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INSTRUCCCIONES: Lee cuidadosamente las preguntas y posteriormente

selecciona la respuesta correcta según corresponda, marcando con una X

ÍTEM I: SELECCIÓN MÚLTIPLE (1 punto por respuesta; 16 puntos en total)

TEXTO N°1:
Manchas de sangre
Agatha Christie

Estaba vacacionando sola en Rathole, un pueblecito pesquero, muy bonito. Poco


después de mí, llegó una pareja. Ella llevaba vestido y sombrero malva. Luego
apareció otro auto, del que se bajó una mujer con un traje muy llamativo de flores
rojas, un enorme sombrero rojo y muy maquillada. El hombre le dijo asombrado:
—Carol, esto sí que es maravilloso. Hace años que no te veía. Margery, mi
esposa, está aquí.

Me pregunté si Margery se alegraría de conocerla. De lejos, Margery me pareció


muy formal, poco maquillada. Hablaban de ir a bañarse. El marido, cuyo nombre
era Denis, deseaba alquilar un bote y remar por la costa. Había allí una cueva
famosa, según dijo. Carol deseaba verla también, pero sugirió ir andando por los
acantilados y verla desde la costa. Dijo que odiaba los botes. Al fin, decidieron
esto: Carol iría andando por el camino del acantilado y se reuniría con ellos en la
cueva, mientras Denis y Margery tomarían un bote y remarían hasta allí.

Yo también me fui a bañar, pero a una pequeña playa, en dirección opuesta a la


cueva. Cuando volví, todo Rathole parecía dormido. Supuse que los bañistas
habrían regresado felizmente ya que dos trajes de baño, uno rojo y otro azul
oscuro, estaban tendidos en el balcón, secándose al sol.

Decidí dibujar una casa antigua, llamada Las Armas de Polhawith. Como justo se
paró un pescador allí, me pareció una escena perfecta; siempre me da vergüenza
pedirle a la gente que se quede quieta, por eso apresuré mi dibujo. Estaba
luchando con unos contrastes que no me convencían, cuando lo vi. Mi mano iba
más rápido que mis ojos. Eran manchas de sangre en el suelo. Me puse de pie y,
con las manos temblorosas, empecé a recoger mis cosas, y entonces observé que
el hombre que había llegado en auto aquella mañana, miraba a ambos lados de la
calle. En el balcón apareció su esposa para recoger los trajes de baño. A pesar de
estar lejos de su marido, hablaba con tono bajo y no se veía mucho su rostro por
el cabello desordenado, lo que no me pareció relevante hasta un año después.
—Oye, Margery, Carol no ha regresado todavía. Es extraño, ¿no te parece?
—Bueno, no podemos esperar más. Tenemos que continuar hasta Penrithar.

Se marcharon. Cuando el auto se hubo alejado, fui a examinar de cerca el suelo.


Pero ya no había manchas de sangre. Entonces, vi a lo lejos a la mujer llamada
Carol, que venía corriendo por el camino del acantilado. En contraste con el gris
de las rocas, parecía una venenosa flor roja. Más tarde oí el ruido de su coche y
me pregunté si también ella se dirigía a Penrithar, pero tomó la dirección contraria.
Dos días más tarde leí en el diario: «Baño fatal en el mar». El artículo contaba
cómo la señora Dacre, esposa del capitán Denis Dacre, se había ahogado en la
Ensenada de Landeer, a poca distancia de donde yo me hallaba. Ellos se
encontraban hospedados en el hotel del lugar y querían bañarse, pero comenzó
un viento helado y el capitán Dacre prefirió jugar golf. Mrs. Dacre se marchó sola a
la ensenada. Como no regresaba, su esposo se alarmó. Encontraron sus ropas
junto a una roca. Su cadáver fue hallado una semana más tarde, cuando el mar lo
arrojó a la playa. Tenía un gran golpe en la cabeza; la opinión general fue que se
había golpeado contra una roca. Por lo que averigüé, su muerte debió de ocurrir
un día después de que yo viera las supuestas manchas de sangre.

Un año más tarde, yo me encontraba en otro pueblecito de la costa pintando,


cuando de pronto experimenté la extraña sensación de presenciar algo que ya
había ocurrido antes. Ante mí tenía a dos personas, un hombre y una mujer que
saludaban a una tercera, una mujer vestida con un traje estampado con flores
rojas.
—¡Carol, qué casualidad encontrarse después de tantos años! Te presentaré a
Joan, mi esposa.

Reconocí al hombre al instante. Era el mismo Denis que había visto en Rathole.
La esposa se llamaba Joan en vez de Margery, pero era el mismo tipo de mujer:
joven sencilla y corriente. Empezaron a hablar de irse a bañar. Me dirigí al puesto
de policía. Pensé que lo más probable era que me tomasen por loca, pero no me
importaba. Y, tal como supuse, pude salvarle la vida a Joan.

Al parecer, la policía sospechaba de Denis Dacre. Acostumbraba a hacer amistad


con muchachas sencillas que no tuvieran muchos parientes ni amigos y, después
de casarse con ellas, aseguraba sus vidas por millonarias sumas de dinero. Las
compañías de seguros empezaron a sospechar después de dos esposas jóvenes
muertas. Con Carol llevaban a cabo siempre el mismo plan.

Acudían a algún lugar de veraneo con su nueva esposa y se encontraba con


Carol. Mientras se estaban bañando, asesinaban a la esposa, y Carol, poniéndose
sus ropas, regresaba en el bote con él. Más tarde abandonaban el lugar, después
de preguntar por la supuesta Carol y, al llegar a las afueras del pueblo, Carol
regresaba con sus ropas llamativas y su extremado maquillaje para marcharse de
allí en su propio coche. Averiguaban en qué dirección iba la corriente y Denis
notificaba la muerte en el próximo pueblo que quedase en esa misma dirección.
Carol hacía el papel de esposa y se iba sola a alguna playa solitaria para dejar las
ropas de ésta junto a una roca y ella se marchaba con su traje llamativo.

Supongo que, cuando asesinaron a la pobre Margery, parte de la sangre debió


empapar el traje de baño de Carol y, al ser de color rojo, no lo notaron. Mas al
tenderlo en el balcón cayeron algunas gotas al suelo, que se disolvieron con el
agua del resto del traje.
1.- La narradora al principio no se da cuenta de las manchas de sangre
porque:
A) Se encontraba concentrada dibujando
B) Son demasiado pequeñas y no parecían sangre.
C) Se confunden con agua que ya hay en el piso.
D) Parecen manchas de comida.

2.- ¿Qué pistas une la narradora del relato para sospechar de Denis?
I. Manchas de sangre en el suelo que caían desde el balcón
II. Margery hablaba bajo y no se le veía mucho la cara al volver del paseo a la
cueva.
III. Denis repite la escena de encontrarse con una amiga y presentarle a su
esposa.
A) Solo I y II. B) Solo III y IV. C) II y III. D) I, II y III

3.- Se deduce que la policía sospecha de Denis porque:


A) No mostraba mayor sufrimiento cada vez que se le moría una esposa.
B) Carol siempre se encontraba con él y su esposa en vacaciones, todos los años.
C) La narradora le había advertido hace un año que algo raro estaba pasando con
las muertes.
D) La compañía de seguros tuvo que pagar mucho a Denis y les pareció extraño
tantas muertes.

4.- Si la policía detuvo a Denis y Carol, ¿qué argumentos en contra de ellos


serviría en un juicio?
I. Muertes seguidas de personas jóvenes con cobro millonario de seguros.
II. El plan que se repite: encuentro con Carol y desaparición de la esposa.
III. El color de la ropa de Carol y de las víctimas.
IV. El dibujo de la narradora, donde se ven las manchas de sangre.
A) Solo I y II. B) Solo III y IV. C) Solo I, II y III. D) Solo I, II y
IV.

5.- Se deduce que Joan logra salvarse de la pareja asesina porque:


A) La policía llegó al lugar antes de que Joan fuera a bañarse.
B) La policía llegó cuando Denis y Carol ya se habían ido al siguiente pueblo.
C) La compañía de seguros anuló el contrato con Denis.
D) La narradora los siguió y amenazó a Denis y Carol.

6.- ¿Qué defectos hicieron fallar el plan de asesinatos en serie de la pareja?


A) Egoísmo y crueldad. B) Pereza y ambición.
C) Ira y pereza. D) Envidia y ambición.

7.- Supuse que los bañistas habrían regresado felizmente. Los bañistas para narradora
son:
a) Los esposos
b) Las personas que disfrutan de la playa
c) Los esposos, Denis y Margery y la “amiga” de él: Carol
d) Ninguna de las anteriores

8.- El fragmento anterior puede considerarse parte del género policial debido a que:
I.- Presenta un misterio por resolver (asesinato)
II. La narradora cumple la función de detective
III. Los personajes son fugitivos
A) I y II. B) Solo II y III. C) I y III. D) I, II y III

9.- ¿Qué función cumple dentro del texto la narradora de la historia?


a) Cumple la función de presentar el caso
b) Cumple la función de ser testigo del misterio, resolver dicho y entregarle las pistas
necesarias a la policía
c) Cumple la función de ser amiga de Denis y conocer su oscuro secreto
d) Cumple la función de denunciar la muerte de Margery

10.- Si fueses el/la detective del caso anterior ¿Cómo explicarías que Carol y
Denis son los asesinos? Explica la resolución del misterio por medio de las
pistas entregadas por la narradora. Recuerda utilizar recursos de cohesión
textual ( 6 pts.).
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ÍTEM II: PREGUNTAS DE DESARRROLLO (26 pts. en total)

TEXTO N°2:
El hijo
Horacio Quiroga

Es un poderoso día de verano en Misiones, con todo el sol, el calor y la calma que
puede deparar la estación. La naturaleza plenamente abierta, se siente satisfecha
de sí. Como el sol, el calor y la calma ambiente, el padre abre también su corazón
a la naturaleza.

—Ten cuidado, chiquito —dice a su hijo; abreviando en esa frase todas las
observaciones del caso y que su hijo comprende perfectamente.
—Si, papá —responde la criatura mientras coge la escopeta y carga de cartuchos
los bolsillos de su camisa, que cierra con cuidado.
—Vuelve a la hora de almorzar —observa aún el padre.
—Sí, papá —repite el chico.

Equilibra la escopeta en la mano, sonríe a su padre, lo besa en la cabeza y parte.


Su padre lo sigue un rato con los ojos y vuelve a su quehacer de ese día. Sabe
que su hijo es educado desde su más tierna infancia en el hábito y la precaución
del peligro, puede manejar un fusil y cazar no importa qué. Aunque es muy alto
para su edad, no tiene sino trece años. Y parecía tener menos, a juzgar por la
pureza de sus ojos azules, frescos aún de sorpresa infantil.

No es fácil para un padre viudo, sin otra fe ni esperanza que su hijo, educarlo
como lo ha hecho él, seguro de sus pequeños pies y manos desde que tenía
cuatro años, consciente de la inmensidad de ciertos peligros y de la escasez de
sus propias fuerzas ¡Tan fácilmente una criatura calcula mal, sienta un pie en el
vacío y se pierde un hijo!

De este modo ha educado el padre a su hijo. Y para conseguirlo ha debido resistir


no sólo a su corazón, sino a sus tormentos morales; porque ese padre, de
estómago y vista débiles, sufre desde hace un tiempo de alucinaciones. La viudez
le ha hecho más daño de lo que cree.

Ha visto, concretados en dolorosísima ilusión, recuerdos de una felicidad que no


debía surgir más de la nada en que se recluyó. La imagen de su propio hijo no ha
escapado a este tormento. Lo ha visto una vez rodar envuelto en sangre,
asesinado por error a manos de su padre. No, eso jamás pasará.

Hoy, con el ardiente y vital día de verano, el padre se siente feliz, tranquilo, y
seguro del porvenir.
En ese instante, no muy lejos suena un estampido.
—La Saint-Étienne... Dos palomas menos en el monte...

Sin prestar más atención al hecho, el hombre se abstrae en su tarea. El sol, ya


muy alto, continúa ascendiendo. Adónde quiera que se mire -piedras, tierra,
árboles-, el aire enrarecido como en un horno, vibra con el calor. El padre echa
una ojeada a su muñeca: las doce. Y levanta los ojos al monte. Su hijo debía estar
ya de vuelta. En la mutua confianza que depositan el uno en el otro, no se
engañan jamás. Cuando su hijo responde: "Sí, papá", hará lo que dice. Dijo que
volvería antes de las doce, y el padre ha sonreído al verlo partir. Y no ha vuelto.

El hombre torna a su quehacer, esforzándose en concentrar la atención en su


tarea. ¿Es tan fácil, tan fácil perder la noción de la hora dentro del monte, y
sentarse un rato en el suelo mientras se descansa inmóvil? El tiempo ha pasado;
son las doce y media. El padre sale de su taller y piensa que tras el estampido de
la Saint-Étienne no ha oído nada más. Su hijo no ha vuelto.

¡Oh! no son suficientes un carácter templado y una ciega confianza en la


educación de un hijo para ahuyentar el espectro de la fatalidad que un padre de
vista enferma ve alzarse desde la línea del monte. Un solo tiro ha sonado, y hace
mucho. Tras él, el padre no ha oído un ruido, no ha visto un pájaro, no ha venido
nadie a anunciarle una gran desgracia.

El padre se pone en marcha. Entra en el monte, costea la línea de cactus sin


hallar el menor rastro de su hijo. Y cuando ha recorrido las sendas de caza
conocidas, adquiere la seguridad de que cada paso que da lo lleva,
inevitablemente, al cadáver de su hijo.

Ni un reproche que hacerse, es lamentable. Sólo la realidad fría terrible y


consumada: ha muerto su hijo al cruzar un... Pero ¡dónde, en qué parte! ¡Hay
tantos alambrados allí, y es tan, tan sucio el monte! ¡Oh, muy sucio! El padre
sofoca un grito. Ha visto levantarse en el aire... ¡Oh, no es su hijo, no!

Las fuerzas que permiten entregar un pobre padre a la más atroz pesadilla tienen
también un límite. Y el nuestro siente que las suyas se le escapan, cuando ve a su
hijo.
—Chiquito... —murmura el hombre. Y, exhausto, abraza al pequeño.

Juntos ahora, padre e hijo emprenden el regreso a la casa.


—¿Cómo no te fijaste en el sol para saber la hora? —murmura aún el primero.
—Me fijé, papá... Pero cuando iba a volver vi las garzas de Juan y las seguí...
—¡Lo que me has hecho pasar, chiquito!

El padre sonríe de alucinada felicidad... Pues ese padre va solo. A nadie ha


encontrado, y su brazo se apoya en el vacío. Porque tras él, al pie de un poste y
con las piernas en alto, enredadas en el alambre de púa, su hijo amado yace al
sol, muerto desde las diez de la mañana.

1.- ¿Qué misterio presenta el texto? ¿Qué parte del misterio es sobrenatural
y cuál es realista? (4 pts.)
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2.- Escribe tres ejemplos del texto que correspondan a vocabulario


sugestivo. (6 pts. en total/ 2 pts. por ejemplo correcto)
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3.- ¿Cómo se conforma un espacio tenebroso en este cuento? (4 pts.)


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4.- Indica cómo este cuento desarrolla la fragilidad humana, tanto en el


personaje del padre como en el niño. (4 pts.)
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