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SINOPSIS

Jungkook disfruta ver a su hermanno mayor mantener


relaciones sexuales con su pareja, pero… ¿Qué pasaría si un
día es descubierto?

© houndix (nepheleus en wattpad)


ED. T W O - S H O T.


smut; jk bottom y th top. esta historia fue re-subida y cuenta


con incesto, mención vmin, contenido homosexual y lenguaje
explícito. repito: incesto.


pdfxva
UNO
JungKook entra a gran velocidad a su casa y corre de inmediato a
la segunda planta. Ni siquiera se preocupa en saber en qué
dirección cayó su mochila al momento de tirarla con prisa en
algún lugar. Se asegura de echarle pasador a la puerta de su
habitación y vuelve a correr hasta su nuevo entretenimiento por
las tardes: su computador. No sólo el aparato en sí, sino también
lo que se halla en él.

Sabe que la casa está sola en ese mismo instante, y aquello


inminentemente vuelve todo aun más interesante. También sabe
que su hermano mayor, TaeHyung, está a punto de llegar del
colegio, y que como siempre traerá compañía; un lindo chico de
mediana estatura llamado JiMin, quien por cierto, es pareja del
primer mencionado. Kook inhala y exhala con pesadez y no tarda
demasiado en deshacerse de su uniforme escolar, desnudándose
para presenciar aquel espectáculo que tanto disfruta ver después
de clases.

¿Cómo es que había llegado a eso? Una pregunta compleja. El


menor de los Jeon sólo tiene catorce años, en los cuales no ha
hecho nada más que jugar videojuegos y pasar del instituto a la
casa, ni más, ni menos. Es un chico curioso, y como cualquier
chico curioso, hace cosas para resolver sus constantes dudas. Una
de sus mayores incertidumbres eran JiMin y TaeHyung. JungKook
continuamente se preguntaba qué eran aquellos extraños ruidos
que salían de la garganta de JiMin cuando se encerraba con su
hermano en su habitación. Se preguntaba por qué la cama
parecía moverse sola y por qué JiMin se veía tan feliz luego de
que todo pasara.

Kook se aprovechó de ser un chico sumamente inteligente e


instaló diminutas cámaras que su padre le había comprado con el
propósito de que mejorara sus habilidades en la fotografía en la
habitación de su hermano mayor. Al ser aún pequeño, no se
preocupó por las consecuencias ni mucho menos en el posible
enojo de TaeHyung si es que llegaba a ser descubierto; él
simplemente quería saber qué era lo que ocurría en ese cuarto,
cosa que logró al siguiente día.

JungKook sabe lo que es el sexo, en el colegio le han platicado


sobre el tema y sus padres también se encargaron de enseñarle
algo, pero gracias a TaeHyung, el pequeño JungKook ya sabe
cómo se practica. Ha estado observando durante semanas -meses
tal vez- a su hermano y a JiMin hacer cosas increíbles, y que para
colmo terminan excitándolo, porque sí, ha conocido algo
totalmente nuevo: la masturbación.

Le excita ver a su hermano y a su "cuñado" mantener relaciones


sexuales. Todos los días se asegura de llegar primero para
observarlos y poder sentir esa extraña sensación que abarca todo
su ser y que lo impulsa a querer tocarse. Le da muchísima
vergüenza, pero no puede hacer mucho al respecto. Termina
haciéndolo aunque no quiera.

Prende su laptop y se encierra en el clóset, pues sabe que no


puede hacer ruido alguno. Según TaeHyung, su pequeño
hermanito sale de clases mucho después que él y eso le da
tiempo de sobra para hacer lo que quiere. JungKook aprovecha
eso para esconderse, y cuando su hermano va a llevar a JiMin a
su casa, Kook sale y se hace el desentendido. Le es difícil
enfrentar a su hyung después de verlo hacer semejantes cosas,
pero lo ha sabido llevar considerablemente bien.

La puerta en la primera planta suena y posterior a ello se oyen


pasos por el pasillo. JungKook sabe que su hermano y JiMin han
llegado y no tarda en acomodar el portátil en un lugar mejor
para poder abrirse de piernas con libertad y comodidad. Lleva su
mano a su miembro apenas erecto y comienza a acariciarlo. Lo
empuña en su palma y lo hala; cortos gemidos brotan de sus
labios y se muerde el inferior para tratar de silenciarlos. Se está
preparando para lo que viene.

En la cámara aparece la figura de JiMin y luego la de su hermano,


quien empuja al primero a la cama con ferocidad. JungKook
aprieta un poco más su pene y TaeHyung comienza a besar con
salvajez a Park.

Kook suspira y cierra los ojos por un minuto, minuto en el cual


TaeHyung y JiMin ya se han desprendido de sus vestimentas. A
pesar de la mala calidad de la cámara, eso no es impedimento
para que JungKook siga en lo suyo, observando fijamente el
proceder de sus dos mayores y masturbándose con cada acción
que cometen. Sube, baja su mano y comprime sus labios con la
máxima fuerza permitida, incapaz de hacer ruido.

TaeHyung y JiMin cambian de posiciones, el primero quedando


debajo de el segundo. JiMin comienza a menear su culo por
encima del erecto pene de TaeHyung. La cámara no graba
sonidos, pero tampoco es necesario. La habitación de JungKook
queda al lado de la de su hermano, lo que le permite ser capaz
de escuchar todo con lujo de detalle. JiMin toma el miembro de
su novio y lo introduce de a poco en su entrada, sin dilataciones;
sin absolutamente nada. Kook escucha el agudo grito de su
cuñado y aumenta la velocidad del vaivén en su propia extensión.
TaeHyung gruñe no mucho después.

Los ve hacer y deshacer. Contempla a JiMin sacudirse y brincar


sobre la prolongada polla de su hermano, y luego ve a este
tomar a JiMin de las caderas y de vez en cuando darle fuertes
nalgadas, haciéndolo gemir alto. Los roncos gemidos de
TaeHyung resuenan por toda la casa, acompañados de los de
JiMin, que a comparación de los de su novio tienden a ser algo
chillones. Ve a su hermano cambiar de posiciones y dejar a JiMin
debajo, luego en cuatro y posteriormente volver a la segunda
posición. JungKook gime suave y el movimiento de su mano es
casi veloz. Siente aquel singular cosquilleo en la parte baja de su
abdomen, y aparentemente los otros igual, pues no tardan en
correrse; JiMin en el vientre de su novio y TaeHyung en el interior
de JiMin.

El menor de los Jeon lo hace minutos después, seguidamente de


haberse masturbado a gran viveza. Su brazo duele, mas él siente
alivio y satisfacción. Su frente está sudada y él no demora en
recostar su cabeza en uno de los extremos del clóset, a su vez
cerrando los ojos y tratando de calmar su acelerada respiración.
Su pecho sube y baja frenéticamente, por inercia junta sus
piernas y un calor chispeante sube hasta sus mejillas. Sabe que
está sonrojado, y no es para más. Se siente avergonzado por no
poder parar con aquello de una buena vez.

Se siente mal al espiar a su hermano y a su cuñado en un


momento tan íntimo y "especial". Sabe que todo eso está
erróneo, pero tampoco puede dejar de hacerlo de un día para el
otro. Su curiosidad es monumental, y la excitación que siente es
reconfortante. Jamás ha experimentado cosas de ese tipo. Nadie
le ha tocado de la forma en la que se tocan JiMin y TaeHyung. Ni
siquiera ha dado su primer beso.

Sus dos hyungs se visten con agilidad, salen de la habitación y


entonces de la casa. Esta vez sólo han demorado treinta minutos,
mientras que otros días duraban hasta dos horas. Kook sale de su
escondite y deja la laptop en su lugar. Ha manchado alguna ropa
de su clóset y sabe que tendrá que lavarla por sí mismo si es que
no quiere preguntas por parte de su madre, e incluso obtener un
regaño por hacer cosas indebidas a tan temprana edad.

Se adentra a la ducha del baño y se mete bajo el agua tibia. Le


es imposible no pensar una vez más en su hermano y su novio.
No quiere volver a sentirse excitado; no obstante, es lo único que
logra. Resignado, lleva su mano hasta su miembro y comienza a
brindarle atención nuevamente. Lo acaricia, hala y sacude. Piensa
en la posibilidad de que alguien le haga ese tipo de cosas en
lugar de él mismo, y siente patente miedo, aun más al llegar a la
idea de que sea su hermano quien le haga ese tipo de cosas.
Sabe que no es posible. Son hermanos, TaeHyung es tres años
mayor y simple y llanamente sus padres los matarían. También
está el hecho de que TaeHyung tiene novio y ese es JiMin.

Sencillamente imposible.

Kook llora en cuanto se corre por segunda vez. Se siente sucio y


no quiere pensar en su hyung de esa manera. Quiere que su
mente lo deje en paz y él pueda volver a ser quien era antes,
porque se siente mal con lo que es ahora.

Suspira y sale de la ducha. Se iba a proponer a ya no hacer cosas


incorrectas.
DOS
JungKook se promete a sí mismo que ese será el último día en
que espíe a su hermano y a JiMin mantener relaciones sexuales.
Se lo promete por segunda vez y tiene fe en que será así. Entra a
su morada con la misma velocidad de siempre y en cuanto se
refugia en su habitación se quita la ropa. La rutina es la misma,
de no ser porque su laptop no está.

La busca en el clóset, en su baño personal, incluso debajo de la


cama. No halla nada y eso lo impacienta. La puerta, a la cual
previamente le había puesto seguro, suena en tres ocasiones y
los toqueteos no son muy amables que digamos. Kook pierde el
aliento y se pregunta millones de cosas. ¿Sus padres no fueron a
trabajar? ¿Lo descubrieron? Prefiere pensar en que son sus
padres a llegar a la idea de que posiblemente es su hermano el
que está detrás de la puerta de madera.

—¡JungKook, abre! ¡Sé que estás ahí! —El mencionado deja


escapar un jadeo de impresión al confirmar que es TaeHyung el
que se encuentra en casa. —¡Abre o tumbaré la puerta! —Los
golpes aumentaron, al igual que el ruido de los mismos. El
pequeño Jeon corre en busca de algo para taparse, y a la
velocidad de la luz logra ponerse una camiseta tres veces más
grande. No parece ser una buena opción, pero tampoco tiene
tiempo para buscar otra cosa más decente. Su mente es un caos
por tanta incógnita. ¿Por qué TaeHyung había llegado tan
temprano y sin JiMin? ¿Él tendrá la laptop? Tiembla escasamente
y se aproxima a la puerta. Tiene miedo de abrir, pero no es como
si tuviera otra alternativa. —¡Abre ahora! —Vocifera y el menor
obedece inmediatamente.

TaeHyung empuja la puerta, haciendo que el objeto golpee la


pared con fuerza. Kook retrocede unos cuantos pasos,
visiblemente asustado; aun más al ver su computadora colgando
de una de las manos de su hermano mayor. El desconcierto y la
furia son evidentes en la expresión de TaeHyung, quien de a
poco va acortando la distancia que tiene con su hermanito.

—¿Buscabas esto? —Lanza el aparato en dirección a la pared,


haciéndolo trizas. JungKook retiembla y toma la iniciativa de
volver a retroceder, pero la mano de TaeHyung en su muñeca lo
detiene. — ¿Todos estos meses has estado llegando temprano y
me has estado espiado? ¿Eh? —Los ojos de TaeHyung van
directamente a las piernas de JungKook. La camisa que el
chiquillo había elegido le queda bastante bien. Uno de sus
hombros está descubierto y la prenda es considerablemente
corta, dejando a imaginación del mayor cuánta cosa sucia le pase
por la cabeza.

—No es lo que crees. —Se defiende, mientras trata de que su


brazo sea liberado mediante débiles tirones. TaeHyung ríe con
ironía.

—¿No es lo que creo? —Cuestiona con burla. —¿¡Entonces qué


son todos esos malditos vídeos!? ¿¡Desde cuándo hay cámaras en
mi habitación!? ¿¡Qué mierda has estado haciendo!? —JungKook
se sobresalta. Su respiración se acelera y su nerviosismo aumenta.
—¿¡Te imaginas qué hubiera pasado si mamá o papá hubiesen
revisado tu maldita computadora!? ¡Me habrías jodido, mocoso
estúpido!

—H-Hyung... me lastimas... —La fuerza del agarre en su muñeca


aumenta. TaeHyung no hace el gesto de ser más amigable con su
hermanito. —Discúlpame, no lo volveré a hacer...

—¡Por supuesto que no lo volverás a hacer! —Y dicho esto, lo


empuja a la cama con fiereza. Kook de inmediato lleva a tapar
sus zonas íntimas con el borde de la camisa y se sienta en la
cama. TaeHyung alza una ceja. —¿No tienes nada debajo?

—N-No... iba... Iba a bañarme. —Un calor chispeante surge en su


pecho y asciende hasta su rostro. El otro ríe al notar a su
hermanito tan rojo como un tomate. —Ya arruinaste mi
computadora. No hay más vídeos, hyung, a-así que por favor...
por favor vete...

TaeHyung niega. Quiere hacer las cosas más divertidas...

—Le diré a nuestros papás que has estado haciendo cosas de


mayores, te castigarán y me divertiré viéndote en la miseria. —
Los ojos de Kook se expanden y posteriormente se llenan de
lágrimas. ¡Él no puede estar castigado! —Y yo estaré enojado
contigo para siempre.

Tampoco quiere que su hyung esté enojado con él. Si tan sólo su
curiosidad no hubiese surgido, él ahora mismo estaría bien.
Asimismo, no se sentiría tan mal por comenzar a ver a su
hermano mayor con otros ojos.
TaeHyung se cruza de brazos y permanece sonriente. Su
curvilínea se ensancha al notar a JungKook llorar.

—Y tienes el descaro de llorar. —Niega con la cabeza. —De


verdad no tienes vergüenza alguna, mocoso.

—Haré lo que quieras, hyung, pero por favor no les digas nada a
nuestros papás. —Pide entre lágrimas. —No lo volveré a hacer,
pero por favor no les digas. Por favor, por favor... —Lleva sus
manos hasta sus ojos y con sus puños los restriega un poco,
dándole una imagen al otro de estar viendo a un lindo bebé
mimado.

—¿Harás lo que yo quiera? —S-Sí...


—Interesante.

TaeHyung mentiría al decir que no siente cierta atracción sexual


hacia su hermanito. Desde hace un año -tal vez- lo ve con otros
ojos; con intenciones turbias. El chiquillo, efectivamente, se había
puesto demasiado apetitoso a ojos del mayor. Sus facciones finas
lo hacían lucir realmente lindo. Su cuerpo delgado y con buenas
proporciones era un delirio.

Para tener catorce años era... atractivo.

Por supuesto que está mal desear a tu hermano pequeño, sin


embargo, no es algo que pudiese controlar. Fueron muchas las
ocasiones en las que se folló a JiMin mientras en su cabeza
solamente estaba JungKook. Por más enfermo que eso sonara.
—Muy bien, JungKookie. —Parte hablando y, entretanto, se dirige
a la puerta que más temprano había azotado, cerrándola con
seguro. JungKook le mira con atención, su llanto se ha calmado
un poco; no obstante, el nerviosismo prevalece. —Por el
momento sólo quiero que te dejes llevar.

—¿Dejarme llevar? —TaeHyung asiente y toma lugar al final de la


cama. JungKook se asusta en cuanto el mayor toma sus piernas
por la parte inferior, arrastrándolo por la superficie acolchada
hasta dejarlo sentado a pocos centímetros. —H-Hyung...

Pero su hermano no tiene intenciones de hablar. Simplemente


dirige su diestra a alzar escasamente la camiseta que trae puesta
Kook, quien de inmediato trata de detener aquella mano,
siéndole inútil.

—Quédate quieto. —Exige. Su mirada viaja desde las níveas


piernas del menor, hasta su miembro, el cual tiene una leve
erección. TaeHyung sonríe. —Acuéstate. —JungKook obedece,
pese a estar hecho un manojo de nervios.

TaeHyung toma de vuelta las piernas de su hermanito y las abre


en un brusco movimiento, elevándolas un poco. Esa entrada
pequeña, rosa y virginal aparece ante sus ojos.

Sube su mirada, encontrándose con la de JungKook en cambio.


Tiene los ojos brillantes gracias a que estuvo llorado y a simple
vista se logra apreciar su acelerada respiración.

TaeHyung siente su pene palpitar. Definitivamente lo haría suyo


esa misma tarde.
—JungKook... —El mencionado se estremece al sentir la yema de
los dedos de su hermano mayor pasearse por su entrada. Se
siente extraño, pero le agrada. —¿Te gustaba ver esos vídeos y
por eso los guardabas?

Kook no es estúpido. Sabe perfectamente que lo que TaeHyung


le está haciendo, también se lo ha hecho a JiMin. Lo sabe, porque
lo vio con sus propios ojos.

Y lo peor es que lo está disfrutando y quiere más.

—Y-Yo... —Titubea, sin saber exactamente qué responder.


TaeHyung se aventura a meter el dedo de el medio al apretado
ano del chiquillo. —¡Ah! Hyung... esto está mal.

—Respóndeme lo que te pregunté.

—Yo... yo... —Su labio tiembla y TaeHyung empieza a penetrarlo.


—Ah... ¡Sí, sí me gustaba! —Por inercia, abre un poco más sus
piernas. El mayor ríe.

—¿Y quieres sentirlo en carne propia? —Su tono de voz se torna


ronco -aun más-, y JungKook aprieta sus labios. TaeHyung mete
otro dígito, sacándole un diminuto grito de dolor a su hermanito.
—No es como si tuvieras otra opción. Esta es la única manera en
la que no le diré nada a nuestros padres.

Kook deja salir un suspiro de excitación. Sorprendentemente para


él, su miembro esta vez no ha necesitado de ningún estímulo
para hallarse erecto. No obstante, está mal.
Pero si es la única forma de salir ileso, y a aquello se suma el
tener a su hermano mayor como siempre quiso... no tiene nada
qué perder, ¿o sí?

—Está bien. —Acepta en un murmullo. TaeHyung sonríe con


presunción y retira sus dígitos. JungKook se siente vacío, pero
prefiere no decir nada.

—Muy bien, pequeño. —Se aleja un poco y lleva sus manos hasta
su propia camisa, deshaciéndose de ella en cuestión de
segundos. — Termina de prepararte para mí. —Ordena, mientras
desabrocha su pantalón. —Chupa tres de tus dedos y mételos.
Quiero verte...

Kook obedece. Lleva tres dedos a su boca y solamente se limita a


chuparlos hasta dejarlos plenamente empapados. Posterior a ello,
se abre nuevamente de piernas y con algo de temor, se auto-
penetra con un dedo, al cual le sigue un segundo y por último un
tercero.

TaeHyung termina de sacarse sus demás prendas y se queda


parado en su lugar, observando como un completo estúpido
aquella escena. Siente su pene palpitar, y efectivamente tiene una
erección que no logra ni estando con JiMin.

JungKook se estimula con paciencia, misma paciencia que


TaeHyung siente perder. El menor de los Jeon se aguanta uno
que otro gemido y únicamente suspira.

—Suficiente. —Habla el mayor, con una voz tan profunda que


logra intimidar a JungKook. TaeHyung se aproxima de nuevo a la
cama y con brusquedad le rompe la camisa a su hermanito,
dejándolo completamente desnudo. —Alcanza esa crema para
bebés que tanto te gusta, mocoso. —Señala con su mandíbula el
objeto. Kook gatea por la cama hasta tomarlo.

TaeHyung aprecia ese cuerpo que está a punto de poseer, la


espera lo está torturando. JungKook le lanza el frasco, y
TaeHyung no demora en depositar suficiente del contenido en
una de sus manos. Seguido de ello, lo esparce por toda la
extensión de su miembro frente a la atenta mirada del más
pequeño, quien se siente ansioso y nervioso.

—H-Hyung... —En cuanto el aludido termina con su simulación


de "lubricante", se posiciona en medio de las piernas de Kook.

—¿Sí? —Toma su propio miembro y presiona el glande contra la


entrada de su hermanito, el cual suelta un pequeño quejido al
sentirlo entrar con lentitud. —Joder, eres muy estrecho.

—Duele mucho... —Suspira vehemente, ladea su rostro y aprieta


sus ojos. TaeHyung le mira fijamente mientras lo penetra. Quiere
grabarse esa mueca de dolor en lo recóndito de su mente. —A-
Ah...

—Ya pasará. —En un intento por hacer que el dolor


desapareciera, baja sus labios a besar y lamer el cuello de su
menor. Asimismo, roza la punta de su nariz con aquel perfil tan
perfecto y atrayente. Kook jadea bajo y TaeHyung aprovecha para
clavar lo que resta de su miembro en él.
—¡Ah, hyung! —Lleva sus manos a los hombros de su hermano
mayor, apretándolos.

TaeHyung no tiene ánimos de esperar. Tan pronto como logra


penetrarlo completamente, empieza a embestirlo a profundidad,
sin marcar un ritmo rápido aún, pero logrando lo que siempre ha
querido: hundirse en él.

JungKook gime y arquea su espalda hacia su mayor. El dolor que


siente es increíble, y siente -realmente siente- sus paredes ser
duramente abiertas por aquella cosa que se cargaba su hermano
entre las piernas.

Le gusta, a pesar de doloroso.

—¡H-Hyung! —Gime. TaeHyung, en tanto, no se queda con las


ganas de sentir a su hermanito más a fondo. Aumenta el ritmo en
el que lo embiste y, reincorporándose un poco, logra tomarlo de
la cintura para que no se aleje demasiado. —Ah... ah...

—Agh...

La expresión de JungKook al ser penetrado es sencillamente


preciosa a perspectiva del mayor de los Jeon. Kook lleva su
diestra hasta su miembro y empieza a masturbarse tal y como lo
hacía cuando presenciaba a JiMin y a su hyung mantener
relaciones sexuales.

TaeHyung gruñe. Saca su pene casi por completo y


posteriormente lo entierra hasta el fondo, haciendo lloriquear y
gemir alto a Kook. Pequeñas lágrimas de dolor -y placer- se
deslizan por las mejillas del niño, quien aprieta un poco más su
propia extensión.

—Si te vieras en este momento, joder. Estás ardiendo, Kookie. —


Pronuncia, hundiendo sus dedos en la cintura entre sus manos.
JungKook abre más sus piernas, anhelando sentir a su hermano
mayor más afín. TaeHyung aprovecha el estar más cómodo para
aumentar el ritmo de las penetraciones. Tanto así, que la cama
comienza a chocar violentamente contra la pared. —Te gu-gusta,
¿mh?

—Hyung... ah... ¡Ah! —Asiente como puede con la cabeza y el


otro sonríe, palmeando rudamente uno de los muslos ajenos. —
Ah...

Su sueño se ha hecho realidad. Tiene a JungKook como siempre


quiso: debajo suyo, gimiendo y recibiendo embestidas poco
amables que dejan en claro a la perfección cuánto lo desea.

—Voltéate. —Exige, saliendo del interior de su hermanito. Este


último obedece. Deja que la cama toque su abdomen y siente a
su hermano mayor tomar sus caderas, elevándolo y obligándolo a
que flexione sus piernas. —Mi bebé ya no es virgen... —Comenta
con burla en cuanto dirige nuevamente su miembro a la entrada
de Kook, quien se halla en cuatro sobre la cama, dándole una
vista impecable a TaeHyung de su trasero. —Eleva ese culo para
mí, mocoso.

JungKook vuelve a obedecer. Sus piernas tiemblan; sin embargo,


el vigoroso agarre de TaeHyung en su cintura le permite
mantenerse estable.
TaeHyung entra esta vez bruscamente en aquella cavidad anal. Se
abalanza con la misma rapidez hacia adelante, dejando sin aliento
a Kook.

—¡H-Hyung! ¡Ah!... Mh... —Gime, importándole poco si está


siendo ruidoso. Envuelve su miembro en su mano, y sabe que
está a punto de correrse cuando siente aquel particular cosquilleo
en la parte baja de su vientre. —Sigue... s-sigue... ah...

El mayor inclina su torso para poder morder el cuello por la parte


de atrás y hombros de su menor, sacándole uno que otro alarido.
JungKook se corre ahí mismo, manchando sus sábanas y partes
de su abdomen.

No obstante, TaeHyung continúa penetrándolo sin piedad. El


pequeño escucha gruñir a su hermano en su oído, y ese simple
detalle le pone los pelos de punta. Le encanta.

Kook recuesta su cabeza en la superficie acolchada, aprieta la


misma entre sus puños y empina más sus caderas, entregándose
completamente a su hyung.

—¡TaeHyunggie, JungKookie, estamos en casa! —La voz de su


madre en la primera planta hace que paren con todo. JungKook
trata de alejarse de su hermano mayor, y este último no se lo
permite. Muy por el contrario, sonríe con sorna y empieza a
penetrarlo con fuerza, haciendo chocar nuevamente la cama
contra la pared. Sus embestidas son duras y profundas; Kook se
muerde con fibra uno de sus antebrazos, evitando que algún
ruido extraño escape de su garganta con sus padres en casa. Sus
ojos se encharcan al hacer tanta presión.
Mira por sobre su hombro a TaeHyung con súplica, y él parece
no inmutarse. Continúa sonriendo y penetrándolo como si la vida
se le fuera en ello.

—¿Chicos? — La voz de su madre se escucha por el pasillo y


posterior a ello unos toques en la puerta se hacen audibles. —
¿Qué es ese ruido?

—Es tu habitación, mocoso. Dile a-algo como el gran mentiroso


que eres... —Susurra TaeHyung en el oído de su hermanito, a la
par que se introduce en él con bestialidad. JungKook lloriquea
por lo bajo y hunde su dentadura en su ya de por sí maltratado
brazo. —Hazlo.

El mayor de los Jeon quiere reír. Está cerca de su clímax y eso lo


orilla a ir más rápido y profundo.

—¡Ah! —Se le hace inevitable no gemir. Es incapaz de no hacerlo


cuando su hyung está tocando con tanto ímpetu su próstata.

—¿Chicos? Abran la puerta inmediatamente.

—M-Mamá... estamos... estamos jugando... a-ah... —Habla


JungKook y TaeHyung disminuye escasamente la velocidad.
Después de todo, no quiere que lo pillen follándose a su "lindo e
inocente hermanito".

—¿Jugando?

—Ya bajamos, má. Danos veinte minutos. Estamos en una parte


crucial de la carrera. —La voz de TaeHyung, pese a escucharse
agitada, también se escucha convincente. La señora Jeon se lo
piensa y suelta un pequeño suspiro de resignación, sus hijos
definitivamente aman los videojuegos.

—No tarden demasiado. ¡Trajimos pollo!

JungKook oculta su cabeza en una de las tantas almohadas y


empieza a sollozar. Las embestidas de su hermano jamás pararon
y él se siente demasiado culpable por lo que ha hecho. Le gusta,
pero está mal.

—¡Sí, sí! ¡Ya vete! —En cuanto los pasos de su madre se hacen
imperceptibles, TaeHyung retoma aquellas penetraciones duras y
dos minutos más tarde se corre en el interior de su hermanito,
depositando en él hasta la última gota de semen. —Joder... —
Suspira y sale lentamente. Observa el espectáculo de su esencia
chorrear desde la entrada de JungKook hasta caer por sus
muslos. Un poco de sangre se une al trayecto. —Has hecho un
buen trabajo, mocoso. Papás no se van a enterar de nada.

TaeHyung suelta las caderas del menor, permitiéndole


desplomarse en la cama con total libertad. Kook permanece con
la cabeza escondida entre las almohadas y TaeHyung gira los
ojos, molesto.

—¿Qué te pasa? —Cuestiona. Antes que nada, él es el hermano


mayor y debe velar por el bienestar del más pequeño. —No me
digas que te arrepientes.

—M-Mamá y papá... —Solloza.


—Basta, no seas tan estúpido. —Con un poco de esfuerzo, logra
voltearlo y abrazarlo contra sí. JungKook hunde su rostro en el
cuello de TaeHyung. —No se van a enterar.

—JiMin...

¿Y hasta ahora se preocupa por JiMin?

—Terminamos hoy, no te preocupes.

—¿De v-verdad? —JungKook alza su mirada y TaeHyung asiente,


sonriéndole vagamente.

—Sí, ya no te preocupes por eso. —Limpia las lágrimas que


siguen rodando por las mejillas impropias. —Mejor dime, ¿te
gustó?

Kook asiente. El sonrojo no tarda en apoderarse de él. TaeHyung


ríe, enternecido.

—Me gustó mucho.

—Bueno, a mí también, así que espero no te moleste que te siga


tocando de esta forma.

JungKook parece pensárselo. Le gusta y desde hace meses ha


deseado estar en el lugar de JiMin. Sin embargo, no puede tapar
el hecho de que está excesivamente mal.

Pero... mientras nadie sepa, todo estará bien. ¿O no?


—No me molesta. —Dice por fin y TaeHyung, insuficiente a
soportar más, captura los labios de su hermanito con los suyos
por primera vez.

Lo besa con parsimonia y Kook, a pesar de ser totalmente


inexperto, trata de seguir el compás torpemente. TaeHyung es
paciente y lo guía con íntegra armonía, abraza su cintura y lo
pega un poco más a su propia anatomía. JungKook siente que le
duele todo, mas no es impedimento para enroscar sus brazos en
el cuello de su hermano mayor, continuando y perdiendo la
noción del tiempo.

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