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1. INTRODUCCIÓN
2. PRODUCCIÓN DE LOS RAYOS X
2.1. INTERACCIÓN ENTRE LOS ELECTRONES Y EL
BLANCO
2.2. EL ESPECTRO DE EMISIÓN
a. Espectro de rayos x característicos
b. Espectro de rayos x de bremsstrablung o
reducción de frenado
3. EMISIÓN DE LOS RAYOS X
3.1. CANTIDAD DE RAYOS X
Intensidad de corriente
Tensión
Distancia
Filtración
3.2. CALIDAD DE RAYOS X
Concepto
Filtro hemirreductor
Factores que afectan a la calidad de los rayos
4. INTERACCIÓN DE LOS RAYOS X CON LA MATERIA
4.1. ABSORCIÓN DE LOS RAYOS X
a. Dispersión coherente
b. Dispersión compton
c. Efecto fotoeléctrico
d. Producción de pares
e. Fotodesintegración
4.2. ATENUACIÓN DE LOS RAYOS X
a. Curvas de atenuación
b. CHR
1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se describe dos conceptos fundamentales, la producción de los rayos
X y de cómo se producen e interaccionan estos rayos con la materia .
Antes de comenzar con ellos, se va a describir cómo funciona el tubo de rayos X.
Los rayos X se originan al colisionar electrones acelerados (con mucha energía cinética)
con la materia. Para ello, el tubo de rayos X está formado por los siguientes elementos
básicos:
Una fuente de electrones: filamento, que se encuentra en el cátodo
Un acelerador de electrones: tensión o diferencia de potencial (KV)
Un lugar de choque: blanco, o zona metálica donde se produce la interacción de
los electrones, que se localiza en el ánodo
2. Cuando se aplica una tensión (KV), o diferencia de potencial, el ánodo (que está
cargado positivamente) atrae fuertemente a los electrones y, en consecuencia, éstos
son fuertemente acelerados en el espacio cátodo-ánodo, debido al enorme voltaje
proporcionado por el generador de alta tensión.
3. El vacío que existe en el interior del tubo evita la presencia de obstáculos (no hay
moléculas gaseosas) que interceptarían el libre recorrido de los electrones hacia el
metal anódico. Estos electrones llegan a alcanzar velocidad del orden de 10 3 Km/s.
La radiación X que sale del tubo depende de la energía cinética de los electrones, de
manera que a medida que aumenta esta energía, mayores serán la cantidad
(intensidad) y la calidad (energía o dureza) de los rayos X.
2. PRODUCCIÓN DE RAYOS X
2.1. INTERACCIÓN ENTRE LOS ELECTRONES Y EL BLANCO
Los electrones acelerados que se dirigen desde el cátodo al ánodo forman la corriente
del tubo y a veces reciben el nombre de electrones proyectil. Estos electrones
transfieren su energía cinética a los átomos metálicos del blanco al chocar con ellos,
pudiendo interaccionar con electrones corticales e incluso con el núcleo atómico o sus
proximidades, siendo esta última colisión menos frecuente.
RADIACIÓN CARACTERÍSTICA
La radiación característica se produce cuando un electrón proyectil interacciona con un
electrón de las capas internas de un átomo del blanco ocasionando su salida del
mismo, es decir, se produce una ionización. El átomo queda con un hueco electrónico
y éste se llena mediante la caída de un electrón de las capas exteriores, con la
consiguiente emisión de un fotón de radiación X. Esta radiación se denomina radiación
característica.
Para la obtención de imágenes de valor diagnóstico sólo resultan útiles los rayos X
característicos de tipo K, que tienen una energía eficaz de 69 KeV. Los rayos X L tienen
una energía eficaz de 12 KeV y apenas penetrarían unos cm en un tejido blando y, por
lo tanto, no son útiles en diagnóstico, al igual que otros rayos X característicos de baja
energía.
La energía de enlace de los electrones es distinta para cada elemento y, por tanto, la
energía de los rayos X característicos será también diferente (cada elemento produce
rayos X característicos diferentes). Al aumentar el número total de electrones en un
átomo (al aumentar el número atómico) aumenta también la energía de enlace, ya que
los electrones de los átomos grandes están más unidos al núcleo que los electrones de
los átomos más pequeños y se requiere mayor energía para ionizar a los átomos
grandes que a los pequeños. Por ejemplo, la energía de enlace de los electrones de la
capa K del wolframio es diferente de la energía de enlace de la capa K del molibdeno,
porque éste tiene sólo 42 electrones, mientras que el wolframio tiene 74. Así, la
energía de enlace del electrón K del molibdeno es de 20’00 KeV mientras que la
energía de enlace del electrón K del wolframio es de 69’53 KeV. Por tanto, la energía
de los rayos X característicos aumenta al incrementarse el número atómico del
elemento del blanco.
RADIACIÓN DE FRENADO
Otro tipo de interacción, en la que el electrón proyectil puede perder su energía
cinética es aquella que se produce con el campo nuclear del átomo del blanco. En este
tipo de interacción la energía cinética del electrón también se convierte en energía
electromagnética.
Un electrón proyectil que evite por completo los electrones orbitales al pasar a través
de un átomo del blanco, puede aproximarse lo suficiente al núcleo como para notar la
influencia de su campo eléctrico. Debido a que el electrón tiene carga negativa y el
núcleo positiva, existe entre ellos una fuerza electrostática de atracción. Esta fuerza
(campo eléctrico del núcleo) es muy intensa debido a que el número de protones es
muy alto (Z = 74) y la distancia entre el núcleo y el electrón proyectil es muy pequeña.
Al pasar cerca del núcleo, el electrón proyectil es frenado con una gran fuerza y desvía
su trayectoria, quedando con una energía cinética menor y en una dirección distinta.
Esta pérdida de energía cinética conlleva la emisión de un fotón de rayos X.
Este tipo de rayos X se llaman radiación de frenado.
Por ejemplo, un electrón con una energía cinética de 70 KeV puede perder toda, nada
o cualquier energía intermedia en una interacción de frenado y, por tanto, los rayos X
producidos pueden tener una energía cualquiera de hasta 70 KeV. Esto es diferente a
la producción de rayos X característicos, los cuales tienen energías específicas.
En general, es difícil obtener fotones con una energía máxima porque esto significaría
que toda la energía cinética del electrón proyectil ha pasado al fotón, y esto solamente
podría ocurrir cuando un electrón sufra un choque con el núcleo, fenómeno que
ocurre raramente. Por ello, los rayos X de frenado de energía próxima a la máxima van
a ser muy pocos.
En el caso del wolframio se observan cinco líneas verticales representando los rayos X
K y otras cuatro representando los rayos X L. Las líneas restantes de baja energía
representan emisiones características de capas electrónicas externas. Los rayos X K son
los únicos rayos X característicos del wolframio con energía suficiente para ser
utilizados en el diagnóstico por imagen. Aunque existen cinco tipos de rayos X K, éstos
suelen representarse como uno solo mediante una única línea vertical a 69 KeV.
En la práctica clínica no se utiliza esta relación para modificar la intensidad del haz de
rayos X ni para variar la densidad de la imagen porque al incrementarse la tensión
aumenta también la penetrabilidad (calidad) de dicho haz y son absorbidos
relativamente menos rayos X por el paciente, es decir, hay más fotones que atraviesan
al paciente y que interaccionan con el receptor de imagen. En concreto, para mantener
una exposición del receptor de imagen constante, y una densidad óptica constante, se
requiere que un aumento del 15 % en la tensión vaya acompañado de una disminución
de la intensidad de corriente a la mitad.
Al aumentar la tensión y reducir la intensidad de corriente de manera que la densidad
óptica permanezca constante, la dosis del paciente se reduce significativamente. La
desventaja de este ajuste técnico es la reducción en el contraste de la imagen.
Distancia
La intensidad de los rayos X es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia
al blanco del tubo.
Esta relación se conoce como ley de la inversa del cuadrado, que en términos
matemáticos se expresa de la siguiente forma: I1 / I2 = (d2 / d1) 2
Siendo I1 e I2 las intensidades del haz de rayos X a las distancias d 1 y d2,
respectivamente.
Filtración
Como ya es sabido, la filtración disminuye la cantidad de rayos X del haz. La
disminución en la intensidad de la radiación no es proporcional al grosor del filtro sino
que está relacionada con el mismo de una forma más compleja: al aumentar el grosor
del filtro, la cantidad de rayos X disminuye de forma exponencial.
Los filtros que se colocan en el recorrido del haz útil (filtración añadida) tienen como
finalidad reducir el número de rayos X de baja energía que llegan al paciente. Estos
rayos no contribuyen en nada a la formación de la imagen radiográfica y además
aumentan la dosis de radiación que recibe el paciente de forma innecesaria, ya que
son absorbidos por los tejidos superficiales y no alcanzan la película.
Cuando se interpone un filtro en el haz de rayos X se reduce la dosis que recibe el
paciente porque hay menos rayos X de baja energía en el haz útil. La desventaja de la
filtración del haz de rayos X es la reducción en el contraste de la imagen debida al
endurecimiento del haz.
Los equipos de rayos X por lo general tienen filtros de aluminio (a veces de cobre) de
1-3 mm de espesor, interpuestos en el haz útil.
Los factores que afectan a la cantidad de rayos X y son casi los mismos que los que
controlan la densidad óptica (grado de ennegrecimiento de una imagen radiográfica):
Factores Densidad
Cantidad de rayos X
(incremento) óptica
mA Aumenta proporcionalmente Aumenta
KV Aumenta según (KV1/KV2)2 Aumenta
Distancia Disminuye según (d2/d1)2 Disminuye
Filtración Disminuye Disminuye
Filtro hemirreductor
Los rayos X de alta energía poseen un poder de penetración mucho mayor que los de
baja energía.
Por ejemplo, mientras que los rayos X de 100 KeV se atenúan a un ritmo aproximado
de un 3%/cm de tejido blando, los rayos X de 10 KeV se atenúan a un 15%/cm de dicho
tejido. Además, los rayos X de cualquier energía son más penetrantes en un material
de bajo número atómico (como es el caso de piel y músculo) que en otro de alto
número atómico (como es el hueso).
En radiología, la calidad de los rayos X se mide mediante el FHR, siendo éste una
característica del haz útil de rayos X. El filtro hemirreductor se define como el grosor
de material absorbente necesario para reducir la intensidad del haz de rayos X a la
mitad de su valor original. Un haz de rayos X de diagnóstico suele tener un FHR entre 3
y 5 mm de aluminio o entre 3 y 6 cm de tejido blando.
Para determinar el FHR del haz de rayos X se utiliza un sistema constituido por tres
elementos:
Un tubo de rayos X con colimación.
Un conjunto de filtros de aluminio con espesor graduado.
Un detector de radiación (mide la cantidad de rayos X).
NO
Factores
Calidad de los rayos X Cantidad de rayos X
(incremento)
mAs No afecta Aumenta
KV Aumenta Aumenta
Distancia No afecta Disminuye
Filtración Aumenta Disminuye
Tensión (KV)
La tensión o kilovoltaje existente entre el cátodo y el ánodo determina la velocidad y,
por tanto, la energía cinética de los electrones. Como consecuencia, aumenta la
energía de los rayos X de frenado producido.
Al aumentar la tensión, aumenta la capacidad de penetración o calidad del haz de
rayos X y, por tanto, el FHR.
Filtración
Como ya se ha indicado con anterioridad, el objetivo principal de la filtración añadida
es eliminar de forma selectiva los rayos X de baja energía. A medida que aumenta la
filtración mejora la calidad (capacidad de penetración) del haz, aunque disminuye la
cantidad de rayos X que lo integran.
Aumenta el Kv el filtro reductor aumenta para reducir el FHR
El haz de rayos X ideal obtenido tras la filtración debería estar formado por rayos X con
unos valores poco variables de energía: habría que eliminar todos los rayos X por
debajo de una determinada energía (que vendría determinada por el tipo de examen a
realizar) para reducir la dosis de radiación que recibe el paciente. Además, también
deberían eliminarse los rayos X con energías superiores a un valor concreto con el fin
de mejorar el contraste de la imagen (los rayos X duros generan más radiación dispersa
que los blandos, disminuyendo más el contraste).
Estos filtros pueden fabricarse para muchos procedimientos, y por tanto, existen
diferentes tamaños y formas. La mayoría están hechos de aluminio, pero también se
pueden usar materiales plásticos en su diseño.
Existen diferentes tipos de filtros de compensanción:
Filtros de cuña: se utilizan en zonas del cuerpo con grosor variable. Por ejemplo, al
radiografiar un pie se podría colocar una cuña con la parte más gruesa sobre los dedos
y la más fina hacia el tobillo.
4.1. INTERACCIONES
Radiación dispersa
a. DISPERSIÓN COHERENTE (Dispersión Thompson)
Los rayos X con energía inferiores aproximadamente a 10keV interaccionan con la
materia mediante dispersión coherente.
En este fenómeno, el rayo X incidente interacciona con un átomo diana, haciendo que
éste se convierta en un átomo excitado. El átomo diana libera, de forma inmediata, su
exceso de energía en forma de rayo X dispersado con una longitud de onda igual a la
del rayo incidente. Sin embargo, la dirección del rayo X dispersado es diferente de la
del rayo X incidente y, por tanto de igual energía.
No existe transferencia de energía y, de este modo, tampoco ionización.
La dispersión coherente implica, a los rayos de baja energía, los cuales apenas
contribuyen a la imagen médica. Sin embargo, representa cierta dispersión a lo largo
del intervalo diagnóstico. A 70 kVp, un pequeño porcentaje de rayos experimentan
dispersión coherente, el color grisáceo general de una radiografía que reduce el
contraste de la imagen.
b. DISPERSIÓN COMPTON
Los rayos X a lo largo del intervalo diagnóstico pueden experimentar una interacción
con los electrones de las capas externas,(que no solamente dispersan el rayo X,) sino
que reducen su energía y también ionizan al átomo. Este tipo de interacción se
denomina efecto Compton o dispersión Compton.
La energía del rayo X con dispersión es igual a la diferencia entre la energía del rayo X
incidente y la energía del electrón expulsado. La energía del electrón expulsado es
igual a la energía de enlace más la energía cinética con la cual abandona el átomo.
Los rayos X dispersados que regresan en la dirección del haz incidente se denominan
radiación de retrodispersión. En radiología, esta radiación procede de la pared de la
mesa de exploración, no desde el paciente.
Relacionado
La probabilidad de que un rayo X dado experimente una dispersión Compton
disminuye al aumentar la energía de los rayos. La probabilidad de la dispersión es
inversamente proporcional a la energía del rayo X (1/E) e independiente del número
atómico. La dispersión Compton no depende del número atómico del átomo
implicado. Cualquier rayo tiene probabilidad de experimentar este efecto con un
átomo de tejido blando, así como con un átomo de hueso.
La dispersión Compton en el tejido puede presentarse con todos los tipos de rayos X y,
por este motivo, es de considerable importancia en la imagen radiológica. Sin
embargo, su relevancia tiene un sentido negativo. Los rayos X dispersos no
proporcionan una información útil en la radiografía. Al contrario, producen una
densidad óptica uniforme en la placa convencional y una intensidad uniforme en el
receptor de imagen digital, lo que redunda en una disminución del contraste de la
imagen. Capacidad óptica con
Analogica grados similares
c. EFECTO FOTOELÉCTRICO
Los rayos X en el rango diagnóstico también experimentan interacciones ionizantes con
los electrones de las capas internas. En este caso, el rayo X no se dispersa, sino que se
absorbe totalmente. Este proceso se denomina efecto fotoeléctrico.
El electrón extraído del átomo, que se conoce por fotoelectrón, escapa con una
energía cinética igual a la diferencia entre la energía del rayo X incidente y la energía
de enlace del electrón.
Para los átomos con número atómico reducido, como los que se encuentran en los
tejidos blandos, incluso la energía de enlace de los electrones de la capa K es baja. Por
tanto, el fotoelectrón es liberado con una energía cinética casi igual a la energía del
rayo X incidente.
Para los átomos diana con números atómicos más elevados, las energías de enlace de
los electrones son superiores, siendo menor la energía cinética que tenga el
fotoelectrón.
d. FORMACIÓN DE PARES
Si un rayo X incidente posee suficiente energía, puede eludir la interacción con los
electrones y acercarse al núcleo del átomo lo suficiente como para experimentar la
influencia del campo nuclear fuerte. La interacción entre el rayo X y el campo nuclear
hace que el rayo X desaparezca y, en su lugar, aparezcan dos electrones, uno cargado
positivamente (positrón) y el otro con carga negativa. Este proceso recibe el nombre
de formación de pares.
Un rayo X con una energía menor de 1,02 MeV no puede desencadenar la producción
de pares. La energía de los rayos X que excede los 1,02 MeV se distribuye por igual
entre los dos electrones en forma de energía cinética.
El electrón resultante de la producción de pares pierde energía por excitación e
ionización y, finalmente, ocupa un hueco en la capa orbital del átomo. El positrón se
une a un electrón libre y la masa de ambas partículas se convierte en energía en un
proceso que se denomina radiación de aniquilación.
Debido a que la producción de pares afecta únicamente a rayos X con enrgías
superiores a 1,02 MeV, no es relevante para la obtención de imágenes por rayos X
pero tiene una importancia vital para la tomografía por emisión de positrones (PET) en
medicina nuclear.
e. FOTODESINTEGRACIÓN
Los rayos X con una energía superior aproximadamente a 10 MeV pueden eludir la
interacción con los electrones y el campo nuclear y ser absorbidos directamente por el
núcleo. Cuando se presenta este fenómeno, el núcleo pasa a un estado de excitación y,
en este mismo instante, emite un nucleón u otro fragmento nuclear. Este proceso se
conoce por fotodesintegración.
Figura: La fotodesintegración no
tiene lugar en la radiología
diagnóstica.
Sin embargo, para constituir la imagen médica, de mayor importancia que el rayo X
que interacciona por dispersión Compton o efecto fotoeléctrico es el rayo X
transmitido a través del cuerpo sin que presente interacción alguna.
Los rayos X son atenuados de forma exponencial, lo que significa que no muestran un
rango fijo en los tejidos. Los rayos X son reducidos en número de forma porcentual
para cada aumento del espesor del tejido que atraviesan.
Considere la situación que se presenta en el diagrama de la siguiente figura:
Mil rayos X inciden en la nariz, que posee un grosor de 25 cm. La energía de los rayos X
y el número atómico del tejido muestran unas características tales que el 50 % de los
rayos X son extraídos o desplazados en los primeros 5 cm de espesor. Por tanto, en los
primeros 5 cm desaparecen 500 rayos X, y otros 500 continúan camino y penetran más
en los tejidos.
Al final de los segundos 5 cm, el 50 % de los 500 rayos X restantes, o 250 rayos X más,
han sido eliminados, con lo que solo 250 rayos siguen penetrando en los tejidos.
De forma similar, al entrar en el cuarto espesor, únicamente quedan 125 rayos X, y al
entrar en el quinto y último intervalo quedan 63 rayos X. La mitad de estos 63 serán
atenuados en los últimos 5 cm de tejido y, por tanto, únicamente 32 serán
Cada espesor que es atravesado puede atenuar el haz de rayos X únicamente en una
cantidad fraccionaria, y la fracción de cualquier número positivo siempre es superior a
cero.