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La imprenta La historia suele contarse por medio de protagonistas que se llevan todo el rédito por un avance. Es, entre muchos ejemplos, el de los hermanos Orville y Wilbur Wright, considerados los primeros en volar en avion a pesar de que otros lograron antes hacer unos metros menos que ellos. ¢Cuantos metros en el aire hacen un vuelo? Toda historiografia que no haga el vano intento de contarlo todo, deber caera en la trampa de los protagonismos. Es el caso de la imprenta de Gutenberg, aunque lo mas justo seria comenzar a contar la historia unos cuantos siglos antes del nacimiento de este inventor, cuando los chinos usaban maderas talladas para impri- Mir sobre distintas superficies. El sistema empez6 a utilizarse en el Siglo III para estampar telas con dibujos. La técnica, a la que hoy se Esteban Magnani 67 n madera la imagen de lo que se llama xilografia, consistia en tallar queria imprimir para hacer una especie de sello que se entintaba y se presionaba sobre la superficie elegida. El trabajo del tallado llevaba mucho tiempo, por lo que valia la pena hacerlo sdlo con aquellas obras que iban a requerir muchas copias como, por ejemplo, libros religio- sos que permanecerian sin modificaciones por siglos De hecho el impreso completo considerado mas antiguo es una obra budista de fines del siglo VII. También existe un libro completo realizado con bloques de madera que data del afio 886. A finales del siglo X comenz6 a imprimirse el Tripitaka, el libro sagrado de los budistas, que tenia varias miles de paginas, todas ellas impresas en bloques de madera. En el siglo XI comenzaron en China las primeras pruebas con tipos méviles hechos en cerémica, madera o metal. El sistema permitia mayor flexibilidad al imprimir, ya que los signos se alineaban de acuerdo a la necesidad y una vez terminada la impresion podian utilizarse para alguna otra obra sin necesidad de empezar todo de nuevo. De cualquier manera el sistema no representaba una gran ventaja respecto del anterior ya que el sistema logografico chino, como se vio antes, requiere unos ocho mil signos, una cantidad sumamente engorrosa para realizar impresiones a escala industrial. Las xilografias también se utilizaban en Europa, pero con la llegada del papel su potencial aumento ya que se podian hacer més copias, con menos esfuerzo y a menos costo que con el pergamino. Las pri- meras copias de dibujos, hechos en madera primero y en metal des- pués, aparecieron en el siglo XIV. Poco més tarde se agregé a estas imagenes algun texto, generalmente religioso. Estas imagenes se imprimian de a miles y tenian un sentido entre piadoso y decora- tivo, aunque podia haber algunos en el que se dieran recetas para, por ejemplo, hacer tinturas, por lo que en algunos casos cumplfan también una funci6n de circulacion del conocimiento. En los tiempos ee Historia de la comunicacién del Renacimiento existia una demanda importante para esas impre- siones, pero cada una de las nuevas obras llevaba un tiempo enorme y slo se justificaba si se iban a hacer muchas copias de ellas. Las noticias por entonces ya tenian una demanda, pero no era posible tallarlas en madera con suficiente velocidad ni era demasiado eficiente hacerlo, ya que no durarfan demasiado como tales. Por entonces, las novedades viajaban junto con personajes que las lle- vaban de un lugar a otro dandole un toque personal para atraer su clientela. Otro tipo de informacién mas “seria” era consumida por los hombres mas ricos de la época, quienes se hacian escribir car- tas de algunos corresponsales de otras ciudades con las ultimas novedades. Algunos de estos protoperiodistas llegaron a tener varios suscriptores. En cualquier caso era inimaginable que elementos tan efimeros como las noticias pudieran justificar el trabajo de tallar toda una hoja junta. La necesidad de un sistema més flexible estaba plan- teada y habia muchos que se abocaron a la tarea de encontrar una forma de satisfacerla. Es entonces cuando hace su entrada la imprenta de tipos mévi- les que tanto impacto tendria en Europa y que, probablemente, fue un desarrollo paralelo sin inspiracién directa en el sistema de impresion similar de origen chino. Sin duda, la ventaja respecto de los orientales era que Europa usaba el alfabeto latino que requeria tres decenas de simbolos para decir cualquier cosa. Ademas como el latin era atin la lengua universal entre los eruditos, se podian asegurar un mercado que trascendiera las fronteras linglisticas de aquel entonces. Lo que hacia falta era alguien capaz de combinar un pufiado de signos tallados independientemente, un sistema para alinearlos en oraciones y una prensa con la que fijarlos al papel: quien lo hiciera resultaria ser el padre de la imprenta. Cuenta la historia que fue- Esteban Magnani 69 ron varios los que simultaneamente lo intentaron e incluso lograron hasta cierto punto, pero mas o menos justificadamente, el cetro quedo para Johann Gansefleisch (1399-1468), mas conocido como Gutenberg por el cartel que colgaba de su puerta y que decia Zu guten Bergen (La buena montana). Gutenberg habia nacido en 1399 y era hijo de un herrero de Magun- cia, actual Alemania. Desde 1448, al menos, se sabe que Gutenberg se dedicé a desarrollar un sistema de impresi6n practico y prolijo por lo que reemplaz6 los primeros tipos de madera, que se partian facil- mente por la presién de la prensa que utilizaba (inspirada en una simi- lar pensada para aplastar las uvas y extraerles el jugo), por otros de una aleacién de plomo, estano y antimonio, la misma que se utili- zaria por siglos. Su primer fruto es, segUn se cree, del ano 1449 cuando publicé el Misal de Constanza, un libro liturgico que indicaba las oraciones que correspondian a cada dia del afio. El sistema desa- rrollado era relativamente simple: los tipos se alineaban para formar las palabras y las oraciones en una caja que los mantenia firmes y luego estas cajas se unian las unas a las otras hasta formar una pagina. Luego se pasaba la tinta sobre los tipos y con ellos se hacia pre- sién con ellos con la prensa sobre un papel. La hoja quedaba lista para encuadernarse en un libro completo. Entusiasmado por el éxito técnico de sus primeras obras y mien- tras seguia imprimiendo algunas otras de menor importancia para generar algunos ingresos, seguin se cree, Gutenberg se volvid mas ambicioso. Pero el desarrollo de su idea requeria tiempo y dinero, por lo que se asocié con un banquero llamado Johan Fust (1400- 1466). Solo entonces, en 1452, inicié el trabajo para publicar lo que luego se conocié como La Biblia de Gutenberg la primera obra que tendria ya las caracteristicas de los libros modernos y que lo con- sagraria como inventor de la imprenta. 70 Historia de la comunicacion Lo que Gutenberg no calculé bien fue el tiempo que le llevaria recoger los primeros frutos de la inversion, por lo que antes de fina- lizar el trabajo se quedo sin dinero. Fust se nego a seguir ampliando el crédito, desplaz6 a Gutenberg de la direccion y lo reemplaz6 por alguien de mas confianza, como su yerno Peter Schoffer (1425-1502), quien también era discipulo de Gutenberg desde hacia unos ahos. Schoffer dio mas velocidad al negocio y rapidamente vendié las Biblias al alto clero a muy buen precio, aunque seguramente mucho menos que el que se cobraba por un manuscrito similar, por no hablar del tiempo que habia que esperar a que se copiara. Los pedidos empezaron a llegar y la imprenta se transform6 en un negocio exce- lente. En 1460, en la mayor de las pobrezas, morfa Gutenberg, a quien seguramente poco hubiera consolado saber que pasaria a la historia como uno de los inventores més importantes y que las esca- sas copias de su Biblia que aun existen son consideradas una joya invalorable. En los once afios siguientes Schoffer y Fust sacaron a la venta mas de 100 titulos, entre ellos el Psalterio en 1457, el pri- mer libro fechado, firmado e impreso en colores. Aun tuvieron que pasar varios afios hasta que los libros impresos dejaran de pasar por las manos de los iluministas y miniaturistas que los decoraban en un resabio de la etapa anterior del libro manuscrito Pensado como objeto de arte. Poco a poco el libro se transformé, ahora si, en el medio de comunicacién a distancia mas importante. En los siglos siguientes el énfasis se pondria en mejorar la técnica (aunque no se produjeron cambios esenciales por mucho tiempo) y en hacer més legibles las tipografias, por lo que la gética fue rapi- damente abandonada. Por otro lado, el poder del libro de unir gente y transmitir ideas hizo que la historia de la imprenta fuera al mismo tiempo la historia de la censura: ya en 1462 las imprentas se prohibieron en Magun- Esteban Magnani 1 cia. El efecto paraddjico fue que impresores calificados se mudaron a otras ciudades y abrieron sus propios talleres dando a conocer el sistema al mundo entero. En cualquier caso la técnica ya venia expan- diéndose por Europa: en 1458 se establecié la primera imprenta en Estrasburgo, en 1464 la primera de Italia, en 1470 llegaba a Fran- cia y en 1473 alos Paises Bajos. Gracias a la nueva técnica que per- mitia imprimir unas 600 hojas por prensa cada dia, una cifra astrond- mica comparada con la de los copistas, los titulos se publicaban de a miles aunque se calcula que una tirada promedio era de unas 300 copias. En 1539 se instalaba la primera imprenta del continente americano, en México. Pero no todo lo que salia de las imprentas eran libros. En 1475 aparecia el primer impreso de noticias en el que se relataba la toma de la ciudad de Caffa por los turcos. También algunas curiosi- dades, como la primera carta de Colon desde América en 1493, mere- cieron destino de imprenta. Entre 1590 y 1610 se calcula que se publicaron cerca de 450 hojas con noticias (generalmente una sola por hoja), es decir una cada dieciséis dias. Es claro que, si bien exis- tia la posibilidad tecnolégica de publicar las noticias a escala, no se utilizaria con demasiada frecuencia hasta que se produjera un aumento serio de la alfabetizacion. Por eso es que durante los primeros siglos de la imprenta lo unico que se copiaba masivamente eran hojas suel- tas con grandes dibujos y el calendario, alguna receta de cocina o alguna oraci6n religiosa, bastantes similares a las que se hacian antes del desarrollo de los tipos méviles. Las noticias demorarfan en tener una clientela regular que justificara el desarrollo de la industria perio- distica. Como dice el historiador de los medios Manuel Vazquez Montalban, en aquel entonces "(...) la imprenta era un cachorro temido por el poder, no muy aceptado por la vanguardia cultural, mercanti- lizado por uno de los gremios més celosamente vigilados por la 7; ‘ 2 Historia de la comunicacién Iglesia y el principe. La comunicacién de lo establecido siguié siendo lamanuscrita y la transmision oral en el marco de ciudades cada vez mas situadas bajo la hegemonia burguesa”. Pero més tarde el mismo Vazquez Montalban reconoce que sin la impresién en serie de las ideas de Copérnico publicadas en 1545 0 las posteriores de Galileo, muy probablemente la revolucién cientifica misma hubiera sido mucho mas lenta. Lo mismo puede decirse de la reforma religiosa que se apoyo fuertemente en la publicacion de las tesis de Lutero en 1517 y en las hojas impresas que se pegaban clandestinamente en las paredes. Ya entonces existia plena conciencia de la necesidad de reproducir masivamente (con lo que esa palabra significa en el contexto de una Europa atin pobremente alfabetizada) las ideas que desafiaban el statu quo religioso. No es poca cosa, para un invento que hacia sus primeros pasos. El telégrafo eléctrico Los sucesivos avances en el conocimiento de la electricidad y el magnetismo, sobre todo a partir del siglo XVIII, despertaron el inte- rés de gente proveniente de todas las disciplinas. Habia alli un fend- meno nuevo, pero, épara qué podia servir? Entre las muchas posi- bilidades que ofrecia y que seguirfan apareciendo en los siglos subsiguientes, estaba la de crear un medio de comunicaci6n. Una de las primeras menciones detalladas sobre un potencial telé- grafo que utilizara electricidad para enviar informacion aparece en una revista escocesa de 1753 firmado por un andnimo “C.M.". El dispositivo funcionaba por medio de cables, uno por cada letra del alfabeto, al que cuando se le aplicaba una corriente eléctrica en un extremo, en el otro atrafa un papel con la letra correspondiente mar- cada. La sucesién de sefales permitia elaborar palabras, oraciones y frases, aunque a una velocidad muy pobre. Ademiés, como las fuen- tes de corriente eléctrica eran muy poco potentes, el sistema no Podia pasar de ser una mera curiosidad de feria. El camino estaba abierto y otros siguieron esta vertiente con poca Suerte, debido, sobre todo, a la falta de recursos técnicos Bee dos. Uno de ellos fue George-Louis Le Sage (1724-1803), quien pro- 79 Esteban Magnani puso en 1782 un modelo similar que utilizaba cables que iban bajo tierra. El espanol Agustin de Betancourt y Molina (1758-1824) en 1797 realizo algunas pruebas de telegrafia eléctrica entre Madrid y Aranjuez, ciudades separadas por casi 50 kilometros, e incluso ini- cid los trabajos para llegar hasta Cadiz, aunque las dificultades téc- nicas lo hicieron abandonar la idea y dedicarse a desarrollar un sis- tema de telegrafia optica. Algo similar habia intentado el mismo Chappe, quien hizo sus pruebas eléctricas en 1790 pero no qued6 satisfecho, por lo que se volcé a desarrollar su telégrafo éptico. Don Francisco Salva y Campillo de Barcelona propuso en 1795 un telé- grafo eléctrico con el que se generaban chispas que iluminaban las letras que se ubicaban en el otro extremo. Ideas no faltaban: lo que escaseaban eran las herramientas para concretarlas. En 1800 el gran cientifico italiano Alessandro Volta (1745-1827), sin que fuera su proposito principal, le dio un gran empujén tecno- légico al telégrafo eléctrico con un dispositivo capaz de generar electricidad: la pila. El nuevo invento aportaba el sustento tecno- légico para acometer la tarea de desarrollar un telégrafo eléctrico que tuviese la potencia necesaria para cruzar largos territorios. Ya en 1809 un anatomista prusiano llamado Samuel Soemmering (1775-1830) aproveché la pila voltaica para su original sistema de comunicaciones basado en la descomposicién del agua: al cerrarse el circuito de cada uno de los cables que representaba una letra, inmerso en agua acida, se generaba una burbuja de hidrégeno en el casillero de la letra correspondiente del otro lado del cable. El invento fue luego perfeccionado, pero tampoco logré impacto masivo. Otros métodos més fueron desarrollados en esos afos, incluso por personajes tan importantes como el astrénomo, fisico y matemiatico -entre otras cosas-, que el marqués Pierre Simon de Laplace (1749-1827) fue. 80 Historia de la comunicacién En Inglaterra, Sir Charles Wheatstone (1802-1875), un gran inven- tor en su tiempo, desarrollé un sistema de telégrafo eléctrico en el que se cerraba un circuito para mover cinco agujas que sefialaban letras del alfabeto. El sistema fue mejorado por un hombre de nego- cios llamado William Cooke quien tuvo una idea original para su tiempo: ofrecer el dispositivo a las empresas privadas, en particu- lar las empresas de ferrocarriles que necesitaban coordinar el trafico ferroviario con un sistema realmente instantaneo. Asi fue que en 1837 se probo por primera vez entre dos estaciones de Londres separadas por poco mas de cuatro kilémetros. A pesar de que la prueba fue un éxito, de acuerdo a los cronistas de la época, el servi- cio ferroviario result6 poco visionario y no demostré interés en desa- rrollar el invento. El golpe de efecto necesario se daria en 1845 cuando un mensaje transmitido por el telégrafo permiti reconocer e inter- ceptar a un asesino en la siguiente estacion, antes de que huyera de la ciudad. En 1839 el sistema se extendié hasta otra estacion mas distante, a 21 kilometros, y en 1845 se formaba la Electric Telegraph Company. El ferrocarril seguiria siendo en el Reino Unido el princi- pal inversor en telegraffa eléctrica. Mas alld de algunos éxitos parciales, el que iba a recoger lo mejor de lo conocido mas algo de cosecha propia para hacer el invento que realmente termind conectando al mundo fue Samuel Morse (1791- 1872), un artista que emigré de su Estados Unidos natal para estudiar pintura en Gran Bretafia. Al volver a EE.UU. con cierta reputaci6n, pero sin dinero, se dedicé a desarrollar algunas invenciones que tape le permitieron vivir bien. Finalmente tuvo que aceptar ganarse la vida haciendo retratos e incluso llegé a pintar a uno de los héroes de laliber- tad estadounidense, el marqués francés de La Fayette (1 757-1834). El destino del pintor, cuenta la historia, cambiaria en uno ES sus Tegresos desde Europa, en 1832. Durante el viaje conocid a un 8 Esteban Magnani personaje que le conto acerca de los cursos sobre electricidad que habia tomado en Paris y le mostro un electromagneto, una bobina que atrae metales cuando por ella circula una corriente eléctrica. Morse record6 que en su juventud también se habia interesado sobre el tema y comenzo a fantasear durante las seis semanas que duraba el viaje con la posibilidad de utilizarla para enviar informacién de distintas maneras. Su carpeta de dibujos se llend de modelos de posibles telégrafos eléctricos. Con el regreso su obsesi6n no dismi- nuy6 y apenas pintaba lo suficiente como para vivir, mientras dedi- caba el resto de su tiempo al telégrafo que queria inventar. Una de sus pinturas més importantes, encargada por el gobierno, nunca fue terminada y debid devolver el adelanto de 300 délares que habia reci- bido més los intereses acumulados. El mayor desafio para Morse y todos sus contemporaneos que se dedicaban al desarrollo de un telégrafo era atravesar kilémetros de cables con las débiles baterias de aque! entonces que eran mejor que nada, pero aun resultaban insuficientes. Su idea, com- partida con muchos otros, era generar apenas suficiente corriente como para activar la bateria siguiente y asi sucesivamente. Conec- tando una baterfa con la siguiente, a espacios regulares, podia lograrse hacer llegar una sefial hasta cualquier destino, pero, ecomo conectarlas? En 1837 encontré la forma de llevar adelante su idea con un interruptor que se activaba o desactivaba magnéticamente: la primera baterfa tenia apenas suficiente potencia como para acti- var ese interruptor que a su vez activaba la siguiente baterfa y asi sucesivamente. Esa fue la originalidad de Morse, quien por otro lado estaba bastante poco informado de lo que estaban haciendo otros inventores para resolver el problema. El mismo afio en que Wheatstone y Cooke hacfan sus pruebas, Morse desarrollaba su primer prototipo. a Historia de la comunicacion En febrero de 1837, la Camara de Representantes de Estados Uni- dos aprobé una resoluci6n para que se estableciera algun sistema telegrafico. En ese entonces Morse, que estaba presentando su inven- cidn, conocid a Alfred Lewis Vail (1807-1859), el hijo de un empre- sario metalurgico que se entusiasm6 con la invencién. Ambos se aso- ciaron y Vail se comprometid a construir con sus propios recursos un modelo para exhibir al comité del Congreso y a realizar todas las paten- tes necesarias. El joven en persona, junto con un aprendiz y en el mayor de los secretos, construy6 un modelo mejorado del de Morse, pieza por pieza, y desarrolld el lenguaje de rayas y puntos caracte- ristico del telégrafo. Para desarrollar el cédigo (que luego se llamaria, injustamente, “Morse"), Vail tom6 la informacion sobre la frecuen- cia de las letras en el idioma inglés de las mesas de trabajos de los imprenteros de un diario: aquéllas que aparecian con mas frecuencia tenian cajas mas grandes y por lo tanto merecian un signo mas simple, por ejemplo, un punto (que corresponde a la “e", una de las letras mas frecuentes en el inglés), mientras que las menos fre- cuentes utilizaban una serie de puntos (un toque sobre el pulsador que cerraba el circuito) y rayas (una pulsacion mas larga). El comité del Congreso desconfié en un primer momento de que el telégrafo de Morse y Vail fuera realmente tan bueno como parecia a primera vista y lo sometieron a una prueba en la que debia enviar un mensaje a quince kilémetros de distancia, la que se llevé adelante en febrero de 1838: los miembros del comité se sin- tieron satisfechos. El resultado fue la decisién de invertir la, por entonces, enorme suma de 30 mil délares para hacer la primera linea que uniera Washington y Baltimore. Pero el repentino éxito tuvo su precio: una larga lista de supuestos inventores solicito su crédito por el telégrafo; incluso el hombre que habia viajado con Morse desde Europa y habia disparado la obsesién de este Ultimo Esteban Magnani a3 reclamaba reconocimiento. Morse tuvo que ir a Europa a asegurar la patente de su sistema antes de que alguien mas lo hiciera pero no lo logré en paises clave como Gran Bretana y Francia y tampoco pudo venderlo a ninguno de los gobiernos que visitd. De cualquier manera el viaje No fue en vano: a su regreso, Como buen precursor, trajo todo lo necesario para hacer los primeros daguerrotipos de América, ya que en Francia conocié a otro de los grandes invento- res de su tiempo: Louis Jacques Mandé Daguerre (1787-1851). Por desgracia, a su regreso el gobierno habia perdido parte de su entusiasmo inicial; la energia estaba puesta en las siguientes elec- ciones y el dinero para la primera linea nunca aparecio. En realidad, el escepticismo de los gobiernos hacia el nuevo sistema se repitio en casi todos los paises a pesar del efimero entusiasmo inicial. Para hacer las cosas atin més dificiles a Morse, hasta la adinerada fami- lia Vail estaba teniendo problemas financieros por lo que no podia seguir invirtiendo su dinero en el invento. Morse estaba en la Tuina: ya no era pintor y el gran invento al que habia dedicado sus ultimos afios y su poco dinero no parecia interesar a nadie. Cuatro afios més pasaron hasta que en 1842 el Congreso volvié a tecomendar la inversion de los 30 mil délares para desarrollar el telé- grafo a pesar de que ya muchos se burlaban de Morse, quien, sumido en la pobreza, se habia hecho conocido golpeando las puertas de los legisladores con frecuencia. Para alivio del inventor, comenz6 a cobrar un sueldo por supervisar las obras. Los problemas continuaron con un intento de enterrar las lineas, hasta que finalmente se decidié tirar los cables sobre postes construyendo la iconografia del telégrafo mas conocida. El 24 de mayo de 1843 Morse en persona envio el primer mensaje telegrafico desde Washington, el pasaje biblico What hath God wrought (Lo que ha escrito Dios). Vail lo recibié sin problemas desde Baltimore, a unos 60 kilémetros de distancia. 84 Historia de la comunicaci6n Apesar del éxito, el Estado estadounidense decidié que el telégrafo no era rentable y rechazo una oferta de Morse de venderles la patente (el responsable de los correos aseguré que no habia manera de que el telégrafo pagara los costos de mantenimiento). El error qued6 de inmediato en evidencia: en 1846 finalmente se lo aceptaba en Fran- cia como la tecnologia que reemplazaria al semaforo de Chappe (con una gran polémica de por medio) y en 1851 el sistema Morse era adop- tado por los paises europeos como estandar. Otro grueso error de los estadounidenses fue vender a manos privadas la primera linea tele- grdfica, algo que, paraddjicamente, permitié una expansi6n a toda velo- cidad. En 18465 la linea Washington-Baltimore comenzo a aceptar sus primeros clientes que debian pagar un centavo por cada cuatro carac- teres. Poco después, la mayor parte del uso del telégrafo era para comunicaciones bursatiles. En EE.UU., la mayoria de las ciudades de la costa este estaba conectada telegraficamente ya en 1850 y la Western Union concentraba cada vez més lineas en sus manos. En 1861, y, ahora si, con una fuerte inversién del Estado, se trazaba la pri- mera linea transcontinental que unja las costas de Estados Unidos, la que permitfa contactos casi instanténeos entre ambos extremos. Habian pasado solo veinte afios desde las primeras pruebas y ya se decretaba el fin del sistema postal de! Pony Express (veloz correo a caballo con un sistema de postas) que habia logrado unir ambas cos- tas a la hasta entonces vertiginosa velocidad de diez dias. Por su parte Morse tuvo que seguir su larga batalla para demos- trar que era el inventor del aparato: en 1853, finalmente, la Corte Suprema de EE.UU. fallé que él habia sido el primero en combinar una baterfa y electroimanes de forma tal que permitieron, por pri- mera vez, la transmision de sefiales eléctricas a través de largas dis- tancias. En los afos siguientes recibid dinero, agasajos y honores (como ser admitido por la Legion de Honor francesa) de reyes y empe- Esteban Magnani al radores europeos. En 1858 se instalé el primer cable transoceanico entre Estados Unidos y Europa. Aun asi no hubo un reconocimiento oficial al inventor en su propio pais hasta 1871, cuando se erigié una estatua en su honor en el Central Park de Nueva York. Paraddjica- mente, el dia que recibié su merecido reconocimiento hacia mucho frio y tras la ceremonia cayo enfermo y nunca se recuper6. Pocos meses después, el 2 de abril de 1872, moria el “pintor” Samuel Morse. Vail, por su parte, acepté con humildad el injusto papel secun- dario que le reservaria la historia. La comunicacion cruza el aire La telegrafia mostr6 el poder que pueden tener las comunicaciones a distancia y sobre todo la importancia de contar con informacion al instante. En pocos segundos Eurofia y EE.UU., por ejemplo, podian hacerse anuncios 0 solicitudes que en otro momento hubieran lle- vado varias semanas, como las que necesit6 Morse para volver a Estados Unidos en el viaje en el que pensé por primera vez en la posibilidad de la telegrafia. Solo en 1938 se haria el primer vuelo tran- soceanico, décadas después de que se hiciera la primera conexién telegrafica entre Europa y América. Los mensajes hacia décadas que se habian desprendido del lastre humano y circulaban con una velo- cidad que los hombres solo podian envidiar. Mucha més era la impor- tancia estratégica que demostraba el telégrafo durante los conflic- tos bélicos, como quedaria demostrado en la guerra de Crimea o en la Guerra Civil de EE.UU. La obsesién por las comunicaciones répidas no cesaria de dar una nutrida prole. Entre ellos estarfa un hijo privilegiado del telégrafo: el teléfono, un medio que en sus comienzos, en el ultimo cuarto del siglo XIX, parecia tener destino de medio masivo pero que finalmente revolucionaria la comunicacién interpersonal. Eran tiempos en los 86 Historia de la comunicaci6n quela tecnologia se renovaba a toda velocidad pero era dificil, como siempre, pronosticar los usos sociales que determinarian su destino. por ejemplo Thomas Alva Edison (1847-1931), el inventor de, entre otras Cosas, la lampara eléctrica, pensaba que el teléfono desa- rrollado por Alexander Graham Bell (1847-1922) a partir de un invento de Antonio Meucci (1808-1889) era muy poco practico y resultaria accesible solo para las élites. Por eso disefé su fondgrafo con la idea de que reemplazaria el invento de Bell y a las cartas de papel: es que segun Edison la gente se enviaria grabaciones por correo en lugar de escribir cartas 0 de llamar por teléfono. A Edison le parecia impo- sible que existieran mensajes tan urgentes como para justificar seme- jante inversion en cables y centrales telefénicas. El uso social de estas tecnologias determinaria un destino bastante distinto: contra la expectativa de Edison, el fondgrafo se transform finalmente en un aparato para la recreacion y no para la comunicaci6n, mientras que el desarrollo del teléfono y en el siguiente siglo de la telefonia celular, modificaron los habitos sociales al mismo tiempo que los hébitos sociales modificaron a la tecnologia: hoy, cruzados por sena- les que corren de aqui para alld, parece ridicula la idea de esperar ver aalguien para decirle algo. La tecnologja disponible y el uso de esa tecnologia han hecho de la inmediatez lo fundamental: teléfono, chat, celulares, mensajes de texto, correo electronico y radiollamadas son el resultado y la causa de esa nueva ansiedad. Asi es como el destino de la tecnologia es casi impredecible- Como se decia més arriba, los primeros desarrolladores del teléfono le auguraron un futuro de comunicacién masiva y recreativa: la trans- mision de musica, relatos, etcétera, a los abonados al servicio. De hecho el sistema se llegé a instalar en casas de varias ciudades del ™undo, en las que los parlantes amplificaban el sonido que llegaba Por los cables. Pero el negocio no duré mucho: era insustentable Esteban Magnani * econdémicamente por los costos de instalacion y la calidad del sonido impedia que fuera placentero escuchar musica o algun relato lleno de distorsi6n. El teléfono solo podia ser util para enviar y recibir men- sajes concretos por lo que rapidamente se volco a una clientela de grandes firmas que pudieran pagar los costos de instalacién y que obtuvieran de él un buen rédito econdmico. La posibilidad de transmisi6n masiva quedaria para otro sistema: la radio.

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