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La Piramide y El Muro: notas preliminares sobre una obra inédita de Le Corbusier en Venezuela ALEJANDRO LAPUNZINA, El interés de Le Corbusier por ef Nuevo ‘Mundo ~América~ se remonta a sus primeros articulas publicados len LEsprit Nouveau, mas tarde compllados en Vers une Architectu- 172, en los que, con referencias a silos y elevadores de grano en Canadi y los Estados Unidos, iustraba y comentaba sus postulados arquitecténicos, Su atraccién por América del Sur comenzé através de su amigo el poeta Blaise Cendrars, quien como él habia nacido fen la cluded suiza de La Chaux-de-Fonds, en el ato 1887, y del ‘magnate brasilero Paulo Prado, amigo de Cendrars. As nacié una ‘elacién con el nuevo continente que no cesarfa hasta el fin de su carrera, aunque at pasarian algunos aflos hasta que Le Corbusier llegara a pisar el Nuevo Mundo!. A menudo ambigua, esta relacién {quedar‘aplasmada en numeroses viajes, eventos, amistades,encar~ gos, incidentes, controversias y desencuentros, en su mayorfa par~ ficularmente interesantes, ue dejaron como fruto una serie de pro yectos notables, muchos de los cuales son apenas conocidos. En efecto, muchos de los proyectos més interesantes y polémi- cos de Le Corbusier fueron desarrollados para sitios o clientes ame~ ficans, desde sus reveladoras propuestas urbanisticas para Monte video, San Pablo y Rio de Janeio (1925), que mastraron un giro con respecto a sus propuestas anteriores ¢ inauguraron una visién ple rnamente explorada mis tarde en el Plan Obis para Argel, hasta su proyecto para casa Matias Errdzuriz, en la playa de Zapallar (Chile, 1930), proyectos que marcaran el comienze de un nuevo periodo de investigaciones en la proliica obra del arquitecto. En el continente americano hay sélo dos obras, de las muchas disefiadas por Le Corbusier, que lagaron a ser construidas: la casa dl Dr. Curutchet en La Piata, Argentina (1949-1953), el Carpen- ter Center for the Visual Ars, ubicad en el campus de la Harvard University en Cambridge, Massachussets (Estados Unidos, 1960- 1963). Sin embargo, Le Corbusier elabor6 muchos otros proyectos para sitios y clentes americanos; algunos de ellos fueron resultado de encargos directos ~por ejemplo, las casas para Victoria Ocampo, Jukén Martner y e Plan Piloto de Bogota, mientras que otros sut~ §leron por iniciatva propia, como el Plan Regulader de Buenas Ai- cites niece ire res de 1938-1999, realizado en colaboracién con Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy. Asimismo, no debemos ignovar su participa cidn fundamental en ol disefo del Ministerio de Educacién y Salud de Rio de Janeiro (1936), con Lucio Costa, Oscar Niemeyer y un ‘grupo importante de colaboradores, en el controvertide proceso de disefo para el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York (1946-1949). ‘Su obra americana fue resultado de sus numerosos viajes y contactos establecidos en el continente americano. En su primer vie, en 1929, Le Corbusier ofrecié un cielo de diez conferencias ‘en Buenos Aires, sequidas de conferencias en Montevideo, San Pablo y Rio de Janeiro; en 1936 realizé el primer visje a América del Norte, durante el cual hizo una gira por varias eludades en las que dio conferencias sobre su obra arquitecténica y tedriea; en 1936 volvié a Brasil como invitado oficial del Gobierno, funda mentalmente para patticipar como arquitecto consultor en el disefo de la Ciudad Universitaria y en el Ministerio de Salud y Educacién, ambos en Rio de Janeiro; entre 1946 y 1948 realzd ‘rumerosos viajes a los Estados Unidos en el marco de su partic pacién en el proyecto para el edificio de las Naciones Unidas; casi simulténeamente, en el periodo 1947-1951, viajé cinco veces a ‘Colombia para trabajar en el Plan Pilato de Bogatd, en asociacién ‘con José Luis Serty Paul Lester Wiener: en 1960 y 1961 viajé por tina vez a los Estados Unides, a propésito del encargo que recibio para proyectar el Carpenter Center en la Harvard Univer sity y para recibir numerosos premios y ttulos honerifcos; final- mente, el \ltimo viaje al continente americana fue en 1962, Cuando recibié el encargo del Gobierno francés de disenar Ia Em- bajada de Francia para la recientemente inaugurada ciudad de Brasilia, nueva capital de Brasily obra de sus amigos Lucio Costa ¥y Oscar Niemeyer. En todos estos viajes, Le Corbusier nunca rehusé, de hecho estimul6, cuanta oportunidad se le presenté para obtener nuevos encargos concretos, tanto de arquitectura como de urbanism, y asf poder difundir sus ideas y postulados. En ningunos de todos estos viajes y periplos por el vasto conti= rente americano Le Corbusier lleg6 @ pisar terra venezolana. Sin ‘embargo, en la década de los afios cincuenta hubo arias intentos de obtener sus senicios de arquitecto para que proyectara un ediicio fen ese pais, un hecho que podtia estar ligado a su presencia fre~ cuente en el pais vecino, Colombia, donde trabsjaba en el Flan Floto para Bogoté. Al menos tres intentos son dignos de mencién: en 1951, recibié el encargo de proyectar una caplla funeraria en memoria del carone! Carlos Delgado-Chalbaud; en 1954, Platzer & Cia, promotores caraqueros, contactaron con Le Corbusier con la idea de “hacer algo en Venezuela’; tres afios mas tarde, en 1987, ‘ecibié un encargo de disefiar una residencia lujosa en Caracas para la familia Beracasa. Los dos times no pasaron de la etapa de *ne- ‘gociacién por correspondencia’ pero ol primero de ellos lego a cris- tallzaren un proyecto de arquitectura: el monumento,tumbaocapila funeraria para Carlos Delgado-Chalbauo, un proyecto interesante y cnigmiticoa la vez, ue parecia de realizacion garantizada, pero que, come muchos ottas antes, no llegé a construirse. De todas formas, y contrariamente ala mayoria de los proyectos que no se construyeron “la casa Errdzurizo la Embajada de Francia en Brasilia, por citar slo os ejemplos notables, Le Corbusier suprimié el proyecto de su ‘Euvre Complete y de cualquier ovo medio de difusién de su obra,y algo absolutamente inusual en 6/~ nunca més hizo referencia & este proyecto, hasta el punto de que ain hoy ~més de cincuenta alos més tarde~ sigue siende desconocido por erticose historiado~ res dedicados ala obra americana de Le Corbusier (CARLOS DELGADO-CHALBAUO Y LOS ACONTEGIMIENTOS. (QUE MOTIVARON EL PROYECTO El encargo recibide por Le Corbusier a principio de 1951 consists fen el dsefo de una capita funeraria para honrar la memoria de coronel Caos Deigado-Chalbaud, quien habia sido asesinado en Caracas unos meses antes, miontrasejercialaPresidencia de Vene~ zuela como jefe de la Junta Millar que desde 1960 gobernaba el pas Carlos Delgado-Chalbaud era hijo del general Romén Delgado- ‘Chalbaud, figura reconocidamente legendaria dela historia venez0- lana por su oposicién al égimen dictatorial del general Juan Vicente Gomez el Tirano dela Mulera’, que goberné Venezuela entre 1808 17 1935, Debido a su oposicién al régimen, Romén Delgado-Chal baud fue encarcelado siete aos en Venezuela, perfodo durante el cual su esposay su pequefio ho Carlos vivieron exlados en Francia Liberado en 1926-1997, Romén Delgado-Chalbaud se reunié con su familiaen Paris y pronto se comvrtiéenellider de un grupo de ex- lados venezolanos que querian derrocar a Juan Vicente Gémez. A tal fin recolectsfondos y reclut6voluntaros,y en 1929 se lanzé ala aventura conocida como la Expedicién del Falke (nombre del barco alemién en el que viajaron) ye Asalto de Cumané,en que intentaron infructuosamente tomar e! poder y derrocar a Gémez. El general RRomén Delgado- Chalbaud muré en la batalla librada poco después de que los revolucionarios desembarcaran en Cumand, pero su hijo Carlos, quien con dieciocho afios de edad lo acompatiaba en la aventura, logréescapar através de América Central y ms tarde re- ‘gresara Pars, Ya en Europa, Carlos Delgado-Chalbaud estudié ingenieria y ‘conacié a su futura esposa, Lucie Lévine, de origen rumano pero naturalizada civdadana francesa. Algunos historiadores y crticos aducen que, en Francia Lucie Lévine tenia fuertes lazos y contac~ tos con los intelectuaes de zquerda y que tuvo unainfluencil Portante en la formacién poltica de su esposo. En todo caso, aos més tarde, una vez terminada la cictadura de Juan Vicente Gémez, Catlos Delgado-Chalbaud regreso @ su tierra natal junto con su joven esposayy siguiendo los pasos de su padre se alst6 en el Ejer ilo, En la década de los afos cuarenta, Delgado-Chalbaud temergié como uno de los lideres de una generacin joven de of ciales del Ejrcito que desempefiaon un pape! activo en la potica interna de Venezuela; de acuerdo con la crénica histérica, Carios Delgado-Chalbaud bregé por lainstitucén efectiva de un sistema ddemocratico y fue uno de los principales responsables del proceso que en 1948 culmind con la eleccién democratica del novelista Rémulo Gallegos como Presidente de Venezuela. Sin embargo, Yijun pblencces acca tons sepia eburenen Andre Sucelndstcay cree Ferd Fee Oj at Le Cary Stn aes ‘eta nr np ‘ocho meses més tarde, ol 24 de noviembre de 1948, el gobierno de Rémulo Gallegos fue derrocado por un golpe de estado militar y re= templazado por una junta militar de tres miembros, presidida por el corone! Carlos Delgado-Chalbaud. Los historiadores de Venezuela estan divides acerca del papel que Delgado-Chalbaud tuvo en este momento clave dela historia de! pais algunos critican su par- ‘icipacién en el golpe de estado, acusdndolo de traicidn a Gallegos a quien habia apoyado~ y a sus ideales democréticos; otros atri- buyen su participacin a su conviccidn de que sin él quedaba inexo- rablemente perdida la esperanza de instituir una democracia dura dera en Venezuela. Por otro lado, cabe pensar que la eleccién de Delgado-Chalbaud como Presidente respondia a la Intencién de suavizar fa imagen militar de la Junta, al fin y al cabo, el coronel Delgado-Chalbaudno era sélo un miembra de las Fuereas Armadas, sino también un ingeniero profesional educado en Europa que llevaba consigo la fama de la lagendarla oposicién ala dictadura de su padre, e! general Roman Delgado-Chalbaud. Aun asf, y a pesar de sus conocidos idealeslberales y prodemocraticos, no cabe duda de que Carlos Delgado-Chalbaud presidia un gobierno militar de facto, uno mas en la larga secuencia de dictaduras que gobernaran Venezuela en la primera mitad del siglo veinte, Dos afos més tarde, en la manana del 13 de novembre de 1980, Presidente Delgado-Chalbau fue secuestrado por lo que hoy la- mariames un comando paramiitariderado por Rafael Simén Urbina, figura de pasado oscuro en la historia de Venezuela. Aparentemen- {, los secuestradores no querfan asesinar al Presidente, sino sim- plemente destituifo dela presidencia y forzario a un nuevo periodo de exlio en Francia. Sin embargo, Delgado-Chalbaud se resistié y murié a causa de los disparos producides durante el forcejeo con uno de los cémplices de Urbina. El asesinato de Delgado-Chalbaud cesté rodeado de un halo de controversia algunos autores lo atribu- yen a una venganza personal de Urbina, mientras que otros ~mas creibles~ consideran que el secuestro fue parte de un golpe de es- ‘ado interno, en el cual Urbina oper6 con la aprobacién implicita de los otras miembros de la Junta, debido @ que estos dltimos, en par- ticular Carlos Pérez Jiménez (eventuaimente convertido en Presi- dente de Venezuela), temian la posicién liberal, profesionalista y pro democrdtica de Carlos Delgado-Chaloaud. De acuerdo con clertas versiones histricas, Urbina ~quien también ten‘a rango militar~ fue cstimulado a secuestrar a Deigado-Chalbaud por la rama reaccio rnatia dela Junta, a cambio de otorgarle un rol en la conduccién de Cierios aspecios de la poltica del pals. Pero de forma inesperada y como resultado de la resistencia de Delgado-Chalbaud, Urbina tam- bién resulté herido de bala en el forcejeo y horas més tarde, des pués de rendise a las autoridades mientras buscaba asilo en la Em> hajada de Nicaragua, muri asesinado por e! quardia cl que lo tras ladaba a una cétce! corcana® Algunas fuentes sugieren que Urbina fue asesinado para evtar que denunciara la implicacién directa de miemros de la Junta y del Gobierno en el complot que culminé con la muerte del Presidente, De hecho, el secuestro y eventual muer= te de Delgado-Chalbaud estarfan aparentomente ligados a su in- tencién de corvacarelacciones democrdticas para elagir nuevo Pre- sidente de Venezuela en un futuro cercano, posicién no compartida par los otras miembros de la Junta En los meses siguientes, e! Gobierno concitié la idea de hacer lun monumento para honrar la memoria del presidente asesinad. = cha iniciativa puede haber surgido como la mejor forma de erraci- carla sospecha de una conspiracién oficial, es decir a responsabi- lidad directa del Gobierno en la muerte de Delgado-Chalbaud. Lu ‘de Delgado-Chalbaud ~viuda de la victima- no estwvo drectamente involuerada en un principio, pero pronto se corwirté en un partic pante activo, aunque independiente, en las discusiones relacionadas ‘con el proyecto de monument. Ya a principios de 1961, es decir, pocos meses despuds de los acontecimientas, ol Gobierno habla re- cibido numerosas propuestas, que Lucie Delgado-Chalbaud recha~ 26 por consideratlas de mal gusto, ¢ independientemente decidié ponerse en contacto con Le Corbusier y solcitar su partcipaciin en al proyecto, eon ruc phere nee Og: Chont en x myer pentane cpa eed. Porgemplc Narad DA dap e- rvteded doresine cnet orple one's dtr eps rt La relacién que ligaba a Lucie Delgado-Chalbaud con Le Corbusier no ha podide ser establecida. Una via puede haber sido ‘su pasado en Francia y sus estrechos vinculos con la cultura fran- ‘cosa; otra via posible es a presencia frecuente de Le Corbusier en Bogoté por aquellos ahs; una tercera positildad es Nueva York y el ambiente de diplométicos y empresarios petroleros con los, cuales tanto Le Corbusier coma la Sra. Delgado-Chalbaud mante- nian contacto en sus entonces asiduos vies a la metrépoli esta dounidense, Pero toda esto es simple especulacién, ya que 0” los, documentos existentes no es posible establecer con certeza el vineulo entre ames, asi como tampoco si alguna ver se encontra~ ron personalmente, ya sea en Paris, Nueva York o Bogotd, Por oro lado larelacin entre Lucie Delgado-Chalbauc y las nuevas autor ‘dades de Venezuela tampoco es suficientemente clara. Al parecer, ‘era cuando menos tensa, y es evidente que el Gobiemo deseaba excivira la Sta, Delgado-Chalbaud de las negociaciones y discu siones relacionadas con las earacteristicas del monumento. De todas formas, Lucie Delgado-Chaloaud le aseguré a Le Corbusier que el Gobiemo le habia prometido formalmente que seria ella quien seleccionaria el proyecto. Aun asi, es dudoso que el Gobier~ role otorgarael priviegio exclusive de elegir el proyecto por si sola; en cambio, es mas probable que el Gobierno pensara poner a su consideracisn una serie de proyectos preseleccionados para escu- char su opinién Por lo tanto, be quedar claro que el encargo que recibié Le Corbusier de disefiar el monumento para Delgado-Chal- baud fue una iiciativa personal e independiente de Lucie Delgado Chalbaud, sin participacién alguna del Gobierno de Venezuela. ELENCARGO, EL SIO, EL PROGRAWA Y EL PROCESO DE DISERO DELE CORBUSIER 1 10 de marzo de 1951, Lucie Delgado-Chalbau le envié una car- ta a Le Corbusier pregunténdole si podria crear una capilla funera- ria para alojar las tumbas de su marido y de su suegro (Carlos y prot canase tie Dig Chated ae Coane 2/04/18), Fontan Come dn 8 = Roman Delgado-Chalbaud, espectivamente}® Le Corbusier recibié la carta cuando acababa de regresar de uno de sus viajes ala In~ diay respondié en forma afirmaliva, aunque condicional, porque en ‘quel entonces estaba muy acupado con numerosos proyectos y obras y tendla a rechazar invitaciones a trabajar en proyectos me~ notes cuya realizacién era dudosa, sobre todo si proverian de clien- tes lejanos. En su respuesta, Le Corbusier aduce que sus numero~ 525 ocupaciones no le permiten asumir el proyecto personalmente (eon aquella época su atelior estaba saturado con la actividad que la Unidad de Habitacién de Marsella, la capilla de Ronchamp y Chandigarh requetian), pero que podria invelucrar @ un joven ar- quitecto de talento que trabejaria bajo su supervsién directat. En otras palabras, aceplé el proyecto sin dar sefiales del rechazo que rnormalmente demostraba, al menos en primera instancia, ante es~ {te tipo de encargos; inmeciatamente establecié algunas condicio- nes y solicits a su clente que le enviara mas informacin sobre las ‘dimensiones y caracteristcas del stio, asi como también informa ‘ign de los materiale locales que 6l posta uizar en esta obra, so- bre todo, materiales pétreos. Evidentemente, la idea de proyectar un monumento funerario para un dignatario le entusiasmaba, pero no queria sobrecargar su atelieragregando este proyecto a [a lista de importantes obras en las que sus colaboradores trabajaban, es decir que desde un prin~ cipio pensé desarrollarlo de forma paralela a la actividad de su atelier de la Rue de Sdvtes, Lucie Delgado-Chalvaud responds répidamente aceptando que el proyecto fuera desarollado por un joven arquitecto bajo su supervsién. En la misma carta enviS una foto del sitio (hoy perdida)e insistié en la importancia de que Le Corbusier fjara sus hanoratios profesionales?. Dos meses més tarde, poce despues de regresar de uno de sus viajes @ Bogota (es ccurioso que, aunque comparativamente cerca de Caracas, no dio muestras de interés en visitar el terreno o al cliente), Le Corbusier ‘establecié sus honorarios en dos mil délarest; ia ited de esta suma deberia serle enviada pot adelantado y el resto una vez que Ls Comuses 0/08/186, Fen Le Cuts eer I2 08» 128 Ct dL Cue ace Ocha 4/04/1961, Fda a Cae nr I2 0, ta dee Cus Lace Deu Chih 2704108), easton Le hubiera finalizado y enviado el proyecto. Este procedimiento era ‘muy similar al establecido poco mas de dos afos antes con el Dr Curutchet, para quien habia proyectado una residencia en La Plata, Argentina, y que habia dado buenos resultados financieras y con tractuales para el arquitecto suizo-francés, Elsitio designado para el proyecto era un terreno euadrado de veinte metros de lado, en un lugar que no queda establecido en los documentos existentes. El Unico comentario adicional que sirve de referencia al andlisis es que la construccién no podia acupar la to- talidad de! terreno®. programa y os objetivos del proyecto habian quedado claramente expresados en una carta enviada por la Sea Delgado-Chalbaud: la capila funeraria debia alojar las tumbas de Su esposo, el corone! Carlos Delgado-Chalbaud, y de su suegto, ol general Roman Delgado-Chalbaud, as cuales debian quedar se~ aradas por un espacio. Lucie Delgado-Chalbaud precisé que Cebia ser una obra ‘solemne y austera"y solicits que el proyecto in- ccorporara un vitral de Beauvais de cincuenta por cuarenta centt- metros que ella poseia (fig. 1)® Unos meses mas tarde, en otra carta, pidié a Le Corbusier que pensara en determi Para su propia tumba "sea cuando sea que el momento llegue'™ Le Corbusier queds a la espera de sefiales que mostraran que sus condiciones habian sido aceptadas ~es decir, recibir el pago de la mitad de sus honoratios- para comenzar a desarrollar el prayecto"®, Una vez recibidala seal esperada, orvié una cartaa su cente nat ficdndole que el proyecto estara listo en poco tiempo. Un dia antes de enviar esta carta preparé los aspectos logiticos que necesitaba para hacer el proyecto fuera de su atelier e invté a Jean-Claude Mazet a trabajar en su casa bajo su supersién divectat®. Mazet era tun joven arquitecto francés (entonces tenia veinte ios) que poco antes habia regresado a Francia después de completar estucios de posgrado en la Harvard University. pesar de los pocos documen: {os cisponibles, es posible establecer que la elaciin que exsta entre ‘aes Ce ae re terns cedar Chess Le Corbusiery Jean-Claude Maze tenia rags curosos joven arcuitecto nunca habia trabaado en el atatier de Le Corbusier pero Fabia mostrago su admiracién eintencin de trabajar con el mate en numerosas oporunidades. Aparentemente fa fama de Mazet tenia amistad con Yone, a exposa de Le Cobusis y Jean-Claude habta pasado algunos dias en el departamento de Wanre y Le Corbusier ona Ru Nungesser-e-Cal, Le Corser lehabia entre gado una recomendacian para trabajar con José Luis Set en los Eslados Unidos per, al graduase, Jear-Cinide refiiéregresar a Francia Dada la admiracéne nsistencia de Mazet por rabejer con 8. Le Corbusier jug que ésta ra una Buene oportnidas par pro~ bar sus condiciones. En todo caso, porrazones no de todo conocidas, Le Corbur sier tenia eservas al respecto, bre todo acerca de la relacién profesional enre ambos. Al invita le records entéicamen' debe quedar claro entre nosotros que yo dar instuccionas 6 al menos. que voy asypernsar drectamenta el proyecto. Esta seré wt txcusa para incr contacos mis frecuentes entre noso¥os A inal de esta misma carta realms insisto en que yo tengo e contol del proyecto desde cualquier punto de vista: e clinte me considera a ‘my soa mi el proyectsta sn embargo su partcipacion sed men Cronada's Coma retibueiér Le Corbusier le enregs unos honor roe de cen mil rancosfranceses, que representaban aproximada- rene el quince po into de fs Honora totles que Le Corbusier ‘ecbiria por hacer e proyectos, Ms tarde, fnalizado el abajo, Le Corbusier e entre cncventa mi fancos més, en respuesta a una ‘eclamacién presenta por Maze £117 €e julio de 1961, pocos dias después de haber aceptado el encargo de forma defn, a secretaria de Le Corbusier een v6 una carta a Mazet con instruciones prcisas: por favor, pre= cara de LiteOn Cans Cf 8/04/1051 Frttn La Cor sneer 08» 1.—10 Care Lice Ceiba <éntese en Nungesser-et-Col el jueves con sus propios ites para trabajar con Le Corbusier por unos dla”. Como habia sucedido en colras situaciones parecidas, durante los cuatro meses que pasaron desde que la Sea. Delgado-Chalbaud le enviara la primera carta, Le ‘Corbusier dejé que el proyecto fuera tomando forma en su mente sin dibujar una sola line; él mismo solia referirse a este modo de ‘actuar como a un periodo de incubacién de la idea. Considerando ‘que, una vez que Le Corbusier y Mazet comenzaron a trabajat, el pro- yyecto qued definitivamente establacido en menos de una semana, Le Corbusier tenia una idea muy clara de omo afrontar el tema des 4e el principio misma del proceso de disofo. Lamentablemente, no ‘quedan restos documentales de este proceso, excepto los dos bos- uejos preparatorios de las perspectivas exterior e interior (FLC 83421 y $3422) que finalmente integraron el “éloum’ de dibujos ‘enviados al cliente; gor lo tant, es virtualmente imposible recons~ {tui el proceso de generacion y evolucién del proyecto. Sin embar- 190, partir de datos que surgen de cartas y notas relacionadas con esta obra, es posible infetr que Le Corbusier y Mazet comenzaron a trabajar el 19 de julio y que la versién final del proyecto ya esta~ ba lista el 26 de jul, Ese misma dla, Le Corbusier preparé una lar- {98 y detallada descripcisn del proyecto que explicaba fos dibujos {que se enviarian por separado. EL PROYECTO: “ALA MEMOIRE DES GENERAUX DELGADO-CHALBALO"® La propuesta de Le Corbusier no sélo satisfizo la peticion de su cliente de crear un monumento solemne y austere, sino que exce- i las expectatvas de éste, al incorporar una gran variedad de com- plejas asociaciones simbelicas y signficados. En pocas palabras, tewcaes ce Te oe Yk Tes i 90, ren oer pe Mae a end ‘racer nrc 2% rants les case Cause 1? Cat Setar Ge Cor 4.C Mat, Fan Cri seo (p2h—10'Atranorn tnt pre Dee Cob lect ea (eal ChatautLs Caner graslnsncnde gases nso de la Coburn lnenmeroe price Ces Dngese Chit lesquema arquitectinico quedé definido mediante dos elementos tune damentales: un muro que delimita un recinto y una capilla piramidal el muro, parcialmente perforado en tres de sus lados, deine el sitio cuadrado de veinte metros de lado, creando un espacio semierrado -y parcialmente sistado dol medio circundante, que aspra a generar tuna sensacién de calm serenidad y meditacién; dentro del perme {ro definido por el muro se alza una pirémide de tres lados, monu- mento evidentemente alegsrico, que alberga las tumbas de Catlos y Roman Delgado-Chalbaud (figs. 2y 3) La descripcién escrita del proyecto que Le Corbusier envié ala Sra, Delgado-Chalbaud fue muy completa y descrptva, revelando detalles de interés: La construccién puede hacerse de la siguiente manera: esto, de 20 por 20 metros, se cierra con un muro perforado en dos de los lads del cuadrada, un muro completo en et tercer lado y un muro pas- cialmente perforado en ef cuarta El piso es de piedra, Sobre este pavimento de piedra se alea una capil pitamidal de tres lados, aise- fiada de acuerdo con trazados reguladores determinados por un sistema proporcional y matematico, un sistema que, en mi opinién, produce una sensacién de armonia exclusiva. sia pirémide de res lados permite ala las dos tumbas de for- ‘ma sut, asi como dotarlas de una fluminacién natural efectva. Elpiso de la prdmide y f del altar sordn de piedra, Las dos tum= ‘bas se identifcardn con una placa de bronce provsta de inscipciones adecuadas (yo diseriaré estas dos placas). Las paredes inclinadas de la pride estarin revestidas interiormente de cerémicas blan- cas y negras; el vtral que usted menciona en su carta serd ubicado sobre las dos tumbas, yo lo dibujaré. La piramide serd construida en hormigén lviano para evitar los efectos de sobrecalentamiento y ‘adiacién bajo el sol. El exterior de la pirdmide estard revestio de laminas de cobre que, con ef tiempo, se oxidarén naturalmente ad- ‘uiriendo un color patinado; creo que esto serd mejor que pulilas. (eisaetcapla Duper Cob) ‘eogn no0E (beeclncstabe Dentro del espacio defnide pore! mure ckcundante habré dos la {ges bancos y una platatarma circular de siular altura para sentarse. ‘Se ubicard un arb en un punto determinado por los trazados reguladores. Me gustaria saber qué tipo de arbolprefiere usted pax 1a dotar al complejo de un aspecto vivo y coral Aparte de este dr~ bol, no se proveerdn otras plantas ni flores, séo fa simplicidad do! ppavimento de piedray la compara de las montafias que uno ve mas alld, en ef horizonte, por encima del muro de ciere® ‘Los materiales con los que se construra el proyecto tenian parti cular importancia para Le Corbusier desde e| principio, como qued6 Implito en la prmera cata que e envi a su clnte aceplando el encargo y Solctando que se le ensiara informacién sobre materiales de cons truceidn locales. Los ditujos y el texto descriptive se environ aparte, posiblemente porque ante la proximidad de las vacaciones de verano y ‘su partida inminente a Cap Martin (donde reguiarmente pasaba el ‘mes de agosto de cada fio), Le Corbusier dejé a Mazet a cargo de ter- rminar los dibujo y de preparar dos copias idénticas del dlbum de dibujo. A tal efecto dejé una serie de instrucciones precisas a Mazel paral estructuracién@ impresiin del bum y le pidié que enviara una copia a Venezuela y quardara a otra para eater (fig 4)" Pocos dias més tarde, al recbirel texto descriptive pero antes de recibir el Album de dibujos, a Sra, Delgado-Chaloaud se apresuré a contestar: Tengo le impresion de que usted ha estado inspirado,y hasta ‘entusiasmado, en ! desarrlo de este proyecta. Le agradezco su par~ ticjoacién personal en aise este proyecto a pesar de sélo haberse ‘comiorometido a supervisar su conoepcidn®® El tono de su cara rans rmitia un moderado pero evidente entusiasmo y revelaba que recono- cia la importancia que la seleccién de materiales hecha por Le Cor- busier tendia para la construceién de la bra; porlo tanto, se aventurs a preguntar si seria necesaro importar el cabre de los Estados Uni- 60322, Ademés le pedia ayuda para la seleccién del arbol mencio- nad en el texto de Le Corbusier porque ela.no sabia mucho acerca de drboles ni de sus leyendas. Evidentemente, Lucie Delgado-Chal- ‘baud habia pecibido la naturaleza simblicay alegsrca del proyecto ‘aun antes de ver los dibujos. Finalmente, le comunicaba que Carlos Vilanueva, arquitecto venezolano que estard a cargo de supervsar fa construccién del monumenta,viajaris a Parfs en un futuro cercano y ‘que pocria levar muestras de materiales para discutilas con 6 Carles Radi Vilanueva (1900-1876) era ya un arqutecto de re- rrombre, no sélo en Venezuela sino también en el émbito interna ional. Su obra més importante ~el planeamionto, disenio y cons~ ‘ruccién del campus y los edifcios de la Universidad Central de Ve- rrezuela en Caracas~ se halaba en plena efecucién; de hecho, a pri- mera fase se habla concluido recientemente; su répida difusin a través de numerosas publiaciones de alcance internacional habia proyectado a Villanueva como uno de los arquitectos moderns I> eres en Latinoamérica. Entre las obras realizadas estaba el Esta ‘do Olimpico, una de las cealzaciones ms importantes de la época, yy otras instalaciones deportvas; en los aos siguientes, Villanueva ‘emprencé la segunda fase del vasto complejo universitario que in clufa la Facultad de Arquitectura (1954-1957), uno de los eifcios, més celebrados intemacionalmente @ finales de los afos cincuenta. Al tratarse de un proyecto llevado a cabo desde el Gobiemo central de Venezuela, es evidente que Vilanueva tenia lazs firmes con la clase gobemante. Por lo tanto, no resulta sorprendente que la Sra. Delgado-Chalnaud concciera personalmente a Vilanueva y consi= uiera que éste colaborara en el proyecto aun a sabiendas del pa pel secundario que como arquitecto tendra en la operacién, Obvia~ ‘mente, la idea de colaborar en la realizacién de un proyecto de Le Corbusier en Venezuela era suficientealiciente, La participacién de Caos Vilanueva en la supervision dela fase cconstructva del proyecto de Le Corbusier presentaba otra similitud ‘con el acuerdo suscrta alos antes con el Dr. Curutchet para la cons~ truccién de su casa en La Plata. En ese caso también la super sién dela construccin deta obra habia sido confi ~al menos in ciamenie-a obo represertante importante dela acqutectura modems on Latinoamérea, Amancio Willams. Sn embargo ls coincidences tnive ambos proyectos sso se dan enlos ya mencionados aspectos Contractual y a partcpacion en la fase consructva de arqutec- {os latincamericanos de rename, ya que contarianente aa casa del Curuchet. a capil funerara Delgado-Chalbaud ne fue cons- Iwuide Es mas su proyecto tarmpoce legs a ser dnd por Le Cor busier, i conocido por mucho temp, hecho por demas mistroso consierando elvclumen de aubeacones yrabajos de investgacin edicados a obra del maestio suzo-rancts. Los dibujos da proyecto arbaron a Caracas el 17 de octubre e 1951 en una carpeta -el album de cbujos~ de seis paginas. Carios Vilanueva se ocupé personalmente de comunicar & Le Cor busier que los cbyos nabian sco recibidos y aproveché a oprt- ridad para comuniare su ineneién de hacese cargo dela super vin de a contrucién El dibum contenia ocho Abus: planta de impiantaciin (DEL 4344), perspective advoa dela capil y su content (OEL 4346), planta (DEL 4346) (ig. 8), azado del com plo desde ia va de acceso (DEL 4347) (ig. 6), alzedo de a capi la dentro del recinto defnio por el muro de cere (DEL 4348), perspeciva interior de a cpila (DEL 4348), perspectiva exterior (DEL 4350) y planta de los trazados reguladores (DEL 4351). ‘A poco de recbirlos diauos, Lucie Delgade-Chatbaud lls el proyecto alas autoridades del Gobierno%, Obvamente estaba sa tstcta dl proyecto de Le Corbusier, orl tanto, baséndose en a promera qu habia ecitco del Gobierna meses ants, confaba en Que fuera adoptadoy eventualmente consi, pee las promeses ‘eciida resultaronvanas. El proyecto de Le Corbusier fe recha- ado y on cambios eligié uno propuesto po un tal Malausena™ Es pote que Lucie Delgado-Chalbaud sospechare desde un pia- cigto que éste seria resultado final ya queen carlas envadas @ (920-285 br roqanta cae mao delapeganta square nda pata linn oar sept 8 Coben cara cian haan peli bara (psd naa ~24 CaS Lie Dad Cute Cre, 18/06/180,Fodon Le Cae ace Ona Chanda Cota 2/10/19), Foto Leon der 208 p 8~27 Segment ‘900 oa erqvnctranestn coe tab oh ‘taneras LC obs 10195, a Le Corbusier le adverta de la posibildad de que el proyecto fuera rechazado. Fue por esta precisa razén por la que, cuando Le Corbu- sier le pid que le enviara fotos o reproducciones de los proyectos {que el Gobierno consideraba, olla evté hacerlo para no tener que p= cir nada @ las autoridades. Segin sus propias palabras: tema que algsin otro arquitecto se adelantara y ©! Gobierno eligiera ese pro- ‘yectoi®. A pesar de sus sospechas, la Sra. Delgado-Chalbaud que- 16 profundamente desairada por la decisién del Gobierno y consul- 16 a Le Corbusier la posbilidad de presentar conjuntamente una de- ‘manda legal. En su carta, Lucie Delgado-Chalbaud dejaba claro que seguiria adelante con la ides, apayada por una ampliadifusién de! affaie en los medios periodisticos, slo si Le Corbusier estaba de ‘acuerdo. En un principio, a Le Corbusier no le disgusté la idea de presentar una peticgn de explicaciones acerca de larazén por la val '5u proyecto habia sido rechazado, pero su asesor legal en Francia desaconsejé este camino: al fin yal cabo el gobierno de Venezuela ‘no le habia encargado nada y su partcjpacisn en el proyecto fue s6- loa través de correspondencia con la Sra. Delgado-Chalbaud™®. Asi pues, Le Corbusier no la acompaié y ;siquiendo el consejo de su ‘asesor legal le recordé que era ella quien debia presentar una de~ manda de explcaciones. Desde su punto de vista, hizo el proyec- to por pedido de olla, habiendo recibido el pago acordado, el con tralo entre ambos terminaba. De todos mados, Le Corbusier no re= ‘chaz6 del todo la posbldad de involucrarse en la demanda en el ca- 0 de que el affaire continvara®, Pero aparentemente todo quedé all. ya que la correspondencia entre el arquitecto y su cliente en Ver nezuela se interrumpié precisamente con este ultimo intercambio de ceartas, dejando un intertogante acerca del destino del proyecto que ser muy dificil de diucider. |ANALOGIAS Y SIMBOLISMO EN LA CAPILLA DELGADO-CHALEAUD La obsesién por los simbolos que Hevo en lo més profundo de mies ‘como un anhelo por un lenguaje limitado a unas pocas palabras. Mi vocaciin puede ser fa razén de esto: la organizacén de peda y ma dora, de volimenes, de sdidos y vacias, me ha dado, qué, un en: {endimiento general deta vertical y la horizontal, y de a sensacién de profundidad y altura tambigo%, 'A finales de los afos cuarenta y principles de las afas cincuen- {a Le Corbusier estaba sobrecargado de proyectos y obras del mas, vatiado género. La Unidad de Hobitacién de Marsella se encontrar bbaen plena obra y demandaba la alencién permanente de sus co- laboradores. AI mismo fiempo su atelier trabajaba en el dsefo de rnumerosos edificios para Chancigarh, en la capila de Ronchamp y en el Plan Pilto para Bogota, Este fue un periodo rico en la obra de Le Corbusier, en el cual sus obras y proyectos manitestaban, se~ {gun Wiliam Curtis, un aspecto arcaico,(.) una bisqued por ‘legar 2 las races dela arquitectura y al fondo de la experiencia psiquica, asicomo revelaba su vieja obsesién por la armonia y la naiuraleza. La India le habia despertado una vena de mistcismo y lo habia con- frontado con un folklore vivo, mientras que las encargos del mo- rasterio de La Tourette y la capilla de Ronchamp le oblgaron a re fexionar acerce del ol de lo sagrad en ef pasado y presente de la arguitectura3 Los monumentos dela historia dela arquitectura ylo que éstos representaban ~sus signfieados arquitect6nicos y simbélicos le fascinaban; constitufan una reserva de ideas y principios alos que recuria constantemente en busca de referencias e inspiracién, Esta fascinacién por los simbolos venta de su juventud, como sus primeros escritos, més tarde compilados en Le Voyage Orient,

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