cosas seguras, y yo
respeto eso, pero al mismo tiempo, hace las cosas estériles, y Devi Dare es con la
última mujer en la tierra con la que quiero ser estéril.
Pero a pesar de todo eso, a pesar de la esterilidad, mientras la saco,
mayormente solo siento este intenso sentimiento de gratitud y maravilla. Conseguí
estar dentro de Devi, pude sentirla correrse en mi polla, logré tocarla y hacer que lo
sintiera de la forma más íntima posible, y es como si follarla hubiera tomado la
antorcha que llevaba por Devi y la hubiera avivado como un jodido incendio.
Estoy tan duro que ni siquiera voy a perder la erección que tengo justo ahora.
Podría ponerme un condón nuevo y comenzar de nuevo… y probablemente unas
cuantas veces más después de eso.
Aún estoy con la mirada gacha hacia mi polla y Devi aún está aferrada contra
la pared tratando de recuperar su respiración normal, cuando unas pisadas se
aproximan, y no hay tiempo, no hay nada de tiempo, y entonces una pequeña mujer
de cabello blanco (con gafas y viéndose perdida) rodea la esquina con su bastón.
Nos congelamos y ella sigue caminando, murmurando algo para sí misma mientras
lo hace, y luego de repente, nos ve, y su cabeza se mueve sobre nosotros y sus ojos
se amplían como monedas de dólar.
—Um —digo, mi mano alrededor de mi polla cubierta por el condón lleno de
semen y mis jeans alrededor de mis tobillos—. Hola.
—Hola —repite Devi, todavía inclinada hacia delante con su vestido subido
por encima de su culo.
Durante unos segundos que parecen estirarse hasta el infinito, la señora
mayor parpadea hacia nosotros, demasiado atónita para hablar. Y entonces hace una
rápida retirada, moviéndose entre los lienzos, por donde había venido, hasta que está
fuera de la vista.
Devi explota entre resoplidos y risitas nerviosas, y yo comienzo a reírme
como un maníaco, mientras frenéticamente me quito el condón e intento levantar
mis pantalones hacia arriba de mis piernas y agarrar todas mis cosas al mismo
tiempo. Mis pantalones están abrochados pero no abotonados y mi bolsa colgada
sobre mi hombro, mientras tomo la mano de Devi y la empujo hacia la puerta de la
salida de incendios, por donde emergemos hacia la noche de California, respirando
con dificultad, con jadeos de risa típicos de la gente que ha sido atrapada teniendo
sexo en público y atrevido por una abuela bajita.
Y luego dejo caer todo en el suelo y atraigo a Devi para darle el beso más
feroz y largo que he dado jamás, deseando que sea capaz de sentir con cada trazo de
mi lengua y cada roce de mis labios cómo de enamorado estoy de ella.

La señora debe haber guardado nuestro secreto, porque cuando nos


presentamos a la propietaria de la galería después de cerrar y después de que todos
los asistentes se hayan ido, no nos dijo una palabra de censura o de reproche. Y así
fuimos capaces de tener la noche que planeé: algo de vino y unos aperitivos que
preparé, y una acampada en el suelo de la galería, la cámara enfocándonos desde una
posición elevada a los pies del saco de dormir, grabándolo todo.
Esta es posiblemente la cosa más tonta que jamás admitiré, pero ahora
mismo, el mero hecho de que Devi y yo estemos compartiendo un saco de dormir,
hace que me sienta ligero. Un efecto secundario de ser una estrella porno es que no
tengo muchas primeras veces para compartir con las mujeres. Casi no tengo
ninguna, en realidad. Pero nunca he pasado la noche con alguien en otro lugar que
no sea mi casa. Lo sé, es una locura, pero es cierto. Raven y yo estábamos siempre
tan ocupados con el trabajo que nunca tuvimos una oportunidad de que nuestros
horarios de viajes coincidieran… así que nada de hoteles. Y como siempre estoy tan
ocupado, ella (o la novia que tuve antes que ella, Tessalie), siempre venían a mi casa
después de un día de trabajo. Me he follado a mujeres en todos los espacios
imaginables, públicos y privados, pero cuando se trata de dormir de verdad, cuando
se trata de acurrucarse y hacer la cucharita y hablar de cualquier cosa al azar que se
te venga a la mente, ha sido siempre en mi cama. La novedad de compartir esta
primera vez con Devi es mejor que una botella entera de whisky de dieciocho años.
—No pareces ser el tipo de persona que tiene un saco de dormir para dos
personas —dice Devi con tono soñador, mientras estamos acostamos sobre nuestras
espaldas y miramos las cadenas de falsas estrellas por encima de nosotros—. ¿Sales
mucho de acampada?
—Solo me fui de acampada una vez con un grupo de la iglesia y lo odié. Las
duchas son muy importantes para mí.
Suelta un triste suspiro.
—Creo que he saludo de acampada más veces de las que puedo contar.
—Eso no me sorprende. No, mis padres me regalaron esto hace un par de
Navidades porque nunca saben qué comprar. ¿Qué le regalas a un hombre que lo
tiene todo, o al menos consigue follarse cualquier cosa? Y la respuesta suele ser el
tipo de regalo que se ve en catálogos de avión.
Devi se gira de costado y se apoya sobre su codo, su cara de repente seria.
—¿Crees que quieres ser el hombre que se folla cualquier cosa para siempre?
Vuelvo la cabeza para mirarla.
—¿Quieres decir, cómo si me veo a mi mismo, alguna vez, dejando el porno?
—Sí.
Lo pienso por un momento.
—¿Quizás? —digo finalmente, después de que mis pensamientos se nieguen
a reordenarse más allá del incomprensible revoltijo en el que están ahora. —De
alguna manera, sé lógicamente que el trabajo depende de mi cuerpo, y mi cuerpo
solo tiene una vida útil de ser agradable de mirar durante al menos otra década más,
a menos que con algo de magia, envejezca como Robert Downey Jr. o Terry Crews
o algo así. Creo que sigo pensando que lo tendré todo resuelto para entonces, y sabré
qué hacer cuando llegue el momento de dar un paso.
—Si pudieras hacer algo, ¿qué sería?
Su frente está adorablemente arrugada en este momento, como si la respuesta
a su pregunta fuera lo más importante que pudiera oír. Levanto la mano y acerco mi
pulgar hacia ella y suavizo su ceño, trayendo una sonrisa a sus labios.
—Haría películas. No solo películas sexys, sino todo tipo de películas. Pero
no es realmente el tipo de cosa que pueda hacer así sin más, y no sé lo suficiente
sobre ello, incluso si quisiera hacerlo.
—Podrías ir a la escuela de cine.
—Ese solía ser el plan. —Me recuesto mi codo también, así puedo mirarla
mejor—. ¿Oye, Cass?
—¿Sí?
—Esta noche, ¿se sintió real? ¿Con la cámara? —mientras le pregunto, miro
a la cámara dirigida hacia nosotros ahora, grabando en silencio.
Incluso con la tenue luz, puedo ver como sus mejillas se colorean.
—Sí, Logan—dice en voz baja—. Se sintió real.
—¿Se siente real ahora?
Una pausa. Entonces:
—Sí.
Trazo la curva de su hombro, mis dedos recorren su piel para encontrar la
pendiente de su caja torácica, y mi mano hace círculos en la curva su cintura.
—Quiero que las cosas sean reales entre nosotros todo el tiempo —digo, y no
me doy cuenta de lo nervioso que estaría diciendo esto hasta que lo estoy diciendo
ahora—. Sé que hemos admitido que nos deseamos en sentido físico. Que nos
sentimos atraídos el uno al otro y queremos ser más que amigos. Pero es incluso más
que eso para mí.
La siento tensarse debajo de mi mano, y tengo un breve debate, ¿detenerme o
continuar? Pero tengo que continuar. Si decide que mis sentimientos la hacen sentir
demasiado incómoda para continuar con Star-Crossed, entonces tengo que aceptar
eso. Pero no creo que pueda esconder lo que realmente siento por ella.
Pero para sentirme más cómodo, vuelvo a lo que sé mejor: el sexo. Mi mano
se desliza alrededor de su cintura hasta la curva de su culo, y luego encuentro su
coño tibio y suave entre sus piernas. Se queja cuando empiezo a jugar con ella.
—Me gustas, Devi. No solo en la forma porno, sino en la de corazones cursis
y flores. Me gusta estar contigo, escucharte hablar y simplemente observar que
existes. Sé que me hace parecer un acosador, pero… bueno, supongo que realmente
no tengo una excusa para eso. Casi todas las noches desde que filmamos Playdates,
me he masturbado con tus escenas…
—Jesús, Logan —murmura.
—¿Es un buen Jesús o un mal Jesús?
—Tan bueno —murmura, rodando sobre su estómago y extendiendo sus
piernas para que tenga mejor acceso a su coño—. Frótame.
—Sí, señora. —Cumplo con su petición y busco su clítoris, amasándola
suavemente en caso de que esté dolorida—. Sé que estoy siendo manipulador por
follarte con mis dedos mientras tenemos esta discusión, pero supongo que quiero
saber si estoy solo en esto. O si también me quieres de la forma cursi.
Puedo sentir su sonrisa en sus palabras aunque no puedo ver su cara.
—También me gustas de la manera cursi. Mucho. Definitivamente no estás
solo.
La ola de dulce alivio me golpea tan fuerte que me sorprende descubrir que
mis párpados están ardiendo un poco. Aclaro mi garganta para esconderlo.
—¿De verdad?
—De verdad. —Gira su cabeza para mirarme—. También me masturbo
contigo casi todas las noches, ¿sabes? Y el sexo esta noche fue tan bueno. Me haces
sentir… ni siquiera tengo palabras para describirlo. Temeraria. Viva. Eufórica.
Estaba tan atrapada por ti que te dejé follarme sin un condón. —Sacude la cabeza
con incredulidad—. Maldición, nunca haría eso en mi sano juicio.
A estas alturas, debería estar acostumbrado al hecho de que Devi no de saltos
emocionales sin una dosis saludable de precaución lógica; de que siempre habrá un
lapso entre mis impetuosas declaraciones y su admisión de que se siente de la misma
forma. Pero todavía no estoy acostumbrado a ello, supongo, porque el alivio, la
alegría y la excitación vertiginosa siguen recorriéndome con la fuerza de un tornado.
Dejo caer mi cabeza sobre su omóplato, respirando su olor a canela.
—Quiero hacerte enloquecer todo el tiempo —digo contra su piel—. De la
misma forma en que tú me haces.
—Diría que tuviste un buen comienzo. —Se retuerce contra mi mano, y
cuando toco sus pliegues, descubro que está completamente empapada.
Busco su mirada.
—¿Significa esto que puedo… —busco las palabras correctas—… intentar
ser tu novio?
—¿Intentar? —Su voz y expresión son ilegibles, mientras repite la palabra
clave de la petición, la vergüenza me atraviesa. Quiero ofrecerle mucho más que
intentarlo, quiero serlo, pero al mismo tiempo, esta es Devi. La perfección
encarnada. Mi diosa y reina de la noche, y ¿si no soy capaz de ser lo suficientemente
bueno para ella?
¿Y si, como sugirió Tanner, no quiere que continúe con mi carrera porno?
Intentarlo es más seguro por ahora, a pesar de que es menos de lo que quiero
darle. Soy la más vieja y (teóricamente) más madura parte en esto, y también
recientemente he atravesado mi camino a través de una relación arruinada. Me
merezco algo mejor, Devi ciertamente se merece algo mejor, y eso significa actuar
con sigilo por ahora.
—Sí —digo con cuidado—. Quiero intentar ser novia y novia contigo.
Veo su mente poniéndose en marcha con mis palabras, pensando en ellas y
juzgándolas, y entonces la más grande y más tímida sonrisa se extiende por su cara.
—Sí, Logan. Vamos a intentar lo de ser novio y novia.
—Oh, gracias a Dios —le digo, y debería decirle que la amo ahora, quiero
hacerlo, pero luego pienso en mi chica lógica con sus ojos cautelosos. Es fascinante
para mí cómo puede parecer tan despreocupada, tan alegre, pero al mismo tiempo,
tiene una mente que comprueba los pensamientos y decisiones como un reloj suizo.
No puedo soltarle esta cosa del amor sobre ella ahora, sin hacer que sus mecanismos
de reloj trabajen horas extras, así que en su lugar, digo—: Tengo que follarte de
nuevo, ¿lo sabes?
Su cuerpo se arquea sinuosamente a medida que busca en el saco de dormir
mi cartera. Saca un condón, y me pongo de rodillas, con una sonrisa grande y tonta
en mi cara. Mis pensamientos son algo como esto: ¡Yupi, voy a tener sexo! ¡Yupi,
con mi nueva novia! ¡Sexo, sexo, sexo!
Abre la envoltura con sus dientes, pellizca la punta expertamente y la rueda
sobre mi gruesa erección. Cuando ha terminado, le da a mi polla un pequeño apretón
y levanta la mirada hacia mi rostro.
—Te ves muy feliz —dice tímidamente.
—Porque voy a follar a mi novia en este momento.
Espontáneamente, se levanta y me da un beso profundo y abrasador. La beso
hasta que jadea y se retuerce contra mí.
—¡Sobre tus rodillas y sonríe por la cámara! —le digo.
Traducido por ZoeAngelikal y Smile.8

Corregido por Bella’

a pregunta número uno que me hacen cuando la gente se entera de que

L hago porno chica-chica es:


—Entones, ¿eres lesbiana?
La respuesta corta es:
—Soy bi.
La respuesta larga es:
—Todas las mujeres son bi.
La razón de por qué esa es la respuesta larga es ya que, por lo general, hay
una discusión después de que alguien hace un comentario como ese. Pero aquí está
la cosa, la ciencia lo prueba con creces.
Ahora, no hay motivo para apilar tus bragas en un montón por esto. No estoy
intentando empezar una discusión; solo quiero ser capaz de explicar cómo llegué a
este tipo de trabajo, y parte de esa explicación requiere del entendimiento de la
biología básica humana, la que, sorprendentemente, mucha gente no entiende.
Hora de la lección: las mujeres se pueden identificar como un cien por ciento
heterosexuales, vivir con un completo estilo de vida hetero, y aun así sentirse
excitadas por otras mujeres. Es un hecho. Por excitadas, me refiero a que las pupilas
se dilatan, el pulso se acelera, el flujo de sangre aumenta en los genitales. La mujer
puede siquiera no percatarse de que estos cambios físicos están teniendo lugar, y no
hablo de esas cosas que ocurren cuando la besan o la acarician, hablo de que cuando
a las mujeres se les muestran fotos de otras mujeres atractivas, sus cuerpos
reaccionan.
Lee los estudios si no me crees.
Pero, mira, la excitación no es lo mismo que la orientación sexual. La
excitación es algo que ocurre a un nivel psicológico. Es natural. Básico. Primitivo.
El estilo de vida sexual es determinado por cosas que son más complicadas de
analizar y explicar, condicionamiento cultural, apego emocional, factores socio-
económicos, afiliación religiosa. Ese es un tema mucho más problemático en el que
meterse, y todo lo que voy a decir en ese aspecto es que la forma en la que fui criada
tiene mucho que ver con cómo me siento acerca del sexo.
Pero me estoy adelantando.
El punto es que, si estamos hablando de excitación física, la investigación
aporta que las mujeres no son nunca completamente hetero. Nos excitamos en
diferentes grados con estímulos masculinos y femeninos. ¿Y por qué no lo
estaríamos? Estamos diseñadas para procrear, pero también para buscar placer. Hay
mucho placer en la forma femenina, sus caderas, sus pechos, sus labios. Las mujeres
son suaves y hermosas y sexys en formas en que los hombres no.
Así que, si los estudios dicen que las mujeres se excitan al ver estímulos
sexuales del mismo sexo, ¿cuán excitadas estarán si tienen un encuentro físico?
Entonces el estímulo se vuelve algo más que simplemente la vista y el sonido. Ahora
también está el tacto, la escena y el gusto. Di lo que quieras acerca del género del
que preferirías recibirlo; si te tapasen los ojos con una venda, ¿podrías decir la
diferencia entre un hombre y una mujer acariciando tu cabello? Ambos se sienten
bien. Sentirse bien se siente bien. Lo que impide disfrutarlo de algún modo, es
puramente mental.
Te dije que era una respuesta larga.
Tal vez una mejor respuesta es la explicación de cómo empecé en este
negocio. La respuesta corta es:
—Culpo a mis padres.
La larga es:
—No, en serio, de verdad culpo a mis padres.
Desde que puedo recordar, fui enseñada que los cuerpos son hermosos y que
el sexo es natural. Era prácticamente una oración diaria, una que mis padres
intentaban reflejar en sus vidas diarias. Antes de que llegase a la pubertad, fui
expuesta a tan diferentes formas de amor libre y vida nudista que no tenía ninguna
opción de crecer para ser una mujer asustada de enseñar un poco de piel.
Déjame ser clara: no es como si mis padres fuesen inapropiados de forma
dañina. Claro, eran laxos acerca de la cantidad de ropa que llevaban en mi presencia,
pero no era abusada o forzada a participar en orgías del estilo de los sesenta. Fui, de
hecho, firmemente educada para respetar los cuerpos, de otros y el mío. Me
enseñaron acerca del consentimiento. Fui expuesta a gente metida en estilos de vida
liberales, y tanto mi madre como mi padre eran muy abiertos acerca del sexo y la
forma humana.
Así que, cuando tenía diecisiete y una agente de modelaje erótico se me
acercó, pensé ¿por qué no? Los cuerpos son hermosos. El sexo es natural. Y el
modelaje erótico sonaba mucho mejor que cualquier otra opción de trabajo que
tenía. Para esas primeras sesiones, tuve que esquivar la pregunta de mi edad, pero
daba una buena remuneración, remuneración que habría aumentado si no hubiese
pasado todo el verano después del instituto de mochilera por Europa.
Un día después de volver de mis vacaciones extendidas cuando estaba
lamentándome por los costes de una educación universitaria, mi agente dijo:
—Sabes, hay más dinero en las escenas eróticas cuando son películas. Y hay
mucho más dinero en las películas cuando tienes sexo.
De nuevo, me pregunté, ¿por qué no?
Empecé con un par de escenas de masturbación, las cuales fueron sin
problemas. Diablos, conseguí un vibrador en mi decimocuarto cumpleaños; ya era
una maestra en la masturbación. Cuando se me ofreció mi primera escena chica-
chica, una follada de dedo y una chupada de coño. Yo era quien lo recibiría. Excepto
por las caricias que había tenido con Teresa Murray en la pijamada de su
decimosexto cumpleaños, éramos jóvenes, teníamos curiosidad, nunca había tenido
alguna experiencia lésbica.
Pero enrollarse con Teresa había estado bastante bien, y si ella hubiese
querido lamer mi coño, se lo habría permitido. Sentirse bien se siente bien.
Así que acepté el trabajo. Y ahí es cuando descubrí que sí, definitivamente,
podía sentirme excitada por otra mujer. Pedí unas pocas escenas más y descubrí que
para mí, el sexo lésbico no era como el sexo que había tenido con mis novios. Esto
era más primitivo. Mi sangre reaccionaba, pero mis emociones no se involucraban.
Parte de mí se preguntaba si era por la cámara. Parte de mí se preguntaba si
realmente me gustaban las mujeres, después de todo.
He hecho cuatro escenas chica-chica antes de mi trío con Raven y Logan. Y
ahí es cuando aprendí que (a) todavía podía tener sentimientos, incluso delante de
una cámara, y (b) era definitivamente heterosexual. O, al menos, era heterosexual
para Logan O'Toole. Ese hombre me hizo cosas… y no solo cosas físicas, sino
mentales. Cosas emocionales. Hasta espirituales. Después de que esa escena
terminara, estuve interiormente hecha un lío durante días. Mi mente estaba
obsesionada con Logan. Invadió mi entero ser como un virus. Como si estuviese en
mi flujo sanguíneo. Como si fuese un sarpullido que me picaba por dentro.
Cobré ese cheque, agradecida por la experiencia, y volví a filmar
estrictamente chica-chica. Me recuperé de Logan, en su mayor parte, después de una
semana o dos de anhelos. Pero no sabía si mi reacción había sido al sexo hetero o a
Logan. No tenía la suficiente experiencia para estar segura, y no estaba interesada en
recopilar datos para descubrirlo. Parecía más seguro simplemente apegarse a lo que
ya conocía.
No soy tan honesta cuando me pregunta por qué no he hecho ninguna escena
hetero porno desde la escena con él y Raven. Ya me lo ha preguntado una vez; esta
vez es para la cámara.
—Me di cuenta que es más limpio.
—¿Más limpio? Te refieres a, ¿ningún chorro de semen que limpiar?
Dejé de aplicarme el delineador para reírme. Me ha estado grabando,
mientras me preparo para una escena chica-chica que reservé con un productor con
el que he trabajado anteriormente varias veces. Logan decidió que sería genial
utilizarlo como material para el proyecto Lelie, verme “trabajando”, así que
consiguió permiso para grabar mientras me estoy preparando.
Como la mayoría de las películas que hago, esta es de bajo presupuesto.
Estamos filmando en un estudio que está escondido en el interior, de un poco
frecuentado centro comercial, en el oeste de Hollywood. Anteriormente era un
estudio artístico. Mi vestidor consiste en un espejo agrietado que cuelga encima de
un fregadero goteante, que parece como si hubiese sido usado para limpiar pinceles,
pero es privado y tiene una puerta que se cierra y se bloquea, y eso es lo que
importa.
Es tonto, pero incluso aunque el set es una mierda comparado con aquellos
donde Logan trabaja normalmente, estoy excitada por él estando aquí. Estoy
excitada porque me vea trabajando. Por supuesto, él entiende que lo hago mejor que
con cualquier otro tipo con el que haya dormido, pero no me ha visto hacer lo que
hago desde la escena de hace tres años.
Bueno, excepto por lo que hemos filmado para Star-Crossed. Pero eso es
diferente.
—Me refiero a más limpio en el sentido figurado. He aprendido que soy una
mujer que, como todas las mujeres, es fácilmente excitada por diversos estímulos,
pero prefiere tener relaciones con hombres. Incluso cuando puedo pasar un buen rato
con otra chica, solo me enamoro de hombres. —Me concentro innecesariamente en
mi labial, mientras me lo aplico, justo cuando digo esta última parte. Hemos dicho
que vamos a intentar la cosa de novio-novia, y eso es todo lo que estoy dispuesta a
decir de momento. Pero mencioné la palabra con A porque quiero que sepa eso
acerca de mí, quiero que sepa que no hay riesgo de que yo tenga una conexión
emocional con Kendi Korn, mi compañera de escena para el día.
Por supuesto, decirle esto tal vez haga más difícil justificar mi escena hetero
con el estudio de LaRue Hagen, reservada para hoy más tarde, pero no voy a pensar
en eso ahora mismo.
—Así que, ¿te consideras hetero, aunque lames coños todo el día? ¿Finges tus
orgasmos o…?
—En realidad, ya que como principalmente grabo porno suave, es besar lo
que hago todo el día; solo lamo coños por las tardes. —Gracias a mi vista periférica,
no pierdo el detalle de Logan ajustándose los pantalones—. Soy hetero porque solo
me atraen los hombres fuera de escena. Pero, biológicamente, soy perfectamente
capaz de tener un orgasmo con una mujer. —Me giro para enviar mi próxima frase
directamente a la cámara—. Y nunca he tenido que fingirlo.
Logan gime.
—Sabes lo que me estás haciendo, ¿verdad? Me va a costar toda mi fuerza de
voluntad no hacerme una paja mientras estás rodando.
—Estoy bastante segura que eso te sacará del plato. —Sin embargo, sería una
locura excitante, saber que se está masturbando mientras yo estoy actuando, saber
que se está acariciando a sí mismo, pretendiendo que mis labios o mi cuerpo están a
su alrededor. Si no estuviera preocupada por meternos en problemas, le sugeriría que
lo hiciera, y tengo que admitir que la idea de romper las reglas hace todo el
escenario aún más excitante. Como cuando follamos la noche anterior en la
galería… estaba preocupada por las consecuencias, porque la última cosa que quería
era que Logan tuviera que enfrentar cargos por exhibicionismo. Podría tener un
impacto muy negativo en su carrera, y me odiaría a mí misma si yo fuera en parte
culpable de algo por el estilo.
Pero, Jesús, la noche anterior, el saber que estábamos haciendo algo tan
“malo”, tan travieso… hizo explotar mi mente. Y luego Logan de verdad hizo
explotar mi mente. Una y otra vez, con el sexo y la charla de hacerlo real, y por la
forma en que se comportó con mi madre, siendo súper agradable, y ¡llevándome a
un espectáculo de arte basado en constelaciones! Y entonces diciéndome que quiere
tratar de ser mi novio; lo que sea que está pasando entre nosotros es mágico y
sorprendente y grandioso, y realmente me gusta.
Pero también tengo dudas. No puedo saber si están basadas en mi cabeza o mi
corazón, pero están allí definitivamente. He tratado de racionalizarlas y no he
llegado muy lejos. Por un lado, él hace porno para ganarse la vida. Por otro lado, eso
no significa que sea necesariamente un playboy; estuvo con Raven durante tres años,
después de todo. Sin embargo, su ruptura todavía es reciente. Así que tal vez soy su
chica de rebote. O tal vez soy la chica que realmente estaba buscando cuando
empezó a salir con ella. O tal vez es así con todo el mundo. Tal vez lo que tenemos
entre nosotros no es nada especial.
O tal vez lo es. Tal vez él lo es. A lo mejor yo lo soy. Él, te aseguro que me
hace sentir como que lo soy.
Probablemente podría pasar todo el ciclo sinódico lunar tratando de
averiguarlo y todavía no podría estar cerca de saberlo.
Y eso es probablemente lo mejor. Porque admiro las habilidades de Logan, y
yo, como una espectadora de su trabajo, amo creer que está enamorado de las
mujeres que se folla tanto como parece que lo está.
Pero ¿cómo la mujer que se folló anoche? ¿Como la mujer a la que está
medio llamando su novia? ¿Como la mujer que ha dormido con sus brazos apretados
alrededor de ella? ¿Como la mujer que está desarrollando sentimientos muy reales y
muy intensos por él?
Sí, tampoco estoy pensando en eso.
Dejo caer mi bata y, desnuda ahora, hago una rápida inspección de mi área
del bikini, asegurándome de que todo está muy bien y preparado antes de ponerme
las bragas de algodón blanco que el director ha escogido de entre el puñado que traje
como opciones. Me la pongo con una camiseta sin mangas azul celeste, sin
sujetador, entonces pongo mi cabello en dos trenzas.
—¿Cómo me veo?
Logan equilibra la cámara en el borde de la pileta, con el objetivo de modo
que todavía nos atrapará en el marco.
—Ven aquí —dice, agarrando el borde de mi camiseta para acercarme hacia
él—. Te ves tan jodidamente caliente, que me está matando. —Aprieta mi mano
contra su bulto para probarlo.
Entonces me besa, con dulzura, pero con hambre. Sin embargo, es un beso
corto, y aun así me sonrojo cuando se retira. Me muestra una estúpida sonrisa.
—Lame algunos traseros.
Quiero preguntarle si le molesta que esté a punto de follar con otra persona.
Quiero preguntarle si le molesta que deje que chicas me hagan correrme. Quiero
preguntarle si le molestará cuando, más tarde, Bruce Madden haga que me corra.
Pero no lo hago, en parte porque él todavía no sabe nada sobre mi escena de
esta tarde en el estudio de Hagen, y en parte (bueno, sobre todo) porque no quiero
escuchar que las respuestas largas y cortas a ambas preguntas son “no”.
Hay un montón de besos en el porno lésbico de Lynne Femke. A pesar de que
hago una gran variedad de escenas, Lynne tiende a preferir las escenas más dulces.
—Tienes tantas curvas y eres tan suave —me dijo la directora sueca una
vez—. Podría pasar horas viendo a las mujeres tocarte.
Así que no es ninguna sorpresa cuando la dirección de Lynne hoy demanda
una extensa sesión de besos.
—Un montón de juego de pechos, por favor. Entonces, Kendi, quiero que
folles a Devi con los dedos. —Nos muestra la posición en que quiere que estemos en
el clímax, literalmente clímax, y entonces estamos listas para rodar.
Logan tiene su cámara guardada ahora y está sentado solo en una silla
plegable en la esquina de la habitación. Quiere quedarse fuera del camino; como si
yo fuera a olvidar que está allí si se pone más lejos de mí.
Estoy segura que no seré capaz de olvidarlo. Es el tipo de persona que es
inolvidable.
Pero, para mi sorpresa, en realidad no estoy tan distraída por él como
esperaba. Está allí, y soy consciente constantemente de ello, pero soy buena en mi
trabajo, buena en concentrarme en la persona que está delante de mí.
Kendi es una profesional, también. Nos movemos rápidamente a través del
diálogo cursi que configura la escena: dos chicas universitarias que han sido
asignadas para ser compañeras de cuarto. Es nuestra primera noche juntas en el
dormitorio, y el personaje de Kendi, la estudiante que se encarga de dar en el
escenario, ha asumido la tarea de enseñar a mi personaje como… bueno, como “ser
follada por una chica”.
Admitiéndolo, no soy tan buena actriz. Si lo fuera, probablemente estaría
actuando en un tipo completamente diferente de película. Mi falta de habilidad no
me molesta; el porno no se trata de actuar. Se trata de proporcionar solo suficientes
indicaciones visuales y verbales para establecer una fantasía y luego realmente
centrarse en la otra persona.
Encontrar la manera se excitar a alguien es como resolver una ecuación
matemática. ¿Cuánto de esto será igual a esto? ¿Cuántos besos antes de que su
respiración se vuelva superficial? ¿Cuántas pasadas de mi pulgar sobre su pezón
antes de que se ponga duro? ¿Cuántos roces a su clítoris antes de que sus muslos
empiecen a tensarse?
Hoy, la matemática es fácil porque Kendi, en su papel de maestra, me está
dando todas las respuestas. Ella me está diciendo lo que se siente bien con palabras,
así como con el lenguaje corporal. Naturalmente dominante, ella es buena en esta
parte, y de buen grado me someto, siguiendo las órdenes de sus suaves labios y su
lengua firme invadiendo mi boca. Sabe a enjuague bucal y a los Skittles que la vi
comiendo antes de empezar el rodaje. Hasta que ella no lo hace. Hasta que nos
hemos besado tanto tiempo, tan profundamente que nuestros gustos se han mezclado
y el único sabor en la boca es deseo y placer.
Nos movemos a través de los pasos de seducción orgánicamente, con las
manos sobre curvas y pendientes, debajo de las camisas, bajo la ropa interior de
algodón. Nuestra ropa cae, y mientras acaricio y agarro las partes más blandas de su
cuerpo, ella les hace el amor a mis pechos, su lengua lamiendo primero un pezón y
luego el otro, convirtiéndolos en picos agudos, de color de rosa.
Estoy perdida en el placer. Antes de que sus dedos incluso encuentren mi
clítoris, estoy mojada y palpitante de necesidad. Kendi es una buena amante, y estoy
desesperada por que ella me haga correrme. Y, sí, estoy metida en el papel sin
importar qué, pero estoy incluso más desesperada por ella porque sé que Logan está
mirando. Porque sospecho que Logan está tan excitado por esto como yo.
Si tan solo pudiera verle…
Pero las cámaras están encendidas, y la historia trata simplemente sobre
Kendi y yo, por lo que mis ojos están puestos en ella mientras su boca vaga cada vez
más abajo, mientras su lengua encuentra mis partes más sensibles, mientras me lleva
al delicioso clímax.
Cambiamos posiciones, besándonos durante largos momentos antes de que,
bajo la dirección de Lynne, Kendi me gire de manera que mi espalda se presiona
contra su frente. Sus pechos se presionan contra mi piel mientras se envuelve
alrededor de mí para que sus manos puedan acariciar mi coño. Hace remolinos con
un dedo por encima de mi clítoris, y cuando desliza su dedo más largo dentro de mí,
levanto la vista. Captando los ojos de Logan.
Y toda la escena cambia.
Logan está quieto mientras observa, congelado, y la expresión de su rostro es
tan salvaje y caliente, tan intensa, tan provocativa, que estoy tan paralizada como él.
No puedo apartar la mirada. Es Kendi quien me está acariciando, Kendi cuyos dedos
me están follando llevándome al orgasmo, pero todo lo que puedo ver es a Logan.
Todo lo que puedo pensar es en Logan. Todo lo que puedo sentir es Logan, Logan,
Logan.
Las imágenes de anoche vuelven a mí, vividas y vivas. “Tu coño es tan
bueno”. El recuerdo de las palabras ásperas de Logan llenan mi cabeza. La forma en
que se veía tan codicioso, excitado y hambriento mientras me penetraba. “Voy a
correrme tanto por ti, voy a correrme tan jodidamente tanto…”
El recuerdo se transforma en fantasía, y las palabras que escucho no son las
que pronunció después, sino las que imagino que me dice ahora. Chica codiciosa,
muy codiciosa, dice desde lejos.
Por favor, ruego. Métemela. Métemela ahora.
Así no es como quiero que te corras.
Pero te necesito.
Es inquebrantable. Esto no es sobre ti en este momento.
Y tiene razón… no es sobre mí. Puedo ver claramente que está tan metido
con esta fantasía como yo, si las palabras que escucha en su cabeza coinciden o no
con las que escucho en la mía. No importa. Estamos en esto juntos. Esta escena se
trata de nosotros. Este momento se trata de nosotros.
Podría ser así, me dice. Nuestro mundo. Rodando juntos, para el otro. Este
podría ser el futuro que estabas buscando. Podríamos ser nosotros.
Me corro, mi coño palpitando, mis caderas ya temblando mientras se mueven
contra la mano de Kendi, mi aliento congelado mientras Logan alienta mi clímax.
Dámelo, Devi. Dámelo, Diosa. Layla. Cass, la Reina de la Noche.
La fantasía se acrecienta con mi liberación, las piezas del rompecabezas caen
en su lugar; la estrella que yo podría ser con él, las películas que podríamos hacer, el
arte. Cómo podríamos seguir trabajando juntos, cómo podríamos seguir viéndonos.
Cómo podríamos seguir… juntos.
Estoy completamente agotada cuando eso me golpea; no solo quiero hacer
porno con Logan O'Toole; quiero hacer una vida.
Traducido por Paaau, âmenoire y Jeyly Carstairs

Corregido por Bella’

a escena dura mucho tiempo.

L Lynne dice que era demasiado hermosa, y yo no podía aguantar a que


gritaran “corten”.
—Absolutamente lo mejor que te he visto hacer —dice, y miro más
allá de ella, hacia Logan, quien de seguro la ha oído, y me pregunto si sabe, como
yo, que él es la razón de que mi actuación de hoy haya sido tan buena.
No tengo tiempo para saberlo porque ahora voy tarde para la escena que
había programado con LaRue, y apenas tengo tiempo de reunir mis cosas, besar a
Logan, antes de partir.
No es un viaje largo, y en vez de usar el poco tiempo que tengo para
prepararme mentalmente para la siguiente escena, lo paso pensando en la que acabo
de hacer. Pensando en la noche anterior. Pensando en Logan, y en cómo se metió
dentro de mí, en cómo quizás debería haber construido más paredes para mantenerlo
fuera. En que no sé cómo se verá mi carrera ahora que él está en mi vida.
Preguntándome cómo seré capaz de volver a trabajar sin él.
No es hasta que estoy estacionada fuera de la mansión que LaRue ha
arrendado en las Colinas, que finalmente enfoco mis pensamientos y me doy cuenta
que estoy a punto de filmar mi primera escena de sexo sin él.
Una escena de mujer/hombre, sin Logan.
Oh, mierda.
En serio, oh mierda.
Estoy siendo tonta. He hecho muchas escenas sin Logan. He tenido muchas
veces sexo y no ha sido con Logan. Puedo tener sexo ahora, sin Logan.
Comienzo a bajarme del automóvil, y mi estómago se retuerce. Por un
segundo me pregunto si puedo fingir estar enferma, pero rápidamente elimino el
plan. La frase “¿el show debe continuar?” estoy segura que la hizo un director
porno. Después de que una actuación hubiera sido reservada y se hubieran firmado
los contratos, no había casi nada que pudiera evitar que la película no se filmara.
Incluso si la actriz está en su periodo, incluso si está vomitándolo todo, incluso si
está con la Venganza de Montezuma17 y están filmando una escena de sexo anal…
el show continúa. Hay demasiado dinero en juego para no hacerlo; una multitud y
actores a los que se les deben pagar. Es demasiado caro renunciar a una escena por
una sola persona.
Compruebo la hora. Tengo unos pocos minutos antes de entrar, así que
vuelvo al automóvil y llamo a mi agente. La llamada pasa al buzón de voz. Gimo
mientras suena, pero uso mi voz alegre de siempre cuando dejo mi mensaje.
—Hola, soy Devi. Estoy en el trabajo de LaRue, y no puedo… —Mi voz se
corta.
De cualquier forma que lo explique, va a sonar horrible, especialmente en un
mensaje de voz. Además, no sé exactamente qué quiero que haga ella por mí.
¿Convencerme? ¿Recordarme mis obligaciones? ¿Decirme que está bien que lo
cancele?
—Solo llámame. Por favor. Lo más pronto que puedas.
Termino la llamada y miro fijamente mi teléfono durante muchos minutos,
cuatro para ser exactos, esperando a que suene.
No lo hace. Ahora, oficialmente retrasada, comienzo a entrar en pánico. ¿Y si
no me puedo excitar? ¿Y si puedo? ¿Esto es engañar? ¿Puede incluso ser engaño
cuando no tengo nada oficial con Logan? ¿Solo una especie de novia? ¿Puedes
incluso engañar a un actor porno?

17 Venganza de Montezuma: se refiere a estar con diarrea.


Las dudas y la ansiedad me superan, y no es para nada como soy yo. Yo me
controlo, demonios. Me controlo, soy genial, tranquila. Soy profesional.
¡Entonces supéralo y actúa como una!
Inhalo profundamente.
Una profesional se levantaría, entraría y haría la escena. Es una escena. Dos
horas de mi vida. Puedo imaginar que el chico es Logan. Puedo pretender que es por
él, como con la última escena. Después, no tengo por qué reservar otra escena de
sexo hasta que averigüe, bueno, todo.
Exacto. Sí. Puedo hacer esto.
Una última respiración, y salgo del automóvil. Tres más, y he llegado a la
puerta. Un anuncio en la puerta dice que entre en silencio, por si la cámara está
filmando. Giro el picaporte y entro.
Y me doy de bruces contra Raven.
Y es vergonzoso porque la golpeo con tal fuerza que, la bolsa que llevo llena
de ropa se derrama y mi ropa interior se esparce por toda la entrada y sobre sus
Jimmy Choo.
Sí, esa Raven. La Raven. La única Raven. La Raven de Logan.
Él nunca me ha hablado sobre ella, y no estoy segura de cómo terminó todo
entre Raven y Logan, pero todos en el negocio, como también gente fuera del
negocio, sabían acerca de su relación. Ellos eran “La Pareja”. Durante casi tres años,
estuvieron en la lista XBIZ “Pareja Porno que Adoramos” y frecuentemente
aparecían juntos en la portada de Video Noticias para Adultos. Jugaban en el mismo
equipo de softball para caridad. Tenían una cuenta de Instagram para Prior, su
Yorkie. Estaban tomados de las manos en la conferencia de prensa de O'Toole
Films, cuando él anunció su compromiso con respecto a las mujeres en la industria.
Cuando Logan ganó su último premio AVN, le agradeció con un íntimo giño que
sugería que tenían todo un lenguaje secreto entre ellos.
Entonces, un día, sin explicación alguna, el nombre de Logan ya no estaba en
las redes sociales de Prior, y Raven posteó un vago estatus en Facebook sobre tener
que lidiar con mudanzas. Los medios inmediatamente asumieron que se habían
separado. Ninguna parte lo confirmó ni lo negó, pero fue obvio para todos que la
burbuja del amor se había reventado.
No puedo decir que no estuviera feliz por ello. Y curiosa. Pero respetaba la
privacidad de Logan.
Ahora, viéndola, me doy cuenta que al nunca preguntar sobre ella, estoy tan
poco preparada para enfrentarla, como lo estoy para esta escena. Lo que está
sucediendo entre Logan y yo es algo nuevo, pero definitivamente ahora es una
relación. Y aun así, no sé nada sobre su ex.
Debería haber preguntado.
Él debería habérmelo dicho.
Ignoro el nudo apretándose en mi vientre.
—Lo siento —digo, agachándome para recoger mi ropa interior, esperando
que ella pase de largo, y que podamos evitar todo este encuentro con la ex novia.
Pero ella dice:
—Devi. —Y ahora no suena cálida ni luce sorprendida, y no está tratando de
marcharse de mi lado, y casi se siente como si me hubiera estado esperando.
—Raven. —Todavía agachada, miró más allá de ella y veo al equipo
arreglándose para la toma en el comedor.
Las cámaras están apagadas, y el director, al menos por ahora, no luce
ansioso por seguir.
Meto mi ropa de vuelta en la bolsa y me pongo de pie para darle a Raven la
atención que parece estar esperando. Excepto por su lápiz labial, que parece recién
aplicado, su maquillaje está revuelto, y su cabello es un desastre, y por debajo del
pesado aroma a perfume, puedo distinguir el aroma a sudor y sexo. Acaba de
terminar una escena. Y aun así, luce absolutamente follable. Estoy segura que no lo
luzco igual después de estar en escena con Kendi.
Pero lo que sea.
—¿También estuviste filmando con Sinner hoy? —pregunto, tratando de ser
educada.
Raven asiente con una tensa sonrisa, sus labios rojos brillan contra su
cremosa piel pálida.
—Vi tu nombre en la programación de llamados y pensé en quedarme por
aquí y pasar a saludar. Han pasado, ¿qué? ¿Tres años desde que hemos hecho algún
trabajo juntas?
Sospecho inmediatamente de sus motivos porque: (a) es la ex, y (b) lo que
dijo no es verdad. Hemos hecho un par de películas juntas desde entonces; solo que
no hemos estado en las mismas escenas y de alguna manera nos las hemos arreglado
para nunca encontrarnos en el set. Tal vez no es del tipo de persona que presta
atención a detalles como esos, pero si ese es el caso, ¿por qué ahora prestaría
atención?
A menos que sea debido a Logan.
Así que no la corrijo precisamente.
—Tres años desde Raven’s Real Playdate. El tiempo vuela, ¿cierto?
—Vaya. —Me mira de arriba a abajo, su mirada tan hambrienta con
condescendencia como hambrienta de lujuria estaba la de Logan más temprano—.
Estás tan crecida.
Han pasado tres años. No treinta. Pero asiento y acepto su declaración como
un cumplido.
—Sí. Es loco como pasa eso.
—Logan me dice que están trabajando juntos en una serie.
Y ahí está. Ahí está él, dándose a conocer, diciendo soy el chico que causará
que las chicas reprueben el test de Bechdel18.
Bueno, ahora sé que tenía razón, que su interés en mí hoy es debido a él.
También, sé que él ha hablado con ella. Recientemente. Sobre mí. Y no tengo
idea de qué significa eso o cómo sentirme al respecto, salvo descolocada.
Sé que necesito tiempo para procesarlo, así que soy cuidadosa de dejar la
emoción fuera de mi respuesta.
—Sí, así es.

18
Test de Bechdel: una sencilla prueba que mide la presencia de la mujer respecto a la del hombre en los
productos culturales, y en especial, en la industria del cine.
—Hmm. —Arrastra el mmm, y es seductor y sexy y entiendo por qué es tan
famosa. Porque Raven no solo es hermosa, es cautivadora. Y glamurosa. Y
sofisticada.
Y yo soy la chica que lleva su ropa interior de algodón al set en una bolsa de
Ralph’s.
—¿Sobre qué es el programa, de todas formas? —Está indagando, lo que
significa que Logan no ha entrado en detales con ella, y hay varias razones para esto.
Las que llegan primero a mi mente son sobre las que me molesto en pensar.
Cualesquiera que fueran sus razones, si Logan permaneció vago, también
tengo que hacerlo yo.
—En realidad, todavía está tomando forma. Un montón de improvisación.
Probablemente no se sabrá hasta que esté terminado.
Detrás de ella, el director llama mi atención.
—Disculpa, Raven, si no te importa, tengo que…
Ignora mi señal de despedida.
—Si Tanner no está en el set contigo, deberías llevar una EpiPen19. Logan
nunca se acordará de traer uno.
Parpadeo.
—¿EpiPen?
—Para su alergia. ¿Sabes cómo usarlo, verdad?
—Yo… —No sabía que Logan tenía alguna alergia. No sabía que necesitaba
un Epipen. No sabía que no era del tipo de tratar sus propias condiciones médicas
serias.
Estoy segura que Raven puede leer la ignorancia en mi rostro, pero trato de
permanecer tranquila.
—Me aseguraré que tenga uno en el set —digo—. Ahora, fue muy bueno
verte de nuevo, pero voy tarde.

19 EpiPen: auto inyector de epinefrina, utilizado para contrarrestar reacciones alérgicas que requieren
atención inmediata.
La rozo al pasar, pero ella me detiene con sus siguientes palabras.
—Normalmente no haces escenas heterosexuales, ¿verdad? ¿Tomaste este
trabajo por Logan? Si esperas hacerle sentir celos…
Mis uñas se hunden en la bolsa de Ralph mientras la abrazo contra mi pecho.
Respiraciones profundas, respiraciones profundas.
Me giro hacia ella y elevo mi barbilla.
—Acepté el trabajo por mí.
Pero no sueno muy convincente porque ni siquiera estoy segura de por qué
acepté el trabajo, y hay una buena posibilidad de que fuera por Logan, al igual que
las razones por las que no quiero hacer el trabajo ahora son por Logan.
Raven se echa a reír, luego se cubre la boca con la mano, como si realmente
no hubiera querido reírse en voz alta.
—Oh. Eres realmente adorable, Devi. —Me mira de nuevo y esta vez su
mirada es simpática, la clase de mirada que dice, Eres tan joven; eres tan ingenua;
aprenderás cuando seas mayor.
Desesperadamente quiero saber qué es lo que ella sabe que yo no, y no quiero
saberlo, todo al mismo tiempo. Porque ser joven no significa necesariamente que sea
ignorante. Pero no significa tampoco necesariamente que no lo sea, y lo peor sobre
mi edad y falta de experiencia de vida es que no hay manera de saber qué es verdad
en este momento.
Me siento desequilibrada, y estoy segura que Raven lo sabe.
Da un paso hacia mí.
—¿Un consejo? —Lo plantea como una pregunta, pero no deja espacio para
que responda—. A Logan no le importa dónde duermes. De hecho, él es más feliz
cuando sabe que te estás follando a otras personas porque entonces supone que no
tendrá que lidiar con ninguna mierda sobre él follando con otras personas. Y,
escucha lo que te digo… siempre está follando a otras personas.
Es un cuchillo en mis entrañas. Lo cual no tiene sentido porque esto no es
ningún tipo de revelación. Por supuesto que Logan siempre está follando con otras
personas… es su trabajo.
Pero lo dijo de tal manera que me hace pensar que está insinuando que Logan
folló a otras chicas fuera del set cuando ella estaba con él. Y tal vez lo hizo. Pero no
puedo saberlo a menos que se lo pregunte a Logan. Y de repente soy dolorosamente
consciente de todas las cosas que nunca le he preguntado a Logan, todas las cosas
que no sé de él o sobre nosotros, cosas que no estoy segura de tener el derecho de
preguntar. Cosas de las que no estoy segura de querer saber la respuesta.
Alguien grita desde el set detrás de mí.
—¿Devi Dare?
—¿Yo? —giro la cabeza y veo al Director y a Bruce mirándome—. Sí.
—Tengo que irme —dice Raven, y se ha ido antes de que pueda decir adiós.
Por mucho que no quiera una confrontación con ella, estoy casi decepcionada
de que se haya ido. O, más bien, estoy decepcionada de que se haya ido y yo todavía
esté agitada.
—Quiero rodar en cinco —dice el director en un tono que sugiere que quiere
grabar ahora, pero sabe que no estoy lista—. ¿Sabes lo que tienes que usar?
Con la partida de Raven, no tengo nada que me mantenga en la entrada. Me
dirijo hacia él. Mis rodillas se sientes débiles, y me siento distraída, y desearía poder
concéntrame en las cosas que me distraen, en lugar de en lo que debería estar usando
antes de que no esté usando nada.
Pero no puedo.
Cuando alcanzo al director, extiendo mi bolsa de Ralph.
—Tengo otras opciones.
Sin mirar mi ropa, aleja la bolsa de su camino.
—No es necesario. Ya estamos gastando mucho tiempo en otras escenas.
Esta tiene que ser concisa.
—¿Qué estás pensando? —La forma conspiratoria en que Bruce delibera con
el director me pone de inmediato en guardia.
Por primera vez desde que llegué, escaneo la habitación. Todo el equipo está
enteramente compuesto por hombres.
Hombres blancos de mediana edad, para ser precisos. La ayudante del
director es una rubia con una falda corta. La camiseta del hombre de las luces de
barba gris dice: “No se chupará a sí misma”. El camarógrafo está mirando a las
chicas vestirse en la habitación del lado: la cocina, que parece ser el vestuario
improvisado. No hay puerta, así que todo el mundo puede ver a las artistas vestirse,
lo que puede no parecer un gran problema ya que estamos rodando porno, pero es un
gran problema. Para mí lo es. Este set es un total club de machos; el tipo de set que
he logrado evitar en mis tres años de carrera.
—Creo que olvidaremos la ropa —le dice el director a Bruce—. Reduciremos
el tiempo que tomara desnudarla. Vamos a colocarle una bata y quizás ella está
limpiando después de la cena y luego tú entras y te la follas sobre la mesa.
—Ooh, eso me gusta —dice Bruce, sus pupilas se dilatan mientras se inclina
hacia mí.
—Debs, mira si hay algunos platos en los armarios de la cocina que podamos
usar para esta escena.
—¿Cómo suena eso para ti, Devi? —LaRue Hagen coloca su mano en mi
brazo, sorprendiéndome con su toque y su presencia. No lo había visto hasta ahora y
ni siquiera estaba segura que él estuviera en el set hoy.
Estoy agradecida de que él esté; no solo es una cara amistosa, sino que es la
única persona que parece importarle cuál es mi opinión sobre los cambios
propuestos para la escena.
—Eso suena… —ridículo, poco realista y groseramente centrado en los
hombres. Los platos que la asistente del director ya está colocando sobre la mesa no
están sucios, ¿por qué los limpiaría? Sí, lo sé, el porno no tiene sentido, pero
simplemente…
Agh.
Pero, honestamente, si reduce la escena, estoy dispuesta.
—Suena bien para mí. Gracias por preguntar. ¿Hay otra habitación donde
pueda desvestirme? ¿Una habitación con una puerta?
El director no oculta sus ojos en blanco, pero LaRue sonríe
tranquilizadoramente.
—Seguro. ¿Por qué no usas la oficina? Creo que hay un espejo sobre el mini
bar. Sin embargo, estamos retrasados, así que cámbiate y regresa aquí rápidamente.
—Por supuesto.
Subo corriendo a la oficina y cierro la puerta, la cual no tiene seguro, pero no
tengo tiempo para sentirme molesta. Solo me toma un minuto desnudarme y
ponerme la bata. Luego me tomo otro minuto para centrarme en mi misma. Mi
mente está descentrada, y necesito estar enfocada para hacer mi trabajo.
Inhala, y exhala, me digo, concentrándome en el aire mientras éste llena mis
pulmones y lo dejo salir. La respiración entra, la respiración sale. Inhala, y exhala.
Apuesto a que Raven sabe el verdadero nombre de Logan.
El pensamiento es súbito y paralizante, pero antes de que pueda recuperarme
hay un golpe en la puerta.
—¿Devi? —dice LaRue a través de la puerta de manera—. Estamos listos
para ti.
No estoy lista para ellos. No estoy lista para nada de esto.
Abro la puerta, a punto de dar una excusa para aplazarlo, pero antes de que
pueda decir algo, LaRue me lleva de regreso al set.
—¿Todo bien, Dev?
No estoy segura que esté realmente interesado en mi respuesta, y lo entiendo.
Es su dinero el que estamos quemando con cada minuto que la cámara no está
rodando. Él es un buen tipo, sin embargo, y creo que él realmente querría saber que
estoy teniendo problemas.
Así que decido decírselo.
—En realidad… —y luego el teléfono de LaRue comienza a zumbar en su
bolsillo.
—Disculpen —dice, a medida que lo saca para mirar la pantalla. Hace clic en
el botón de contestar diciendo—: Lo siento, tengo que atender esto. ¡Jerry, hola! —
Con el celular en su oído, LaRue hace su camino a través de las mujeres desnudas en
la cocina y sale hacia la terraza cubierta en la parte de atrás, cerrando la puerta
corredera detrás de él.
Con su jefe desaparecido, el director, que aún no se ha presentado, se vuelve
más autoritario.
—De acuerdo, Devi, nena. Deja caer la bata, ya, así podemos fijar los niveles
de luz. Debs intentó hacerlo por ti, pero tú eres más morena que ella.
No es un comentario racista, pero suena como un idiota cuando lo dice.
Posiblemente porque me está diciendo que me quite la ropa al mismo tiempo. Sí, me
siento cómoda desnuda, pero normalmente los directores con los que trabajo aun
respetan que soy una persona, no solo un cuerpo. Son corteses, educados y
conscientes de lo que necesito para sentirme segura mientras actuó.
Aunque tal vez esta es solo la forma en que funciona la pornografía
convencional. Tal vez realmente soy tan ingenua como Raven sugirió que era.
Al pensar en la ultra experimentada Raven, desato mi cinturón y me quito la
bata.
—Bien —dice el director con un guiño. Continúa hablando conmigo mientras
que el tipo barbudo comprueba los niveles de luz contra mi piel—. Cuando la
cámara comience a rodar, estarás recogiendo estos platos. Bruce vendrá detrás de ti
y te quitará la bata. Los platos son de plástico, así que está bien si los dejas caer.
Bruce y yo hemos trabajado en la coreografía, así que solo déjate llevar.
Lanzo una mirada hacia Bruce que me está mirando, mientras Debs está
masturbando su polla. Así que estará duro cuando la escena comience. Eso significa
que no necesitará tiempo para excitarse, y ya que hemos rechazado el proceso de
desvestir, me temo que los juegos preliminares también van a ser eliminados del
todo.
La idea me hace sentir incómoda.
—Prefiero conocer la secuencia. ¿Podrías repetirla, por favor?
El director sacude la cabeza bruscamente.
—Sí querías conocer la secuencia, deberías haber llegado al set a tiempo.
Muy bien, todos estamos listos para rodar.
Cuando cierro el cinturón de mi bata otra vez, Bruce abrocha sus jeans y me
dirige una sonrisa depredadora.
—Adelante y hazlo difícil, cariño. No me voy a detener.
Y entonces me doy cuenta… No puedo.
No puedo hacer esto.
No puedo apagar las campanas de advertencia en mi cabeza. No puedo
desestimar este ambiente sexista. No puedo fingir que me siento segura en este set.
Y no puedo tener sexo con Bruce Madden.
E incluso si Logan siempre estará follando a otras personas, e incluso aunque
no sé si puedo manejar eso, sé con certeza que una buena parte de la razón por la
que no puedo tener sexo con este hombre alfa de las cavernas frente a mí es Logan.
Así que cuando el director nos llama a nuestros lugares, sacudo la cabeza, y
sin ninguna disculpa, renuncio.
Traducido por Lyla y âmenoire

Corregido por LizC

l director grita detrás de mí, mientras huyo corriendo de la

E habitación.
—¡No puedes marcharte! Ya estás aquí. Ya estás desnuda. Solo haz
la maldita…
Llego a la oficina y cierro la puerta. La voz del director se convierte en ruido
amortiguado, y dejo escapar un suspiro de alivio.
No suelo tomar decisiones emocionales o sin pensar, pero me siento
justificada. La lista de razones por las que no puedo hacer esta escena es
comprensible y racional:
1. No me siento cómoda en este set.
2. No me siento segura en este set.
3. El director se negó a explicar lo que mi compañero de actuación me haría
en la escena.
4. No confío en mi compañero.
Pero tan lógica y sensata como soy sobre esto, tan claramente cómo puedo
expresar mis quejas, me miento a mí misma si no admito que la razón más grande
para marcharme es Logan. Las otras razones simplemente hacen que sea más fácil
seguir adelante con mi corazón en este caso.
Pisadas fuera de la oficina me impulsan a la acción. Eventualmente alguien
vendrá detrás de mí, y prefiero estar vestida y lista para salir cuando lo hagan. Me
dirijo al escritorio donde apilé mis pertenencias cuando me desnudé más temprano.
La puerta se abre tan pronto como me muevo de ella. Miro por encima de mi
hombro para encontrar a Bruce. Apretando mis dientes, finjo que su presencia me
irrita más que ponerme nerviosa.
—Me estoy vistiendo aquí.
Ignorando la indirecta, entra en la habitación.
—Es una pena.
—Te estoy pidiendo que no entres aquí. —Doy un paso dentro de mis bragas
y las hago subir bajo mi bata, deseando desesperadamente estar vestida.
Bruce se me acerca.
—Cálmate, dulzura. Solo vine aquí para asegurarme que estás bien. —
Extiende una mano y la apoya en mi brazo—. ¿Estás bien?
Dejo escapar un suspiro, deseando que mis hombros se relajen. Tal vez estoy
siendo paranoica en lo que a él respecta. De lo único que Bruce es culpable en este
punto es ser un hombre en un negocio de hombres. Solo quiere hacer su trabajo, y
aquí estoy jodiendo con eso.
—Sí. Lo siento. Simplemente no tengo la mentalidad adecuada para esto. Las
cosas no me fueron presentadas con bastante precisión.
Tiro del nudo en mi cintura y accidentalmente lo hago más apretado.
—Jesucristo —murmuro, frustrada.
—Ven. Déjame ayudarte. —Agarra los extremos de mi cinturón y me arrastra
hacia él. Inmediatamente me tenso, no estoy segura si debo ser cautelosa o no.
Apenas respiro, mientras trabaja en el nudo. Cuando se afloja, empiezo a alejarme,
pero él me empuja hacia atrás, abriendo mi bata completamente. Sus labios se
curvan en una sonrisa diabólica.
—Te dije que esto no me impediría desnudarte.
Tiro de la bata, intentado cerrarla, pero Bruce envuelve cada extremo de mi
cinturón alrededor de sus manos, acercándome aún más a él.
Mi corazón está martilleando tan fuerte en mi pecho que, me pregunto si él
puede oírlo.
—Detente. —Mi voz es tranquila y tensa—. Por favor. Quiero que te vayas.
—Oye, solo estoy jugando. —Suelta el cinturón, pero antes de que pueda
alejarme, sus manos agarran mis caderas desnudas.
—No me toques. —Trato de alejarme nuevamente, pero sus uñas penetran en
mi piel.
Sus ojos son oscuros y están llenos de avaricia, mientras sonríe.
—Dios, eres una jodida provocadora. En serio no es agradable cuando
provocas como lo haces.
—No soy una provocadora. —Una vez más, intento alejarlo, pero Bruce es
más fuerte que yo.
—Lo haces. Te quitaste la ropa y me hiciste desearte. —Se inclina contra el
escritorio y se coloca de modo que mis piernas quedan atrapadas en las suyas. Ahora
tiene más libertad para mover sus manos sobre mí. Me empuja hacia delante para
que mi pelvis choque contra su polla. Se presiona contra mí—. Siente eso. Tú hiciste
eso.
Mi garganta se seca cuando de pronto me doy cuenta de la gravedad de la
situación. Si no empiezo seriamente a luchar, hay una buena posibilidad de que esto
pueda terminar conmigo inclinada y Bruce consiguiendo hacer conmigo la misma
cosa que estaba tratando de evitar cuando dejé el set.
Ahora lucho en serio.
—Creo que deberías lamerlo.
—No voy a lamer nada. Déjame ir.
—Vamos, Dev. Solo una pequeña probada. Lámeme. —Con su pierna
enrollada alrededor de mí y una mano enroscada alrededor de mi cintura, intenta
empujar mi cabeza hacia su entrepierna—. ¿Vas a hacer esto fácil? ¿O vas a hacer
esto divertido?
Mis ojos están llenos de lágrimas ahora. Tengo la garganta cerrada.
—Voy a gritar.
—Divertido entonces. —Bruce empuja mi cabeza de nuevo, esta vez con más
fuerza. No puedo luchar contra él, es demasiado fuerte, pero lo intento de todos
modos, agitándome y dando patadas.
Reúno mi voz para soltar un grito cuando hay un golpe en la puerta.
—¿Devi?
Bruce se congela, y antes de que él pueda pensar en impedírmelo, grito:
—¡Adelante!
La puerta se abre, y LaRue entra. Bruce todavía tiene sus manos sobre mí,
pero esta vez cuando me retiro de su agarre, él me deja ir. Me envuelvo la bata
alrededor de mí, sujetándola firmemente en mi cuello y cintura.
El productor pasa su mirada de mí a Bruce y de vuelta a mí.
—¿Todo está bien aquí?
Mierda. No. No está bien para nada.
Bruce es quien responde primero.
—Pensé que podría ponerla un poco más cómoda antes de filmar. Eso es
todo. —Levanta su mano para trazar dos dedos por mi mejilla—. Nos vemos en el
set, Devi.
Me estremezco y envuelvo mis brazos más firmemente a mi alrededor. Mis
labios están temblando y no puedo decir si estoy a punto de llorar o vomitar. Quiero
salir de aquí más que nunca, pero no puedo moverme. No puedo hablar. Si LaRue no
hubiera venido detrás de mí, si él no hubiera interrumpido….
—Oye, ¿qué es esto que oigo sobre tú renunciando?
Apenas registro lo que dice, prácticamente llorando, mientras dejo escapar un
trémulo suspiro.
—Gracias. Por venir cuando lo hiciste. Bruce… él… él acaba de…
Preocupado, LaRue da un paso hacia mí. Pero me estremezco cuando él
extiende su mano.
—¿Qué pasa? —pregunta.
—Intentó sobrepasarse conmigo. No se iba a detener. —Estoy agitada,
completamente inestable, y es difícil crear oraciones con mis pensamientos
dispersos, así que me repito—. No se iba a detener. No se iba a detener.
Mi piel arde donde Bruce me tocó, como si sus dedos estuvieran empapados
en ácido, y siento la necesidad urgente de bañarme y restregarme, aunque tampoco
quiero quitarme la ropa otra vez.
LaRue deja caer las manos a los lados, y la mirada en su cara es cautelosa y
perpleja.
—¿Bruce Madden acaba de intentar sobrepasarse contigo? —pregunta
lentamente.
—¡Sí! —Maldición, ¿no dije eso?—. ¡Después de que dije que no!
—Bueno, Devi. —Hace una pausa, como si estuviera a punto de dar noticias
que piensa que no quiero oír, y ya puedo decir que tiene razón—. Estás aquí para
hacer pornografía. ¿Qué esperabas que pasara?
Mi corazón se siente como si estuviera en mi garganta, y estaba golpeando
tan fuerte que estaba segura que me magullaría las entrañas. Parpadeo ante LaRue
varias veces.
—Jesús, ¿me estás tomando el pelo?
LaRue apoya su cadera contra el escritorio.
—Te iba a preguntar lo mismo a ti. Firmaste un contrato para hacer un cierto
tipo de trabajo para mí, y ahora no solo te estás saliendo de ese contrato, ¿sino que
estás quejándote cuando otras personas en mi set esperan que cumplas con lo que
acordaste? No es así como funciona este negocio.
Su tono es sereno y razonable, y por una fracción de segundo creo que puede
tener razón, que obviamente soy la que está equivocada, que son mis decisiones las
que me han puesto en esta situación, que estoy siendo demasiado sensible. ¿Qué
había hecho Bruce Madden, de todos modos? ¿Tocó mi piel? Hoy vine aquí con la
intención de dejarle hacer mucho más.
Pero entonces pasa el momento de la duda y toda una vida de lecciones de
auto-respeto y derechos personales se apodera de mis emociones, convirtiéndolas en
rabia ciega.
—Primero que nada —canalizo mi rabia en puntos de conversación—, me
marcho porque los términos que acepté no fueron cumplidos. En segundo lugar, esta
habitación no es tu set. En tercer lugar, incluso si lo fuera, todavía tengo el derecho a
decidir lo que me pasa. El hecho de que haya firmado un contrato, no significa que
renuncie al consentimiento. No es así como mi cuerpo, o la ley, funciona.
LaRue sacude la cabeza, incrédulo.
—Maldita sea, sabía que eras joven, pero no pensé que fueras tan ingenua.
¿Te das cuenta de lo que me has costado hoy? Ya he tenido que pagar al equipo por
treinta minutos de holgazaneo porque llegabas tarde y ahora debido a tus dudas. Si
no tienes cuidado, vas a tener una reputación de ser una diva, y esa no es manera de
lanzar la siguiente parte de tu carrera.
Todavía estoy enojada, todavía indignada, pero LaRue es un eco de las
palabras de Raven más temprano, y mi baja autoestima me obliga a una disculpa que
no quiero decir.
—Siento haber malgastado tu dinero. Esa no era mi intención.
—No importa cuál era tu intención. He perdido dinero y espero que ayudes a
recuperar mis gastos.
Giro la cabeza bruscamente en su dirección y aprieto mis brazos alrededor de
mi pecho, instantáneamente desconfiada de lo que él espera en forma de retribución.
Agita su mano, pareciendo entender lo que supongo que está sugiriendo.
—Estoy seguro que das buenas folladas, pero incluso si tienes un coño de
oro, eso no va a traducirse en dinero en efectivo a menos que seques tus ojos, te
recompongas, y salgas a rodar esta escena. Dame una actuación sensacional, y
olvidaré que tuvimos un comienzo difícil.
Se da la vuelta como si la conversación hubiera terminado, como si el asunto
estuviera resuelto.
Estoy asombrada.
—Como el infierno voy a filmar cualquier cosa contigo. No me importa lo
que te cueste. Me voy de aquí.
Aunque preferiría vestirme sin él en la habitación, ese deseo es secundario a
la necesidad de irme. Me pongo los pantalones cortos y luego me alejo de él para
quitarme la bata y ponerme mi camiseta, dejando atrás el sujetador a favor de
vestirme rápido.
Por primera vez desde que entró en la habitación, la voz de LaRue se
endurece.
—Sales de aquí sin hacer esa escena, y despídete de tu carrera.
Meto mis pies en mis chancletas y recojo mi bolsa de Ralph.
—Bueno, veamos qué pasa cuando le cuente a la gente lo que pasó hoy aquí.
—¿Decirle qué? ¿Quién, si quiera alguna vez, va a preocuparse de lo que
tengas que decir? Ingenua, Devi. —Sus palabras golpean mi espalda, mientras me
apresuro a salir de la habitación—. Tu agente estará escuchando de mí —grita detrás
de mí.
Me las arreglo para salir de la casa y llegar a mi auto sin que nadie me
detenga o me moleste, pero estoy en la carretera antes de que finalmente pueda
respirar de verdad. Y entonces rompo a llorar. No sé a dónde ir. No sé qué hacer. No
sé qué quiero o qué pensar, así que conduzco sin rumbo mientras el sol se va
poniendo en el cielo, tratando de recomponer mis pensamientos. He pasado tres años
en la industria erótica y nunca me había sentido tan violada. He escuchado historias
de otras artistas, historias de abuso y acoso, y, aun así, siempre se sentía muy lejano
a mí. Y estaba lejos de mí, porque había escogido cuidadosamente mis proyectos y
productores, porque me había asegurado de que los trabajos que había tomado
hubieran sido revisados por gente en quien confiaba.
Hasta ahora.
¿Y por qué? ¿Por qué tomé este trabajo sin hacer más investigación?
Logan.
Porque quería demostrarme que mis emociones por Logan no afectarían a mi
trabajo.
En cambio, he demostrado todo lo contrario. He demostrado que me hace
sentir lo suficientemente aterrorizada para ocasionar que ignore mis generalmente
rigurosos estándares. He demostrado que estos sentimientos son fuertes,
probablemente, lo suficientemente fuertes como para darles una etiqueta. Lo
suficientemente fuertes como para llamarlos amor.
Todavía estoy demasiado aturdida por todo lo que acaba de suceder para
sentir por completo el impacto de esta comprensión, pero quiero sentirla. Quiero
sentir algo que no sea este sentimiento sucio, terrible y de transgresión.
Así que digo las palabras en voz alta, viendo si hace una diferencia.
—Amo a Logan. Estoy enamorada de Logan.
El reconocimiento ayuda. Todavía estoy fría y entumecida, pero hay una luz
ahora, algo de esperanza, como la primera estrella en el cielo nocturno. Algo a lo
que me puedo sostener para evitar hundirme en la oscuridad.
Mi teléfono empieza a sonar con el tono que le he asignado a mi agente, y
gracia a Dios estoy parada en un semáforo con luz roja, así que puedo buscar dentro
de mi bolso para encontrarlo.
—Mierda, gracias —digo, saltándome un saludo formal—. ¿La filmación con
LaRue? Jodidamente terrible. Era arriesgada, sin buenos términos para las mujeres.
El director, todavía no sé ni su maldito nombre, me trató como alguien inferior. El
vestidor no tenía cerrojo. Bruce Madden entró directamente y quiso sobrepasarse
conmigo. Juro que me hubiera violado si LaRue no hubiera entrado. —Hablar sobre
ello renueva mi enojo. Estoy temblando para el momento en que termino de contarlo
todo—. Solo… estoy tan enojada, Lucy, estoy sin palabras.
—Respira profundamente —dice Lucy tranquilamente—. Ahora, ¿estás
conduciendo? Estás enojada. ¿No deberías estacionar en un lado?
—Probablemente. Pero necesito seguir conduciendo. No estoy segura de
dónde estoy. Hay lugares en los que podría estacionarme, una gasolinera, el
estacionamiento de un McDonald’s, pero la idea de detenerme me asusta, como si
Bruce pudiera estar justo detrás de mí, solo esperando a que baje la guardia.
Lucy no intenta discutir.
—Entendido. Ten cuidado, ¿de acuerdo?
—Está bien.
—Ahora, primero que nada, ¿estás herida?
Sacudo mi cabeza antes de darme cuenta que no puede verme.
—No. Solo estoy alterada.
—¿Preferirías que te devuelva la llamada?
—¡No cuelgues! —No me di cuenta cómo de desesperada estaba por hablar
con alguien hasta ahora—. Yo solo… puede que no sea muy coherente. Pero quiero
hablar. Por favor.
—No me iré a ninguna parte. ¿Quieres contarme que sucedió con Bruce?
—Me acosó. Me asustó. —Le cuento todo con tanto detalle cómo puedo
reunir. Me escucho, mientras estoy hablando y sé que sueno melodramática.
Empiezo a dudar de mí de nuevo.
Pero Lucy es comprensiva y reconfortante, tratando cada una de mis
emociones como válidas y legítimas.
—¿Y Bruce es la razón por la que renunciaste a la escena? —pregunta
finalmente.
—No… espera. ¿Cómo sabes que…? —Intento recordar si mencioné lo de
renunciar, pero no lo recuerdo.
—Acabo de colgar de hablar con LaRue —explica.
Por supuesto que la llamó de inmediato. Probablemente ni siquiera había
salido de la casa antes que hubiera marcado su número.
—Lo que sea que te dijera, son puras mierdas. Esa situación era cien por
ciento inapropiada.
—Lo entiendo, y lo siento. —Pasa un momento antes que continúe—. Pero
me dejaste un mensaje antes que siquiera llegaras al set, ¿cierto? ¿Diciendo que no
podías hacer la escena?
—Oh, genial. También piensas que estoy siendo ridícula.
—No dije eso, Devi. Estoy intentando obtener una imagen clara de la
situación así puedo sacarte de esto lo mejor que pueda.
—¿Sacarme de qué? No soy la que hizo algo de lo que necesita ser sacada.
¿LaRue está intentando demandarme o…? —Me quedó callada, abrumada por la
perspectiva de una batalla legal.
—Sí, quiere ser compensado por la pérdida de dinero. —Bueno, mierda. Ahí
va mi apartamento—. Pero estoy bastante segura que puedo hacer que olvide eso,
Devi. Estoy más preocupada por lo que hará con tu reputación en lo sucesivo.
—Puede joder mi reputación todo lo que quiera. No haré porno hetero. Pensé
que podría, pero estaba equivocada. —Sé que no es justo asumir que todos esos sets
son iguales, pero no estoy dispuesta a tomar una oportunidad de repetir la
experiencia de esta tarde.
Y está la otra razón por la que no consideraré hacer porno hetero otra vez en
un tiempo cercano. La razón que no tiene nada que ver con Bruce o LaRue y todo
que ver con Logan.
Lucy se queda en silencio por un segundo.
—No solo son las escenas entre hombre y mujer sobre lo que estoy
preocupada. Hagen tiene mucha influencia en la industria. Me temo que también vas
a ver efectos segundarios en tus trabajos regulares.
Mierda.
Mierda, mierda, mierda.
Muerdo el interior de mi mejilla y peleo con un nuevo flujo de lágrimas que
amenazan con caer.
—¿Crees que hice lo incorrecto al salirme del set?
—No. —Deja salir un pesado suspiro—. Pero hay reglas en esta industria.
Reglas con las que no estoy de acuerdo, pero están ahí a pesar de todo. Incluso son
poco éticas e ilegales, pero poca gente toma en serio a los trabajadores sexuales. Si
no vas a hacer ninguna alegación formal, entonces tenemos una mejor oportunidad
de salir de ello, pero será difícil no señalar con el dedo hacia algo si estamos
tratando de evadir tu obligación contractual con la compañía de LaRue Hagen.
Muerdo el interior de mi mejilla más fuerte, asimilando lo que está diciendo.
Nada aquí es una revelación. Conozco el tipo de mundo del que soy parte. No soy
así de ignorante.
—La jodí en serio, ¿cierto? —Y no me refiero a abandonar el trabajo sino a
presionar para obtenerlo en primer lugar. Al quedarme en este negocio, en lugar de
resolver lo que realmente quiero hacer con mi vida. Porque, ¿en realidad esto es lo
que quiero estar haciendo dentro de cinco años? ¿En diez? ¿El porno es mi pasión?
¿Todas estas tonterías valen la pena?
¿Y no fue esta mañana durante mi filmación con Lynne que pensé que podría
hacer esto para siempre?
Bueno, tal vez podría haberlo hecho si no la hubiera jodido.
—Oye. No te culpes a ti misma por esto. Deberíamos ser capaces de rescatar
tu carrera, aunque podría ser buena idea enfocarte solamente en los trabajos
impresos por un rato.
—Lo que creas que es lo mejor. —Yo no estoy tan segura. Ya no estoy tan
segura de nada.
—Por curiosidad, ¿hubo una razón en particular por la que estabas recelosa
antes de llegar al set? —Hay una parte de mí que quiere contarle sobre Logan, sobre
cómo me he enamorado de él, sobre cómo en este momento solo quiero tener sexo
con él.
Pero si pensé que sonaba ingenua quejándome sobre Bruce, solo puedo
imaginarme cuán ingenuo sonará declarar que estoy enamorada de una estrella
porno.
Así que digo:
—Solo tenía un mal presentimiento. Eso es todo.
Si Lucy siente que estoy reteniendo algo, no lo dice.
—Suena como que tienes muy buenos instintos. Pero probablemente sea
mejor que no mencionemos que tenías algunos problemas antes de que llegaras.
Debilita el argumento del inapropiado ambiente de trabajo. Encontrémonos la
próxima semana, y podemos preparar un registro formal de queja como refutación
contra la acusación de incumplimiento de contrato de LaRue.
—Está bien. Pero, ¿Lucy? Si Hagen intenta negociar… como, incluso
contratar a un nuevo equipo o cambiar las reglas del comportamiento en el set, no
quiero hacer una reprogramación.
—Entiendo. —Y aunque puedo decir que en realidad lo hace, también puedo
decir que esto sería mucho más fácil si solamente acordara hacer otra filmación.
Afortunadamente, no dice eso—. No pienses demasiado en esto, esta noche, Dev.
Estate orgullosa por pelear por tus ideales. Se necesita valor. Muchas mujeres no
hubieran sido capaces de hacer eso.
Le digo que intentaré enfocarme en lo positivo y acuerdo que la llamaré en
uno o dos días. Colgamos y estoy de vuelta a donde estaba antes de su llamada,
perdida y a la deriva. Necesito una ducha. Pero no quiero ir a casa, necesito no estar
sola. Necesito estar en algún lugar donde me sienta segura y apoyada.
No estoy segura cuándo o si de hecho decido a dónde voy, pero en algún
punto mi conducción se vuelve de sin dirección a tener un propósito, y no mucho
tiempo más tarde estoy estacionándome en su entrada y usando la llave debajo de la
planta suculenta para dejarme entrar en su casa.
Logan está extendido en el sofá de su sala de estar. No lleva nada más que
jeans; sus pies desnudos están cruzados a la altura de los tobillos frente a él,
mientras edita algo de material en su laptop.
Se endereza, sorprendido, cuando entro en la habitación, pero entonces creo
que debe verme bien, y sus rasgos rápidamente se arrugan con preocupación. Al
instante, está de pie.
—¿Qué pasó?
En lugar de contestarle, caigo entre sus brazos abiertos y dejo salir un ronco:
—Te necesito.
Porque la verdad es que, en este momento, envuelta en el capullo de su calor,
su aroma, su toque y su persona, la respuesta a su pregunta es “nada”.
Traducido por ZoeAngelikal, Magnie, Kalired y LizC

Corregido por Masi

a cara de Devi está apoyada en mi hombro, quiero apartarme para

L mirarla, pero entonces siento la inconfundible calidez de las lágrimas en


mi piel, así que no lo hago. En su lugar, paso un brazo por sus rodillas y
la llevo en brazos a mi oscuro cuarto, donde las sombras que se dibujan ocultan en
su mayor parte el sol de la tarde. Me siento en el borde de la cama con ella todavía
en mis brazos, y me quedo sentado, balanceándola lentamente y descansando mi
cabeza sobre la suya.
No le pregunto qué pasó de nuevo, ni siquiera aunque estoy sufriendo de la
peor forma por saberlo. La última vez que la vi esta mañana, se veía radiante y
sonrojada por su escena con Kendi (y, secretamente esperaba, el momento en que
compartiésemos set). Y cuando me dio un beso de despedida, parecía feliz y
animada, tal vez un poco nerviosa. Sabía que tenía una escena programada después
de la que vi, ¿qué podría estar molestándola? ¿Pasó algo en el set?
Estrujo mi cerebro, intentando recordar si me contó algún detalle acerca de la
grabación a la que iba a ir.
Generalmente, sus escenas no son más duras que un juego de dildo y tal vez
el ocasional bondage suave, pero ciertamente no del tipo de castigos que graban
algunos actores. ¿Así que tal vez se peleó con alguien del set? ¿Otro actor? ¿Un
director?
—Devi —digo. Es una invitación para que ella hable, pero también una
afirmación, un recordatorio de que estoy aquí para ella y solo por ella, y que está
completamente a salvo y cuidada en mis brazos.
—No-no te conté algo —consigue decir.
Frunzo el ceño, mis cejas se juntan.
—Lo que quiera que sea, nena, está bien.
Sacude la cabeza contra mi pecho.
—No estuvo bien —dice, las lágrimas ahora caen con más rapidez y fuerza—
. P-pensé que podía hacerlo, pero entonces él fue tan agresivo y me acorraló…
¿Él?
¿Un jodido él?
¿Qué mierda estuvo haciendo esta tarde? Mientras yo la extrañaba y me
sentía solo, mientras trabajaba en mi sofá, ¿ella estaba en un set con un él?
Mi boca reacciona antes de que mi cerebro se ponga al día.
—¿Qué? —pregunto bruscamente—. ¿Quién es él?
Siento como se encoje entre mis brazos, retrayéndose en sí misma y
haciéndose una bola.
—Reservé una escena con LaRue Hagen —susurra entre lágrimas—. Ahí es a
donde fui hoy… no a una escena chica-chica, sino a una escena con Bruce Madden.
—¿Bruce Madden? —demando, cinco tipos diferentes de rabia alzándose en
mi pecho, el principal es un instinto demente de protección, porque Bruce Madden
es famoso por su comportamiento de mierda en el set y que le follen a ese tipo. Mi
sangre hierve de inmediato, conjurando los peores escenarios posibles y elaborando
fantasías que me involucran en reyertas de ataque asesinas, pero intento recuperar un
estado de paciente calma, mediante profundas respiraciones, hasta que sepa lo que
realmente sucedió. Es solo que conozco a mi chica, y sé que ella no es del tipo que
llora con facilidad. Ella no es del tipo que permite que las emociones anulen su
control, así que lo que sucedió debe haber sido grande.
Y malo.
Pienso en algunas de las peores historias que he escuchado acerca de los
platós de porno, todas las violaciones que sucedieron en la cámara y nunca fueron
procesadas. Raven y yo abogamos mucho por esos intérpretes, y todavía lo hacemos,
aunque ahora por separado, pero nunca pensé que podría pasarle a alguien cercano a
mí, alguien a quien amo…
Oh, Dios. Si algo como eso le hubiera pasado hoy a Devi, no habrá límite
para el infierno que lloverá sobre todos, incluso a los tangencialmente conectados.
Ni el infierno, ni las esposas, ni la sangre ni el dinero, y personalmente me encargaré
de que el propio Bruce sea castrado, seguido por LaRue.
Aún no sabes lo que sucedió: apaga el cuchillo castrador mental.
—Sí, Bruce Madden —resopla—. Él fue… oh Dios, Logan, él fue horrible.
—¿Él te…? —Ni siquiera puedo hacer la pregunta, porque estoy haciendo
dos, ¿te atacó? Y si no lo hizo, ¿aun así lo follaste? Pero incluso con mi rabia
protectora, no puedo soportar preguntarle nada que le haga sentir, por un segundo,
que debe culparse o que hizo algo erróneo. Lo que sea que ocurriera fue culpa, al
cien por cien, de ese montón de mierda—. ¿Ocurrió durante la escena?
—Ni siquiera pude empezar la escena. Pero entonces cuando él me encontró,
mientras estaba intentando irme… —se interrumpe abruptamente y empieza a
sollozar, el tipo de sollozos que me dice que ahora no puede haber palabras, así que
simplemente la sostengo y la acuno, acariciando su nuca mientras llora.
Luego, a medida que estoy susurrando mis palabras reconfortantes, algo más
me golpea y me golpea con fuerza.
Devi reservó una escena hetero. Cuando Devi me dio un beso de despedida
esta mañana, se estaba yendo a follar con otro hombre. E incluso a través de la capa
de mi rabia hacia Bruce Madden y mi miedo desesperado de que ella haya sido
terriblemente herida, otra emoción sale a flote, fea e innegable.
Celos.
Recuerdo nuestra primera cita falsa en el parque, cuando vi que Sinner’s
Playpen estaba llamando a Devi, y la recuerdo preguntándome acerca de hacer más
porno convencional, y recuerdo decirle a Tanner que por supuesto que ambos
éramos profesionales y que seguiríamos filmando todas las escenas que quisiéramos
hacer. Y de algún modo nada de eso importa en este momento, porque antes todo era
abstracto, solo cosas que podrían pasar potencialmente, cosas que no parecían reales.
Me dije a mí mismo y a todo el mundo que estaba bien.
Pero no lo está.
No está bien.
Porque estoy sosteniendo a esta mujer en mis brazos, y quiero ser el único
que la sostenga, que la folle incluso, ¿y sabes qué? Eso también va para las actrices
que también consiguen follarla, porque quiero ser solamente yo, yo y yo, y tenerla
por completo para mí.
Intento recordarme que esto es solo sexo, simplemente follar, y que no
significa nada, pero si no significa nada, entonces ¿por qué no me contó acerca de
ello? ¿Por qué lo mantendría en secreto?
Y entonces la hermana gemela de los celos aparece.
Sospecha.
La odio. Odio cada pulgada de esa emoción, odio sentirla reptando por mi
corazón y rebuscando a través de mis pensamientos, preguntándose si hay alguna
razón por la que Devi lo mantuvo en secreto, preguntándome si pronto, voy a
despertarme algún día para encontrar a Devi subiendo fotos de sí misma con un
italiano. Odio preguntarme si me preocupo más por ella de lo que ella se preocupa
por mí, si ella se ha estado follando a otros chicos todo este tiempo, si voy a volver a
tener mi corazón roto de nuevo.
Y luego hago oído sordos, a todo lo que siento. Los celos, la sospecha y la
rabia. No tengo el derecho a preocuparme de que esté follando a otros chicos porque
yo he estado follando a otras chicas, e incluso si no lo he hecho, “algo así como un
novio” no es un término que tiene que significar monogamia. Nunca hablamos
acerca de ser exclusivos.
Somos estrellas del porno. Grabamos porno. Follamos a otras personas. Así
es como es.
Y ahora mismo la mujer que amo está sufriendo, y ahí es donde mi atención
debe estar. El resto lo puedo averiguar más tarde.
Después de un par de minutos, siento que se relaja en mis brazos, sus
lágrimas se van ralentizando y su respiración se va relajando. Se seca el rostro con la
mano, y se ve con manchas negras por la máscara. Se echa hacia atrás, mirando mi
hombro y pecho, que están manchados del mismo modo.
Suelta el tipo de risa que solo aparece en medio de las lágrimas.
—Hice un desastre en tu pecho.
—Podemos arreglar eso —digo tan alegremente como puedo, mientras
todavía estoy intentando contener las amargas punzadas residuales de los celos y los
instintos sobreprotectores de novio que me están diciendo que vaya a arrasar con
todo. Me pongo en pie y la llevo al baño y la siento en el amplio banco de mi ducha.
Mi ducha es grande (del tamaño de los baños completos de la mayoría de la
gente) y tiene un montón de cabezales de ducha, chorros y boquillas que no suelo
usar, porque, como ya habrás oído, no tenemos agua en California. Pero hoy es una
circunstancia atenuante, y enciento todo, tan caliente como salga.
Devi parpadea hacia mí desde el banco, de repente viéndose muy joven y
triste. Y entonces todos mis celos y sospechas desaparecen por completo, bajando
por el desagüe. En su lugar, siento una sobrecogedora necesidad de cuidarla y
protegerla, borrar cualquier cosa mala que haya pasado, pero es demasiado tarde
para eso. Solo puedo esperar atenuar el no haber estado allí, por no haber sido capaz
de ayudarla.
Me acerco a ella lentamente a través del agua, ignorando el modo en que mis
jeans se están empapando. Probablemente ya habrás imaginado esto, pero no me
importa que mis ropas se mojen, un hábito del porno, supongo. Pero dejo mis
pantalones puestos por otra razón: no quiero que Devi piense que la traje aquí para
follarla. No quiero que piense que esto es sobre sexo o sobre mí, o acerca de
cualquier otra cosa que no sea ayudarla a sentirse mejor.
Me mira con curiosidad, con ojos cansados a medida que me acerco, hasta
que estoy en el banco.
—¿Puedo desvestirte? —pregunto.
Se muerde el labio inferior y luego asiente.
—Sí, por favor. —Su voz es apenas audible por encima del siseo del agua.
El vapor aumenta a nuestro alrededor mientras saco su camiseta húmeda de
su cuerpo. Mi pene salta al ver que no está llevando nada por debajo y esas
deliciosas tetas están simplemente colgando, maduras y rellenas, pero muevo mi
atención a cualquier otra parte, ayudándola a sacarse sus chanclas y sus jeans cortos,
tirando todo al borde de la ducha.
Una vez que está desnuda, pongo mis manos en sus codos y la llevo debajo
de la cabeza de la ducha, donde le hago quedarse, mientras voy a conseguir una
toalla y gel de cuerpo.
—Vas a oler como un hombre, lo siento —me disculpo a la vez que empiezo
a lavarla.
—No —me corrige—. Voy a oler como tú.
La forma en que lo dice, como si fuera lo mejor que le pudiese dar, retuerce
mi corazón. Rápidamente vuelvo a bajar la mirada al paño para que no vea lo mucho
que me afecta, prestándole más atención a los sitios no sexuales como sus manos y
pies. Incluso esto, estando así de cerca de su cuerpo, viendo caer el agua sobre sus
pechos, caderas y trasero, está provocando cosas incómodas en mis jeans. Espero
hasta que voy a por champú y acondicionador para reajustarme secretamente, lo que
no es fácil con un jeans empapado, pero lo consigo.
Me tomo mi tiempo lavando su cabello, masajeando su cuero cabelludo y
frotando los mechones entre las puntas de mis dedos para limpiarlos. Te quiero,
pienso, deseando que ella pudiera sentir las palabras irradiando de mi cuerpo. Te
quiero tantísimo.
Pero por supuesto, no las digo, sabiendo que ahora no es el momento, no con
lo que sea que está colgando sobre ella como una nube de tormenta. Le aclaro el
cabello, la envuelvo en una toalla enorme y mullida y la llevo a mi cama.
Voy a quitarme los jeans húmedos y agarrar otro par cuando finalmente ella
vuelve a hablar.
—No, no te pongas otro par. Ven aquí.
—Cass, no tiene que…
—Lo sé —dice firmemente—. Sé que estás intentando no hacerlo, pero es lo
que quiero.
En algún lugar dentro de mí, sé que debería quejarme más, pero no puedo. No
solo por lo excitado que estoy tras lavarla, sino porque la cálida confianza de su voz
es innegable. Salgo de mis jeans mojados y camino hacia la cama, arrastrándome
hacia su lado. Ella va inmediatamente hacia mi polla, pero agarro su mano.
—Sé que ahora me veo listo para follar, y lo estoy, pero Cass, si algo…
realmente malo… pasó hoy, necesito saber sobre ello. —No uso la palabra con v,
pero a pesar de eso cuelga entre nosotros en el aire.
Tarda un minuto en responder, esforzándose por buscar las palabras.
—No fui… no… —Traga saliva y baja la mirada a mi mano, grande y fuerte,
envolviendo su muñeca. La suelto con rapidez.
—Quiero saber qué pasó, pero entiendo si no quieres hablar de ello. Podemos
simplemente quedarnos aquí. Pero no estoy cómodo haciendo nada más, hasta que
esté seguro que no me estoy aprovechando de ti. —Devi gime ruidosamente y de
repente, echándose hacia atrás.
—Desearía que no fueras tan jodidamente cauteloso. Te quiero; te necesito.
Solo tú me puedes hacerme sentir mejor, de la forma en que necesito.
—Entonces tienes que decirme por qué.
Parpadea mirando al techo.
—Siempre que me toques cuando esté hablando.
—Cass…
—No tiene que ser sexo. Pero Logan, necesito recordar lo que se siente al ser
tocada por la persona a la que he elegido dar mi cuerpo. Necesito que un hombre me
toque de la manera en que me gusta y quiero, porque hoy no quiero olvidarlo.
En un instante, lo entiendo. Quiero decir, no completamente, porque nunca he
sido tocado de una manera en la que no tuviera el control, y porque soy un hombre,
probablemente nunca estaré en esa situación. Pero su súplica es tan profundamente
humana, tan profundamente vulnerable, y no puedo negársela. No puedo negarle
nada, cuando es tan clara.
Me giro y me arrastro sobre ella, descansando mi peso corporal sobre mis
rodillas y antebrazos, permitiendo que nuestros pechos y estómagos desnudos se
toquen y mi polla rígida se presione en su vientre inferior. Le beso el cuello, los
hombros y la mandíbula, y siento que se derrite con mi tacto y suelta sus últimos
fragmentos de control.
Empieza a llorar de nuevo, lágrimas lentas y silenciosas, y sigue llorando a
medida que dejo caer besos por todas partes, besos ligeros con solo roce de labios, y
gradualmente, con la voz entrecortada, la historia emerge. Me cuenta sobre el set,
sobre su incomodidad con el director y con Bruce.
Y luego cuando llega a la parte donde Bruce la acorraló en la oficina, mis
manos abiertas se aprietan en puños, y vuelvo la cara para que no pueda ver mi
expresión. Porque todo en lo que puedo pensar es en asesinato. Castración y
asesinato y luego castración de nuevo. Doble castración.
Ella termina y luego se acerca a mi rostro, suavemente me da la vuelta para
que me vea forzado a encontrarme con sus ojos.
—¿Qué estás pensando? —pregunta, incierta y vulnerable.
Mi corazón se rompe, pero soy honesto.
—Sobre cómo quiero colgar a Bruce Madden y LaRue Hagen del letrero de
Hollywood.
Ella presiona sus labios juntos en lo que podría ser una sonrisa.
—Sería muy difícil llegar allí con dos cuerpos a remolque.
—No para un hombre con una determinación. —Suspira por debajo de mí, y
le retiro mechones de cabello de su rostro—. No sé qué decir, Devi. Excepto que
estoy tan desesperadamente furioso y con el corazón roto por ti. ¡Ojalá pudiera haber
estado allí para protegerte!
—Hubiera deseado eso también —murmura, pero luego se queda en silencio,
como si estuviera preocupada.
Dudo, pero luego lo digo de todos modos.
—Devi, ¿por qué no me hablaste de la escena? Nunca he mentido sobre el
trabajo que estoy haciendo. ¿Tengo que preocuparme de que no estemos en la
misma página…? —Mi voz levanta una pregunta al final, traicionando todos mis
miedos infundados.
Mira hacia otro lado, con lágrimas nuevas en los ojos.
—Lo siento mucho, Logan. No quise mentirte. Pero decirte al respecto,
habría significado tener una charla conmigo misma que no sabía si estaba lista para
tener. Y todo es tan estúpido porque ahora lo he arruinado todo.
No estoy seguro de lo que quiere decir con lo primero, pero puedo ayudar con
lo último.
—Por favor, no te preocupes por las consecuencias. Mientras esté cerca,
tendrás trabajo si lo quieres, lo juro. Y personalmente voy a hacer que Bruce
Madden sea destruido. Ese hijo de puta no se saldrá con la suya en esto. Tampoco
LaRue.
Otro suspiro.
—Incluso tú tendrías dificultades para enfrentarte a LaRue. Y gracias por la
oferta de trabajo, pero también quiero trabajar en mis propios términos, ¿sabes? Eso
es importante para mí. De todos modos, no estoy segura de cuánto quiero trabajar en
esto después de todo… —su voz se va apagando.
Estoy confundido.
—Te refieres a, ¿no trabajar mientras pones en orden todo esto? ¿O dejar el
porno? Porque esto es una mierda y horrible, pero sabes que hay lugares seguros
para trabajar. Has estado trabajando en ellos durante tres años. ¡Y eres tan
jodidamente increíble! No dejes que un imbécil como Bruce te aleje de algo que te
gusta hacer y algo que jodidamente haces bien.
—No es… —Toma una respiración profunda—. No es que no me sienta
motivada, Logan. Pero hay algo más, algo que no te he dicho, y aún no sé qué
significa para mí, ni para mi trabajo.
Estoy escuchando, pero no continúa hablando. Parece cerrarse en banda,
cerrando sus ojos y apretando sus labios.
—Puedes contarme cualquier cosa —digo, inclinándome para besar la
delicada piel cerca de su oído—. Cualquier cosa. Devi, por favor. Me pediste que no
te dejara fuera… no me dejes fuera a mí. Cuéntamelo.
Su voz es cautelosa. Lógica.
—No creo que esté preparada para decírtelo. Todavía no lo he pensado…
—No tienes que tener escrita una tesis sobre eso, nena. Si vamos a probar
esta cosa novio-novia, parte de eso es hablar uno con otro sobre cosas que pueden
ser desordenadas o difíciles. Está bien si aún no lo has entendido todo. Quiero
saberlo porque me preocupo por ti, y yo…
Me detengo justo antes de decirlo. No es el momento, Romeo, me recuerdo.
Este no es el lugar para mi tendencia a saltar primero con el corazón, y luego con la
cabeza. Devi es demasiado preciosa para mi enfoque del amor habitual,
desordenado, y a plena voz.
Pero algo que digo parece descongelarla. Sus labios se separan y sus pestañas
revolotean y de repente su barbilla comienza a temblar.
—¿Qué ibas a decir? —susurra.
Sacudo la cabeza.
—No es importante.
—¿En serio? —pregunta—. ¿O simplemente dices que no es importante
porque no quieres hablar de eso? ¡Acabas de hablar de no dejarnos fuera
mutuamente, pero también lo estás haciendo!
Mierda.
—No quiero eso —le digo—, pero tampoco… eres tan joven y no quiero
arruinar esto y me preocupa que te esté presionando demasiado rápido para ti.
—No —murmura—. No lo estás haciendo.
—Pero está bien tomar las cosas con calma, quiero decir, eso es algo de lo
que hablamos en la galería…
—Estoy enamorada de ti —dice bruscamente.
No hay nada más que estática y chispas en mi cerebro, y un expansivo
resplandor caliente se enciende en mi pecho.
—¿Qué? —logro decir.
—He estado pensando en ello, y creo que he estado enamorada de ti durante
un tiempo, pero esta mañana, se hizo completamente claro. Estoy tan enamorada de
ti, que incluso la idea de correrme por otro hombre, de que me tocara donde me
tocaste, me molestaba. Arañaba dentro mí. Casi me alejé de ese plató antes de entrar,
porque me di cuenta que no quería hacer ese tipo de pornografía sin ti.
No me entrega esta noticia como si estuviera celebrando una gran revelación
o confiando una esperanza. Comparte esto como si confesara un pecado, una
debilidad, y entonces me doy cuenta del por qué… no sabe que yo también la amo.
Piensa que es la irracional porque normalmente es tan increíblemente racional, y he
hecho un trabajo demasiado bueno escondiendo mis sentimientos. Debe pensar que
ha ido demasiado lejos, y eso la está haciendo sentirse insegura y nerviosa por
decirme estas cosas.
—Sé que suena como algo que la novia más pegajosa de la tierra diría —
continúa—. Sé que suena mojigato o estrecho de mente o algo por el estilo, pero
toda la experiencia, la forma en que Madden me manejó y LaRue me despidió, me
hizo darme cuenta que no solo eres el hombre con el que me siento más segura en el
rodaje de porno, sino que eres el hombre que me hace querer grabar porno. Si algún
hombre va a tocarme, quiero que seas tú. No quiero conformarme con nada menos.
Pero también entiendo lo completamente fuera de línea que esto es emocionalmente,
y qué tan desagradable pueda ser para ti, y si quieres que me vaya, lo entiendo.
De hecho, incluso empieza a salir de debajo de mí, como si se fuera a ir. Pero
la mantengo enjaulada contra la cama, y me inclino y reclamó su boca con un
gruñido retumbante en mi pecho.
—Eres mía —digo contra su boca—. Tú me perteneces y no irás a ninguna
parte.
Retrocede un poco, con las cejas fruncidas de preocupación.
—¿No estás asqueado por lo que dije?
—Devi, también estoy desesperadamente enamorado de ti. Tal vez lo haya
estado desde el día en que nos conocimos. No dije nada porque no quería asustarte o
abrumarte. —Muevo mi mano para que mi pulgar pueda rastrear su labio inferior—.
Pero lo dijiste primero, mi valiente muchacha. Lo dijiste primero, así que sé que no
te he empujado ni que estás mintiendo para hacerme sentir mejor. Realmente me
quieres, ¿verdad?
Ella asiente, con esos enormes ojos castaños dorados y cristalinos.
—Lo hago —susurra.
—Mierda, gracias a Dios —suspiro, mi pulgar tirando de sus labios hacia
abajo un poco. Mi erección, que disminuyó mientras ella describía el asalto de
Madden, se remonta a la vida ardiente contra su estómago—. Te quiero jodidamente
mucho.
Muevo mi boca contra la suya, y me besa de regreso hambrienta por un
minuto, sus manos deslizándose por mi torso y manteniéndose caliente y firme
contra mi pecho, pero entonces rompe el beso.
—Logan, necesito…
—Cualquier cosa, Cass. Di lo que quieras.
—Yo solo… —Parpadea hacia mí, y sus ojos están húmedos con nuevas
lágrimas, su cara abierta con esperanza y dolor—. ¿Esto es real? ¿No estás diciendo
esto para Star-Crossed?
—¿Ves cámaras aquí? —pregunto con brusquedad.
—No pero…
Aplasto mi boca contra la de ella, cortándola.
—Esto es real —gruño entre besos—. Solo somos tú y yo en esta cama, y voy
a mostrarte exactamente lo jodidamente real que es.
Una lágrima se derrama de un ojo y desciende por su sien. La atrapo con mis
labios antes de que llegue a su cuero cabelludo. Se inclina hacia delante y entonces
siento sus manos acunar mi polla hinchada. Dejo salir un gruñido bajo.
—Por favor, hazme olvidarme de Bruce —me suplica—. Demuéstrame que
me amas.
—Mi chica valiente —digo, apartando el cabello de su rostro—. Tan valiente
en el set y luego tan valiente conmigo. —Es su valentía lo que me lleva hacia abajo,
moviéndome hacia atrás hasta que puedo acomodarme entre sus muslos y empezar a
acariciar la piel suave de allí. Quiero prodigarla con montones de dinero y joyas;
Quiero comprarle una casa nueva y un auto nuevo. Quiero darle algo, cualquier
cosa, que le muestre cómo estoy de agradecido y desgarrado por la felicidad que
siento. No solo de que ella me ame, sino porque ella me lo dijo en primer lugar,
porque cada otro paso adelante en nuestra relación han sido míos, yo persuadiendo y
yo liderando, y ella cautelosamente pensando las cosas antes de decir que sí.
Pero no hoy.
Hoy, ella se lanzó y desnudó su alma, sin ninguna garantía de que yo sintiera
lo mismo, y sin su habitual red de seguridad de lógica y análisis. Y ver a mi Devi
toda temeraria e inquieta por mi causa; me dice que tiene que amarme. Debe
amarme. Debe sentir el mismo empuje turbulento y consumidor que yo siento, y eso
me hace sentirme desesperado por agradecérselo, por tocarla, mostrarle exactamente
como la amo también.
Como no puedo darle montones de dinero, estoy decidido a venerar su cuerpo
para mostrarle mi adoración, en su lugar. En el momento en que mis labios rozan los
rizos suavemente recortados justo encima de su clítoris, ella se estremece y ensancha
sus piernas.
Me acomodo, deslizando mis brazos debajo de sus muslos y luego curvando
mis manos sobre la parte superior para mantener sus piernas extendidas tan
ampliamente como yo quiero. Y luego me sumerjo, corriendo mi lengua por todas
partes y probándolo todo y sin parar, para hacer que se retuerza y lloriquee. Huele a
agua limpia y a mi gel de ducha, pero cuando la abro aún más y dejo que mi lengua
trace círculos dentro de su entrada, pruebo una dulzura que es suya y solo suya.
Ella se retuerce en la cama, sus manos se acercan a mi cabello, y es una de
mis cosas favoritas de cuando le como el coño a una chica (tal vez lo que más me
gusta) sentir sus dedos en mi cabello rizado y como tira, sintiendo sus manos en la
parte posterior de mi cabeza, mientras sus caderas se levantan para frotar su coño
contra mi cara.
En mi carrera del porno, he filmado algunas escenas en las que he estado
juguetonamente atado, pero nunca han sido nada más que la sombra más floja de la
sumisión. Pero cuando estoy entre las piernas de una mujer de esta forma, los
talones clavándose en mi espalda y las manos despeinándome y rodeándome la
cabeza, creo que entiendo el atractivo. Porque mientras yo sea el que está sobre mi
vientre, desde mi ventaja, soy el que tiene todo el poder. Levanto la mirada hacia
arriba por la elevación del hueso púbico de Devi y más arriba por la pendiente de su
estómago hasta su rostro, que actualmente está arrugado por el absoluto placer, y yo
soy el que le está provocando eso. Tal vez sus manos son las que tiran de mí y ella es
la que me urge (más duro, más rápido, dentro, por favor lámeme dentro) pero es mi
boca, mi lengua, mis habilidades. Yo soy el que la deshace de placer, y eso me hace
sentir más poderoso de lo que me he sentido con una fusta en mi mano.
No estoy diciendo que quiera renunciar a la fusta, eso sí. Pero esto es igual de
asombroso.
La miro de nuevo, todavía chupando y lamiendo, y la observo mientras
muevo mi mano desde debajo de su muslo hasta encontrar sus pliegues. Le acaricio
por todas partes (el culo, los muslos, su coño) pero es cuando finalmente deslizo un
dedo dentro de ella que la veo empezar a deshacerse verdaderamente. Esta mañana
se corrió con Kendi, y ahora se corre por mí, y creo que es una puta belleza, como
un ciclo de vida de lamer coños, pero entonces me pregunto por un minuto si ella
siente una diferencia entre Kendi y yo. Si no en su coño, en su corazón o en su
mente, porque tiene que ser diferente, ¿verdad? ¿Cuándo te toca alguien que te ama?
Haré que se sienta diferente, me juro. Voy a hacerlo para que no tenga duda
de que la amo, que su cuerpo aprenda maneras de responder a mí y solo a mí. Quiero
poseer sus fantasías, quiero que ella piense en mí cada vez que cierra sus ojos en el
set. Cada vez que otra actriz folla a Devi con su lengua, quiero que Devi se imagine
mi boca, y siempre que cuando se folle con un consolador, quiero que sea mi polla
con la que sueñe.
Devi tira de mí hacia ella, y me fuerza, limpiando la boca con mi brazo, a
colocarme sobre ella.
—¿Qué pasa, Cass?
Su mirada se encuentra con la mía, las pupilas tan dilatadas que sus ojos son
charcos negros.
—Te amo —susurra, inspeccionando mi rostro—. Te amo y quería decirlo de
nuevo. Quería asegurarme de que todavía era real… que tú también me amas.
Su honestidad rompe mi corazón.
—Nunca dudes de eso por un puto segundo. Siempre es real. —Me inclino
para besarla y ella me besa de vuelta con hambre, lamiendo y chupando su propio
sabor de mi boca, lo que hace que mi polla se ponga tan jodidamente dura que puedo
sentirla dejando un lugar húmedo contra su vientre. La quiero, y quiero follarla hasta
que no pueda caminar. Quiero conocer su alma, y quiero atarla y poseer su coño
durante días, al mismo tiempo. Quiero venerarla como un esclavo del templo, y
quiero penetrarla con tanta fuerza y tantas veces que ella me recuerde cada vez que
se ponga de pie. Me toma toda mi fuerza de voluntad no apuntalar con mi polla su
interior ahora mismo, mantener mi mente en el presente cuando mi cuerpo y corazón
están tan singularmente unidos en el objetivo de fusionarme con ella.
Estoy temblando por mantener el control, mis músculos literalmente
luchando contra sí mismos, cuando ella susurra:
—Por favor.
—¿Estás segura? —Me obligo a preguntar—. Solo porque hemos compartido
cosas no significa que tengamos que… —Estoy tan duro que apenas puedo respirar
y mi voz suena ronca y tartamudea—. No tenemos que hacerlo hoy.
—Quise decir lo que dije —me dice con esos ojos oscuros—. Sobre necesitar
tu toque. —Ella cierra los ojos por un minuto—. Muéstrame que es real —suplica—.
Fóllame como si fuera real.
—De acuerdo —digo con voz ronca—. Dame un minuto. —Extiendo mi
mano hacia la mesita de noche, donde guardo un pequeño tarro de cristal de
condones, pero entonces ella me detiene.
—No —dice con seriedad—. Sin protección. Te quiero desnudo. Estoy
tomando la píldora, así que está bien.
Bajo la mirada hacia ella.
—¿Estás segura? —pregunto. Me tomo pruebas cada dos semanas, y sé que
ella también lo hace, pero sigue siendo un gran salto de confianza—. Sé que estás
limpia, nena, y sé que estás tomando la píldora, pero es un gran paso, y estamos
empezando. Tenemos mucho tiempo para dar grandes pasos.
Sacude la cabeza.
—Lo quiero… a ti. Todo de ti. Nada entre nosotros.
Me apoyo sobre mis manos y dejo caer mi cabeza por un minuto, tratando de
recuperar el aliento y decidir si puedo decir que no a esto. No quiero y no hay razón
lógica, pero esto se siente grande. El tipo especial de algo grande que solo Devi y
hacer películas me hace sentir, y me aterra.
—Tengo miedo —admito—. Devi, de estar contigo desnudo, sin barreras ni
cámaras… Tengo miedo. Lo que sea que haya entre nosotros, es tan real que duele.
—Yo también estoy asustada —dice—. Pero estoy contigo. Si caemos,
caemos juntos.
Si caemos, caemos juntos.
Mi corazón late con alivio y terror al mismo tiempo, y me inclino de nuevo
para capturar su boca en un beso abrasador.
—Dios, te amo —digo con ferocidad—. Jodidamente mucho.
—Hazlo, Logan —respira ella—. Por favor. Lo necesito. Te necesito.
Me muevo poco a poco un centímetro más bajo, y (nuestras miradas están
fijas la una en la otra todo el tiempo) me agacho y me tomo en mi mano y guío mi
glande hinchado hacia su entrada mojada. Solo empujo dentro la cabeza de mi polla
y entonces me detengo. Tomo otra profunda respiración, casi incapaz de soportar lo
apretado que su coño está alrededor de mi punta. Me aprieta, se adapta a mi glande
mejor que cualquier puño real, y casi quiero quedarme así para siempre, con ella
mojada y rogándome, y haciéndonos prácticamente insensibles y sin hablar, solo con
la mínima penetración.
Y entonces me deslizo más profundo.
Sus muslos tiemblan y sus manos se mueven en mi espalda, y siento mi polla
estirándola hasta el máximo, forzando a mi eje más profundamente en su calor
húmedo y suave, hasta que estoy enterrado por completo. Estoy entre sus piernas,
nuestras pelvis presionadas, tocando nuestros estómagos y mi pecho rozando contra
sus rígidos y oscuros pezones. Me inclino sobre mis antebrazos y la beso de nuevo,
todavía sin moverme dentro de ella, dejándola que se acostumbre y permitiéndome a
mí mismo enfriarme antes de que me avergüence y explote como un adolescente
antes de hacer que Devi se corra.
Nos besamos largo y lento, ella se mueve suave y suspirando debajo de mí,
hasta que ella está prácticamente rebosante de felicidad, hasta que ella se mueve
contra mí y con el tipo de expresión abierta y cálida que irradia puro amor.
Está frotando su clítoris mientras se mece debajo de mí, y veo un oscuro
rubor surgiendo en su pecho y mejillas y sé que será en cualquier momento ahora, y
bastante seguro (a pesar de que no me estoy moviendo en absoluto) que ella se está
moviendo a sí misma para alcanzar el orgasmo debajo de mí, las puntas de sus pies
se mueven contra las sabanas, mientras busca más fricción y profundidad.
—Eres tan jodidamente hermosa —susurro, observando cómo su rostro se
ruboriza, mientras trabaja en mi polla, viendo esas fugaces sonrisas sexuales que
persiguen sus labios mientras se acerca al borde. Se me ocurre que no he follado a
una mujer en la posición de misionero en no sé cuánto tiempo, porque no es una
gran posición con la que filmar. Prefiero las posiciones donde los espectadores
pueden ver mi polla y el coño precioso y rosado, mientras se están jodiendo, y el
misionero oculta tanto de lo bueno.
Excepto que se siente jodidamente increíble, para mí y para ella, y hay algo
más. Olvidé lo íntimo que es. Nuestra piel se está tocando por todas partes, por
todos lados, nuestros muslos deslizándose juntos, nuestros estómagos, nuestros
brazos y nuestros labios. Estoy tan cerca de ella y puedo ver cada expresión, cada
uno de sus pensamientos no expresados, y sé que ella puede ver los míos. No hay
nada entre nosotros: no hay condón, ni cámara, ni paredes invisibles de negación o
miedo. Solo nos estamos moviendo juntos como uno solo, una intimidad tan
profunda y febril que casi me siento fuera de mí, como si mi alma realmente
estuviera dejando mi cuerpo para buscar la de Devi.
Es lo más cercano que me he sentido a cualquier mujer, alguna vez.
Justo cuando comienza a llegar al clímax, tengo este pensamiento incómodo,
ese pensamiento que viene de la nada, de que esto es lo mejor que nunca voy a tener.
Que voy a mirar hacia atrás, a este momento, un día y darme cuenta que fue cuando
éramos los más cercanos, los más sencillos, los más enamorados. Y me doy cuenta
del hecho de que no hay cámaras entre nosotros en este momento, no hay cámaras
para capturar este momento para siempre. Hace que se sienta tan frágil, como si
pudiera desaparecer en cualquier segundo, y ¿cómo soporta la gente esto? ¿Este
sentimiento, de amor y de éxtasis, que se están resbalando de entre sus dedos? Con
una cámara, podría aferrarme a ello, congelarlo en el tiempo. Pero sin una, no hay
nada que proteja este momento de ser arrastrado al olvido.
Y luego llega la comprensión del olvido mientras ella se deshace a mí
alrededor, mientras grita, se flexiona y se estremece con las olas de su liberación.
Quiero todos estos momentos. Quiero solo estos momentos. Porque la única
manera de aferrarme a ellos es retenerla, y la forma en que quiero mantenerla es algo
que nunca antes había sentido. Quiero darle todo de mí, todo el tiempo, siempre, y
¿qué diablos significa eso? ¿Significa eso que no quiero follar a otras mujeres? Eso
es ridículo, por supuesto, pero la respuesta está justo debajo de mí, recuperándose de
su orgasmo, con ojos vidriosos y sin aliento.
Creo que podría solo querer a Devi.
Creo que la amo de una manera que nunca había amado a nadie antes.
Creo que quiero darle todo de mí. Todo de mí. Lo que significa que no voy a
entregarme a nadie más.
Porque esa es una cosa que la economía del porno no puede borrar; estar
compartiéndote a ti mismo, sin cesar, una y otra vez. Piezas privadas de ti mismo, y
quiero darle a Devi todos mis trozos, todas las partes de mí que tengo para
compartir.
Una bola de pánico se aprieta en mi estómago, porque no sé cómo digerir
nada de esto. Trato de apartarlo todo a un lado, pero cuando empiezo a friccionar
mis caderas contra las suyas, veo mi cámara en mi mesa de noche. Está oscuro y no
se ve nada, pero su presencia me tranquiliza y me preocupa a la vez. ¿Quién es
Logan O'Toole, en serio? ¿Y qué quiere?
Entierro mi rostro en el cuello de Devi, oliendo su piel y mi cuerpo limpio y
la más ligera esencia de canela, y no puedo saber todas las respuestas a esas
preguntas todavía, pero sé que todas esas respuestas comienzan con la misma mujer.
—¿Se sintió bien correrse en mi polla, nena? —pregunto, todavía
moviéndome adentro y afuera, despacio y con calma.
—Sí —dice aturdida—. Tan bueno.
Me muevo hacia arriba sobre mis manos, empujando sus piernas más
abiertas. La observo, mientras ella me observa, sus ojos en donde estamos unidos
mientras empiezo a entrar y salir, la gruesa cresta y las venas de mi polla relucientes
en su coño. Su mirada se transforma de satisfecha a hambrienta, y miro hacia abajo
también, amando la vista de mi polla extendiendo su agujero, de sus piernas abiertas
para mí y solo para mí.
Pero no, ese pensamiento trae de vuelta las preguntas sin respuestas, y por lo
tanto me concentro en follarla, tomando el ritmo y penetrándola cada vez más
rápido, hasta que estoy gruñendo y ella está jadeando. El color es agudo en sus
mejillas, y siento que mis bolas se aprietan ante la idea de venirme en ella de esta
manera, pero no estoy listo, no estoy listo en absoluto. Quiero que este momento
dure para siempre.
Así que reduzco la velocidad y cambio mis golpes cortos a golpes largos y
profundos. Voy tan profundo que siento su cuello uterino, y ella deja escapar medio
jadeo, medio gemido.
—¿Te gusta esto?
Cierra los ojos y asiente.
—Eres tan grande —dice en un susurro tenso—. Incluso después de
correrme. Pensé que podría ser menos ajustado, pero me siento tan llena…
—Una chica tan valiente —tranquilizo a Devi con un ronroneo bajo,
profundo—. Una chica tan valiente por tomar una polla tan grande.
Se ruboriza por el elogio, viéndose tan vergonzosamente orgullosa y joven
que tengo que agachar la cabeza y morder su hombro para no mirarle el rostro,
porque me correré en un instante si sigue usando esa mirada.
—Es la polla más grande que has sentido dentro de ti, ¿no? Dime lo grande
que es. Dime qué tan grande se siente dentro de ti. —Para puntuar mis palabras,
empujo con profundidad, amando lo apretado que su coño se siente a mí alrededor,
como un torno apretado y caliente.
Sus pestañas revolotean cuando golpeo ese lugar profundo en ella, y entonces
gime.
—Se siente como si me estuvieras dividiendo por la mitad —dice con voz
estrangulada—. Puedo sentirte en todas partes.
Guio sus piernas hacia arriba para que sus tobillos se enganchen más allá de
mis hombros, y luego me inclino hacia adelante en mis brazos, hundiéndome en su
coño. Puedo llegar más profundo en esta posición, y lo uso a mi favor, acariciando y
frotando ese lugar especial.
—Mierda —gime, girando su cabeza de lado a lado—. Logan, oh Dios mío.
—Voy a hacerte venir tan duro, Cass.
—Logan, yo-yo no creo que pueda… oh Dios, oh Dios, oh Dios…
—Mírame, cariño. Solo sigue observándome, ¿de acuerdo?
Está temblando incontrolable, y puedo sentir la punta dura de mi polla
masajeando su útero, besándola una y otra vez, me retiro lo suficiente como para
arrastrar la ancha cresta contra su punto G antes de empujar de nuevo hasta
presionar contra su cuello uterino. Su cabeza se sacude, sus muslos se estremecen
contra mí, y puedo decir que está luchando porque se siente demasiado grande,
demasiado intenso.
—Devi, mírame —le insto, y ella finalmente lo hace, sus ojos abiertos y
desesperados—. Eso es —digo persuasivamente—. Déjame cuidarte. Déjame
hacerte sentir bien.
—No creo que pueda —dice, un poco violentamente, pero sigo adelante,
susurrándole palabras de aliento, vas a sentirte tan bien y qué chica tan buena y
valiente y estoy tan adentro, nena, tan jodidamente adentro, y entonces veo sus
manos arañando las sábanas y los músculos en su cuello muy tensos.
Y luego sucede. El estómago de Devi empieza a tensarse visiblemente y cada
músculo de su cuerpo se estremece y se arquea sobre la cama, su rostro se
contorsiona de éxtasis. No puede hablar, apenas puede hacer ruido que no sea el
suave lamento que viene de algún lugar de su garganta, y está en otro plano, en otro
mundo, su cuerpo convulsionando en contracciones largas, profundas y lentas que la
consumen, la devoran, la transforman.
Orgasmos cervicales, señoritas. Son una gran cosa, y son intensos. Devi se ha
desmoronado por completo debajo de mí, ajena a todo, excepto a las profundas
ondas de liberación que salen desde su útero hasta las puntas de sus dedos y las
plantas de sus pies. Y a diferencia de sus orgasmos clitorianos, esto dura una
eternidad. Segundos y minutos y lo que se siente como horas viendo (y sintiendo) a
la mujer más hermosa del mundo temblar y fracturarse en miles de millones de
piezas brillantes. Ningún hombre puede durar sintiendo eso alrededor de su polla,
viendo que sucede bajo él, y no soy la excepción, porque nunca ha sido tan increíble,
nunca se ha sentido tan bien, y maldito Dios, si no me he perdido completamente en
ella.
—Hazlo —jadea—. Córrete dentro de mí.
—Lo haré —gruño, dejando sus piernas caer de nuevo a la cama y
conduciéndome en ella rápido y duro—. Va a ser tan increíble para ti, Cass.
Sus manos encuentran mi trasero, sus dedos clavándose en mis cachetes e
instándome a ir más fuerte, más rápido, y se siente tan bien y se ve tan bien, toda
suave y saciada debajo de mí. Su coño es tan jodidamente apretado, aferrándome y
apretándome, y santa mierda, quiero casarme con esta mujer, y luego con un gruñido
entrecortado, mis bolas se contraen y exploto.
Me corro duro dentro de ella, bombeando chorros calientes de semen
profundo dentro de ella, nuestros ojos fijos el uno en el otro y el aire pesado con
magia. Todo mi torso se sacude, mi pelvis llena de una liberación ardiente y feroz
como el sol, desatándose olas y olas de placer profundo y agitado. Bombeo, empujo
y follo a través del clímax, sintiéndome drogado, ebrio, vertiginoso e intoxicado por
Devi, apoderado por ella, totalmente vivo y extasiado por ella. Siento el calor
húmedo de mi orgasmo dentro de ella, veo los puntos oscuros de sus pezones erectos
y la lujuria ardiente en su cara, y eso hace que me siga corriendo. Y los pulsos
siguen llegando, una y otra y otra vez, y me vació dentro de ella, drenando mis bolas
hasta que ella se llena de mí. Hasta que está goteando entre nosotros dos.
Cuando los pulsos finalmente disminuyen, la habitación huele a sexo terroso
y canela, y terminamos hechos un desastre. Con sudor en nuestros estómagos, así
como semen y sus jugos manchando nuestros muslos. El cabello largo de Devi está
enredado como una maraña, parece que un huracán destrozó mi cama, y puedo sentir
rasguños floreciendo en ligeras y provocativas punzadas de dolor en mi espalda y las
mejillas de mi trasero.
Estoy tan jodidamente enamorado.
Me inclino para besarla, un profundo beso sentido, sin la urgencia de antes.
Me tomo mi tiempo explorando su boca, prodigando atención en cada pliegue de sus
labios, cada deslizamiento sedoso de su lengua. Ella deja sonar un ronroneo en su
pecho, un ronroneo feliz y contento, y me retiro con una sonrisa.
—¿Estás… ronroneando?
Ella se ríe.
—Sí. Supongo que lo hago.
Mi pecho se hincha un poco. He dado a muchas mujeres muchos orgasmos,
pero creo que esta es la primera vez que he hecho que una mujer ronronee de
satisfacción.
—Vamos a ver cuánto tiempo puedo hacer que ese ronroneo dure, gatita.
Date la vuelta.

Después de la ronda dos, cena, y una ducha (que se convirtió en la tercera


ronda), estamos de vuelta en la cama. Ahora es de noche y estamos acurrucados, la
espalda de Devi presionada contra mi pecho y mis brazos alrededor de ella.
Ambos estamos somnolientos, incluso mi polla, que se contenta con estar
medio dura y acurrucada contra el trasero delicioso de Devi. Creo que por fin se ha
dormido cuando pregunta:
—¿Tienes un EpiPen aquí?
—Sí, en algún lugar —digo con sueño—. Creo que hay uno en mi gabinete
de medicina.
—Oh. ¿No deberías tenerlo contigo todo el tiempo?
—Soy alérgico a las abejas, Cass. No es algo que me preocupe que suceda en
mi dormitorio.
—¿Pero llevas uno en el set? ¿No deberías haber tenido uno en el desierto, la
noche que fuimos allí?
Ahora más despierto, me apoyo en un codo y la miro. Ella no se vuelve para
mirarme.
—Estaba planeando comerte, no en buscar comida con miel. Al menos no ese
tipo de miel —le digo con una sonrisa.
No sonríe.
—¿Por qué me estás preguntando esto? —Empujo su hombro suavemente—.
¿Estás planeando introducir a las abejas en nuestro juego sexual? ¿Guardas
secretamente abejas en tu coño?
Todavía no hay sonrisa.
Termino suspirando.
—Si realmente te preocupa, siempre guardo uno en mi guantera. Y de todos
modos, ¿a qué vino esto? ¿Te mencioné el asunto de las abejas? —Porque no es algo
de lo que normalmente hable, no porque sea un secreto doloroso, sino porque no es
realmente un gran problema. Honestamente, a veces incluso lo olvido.
No responde de inmediato, y cuando lo hace, su tono es moderado.
—Raven lo mencionó hoy en el set.
Su nombre cae como un yunque, atronador y sin vida.
Raven.
Ugh.
Y al momento en que mi disgusto personal se desvanece, una sensación de
cólera protectora florece. ¿Cómo se atreve a hablar con Devi? ¿Cómo se atreve a
nombrarme ante Devi, en lo que solo puedo suponer que equivalió a una especie de
juego de poder enfermizo?
—¿Qué más te dijo? —pregunto, sin molestarme en esconder mi ira—. ¿Te
molestó?
Devi comienza a sacudir la cabeza, pero luego se detiene. Entonces asiente
ligeramente.
—Sí —admite—. Supongo que me molestó. Y ella no dijo nada que no fuera
cierto, Logan, esa fue la parte difícil. Dijo que estaba haciendo porno fuerte para
ponerte celoso, y que eso jamás te pondría celoso, solo te haría sentir mejor por
follar a otras personas. —Una pausa—. Y que siempre estabas follándote a otras
personas.
Tengo que cerrar los ojos contra la ira que arde en mi interior. Sé,
cerebralmente, que Raven no es mala, que es honesta y probablemente está dolida
ahora mismo. Pero no me siento así. En cambio, siento que quiero construir la pared
más alta y gruesa alrededor de mí y de Devi, abrazarla fuertemente y protegerla de
todos los miedos e inseguridades que Raven la obligó a mirar.
Y si soy totalmente honesto conmigo mismo, Raven no estaba completamente
equivocada. Incluso, estaba usando a Devi haciendo pornografía lesbiana como una
excusa para no sentirme mal por seguir filmando escenas. Y mucho más, como una
excusa para no sentirme culpable por disfrutar filmarlas. Es nuestro estilo de vida,
¿cierto? Y como es nuestro estilo de vida, no solo el mío, entonces no hay necesidad
de culpa o celos.
Excepto…
Excepto que estoy jodidamente celoso. Estuve celoso cuando vi a Kendi
lamiéndola hasta el orgasmo esta mañana y celoso hace unas horas cuando me dijo
que había ido a un set planeando follarse a Bruce Madden. Estoy celoso de cada
minuto que pasa retorciéndose bajo el contacto de otra persona.
Y soy culpable. Cada vez que me follo a alguien más, pienso en Devi. Pero es
casi como si mi culpa me hiciera más cachondo, más feroz, y lo utilizara como
combustible para follar, cada bombeo y estocada de mi polla cubierta de lujuria,
anhelo y la clase de vergüenza que arde bajo mi piel y me deja inquieto por la
liberación. Dado que esa vergüenza solo asoma su cabeza cuando estoy enterrado en
otra chica, es tan fácil ceder a esa inquietud y tratar de hacer la prueba.
Y todo esto solo trae a colación esas preguntas de antes y no puedo
contestarlas. No puedo, porque si realmente las respondo, podría tener que
enfrentarme a que toda mi vida tiene que cambiar, y de repente recuerdo la carta de
Tarot de Madame Psuka todavía empujada en unos pantalones sin lavar. El Colgado,
la carta de sufrimiento y sacrificio.
Pero, ¿qué tengo que sacrificar?
¿Y por qué tengo que sufrir?
Empujo esas preguntas a un lado y me inclino para besar la mejilla de Devi.
—Está equivocada, Devi. No siempre estoy follándome a otras mujeres, y no
estoy contento de verte follándote a otras personas. Pero respeto nuestro trabajo, y
respeto tu derecho a tomar decisiones sobre tu cuerpo así como a quién follas.
Devi parece incierta, triste. Empujo su hombro suavemente hasta que ella
rueda sobre su espalda y puedo acariciar su cara con una mano.
—Tenemos que poner algunos límites, Cass. ¿Con qué estamos de acuerdo y
con qué no estamos bien? ¿Qué será exclusivo solo el uno para el otro?
Da un pequeño y frágil encogimiento de hombros y mi corazón duele.
—Nunca antes he hecho esto, Logan —dice—. Nunca he estado con una
estrella porno. Y ciertamente nunca he estado con una de las estrellas porno más
famosas del mundo.
—No tienes que decidirlo ahora —le aseguro, acariciándole el cabello—.
Tenemos mucho tiempo, Devi. Lo averiguaremos.
—Sí —dice, pero su voz está llena de dudas.
—¿Quieres oír un chiste? —pregunto, tratando de animarla, devolviéndole su
luminoso ser soleado.
—Supongo.
—¿Por qué Papá Noel tiene un saco tan grande?
Ella se encoge de hombros otra vez.
Yo sonrío.
—¡Solo viene una vez al año!
Sin reacción.
—Está bien, está bien, no es mi mejor trabajo. Qué tal este: ¿cuál es la
diferencia entre una lenteja y un guisante?
—¿Cuál?
Espero un segundo para dar un efecto máximo.
—No pagaría cien dólares por tener una lenteja en mi pecho.
Los ojos de Devi se ensanchan y luego empieza a sonreír, riéndose y
abofeteando mi pecho desnudo.
—¡Eres repugnante!
Pero está sonriendo otra vez. Resisto el impulso de regodearme.
Ella sigue riendo un poco.
—Está bien, tengo uno para ti. ¿Cuál es la diferencia entre la mermelada y la
jalea?
Le sigo el juego.
—¿Cuál?
—No se puede jalear una polla en un culo.
Me eché a reír.
—Por Dios, Devi Dare, qué mujer tan sucia.
—No tienes ni idea.
Me agarra por el culo, y empezamos a luchar y a reír, ambos desnudos y
todavía un poco emocionales, y entonces comenzamos a frotarnos y la risa se
convierte en besos, ¿y sabes qué?
De repente mi polla ya no está tan somnolienta.
Traducido por LizC y VckyFer

Corregido por Masi

e despierto por la luz del sol entrando a través de las cortinas, con un

M áspero pulgar rozando mi pezón, y besos suaves en mi hombro. Estoy


inmediatamente húmeda, o todavía estoy mojada de todo el sexo que
tuvimos la noche anterior, y fácilmente podría separar mis piernas y dejar espacio
para que su polla ya dura se deslice dentro de mí. Pero no lo hago.
En su lugar, pretendo que todavía estoy dormida. Porque a pesar de que soy
el tipo de persona que por lo general se despega de la cama con una sonrisa en mi
cara, hoy necesito unos minutos. Necesito despertar lo suficiente para estar segura
que nada de esto fue un sueño. Necesito un momento para procesar lo que hicimos,
lo que dijimos. Cómo nos sentimos.
Él me ama.
Me dijo que me amaba, y yo ni siquiera lo cuestiono. Sé que lo hace. Lo sentí
en la forma en que me consumió. Lo sentí en sus labios y con su lengua y en los
orgasmos que él provocó desde las partes más profundas de mi cuerpo, en los
orgasmos que rasgaron y se arrastraron a través de cada músculo, cada célula, cada
pedacito de energía que compone mi alma.
Él me ama. Y aunque ese amor no puede deshacer o borrar el incidente que se
produjo en el set de Hagen, hace que sobrevivir sea mejor. Más fácil.
Logan mueve su boca hasta mi oreja. Muerde mi lóbulo, duro, así que chillo.
Sus brazos se envuelven alrededor de mí, y él empuja mi trasero contra su
cuerpo.
—Sabía que estabas despierta. ¿Estabas fingiendo porque estás demasiado
cansada para mí?
—Nunca —murmuro, girándome hacia él para presionar mi boca a lo largo
de la curva de su mandíbula—. Solo estaba pensando.
—¿En lo mucho que te amo? —Él entierra su cara en mis senos y hace algo
con su lengua a lo largo de la piel entre mis pechos y oh Dios mío, no tenía ni idea
de que era una zona erógena para mí.
—En realidad… —jadeo, mientras él pellizca un pezón entre sus dedos—. Sí,
lo hacía.
Él levanta su mirada de nuevo a la mía, y ahora luce serio.
—Lo hago, ¿sabes? Te amo.
Asiento.
—Lo sé.
—Y tú realmente me amas. ¿Cierto? Muchísimo. —Él está bromeando,
diciendo las palabras por mí solo por diversión, pero puedo captar un vistazo de algo
en sus ojos que dice que él realmente quiere oírlo también. Así como si, tal vez,
tiene tanto temor de la emoción compartida recién descubierta como yo.
Así que hablo en serio cuando le contesto.
—Muchísimo.
Y entonces, cuando la forma en que él me mira se vuelve tan caliente que
empiezo a derretirme debajo de él, me burlo de él en respuesta.
—¿Tengo que probarlo? —Muevo mis caderas, frotando contra su erección,
excitándonos a ambos.
—Sí, creo que eso es lo que vas a tener que hacer. —Hay un toque de
travesura en su tono que desaparece cuando añade—: Espera un momento. —Se
estira más allá de mí, buscando algo, así que yo miro por encima de mi hombro para
ver lo que es y veo su cámara en la mesilla de noche.
Suspiro ruidosamente con decepción. Esperaba que la noche anterior se
prolongara esta mañana, que todavía seríamos “Logan y Devi” en lugar del
“programa”.
Pero en lugar de agarrar la cámara de mano, Logan golpea un botón en su
reloj de cabecera.
Estoy aliviada, y modifico rápidamente mis rasgos para ocultar mi reacción
inicial. Lamentablemente, llego demasiado tarde.
—Programé mi alarma —explica—. ¿Creíste que…? —Él mira de mí a la
mesita de noche, tratando de determinar lo que me había molestado. Sus ojos
aterrizan en el único otro artículo sobre la mesa—. Pensaste que iba a buscar mi
cámara.
Mi silencio es su respuesta.
—Ah, ya veo. —Se aleja, de repente distante.
—Yo solo… no me he duchado. Ni nada. —Sé que suena a que estoy
inventando excusas, porque lo hago, y soy una de esas personas que es demasiado
transparente para mentir. Así que me libero del pretexto y admito la verdad—.
Quería que fuéramos solo nosotros.
Él se tensa, y sé que lo he molestado. Se sienta para apoyarse contra la
cabecera de la cama antes de pasar una mano por su cabello, luchando con alguna
batalla que no está dispuesto a compartir.
Finalmente, habla.
—Puedo querer estar contigo genuinamente, y aun así querer capturarlo. Lo
entiendes, ¿verdad? Hemos hablado de esto antes, y pensé que lo habías entendido.
También me siento, ignorando el impulso de arrojar la sábana sobre mis
pechos. Eso sería ocultarme, y quiero desesperadamente ser abierta con él, lo cual es
parte de la razón por la que estaba tan ansiosa por no tener audiencia esta mañana.
—Lo comprendo, Logan. Realmente lo hago. Significa tanto para mí que
estés totalmente comprometido con nosotros que quieras compartirlo con todo el
mundo. Estoy halagada y lo apoyo. Pero a veces quiero estar completamente
desprotegida contigo, sin barreras. Quiero ser capaz de derribar todas mis paredes y
dejarte entrar en todas las partes secretas de mí, claro, no tengo muchas porque soy
un libro abierto, pero hay cosas que prefiero compartir solo contigo. —Mi voz y mis
ojos bajan—. Hay partes de ti que desearía que solo compartieras conmigo.
—Hay partes de mí que solo he compartido contigo. Hablo contigo de cine y
de arte. Dormí contigo en un saco de dormir. Nunca lo he hecho con otra persona.
Comparto cosas solo contigo. Cosas no relacionadas con el sexo.
—A veces necesito que el sexo también sea parte de eso. —Trago
fuertemente y luego levanto la mirada hacia él, tentativamente—. ¿Puedes
entenderlo?
Sostiene mi mirada durante varios segundos. Luego se rasca la nuca.
—No estaba buscando la cámara. —Lo dice de una manera que dice que
entiende, dice que siente exactamente lo mismo.
—Sé eso. Ahora. Siento haber asumido lo contrario. —Lamento mucho haber
arruinado el buen humor que tenía. Y que ya no me tocara. Así que me arrastro hacia
él—. ¿Estás enojado?
Él levanta una ceja y empieza a decir algo, pero, después de verme a cuatro
patas, parece cambiar de opinión. Sus ojos se estrechan.
—Sí. Muy enojado. —Él usa un tono que solo le he oído usar en sus
películas, su tono dominante, y sé que está jugando conmigo de una manera
diferente—. Tal vez necesito castigarte.
Me siento de rodillas y me muerdo los labios tímidamente.
—¿En serio? No estoy segura si me gustaría.
En un instante, él me tiene sobre mi espalda, clavándome debajo de él.
—No se supone que te guste. Se supone que me tiene que gustar a mí.
Sus ojos son oscuros, sus párpados a medio camino, pero él está pensando.
Evaluando.
Estoy segura que sé lo que está tratando de averiguar. No nos hemos
aventurado a las excentricidades dentro o fuera de la cámara.
Aunque había marcado una disposición a probar algunas cosas más
pervertidas en la sección de los límites de mi contrato para Star-Crossed, también
especifiqué que prefería no hacerlo hasta más adelante en la línea de tiempo de la
serie. Era un problema de comodidad para mí. No soy nueva en las formas más
básicas de las excentricidades, el bondage y las nalgadas y cosas por el estilo, pero
ciertamente nunca he hecho algo así con un experto.
Y Logan es un experto. He visto todo su trabajo… confía en mí, lo sé.
Así que tiene sentido que ahora sea cauteloso. Porque la lista de cosas que
haría para el programa no, necesariamente, coincide con la lista de cosas que haría
por Logan. Simplemente él no sabe eso.
—Puedes hacerlo de verdad —le digo, dándole permiso para jugar como creo
que quiere—. Puedes castigarme.
Levanta una ceja.
—Oh, ¿puedo? —Pero puedo ver que finalmente me está tomando en serio.
Él ya no solo está decidiendo si hacerlo, sino cómo.
La anticipación me hace temblar y me pone ansiosa, y mi cabeza se balancea
cuando quiero simplemente asentir. Lo quiero tan ferozmente, quiero que me tome,
que se deje llevar, de forma desenfrenada y tumultuosa.
Se mueve sobre mí, su expresión en llamas con lujuria y yo reafirmo mi
consentimiento, dándole una respuesta aún más segura.
—Puedes hacerlo. Quiero que lo hagas. Mi palabra de seguridad es Donald
Trump.
Logan se congela.
—¿Qué?
Sonrío, intentando no reír.
—Es una buena palabra de seguridad, ¿no? Estoy orgullosa de ella.
—Definitivamente pone freno a cualquier pensamiento sexual.
Y puedo ver cómo puso un freno en sus pensamientos porque la máscara de
puro deseo que había llevado hace un momento está ahora mezclada con terror.
Me balanceo debajo de él, frotándome deliberadamente contra su pelvis en un
intento de elevar su pene de medio mástil a mástil completo.
—¿He matado tu excitación? Mala, Devi. Mala. A lo mejor también necesito
ser castigada por eso.
—¿Me estás tentando? —Una vez más, me pregunta si estoy segura. Y lo
estoy. Esta es una de las cosas que me gustaría explorar con él, pero no podía
hacerlo si la cámara estaba encendida. Soy demasiado nueva para esto. Necesito la
libertad para cometer errores sin una audiencia. Y tengo que estar totalmente
enfocada cuando lo hagamos. Necesito saber que tengo toda la concentración de
Logan.
Me encuentro con sus ojos y creo que me entiende cuando digo:
—No estoy tentándote. Estoy hablando en serio.
Entonces él ha decidido, y está subiendo sobre mí, levantando mi torso al
jalarme por mis muñecas.
—Estuviste tentándome. Me has estado tentando toda la mañana. Has estado
tentándome desde que nos conocimos, y definitivamente tienes que ser castigada. —
Él está comportándose agitado y brusco mientras me arrastra hasta el borde de la
cama.
Moviéndose para sostener mis manos con una de las suyas, se inclina para
abrir el cajón inferior de su mesita de noche con la otra. Allí recoge una bufanda de
seda roja, que usa para atar mis muñecas, con seguridad, pero no con tanta seguridad
que cortará el flujo sanguíneo.
Me encanta la forma en que el rojo se ve en mi piel oliva.
Me encanta que mi novio sea el tipo de hombre que tiene parafernalia sexual
en su mesita de noche.
Sobre todo, me encanta que Logan sea mi novio.
Después de que estoy atada, él me da la vuelta y me empuja hacia un lado de
modo que estoy encorvada sobre la cama y mis manos están atadas debajo de mí. Es
una posición destinada a hacerme sentir vulnerable, y así es. Lo siento detrás de mí,
de pie, escudriñando mi trasero desnudo, y aunque fácilmente podría darme la vuelta
y mirarlo, no lo hago.
Imaginar lo que está haciendo hace que la tensión sea más sólida, y me gusta
eso. Me gusta mucho eso.
Como no miro, y como no da ningún preámbulo, el primer golpe es una
sorpresa.
Al igual que el segundo, seguido tan rápido después del primero que apenas
tengo tiempo para gritar.
—¿Cómo. Se. Siente? —pregunta, azotando una mejilla y luego la otra entre
cada palabra—. ¿Ser. Castigada. Cass? ¿Te gusta eso? ¿Quieres más?
Mi trasero está en llamas. Mis ojos arden, las lágrimas formándose en las
esquinas.
—Sí —grito, y es apenas una palabra.
No lo acepta como respuesta.
—Dilo otra vez.
—Sí —siseo—. ¡Sí!
Logan no se limita a jugar a lo perverso, lo hace real. Creo que está enojado
de una manera que nunca he sentido con un compañero que me “castigara” antes.
Cada golpe en mi trasero es firme y agudo y, aunque estoy segura que se está
conteniendo, que él podría golpearme más fuerte si quisiera, también se siente como
si no lo hiciera. Como si estuviera dejando que todo se derrame con cada azote.
Me excita a niveles que nunca antes había alcanzado.
Estoy empapada para el momento en que deja de golpear, para frotar el ardor
de mis mejillas. Tan empapada que estoy goteando y avergonzada porque, por
supuesto, él sabe.
—Cristo, Devi —gime cuando desliza su mano entre mis piernas. Luego
hunde sus dedos en mis muslos y levanta la mitad posterior de mi cuerpo para que
mis rodillas estén en la cama—. Tengo que probarte.
Una ráfaga de anticipación me atraviesa, mientras espero que su lengua
encuentre la fuente de mi humedad, para aliviar el dolor en mi centro. Me quejo
cuando finalmente lo hace, y todo mi cuerpo tiembla por la sensación de él a medida
que lame alrededor del borde de mi agujero.
Pero lo quiero más profundo, quiero sentir toda la longitud de su lengua
fuerte dentro de mí, y él no me da eso.
En cambio, se desliza hacia arriba, siguiendo la línea de mi coño hasta el
agujero detrás de él, aquel que sé que quiere follar algún día, aquel que estoy
desesperada porque él invada, y nerviosa también porque sé que va a ser bueno ahí.
Tan increíble. Demasiado increíble que acabará completamente con cualquier
control que me haya quedado en lo que a él concierne, y no estoy preparada para
eso.
Pero estoy lista para jugar allí. Y él también.
Sin dudarlo, con una necesidad tan codiciosa como la mía, rodea mi borde
con su lengua y luego se hunde en su interior.
Me retuerzo inmediatamente, al borde del clímax inmediatamente, lista para
gritar te amo con toda la fuerza de mis pulmones inmediatamente, y tengo que
enterrar mi cara entre las sábanas para ahogar mis gritos.
—Te gusta, ¿no? —pregunta, haciendo una pausa en su asalto para
reprenderme—. Te gusta eso y quieres venirte, pero mierda, si te corres antes de que
te lo diga, entonces voy a tener que empezar todo esto de nuevo. Porque después de
follarte con mi lengua y mis dedos, voy a follarte con mi pene, y te quiero apretada y
pulsando cuando vaya allí, no recuperándote de un orgasmo. ¿Entendido?
—Entonces, tómame ahora —le ruego, segura que no puedo aguantar—. Solo
fóllame ahora.
Azota mi trasero con fuerza.
—Yo decido cuándo te voy a follar. Si lo pides de nuevo, te haré esperar más.
Hunde un dedo profundo en mi coño y arrastra mi humedad hasta ese agujero
trasero, probando aún más profundo de lo que hizo con su lengua. Su otra mano
acaricia mi entrada hasta jugar con mi clítoris, y luego su boca está de nuevo sobre
mí, esta vez en mi coño, empujándose dentro, encendiendo el punto sensible en el
interior, y sé que él me ha puesto una trampa porque es imposible que no me corra,
imposible no ser arrastrada a esta supernova de placer. Y ahora incluso estoy
convencida de la existencia de agujeros blancos porque lo que estoy experimentando
es completamente eso: una erupción de energía de la que es imposible escapar,
entrar o aguantar, y es increíble, brillante y todo, absolutamente todo a la vez, todo.
Y aunque estoy dominada por el éxtasis, también estoy llena de agonía.
Estará enojado, lo sé. Porque me vine. Sin su permiso. Comenzará desde el
principio, y no hay manera de que pueda soportar esta euforia otra vez. Es
demasiado, y mucho más me matará. Sé esto, incluso estando consumida por esta
felicidad.
Pero para mi sorpresa, Logan me gira a mi espalda y extiende mis piernas. Mi
trasero grita mientras me arrastra a través de las sábanas el par de centímetros hasta
el borde de la cama y se posiciona a sí mismo en mi entrada.
Mis palabras salen rotas y roncas, mi respiración aún desigual.
—Pensé que ibas a empezar otra vez. —No tengo ni idea de por qué lo estoy
provocando. Por glorioso que fuera su castigo, no quiero que lo repita. Quiero el
castigo que promete ahora, aquel en el que me golpea y me asalta de otra manera,
dentro de mí.
—Cambié de opinión cuando me di cuenta que no podías con ello. —Es
engreído cuando lo dice. Engreído mientras penetra con fuerza a través de mi
entrepierna interna. Engreído mientras me penetra con un gruñido y un agudo golpe
de su polla dentro de mi coño.
Dios, su seguridad me enciende masivamente. Lo seguro que está en cuanto a
mí. Lo bien que puede leer las señales de mi cuerpo. Tiene el don de ser capaz de
hacer esto tan bien como lo hace. Sé esto. Me refiero, en verdad, en serio sé en mi
cabeza cada parte de mi ser racional, y aun así…
Y aun así.
En mis huesos, en mi piel, en las partículas de mi energía que hacen a mi
“alma”, siento que estas conexiones no tienen nada que ver con sus habilidades y
todo tiene que ver con Él y Yo y nadie más. Como si yo fuera especial. Como si
estuviéramos unidos por una fuerza gravitacional. Como si fuera la tierra y él la
luna, y con sus órbitas hiciera que las olas de mis emociones se eleven en mí.
No es razonable sentirse de esta manera, o siquiera realista. Es un actor
pornográfico profesional. Y aun así, soy una chica que cree que puede ser algo más.
No, no cree… espera.
Me folla, mientras estoy perdida en el anhelo, penetrándome con una pasión
desenfrenada y frenética que está determinada a culminar con cada empuje y follada.
Sin pensar en nada.
Maldición, Logan O´Toole puede hacer añicos a una chica. Envuelvo mis
muslos alrededor de él, más arriba, perfeccionando la forma en que me llena.
—Sí. Justo allí. Justo allí.
—Apriétame, Devi. Haz que tu coño se vuelva apretado y aferre mi polla.
Me afianzo a su alrededor, apretando tan fuerte como puedo y luego
relajándome por solo un segundo antes de repetir la acción. Él gime, sus impulsos
volviéndose incluso más frenéticos.
—Jesús, justo así. Hazlo de nuevo. Mierdaaaa.
Está a punto de perderse en sí mismo, a medida que aferra la bufanda en mis
muñecas y me jala hacia él, doblándome a la mitad. Toma mi boca mientras yo grito,
la nueva posición haciendo que me golpee en un lugar más asombroso. Mi visión se
vuelve borrosa por el placer, y estoy jadeando cuando rompe el beso, desgarrando
mi conciencia, intentando encontrar algo a lo que aferrarme para no perderme en el
olvido. Me concentro en su rostro, en sus labios, en sus ojos, en el pliegue de su
frente, en el agudo contorno de sus facciones.
Reconozco la expresión por sus películas. Es esta expresión loca, hambrienta
y primitiva, que cada vez que la he visto, casi me he vuelto loca deseando que
pudiera ver esa expresión en la vida real.
Y ahora la estoy viendo en la vida real, y aunque es excitante y caliente hasta
lo impensable, estoy muy al tanto que muchas otras personas han visto esta mirada.
De modo que no es una mirada que sea especial, privada o reservada solo para mí.
Este pensamiento punza en un lugar en mi pecho, lo pellizca y lo retuerce, y
cuando me corro esta vez, mi orgasmo está acompañado por lágrimas que estoy muy
segura que no son debido a mi liberación.
Oh, Dios.
Estoy enamorada de Logan. Profunda y locamente enamorada.
Nuestras miradas se encuentran, y aunque no lo he dicho en voz alta, creo que
él puede decir lo que estoy pensando porque su expresión de repente se vuelve
cálida e intensa, y entonces no solo soy yo quien se descompone, somos los dos.
Estrellándonos juntos como dos estrellas, explotando en una llama de calor, fuego y
luz pura.
La forma en que me mira, con unos ojos que parecen algo celestiales a mi
parecer, lo sé, solo lo sé, realmente lo sentí cuando me dijo que me amaba, y sé que
está tan sorprendido y asombrado como yo lo estoy.
Y no puedo evitar pensar si también está asustado. No puedo evitar
preguntarme si la forma violenta en la que se retuerce contra mí por su liberación,
balbuceando y ronco como si estuviera molesto, es un indicativo de que siente el
mismo trasfondo terrible de ese amor que yo siento.

—Tengo que trabajar hoy. —Logan pasa un dedo por mi mandíbula—.


Desearía no tener que hacerlo, pero tengo que prepararme pronto.
Y solo con eso, la mañana ya no es perfecta.
Es divertido como Logan me hace sentir más visible que cualquier otra
persona lo haya hecho, como si estoy presente y soy visible, y también tiene la
habilidad de hacer que el resto del mundo desaparezca completamente.
Despertándome con él, follándolo, quedándome en sus brazos, y prácticamente
había olvidado que ambos tenemos trabajos y vidas y otras cosas además de
nosotros.
Había olvidado que mi novio hace pornografía. Con mujeres que no son yo.
—¿Editando o…? —No sé qué tipo de trabajo tiene que hacer hoy, pero no
puedo evitar preguntarlo.
—Voy a grabar una escena con Bambi Roo. —Mira más allá de mí al reloj
para ver la hora—. Estará aquí como en media hora.
Mi estómago cae como un ancla. La intensidad de mi reacción me sorprende,
hace que mi boca sepa ácida. Hace que todo sea ácido.
—Está bien. Puedo irme.
Comienzo a rodar fuera de la cama, pero Logan me empuja más cerca.
—Iba a invitarte a quedarte.
No puedo contener mi sonrisa.
—¿Ibas? ¿Aún no te has cansado de mí? —Su invitación no borra
completamente mi recelo, pero ciertamente ayuda.
—No estoy cansado de ti, para nada. —Captura mi boca en un beso
abrasador—. De hecho, por primera vez en mi carrera, desearía poder decir que
estoy enfermo.
—Pero eres un profesional. Nunca harías eso. —No sé si estoy probándolo a
él o a mí… intentando sentir si es que: (a) si alguna vez cancelaría una escena por
mí, y/o (b) me molesta el hecho de que nunca lo haría.
Coloca mi cabello detrás de mi oreja.
—No. No diría que estoy enfermo. Y por eso es que te estoy invitando a
quedarte.
Sabía que no lo cancelaría. Sin embargo, pedirme que me quede es un
compromiso decente, uno que lo hace ganar una buena nota en mi prueba. Yo, por el
contrario, estoy segura que me he ganado una F, porque estoy segura que me
molesta la idea de que él tenga sexo con otra mujer justo ahora.
¿Y a qué demonios viene eso ahora?
En mi cabeza, escucho la voz de Raven repetir su acusación del día anterior:
siempre está follando a alguien más. Ella lo llamó un consejo, pero en su interior
sabía que sería doloroso. Y lo era.
Y odiaba eso.
Odio que ella supiera que podía afectarme. Odio que diera en el blanco. Y,
más que nada, odio que tenga razón… que Logan siempre va a estar follándose a
alguien más.
Y odio que me moleste tanto. Esta no soy yo. No me gusta quien es esta.
Una voz que suena terriblemente como la de mi madre citando a Maya
Angelou dice: Lo que se supone que tienes que hacer cuando no te gusta algo, es
cambiarlo. Si no puedes cambiarlo, cambia la forma en que piensas sobre ello.
Así, sintiendo resentimiento pero actuando de manera que no se note, decido
que en realidad sus palabras son de ayuda. Sí. Logan se folla a otras mujeres. Porque
ese es el trabajo de Logan. Si quiero un lugar en su mundo, tengo que encontrar la
forma de lidiar con ello. Empezando desde hoy.
—Sí. Me quedaré. Gracias por pedírmelo. —¿Quién sabe? Quizás termine
siendo algo excitante para ambos, de la misma forma que mi escena con Kendi fue
el día anterior.
O puedo descubrir que no estoy tan abierta al sexo como creo que estoy.
Considerando la dirección que nuestra relación ha tomado, parece que es algo que
debo averiguar pronto de cualquier forma.

Me limpié y me vestí primero. Logan aún estaba en la ducha cuando el timbre


sonó unos minutos después. Esperaba encontrarme cara a cara con Bambi, pero es la
voz de un tipo la que dice:
—Oye, colega, moviste la llave. —Antes de que haya terminado de abrir la
puerta.
Sus cejas se elevan por la sorpresa cuando se da cuenta que no soy Logan.
Luego se elevan más arriba a medida que observa mi cuerpo detalladamente con sus
ojos.
—Oh, no eres un colega.
Quizás debería estar ofendida por su escrutinio, pero hay algo
instantáneamente encantador en él, así que, en su lugar, le sonrío.
—No la última vez que lo comprobé.
—Debes ser Devi. Soy Tanner. Soy el copiloto de Logan, ¿estás…? —Mira a
su alrededor, buscando a Logan o a Bambi, no sé a cuál.
Sin embargo, estoy muy segura de lo que está insinuando.
—Me voy a quedar a ver su escena hoy. Bambi aún no está aquí, y él está en
la ducha. Te invitaría a que te sientas como en casa, pero tengo el presentimiento de
que estás aquí más seguido que yo.
Él se ríe.
—Es como un segundo hogar. Trabajamos mucho juntos. ¿Asumo que has
estado en el calabozo?
Niego con la cabeza.
—Quiero decir que lo he visto en videos. Pero no en persona.
—Entonces, vamos.
El “calabozo” no es el más elaborado que he visto, pero es más grande en la
vida real de lo que parece en cámara. El ángulo agudo de la toma hace difícil ver el
tamaño de la habitación, y abarca casi todo el sótano. Una rápida mirada me dice de
que el inventario de Logan compite con cualquier tienda de sexo. Tiene todo lo
básico: vibradores, tapones, fustas, látigos, esposas y una banda de juguetes que son
para los más expertos y entusiastas sexuales. Es un montaje impresionante.
Y es excitante.
Puedo imaginarme aquí abajo, desnuda, con los pezones restringidos, un
collar en mi cuello, con mis muñecas y mis tobillos amarrados a los anillos de
suspensión en la pared. Estaría con los ojos tapados y retorciéndome, y Logan
implementaría todo tipo de castigos. Castigos traviesos. Aquellos donde la tortura
viene tanto con dolor, como con placer.
Cierro mis ojos y recorro con mis dedos a lo largo de las colas de su azotador.
—¿Qué piensas?
La llegada de Logan me sobresalta fuera de mi ensoñación, pero intento
aparentar estar bien.
—Creo que te has estado refrenando conmigo. —Y luego, porque estoy
teniendo pensamientos sucios y porque realmente no soy capaz de mantenerme
normal, me sonrojo.
Me estudia con una sonrisa que dice que él sabe exactamente lo que estoy
pensando, lo cual por supuesto me hace sonrojarme con más fuerza.
—No puedo mostrar todas mis cartas a la vez —dice—. Te aburrirías
demasiado pronto y me dejarías antes de que esté listo.
No me pierdo las cejas alzadas de Tanner con las palabras de Logan, pero
estoy demasiado sorprendida por ellas como para poder responderle. Hay
demasiados sentidos en esa oración. Demasiadas cosas que él podría estar intentando
decirme, e incluso es una frase sucia que hace que mi estómago se retuerza, y tengo
el presentimiento que hay un miedo legítimo bajo ello. ¿Acaso le preocupa que su
trabajo se meta en nuestra relación?
Había sido el que dijo que necesitábamos encontrar las cosas que nos hacían
especiales. Asumo que eso era por nuestro beneficio, ¿pero es posible que también
esté luchando?
—También me has estado dejando fuera a mí, hombre. —Tanner ajusta una
de las luces del set para que golpee un punto en el suelo de cemento (él haría que me
arrodillara aquí; haría que le rogara)—. Me dijiste que Devi era suprema, no soltaste
prenda de cuán suprema.
Logan selecciona un látigo de su colección y luego pasa el armario de los
vibradores.
—Porque sabía que tan pronto te enteraras, irías inmediatamente a ver todas
sus películas, y accidentalmente te he imaginado masturbándote por ella, y no estoy
cómodo con eso. —Saca una varita mágica, un poderoso masajeador que hace que
me estremezca con tan solo pensar en ello.
—Hombre, ni yo estoy cómodo al imaginarme que me masturbo por ella. Por
favor no digas esa mierda de nuevo.
Logan se agarra su entrepierna y le hace un gesto bromista a Tanner.
—No pretendas que eres un homofóbico. Sabes que lo quieres.
Me rio, mientras Tanner pone los ojos en blanco.
—¿Quieres dos cámaras en esto? ¿Qué opinas? —pregunta Tanner.
Logan mira por la habitación, e imagino que está coreografiando la escena en
su cabeza, lo cual me impresiona y me hace sentir un poco ansiosa por alguna razón
que no puedo explicar.
—Sí, dos, creo. Deja una en el trípode por allí. —Apunta, indicando donde lo
quiere—. Haz tu cosa con la otra.
Sonrío a medida que lo observo porque es sexy de esta manera… siempre es
sexy, pero especialmente de esta manera, todo asertivo, visionario y apasionado por
su trabajo. Luego mi sonrisa se desvanece porque de repente recuerdo que Logan no
está preparando una escena para mí.
Dios, ¿por qué ese pensamiento tiene que hacerme sentir tan miserable?
Me quedo atrás hasta que Bambi llega, no queriendo interrumpir la química
que ellos necesitan para actuar. Estoy de repente agradecida de que Logan haya visto
mi escena con Kendi primero, de esa forma puedo tomar una idea de cómo
comportarme. Él se había quedado fuera del camino, así que yo también debería de
hacerlo.
Pero aun quedándome fuera del camino estoy hecha un lío por dentro. Cada
segundo que pasa me siento cada vez más aterrorizada. Cada vez más angustiada.
No es justo que me sienta de esta forma, no para él. Él estaba totalmente tranquilo
con mi escena con Kendi y, si él se había sentido molesto por mi escena, no dijo
nada. Bueno, además de la ira que expresó por el comportamiento de Bruce en el set,
pero eso no era lo mismo. Él es, obviamente, mejor en este trabajo que yo. Es más
adulto. ¿Quizás eso ayude? Ha salido con alguien del negocio antes.
Soy yo. Lo tengo claro. Soy yo.
Así que una vez más me recuerdo que necesito empezar a comportarme como
es debido. Comienzo por intentar razonarlo a través de las formas en que nuestra
relación sexual es diferente al sexo que Logan hace en su trabajo.
1. Tuvimos sexo sin una cámara.
2. Tuvimos sexo en su habitación.
3. Tuvimos sexo sin intercambio de dinero. Quiero decir que, él me dio
dinero por Star-Crossed, pero eso no pagó lo que sucedió con nosotros anoche. O
esta mañana. O, en verdad, nada de nada.
4. Tuvimos sexo cuando lo necesitábamos. Cuando yo lo necesité a él.
No es como si el sexo sea lo que hace una relación, de cualquier forma. Es
más que hacer a dos personas compatibles. Logan y yo tenemos más que sexo entre
nosotros. Disfrutamos de la compañía del otro. Nos amamos. Estamos enamorados.
Es la combinación de todas esas cosas que hace que lo tenemos sea especial. No
tenemos que ser monógamos con nuestro cuerpo para sentir que somos una pareja.
Sé esto en mi mente. Las entiendo lo suficientemente bien como para escribir
una disertación sobre el tema de por qué la monogamia es una expectativa arcaica.
Pero no importa lo que sé. Porque mi corazón se siente diferente. Mi corazón
no lo comprende. Especialmente cuando la acción comienza, y Logan está de pie
sobre Bambi, haciendo que ella se arrodille. Haciendo que ella le ruegue.
Mi corazón está viendo al hombre que ama hacer cosas muy íntimas con una
mujer que no soy yo, y mi corazón se está rompiendo.
Quizás si atrapo su mirada como él atrapó la mía durante mi escena con
Kendi. Quizás él podría hacerme parte de ello, y yo estaría bien. Pero me voy
discretamente antes de que él tenga la oportunidad de mirarme, porque no puedo
soportar la posibilidad de que él me mire, y que eso no cambie nada.
O, incluso peor, que se pierda demasiado en su actuación con Bambi para
pensar si quiera en mirarme a los ojos.
Traducido por LizC y âmenoire

Corregido por Beatrix85

i teléfono está muerto, así que lo enchufo tan pronto como arranco mi

M auto. Todavía estoy en la calzada de Logan cuando vibra con una


serie de notificaciones. En lo profundo, espero que uno sea de él,
espero que se haya dado cuenta que me he ido, y que detuvo la escena para venir
detrás de mí, aunque solo fuera por mensaje de texto.
Pero me da miedo comprobarlo, en caso de que no sea él. No quiero saber
cuánto va a doler. Así que enciendo mi auto, y sin mirar hacia atrás, me alejo de su
casa.
En el primer semáforo, no puedo evitarlo, reviso la pantalla de mi teléfono.
Echo un vistazo por encima a los mensajes, determinando rápidamente que ninguno
de ellos es de Logan. Nada más me interesa en este momento, y empiezo a poner mi
celular en mi portavasos cuando capto el nombre de Raven en una entrada en la que
estoy etiquetada en Twitter.
@theRealRaven ¿Cómo encajará este proyecto en el horario de
@number1Toole con @DeviDare?
Logan también está etiquetado, e incluso antes de que haya terminado de
desplazarme hasta el comienzo de la conversación, siento temor.
La luz del semáforo cambia antes de encontrarlo, y tengo que esperar hasta
que esté en otro semáforo con luz roja antes de poder mirar de nuevo. Encuentro el
post original fácilmente, es un tweet de Raven. Un anuncio.
Nuevo proyecto con @number1Toole PRÓXIMAMENTE. #sigueensintonía
#grandesnoticias
—¿Qué mierda? —murmuro en voz alta. Reviso las respuestas, buscando
más información. Estoy segura que él no ha visto esto o todavía no ha respondido, y
me muero por saber cuál es su respuesta, así como qué maldito proyecto ha
organizado que implica a Raven en primer lugar.
Recuerdo lo que Logan dijo sobre Raven la noche anterior. Había parecido
bastante irritado incluso por la mención de ella, y definitivamente cabreado cuando
le dije que me confrontó. No era el tipo de reacción que me llevaba a creer que
volvería a trabajar con ella otra vez. Pero, ¿alguna vez dijo en realidad cómo se
sentía por ella?
Él no lo hizo.
Y si follar es realmente solo un trabajo para él, entonces es lógico que a veces
tenga que trabajar con personas por las que él no se preocupa especialmente. Gente
que alguna vez le preocuparon mucho.
La cosa es que… no me gusta.
Me había dicho que necesitábamos delimitar nuestros límites; éste es uno de
los míos. No quiero que se folle a su ex.
En la próxima oportunidad, doy la vuelta a mi auto, con la intención de ir a
exponer esta solicitud a Logan, pero antes de llegar muy lejos recuerdo que él
todavía está haciendo su escena con Bambi Roo. Que es una especie de bendición en
este momento, porque después de pensar más en ello, me doy cuenta que
aparecerme toda molesta por su trabajo solo un día después de declarar nuestro amor
me haría parecer una novia malvada.
Especialmente después de salirme antes en el rodaje que estaba haciendo esta
mañana. Necesito poner límites, pero no quiero que parezca que no puedo soportar
su línea de trabajo.
Y entonces la comprensión me golpea… no puedo soportar su línea de
trabajo.
Oh, Dios.
Esto no es bueno.
Esto no es bueno para nada.
Probablemente estoy emocional después de lo que pasó con Bruce Madden, y
con todas las intensas interacciones que han ocurrido durante las últimas doce horas
entre Logan y yo. Por supuesto que estoy un poco desequilibrada.
Excepto que estoy más que un poco desequilibrada. Estoy hecha un lío y
totalmente fuera de sí por los celos. No quiero que Logan esté follando con Raven.
No quiero que Logan esté follando con Bambi Roo. No quiero que esté follando con
nadie más que conmigo. Punto. En cámara y fuera de ella. Y, honestamente,
preferiría que la mayoría sea fuera de cámara, porque quiero que lo que él y yo
tenemos sea solo entre los dos. Solo nuestro.
Lo quiero todo para mí.
Esta emoción es tan nueva para mí. La falta de familiaridad de la misma me
está haciendo dar vueltas por todas partes, girándome de un lado a otro. Estoy
flotando libremente sin nada para agarrarme, como un astronauta en el espacio, cuya
cuerda no aguantó. No reconozco esta situación. No me reconozco a mí misma en
esta relación.
—¡Qué mierda! —Es la segunda vez que he dicho esta frase en voz alta en
los últimos minutos, pero esta vez no es una pregunta, es una afirmación y
exclamación. ¿Qué mierda tan real? Soy Devi Dare. Soy una veterana de tres años
en este mundo. Soy una persona que se basa en la lógica y la razón, y no hay razón
lógica para sentirme amenazada por Logan haciendo el trabajo que ha hecho todos
los días desde que lo conozco. Entonces, ¿qué mierda está haciendo esta maldita
emoción dentro de mí?
En la siguiente intersección, doy la vuelta a mi auto otra vez, esta vez
dirigiéndome a ninguna parte, simplemente no hacia Logan. Mientras conduzco, los
pensamientos de él y el conflicto al que nos estamos enfrentando se hunden más
profundamente en mi alma. El ciclón de la agitación emocional dentro de mí se
vuelve cada vez rápido, recogiendo ideas extravagantes e incluyéndolas en la
narración en mi cabeza de la forma en que los escombros sueltos quedan atrapados
en un tornado. ¿Qué pasa si no puedo soportar esto? ¿Y si no soy capaz de estar
enamorada de una estrella porno?
Cada pocos minutos mi teléfono suena con más notificaciones de que la gente
está respondiendo al tweet de Raven. Respuestas emocionadas y felices. Esa basura
encuentra su camino hacia el ciclón. Entonces el tono de timbre de mi agente suena,
y aunque rechazo su llamada, las razones por las que llama también se metieron en
la tormenta. ¿Qué pasa si ya no puedo trabajar en este campo? ¿Qué pasa si soy
rechazada? ¿Y si de todos modos ya no quiero filmar porno? ¿Qué tan cobarde sería
simplemente huir y esconderme hasta que pasara la tormenta?
Bastante cobarde, lo sé. Y normalmente soy una chica valiente, como dice
Logan. Pero hoy no.
Apago mi teléfono y me voy a casa de mis padres. No es escapar, y
conociéndolos, estoy segura que la visita terminará con frustración, pero me dejarán
desahogarme. Y tal vez hablar de ello me traerá algún tipo de claridad.
Algo dramáticamente, abro la puerta de la cocina y, al confirmar que ambos
están presentes, anuncio:
—Todo es tan terrible.
Mi padre levanta la vista desde su posición encorvada sobre un tablero de
backgammon en la mesa de la cocina.
Obviamente está jugando solo, porque mi madre está al otro lado de la cocina
limpiando sus pinceles en el fregadero.
—“Cuando te das cuenta de lo perfecto que es todo, inclinarás la cabeza
hacia atrás y reirás hacia el cielo”.
Maldito Buda.
Mi madre se da la vuelta del fregadero y se seca las manos en su muumuu20.
—¡Oh, Devi! Prueba el pollo baghali en la estufa, ¿quieres? Y dile a tu padre
que necesita más azafrán.
La ignoro porque, bueno, ella me ignoró, y dirijo mi siguiente comentario
directamente a mi padre.
—Estoy inclinando la cabeza, papá. —Miro al techo para mayor efecto
dramático—. Inclinando mi cabeza y no hay risa porque no hay perfección. No hay
nada que se parezca a la perfección. —Eso no es exactamente cierto, la forma en que
me siento por Logan está muy cerca de la casi exclusiva perfección. Es lo cerca a lo

20
Muumuu: Vestido hawaiano holgado.
perfecto que hace que los defectos de nuestra relación sean tan evidentes e
insoportables.
—Alguien se despertó del lado equivocado de chi. —Mi madre me mira con
los ojos entornados—. ¡Te lo digo, Devi, eres una nube de energía enloquecida! Ven
a sentarte, y veré si puedo enderezarte por completo.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho y no me muevo.
—No en este momento, gracias.
Mi padre mueve una pieza en su juego y luego se recuesta en su silla.
—Por lo menos dinos qué es tan imperfecto y terrible en este mundo. —Tiene
buenas intenciones, pero ya puedo decir que está preparando un argumento
filosófico.
No quiero participar en ese debate, pero sí quiero hablar. Es por eso que he
venido aquí, para descargar mis cargas, para encontrar quizás algo de claridad.
—Está bien. Te lo diré. —Cruzo la cocina y me reclino contra el arco que
lleva a la sala de estar para poder mirarlos a ambos mientras hablo.
Entonces se lo cuento. Todo. Les cuento sobre Logan y el programa, sobre mi
enamoramiento, sobre mi idea de hacer más pornografía para pagar mis préstamos
estudiantiles. Les hablo del día en que me sentí abrumada mirando el catálogo de la
escuela y sobre otro día cuando me volví un poco loca y apliqué a un montón de
universidades de todo el país antes de que recordara que no tener un título era un
problema real. Les cuento sobre LaRue Hagen y Bruce Madden, y el probable golpe
que tendrá en mi carrera. Les cuento sobre Logan estando allí para mí cuando lo
necesité y sobre los celos, sobre como odio cómo me siento cuando Logan está
tocando a otras mujeres. Sobre no saber quién soy o qué quiero.
—Puaj. Celos. “Mantente lejos de la envidia; porque te come y se lleva tus
buenas acciones, como un fuego que consume y quema la madera”. —Con eso, mi
padre se vuelve hacia su juego.
Frustrada, me clavo las uñas en la palma de mi mano.
—Por lo menos la cita vino de Muhammad esta vez —murmuro.
Bâbâ inclina la cabeza y me estudia.
—¿Qué se supone que significa eso?
—Es agradable saber que hay personas inspiradoras que no son Buda. —
Estoy siendo injusta. Mis padres encuentran inspiración en prácticamente todo.
Nunca se han identificado con una religión más que con otra. Ellos aman partes de
tantas religiones y filosofías: musulmanes, budistas, cristianos, agnósticos. Son
socialistas, comunistas, demócratas, y cada idea hippie por el medio. Básicamente
viven de una mezcolanza de buenas ideas. Y mierda, los amo por eso. Amo que me
criaran para ser así también.
Pero hoy no parece que pueda ver a través de las mismas lentes de color de
rosa por los que miran ellos, como si alguien hubiera pasado un puñado de lodo por
encima de ellos, tal vez Raven, o Bruce Madden. Porque todas las nociones
inspiraciones que tienen parecen triviales e imposibles de asumir.
—“La paz viene desde el interior. No la busques en el exterior”. —Esta vez
soy yo la que cita a Buda, y lo hago en mi cabeza, luego lo acompaño con un par de
respiraciones profundas.
No parece ayudar.
Paso una mano por mi cabello.
—Lo siento. Pensé que ayudaría hablar sobre todo, pero creo que solo
necesito algo de tiempo a solas.
Mi madre me ofrece una cálida sonrisa.
—Pasará al olvido, boombalee. Mientras tanto, el tiempo a solas es bueno.
Relájate y quita tu mente de esta energía mala. Haz algo de tai chi y un vapor ioni.
Solo espera, el universo te dará las respuestas.
Sé que su corazón está en el lugar correcto, pero mi corazón está
desperdigado por todos lados. He alcanzado mi límite. Me pongo a gritar.
—Maldita sea, mâmân. No. no quiero hacer vapor ioni o tai chi o tener una
sesión de Reiki o una lectura del Tarot. No quiero consejo de Buda o de Susan B.
Anthony o William Faulkner o el universo. ¡Quiero un consejo tuyo!
Pincho el puente de mi nariz y cierro mis ojos y cuento hasta diez en voz bajo
en Farsi, en un intento de tranquilizarme. Yek, do, se, char, pang…
Mi explosión es seguida por silencio, y cuando me obligo a mirar hacia mis
padres, las expresiones en sus rostros reflejan sorpresa y alarma. Posiblemente un
poco de dolor, también. Ese pensamiento me rompe. Lo último que quiero hacer es
hacerlos sentir mal. Los amo con ferocidad y acabo de atacar todo lo que son,
simplemente porque mi inmaduro trasero no puede manejar mi mierda.
Me inclino contra la pared y me deslizo hasta el suelo, deseando poder
desaparecer en la afelpada alfombra verde limón de la sala de estar. Una vez ahí
abajo, decido que bien puedo derrumbarme por completo. Me muevo y me estiro por
completo sobre el suelo. Con mi brazo lanzado sobre mis ojos, muerdo mi mejilla
para evitar llorar en pleno, pero no puedo prevenir las lágrimas que se derraman por
mis mejillas. En solo unos minutos, estoy perdida en mi propia miseria, así que me
toma más tiempo de lo normal notar el cambio en la energía a mi alrededor.
Levanto mi brazo ligeramente, echo un vistazo y encuentro tanto a mi madre
como a mi padre parados por encima de mí. El dolor que pensé que había visto en
sus ojos un momento atrás, todavía está ahí, pero ahora que están más cerca, puedo
ver que no están dolidos por mi culpa, sino que están heridos en mi nombre.
Cualquiera que fuera la resolución que tuviera, desaparece, y un sollozo se
escapa de entre mis labios.
Mâmân se agacha junto a mí, y como un niño herido que desesperadamente
necesito el abrazo de su madre, me enderezo y caigo en sus brazos.
—He sido El Tonto —digo, como si me estuviera confesando. Es una
referencia a la primera carta del mazo de Tarot. O la última carta, dependiendo de
cómo lo mires, dado que cada viaje termina en donde comenzó. El Tonto es
exactamente lo que suena, tonto. Es el demente, el bufón, el mendigo. El Majnun—.
Me he estado tambaleando alrededor, tranquila, tomando riesgos sin preocuparme
por las consecuencias. Y no sé si estoy al principio o en el final de este viaje en
particular. Simplemente me siento perdida, sin una guía, y no sé cuánto más vaya a
aguantar mi fe.
Algunas veces, con Logan, me había convencido a mí misma que estaba
siendo una adulta, que teníamos una relación madura. Y con la ingenuidad de un
niño, me dejé enamorarme ciegamente.
Y había sido maravilloso.
Pero ahora ya no lo es. Ahora estoy enredada y retorcida por dentro. Ahora
estoy perdida en la oscuridad, temerosa de dar un paso por miedo a caerme por la
ladera de la montaña.
—No sé qué hacer. —Mis palabras son amortiguadas en la tela de la túnica de
cáñamo de mi madre, pero de alguna manera sé que entiende el punto esencial—.
Dime qué hacer.
Mâmân me mece gentilmente, su mano acariciando mi cabello.
—Oh, cariño. Sé que duele, y desearía poder decirte que…
Sé hacia dónde va este discurso. Desearía poder decirte que hacer, pero no
puedo porque bla, bla, bla, viaje personal de vida, madurez. Toda es basura.
Pero antes que pueda terminar, mi padre, quien todavía está cernido sobre
nosotras, la interrumpe.
—¿Quieres nuestro consejo, Devi? Déjame darte algo de consejo. —Es firme
y hay suficiente impaciencia en su tono como para ocasionar que mi madre detenga
su balanceo.
Sostengo mi respiración y me sostengo de su vestido. Él tiene toda mi
atención, aunque estoy demasiado asustada para mirarlo directamente.
—Regresa a la universidad. Eres una principiante. Tienes la mente de una
persona que piensa mucho. Ve a la universidad.
—Pero… —empiezo a decir todas mis protestas habituales, ¿qué estudiaré?
¿Y si no elijo la especialidad correcta?
Parece leer mi mente.
—Solo elije una especialidad, Devi. Si es la incorrecta, te cambiarás a otra. Y
si esa es la incorrecta, te cambiarás de nuevo. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
¿Altos préstamos estudiantiles? ¿Realmente vas a dejar que el miedo te aleje de la
felicidad?
Lo dice como si el dinero no debiera ser un factor en mi decisión, lo que es
completamente poco realista.
Excepto que en realidad no puedo discutir con él porque, al mismo tiempo,
¿en serio quiero dejar que mis sueños sean decididos por el saldo actual de mi
cuenta de banco?
Bâbâ se agacha más cerca de mí y su tono es más suave cuando habla de
nuevo.
—No puedes saber si tu camino es el correcto hasta que te hayas convertido
por completo en El Tonto. Tienes que dar ese paso a ciegas para ver si estás
caminando sobre terreno sólido o si estás cayendo por una cornisa. “Eso es lo que se
supone que tienes que hacer”. Crees que no estás segura de ti misma. Se supone que
tienes que atreverte, no quedarte quieta. Arriésgate. Toma las oportunidades.
Resolverás cómo vivir, viviendo.
Trago para pasar el nudo en mi garganta.
—¿Quieres decir: “No puedes recorrer el camino hasta que te hayas
convertido en el camino en sí mismo”? —pregunté, dándole a Buda un
agradecimiento por las palabras tan perfectas que mi padre me había entregado.
—Sí, algo así. —Golpea mi nariz ligeramente con su dedo antes de ponerse
de pie de nuevo—. Y si no es la escuela lo que te interesa, eso también está bien.
Solo que… ¿lo que estás haciendo ahora es lo que quieres estar haciendo para
siempre?
Sacudo mi cabeza.
Levanta una ceja.
—¿Te está llevando más cerca de cualquiera que sea ese lugar?
Esta vez no digo o señalo nada porque no sé la respuesta.
—Bueno, entonces —dice, como si todo hubiera sido resuelto. Entonces se
desliza de vuelta a su juego de backgammon, y sé que no es porque no esté
interesado en lo que está pasando conmigo. Solo reconoce que cada tonto tiene que
hacer el viaje solo. Estoy agradecida de que haya señalado el camino que piensa es
el correcto para mí. Puede que aun así, no sea el que elija, pero se siente como que
me dio un lugar para empezar.
Mi madre limpia una lágrima de mi mejilla con la almohadilla de su pulgar.
—Mira. Todo se ha resuelto solo.
Dejo salir una corta risa.
—No lo diría como tal.
—¿Por qué no? Tu padre te digo que regreses a la escuela. Así que regresarás
a la universidad.
—Mamá, ¿quieres que regrese a la universidad? —Sé que sí. Es lo que dice a
través de cada lectura del Tarot que me hace, pero se sintió bien escuchar a mi padre
decirme lo que pensaba y también quiero escuchar consejo de parte de ella.
—Lo hago —responde con confianza, pero entonces añade—. Si eso es lo
que quieres.
Contengo mi diversión. Es lo más cerca que estará de decirme qué hacer,
demasiado preocupada de interferir en quién se supone que soy.
La amo por eso. Muchísimo.
—Gracias, mamá. Es bueno escucharte decir eso. —Pero todavía hay otro
tema en que estoy completamente perdida—. ¿Y qué hago con Logan?
Mi madre se echa para atrás para mirarme, su expresión ligeramente perpleja.
—Parece que ya has resuelto que hacer con eso, ¿cierto?
—No, no lo he hecho. —Ni en lo más mínimo.
Sacude su cabeza, desechando mi respuesta.
—Lo has hecho. Cuando realmente quieras verla en tu mente consiente, lo
harás.
Sé que ella ya ha resuelto algo que yo todavía no, ya sea porque es más
grande y más sabia, o simplemente porque es más sabia en general. O tal vez porque
es mi madre y me conoce mejor de lo que me conozco yo, o porque realmente está
más a tono con el universo que yo. Es frustrante que pueda ver una respuesta que
todavía está oculta para mí, pero no la presiono. Porque confío en ella cuando dice
que lo veré cuando esté lista.
Entender eso no aligera mi actual angustia.
Echo un vistazo hacia ella, repentinamente sintiéndome de la mitad de mi
edad y muy vulnerable. Mi voz es temblorosa cuando pregunto:
—¿Cómo puedo siquiera esperar ver algo cuando todo a mí alrededor está tan
oscuro?
—No tan oscuro. —Me aprieta más en su abrazo—. Solo tienes que encontrar
a tu estrella del norte. Deja que eso sea lo que te guíe.
Hay una aguda perspicacia en sus palabras y un consuelo en la energía que
da, y aunque todavía no estoy segura de qué, o quién, es mi estrella del norte, me
acuerdo de la lectura de Tarot que me hizo no hace mucho tiempo y la carta estrella
que se mostró en mi futuro, esperanza.
Y con nada exactamente resuelto, me aferro de nuevo a esa esperanza,
confiando en que el universo pronto me dará la respuesta.
Traducido por Jeyly Carstairs, Camii, LizC y Paaau

Corregido por Taywong

ogan O'Toole, eres un dios.

-L Mi cabeza se levanta. He estado sentado en mi sofá mirando mis


manos, mis pensamientos yendo a mil por hora, pero Bambi Roo
acaba de entrar en la sala de estar, oliendo como toallitas de bebé
y con su bolso colgando sobre su hombro, y me doy cuenta que he estado sentado
así durante casi media hora.
Le doy una débil sonrisa.
—Difícilmente.
—No, de verdad. ¿Esa cosa que hiciste la tercera vez que me hiciste
correrme, cuando me tenías inclinada sobre la mesa? Dios mío, nunca me he corrido
tan duro, lo juro.
—¿Sí?
—Sí —dice Bambi, arrojando su largo cabello oscuro detrás de su hombro
con una sonrisa—. Voy a decirle a mi agente que se asegure de reservar mil escenas
más contigo.
Un par de meses atrás, este es el tipo de cosas que me habrían hecho sentir
orgulloso, sentirme un poco presumido. Me gusta saber que mis chicas son felices
cuando salen de mi set, me gusta tener una reputación como alguien con quien es
increíble tener sexo. Pero ahora mismo, todo lo que siento es temor agitando mi
estómago, una sensación enfermiza de preocupación y vergüenza… y si estoy siendo
honesto, un poco de ira autojustificada.
—¿Vas a algún sitio? —pregunta Bambi, señalándome. Estoy completamente
vestido, con los zapatos puestos y una gorra de béisbol colocada sobre mi cabello, y
he estado así desde que nuestra escena terminó, dejando a Bambi para que se
limpiara, mientras trataba frenéticamente de llamar y escribirle a Devi. No iba a
contestar a su teléfono, y no había una jodida manera de que yo pudiera esperar
hasta que me devolviera la llamada. Así que me vestí y he estado esperando
ansiosamente que todos dejaran mi casa para poder ir al apartamento de Devi y
averiguar qué diablos está pasando.
—Voy a casa de mi novia —digo, intentando dejar claro que realmente
quiero irme ahora y también intentando no ser grosero.
Pero en serio, señorita. Sal de una maldita vez de mi casa para poder irme.
Bambi luce a la vez decepcionada y emocionada de oír el chisme.
—¿Tienes novia? ¿Era la chica que estuvo aquí hoy?
—Sí. Su nombre es Devi.
—Es realmente caliente —dice Bambi con aprobación.
Algo se retuerce dentro de mí.
—Sí. Es mayormente perfecta.
—Bueno, no voy a tomar más de tu tiempo —dice Bambi, y reacomoda su
bolso más arriba sobre su hombro, caminando hacia la puerta—. Oh, y vi el tweet de
Raven mientras me vestía. Felicitaciones, amigo. La gente se entusiasmará con todo
eso.
El nombre de Raven y la palabra felicitaciones no deberían compartir el
mismo espacio, a menos que alguien me felicite por escapar de nuestra relación, y
me siento inmediatamente cauteloso y al borde. Pero también tengo que salir de aquí
y encontrar a Devi, así que decido dejar de lado este asunto de Raven por el
momento y asegurarme de que Bambi se vaya.
—Fue genial trabajar contigo —digo, y creo que suena convincente porque
me responde con una gran sonrisa.
—Te diría lo mismo, excepto que sabes lo genial que fue para mí. —Guiña
un ojo, luego agita su mano y camina hacia la puerta, lanzándome un beso antes de
cerrarla detrás de ella.
Y estoy sobre mis pies en un instante, arrastrando mis llaves del mostrador,
corriendo hacia la puerta de mi garaje. Cuando subo a mi auto y salgo de mi camino
de entrada, saco mi teléfono, pensando que tendría que indagar para encontrar este
tweet de Raven que Bambi mencionó, pero no. Está justo allí en las notificaciones
en mi pantalla de bloqueo.
Nuevo proyecto con @number1Toole PRÓXIMAMENTE.
#siganensintonía #grandesnoticias
—¿Qué mierda? —murmuro, manejando con una mano, mis ojos moviéndose
entre el camino vacío y mi teléfono. Me deslizo sobre el tweet, abriendo la
aplicación, y luego veo no solo el tweet de Raven, sino el innumerable número de
respuestas, la gente enloqueciendo con el anuncio de Raven.
@theRealRaven ¿¿¿¿¿Significa esto que Logan y tú están juntos de
nuevo?????
@theRealRaven OMG no puedo esperar a verlos juntos otra vez, ustedes
eran mi pareja favorita.
¡¡¡¡No puedo esperar para ver a @number1Toole y @theRealRaven
follando de nuevo!!!! #mejorpareja #amorverdadero
Ya me siento enfermo, pero esto, en realidad, hace que se me revuelva el
estómago, y por un minuto, tengo que contenerme para no vomitar por todo el
volante del Shelby. ¿Qué mierda está haciendo Raven? Definitivamente no hay
ningún proyecto y definitivamente no hay ninguna posibilidad en el infierno de que
incluso fuera a considerar un proyecto con ella, así que ¿por qué el anuncio público?
Y peor aún, no está haciendo nada para disipar los rumores de que estamos
juntos de nuevo. En este punto, el mero pensamiento de salir con Raven otra vez es
suficiente para hacerme ir todo Hulk destrozador con el edificio más cercano.
Estoy marcando el número de Raven sin darle ninguna consideración o
precaución adicional, porque a la mierda la precaución. Estoy enfadado, y ella lo
sabrá. Contesta el teléfono después de un par de veces, como si esperara que
llamara.
—Logan. —Su voz es confiada, controlada—. Qué agradable saber ti.
—¿Qué demonios estás haciendo, Julie?
—Sabes que, si usas mi nombre real, usaré el tuyo, y te molesta mucho más
de lo que me molesta.
—Gracias por la advertencia. Ahora explícate.
Raven/Julie deja escapar un largo suspiro.
—Solo estaba intentando medir el interés de un proyecto conjunto. Hablamos
de hacer uno cuando me encontraba en tu casa, ¿recuerdas? ¿Me dije por qué no
lanzarlo públicamente? ¿Ver cómo reaccionan nuestros fans?
Mi mandíbula está tan apretada que me duele la cabeza.
—Tú hablaste de hacer una escena juntos. Lo rechacé, si te acuerdas.
Casi puedo oír el hombro encogiéndose al otro lado de la llamada.
—Estabas molesto y no pensabas con claridad. Pensé que una vez vieras
cuanta expectación conseguiría una escena conjunta, verías que es una buena idea
después de todo. Y ahora que se anunció, no quieres decepcionar a todos tus fans,
¿verdad?
En un último momento, decido no tomar la autopista y girar sobre el Bulevar
Venecia, conduciendo un poco más rápido y más agresivamente de lo necesario.
—No me vas a obligar a hacer esto. Mi respuesta no ha cambiado. Todavía es
no.
—Has cambiado —acusa—. Solías colocar el negocio primero. ¿Ahora de
repente eres demasiado bueno para esto?
—No intentes esa táctica. Ni siquiera tú crees que sea verdad.
—Entonces es esa chica, ¿no?
Hay algo crudo y expuesto bajo su valentía, y de repente mis náuseas son
remplazadas por algo más pesado, algo cansado. ¿Eso es a lo que todo esto se
reduce? ¿Celos por Devi?
—Tú eres la que me dejó, ¿recuerdas? ¿Por qué te importa con quien estoy?
Hay una pausa, y me pregunto qué está pensando, como lucirá su rostro. Es
curioso pensar que ella era la persona más cercana en el mundo para mí, pero hay
esta pared insuperable entre nosotros, una pared tan grande que no tengo ni idea de
lo que está pensando y sintiendo en este momento. Y entonces recuerdo lo que dijo,
que fue mi carrera la que la alejó de mí, y mi estómago se tensa con nudos de miedo.
Presiono más fuerte el acelerador, desesperado por ver a Devi lo antes posible.
—Es demasiado joven para ti —dice Raven—. Deberías haberla visto en el
set de LaRue. Parecía aterrorizada.
—No es asunto tuyo —digo con firmeza—. Y yo tampoco lo soy. Ya he
terminado con esto… con todo ello. Te dejaré tratar de explicar a todos que no hay
proyecto.
—Piensa en lo que estás haciendo —me reta—. ¿Desperdiciando una
oportunidad por qué? ¿Una chica?
—No. —Me detengo de decir todas las cosas enojadas que ruegan por ser
dichas, todas las amenazas que quiero hacer si alguna vez molesta a Devi otra vez.
En su lugar, simplemente digo—: Se acabó todo entre nosotros, Julie. Emocional y
profesionalmente. Y te agradecería que pudieras respetar eso.
Y luego cuelgo, porque estoy pasando por el aeropuerto y acercándome al
apartamento de Devi, y también porque no creo que pueda controlar mi
temperamento si hablo con Raven un segundo más. Giro hacia Grand Avenue,
intentando procesar todo lo que sucedió, pero incapaz de concentrarme en otra cosa
que no sea mi misión para encontrar a Devi.
Mi Devi. Me duele pensar en ella sintiéndose sola, insegura o asustada en el
set de LaRue, y desearía poder haber estado allí, a su lado. Es tan joven, muy joven,
y tal vez no he sido lo suficientemente cuidadoso con eso.
Parecía tan segura esta mañana, tan confiada, sonriéndome en mi calabozo
mientras examinaba todos los juguetes dispuestos alrededor de la habitación. Pero
había algo inquieto en sus ojos, una pregunta que no pude encontrar las palabras
adecuadas para responder.
La pregunta me perseguía. Se había instalado bajo mi piel y me pinchó
cuando terminé de montar la escena, mientras Bambi se desnudaba y revisábamos su
lista de no. Sentí los ojos ardientes de Devi sobre mí, mientras las cámaras se
encendían, mientras deslizaba mis manos alrededor del rostro de Bambi y la besaba
antes de empujarla sobre sus rodillas. Bambi es hermosa y latina, de un color más
oscuro que Devi, así que fue fácil para mí imaginar a Devi de rodillas frente a mí,
fácil recordar que hace solo un par de horas, me había enterrado dentro de su coño.
Pero aquí está la cosa jodida, la cosa que no sé cómo tratar. No tenía que
imaginarme a Devi para ponerme duro, para disfrutar de la sensación de empujarme
más allá de los labios de Bambi dentro de su boca húmeda. Mi mente girando entre
Devi y Bambi a medida que Bambi me succiona, fantaseando sobre lo que Devi
estaba pensando y sintiendo justo entonces. ¿Estaba tan excitada como yo cuando
presencié la escena de Kendi y ella? ¿Se encontraba retorciéndose y mojándose en
su silla, deseando que la atrajera hacía mí y aliviara el dolor construyéndose en su
coño?
Me hizo ponerme tan duro pensar en que me observaba, pensar en arrastrarla
a la mesa y hacerla besar a Bambi mientras me turnaba para follarlas a los dos. Me
había preguntado si Devi se tocaba a sí misma viéndome, cruzando sus piernas para
apretar contra su coño o frotándose sobre su vestido. No habría sido capaz de
manejarlo, en la mejor forma posible.
Pero cuando levanté la vista hacia ella para atrapar su mirada, la silla se
encontraba vacía.
Devi se había ido.
Entré en pánico. Me preocupé. Incluso me puse un poco enojado. Y aquí está
la cosa aún más jodida, no dejé de follar a Bambi. De hecho, la follé más fuerte, más
rápido, forcé más orgasmos fuera de ella de lo que normalmente habría hecho,
porque sentí esa pregunta mordisqueando mis talones, persiguiéndome y
agarrándome.
Me sentía sucio, no de una manera sexy, sino en la forma en que realmente
sentía como si hubiera suciedad dentro de mi mente, el tipo de suciedad que se
acumula en las puertas de la ducha y en los bordes de los estanques estancados. Me
sentía avergonzado, y sin embargo me sentía enojado e injustamente acusado de
algo, aunque ninguna acusación había sido arrojada hacia mí. ¿Y que si estaba
follando a Bambi? ¡Era mi maldito trabajo!
Excepto que, ¿por qué me sentía extraño al respecto?
Excepto que, ¿por qué sentía que me faltaba algo, algo vital, cuando Devi no
se encontraba allí?
Y como, con toda esta rareza, esta sensación de estar desamparado, ¿pude
todavía seguir follándome a Bambi? No solo follándola, sino murmurando todas mis
palabras sexuales habituales “Te sientes tan bien, y tu coño es tan apretado, y ¿no
quieres hacer que mi polla se sienta bien?” Eran palabras sexuales que había
murmurado en tantas y tan diferentes ocasiones a tantas mujeres diferentes, y
deberían haberse sentido vacías y equivocadas, pero no lo hacían. Se sentía bien
elogiar a Bambi, se sentía bien tenerla succionándome. Y al final, ¿cuándo envolví
mi mano alrededor de mi polla y disparé mi semen en su cara levantada? Bueno, eso
también se sintió jodidamente bien. ¿Cómo podía sentirme culpable y bien, todo en
el mismo espacio? ¿Cómo puedo amar a alguien tanto como amo a Devi, y todavía
ponerme duro por alguien más?
Dios, es todo tan jodidamente complicado. Esa inquieta vergüenza, esa
sensación de vacío. Me hace sentir excitado y agitado, otra vez, solo de pensar en
ello. Flexiono mis dedos sobre el volante antes de bajar una mano para ajustar el
bulto creciente en mis jeans.
Necesito follar a Devi. Frente a la cámara, fuera de ella, no me importa, pero
esa es la única manera de descargar este jodido desastre de emociones que he
conjurado en el espacio de un par de breves horas. La necesito tanto, y necesitamos
arreglar esto, lo que sea que es. Ambos tenemos que trabajar para vivir, así que
obviamente tenemos que encontrar una manera de hacer que follar a otras personas
sea compatible con nuestra relación.
Cuando giro hacia su calle, veo inmediatamente que su auto no está por los
alrededores, lo que podría significar que no está en casa o que estacionó en el garaje.
Una punzada de frustración casi me paraliza; contaba con que ella se encontraría
aquí, para poder empezar a arreglar esto de inmediato.
Intento llamarla de nuevo, mientras estaciono en su camino de entrada; sin
respuesta.
Me estaciono y llamo a la puerta; sin respuesta.
Camino alrededor de la casa y echo un vistazo por la ventana como un jodido
acosador; nada.
No está aquí. Regreso a mi auto y llamo de nuevo, dejando un mensaje esta
vez.
—Hola, Cass —digo después de que su dulce voz termine de entregar su
respuesta de correo de voz y el teléfono emita un pitido para decirme que está
grabando—. Soy Logan. Yo, um. Te fuiste y no estás contestando el teléfono, así
que supongo que estoy preocupado, es todo. Te amo. Adiós.
Digo mi mensaje de forma escueta y agitada, como lo haría un adolescente
llamando a su chica, y ni siquiera me importa en este punto. No me importa si piensa
que soy patético. Solo necesito verla y hacer que este sentimiento se detenga.
Espero en su entrada durante otros treinta minutos, recogiendo mi teléfono
para comprobar la pantalla cada pocos minutos, a pesar de que habría sonado si
hubiera llamado o mandado un mensaje de texto. Pero no hay respuesta, y el calor
de la tarde se filtra en el auto, recordándome que tengo trabajo que hacer en casa y
una llamada telefónica con Marieke de Vries a las cinco.
De repente, estoy lleno de una ira tan intensa que apenas puedo enfocarme,
mi visión se está quedando estática en los bordes y mis manos están apretando
fuertemente el volante. Es una furia tan desplazada, proyectada y enredada que no
estoy seguro de por qué realmente estoy enojado o con quien estoy enojado. Estoy
enojado con Devi por irse y conmigo mismo por no darme cuenta que ella estaría
molesta viéndome a Bambi y a mí, y estoy enfadado porque no conteste su teléfono
y estoy enfadado de que no haya absolutamente nada que pueda hacer sobre eso.
Sobre todo, estoy enojado porque tengo miedo.
La ira se desvanece tan rápidamente como llegó y aflojo mi agarre del
volante, sintiéndome vacío e inútil. Con una respiración profunda, salgo de mala
gana de su camino de entrada y continuo hacia la calle, mirando por mi espejo
retrovisor mientras lentamente me alejo. Es como si estuviera dejando mi corazón en
su camino de entrada, y todos los tendones y venas que lo unen dentro de mi pecho
se están estirando y rompiendo mientras me alejo y lo dejo allí para sangrar y morir.
No hace falta decir que no es un viaje feliz a casa. Atravieso la puerta,
sabiendo que necesito ir a mi oficina, sabiendo que necesito trabajar, pero en su
lugar dejo mis llaves en el mostrador y deambulo hacia mi ventana. Fuera en el
brillante calor, la piscina brilla con una luz tenue clara y distante, y pienso como si
estuviera observando a Devi nadando allí, moviéndose sin esfuerzo, el contraste
entre su piel de bronce oscuro y la azulada agua, hermosa, perfecta e impresionante.
¿Y si estaba en lo cierto anoche? ¿Y si ese primer sexo fuera de cámara era lo
mejor que alguna vez será para nosotros? ¿Y si todo va cuesta abajo desde aquí? ¿Y
si ese perfecto momento de conexión brillante no puede durar? Lo hemos definido
ahora, como amor, y tal vez el amor no puede soportar muchas complicaciones, y tal
vez nuestra relación recién nacida ya está en su agonía.
Me froto la cara con las manos y me alejo de la ventana. No puedo ahora…
con nada de esto. Tengo muchos sentimientos entremezclados demasiado juntos, y
ni siquiera puedo comenzar a ordenarlos sin mi Cass a mi lado.
Así que, en vez de eso, intento ponerme a trabajar por la tarde, escribiendo y
filmando mi monólogo para la escena de Bambi y teniendo una llamada telefónica
de noventa minutos con Marieke sobre Star-Crossed. A ella le encantan las
imágenes hasta ahora, y ya que Devi y yo nos estamos preparando para programar
nuestro último episodio para la temporada, Marieke y yo hablamos sobre cómo sería
otra temporada. Se arrojan un montón de ideas grandiosas y eróticas y finalmente
nos conformamos con una, y me debería sentir motivado por todo esto, pero no lo
hago.
Siento que mi corazón todavía está palpitando tristes y sangrientos latidos en
la entrada de Devi.
Siento que quiero volver a su casa y sentarme en sus escalones hasta que
vuelva a casa.
Deambulo escaleras abajo, pasando por delante la barra fresca de mi cocina, y
hago una parada para servirme un whisky, porque eso es lo que hago cuando estoy
molesto, proceso mis sentimientos a través de mi hígado. Pero en realidad no lo
bebo. Acabo de acunar el vaso entre mis manos y observar fijamente el cielo
oscurecerse sobre mi piscina. Y entonces mi teléfono suena.
Prácticamente dejo caer el whisky contestando, mi sangre palpitando de
emoción y temor al mismo tiempo cuando veo la hermosa cara de Devi en la
pantalla. Respondo, tratando de evitar que mi voz tiemble con temor y alivio.
—Hola, nena —digo, apoyando el whisky—. Gracias por llamarme.
—Lamento que haya tardado tanto —dice. Su voz es medida, ilegible—. No
me sentía bien esta mañana, así que tuve que irme. Fui a donde mis padres, y luego
mi teléfono murió.
Tiene el tono practicado de una excusa ensayada, y mi estómago se hunde.
Estoy bastante seguro que esto significa que está molesta por mi escena con Bambi
de hoy, no que realmente esté enferma.
—Cass, quiero verte.
—Ahora no —dice—. Todavía no me siento bien.
—¿Tal vez más tarde esta noche? Si no te sientes bien, puedo ir a cuidarte.
—Voy a quedarme en casa de mis padres hasta mañana —dice, y hay una
nota de disculpa en su voz—. Creo que realmente solo necesito dormir… sea lo que
sea esto que haya cogido.
—Devi. —Trago fuertemente—. Por favor.
—Te veré mañana, Logan. ¿Recuerdas que planeamos rodar en la tarde?
Estaré ahí a la una.
Ven ahora.
O déjame ir a ti.
Por favor, Cass, no hagas esto.
No digo estas cosas. No las digo porque sé que lo correcto por hacer es darle
espacio.
No las digo porque un buen tipo le daría el beneficio de la duda y le creería
cuando ella dice que no se siente bien y que necesita dormir.
Sobre todo, no las digo porque mi garganta está demasiado apretada para
hablar. Me aclaro la garganta y logro decir:
—Está bien, cariño. Te amo. Te veré mañana.
—También te amo —repite, y en esas tres palabras, escucho dolor, y la
confusión se profundiza—. Buenas noches, Logan.
Si estuviera filmando una película de mi propia vida, estaría disgustado con
ella ahora mismo. En primer lugar, no estoy exhibiendo ningún crecimiento de
carácter creíble en respuesta a mis obstáculos. Y, en segundo lugar, no hay
coherencia o unidad de tema en este momento. Quiero decir, ¿qué es lo que estoy
sintiendo? Estoy sintiendo demasiada mierda contradictoria para expresarlo en la
película. No, si yo fuera un director, le diría a mi personaje que escogiera un hilo y
se quedara con él. ¿Estoy tratando de no llorar o me estoy desmayando cuando
pienso en Devi?
¿Estoy revisando mi teléfono constantemente o estoy intentando resistir
arrojar mi teléfono a través de la habitación? Si fuera un director, me diría que los
sentimientos son pasivos, y que elija acciones en su lugar y luego elegir esas
acciones deliberadamente.
Una acción a la vez.
La idea es atractiva para mí, mientras me levanto al día siguiente y me ducho.
No soy lo suficientemente ingenuo como para creer que en realidad podría elegir
uno de esos sentimientos y descartar a todos los demás, pero la idea de limpiar todas
estas emociones es tan profundamente atractiva. Y a medida que recuerdo los ojos
de Devi cuando me vio prepararme para mi escena con Bambi, cuando recuerdo
convencerla que la realidad no es la antítesis del porno, me doy cuenta de algo tan
terrible y esclarecedor que de repente me dejo de lavar el cabello y dejo caer las
manos, simplemente quedándome parado bajo el grifo y mirando fijamente a la
pared, mientras absorbo lo equivocado que he estado.
Quería que todo estuviera junto, gloriosamente desordenado y unificado,
porque sentía que nuestro amor y atracción palpable harían que Star-Crossed fuera
un mejor proyecto. Pensé que mezclar nuestro romance personal y nuestro sexo en
pantalla sería la respuesta, sin tener en cuenta la juventud de Devi o el hecho de que
terminaría enamorándome de ella mucho más de lo que jamás podría haber
adivinado. Quería todo junto, porque pensé que juntos era mejor, más real… híper
real… pero todo lo que hice fue mezclarlo todo. Rebajó la conexión real que
teníamos y le dio a la filmación una importancia más emocional de la que merecía.
Mierda. No es de extrañar que Devi y yo nos sintiéramos confundidos ayer.
La peor parte es que todo esto es culpa mía. Yo convencí a Devi para que
siguiera este camino. Yo nos hice borrar todas las líneas. Soy responsable de todo
nuestro dolor ahora mismo.
Si queremos continuar con esto, si queremos sobrevivir con nuestros
corazones intactos y con nuestras carreras prósperas, entonces tenemos que eliminar
los límites ahora. Tenemos que separar el porno de la vida real, tenemos que
compartimentar. Y tengo que asumir la responsabilidad de lo que he hecho con
nosotros.
Solo espero que no sea demasiado tarde para arreglarlo.
Así que cuando Devi abre mi puerta a la una, justo en punto, tengo todo un
discurso preparado, prácticamente toda una clase para enseñar sobre Por Qué Soy
Un Idiota y Cómo Voy A Arreglarlo. Pero entonces la veo, y todas las palabras se
desvanecen de mi mente, porque se ve tan jodidamente hermosa en este momento,
usando una falda corta acampanada y una camiseta sin mangas, su cabello largo en
una trenza desordenada que cae sobre un hombro.
En el momento en que entra, la estoy clavando contra la pared y aplastando
mi boca contra la suya, mis manos vagando por todas partes, agresivas y
necesitadas. Ella me besa de vuelta con un hambre ansiosa, su boca minuciosa. Y
luego sus piernas se envuelven alrededor de mi cintura, nos estamos frotando entre
sí mientras nos besamos, y entonces ella jadea.
—Vamos a tu dormitorio. —Y no tiene que pedírmelo dos veces.
La llevo, sus piernas todavía envueltas alrededor de mi cintura, y apenas
llegamos a mi dormitorio antes de que sus manos estén agarrando con torpeza mi
cremallera y yo esté tironeando su camiseta sin mangas. La coloco en la cama, la
doy la vuelta sobre su vientre y luego me coloco por encima, levantando su falda y
tirando de su tanga a un lado tan rápido que oigo como la tela se desgarra. No me
importa; otro segundo de trabajo y estoy penetrando su coño, empujando
brutalmente hacia dentro.
No está completamente lista, pero está golpeando de vuelta contra mí,
levantando su culo en un intento de meterme dentro de ella más rápido, y la fricción
es jodidamente increíble. Estrecha, cruda y primitiva. Estoy gruñendo y empujando
fuerte, la cremallera de mis jeans raspando contra la suave piel de su culo y muslos,
su falda un lío rosado y retorcido de tela alrededor de su cintura.
Y todo en lo que puedo pensar es:
Que ella me quiere…
Me ama…
Todavía me quiere.
—Haz que me corra —dice, retorciéndose como una mujer salvaje debajo de
mí—. Dios, Logan, por favor. Haz que me corra.
—Lo que quieras —digo, dejando caer mis labios en su nuca—. Te voy a dar
jodidamente lo que quieras.
Lo digo en serio. Meto mi mano debajo de sus caderas y encuentro su clítoris
hinchado, y esta es otra posición en la que raramente filmo, porque estoy casi
completamente encima de ella, todo el movimiento oculto por su culo y mis caderas
bombeando. Pero, ¿a quién le importa cómo se vería? Se siente jodidamente
asombroso tomarla así, se siente jodidamente maravilloso empalarla así, con las
curvas redondeadas de su culo presionando hacia atrás contra mis caderas.
Todavía le estoy besando la parte de atrás de su cuello, extendido sobre ella y
soportando la mayor parte de mi peso sobre mi antebrazo izquierdo y mis rodillas, y
mi mano derecha está frotando el bulto palpitante entre sus piernas, y se corre
abruptamente, catastróficamente, gimiendo en la almohada mientras se estremece y
sacude en todo momento a través de su liberación.
Siento el agudo calor emanando de mi pelvis, y la estrella porno en mí quiere
cambiar de posición y disminuir la velocidad, prolongar esto. Pero el novio en mí
quiere correrse con ella, caer juntos, justo como dijo hace dos noches, y así dejo que
el frenético torrente de desesperación y alivio me lleve por el borde. Las profundas
corrientes de placer se despliegan en arcos irregulares como un relámpago, y
entonces estoy corriéndome dentro de ella… aún empujando, golpeando duro y
rápido.
Frenético.
Implacable.
Y finalmente viene: el dulce alivio. Todo el dolor y la preocupación que he
rumiado durante las últimas veinticuatro horas se desvanecen a medida que ralentizo
mis empujes y mi respiración vuelve a la normalidad, y mientras ella comienza a
hacer ese ronroneo debajo de mí, mi pecho se contrae con incandescente alegría.
—Te amo —murmuro.
—Te amo —susurra de vuelta, y quiero gritar con triunfo. ¡No he arruinado
nada después de todo!
Con nuestra ropa todavía arrugada y retorcida alrededor de nosotros, nos
ruedo hacia nuestros costados, mis brazos envolviendo firmemente su torso y mi
polla todavía enterrada profundamente en su coño. Es posiblemente la menor
cantidad de tiempo que me he tomado para tener sexo en años, es posiblemente el
sexo más espontáneo que he tenido como adulto, pero no me importa. Porque era
solo sobre nosotros, para nosotros, ni cámaras, ni ninguna otra mierda. La estrecho
fuertemente y respiro el olor de su piel, pensando que tengo razón, finalmente lo he
descubierto.
Esto es tan increíble ahora, tan perfecto, exactamente porque no hay cámaras.
Y si llevamos estos límites a todo lo demás (si solo pensamos en Star-Crossed
cuando estamos haciendo Star-Crossed, y Logan y Devi cuando solo somos Logan y
Devi) entonces seremos capaces de sostener esta paz y satisfacción. De sostenernos,
por el largo recorrido.
A Devi le va a encantar esto, pienso felizmente, presionando mis labios en su
hombro mientras se acurruca contra mí. Ella y sus padres creen en esas cosas
conscientes de Eckhart Tolle, y esto es básicamente consciente, ¿verdad? Follar
conscientemente.
—¿Qué estás pensando? —pregunta Devi.
Respondo honestamente.
—Sobre escribir un libro llamado Follar Conscientemente para Diversión y
Beneficios. Podría hacer seminarios y hablar en retiros corporativos y otras cosas.
Hacer mucho dinero.
Ella se ríe.
—Ya ganas mucho dinero.
—Pfft. Trabajo duro por ese dinero. Necesito un plan para cuando mi
resistencia acabe.
—Como si eso alguna vez llegara a suceder. —Se mueve contra mí, y mi
polla está muy ansiosa por demostrar su punto, excepto que se supone que todavía
tenemos que filmar una escena hoy, así que le digo mentalmente que espere—. Mira
todos los libros aquí. —Observa—. Nunca me había fijado en ellos antes.
Estoy mucho más interesado en hacer círculos con mi lengua en su hombro,
trazando la línea entre su camiseta y su piel con mis labios.
—No tengo ni cerca tantos como tú —digo entre besos—. Siempre fui más
un tipo de películas. Pero creo que los buenos narradores deben apreciar todos los
medios.
—Logan O'Toole: nerd de ficción.
—Apenas. —Levanto la mirada, hacia el conjunto de estantes bajos contra la
ventana—. La mayoría son colecciones de poesía.
Oigo la sonrisa en su voz.
—¿Poesía?
Me siento un poco a la defensiva, no porque crea que me está molestando,
sino porque es tan difícil de explicar.
—Siempre fue mi parte favorita en la clase de inglés, cuando leíamos poesía.
Y supe cuando hice la elección de hacer porno en lugar de ir a la UCLA como había
planeado, que probablemente no habría mucha poesía en mi futuro. Así que empecé
a hacer esto donde cada mes compraba un libro de poesía. No tenía que gustarme o
incluso leerlo todo, pero tenía que intentarlo. Porque pienso que los poetas se
acercan más a ver el mundo cómo lo veo a veces. Imágenes. Gustos y sonidos. No
siempre perfectamente enlazados entre sí, sino desiguales e inexplicables.
—Eso es hermoso —comenta en voz baja.
—Eres hermosa. —Y estoy a punto de decirlo, todo lo que planeaba decir, y
explicarle cómo vamos a mantener nuestra relación segura y solo para nosotros, pero
entonces se da la vuelta. Mi polla se desliza fuera de ella y no puedo evitar el
gemido triste que hago.
Sonríe y se muerde el labio.
—¿Qué tal si empezamos nuestra escena ahora? —Y todos mis otros
pensamientos salen volando por la ventana.
Se siente extraño volver a hacer “solo porno” con Devi. Y tal vez incluso
volver es la forma equivocada de verlo, ya que nunca fue solo porno con ella.
Siempre era algo más; siempre estuvo mezclado con el sentimiento profundo que
sentíamos el uno por el otro.
Ojalá hubiera hablado con Devi antes de entrar en los detalles de la escena;
pero una vez que empezamos a filmar y ejecutar a través de lo que queríamos hacer
en cuanto al sexo, no pareció ser un buen momento para decir: “Oh, oye, solo para
que lo sepas, creo que es mejor si actuamos estrictamente profesional en este
momento”.
Así que no digo nada. Por un lado, se siente bien, incluso natural, configurar
las cámaras y filmar la escena como si ella fuera solo otra chica y no mi novia. Pero,
por otro lado, se siente chocante y extraño, como despertarse para encontrar que tu
casa ha explotado a tu alrededor, pero todo todavía está perfectamente en su lugar.
Es difícil dejar de tocar los ajustes de la cámara cuando sé exactamente cómo hacer
brillar esa piel de bronce para que luzca en las mejores condiciones, es difícil pensar
en qué posiciones sexuales se traducen mejor en la pantalla cuando sé qué
posiciones realmente le gustan mucho más.
Pero me las arreglo. Es un ejercicio mental con seguridad, y hay veces antes
de comenzar donde la atrapo mirándome con curiosidad, como si pudiera decir que
algo está fuera de lugar. Te lo explicaré todo después, pienso.
Después de que rodemos una escena como ésta, será capaz de ver lo mucho
más fácil que es. Cuánto mejor es.
La escena de hoy es la última que vamos a rodar para esta temporada de Star-
Crossed, y decidí hacer algo un poco más íntimo de lo normal. No estamos en una
locación aislada, no hay público vagando alrededor.
Marieke y yo estuvimos de acuerdo en que debíamos dejar a los personajes de
Logan y Devi en un lugar feliz y cariñoso, justo como dejas a los personajes al final
de una comedia romántica. Enamorados para la perpetuidad.
Por supuesto, vamos a dar un cambio radical a las cosas con la segunda
temporada de Star-Crossed, y sonrío para mis adentros, recordando que todavía
tengo que decirle a Devi acerca de eso. Marieke y yo tuvimos una lluvia de ideas
muy sexy, tórrida y ardiente, y apuesto a que a mi chica le encantará.
—¿Por qué estás sonriendo? —pregunta Devi. Se sienta en el borde de la
alfombra masivamente mullida que he arrastrado desde mi oficina, usando nada más
que calcetines de colores brillantes hasta la rodilla. El felpado blanco de la alfombra
es un contraste tan marcado con su piel persa que dejo de hacer lo que estoy
haciendo y simplemente la miro por un minuto.
Mi Casiopea.
Mi reina.
Inclina su cabeza hacia mí, la trenza suelta deslizándose tentadoramente sobre
un perfecto y lleno seno, y todo lo que quiero hacer es caer de rodillas junto a ella y
besarla hasta que salgan las estrellas. ¿Ya he hecho eso? ¿Solo besarla durante
horas? ¿Enrollarnos hasta que hemos olvidado nuestros nombres, nuestras vidas,
nuestras historias?
Casi lo hago. Incluso llego tan lejos como dar un paso hacia ella hasta que
recuerdo que no, esa es una cosa de novio. Un novio, pienso. Logan, la estrella
porno le encanta besar y definitivamente la besará hasta saciarse de ella una vez que
la cámara empiece a rodar, pero se besarán para la cámara, besos para hacer una
escena increíble.
Más tarde, me prometo. Más tarde, tendremos los besos solo para nosotros.
Nos besaremos sin un objetivo o sin un límite de tiempo… Dios, el pensamiento me
pone duro, excitado, cálido y prendado, todo a la vez.
¿Cómo hace la gente con todos estos sentimientos a la vez? ¿Cómo hace la
gente para sobrellevar estar enamorada? ¿Cómo pude haber pensado que había
estado enamorado antes?
Esto… esto… es amor.
Y tengo que protegerlo a toda costa, empezando ahora mismo.
—Estoy sonriendo porque esta va a ser una escena increíble —respondo
finalmente a la pregunta de Devi—. ¿Estás lista?
Asiente. Y presiono grabar.
Con todo, es posiblemente una de las mejores escenas que he filmado, tal vez
incluso en la que alguna vez he participado. Comenzamos con ella, llevando puestos
esos calcetines hasta la rodilla, en la alfombra, meciéndose contra una almohada,
mientras yo murmuro las cosas más sucias que puedo pensar, y después de que ella
se viene contra la almohada, su estómago desnudo visiblemente tenso, desabrocho
mis pantalones y camino hacia ella, deslizando mi erección gruesa a través de sus
labios.
Todo es ligero y brillante, con el sol de la tarde entrando por las ventanas y
los muebles blancos así como la alfombra, y todo está perfectamente armado y sin
defectos. La felación evoluciona a un sesenta y nueve, el sesenta y nueve se
transforma en una buena follada con condón, primero al estilo perrito y luego
abrazándola desde atrás, una de las mejores posiciones de filmación porque puedo
mostrar sus tetas sacudiéndose, la tensión de su estómago y su coño todo a la vez. Y
entonces, después de que ella se corre una segunda vez y luego una tercera, me
retiro, arranco el condón, y luego me corro en su estómago. La escena termina
conmigo volviendo su cabeza hacia mí para un beso largo y profundo mientras ella
dibuja círculos ociosos en el lío de su estómago.
Después de que el beso dura lo que creo que sería la cantidad correcta de
tiempo para una cierta clase de romanticismo, desvaneciéndose por completo
dejando la pantalla en negro, me separo y me muevo para apagar la cámara. Y luego
agarro una caja de toallitas que guardo en uno de esos cubos de almacenamiento
otomana (junto con lubricante, preservativos y otras cosas que necesito tener a
mano, pero también ocultas discretamente en caso de una visita sorpresa de mamá y
papá) y troto hacia Devi, subiendo la cremallera de mis pantalones con una mano
mientras lo hago.
Extrañamente, no me mira mientras comienza a limpiar el desastre que he
dejado en su estómago. De pronto, soy consciente de lo silencioso y oscuro que se
está aquí; la tarde de septiembre ha comenzado a convertirse en noche en el exterior,
las primeras estrellas apareciendo en el cielo de mi tragaluz.
Enciendo una lámpara, y luego comienzo a desmontar los trípodes para
llevarlos de regreso a mi oficina, mirando a Devi por la esquina de mi ojo todo el
tiempo. Parece pensativa, mientras termina de limpiar todo metódicamente y
levantándose.
—¿Estás bien? —pregunto cuando regresa de tirar las toallitas húmedas
usadas. Aún está desnuda, aún con esas medias de niña y esa trenza que provoca
jalarla, y se me hace tan difícil enfocarme en cualquier cosa que no sea llevarla de
regreso a la cama. Me prometí que pasaríamos algún tiempo de calidad juntos
después de terminar esta escena, y ahora que está lista, y que solo quiero envolverme
en ella y nunca dejarla ir, algo no se siente bien. Pero puedo arreglar eso… hablaré
con ella, me disculparé y le explicaré todo, y luego todo estará bien.
Luego nos besaremos hasta que salga el sol.
—Sí —responde—, todo está bien. —Y me doy cuenta que en realidad no
está mintiendo, pero tampoco me está diciendo toda la verdad. Y cuando estoy a
punto de comenzar a decirle el discurso que debería haberle dicho hace horas,
cuando apareció en mi puerta, ella me pregunta—: Entonces, ¿esta es realmente la
última escena que filmaremos para Star-Crossed?
Y entonces su comportamiento cobra sentido, porque no hemos hablado
acerca del futuro de la serie, y estoy aliviado porque voy a poder decirle todas las
cosas emocionantes que Marieke y yo soñamos. Y ella será parte central de todo, y
estoy seguro que le encantará que sigamos trabajando juntos.
Abotono mis pantalones y me siento en el sofá, tocando el espacio a mi lado.
Se sienta junto a mí, pero a un par de centímetros de distancia, su pierna doblada
bajo ella y un brazo apoyado en la parte posterior del sofá, como si se diera apoyo.
—Entonces, sé que sabes que Marieke y Vida están emocionadas con Star-
Crossed y sus resultados, y todos creemos que va a ser jodidamente genial cuando
debute en noviembre. Quieren hacer una segunda temporada, y yo también. La única
pregunta es si tú también quieres.
Su rostro se ilumina… pero solo un poco.
—Gracias por preguntar —dice suavemente, dudando—. Creo que me
gustaría eso. Sin embargo, tengo que pensarlo.
No es como que haya firmado el contrato, pero casi.
Sonrío.
—¡Excelente! Con Marieke, hemos pensamos que podríamos comenzar a
filmar en un mes, tan pronto como tengamos al resto del elenco.
Levanta sus cejas.
—¿Resto del elenco? —pregunta.
Asiento, entusiasmado.
—Como en esta temporada se formó Devi y Logan como una pareja, la
próxima temporada le tocará a otra. Pero escucha esto… —Estoy tan entusiasmado
que apenas puedo contenerme—. Nosotros también saldremos, y habrá una dinámica
mucho más complicada. Habrá tríos y cuartetos, e incluso quizás la ilusión de
engaños… nada muy sórdido, por supuesto, ya que queremos que estas parejas sean
amigos, pero lo suficientemente provocadora para que haya emoción, ¿entiendes?
Devi aparta la mirada, mordiéndose el labio, y me doy cuenta que su mano
toma con fuerza el respaldo del sofá.
—Entonces, ¿tendremos sexo con otras personas?
Me acerco a ella.
—Sí, pero también tendremos sexo los dos. Y a veces serán escenas en
conjunto. Creo que tiene el potencial para ser increíblemente ardiente y totalmente
diferente, ¿sabes? Como The Affair, pero porno.
Su mirada me busca.
—Estas realmente emocionado con esto, ¿verdad?
Parpadeo. No está enojada o molesta, pero hay algo extraño en su tono.
Extraño y cauteloso, y recuerdo todo lo que aún me queda por decir. Pero antes:
—Sí, estoy muy emocionado —contesto. Tomo su mano porque no puedo
evitarlo, quiero sentirla y sentir que está conectada a mí—. Me encanta este
proyecto. Es porno en todo su esplendor, ¿sabes? Prohibido, ardiente y un poco
emocional, y un poco artístico.
Escucho mi voz: enérgica y llena de optimismo. Sonora en la silenciosa y
oscura habitación. Bajo el tono mientras señalo la alfombra y las cámaras en el piso.
—¿No tenemos el mejor trabajo, Devi? ¿La mejor vida? Podemos follar para
ganarnos la vida. Podemos sentirnos bien, hacer que otras personas disfruten y ganar
dinero. Y sí, a veces es difícil. A veces el dinero es poco y el trabajo no es genial.
Pero, ¿cuántas personas llegan a amar lo que hacen para vivir? ¿Cuántas personas
llegan a realizar su trabajo de ensueño? Y Star-Crossed es exactamente como
imagino mi trabajo soñado.
Puedo ver como lo piensa, y me anima ser el hombre lógico y organizado que
necesito ser ahora.
—Oye —digo, tomando su mentón entre mis dedos y buscando su mirada—.
Necesito decirte algo.
La veo lidiar con algo, y Dios, desearía saber con qué está lidiando.
—Está bien —responde después de un minuto—, creo que podría ser bueno.
Lamo mis labios. Pasé tres años de mi vida disculpándome con novias para
las que nunca fui demasiado amable o inteligente, por lo que imaginarias que a esta
altura sería lo suficientemente bueno en esto. Pero en cambio, estoy increíblemente
nervioso. Necesito hacer esto bien. Porque si sale mal, si pierdo a Devi…
Lo perderé todo.
Pero eso no pasará, me digo. Lo tengo todo descifrado.
—Así que —empiezo torpemente—, yo, em, he pensado un poco desde ayer.
Y una parte de eso fue en lo inteligente, lógica y prudente que eres. Y no soy así,
supongo. Soy más del tipo “apuéstalo todo”, más amante que pensante. Y soy…
Devi me está mirando, y me doy cuenta que estoy balbuceando. Busco la
forma más fácil y clara de decir lo que quiero decir.
—Creo que necesitamos dejar de mezclar nuestra relación y nuestras carreras.
Abre su boca.
—¿Qué quieres decir? —pregunta.
—Creo que, para la cámara, no debemos ser novios. Creo que solo debemos
actuar como dos actores. Y tener nuestra vida personal completamente separada. Y
de esa forma no sucederá lo de ayer, cuando follé con Bambi… porque sé que te
lastimó, y por eso a mí también. Seremos capaces de seguir trabajando, seremos
capaces de hacer porno con otras personas sin que sea extraño, que es lo que los dos
queremos. ¿Cierto?
No hay respuesta. Incluso sus ojos están quietos y congelados.
—Devi, ¿no es cierto? —repito.
Aun sin respuesta. Mi pulso comienza a latir en mi cuello, mientras el
silencio se alarga, y entonces siento mi estómago retorcerse cuando me doy cuenta
que, quizás, todas las suposiciones que hice acerca de Devi y yo y lo que los dos
queremos, han estado muy, muy erróneas.
Traducido por Kalired y LizC

Corregido por Taywong

e le quedo mirando, en silencio. Hay cosas que decir, un montón de

M cosas, pero no estoy segura por dónde empezar cuando ni siquiera


estoy segura a quién le estoy hablando en este momento.
El Logan que me saludó hoy, que me folló con sus ropas puestas porque
estaba tan ansioso por estar dentro de mí, que susurro “te amo” cuando me corrí, ese
Logan, no es el Logan con quien tuve relaciones sexuales para la cámara en las dos
últimas horas. No conozco a esta versión de Logan. Él es frío y clínico, y aunque
todavía fue capaz de hacer que mi cuerpo respondiera a sus caprichos, no es el
hombre del cual estoy enamorada.
¿Y esta mierda acerca de agregar más parejas a Star-Crossed?
Demonios, no.
Quiero decir, este show ha sido una de las cosas especiales que hemos
compartido, algo que ha sido solo nuestro. ¿Y quiere incluir a otros?
No lo entiendo.
No estoy segura de querer entender.
Reúno mi ropa, mientras reúno mis pensamientos, reflexionando sobre todo
lo que ha dicho, intentando averiguar cómo me siento y qué decir.
Mi falta de respuesta parece hacer sudar a Logan.
—Déjame retroceder. —Sigue todos mis movimientos cuando empiezo a
vestirme—. Creo que entiendo por qué te fuiste del set ayer y sé cómo solucionarlo.
—¿Por ser un idiota frío y distante? —Mi tono está a punto de subir, pero
consigo mantener el nivel de volumen.
Se ríe torpemente.
—No, no. Debería haberlo explicado antes. Estoy seguro que resultó de esa
manera porque tú no llegaste de donde yo venía. Mira, me di cuenta que no he
pensado en nosotros de la manera correcta. Estoy aprendiendo eso de ti. Eres tan
buena en usar tu cabeza. Y yo siempre hago esto, siempre salta el corazón primero.
Bajo mi camiseta y luego me vuelvo para mirarlo.
—Aún no entiendo lo que quieres decir, Logan.
—Estoy diciendo que me equivoqué al tratar de hacerlo realidad. El show,
quiero decir. Sé que es un buen arte, pero fue malo para nosotros.
Me detengo, una pierna en mi falda, la otra en el aire. Mi corazón tiembla en
mis oídos, y hay un sabor amargo en mi boca.
—¿Te arrepientes de que nuestra relación sea real? —No puede querer decir
eso, ¿verdad?
Porque si lo hace…
—No. Eso no es lo que quiero decir. Lamento haber dejado que las partes
reales se trasladen a las partes del trabajo y ahora, por supuesto, las líneas están
borrosas. No vi que esto sería un problema, pero ahora lo entiendo. Ahora mismo,
piensas cuando estoy tocando a alguien que es lo mismo que cuando te estoy
tocando a ti. Debido a la cámara. Pero es diferente, y la manera de demostrarte eso
es quitar la cámara del nosotros real. Así podrás ver lo que es trabajo y lo que no.
Doy un paso dentro de mi falda y la subo hasta mi cintura, necesitando
repentinamente estar más vestida.
—Entonces, en otras palabras, ¿todo lo que sucede con la cámara entre
nosotros sería solo por trabajo?
—Exactamente. Serán como las escenas que tengo con cualquier otra mujer.
Incluso deberíamos ser formales sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer cada
vez. Usaré un condón como la ley lo requiere. Al igual que todas las demás
películas. Después, serás la única mujer con la que estaré cuando la cámara se
apague.
No está diciendo nada tan terrible. En realidad no. Es lógico. Tiene sentido.
Está pensando en el negocio de la manera que siempre lo he hecho.
Aun así.
Suena terrible. Se siente terrible, y, aunque no estoy muy segura de cómo
refutarlo, sé que no estoy de acuerdo.
Ofrezco lo primero que viene a mis labios.
—Muchos de nuestros momentos más increíbles juntos han ocurrido en el set.
Muchos momentos muy reales. Estoy bastante segura que me enamoré de ti frente a
la cámara.
—Lo sé, lo sé. —Camina hacia mí y pone una mano en cada uno de mis
brazos. Algo en el gesto me hace sentir la diferencia de edad… me hace sentir que él
siente la diferencia. Como si pensara que tiene el mejor manejo de la situación
porque es mayor.
Cuando habla a continuación, esto solo empeora.
—No estoy descontando nada de lo que pasó antes, nena. Estoy intentando
arreglar las cosas para el futuro. Para que podamos seguir haciendo los trabajos que
amamos. Y tiene sentido, ¿no? No somos los primeros compañeros de trabajo que se
han enamorado. ¿Cómo lo hacen las otras personas? Estoy seguro que tienen que
trazar líneas similares.
—Pero la mayoría de los trabajos de otras personas no requieren estar
desnudos.
—Y es por eso que debemos hacer la diferencia entre lo que hacemos en
nuestros trabajos, de lo que hacemos en casa. Tanto como sea posible. Tenemos que
dejar las cosas claras. Mantener las cosas separadas.
Separadas.
Lo dice con tanta facilidad, tan naturalmente, que me siento como una idiota
por no poder cumplir. O como si fuera ingenua. Es lo mismo que sentí cuando
Raven me confrontó. ¿Soy realmente tan ignorante?
Tal vez ambos somos ignorantes. Ya que esta solución no es una solución con
la que pueda estar de acuerdo. Tal vez esta relación no es una con la que pueda estar
de acuerdo.
No saques conclusiones, Devi. Habla sobre esto.
—¿Es realmente lo que quieres, Logan?
Se encoge de hombros.
—Creo que es lo mejor. Para nosotros. Esto hará las cosas más fáciles. Nos
permitirá seguir viéndonos.
Paso las dos manos sobre mi frente, como si pudiera resolver mis
pensamientos si me frotara lo suficiente.
Logan baja las manos y se inclina hacia delante para mirarme fijamente a los
ojos.
—¿Devi? Dime qué piensas, ¿quieres?
No puedo. Porque el aire de repente se siente pesado y las paredes parecen
estar cerrándose sobre mí, y lo que pienso es que tengo que correr. Lo cual no es
como yo, en absoluto.
—Aire —digo—. Solo… necesito un poco de aire fresco.
Antes de poder detenerme, atravieso las puertas hacia el patio trasero y me
quedo parada en el borde de su piscina, tomando el aire de la noche con profundas
respiraciones.
Estoy tan confundida con lo que ha pasado. Cuando vine hoy, me sentía
recelosa, pero entonces lo vi. Vi la forma en que me miraba, y todo lo mal estaba
bien otra vez. Él me había tomado con brusquedad, aun así, era en todos los
sentidos, hacer el amor. Habíamos estado normales. Habíamos sido nosotros. Y
cuando me sostuvo entre sus brazos y me habló sobre su poesía de amor, todas mis
preocupaciones por nosotros desaparecieron.
Luego vino la escena. Y todo fue diferente, y una parte de mí quiere decirle
que su idea es estúpida y ridícula y posiblemente no pueda funcionar, pero otra parte
de mí se da cuenta que no tengo otra opción para darle en respuesta. Porque las
cosas tampoco estaban funcionando.
Las lágrimas arden en las esquinas de mis ojos. Sé que Logan está intentando
guiarme a través de esto. Tal vez sea incluso la Estrella del Norte que mi madre me
sugirió que buscara. Quiero decir, espero que lo sea. Lo amo, y quiero estar con él.
Así que tal vez solo necesito hacer lo que él sugiere. Pero ¿cómo puedo, cuando
todo lo que me está sugiriendo me hace sentir peor que antes?
Paso mis brazos alrededor de mi pecho y miro hacia el cielo. Hay niebla.
Típico en esta parte de LA, y apenas vale la pena mirar hacia arriba. Excepto que
cuando lo hago, una estrella cruza a través de la oscuridad. Es hermoso y ardiente y
no muy diferente de cómo mi corazón se siente en este momento. Como si estuviera
ardiendo, y aunque se quema hasta la nada, hay algo increíblemente exquisito en su
caída final en la nada.
Al igual que un tonto caminando a un acantilado.
—¿Pediste un deseo? —pregunta Logan detrás de mí. Envuelve sus brazos
alrededor de mí, su cuerpo caliente y tentador contra el mío. No por primera vez, soy
consciente de cómo el mundo que nos rodea desaparece cuando estoy en su abrazo.
Si pudiéramos vivir de esa manera siempre.
Vuelvo ligeramente la cabeza hacia él y luego miro hacia el cielo.
—Sabes, esa tradición empezó en la antigüedad griega. Ptolomeo solía decir
que eso significaba que los dioses nos miraban y que cuando miraban a través de los
sectores, la materia estrella se deslizaba y eso es lo que veíamos caer por el cielo. Y
ya que nos estaban prestando atención, era presumiblemente un buen momento para
pedir lo que nuestro corazón más desea.
Roza sus labios contra mi sien.
—Pensé que tenía lo que mi corazón más deseaba. Pero dos veces ya, te has
alejado de mí, y no puedo evitar pensar que debería estar deseando esa estrella ahora
mismo por ti.
Duele oírlo decir esa línea porque me doy cuenta lo mucho que me ama, y
cuánto le va a doler cuando diga las cosas que estoy empezando a darme cuenta que
necesito decir.
Así que lo detengo.
—Ni siquiera son estrellas. —Me deslizo fuera de su agarre casualmente,
necesitando distancia de él para mantener mi mente enfocada—. Son partículas de
roca ardiendo al entrar en la atmósfera terrestre. Algunas de ellas son tan pequeñas
que, nos referimos a ellas como polvo. ¿No es gracioso cómo ponemos tanta fe y
confianza en algo tan común y cotidiano?
—Pero, ¿es realmente tan cotidiano? El polvo quizás, pero verlo al momento
en que arde… apuesto a que la mayoría de la gente no se para lo suficiente como
para notarlo. Tal vez la magia está en nosotros tomando el tiempo para verlo. Y
luego tomar el tiempo para expresar lo que realmente queremos.
Sus palabras golpean un acorde melancólico, y me vuelvo hacia él. ¿No es
una especie de magia que logre ver a Logan como lo hago? De maneras comunes
que queman brillantemente cuando están atrapados en el momento correcto. ¿No es
eso lo que tengo de él que nadie más tiene?
Es casi suficiente para enviarme de vuelta a sus brazos, pero luego me mira
con los ojos y susurra:
—Devi… —Y, como sé que está expresando lo que él realmente quiere, sé
que tengo que expresar lo que yo realmente quiero.
—Ya no puedo hacer más películas pornográficas —digo.
Se tensa.
—¿Por qué? ¿Por LaRue? ¿Por Madden?
—Son un poco parte de eso, sí. Pero sobre todo por… —Ti. Esa es la primera
palabra en mi mente, pero pienso en mi corazón y esa estrella que cae y sé que la
verdadera respuesta es—: Por mí. Es por mí.
—No entiendo. ¿No quieres hacer porno hetero? Tal vez podrías volver a las
películas entre chicas.
Hay preocupación en su tono, pero debajo de eso siento optimismo. Está
aliviado al saber que esto no es un problema con nosotros, y ahora probablemente
está asumiendo que esta conversación se centrará en mi carrera.
Y lo hará. Solo que también, hay más.
—Podría hacer eso. Pero… bueno, en primer lugar, es un callejón sin salida si
me quedo con el trabajo que estoy haciendo. No es para pagar mis cuentas y no es lo
que quiero hacer a largo plazo. Permanecer en esto no hace nada para conseguirme
el futuro que quiero para mí. —Me detengo a tragar antes de decirle la siguiente
parte. La parte difícil—. Lo que pasa es que, tú dices que soy buena para dejar mi
corazón fuera de las cosas, y también pensé que lo era. Pensé que era una persona
que entendía cómo separar el trabajo de las emociones. Pero no. No puedo. No
puedo evitar sentirme celosa cada vez que estás con otra persona. Cada vez que vas
a trabajar. Estoy desgarrada y confundida, y ni siquiera puedo pensar bien, porque lo
único que puedo ver son tus manos sobre Bambi…
—No debí hacer que te quedaras y miraras. Eso fue…
Continúo como si no me hubiera interrumpido, pensando en ese terrible tweet
de ayer.
—Y tu boca en Raven.
—Nunca volveré a tener mi boca, ni mis manos en Raven. —Es insistente y
está más que un poco a la defensiva—. Debí haberlo aclarado. Ella y yo terminamos,
y eso significa que no… —Se detiene, una idea se le ocurre—. ¿Se trata del
proyecto que anunció que estoy haciendo con ella? Porque se lo inventó. No voy…
—¿No lo harás? —Durante medio segundo estoy aliviada, pero entonces me
doy cuenta que no es suficiente—. No te preocupes. No importa, ¿no lo ves? Si no
es Raven, es alguien más. Porque eso es lo que haces. Te follas a otras personas para
ganarte la vida, y no puedo lidiar con eso.
Él da medio paso hacia atrás, sus ojos verdes llenos de dolor.
—Así que lo que realmente estás diciendo es que ya no puedes hacer porno
por mí.
—No, Logan. Eso no es lo que estoy diciendo. Ya no puedo hacer porno
porque quiero estar en una relación comprometida con alguien. Quiero estar
enamorada y solo quiero una persona en mi cama. No quiero compartir. No quiero
compartirte. Separar el trabajo y los negocios no va a solucionar eso. No puedo
tener sexo con otras personas cuando estoy enamorada de ti. Tampoco puedo verte
teniendo relaciones sexuales con otras personas.
—¿Quieres que yo…?
Lo interrumpo, ansiosa por asegurarme que entienda que no estoy pidiéndole
lo que piensa que estoy haciendo.
—No. No quiero que renuncies. No quiero que seas nada más que quien eres
porque es de esa persona de quien estoy enamorada. Quiero que seas feliz haciendo
lo que haces… y lo que eres. Y por eso se trata de mí. Yo no estoy feliz contigo
haciendo lo que haces.
Él sacude la cabeza como si rechazara lo que he dicho, una expresión de
certeza clara asentándose en su fuerte rostro atractivo.
—Es porque hemos estado haciendo esto mal. Como dije. Tenemos que
establecer las cosas de manera diferente entre nosotros, y puede funcionar. Sé que
las relaciones pueden funcionar en esta industria.
—¿Sabes esto por tu relación con Raven? Porque, por lo que sé, no funcionó
tan bien.
Inclina la cabeza hacia mí.
—Eso no es justo.
Muerdo el interior de mi labio y suspiro.
—Tienes razón. No es justo. Y esto no tiene nada que ver con Raven o con
cualquier otra relación en esta industria. Tal vez ellos pudieron funcionar. Para
alguien más puede ser. Pero no funciona para mí.
—En realidad no lo hemos intentado demasiado. —Hay una pizca de
molestia en su expresión, pero entiendo que él esté peleando por mí de la mejor
manera que sabe.
Yo también estoy luchando por mí.
—Lo he intentado. Lo he intentado lo suficiente como para saber que solo va
a empeorar de aquí en adelante. Solo va a doler más, mientras más te amo. Y tal vez
podría eventualmente averiguar cómo ser insensible y enterrar esas emociones, pero
francamente, eso no es lo que quiero ser. No es quien quieres que sea.
—Por supuesto que no quiero que seas insensible. No lo serás. ¿Crees que no
es difícil para mí también, cuando te imagino con Bruce Hijo de Puta Madden? Es
horrible. Me vuelve loco. No puedes imaginarte lo mucho que quiero arrancarle los
ojos.
Una chispa de esperanza se enciende dentro de mí.
—¿En serio? —Si se siente de la misma manera, entonces tal vez hay un
futuro para nosotros que no había imaginado antes.
Camina hacia mí, acunando mi mejilla en su mano.
—Sí, en serio. Solo necesito decirte eso más seguido. A eso me refería con
establecer límites. —Frota su pulgar sobre mi labio inferior, enviando escalofríos
por mi espina dorsal—. Y tal vez podemos plantear otras reglas como… —Mira
hacia arriba mientras está pensando, luego hacia mí—. Tal vez podría haber ciertas
palabras que nunca utilicemos con otras personas y tal vez siempre tendremos la
aprobación final de las coestrellas del otro. Luego, podemos encontrar cosas que
nunca hagamos con nadie más y nos aseguraremos que eso es lo que haremos juntos.
Como, nunca dormir con nadie más, sino con el otro, me refiero a dormir de verdad.
Y quiero ser la única persona que te lleve a ver películas de zombi.
Es tan dulce, adorable y seguro, y quiero tanto ser capaz de dejarlo ir y
confiar en su convicción.
—Me encanta que puedas ver una relación desarrollándose así, Logan. —Es
desgarrador decirlo, pero es sincero—. Me da esperanzas de que puedas encontrar a
alguien que comparta esas cosas especiales contigo.
—Ya he encontrado a alguien. —Su voz es tensa, y por primera vez creo que
realmente siente que yo podría estar terminando esto. Mueve su mano para aferrarse
detrás de mi cuello—. Podemos ser así juntos.
Ya estoy sacudiendo la cabeza.
—Esa no soy yo, Logan. No puedo compartir al hombre del que estoy
enamorada. Eso nunca va a cambiar.
—Oh, Cass. Eres tan joven. Tú…
Me aparto de su agarre, mi voz afilada cuando lo interrumpo.
—No digas eso. No me lo digas ahora mismo. No es justo. Sí, soy joven. Pero
eso no significa que no sepa cómo me siento. No significa que no me conozca lo
suficiente como para saber que esto no funciona para mí.
En la oscuridad, es difícil distinguir los detalles de las facciones de Logan,
pero puedo darme cuenta de cuando finalmente lo entiende.
—Devi, ¿estás rompiendo conmigo?
No puedo decirlo. No quiero decirlo. No quiero decirlo de verdad, pero es la
única respuesta. Ahora lo veo. Así que me cruzo de brazos y rompo con Logan
O'Toole con solo un gesto con la cabeza.
Se queda sin aliento como si lo hubiera golpeado. Es el sonido más
desgarrador que he escuchado en mi vida, y tengo la sensación de que no importa
cuánto tiempo viva, nunca lo olvidaré. Es el tipo de sonido que me hace querer ser
una persona diferente a la que soy, me hace querer abandonar mi propia felicidad.
Me hace querer dar un paso adelante y presionar mi boca contra la suya para poder
llevarme con un beso el sonido y el dolor.
Pero no me muevo más que para borrar una lágrima perdida en mi mejilla.
—Voy a volver a la universidad. Había planeado decirte eso hoy. No estoy
segura de lo que voy a estudiar, y ni siquiera estoy segura a qué universidad voy a ir.
He estado mirando algunas. UCLA es todavía una posibilidad, pero estoy
empezando a pensar que necesito salir de California. UT Austin, tal vez. Me
aceptaron allí cuando me presenté en el pasado.
—No tienes que romper conmigo para ir a la universidad, Devi. Te apoyaré
en eso, si eso es lo que quieres. No tienes que quedarte en el negocio para que te
ame. Y no tengo que vivir en Los Ángeles para hacer mi trabajo. Puedo ir a donde
quieras ir.
Mis rodillas casi ceden.
—No digas eso, Logan.
—¿No diga qué? ¿Qué te amo? ¿Qué te apoyo?
Todo eso.
—Si me amaras de verdad, no dirías nada de eso. Me dejarías ir.
—No, lucharía por ti. Te amo, y estoy luchando por ti. Y si tú me amaras, me
dejarías hacerlo.
—¿Has pensado que tal vez el problema es que te amo demasiado? —Con
eso, he expuesto mi mayor temor: que la verdadera razón por la que no puedo
manejar nuestros trabajos y que él pueda es porque yo lo amo más de lo que él me
ama. Antes de que pueda responder, continúo—: Esto no tiene sentido, Logan.
Estamos alargando esto, y ya es doloroso para los dos. Estoy muy agradecida por la
oportunidad que me diste con Star-Crossed. Estoy tan inspirada por tu trabajo y tu
pasión. Y estoy muy honrada de haber tenido la oportunidad de…
Mi voz se quiebra, y me aclaro la garganta.
Pero entonces Logan está sobre mí, una mano detrás de mi cuello, otra
enredada en mi cabello, y no importa si mi voz está funcionando porque ha
capturado mi boca con la suya. Su beso es penetrante y agresivo. Con sus labios y
lengua, él exige, y yo quiero ceder ante él, así que lo hago. Por el espacio de nuestro
beso, lo hago.
Cuando se separa, ambos estamos jadeando.
—No quieres dejarme. No puedes besarme así y querer dejarme.
—No quiero dejarte. —Mi voz es poco más que un susurro—. Pero no puedo
vivir en tu universo, Logan. Si hubiera alguna forma de hacerlo, te prometo que lo
haría.
Apoya su frente contra la mía y cierra los ojos con fuerza.
—No hagas esto, Devi. ¿Qué puedo decir o hacer para que no hagas esto?
Me desgarra por dentro porque se siente como si me estuviera pidiendo que
responda honestamente, y quiero hacerlo. Tanto. Quiero decirle que la solución ya lo
está mirando a la cara. De la misma manera que me pidió que “haga porno” con él
hace todas esas semanas atrás, quiero alegar: “No hagas porno conmigo”. No hagas
porno. Solo quédate conmigo.
Pero sé mejor que nadie que si él no ve esa respuesta, es porque él no quiere.
Y no es algo que alguna vez le pediré que haga. No soy tan egoísta como Casiopea
para creer que daría a Logan una vida más hermosa que la que él tiene, sin importar
cuánto desearía que fuera verdad.
—Tengo que irme —digo, empujándome fuera de sus brazos. No mires hacia
atrás, me digo, mientras me dirijo a través de la puerta abierta de la zona de la
piscina hasta mi auto.
—¿Devi?
A pesar de mi autodeterminación, me vuelvo. Porque no puedo no darme la
vuelta cuando dice mi nombre.
—Deberías estudiar las estrellas.
Por un segundo creo que está siendo sarcástico. Como si se estuviera
refiriendo a sí mismo, una estrella porno. Como si estuviera sugiriendo que estudié
otra celebridad porno de la misma forma en que lo estudié a él.
Pero él mira hacia arriba, señalando al cielo con los ojos.
Oh. Estrellas.
—Sí. Tal vez sea eso lo que haga.
Esta vez cuando me vuelvo a ir, no miro hacia atrás. No me detengo. Salgo
ciegamente del acantilado hacia la oscuridad como la tonta que soy, y espero,
finalmente, aterrizar en terreno sólido.
Traducido por ZoeAngelikal y Camii.beelen

Corregido por LizC

asi lo hago. Casi le permito alejarse de mí. Porque estoy tan aturdido.

C
alejarse?
Porque estoy tan herido. Porque todavía puedo saborear el fuego y el
calor de su beso, y ¿cómo puede besarme así y luego simplemente

Pero mis pies se mueven antes que mi mente, y estoy pasando la puerta del
garaje justo cuando ella cierra la puerta de su viejo VW Bug. Arranca el motor, pero
deja el auto en espera cuando corro hacia ella.
Baja la ventana, y en su joven rostro hay una expresión de dolor tan
conmovedora que apenas puedo mirarla.
—Estás dolida —digo, poniendo mis manos encima del marco de la ventana
para poder inclinarme y verla mejor—. Y yo estoy dolido. Devi, no tiene que ser así;
no tenemos que estar dolidos en este momento. Entra conmigo, y hablemos.
Resolvamos esto.
—No hay nada más que resolver —dice en voz baja—. No puedo estar
contigo cuando tú no puedes estar solo conmigo.
Golpeo las manos contra el marco de la ventana, agitando el diminuto auto y
haciéndola saltar. La ira como ácido caliente llena mis palabras cuando hablo:
—¡Sabes que no es así! Mi corazón estaría solo contigo, entonces, ¿por qué
demonios importa dónde está mi polla?
—A mí me importa —responde, su voz tiembla ligeramente.
Todavía estoy furioso, mis manos se cierran sobre el marco ahora, y quiero
despedazar este auto, remache a remache, hasta que acepte quedarse.
—Sabías en lo que te estabas metiendo —la acuso—. Sabías exactamente lo
que significaría salir con una estrella porno. ¡No está bien que ahora cambies de
parecer!
Lágrimas se quedan atrapadas en sus pestañas cuando niega con la cabeza.
—Ya no puedo estar en este mundo del porno, Logan. No puedo estar en tu
mundo.
—Es nuestro mundo —insisto, sus lágrimas están derritiendo mi ira en un
desordenado y culpable arrepentimiento—. Ambos vivimos en él, y a ambos
amamos hacer porno.
—No, tú amas hacer porno. —Toma aliento—. Y ese es el por qué nunca te
pediría que lo dejes. Te quiero tal y como eres, y parte de quién eres es el porno.
Hacer lo que amas. ¿Crees que soy tan cruel como para pedirte que lo dejes?
—Pero…
Sin embargo, no tengo nada que siga a esa palabra. Solo sé que tengo que
luchar contra esto, pelear por esto, salvar algo, lo que sea, porque Devi es lo que no
me puedo permitir perder…
Salvo que tiene razón. Tampoco puedo permitirme perder lo que amo. Si no
soy Logan O'Toole, Estrella del Porno de Fama Mundial, entonces ¿quién soy?
—Nunca se me ocurrió —termino patéticamente—, que alguien quisiera que
dejase el porno. Que el porno sería un problema. Pensé que ambos estábamos en la
misma página. Pensé que ambos nos amábamos.
Finalmente, una lágrima corre por su mejilla, un destello descendiendo por su
rostro.
—Yo te amo. Más de lo que tú me amas, y es por eso que me tengo que ir y
el por qué me estoy yendo sin pedirte que vengas conmigo. Adiós, Logan.
Pone el auto marcha atrás, y tengo que retroceder para que no me pise los
pies. Y no es hasta que sus luces traseras desaparecen por la esquina al final de la
calle que consigo susurrar:
—Adiós.
Destrozado.
Estoy jodidamente destrozado.
El ángel bueno sobre mi hombro me dice que no la llame, que le dé espacio y
tiempo, porque lo necesita y lo ha pedido, y si invado su espacio mental y
emocional, entonces estoy violando su consentimiento de algún modo, y no quiero
hacer eso.
Por otro lado, Devi Dare acaba de romper conmigo, y estoy prácticamente
histérico con miseria traicionada. Consigo aguantar hasta las dos de la madrugada
antes de llamarla, pero la llamada va directamente al buzón de voz. Como si el
teléfono estuviese apagado.
La llamo tres veces más para asegurarme, y luego dejo un mensaje.
—Devi —digo, aclarándome la garganta porque su nombre es la primera
palabra que he dicho en horas y mi voz está ronca por haber llorado—. Por favor
devuélveme la llamada. Por favor.
Después de eso, finalmente salgo de mi cama y busco mi colección de whisky
escocés. Pero después de servirme un vaso, apenas puedo forzarme a dar un trago.
No quiero estar borracho ahora mismo. Puede que no quiera volver a estar borracho
nunca más, porque significaría adormecerme de la realidad, y no puedo engañar ni
un segundo a este dolor. No quiero; si este dolor es todo lo que me queda de Devi,
me aferraré a él tan fuerte como me sea posible. No deshonraré el recuerdo de la
perfección de lo que teníamos al ahogarme a mí mismo en la amnesia.
Así que bajo la bebida y saco mi teléfono, no para llamar otra vez a Devi,
aunque quiero, sino para ver el video que le hice en mi piscina hace unas semanas. Y
la veo nadando una y otra vez, su cabello y su cuerpo en el agua, y me quedo
dormido en el sofá de ese modo.
Solo. Con el teléfono en la mano y el corazón en la garganta.
Me despierto, no resacoso, no exhausto, sino aturdido a pesar de todo. Está
ese extraño, momento a la deriva entre abrir los ojos y recordar, un momento en que
siento como si algo malo ha pasado, pero no puedo recordar qué. Cuando finalmente
recuerdo las lágrimas de Devi y sus terribles e inciertas (¿se da cuenta cuán
inciertas?) palabras, Te amo, más de lo que tú me amas, y es por eso que debo irme,
me siento destruido otra vez.
La vuelvo a llamar más veces, y le mando textos y más textos, porque, ¿cómo
puede pensar que me ama más de lo que yo la amo? Pero también, ¿cómo puede
pensar en dejar el porno? Le escribo largos monólogos internos de pensamientos,
acerca de cuánto la amo, cuánto la extraño ya, todas las cosas que haría para
demostrárselo, pero nunca me responde.
Por suerte, no tengo ninguna escena programada para hoy, así que conduzco
todo el camino hacia El Segundo para verla. No debería estar sorprendido cuando no
la encuentro allí, pero de todos modos me siento devastado, y me quedo esperando
en el porche para cuando venga a casa. El sol de otoño se alza con fuerza y fervor, y
me pongo sudoroso e incómodo, pero no me importa. Quiero sufrir. Quiero sufrir
por ella.
Aunque nunca viene a casa. Somos solamente mis pensamientos desdichados
y yo, hasta que el sol se oculta en el océano, y el cielo se atenúa en naranjas y rosas.
Y ahí es cuando el antiguo Volvo aparece por el camino. Un bajo y fornido
hombre mayor con un bigote negro y una cabeza llena de grueso cabello negro sale
del auto y rodea el auto para abrirle la puerta a la mujer que hay en el interior. La
reconozco enseguida.
Es la madre de Devi.
La pareja viene hacia la puerta y yo me pongo de pie, frotando mis manos
sudorosas en mis jeans y tendiéndole la mano a la señora Jones-Daryani. La ignora y
me empuja en un abrazo, uno fuerte. Por algún motivo eso me hace querer volver a
llorar, pero me las arreglo para mantenerme firme.
—Hola Logan —dice y se aleja—. Es muy bueno volver a verte. Este es mi
marido, Davud Daryani.
—Hola señora Jones-Daryani. Es un gusto conocerle señor Daryani —saludo
en respuesta. Miro hacia el auto esperanzado, incluso cuando sé que está vacío—.
¿Devi va a venir o…?
Sue me da una sonrisa apenada.
—Hemos venido a por algo de ropa para ella. Se va a quedar con nosotros por
un tiempo.
Quiero preguntarles dónde viven, si puedo ir con ellos, pero incluso en mi
estado desesperado, sé que sería cruzar la línea. Así que no lo hago. Solo miro al
suelo e intento no llorar en frente de los padres de Devi.
—Davud —dice Sue suavemente—, ¿por qué no entras y agarras un par de
cosas para nuestra boombalee? Quiero hablar con Logan un minuto.
Davud asiente, y antes de entrar, apoya una mano en mi hombro. Debería
sentirse extraño, el padre de la chica que me acaba de dejar tocándome así, pero no
lo hace. En su lugar, me siento un poco más fuerte, con la cabeza un poco más
despejada, como si me hubiese transmitido perspectiva y sabiduría a través de la
piel. Y entonces me da unos golpecitos en el hombro y abre la puerta del
apartamento, entrando y dejándonos a Sue y a mí en el porche.
Y entonces la comprensión me golpea, me golpea con fuerza.
Esta es la vida real. Estos son los padres de Devi recogiendo sus cosas y esta
es Devi contestando a su teléfono, y este soy yo con el corazón roto por segunda vez
este año, salvo que esta vez es jodidamente peor.
Devi y yo realmente hemos terminado.
Me vuelvo a sentar en el porche y pongo la cabeza entre las manos, y siento a
Sue sentándose a mi lado, unos sonidos musicales viniendo de sus brazaletes y
tobilleras cuando lo hace.
—Logan —dice, poniendo una mano en mi espalda. Y de nuevo, debería
sentirse raro ser confortado por los padres de mi ex novia, pero por algún motivo no
lo es—. Va a estar bien.
—Lo jodí —digo con tristeza—. Lo jodí todo.
—Devi nos contó que tú no hiciste nada mal —me consuela Sue—. Para ella
el porno no es lo correcto. Hay una diferencia.
—Pensé que estaba haciendo lo correcto —digo, todavía mirando al suelo—.
Lo correcto para ambos. Estaba intentando ser más como ella, más lógico y
cuidadoso, pensé que podíamos hacer que funcionara. Tenernos al otro y tener el
porno al mismo tiempo.
—Déjame preguntarte algo —dice Sue—. En el fondo, ¿es eso lo que quieres
en realidad? ¿Tenerlos a ambos?
—El porno es toda mi vida —digo a la defensiva—. Pagó ese auto y mi casa
y mi 401k. Es lo único que conozco.
—Eso no es lo que pregunté —contraataca Sue gentilmente—. Pregunté lo
que querías. Suponte que Devi hubiese estado dispuesta a quedarse, dispuesta a
seguir haciendo porno. ¿Es eso lo que te habría hecho feliz al final?
Sí, por supuesto, quiero soltar en respuesta, pero la respuesta es automática y
practicada. Porque el porno era mi vida entera, hasta que conocí a Devi, y ahora
quiero que mi vida sea más que mi trabajo, sin importar lo increíble que sea mi
trabajo. Y también sé que la razón por la que estoy ahora mismo a la defensiva es
porque finalmente tengo que enfrentarme a todas esas preguntas agobiantes de
frente, después de estarlas evitando durante semanas, mirar a esas preguntas y luego
mirar a las respuestas que en el fondo ya sé. Las respuestas que empecé a
comprender la primera vez que Devi y yo hicimos el amor sin la cámara.
Que tal vez podría solo querer a Devi.
Que la quiero de un modo en el que nunca antes he amado a nadie.
Que quiero entregarme a ella por completo. Yo, al completo. Queriendo
decir que no me entrego a nadie más.
Sue me vuelve a dar unos golpecitos en el hombro.
—Tu chakra corazón y cabeza ahora son más fuertes que antes, Logan, lo que
significa que estás creciendo y aprendiendo. Pero no hay crecimiento que no venga
sin sacrificio.
Y entonces besa mi mejilla y se mete en el apartamento.
Sé que quieres oír que dejé de hacer porno el mismo día, que lo dejé y me
dediqué al celibato de inmediato, pero eso no es lo que pasó. En su lugar, las
palabras que Sue me dijo solo se liberaron gradualmente en una epifanía. Y mientras
se liberaban, continué mi vida como antes sin pensar e insensible.
Bueno, no completamente como antes.
Renuncio a beber por completo, enviando a Tanner a casa con mi magnífica
colección de whisky una tarde. Dejo de publicar en las redes sociales, porque estoy
cansado de fingir una jovial felicidad que nunca volveré a tener, y también todo lo
que quiero hacer es mirar fijamente las intervenciones de Devi, esperando un solo
post, un solo tweet, una selfie. Cualquier cosa para sacarle sentido a algo. Pero no
hay nada, ni de ella ni sobre ella. Cuando Raven me dejó, Twitter y Tumblr
explotaron con gente charlando sobre ello, lamentándose, y sin embargo después de
que Devi me dejara, el maldito amor de mi vida, hay un completo silencio sobre eso
en Internet, porque nadie lo sabía. Solo fueron dos meses. Y fueron los mejores dos
meses de mi vida.
Dejo de salir, dejo de hablar con amigos. Paso mi tiempo libre leyendo mi
colección de poesía y leyendo La Guía Completa del Idiota a la Astronomía, porque
leer sobre el espacio y las estrellas hace que me sienta más cerca de Devi.
Dejo de enviarle mensajes de texto y de llamarla, pero no dejo de esperar que
el teléfono suene. Aunque nunca lo hace.
Filmo dos escenas más después de que Devi rompa conmigo. La primera es
con una actriz llamada Candi Hart y la segunda es con Ginger. Me siento ansioso y
vacío después de ambas, a pesar de que Tanner me dice que son algunas de las
mejores escenas que jamás he filmado.
—Estás tan jodidamente concentrado últimamente —dice él, mientras Ginger
y yo nos limpiamos después de nuestra escena—. Maldición, fuiste intenso.
Me encojo de hombros, porque ¿qué puedo decir? ¿Qué tengo que disociarme
completamente de toda emoción y pensamiento para hacer las escenas? ¿Qué estoy
disgustado conmigo mismo mientras me follo a otras mujeres, mientras me corro por
ellas, porque Devi es la única mujer a la que quiero tocar ahora?
Después de que Tanner se vaya, subo a mi despacho. Ha pasado una semana
desde que Devi me dejó, y me he convertido en una versión hueca de mí mismo.
Incluso editar y escribir mis monólogos es una tarea terrible, y la peor tarea de todas
es terminar las ediciones de la última escena de Star-Crossed porque todo lo que
hace es recordarme la angustia que vino después de que la cámara se apagara. Cada
imagen suya en la escena, cada tirón de su boca, puedo ver su confusión y dolor tan
claramente ahora. ¿Qué tan jodido egoísta y arrogante fui que no lo había visto
antes?
Solo puedo ver algunos minutos de las escenas antes de que el dolor y la
culpa amenacen con engullirme, y tenga que apagarlo. Editaré mi escena con Ginger
de hoy, en su lugar.
Excepto que no puedo.
Conecto el disco duro externo en el que Tanner guardó la filmación, y al
minuto en que la abro, sé que no puedo hacerlo. Incluso solo la imagen fija de mí
acunando la cara de Ginger del principio me hace encoger, porque es algo que solía
hacer con Devi.
No. Es más que eso. Lo hice con Devi porque lo hago con casi todas las
chicas con las que trabajo. Ese movimiento nunca perteneció solo a Devi y a mí,
siempre perteneció a mí y a los cientos de otras chicas con las que he trabajado.
No puedo explicarme exactamente por qué esto me molesta tanto en este
momento, pero lo hace. Intento obligarme a mirar más allá y presionar play, pero la
escena en movimiento es aún peor, incluso cuando trato de avanzar rápidamente
hacia las partes menos personales. Pero viendo mi cuerpo presionado contra el de
Ginger, mis manos ásperas en sus tetas a medida que la follo, hace que se me
revuelva el estómago con vergüenza. No vergüenza puritana y anti-sexo, no estoy
avergonzado de tener sexo o hacer pornografía, sino una vergüenza profundamente
personal, como si hubiera traicionado mucho más que a Devi filmando esas dos
escenas después de que ella se fuera. Como si me hubiera traicionado a mí mismo.
Lo que debería ser un pensamiento ridículo. ¿Cómo podría estar traicionando
cualquier cosa o a alguien simplemente haciendo mi trabajo? Intento recordar todas
las cosas que he dicho antes. Es solo un trabajo. Es solo sexo. Pero ya no se sienten
auténticas.
Cierro las filmaciones y camino nervioso alrededor de mi oficina, pasando
mis manos por mi cabello. No tiene ningún sentido para mí, ninguna parte de mi
vida en este momento. Estoy arruinado, emocionalmente, mentalmente y
espiritualmente, pero todavía puedo endurecerme por otras mujeres, todavía puedo
correrme por ellas. ¿Cómo es eso? ¿Es porque, como le dije a Tanner todas esas
semanas atrás, las estrellas porno tienen un concepto más evolucionado del amor y
pueden separarlo del sexo? ¿O es porque soy un hombre, y los hombres están
conectados a follar indiscriminadamente?
No, no creo que sea eso tampoco, y no solo porque Tanner despotricaría
durante horas sobre el esencialismo de género, si le dijera que había considerado eso
último como una razón.
No, lo que creo es que tal vez me he estado haciendo la pregunta equivocada
a mí mismo, no cómo todavía puedo follar a otras mujeres, sino por qué.
Tal vez hombres y mujeres no están naturalmente conectados para ser
monógamos, tal vez cualquier persona puede apagar su cerebro y su corazón, y dejar
que sus cuerpos respondan a los estímulos presentados. Pero tal vez eso es lo que
hace que las relaciones sean diferentes. Y especiales. Quizás es por eso que la gente
ha renunciado a sus libertades sexuales durante los últimos milenios para unirse a
otra persona. Porque es el sacrificio, la continua y repetida elección de una persona
sobre todas las demás en el mundo, lo que hace que una relación se mantenga aparte,
lo que hace a una relación significativa, rara y única.
Así que la verdadera pregunta es: ¿por qué decido compartirme con otras
mujeres cuando solo quiero compartirme con Devi? ¿Por qué hago este trabajo
cuando significa luchar contra un corazón que solo quiere dedicarse a una mujer y
solo a una mujer?
No sé si es correcto cambiar por alguien que amas, pero sé que es correcto
cambiar por ti mismo, si eso es lo que quieres. Pero ¿es lo que realmente quiero?
Devi es tan joven, todavía tan llena de energía y oportunidades, y es fácil para ella
cambiar de dirección y comenzar una nueva vida. Pero ¿cómo puedo alejarme de
algo en lo que soy bueno, que me hace ganar mucho dinero, sin tener nada seguro en
mi futuro? ¿Y si renuncio a todo por ella y ya no me quiere?
Me siento de nuevo en mi silla de oficina y miro al tablón de anuncios de mi
escritorio. Está principalmente cubierto con recibos de impuestos y notas Post-It,
pero he colocado algo más en el medio, la carta de Tarot El Colgado de mi lectura
con Madame Psuka. Lo puse allí como un recuerdo de mi primera cita real con Devi,
pero ahora parece más que un recordatorio. Es un llamado a la acción.
No hay crecimiento sin sacrificio, dijo Sue, y ¿no es eso exactamente lo que
Devi y la psíquica intentaron explicarme de la carta? ¿Que El Colgado representaba
el sacrificio y el sufrimiento sin la garantía de una recompensa, porque la sabiduría
adquirida a través de la experiencia sería su propia recompensa?
¿Qué sacrificaría? ¿Y qué ganaría?
Podría dejar el porno, pienso.
Es la primera vez que he permitido que el pensamiento tome forma, que se
establezca en palabras, a pesar de que ha estado arrastrándose por los márgenes de
mi conciencia durante semanas.
Me permito decirlo en voz alta, solo para probarlo.
—Podría dejar el porno.
Nada dramático sucede. No es como si un halo descendiera del cielo y me
coronara, no es como si mi oficina estuviera inundada de luz dorada y el sonido de
ángeles cantando. Y no me siento como si estuviera colgando de un árbol al estilo El
Colgado, ciertamente.
Pero las palabras están dichas ahora y la idea es real, y ahora está flotando en
la oficina como una niebla invisible, haciendo el aire grueso y frío. Nunca lo sentí
como una opción real antes, ni siquiera parecía un camino posible, porque me
encantaba hacerlo, porque era toda mi vida. Pero ahora está ahí, haciéndome señas,
desplegándose como las nuevas hojas de la primavera. Podría dejar de hacer
pornografía. Podría dejar de ser Logan O'Toole, estrella porno, y volver a mi
nombre de nacimiento, volver a los sueños que solía tener. Ir a la universidad, hacer
películas.
No es tan fácil, me doy cuenta sintiendo mi estómago hundiéndose y echando
una mirada alrededor de mi oficina. El equipamiento de la cámara se esparce por la
habitación, los contratos inacabados se acumulan en mi escritorio, los viejos
formularios de impuestos se amontonan contra la pared del fondo como un montón
de hojas rojas y blancas. En mi bandeja de entrada del correo electrónico hay
prácticamente miles de correos electrónicos sin contestar, proyectos y escenas que
están en todas las etapas imaginables, paneles de convenciones en las que he
accedido a estar, artículos en los que he acordado entrevistarme. Vivo tan
profundamente dentro de mi propia vida, y hay demasiados hilos que pasan a través
de ella. Amarrar cada extremo suelto llevaría meses, y la idea de todo ese trabajo me
hace sentirme agotado y exhausto. Sería más fácil cortar y correr… o simplemente
quedarse. Quedarse y no cambiar nada.
Me levanto y salgo de mi oficina, tratando de alejarme de mis pensamientos.
Me doy un baño en la piscina, arreglo mi cocina. Conduzco a la casa de mis padres y
les ayudo a empacar algunas cosas para su mudanza a Portland, y mientras lo hago,
las cosas empiezan lentamente a ponerse en su lugar.
Su embalaje no es fácil, y hay momentos en que atrapamos a mamá mirando
el patio trasero con una mirada en su rostro que sugiere que está repitiendo
mentalmente todos esos momentos sensibleros de mi infancia a los que a los padres
les gusta aferrarse. Hay momentos en los que atrapo a papá frotando su mandíbula y
quedándose parado en el medio de una habitación, solo mirando. Ellos están dejando
tanto atrás, una vida entera de recuerdos y momentos que nos convirtieron en una
familia, pero todavía lo están haciendo y hacen estos grandes cambios porque tienen
fe. Al igual que El Colgado, saben que el sacrificio valdrá la pena.
Cuando llego a casa esa noche, lo primero que hago es llamar a Tanner y
contarle todo, desde el momento en que Devi y yo saltamos en una piscina juntos en
lo de Vida hasta ella dejándome la semana pasada, y le cuento lo que he estado
pensando sobre hoy. En su mayor parte escucha en silencio, solo hablando cuando
mis divagaciones finalmente llegan a su fin.
—Entonces, ¿ahora piensas que es malo hacer pornografía? —pregunta. No
hay juicio o expectativa en su tono, pero todavía me apresuro a contestar para que no
tenga la idea equivocada.
—No creo que esté mal. Estoy bastante seguro que nunca lo pensaré… aún
me encanta, y no me arrepiento de haberlo hecho ni por un minuto. Pero creo que tal
vez aunque no está mal, ya no es correcto para mí. Creo que quiero algo más.
Tanner se queda callado por un momento.
—¿Y qué es lo siguiente?
—No lo sé. —Uso la palma de mi mano para frotarme la frente—. Supongo
que la primera cosa es decidir si realmente quiero hacer esto. Si en serio quiero dejar
el porno.
—Porque no hay ninguna garantía de que Devi te acepte de vuelta —señala
Tanner—. Así que si haces esto, entonces necesitas estar bien con ese resultado.
Pienso en todos esos momentos de mi vida en los que he sentido ese gran
sentimiento, donde he sentido una sensación de visión, propósito y voluntad
creativa. Como un niño y como un adulto, por mí mismo y con Devi.
—Estaría mintiendo si dijera que no estoy haciendo esto por ella —admito—,
pero también lo estoy haciendo por mí. Cuando me pregunto lo que realmente quiero
para mi vida, ya no puedo encontrar una respuesta real, y creo que eso, en sí mismo
es razón suficiente para cambiar.
—Solo dime lo que necesitas y haré todo lo posible para ayudar —dice
Tanner, y me gustaría poder darle un abrazo gigante por teléfono. Pero no puedo, así
que me aclaro la garganta, encuentro un lápiz y un poco de papel, y empezamos a
planear el final de Logan O'Toole, estrella porno.
Al final, me lleva un par de meses. Hacerlo bien (terminando todos mis
proyectos y contratos profesionalmente y amistosamente) es mucho más difícil que
solo hacer las maletas y dejar la ciudad. Pero dejarlo a medias habría sido algo que
una versión más vieja de mí mismo habría hecho: el impulsivo y emotivo Logan que
solo quería amor, romance y conexión. Habría perseguido implacablemente a Devi,
habría estado colmándola con orgasmos, regalos y diciendo jódete a todo lo demás.
Y en un momento, pensé que tenía que dejar a ese tipo emocional detrás para
ser el mejor novio que podía para Devi, que necesitaba ser analítico y lógico e
incluso un poco insensible para mantener nuestra relación fuerte. Pero ahora sé lo
que Devi ya sabía: que no es la emoción versus el intelecto o la cabeza contra el
corazón. Son ambas, complementando y equilibrando y todo al mismo tiempo. Devi,
mi Devi, era la más sabia de nosotros dos, a pesar de su inexperiencia y edad.
No puedo cambiar lo que, o quién, he sido. Pero puedo cambiar lo que voy a
hacer. Y así, en vez de apagar mis sentimientos o hacer una serie de precipitadas e
impetuosas decisiones, estoy decidido a que la próxima vez que vea a mi Cass, habré
usado mi amor por ella para tomar inteligentes y decididos pasos hacia adelante a
una vida diferente y mejor.
Voy a demostrarle que el hombre que conocía ha vuelto por ella, y esta vez
no va a ir a ninguna parte.
Traducido por LizC y Jeyly Carstairs

Corregido por Masi

ueron veintisiete horas de trabajo —dice mi madre a través del

-F teléfono—. Los dos estamos agotados. Pero entonces al final, un


niño hermoso.
Ha pasado los últimos diez minutos contándome los detalles de ella y el
último parto de Baba, y parece que he pasado veintisiete horas escuchando. Es
cierto, solo he estado prestando atención a medias, insertando los “ajá” y “oh, guau”
cuando se consideraba apropiado, mientras corría por mi apartamento preparándome
para las clases.
—Tu padre ni siquiera subió las escaleras. Se desmayó en el sofá. No sé
cómo estoy hablando contigo ahora mismo, apenas puedo pensar correctamente.
—Deberías estar en la cama. Puedo charlar contigo más tarde. —Con mi
teléfono en una mano, me paso los dedos por el cabello y me echo un último vistazo
en el espejo de mi cuarto de baño. Dios, me veo cansada, pero he estado cansada
durante los últimos cuatro meses. No recuerdo la última vez que dormí bien, la
última vez que no desperté soñando con Logan.
Por supuesto, probablemente ayudaría si no me durmiera viendo un video de
nosotros todas las noches. A veces ni siquiera me masturbo mientras miro. Nunca
alivia completamente el nudo de tensión interno cuando lo hago, y por lo general me
deja sintiéndome más miserable que cuando empecé. Pero me gusta escuchar su voz
por última vez antes de cerrar los ojos. Me gusta recordar lo que se sintió estar con
él.
Es un poco patético, de verdad. Sé que no puedo vivir como Majnun para
siempre. Eventualmente, tengo que seguir adelante. De lo contrario, ¿por qué rompí
con él? Nada ha cambiado. Su trabajo sigue siendo dormir con otras mujeres. Y yo
sigo siendo miserable.
Bueno, no completamente miserable. Tengo la universidad.
Mi madre rechaza mi invitación para hablar más tarde.
—No podía escaparme hoy. ¿Estás emocionada? ¿Nerviosa? ¿Preparaste algo
de esa mezcla relajante de té que te envié?
He estado en Austin durante dos semanas, arreglando mi apartamento e
instalándome. Ayer, fui a una nueva orientación estudiantil y un seminario de ayuda
financiera, y me formé durante un par de horas para mi trabajo en la oficina del
administrador. Entonces me reuní con mi consejero. Hoy empiezan las clases, y
aunque me siento un poco no preparada para lo que está por venir, me siento segura
que estoy haciendo lo correcto. El programa de pregrado de astronomía es uno de
los mejores en los Estados Unidos, y mis gastos básicos son mucho más asequibles
que en California.
—Estoy emocionada y nerviosa —le digo a mi madre—, y el té es excelente.
—Estoy bebiendo café en este momento, pero no me molesto en hacerle saber eso.
Y si así es como me veo después de una taza fuerte del brebaje, entonces las
bolsas bajo mis ojos probablemente no van a ir a ninguna parte. Apago la luz del
baño y me dirijo a mi dormitorio a buscar mis chanclas.
—Nerviosismo y emoción son dos caras de la misma moneda. Rara vez se
puede tener una sin la otra.
—No conozco esa cita. ¿De quién es?
—Mía —dice tímidamente—. ¿Ves? Puedo decir algo útil de vez en cuando.
Sonrío orgullosamente, aunque ella no puede verme.
—Siempre dices algo útil, mamá. No siempre es lo que quiero oír. —
Arrodillándome, me estiro para recuperar el zapato que había terminado debajo de
mi cama.
—Un buen consejo nunca lo es. Hablando de eso, hagamos tu lectura de
Tarot antes de tener demasiado sueño para interpretar tu mensaje. Tengo la
sensación de que hoy va a ser una lectura importante. —Todos los días desde que
me fui, mi madre ha llamado para leerme una carta de Tarot. Esa es su excusa, de
todos modos. En serio, creo que me echa de menos.
—¡La sota de bastos! —exclama—. Sabía que hoy era uno bueno. Va a haber
un chico. —Ambas sabemos que cuándo ella dice “un chico” en realidad quiere
decir “Logan”. Desde que ella lo vio el día que fue a recoger mi ropa de mi
apartamento por mí, ha estado convencida de que él volverá a aparecer en mi vida
otra vez. Él está madurando, ya lo verás, dice siempre que consigue la oportunidad.
Pero esa es mi madre. Ve lo bueno de la gente. Me gustaría creer que es una
cualidad que heredé de ella. Pero también soy práctica. Y aunque pienso que Logan
probablemente está en un viaje de crecimiento, porque, ¿quién no? No puedo
detener mi vida mientras él lo toma.
Tengo mucho en qué enfocarme ahora mismo para abordar el tema de Logan,
así que ignoro al elefante y digo:
—Sí, mamá. Es mi primer día. Probablemente habrá muchos chicos.
—Bueno, un chico en particular va a ser importante. Tal vez te traiga buenas
noticias.
Mi madre olvida que conozco el Tarot casi tan bien como ella. Aunque la
carta de la sota de bastos puede significar un mensajero o un hombre creativo,
también es muy parecido a la carta del tonto. Es más probable que mi lectura
represente el nuevo camino en el que estoy, mi nuevo comienzo.
Pero no contradigo la interpretación de mi madre.
—Oh, yupi. Espero que eso significa que mi ayuda financiera finalmente
caerá en mi cuenta.
—¿Aún no lo ha hecho? ¿Necesitas dinero, boombalee?
—No, no. Estoy bien. —Los préstamos estudiantiles y mi trabajo a tiempo
parcial en la oficina del tesorero pagarán mi matrícula. Los ingresos de Star-Crossed
pagaron los gastos básicos de mi vida y todos mis libros de texto. El primer episodio
fue lanzado hace dos meses y actualmente es el número uno de los espectáculos más
vistos de Lelie. La respuesta crítica ha sido tan increíble y los informes preliminares
que muestran el índices de observadores no porno es fuerte.
Estoy orgullosa de eso. Orgullosa de Logan. No me sorprendería si obtiene
un premio o dos por el programa de AVN. Si es nominado, tal vez asistiría a la
ceremonia. Seguramente, para entonces estaría lista para verlo de nuevo.
Hasta ahora han pasado cuatro meses. Cuatro largos y solitarios meses.
—No seas orgullosa, Devi. “Cuando estás…”
La interrumpo antes de que pueda terminar su cita de Buda.
—No estoy siendo orgullosa, mamá. Tengo suficiente dinero.
—Bien. Pero puedo hacer un Reiki a distancia para manifestar fortuna para ti
si lo necesitas. Solo avísame.
—Sí. Lo haré. —Apoyo el teléfono en mi hombro con mi mejilla mientras
meto mis libros de física en mi bolso—. Oye, tengo que ir a clase ahora. Hablamos
mañana, ¿de acuerdo?
Colgamos y me tomo un minuto para hacer una meditación centrada (otra
herramienta útil que he recibido de mi madre) y luego salgo al primer día en mi
nuevo mundo.
¿Extraño hacer porno?
La respuesta corta es que echo de menos el dinero. (Era un buen dinero para
no trabajar mucho. Podría cubrir el estipendio mensual por mi trabajo en el campus
con una sola escena).
La respuesta larga es que extraño hacer porno con Logan.
Es una respuesta larga porque tendría que entrar en todos los detalles de
cómo, en mi mente, ya no existen de forma separada. Incluso la pornografía chica-
chica me recuerda a Logan. No porque me observara ese día con Kendi, sino porque
el sexo en general ahora está contaminado por él. Logan hizo que el sexo fuera
mejor. Lo hizo que todo fuera así para mí, y no solo una parte de mí. No solo mi
cuerpo y lo que podía hacer. Hizo del sexo una experiencia completa. Ahora no
puedo volver a cómo era antes. Es como si hubiera pasado toda mi vida bebiendo
leche descremada, y aunque me gustara, no tenía ni idea de lo que me faltaba hasta
que bebí leche entera. Estoy segura que cambiará algún día, que disfrutaré del sexo y
la pornografía de nuevo más plenamente después de tiempo y distancia. Después de
que me enamore y tenga sexo con alguien más.
Pero incluso cuando cambie, no creo que pueda volver a hacer el tipo de
películas eróticas que estaba haciendo. Ya ni siquiera tengo un agente para ello. De
vuelta cuando decidí dejar a Logan, cuando decidí volver a la universidad, terminé
algunas asignaciones y despedí educadamente a mi agente. No estoy segura si
hubiera tenido problemas para encontrar más trabajo después de que LaRue
amenazara con arruinarme, pero supongo que eso no habría sido el problema que
temía, ya que ni siquiera vino tras de mí por los ingresos perdidos. Como él dijo que
haría. Realmente no quería mi dinero. Él quería que abriera mis piernas para sus
películas.
Hablando de gente que quería que yo abra mis piernas, hice una queja formal
sobre Bruce Madden al Comité de Defensa de los Actores Porno. No es que sirviera
para mucho. Aún se le ofrecen puestos de trabajo y el CDAP no ha realizado
ninguna investigación formal. Lamentablemente, las mujeres no tienen mucha voz
en la industria, sorpresa, sorpresa. Al menos yo hice mi parte.
Logan también hizo su parte. A pesar de que es demasiado doloroso ver sus
vídeos con otras mujeres, todavía visito su sitio web de vez en cuando para leer su
blog y ver más sobre Star-Crossed. Un día, un mes después de la última vez que lo
vi, había escrito una entrada en el blog sobre Bruce y sobre lo que le había hecho a
las mujeres con las que trabajaba. Aparentemente había otras víctimas aparte de mí.
Logan hizo su investigación y reunió una idea muy detallada sobre el “hijo de puta”,
como él lo llama. No estoy cerca de nadie que conozca esas cosas, pero basándome
en los comentarios de la entrada del blog, sospecho que Bruce está teniendo
problemas para conseguir grandes estrellas que quieran trabajar con él ahora. Tengo
que ser honesta, eso me hace sentir muy resarcida.
También me hace sentir patética y melancólica por Logan, porque (a) ¿qué no
lo hace? Y (b) sé que él habló por mí. Es la prueba de que él realmente me ama, pero
nunca cuestioné eso.
Logan es la verdadera razón por la que no puedo volver a hacer pornografía
nunca más.
Si lo intentara, me pondría en la misma situación en la que me encontraba con
él. Incluso si yo estipulaba la regla de no salir con otra estrella porno, soy lo
suficientemente inteligente como para saber que ese tipo de reglas no siempre están
dentro del poder de una persona para controlarlas. Además, sería hipócrita para mí
ser leche descremada cuando ya no quiero beberla ni yo misma. Estuvo bien una
vez. Ya no. No para mí. Ahora quiero lo real. Así que voy a resistir por la leche
entera.
En cuanto a Logan…
Aunque nunca se lo admitiría a mi madre, a veces me gusta fantasear que
cambiará de opinión, que también decidirá que prefiere la leche entera. Pero no es
justo tratar de poner ese sueño en su realidad. De hecho podría gustarle la leche
descremada. Tal vez ni siquiera podría notar la diferencia. No puedo sentarme a
desear que él “se conforme” y aparezca en mi puerta con una caja llena de
chocolates y un ramo de rosas. Tal vez no es su futuro.
Pero mi futuro son las estrellas. Por lo tanto, eso no quiere decir que todavía
no tenga esperanza.

Después de una mañana de ida y vuelta entre clases, tengo cuatro programas
para repasar, cinco capítulos de lectura, un ensayo para escribir y una página de
problemas matemáticos.
Es abrumador e impresionante.
No he sido tan feliz desde… bueno, desde Logan.
La universidad, decido, es la mejor cura para un corazón roto. Eso y un
horario ocupado. A pesar de que estoy ansiosa de sumergirme en mi tarea, también
estoy agradecida de tener mi trabajo a tiempo parcial en la oficina del administrador
para mantenerme verdaderamente ocupada. Solo estoy programada para tres horas
los lunes, miércoles y viernes, pero con mi curso lleno de clases de matemáticas y
ciencias, estoy segura que será todo lo que pueda manejar.
El trabajo es fácil, afortunadamente, y aunque es mi primer día en el
mostrador, solo me lleva la mitad de mi turno antes de que mi supervisor diga:
—Realmente le has pillado el truco a esto, Devi. ¿Crees que puedes manejar a
algunos estudiantes por tu cuenta, mientras empiezo a trabajar en el depósito de mi
cajón?
—Sí. Estoy bien. —Como dije, el trabajo es sencillo, y Jake es un gran
maestro.
También es increíblemente atractivo, alto, cabello oscuro, muy guapo,
fornido y totalmente gay. Es ingenioso e inteligente y le gusta bromear, y como no
hay tensión sexual, es fácil reírse con él. Solo nos conocemos dos días, y ya es mi
amigo.
—Estupendo. Estaré en la parte de atrás. Grita si necesitas algo, estaré aquí
en un instante.
No necesito nada, pero doy la espalda al mostrador y lo llamo.
—¡Oye, Jake! —Cuando él corre de vuelta, añado—: Solo estoy probando.
Él ríe.
—Eres una chica tan mala. —Si él supiera. Su expresión se torna sobria
rápidamente—. Oh, lo siento. No te vi entrar —le dice a alguien detrás de mí—.
Devi se encargará de ti.
Jake se aleja, y plasmo una sonrisa amistosa y me giro para hacer frente a la
persona frente a mí.
—¿Cómo puedo…? —empiezo, y entonces mi voz se interrumpe con un
jadeo fuerte.
Porque el chico delante de mí es Logan.
Mi cuerpo reacciona al instante, agitándose y hormigueando en el momento
justo. Como si estuviéramos en la producción de Campus Porn y nuestro guion nos
hiciera encontrarnos y follarnos en menos dos minutos. Estoy lista para empezar a
quitarme la ropa y a punto de subirme al mostrador.
Pero no estamos listos para nada. Esta es la vida real, y aunque estoy
emocionada de verlo, también siento los alfileres y las agujas.
Fija sus ojos en los míos, una serie de emociones familiares presentes en su
intensa mirada.
—¿Llego demasiado tarde? —pregunta.
—¿Qué? —pregunto, aunque lo oí bien. Incluso podría saber lo que él está
preguntando, pero aun así estoy tan sorprendida de verlo que he olvidado cómo usar
las palabras.
—¿Llego demasiado tarde? —Mira hacia la oficina por donde Jake
desapareció hace un momento.
Maldición, ¡en serio está preguntando lo que creo que está preguntando!
Y en serio está aquí. Frente a mí.
Mi estómago revolotea con un regocijo nervioso, y tengo que tragar antes de
que pueda responder.
—¿Quieres decir, si llegas demasiado tarde para mí? ¿Que en el corto tiempo
que he estado en Austin, podría haberme enamorado locamente de mi supervisor?
Porque, número uno, es gay.
—¿Es gay? —Logan intenta fingir estar sorprendido, pero sobre todo suena
aliviado.
—Mmmm. —Me inclino contra el mostrador para estar más cerca de él, pero
también porque estoy temblando como una hoja.
—Eh… —También se inclina hacia delante, con los codos sobre el
mostrador, y está tan cerca que puedo oler el aroma familiar y limpio de su piel—.
¿Cuál es la número dos?
Número dos, todavía estoy locamente enamorada de ti.
Casi lo digo. Estamos coqueteando, es fácil y natural y como si nunca
hubiéramos estado separados. Pero estoy intentando ser cautelosa, porque, ¿qué está
haciendo él aquí?
—Número dos, no entrego mi corazón a cualquier persona con la que trabajo.
—Hablando de mi corazón, está latiendo tan fuerte que estoy segura que puede
oírlo.
Sus ojos están una vez más en los míos, su mirada profunda y penetrante.
—Sé eso de ti. Es una de mis cualidades favoritas de ti.
Es curioso cómo, de las cientos de cosas increíbles que ha dicho y hecho, una
simple declaración como ésta todavía puede estremecerme con nudos deliciosos. Tal
vez porque una parte de mí temía que me odiara después de haberme ido. Que nunca
habría algo sobre mí que él pensara de nuevo como su cosa favorita.
Pero no me odia. Y está aquí. Y lo he extrañado tanto que solo verlo me hace
sentir completamente loca de felicidad. Pero si nada ha cambiado desde la última
vez que lo vi…
—¿Qué estás haciendo aquí, Logan? —Mi tono es exigente y no intento
ocultar el filo de desesperación—. Has venido hasta Austin solo así, y eso va a
empezar a despertar mis esperanzas. ¿Hay alguna razón por la que tal vez debería
tener esperanza?
Sus ojos caen… nervios quizás. Busca en su bolsillo trasero.
—No sé si vale la pena para despertar tus esperanzas. Pero en cuanto a lo que
estoy haciendo —saca su billetera y la abre—, vine a pagar la cuota de la matrícula.
La comprensión se instala y mi corazón se hunde literalmente.
—No necesito que pagues mi matrícula, gracias. Estoy bien por mi cuenta.
Me pregunto si habló con mi madre o si simplemente decidió venir a hacer
esto por un capricho propio. No estoy segura de cómo tuvo la noción de que yo
querría esto, como si me lo debiera. Como si fuera su puta.
Estoy enojada y me escuecen los ojos, y ¿cómo diablos es posible que todavía
me lastime de esta forma?
Pero entonces dice:
—No tu matrícula, Reina Cass. La mía.
Mi garganta se seca.
—¿Qué?
—Sí, mira. —Se pasa una mano por su cabello, y tengo que morderme el
labio para evitar hacer algo precipitado como… abusar sexualmente de él en un
espacio público—. Me tomó un poco de tiempo lograr resolver todos los detalles,
pero he terminado todas mis obligaciones anteriores y he vendido una parte de mis
estudios de producción a Vida. Y desde hace como unos tres días, soy oficialmente
un estudiante de la UT Austin. —Su expresión es de alguna manera audaz y
juvenil—. En otras palabras, estás mirando a un hombre que ya no es estrella porno.
En un abrir y cerrar de ojos, todo el sentido del decoro sale por la ventana y
estoy trepando sobre el mostrador para saltar a los brazos de Logan.
Y entonces nos estamos besando, con avidez, desesperadamente, nuestras
bocas chocando torpemente con ansiedad.
Mi culo aún está en el mostrador, pero envuelvo mis piernas alrededor de su
cintura y sus manos se enredan de forma posesiva a través de mi cuello, y no puedo
ni pensar, porque mis sentimientos son tan grandes e irreprimibles.
—Estás llorando —susurra, cuando me alejo para recuperar el aliento.
—No puedo evitarlo. Te inscribiste en la universidad por mí. —Miro mi
pulgar moviéndose a través de su mandíbula, demasiado abrumada para mirarlo a
los ojos.
—Oye. —Con dos dedos, Logan levanta mi barbilla para encontrar su
mirada—. Me matriculé en la universidad por mí. Alquilé mi casa y estoy viviendo
en un estudio de una habitación en Texas por ti. ¿Lo entiendes?
Aún mejor. Estoy sonriendo, pero lo controlo para darle una mirada de
seriedad fingida.
—Lo entiendo.
Seca mis lágrimas con la yema de su dedo, luego envuelve una mano detrás
de mi cuello.
—Extremadamente conveniente que la misma universidad que elegiste tenga
un programa de cine bastante decente, ¿no?
—Sí. Conveniente. Eso es lo que es. Me gusta la idea del destino y todo eso,
pero no soy de confiar en eso solamente. Así que empujé un poco al universo.
¿Puedes culparme? Sabías que te seguiría aquí, ¿no?
En mi mente destella esa carta de La Estrella del Tarot, la carta que he
mantenido cerca durante todos estos meses.
—No lo sabía. Tenía la esperanza.
Logan retrocede para estudiarme.
—¿Por qué no dijiste que eso era lo que querías?
—No podía pedirte que abandonaras tu mundo por mí. Te hubieras sentido
resentido conmigo por siempre. Tenías que elegir eso por ti mismo. —Estoy tan
orgullosa de que lo haya hecho, que pensara en esto y se haya mantenido fiel a sus
sentimientos, mientras tomaba pasos planificados y lógicos que son buenos para él y
su futuro.
—El Colgado tiene que colgarse a sí mismo, ¿no?
Dios, lo amo.
—Lo entendiste. —Entonces, porque parece que tal vez debería estar segura
que realmente ha elegido lo que creo que hizo, que realmente está bien con ello, le
pregunto—: Entonces, ¿estás completamente fuera del negocio del porno?
—No completamente. —Sigue buscando algo en mi rostro a medida que
habla, tal vez buscando mi aprobación—.Todavía estoy produciendo a larga
distancia. Tanner mantiene el fuerte. Probablemente dirigiré algunas cosas de vez en
cuando.
—¿Pero no más actuación?
Sacude la cabeza, y suena como una promesa cuando dice:
—No más actuación.
Me siento aliviada. Y, extrañamente un poco de algo más.
—No más películas de Logan O'Toole. Eso es casi decepcionante.
Se ríe y el sonido reverbera en mi interior.
—Tal vez, podría salir de mi retiro para hacer una película o dos. Pero solo
voy a actuar con una mujer. —Su voz se vuelve baja y grave—. Solo volveré a
actuar contigo, Devi.
Me acerco para capturar su boca con la mía, besándolo con aprobación.
Pero se aleja después de unos segundos, retrocediendo con una expresión
sombría.
—Lo siento, nena. En serio lo siento. Siento no haberlo dejado antes. Sé que
te lastimó… —Se va apagando, creo, porque esta disculpa es difícil para él.
Sé que necesita decir esto, pero necesito que sepa que ya lo sé.
—Lo entiendo. No querías hacerme daño. Estabas haciendo tu trabajo. Un
trabajo que amabas.
—En realidad, dejé de amarlo cuando no te tuve. —En serio, mis ovarios
simplemente implosionaron. El Logan sensible es tan jodidamente caliente. Sostiene
mi rostro contra su mano—. Y, además de lastimarte, me dolió. Estaba enamorado
de ti. Incluso antes de que te fueras, sabía que amarte cambiaría las cosas. Que
debería cambiar las cosas. Sabía que cada vez que estaba con alguien que no eras tú,
traicionaba esa emoción, degradando los momentos que compartimos con estas
imitaciones falsas. Te prometo que lo descubrí bastante rápido después de que te
fueras. Solo siento que no fuera antes.
Y pensé que había terminado con las lágrimas.
—No voy a mentir —sollozo—. Me he sentido miserable sin ti. Pero creo que
probablemente por ti, mereció la pena la espera.
Responde con otro beso, uno que puedo sentir entre mis muslos, y nuestras
manos comienzan a vagar, y si no fuera por el cortés aclaramiento de una garganta
detrás de mí, es muy posible que nuestro despliegue de afecto hubiera pasado de una
clasificación PG-13 a R.
¿A quién estoy engañando? La clasificación R sería sosa para nosotros.
Como lo hicimos cuando fuimos atrapados en la galería de arte, Logan y yo
nos congelamos cuando Jake, quien se aclara la garganta una vez más, abre un cajón
al otro lado del mostrador.
—No se preocupen por mí. Solo vine por un comprobante.
Me giro y le dirijo una sonrisa de disculpa. La devuelve con una mirada que
dice “estamos-bien-pero-que-sepas-que-voy-a-pedir-detalles”, antes de volver a su
libro de bolsillo.
Nos reímos al unísono.
Luego, a regañadientes, le digo:
—Aunque me gustaría seguir enrollándome contigo, estoy trabajando. Y mi
nuevo trabajo no incentiva las caricias obscenas como el último lo hacía.
—Bueno. Estaría ferozmente celoso si lo hiciera. —Me besa una vez más,
castamente, luego me da una palmada juguetona en el trasero—. Ahora regresa a tu
lado del mostrador para poder calmarme antes de salir de aquí. Aún necesito pagar
mi matrícula.
—Oh, sí. Vamos a hacer eso. —Desenvuelvo mis piernas de él y regresó a mi
lugar—. ¿Tienes factura?
—No la traje conmigo. ¿Puedes buscarla?
—Por supuesto. —Me giro hacia la pantalla de mi computadora, a punto de
escribir su nombre cuando recuerdo que no lo sé. No su verdadero nombre.
Él va un paso delante de mí.
—Apellido, Johnson.
—¿Johnson? Pero ese es… —un gran nombre porno, comienzo a decir, pero
me interrumpe.
—Primer nombre, Dwayne.
Siempre supe que se avergonzaba de su verdadero nombre, y siempre pensé
que yo sería considerada y respetuosa cuando finalmente supiera cuál era, pero no
puedo evitarlo. Me rio.
—¿Tu nombre es Dwayne Johnson? ¿Como, La Roca?
—Voy a cambiarlo legalmente, lo juro.
—¿Ahora tengo que llamarte Dwayne? —Todavía estoy riéndome mientras
saco su cuenta—. Porque no sé si puedo… —Tengo que hacer una pausa hasta que
puedo calmarme—. Lo siento, lo siento. —En realidad no lo siento. De ningún
modo. —Me acostumbraré. Lo prometo.
—Puedes seguir llamándome Logan, muchísimas gracias.
—Ajá. Ya veremos. —Es demasiado bueno para no usarlo, mientras sea
entretenido. Y tengo la sensación de que va a ser entretenido durante bastante
tiempo, al menos para mí.
Pasan solo unos minutos antes de que pase la tarjeta de crédito de Logan,
aplique el pago a su cuenta, y selle su recibo pagado en su totalidad. Rozo mis dedos
contra los suyos intencionalmente cuando le doy la copia. Me estremezco por las
chispas de electricidad que pasan a través de nosotros.
Puede que ya no seamos artistas pornográficos, pero eso no significa que ya
no tengamos la química.
Logan dobla su recibo y lo mete en el bolsillo con su cartera.
—¿A qué hora sales de aquí?
—Cuatro y media. —Miro el reloj en la pared. Dentro de una hora.
Logan/Dwayne asiente.
Pasa un segundo, y puedo decir que está tan inseguro de lo que sucederá
después como yo. Tan reacio a irse como yo estoy de dejarlo ir.
Después de un minuto, hace la pregunta.
—¿Cena más tarde?
—Ambos sabemos lo que realmente estás preguntando. Y la respuesta es sí.
Se aleja del mostrador, con los ojos fijos en mí.
—Espero que tengas hambre. Porque tengo bastante apetito.
—Lo recuerdo. En realidad, pienso mucho en eso.
Gime.
—Me estás matando, Cass. —Se detiene en la puerta para acomodarse—. Te
amo —dice.
Y sé que lo hace. Tal vez, tanto como yo lo amo. Pero ahora no soy Cass. No
soy Layla, y él no es Majnun. No somos amantes de estrellas diferentes que se
desean el uno al otro a través del cielo. Soy Devi, y él es Logan (eh, Dwayne) y lo
que tenemos es real y sólido.
Le lanzo un beso, y aunque me gustaría que no se fuera, estoy segura que
tendremos mucho tiempo para compensar el tiempo que pasamos separados.
Cuando se va, Jake aparece casi al instante.
—¿Quién en la tierra era esa fina pieza de virilidad?
—Mi novio —respondo, como si no fuera gran cosa que estoy saliendo con el
tipo más increíble del mundo—. Su nombre es Dwayne. —De alguna manera me las
arreglo para no reírme esta vez.
—Mira que chica más afortunada. —Jake suelta un suspiro soñador. Luego se
inclina y susurra—. Espero que no te importe que te diga esto, pero Dwayne se ve
exactamente igual a esta, no me juzgues por saber esto, estrella porno. Logan
O'Toole. Es excesivamente sexy. Totalmente para morirse.
Reprimo mi sonrisa.
—Oh, ¿en serio?
—¿Te imaginas cómo sería? ¿Salir con un tipo que hace porno para ganarse
la vida? —Jake prácticamente se desmaya ante la idea—. ¡Las cosas que un hombre
así podría hacer!
Me encojo de hombros con desdén.
—Un montón, estoy segura.
No le digo que estoy más que segura de lo que puede hacer un hombre así. O
que no tengo que imaginar cómo sería. No le digo que un novio estrella porno solo
está excitado durante unos cinco minutos. No le digo que Logan O'Toole es mucho
más que un símbolo sexual o un estado o una “fina pieza de virilidad”.
Dejo que Jake conserve su fantasía. Él y el resto del mundo pueden tener a
Logan O'Toole. Yo consigo tener lo real.
Traducido por âmenoire y LizC

Corregido por Bella’

Cuatro años después.

wayne, ¡no! Alguien va a vernos.

D Mejor no me hagas recordarte —digo, presionando a Devi contra el


exterior de la pared del Frank Erwin Center—, que mi nombre legal
ahora es Logan.
—Pensé que Dwayne llamaría más tu atención —dice, pero su voz se
desvanece en un distraído murmullo, cuando finalmente me las arreglo para deslizar
mis manos por su ondulante toga de graduación y empiezo a acariciar con mis
pulgares sus pezones a través del vestido. Austin no es tan frío en diciembre, pero
definitivamente hace más frío de lo que haría en LA, y Devi tiene la carne de gallina
y los pezones erectos para comprobarlo.
Estoy decidido a calentarla.
—Logan, detente. —Se ríe mientras empiezo a mordisquear su cuello.
Escucho a la gente caminando y hablando detrás de mí, a medida que salen de la
ceremonia y se dirigen para encontrar sus autos, pero no me importa. He estado
desesperado de tocar a mi sexy graduada durante toda la mañana, y había tenido que
sentarme no solo durante una ceremonia de graduación, sino dos, y ahora que
finalmente nos hemos escapado de la multitud y de nuestros padres, no puedo
esperar un minuto más.
—No puedo detenerme —susurro en su oído—. Estás demasiado sexy en este
momento.
—¿En mi enorme toga negra de graduación?
—No olvides el gorro, Cass.
Finalmente tiene éxito en bajar mis manos y crear suficiente espacio entre
nosotros para poder enderezar el antes mencionado gorro y alisar la toga.
—Tienes que esperar hasta que lleguemos a casa —me regaña—. A ambos
nos aceptaron en un programa de maestría aquí, ¿recuerdas? Todavía tenemos que
mirar a estos profesores a los ojos, el próximo otoño, lo que será un poco incómodo
si nos ven mientras me follas justo después de la ceremonia de graduación.
—Bien —suspiro, aun cuando toda mi entrepierna duele, la ayudo a
reajustarse su toga y ni siquiera protesto una vez. Lo que hago es atraerla y gruñir en
su oído—. Aunque será mejor que estés lista una vez que atravesemos esa puerta. Ya
he esperado demasiado para tenerte.
Con un rápido vistazo a nuestro alrededor, Devi toma mi mano y la guía bajo
su traje. No trae puesta ropa interior, así que no hay barrera entre mis dedos y su
carne. Está tan mojada en este momento, tan resbalosa y gruño ante la idea de
empujarme ahí dentro.
—Estoy tan lista para ti —dice—. Te dejaría que me follaras en este preciso
momento si no me preocupara que mi asesor pudiera vernos.
—Como si no hubiera visto ya cada una de nuestras escenas —farfulló. Pero
no puedo dejar de provocar sus húmedos pliegues y alejarme, agradecido que mi
propio traje de graduación esconda mi apremiante erección—. A casa, Cass. Ahora.
El camino a nuestro pequeño bungalow en Travis Heights es afortunadamente
tranquilo y tengo a Devi fuera del auto y contra nuestra puerta principal de
inmediato. Me hace sonreír contra su boca pensar en todas las veces que hemos
venido a casa de esta forma durante los últimos cuatro años, prácticamente
desvistiéndonos antes que siquiera podamos cerrar la puerta. Especialmente el
primer año, la transición de follar por horas todos los días a escuchar discursos sobre
física introductoria y principios de la literatura americana, fue una tortura. La
mayoría de los días tuve que enviarle mensajes de texto a Devi y cazarla por el
campus para poder follarla en un convenientemente vacío baño o en un rincón
abandonado de la biblioteca, e incluso entonces cuando empezaba a acostumbrarme
a la vida del porno civilizado, todavía me encontraba añorándola casi
constantemente. Dejé el porno para poder estar con ella, pero ahora que estaba aquí,
encontré que pasar tiempo juntos era más difícil que nunca. Ambos estábamos
ocupados con clases y tareas, y ya no teníamos largos descansos en nuestro día que
pudiéramos dedicar a sesiones maratónicas de sexo. No me tomó mucho descubrir
que la única manera en que podría vivir así era si en cambio, dedicábamos largas
sesiones de nuestras noches a hacer el amor.
Lo cual hicimos. Muy felizmente.
Hubo otras partes extrañas sobre mi nueva vida. Por ejemplo, aun cuando
sabía que mis compañeros de clase serían una década más jóvenes que yo,
definitivamente no esperaba que todos reconocieran a Logan O'Toole al verlo. Aún
recibo choques de manos de los chicos y muchas miradas seductoras de las chicas, y
al menos una vez al día, alguna persona me pide consejos sexuales o un autógrafo o
una cita. Las ofertas de citas son las más difíciles de lidiar, no porque siquiera esté
un poco tentado en salir con alguien aparte de Devi, sino porque ridículamente no
estoy tentado y es difícil ser amable cuando explico a estas chicas que no estoy
interesado. Estoy seguro que todas son agradables e inteligentes, pero dejé una vida
llena de las mujeres más traviesas y hermosas imaginables para estar con Devi;
ciertamente no voy a ser seducido por una estudiante de física de Dakota del Norte.
La cosa es que, cuando me enamoré de Devi, me di cuenta de lo que es ver
las estrellas, y una vez que las has visto, es imposible dejar de verlas y regresar la
vista al suelo. Devi algunas veces me dice lo mismo, o al menos creo que es lo
mismo, algo sobre los tipos de leche, pero el punto esencial es el mismo. Hay algo
que sucede cuando conoces a alguien que amas, algo alquímico, caótico y
maravilloso. Eso no significa que haya sido fácil, ha habido dolores para ambos
durante la transición al dejar el porno, ha habido peleas por dinero, sexo y celos. Ha
habido veces cuando amarnos el uno al otro, escoger al otro una y otra vez, significa
repetir el sacrificio y el ocasional ataque de sufrimiento.
Aunque la recompensa vale la pena. Cada maldita vez.
Como en este momento, cuando Devi está encendiendo un camino a lo largo
de mi mandíbula con abrasadores y desesperados besos y finalmente he logrado
abrir la puerta y ambos nos tambaleamos dentro de la casa. Me mira con un brillo
travieso en sus ojos y pregunta:
—¿Quieres ir a por la cámara?
—Demonios sí, lo quiero —gruño y despego mi cuerpo del suyo para tomar
la cámara portátil. Supe, cuando me fui de LA, que nunca querría realizar escenas
que no fueran con Devi, y no estaba seguro cuán interesada estaría ella de alguna
vez volver a estar frente a la cámara, dado todo lo que había sucedido. Pero esa
primera noche que estuvimos juntos después de que viniera a Austin, me rogó que
tomará imágenes traviesas de ella, y entonces Star-Crossed estalló a lo grande, por
lo que Vida nos rogó que le diéramos algo, lo que fuera, y que involucrara que
tuviéramos series de larga duración bajo los auspicios de la compañía de Vida.
Resultó ser uno de sus más fructíferos proyectos y la cosa más exitosa que yo
hubiera hecho alguna vez. En un extraño giro del destino, Devi y yo somos más
famosos por el porno de lo que éramos cuando nos dedicábamos a ello de tiempo
completo. La gente está hambrienta por lo que mostramos, supongo: química real,
placer real, afecto y respeto verdaderos. Algunas veces publicamos escenas editadas
y cohesionadas, algunas veces solo ponemos montaje en bruto y algunas veces
tenemos sesiones en vivo para que la gente las vea, pero siempre es entre nosotros
dos.
Justo como nos gusta.
Y si en algún momento creo que extraño mi antigua vida, si escucho sobre los
sofisticados trabajos cinematográficos de Tanner o si veo a Raven ganando premio
tras premio en la industria, me recuerdo esos últimos días en casa, cuando era tan
miserable e impaciente en mi propia piel que difícilmente podía aguantar seguir
vivo. Estoy feliz por Tanner e incluso estoy extrañamente feliz por Raven, porque
incluso cuando no siempre me agrada, trabaja fuerte y se ha ganado cada parte de su
éxito. Pero sé que esa vida, ese mundo, al final nunca podría hacerme feliz, no de la
forma en que los hace felices a ellos.
Mi felicidad está justo aquí, frente a mí, abriendo su túnica provocativamente,
y de repente, ya no tengo la paciencia para terminar la complicada configuración de
la cámara que tenía en mente. Pongo la cámara portátil en el trípode, conecto
algunos cables y aprieto algunos botones y entonces las tomas van directamente a
nuestro sitio en línea, en vivo para cualquiera que esté ahí ahora, pero también
archivado para más tarde.
Abro mi propia túnica pero me la dejó puesta, y mientras estoy en ello,
también abro mis pantalones, y liberó mi polla, que después de una mañana
completa de añoranza y deseo, está gruesa y oscura. Me siento en una silla frente a
la cámara y palmeó mi muslo con una mano mientras acaricio mi polla con la otra.
—Ven con Logan, nena —digo, y no lo duda, quitándose la toga de los
hombros y descartando su vestido mientras se acerca. Todo lo que queda en su
cuerpo son sus tacones altos y su gorro de graduación, y se parece mucho a una de
mis grandes fantasías de la escuela preparatoria. Ruego en este momento que pueda
aguantar lo suficiente para hacerle justicia.
Devi, sin mucho esfuerzo, se monta a horcajadas sobre mí en la silla y luego
se deja caer lentamente sobre mi expectante erección. Ya está tan jodidamente
mojada para mí, pero aun así, es un agarre apretado y su boca se abre en un jadeo
cuando la punta chata de mi corona finalmente traspasa su abertura.
—Una chica tan buena poniéndola dentro de ti —la elogio—. Tan buena.
Sus mejillas y labios están de color rosa oscuro con su característico sonrojo
por el sexo y sus pupilas están dilatadas por la lujuria. Se desliza otro par de
centímetros y los dedos de mis pies se enroscan en mis zapatos, está tan jodidamente
apretada a mi alrededor y luego con otro de sus adorables jadeos, está
completamente empalada por mí.
Me recuesto un poco, admirando la forma en que su rechoncho y pequeño
clítoris se frota contra mí, admirando la forma en que su ávido coño empieza a
moverse y molerse contra mí de inmediato. Ambos observamos por un minuto,
nuestros ojos en el lugar donde estamos unidos, donde la gruesa base de mi polla
estira sus pliegues.
—Muévete —le digo—. Haz que se sienta bien.
Obedece impacientemente, abrazando sus rodillas contra los costados de mis
muslos y luego subiendo y bajando más rápido, en fuertes movimientos. Mi cabeza
cae hacia atrás para apoyarse contra el respaldo de la silla, y escucho mi gorro de
graduación caer al suelo. No me importa. En cambio, enlazo mis manos detrás de mi
cuello y observo a Devi trabajar, sus senos rebotando y su estómago apretado y sus
ojos cerrados por el éxtasis. Y cuando siento mis pelotas a punto de estallar, agarro
sus caderas y la detengo, cambiando sus movimientos de los empujes rápidos a unas
lentas frotadas circulares que sé que le harán correrse. En cuestión de segundos, se
está corriendo encima de mí, la borla de su gorra balanceándose cuando su cabeza
cae hacia delante y su cuerpo se estremece.
—Eso es —le susurro—. Dámelo todo.
Y lo hace, sus uñas clavándose en mis bíceps a medida que el temblor se
acelera, alcanza el máximo y luego finalmente, desaparece al final. Después de que
se relaje, empiezo a empujar de nuevo por debajo de ella, pero ella me detiene con
una sonrisa y una mano en mi pecho.
—Un minuto —dice—. Quiero darte un regalo de graduación.
Gimo.
—Me encantan los regalos, nena, ¿pero ahora es realmente el momento?
Pero ella ya se está levantando, entrando en la cocina, dejando mi pene
todavía duro y dolorido. Pero luego regresa con un tubo de tamaño mediano, y mi
cara se divide en una gran sonrisa. Eso es lubricante, y creo que sé a dónde va esto,
¡y me encanta el día de graduación! En realidad debería intentar graduarme más a
menudo.
Mordiéndose el labio en una expresión de malicia tan deliciosa que quiero
devorarla, Devi esparce parte del espeso y claro lubricante en mi verga. Está frío y
me estremezco un poco hasta que ella enrolla sus fuertes dedos alrededor de mi
longitud y me da unas cuantas sacudidas firmes y lentas.
—Dios, te amo —le digo con voz ronca.
—Y yo te amo. Ahora fóllame con los dedos.
Esos deberían ser nuestros votos matrimoniales, justo esos.
Extiendo un poco del lubricante en mi dedo índice y hago lo que me dice,
provocando el borde plisado entre sus mejillas, frotando y presionando y poco a
poco persuadiéndolo a abrirse para mí. Y después de que puedo trabajar con
facilidad un segundo dedo dentro y fuera, ella se arrastra de nuevo en la silla y se
posiciona de modo que mi punta se presiona contra su entrada trasera. Observo su
rostro mientras ella guía mi polla en su trasero, la concentración intensa a medida
que mi corona comienza a atravesar los apretados anillos del músculo, el dolor de
placer profundo mientras baja aún más profundo, es increíble. Su canal se siente
como un horno apretado y caliente a mí alrededor, y al momento en que finalmente
me entierra y su culo perfecto viene a descansar en mis muslos, decido que estoy en
el cielo.
Ella abre los ojos. Se le pone la piel de gallina y un pequeño brillo de sudor
resplandece en su cara y pecho. Hacemos la escena anal ocasional en nuestra serie
con Vida y a veces anal solo para nosotros, pero no es una ocurrencia tan frecuente
para que Devi sea alegremente experta en ello. En cambio, se retuerce y gime
intentando encontrar el ángulo correcto para montarme, transpira y se estremece
cada vez que mueve su culo de arriba hacia abajo sobre mi polla. Es una negociación
constante entre el placer y el dolor, y al momento en que ella gana y se concentra en
el placer, se vuelve luminosa, hermosa y salvaje.
Me estiro y acaricio su cara, moviendo mis manos a su cabello donde saco los
pasadores sosteniendo su gorro de graduación en su lugar. Y luego le quito el gorro
y lo arrojó al suelo. (Le dejo puesto los tacones altos, por razones obvias).
Mis manos están por todas partes, suaves y relajantes, frotando sus muslos
tensos y acariciando las lágrimas de sudor en sus pechos y acunando su rostro
enrojecido.
—Logan —dice, y no es tanto una palabra como una exhalación, como una
oración.
—Devi —exhalo de vuelta—. Ven aquí.
La ayudo a inclinarse hacia delante sobre mí, sus pechos desnudos
presionados contra la camisa blanca que llevaba bajo mi toga de graduación, y luego
inclino su cara hacia la mía y la beso. Froto su espalda y aliso su cabello,
acariciando sus brazos y piernas, explorando su boca con languidez, le doy el tipo de
besos lentos y lujosos que una reina como mi Cass se merece.
Y de todas las cosas sucias que hacemos, fuera de todo el sexo duro y
perverso que tenemos, este de aquí es mi favorito. El tipo de sexo que combina lo
sucio y lo profundo, lo indecente y el romance. Sé que parece una contradicción, o
tal vez incluso una imposibilidad, que el sexo anal pueda ser romántico, pero es un
acto que requiere mucha más paciencia y mucha más comunicación que casi
cualquier otra cosa en la que pueda pensar. Te obliga a ralentizar y mirar a tu pareja
a la cara, examinar cómo se siente y lo que está pensando. Para ser hecho
correctamente, se requiere una cantidad increíble de confianza, ¿y qué podría ser
más romántico que eso?
Mis labios se deslizan sobre los suyos y nuestras lenguas se presionan y
retuercen. Nuestra respiración se une y nuestros latidos emiten el mismo ritmo
pesado y caliente, y nos movemos juntos, subiendo y bajando, empujando y tirando.
Extiendo mi mano entre nosotros y empiezo a amasar su clítoris con la almohadilla
de mi pulgar, y así es como nos corremos, juntos, besándonos, meciéndonos y
jadeando. Y cuando mi clímax apuñala a través de mis bolas como un cuchillo
caliente de éxtasis, cuando siento las profundas contracciones de su propio orgasmo
apretando mi polla, la abrazo fuertemente y suspiro su nombre entre sus labios:
Devi.
Devi.
Devi.
Hasta que ambos descendemos, hasta que siento que su cuerpo se relaja y cae
contra el mío, hasta que mi pene deja de pulsar dentro de ella. La levanto de mi polla
y la coloco en mi regazo. Se me ocurre que probablemente voy a tener que
cambiarme a un nuevo par de pantalones para la cena, pero no me importa.
—Ese fue un regalo increíble, Cass —murmuro entre su cabello.
Su cara está presionada contra mi pecho, y puedo sentir y oír el feliz ronroneo
en su garganta.
—¿Estás ronroneando, pequeña gatita?
Asiente, todavía ronroneando.
Miro el reloj: las cinco de la tarde. Se supone que debemos encontrarnos con
nuestros padres para una gran cena familiar a las siete, que es cuando planeé darle a
Devi su regalo de graduación. Pero su regalo para mí fue tan asombroso, que
honestamente, le daría cualquier cosa a esta diosa desnuda acurrucada en mi regazo,
ahora mismo.
—Tengo otra cosa que te hará ronronear —digo, poniéndome de pie y
acomodándola en la silla. Se ve perfecta, su cabello desordenado y sus labios
hinchados, sin usar nada más que sus tacones. Abotono mi camisa de nuevo y
camino hacia la pequeña alcoba que sirve como mi oficina, donde abro un
archivador y saco una cajita que escondí detrás de todos los archivos.
También dejo la cámara encendida. He estado ansioso por este momento
durante años, y quiero capturar cada segundo desnudo y post-sexo de ello.
Mis manos comienzan a temblar y mi pulso comienza a correr, mi corazón de
alguna manera está martilleando un ritmo frenético en mi pecho y cerrándome la
garganta a la vez. Pero logro acercarme a la silla y entregarle la caja tan casualmente
cómo me es posible, dadas las circunstancias.
Me sonríe.
—Logan, es mejor que esto no sea caro.
—Solo tuve que empeñar como la mitad de nuestros juguetes sexuales para
comprarlo, así que está bien.
Se ríe y vuelve su atención al paquete, que es una pequeña caja cuadrada con
un enorme lazo en la parte superior. Desata la cinta de seda gigante y cae en su
regazo en bucles sinuosos. Luego abre la tapa para ver lo que hay dentro.
Una caja de anillo.
Al momento en que lo entiende, sus ojos se disparan hasta mí, pero ya estoy
sobre una rodilla delante de ella.
—Devi Daryani —digo, mi voz temblando un poco—. Te amo más que
Majnun amó a Layla. Te amo más que a cualquier otra cosa en esta vida. Sé que
querías esperar hasta que termináramos completamente con la universidad para
seguir adelante, pero Devi, no puedo esperar otro segundo. Quiero ser tu esposo.
Quiero que seas mi esposa. Quiero estar amándote y dándote orgasmos hasta que
estemos demasiado frágiles para salir de nuestras camas en el asilo de ancianos.
Parpadea rápidamente con esas largas pestañas suyas, con lágrimas
resplandeciendo en sus ojos de color ámbar.
—¿Quieres casarte conmigo? —pregunto, dándome cuenta que en realidad no
había dicho todavía las palabras—. ¿Me permitirás ser tu esposo?
Toma una respiración profunda y ahogada, y abre la caja. Veo el reflejo del
diamante en sus ojos. Por primera vez, mis temores vagos se cristalizan en un terror
extremadamente concreto e inmediato pensando que ella dirá que no. Que quiere
esperar o que no quiere casarse o, peor aún, que no me ama lo suficiente como para
atarse a mí para siempre.
—Por favor, cásate conmigo, Devi —le digo con ansiedad—. Por favor, di
que sí.
Saca el anillo de su caja y luego levanta la vista, esas lágrimas finalmente se
derraman trazando riachuelos por su cara.
—Sí —susurra—. Me casaré contigo.
Mi pecho se expande con esa gran sensación enorme y vertiginosa, y colapso
de alivio, con la cabeza caída sobre su regazo.
—Gracias a Dios —murmuro en la sedosa piel de sus muslos—. Me habría
muerto si hubieras dicho que no.
Pasa sus dedos por mi cabello.
—Como si alguien pudiera decirte que no.
—Tú lo hiciste una vez —le recuerdo, acariciando sus muslos.
Los abre para mí, en parte por instinto y en parte por el ardiente deseo de
antes.
—Pero tenías que saber que seguía siendo tuya, incluso cuando me fui —
dice.
Trazo un camino de besos por su muslo hasta llegar a su coño, dando a su
clítoris un gentil mordisco persistente.
—No lo sabía —le digo, deteniéndome entre palabras para saborearla—.
Pensé que te había perdido para siempre.
—Creo que fui tuya desde el primer momento en que te vi —admite,
temblando cuando mi lengua encuentra un punto sensible—. Y es por eso que quería
que fueras todo mío.
—Para siempre —le digo, apartándome por un minuto. Tomo el anillo y lo
deslizo sobre su dedo, la banda antigua de oro rosa y el diamante princesa luciendo
hermoso y brillante contra su piel. Luego muevo mi mano hasta su nuca y la atraigo
para darle un largo beso. Nuestros labios se mueven juntos y mi anillo brilla en su
mano, y el mundo es impresionante, magnífico, misterioso y grande.
Grande y real.
Devi luego se aleja, usando la mano con su nuevo anillo para encontrar el
grueso bulto en mis pantalones.
—Fóllame como una estrella porno, Logan O'Toole.
Miro por encima del hombro a la cámara y doy un guiño.
Es hora de ponerse a trabajar.

Fin
Este libro de 7.000 palabras contiene material adicional para el libro P*rn
Star de Laurelin Paige y Sierra Simone. Incluye:
* Post del Blog de Logan O'Toole.
* Herramientas de Logan O'Toole del comercio: una guía para el buen sexo.
* Escenas adicionales de Devi y Logan.
Está destinado a ser leído después de P*rn Star y no es una novela autónoma.

P*rn Star #1.1


Laurelin Paige, con más de 1,5 millones de
libros vendidos en todo el mundo, es una de las
autoras de libros más vendidos según el New York
Times, Wall Street Journal y el USA Today. Es adicta
a los romances buenos y se siente mareada cada vez
que se besa, para vergüenza de sus tres hijas. Sin
embargo, su esposo no parece quejarse. Cuando no
está leyendo o escribiendo historias sexys,
probablemente esté cantando, viendo Juego de Tronos
o The Walking Dead, o soñando con Michael
Fassbender.

Sierra Simone es una lectora voraz de todo tipo de género,


incluido las historias más obscenas, Young Adult, montones de
libros de No Ficción para investigar y todo lo relacionado con Bill
Bryson (especialmente en audio). Le encanta escribir sobre las cosas
más sucias en las que pueda pensar, el rey Arturo, el agua con gas,
el Tarot, el café, los leggins y aprender nuevas palabras a diario.
Sus trabajos anteriores han incluido hornear cerámica,
enseñar de lecciones de historia en una casa escuela de una sola
habitación, totalmente con una vestimenta aprobada en 1908 y
trabajar como bibliotecaria durante varios años, no en ese orden.
Vive en el área de Kansas City con su marido policía, dos niños y dos perros
gigantes. (Y dos gatos, pero son tan traviesos que no hablamos de ellos).
LizC

âmenoire
Brisamar58
Camii.beelen
Genevieve
Jeyly Carstairs
Kalired
LizC
Lyla
Magnie
Paaau
-queen-ari-
Smile.8
VckyFer
ZoeAngelikal
Beatrix85
Bella’
Flochi
LizC
Masi
Taywong

LizC y Masi

Genevieve

You might also like