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UNIDAD III

INSTALACIONES PORCINAS

Dentro del término “instalaciones” se incluye no sólo las edificaciones sino también todo
aquel aparataje (utillaje), integrado en las instalaciones, destinado a facilitar el correcto
manejo de los animales (silos de pienso, comederos, bebederos, mangas de manejo,
sistemas auxiliares de refrigeración y/o calefacción, etc.). Aunque las características de las
edificaciones dependen del número y tipo de animales que alojen, en su construcción
siempre se tendrá en cuenta, como mínimo, los siguientes aspectos: a) la localización de
cada nave en el contexto global de las edificaciones de la granja con objeto de minimizar y
facilitar el trasiego de animales dentro y entre naves, b) el volumen y, especialmente, la
superficie construida total y útil para los animales, que junto al tipo de suelo, el tamaño de
los grupos y al distribución del utillaje, ha de constituir la base para el control físico y social
de los animales y c) las características propias del edificio que han de permitir el control
climático del espacio interior. Entre estas características son especialmente importantes: i)
el grado de aislamiento térmico que proporcionan suelos, paredes, cubierta, puertas y
ventanas, ii) el sistema de ventilación elegida y sus mecanismos de control y iii) los
posibles sistemas de refrigeración y/o calefacción que se puedan instalar.

En general unas instalaciones más sofisticadas favorecen la obtención de mejores


resultados productivos, aunque también son más caras, tanto de implantación como de
mantenimiento, suelen demandar mano de obra más especializada y, consecuentemente,
no siempre resulta en un mejor balance económico para la empresa. Sin duda, para
decidir el grado de inversión en instalaciones debe tenerse en cuenta tanto el potencial
productivo de los animales como la cantidad y calidad de la mano de obra disponible.
Las principales instalaciones de una granja porcina en ciclo cerrado (se recurre al
ciclo cerrado para contemplar todos los estados fisiológicos y tipos de cerdos
posibles son: 1) gestación, incluyendo cubrición, 2) maternidad, 3) post-destete y 4)
crecimiento-engorde. A modo de ejemplo, para una granja de ciclo cerrado bien
dimensionada la superficie total construida se distribuiría aproximadamente en: 20-26%
gestación (valor más alto con cerdas en grupo), 8-10% maternidad (el valor alto con
destetes a 28 días), 10-11% post-destete y 50-60% crecimiento-engorde dependiendo
del peso comercial de salida al matadero.
Todas las granjas disponen además de una zona de cuarentena y/o adaptación para
cerdas jóvenes y en algunas, incluso, se pueden encontrar dependencias de menor
importancia como la enfermería o espacio para los verracos cuando se trabaja con
semen propio. Además de las instalaciones que albergan animales, la mayoría de las
granjas cuentan con otros espacios como vestuarios, oficinas, almacén, taller, tc.
Finalmente, en el complejo de instalaciones también hay que contemplar los sistemas de
control y gestión de purines y cadáveres.

Las instalaciones en un programa de inversión para la explotación porcina se


constituyen en uno de los puntos fundamentales pues representan gastos absolutamente
necesarios, que no producen rentabilidad inmediata. Por esta razón el capital invertido
debe ser el menor posible sin por esto descuidar aspectos importantes como la
funcionalidad, comodidad e higiene que debe imperar en una producción de esta clase.

Se recomienda utilizar materiales que ofrezcan duración, resistencia y que se encuentren


disponibles en la región porque de esta manera el impacto es menor en los costos totales
de la construcción.

Los cerdos necesitan instalaciones adecuadas para producir más y eficientemente,


debido a su hábito de alimentación monogástrica omnívora, su impedimento para
transpirar, su tendencia natural al reposo, su necesidad de economizar energía y a su
deficiente aparato termorregulador.

3.1. Condiciones básicas de las instalaciones

Las instalaciones deben cumplir ciertas condiciones básicas con el fin de facilitar los
procesos necesarios en la explotación porcina.

- La higiene: se logra mediante una adecuada ventilación y atendiendo los actores


climáticos como viento, temperatura y humedad.

- Funcionalidad: debe permitir, el fácil manejo de los animales así como la


racionalización y eficiencia en el trabajo.
- Orientación correcta: es importante conocer la dirección de los vientos
predominantes con el fin de evitar que éstos lleven olores a granjas o casas que
colinden con la porcícola. Los vientos dominantes beben incidir contra las
paredes, es decir en el mismo sentido del eje largo de la marranera, siempre
evitando las corrientes directas de aire en los corrales. Es necesaria una
renovación continua de aire lo cual es diferente a una ráfaga de viento frío
permanente que atraviese toda la porqueriza.

- El lugar elegido para la construcción de los corrales debe ser alto, seco, soleado,
aireado y con un declive apropiado que permita el ligero drenaje del agua.

- Es importante proteger el lugar contra vientos fuertes y húmedos para ello se


recomienda sembrar árboles que actúen como rompe vientos y ofrezcan sombra
sin convertir el espacio en un sitio húmedo, oscuro y frío lo cual resulta
inadecuado e incómodo para la explotación.

3.2. Naves

3.2.1 Paredes externas

Conforman las paredes exteriores de la nave y por lo tanto tendrán una cara interna y otra
externa. Los materiales adecuados para la construcción de los muros son muy variados. El
uso de uno u otro dependerá esencialmente de su disponibilidad, precio, necesidades
de aislamiento, etc. libre ( Jerina E, 2015)

En términos generales, el ladrillo es uno de los mejores materiales que se puede utilizar,
pero suele ser caro. La chapa ondulada galvanizada se emplea poco en construcciones fijas,
debido a su escasa calidad como aislante: en verano es muy calurosa y en invierno muy fría.
Sin embargo, tiene la ventaja de ser un material excepcionalmente fuerte y de larga
duración, lo cual la hace apropiada para los cobertizos de las cerdas al aire libre.

Los bloques de hormigón hueco son muy populares porque son resistentes,
permiten una construcción relativamente fácil, son de gran duración y requieren
poco mantenimiento. Son más resistentes que la madera, pero menos que el
ladrillo.

Con frecuencia se ha utilizado la madera por ser el material más barato y que permite
construir porquerizas rápidamente y con gran facilidad. La madera tiene una duración
relativamente corta, pero con un buen mantenimiento periódico puede resistir de
lo a 15 años.
3.2.1. Los pisos

Piso plástico es termoneutral, es decir que el animal que se acueste encima no


transfiere calor a él, ni tampoco se recibe frío desde el. Esto es particularmente
relevante, dado que la hipotermia y el aplastamiento secundario asociado a la
hipotermia previa, son las causas de más mortalidad en lechones.

Ofrece opciones de diseño específicas, tanto para cerdas como para lechones. Los pisos
para cerdas soportan perfectamente el peso de estas y tienen espacios antideslizantes,
que evitan resbalones. Por lo contrario, los pisos de lechones son de construcción más
liviana y permiten una buena evacuación de las heces y orina. Además, la orientación y
ancho de sus aperturas también ayudan a la tracción del lechón al amamantar. Estos
pisos se combinan perfectamente con lo que creemos es la mejor fuente de calefacción
para lechones.
Los suelos de rejilla para las cerdas reproductores de los centros de cubrición son
similares a los de ceba (cemento, hierro fundido). Junto con el alojamiento individual
generan una limitación adicional al movimiento, que tiene un efecto reductor sobre la
fertilidad. El reglamento de alojamiento del porcino prescribe que las cerdas deben tener
posibilidades de movimiento por lo menos durante cuatro semanas después del destete.

Es el alojamiento más económico, sin cama, que se ha impuesto en las


explotaciones de ceba. Los materiales más utilizados son las traviesas de hormigón
y las rejillas de fundición de hierro. Para obtener un buen resultado en la ceba es
decisivo conseguir una temperatura óptima y una ventilación libre de corrientes de aire.
En las porquerizas con suelo de rendijas anchas los días fríos hacen especialmente
importante una altura suficiente y una ventilación sin corrientes de aire. Las
deficiencias del clima de la nave con frecuencia provocan neumonías debidas al estrés
del frío. Para evitar problemas de pezuñas se debe prestar atención a posibles cantos
vivos, al adecuado ajuste de las piezas de rejilla sin que se formen escalones, y a la
separación óptima de las rejillas entre sí (cuidar posibles afecciones de las pezuñas).
Los suelos de rejilla planos y los corrales estrechos y superpoblados causan problemas
de movimiento y lesiones en las extremidades.
Piso de concreto por su fácil limpieza y desinfección, con un espesor de 7 a lo cm. y un
desnivel de 3 al 5% y 1.500 libras de resistencia lo cual se consigue con una mezcla al
volumen de una parte de cemento, tres de arena y tres de gravilla. La placa se fundirá
sobre recebo bien apisonado y húmedo, siendo construida en tramos no mayores de dos
por dos con cincuenta metros al mismo tiempo. Es preferí que sean ásperos para evitar
que los cerdos resbalen.

3.2.3. Paredes internas

Se pueden construir de bloque de cemento, o ladrillos revestidos de cemento, hierro,


con una altura de 1.0 a 1.2 m. Para las divisiones internas se utiliza bloque, ladrillo o
varilla de hierro, con una altura de 0.80 a 0.90 m. Los corrales de los reproductores se
recomienda aislarlos con muros de 1.2 a 1.5 m altura.
3.2.4. Techos

Deben ser económicos, en su estructura se pueden utilizar madera, guadua o listones


metálicos con teja de barro, eternit, zinc o fibrocemento. Como regla general en las
construcciones modernas, el área techada corresponde al 100% del área del corral. La
inclinación del techo puede estar entre el 20 y el 30% y la altura del caballete a 2.80 m
del nivel del suelo en climas fríos y de 3.5 a 4.5 en climas cálidos.

Un tejado sin aislamiento en un clima caluroso puede convertir la nave en un verdadero


horno. Por lo tanto, lo ideal es colocar bajo el tejado un material no conductor del calor
(aislante), que permita asilar hasta cierto punto la temperatura del interior respecto a la
del exterior.

El tejado, además de ser la cubierta de la nave, cumple la función de mantener seco y


caliente el interior del edificio. Por lo tanto, habrá que prestar atención al aislamiento que
proporciona. En los edificios situados en climas fríos. A través de un tejado sin aislamiento
se puede perder más del 75% del calor. Esto ocurre porque el aire caliente del
interior del edificio asciende (lo que se aprovecha para la ventilación) y cuando entra en
contacto con el tejado sin aislamiento se enfría rápidamente.

3.2.5. Puertas

Las puertas son uno de los elementos más delicados de la edificación porque su
construcción deberá ser muy robusta; deben tener unas buenas bisagras y cerrojos
bastante fuertes. No es conveniente utilizar puertas de madera en el pasillo de servida y
en caso de que sea imprescindible su uso deberán estar recubiertas de chapa metálica
que las proteja de los efectos del estiércol líquido de los purines. El material ideal para
las puertas es el metal adecuadamente pintado y protegido.
3.2.6. Corrales

El criadero debe poseer una distribución racional que permita la comunicación


funcional entre sus partes, el fácil manejo de los cerdos así como el acceso de vehículos
sin dificultad. En la explotación de los cerdos, las construcciones deben ser acordes con
los requerimientos de cada uno de sus ciclos así:

3.2.6.1. Corrales de gestación

La nave de gestación alberga las cerdas jóvenes desde antes de la cubrición fértil y las
adultas desde el destete hasta unos días antes del parto. El alojamiento puede estar
diferenciado en dos espacios, uno para las cerdas desde el destete hasta finalizar el
primer mes de gestación, una vez constatado el diagnóstico de gestación positivo, (nave
de cubrición-control, 4-6 semanas) y otro para el resto de la gestación (nave de
gestación confirmada, 11-12 semanas)

Las instalaciones de gestación consisten básicamente en galeras o galpones


rectangulares con dos líneas o filas de jaulas para alojar individualmente a cada cerda,
esto con el fin de tener un estricto control de la cerda desde el momento de su
inseminación hasta su traslado al área de maternidad. Las jaulas son de 65 centímetros
de ancho por 220 centímetros de largo y con pasillos trasero y delantero. Las galeras de
gestación deben ser muy bien ventiladas, los pisos con un desnivel mínimo de 3% para
evitar encharcamiento y excesiva humedad.
3.2.6.2. Corrales de parición

La instalación de maternidad está compuesta por un conjunto de salas de capacidad


variable (entre 6 y más de 20 plazas) dispuestas, generalmente, en forma de “vagón de
tren”. La estructuración en salas obedece a la conveniencia de realizar “todo dentro todo
fuera” para limpiar la instalación e intentar realizar vaciado sanitario entre dos grupos
consecutivos de cerdas. Cada sala consta de un conjunto de plazas de maternidad
dispuestas en serie o en batería donde la cerda pare y, tras el parto, convive con su
camada hasta el destete. La cerda se mantiene en una jaula metálica (jaula o camisa de
parto) mientras los lechones pueden acceder libremente a todo el espacio de la plaza. La
plaza está diseñada para crear dos espacios climáticos diferentes para la cerda y los
lechones. La cerda dispone de su propio comedero y bebedero individual y los
lechones de una placa calefactora y eventualmente también de comedero y
bebedero.
La cerda madre va a la maternidad, esta es una instalación destinada a la cerda que va a
parir, debe ofrecer comodidad a la madre, seguridad a los lechones y facilidad en el
manejo.

El sistema convencional recomendable es una jaula que puede ser construida con
madera, hierro o mampostería, sus dimensiones 0.75 m de ancho por 2,20 m de
largo y 0.90 a 1,20 m de alto y dos espacios laterales de 0.45 para los lechones. En
uno de los extremos se ubica el comedero y el bebedero y en el otro una rejilla para la
eliminación de las heces y orina. Con excepción de las jaulas de hierro, los paritorios
deben estar provistos de defensas para la protección de los lechones contra los
aplastamientos ocasionados por las madres.

Estas defensas se construyen con tubos separados del piso y de la pared entre 20 y 25
cm, por este espacio los lechones introducen la cabeza para mamar. Los corrales de
parición poseen además casetas para los lechones, donde se coloca la fuente de calor, el
comedero y el bebedero. Deben tener un pasillo al frente y otro detrás de las jaulas para
realizar labores de cuidado sanitario, alimentación y atención a la cerda y lechones. La
cerda permanece en la jaula se retira del corral y tanto la hembra como los lechones
continúan allí hasta los 21 o 28 días de edad de los lechones, al término de los cuales la
cerda debe ser llevada al corral de gestación y los lechones a los corrales de post destete.

Es conveniente que por lo menos uno de los departamentos de las cerdas disponga de
jaula de partos. El 80% de los lechones de una carnada que mueren antes del destete
lo hacen durante la primera semana, y la mayoría de ellos, aplastados por su propia
madre.
Esto ha motivado el empleo de diferentes métodos de protección de los lechones,
basados en limitar la movilidad de las cerdas. Se han empleado desde barras protectoras
en las paredes hasta jaulas de parto que sólo permiten que la cerda se tumbe y se
levante, pero impide que se pueda dar la vuelta.

3.2.6.3. Corrales de post- destete

En esta instalación ingresan los lechones cuando son separados de la madre, cuando
tienen una edad mínima de 21 días y un máximo de 28 días, con una permanencia de
7 a 9 semanas, la calidad y el confort de esta instalación es imprescindible para lograr
altos rendimientos. Los corrales son rectangulares, y el espacio recomendado es de 0.45
metros cuadrado por cerdo, se recomienda hacer los corrales para alojar de 15 a 20
cerdos, con la densidad recomendada, las medidas ideales son de 2 metros de ancho
por 4.20 metros de largo. Los galpones o galeras deben ser bien ventilados, con techos
altos y con áreas reforestadas, con el fin de dar calidad en el ambiente debido a las altas
densidades de población que se manejan en esta etapa.
3.2.6.4. Corrales de crecimiento-engorde

En las instalaciones de engorde ingresan los cerdos que vienen del área de post-destete
es decir cuando tienen 10 a 11 semanas de edad y cuando han alcanzado un peso de 26 a
30 kg. Los corrales son de concreto, con una pendiente de 5%, para facilitar el lavado de
los corrales, los corrales son rectangulares con una densidad de población de 1 metro
cuadrado por cerdo, alojando un mínimo de 15 cerdos hasta un máximo de 20 cerdos
por corral. Las medidas recomendadas para un corral con estas características es de 3
metros de ancho por 7 metros de largo, incluyendo el área de charca. La charca es una
especie de pileta en la cual el objetivo es que se forme un espejo de agua de 1 metro
por 3 metros con una profundidad media de 12 a 15 centímetros. El objetivo
principal de la charca es que esta sea el área de defecar de los cerdos y por
consiguiente el corral permanezca más limpio, además del ahorro de agua para
lavar, ya que la limpieza de las charcas en el mejor de los casos se hace hasta 3
veces por semana. En las galeras de engorde es imprescindible una excelente
ventilación, así como la calidad del aire, altura de los techos, comederos automáticos y
disponibilidad permanente de agua fresca.
3.2.6.4. 1 Sistema de cama profunda

El sistema de cama profunda es una alternativa viable en la producción porcina, que


contribuye al incremento de la producción de carne de cerdo en países en desarrollo con
un menor impacto ambiental, Wastell et al. (2001). Este sistema de crianza se define
bajo el concepto de proveer al animal la habilidad de seleccionar y modificar su propio
micro ambiente a través del material de la cama, Hill (2000).

Preparación del corral para utilizarlo por primera vez con cama profunda: se debe dar
una desinfección rápida, adicionar el material que se va a utilizar como cama y se
introducen los animales, se aplica con una bomba de espalda los microorganismos
benéficos al menos una vez al día, tanto a la cama como a los animales.

Preparación del corral después de sacar la camada de animales: si el corral se va a


utilizar después de haber sacado la camada, se recoge el material que se está utilizando
como cama profunda, con la materia orgánica para elaborar abono orgánico, se
desinfecta el corral y se deja al menos 30 días de cuarentena.

Modo de empleo de la cama profunda: en la granja en mención el productor utiliza


una cama de 40 cm de profundidad, en su caso es de cascara de arroz, viruta etc. ya
que es el material que consigue con facilidad en la zona. Cuando el productor no
consigue el material para poner el grosor de la cama que necesita, pone lo que tiene y
día a día adiciona aserrín en las partes húmedas, es importante recalcar que el productor
utiliza al
menos dos veces al día los microorganismos benéficos en los cerdos y en la cama para
controlar olores, además es importante mencionar que a la hora que se recoge el
material de la cama con la materia prima incorporada, haber utilizado durante el proceso
microorganismos benéficos, ayuda a la descomposición del material, cuando se está
procesando cómo abono orgánica..

Este sistema logra rendimientos hasta 20% superiores que con métodos
tradicionales, además es ecológico y adaptable a las distintas estaciones del año.

3.2.6.5. Corrales para Verracos

Las instalaciones donde se alojan los verracos deberán ser lo más cerca posible del
cuarto o sala de colecta y este a su vez cerca del laboratorio para el procesamiento de las
dosis seminales. Los verracos deberán ser alojados en corrales individuales con espacio
entre 6-9 metros cuadrados. Las divisiones de los corrales son altas mínimo 1.50
metros para evitar que los verracos salten las paredes o divisiones y se pasen al
corral vecino, esto provoca peleas que en algunas ocasiones terminan en la muerte de
uno o los dos sementales. Otra razón de peso para que las divisiones sean altas es para
evitar que los verracos se suban a la pared o división y se masturben. El piso del corral
de los verracos deberá ser bien terminado sin protuberancias o irregularidades que
provoquen lesiones en las patas, las puertas de preferencia de metal, reforzadas y con
seguro para evitar que accidentalmente se habrán. (Castellanos, 2012)
3.2.6.5.1 Sala de Colecta

La instalación para la sala de colecta es básicamente un cuarto contiguo al laboratorio,


en esta sala está ubicado el potro o maniquí de monta para que el verraco lo salte y el
operario colecte el eyaculado del verraco, en esta sala lo único que el verraco ve es el
maniquí o potro de monta, se debe evitar cualquier otro distractor, el maniquí deberá
estar diseñado ergonómicamente para comodidad del verraco, bien anclado al piso pero
a la vez con graduación según la edad del verraco. El maniquí debe estar orientado
hacia la esquina de la sala de colecta, es importante el uso de alfombras antideslizantes
de hule para evitar que el verraco resbale y se lesione. (Castellanos, 2012)
3.2.6.6. Corrales de cuarentena y aclimatación

Esta instalación es considerada como una sub-área del área de Gestación debido a que los
corrales de cuarentena y aclimatación deben estar aislados del área general de la granja
como mínimo a 500 metros. Las instalaciones de cuarentena y aclimatación son corrales
con características similares a los corrales de engorde, instalaciones bien ventiladas,
pendiente del piso de 5%, de preferencia con charca, equipo para que tengan acceso libre
al alimento y disponibilidad de agua fresca en todo momento. El espacio mínimo requerido
para las cerdas en estos corrales es de 1.5 metros cuadrados por animal, los corrales con
capacidad para 8 a 10 cerdas son los más recomendados. (Castellanos, 2012)

3.3. Bebederos y comederos

Los bebederos son uno de los equipos más importante en la explotación porcina. Los
cerdos son extremadamente susceptibles a los escases de agua, una administración de
agua ineficiente puede ocasionar la disminución en el consumo del alimento y por ende
en la ganancia de peso del animal.

Los cerdos tienen la tendencia a jugar con el agua con el objetivo de suministrarse un
lugar más fresco y es este el motivo del creciente uso de bebederos automáticos que
regulan el paso de líquido evitando su desperdicio pero garantizando la eficiente
administración del mismo.

Existen varios tipos de bebederos para cerdos:


Bebedero de nivel o taza:

En este caso el cerdo debe tomar agua de una taza o recipiente.


Existen dos tipos de bebederos de nivel:

- Bebedero de nivel constante: En este caso la taza permanece constantemente


llena de agua, el nivel de la misma se mantiene a través de un flotador que
cierra la llave de paso una vez que llega a la máxima capacidad.
- Bebedero accionado por palancas: La taza permanece vacía y el agua pasa de
manera automática cada vez que el cerdo con su hocico empuja una palanca
dejando pasar el líquido que es almacenado en la taza.

Bebedero de chupete o chupón:

Es un dispensador automático de agua que se acciona cuando el animal presiona con sus
mandibulas la boquilla. Este sistema puede funcionar a bolilla o por pivote, pero en ambos
casos garantiza el suministro constante de agua limpia y evita el desperdicio de la misma.

Los cerditos aprenden a utilizar este tipo de bebederos observando a la hembra por lo
que es muy importante ofrecerles los bebederos desde el momento de su nacimiento.
También es muy importante adaptar la altura del bebedero de acuerdo a la edad y
tamaño de los cerdos.
Condición Centímetros del suelo

Lechón en lactancia 15
Lechón post destete - -25
Cerdos de crecimiento-engorde 40-50
Reproductores y hembras adultas - - 60

Comederos cerdos

Los comederos para cerdos deben garantizar la eficiente administración del alimento a
los animales. En general existen tres tipos de comedero:

Comedero de canoa:

Estos deben estar hechos de cemento o PVC pegados a la pared a nivel de piso, en la
parte techada y seca. Las superficies deben estar esmaltadas (con dichos comederos hay
que tener un fuerte control sobre el desperdicio )

El espacio requerido en los comederos de canoa varia según con el tamaño del animal
como recomendación general acontinución podemos observar la siguiente tabla.
Tamaño del comedero

Tipo de animal Ancho (cm) Profundidad por cerdo en (cm) Espacio lineal (cm)

Lechones hasta 10 kg 10 10 7.5

Lechones 10-25 kg 15 12.5 15

Cerdos de 25-50 kg 22.5 15 20

Cerdos 50-75 22.5 15 25

Cerdos por encima de 75


kg 30 15 30

Cerda lactante 45 20 45

Comedero automático tipo tolva:

Pueden ser elaborados en cemento, metal o madera, se basan el principio de la gravedad


para la administración automática del alimento o ración. El alimento se coloca entre dos
paredes lisas (una de ellas inclinada) que permiten que el alimento bayo bajando al nivel
del suelo a medida que el animal va consumiendo el alimento. Este tipo de comedero es
muy utilizado en sistemas que requieren de alimentación ad libitum.
Comedero tubular:

En este caso al igual que en el anterior el alimento baja de manera automática a medida
que los animales van consumiendo. Consiste en un cilindro invertido con un plato basal
en el que se mantiene una pequeña cantidad de alimento evitando que los animales lo
desperdicien. Es utilizado con frecuencia en explotaciones intensivas y semi - intensivas
donde se requiere ofrecer a los animales el alimento de manera automática. Se utiliza un
comedero por cada 15 lechones.
UNIDAD IV

MANEJO REPRODUCTIVO EN CERDOS

El manejo reproductivo constituye el conjunto de procedimientos por los cuales


interviene el hombre en la multiplicación de animales domésticos, para conservar o
mejorar caracteres y aptitudes, o bien provocar la aparición de cualidades nuevas.

Cada raza de ganado posee un conjunto de caracteres transmisibles por herencia y esto
constituye su potencial genético o genotipo. Las características que se ven
exteriormente, se llaman fenotipo.

4.1. CICLO ESTRAL

Una vez las cerdas llegan a la pubertad entre los 5 y los 7 meses de edad, el ciclo
estral comienza de una manera regular con una duración promedio de 18-24 días. Los
ciclos estrales se ven interrumpidos o no están presentes en las cerdas prepúberes,
lactantes y con anestro patológico. El ciclo estral se ha dividido para su estudio en
una fase folicular de 5-7 días (proestro y estro) y una fase luteal de 13-15 días
(metaestro y diestro). Durante el estro se presenta la ovulación que varía entre 15-30
folículos, dependiendo de la nutrición, edad y otros factores.

4.1.1. Pubertad

La edad a la pubertad de las cerdas jóvenes es afectada notoriamente por muchos


factores. Dentro de estos, los más importantes son, la raza, interacción social
(contacto con otras cerdas y/o con un macho adulto; Madej et al., 2005) y nutrición
(Christenson y Ford, 1979). La pubertad se presenta cuando el hipotálamo pierde
sensibilidad al influjo negativo de los esteroides ováricos y también presenta una
maduración que le permite a la cerda manifestar las conductas de celo. Estos eventos
inician alrededor de los 110 días en la cerda

4.1.2. Dinámica Folicular


Inmediatamente después de la ovulación, los ovarios están en un estado de supresión
debido a las altas concentraciones de estrógenos e inhibina producidos por los folículos
preovulatorios. Una vez descienden los niveles de estas dos hormonas, la FSH se
incrementa 1-2 días postovulación generándose el crecimiento de una cohorte de
folículos que empiezan a producir inhibina disminuyendo las concentraciones de FSH.
Adicionalmente empiezan a subir los niveles de progesterona (P4) que también
tiene un efecto inhibidor sobre la LH y FSH. Hacia el día 10 del ciclo, los niveles de
P4 llegan al máximo y el tamaño folicular permanece entre 3- 4mm (folículos antrales)
por lo que la producción de estrógenos es mínima. Solamente cuando los niveles de
progesterona empiezan a caer, los folículos empiezan a crecer hasta llegar al tamaño
ovulatorio de 7-8mm. El número de folículos que entran a la fase folicular puede ser
hasta de 100. El crecimiento de los folículos en esta etapa depende de la pulsatilidad de
la GnRH y de la respuesta a ésta por parte de la hipófisis, de la LH y FSH. Debido a las
característica poliovulatoria de la cerda, solo se considera que hay un verdadero
desarrollo folicular al final del diestro e inicio del proestro y es en ese momento cuando
se habla de reclutamiento folicular (Knox, 2005).

Al inicio del proestro se incrementa la frecuencia de los pulsos de LH/FSH y


disminuyen su amplitud. Este desarrollo folicular es similar cuando la cerda empieza a
ciclar ya sea en la pubertad o después del anestro lactacional. También se ha
demostrado la importancia de la GnRH en iniciar la onda folicular en estudios donde se
administra GnRH o Gonadotropinas (en cerdas prepúberes o en anestro) lográndose
llevar estos folículos hasta el estro. En estos estudios se ha demostrado que la FSH
(eCG) es importante para iniciar desarrollo folicular, pero que si no se administra LH
los folículos no alcanzan el tamaño ovulatorio (Guthrie, 2005).

Cuando se presenta la luteólisis (alrededor de 9 días antes de la ovulación), la LH


incrementa su pulsatilidad y de esta manera los folículos empiezan a crecer hacia la
ovulación y a producir estrógenos. El proceso de selección del grupo de folículos
ovulatorios de la cohorte de 100 folículos de 3- 5mm, no es claro. Los folículos que
adquieren una mayor cantidad de receptores de LH son capaces de crecer más y empiezan a
producir estrógenos e inhibina que disminuyen los niveles de GnRH, y consecuentemente
de FSH. Los folículos que se quedan atrás necesitan FSH y como ésta va en disminución,
estos folículos sufren atresia. Los folículos seleccionados (por la
acción de la LH) siguen creciendo, produciendo estrógenos y generando una
retroalimentación positiva para la LH. El proceso de selección continúa durante el
proestro y finaliza con el inicio del estro donde ese número de folículos llegará a la
ovulación (Knox, 2005).

La dinámica folicular en la cerda parida empieza de manera diferente ya que se


encuentra en anestro lactacional. Antes del destete, la dinámica folicular se presenta en
forma de ondas. Se recluta un grupo de 20-30 folículos de 2mm por acción de la FSH,
pero éstos alcanzan un tamaño máximo de 5 mm. Al destete, estos folículos continuarán
su crecimiento y formarán parte del pool ovulatorio.

4.1.3. Factores que la tasa ovulatoria

La tasa de la ovulación depende del número de folículos reclutados y de la selección


folicular. Así mismo depende de la raza, época del año, edad, nutrición. Los reportes de
tasa de ovulación son muy variados, pero generalmente se reportan entre 10-20
ovulaciones. La tasa ovulatoria en cerdas primerizas puede ser de 12-14 mientras
que la cerda multípara puede ser mucho mayor (18-20).

La FSH tiene que mucho que ver en la tasa de la ovulación. Se ha demostrado que las
cerdas con mayor tasa ovulatoria tiene niveles más elevados de FSH en la fase luteal
tardía asociando estos cambios a una mayor cantidad de folículos reclutados (Knox et
al., 2003). Los estudios donde se tratan cerdas con FSH muestran que se incrementa el
número de folículos reclutados pero no la tasa ovulatoria, debido a la falta de LH. Por
esta razón los tratamientos con eCG (contiene FSH y un poco de LH) proveen mejores
resultados e incrementan la tasa de ovulación (Guthrie, 2005).

La ciclicidad de la cerda generalmente se ve interrumpida durante la lactancia. Este


fenómeno ha sido utilizado en producción porcina para controlar el servicio de la cerda
postdestete (que generalmente se da entre 4-7 días postdeste). El celo se presenta en
promedio 93 a 118 h después del destete y la duración del mismo es de 37.0–40.6 h.
A pesar de que varios estudios indican que la cerda primípara presenta intervalos más
prolongados, esto no parece ser significativo a menos que haya problemas de nutrición
(Tabla 1).
Tabla 1. Intervalo destete-celo, estro-ovulación y duración del estro después del destete
en cerdas primíparas y multíparas (adaptado de Madel et al., 2005).

Primíparas Multíparas

Destete-estro 112.3 ± 2.6 h 115.2 ± 26.4h


Estro-ovulación 37.3 ± 1.7 h 37 ± 2.1h
Duración del estro 46.3 ± 2.2 h 56 ± 7.9h

El intervalo destete primera ovulación depende de manera importante del estado


nutricional de la cerda (energía), de las altas temperaturas, condición corporal y
del número de partos entre otros. Estos factores parecen afectar el desarrollo folicular
al destete (Van Den Brand et al.,2000). Por ejemplo, la cerda de primer parto tiene
folículos de menor tamaño (2.5mm al destete y 7 mm a la ovulación) comparado con la
cerda multípara (3.3mm y 8mm respectivamente).

Este fenómeno parece estar relacionado con el balance energético y además puede
prolongar el intervalo destete-ovulación (por casi una semana más comparado con
cerdas multíparas (Van Den Brand et al., 2000).

Los efectos nutricionales ocurren sobre las gonadotropinas afectando el reclutamiento y


selección folicular con una reducción en la tasa ovulatoria. Las hormonas que parecen estar
directamente afectadas son, la hormona del crecimiento, los factores insulínicos (IGFs), la
insulina, la leptina y el NPY. Estas hormonas afectan a nivel hipotálamo-hipófisis-ovario
(Barb et al., 2006). El flushing se ha utilizado para incrementar la tasa ovulatoria en cerdas
pero se cuestiona si realmente aumente el tamaño de la camada, ya que generalmente la
cerda ovula un número mayor de oocitos comparados con el número
de fetos al nacimiento.

Los estudios de Lucy et al., (2001) sugieren que lo que altera este intervalo es la dinámica
folicular. Si al momento del destete los folículos están sufriendo atresia, el intervalo se
prolonga hasta que se genere una nueva onda folicular. El estrés, a través del cortisol,
también ha demostrado afectar negativamente el desarrollo folicular e incluso retarda o
inhibe el pico de la LH afectando la ovulación (Turner y Tilbrook, 2006). Al destete los
niveles de cortisol y _ endorfina se incrementan y en cerdas cuyos niveles se mantienen
altos, prolongan el intervalo destete - primer celo (Madej et al., 2005).

4.1.4. Ovulación

Dos a tres días antes de la ovulación, los folículos alcanzan su máxima producción de
estrógenos generando una inhibición de la LH y FSH. En este momento el pool de
folículos es de diferente tamaño (hasta 2mm de diferencia) y con perfiles hormonales
diferentes. Cuando los estrógenos llegan a su máximo nivel, se desencadena el pico de
LH, los eventos asociados con la ovulación y empiezan a disminuir los estrógenos. La
ovulación sucede 30 horas después del pico de LH y el evento ovulatorio per se toma de
1-3 horas (Soede et al., 1998). Los folículos ovulatorios más grandes (3-5) tienen en
promedio 6-8mm y de ellos generalmente se producen los cuerpos luteos de mayor
tamaño. Las alteraciones hormonales al momento de la ovulación tienen un impacto en
la fertilidad de la cerda. Una alteración en la amplitud del pico de LH puede generar
falla de la ovulación y folículos quísticos o alterar la formación de los cuerpos luteos. El
retardo del pico de LH con relación a los niveles de estrógenos también parece afectar la
luteinización y la consecuente supervivencia embrionaria.

La estimulación sexual (feromonal, auditiva, visual y/o táctil) por parte del macho
parece tener un impacto sobre la ovulación. El efecto que más claramente se ha
encontrado es el de la liberación de oxitocina (Figura 2). No se sabe si el efecto es
benéfico o no pero la tasa de partos tiende a ser mayor en cerdas con monta natural que
por IA (Madej et al., 2005).

Algunos autores han mostrado una reducción en el intervalo estro-ovulación (hasta de 14


horas) mediada por el plasma seminal aunque el mecanismo no está definido (Madej et
al., 2005).

Figura 1. Efecto de la presencia del macho (boar), o del contacto humano ”fuerte o
débil” (Low AI, High AI) sobre la secreción de oxitocina en cerdas inseminadas
(tomado de Madej et al., 2005).

4.1.5. Estro

Durante el estro la cerda se torna receptiva al macho, muestra reflejo de permanencia,


arquea el lomo, mantiene las orejas erectas, está inquieta, gruñe más, disminuye el
apetito, monta a otras hembras. También se observa enrojecimiento y edema de la vulva
(sobre todo en jóvenes) y aumenta la producción de moco. Los estrógenos son los
responsables de estos cambios aunque no se ha demostrado una relación entre los
niveles de 17B estradiol y la intensidad o la duración del estro (Steverink et al., 1999).

La duración del celo varía entre fincas con promedio entre 12 y 60 horas (con
variaciones de 24 a 96 horas). Dicha duración la afecta el tiempo de exposición al
macho durante el estro, el estrés, las altas temperaturas ambientales, paridad de la cerda,
intervalo destete-celo (inverso). El inicio del celo es el que marca el momento de la
ovulación y es de máxima importancia en programas de inseminación artificial (IA). La
ovulación sucede hacia las 2/3 del celo y los programas de IA basan su éxito en detectar
no el celo sino el inicio del mismo y la duración promedio.

4.1.6 Fase luteal


Después de la ovulación, viene el proceso de luteinización conocido como la etapa de
cuerpo hemorrágico (metaestro). El proceso de luteinización sucede a la par de un
proceso de angiogénesis muy activa apoyada por varios factores como los IGFs y factor
de crecimiento endotelial vascular (VEGF; Ptak et al., 2003).). El cuerpo luteo (CL)
alcanza su funcionalidad máxima hacia el día 7 del ciclo estral (350-450 mg de peso) y
los niveles de P4 se correlacionan con el número de cuerpos luteos (r=0.2-0.4). Como se
había mencionado anteriormente, el desarrollo del cuerpo luteo depende del estatus
nutricional y está relacionado con los niveles del IGF1. La formación del CL se da por
el pico de LH y es independiente de la secreción tónica de LH. Es decir que el CL no
necesita de soporte gonadrotrópico durante los primeros 10 días. En la segunda mitad de
la fase luteal, los CL dependen ahora si de las LH la cual tiene un patrón de pulsatilidad
de baja frecuencia y mayor amplitud.

Los niveles de progesterona y el nivel nutricional están asociados a una mayor


supervivencia embrionaria. Al mantener un nivel nutricional alto, se aumenta el
metabolismo hepático y se pueden disminuir los niveles de P4. Por esta razón es
frecuente incrementar el nivel de energía en la dieta para proteger la gestación de la
cerda. Sin embargo, esta relación nutrición-supervivencia embrionaria no ha sido
claramente demostrada (Quesnel et al., 2010).

La luteólisis sucede hacia los 15 días del ciclo, pero solo hasta el día 12-13 el CL es
sensible a las prostaglandinas (PG). El CL es resistente a la luteolisis antes del día 12
debido a un escaso número de receptores para la PG y por esta razón las PGs no son
utilizadas en sincronización del ciclo en porcinos.
Figura 3. Diagrama que ilustra los eventos endocrinos durante el ciclo estral de la
cerda (Tomado de Laing et al., 1991).

4.1.7. La ultrasonografía como herramienta de monitoreo del ciclo estral

La ultrasonografía (US) ha permitido conocer aún mejor la dinámica folicular en la


cerda. Esto ha tomado implicaciones prácticas ya que es posible monitorizar los ovarios
de la cerda al momento del celo y predecir de mejor forma el momento más adecuado
para inseminar la cerda. La recomendación para realizar este monitoreo es de intervalos
de 24 horas. Aunque puede ser demasiado trabajo monitorear por US las cerdas al
servicio puede ser una manera de mejorar tasa de preñez y podría justificarse
económicamente. El US también permite detectar patologías del tracto reproductivo,
como son los quistes ováricos (estructuras mayores a 11mm), fallas en la ovulación,
ovarios inactivos, CL persistentes, endometritis, metritis, piómetra. Otra forma práctica
de manejar el US, es diagnosticando preñez a las 20-21 días.

Las hembras que no estén preñadas se deben valorar de mejor manera, evaluando los
ovarios y el útero para detectar patologías y así corregirlas o tomar la decisión sacrificar
la cerda (Kauffold y Althouse, 2007)
4.2 LA CUBRICIÓN

El período de cubrición, a pesar de su brevedad, es una fase de importancia capital en el


ciclo reproductivo de la cerda. Durante ella aparece el celo con toda su sintomatología
característica, se efectúa el salto o la inseminación artificial, acontece la ovulación y se
produce la fusión de las células sexuales espermatozoides y óvulos para generar nuevos
seres.

En realidad, la producción de lechones empieza en el momento de la cubrición y es


absolutamente necesario que el porcinocultor sea consciente de ello. Los dos individuos
involucrados en ella, la cerda y el verraco, exigen durante este período una atención y
manejo adecuados si no se quieren penalizar los resultados reproductivos y con ello la
economía de la explotación.

Los objetivos para lograr durante la cubrición son obtener el máximo porcentaje de
concepción y una tasa óptima de ovulación que se traduzca, a posteriori, en un parto con
una prolificidad elevada.

La tasa de concepción y el nivel de ovulación son dos parámetros reproductivos que


dependen de un conjunto muy amplio de factores de manejo entre los que destacamos:

- Correcta detección del celo.


- Inducción y sincronización del estro.
- Momento del salto o inseminación
- Número de machos utilizados en la monta
- Alimentación
- Numero de saltos
- Condiciones ambientales y de alojamiento.
- Duración de la lactancia anterior.
- Manejo del verraco.

4.2.1. LA DETECCIÓN CORRECTA DEL CELO

La cerda en celo ofrece una sintomatología caracterizada por un estado de nerviosismo


general, emisión de gruñidos típicos, pérdida de apetito, hinchazón y enrojecimiento de
la vulva, emisión de secreciones vaginales blanquecinas espesas e incluso
sanguinolentas, se deja montar por sus compañeras de corral y busca con ansiedad al
macho, aspecto que se pone de manifiesto a los ojos del observador cuando la cerdo se
acerca a la puerta de su corral presionándola repetidas veces. Sin embargo, el síntoma
más seguro de la presencia del celo es el denominado «reflejo de inmovilidad» que se
muestra cuando la cerda se queda quieta al presionar las manos del cuidador su lomo o
cuando se sienta a horcajadas encima de ella a modo de cabalgadura. Pero, no siempre
aparece el “reflejo de inmovilidad” cuando el operador proceda de la forma indicada.

La frecuencia de aparición del reflejo es variable según el estímulo recibido


(sonido, olor, visión del macho, combinación de estos estímulos o contacto directo y
físico con el verraco), obteniéndose la mayor tasa de inmovilización mediante el
contacto directo con un macho adulto.

En explotaciones porcinas que realicen la monta natural, donde los machos estén
alojados en el local de las cerdas vacías o que dispongan de machos recelas detectores
de hembras en celo, el uso de compuestos odorantes es poco operativo y práctico, ya
que se dispone de un estímulo suficiente (la presencia del verraco) para conseguir una
tasa de inmovilidad elevada. En cambio, en granjas que utilicen la inseminación
artificial (IA) su empleo puede resultar interesante.

En cualquier caso, en la práctica, el mejor método para detectar el celo es la utilización


de un macho recela dos veces al día, por la mañana temprano y al final de la tarde
procurando adaptar la dinámica del verraco al funcionamiento de la explotación; sin
olvidar, el importante papel que juega el interés del cuidador en todo el proceso de
detección y en la estimulación de las hembras (llevar al macho cerdas dudosas, apuntar
de un día para otro a las hembras en celo, pasar a las cerdas por varios machos, etc.).

4.2.2. INDUCCIÓN Y SINCRONIZACIÓN DE CELOS

La cerda nulípara futura reproductora exhibe su primer celo, es decir, llega a la pubertad
entre los cinco y siete meses de edad, repitiendo el estro, si no ha habido cubrición
fecundante, cada 21 días (17-25 días). Generalmente en las explotaciones comerciales no
se cubre a la cerda por primera vez hasta el segundo o tercer celo (dejando pasar
deliberadamente el primero o celo púber), cuando el animal tiene 7-8 meses de edad y
105-120 kg de peso, edad y peso a los cuales la futura reproductora ha alcanzado un
desarrollo anatómico y fisiológico tal que pueda llevar a cabo su primera gestación
satisfactoriamente sin peligro para ella ni para la futura camada.

Asimismo, de un 70% a un 80% de cerdas (primíparas y multíparas) que han


estado sometidas a una lactación, generalmente comprendida entre 21-42 días,
muestran el celo 4-10 días después del destete.

Sin embargo, hay cerdas nulíparas que por diversas causas atrasan su pubertad y con
ello la edad de su primera cubrición, y hembras adultas cuyo intervalo destete -
cubrición fecundante se alarga demasiado (sobre todo en cerdas primíparas). En ambos
casos se generan en la explotación pérdidas económicas estimables al estar los animales
«comiendo y no produciendo».

La tecnología de inducción y sincronización de celos en ganado porcino puede evitar o


paliar estas situaciones de improductividad, al tiempo que facilita el manejo por lotes de
los animales en el seno de la explotación con la consiguiente producción de grupos de
cerdos de cebo más homogéneos y, por tanto, de más fácil comercialización. Así, los
objetivos principales de la inducción - sincronización son:

- Adelantar, y/o sincronizar la pubertad en cerdas nulíparas.


- Provocar y/o sincronizar el celo en primíparas y multíparas.
- Ser una herramienta útil a la hora de incluir las cerdas nulíparas en los
lotes en funcionamiento constituidos por cerdas adultas.
- Facilitar la técnica de inseminación artificial.

La inducción del celo en cerdas nulíparas es posible lograrlo con medios naturales o
artificiales, los medios naturales más utilizados se basan en provocar un estrés a los
animales mediante transporte. Traslado, mezclado de cerdos, ayuno etc. combinando o
no con un estímulo sexual posterior generado para el efecto de las feromonas
producidas por un verraco maduro
La respuesta al «efecto verraco» depende de la edad y peso de la cerda en el momento
del comienzo del estímulo, es decir, en esencia, es función del grado de desarrollo de
los ovarios y del útero. En este sentido, algunas experiencias han demostrado que
cuando se incrementa la edad-peso de la cerda al iniciarse el estímulo el intervalo
principio del estímulo - pubertad disminuye y viceversa, existiendo una edad-peso
umbral por debajo de la cual el «efecto macho» es poco efectivo.

Con objeto de conseguir una respuesta de la cerda rápida y positiva se aconseja que:

- El estímulo del macho no se inicie hasta edades comprendidas entre 150-170


días y 80-90 kg de peso.

- El verraco estimulador sea adulto, activo y con libido suficiente.

- El estímulo sea diario, de modo que el contacto directo macho -hembra sea de
15-20 minutos. Se evita así la posible habituación de las cerdas al verraco.

- Se trasladen hembras al corral del macho haciéndolas pasar por distintos


verracos alojados individual o colectivamente (dos o tres machos hermanados).

4.2.2.1. TRATAMIENTOS DE INDUCCIÓN Y SINCRONIZACIÓN DE CELOS

Se hacían pasar a grupos de cerdas nulíparas por cuatro parques sucesivos donde se
encontraban dos verracos hermanados. El tiempo de permanencia de los grupos de
cerdas en cada parque era de un día.

Una forma de operar bastante frecuente consiste en aplicar una inyección de 750 U.I.
(unidades internacionales) de PMSG seguida, tres días más tarde de otra de 500 U.I. de
HCG. La ovulación acontece de 40 a .45 horas después de la administración de la
inyección de HCG
Los resultados que se obtienen, cuando la aplicación del tratamiento' se efectúa en la
fase foliculínica del ciclo estral son aceptables (tasa de concepción entre 70-80 %)
incrementándose significativamente conforme aumenta la edad de la cerda.

4.2.3. MOMENTO ÓPTIMO DE LA CUBRICIÓN

Se considera como el principio del celo el momento en que aparece por primera vez el
«reflejo de inmovilidad» ante el verraco, habiéndose de tener en cuenta que este reflejo
ante el hombre se manifiesta algunas horas más tarde.

La duración de la sintomatología del estro es de unos tres días, de los cuales de 50 a


60 horas es el tiempo en que la hembra presenta reflejo de inmovilidad. La duración
del reflejo aumenta con el orden de parto alcanzándose el máximo en el tercero o cuarto
para ir declinando ligeramente después.

El tiempo de inmovilidad de unas 12 - 15 horas y unas diez horas menos que el de


las primíparas, datos a considerar a la hora de la cubrición de los distintos tipos de
cerdas si se quieren optimizar resultados.

La ovulación se produce 32-36 horas después del comienzo del estro adelantándose
2-3 horas en las cerdas nulíparas. El proceso dura unas seis horas y el tiempo de
supervivencia de los óvulos es de ocho a doce horas.

La supervivencia de los espermatozoides es de 30 a 40 horas después del momento


de la cubrición, debiéndose observar que tardan dos horas en ascender desde el cuello
uterino a la ampolla tubárica del oviducto y que necesitan un tiempo de cinco a seis
horas para concluir su maduración.

De acuerdo con estos datos resulta fácil inferir que el momento más adecuado

para realizar el salto es de 26-28 horas después de iniciarse el celo.


Cubrir con un solo salto algunas horas después del comienzo del reflejo de inmovilidad
puede ocasionar una disminución de la fertilidad y. sobre todo, de las prolificidad, ya
que el final de la vida de los espermatozoides coincide con el principio de la ovulación.
Habida cuenta de esta problemática, en la práctica, estimamos que lo más
recomendable es:

- Detectar los celos por la mañana y por la tarde (cada doce horas) mediante
un verraco recelador.
- Efectuar monta doble en los intervalos 12-24 horas y 24-36 horas después
de la detección del estro.

Así, por ejemplo, una cerda que salga en celo por la tarde deberá ser montada al día
siguiente por la mañana y por la tarde, procurando que el intervalo entre saltos sea
alrededor de doce horas. Operando así, la posibilidad de cubrir a la reproductora en el
momento adecuado será elevada.

4.2.4. INFLUENCIA DEL NUMERO DE SALTOS Y NUMERO DE


MACHOS

Se admite que con una monta doble o triple se incrementa la fertilidad cuando se coteja
con la monta simple a un solo salto, obteniéndose además cierta mejora cuando la
monta doble o triple es realizada por machos diferentes. Esta creencia, bastante
generalizada, no siempre se cumple si tenemos en cuenta los resultados de experiencias
recientes, ya que la tasa de concepción parece estar más ligada, al menos en cerdas
multíparas, al calendarios de servicios que a su número y al número de verracos
utilizados en la monta. También se ha señalado que el número de saltos y el número de
machos tienen poca influencia sobre la prolificidad.

En las explotaciones porcinas de producción en las cuales no es obligado conocer la


paternidad de la cría, el de doble salto con dos verracos distintos. Así, el macho se
alarga prudentemente, lo cual siempre será favorable, evitándose además pérdidas de
fertilidad que se pudieran de la existencia de problemas reproductivos de algún macho
partícipe en la cubrición.

La monta con triple salto nos parece poco útil, por lo que pudiera complicar el manejo.
Si se hace, es aconsejable, en el caso de que intervengan dos verracos distintos, que el
primero y el tercero sean efectuados por el mismo macho.

4.2.5. CONDICIONES AMBIENTALES Y DE ALOJAMIENTO

Durante el período de servicio la cerda se puede alojar individualmente (en jaula para
atar mediante collar o cinturón pectoral o en jaula para enclaustrar donde se
desenvuelve libre en un espacio reducido) o en corrales colectivo. Se dispone en la
actualidad de poca documentación científica que compare rendimientos reproductivos
según la modalidad de alojamiento durante esta fase. Algunos autores han señalado que
el agrupamiento de cerdas después del destete está relacionado con un retorno más
consistente al celo, menor problemática de concepción, y aparentemente con un
intervalo destete - cubrición fecundante más corto. La formación de grupos de 4-5
cerdas es una buena solución con ello se reducen costes respecto al alojamiento
individual y se facilita la detección del estro por parte del cuidador.

El alojamiento en jaula para cerda atada, permite controlar individualmente la


alimentación, ahorra mano de obra y facilita también la detección del celo si se dispone
en la explotación de un macho recela detectar.

En cualquier caso, el contacto físico diario con un macho adulto durante este período
mejora ostensiblemente la tasa de concepción y el intervalo destete - cubrición. Un
trabajo de Hemswort et al, (1982), realizado en este sentido, demostró que los mejores
resultados respondían a la serie:

- Cerdas agrupadas + Contacto físico macho > Cerdas


- Individualizadas + Contacto físico macho > Cerdas
- Agrupadas > cerdas individualizadas

Las condiciones ambientales del alojamiento son donde se efectúa la cubrición también
incluyen en la tasa de concepción y en la duración del intervalo destete - cubrición fértil.

En lo que respecta al régimen térmico el intervalo termo neutro es de 10°C a 27°C, no


afectando las bajas temperaturas a los anteriores parámetros. Sin embargo, el aumento de
las temperaturas durante el verano genera un estrés térmico que origina un incremento
de los ritmos respiratorios y cardiaco y una elevación de los niveles de ACTH
(Hormona adrenocorticotropa) y corticoides en plasma, que pueden originar la aparición
de un anestro estacional como consecuencia de producirse irregularidades en el ciclo
estral. Este aspecto ha sido demostrado a nivel explotación en un conjunto de trabajos,
realizados en distintos países.

Sin embargo, en alojamientos cerrados, donde el control del ambiente no permite


temperaturas superiores a los 30°, parece que el efecto negativo de las temperaturas
elevadas se diluye considerablemente.

Para luchar contra las temperaturas elevadas estivales, el porcinocultor dispone de un


conjunto de recursos que puede aplicar en cualquier local de su explotación:

- Orientar adecuadamente el alojamiento y aislar los elementos constructivos


(muros y techo) según zonas.
- Disminuir la densidad de población durante el verano.
- Disponer de un sistema de ventilación dinámica por extracción que sea
capaz de renovar de 250 a 300 m3/cabeza/hora.
- Encalar la superficie exterior de paredes y techo para reflejar los rayos solares
- Aislar interiormente la cubierta con una capa de poliuretano expandido de
3 a 4 cm. de espesor aplicado por inyección.
- Sembrar árboles de hoja caduca en torno al alojamiento que den sombra en
verano y dejen pasar la luz en invierno
- Utilización de micro aspersores interiores, aspersores exteriores, etc.

La duración e intensidad de la iluminación diaria según experiencias realizadas en


EE.UU. y Canadá tienen poca repercusión sobre los resultados finales de la cubrición.
Las conclusiones obtenidas en estos trabajos no son definitivas, recomendándose, que el
fotoperíodo mínimo, durante el período de servicio sea de doce horas y la intensidad de
iluminación superior a 30 lux.

Parece que en el «trinomio ambiental»: temperatura - humedad - luz, la


temperatura y la humedad son los dos factores más determinantes de la fertilidad, de
modo que si la temperatura y humedad ambientales son adecuadas, a pesar de que el
fotoperíodo sea
corto, la fertilidad mantiene elevada.

4.2.6. DURACIÓN DE LA LACTACIÓN ANTERIOR

Generalmente, se admite que a destetes demasiado tardíos les corresponden intervalos


destete cubrición largos y niveles de ovulación bajos. La realización de un destete
cercano al parto puede originar una involución relativamente lenta del útero. El proceso
de involución uterina, cuando va ligado al estímulo de succión de los lechones, es más
rápido, que en el caso de no existir el mencionado estímulo. Asimismo, después de un
destete precoz, la concentración hipofisaria de FHS (hormona folículo estimulante)
alcanza valores más bajos que cuando los destetes son tardíos. Esto se deriva en que el
desarrollo folicular durante los cinco días siguientes al destete sea menor en cerdas con
lactaciones reducidas. A tales consideraciones hay que añadir, que una retirada precoz
de los lechones puede originar un estrés en la madre, que derive en un aumento de los
niveles de glococorticoides en sangre, bloqueándose la ovulación al no existir un pico
preovulatorio de LH (hormona lutenizante) pudiendo aumentar, además, la incidencia
de aparición de quistes ováricos.

Por otra parte, también los destetes tardíos pueden alargar el intervalo y disminuir la
prolíficidad en el parto siguiente cuando la cerda llegue al destete con una baja
condición corporal, como consecuencia más probable de haber amamantado a una
camada numerosa.

Con destetes ultraprecoces o ultrotardíos se dificulta la salida en celo de la cerda y con


ello se alarga el intervalo destete - cubricion fecundante y se disminuye la tasa de
concepción traduciéndose estos efectos en una pérdida económica considerable en la
contabilidad de la explotación.

Cuando se practican destetes entre las tres y seis semanas parece que afectan poco la
duración del intervalo. Por ello, a nivel de explotación, sin alterarse prácticamente los
resultados de cubrición, el porcinocultor dispone de una variada gama de edades al
destete que libremente pueden elegir. Sin embargo, la edad al destete tiene una
repercusión decisiva en la productividad numérica de la cerda, es decir, en el número de
lechones destetados por reproductora y año.
El destete precoz, aunque puede alargar algo el intervalo destete cubrición y disminuye
ligeramente la prolificidad del parto siguiente aumenta, sin embargo, el número de
partos por cerda y año.

Cuando se desteta tarde ocurre algo parecido, pero en este caso se disminuye el número
de partos por cerda y año, con la que la productividad numérica disminuye
inexorablemente consecuentemente el destete tardío hay que desecharlo salvo en los
casos en que la explotación no disponga de un local adecuado para lechones.

Según los resultados de los últimos años del programa de gestión francés de
reproductoras (GTTT), la máxima productividad numérica se obtiene cuando el destete
se realiza entre tres y cuatro semanas.

4.2.7. MANEJO DEL VERRACO

Aunque es indiscutible que el verraco juega un importante papel en la fase de cubrición,


sin embargo, en muchas explotaciones los machos reproductores son objeto de un
manejo deficiente. Incluso en el plano científico su comportamiento y productividad han
sido poco estudiados.

El macho en concomitancia con la hembra reproductora es responsable directo de la


producción, es la mitad de la genética de la explotación y puede ser corresponsable de la
producción de más de 750 lechones al año.

La especial relevancia del verraco merecería un capítulo aparte, pero la extensión


limitada de este trabajo no nos permite considerar en este apartado nada más que los
factores de manejo más importantes que están directamente relacionados con su
comportamiento reproductivo en monta natural.

Así, con objeto de no alterar la fertilidad y prolificidad en la explotación, un manejo


correcto del verraco debería contemplar los siguientes aspectos:

1) Crianza del futuro reproductor en grupo con otros machos o hembras. El


aislamiento durante la fase de crecimiento puede conducir a una actividad
copulativa posterior baja. Esta hipoactividad sexual puede incluso hasta ser
permanente, aunque el macho se le permita frecuentes oportunidades para el
apareamiento después de haber alcanzado la madurez.

2) Se admite que el mestizaje incrementa el ardor genético y el volumen


concentración de espermatozoides. Entre razas puras y entre individuos dentro
de una misma raza se dan marcadas diferencias en la libido y en la calidad de
semen. La producción espermática es función del tamaño de los testículos.
Experiencias que han cotejado parámetros del semen (volumen de eyaculado,
concentración de espermatozoides, mortalidad, porcentaje de células vivas, etc.)
entre diversas razas han encontrado resultados variables, aunque, en general, las
razas Large Withe, Landrace y Duroc tienen mayor producción de
espermatozoides que la Landrace Belga, Piétrain y Hampshire (Martín, 1982).
Se ha observado diferencias apreciables en el comportamiento sexual entre
machos Large Withe y Piétrain siempre a favor de los primeros.

3) Los machos se pondrán en servicio a los ocho meses de edad. Previamente es


necesario entrenarlos y acostumbrarlos a la monta utilizando hembras en celo no
demasiado altas y con reflejo de inmovilidad marcado. Es importante que el
cuidador corrija los vicios de conducta característicos de los primeros saltos
(montas laterales, coitos anales, eyaculaciones vaginales en lugar de en el cuello
del útero, etc.).

4) Los verracos en servició de deben alojar en la nave de cubrición en corrales


individuales cerca de la hembra. Se mantiene así su libido y un comportamiento
sexual adecuado. Los machos aislados pierden capacidad sexual, aunque sólo
temporalmente, si se les coloca posteriormente junto a las hembras. La
recuperación de su conducta normal se consigue aproximadamente en el plazo
de un mes.

5) Las condiciones ambientales y de alojamiento óptimas para el verraco son:

- Temperatura: 18-22° C.
- Duración de la iluminación: 10 – l6 horas « Intensidad de iluminación: > 30 lux

- Superficie de corral: 9 - 10 m2.


- El suelo del parque será de hormigón rugoso (incluso evitar rejillas), cama de
paja y zona de exterior de ejercicio con suelo de tierra para evitar problemas de
aplomos. La vida útil del verraco 2-3 años, aproximadamente, puede verse
reducida si no se diserta adecuadamente su alojamiento.

6) Fotoperíodos excesivamente largos mayores de 16 horas temperaturas su penares


a los 30°C disminuyen la calidad del semen mayorizándose este efecto cuando
las dos variables actúan conjuntamente. Sin embargo, las temperaturas bajas
(incluso bajo cero) no parecen tener influencia sobre la producción espermática.
Un estrés provocado por temperaturas elevadas durante 4 - 5 días tiene su efecto
negativo entre dos y seis semanas después de la agresión térmica, esto indica que
las temperaturas altas afectan más a la maduración de los espermatozoides que a
las fases iniciales de las espermatogénesis. En ensayos realizados en estaciones
de inseminación artificial se ha observado en el semen producido en verano una
disminución de la producción y mortalidad espermática y un aumento en el
número de células morfológicamente anormales. Por tanto, en nuestras latitudes
se puede producir una caída de la fertilidad y de la prolificidad en el período
junio septiembre si no se mantienen las condiciones ambientales del alojamiento
dentro de unos límites razonablemente correctos.

7) En lo que respecta a la alimentación de verraco, mientras los niveles de energía y


proteína ingeridos diariamente no sean críticos, no hay que tener efecto negativo
alguno sobre la libido y la capacidad fecundante del esperma producido. La
sobrealimentación, en cambio, origina problemas de aplomos, de agilidad y un
engrasamiento del aparato genital alterándose la espermatogénesis.

8) En la explotación, los machos reciben el mismo pienso que las cerdas vacías y
gestantes una ración de 2,6 a 3,2_kg. diarios con 3000 Kcal. de ED y un 12-14% de
proteína bruta (PB) ((según el peso del varraco, nivel de utilización del animal y
temperatura ambiente) en una o dos tomas después de la monta parece lo más
recomendable, procurando que el programa de alimentación del verraco observe la
inclusión en el pienso de los aminoácidos esenciales y la aplicación de choques
vitamínicos (A. B3, E, B Y C) en los cambios de estación.

9) La frecuencia de utilización del macho es función de su producción espermática que


aumenta con la edad y con una buena alimentación y fluctúa, como hemos aludido,
según estaciones. La excesiva utilización de un verraco se traduce en una
disminución de la fertilidad debido a un decremento gradual y progresivo del
número de espermatozoides, disminuyéndose como consecuencia el poder
fecundante del semen. De hecho, cuando un macho no monta durante 8 - 10 días, el
primer salto que realice después de este reposo sexual no debe ser considerado,
programando otro nuevo con el mismo macho una hora más tarde. En la práctica, el
ritmo de utilización de los machos correctamente alimentados podría ser:

- Jóvenes (8-12 meses): 2 - 3 saltos/semana


- Adultos (1-3 años): 4- 5saltos /semana
- Servicios lo más espaciados posibles.

10) Es necesario que el verraco esté sometido a un programa de higiene y sanidad


severo, ya que diversos cuadros patológicos disminuyen la capacidad fecundante
y la libido, y pueden transmitirse entre las hembras por mediación del macho
(Leptospirosis, Brucelosis, Parvovirus, Síndrome de la cerda sucia, etc.). Ello
obliga a efectuar un calendario de vacunaciones (Enterovirus y Parvovirus, Mal
Rojo, enfermedad de Aujeszky, etc.), a desparasitar externa e internamente
dos veces al año y a una periódica limpieza a fondo y desinfección de
corrales (3 - 4 veces al año).

4.3. INSEMINACIÓN ARTIFICIAL PORCINA

Al utilizar la IA es necesario aplicar rigurosamente toda la técnica; garantizar


una correcta determinación del celo, para determinar de forma efectiva el
momento óptimo para la inseminación. Esto requiere disciplina y dedicación,
pero al final todo se traduce en aumento de la productividad.
Los primeros trabajos de inseminación artificial en cerdos fueron realizados en
Rusia en la década del 30 sin embargo el uso de la inseminación artificial se ha
generalizado en esta última década como consecuencia del desarrollo de
programas de mejoramiento genético. Una manera barata y práctica de
incorporar mejoramiento genético en las granjas es a través del uso de la IA. La
potencia de la IA depende de la superioridad genética del macho y de la
posibilidad de diseminar sus cualidades al mayor número de hembras para
producir descendencias de mejor calidad genética. Tal vez la mayor ventaja que
ofrece la inseminación es que le permite mayor uso de nueva genética superior, a
un costo potencialmente menor en relación con la monta natural y con menos
riesgo de transmisión de enfermedades. Comprar el semen permite diversidad
genética, que puede usarse para optimizar los sistemas de cruzamientos en las
granjas más pequeñas y aumentar el progreso genético. Además, los buenos
padrillos pueden usarse más que lo que se utilizan para monta natural porque con
la IA se aumenta el número de servicios por eyaculado.

Una de las desventajas es que puede requerir un nivel de manejo más alto que en
monta natural. En la inseminación artificial existe mayor oportunidad de que
ocurran errores humanos que con la monta natural. Cuando un padrillo monta a
la hembra, el semen no está expuesto a grandes cambios ambientales, y
generalmente es depositado en la hembra más de una vez, durante un período
que comprende el momento óptimo para la fertilización. En contraste, es
probable que mientras se colecta, diluye y transporte el semen ocurran cambios
ambientales y que el momento en que se realice la siembra no sea elegido
correctamente en relación con el momento en que se produce la ovulación por
ello para obtener una alta tasa de concepción y camadas numerosas, la detección
del estro (chequeo del celo) debe ser hecho cuidadosamente y sin fallas.

La higiene del equipo es muy importante en todo el proceso de inseminación


artificial.
existen materiales desechables que evita la tarea de limpiar rigurosamente los
equipos.
4.3.1. VENTAJAS DE LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL

4.3.1.1. VENTAJAS ZOOTÉCNICAS

- Disminución del número de verracos con ahorro de espacio y cíe costos de


mantenimiento.
- Difusión rápida del progreso genético, mejorando los rendimientos al utilizar
sementales de mayor valor genético obteniéndose una mejora más rápi-da en las
explotaciones porcinas.
- Producción de lotes más homogéneos con des-tino al matadero.
- Incrementó en la precisión de la evaluación del valor genético:

4.3.1.2. VENTAJAS SANITARIAS

- Permite controlar la calidad espermática de los sementales que están sujetos a


múltiples efectos medio ambientales, de manejo y sanitarios.
- Se reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecto-contagiosas por vía
sexual.
- Se reduce la entrada de animales portadores de enfermedades del exterior.

4.3.1.3. VENTAJAS DE MANEJO

- Ahorro de tiempo y esfuerzo evitando la monta natural y el desplazamiento de


los reproductores.
- Permite usar animales de muy distinto peso en el cruce.
- Evita el stress de animales con problemas cardiacos o de claudicación durante la
monta.

4.3.2 DESVENTAJAS DE LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL

Durante el proceso de Inseminación Artificial en cerdas hay mayor oportunidad


de que exista errores:
• Elevado costo inicial de equipos y materiales de laboratorio
• Factor humano: Exigencia en formación y mantenimiento de personal
especializado, la utilización de la IA se expone a la intervención de
operarios, desde la eyaculación hasta la inseminación, lo que puede llegar a
constituir una gran fuente de error o alteración, en especial cuando el
sistema ya se ha establecido dentro del criadero, que es precisamente
cuando se inician los atajos o short cuts en el proceso. Esto habla de la
necesidad de consistencia y disciplina de trabajo del personal.
• Inadecuada detección de la hembra en celo
• Reducido tiempo de conservación del esperma.

4.3.3 FACTORES DE INFLUENCIA EN LA I.A.P

4.3.3.1 Factor humano


Confianza en los resultados.
• Técnicos
• Económicos

Decisión empresarial.
• Problema técnico
• Organización de futuro

4.3.3.2 Tamaño de las explotaciones

• Pequeñas <200 cerdas.


• Medianas 200-500 cerdas.
• Grandes 550-1000 y >1000 (tres fases).

4.3.3.2 ESTRUCTURAS EMPRESARIALES


a. Empresas de integración
b. Cooperativas
c. Asociaciones de defensa sanitaria (A.D.S.)
d. Sociedades agrupadas en servicios
e. Grandes empresas

4.3.3.3 DIFUSIÓN DE LA MEJORA GENÉTICA Y COSTO


DE REPRODUCTORES

– Gran esfuerzo y precisión de las empresas de selección.


– Repercusión importante en los costos de producción por la mejora
genética
• Parámetros de prolificidad
• Parámetros productivos de cebo
– Costo de verracos de alto valor genético

5.3.3.5 CONTROL SANITARIO

Mejor control de enfermedades infecto-contagiosas; control del semen

(Brucelosis, Leptospirosis, Aujeszky y PRRS).

5.3.4 LA EVOLUCIÓN DE LA I.A.P SE HA DESARROLLADO BAJO DOS


TIPOS DE ESTRUCTURAS:

- I.A en granja
- I.A en centro comercializador de dosis seminales (C.I.A.)

5.3.5 PRINCIPALES ELEMENTOS DE CONTROL DE LA I.A.P.

Bioseguridad y gestión

A nivel de C.I.A.
• Utilizar materiales desechables

• Cortar el pelo del prepucio frecuentemente.

• Emplear la técnica del doble guante para llevar a cabo la extracción.

• Vaciar el divertículo prepucial antes de la extracción y limpiar la zona


alrededor.

• No recoger la fracción pre-espermática pues contiene gran cantidad de


bacterias procedentes del tracto uretral

• Realizar la extracción de machos problemáticos al final para evitar


contaminaciones cruzadas.

• Limpiar la sala de recogida tras cada jornada y la cuadra del verraco al


menos una vez a la semana utilizando un producto desinfectante.

• Lavar el laboratorio diariamente (suelo y superficies) con detergentes


que no dejen residuos.

Aplicación del semen

A nivel de campo

3.3.7 PERSPECTIVAS DE LA I.A.P.

1) Perfeccionar el diseño e instalaciones, informatización y


funcionamiento de los C.I.A.

2) Bioseguridad y transmisión de enfermedades en el semen.

3) Aumentar la productividad de dosis.

4) Mejorar los resultados de fertilidad y prolificidad.

5) Congelación del semen


4.3.4 EQUIPOS Y MATERIALES NECESARIOS EN EL LABORATORIO
DE INSEMINACIÓN ARTIFICIAL PORCINA

4.3.4.1 Material de recogida

4.3.4.2. Material de contratación


4.3.4.3 Material de Laboratorio
4.3.4.4 Material de limpieza
4.3.4.5 Material para la elaboración de dosis

4.3.4.6 Material de Inseminación


4.3.5 MANTENIMIENTO Y CUIDADO DEL MATERIAL DE
LABORATORIO

La limpieza del laboratorio de inseminación artificial y del material utilizado


para procesar las dosis seminales, es necesaria e imprescindible para mantener
en perfectas condiciones de conservación e higiene las dosis seminales.

El laboratorio debe limpiarse después de cada jornada de trabajo y siempre que


sea necesario.

El material de laboratorio debe estar el menor tiempo posible sucio, para no


contaminar el ambiente del laboratorio, siendo los pasos para su limpieza v
esterilización los siguientes:

1. Enjabonado y lavado del material con cepillo de laboratorio para quitar la


suciedad hidro y liposoluble. El jabón a utilizar debe ser de pH neutro (pH
7) y no debe dejar ningún residuo que actúe como espermicida.
2. Enjuagado con agua abundante para quitar restos ele jabón con la
suciedad.

3. Enjuagado con agua destilada para arrastrar los restos de agua normal y
con ella los restos de sales v minerales que podrían quedar después de
someterlos a la temperatura de esterilización.

4. Escurrido de los restos de agua

5. Una vez secos, introducirlos en la estufa de esterilización y mantenerlos


a 140 °C durante 1/2 hora. Con estas temperaturas no se puede
introducir material plástico.

6. Cuando el material se ha esterilizado, se capa con papel de aluminio y


se introduce en un armario-para aislarlo del ambiente exterior.

4.3.6. ENTRENAMIENTO DE LOS VERRACOS

El entrenamiento de los verracos consiste en hacer saltar al verraco sobre un potro o


maniquí para poder realizar la extracción del semen.

Para realizar el entrenamiento el potro o maniquí ha de ser fácil de transportar,


ligeramente más bajo que la altura de los ojos del verraco, por lo que debe tener las
medidas aproximadas a una cerda primeriza, debiendo ser lo suficientemente cómodo
para que el verraco no sufra daño y mantenga la estabilidad del animal durante el
procedimiento.

Hay que tener en cuenta el comportamiento sexual natural del verraco ante la hembra
que de forma general va precedido por olfateos y golpes de hocico en los flancos y parte
posterior produciéndose finalmente el salto.

Un verraco puede comenzar a ser entrenado a partir de los 6-7 meses de edad, y los
verracos adultos que ya han sido utilizados para la monta natural no presentan
ningún
inconveniente para someterles a entrenamiento. Es conveniente que los verracos
estén alojados individualmente, puesto que si están agrupados resulta más laborioso su
aprendizaje.

El entrenamiento se puede realizar con potro móvil o directamente en el potro fijo


situado en la sala de recogida, de semen, si bien es recomendable empezar con el potro
móvil para que los primeros contactos se realicen en su propia verraquera, así el animal
puede centrar su atención en el "nuevo objeto" que se le ha puesto, también es
importante que estos primeros contactos se hagan en presencia exclusivamente de la
persona encargada de su manejo.

El potro debe estar impregnado de olores que estimulen el libido del animal rociándose
para ello con orina de cerda en celo o semen de otro verraco. El operador debe realizar
movimientos de vaivén con el maniquí para posteriormente mantenerlo inmóvil,
representando la inmovilización de la hembra en celo: si las circunstancias lo requieren
se podrá imitar el gruñido de la cerda durante el entrenamiento o hablarle para llamar su
atención acercándole al hocico un recipiente contenido semen de otro verraco para
estimularlo y atraerlo al potro, colocando a continuación el recipiente sobre el maniquí
para forzarle a montar si quiere alcanzarlo, esta operación se puede realizar también con
pienso. Las sesiones no deben ser excesivamente largas con una duración de 15 minutos
aproximadamente y deben realizarse todos los días por la mañana y por la tarde.

Una vez conseguido que el verraco salte sobre el maniquí, esta conseguido lo más
difícil, lo que resta es habituarlo al potro durante 2 semanas con intervalos de 3-4 días
entre recogidas. Terminando este periodo se entrará en un sistema más adecuado de
ritmos de recogidas seminales de acuerdo con su concentración espermática;
concentraciones de las que se obtengan de 12-15 dosis: 1 vez por semana,
concentraciones superiores: 2 veces por semana.

4.3.7. RECOLECCIÓN DEL SEMEN

Cuando los verracos están habituados a saltar sobre el potro la extracción del semen se debe
realizar en un potro fijo en la sala de recolección, ya que es mucho más higiénico y el
animal no corre riesgo de caídas o lesiones con potros más inestables acostumbrándose
al área de recolección; sin embargo esto dependerá de las condiciones propias de la
explotación o centro de I.A. Todo el material que vaya a recibir y estar en contacto con
el semen debe guardar dos condiciones indispensables:

- Debe estar limpio y esterilizado


- Debe estar previamente atemperado a 37 °C

El eyaculado se recogerá directamente en vaso de precipitados u otros recipientes


desechables (Vaso o bolsa de plástico) situados dentro de un termo para mantener la
temperatura cercana a los 37 °C, a la vez sobre el vaso se coloca una gasa para que
durante la recolección se impida la mezcla de la fracción espermática del eyaculado con
el gel o tapioca actuando como filtro.

Cuando el animal está sobre el potro, se debe realizar un vaciado de la bolsa prepucial,
presionando la misma para eliminar los restos de orina que hubiere. Cuando el verraco
asome la punta del pene esta se sujeta situando la mano de tal forma que los dedos
queden al borde de la espiral del glande o “tirabuzón” del pene, sin ejercer una gran
presión y traccionándolo con suavidad hasta lograr su total amplexación, de esta forma
se mantiene horizontalmente procurando que el eyaculado caiga sobre el recipiente
manteniéndose así durante toda la eyaculación.

Con eyaculados que tengan problemas de aglutinación es conveniente realizar la


recolección sobre 100 cc. de diluyente a 37 °C

4.3.8. FRACCIONES DEL EYACULADO

El eyaculado del verraco se compone de las siguientes partes:


- Fracción pre-espermática, es la primera emisión de eyaculado, no interesa
recogerla, ya que, no contiene espermatozoides y suele tener una alta carga
contaminante. Es transparente, muy líquida y de escaso volumen 10-15 cc
aproximadamente.

- Fracción espermática o rica en espermatozoides, viene a continuación de


la primera fase y sale rápidamente debido a la primera contracción que sufre la
cola del epidídimo. Es de color blanco y muy densa de aspecto "lechoso". Tiene
una gran concentración de espermatozoides y un volumen cercano a los 100 cc.
Esta es la fracción que más nos interesa recolectar para la I.A.

- Fracción post- espermática o pobre en espermatozoides, constituida por


secreciones de las glándulas accesorias del aparato reproductor del verraco y con
escasos espermatozoides. Es de color blanquecino transparente, con grumos
gelatinosos a lo largo de su emisión, con un volumen aproximado de 200 cc; y
puede estar intercalada con emisiones intermitentes de fracción rica, por lo que
conviene estar atento para aprovecharlas durante la recogida. Esta fracción al
tener gran cantidad de plasma seminal actúa estimulando a los espermatozoides,
por lo que su utilización en I.A. no es recomendable si queremos conservar el
semen por más de 24 horas.

Durante todo el eyaculado, sobre todo en la primera y tercera fase se expulsan unos
grumos gelatinosos conocidos vulgarmente como tapiocas procedentes de las glándulas
de Cowper que actúan como tapón para el cervix de la cerda en condiciones de monta
natural. Este gel o tapioca no interesa recogerlo ya que provoca la gelificación del
líquido seminal y debe filtrarse a través de la gasa situada en el vaso de recogida.

Una vez recogido el semen, debe llevarse inmediatamente al laboratorio para su


contrastación y procesado.

4.3.9. CONTRASTACIÓN DEL SEMEN

Cuando el semen llegue al laboratorio el recipiente del eyaculado debe ser situado
dentro del baño de María a una temperatura de 37°C donde también estará el diluyente
de conservación. Los controles que se deben realizar son:
4.3.9.1. VOLUMEN DEL EYACULADO (FRACCIÓN RICA).

Se cuantifica en centímetros cúbicos (cc) o


mililitros (ml), utilizando recipientes
graduados o pesando el eyaculado
considerando 1 g = 1 cc. y varía según la edad,
tamaño testicular, raza y estado fisiológico, de
cada verraco entre 50 y 125 cc aproxi-
madamente de fracción rica. Determinación del volumen del semen
por pesada en balanza o por medición
en probeta

4.3.9.2. COLORACIÓN DEL EYACULADO

De color blanco cremoso. Se pueden apreciar otras coloraciones como las rosáceas o
beige, que pueden ser debidas a posibles infecciones o hemorragias internas del área
genital.

4.3.9.3. OLOR

El olor del semen de verraco es sui generesis; en caso de contaminación de orina,


presentará modificaciones características, mayor volumen, escasa concentración y un
pH alto.

4.3.9.4 pH

Es el indicador de la concentración de iones de hidrógeno. La evaluación de la acidez o


alcalinidad del eyaculado es de gran importancia y debe realizarse inmediatamente después
de la extracción, ya que pueden presentarse variaciones amplias en poco tiempo.

Roberts (1971) señala que el pH en el verraco varía de 7 a 7.8 con una media de 7.4
(ligeramente alcalino). La medición del pH se realizará con un peachímetro o con cinta de
azul de bromotimol, siendo más preciso el primero. Generalmente cuando exista una
afección inflamatoria de las glándulas accesorias hay una elevación del pH. El semen con
un pH alcalino resulta con escasa posibilidad fecundante.

4.3.9.5. MOTILIDAD

Se aprecia colocando una gota del eyaculado en un portaobjetos atemperado a 37 °C y


sobre ella se coloca el cubreobjetos, Observando a través del microscopio a 100-200
aumentos el movimiento general (puntuación en porcentaje) y el tipo de movimiento
individual (puntuación de 0 a 5). A estos mismos aumentos se puede observar el grado
de aglutinación espermática que existe en ese eyaculado.

0. Espermatozoides sin movimiento (necrospermia).


1. Espermatozoides sin movimiento progresivo, girando sobre sí mismos.
2. Espermatozoides con movimientos anormales y algunos progresivos.
3. Espermatozoides con movimientos progresivos lentos y sinuosos.
4. Espermatozoides con movimientos progresivos rápidos.
5. Espermatozoides con movimientos progresivos muy rápidos.

4.3.9.6. CONCENTRACIÓN DE EYACULADO

Consiste en la determinación del número de


espermatozoides por unidad de volumen. Esta determi-
nación se puede realizar por diferentes métodos, siendo los
más usuales el espectrofotómetro y la cámara de Bürker.

La determinación de la concentración a través del


espectrofotómetro es un método muy utilizado en grandes
centros de I.A. donde se requiere realizar recuentos de una Espectrofotómetro
gran cantidad de eyaculados. Este método se basa en la
correlación que existe entre el número de espermatozoides/unidad de volumen con la
opacidad del semen.
Sin embargo, este método tiene el inconveniente de
presentar importantes errores en la determinación de
la concentración de espermatozoides producidos por
la impredecible opalescencia del plasma seminal y
porque la concentración de proteínas presentes en
dicho plasma es muy variable, además hay que
tomar en cuenta los desajustes del aparato.

El recuento con la cámara de Bürker es el método


más recomendado en pequeños centros de I.A. por
su facilidad de cálculo y visualización a través del
microscopio.

Su procedimiento es el siguiente:

Dilución de semen puro 1:100 en una solución de suero


Detalle del recuento espermático
fisiológico formolado, para lo cual utilizando un matraz con la cámara de Bürker
tarado a 100 se añade 1 cc de semen puro
completando hasta 100 cc con la solución salina formolada homogeneizándose bien la
solución. Posteriormente se toma una gota con pipeta Pasteur la cual se deposita en el
retículo de la cámara. El contaje se realiza utilizando el microscopio a 400 aumentos y
contando el número de espermatozoides que se encuentran dentro de 40 cuadrados
pequeños del retículo de la cámara (A).

La concentración de espermatozoides por mm3 es igual a la suma de espermatozoides


contados (A) x 10.000 = (C)

Se puede realizar la determinación de las formas anormales a la vez que el contaje en la


cámara de Bürker, sin usar colorantes, se anotan las morfoanomalías espermáticas
siendo las más comunes: colas en látigo, gotas citoplámicas proximales y distales que
aparecen en los contajes, para finalmente calcular el porcentaje de estas respecto al tota]
de espermatozoides contados.
4.3.9. ELABORACIÓN DE DOSIS SEMINALES

Preparación del diluyente:

1. Verter 1 litro de agua destilada a 37 °C en


un matraz Erlenmeyer después de medido en
una probeta.
2. Verter el contenido de un sobre de diluyen te
en un litro de agua destilada.
3. Mezclar durante 5 minutos de forma manual o valiéndose de un agitador
electromagnético.

El cálculo del O.R.T. se realiza con la medida de los dos contajes:

O.R.T. = % Acrosomas A + % Acrosomas B


2

El cálculo de la cantidad de diluyente necesario para la preparación de las dosis


seminales se realiza de la siguiente forma:

Dosis seminales de 100 cc

N x 100 = Volumen total (volumen diluyente + volumen eyaculado)

LV- x 100 - V = Volumen de diluyente necesario a añadir

Una vez realizado este cálculo se añade el eyaculado sobre el volumen de diluyente a
37°C necesario para obtener el número de dosis posibles de 100 cc y concentración de

9
3x10 cada una. Antes de mezclar se debe comprobar que no exista diferencia de
temperatura entre semen y diluyente; lo cual se facilita si durante todo el procedimiento
de contrastación se mantienen dentro del baño de María a 37°C, tanto el semen como el
diluyente.

Si no es preciso calcular el diluyente que se gasta, se determina el volumen total que


corresponde al número de dosis que queremos preparar x 100. En este caso con un
recipiente tarado utilizaríamos el siguiente método:

1. Añadimos algo de diluyente,


2. Ponemos el semen,
3. Completamos con diluyente hasta llegar al volumen total.
4. Preparación de dosis seminales.
5. Cálculo de dosis y su preparación.

Una vez que la calidad del semen ha sido evaluada y se le ha considerado apta para la
I.A., conociendo su concentración por mm³ pasamos a calcular el número de dosis que
se pueden obtener de ese eyaculado.

Podemos considerar que !a dosis mínima recomendada tiene una concentración de 2x10
9 9
espermatozoides, sin embargo la de uso más corriente es de 3x10 espermatozoides para semen

de buena calidad espermática, es decir que tenga niveles bajos de morfoanomalías y otras
alteraciones.

Cálculo de la dosis
( A) *10000 *1000 * (V )
N de dosis (N ) =
o

3000000
Forma simplificada

N = (A)*(V)
300
(V)=volumen del eyaculado en cc
(A)= Espermatozoides contados en 40 cuadrados

4.3.10. CONSERVACIÓN DE LAS DOSIS SEMINALES

Para que el semen diluido mantenga su capacidad fecundante a lo largo de su


almacenamiento por refrigeración a 15°C, es indispensable cumplir con las siguientes
condiciones:

- El material que entre en contacto con el semen debe estar previamente limpio y
esterilizado, sin residuos químicos.
- Utilizar agua destilada contrastada, que no esté alterada bioquímica ni
microbiológicamente.
- Utilizar diluyente de larga conservación.
- Recoger exclusivamente la fracción espermática o rica del eyaculado; para
reducir las sales que se encuentran en el plasma seminal.
- Diluir en un periodo inferior a 15 minutos desde la recogida del semen, entre 1:10 y
1:20 semen:diluyente; (grado de dilución optimo 1:10) a 37 °C. Concentración

9 9
mínima por dosis 2x10 espermatozoides en 100 cc y máxima de 8x10
espermatozoides en 100 cc.
- Descender lentamente la temperatura de 37°C a 15 °C (durante 3-5 horas) si la
temperatura ambiente del laboratorio se mantiene entre 20-25 °C.
- Conservar en anaerobiosis a 15 °C; por lo que no se debe dejar en las botellas un
espacio de aire superior al 20% del volumen de la botella.
- No exponer durante periodos largos de tiempo a la luz directa.

Ejemplo:

(V) Volumen de la fracción rica = 80 ml.


(A) Espermatozoides contados en 40 cuadrados = 60

60*80 = 4800 =16


300 300
N° de dosis x 100 cc = 16 x 100= 1600

1.600 - 80= 1.520 cc de diluyentes

Finalmente se envasan las dosis de semen diluido en las botellas de inseminación,


colocando sobre ellas una de las dos etiquetas siguientes:
N° de verraco
Raza
Fecha de preparación

N° de verraco
Raza
Fecha de caducidad

Si las dosis de semen van a ser almacenadas para su uso posterior o van a ser
transportadas, a estas se les debe descender la temperatura a 15°C lo más gradualmente
posible (3 horas mínimo) para almacenarse en la estufa de conservación a 15°C.

Un diluyente para la lA porcina debe estimular el transporte espermático y ejercer una


actividad en el aparato genital de la hembra permitiendo la adición de sustancias que
mejoren sus condiciones, con lo que se mejora la capacidad de transporte espermático y
nidación del embrión con la consiguiente disminución de la mortalidad embrionaria.

Para permitir la acción correcta de los componentes del diluyente sobre los
espermatozoides. Está indicada la utilización del agua destilada y no así el uso de
cualquier otro tipo de agua que contenga minerales en su composición.

- El semen almacenado debe ser rotado (mezclado) suavemente cada 12 horas con
el objeto de mantener a los espermatozoides en suspensión con el diluyente.

- Las dosis seminales almacenadas antes de ser utilizadas deben ser observadas
con el microscopio (motilidad) para comprobar si guardan la suficiente
viabilidad para ser utilizadas.

En el caso de eyaculados de mucha concentración espermática, que producen un


número muy elevado de dosis seminales, por ejemplo superior a 30, es recomendable
cuando se preparan dosis de 100 cc realizar una recogida con más volumen de semen:
entre 100 y 150 cc de fracción rica como mínimo, para mantener una dilución próxima a
1:20 - 1:30, evitando diluciones superiores que disminuyen el periodo de conservación.
4.3.11. CARACTERÍSTICAS DE LOS DILUYENTES PARA LA
CONSERVACIÓN ESPÉRMICA

Los diluyentes deben cumplir dos objetivos principalmente:

- Aumentar el volumen del eyaculado sin afectar la cantidad seminal.

- Conservar la capacidad fecundante de los espermatozoides durante el mayor


tiempo posible.

Partiendo de estas premisas se puede considerar que un diluyente permite la


conservación de las células espermáticas por su capacidad tapón.

4.3.11.1. Utilización de semen heterospérmico

La utilización de dosis que contienen espermatozoides procedentes de dos o más eyaculados


(heterospérmia), es una práctica habitual en centros de inseminación, y que permite la
obtención de mejores resultados reproductivos sí tenemos en cuenta una clasificación previa
de los eyaculados. La técnica más aconsejada a utilizar es la siguiente:

Clasificación previa de los eyaculados según el test de resistencia osmótica (ORT); y,


mezclar los eyaculados dentro de la misma categoría.

Antes de mezclar los eyaculados realizar una dilución previa 1:10 (semen/diluyente)
mantenerlo 1/2 hora a temperatura ambiente y posteriormente realizar la mezcla de los
eyaculados prediluidos (Martín Rillo y col. 1998)

4.3.12. APLICACIÓN DE LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL


4.3.13.1. Aplicación del semen

1) 4.3.13.1.1. Introducción de catéter

En la base de la vagina, se
encuentra la plica uretral, por
lo que a la hora de inseminar,
tendremos que introducir el
catéter inclinado señalando al
techo de la vagina, para no
introducirlo por la uretra, en
cuyo caso, saldría orina por el
catéter y lo desecharíamos. Una
vez salvada la plica, colocamos
el catéter horizontal y lo
introducimos realizando giros hacia la izquierda, hasta que quede enganchado en el cuello
del útero, lo que comprobamos tirando ligeramente hacia afuera. Una vez fijo el catéter se
introduce la dosis seminal lentamente, debiendo tardar por lo menos 5 minutos en ello.

2) 4.3.13.1.2. Métodos de inseminación

La aplicación del semen tiene que simular en lo posible, la monta natural del verraco,
así se ha demostrado que la estimulación del cérvix ayuda de alguna forma la descarga
preovulatoria de la hormona luteinizante (LH), ayudando a que se produzca en menos
tiempo la ovulación, lo cual es importante a la hora del porcentaje de fertilidad final.
Por esta razón, es conveniente introducir el catéter de inseminación y dejado puesto 2-3
minutos antes de la aplicación del semen que ha de introducirse lentamente de 3 a 5
minutos.
Hay que tener en cuenta que en la monta natural, la última fracción del eyacúlalo, esta
constituida por el gel o tapioca, cuya misión es formar un tapón en el cuello del útero para
evitar el reflujo del semen. En la LA., al no haber tapioca, es necesario introducir el semen
lentamente evitando que refluya parte de la dosis. De igual forma, al ser 37 O( la tem-
peratura corporal, si antes de la dosis seminal introducimos unos 10 mI. de diluyente
solo a 42 O(, provocamos una estimulación de las contracciones uterinas cuyo resultado
es la mejor aceptación del semen cuando inseminamos a 37°C. Todo esto, también se
favorece si la inseminación la realizamos en presencia de un verraco, para ayudar a la
estimulación de la cerda.

3) 4.3.13.2.3. Fases de aplicación

Técnica rápida:

1. Introducción del catéter.


2. Aplicación de la dosis seminal a 37 °C, durante 2-3 minutos.

Técnica lenta (estímulo del aparato genital):

1. Introducción del catéter (mantener 2 minutos).


2. Introducción de 10 cc de diluyen te a 42°C (estimulación de contracciones).
3. Introducción de dosis seminales a 35-37 °c.
4. Introducción de 25-30 cc de diluyente a 42°C (estimulación de contracciones).

La técnica lenta permite mejorar los resultados de fertilidad y prolificidad,


particularmente cuando el momento de la inseminación es el idóneo.

4.4. LA GESTACIÓN

4.4.1 Periodos

La gestación o preñez es el período fisiológico durante el cual se produce el desarrollo


embrionario y fetal, que va desde la fecundación hasta la expulsión de los fetos maduros.
En la cerda la gestación dura 114 días, variando entre 108 y 122 en promedio. El
número de fetos y la raza del padre o de la madre pueden hacer variar esta duración.
También influye el tamaño de la camada, alargándose en los casos de camadas pequeñas y
se acorta en las numerosas. El objetivo que se persigue con las técnicas aplicadas para su
manejo es evitar al máximo la mortalidad embrionaria, la mortalidad fetal y los abortos,
para lograr el mayor número de lechones al parto. Tiene 4 períodos bien diferentes, ellos
son: Concepción; Anidación; Gestación propiamente dicha; Preparación al parto.

4.4.1.1 Concepción

El cerdo tiene el eyaculado de mayor volumen y número total de espermatozoides. La


gran cantidad de semen llena y distiende ambos cuernos uterinos, Durante el estro y el
edema en la unión útero-tubárica ocluye su himen, así que es necesario que el semen
bañe constantemente ese lugar para que los espermatozoides venzan la barrera. La unión
de la ampolla con el istmo, es el sitio de la fertilización, ver figura.

En la unión útero tubárica y en el oviducto y en el sitio de éste, los espermatozoides


forman un reservorio donde permanecen, aguardando el momento de la ovulación. Esto
se establece con mayor rapidez cuando la monta se realiza poco antes de la ovulación.
Un aspecto importante para obtener un alto porcentaje de concepción es la presencia de
semen en el aparato reproductor de la cerda en el momento adecuado. Los
espermatozoides deben estar allí entre las 12 y 16 horas antes de la ovulación.

4.4.1.2 Anidación

Los embriones de la punta de uno de los cuernos pueden migrar hacia el cuerno opuesto
mezclándose unos con otros entre los días 9 y 12 de gestación. Al finalizar la migración
se colocan en forma equidistante a lo largo de la cavidad uterina permitiendo utilizar
mejor la superficie endometrial y asegurar la supervivencia embrionaria. Si a los 12 días
de la gestación, los embriones ocupan solo un cuerno uterino o sólo la mitad de ambos
la preñez no se establece y la cerda retornará al celo. Es necesario para que continúe la
gestación que tenga ocupado el 70 % de la matriz.

4.4.1.3 Gestación propiamente dicha

La implantación embrionaria o unión del embrión a la pared uterina se inicia 12-13 días
después del coito, siendo un proceso gradual y lento que culmina, aproximadamente, un
mes después de la cubrición fértil. Se necesita de un mínimo de embriones implantados
para que la gestación continué. Si se implanta sólo uno o dos la gravidez no se establece
y la reproductora repite celo 25-30 días después.

Desde la implantación hasta que la placenta empieza a funcionar el embrión se nutre de


la leche uterina producida por las depresiones de la mucosa endometrial. Una vez
transcurrida la fase embrionaria (0-35días) se inicia el período fetal durante el cual tiene
lugar el desarrollo de tejidos y órganos. Conforme avanza la gestación el feto va
incrementando su tamaño. En el último mes de preñez la velocidad de crecimiento del
feto es especialmente elevada.

Para que la gestación llegue a término un equilibrio hormonal es estrictamente


necesario. La progesterona hormona producida por el cuerpo amarillo del ovario, es
indispensable para el mantenimiento de la gravidez. La ovarioctomia (extirpación de los
ovarios) deriva en aborto.

Parece que se requieren como mínimo cuatro cuerpos lúteos funcionales para que la
gestación prosiga. La concentración de progesterona es máxima a las dos semanas de
gestación para ir disminuyendo después progresivamente hasta el parto.

El organismo de la cerda debe recibir alguna señal del embrión para evitar la regresión del
cuerpo lúteo y la reanudación del ciclo. El mismo emite esta señal hacia el día 21 de
gestación mediante la secreción de sustancias luteotrópicas. Luego de que la cerda
“reconoce su preñez”, al quitar algunos o todos los embriones ésta no interrumpe la
gestación, lo que explica los casos en que las hembras llegan a la fecha y no paren. Desde la
implantación hasta que la placenta empieza a funcionar, el embrión, se nutre de la “leche
uterina”, producida por las depresiones de la mucosa endometrial. Luego de la fase
embrionaria, que va hasta el día 35, se inicia el período fetal, durante el cual tiene lugar el
desarrollo de los tejidos y órganos. Un equilibrio hormonal es estrictamente necesario. La
progesterona, producida por el cuerpo lúteo, es indispensable para el mantenimiento de la
gestación. Influencia del nivel alimenticio, durante la gestación Sobre la supervivencia
embrionaria y el nivel de progesterona en plasma.

Los estrógenos producidos por los fetos y la placenta van aumentando su concentración
conforme avanza la preñez para así ir sensibilizando y preparando a la mucosa uterina
para el parto.

El objetivo fundamental que se persigue durante el período de gestación es evitar al


máximo la mortalidad embrionaria, la mortalidad fetal y vale la pena, por lo tanto, que
estudiemos las principales variables de manejo que en mayor o menor grado pueden
incidir sobre las pérdidas durante la preñez, con objeto de tratar de minimizarlas.

4.4.2 Variables de manejo

4.4.2.1 Condiciones ambientales y de alojamiento

Las condiciones ambientales idóneas para la cerda gestante son:


- Temperatura: 14-21 ° C.
- Humedad relativa: 60-70 %.
- Duración de fotoperíodo: > 10 horas.
- Intensidad de iluminación: 5O lux.

Temperaturas elevadas mayores de 32°C, humedades relativas bajas (30~0 %),


fotoperíodos excesivamente cortos o cambios bruscos de estas variables durante la
migración e implantación del embrión, disminuyen significativamente la supervivencia
embrionaria

Los efectos se hacen especialmente patentes cuando coinciden valores adversos de


algunas de las variables indicadas. Las bajas temperaturas, sin embargo, están poco
relacionadas con las pérdidas embrionarias. Su efecto se traduce en la necesidad de un
mayor consumo de alimento por la cerda gestante si no se quiere que pierda peso.

La mortalidad fetal, que puede llegar a ser alrededor de un 10% al término de la


gestación, parece que está poco influida por los factores ambientales. Sin embargo, la
tasa de fetos muertos está relacionada positivamente con el número de embriones vivos
al mes de gestación y depende del espacio uterino disponible. En este sentido, la
mayoría de los investigadores han observado una mayor proporción de muertes fetales
cuando hay más de cinco fetos en cada cuerno uterino como consecuencia, de la
competencia que se establece entre ellos por la superficie endometrial. En los abortos,
en cambio al margen de factores sanitarios y de manejo, se ha comprobado que
temperaturas elevadas, humedades bajas y la incidencia directa y continuada de los
rayos solares sobre los flancos y abdomen de la cerda gestante tienen un efecto adverso
sobre la tasa de abortos en el último mes de gestación.

Una ventilación adecuada en la nave de gestación, además de eliminar gases nocivos


(NH3, CO2, SH2, etc.), puede ser eficaz para disminuir la temperatura del local durante
el verano en los periodos de tiempo en los que la temperatura exterior sea más baja que
la interior. Una renovación del aire de 25 y 200 m3/cerda/hora en invierno y verano,
respectivamente, y una velocidad del aire en el interior de la: nave comprendida entre
0,2 y 0,7 m/segundo son los valores más recomendables de cara al cálculo de la
ventilación del alojamiento de cerdas gestantes.
De otra parte, en lo que concierne al alojamiento, desde el desarrollo de la
porcinocultura intensiva, a las reproductoras en gestación se las ha alojado en:

- Parques o corrales colectivos interiores, exteriores o mixtos, según las condiciones


climatológicas de la zona de ubicación de la explotación (2 a 2,2 m²/cerda).

- Jaulas metálicas individuales para cerda atada o enclaustrada (1,30 a 1,5


m²/cerda.

La necesidad, de racionar a las reproductoras durante la preñez ha impuesto como


alojamientos más frecuentes, durante esta fase, a la jaula individual o al parque
colectivo con comederos individualizados mediante barras metálicas de separación. La
utilización de la jaula para cerda atada con collar o cinturón pectoral supone un ahorro
en la inversión respecto a los parques colectivos con alimentación individual, por la
menor necesidad de superficie y de obra civil, y respecto a la jaula para cerda
enclaustrada sin atar, ya que en este caso las necesidades de hierro o acero son mayores.

Todavía no está perfectamente aclarado el efecto de la modalidad de alojamiento en


gestación sobre los resultados reproductivos. En general, los trabajos realizados al
respecto no han obtenido diferencias apreciables en la prolificidad y productividad
numérica cuando se han cotejado alojamientos individuales y en grupo. Una encuesta
realizada en Francia sobre un conjunto de; 49 explotaciones, adscritas al programa de
gestión GTTT, arrojo cifras similares de productividad numérica para cerdas alojadas en
grupo (20,6 lechones destetados por cerda y año), o alojadas en jaulas para atar (20,5
lechones), si bien se detectó que las cerdas enjauladas tenían una vida útil más baja:
4,33 partos frente a 4,45 para cerdas alojadas en grupo con alimentación individual. Sin
embargo, parece que está claro que el ejercicio físico durante la preñez acorta
significativamente la duración del parto, dándose como consecuencia un menor número
de lechones nacidos muertos.

Así pues, a priori, la solución ideal puede ser, después de una convivencia en grupo
desde el destete hasta la cubrición, inmediatamente después del salto llevar a la cerda a
la jaula para no perjudicar la implantación embrionaria.
Durante esta fase se controlarían las posibles repeticiones de celo mediante un macho
recela dócil y tranquilo que anduviese suelto por la granja. Un mes y medio antes del
parto las cerdas podrían pasar a corrales colectivos, con alimentación individualizada
donde pudieran hacer ejercicio. Evidentemente esta fórmula de alojamiento ideal
encarece el coste de la plaza. En algunos casos puntuales: cuando el coste del suelo es
barato, cuando es posible abaratar la obra civil o el producto final es altamente
cualitativo esta solución puede ser factible. Nosotros la hemos visto frecuentemente en
explotaciones de selección y multiplicación.

En general, como quiera que el coste de amortización de las instalaciones porcinas es


francamente elevado, nos inclinamos por el alojamiento individual en jaula para la cerda
gestante debemos tener en cuenta diseño global del alojamiento, que cuando se
trasladan cerdas alojadas en jaula en cubrición control a parques de gestación se puede
afectar negativamente a la supervivencia embrionaria. Este efecto se mayor si el cambio
de ((hábitat)) va acompañado de variaciones bruscas de las variables ambientales
temperatura, humedad, luz, etc. Por tanto, si la fase de cubrición y control de la
reproductora transcurre en jaula es aconsejable que la gestación se desenvuelva también
en jaula. Sin embargo, el cambio de corral a jaula no lleva aparejado ningún
inconveniente salvo la adaptación a la misma de las cerdas nulíparas. No podemos dejar
de hacer referencia al tipo de suelo de la nave de gestación por cuanto que puede incidir
en la tasa de cerdas con lesiones pódales, aspecto que como es sabido incide en el
porcentaje de reposición de reproductoras.

4.4.2.2 Alimentación

Aportes elevados de energía en los días posteriores a la monta, es decir durante la fase
de desarrollo inicial del embrión que coincide con la migración-preimplantación de los
cigotos, se produce un incremento en la mortalidad embrionaria que se traduce en una
disminución final del tamaño de la camada. Una alimentación abundante durante las dos
primeras semanas de gestación puede derivar en que se reabsorben del 20 al 50 % los
embriones. Por eso en la práctica se sugiere un sistema de racionamiento en elevar la
ingesta de energía antes de la cubrición y reducirla después a los niveles iniciales o
incluso inferiores durante 10-12 días después del salto.
Posteriormente durante la base de implantación embrionaria la cerda es bastante
sensible a diferencias nutritivas, recomendándose ya niveles de alimentación normales
(de 2 a 2.5 kg de pienso con 2.900-3.000 kcal de EM/kg). En la fase fetal que se inicia
hacia la quinta semana después de la fecundación de los óvulos, las necesidades
energéticas de la cerda gestante dependen de su peso vivo, del número de fetos que han
de desarrollar y del aumento de peso que experimenta durante la preñez. Se considera
que los gastos diarios de mantenimiento durante la gestación son similares a los de la
cerda vacía, estimándose en 100-105 kcal de energía metabolizable (EM) por kg de
peso metabólico (peso vivo del animal elevado a 0,75).

Por otra parte, el valor energético del contenido uterino (considerado como tal a la suma
del valor de los fetos, del aumento de peso del útero, de la placenta y de los líquidos
fetales) es de 1300 kcal por kg de lechón producido al nacimiento. De esta cifra,
aproximadamente el 72 % corresponde a los fetos, el 20% al incremento potencial de
útero y el 8 % a las envolturas fetales y líquido, siendo la eficiencia de utilización de la
EM en la síntesis del contenido uterino de un 48%.

Se recomienda un aporte energético diario entre 7.000 y 8.000 kcal de energía digestible
(ED) procurando incrementar la ración en el último mes de gestación según veamos la
condición corporal de la reproductora. Ello equivale a 2.3-2,6 kg de pienso de 3.000
kcal de ED/kg.
El porcentaje mínimo de proteína de la ración para cerdas gestantes es de 12-14 %.
Cuando el nivel proteico disminuye excesivamente, se puede afectar negativamente a la
prolificidad.

4.4.2.3 Estado sanitario

Un gran número de estudios han relacionado la existencia de infecciones bacterianas en


el útero con la mortalidad embrionaria. El origen de la contaminación del útero puede
que sea el líquido prepucial y el semen del verraco. Los efectos pueden ser graves.
Así, hay trabajos que han detectado hasta un 40% de pérdidas de oocitos fecundados en la
segunda semana después de la monta. Como posible solución al problema la esterilización
de la vagina y del útero mediante lavado con soluciones antisépticas no han
derivado en una mejora de la supervivencia embrionaria. El uso de antibióticos
aplicados en inyección intramuscular o en la dieta durante el período destete-cubrición y
durante las tres primeras semanas de gestación ha tenido respuestas muy variables
según experiencias, dosis y tipo de antibióticos administrado.

4.4.2.4 Recomendaciones de higiene

Dada la dinámica productiva de las explotaciones porcinas, generalmente, la aplicación


del vacío sanitario no es posible en la nave de gestación. Ello no quiere decir que en ella
no se deban guardar unas normas de higiene. Así, en lo que respecta al local es
recomendable:

- Limpiar diariamente los corrales y/o las rejillas ubicadas detrás de la cerda
cuando se aloja en jaula (con pala en seco o con manguera a presión.
- Vaciar frecuentemente las fosas de deyecciones.
- Limpiar, en los casos que sea necesario, los comederos y bebederos, jaulas y
utillaje.
- Desinsectar utilizando aparatos eléctricos y tiras de vapona. Es muy útil aplicar
malathion diluido en fumigación mediante mochilas de espalda en las primeras
horas del día, procurando rociar bien animal, suelo, paredes y techo. La
colocación de mallas metálicas o de plástico en las ventanas disminuyen la carga
de insectos en el interior de la nave.
- Desratizar y desratonizar periódicamente. Recordamos que los raticidas son
pocos eficaces contra ratones.

En lo que concierne al alimento:

- Análisis periódicos de agua y pienso.


- Evitar humedades en almacenes y silos. Los sacos se colocarán sobre soportes
de madera.
- Prever un depósito de agua en el interior. Puede ser muy útil para tratamientos
sanitarios y para que en invierno las cerdas no beban agua muy fría procedente
directamente de la red exterior.
En lo que se refiere a la cerda gestante:

- Vigilancia de amarres (collares y cinturones).


- Detección y cura de heridas, posible vía de entrada de infecciones
(administración de un spray antibiótico).
- Lavado dé la cerda con agua y jabón antes de trasladarla a la maternidad; se
eliminan así los huevos de lombriz y algunas bacterias.

4.5 EL PARTO Y LA LACTACIÓN

El parto y la lactación son dos periodos fisiológicos que inciden decisivamente en la


productividad numérica de la cerda. Dentro del manejo de la reproducción, concretamente
el manejo durante el parto y la fase de lactancia es uno de los capítulos donde el
porcinocultor individual tiene más capacidad y mayores posibilidades de actuación.

La consecución del máximo número de lechones nacidos vivos en el parto y destetar el


máximo número de lechones, son los dos objetivos fundamentales que se deben
perseguir durante estas dos fases del proceso productivo. Para ello será necesario
minimizar la mortalidad al nacimiento e incrementar la supervivencia de los lechones,
sobre todo en los primeros días posparto y a lo largo de toda la lactación.

Quizás, estos dos objetivos constituyan en la actualidad la esperanza más cerca de


mejora de la productividad numérica de la cerda, por lo menos a medio plazo, esperanza
en la cual puede jugar un papel fundamental la mano de obra de la explotación.

4.5.1. Mecanismo del parto

El final de la gestación concluye con el parto, proceso fisiológico en el cual están


involucrados mecanismos de tipo físico, nervioso y endocrino que probablemente
actúen conjuntamente.

Desde el punto de vista hormonal la cadena de sucesos que conducen


al parto
posiblemente se origine en el hipotálamo fetal, desarrollándose seguidamente una
secuencia endocrinología aun no totalmente aclarada, y en la cual participan hormonas
fetales y de la madre.

Las principales hormonas involucradas en el parto son:

- Los estrógenos: comienzan a aumentar tres semanas antes del parto para
alcanzar sus valores máximos unos días antes del mismo. Su origen es probable
que sea placentario, ya que la ovariectomía no evita el aumento indicado. Su
función es provocar el crecimiento de la capa intermedia de la pared del útero
(miometrio) y la síntesis de una proteína muscular: la actiomiosina, para
favorecer con ello la contractibilidad uterina y sensibilizar las paredes del útero
a la acción de la oxitocina.

- La relaxina es una hormona ovárica que presenta niveles altos en el momento


del parto: su papel reside en la relajación de la sínfisis pubiana.

- La oxitocina es producida por el hipotálamo y liberada por la neurohipófisis.


Aparece en gran cuantía en los estadios finales del parto: su liberación no
acontece hasta unas horas antes del mismo. Su acción es inhibida por la
progesterona: por ello, su actuación no tiene lugar hasta que la concentración de
esta hormona en el plasma es alrededor de un 30 % de su valor en la gestación.
La liberación de oxitocina puede que esté coadyuvada por la presión generada
por el contenido uterino (fetos, placenta y líquidos) sobre las paredes del útero y
por la dilatación del cérvix. El estímulo mecánico inicial se traduciría en un
impulso neuroendocrino que, junto a la disminución del nivel de progesterona,
derivaría en la liberación inexorable de la hormona. La oxitocina es, responsable
de las contracciones fuertes de la musculatura del útero cuando éste ha sido
sensibilizado previamente por los estrógenos.

4.5.2. Fases del parto

Desde el punto de vista didáctico, al parto se le suele dividir en tres estadios o fases:
- Fase preparatoria.
- Fase de expulsión de los fetos.
- Fase de expulsión de la placenta.

4.5.2.1. Fase preparatoria.

Una fase preparatoria, normal tiene una duración entre dos y quince horas. Durante ella
se dan los signos precursores del parto; a saber:

- Modificación de la conducta de la cerda (estado de inquietud y nerviosismo,


remoción frecuente de la cama construcción del unido).
- Edematización de la vulva y de las glándulas mamarias aparición de gotas de
calostro.
- Incremento de la frecuencia respiratoria y de la temperatura rectal 12 a 24 horas
antes del parto.

- El estado hormonal de la cerda durante esta fase se caracteriza por una caída de
la concentración de progesterona plasmática, una elevación de la concentración
de estrógenos y la liberación de relaxina y oxitocina al final de esta. Se inician
las contracciones rítmicas de los músculos circulares y longitudinales del útero,
al principio irregulares y breves, y después más regulares y coordinadas.

- Las contracciones comienzan en la región craneal contigua al feto más próximo


al cervix (quedando el resto del útero inmóvil), forzando a los fluidos y
membranas fetales a pasar hacia el mismo provocando así su lubricación y
ensanchamiento.

4.5.2.2. Fase de expulsión de los fetos

En la fase de expulsión de los fetos se producen contracciones del diafragma y de músculos


abdominales, con lo cual los fetos son propulsados a través del cervjx y al romperse la bolsa
de las aguas salen. Como quiera que la placenta se desprenda por sí misma al final de la
fase preparatoria, es importante que la fase de expulsión se desarrolle
rápidamente con objeto de evitar muertes por asfixia.

En torno al 65 % de los fetos son expulsados en posición anterior; esto no quiere


decir que la mortalidad prenatal esté relacionada con las presentaciones
posteriores. El intervalo medio entre el nacimiento (de un lechón y el siguiente,
cuando ambos nacen vivos, es de 13 a 18 minutos. mientras que entre un lechón
vivo y un mortinato es de 45 a 55 minutos

4.5.2.3. Fase de expulsión de la placenta

La fase de expulsión de la placenta se caracteriza por la expulsión de las membranas


fetales como consecuencia de las contracciones del útero. Las placentas pueden ser
expulsadas, después de cada lechón, fusionadas cuando pertenecen a un mismo cuerno
uterino o todas juntas en un periodo de aproximadamente, una hora después de la
expulsión del último lechón
.
Si la fase de expulsión de la placenta se retardase, se corre el riesgo de que aparezca
metritis, fiebre posparto y anorexia, pudiéndose, en algunos casos, presentarse el
síndrome MMA (mastitis - metritis – agalactia), de efectos nefastos para la camada.

Durante la lactación habremos de tener en cuenta las siguientes consideraciones:

- En el día siguiente al parto administrar a la cerda 1.5 kg de alimento para ir


incrementando diariamente la ración en 1 kg. En el cuarto o quinto día post parto
la reproductora ya puede recibir pienso a discreción.
- Procurar que la cerda esta lo más tranquila posible.
- Para prevenir la anemia ferropénica administrar hierro dextrano a los lechones 3
días después del parto y repetir en los lechones más pequeños 15 días después. El
suministro de hierro se puede hacer por vía bucal o por inyección subcutánea o
intramuscular (2cc). Parece que la vía más efectiva es la vía intramuscular, aunque
si la inyección no es aplicada correctamente se pude lesionar el fémur o el nervio
ciático, apareciendo cojeras indeseables. Cuando los lechones tienen diarreas es
aconsejable demorar la inyección de hierro, ya que esta puede ser el vehículo de
entrada de agentes patógenos anaerobios existentes sobre la superficie cutánea del
lechón.
- Cortar las colas y los dientes así la identificación en el segundo o tercer día de
lactación.
- Suministrar un choque de vitamina C en el segundo día de vida.
- Si el objetivo de producción lo demanda, castrar los lechones a los 10-12 días de
edad.
- Desde la segunda semana de vida ya se puede suministrar a los lechones un
pienso de arranque (3350 kcal de ED/kg y un 22 % de proteína). El pienso se
administrará en pequeñas porciones en forma de gránulo en un comedero tolva
colocado en el corral de maternidad.

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