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Modos de Expresión Del Inconsciente
Modos de Expresión Del Inconsciente
Los sueños
El tema de los sueños ha sido interesante para la humanidad en todos los tiempos;
a través de su historia se han elaborado fantasías y teorías de lo más variadas.
Hay sueños bíblicos, sueños cabalísticos y obras literarias acerca de ellos. Todos
tenemos la experiencia permanente del soñar. Hay quienes recuerdan mejor sus
sueños y quienes afirman no recordarlos nunca. Para algunas personas los sueños
son generalmente placenteros, para otras suelen estar cargados de angustia.
Para Freud los sueños fueron el elemento más apropiado para llegar al
conocimiento del inconsciente, les llamó la VÍA REGIA del inconsciente. En su
obra La interpretación de los sueños demuestra cómo, de acuerdo con su teoría,
los sueños son realización de deseos y llamó a esto el retorno de lo reprimido.
¿Cómo se explica entonces que muchas veces se produzcan sueños
desagradables? Esto se debe a que los deseos que se realizan en los sueños son
deseos inconscientes y éstos no siempre son coincidentes con lo que se desea en
forma consciente. Esos deseos aparecen disfrazados en el sueño, no es fácil por lo
tanto conocerlos. En el sueño se distingue entre un contenido manifiesto, que es
el relato de lo que soñamos, y un contenido latente que se refiere al real
significado que tiene ese sueño.
"Un señor, conversando una noche con una joven viuda sobre los grandes
preparativos que se hacían en Berlín para la celebración de las fiestas de
Pascua, preguntó a su interlocutora:' ¿Ha visto Ud. hoy el escaparate de
Wertheim? Está muy bien descotado' . No habiendo podido expresar en voz alta
su admiración ante el descote (escote) de la bella señora. su pensamiento
retenido se había abierto paso aprovechando la semejanza de las palabras
descotado y decorado y transformando la decoración del escaparate de una
tienda en un descote. La palabra escaparate fue también empleada en la frase
con un inconsciente doble sentido”.
Chistes
los chistes también son para el psicoanálisis manifestaciones inconscientes, pero
a nivel no ya individual sino social. En ellos aparece disfrazado, oculto, algún
sentimiento que no puede expresarse directamente, algo negativo o bien de
contenido sexual, relacionado con las pulsiones y por lo tanto con la parte
inconsciente de nuestra vida.
Existen algunos mecanismos básicos que utilizamos en los chistes verbales para
construirlos:
SUEÑO: el contenido manifiesto de lo que cuenta el sujeto del sueño: soñé que
nadaba el contenido latente lo que significa cada elemento "el agua"
representa el deseo reprimido (para no despertarse) de tomar agua.
18 DE MARZO DE 2007 | RECORRIDO CONCEPTUAL
El Inconsciente es un Saber que se nos revela sorpresivamente, trastocando toda lógica conciente. La conciencia es el
ámbito psíquico en donde realizamos nuestras actividades concientes, las que advertimos al destinarles nuestra atención;
es el aquí y ahora –presente- de nuestras sensaciones y pensamientos. El Inconsciente, por su parte, es un ámbito psíquico
desconocido, pero siempre activo y operante, manifestándose en la conciencia mediante síntomas, sueños, lapsus, actos
sintomáticos, olvidos, chistes, etc.
Por lo tanto nuestro psiquismo está dividido, no disponemos del conocimiento, ni control total. Pero, ¿Por qué son tales
formaciones, manifestaciones del Inconsciente? ¿Qué nos muestran?
El síntoma, el sueño, el lapsus, el olvido, el chiste, son sorpresivos, poseen una misma estructura y proceso de
construcción: un elemento manifiesto (imagen relatada del sueño; padecimiento localizado en el cuerpo, el actuar o el
pensamiento, una idea; un vacío de información o su cambio por otra; un elemento que alude a otro, algo no dicho que
sugiere el humor del chiste) un elemento cifrado en el manifiesto, como en la poesía; efectos, sentidos y significados:
relato del sueño, decir algo que no se quería, reír, olvidar.
Cuando hablamos o escribimos, tratamos de hacerlo bajo cierta lógica inherente a la sintaxis del lenguaje; así como a los
usos prácticos, sin escapar a lo establecido moralmente. Nuestro decir es regulado por la lógica, la moral y aparentemente
por la voluntad. Sin embargo, el sorpresivo lapsus linguae rompe dichas lógicas de lo que se está diciendo (“Yo no quería
decir eso” “Me confundí” –se argumentará.) manifestándose como un elemento en apariencia ajeno, sin sentido. Al
preguntar el psicoanalista sobre las ocurrencias sobre ese lapsus (lo que viene a la conciencia) se intenta liberar al discurso
de las trabas y organizaciones racionales, morales e ideológicas del pensar, haciendo aparecer “lo no dicho” directamente,
pero aludido, cifrado en el lapsus (en el sueño, los síntomas, ideas, recuerdos) “Hable de todo lo que se le ocurra, sin
descartar nada, por más ilógico, sin sentido y vergonzoso, que le parezca “–dice el psicoanalista, al sujeto durante su
análisis.
El cuerpo, sujeto a su anatomía y fisiología, posee además múltiples y personales significaciones y simbolizaciones. No
solamente tenemos un cuerpo fisiológico, sin erogenizado, del placer; una imagen del mismo, que a menudo trastoca su
funcionamiento, expresándose bajo diversos padecimientos y enfermedades, ¡Y todo eso sin que nos demos cuenta, sino
por sus efectos! p. e. en la piel, dolores de cabeza, trastornos gástricos, y digestivos, alucinaciones. Al hablar y pensar
sobre el cuerpo, entonces lo hacemos realidad simbólica e imaginaria, a la que dotamos de significados y afectos.
El Chiste, el Humor, la puntada, la ocurrencia aguda, son juegos de palabras en donde un elemento está aludido en otro.
Lo “no dicho” ha sido desplazado a otro elemento con el que guarda cierta similitud metafórica o metonímica; p. e. por su
orden adquieren otro significado (“Más vale pájaro en mano, que enfermedad venérea”) El primer elemento es
resignificado por el contraste y articulación con el segundo. Así como durante el análisis algo cobra sentido a partir de su
contigüidad (asociación) con otros elementos que se van narrando.
Los efectos de las formaciones del Inconsciente (sueños, síntomas, lapsus, olvidos, etc.) son el de manifestar esas
verdades desalojadas de la conciencia y sustituidas –por la censura- por otra cosa (imagen del sueño, síntoma, chiste,
ideas, pensamientos…) es un Saber que se nos revela: lo que sucede con nuestros deseos -problematizados. De ahí que el
psicoanálisis se ocupe del caso particular, pues cada cual posee una singular significación de su realidad, de su cuerpo, de
su vida, de su Yo… En donde el sentido se cifrará -para su conciencia- descifrarlo, ese es el objetivo del psicoanálisis: que
el sujeto advierta el funcionamiento del Inconsciente, sus efectos en su vida.
Camilo Ernesto Ramírez Garza es Psicoanalista, licenciado en psicología, maestría en psicología clinica, actualmente
cursa doctorado en Filosofía, Artes y Humanidades. Es Profesor de las Facultades de Psicología de la Universidad
Autónoma de Nuevo León (UANL); y Universidad Tecnológica de México (UNITEC) en Monterrey, Nuevo León,
México