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Jugar a hacer de cuenta: el lugar del arte en la educacién Yolanda Reyes Escritora y docente, Escaneado con CamScanner Qué se necesita para ser escritor 0 qué consejos podrias darnos? sue- Jen preguntarme los nifios cuando voy a sus colegios a los encuentros con el autor y yo suelo contestar que, aunque no hay recetas, dos cosas me ayudaron: leer mucho ~esa primera parte de la respuesta deja muy satisfechos a los profesores-, pero a continuacién, y para regocijo de los nifios, agrego otra respuesta: “saber jugar’, cosa que por supuesto todos los nifios saben y que quizds han olvidado algunos maestros. Jugar a hacer de cuenta, les explico, decir “digdbamos...que tu eras el papa y yo era la mama y que este palo era el caballo y que nos ibamos de paseo... y aqui quedaba el campo y por alli pasaba un rio...” Me gusta contarles a los nifios que yo, como ellos, solia encerrarme a hablar con las mufiecas; que cada una tenia un nombre, una vida y una voz, pero que cuando empecé a crecer y ya no era bien visto jugar a hacer voces distintas, ne- cesité escribir... para seguir hablando sola con gente que no existe, para poder jugar tranquilamente. En ese digdbamos, en ese hacer de cuenta que cualquier nifio de dos afios aprende a ejercitar sin que nadie le ensefe y al que consagra gran parte de su tiempo, se oculta un ancestro: la experiencia artistica. “;No podriamos decir que cada nifio que juega se comporta como un escritor creativo, en cuanto que crea un mundo propio 0, mejor, reorganiza las cosas de este mundo en un mundo nuevo que le agrada’ [...] El escritor creativo hace lo mismo que el nifio que juega. Crea un mundo de fan- tasia que toma muy en serio -es decir que reviste de gran cantidad de emocién- al tiempo que lo separa nitidamente de la realidad”, afirmé Freud, para sefialar la conexién que a veces olvidamos entre el juego y los procesos de creacién artistica. He tenido la fortuna de repartir mi tiempo entre dos oficios que se alimentan mutuamente. Ademas de escribir, trabajo con nifios muy pe- quefios en Espantapdjaros, un proyecto de literatura y expresion artisti- ca, e indago sobre el lugar de los procesos artisticos en la formacién de los nifios desde el comienzo de la vida. Mis alumnos de Espantapajaros tienen uno, dos 0 tres afios. Lo primero que puedo decir es que, al co- mienzo, las fronteras entre ciencia y arte, lo mismo que entre realidad y fantasia, son tan porosas y tan méviles como lo fueron para los hombres Primitivos, E] mundo es vasto, ignoto y terriblemente nuevo. Inexplica- blemente nuevo: lleno de enigmas y poblado de criaturas legen Como quizés lo fue para esos antepasados nuestros que Lichen i que la tierra era plana y terminaba en la mar incdgnita, y misialld delo conor Cido, solo habfa monstruos que se tragaban las embarcaciones. jugar @ hacer de cuenta: el lugar del arte en le educacién * 107 Escaneado con CamScanner Aunque algunos lo hayan olvidado, la infancia es algo semejante: una edad existencialmente dificil. Ya lo decfa James Mattew Barrie, el autor de Peter Pan: los dos aitos son “el comienzo del fin”. Pensemos en lo que significa tener dos afos, idos afos en total de experiencia de la vida! Cada cosa sucede por primera vez y No tenemos un conocimiento pre. vio acumulado para saber qué seguird después: si volveré mama de su trabajo o si el mundo se acabaré mientras dormimos. No es casualidad que en ese momento, cuando entramos en pose- sion del lenguaje, el arte surja como una necesidad vital. Esa posibilidad de nombrar lo que no se ve que instaura el advenimiento del lenguaje (poder pedir agua, sin tener que sefialarla) nos conecta con una terrible sospecha: que las palabras y los simbolos pueden nombrar lo que nos rodea, pero también lo que estd en la habitacién de al lado 0 lo que se oculta en la penumbra debajo de la cama: el mundo psiquico, las pe- sadillas o la muerte, por ejemplo. “;Maié, tu te vas a morir?’, suclen preguntar los nifios muy pequefios ante la estupefaccin de los adultos, Adquirir, con el lenguaje, el poder para operar con simbolos que reem- plazan Jo que vemos -y también lo que no vemos- es la mejor noticia para el pensamiento, pero oculta también una terrible paradoja, en tan- to que abre el mundo a todas las preguntas- recuerden esa mania de los porqués infantiles- y a vastas zonas de penumbra. Por eso tampoco es casualidad que el miedo sea parte esencial de los paisajes de la infancia: mas alla de lo concreto, vislumbramos otros mundos en los territorios del juego, del suefio y de la imaginacién. Ese poder decir “digabamos” es el germen de toda creacion humana -no solo dela creacién artistica- y descansa en ese juego entre la presen- cia y la ausencia; entre lo real y lo fantastico. Viéndolo bien, el mundo y todos sus inventos han sido construidos mediante el mismo movimien- to de vaivén entre lo dado y lo posible. Piensen, por ejemplo, en algo tan habitual y a la vez tan misterioso como Internet: que podamos hablar con un amigo en Tokio, sin movernos de las coordenadas de la casa, Parece un acto de magia que habria sido ciencia ficcién para nuestros abuelos, y sin embargo ahora es parte de nuestra realidad cotidiana. Hoy mas que nunca la creatividad humana parece infinita, como el horizonte oe red poor a medida que caminamos y resulta imposible atrevet- Resraa cada a ik ery nuevos inventos, no del siglo, sino de ae de tuerca” que lleva a ae ; bie s{ parece una constante es esa we ia realidad con el aci eres humanos a enriquecer y a transform ‘ acicate de la fantasia y a explorar mundos posibles. U" novela, una nave espacial, una sinfo: : P Igante . nia, una pelicula, un puente CO'8' 108 + Yolanda Escaneado con CamScanner sobre el mar, un rascacielos, un castillo de arena o una construceién de cubos de madera comparten esa arquitectura erigida a medio camino entre lo tangible y lo intangible, entre lo real y lo sofado, La pregunta es como, cuando y por qué perdemos ese deseo de co nocer y qué tienen que ver la educacién y los intentos domesticadores de los adultos para que muchos de esos ninos -que veo nacer y cre cer haciéndose Preguntas sobre tiranosaurios, indagando por qué no se caen los aviones del cielo o por qué se mueren las personas- Heguen a estas aulas universitarias unos afios después sin esa pulsidn existencial y cognitiva, sin esa necesidad de interrogar, de escudritiar, de aventurar hipétesis. A pesar de que el mundo actual parece movido por tn aliento fantastico tan cercano al “hacer de cuenta” de los niitos, la educacién parece no haberse percatado de ello. Sometan los curriculos de cual quier drea escolar —lenguaje, matematicas 0 ciencias— a una prueba sen cilla: pidanle al procesador de palabras buscar palabras como “inver tar’, “crear’, “imaginar’, “transformar’, “jugar’, “fantasia” o “ 3Cuantos “identificar” 0 “reconocer” hay por cada “inventar” o “cre: cuantos “expresar” hay por tantos “sintetizar” en nuestros estandares de competencias basicas? No es que pretenda negar el aporte de lo dado para construir lo posible -al contrario, tanto en el discurso de las cien- cias como en la experiencia artistica hay un didlogo constante entre lo conocido y Jo que esté por conocer-, pero quisiera subrayar ese des- equilibrio que persiste como leitmotiv de nuestra educacién, en todos los niveles, que nos entrena para ser mas receptores que productore: mas repetidores que transformadores, como si la posibilidad de cre: conquistara solo después de todos los saberes: después, cuando q\ es demasiado tarde. Con la ingenuidad todavia decimonénica de que viviremos enun mundo predecible y estatico, y no en este, en el que los conocimientos se desactualizan con la velocidad con la que se vuelve obsoleto el celular ijusto cuando aprendemos a manejarlo!, seguimos ensehando mucho: més de lo que sobra y menos de Jo que bastarfa, como si sonar, inventar Ocrear fueran operaciones mentales reservadas a un punado de genios y No necesidades vitales para aportar a la transformacion de este mundo, cada vez mds cambiante y, por desgracia, cada vez mas en las manos de UNos pocos. De ahi que el primer planteamiento que harla en esta mesa es que la experiencia del arte y la produccién del conocimiento propio de las Ciencias no solo nacen juntas, casi como siamesas, sino que conipas ten la misma premisa: la exploracién de se mundos posibles, Y que IH lugar del arte en la educacion * 109 Jugar a hacer de cuenta Escaneado con CamScanner exploracién creadora podria ser vista, hoy mas ae ees como una tarea de supervivencia elemental: como el alfabeto Asico para habitar un mundo que cambia a una velocidad inusitada. Con frecuencia miro alos nitios y me pregunto qué, de todo lo que hoy aprenden, les servirg para habitar su realidad. Como educarlos para un mundo que noso- tros, sus padres y maestros, no alcanzamos a vislumbrar ni en Suchios; para desempeiiar oficios que atin no se han inventado y que ni Siquiera imaginamos? ;Cuales seran las profesiones, los libros 0 los curriculos escolares cuando ellos vengan a estas aulas universitarias? Sin duda ~ esto vale igual para las artes y las ciencias-, hoy tenemos claro, o de- beriamos tenerlo, que el problema no esta en los contenidos sino en los movimientos simbdlicos que les propongamos a esas mentes: en la familiaridad para operar con simbolos conocidos 0 por conocer, en la generacién incesante de preguntas y en la flexibilidad para integrarlas, resignificarlas, transformarlas. Desestabilizarse, desconfiar de lo dado, “dejarse mover el piso”, imaginar, interpretar, descubrir, aceptar la in- certidumbre y conocerse/desconocerse a si mismos serian verbos mas adecuados para reemplazar nuestros lineamientos basados todavia en otros verbos, como repetir, resumir, copiar, identificar, contestar 0 colo- rear sin salirse de la linea. Por supuesto, estas operaciones mentales que podrian ser conside- radas las competencias basicas contempordneas son mas complejas de ensefiar y aqui cabe otra pregunta: jse ensefian o se crean condiciones para que cada cual pueda ejercitarlas? La obsesién evaluativa que se esté abriendo paso en nuestro sistema tampoco parece ayudar y las nuevas presiones internacionales derivadas de una supuesta “sociedad de la in- formacién y del conocimiento” conspiran contra apuestas creativas que se niegan a reducir lo que “se debe saber y saber hacer” a plazos peren- torios como un afio lectivo, Al exigirle al profesor que sea capaz de con- trolar, planificar, demostrar, evaluar y tabular el proceso de aprendizaje yal reducir la evaluacién a puntajes y mediciones “objetivas’, parece que ‘algo se escapa’: algo inefable ¢ invisible que no se mide a corto plazo. La eficacia’ que el sistema educativo exige hoy se estd planteando en fun- cién de cudnto conocimiento logra demostrar que tienen los maestros -la sumatoria de titulos o de articulos publicados en revistas indexadas, per emi ¥ de Cuénto aprendizaje “obtienen” sus alumnos. Lo vs clase no cuenta. Los Sento a autne Puntos. Lo que sucede ea una nocién detiensore ti cele as palace clays ane Lite f ue cornered po no lineal ni homogéneamente predecible- 4 ie ye spués de finalizar el aio o aquellas revelaciones que S* 110 + Yolanda Reyes Escaneado con CamScanner yan dando paulatinamente a un ser yez concluido el ciclo escolar, puntos. {Qué decir de lo que se humano, a lo largo de la vida, una en vacaciones 0 afios mas tarde, no dan ee ‘4 pensando, rumiando, construyendo, en proceso de ser en una mente? ;Qué de lo que surge de la equivoca- cidn, de la prueba incesante, del garabateo, de la perseverancia: dénde lo dejamos, donde encaja? ¢Como albergar la imaginacién creadora como pulsion imprescindible para la . b la ciencia, la filosofia y cl arte en un sistema evaluativo de seleccién multiple? aSerd posible armonizar la urgencia de evaluar Procesos con el reconocimiento de que siempre hay algo de incertidumbre en las btisquedas humanas? Pero, ademas de esta pulsién creadora que fomentan los procesos artisticos, hay otra necesidad apremiante Para estos nifios y jovenes, hijos de la cultura de la prisa y del bullicio. Si bien es cierto que ne- cesitan desarrollar su creatividad para manejar sus sofisticadas com- putadoras 0 para que sus naves puedan explorar lugares impensables, también la necesitan para explorar el fondo de s{ mismos. En medio de la avalancha de mensajes, timbres, trinos y estimulos externos, la experiencia del arte y la experiencia literaria pueden brindarles otras coordenadas para nombrarse y descifrarse en esos mundos simbélicos que han construido otros seres humanos. Esa experiencia vicaria acu- mulada que indaga en “la particularidad humana’, de la que se ocupa el arte, les puede resultar imprescindible para inventar la propia vida, para seguir jugando a hacer de cuenta. Aqui cobra sentido la sed de cuentos, por ejemplo: la escena tipica de una habitacién, con una voz adulta que le entrega una historia a un nifo y que suscita una conversacién distinta; una conversacién sobre la vida, mientras la cama, la luz, la habitacién y la noche del calendario se van quedando atrds. Aquel Territorio Otro, construido con lengua- jes simbdlicos, revive la charla incesante y polifénica con los que viven lejos, con los que ya se han ido, con los que estan y con los que todavia no han sido. Y es precisamente la desobediencia al sentido literal de las palabras, la posibilidad de operar con simbolos para albergar otras ma- neras de sentir, de pensar y de expresarse, la que los puede conectar con Sus emociones, sus suefios, sus temores y sus Zonas secretas: con esas tierras incégnitas de la experiencia humana que nunca se acabarin de descubrir, pese a que parezca que todo ha sido dicho e inventado. Seguimos necesitando el arte y la literatura en nuestras escuelas y en Nuestras universidades porque necesitamos pasar la vida por el tamiz de las palabras; porque necesitamos integrar los hechos, a ee aneaies y veces aleatorios, y darles otras lecturas, y porque, viéndolo bien, nues- del arte en ia educacién * 117 Jugar a hacer de cuenta: o! Escaneado con CamScanner menzamos a tener palabras es construir sen: tra tarea desde eactitO a muchas manos, en ese gran texto que et irerstars ~experiencia humana tejida en el lenguaje- hay una clave eh favorecer la educacién sentimental: para oe on esa Antigua tarea del “condcete a ti mismo” y “conoce a los demé también Para abrir las puertas al Reino de la Posibilidad, pero No como una “posibilidag” ingenua 0 fantasiosa sino como esa mezcla incierta entre lo dado ylo que estd por construirse, por inventarse. El arte, ese campo donde el lenguaje se esta construyendo, ese cam. po que nunca es inmutable, permite rebobinar la vida, como la rebobi. namos en los suefios, para contarnos algo de nosotros mismos que no resulta facil ver en horas de vigilia, que tiene que decantarse por otros caminos. El arte y la imaginacién nos hacen respirar de otra manera, de miles de maneras, para afrontar la tarea mas importante: la de inventar la propia vida, entre lo dado y lo posible, y quizds con algo de imposible, con algo de utopia. Acaso no es la educacién un territorio propicio para cambiar la vida, para albergar las utopias? 112+ Yotonda reyes Escaneado con CamScanner

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