You are on page 1of 4

Unidad 1: Introducción al concepto de Personalidad

FICHA DE CATEDRA

El lugar de la personalidad en la historia de la psicología

El estudio de la personalidad es muy importante para conocer la naturaleza humana, de manera


que cabría suponer que siempre ha ocupado un lugar prominente en la psicología. Sin embargo,
durante más de la mitad de la historia de esta disciplina como ciencia, los psicólogos no le
prestaron mucha atención. La psicología surgió como una ciencia independiente y esencialmente
experimental de una amalgama de ideas tomadas de la filosofía y la fisiología. Su nacimiento
tuvo lugar a fines del siglo xix en Alemania, gracias principalmente al trabajo de Wilhelm Wundt,
quien en 1879 estableció el primer laboratorio de psicología en la Universidad de Leipzig.

El estudio de la conciencia

La nueva ciencia de la psicología se concentró en analizar la experiencia consciente


diseccionándola en sus componentes fundamentales. Se le aplicaron los métodos que se usaban
en las ciencias naturales. La física y la química parecían estar descifrando los secretos del
universo material al reducir toda la materia a sus elementos básicos para luego analizarlos. Si el
mundo físico podía entenderse dividiéndolo en elementos, ¿acaso no podríamos hacer lo mismo
con la mente o el mundo psíquico? Wundt y otros psicólogos de su época, quienes estaban
interesados en explorar la naturaleza humana, recibieron una fuerte influencia del enfoque de las
ciencias naturales y procedieron a aplicarlo al estudio de la mente. Como utilizaron
exclusivamente el método experimental, abordaron sólo los procesos mentales afectables por
algún estímulo externo que pudiera ser manipulado y controlado por el experimentador. Un tema
tan complejo y multidimensional como la personalidad no tenía cabida en esta perspectiva. No
era compatible ni con el tema ni con los métodos de la nueva psicología.

El estudio de la conducta

Durante las primeras décadas del siglo xx, en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, el
psicólogo estadounidense John B. Watson inició una revolución contra los trabajos de Wilhelm
UdeMM – Lic. Malena Cecati – Lic. Sebastian Ferron Pág. 1
Wundt. Su movimiento, llamado conductismo, se opuso al énfasis de Wundt en la experiencia
consciente. Más dedicado que éste al enfoque de la ciencia natural, sostuvo que la psicología
no sería una verdadera ciencia si no se concentraba sólo en los aspectos tangibles de la
naturaleza humana: lo que podía verse, oírse, registrarse y medirse. Sólo la conducta observable
–no la conciencia– podría ser un tema legítimo de la psicología. La conciencia, decía Watson,
no puede verse ni ser objeto de experimentación. Por tanto, al igual que el concepto filosófico
del alma no tiene sentido para la ciencia. Los psicólogos deben ocuparse exclusivamente de lo
que pueden ver, manipular y medir; en otras palabras, de los estímulos externos y de la respuesta
del sujeto ante ellos. Según Watson, no puede verse nada de cuanto sucede en el interior de
una persona después de presentarle un estímulo y antes de que emita la respuesta. Y como sólo
es posible hacer suposiciones al respecto, carece de interés y de valor para la ciencia. El
conductismo nos ofrece una imagen mecanicista del ser humano como máquina bien ordenada
que responde automáticamente a los estímulos externos. Se ha dicho que los conductistas ven
a la gente como una especie de distribuidor automático: se le introducen estímulos y emite
respuestas apropiadas aprendidas de la experiencia pasada. En esta perspectiva, la
personalidad no es más que la mera acumulación de respuestas adquiridas o un sistema de
hábitos, definición que B. F. Skinner formularía más tarde. Así pues, los conductistas redujeron
la personalidad a lo que puede verse y observarse de un modo objetivo, sin dejar cabida a la
conciencia ni a las fuerzas inconscientes. Sin embargo, los teóricos más recientes del
aprendizaje social, cuyas explicaciones provienen de la versión de Watson y Skinner, han
devuelto a la personalidad un poco de conciencia. Si Watson y los primeros psicólogos
conductistas rechazaron todas las ideas, sentimientos y complejidades que se nos ocurren al
emplear el término personalidad, ¿dónde estaban éstos?, ¿qué sucedió con la conciencia que
experimentamos siempre que estamos despiertos?, ¿dónde se hallan esas fuerzas
inconscientes que a veces parecen impulsarnos a obrar en formas que escapan a nuestro
control?

El estudio del inconsciente

Pues bien, esos aspectos de la naturaleza humana fueron abordados por una tercera línea de
investigación, la cual surgió independientemente de Wundt y Watson. Los investigó Sigmund
Freud a partir de la década de 1890. Freud, un médico vienés, dio el nombre de psicoanálisis a
su sistema Psicoanálisis y psicología no son sinónimos, o sea, términos equivalentes. Freud no
era psicólogo, sino un médico que ejercía la práctica privada trabajando con personas afectadas
UdeMM – Lic. Malena Cecati – Lic. Sebastian Ferron Pág. 2
por problemas emocionales. Aunque había recibido una formación científica, no utilizó el método
experimental. Por el contrario, formuló su teoría de la personalidad basándose en la observación
clínica de los pacientes. A través de una larga serie de sesiones psicoanalíticas, planteó una
original interpretación de lo que le decían sobre sus sentimientos y experiencias, ya fueran
reales, ya fueran imaginadas. Su método era, pues, muy distinto a la rigurosa investigación de
los elementos de la experiencia consciente y de la conducta en un laboratorio. Inspirado en el
psicoanálisis, un grupo de teóricos de la personalidad crearon una visión original de la naturaleza
humana fuera de la tendencia vigente en la psicología experimental. Estos neo psicoanalistas se
centraron en la persona íntegra tal como funciona en el mundo real, no en los elementos de la
conducta ni en las unidades de estímulo-respuesta que se estudiaban en el laboratorio.
Aceptaban la existencia de fuerzas conscientes e inconscientes, mientras que los conductistas
admitían tan sólo lo que podían ver. Por tanto, el trabajo de los primeros teóricos de la
personalidad era más bien especulativo: se basaba más en las inferencias realizadas al observar
la conducta de sus pacientes que en el análisis cuantitativo de los datos de laboratorio.

El estudio científico de la personalidad

Comprobamos entonces que la psicología experimental y el estudio formal de la personalidad


empezaron con base en dos tradiciones distintas, utilizando métodos y persiguiendo fines
también distintos. Conviene puntualizar que en sus años de formación, la psicología experimental
no ignoró por completo la personalidad –abordó algunos aspectos–, pero no existía en la
disciplina esta especialidad, como sí había en cambio una psicología del niño o una psicología
social. Fue apenas a finales de la década de 1930 cuando el estudio de la personalidad se
formalizó y sistematizó en la psicología norteamericana, principalmente gracias al trabajo de
Gordon Allport en la Universidad de Harvard. Su revolucionario libro Personality: A Psychological
Interpretation suele considerarse el inicio formal de esta área. Tras estos esfuerzos iniciales, se
publicaron otras obras, se fundaron revistas, las universidades ofrecieron cursos y se
emprendieron investigaciones. Esas actividades indicaron que algunas áreas de interés para los
psicoanalistas y neopsicoanalistas podían ser incorporadas a la psicología. Los psicólogos
académicos se convencieron de que era posible realizar un estudio científico de la personalidad.
Desde la década de 1930 hasta la fecha han surgido diversos enfoques del estudio de la
personalidad.

UdeMM – Lic. Malena Cecati – Lic. Sebastian Ferron Pág. 3


BIBLIOGRAFIA

 Teorías de la personalidad, 9a ed. (2010) Duane P. Schultz Sydney Ellen Schultz.

UdeMM – Lic. Malena Cecati – Lic. Sebastian Ferron Pág. 4

You might also like