—jgDestruirlas yo a ellas?! —grité—.
podria hacerlo?!
—{No te lo imaginas?
—Dimelo.
—jEl ratonizador! —grité mi abuela—. For-
mula 86. Ratonizador de Accién Retardada. jSe
lo darias a todas las del castillo, echando unas
gotas en su comida! Te acuerdas de la receta,
gno?
—jCon todo detalle! —contesté—. Quieres
decir que lo vamos a preparar nosotros mismos?
—jEso no son mas que pequefios detalles!
—grité ella, moviendo el bast6n de un lado a
otro—. jNo permitiremos que nada se inter-
ponga en nuestro camino!
—Y qué pasaré después? —le pregun-
té—. {Después de que La Gran Bruja y todas
las demds que estan en el castillo se hayan
convertido en ratones?
—Entonces, el castillo estar4 completa-
mente vacio, y yo entraré y me reuniré conti-
go y.
jgPor qué no?! —grité mi abuela—. Si
ellas pueden hacerlo, jnosotros también! ;Solo
es cuestién de conocer los ingredientes!
—éY quién va a trepar a los Arboles altos
para buscar los huevos del pajaro grufién? —le
pregunté.
—iYo! —grité—. jLo haré yo misma! jToda-
via hay mucha vida en esta pobre vieja!
—Creo que sera mejor que yo haga esa
parte del trabajo, abuela. Puede que tu no lo
logres.
[Esperal —grité—. {Un momento, abuela!
jSe me acaba de ocurrir una idea desagradable!
—,Cual? —pregunté ella.
—Cuando el ratonizador me transformé
a mi en ratén, no me convert{ en uno vulgar
y corriente que cualquiera puede atrapar con
una ratonera. Me converti en un ratén-persona
inteligente, que piensa y que habla, jy al que ni
se le ocurriria acercarse a una ratonera!
Mi abuela se par6 en seco. Comprendié lo
que venia a continuacién.