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27/7/23, 19:14 C., M. B. c. Google Inc. Google Argentina s/hábeas data (art.

43, CN)

Autos: C., M. B. c. Google Inc. Google Argentina s/hábeas data (art. 43, CN)
País: Argentina
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal - Sala I
Fecha: 07-07-2022
Publicación: El Derecho - Diario, Tomo 298
Cita Digital: ED-MMMDXVI-803

Sumario

1. Procede confirmar la resolución apelada que denegó la acción de hábeas data de la accionante
contra la demandada a fin de que se ordene la supresión de sus archivos, registros, alojamiento en
su website, bases o bancos de datos de la información falsa relativa a su persona, en virtud de lo
dispuesto en el art. 5 y concordantes de la ley 25.326, pues lo solicitado implica un juicio de valor
preliminar sobre la falsedad o veracidad de lo que la peticionaria objeta, lo que excede el limitado
marco cognitivo cautelar, pues los elementos aportados a la causa resultaban insuficientes para
admitir la medida. Ello así, sin desconocer las implicancias profesionales de los comentarios u
opiniones en las redes sociales, no puede significar en esta etapa que deba cercenarse la libertad de
expresión de quien lo publicó, a lo que se añade el interés del resto de la sociedad en acceder a la
información en caso de que sea cierta.

2. Corresponde denegar la acción de hábeas data de la accionante contra un “buscador” a fin de que
se ordene la supresión de sus archivos, registros, alojamiento en su website, bases o bancos de datos
de la información falsa relativa a su persona, en virtud de lo dispuesto en el art. 5 y concordantes
de la ley 25.326, pues la actora sustenta el menoscabo de sus derechos personalísimos en el carácter
falso de las afirmaciones de la publicación, sin embargo, no dirigió su pretensión contra su autor y
titular del blog –precisamente identificado–, con quien está en mejores condiciones de debatir la
veracidad o falsedad del contenido.

3. En armonía con lo establecido en los arts. 14 y 32 de la CN y en la ley 26.032, la Corte Suprema de


Justicia de la Nación ha considerado que la actividad desplegada a través de un blog está amparada
por la libertad de expresión.

4. Sin desconocer la afectación que en el ánimo de la actora pueda producir la publicación de los
comentarios descriptos, tampoco se puede soslayar que la eventual ilegalidad del contenido no
surge manifiesta. Se trata de expresiones que no están relacionadas con su vida privada o esfera de
la intimidad sino con una posible afectación del derecho al honor que ampara a las personas frente a
expresiones o mensajes que la hagan desmerecedora en la consideración ajena al ir en su descrédito
y la intromisión ilegítima en ese derecho exige la falta de veracidad o exactitud de la información
que se divulga.

5. Debe recordarse la importancia que se ha atribuido a la identificación de los responsables o titulares


de un blog que contiene expresiones que se consideran falsas e injuriantes, habida cuenta del
carácter de intermediario que facilitaría la plataforma del blog y su acceso a través del “buscador”
de la destinataria de la medida cautelar que consiste en el bloqueo de enlaces o la eliminación del
blog. M.A.R.

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal - Sala I

Buenos Aires, 7 de julio de 2022

Y Visto:

El recurso de apelación interpuesto por la actora el 2-5-2022, fundado el 5-5-2022 contra la resolución
dictada el 27-4-2022, y

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Considerando:

1. La actora inició una acción de hábeas data contra Google Inc. y Google Argentina SRL a fin de que se
ordene la supresión de sus archivos, registros, alojamiento en su website, bases o bancos de datos de la
información falsa relativa a su persona, en virtud de lo dispuesto en el art. 5 y concordantes de la ley
25.326. Además, solicitó que se ordenara cautelarmente a las demandadas el bloqueo provisional del
archivo https://ceciudadaniaseuropeas2020.blogspot.com/2021/11/b...-c...-estafa.html al colocar su
nombre en el buscador en los términos del art. 38 inc. 4) de la ley 25.326 (cfr. punto III del escrito inicial).

Expuso que desde hace veinte años ejerce la profesión de abogada, habiendo sido convocada por distintos
programas de televisión para tratar temas jurídicos. Relató que conoció a través de Facebook a P.J.S.,
quien se identificaba como abogado especialista en “derecho deportivo” y en la tramitación de
ciudadanías europeas, con el que en 2020 comenzó una relación comercial y sentimental hasta octubre de
2021 cuando fue detenido por extorsión y estafa. Explicó que en el marco del trámite de ciudadanías
europeas, P.J.S. estafó a varios clientes, inclusive a sus familiares y amigos e identificó la causa en trámite
ante el juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 31. Alegó que fue utilizada “por un narcisista
manipulador” que usó su “imagen positiva y pública para obtener clientes”, que la involucró en “las
estafas de ciudadanía que hoy peleo en sede penal para despegarme de él” y que se ha presentado como
querellante ante las falsificaciones que hizo de su firma en la causa que indicó, que también tramita ante
el juzgado mencionado. Dijo que estando detenido y al disponer de un teléfono celular, comenzó a realizar
publicaciones en sus redes sociales y a enviar correos electrónicos a sus clientes –colocándola en copia–
tildándola de estafadora. Señaló que P.J.S. es el titular de la página web
www.ceciudadaniaseuropeas.com, como surge de la información de www.cdmon.com y que formuló el
reclamo vía web y por carta documento a Google sin resultado favorable.

Sobre esa base, alegó que su buen nombre y honor han sido mancillados por la actividad del buscador
www.google.com.ar, que sugiere en sus búsquedas información falsa relativa a su persona. Agregó que si no
fuera por ello, “la potencialidad del daño sería mucho menor”. Puso énfasis en el perjuicio personal y
profesional que la difusión de aquélla le ocasiona y en la falta de consentimiento para el tratamiento del
dato personal protegido por la ley 25.326 que es su nombre.

2. La resolución apelada desestimó la medida requerida.

El magistrado inicialmente ponderó los alcances del derecho a la libertad de expresión y destacó que la
sola manifestación sobre la falsedad de lo publicado, resultaba insuficiente para tener por acreditado el
mencionado requisito de la manera requerida para acceder a una cautelar que impida la libre expresión.
También tuvo en cuenta que la peticionaria tiene el derecho equivalente de ejercerla y la posibilidad de
reclamar un resarcimiento por la vía pertinente, si cree que le corresponde. En ese entendimiento, estimó
que lo solicitado implica un juicio de valor preliminar sobre la falsedad o veracidad de lo que la
peticionaria objeta, lo que excede el limitado marco cognitivo cautelar. Consideró que los elementos
aportados a la causa resultaban insuficientes para admitir la medida. Sin desconocer las implicancias
profesionales de los comentarios u opiniones en las redes sociales, juzgó que no podía implicar en esta
etapa que deba cercenarse la libertad de expresión de quien lo publicó, a lo que se añade el interés del
resto de la sociedad en acceder a la información en caso de que sea cierta. Distinguió la situación de autos
de la de artistas y modelos cuyos nombres o imágenes eran empleados en sitios de contenido sexual,
valoró que la actora había identificado y denunciado al responsable del sitio y/o creador del contenido y
que la restricción solicitada recaía sobre el servicio de quien sólo otorgaría la plataforma para operar a
aquél.

3. La actora se agravia de lo decidido. Alega que las pruebas aportadas relativas su carrera profesional, al
procesamiento de P.J.S. y a la existencia de la página web de propiedad de éste resultan suficientes para
admitir la medida precautoria. Destaca que “no se trata de suprimir una noticia real de un medio como La
Nación, Infobae…” sino de la supresión de los buscadores de una publicación de un delincuente que la
difama.

Pone énfasis en la falsedad del contenido de la publicación y señala que no hay fuentes periodísticas que
reflejen lo que se afirma en el blog, ni denuncias en sede penal de P.J.S. referidas a su persona. Interpreta
que la resolución privilegia la libertad de expresión por sobre sus derechos personalísimos y cita
jurisprudencia en apoyo de su postura.

Sostiene que es discriminatorio que su situación no sea equiparable a la de artistas y modelos, porque a
ellas se las deshonra “con lo que tienen en juego, su cuerpo” y en su caso, “denigrándome en mi plano
profesional”.

4. En primer lugar, la medida cautelar solicitada importa un anticipo de jurisdicción favorable respecto del
fallo final de la causa y justifica una mayor prudencia en la apreciación de los recaudos que hacen a su
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admisión (cfr. Corte Suprema, Fallos 316:1883, 318:2431, 319:1069, 321:695, 325:2347 y 331:466).

La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha considerado, en armonía con lo establecido en los arts. 14 y
32 de la Constitución Nacional y en la ley 26.032, que la actividad desplegada a través de un blog está
amparada por la libertad de expresión (cfr. “Sujarchuk, Ariel Bernardo c/ Warley, Jorge Alberto s/ daños y
perjuicios” S.755. XLVI, del 1-8-13).

El bloqueo provisional que se persigue como resultado de búsqueda al introducir el nombre de la actora de
https://ceciudadaniaseuropeas2020.blogspot.com/2021/11/b...c...estafa.html, corresponde a un blog
cuyo titular ha sido individualizado por la peticionaria (ver captura de pantalla correspondiente a
www.cdmon.com inserta en la página 16 del escrito inicial) a quien además le atribuye la autoría del
contenido cuestionado.

En esta publicación aquél manifiesta haber sido engañado por la actora –su socia y anteriormente su
pareja– a quien le atribuye “fraudes”, que “desvió dinero a sus cuentas” y la conformación –junto con dos
personas a las que identifica– de “una asociación ilícita para defraudar mediante el uso indebido de un
poder mío, a 150 personas” (cfr. documentación acompañada con el escrito inicial).

Sin desconocer la afectación que en el ánimo de la actora pueda producir la publicación de los
comentarios descriptos, tampoco se puede soslayar que la eventual ilegalidad del contenido no surge
manifiesta. Se trata de expresiones que no están relacionadas con su vida privada o su esfera de la
intimidad sino con una posible afectación del derecho al honor. Éste ampara a las personas frente a
expresiones o mensajes que la hagan desmerecedora en la consideración ajena al ir en su descrédito (cfr.
Fallos: 331:1530) y la intromisión ilegítima en ese derecho exige la falta de veracidad o exactitud de la
información que se divulga.

La especial protección constitucional del derecho a la libertad de expresión –tanto en su dimensión


individual como colectiva– determina que si la pretensión cautelar se funda en calumnias o injurias que
ocasionan una lesión al honor o buen nombre por medios electrónicos, con las derivaciones económicas
que ello podría acarrear –como la afectación de la actividad profesional que se invoca en el inicio y en el
memorial– la carga argumentativa y probatoria recae sobre quien pretende la restricción (cfr. Corte
Suprema de Justicia de la Nación in re “Rodríguez, María Belén c. Google Inc. s. daños y perjuicios”,
R.522.XLIX, del 28/10/14 publicada en Fallos: 337:1174; esta Cámara, Sala II, causas 7.183/08 del 3-6-09,
4.718/09 del 8-6-10, 978/10 del 12-7-11, 92.755/13 del 24-4-15 y 6.866/18 del 5-10-18). En efecto, la
determinación de la veracidad o falsedad de la información difundida exorbita el marco de conocimiento
propio de las medidas cautelares, toda vez que implica un juicio de valor preliminar sobre la materia –en
tanto que no se trata de una ilicitud manifiesta y ostensible, sino de un supuesto que exige un
esclarecimiento– (cfr. Sala III, causa 4250/19 del 15-7-19). En este sentido, la sola manifestación del
interesado sobre la falsedad de lo publicado resulta insuficiente para tener por acreditada la verosimilitud
en el derecho (cfr. esta Sala, causas 8.423/09 del 2-9-10 y 6430/18 del 9-8-19; Sala III, causas 4.408/18 del
22-11-18 y 4250/19 del 15-7-19), como lo señaló el señor juez. Además, el art. 38 de la ley 25.326 (B.O. 2-
11-2000), en el que la recurrente funda la procedencia de la medida, establece que “El Juez podrá
disponer el bloqueo provisional del archivo en lo referente al dato personal motivo del juicio cuando sea
manifiesto el carácter discriminatorio, falso o inexacto de la información de que se trate” (cfr. inciso 4).

La actora sustenta el menoscabo de sus derechos personalísimos en el carácter falso de las afirmaciones de
la publicación, sin embargo, por un lado, no dirigió su pretensión contra su autor y titular del blog –
precisamente identificado, como se dijo–, con quien está en mejores condiciones de debatir la veracidad o
falsedad del contenido.

En esa dirección, cabe recordar la importancia que se ha atribuido a la identificación de los responsables o
titulares de un blog que contiene expresiones que se consideran falsas e injuriantes, habida cuenta del
carácter de intermediario que facilitaría la plataforma del blog y su acceso a través del “buscador” de la
destinataria de la medida cautelar que consiste en el bloqueo de enlaces o la eliminación del blog (cfr.
esta Sala, doctrina causas 7397/10 del 11-10-11, 222/13 del 7-5-13, 57766/14 del 19-5-15 y 6880/2019/1
del 21-10-19; Sala II, doctrina causas 5443/12 del 14-2-13 y 5441/13 del 23-12-13; Sala III, causas 484/13
del 16-12-14 y 31789/14 del 11-7-16).

Por otra parte, las pruebas aportadas se refieren exclusivamente a las características personales y a los
antecedentes penales de J.P.S. (cfr. informe del Registro Nacional de Reincidencia, copias de las
resoluciones del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 31 y de Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Criminal y Correccional Sala 4 en la causa CCC “S., P. J. s/ extorsión y otro” y listado de expedientes
del sistema de Gestión de Expedientes Judiciales acompañados con el escrito inicial). Si bien la actora
ofreció el libramiento de oficios al Registro Nacional de Reincidencia a fin de que informe si posee algún
antecedente penal y al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, en relación con su historial

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profesional (cfr. punto VII, apartado 2., puntos “a” y “b”, del escrito inicial), aún no han sido producidos,
por lo que –en este estado– la ajenidad a los hechos que se le atribuyen no ha sido acreditada.

En las condiciones hasta aquí expuestas, no se puede prescindir de que tratándose de medidas como la
solicitada, la verosimilitud del derecho debe surgir de manera manifiesta de los elementos obrantes en la
causa, recaudo de admisión que no se verifica en la especie, apreciado con la prudencia que requiere (cfr.
Corte Suprema, Fallos 316:1833 y 320:1633; esta Sala, causas 5994/99 del 24-2-2000, 7438/00 del 12-12-
2000, 62.236/16 del 12-9-17 y 4076/18 del 20-12-18; Sala II, causa 7982 del 15-9-95, y sus citas; Peyrano,
J., “La verosimilitud del derecho invocado como presupuesto del despacho favorable de una medida
cautelar innovativa, LL 1985-D-112; Sala III, causa 6272/00 del 27-9-2000).

No obstante lo hasta aquí expuesto, cabe recordar también que las decisiones sobre medidas cautelares no
causan estado ni son definitivas ni preclusivas, de donde resulta que lo aquí decidido puede reverse
siempre que se aporten nuevos elementos probatorios conducentes, que –en su caso– serán valorados por
el señor juez. Ello dado que, en general, tales decisiones tienen carácter eminentemente mutable, de
manera que la resolución que recae sobre ellas de acuerdo con las particularidades de cada caso es
siempre provisional (cfr. esta Sala, doctr. causas 7115/2002 del 10-12-02, 16.339/03 del 1-2-05, 4386/10
del 30-9-10, 3460/14 del 23-10-14 y 4634/18 del 16-10-18).

Por ello, el Tribunal resuelve: rechazar el recurso interpuesto.

Regístrese, notifíquese y devuélvase. – Florencia Nallar. – Juan Perozziello Vizier. – Fernando A. Uriarte.

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