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Células Implicadas en La Respuesta Inmune
Células Implicadas en La Respuesta Inmune
Concepto e introducción
La respuesta inmune está mediada por múltiples tipos celulares y por los factores solubles que
éstos secretan. Las células que componen el sistema inmunitario se denominan globalmente
leucocitos o glóbulos blancos. Las células del sistema inmune se localizan en órganos
especializados, encontrándose también distribuidas de forma difusa en diversos tejidos y
fluidos del organismo. La morfología del núcleo celular y la capacidad de fagocitosis son dos
parámetros típicamente utilizados para realizar una clasificación inicial de los leucocitos.
Los fagocitos son considerados la primera línea de defensa contra las infecciones debido a su
capacidad de atrapar, ingerir y eliminar microorganismos invasores de forma constitutiva (es
decir, sin necesidad de previa exposición al agente infeccioso). Las células fagocíticas utilizan
sistemas de reconocimiento ancestrales relativamente inespecíficos, siendo los mediadores
principales de la respuesta inmune innata.
Por otra parte, los linfocitos constituyen un grupo de leucocitos fundamentales para la
respuesta inmune adaptativa, siendo responsables del reconocimiento específico de
antígenos, así como de los mecanismos de memoria inmunológica.
Células fagocíticas
Monocitos y macrófagos
Los macrófagos tienen como función principal la de captar y eliminar agentes infecciosos y
partículas extrañas. También están implicados en procesos inflamatorios, de inmunidad celular
y de cicatrización. Tras su activación, los macrófagos secretan citoquinas que modulan la
actividad de otras células inmunes Los macrófagos fagocitan activamente partículas,
microorganismos, células muertas e incluso células tumorales. El proceso de fagocitosis se
desencadena tras la activación de receptores especializados en la superficie del macrófago,
como los receptores tipo Toll (Toll-Like Receptors, TLR) o los receptores para determinados
glúcidos (por ejemplo, manosa) presentes en la superficie de algunos microorganismos.
Los macrófagos también poseen receptores para anticuerpos y para factores del
complemento.
Granulocitos polimorfonucleares
Una vez fagocitados, los microorganismos ingeridos son contenidos en vacuolas, las cuales se
fusionan con los lisosomas formando fagolisosomas. Es en los fagolisosomas donde la
destrucción del material fagocitado se lleva a cabo por medio de la liberación del contenido de
los gránulos y por la formación de deriva dos del oxígeno altamente bactericidas, como el
peróxido de hidrógeno o el anión superóxido. A este proceso se le denomina «estallido
respiratorio» (del inglés, respiratory burst). Los neutrófilos también pueden liberar el con
tenido de sus gránulos y otras sustancias citotóxicas al medio extracelular tras la activación de
sus receptores Fcy para inmunocomplejos.
Eosinófilos
En su superficie poseen una serie de moléculas que les permiten realizar algunas de sus
funciones. Por ejemplo, tienen receptores para la fracción cristalizable de la IgG (FcyR) y de la
IgE (FcɛR). Esta última está fundamentalmente implicada en procesos parasitarios y de
hipersensibilidad de tipo 1 o alergia, por lo que los eosinófilos contribuyen de forma relevante
en estas dos situaciones.
Basófilos
Las células presentadoras de antígeno tienen como función captar, procesar y pre sentar
antígenos a los linfocitos T en combinación con moléculas CMH II. las células dendríticas son
consideradas las células presentadoras de antígeno por excelencia. Las células dendríticas
forman un grupo celular heterogéneo especializado en el procesamiento de antígenos y están
dotadas de alta capacidad inmunoestimulante. Estructuralmente, presentan prolongaciones
citoplasmáticas largas con típica morfología dendrítica. Por su papel primordial en fa inducción
funcional de los linfocitos T colaboradores (Th), las células dendríticas son vistas como el
puente entre el sistema inmune innato y el sistema inmune adaptativo.
Un último tipo son las células dendríticas foliculares, estas células se encargan de presentar
péptidos antigénicos a los linfocitos B. Se localizan en los folículos primarios y secundarios del
área de linfocitos B en los nódulos linfáticos, el bazo y el tejido linfoide asociado a mucosas. A
diferencia de las células dendríticas interdigitadas, las células dendríticas foliculares no migran.
Como se ha indicado anteriormente, los linfocitos B y los macrófagos, los cuales expresan gran
cantidad de moléculas CMH II, también pueden procesar y presentar eficientemente antígenos
a linfocitos T.
Los linfocitos son los leucocitos responsables del reconocimiento específico de antígenos y, por
ende, del inicio de la respuesta inmune adaptativa. Según su función se dividen en dos grandes
tipos celulares: linfocitos T y linfocitos B. A su vez, los linfocitos T se clasifican en otras dos
subpoblaciones con funciones diferentes: los linfocitos T colaboradores (Th) y los linfocitos T
citotóxicos (Tc).
LINFOCITOS T
Los linfocitos T ejercen sus funciones por medio de la secreción de unas moléculas
denominadas citoquinas, que transmiten señales a otras células, así como por contacto
directo. Los linfocitos T tienen la capacidad de recircular y constituyen un porcentaje sustancial
de los leucocitos en sangre periférica en la mayoría de especies domésticas. Debido al diseño
de su receptor antigénico, los linfocitos T reconocen el antígeno únicamente cuando éste es
presentado en la superficie de otra célula asociado a moléculas del CMH.
Moléculas de superficie
Desde el punto de vista funcional, los linfocitos T se subdividen en dos tipos celulares: el
primero expresa el marcador CD4 (cadena simple glucoproteica), y se corresponde con
linfocitos colaboradores o linfocitos Th (helper).
El segundo tipo de linfocitos expresa el marcador CD8 (dímero) y se corresponde por lo general
con linfocitos citotóxicos (Tc).
Los linfocitos T CD4+ reconocen antígenos asociados a moléculas CMH de clase II, mientras
que los linfocitos T CD8+ reconocen antígenos presentados junto a moléculas del CMH de clase
I.
Finalmente, existen algunos linfocitos T (5-10%), denominados NK-T, que expresan los
marcadores típicos de las células NK como, por ejemplo, el CD56. Estos linfocitos presentan
una importante actividad citotóxica y alta producción de IFN-y si bien no producen IL-2 ni
proliferan significativamente tras su estimulación antigénica.
Para ejercer su acción, los linfocitos Tc liberan las citotoxinas perforina y granulisina, que
forman poros en la membrana plasmática de la célula diana, facilitando la entrada de iones y
de agua hacia el interior de la célula alterada, lo que produce su lisis. Por otra parte, los
linfocitos Tc activados expresan la proteína de superficie ligando de Fas (FasL), que reconoce a
las moléculas Fas expresadas en la célula diana. Fas es una proteína que participa también en
apoptosis.
LINFOCITOS B
Los linfocitos B en reposo vírgenes (no expuestos antes al antígeno) expresan clases o isotipos
de inmunoglobulinas ancladas en su superficie (principalmente de la clase IgM). La unión del
antígeno al BCR junto con la acción de linfocitos colaboradores y citoquinas Th2, provoca la
activación, división y desarrollo del linfocito B hacia célula plasmática que produce la
inmunoglobulina soluble (primero IgM y luego generalmente IgG).
a. Los linfocitos B-1a son los productores de los anticuerpos llamados <<naturales>> o de
<<baja afinidad>>. Se considera que los llamados anticuerpos naturales juegan un papel
importante frente a antígenos independientes de linfocitos T (antígenos T-Independientes),
formando una primera línea de defensa frente a agentes invasores y de reconocimiento de
componentes dañados del propio organismo.
Por otra parte, los linfocitos B-1b también sintetizan anticuerpos de baja afinidad y se
producen durante la vida adulta.
Las células asesinas naturales, también conocidas como células NK (Natural Killer), se localizan
principalmente en los órganos linfoides secundarios y en la circulación.