Professional Documents
Culture Documents
ED. T W O - S H O T.
pdfxva
UNO
JungKook entra a gran velocidad a su casa y corre de inmediato a
la segunda planta. Ni siquiera se preocupa en saber en qué
dirección cayó su mochila al momento de tirarla con prisa en
algún lugar. Se asegura de echarle pasador a la puerta de su
habitación y vuelve a correr hasta su nuevo entretenimiento por
las tardes: su computador. No sólo el aparato en sí, sino también
lo que se halla en él.
Sencillamente imposible.
Tampoco quiere que su hyung esté enojado con él. Si tan sólo su
curiosidad no hubiese surgido, él ahora mismo estaría bien.
Asimismo, no se sentiría tan mal por comenzar a ver a su
hermano mayor con otros ojos.
TaeHyung se cruza de brazos y permanece sonriente. Su
curvilínea se ensancha al notar a JungKook llorar.
—Haré lo que quieras, hyung, pero por favor no les digas nada a
nuestros papás. —Pide entre lágrimas. —No lo volveré a hacer,
pero por favor no les digas. Por favor, por favor... —Lleva sus
manos hasta sus ojos y con sus puños los restriega un poco,
dándole una imagen al otro de estar viendo a un lindo bebé
mimado.
—Muy bien, pequeño. —Se aleja un poco y lleva sus manos hasta
su propia camisa, deshaciéndose de ella en cuestión de
segundos. — Termina de prepararte para mí. —Ordena, mientras
desabrocha su pantalón. —Chupa tres de tus dedos y mételos.
Quiero verte...
—Agh...
—¿Jugando?
—¡Sí, sí! ¡Ya vete! —En cuanto los pasos de su madre se hacen
imperceptibles, TaeHyung retoma aquellas penetraciones duras y
dos minutos más tarde se corre en el interior de su hermanito,
depositando en él hasta la última gota de semen. —Joder... —
Suspira y sale lentamente. Observa el espectáculo de su esencia
chorrear desde la entrada de JungKook hasta caer por sus
muslos. Un poco de sangre se une al trayecto. —Has hecho un
buen trabajo, mocoso. Papás no se van a enterar de nada.
—JiMin...