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Antecedentes 1.2
Antecedentes 1.2
Desarrollo
¿Antecedentes de la psicología en el deporte?
El deporte, a tenor de su contrastada universalidad y de su progresiva
implantación en todos los estratos de la sociedad, constituye uno de
los fenómenos culturales más representativos de nuestro tiempo. Es,
sin duda, una de las actividades humanas que más protagonismo y
más consideración social ha alcanzado en las últimas décadas. Su
arraigo en la sociedad contemporánea es tal que podemos investigar y
abordar este apasionante tema desde multitud de perspectivas:
relacional, formativa, lúdica, técnica, profesional, comercial, política,
etc.; pudiendo comprobar, de hecho, como en cualquier comunidad, al
margen de las inevitables diferencias sociales, culturales y
económicas, prácticamente todos los sujetos prestan atención, se
divierten, sufren, se aburren, se alegran y vibran con los
acontecimientos deportivos. Tanto es así que no ha de extrañar que
autores de la talla de J.M. Cagigal (1966) o de G.C. Roberts (1995)
consideren que las actividades deportivas satisfacen, en muchas
ocasiones, algunas de las necesidades más profundas del hombre.
Ahora bien, a diferencia de otras áreas donde interviene la psicología,
el deporte es un enrevesado mundo que mueve miles de millones y
miles de espectadores. Los presupuestos de algunos grandes clubes
de fútbol o de competitiva. Aún más, hablamos de “deporte” cuando
personas o grupos de baloncesto sobrepasan los 60 millones de euros
por temporada, la Fórmula 1 reparte cientos de millones en premios -lo
mismo puede decirse del tenis y del golf-, los Juegos Olímpicos son
presenciados por gente de todo el mundo, determinadas etapas del
Tour de Francia o determinados partidos de la selección pueden
paralizar por completo un país, los periódicos deportivos tienen mayor
número de lectores que los dedicados a cualquier otro tema, incluso,
algunos deportistas llegan a ser más populares que los presidentes de
sus respectivos países. Por eso, acostumbramos a decir que uno de
los principales rasgos que caracterizan al deporte en la actualidad es
su manifestación eminentemente competitiva. Aún más, hablamos de
“deporte” cuando personas o grupos de personas compiten entre sí
por obtener el mejor resultado, lo cual implica que, forzosamente,
deportistas y entrenadores han de orientar todos sus esfuerzos hacia
un objetivo principal: rendir al máximo, batir records, ser los mejores
en su deporte, en suma, ganar. De esta forma el deporte se convierte
en un Origen e historia de la psicología del Deporte 12 verdadero reto
para el ser humano, tanto a nivel individual como colectivo y social, y
no sólo para aquel que lo práctica sino también para el equipo técnico
que le rodea y para los investigadores interesados en la temática del
alto rendimiento.