Este cuento pertenece a:

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Te lo regala con cariño:
La Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP
 E¡ s la hora del recreo! Santiago,
Sofía y Torito salen a jugar al patio, emocionados.

—¿Qué jugamos? – preguntó Sofía.

—¿Qué tal si jugamos a los superhéroes? – respondió Santiago.
—¡Eso es para niños! Yo quiero jugar a ser una doctora
– exclamó Sofía.

Santiago, queriendo convencer a Sofía, le dijo:

—Mira, ayer vi unos dibujos de superhéroes y había…

En eso la conversación se vio interrumpida por un niño

que resbaló a unos metros de ellos.

Se acercaron a ver lo sucedido

—¡Pobre niño! ¡Que golpe! ¡Felizmente no ha sido grave!
– exclamaron.

Y al comprobar que su compañero no se había lastimado,

regresaron a jugar.

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 Mientras tanto, Santiago siguió con
su relato, tratando de convencer a Sofía:

—Bueno, como les estaba diciendo, ayer vi unos dibujos

de superhéroes ¿Imaginan cómo sería tener superpoderes y
ayudar así a las personas? ¡Anímate Sofía!, tú puedes ser la
doctora que cura a los heridos ¡Vamos a jugar, será divertido!

—¿Qué dices? – dijo Torito.

—¡Juguemos! ¡Parece divertido! – respondió Sofía, entusiasmada.

Los niños empezaron su viaje imaginario hacia una hermosa ciudad,

rodeada de edificios y grandes árboles, sin embargo, la ciudad se veía
oscura y los niños se preguntaron por qué una ciudad tan linda se veía así.

De repente algo llamó aún más su atención.

—¡Mira Santiago! – dijo Sofía – Las personas

de esta ciudad no paran de accidentarse…

Los niños, en su imaginación, vieron a los habitantes

con golpes y caídas. ¡Era terrible!

—Yo voy a ayudar a todas estas personas – dijo Sofía.

—¡Necesitan ayuda médica!

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 De pronto, se escuchó una risa malévola y misteriosa...
¡Era el Dr. Peligro! ¡Era él quien provocaba los accidentes!, por eso las
personas andaban tristes. El villano exclamó:

—Jajaja, ¡No podrán vencerme! ¡Ninguno de estos habitantes es

cuidadoso! ¡Nunca lograrán atender a tantas personas heridas
y evitar que se produzcan más accidentes!

—El Dr. Peligro tiene razón – dijo Santiago. – Para evitar que se
produzcan más accidentes, debemos lograr que los habitantes actúen
con cuidado y precaución. ¡Ellos no son cuidadosos!, además ¡No vamos
a lograr atender a todos!

—Ojalá hubiera una manera de ayudar a todos y protegerlos para que

no tengan accidentes. ¿Cómo haremos eso? Nosotros solitos no lo lograremos.
¡Son muchos! – siguió diciendo Santiago.

En eso se escuchó una voz que decía:

—¡Claro que hay una solución!

Al voltear a ver quién decía eso, vieron a Torito convertido

en un superhéroe.

—¡Super Torito! ¡Estamos salvados! – exclamaron los hermanitos.

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 —Los accidentes – explicó Súper Torito – son parte de la vida diaria,
y debemos hacer lo posible para evitarlos.

Sin embargo, a veces ocurren de todos modos. Por eso es

recomendable tener un seguro contra accidentes. Así uno vive
tranquilo, sabiendo que existen empresas encargadas de protegernos
si nos llega a pasar algo. A estas empresas se les conoce como
compañías de seguros.

—¡Entonces hay que asegurar a todas estas personas! ¡Las

compañías de seguros se encargarán de que los atiendan!
Y nosotros de informarles que deben ser
cuidadosos – exclamó Sofía.

—¡Excelente idea, Sofía! – comentó Súper Torito.

—Muchos accidentes ocurren porque no somos lo
suficientemente cuidadosos. Debemos observar siempre las señales de
peligro y pensar en lo que podría pasar si las ignoramos.

Es así que los niños y Súper Torito comenzaron a informar a los

habitantes sobre la importancia de los seguros y de ser cuidadosos.

Los habitantes de la ciudad comenzaron a ser más cuidadosos,

además estaban contentos al saber que estaban protegidos
¡La ciudad ya no se veía oscura!
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 —¡Esto es tan aburrido! Ya nadie se accidenta. ¡Yo me voy de aquí!
– gruñó el Dr. Peligro, emprendiendo el vuelo. ¡Los niños habían ganado!

De pronto se escuchó el timbre. El recreo había terminado y el juego también.

Los niños, recordando aún su victoria, se encontraban saltando de alegría.

De pronto Santiago cayó al suelo, lastimándose la mano.

La enfermera del colegio acudió al instante.

—¡Rápido! ¡Llamen a una ambulancia! – gritó alguien por ahí.

Santiago fue trasladado en la ambulancia a una clínica. Los papás

de Santiago, junto a Sofía y Torito se dirigieron hacia a allá.

Al llegar a la clínica, el doctor les informó que,

afortunadamente, Santiago no tenía ninguna lesión grave.

— ¡Qué bueno que la enfermera del colegio reaccionó al instante!

– comentó aliviada la mamá de los niños.

—Así es – añadió el papá – Y ustedes niños, ¿Qué han aprendido de todo esto?

—Yo aprendí que los accidentes son más frecuentes

de lo que uno cree – dijo Santiago.

—Debo prestar más atención a las señales de peligro. Pero, me queda

10 una duda: ¿Estoy asegurado?
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 —Claro, hijo – dijeron los papás.

—Los niños que se encuentran estudiando están protegidos contra las

caídas y otros accidentes – intervino Torito. – Gracias al “seguro escolar”,
cuando un niño sufre un accidente dentro o fuera del colegio, se le
atiende de manera inmediata y de ser necesario lo llevan a
una clínica o a un hospital, así como lo hicieron contigo.

—De todos modos, seremos más cuidadosos. Los accidentes

son algo terrible: además del dolor perdemos clases y
veremos tristes a nuestros padres y amigos – dijo Sofía.

—Tienes razón, hermana ¡Desde ahora nos alejaremos

del Dr. Peligro! Y la próxima vez que juguemos seré yo el superhéroe
– dijo Santiago.

Todos sonrieron. Pasados los días, con ayuda de su profesora, Santiago, Sofía
y Torito iniciaron una campaña informativa para que los niños del colegio y
los padres de familia conozcan la importancia del seguro escolar.

Desde ese día fueron más cuidadosos a la hora del recreo.

MORALEJA: Para que no ocurran accidentes,

lo mejor es prevenir y ser cuidadosos.
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 En el salón de clase de Sofía,
Torito y Santiago hay 7
objetos que podrían
causar accidentes.

Encuéntralos y
márcalos con
una (X). Luego
conversa
con tus
compañeros
por qué lo
elegiste:

desamarrado.
cáscara de plátano y pasador
refresco derramado, libro, mochila,
Librero malogrado, luna rota,

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 Colorea este súper consejo para evitar accidentes en tu escuela:

“Al subir y bajar escaleras, debes hacerlo agarrado de las barandas

y de un escalón por vez, nunca corriendo ni leyendo. Así evitarás
sufrir una caída”
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 SBS - PROGRAMA DE EDUCACIÓN FINANCIERA

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