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INSTALACIONES PORCINAS
Dentro del término “instalaciones” se incluye no sólo las edificaciones sino también todo
aquel aparataje (utillaje), integrado en las instalaciones, destinado a facilitar el correcto
manejo de los animales (silos de pienso, comederos, bebederos, mangas de manejo,
sistemas auxiliares de refrigeración y/o calefacción, etc.). Aunque las características de las
edificaciones dependen del número y tipo de animales que alojen, en su construcción
siempre se tendrá en cuenta, como mínimo, los siguientes aspectos: a) la localización de
cada nave en el contexto global de las edificaciones de la granja con objeto de minimizar y
facilitar el trasiego de animales dentro y entre naves, b) el volumen y, especialmente, la
superficie construida total y útil para los animales, que junto al tipo de suelo, el tamaño de
los grupos y al distribución del utillaje, ha de constituir la base para el control físico y social
de los animales y c) las características propias del edificio que han de permitir el control
climático del espacio interior. Entre estas características son especialmente importantes: i)
el grado de aislamiento térmico que proporcionan suelos, paredes, cubierta, puertas y
ventanas, ii) el sistema de ventilación elegida y sus mecanismos de control y iii) los
posibles sistemas de refrigeración y/o calefacción que se puedan instalar.
Las instalaciones deben cumplir ciertas condiciones básicas con el fin de facilitar los
procesos necesarios en la explotación porcina.
- El lugar elegido para la construcción de los corrales debe ser alto, seco, soleado,
aireado y con un declive apropiado que permita el ligero drenaje del agua.
3.2. Naves
Conforman las paredes exteriores de la nave y por lo tanto tendrán una cara interna y otra
externa. Los materiales adecuados para la construcción de los muros son muy variados. El
uso de uno u otro dependerá esencialmente de su disponibilidad, precio, necesidades
de aislamiento, etc. libre ( Jerina E, 2015)
En términos generales, el ladrillo es uno de los mejores materiales que se puede utilizar,
pero suele ser caro. La chapa ondulada galvanizada se emplea poco en construcciones fijas,
debido a su escasa calidad como aislante: en verano es muy calurosa y en invierno muy fría.
Sin embargo, tiene la ventaja de ser un material excepcionalmente fuerte y de larga
duración, lo cual la hace apropiada para los cobertizos de las cerdas al aire libre.
Los bloques de hormigón hueco son muy populares porque son resistentes,
permiten una construcción relativamente fácil, son de gran duración y requieren
poco mantenimiento. Son más resistentes que la madera, pero menos que el
ladrillo.
Con frecuencia se ha utilizado la madera por ser el material más barato y que permite
construir porquerizas rápidamente y con gran facilidad. La madera tiene una duración
relativamente corta, pero con un buen mantenimiento periódico puede resistir de
lo a 15 años.
3.2.1. Los pisos
Ofrece opciones de diseño específicas, tanto para cerdas como para lechones. Los pisos
para cerdas soportan perfectamente el peso de estas y tienen espacios antideslizantes,
que evitan resbalones. Por lo contrario, los pisos de lechones son de construcción más
liviana y permiten una buena evacuación de las heces y orina. Además, la orientación y
ancho de sus aperturas también ayudan a la tracción del lechón al amamantar. Estos
pisos se combinan perfectamente con lo que creemos es la mejor fuente de calefacción
para lechones.
Los suelos de rejilla para las cerdas reproductores de los centros de cubrición son
similares a los de ceba (cemento, hierro fundido). Junto con el alojamiento individual
generan una limitación adicional al movimiento, que tiene un efecto reductor sobre la
fertilidad. El reglamento de alojamiento del porcino prescribe que las cerdas deben tener
posibilidades de movimiento por lo menos durante cuatro semanas después del destete.
3.2.5. Puertas
Las puertas son uno de los elementos más delicados de la edificación porque su
construcción deberá ser muy robusta; deben tener unas buenas bisagras y cerrojos
bastante fuertes. No es conveniente utilizar puertas de madera en el pasillo de servida y
en caso de que sea imprescindible su uso deberán estar recubiertas de chapa metálica
que las proteja de los efectos del estiércol líquido de los purines. El material ideal para
las puertas es el metal adecuadamente pintado y protegido.
3.2.6. Corrales
La nave de gestación alberga las cerdas jóvenes desde antes de la cubrición fértil y las
adultas desde el destete hasta unos días antes del parto. El alojamiento puede estar
diferenciado en dos espacios, uno para las cerdas desde el destete hasta finalizar el
primer mes de gestación, una vez constatado el diagnóstico de gestación positivo, (nave
de cubrición-control, 4-6 semanas) y otro para el resto de la gestación (nave de
gestación confirmada, 11-12 semanas)
El sistema convencional recomendable es una jaula que puede ser construida con
madera, hierro o mampostería, sus dimensiones 0.75 m de ancho por 2,20 m de
largo y 0.90 a 1,20 m de alto y dos espacios laterales de 0.45 para los lechones. En
uno de los extremos se ubica el comedero y el bebedero y en el otro una rejilla para la
eliminación de las heces y orina. Con excepción de las jaulas de hierro, los paritorios
deben estar provistos de defensas para la protección de los lechones contra los
aplastamientos ocasionados por las madres.
Estas defensas se construyen con tubos separados del piso y de la pared entre 20 y 25
cm, por este espacio los lechones introducen la cabeza para mamar. Los corrales de
parición poseen además casetas para los lechones, donde se coloca la fuente de calor, el
comedero y el bebedero. Deben tener un pasillo al frente y otro detrás de las jaulas para
realizar labores de cuidado sanitario, alimentación y atención a la cerda y lechones. La
cerda permanece en la jaula se retira del corral y tanto la hembra como los lechones
continúan allí hasta los 21 o 28 días de edad de los lechones, al término de los cuales la
cerda debe ser llevada al corral de gestación y los lechones a los corrales de post destete.
Es conveniente que por lo menos uno de los departamentos de las cerdas disponga de
jaula de partos. El 80% de los lechones de una carnada que mueren antes del destete
lo hacen durante la primera semana, y la mayoría de ellos, aplastados por su propia
madre.
Esto ha motivado el empleo de diferentes métodos de protección de los lechones,
basados en limitar la movilidad de las cerdas. Se han empleado desde barras protectoras
en las paredes hasta jaulas de parto que sólo permiten que la cerda se tumbe y se
levante, pero impide que se pueda dar la vuelta.
En esta instalación ingresan los lechones cuando son separados de la madre, cuando
tienen una edad mínima de 21 días y un máximo de 28 días, con una permanencia de
7 a 9 semanas, la calidad y el confort de esta instalación es imprescindible para lograr
altos rendimientos. Los corrales son rectangulares, y el espacio recomendado es de 0.45
metros cuadrado por cerdo, se recomienda hacer los corrales para alojar de 15 a 20
cerdos, con la densidad recomendada, las medidas ideales son de 2 metros de ancho
por 4.20 metros de largo. Los galpones o galeras deben ser bien ventilados, con techos
altos y con áreas reforestadas, con el fin de dar calidad en el ambiente debido a las altas
densidades de población que se manejan en esta etapa.
3.2.6.4. Corrales de crecimiento-engorde
En las instalaciones de engorde ingresan los cerdos que vienen del área de post-destete
es decir cuando tienen 10 a 11 semanas de edad y cuando han alcanzado un peso de 26 a
30 kg. Los corrales son de concreto, con una pendiente de 5%, para facilitar el lavado de
los corrales, los corrales son rectangulares con una densidad de población de 1 metro
cuadrado por cerdo, alojando un mínimo de 15 cerdos hasta un máximo de 20 cerdos
por corral. Las medidas recomendadas para un corral con estas características es de 3
metros de ancho por 7 metros de largo, incluyendo el área de charca. La charca es una
especie de pileta en la cual el objetivo es que se forme un espejo de agua de 1 metro
por 3 metros con una profundidad media de 12 a 15 centímetros. El objetivo
principal de la charca es que esta sea el área de defecar de los cerdos y por
consiguiente el corral permanezca más limpio, además del ahorro de agua para
lavar, ya que la limpieza de las charcas en el mejor de los casos se hace hasta 3
veces por semana. En las galeras de engorde es imprescindible una excelente
ventilación, así como la calidad del aire, altura de los techos, comederos automáticos y
disponibilidad permanente de agua fresca.
3.2.6.4. 1 Sistema de cama profunda
Preparación del corral para utilizarlo por primera vez con cama profunda: se debe dar
una desinfección rápida, adicionar el material que se va a utilizar como cama y se
introducen los animales, se aplica con una bomba de espalda los microorganismos
benéficos al menos una vez al día, tanto a la cama como a los animales.
Este sistema logra rendimientos hasta 20% superiores que con métodos
tradicionales, además es ecológico y adaptable a las distintas estaciones del año.
Las instalaciones donde se alojan los verracos deberán ser lo más cerca posible del
cuarto o sala de colecta y este a su vez cerca del laboratorio para el procesamiento de las
dosis seminales. Los verracos deberán ser alojados en corrales individuales con espacio
entre 6-9 metros cuadrados. Las divisiones de los corrales son altas mínimo 1.50
metros para evitar que los verracos salten las paredes o divisiones y se pasen al
corral vecino, esto provoca peleas que en algunas ocasiones terminan en la muerte de
uno o los dos sementales. Otra razón de peso para que las divisiones sean altas es para
evitar que los verracos se suban a la pared o división y se masturben. El piso del corral
de los verracos deberá ser bien terminado sin protuberancias o irregularidades que
provoquen lesiones en las patas, las puertas de preferencia de metal, reforzadas y con
seguro para evitar que accidentalmente se habrán. (Castellanos, 2012)
3.2.6.5.1 Sala de Colecta
Esta instalación es considerada como una sub-área del área de Gestación debido a que los
corrales de cuarentena y aclimatación deben estar aislados del área general de la granja
como mínimo a 500 metros. Las instalaciones de cuarentena y aclimatación son corrales
con características similares a los corrales de engorde, instalaciones bien ventiladas,
pendiente del piso de 5%, de preferencia con charca, equipo para que tengan acceso libre
al alimento y disponibilidad de agua fresca en todo momento. El espacio mínimo requerido
para las cerdas en estos corrales es de 1.5 metros cuadrados por animal, los corrales con
capacidad para 8 a 10 cerdas son los más recomendados. (Castellanos, 2012)
Los bebederos son uno de los equipos más importante en la explotación porcina. Los
cerdos son extremadamente susceptibles a los escases de agua, una administración de
agua ineficiente puede ocasionar la disminución en el consumo del alimento y por ende
en la ganancia de peso del animal.
Los cerdos tienen la tendencia a jugar con el agua con el objetivo de suministrarse un
lugar más fresco y es este el motivo del creciente uso de bebederos automáticos que
regulan el paso de líquido evitando su desperdicio pero garantizando la eficiente
administración del mismo.
Es un dispensador automático de agua que se acciona cuando el animal presiona con sus
mandibulas la boquilla. Este sistema puede funcionar a bolilla o por pivote, pero en ambos
casos garantiza el suministro constante de agua limpia y evita el desperdicio de la misma.
Los cerditos aprenden a utilizar este tipo de bebederos observando a la hembra por lo
que es muy importante ofrecerles los bebederos desde el momento de su nacimiento.
También es muy importante adaptar la altura del bebedero de acuerdo a la edad y
tamaño de los cerdos.
Condición Centímetros del suelo
Lechón en lactancia 15
Lechón post destete - -25
Cerdos de crecimiento-engorde 40-50
Reproductores y hembras adultas - - 60
Comederos cerdos
Los comederos para cerdos deben garantizar la eficiente administración del alimento a
los animales. En general existen tres tipos de comedero:
Comedero de canoa:
Estos deben estar hechos de cemento o PVC pegados a la pared a nivel de piso, en la
parte techada y seca. Las superficies deben estar esmaltadas (con dichos comederos hay
que tener un fuerte control sobre el desperdicio )
El espacio requerido en los comederos de canoa varia según con el tamaño del animal
como recomendación general acontinución podemos observar la siguiente tabla.
Tamaño del comedero
Tipo de animal Ancho (cm) Profundidad por cerdo en (cm) Espacio lineal (cm)
Cerda lactante 45 20 45
En este caso al igual que en el anterior el alimento baja de manera automática a medida
que los animales van consumiendo. Consiste en un cilindro invertido con un plato basal
en el que se mantiene una pequeña cantidad de alimento evitando que los animales lo
desperdicien. Es utilizado con frecuencia en explotaciones intensivas y semi - intensivas
donde se requiere ofrecer a los animales el alimento de manera automática. Se utiliza un
comedero por cada 15 lechones.
UNIDAD IV
Cada raza de ganado posee un conjunto de caracteres transmisibles por herencia y esto
constituye su potencial genético o genotipo. Las características que se ven
exteriormente, se llaman fenotipo.
Una vez las cerdas llegan a la pubertad entre los 5 y los 7 meses de edad, el ciclo
estral comienza de una manera regular con una duración promedio de 18-24 días. Los
ciclos estrales se ven interrumpidos o no están presentes en las cerdas prepúberes,
lactantes y con anestro patológico. El ciclo estral se ha dividido para su estudio en
una fase folicular de 5-7 días (proestro y estro) y una fase luteal de 13-15 días
(metaestro y diestro). Durante el estro se presenta la ovulación que varía entre 15-30
folículos, dependiendo de la nutrición, edad y otros factores.
4.1.1. Pubertad
La FSH tiene que mucho que ver en la tasa de la ovulación. Se ha demostrado que las
cerdas con mayor tasa ovulatoria tiene niveles más elevados de FSH en la fase luteal
tardía asociando estos cambios a una mayor cantidad de folículos reclutados (Knox et
al., 2003). Los estudios donde se tratan cerdas con FSH muestran que se incrementa el
número de folículos reclutados pero no la tasa ovulatoria, debido a la falta de LH. Por
esta razón los tratamientos con eCG (contiene FSH y un poco de LH) proveen mejores
resultados e incrementan la tasa de ovulación (Guthrie, 2005).
Primíparas Multíparas
Este fenómeno parece estar relacionado con el balance energético y además puede
prolongar el intervalo destete-ovulación (por casi una semana más comparado con
cerdas multíparas (Van Den Brand et al., 2000).
Los estudios de Lucy et al., (2001) sugieren que lo que altera este intervalo es la dinámica
folicular. Si al momento del destete los folículos están sufriendo atresia, el intervalo se
prolonga hasta que se genere una nueva onda folicular. El estrés, a través del cortisol,
también ha demostrado afectar negativamente el desarrollo folicular e incluso retarda o
inhibe el pico de la LH afectando la ovulación (Turner y Tilbrook, 2006). Al destete los
niveles de cortisol y _ endorfina se incrementan y en cerdas cuyos niveles se mantienen
altos, prolongan el intervalo destete - primer celo (Madej et al., 2005).
4.1.4. Ovulación
Dos a tres días antes de la ovulación, los folículos alcanzan su máxima producción de
estrógenos generando una inhibición de la LH y FSH. En este momento el pool de
folículos es de diferente tamaño (hasta 2mm de diferencia) y con perfiles hormonales
diferentes. Cuando los estrógenos llegan a su máximo nivel, se desencadena el pico de
LH, los eventos asociados con la ovulación y empiezan a disminuir los estrógenos. La
ovulación sucede 30 horas después del pico de LH y el evento ovulatorio per se toma de
1-3 horas (Soede et al., 1998). Los folículos ovulatorios más grandes (3-5) tienen en
promedio 6-8mm y de ellos generalmente se producen los cuerpos luteos de mayor
tamaño. Las alteraciones hormonales al momento de la ovulación tienen un impacto en
la fertilidad de la cerda. Una alteración en la amplitud del pico de LH puede generar
falla de la ovulación y folículos quísticos o alterar la formación de los cuerpos luteos. El
retardo del pico de LH con relación a los niveles de estrógenos también parece afectar la
luteinización y la consecuente supervivencia embrionaria.
La estimulación sexual (feromonal, auditiva, visual y/o táctil) por parte del macho
parece tener un impacto sobre la ovulación. El efecto que más claramente se ha
encontrado es el de la liberación de oxitocina (Figura 2). No se sabe si el efecto es
benéfico o no pero la tasa de partos tiende a ser mayor en cerdas con monta natural que
por IA (Madej et al., 2005).
Figura 1. Efecto de la presencia del macho (boar), o del contacto humano ”fuerte o
débil” (Low AI, High AI) sobre la secreción de oxitocina en cerdas inseminadas
(tomado de Madej et al., 2005).
4.1.5. Estro
La duración del celo varía entre fincas con promedio entre 12 y 60 horas (con
variaciones de 24 a 96 horas). Dicha duración la afecta el tiempo de exposición al
macho durante el estro, el estrés, las altas temperaturas ambientales, paridad de la cerda,
intervalo destete-celo (inverso). El inicio del celo es el que marca el momento de la
ovulación y es de máxima importancia en programas de inseminación artificial (IA). La
ovulación sucede hacia las 2/3 del celo y los programas de IA basan su éxito en detectar
no el celo sino el inicio del mismo y la duración promedio.
La luteólisis sucede hacia los 15 días del ciclo, pero solo hasta el día 12-13 el CL es
sensible a las prostaglandinas (PG). El CL es resistente a la luteolisis antes del día 12
debido a un escaso número de receptores para la PG y por esta razón las PGs no son
utilizadas en sincronización del ciclo en porcinos.
Figura 3. Diagrama que ilustra los eventos endocrinos durante el ciclo estral de la
cerda (Tomado de Laing et al., 1991).
Las hembras que no estén preñadas se deben valorar de mejor manera, evaluando los
ovarios y el útero para detectar patologías y así corregirlas o tomar la decisión sacrificar
la cerda (Kauffold y Althouse, 2007)
4.2 LA CUBRICIÓN
Los objetivos para lograr durante la cubrición son obtener el máximo porcentaje de
concepción y una tasa óptima de ovulación que se traduzca, a posteriori, en un parto con
una prolificidad elevada.
En explotaciones porcinas que realicen la monta natural, donde los machos estén
alojados en el local de las cerdas vacías o que dispongan de machos recelas detectores
de hembras en celo, el uso de compuestos odorantes es poco operativo y práctico, ya
que se dispone de un estímulo suficiente (la presencia del verraco) para conseguir una
tasa de inmovilidad elevada. En cambio, en granjas que utilicen la inseminación
artificial (IA) su empleo puede resultar interesante.
La cerda nulípara futura reproductora exhibe su primer celo, es decir, llega a la pubertad
entre los cinco y siete meses de edad, repitiendo el estro, si no ha habido cubrición
fecundante, cada 21 días (17-25 días). Generalmente en las explotaciones comerciales no
se cubre a la cerda por primera vez hasta el segundo o tercer celo (dejando pasar
deliberadamente el primero o celo púber), cuando el animal tiene 7-8 meses de edad y
105-120 kg de peso, edad y peso a los cuales la futura reproductora ha alcanzado un
desarrollo anatómico y fisiológico tal que pueda llevar a cabo su primera gestación
satisfactoriamente sin peligro para ella ni para la futura camada.
Sin embargo, hay cerdas nulíparas que por diversas causas atrasan su pubertad y con
ello la edad de su primera cubrición, y hembras adultas cuyo intervalo destete -
cubrición fecundante se alarga demasiado (sobre todo en cerdas primíparas). En ambos
casos se generan en la explotación pérdidas económicas estimables al estar los animales
«comiendo y no produciendo».
La inducción del celo en cerdas nulíparas es posible lograrlo con medios naturales o
artificiales, los medios naturales más utilizados se basan en provocar un estrés a los
animales mediante transporte. Traslado, mezclado de cerdos, ayuno etc. combinando o
no con un estímulo sexual posterior generado para el efecto de las feromonas
producidas por un verraco maduro
La respuesta al «efecto verraco» depende de la edad y peso de la cerda en el momento
del comienzo del estímulo, es decir, en esencia, es función del grado de desarrollo de
los ovarios y del útero. En este sentido, algunas experiencias han demostrado que
cuando se incrementa la edad-peso de la cerda al iniciarse el estímulo el intervalo
principio del estímulo - pubertad disminuye y viceversa, existiendo una edad-peso
umbral por debajo de la cual el «efecto macho» es poco efectivo.
Con objeto de conseguir una respuesta de la cerda rápida y positiva se aconseja que:
- El estímulo sea diario, de modo que el contacto directo macho -hembra sea de
15-20 minutos. Se evita así la posible habituación de las cerdas al verraco.
Se hacían pasar a grupos de cerdas nulíparas por cuatro parques sucesivos donde se
encontraban dos verracos hermanados. El tiempo de permanencia de los grupos de
cerdas en cada parque era de un día.
Una forma de operar bastante frecuente consiste en aplicar una inyección de 750 U.I.
(unidades internacionales) de PMSG seguida, tres días más tarde de otra de 500 U.I. de
HCG. La ovulación acontece de 40 a .45 horas después de la administración de la
inyección de HCG
Los resultados que se obtienen, cuando la aplicación del tratamiento' se efectúa en la
fase foliculínica del ciclo estral son aceptables (tasa de concepción entre 70-80 %)
incrementándose significativamente conforme aumenta la edad de la cerda.
Se considera como el principio del celo el momento en que aparece por primera vez el
«reflejo de inmovilidad» ante el verraco, habiéndose de tener en cuenta que este reflejo
ante el hombre se manifiesta algunas horas más tarde.
La ovulación se produce 32-36 horas después del comienzo del estro adelantándose
2-3 horas en las cerdas nulíparas. El proceso dura unas seis horas y el tiempo de
supervivencia de los óvulos es de ocho a doce horas.
De acuerdo con estos datos resulta fácil inferir que el momento más adecuado
- Detectar los celos por la mañana y por la tarde (cada doce horas) mediante
un verraco recelador.
- Efectuar monta doble en los intervalos 12-24 horas y 24-36 horas después
de la detección del estro.
Así, por ejemplo, una cerda que salga en celo por la tarde deberá ser montada al día
siguiente por la mañana y por la tarde, procurando que el intervalo entre saltos sea
alrededor de doce horas. Operando así, la posibilidad de cubrir a la reproductora en el
momento adecuado será elevada.
Se admite que con una monta doble o triple se incrementa la fertilidad cuando se coteja
con la monta simple a un solo salto, obteniéndose además cierta mejora cuando la
monta doble o triple es realizada por machos diferentes. Esta creencia, bastante
generalizada, no siempre se cumple si tenemos en cuenta los resultados de experiencias
recientes, ya que la tasa de concepción parece estar más ligada, al menos en cerdas
multíparas, al calendarios de servicios que a su número y al número de verracos
utilizados en la monta. También se ha señalado que el número de saltos y el número de
machos tienen poca influencia sobre la prolificidad.
La monta con triple salto nos parece poco útil, por lo que pudiera complicar el manejo.
Si se hace, es aconsejable, en el caso de que intervengan dos verracos distintos, que el
primero y el tercero sean efectuados por el mismo macho.
Durante el período de servicio la cerda se puede alojar individualmente (en jaula para
atar mediante collar o cinturón pectoral o en jaula para enclaustrar donde se
desenvuelve libre en un espacio reducido) o en corrales colectivo. Se dispone en la
actualidad de poca documentación científica que compare rendimientos reproductivos
según la modalidad de alojamiento durante esta fase. Algunos autores han señalado que
el agrupamiento de cerdas después del destete está relacionado con un retorno más
consistente al celo, menor problemática de concepción, y aparentemente con un
intervalo destete - cubrición fecundante más corto. La formación de grupos de 4-5
cerdas es una buena solución con ello se reducen costes respecto al alojamiento
individual y se facilita la detección del estro por parte del cuidador.
En cualquier caso, el contacto físico diario con un macho adulto durante este período
mejora ostensiblemente la tasa de concepción y el intervalo destete - cubrición. Un
trabajo de Hemswort et al, (1982), realizado en este sentido, demostró que los mejores
resultados respondían a la serie:
Las condiciones ambientales del alojamiento son donde se efectúa la cubrición también
incluyen en la tasa de concepción y en la duración del intervalo destete - cubrición fértil.
Por otra parte, también los destetes tardíos pueden alargar el intervalo y disminuir la
prolíficidad en el parto siguiente cuando la cerda llegue al destete con una baja
condición corporal, como consecuencia más probable de haber amamantado a una
camada numerosa.
Cuando se practican destetes entre las tres y seis semanas parece que afectan poco la
duración del intervalo. Por ello, a nivel de explotación, sin alterarse prácticamente los
resultados de cubrición, el porcinocultor dispone de una variada gama de edades al
destete que libremente pueden elegir. Sin embargo, la edad al destete tiene una
repercusión decisiva en la productividad numérica de la cerda, es decir, en el número de
lechones destetados por reproductora y año.
El destete precoz, aunque puede alargar algo el intervalo destete cubrición y disminuye
ligeramente la prolificidad del parto siguiente aumenta, sin embargo, el número de
partos por cerda y año.
Cuando se desteta tarde ocurre algo parecido, pero en este caso se disminuye el número
de partos por cerda y año, con la que la productividad numérica disminuye
inexorablemente consecuentemente el destete tardío hay que desecharlo salvo en los
casos en que la explotación no disponga de un local adecuado para lechones.
Según los resultados de los últimos años del programa de gestión francés de
reproductoras (GTTT), la máxima productividad numérica se obtiene cuando el destete
se realiza entre tres y cuatro semanas.
- Temperatura: 18-22° C.
- Duración de la iluminación: 10 – l6 horas « Intensidad de iluminación: > 30 lux
8) En la explotación, los machos reciben el mismo pienso que las cerdas vacías y
gestantes una ración de 2,6 a 3,2_kg. diarios con 3000 Kcal. de ED y un 12-14% de
proteína bruta (PB) ((según el peso del varraco, nivel de utilización del animal y
temperatura ambiente) en una o dos tomas después de la monta parece lo más
recomendable, procurando que el programa de alimentación del verraco observe la
inclusión en el pienso de los aminoácidos esenciales y la aplicación de choques
vitamínicos (A. B3, E, B Y C) en los cambios de estación.
Una de las desventajas es que puede requerir un nivel de manejo más alto que en
monta natural. En la inseminación artificial existe mayor oportunidad de que
ocurran errores humanos que con la monta natural. Cuando un padrillo monta a
la hembra, el semen no está expuesto a grandes cambios ambientales, y
generalmente es depositado en la hembra más de una vez, durante un período
que comprende el momento óptimo para la fertilización. En contraste, es
probable que mientras se colecta, diluye y transporte el semen ocurran cambios
ambientales y que el momento en que se realice la siembra no sea elegido
correctamente en relación con el momento en que se produce la ovulación por
ello para obtener una alta tasa de concepción y camadas numerosas, la detección
del estro (chequeo del celo) debe ser hecho cuidadosamente y sin fallas.
Decisión empresarial.
• Problema técnico
• Organización de futuro
- I.A en granja
- I.A en centro comercializador de dosis seminales (C.I.A.)
Bioseguridad y gestión
A nivel de C.I.A.
• Utilizar materiales desechables
A nivel de campo
3. Enjuagado con agua destilada para arrastrar los restos de agua normal y
con ella los restos de sales v minerales que podrían quedar después de
someterlos a la temperatura de esterilización.
Hay que tener en cuenta el comportamiento sexual natural del verraco ante la hembra
que de forma general va precedido por olfateos y golpes de hocico en los flancos y parte
posterior produciéndose finalmente el salto.
Un verraco puede comenzar a ser entrenado a partir de los 6-7 meses de edad, y los
verracos adultos que ya han sido utilizados para la monta natural no presentan
ningún
inconveniente para someterles a entrenamiento. Es conveniente que los verracos
estén alojados individualmente, puesto que si están agrupados resulta más laborioso su
aprendizaje.
El potro debe estar impregnado de olores que estimulen el libido del animal rociándose
para ello con orina de cerda en celo o semen de otro verraco. El operador debe realizar
movimientos de vaivén con el maniquí para posteriormente mantenerlo inmóvil,
representando la inmovilización de la hembra en celo: si las circunstancias lo requieren
se podrá imitar el gruñido de la cerda durante el entrenamiento o hablarle para llamar su
atención acercándole al hocico un recipiente contenido semen de otro verraco para
estimularlo y atraerlo al potro, colocando a continuación el recipiente sobre el maniquí
para forzarle a montar si quiere alcanzarlo, esta operación se puede realizar también con
pienso. Las sesiones no deben ser excesivamente largas con una duración de 15 minutos
aproximadamente y deben realizarse todos los días por la mañana y por la tarde.
Una vez conseguido que el verraco salte sobre el maniquí, esta conseguido lo más
difícil, lo que resta es habituarlo al potro durante 2 semanas con intervalos de 3-4 días
entre recogidas. Terminando este periodo se entrará en un sistema más adecuado de
ritmos de recogidas seminales de acuerdo con su concentración espermática;
concentraciones de las que se obtengan de 12-15 dosis: 1 vez por semana,
concentraciones superiores: 2 veces por semana.
Cuando los verracos están habituados a saltar sobre el potro la extracción del semen se debe
realizar en un potro fijo en la sala de recolección, ya que es mucho más higiénico y el
animal no corre riesgo de caídas o lesiones con potros más inestables acostumbrándose
al área de recolección; sin embargo esto dependerá de las condiciones propias de la
explotación o centro de I.A. Todo el material que vaya a recibir y estar en contacto con
el semen debe guardar dos condiciones indispensables:
Cuando el animal está sobre el potro, se debe realizar un vaciado de la bolsa prepucial,
presionando la misma para eliminar los restos de orina que hubiere. Cuando el verraco
asome la punta del pene esta se sujeta situando la mano de tal forma que los dedos
queden al borde de la espiral del glande o “tirabuzón” del pene, sin ejercer una gran
presión y traccionándolo con suavidad hasta lograr su total amplexación, de esta forma
se mantiene horizontalmente procurando que el eyaculado caiga sobre el recipiente
manteniéndose así durante toda la eyaculación.
Durante todo el eyaculado, sobre todo en la primera y tercera fase se expulsan unos
grumos gelatinosos conocidos vulgarmente como tapiocas procedentes de las glándulas
de Cowper que actúan como tapón para el cervix de la cerda en condiciones de monta
natural. Este gel o tapioca no interesa recogerlo ya que provoca la gelificación del
líquido seminal y debe filtrarse a través de la gasa situada en el vaso de recogida.
Cuando el semen llegue al laboratorio el recipiente del eyaculado debe ser situado
dentro del baño de María a una temperatura de 37°C donde también estará el diluyente
de conservación. Los controles que se deben realizar son:
4.3.9.1. VOLUMEN DEL EYACULADO (FRACCIÓN RICA).
De color blanco cremoso. Se pueden apreciar otras coloraciones como las rosáceas o
beige, que pueden ser debidas a posibles infecciones o hemorragias internas del área
genital.
4.3.9.3. OLOR
4.3.9.4 pH
Roberts (1971) señala que el pH en el verraco varía de 7 a 7.8 con una media de 7.4
(ligeramente alcalino). La medición del pH se realizará con un peachímetro o con cinta de
azul de bromotimol, siendo más preciso el primero. Generalmente cuando exista una
afección inflamatoria de las glándulas accesorias hay una elevación del pH. El semen con
un pH alcalino resulta con escasa posibilidad fecundante.
4.3.9.5. MOTILIDAD
Su procedimiento es el siguiente:
Una vez realizado este cálculo se añade el eyaculado sobre el volumen de diluyente a
37°C necesario para obtener el número de dosis posibles de 100 cc y concentración de
9
3x10 cada una. Antes de mezclar se debe comprobar que no exista diferencia de
temperatura entre semen y diluyente; lo cual se facilita si durante todo el procedimiento
de contrastación se mantienen dentro del baño de María a 37°C, tanto el semen como el
diluyente.
Una vez que la calidad del semen ha sido evaluada y se le ha considerado apta para la
I.A., conociendo su concentración por mm³ pasamos a calcular el número de dosis que
se pueden obtener de ese eyaculado.
Podemos considerar que !a dosis mínima recomendada tiene una concentración de 2x10
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espermatozoides, sin embargo la de uso más corriente es de 3x10 espermatozoides para semen
de buena calidad espermática, es decir que tenga niveles bajos de morfoanomalías y otras
alteraciones.
Cálculo de la dosis
( A) *10000 *1000 * (V )
N de dosis (N ) =
o
3000000
Forma simplificada
N = (A)*(V)
300
(V)=volumen del eyaculado en cc
(A)= Espermatozoides contados en 40 cuadrados
- El material que entre en contacto con el semen debe estar previamente limpio y
esterilizado, sin residuos químicos.
- Utilizar agua destilada contrastada, que no esté alterada bioquímica ni
microbiológicamente.
- Utilizar diluyente de larga conservación.
- Recoger exclusivamente la fracción espermática o rica del eyaculado; para
reducir las sales que se encuentran en el plasma seminal.
- Diluir en un periodo inferior a 15 minutos desde la recogida del semen, entre 1:10 y
1:20 semen:diluyente; (grado de dilución optimo 1:10) a 37 °C. Concentración
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mínima por dosis 2x10 espermatozoides en 100 cc y máxima de 8x10
espermatozoides en 100 cc.
- Descender lentamente la temperatura de 37°C a 15 °C (durante 3-5 horas) si la
temperatura ambiente del laboratorio se mantiene entre 20-25 °C.
- Conservar en anaerobiosis a 15 °C; por lo que no se debe dejar en las botellas un
espacio de aire superior al 20% del volumen de la botella.
- No exponer durante periodos largos de tiempo a la luz directa.
Ejemplo:
N° de verraco
Raza
Fecha de caducidad
Si las dosis de semen van a ser almacenadas para su uso posterior o van a ser
transportadas, a estas se les debe descender la temperatura a 15°C lo más gradualmente
posible (3 horas mínimo) para almacenarse en la estufa de conservación a 15°C.
Para permitir la acción correcta de los componentes del diluyente sobre los
espermatozoides. Está indicada la utilización del agua destilada y no así el uso de
cualquier otro tipo de agua que contenga minerales en su composición.
- El semen almacenado debe ser rotado (mezclado) suavemente cada 12 horas con
el objeto de mantener a los espermatozoides en suspensión con el diluyente.
- Las dosis seminales almacenadas antes de ser utilizadas deben ser observadas
con el microscopio (motilidad) para comprobar si guardan la suficiente
viabilidad para ser utilizadas.
Antes de mezclar los eyaculados realizar una dilución previa 1:10 (semen/diluyente)
mantenerlo 1/2 hora a temperatura ambiente y posteriormente realizar la mezcla de los
eyaculados prediluidos (Martín Rillo y col. 1998)
En la base de la vagina, se
encuentra la plica uretral, por
lo que a la hora de inseminar,
tendremos que introducir el
catéter inclinado señalando al
techo de la vagina, para no
introducirlo por la uretra, en
cuyo caso, saldría orina por el
catéter y lo desecharíamos. Una
vez salvada la plica, colocamos
el catéter horizontal y lo
introducimos realizando giros hacia la izquierda, hasta que quede enganchado en el cuello
del útero, lo que comprobamos tirando ligeramente hacia afuera. Una vez fijo el catéter se
introduce la dosis seminal lentamente, debiendo tardar por lo menos 5 minutos en ello.
La aplicación del semen tiene que simular en lo posible, la monta natural del verraco,
así se ha demostrado que la estimulación del cérvix ayuda de alguna forma la descarga
preovulatoria de la hormona luteinizante (LH), ayudando a que se produzca en menos
tiempo la ovulación, lo cual es importante a la hora del porcentaje de fertilidad final.
Por esta razón, es conveniente introducir el catéter de inseminación y dejado puesto 2-3
minutos antes de la aplicación del semen que ha de introducirse lentamente de 3 a 5
minutos.
Hay que tener en cuenta que en la monta natural, la última fracción del eyacúlalo, esta
constituida por el gel o tapioca, cuya misión es formar un tapón en el cuello del útero para
evitar el reflujo del semen. En la LA., al no haber tapioca, es necesario introducir el semen
lentamente evitando que refluya parte de la dosis. De igual forma, al ser 37 O( la tem-
peratura corporal, si antes de la dosis seminal introducimos unos 10 mI. de diluyente
solo a 42 O(, provocamos una estimulación de las contracciones uterinas cuyo resultado
es la mejor aceptación del semen cuando inseminamos a 37°C. Todo esto, también se
favorece si la inseminación la realizamos en presencia de un verraco, para ayudar a la
estimulación de la cerda.
Técnica rápida:
4.4. LA GESTACIÓN
4.4.1 Periodos
4.4.1.1 Concepción
4.4.1.2 Anidación
Los embriones de la punta de uno de los cuernos pueden migrar hacia el cuerno opuesto
mezclándose unos con otros entre los días 9 y 12 de gestación. Al finalizar la migración
se colocan en forma equidistante a lo largo de la cavidad uterina permitiendo utilizar
mejor la superficie endometrial y asegurar la supervivencia embrionaria. Si a los 12 días
de la gestación, los embriones ocupan solo un cuerno uterino o sólo la mitad de ambos
la preñez no se establece y la cerda retornará al celo. Es necesario para que continúe la
gestación que tenga ocupado el 70 % de la matriz.
La implantación embrionaria o unión del embrión a la pared uterina se inicia 12-13 días
después del coito, siendo un proceso gradual y lento que culmina, aproximadamente, un
mes después de la cubrición fértil. Se necesita de un mínimo de embriones implantados
para que la gestación continué. Si se implanta sólo uno o dos la gravidez no se establece
y la reproductora repite celo 25-30 días después.
Parece que se requieren como mínimo cuatro cuerpos lúteos funcionales para que la
gestación prosiga. La concentración de progesterona es máxima a las dos semanas de
gestación para ir disminuyendo después progresivamente hasta el parto.
El organismo de la cerda debe recibir alguna señal del embrión para evitar la regresión del
cuerpo lúteo y la reanudación del ciclo. El mismo emite esta señal hacia el día 21 de
gestación mediante la secreción de sustancias luteotrópicas. Luego de que la cerda
“reconoce su preñez”, al quitar algunos o todos los embriones ésta no interrumpe la
gestación, lo que explica los casos en que las hembras llegan a la fecha y no paren. Desde la
implantación hasta que la placenta empieza a funcionar, el embrión, se nutre de la “leche
uterina”, producida por las depresiones de la mucosa endometrial. Luego de la fase
embrionaria, que va hasta el día 35, se inicia el período fetal, durante el cual tiene lugar el
desarrollo de los tejidos y órganos. Un equilibrio hormonal es estrictamente necesario. La
progesterona, producida por el cuerpo lúteo, es indispensable para el mantenimiento de la
gestación. Influencia del nivel alimenticio, durante la gestación Sobre la supervivencia
embrionaria y el nivel de progesterona en plasma.
Los estrógenos producidos por los fetos y la placenta van aumentando su concentración
conforme avanza la preñez para así ir sensibilizando y preparando a la mucosa uterina
para el parto.
Así pues, a priori, la solución ideal puede ser, después de una convivencia en grupo
desde el destete hasta la cubrición, inmediatamente después del salto llevar a la cerda a
la jaula para no perjudicar la implantación embrionaria.
Durante esta fase se controlarían las posibles repeticiones de celo mediante un macho
recela dócil y tranquilo que anduviese suelto por la granja. Un mes y medio antes del
parto las cerdas podrían pasar a corrales colectivos, con alimentación individualizada
donde pudieran hacer ejercicio. Evidentemente esta fórmula de alojamiento ideal
encarece el coste de la plaza. En algunos casos puntuales: cuando el coste del suelo es
barato, cuando es posible abaratar la obra civil o el producto final es altamente
cualitativo esta solución puede ser factible. Nosotros la hemos visto frecuentemente en
explotaciones de selección y multiplicación.
4.4.2.2 Alimentación
Aportes elevados de energía en los días posteriores a la monta, es decir durante la fase
de desarrollo inicial del embrión que coincide con la migración-preimplantación de los
cigotos, se produce un incremento en la mortalidad embrionaria que se traduce en una
disminución final del tamaño de la camada. Una alimentación abundante durante las dos
primeras semanas de gestación puede derivar en que se reabsorben del 20 al 50 % los
embriones. Por eso en la práctica se sugiere un sistema de racionamiento en elevar la
ingesta de energía antes de la cubrición y reducirla después a los niveles iniciales o
incluso inferiores durante 10-12 días después del salto.
Posteriormente durante la base de implantación embrionaria la cerda es bastante
sensible a diferencias nutritivas, recomendándose ya niveles de alimentación normales
(de 2 a 2.5 kg de pienso con 2.900-3.000 kcal de EM/kg). En la fase fetal que se inicia
hacia la quinta semana después de la fecundación de los óvulos, las necesidades
energéticas de la cerda gestante dependen de su peso vivo, del número de fetos que han
de desarrollar y del aumento de peso que experimenta durante la preñez. Se considera
que los gastos diarios de mantenimiento durante la gestación son similares a los de la
cerda vacía, estimándose en 100-105 kcal de energía metabolizable (EM) por kg de
peso metabólico (peso vivo del animal elevado a 0,75).
Por otra parte, el valor energético del contenido uterino (considerado como tal a la suma
del valor de los fetos, del aumento de peso del útero, de la placenta y de los líquidos
fetales) es de 1300 kcal por kg de lechón producido al nacimiento. De esta cifra,
aproximadamente el 72 % corresponde a los fetos, el 20% al incremento potencial de
útero y el 8 % a las envolturas fetales y líquido, siendo la eficiencia de utilización de la
EM en la síntesis del contenido uterino de un 48%.
Se recomienda un aporte energético diario entre 7.000 y 8.000 kcal de energía digestible
(ED) procurando incrementar la ración en el último mes de gestación según veamos la
condición corporal de la reproductora. Ello equivale a 2.3-2,6 kg de pienso de 3.000
kcal de ED/kg.
El porcentaje mínimo de proteína de la ración para cerdas gestantes es de 12-14 %.
Cuando el nivel proteico disminuye excesivamente, se puede afectar negativamente a la
prolificidad.
- Limpiar diariamente los corrales y/o las rejillas ubicadas detrás de la cerda
cuando se aloja en jaula (con pala en seco o con manguera a presión.
- Vaciar frecuentemente las fosas de deyecciones.
- Limpiar, en los casos que sea necesario, los comederos y bebederos, jaulas y
utillaje.
- Desinsectar utilizando aparatos eléctricos y tiras de vapona. Es muy útil aplicar
malathion diluido en fumigación mediante mochilas de espalda en las primeras
horas del día, procurando rociar bien animal, suelo, paredes y techo. La
colocación de mallas metálicas o de plástico en las ventanas disminuyen la carga
de insectos en el interior de la nave.
- Desratizar y desratonizar periódicamente. Recordamos que los raticidas son
pocos eficaces contra ratones.
- Los estrógenos: comienzan a aumentar tres semanas antes del parto para
alcanzar sus valores máximos unos días antes del mismo. Su origen es probable
que sea placentario, ya que la ovariectomía no evita el aumento indicado. Su
función es provocar el crecimiento de la capa intermedia de la pared del útero
(miometrio) y la síntesis de una proteína muscular: la actiomiosina, para
favorecer con ello la contractibilidad uterina y sensibilizar las paredes del útero
a la acción de la oxitocina.
Desde el punto de vista didáctico, al parto se le suele dividir en tres estadios o fases:
- Fase preparatoria.
- Fase de expulsión de los fetos.
- Fase de expulsión de la placenta.
Una fase preparatoria, normal tiene una duración entre dos y quince horas. Durante ella
se dan los signos precursores del parto; a saber:
- El estado hormonal de la cerda durante esta fase se caracteriza por una caída de
la concentración de progesterona plasmática, una elevación de la concentración
de estrógenos y la liberación de relaxina y oxitocina al final de esta. Se inician
las contracciones rítmicas de los músculos circulares y longitudinales del útero,
al principio irregulares y breves, y después más regulares y coordinadas.