2023-07-22 Qué Forma Más Tonta de Morir

You might also like

You are on page 1of 1

¡Qué forma más tonta de morir!

Anoche, tras una velada con unos amigos en una terraza de un bar céntrico del pueblo, continuamos
las conversaciones en la casa de estos, y nos invitaron, cortésmente, a una cena improvisada. El
anfitrión nos deleitó con un riquísimo gazpacho, mientras la anfitriona iba preparando algunos
fritos. Al rato nos sirvió una tortilla, unas gambas rebozadas, unos palitos de merluza…
Tras tomar un par de vasos de la “poción mágica de Panorámix” (así llamaba mi amigo a su
gazpacho), probé la tortilla. Ésta tenía un olor y sabor raro, como a pescado, pero viendo que los
demás la comían sin hacer ningún comentario, pensé que, o la habían condimentado con alguna
especia, o con las prisas, se hubiera usado la misma sartén que para freír el resto de productos. No
satisfecho con el primer bocado, tomé un segundo.
Éramos ocho a la mesa, de todas las edades, desde una niña de unos diez años, a la abuela de ésta,
de unos sesenta, pasando por dos adolescentes, la madre, el abuelo, mi mujer y yo.
Cuando escuché a mi mujer verbalizar lo que yo no me atreví (quizás por vergüenza, quizás por
cortesía), que la tortilla tenía un sabor raro, agregué en tono jocoso, que “¡a ver si va a tener el
botulismo!”. Ella me miró interrogativa, pues no había oído la noticia. Le expliqué a ella, mientras
el resto de la compañía atendía, que había una partida de tortillas que habían producido un brote de
botulismo, y que ya habían unos pocos de casos por toda España y que los medios advertían de no
comer dichas tortillas, instando a que la devolvieran a los establecimientos donde fue comprada.
Buscando por Internet, vimos de qué marcas eran las susodichas sospechosas y ¡voilá, la nuestra
pertenecía a una de ellas! Rikissimo era la marca que compró mi amiga en el Spar, y que todos los
presentes probamos. Mi mujer, al rato llamó para informarse, al 061, donde una médica le dijo que
si presentaba algún síntoma, como visión borrosa o doble visión, cansancio en las extremidades, y
otros, a lo que le respondió que aún no, pues había pasado media hora de la ingesta. La médica le
recomendó que se acercara a un centro médico, y mi mujer le dijo que éramos ocho personas.
Entonces la médica le dijo que mejor que esperáramos a ver si teníamos algún síntoma, que solían
sobrevenir entre las 12 y 36 horas tras la ingestión del alimento sospechoso.
¡Y en estas estamos! Han pasado unas ocho horas y, ni mi mujer ni yo presentamos ningún síntoma
(yo un poco de reflujo, pero debido a los tres vasos de gazpacho que me zampé, imagino).
¡Qué forma más tonta de morir! Me digo a mí mismo, si resulta que por cortesía, no he hecho
ningún comentario avisando del sabor extraño de la tortilla y resultara en una enfermedad muy
grave que se está llevando a la gente por delante.
¡Os quiero, amigos! (por si acaso...)

https://www.linkedin.com/pulse/qu%25C3%25A9-forma-m%25C3%25A1s-tonta-de-morir-paco-
parejo

You might also like