América Latina : 1960-1990
Evolucién de las ciencias de la informacién
Laura Hurtado Galvan
Centro de Investigacion y Promocién del Campesinado
CIPCA — Piura, Peri; ponencia en el Simposio organizado
por REDIAL : “La Informaci6n cientifica en ciencias
humanas y sociales sobre América latina en 1991” en el
marco del 47° Congreso Internacional de Americanistas.
Las bibliotecas en América Latina tienen su origen en la actividad de las
6rdenes religiosas. Fueron los jesuitas los que erigieron y organizaron las
bibliotecas m4s imponentes, cuyas colecciones estaban actualizadas con
lo mAs importante en ciencia, medicina, astronomfa. A lo largo del
continente, las colecciones de la Compafifa dieron origen a las
bibliotecas nacionales como el caso del Peri, y Chile, a bibliotecas de la
universidad como el caso de Argentina y Venezuela, y a bibliotecas
ptiblicas como el caso de Ecuador y de Colombia!.
Los frutos de tal accién fueron notables. En comparacién con la
biblioteca de la Universidad de Harvard en Boston, que en el ultimo
tercio del siglo XVIII, posefa 4, 000 voliimenes de obras ; la del Colegio
Maximo de San Pablo en Lima, contenfa en el momento de la expulsién
de 1a Compafifa de Jestis, m4s de 40, 000 volimenes?.
Pero América Latina est4 huérfana de este aspecto de su pasado colonial.
El esfuerzo inicial fue truncado. A pesar de impulsos pioneros como el
gran educador y estadista Sarmiento, la situacién hoy es critica. En
REDIAL, n°1, octubre de 1992, pp.25-49Lineas de investigacién
1958, la OEA estimaba entre 4, 500 y 7, 000 el nimero de bibliotecas
existentes en la América Latina. En la mayorfa de los casos sus fondos
bibliogrdficos no superaban la cifra de 1, 000 voltimenes‘. Mientras tanto
los Estados Unidos disponfan de 112, 000 bibliotecas con un total de
390, 000, 000 millones de volimenes’.
Esta situaci6n est4 directamente relacionada con el crecimiento
econ6mico desigual, la magnitud de la pobreza critica y la permanencia
de estrategias polfticas de violencia que caracterizan este sub-continente
en el umbral de la celebracién de los 500 afios de su encuentro con el
mundo occidental.
Sin embargo, la precariedad y la inestabilidad institucional propia de las
sociedades latinoamericanas no significa que no haya importantes
avances y dindmicas en el campo de la informacién, de la documentacién
y de la comunicacién.
Queremos contrastar dos de estas dindmicas : La primera, se desarrolla
desde el impulso estatal en las dos tltimas décadas de crecimiento
econémico. A partir de los afios sesenta, el desarrollo de las bibliotecas
se beneficia — en el marco de la Alianza para el Progreso — del apoyo
de la Organizacién de los Estados Americanos (OEA) y de acuerdos
bilaterales entre los gobiernos‘, En los afios setenta, el énfasis se colocar4
en el desarrollo de la informacién cientffica y técnica, coordinado por los
sistemas nacionales de informacién y con la asistencia técnica de
organismos especializados de Naciones Unidas.
La segunda, se desarrolla desde la sociedad a lo largo de lo que ha sido
llamado “Ia década perdida del desarrollo latinoamericano”. La creaci6n
de centros privados de investigacién y promocién tales como las
organizaciones no gubernamentales latinoamericanas (ONGs), ha
permitido a partir de la década de los ochenta iniciar bases de datos
teméticas que contienen informacién sobre los avances de
investigaciones en las ciencias sociales. Muchas de ellas alimentadas por
los trabajos Hevados en relacién directa con los interlocutores de los
sectores mayoritarios de la poblacién.
Infraestructuras de informacién y cooperaci6n inter-estatal
América Latina al iniciar la década de los sesenta estuvo marcada por los
paradigmas prometedores de la “Alianza para el Progreso”. Este
programa de desarrollo a largo plazo, cuyo sustento financiero fue del
Ei REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evolucién de las ciencias de la informacién
orden de diez mil millones de d6lares, destac6 entre una de sus
recomendaciones, que el desarrollo econémico y social de América
Latina descansa en gran parte sobre la generalizacién de la alfabetizacién
y sobre el incremento de la eficiencia del sistema educativo’.
En la reunién de los presidentes del continente americano realizada en
Punta del Este, Uruguay (1961), al revisar las propuestas de América
Latina reconocieron el rol fundamental que debe jugar la educacién
como promotor del nuevo progreso. Ademés, observan que el brindar un
servicio eficiente de biblioteca est4 estrechamente relacionado con el
Progreso econémico y social. Por esta raz6n se elige como una de las
estrategias educativas prioritarias, el promover el desarrollo de las
bibliotecas dentro de una accién planificada.
Al llegar a los afios setenta, desaparecido ya desde tiempo Kennedy y el
fantasma de 1a propagacién del castrismo, las perspectivas de la Alianza
para el Progreso habfan dejado de ser una prioridad polftica, Recortes
presupuestales en la OEA la levaron a reformular en forma mds
restringida su Programa de Asistencia Técnica’, Pero en este terreno
empezaron a actuar en dicha década otros organismos internacionales
pertenecientes al Ambito de Naciones Unidas y abocados a implementar
polfticas nacionales de planificacién de la informacién cientffica y
técnica.
Politica de bibliotecas y formacién bibliotecolégica
En lo relacionado con una politica de bibliotecas, se insiste en la
Conferencia de Punta del Este en una planificacién coordinada que
permita potenciar las bibliotecas existentes en el continente. Esta accién
parte de la idea que la formacién del personal bibliotecario es una de las
tareas principales a subrayar. Una formacién que acentie el lado
profesional, requiere de un conjunto de elementos que combinen la
experiencia, el bagaje cultural, y un mayor acicate a la formacién
académica con una apertura de cursos profesionales a nivel universitario.
La necesidad de promover una politica de formacién del personal
bibliotecario latinoamericano — reconociendo en esto a las generaciones
pioneras autodidactas que emprendieron esta labor social —, se ve
alimentada por la creacién de la Escuela Interamericana de
Bibliotecologfa en la Universidad de Antioquia (Colombia)’. Esta
escuela subvencionada por la Fundacién Rockefeller fue fundada con el
objetivo de dar una educacién académica y técnica al personal
REDIAL, n’1, octubre de 1992 oiLineas de investigacion
bibliotecario, sirviendo adem4s, de centro experimental para el
adiestramiento bibliotecario y ofrece también cursos avanzados de corte
mis especializado.
Rol de la Escuela Interamericana de Bibliotecologia
La Escuela Interamericana de Bibliotecologfa bajo la direccién de Luis
Florén, y con la colaboracién de Carlos Victor Penna, representante de la
Oficina regional de la Unesco en La Habana, desarroll6 un plan de tres
afios (1963-1965), para el disefio de la formacién de los bibliotecarios en
América Latina’,
Este plan “Formaci6n de bibliotecarios y mejoramiento de bibliotecarios
en servicio en América Latina” se realiz6 bajo la modalidad de mesas de
trabajo, reuniendo en cada una de ellas a directores y profesores
destacados de las escuelas y facultades de bibliotecologfa
latinoamericanas y al profesorado de la Escuela!!.
Estos grupos de trabajo recogieron informes nacionales que ayudaron a
Perfilar el nivel de formaci6n bibliotecoldgica, se consider6 1a legislacién
relacionada con bibliotecas de los pafses, asf como otros documentos
informativos que permitieron dar una visi6n general de los problemas y
necesidades de la profesi6n.
El primer aspecto que se trat6, estuvo vinculado con el andlisis de la
situacién de la profesién de bibliotecario en todo el continente, para
examinar las necesidades proyectables en diez afios, tomando en cuenta
las diferencias de desarrollo de cada uno de los veintiun pafses
considerados.
El segundo ac4pite de la agenda era nivelar los estudios académicos que
se imparten en la formacién de profesionales de bibliotecologfa, con
miras a normalizar los cursos, t{tulos, grados y establecer un programa de
contenido de los diferentes cursos y especializacién, para brindar una
orientacién més profesional y académica.
El tercer y cuarto problemas contemplados, estaban relacionados con el
método y organizacién de la ensefianza, proporcionar para ello
Publicaciones impresas y audiovisuales que mejoren los enfoques y
perfiles de la profesié6n y elevar el nivel de los profesores
proporcion4ndoles cursos de especializacién.
Los resultados de este estudio fueron de dos tipos. En primer lugar, se
elaboraron recomendaciones y sugerencias generales para el
REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evoluci6n de las ciencias de la inform:
mejoramiento de la formacién bibliotecolégica en el subcontinente. Por
otro lado, en una perspectiva més operativa se establecieron una serie de
normas fundamentales para impartir una ensefianza académica y
profesional ; se analiz6 las condiciones de ingreso, tftulo y grado
académico, los aspectos metodol6gicos de la ensefianza y los contenidos
de los cursos, hasta las condiciones del personal docente y el
equipamiento de infraestructura log{stica apropiada.
La realidad practica de las aplicaciones concretas que se dieron a estas
recomendaciones en las distintas escuelas de bibliotecologfa fue disimil :
dependié mucho de la polftica de los gobiernos en cada pafs
latinoamericano, del énfasis otorgado a las bibliotecas en los planes
nacionales, de las subvenciones y ayuda que se consiguié en el exterior 0
de fundaciones. Por ejemplo en los casos de Brasil, México y Colombia
se puede afirmar que se produjo un importante desarrollo que senté las
bases de una infraestructura bibliotecolégica descentralizada. Para el
caso del Peri fue inverso. El hecho de trasladar la Escuela de
Bibliotecologfa que dependfa de la Biblioteca Nacional a la universidad,
significé6 mds bien una pérdida en la formacién académica. Los
entrampes administrativos del sistema universitario poco organizado y la
crisis universitaria repercutieron en el nivel de la formacién, en un
menoscabo de la especializacién'2,
La utopfa de un progreso mancomunado a nivel continental, estuvo
condicionada por las especificidades propias de cada pafs y por las
prioridades gubernamentales, En la préctica, las bibliotecas no fueron
asumidas en los planes nacionales como entes de progreso y de
desarrollo cultural. Sin embargo, el logro ms significativo de este
esfuerzo, fue que permitié un disefio de la formacién bibliotecolégica
acorde con su época, con generalidades comunes y extensivo para todos
Jos pafses con miras a potenciar un perfil profesional a nivel continental.
Bibliotecas universitarias
Una parte del conocimiento y del saber humano descansa en la
bibliotecas universitarias, depositarias del avance cientffico y técnico del
mundo moderno. Sin embargo, hasta un pasado reciente, las bibliotecas
universitarias latinoamericanas no se beneficiaban del mismo estatuto
académico otorgado a las facultades, escuelas e institutos de estudios y
de investigacién'3, Ademis, estas bibliotecas se caracterizaban por una
REDIAL, n°t, octubre de 1992Lineas de investigacion
gran heterogeneidad en su organizacién administrativa y bibliogrfica, en
lo referente al personal, al estado de sus colecciones y la prestacién de
servicios. Esta situacién se debfa en parte, a que muchas de ellas
funcionaban de manera aislada como apéndices de los ciclos de
especializaci6n de las distintas facultades.
En distintas conferencias latinoamericanas e interamericanas entre los
afios 1960-1965 se diagnosticaron las limitaciones de que adolecen las
bibliotecas universitarias!*, Entre éstas, se sefialé : la necesidad de
establecer una biblioteca central bajo la égida de una autoridad
reconocida ; la posibilidad de estrechar una intercomunicaci6n entre
bibliotecarios, profesores y administradores de 1a universidad ; asf como
el requerimiento de mayor adiestramiento, formaci6n y seleccién del
personal bibliotecario, elevando su nivel econémico y profesional.
En definitiva, el principal de los acuerdos se puso en prdctica, fue el de
centralizar y coordinar los servicios bibliotecarios y de investigacién con
el fin de lograr cuatro metas.
En primer lugar, potenciar la docencia y 1a investigacién en la medida
que la compilacién y diseminacién de la informacién bibliogr4fica no
continue trabada por el material duplicado y disperso. Al mismo tiempo,
significarfa para la universidad un mejor aprovechamiento de recursos y
del personal.
En segundo lugar, lo que es m4s importante, permitir una mayor
diferenciacién de tareas al interior del personal en servicio. Por un lado,
las actividades técnicas que implican clasificar y organizar la
informaci6n permiten identificar y localizar el documento ; de otro lado,
las funciones de apoyo a la docencia y de investigacién requieren una
constante actualizacién del conocimiento en las diferentes disciplinas de
humanidades, sociales y ciencias para garantizar un servicio de
informaci6n al dia.
En tercer lugar, promover una accién coordinada que posibilite una
normalizaci6n del material bibliogr4fico ingresado y una mayor
tecnificacién que vaya preparando las bases hacia un trabajo mecanizado,
mediante la centralizacién de los procesos técnicos y la confeccién de un
catlogo cooperativo en las bibliotecas de la universidad.
Por dltimo, racionalizar el intercambio de material bibliogr4fico :
mejorar el canje de publicaciones, en base a un nivel de relacién mas
amplia con otras instituciones y lograr una mejor distribucién de los
ejemplares repetidos hacia diferentes bibliotecas de las facultades y
J 30 | REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-
Evolucién de las ciencias de la informacién
escuelas.
En esta década muchas de las bibliotecas universitarias de los pafses
latinoamericanos prepararon su nueva estructura administrativa y
funcional. Fue el caso de 1a Universidad de Brasilia, de S40 Paulo, de
México, la Central de Caracas y Bogot4, la de Cérdoba y Buenos Aires,
de Santiago y de Lima, Muchas se beneficiaron de la asistencia técnica
directa a través de convenios con las universidades norteamericanas, de
intercambio de pasantfas y becas del personal bibliotecario seleccionado
y calificado en los Estados Unidos, El énfasis otorgado al desarrollo de
los servicios bibliotecarios como apoyo fundamental para la docencia e
investigaci6n, estimul6 un uso mds extensivo de las bibliotecas
universitarias. Por otra parte, la mayorfa de ellas obtuvieron el mismo.
estatuto académico que las otras ramas universitarias.
Una tarea inconclusa
A pesar de estos esfuerzos y de los progresos realizados, se debe
reconocer que el desarrollo bibliotecario al iniciarse 1a década de los
setenta no cumplié de forma intensiva y cabal los objetivos
programdticos de la Alianza para el Progreso. Salvo en algunos pafses
como Brasil, México, Colombia, Costa Rica, Chile y Venezuela, en los
cuales se desarrollaron planes nacionales de informacién, el resto de los
pafses continuaron con una visién tradicional de la bibliotecologfa y de la
documentacién's,
En esta visién tradicional prevalece el concepto de biblioteca como
coleccién de libros y no como elemento integrado al desarrollo de las
instituciones, ni a los medios de comunicacién'*. Igualmente, se refleja
en el escaso incentivo otorgado al personal bibliotecario en su
reconocimiento como profesién liberal inscrita con los requisitos
universitarios correspondientes. Otro factor que se resalta, es el poco uso
de las bibliotecas, la mayorfa de las cuales poseen colecciones precarias
por la falta de un presupuesto asegurado y también por el poco desarrollo
de los servicios bibliogréficos, de canje, de un procesamiento técnico
centralizado y de reprograffa.
El desarrollo de sistemas de informacién cientifica y técnica
El desarrollo de la informacién cientffica y técnica impulsa a nivel
mundial una mayor transformacién de los servicios de documentacién.
REDIAL, n°, octubre de 1992La eficacia en a busqueda bibliogrdfica deviene en tarea indispensable
para afianzar el avance de la ciencia y facilitar la toma de decisiones, Se
necesita una informacién més analizada y accesible a través de
testimenes, indices y la adopcién de conceptos teméticos més precisos.
Organismos internacionales como la UNESCO, con la creacién de su
Programa Universal de la Informacién Cientffica y Tecnolégica
(UNISIST) promueven una serie de estudios en el campo de la
informaci6n cientffica. En América Latina, los organismos tegionales
Proporcionan asistencia técnica para el desarrollo de sistemas nacionales
de informacién.
Las bibliotecas y los centros de documentacién entran en competencia.
Las modalidades del trabajo en bibliotecas sufren ciertos cambios,
basados en una necesidad creciente de establecer una normalizacién de
criterios encaminados al control bibliogréfico. Estos nuevos cambios
implican técnicas més integradas de uso cooperativo para aminorar
esfuerzos y evitar duplicidad de tiempo, energfa y procesos.
En estas circunstancias, conviene preguntarse si el continente
latinoamericano estuvo preparado para ello.
Es cierto que el apoyo internacional permitié agilizar la introduci6n de
las nuevas modalidades de trabajo. No obstante, el desarrollo desigual
entre los pafses de la regién sera un factor discriminante, que
condicionar4 las posibilidades de concretar las recomendaciones de las
asociaciones regionales de documentacién y bibliotecas,
El Programa UNISIST
En los afios 1970-1971 nace el programa mundial de informacién
cientffica UNISIST, como un proyecto de la UNESCO y del Comite
Internacional de Union Cientffica (CIUS). Este programa de cardcter
internacional se conforma como una asamblea que reune no solamente a
los profesionales en bibliotecas y centros de documentacién, sino que
agrupa también a los principales usuarios de la informacién cientifica
(como son los cientfficos, investigadores e ingenieros), asi como a los
administradores de los sistemas de informacién dentro de los Ambitos
gubernamental, semi-piblico y privado.
Sus metas de trabajo parten del pricipio-base de compartir la informaci6n
entre los cientfficos, bajo la modalidad de una circulacién fluida sin
testricciones. Se privilegia la disponiblidad y 1a accesibilidad de la
informacién cient{fica, teniendo en cuenta las dificultades por los
REDIAL, n°l, octubre de 1992América Latina :
1960-1990, Evolucién de las ciencias de la informacién
diferentes grados de desarrollo de la ciencia en los distintos pafses. Se
busca la compatibilidad entre los sistemas de informacién utilizando los
mecanismos para establecer una normalizacién de criterios en el
Procesamiento de la informaci6n. Se propone que selectividad y
flexibilidad en el tratamiento y distribucién de la informaci6n cientffica y
técnica sean asegurados por las instituciones cientificas'”,
Sin embargo, no se logré del todo un sistema conversacional entre
cientificos, ingenieros, profesionales en informacién (bibliotecarios,
documentalistas, informéticos, analistas de sistemas) y administradores,
lo que hubiera constitufdo una plataforma interdisciplinaria para
establecer un servicio de informacién cientifica mas acorde con las
necesidades de los usuarios y no tan s6lo dirigido a un publico
especializado que necesita de un manejo de cédigos como
intermediacién para tener acceso a la informacién.
A pesar de sus metas precisas, claras y convergentes entre sf, para el
desarrollo progresivo de un sistema mundial de informacién cientifica, el
Proyecto se revel6 demasiado ttopico. El sistema no logra concretarse
dentro del marco que fue definido.
Mas bien, se establece un Programa General de Informacién (PGI)
dentro de la UNESCO, que se aboca — en coordinacién con los
organismos internacionales de bibliotecas, documentacién y
normalizacién, IFLA, FID, ISO — a establecer sistemas compatibles
para organizar la informaci6n que facilite una intercomunicacién,
Se trata de un trabajo principalmente de tipo técnico orientado a elaborar
herramientas y metodologfas que comprenden los diferentes aspectos de
la descripcién bibliogr4fica, el andlisis de los contenidos de la
informacién, la recuperacién y diseminacién bibliografica, y
experimentar las potencialidades que aporta 1a tecnologfa de la
comunicacién,
Los organismos regionales de informacién
En este marco de referencia se implementaron en América Latina, en la
década de los setenta, sistemas regionales de informacién con la
finalidad de constituirse en reservorios bibliogréficos que siryan de
apoyo a los planes de desarrollo, Estos sistemas pertenecen al 4mbito de
Jos organismos internacionales de Naciones Unidas y Organizacién de
Estados Americanos.
REDIAL, n°1, octubre de 1992 wiLineas de investigacién
Su Ambito de accién son las subregiones latinoamericanas : América
Central y México, America del Sur y el Caribe. Pudieron disponer de un
personal competente y especializado que aseguré que la informacién
recopilada tenga un alto nivel de andlisis y le permitié desarrollar
sistemas orientados a resguardar y promover el conocimiento cientffico
del subcontinente. Ademés, se ponen en aplicacién las metodologfas
recientes para el tratamiento de la misma. Esto dltimo permite que tengan
un rol privilegiado para desarrollar la asistencia técnica y la cooperacién
internacional a los pafses de América Latina.
Es el caso de la CEPAL con su sistema CLADES, que se presenta como
‘un programa regional de informacién socio-econémica. Ofrece
capacitacién y asesoramiento, prepara herramientas documentales
elementales, distribuyendo una bibliograffa analitica socio-econdmica's,
De manera més general, el conjunto de subsistemas de informacién del
sistema de la CEPAL, que reune los organismos CEPAL, Centro
Latinoamericano de Demograffa (CELADE) y el Instituto
Latinoamericano de Planificacién (ILPES), ha prestado en varias
ocasiones asistencia técnica a los pafses de la regién que lo han
solicitado, y ha organizado programas de formacion de personal.
A partir de su experiencia, la CEPAL ha constatado que los pafses
latinoamericanos tienen una necesidad real de apoyo en lo que se refiere
a obtener, tratar, conservar y difundir informacién para el desarrollo
econdmico y social.
En base a estas consideraciones y otras observaciones de tipo interno, en
1981 el sistema de la CEPAL fue encargado de organizar sus unidades de
informaci6n bajo un sistema bibliogr4fico comtn. Esta experiencia
consist en reagrupar sus tres bases de datos bibliogrdficas relativas al
desarrollo econémico y social, poblacién y planificacién. Su orientacién
obedece a la politica de seleccién establecida en comin para todos los
organismos componentes del Sistema CEPAL. Se procedié a la
elaboracién de normas comunes de catalogacién y de clasificacién de
documentos ; este esfuerzo se concretizé en la instalacién de una unidad
centralizada de procesamientos técnicos al servicio de todo el sistema de
la CEPAL ; asi mismo, se desarroll6 un sistema informético comin para
el almacenamiento y la recuperacion de 1a informacién ; por ultimo, se
racionaliz6 e integré 1a produccién y edicién de catdlogos, revistas de
sestimenes analiticos y otros productos documentales difundidos a nivel
internacional!
REDIAL, n'1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evolucién de las ciencias de la informacién
La creacién de los sistemas regionales de informacién, ha incrementado
de manera significativa la capacidad de asistencia técnica disponible en
el subcontinente. Su colaboracién fortalecer4 el desarrollo de los
sistemas nacionales de informacién, pero también como veremos en la
segunda parte del presente texto, sus aportes metodoldgicos serén
tomados en cuenta por los centros de documentacién de los centros
ptivados de investigacién y promocién.
Los sistemas nacionales de informacién
Los sistemas nacionales se enraizan en dos tipos de experiencias. La
primera, son los sistemas que nacieron bajo la égida de los Centros de
Ciencia y Teconologfa, como en Brasil, Cuba y Venezuela. En otros
casos, como Chile y Colombia estos sistemas nacieron dentro de una
cobertura universitaria y académica en las décadas del cincuenta y
sesenta?,
Sin embargo, son los Institutos de Planificacién y los Consejos de
Ciencia y Tecnologfa — creados hacia finales de los sesenta — que dan
un mayor dinamismo para el despegue y funcionamiento de los sistemas
de informacién y que constituyen, ahora, el comin denominador en casi
todos los paises.
Los sistemas nacionales de informacién en el subcontinente pretenden
cumplir un doble rol. Por un lado, son los puntos focales para acopiar y
organizar la infomacién nacional. Depender4 de la voluntad politica que
exista por parte del Estado, que los sistemas nacionales se limiten a la
informaci6n bibliogr4fica sobre la ciencia y la tecnologfa, 0 incluyan la
estadistica sobre los aspectos socio-econémicos de la realidad social. De
otro, son elementos de contacto para canalizar el intercambio de la
informacién regional e internacional",
“Los sistemas nacionales funcionan como programas 0 proyectos de
cooperaci6n interinstitucional y multidisciplinaria para colocar al
servicio de la comunidad los recursos de informacién que el pafs
posee””2, No se crearon estructuras nuevas de informacién. Més bien, los
sistemas nacionales coordinan con instituciones de investigacién y
fomento de la ciencia y con las universidades para elaborar productos
colectivos que posibiliten una mayor utilidad de los recursos
documentales y de las unidades de informacién.
Su funcionamiento interno considera tres instancias operativas. En
REDIAL, n°1, octubre de 1992Lineas de investigacién
Primer lugar, el nticleo coordinador ubicado en los Consejos de Ciencia y
Tecnologfa, encargado de definir las politicas y los procedimientos. En
segundo lugar, las entidades que tienen capacidad ejecutora para
desarollar los subsistemas sectoriales de informacién. Por tltimo, las
unidades de informacién especializadas por érea tematica?3.
En la practica una de las limitaciones que sufrieron los sistemas de
informacién ha sido el insuficiente apoyo financiero dentro de los
presupuestos gubernamentales. En muchos casos, la creacién de
infraestructura, la formaci6n del personal, y la asesorfa en la
planificacién ha dependido de la ayuda externa.
La coordinaci6n interna con otras instituciones académicas y
universitarias no fue lograda del todo. La tarea de aunar esfuerzos para
evitar la duplicidad y la dispersién de las unidades y servicios de
informacién, implic6 una inversién alta de reuniones de trabajo para
Ilegar a un consenso comin y establecer procedimientos adecuados para
cada uno de los organismos.
El car4cter representativo de los sistemas nacionales de informacién, ha
favorecido el desarrollo de proyectos especificos bajo el criterio de
acuerdos bilaterales con los organismos internacionales para
experimentar determinados temas de la documentacién cientffica.
La vinculacién al 4mbito internacional ha permitido también la
Participacién de los especialistas en reuniones promovidas por Naciones
Unidas y otras organizaciones para el desarrollo como el CIID de
Canadé’, Por otra parte, estimuld el acceso a cursos de especializacién y
de adiestramiento en el manejo y gestiGn de recursos y en los métodos y
técnicas para procesar la informacién. No obstante muchas veces ha
existido un ingrediente alto de introduccién de técnicas fordneas sin ser
del todo apropiadas a la realidad de los pafses.
Cabe preguntarse, hasta qué punto los sistemas nacionales han permitido
descentralizar regionalmente al interior de cada pafs una infraestructura
que sirva de soporte nacional y no quedar solamente como una
experiencia que capitaliza la informacién en los recintos administrativos
del sistema. De la misma manera conviene interrogarse, hasta qué punto
un sistema de informacién ha contribuido con efectos multiplicadores 0
solamente ha servido para acentuar un desarrollo desigual en el érea de la
informacién cientffica.
En ciertos casos la experiencia es de cardcter burocr4tico poco eficiente y
precaria, En otros, como Brasil, Cuba, México, Colombia, Venezuela, se
} 36 | REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evolucién de las ciencias de la informacién
pudo implementar una politica nacional de informaci6n cientffica que ha
Permitido estar acorde con los avances tecnoldgicos y cientfficos, y
favoreciendo el desarrollo de la ciencia y tecnologfa protegiendo y
difundiendo asf su producci6n nacional. También desde estos sistemas de
informaci6n se difunden, las innovaciones que se dan en el campo de la
nueva tecnologia, de 1a normalizacién y del control bibliogr4fico.
El surgimiento de los centros de informacién descentralizados
Desde los ochenta se desarrollan en América Latina nuevas unidades de
informaci6n, bancos de datos factuales, textuales y bibliogrdficos,
archivos hemerogrdficos y de la palabra. Los centros de documentaci6n
que los promueven no son organismos auténomos, sino que nacen
integrados a las nuevas ONGs latinoamericanas. Estas no s6lo utilizan
informacién ya elaborada ; son también productores de saberes y
conocimientos que divulgan en forma de cursos, consultorfas, programas
audiovisuales y radiof6nicos, informes y publicaciones impresas.
Las ONGs latinoamericanas de investigacién y promocién
Los centros latinoamericanos de investigacién y promocién que
aparecieron a partir de los afios setenta, son un tipo particular de la vasta
tipologfa de las organizaciones no gubernamentales (ONGs)?5. Estos
nuevos centros se definen no solamente como propulsores y conductores
de micro-proyectos en los que prevalecen la estrategia de trabajar en
funcién de las necesidades basicas ; también se afirman como actores
Sociales aut6nomos, estrechamente vinculados a los movimientos
sociales de participaciGn, en el seno de los procesos histéricos de
democratizacién en las sociedades latinoamericanas’,
Sus orfgenes privilegiaron tareas y acciones inspiradas en la educacién
Popular y en la teologfa de la liberacién que orientaron sus actividades a
un compromiso con Ios pobres y a una identificacién con lo popular. Una
modalidad de misticismo y militancia marcé la accién de los centros, una
dosis alta de concepcién polftica partidiaria predominaba en sus
telaciones con sus interlocutores.
EI asentamiento de un perfil institucional, los desafios que plantean las
nuevas organizaciones de base con sus niveles de participacién en la
REDIAL, n°1, octubre de 1992Lineas de investigacin
conformacién del tejido social, los retos que plantea un Estado con su
apertura democratica y, las graves dificultades que enfrentan los
mercados internos, han conducido a muchas de las ONGs a redefinir su
Papel como actores sociales colectivos en una perspectiva de largo
plazo”’,
La experiencias pioneras y militantes de los primeros tiempos, se
transformaron progresivamente en instituciones que tienen estructura y
organizacién de trabajo especfficas, mds all4 de los proyectos concretos
que llevan a cabo dentro de un plazo determinado, Es en el marco de esta
profesionalizaci6n y naciente divisidn del trabajo al interior de las ONGs
que nacen los cendocs como estructura organizativas especializadas?8.
Sin embargo, su campo de atencién y de intervencién es muy amplio y
diverso : corresponde a su heterogeneidad institucional. Los centros a los
cuales pertenecen los cendocs tienen una pluralidad de funciones y
actividades, destacan la investigacién y docencia ; educacién, formacién,
Capacitacién y asesoria ; difusién, comunicacién y documentaci6n, En lo
que se refiere a las temAticas y lineas de investigacién ; abarcan el
Conjunto de las ciencias sociales, temas especfficos como la mujer,
tecnologfa apropiada, ecologfa, derechos humanos, etc, y los paradigmas
del desarrollo a nivel macro y micro. Por ultimo, como sectores sociales
est4 el amplio espectro del movimiento popular : campesinado y el
mundo rural ; el sector urbano y los barrios marginales ; gremios,
organizaciones de mujeres e informales ; las comunidades eclesiales de
base y parroquias®, etc.
Este proceso de profesionalizacién e institucionalizacién de los centros
de investigacién y promocién se afianza en la década democritica, la de
los ochenta. Esto los lleva también a establecer relaciones de
cooperacién con el sector piiblico y con el Estado. En muchos casos,
lMegan a cumplir un rol de bisagra social ; consolidan un conjunto de
relaciones con otras instancias sin desvincularse de las organizaciones
Populares de base, con las cuales estén relacionados por su trabajo
cotidiano.
La ampliaci6n del conjunto de relaciones de cooperacién, en particular
con el sector pablico es un factor a tomar en cuenta para entender el
entronque de los cendocs con las experiencias y aportes metodolégicos
de las instituciones internacionales (OEA, UNESCO) y organismos
regionales (CEPAL, CLADES, CEPIS, etc.).
REDIAL, n°1, octubre de 19921990. Evolucién de las ciencias de la informacién
Los cendocs de los centros
En el principio fundacional los centros trabajaban la informacién en la
linea de sus cursos de capacitacién, charlas dirigidas y talleres de
formacién, materializ4ndose en publicaciones sencillas tipo folletos y
cartillas, que vertfan los contenidos sociales del andlisis de la realidad.
Esta clase de informacién con caracterfsticas metodolégicas y fines
pedagégicos, tenfa como funcién descomplejizar la realidad social y
enfocar los conocimientos técnicos con miras a una capacitacién
permanente. El publico beneficiario son los interlocutores como el
campesinado y los sectores urbano-marginales, la finalidad es asegurar la
formacién de cuadros de dirigentes y de promotores de base.
La prdctica de estos cursos se apoyaba en una documentacién que
manejaban a tftulo individual los propios investigadores y promotores
sociales. Estos documentos provenfan de sus propias bibliotecas muy
inspirados en contenidos gramscianos y basados en la interpretacién del
materialismo hist6rico y dialéctico. La predominancia de la oralidad se
reflejaban en los discursos y el acompafiamiento con técnicas de
motivacién eran orientadas por los principios de la educacién popular. La
medicién de 1a supuesta “apropiacién del conocimiento” por parte de sus
interlocutores, se explicitaba en la participaci6n colectiva en el proceso
de recreacién que el grupo aportaba a través de exposiciones orales,
trabajos en grupo, y también de representaciones de arte como poesia,
canto, y teatro.
Esta modalidad cuasi dominante en los centros en la década de los
setenta, marcé un estilo de hacer politica educativa y permitié también
contrastar los conocimientos universitarios de los intelectuales. Sin
embargo, no fue examinada entre sus prioridades la necesidad de tener
centros de documentacién que sean los depositarios de la memoria
colectiva de la actividad educativa. M4s bien, el estudio y la
investigacién de la realidad, la produccién de libros y documentos de
trabajo planteaba nuevos retos. Uno de ellos era la dificultad por
conseguir la informaciGn pertinente en el tiempo oportuno sobre todo
cuando se vive en la comunidad 0 con el grupo social con el cual se
trabaja. Otro aspecto tomado en cuenta, eran la necesidad de abrir las
fronteras de la vida local de los espacios micro-regionales y el
mantenerse actualizados con la realidad social. Son estos, los factores
que promueven la formacién incipiente de centros de documentacién,
REDIAL, n°, octubre de 1992Lineas de investigacién
Los centros de documentacién tienen su origen en la especializacién del
objeto social de los centros. En un principio son restringidos, destinados
més bien a su propio uso interno, presentando las caracterfsticas de una
biblioteca familiar. La organizaci6n documental se realiza a un primer
nivel de registro y clasificacién temética de los documentos con la
finalidad de facilitar a los investigadores y a los promotores sociales un
acceso directo. En este primer momento de constitucién, no se invierte
en tener un personal calificado para asegurar el procesamiento de la
informacién. Mas bien, en lo que se refiere a su funcionamiento
Cotidiano, es una tarea del personal administrativo pero est4 bajo la
mirada vigilante de los investigadores. Son éstos tiltimos los que se
encargan de la seleccidn temética y de las adquisiciones,
Sin embargo, el proceso de institucionalizacién de los centros, sus
telaciones complejas con los diferentes interlocutores de la sociedad civil
y del Estado, favorecen la organizacién de los centros de documentacién
con un sentido mas agudo y amplio sobre las necesidades técnicas y
Profesionales. Es decir, los centros evaluan que la informacién es un
elemento clave para la toma de decisiones, que ella permite el
enriquecimiento y la puesta al dfa de los proyectos y programas de
investigacién y contribuye a 1a autoformacién de los promotores sociales.
EI reconocimiento de la informaci6n como parte integrante de los
criterios institucionales, va a contribuir a que los centros de
documentacién se hagan mucho més operacionales y eficaces. Las
posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologfas de comunicacién van a
dinamizar una serie de encuentros, seminarios y talleres en este nuevo
‘campo de trabajo,
Constitucion de sus fondos documentales
‘Tres tipos de fondos documentales predominan en 1a composicién de los
cendocs de los centros. Por una parte, est4 el producto de las
investigaciones en las diferentes disciplinas de las ciencias sociales, de la
historia y de las teméticas del desarrollo ; proviene principalmente del
intercambio de publicaciones entre los propios centros en tanto editores
de revistas de andlisis social y econémico, y en tanto que participen en
encuentros regionales especializados donde intercambian sus avances,
comunicaciones y ponencias,
En segundo lugar, estén las donaciones 0 el intercambio del material
j 30 | REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evolucién de las ciencias de la informacién
bibliogréfico més clésico en dichas ciencias, editado por las instituciones
académicas universitarias nacionales y 1a produccién latinoamericanista
en Europa y Estados Unidos, que son accesibles por el reconocimiento
del rol intelectual de los centros. En menor medida, estén las
adquisiciones propiamente dichas, que con las economfas precarias de
os patses latinoamericanos — el aumento inflacionario de los libros y de
los fletes, y los trémites administrativos de aduana de m4s en mds
engorrosos — se ve cada vez su més dificil acceso y disponibilidad en
forma oportuna.
Ademés, una riqueza espectfica de los cendocs radica en Ia recopilaci6n
de documentos que conforman la literatura gris. Estos van desde los
panfletos, volantes, memoriales, pliegos de reclamos, testimonios, hasta
los informes de trabajo, los avances de investigacién, las libretas de
campo de promotores sociales que trabajan directamente en contacto con
las organizaciones de base, de segundo y tercer grado.
Una parte importante de este tipo de material proviene de las décadas en
que el movimiento popular y estudiantil latinoamericano, en su “etapa de
militancia y solidaridad” editaba mucha documentacién gris. Los
contenidos de estos documentos reflejaban las distintas posiciones
partidiarias, las discusiones de las asambleas y expresaba el sentir de la
“€poca ideolégica” y de renovacién de los valores marxistas con sus
contenidos sociales. Asf mismo, dichos documentos presentan los
diferentes momentos de fragmentacién y creacién de los diferentes
grupos de la izquierda latinoamericana. Se puede afirmar, que se emitié
una informaci6n muy rica en politica y de contenido social en
efervecencia. La edicién era confeccionada bajo métodos artesanales, la
mayorfa de ellos eran mimeografiados 0 mecanograficados. Las formas
de presentacién muchas veces utilizaban el uso de seudénimo.
Esta época de alta actividad y participacién de los intelectuales en un
trabajo directo y de apoyo al movimiento popular en sus diferentes
niveles de organizacin, permitié ir acumulando de manera personal y
privada sus “archivos testimoniales”. Muchos de estos archivos fueron
donados una década més tarde a los fondos de los cendocs para su
conservaci6n, tratamiento adecuado y consulta.
Este potencial informativo recopilado se ve ahora enriquecido
cotidianamente por el contacto con los interlocutores que también emiten
un tipo de informaci6n més informal, y que generalmente no se ajustan a
las normas bibliogréficas de edicién y més bien, son fuentes de primera
REDIAL, n°l, octubre de 1992Lineas de investigacién
mano. Esto ultimo expresa el capital de relaciones y contactos por la
naturaleza de las actividades de los promotores sociales ¢ investi gadores
insertos en la vida rural, en el medio urbano-marginal, en relacién con
los pobladores y comités de organizaci6n de mujeres, jévenes y nifios,
Creaci6n e informatizacién de bases de datos descentralizadas
El uso y la banalizacién de la micro-electrénica abrié posibilidades para
que los cendocs potencien sus fondos documentales y organicen sus
bases de datos. La oportunidad de la informatizacién se presenté como
un desaffo para ingresar al conjunto de normas de los sistemas de
informaci6n. El intercambio de informacién se plantea como una
necesidad para facilitar un uso de mayor explotaci6n y sistematizaci6n de
los fondos documentales.
Este trabajo se plantea a largo alcance. Hay una inversi6n alta en
formacién a los profesionales que trabajan en el plano de la
documentacién. Las técnicas de normalizacién, el dominio de las
herramientas metodolégicas para procesar y hacer accesible una
informacién cualitativamente consistente y fiable, implica una
confrontacién cotidiana con las maneras y estilos de tratar la
informacién.
Existen tendencias en la politica institucional de los centros para articular
en forma més coordinada el desarrollo de un equipamiento informético y
un trabajo m4s mancomunado entre los investigadores, analistas de
sistemas y las documentalistas. Por otra parte, los talleres
interinstitucionales de formacién entre los centros abren espacios para
intercambiar experiencias, ampliar conocimientos y fortalecer este nuevo
estilo de quehacer abierto ala comunicacién.
Es importante subrayar que, la mayorfa de los cendocs de las ONGs
latinoamericanas inician el camino de la informatizacién tomando en
cuenta como referencia las experiencias y aportes de dos tipos de
instituciones.
Por un lado, el trabajo meotodolégico de los organismos regionales como
la CEPAL, CLADES. Estos organismos estuvieron abocados a
compatabilizar sus unidades de informacién para unificarlos bajo un
sistema comin de informacién bibliogr4fica. Esto conllev6 a la
adaptacién de una metodologia basada en las normas internacionales de
tratamiento de la informacién con miras a racionalizar los costos de
REDIAL, n°1, octubre de 1992América Latina : 1960-1990. Evolucién de las ciencias de la informacién
funcionamiento y a optimizar un trabajo més eficiente.
Por otro lado, en el mosaico de las ONGs nacieron a principio de los
ochenta, centros especializados en la adaptacién de las nuevas
tecnologfas a 1a comunicacién social como ILET en Chile e IBASE en
Brasil. La atencién que brindaron a las potencialidades de la telemdtica y
especfficamente al uso del correo electrénico, fue importante para hacer
verosimil la factibilidad a mediano plazo de un intercambio fluido y
eficiente de informacidn entre los centros*!.
Es en este contexto, que a partir de 1985 se generaliza en los cendocs de
las ONGs latinoamericanas 1a utilizacién del programa Microisis
desarrollado por la UNESCO, Si bien este programa es bésicamente un
programa de gestién documental que sirve para la recuperacién de la
informaci6n referencial y bibliogrdfica, su adopcién en forma sistematica
facilitard la creacién de bases de datos especializadas compatibles entre
ellas.
Los organismos regionales de Naciones Unidas en América Latina
preparon un programa de formacién y asistencia para el uso del Microisis
con la adaptacién de un manual de procedimientos para tratar la
informacién bibliografica. De su parte, los CONACYTS
latinoamericanos u organismos afines, han sido delegados por la
UNESCO como los representantes para la distribucién del programa
informitico*.
Una especie de entusiasmo se vivid durante el perfodo 1986-1987, donde
se elaboraron y publicaron cerca de treinta traducciones provenientes de
diferentes lugares de América Latina. A través de encuentros regionales
y de los “clubs de microisis” creados en cada pafs, los avances,
adaptaciones del programa son socializados tanto en los institutos
nacionales, universitarios y privados como en los organismos no
gubernamentales*.
E] éxito de Microisis en la regién latinoamericana se debe en parte a su
transferencia en forma gratuita por la UNESCO que ha facilitado su
difusién. Pero también tuvo un gran papel la accién de los centros
regionales como la CEPAL. Esta, al asumir el rol orientador en materia
de informatizacién de bases de datos, ha colaborado de manera fecunda
en la consolidacién de experiencias locales, regionales y nacionales
(centros en los municipios, bancos, universidades, institutos en la
administracién publica, entidades financieras, etc.).
En lo que se refiere a los cendocs, el punto comin que tienen en la
REDIAL, n°1, octubre de 1992Lineas de investigacién
aplicacién del Microisis radica en la experiencia colectiva del
autoaprendizaje y en el cémo la creacién de bases de datos ha
dinamizado el rol de 1a documentacién en las ONGs latinoamericanas.
Estas bases de datos son pequefias y medianas, entre 2000 y 15000
Tegistros, se especializan en los temas de intervencién de los centros y
también organizan el acceso a las referencias de las ciencias sociales,
Tareas como la normalizaci6n tanto de equipos informatics como de los
programas computacionales, y la aplicacién de las herramientas
metodolégicas para el tratamiento de 1a informacién, son indicativos de
una mayor profesionalizacin en ciencias de la informacién y
Tepresentan una dimensién significativa de la transformacién de los
cendocs*s,
Paralelamente, éstos tienden a reubicarse como seccién matriz de los
Sistemas de informacién que ciertas ONGs latinoamericanas vienen
implementando en la actualidad y que incluye la conformaci6n de bancos
de datos factuales y bancos de noticias, A nivel interno, la apertura de
estos soportes informativos tiene por finalidad potenciar las actividades
de investigacién y de asesorfa de sus profesionales, y de construir un
sistema de informacién integrado que refleje el quehacer institucional en
Tetroalimentar una informacién social y educativa. A nivel extemo, la
Perspectiva que se abre en la presente década, parece ser el acceso
directo mediante la telecomunicacin a estas bases de datos, constituidas
en la persepctiva de asegurar el seguimiento sistematico de 1a
informaci6n regional y nacional de la realidad,
ae
Las dos din4micas colectivas de profesionalizacién en las actividades de
documentacién, informacién y comunicacién que hemos contrastado no
son directamente comparables. No se inscriben en la misma
temporalidad, no tienen la misma escala de accién ; ponen en juego
actores diferentes y corresponden a objetivos distintos.
La primera, por estar vinculada a acciones de planificacién nacional,
depende de manera decisiva del apoyo estatal. Son iniciativas privadas
que impulsan Ja segunda. En la primera, se trata principalemente de
racionalizar y dinamizar unidades de informacién ya existentes. La
REDIAL, n°, octubre de 1992América Latina : 1960-1990, Evolucién de las ciencias de la informacién
‘segunda se presenta como el movimiento de creacién ab nihilo de nuevas
unidades de informacién dentro de un marco institucional todavfa en
proceso de definicién. Las responsabilidades de coordinacién y
orientacién estén, en la primera, a cargo de un nticleo de especialistas
experimentados. En la conduccién descentralizada de la segunda, se
combinan estrechamente aprendizaje e innovacién.
Sin embargo, hay elementos comunes en las experiencias presentadas
que es necesario subrayar.
En primer lugar, su cardcter compulsivo y voluntarista. En el sentido
literal de Ja palabra son extra-ordinarias : salen del proceso “ordinario”
de perfeccionamiento profesional y de modernizacién tecnoldégica tal
como se desarrollan en los ambientes académicos de Europa o de
Estados Unidos. Est4 en juego mucho més que la simple actualizacién de
métodos y actividad programadas de formacién del personal, en vista a
mantener o incrementar 1a eficiencia de un sistema que funcionarfa de
manera satisfactoria. En todos los casos estamos en presencia de
estrategias de ruptura explicita con las practicas heredadas, con el fin de
responder a una situacién de emergencia y de déficit de informacién. Los
factores que determinan tal situacién son de diverso orden : bajo nivel de
educaci6n, carencia de infraestructura, hiperconcentracién del poco
personal competente, etc.. Pero en conjunto — atin teniendo en cuenta la
Giferenciacién entre los pafses del subcontinente — confluyen para
agudizar la precariedad del contexto social, econémico y técnico en el
cual se inscribe 1a realizacién de las acciones referidas. Este contexto
dificulta los avances de los proyectos al mismo tiempo que dramatiza las
expectativas puestas en ellos.
En segundo lugar, su cardcter transnacional. La fluidez, la tenacidad y el
titmo de las concertaciones y cooperaciones, formales ¢ informales, entre
profesionales de diferentes nacionalidades, se enraiza en desafios y
necesidades compartidas : la escasez e inestabilidad de los recursos
institucionales ; la cuasi ausencia de industrias nacionales de informacién
y comunicacién ; la carencia de personal calificado. Muchos de los
materiales y tecnologfas han de ser importados desde fuera de América
Latina. De allf, la importancia crucial de la asistencia técnica externa y
del apoyo financiero internacional ; no sélo para los proyectos estatales
sino también para los cendocs de las ONGs. En uno y otro caso las
iniciativas y orientacién de los organismos de Naciones Unidas
(UNESCO, CEPAL) han sido un aporte significativo. Paradgjicamente
REDIAL, n’1, octubre de 1992Lineas de investigacion
esta dependencia del exterior ha favorecido la homogenizacién de las
referencias y de los materiales y ha impulsado mecanismos de
intregracin inter ¢ intra — institucionales.
Sin embargo, serfa erréneo querer reducir estas dindmicas de
profesionalizaci6n a sus componentes exdgenos. Est4n directamente
relacionadas a los procesos latinoamericanos de transformacién politica y
social. Por ejemplo, las ambiciones de la intervencién estatal, propias a
Jos estilos de desarrollo nacional-popular que predominaba hasta los afios
ochenta, no hacen parte de las prioridades politicas actuales ; lo que
refuerza las responsabilidades que han de asumir instancias de la
sociedad civil tales como los centros privados de invetigacién y
promocién. No obstante en una u otra forma, las trayectorias de
profesionalizacién intentan responder a las exigencias del proceso de
democratizacién que atraviesa el subcontinente. A 500 afios del
“descubrimiento”, es su permanente desaffo y puesta en comin.
46 REDIAL, n°1, octubre de 19921960-1990. Evolucién de Jas ciencias de la informacién
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NOTAS
(1) Ver Millares Carlo (1986) : 268-274.
@) Documentos del Archivo de la Provincia Jesuita del Pers hallados por Luis Martin,
permiten subrayar esta significativa comparacién. Incluso afiade : “Los libros
coleccionados en la gran biblioteca limefia estaban escritos en una verdadera Babel de
lenguas antiguas y modernas, en hebreo, griego, latin, érabe, italiano, francés, alemén,
catalén, espafol, y en las més importantes lenguas aborigenes del Nuevo Mundo, La
inmensa mayoria de las obras guardadas en la biblioteca de Harvard estaban impresas en
latin, y pocas se encontraban en lenguas modemas fuera del inglés”. Martin (1971) :
25.26,
(3) El Presidente argentino creé en 1870 la Comisién Protectora de Biblitotecas
Populares. 180 de estas bibliotecas estaban funcionando ya en 1876. Ver, Gropp 1951 : 2.
(4) Marietta Daniels (1958).
(6) Penna (1959) : 29.
(6) “La Organizacién de los Estados Americanos de la Unién Panamericana, con
residencia en Washington, lleva adelante un programa interamericano orientado al
progreso y aumento de las bibliotecas, mediante el asesoramiento técnico y servicios
informativos a estas entidades, a otros centros bibliogrificos y a autoridades
gubernamentales y educativas, asf como estimulando ya la traduccién y compilacién de
manuales adecuados a los fines que las bibliotecas se propongan realizar, ya el
mejoramiento de la enseiianza de la bibliotecologéa, 1a preparacién profesional de
bibliotecarios, bibliégrafos y especialistas en documentacién, etc.”. Millares Carlo
(1986) : 278,
(7) Daniels (1962) : 1. La accién pionera de Marietta Daniels de Shepard (1913-1985) fue
central para la creacién y organizacién del Programa de Fomento de Bibliotecas de la
Secretarfa General de la OBA.
(8) Marietta Daniels, (1974) : 1.
(9) La Escuela Interamericana funciona con relativa independencia de 1a Universidad de
Antioquia y bajo la vigilancia del Consejo Internacional Bjecutivo compuesto de
representantes de la OEA, UNESCO, la Asociacién de Bibliotecarios Latinoamericanos,
yy la propia Universidad. Marietta Daniels (1962) : 5.
(10) Marietta Daniels (1963).
(11) Escuela Interamericana de Bibliotecologia (1966) : 2-3.
(12) Entrevista con Susan Benson, OEA, Washington, abril 1990,
(13) La reciente creacién de estudios generales previo a los ciclos de especializacién
universitaria result6 muy positiva para potenciar un mayor uso de la bibliotecas. Ver :
Milczewski (1967) : 10.
(14) En particular los Seminarios Regionales de la UNESCO como el organizado en
Mendoza en 1962. Ver : Boletin de la Unesco para las Bibliotecas (17) : 131-144, mar.
—abr. 1963.
(15) OEA. Secretaria General Programa de Fomento de Bibliotecas (1970) : 2-4
(16) Estas consideraciones no se aplican a las bibliotecas especializadas. Las que més
desarrollo tuvieron en América Latina fueron las agricolas y médicas. En particular, el
Instituto Interamericano de Ciencias Agricolas en Turrialba, Costa Rica, y la
Organizacién Panamericana de Salud cumplieron un rol de formacién profesional y de
especializaci6n en el personal bibliotecario, Sobre las funciones de las bibliotecas
cespecializadas, ver : Unién Panamericana (1968) : 2.
(17) UNESCO (1971).
REDIAL, n°1, octubre de 1992Lineas de investigacién
eee seseeeceeceeeecaa oseees fe OU
(18) Luisa Johnson (1977) : 42.
(19) CEPAL (1981) : 2-3
(20) Betty Johnson (1977) : 48.
(21) Raymond Aubrac (1977) : 41
(22) Definicién otorgada al Sistema Nacional de Informacién de Colombia, uno de los
‘sistemas més representativos a nivel latinoamericano, Ver : Tellez (1989) : 56.
(23) Recomendaciones sefialadas por Betty Johnson (1977): 49
(24) En octubre de 1977, el Centro Interacional de Investigaciones para el Desarrollo
(CIID) de Canadé organiz6 en Cali, una reuniGn sobre informacion para el desarrollo que
tuvo mucho impacto en la regién. Beltrn ; Johnson (1979),
(25) Hemos analizado las diferencias entre ONGs del Norte y del Sur en Hurtado Galvan
(1989)
(26) Ver Padrn (1982) ; Fernandez (1985) y Guerra (1987).
(21) Ver Padrén (1988) y Spoerer (1989).
(28) Hurtado Galvin (1988).
(29) Revesz (1985).
(G0) Hurtado Galvén (1988).
Gl) El boletin CONTATO (1985-1990) editado por ILET presenta las diferentes
experiencias de telecomunicacién entre las ONGs latinoamericanas,
(32) Sus funciones permiten definir bases de datos existentes, modificar, corregir,
climinar registros existentes. Igualmente, construye y mantiene archivos de acceso répido
a cada base de datos en forma automética. CBPAL, (1986) : 2-3.
(33) CEPAL (1987).
(G4) Cendoc-Cipea (1988) : 11-13.
35) Hurtado Galvan ; Revesz (1989) : 4-6.