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LA POSESIÓN

CONCEPTO

La Posesión es el poder de hecho (poder físico) que tiene una persona


sobre una cosa realizando actos materiales que revelan la intensión de
comportarse como verdadero dueño o titular de cualquier derecho real.

La posesión es la tenencia por alguna persona de una cosa bajo su poder,


con intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad, ya actúe por
sí o por otro.

ELEMENTOS

Los Elementos Constitutivos De La Posesión son: a) el “corpus


possessionis” y b) el “animus possidendi”, intención es de poseer una cosa.

A. El “corpus possessionis”. Es el elemento material de la posesión. Es el poder


de hecho sobre la cosa (no es la cosa objeto de la posesión) que consiste en la
realización de actos jurídicos materiales (fruendi y utendi). Aunque no en la
realización de actos jurídicos negociales (abutendi). Éste último se realiza
respecto al propietario y no respecto de la cosa, como en la posesion.

Tipos:

A. Actos de aprehensión. La cosa debe estar DISPONIBLE en cualquier


momento para su poseedor.
B. Actos de utilización y explotación económica. No interesa si no es “intuito
personae” por ejemplo el inquilino posee por cuenta ajena.

B- Animus possidendi. Es la voluntad del poseedor de tener la cosa como


propietario. Es la intensión de comportarse como propietario. La posesión es el
poder de hecho ejercido sobre una cosa mediante actos que denotan la intención
de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro derecho real.
CLASES DE POSESIÓN

Posesión Natural: (de tentación o posesión precaria); este tipo de posesión es


sinónimo de tentación constituye una clasificación de valor teórico pues no tiene
relevancia en el derecho positivo, y es aquella que se da en nombre del dueño,
aun cuando se encuentra protegida por ciertas acciones tutelares, no puede servir
de base para la adquisición del dominio. Es una mera de tentación y no requiere
más que el elemento material (corpus).

Posesión Civil o propia; se refiere al goce de un derecho o el disfrute de una


cosa, unidos a la intención de tener la cosa o el derecho como propios. Esta
especie de posesión exige la conjunción del corpus y el animus.

Posesión legitima; se da cuando concurre la continuidad, que sea pacífica,


pública, no equivoca y con la intención de tener la cosa como suya propia. Artículo
772 del Código Civil. La posesión legítima supone la existencia de todos los
requisitos exigidos por la ley entre los cuales se encuentran los siguientes
elementos:

1. Continuidad.
2. No interrupción.
3. Pacífica.
4. Pública.
5. No equivoca.
6. Y con la intención de tener la cosa como suya propia.

EFECTOS JURÍDICOS

I. La Ley enuncia como principio general de protección a la posesión que en


igualdad de circunstancias es mejor la situación del que posee (C.C., art. 775).

II. Pero además el ordenamiento jurídico establece toda una serie de efectos
específicos de la posesión.
1° El efecto más típico de la posesión es que el poseedor por el solo hecho de
serlo, tiene el derecho de seguir poseyendo mientras no sea vencido en juicio
petitorio. Esta protección, que no se concede por igual a todos los poseedores, es
la llamada protección interdictal porque se hace valer mediante unas acciones
especiales llamadas interdictos que estudiaremos en el próximo capítulo.
Obsérvese que, se trata de una protección provisional en el sentido de que cesa
cuando enjuicio petitorio se declara que la posesión está en contradicción con la
propiedad u otro derecho.

2° La Ley coloca al poseedor en posición de demandado en los juicios petitorios


con lo cual la carga de la prueba recae sobre el no poseedor.

3° La Ley protege al poseedor en el plano probatorio al establecer una serie de


presunciones que le favorecen. Son éstas:

A) La presunción de no precariedad. "Se presume siempre que una persona


posee por sí misma y a título de propiedad, cuando no se prueba que ha
comenzado a poseer en nombre de otra" (C.C., art. 773). En consecuencia, el
poseedor sólo tiene que probar el corpus de su posesión para que se le considere
poseedor propiamente dicho y a título de dueño. Corresponderá a su contraparte,
si fuere el caso, probar que aquél comenzó a poseer en nombre de otra persona.

B) La presunción de posesión intermedia: "El poseedor actual que pruebe haber


poseído en un tiempo anterior, se presume haber poseído durante el tiempo
intermedio, salvo prueba en contrario" (C.C., art. 779). Obsérvese que esta
presunción sólo favorece al poseedor actual.

C) La presunción de posesión anterior. "La posesión actual no hace presumir la


anterior, salvo que el poseedor tenga título; en este caso se presume que ha
poseído desde la fecha de su título, si no se prueba lo contrario" (C.C., art. 780).
Es obvio que quien pretende invocar esta presunción debe probar su posesión
actual, su título y la fecha de éste.
D) La presunción de buena fe: "La buena fe se presume siempre; y quien alegue
la mala, deberá probarla" (C.C., art. 789.). Sin embargo existe una presunción de
signo contrario: "Cuando alguien ha comenzado a poseer en nombre de otro, se
presume que la posesión continúa como principió, si no hay pruebas de lo
contrario" (C.C., art. 774).

Así quien comenzó a poseer en nombre de otro y después alega que posee por sí
mismo tendrá que probar la conversión de su posesión o la interversión de su
título.

4° Aun cuando la Ley obliga al poseedor a restituir la cosa cuando sea vencido
enjuicio de reivindicación, le otorga en las condiciones que veremos, el derecho a
ser indemnizado por las mejoras que ha hecho de la cosa, robustecido a veces
con un derecho de retención, y el derecho a hacer suyos ciertos frutos.

A) El poseedor puede reclamar por las mejoras, la suma menor entre el monto de
las impensas y el mayor valor dado a la cosa siempre que las mejoras existan al
momento de la evicción (C.C., art. 792). Estas reglas rigen por igual a la posesión
de buena o de mala fe. El mayor valor ha de determinarse no por la diferencia
entre el que tenía la cosa cuando pasó al poseedor y el que tiene cuando vuelve al
propietario sino por la diferencia entre el valor que tendría la cosa sin la mejora y
el que ha adquirido con ella en el momento de su restitución. Ahora bien, al
poseedor de buena fe (no al de mala) corresponde el derecho de retención de los
bienes por causa de mejoras realmente hechas y existentes en ellos, con tal que
las haya reclamado en el juicio de reivindicación (C.C., art. 793). Estas reglas
relativas a las mejoras revelan que el poseedor tiene derecho con tanta mayor
razón a los gastos de conservación que hubiere hecho en la cosa. En cambio,
nada puede reclamar el poseedor, aunque sea de buena fe, por concepto de
gastos suntuarios', pero puede llevarse los adornos con que hubiese embellecido
la cosa siempre que esta no sufra deterioro.

B) "El poseedor de buena fe hace suyos los frutos y no está obligado a restituir
sino los que percibiere después de que se le haya notificado legalmente de la
demanda" (C.C., art. 790). Obsérvese que este efecto no queda excluido por el
hecho de que el poseedor conozca de la existencia de la demanda si esta no le ha
sido legalmente notificada. La regla está redactada para quien posee a título de
propietario. En caso de posesión de otros derechos, el poseedor de buena fe sólo
podrá hacer suyos los frutos que le hubieren correspondido si hubiera sido titular
del derecho que posee. El poseedor de mala fe, en cambio, debe restituir todas las
frutas percibidos sin que al parecer tenga derecho a que se le reconozcan los
gastos necesarios hechos para la producción de los mismos.

5° La posesión puede conducir a la adquisición de la cosa o derecho poseído a


través de varias instituciones:

A) La ocupación y la usucapión de las que trataremos al estudiar los modos de


adquirir la propiedad;

B) La indicada regla que atribuye al poseedor de buena fe no la cosa o derecho


poseído sino 1 os frutos percibidos antes de que sea legalmente notificado de la
demanda; y

C) Las normas relativas al efecto de la posesión en materia de muebles por su


naturaleza y de títulos al portador que no constituyan universalidades (C.C., art.
794 y 795), normas que por su importancia estudiaremos en el próximo acápite.

6° El poseedor puede oponerse al embargo de la cosa o derecho que posee


cuando la medida ha sido dictada en un juicio en el cual él no es parte, siempre
que lo haga dentro de la oportunidad señalada por la legislación procesal, en los
casos y con los efectos que la misma indica.

7° "Cuando por diversos contratos se hubiese alguien obligado a dar o entregar


alguna cosa mueble por su naturaleza, o un título al portador, a diferentes
personas, se preferirá a la persona que primero haya tomado posesión efectiva
con buena fe, aunque su título sea posterior en fecha" (C.C., art. 1162).
ADQUISICIÓN, TRANSMISIÓN

Surge toda vez que la actuación de la persona que se coloca frente a una
cosa en actitud de propietario o de titular de otro derecho real sin que ese
supuesto pueda ser transmitido.

Modos de adquirir la posesión

a. Originaria:

Es aquella que se produce por un acto unilateral del quien la adquiere, sin
necesidad de que concurran su voluntad y un poseedor precedente. Es necesario
que exista una conducta que constituya respecto de la cosa el supuesto de hecho
posesorio, o sea, la conjunción del "corpus" o del "animus".

b. Derivativa

Surge cuando existe un poseedor anterior que interviene a través de la tradición o


entrega de la cosa.

Tradición

Consiste en la entrega de una cosa para trasladar a quien recibe la


posesión de la misma, la cual puede producir algunos efectos jurídicos que
pueden confundirla, pero es necesario que reúna ciertas características para la
producción de dichos efectos.

Formas de hacer tradición:

a) La tradición puede hacerse mediante la entrega efectiva, material o corporal de


la cosa, ella no implica un negocio jurídico porque sus efectos no se fundan en el
contenido de las declaraciones de voluntad, sino que es uno de los actos que se
puede denominar acto real están en función de que se produzca un resultado de
hecho que bien se traduce en la entrega material u ocupación material de la cosa,
la cual debe concurrir con la voluntad del poseedor precedente; y ello explica que
para adquirir la posesión por este concepto, basta también la capacidad de
entender y querer.

b) La tradición consensual consiste en un acuerdo donde el adquiriente se


encuentra en una situación que le permita poder ejercer su poder sobre la cosa,
pero debe ser de igual forma un acto real. Donde reine fundamentalmente la
entrega y ocupación de la cosa entregada consensualmente, con la voluntad del
precedente poseedor. (Ejemplo: el arrendamiento de una tienda)

c) Existe otra forma de hacer tradición que puede ser denominada simbólica o
fingida, la cual consiste en no hacer entrega efectiva de la cosa, pero le ofrece la
posibilidad de poseer esa cosa de forma segura.

PERDIDA DE LA POSESIÓN.

1. La pérdida de la posesión puede ocurrir de tres maneras: por desaparición


simultánea del "animus" y del "corpus", por pérdida del "corpus" sólo o por
la pérdida del "animus" sólo.
2. Casos típicos de la pérdida de la posesión por desaparición de ambos
elementos son el abandono de la cosa por el poseedor, su enajenación
seguida de la tradición de la cosa y el perecimiento total de la cosa.
3. Se pierde la posesión por desaparición de sólo el "corpus" cuando la cosa
cae en el dominio público o cuando un tercero se apodera de ella.
4. Ejemplo de la desaparición de la posesión por pérdida de solo el animus es
el caso del "constitutum possessorium", arriba mencionado.

ANÁLISIS ARTÍCULO 771 DEL C.C.V

En este artículo se desprende, implícitamente, la existencia de dos


situaciones, a saber, la primera que señala a quien tiene la cosa o goza del
derecho por sí mismo o a través de otro y la segunda que plantea quien sólo tiene
la cosa o goza del derecho en nombre de otro. Esas situaciones son el
fundamento de la distinción legal entre la posesión y la detentación, siendo la
primera la que se ha definido previamente y la segunda, aquella que se tiene sin el
ánimo de poseerla en nombre propio. Es, en todo caso, un poder de hecho
tutelado jurídicamente, de tal manera que la posesión desde un punto de vista
común significa un poder de hecho que puede definirse con relación a los poderes
fundados en el Derecho.

LAS ACCIONES POSESORIAS

La posesión es un hecho, pero no cualquier hecho, sino uno protegido por


el derecho, de ahí que el poseedor, sea de buena fe o de mala fe está protegida
en sus situación de poseedor, que sólo puede ser quitada por medio de sentencia
judicial.

Al poseedor le compete la defensa judicial, mediante las acciones llamadas


de interdictos posesorios y la defensa extrajudicial o de hecho en los casos y bajos
las condiciones que la ley establece.

Es en el código Civil Venezolano donde se localiza la distinción de cuatro


acciones posesorias que se conservan en el derecho positivo venezolano (Articulo
782, 783, 785 y 786, de Código Civil de 1982) las cuales corresponden,
respectivamente, a los interdictos de amparo y restitutorio y a las denuncias de
obra nueva y daño temido.

En el Código de Procedimiento Civil, obedeciendo a una antigua


nomenclatura, agrupa a los interdictos en posesorios (Articulo 699 a 711) y
prohibitivos (Articulo 712 a 719), e incluye en los primeros el de amparo y el de
restitución, y entre los de la segunda especie, los de obra nueva y daño temido.

CLASES DE ACCIONES POSESORIAS

INTERDICTO DE AMPARO

Está señalado en el código civil en el artículo 782 y en el código de


procedimiento civil en el artículo 786, se refiere concretamente a la perturbación
de que pueda ser objeto el poseedor.

Procede en los siguientes casos:


El que se encontrare por más de un año en la posesión legítima de un
inmueble de un derecho real o de una universalidad de muebles es perturbado
en ella puede dentro del año, a contar desde la perturbación puede pedir que se le
mantenga en dicha posesión, el poseedor precario puede intentar esta accionen
nombre e interés del que posee.

NTERDICTO DE DESPOJO

Está establecido en el artículo 699 del Código de Procedimiento Civil, está


señalado también en el artículo 783 del Código Civil.

En el caso del artículo 783 del Código Civil, el interesado demostrará al


Juez lo ocurrencia del despojo, y encontrando éste suficiente la prueba o pruebas
promovidas, exigirá el querellante la constitución de una garantía cuyo monto
fijará, para responder de los daños y perjuicios que pueda causar su solicitud en
caso de ser declarada sin lugar, y decretará la restitución de la posesión, dictando
y practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el cumplimiento de su
decreto, utilizando la fuerza pública si ello fuere necesario. El juez será
subsidiariamente responsable de la insuficiencia de la garantía.

Sí el querellante manifestare no estar dispuesto a constituir la garantía, el


juez solamente decretará el secuestro de la cosa o derecho objeto de la posesión,
si a su juicio, de las pruebas presentadas se establece una presunción grave a
favor del querellante. Los gastos del depósito serán por cuenta de la parte que en
definitiva resultare condenada en costas.

Procedimiento

El querellante debe presentar al juez competente, que es el de primera


instancia, que tenga plena jurisdicción del lugar donde se encuentre la cosa objeto
del interdicto, una solicitud que debe contener los requisitos de cualquier libelo de
demanda, el querellante debe presentar conjuntamente con la solicitud la prueba
del despojo, esta prueba debe ser contundente y puede utilizarse cualquiera de los
medios probatorios señalados por El Legislador (Ejem. Inspección judicial,
declaración de testigo).

Que se constituya la garantía por el monto fijado por el tribunal para


responder de los daños y perjuicios que se pudiesen causar si se decreta
restitución.

El tribunal, cumplidos estos requisitos, dictará el decreto restitutorio.

En caso de que el querellante no pudiese constituir la garantía, el juez


puede acordar la medida de secuestro, siempre y cuando de las pruebas
presentadas surja una presunción a favor del querellante, esto quiere decir que si
a juicio del juez no existe esta presunción no está obligado a decretar el secuestro.

En la sentencia que debe dictar el juez deberá hacer pronunciamiento


expreso sobre la garantía, si lo declara con lugar sobre la extinción de la misma y
en caso de que declare sin lugar el interdicto, ordenará la fijación de los daños y
perjuicios mediante experticia complementaria del fallo y una vez fijados los daños
se procederá como si se tratara de una sentencia pasada con autoridad de cosa
juzgada. El Legislador ha querido subsanar y hacer expedito este procedimiento
al establecer en el artículo 702 la posibilidad de ejecutar la garantía sin necesidad
de interponer la acción correspondiente para ejecutarla.

En cuanto al procedimiento es el mismo señalado para el interdicto de


amparo (artículo 701 C.P.C.).

INTERDICTO DE OBRA NUEVA

1. En este interdicto el Juez, debe estar asistido por un experto.


2. El Juez exigirá al momento de suspender la obra, una garantía suficiente al
querellante para responder de los posibles daños que pudiese causar al
dictar el decreto respectivo.
3. Las obras realizadas en contravención, a lo ordenado por el Juez serán
destruidas.
4. El querellado puede solicitar al Juez que lo autorice para continuar la obra
en este caso el Juez deberá solicitar garantía para autorizarlo a ello.
5. Tiene apelación la resolución del Juez que prohíba la continuación de la
obra. Art. 714 C.P.C. La resolución del Juez prohibiendo la continuación de
la obra tiene apelación en un solo efecto y solo se le oirá al querellado y la
resolución del Juez que ordene la continuación de la obra tiene apelación a
doble efecto y solo se le oirá apelación al querellante.

Legitimado activo: La acción puede intentarla cualquier persona, el poseedor,


el mismo dueño.

Legitimado pasivo: Son las personas autores de la obra.

Procedimiento del interdicto de obra nueva previsto en el Art. 713 y siguientes del
C.P.C. en concordancia 785 C.C.V.

La acción procede tal como lo señala el C.C. cuando la persona tenga


razón para temer que una obra nueva emprendida por otro sea en su propio suelo
o sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble a un derecho real o aun
objeto poseído por el en este caso se puede denunciar tal hecho ante el Juez
siempre que la obra no esté terminada y que no haya transcurrido más de un año
desde que comenzó la misma.

Es competente para conocer de la acción el Juez de Distrito o Dpto.


(Municipio) del lugar donde se encuentre la obra a menos que exista un tribunal de
1ra. Instancia en el lugar, caso en el cual conocerá de la acción el tribunal.

Requisitos:

 La obra no debe de estar concluida, deben reunirse dos condiciones.


 Que la obra sea emprendida por otro.
 Que el querellado tenga motivos para temer que dicha obra pueda causar
daño a la cosa que el posee, podríamos concluir que debe tratarse de
trabajos de conclusión, reformas, remodelaciones que produzca innovación
en el estado anterior de la cosa, pueden tratarse de construcciones en el
terreno superficiales o subterráneos y así mismo pueden ser construcciones
en terrenos privados, municipales o del dominio público.

Procedimiento

Este interdicto comienza con una solicitud que debe hacerse ante el tribunal
competente allí el querellante deberá expresar la descripción del hecho y deberá
acompañar las pruebas pertinente, el tribunal se trasladará al lugar de los hechos
asistido por un práctico, si considera que están dados los elementos necesarios
acordará la suspensión de la obra, el querellado podrá solicitar se le autorice a
continuar la obra en forma total y parcial, en este caso, el Juez condenará que se
practique una experticia y con el dictamen favorable de los expertos puede
autorizar que se continúe con la obra tomando en cuenta y ordenando practicar
todas las medidas necesarias para evitar causar daño alguno al querellante, en
este caso el Juez solicitará sea presentada garantía suficiente por parte del
querellado para responder de los daños que pudieren causar la obra. En lo
sucesivo toda reclamación entre las partes deben ser tramitadas por el juicio
ordinario, la demanda deberá proponerse dentro del año siguiente a la terminación
de la obra o dentro del año siguiente al decreto que hubiese ordenado la
intimación de la obra.

INTERDICTO DE OBRA VIEJA O DAÑO TEMIDO

A diferencia del caso anterior esta acción procede cuando el querellante o


poseedor tiene motivo racional para temer, que un edificio viejo, un árbol o
cualquier otro objeto amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído
por el querellante en este caso se puede intentar la denuncia para obtener del
Juez que se tomen las medidas conducentes para evitar el peligro y también se
puede intimar al querellado para que este, tome las medidas para evitar causar el
daño, los legitimados activos y pasivos en el procedimiento de este interdicto son
los mismos.
REQUISITOS

 Que el querellante tenga razón para temer un daño próximo.


 Que la amenaza provenga de un edificio, de un árbol o de cualquier otro
objeto poseído por un tercero.
 Que recaiga sobre un predio u otro objeto que, este en posesión del
querellante.
 Las resoluciones que tome el Juez en cualquier caso tendrán apelación en
un solo efecto.
 En el caso del interdicto de obra vieja, el Juez puede ordenar la demolición
del bien que este causando el daño.
 En caso de nuevas reclamaciones las partes deberán intentarla por el juicio
ordinario.

ANÁLISIS ARTÍCULO 782 DEL C.C.V

En este artículo 782 del Código Civil el interesado demostrará ante el Juez
la ocurrencia de la perturbación, y encontrando el Juez suficiente la prueba o
pruebas promovidas, decretará el amparo a la posesión del querellante,
practicando todas las medidas y diligencias que aseguren el cumplimiento de su
Decreto.

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