You are on page 1of 98

D H A R I A N A BA L B U E N A

Dhariana
BALBUENA
(República Dominicana)

Esposa y madre. Misionera, conferencista


internacional, sierva. Activa en el ministe-
rio por más de 25 años. Ha participado en
diferentes roles y áreas de ministerio con la
Iglesia del Nazareno, a nivel local, distrital,
nacional, de área y región. Coordinó
Desarrollo y Patrocinio del Niño para la
Región del Caribe, JNI para el área Caribe
hispana, fue secretaria para la Región
MAC, pastora de jóvenes en la IDN
Coronado en Costa Rica, maestra en
Kamuk School, coordinó MNC para
Costa Rica. Actualmente coordina Minis-
terios Nazarenos de Compasión para la
Región Mesoamérica. Dhariana, es maestra
asociada al SENDAS, donde previamente
se especializó en Estudios Transculturales,
luego de haberse titulado Licenciada en
Publicidad, en la UASD.
COMPASIÓN DESDE EL PRINCIPIO
Bases bíblicas e históricas
por Dhariana Balbuena

Copyright © 2022 Todos los derechos reservados.

José Antonio García Arias, Editor de estilo


Esteban David Murillo Solano, Editor de texto
Freya Gizeh Galindo Guevara, Editor de contenido
Samuel Malpica, Diseño editorial

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son


tomadas de la Santa Biblia, edición Nueva Versión Internacional
(NVI 1979-2015) © Sociedad Bíblica Internacional / Biblica®.
Todos los derechos reservados. Rawpixel & Valenty Resources.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin


el consentimiento expreso y por escrito del autor o la editorial.
ÍNDICE
PÁG
Prólogos 11

Introducción
¿Cómo podemos vivir la compasión? 17

Un Dios compasivo 19

La compasión en el Antiguo Testamento 23

· Un pueblo que sufre 25

· Misericordia en pleno peregrinaje 26

· Leyes para el pueblo de Dios 29

· Compasión y justicia 33

La compasión en el Nuevo Testamento 35

· Jesús cumple su misión como máximo ejemplo práctico de compasión 37

· El estilo de vida de Jesús 41

Sin diferencias 45

La iglesia primitiva 49

Las buenas obras 55

El libro de Santiago y la responsabilidad social 59

Compasión en la historia de la Iglesia Cristiana 63

La dimensión práctica de la Compasión 73

Conclusiones 77

Bibliografía 79
A mi amado esposo Esteban y fiel compañero de aventuras, por
sus palabras de ánimo y porras constantes, por creer en mis
sueños y apoyarme siempre. A mis preciosos hijos, Etienne y
Dhana, que son la muestra más amplia de la compasión de Dios
a mi vida. A mis más fieles guardianes de oración y máximos
ejemplo de servicio y amor al prójimo, mis padres, Edilio y
Paquita.

DB
RECOMENDACIONES
En su libro Compasión Desde El Principio, Dhariana lleva al
lector a una inmersión profunda en el significado de la compa-
sión y el impacto que tiene en aquellos que siguen a Cristo. El
autor explora la naturaleza de Dios, las Escrituras en relación
con la compasión y la vida de Cristo como un excelente ejemplo
de cómo debemos vivir la compasión en nuestros contextos. La
autora habla desde su sólido conocimiento de las Escrituras,
pero también desde una vida que vive y respira compasión.

Como líder en la iglesia del Nazareno, Dhariana motiva a


otros a través de la vida que lleva, al mismo tiempo que inspira a
aquellos a quienes dirige a buscar formas de ser Cristo en sus
comunidades. Dhariana escribe por el anhelo de que todos los
cristianos entiendan su llamado a la compasión como un estilo
de vida tal como ella lo entiende fielmente. Dhariana te lleva a
una comprensión más profunda de la compasión y te invita a
vivir una vida de compasión decidida, justo donde Dios te ha
puesto.

– Lic. Lauren Runyan Snodgrass


Coordinadora de Programas para MNC Internacional
La Lic. Balbuena ofrece un resumen de la importancia de la
compasión al corazón de Dios. Por un recorrido de las escritu-
ras, siguiendo la vida y el ministerio del Señor Jesucristo y los
ejemplos de sus discípulos en la iglesia primitiva, hasta el día
presente, este tratado es un recordatorio clave de la centralidad
de una vida marcada por el sacrificio y la compasión.

Compasión como estilo de vida es, ante todo, seguir a nuestro


Señor y Salvador Jesús y ofrecer este mismo regalo a los demás.
Este libro es una pieza importante que se puede compartir en
congregaciones, estudios en grupos pequeños, y en estudio y
reflexión personal. Se puede leer una y otra vez.

– Rev. Dra. Nell Sweeden


Directora Global de MNC Internacional
CEO de NCM Inc.
Prólogos

C on un espíritu de divulgación total, he conocido a Dharia-


na a lo largo de su vida adulta, viéndola como una persona
central en varios roles de "compasión" que otorgan autenticidad
a las palabras y pensamientos escritos aquí. También admito que
me siento como un padre para ella.

Estoy encantado de que una latinoamericana, habiendo vivido


en cinco países, casada transculturalmente, haya escrito su
orientación única a un tema que nos toca a todos, pecadores y
santos por igual. Pero al darle cabeza, manos y pies, vemos la
perfección de su pasión.

Gran parte de la teología de la compasión surge del contexto


norteamericano. Parte de ella es demasiado erudita para el
consumo popular e incluso goteantemente dulce y superficial.
Pero aquí se logra una comprensión legible y competente de este
tema bíblico central.

Dicen que la generación más joven se ha alejado de las formas


de comunicación con mucho lenguaje a imágenes visuales que se
presionan en la conciencia de las personas a través de Youtube,
Instagram y Tiktok. No es que las palabras carezcan de impor-
tancia, pero como cita la autora: “Predica el Evangelio, y si es
necesario, usa palabras”.

11
El Antiguo Testamento está repleto de palabras maravillosas.
Dhariana, nos demuestra a través de esa historia, donde el amor
de Dios engendra el amor humano, a través del cuidado de los
pobres, los abandonados, los enfermos, los confundidos, los
mutilados, los vulnerables y, por cierto, los más pequeños y
perdidos.

Pero es en el Nuevo Testamento que visualizamos quién es


Dios a través de las narraciones de Youtube de los Evangelios, las
imágenes de Instagram de la Iglesia Primitiva y las representacio-
nes de Tiktok de los cristianos a lo largo de la historia. No, la
tecnología entonces no estaba disponible, pero el Espíritu Santo
lo compensó con creces.

Dhariana ha citado las Escrituras libremente con luz láser. Ella


nos recuerda que la compasión no es solo algo que hacemos de
vez en cuando o cuando es conveniente. Es un estilo de vida, una
actitud central, un manantial de iniciativas que no se pueden
etiquetar porque brotan del espíritu de Cristo. Es “quienes
somos”, personas invadidas y conducidas por el amor divino.
Somos meros transmisores de ese amor.

12
Hay una marca de teología que enfatiza la obra que Dios hace
al redimirnos. Su salvación nos es dada, pero nuestra naturaleza
continúa corrompida.

Cuando Dios nos mira, Sus anteojos solo ven Su obra y no


nuestra pecaminosidad. En ese contexto, imitar a Cristo es
probablemente lo mejor que podemos hacer. De ahí que hasta
nuestros gestos de amor estén contaminados.

Sin embargo, la inclinación teológica aquí, ve la "impartición",


en el sentido de que la misma naturaleza amorosa y compasiva
de Dios se imparte al converso rendido para que sus propios
instintos giren en torno al nuevo centro de amor por Dios.

Dhariana asegura su punto con nobles ejemplos de amor prác-


tico. Las teologías y las lealtades eclesiásticas no se comprimen
en una sola vestidura de iglesia.

Como solía decir Martín Lutero, estamos llamados a ser


“pequeños Cristos” en un mundo que anhela su ministerio de
amor. Bien lo ha expresado Dhariana Balbuena.

– Dr. Fletcher L. Tink


Director y profesor del doctorado en Desarrollo Transformacional del Seminario
Teológico Nazareno de Asia Pacífico y la Escuela de Graduados de Teología de Asia
Taytay, Rizal, Filipinas.

13
E ste libro es una maravilla de integración y aplicación al
pensar en la compasión. El autor se basa ampliamente en algu-
nas de las mejores fuentes de investigación teológica sobre la
teología de la compasión en lo que se refiere tanto a la teoría
como a la práctica. Ella desarrolla un marco sólido basado en las
Escrituras que desafía al lector a ubicar la compasión como una
expresión del amor de Dios por las personas y la creación en
general. Ella muestra cómo se puede implementar y vivir la com-
pasión de maneras que son verdaderamente transformadoras.

Dhariana hace más que darnos una forma clara de entender la


compasión y cómo podría ser el ministerio compasivo. Ella
proporciona una articulación teológica clara de lo que Dios
requiere de su pueblo para servir a los marginados, para amar
como Dios ama. Dhariana ayuda al lector a comprender que
aquellos a quienes se sirve y aquellos que sirven deben crecer
espiritualmente a medida que se encuentran con Cristo, de una
manera cotidiana.

El libro está escrito para aquellos involucrados en ministerios


cristianos de compasión y los desafía a avanzar hacia ministerios
holísticos. Es de gran valor para aquellos involucrados en el
ministerio a los pobres y aquellos que viven en los márgenes de
la sociedad. Es un libro refrescante para aquellos que desean
comprender lo que significa compasión y por qué la iglesia debe
manifestar una vida activa de compasión.

14
Es un libro práctico que nos anima a amar como Dios ama y
ver a la sociedad herida como Dios la ve.

Con demasiada frecuencia, la Iglesia ha relegado la obra trans-


formadora de Dios a las realidades espirituales y ha dejado de
lado los desafíos sociales y las luchas cotidianas de la vida
humana para las organizaciones seculares. El resultado es a
menudo una tensión indeseable entre los programas de alcance
social y el evangelismo. Dhariana dedica tiempo en el libro, para
aclarar qué es la compasión y por qué debería ser una parte
integral de cada cristiano e iglesia.

El libro proporciona al lector una comprensión bíblica de la


compasión tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo
Testamento y proporciona un marco bíblico y teológico claro de
los ministerios compasivos.

Este libro es refrescante y merece estar en la biblioteca de los


pastores y de aquellos que quieren entender el “por qué” y hasta
cierto punto el “cómo” de hacer ministerios compasivos.

– Reverendo Cosmos Mutowa


Coordinador de Educación y Participación de la Iglesia para MNC International
Maestría en Artes de la Religión (Universidad Nazarena en África)
Maestría en Artes de la Teología - Desarrollo Comunitario (Universidad de
Manchester)

15
Introducción
¿Cómo podemos vivir la compasión? Primero debemos ir al
origen para poder entender, antes que nada, qué es la compa-
sión. Esta palabra está profundamente relacionada con la miseri-
cordia. El término hebreo, chesed o hesed, (misericordia) se
traduce como el deseo de dar todo de forma generosa, incondi-
cional, es la compasión llevada más allá del límite. Bajo esta
premisa podemos asegurar que la compasión es el amor que
Dios mostró una y otra vez hacia su pueblo Israel. También es
pertinente revisar el término griego σπλαγχνίζομαι (Splagcnizo-
mai), donde la compasión es ser movido desde las entrañas para
aliviar el sufrimiento ajeno.

Etimológicamente, compasión proviene del latín cumpassio y


del griego συμπάθεια (sympathia), que, literalmente, significan
“sufrir juntos”. La compasión se manifiesta al concebir el sufri-
miento de los demás. Más intensa que la empatía, la compasión
es la comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de reducir
o eliminar por completo ese problema.

Donald P. McNeill explica, en su artículo El cristiano y la com-


pasión, el concepto de compasión a través del desglose etimoló-
gico de los términos latinos pati y cum, que juntos significan
“sufrir con”. Él entiende la compasión como la fuerza que nos

17
conduce al dolor ajeno, a las emociones negativas y fuentes del
sufrimiento, todo a favor de poder compartir y aliviar la carga de
los solitarios, los desesperanzados, los olvidados. “En última
instancia, la compasión significa la disposición de sumergirse en
pleno en la condición humana, lo que representa mucho más
que simplemente ser amable o bueno.”

Ahora, ya teniendo cierta claridad sobre la definición y etimo-


logía de la palabra compasión, se presenta la necesidad de exami-
nar a la luz de la Palabra su relevancia para la humanidad.
Tendremos que explorar los elementos claves de la compasión, el
propósito fundamental que siempre ha existido en el corazón de
Dios a favor de la humanidad; ver la inclusión de su pueblo y
hacer de ésta una misión integral y compasiva. Después de todo
esto, y al ser capaces de entender la compasión en términos
teológicos, exploraremos juntos la vida de personajes que gene-
raron transformación a través de un corazón compasivo com-
prometido con el cumplimiento de la misión; con esto, podre-
mos contestar nuestra pregunta inicial: ¿Cómo podemos vivir la
compasión?

18
CAPÍTULO 1

Un Dios
Compasivo

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para
que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”

JUAN 3:16
Un Dios Compasivo /

La compasión constituye un atributo fundamental del carácter


divino de Dios. En las Sagradas Escrituras es posible contemplar
a un Dios compasivo, con una misión bien clara, totalmente
interesado en la redención del ser humano. Esta redención no se
enfoca sólo en el plano espiritual, sino también físico y social.
Dios, conociendo la integralidad del ser humano, muestra preo-
cupación en las diversas necesidades que éste presenta.

Para poder ejercitar la compasión es importante que veamos a


la humanidad desde una perspectiva bíblica. John R. W. Stott,
en La Fe Cristiana frente a los desafíos contemporáneos, defien-
de esta postura al afirmar que, a pesar de ser criaturas de seme-
janza divina, no solo somos almas, o cuerpos o seres sociales, por
lo tanto, es fútil centrarse en uno solo de estos aspectos, ya sea la
salvación eterna, lo físico o social, pues somos más que la suma
de nuestras partes. Si deseamos amar al prójimo y servir, debe-
mos de preocuparnos por cada una de estas dimensiones.

Parte de la misión de Dios es el servicio misericordioso, como


se afirmó en el primer Congreso Anglicano Evangélico Nacional
de 1967 en la Universidad de Keele. Así mismo, Stott afirma que
“el término misión describe todo lo que se le ha encomendado a
la iglesia en el mundo […] el servicio cristiano en el mundo com-
prende tanto la evangelización como la acción social”.

20
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

De manera que la misión auténtica de Dios lo abarca todo, su


restauración es completa, y su compasión sin límites, atiende o
responde a las necesidades integrales del ser humano y más allá
(vida eterna): “Su maravillosa misericordia (hesed) es desde la
eternidad hasta la eternidad” (Salmo 103:17).

En el Antiguo Testamento es posible distinguir cómo Dios se


propone redimir al hombre y restaurar todo lo creado consigo,
también es posible conocer cómo su plan es puesto en acción a
lo largo de esta primera parte de las Sagradas Escrituras. En el
Nuevo Testamento este plan presenta su obra maestra, que
marca la historia en un antes y un después, mostrando así el
propósito cósmico de la misión de Dios. Es importante recono-
cer que la misión pertenece a Dios, quién ha hecho partícipe a
todo cristiano a través del sacrificio de Jesús. Respecto a esto,
Stott dice “Tendríamos que poder convenir en que la misión
surge ante todo de la naturaleza de Dios mismo y no de la
iglesia”.

21
La compasión en el Antiguo Testamento

21
CAPÍTULO 2

La Compasión
en el Antiguo
Testamento

“Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te


da veas a un hermano hebreo pobre, no endurezcas tu corazón ni le
cierres tu mano.”

DEUTERONOMIO 15:7
La Compasión en el Antiguo Testamento /

Exploremos ahora la compasión dentro del contexto de los


textos sagrados. Se dice que la palabra compasión aparece
alrededor de 90 veces en la Biblia, aún si cuestionamos el
número exacto, sin duda, aparece y en algunas ocasiones quizás
no de forma literal pero implícita. A lo largo de todo el Antiguo
Testamento se pueden ver múltiples acciones de amor y miseri-
cordia, que revelan Su intención misional e integral de restaurar
todo lo creado consigo. La compasión es, como ya hemos com-
probado anteriormente, parte esencial de Dios.

Es imposible hablar de misión integral, misión de Dios o


missio Dei, sin relacionarlo entonces con la compasión, e inclu-
so, podría decirse que es lo que mueve a Dios en su misión, ya
que la compasión es amor en acción.

24
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Un pueblo que sufre


“Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto.
Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias.”
Éxodo 3:7

Al inicio fue la creación, seguido del pecado original y así avanza


la narrativa del texto sagrado, a través de cada uno de los 39
libros que conforman el Antiguo Testamento, es posible notar
lo amoroso y compasivo que es Dios con su plan redentor para
el ser humano caído. En medio de todo ello, se ve a un pueblo
que sufre y que nombró suyo, aquel que Dios escogió para ser
representante de las naciones, Israel.

Pasan los años, llega la gran hambruna y el pueblo de Dios se


moviliza a Egipto para conseguir alimentos. Antes de esto, Dios
permite que José, su siervo, sea vendido por sus hermanos como
esclavo, para después llegar a la tierra de Cam y alcanzar gracia
delante del Faraón, así logra ser el instrumento de Dios para
recibir al pueblo de Israel en Egipto, permitir su permanencia y
ser bendecidos. Pero el viaje del pueblo hebreo estaba lejos de
terminar. Los tiempos cambiaron y ahora ese pueblo, que había
llegado a disfrutar de la bonanza de las tierras egipcias, se había
convertido en esclavo.

25
La Compasión en el Antiguo Testamento /

La realidad del pueblo de Israel se había tornado difícil, sin


duda. Cuenta la Palabra, que se les oprimía, “…les imponían
trabajos pesados y los trataban con crueldad. Les amargaban la
vida…” (Éxodo 1:11-14). Dios estaba al tanto de esta situación;
desciende para liberar a su pueblo y llevarle a un lugar bueno y
espacioso (Éxodo 3:8), no se mostró indiferente ante el sufri-
miento de sus siervos.

Misericordia en pleno peregrinaje


“Pasando delante de él, proclamó: El Señor, el Señor, Dios clemente y
compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene
su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que
castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la
tercera y la cuarta generación.”
Éxodo 34:6-7

Dios usa a Moisés para operar la liberación de los israelitas, les


proveyó una columna de nube para guiarlos en el día y una de
fuego para la noche; Dios los dirigió todo el tiempo. El Faraón
no se mantuvo quieto ante la huida de quienes él veía como su
propiedad, persiguió al pueblo israelita, pero ante esto Dios
abrió el Mar Rojo para que su pueblo pasara, luego Moisés canta
reconociendo que el Señor les condujo en Su misericordia.

26
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

En medio de todo cuidado de Dios para su pueblo, los israeli-


tas comienzan a quejarse, tenían hambre, alegaban que siendo
esclavos ellos se sentaban a comer carnes y pan hasta quedar
completamente satisfechos, ante estas palabras, Swaggert
comenta que “ellos mentían, pues como esclavos de los egipcios
despiadados, no hay base para suponer que ellos se sentaban a
comer carnes y pan hasta saciarse; la incredulidad se basa siem-
pre en la mentira”. A pesar de esto Dios responde proveyendo
pan y codornices para saciar su hambre cada día. El pueblo
presionó a Moisés por agua y Dios les dio agua para saciar su sed.
En el camino pelearon muchas batallas y su Señor les daba la
victoria vez tras vez, pero según está escrito en el libro de Éxodo
capítulo 32, construyeron un becerro de oro para adorarle,
olvidándose así del Dios que los liberó. Moisés suplicó ante el
Señor y fueron perdonados, pero también con justicia divina
castigados (Ex. 32:35).

Matthew Henry, en su reconocido comentario bíblico devo-


cional, aborda este tema y aboga por la visión de un Dios magná-
nimo: “es misericordioso: pronto para perdonar al pecador y
socorrer al necesitado. Piadoso: bueno y dispuesto a conceder
beneficios inmerecidos.

27
La Compasión en el Antiguo Testamento /

Tardo para la ira: es longánime, concede tiempo para el


arrepentimiento, y sólo castiga cuando es necesario”. Henry
afirma que Dios es vasto y generoso en todas sus expresiones de
amor a la humanidad, incluso ante el abuso de éstas por parte de
los pecadores, con quienes es especialmente piadoso en todo
momento y no desea más que su redención: “[Dios] perdona la
iniquidad, la rebelión y el pecado: su misericordia y bondad
llegan al perdón pleno y gratuito del pecado. Y que de ningún
modo tendrá por inocente al malvado: la santidad y justicia de
Dios son parte de su piedad y amor para con todas sus criaturas”.
Una muestra irrefutable de su misericordia es el sufrimiento de
Cristo (más adelante revisaremos el Nuevo Testamento a detalle
para ser testigos de esto).

28
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Leyes para el pueblo de Dios


“El que oprime al pobre ofende a su Creador, pero honra a Dios quien se
apiada del necesitado.”
Proverbios 14:31

La ley de Moisés o ley mosaica promulga aspectos que tienen


que ver con las relaciones civiles. James Giles explica que: “Estas
leyes eran humanitarias, con el propósito de desarrollar un senti-
miento de misericordia dentro del hombre”. La ley civil tenía
que ver con las relaciones de los siervos y de los pobres, promo-
vía la misericordia y protección para los pobres y desamparados.
También se hace énfasis en aquellas personas que han sido
afectadas naturalmente, por muerte de sus familiares cercanos.

Daniel Carrol explica con precisión la complejidad de la situa-


ción de Israel que ejemplifica la compasión de Dios por ellos:
“Otra categoría de personas indefensas o débiles en Israel es la de
las viudas y huérfanos. Sin el contexto y el apoyo de una familia
completa y sin una mayor voz en la comunidad, tenían que ser
protegidos (Deuteronomio 14:29) como para ser defendidos en
la corte (Deuteronomio. 10:18; 27:19), también Dios defendía
su causa (Éxodo 22:22-24; Salmo 68:5).

29
La Compasión en el Antiguo Testamento /

Además, al extranjero se le incluye en muchos pasajes que


hablan de la viuda y del huérfano (Deuteronomio 14:29;
16:11-14). Israel tenía que ser compasivo porque ellos también
habían sido extranjeros en una tierra extraña (Éxodo. 22:21;
23:9), explotados y maltratados (Éxodo 1)”.

A través de las leyes Dios muestra la obligación y responsabili-


dad que tenían los más afortunados con los menos afortunados
o necesitados; el año sabático y el jubileo (Éxodo 21:2-6; Levíti-
co 25, Deuteronomio 15), leyes diseñadas en parte para proveer
descanso para la tierra y también para ayudar al necesitado, así
como la liberación de los esclavos (Levítico 25:35-43; 47-55) y
la exoneración de las deudas (Levítico 25:34). En el año sabáti-
co, que ocurría cada siete años, los pobres podían recoger las
sobras de las cosechas (Éxodo 23:10-11), incluso se dice que
debía limitarse la siega, dejando los bordes del campo para el
pobre y el forastero (Levítico 23:22). Estas leyes si bien estaban
para bendecir a los menos favorecidos, también demostraban el
favor de Dios para quienes la cumplían, no solo había conse-
cuencias para aquellos que las incumplían, sino que el que la
cumplía recibiría por su parte la promesa del Señor: “déjenme
decirles que en el sexto año les enviaré una bendición tan grande
que la tierra producirá como para tres años” (Levítico 25:21).

30
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Existía también la ley del diezmo trienal, la cual consistía en


que  al fin de cada tres años cada persona debía dar todo el
diezmo de sus productos de aquel año, para guardarlo en sus
ciudades. “Así los levitas que no tienen patrimonio alguno, y los
extranjeros, los huérfanos y las viudas que viven en tus ciudades
podrán comer y quedar satisfechos. Entonces el Señor tu Dios
bendecirá el trabajo de tus manos.” (Deuteronomio 14:29). Las
leyes se basaban en el hecho de que Jehová es el dueño de la tierra
(Levítico 25:42-55) y soberano sobre su pueblo.

Es tan claro como notorio que Dios tiene una preocupación


profunda por los pobres, por los que menos tienen. Misma preo-
cupación que espera todo ser humano manifieste según el Salmo
41:1 cuando dice: “Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo
librará en el día de la desgracia.” Expresa Carroll que “Dios exige
que los pobres sean tratados justamente'', idea que es posible
percibir a través de la Palabra (Éxodo 23:11; Deuteronomio
15:7-11). El patrón de compasión es Jehová mismo: El tiene un
amor especial por los oprimidos.

Otras ordenanzas procuran el cuidado a los discapacitados:


“No maldigas al sordo, ni le pongas tropiezos al ciego, sino teme
a tu Dios. Yo soy el Señor” (Levítico 19:14).

31
La Compasión en el Antiguo Testamento /

“Maldito sea quien desvíe de su camino a un ciego. Y todo el


pueblo dirá: ¡Amén!” (Deuteronomio 27:18).

Es evidente en toda la Biblia la importancia e inclusión que


Dios tiene con todo ser humano creado, para él todos son
iguales. Son muchos los versículos que hablan del amor de Dios
por la humanidad, pero también los que ordenan y solicitan a
cada ser humano amar a su prójimo como a sí mismo, sin distin-
ción, de la misma manera que lo resalta Job (13:10) “Lo más
seguro es que él los reprendería si en secreto se mostraran parcia-
les” Se le debe dar atención a todo tipo de persona, pero en espe-
cial al afligido, quebrantado y marginado social. El teólogo
Costas lo sintetiza así: “Como comunidad de sacerdotes y profe-
tas, la iglesia es llamada a luchar a favor del pobre, de las circuns-
tancias que lo oprimen”.

32
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Compasión y justicia
“¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti
espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte
ante tu Dios.”
Miqueas 6:8

La Palabra de Dios no sólo llama a la humanidad a ser compasi-


va, sino también a poner en acción la justicia, siendo que en su
esencia Él es amor y compasión, es Dios justo, quien defiende,
promete y bendice, pero que por otro lado quebranta, somete y
condena por causa de la maldad. De sus hijos requiere verdad y
en medio de ello obrar con justicia y misericordia.

La rectitud y justicia de Dios es revelada de diferentes maneras


en el Antiguo Testamento, un ejemplo de ello es a favor de los
afligidos como bien lo expresa el salmista: “Yo sé que Jehová
tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los necesi-
tados” (Salmos 140:12). La compasión de Dios va aunada con
su justicia, ya que justicia es reprensión, pero también amor y
misericordia. “Clemente es Jehová, y justo; sí, misericordioso es
nuestro Dios” (Salmos 116:5).

33
La Compasión en el Antiguo Testamento /

30
CAPÍTULO 3

La Compasión
en el Nuevo
Testamento
La Compasión en el Nuevo Testamento /

Ya hemos revisado los ejemplos más relevantes de la compasión


de Dios en el Antiguo Testamento, por lo que es natural que
revisemos eventos particulares del Nuevo Testamento.

Esta parte de la Biblia arranca con una promesa hecha reali-


dad, llegó Jesús, aquel que fue prometido desde el principio de
los tiempos (Génesis 3:15). Iniciando su ministerio, Jesús visita
Nazaret y explica el móvil de su misión liberadora y compasiva,
cuando dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me
ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha
enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los
ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del
favor del Señor” (Lucas 4:18-19). Es notorio que un Dios com-
pasivo le ha enviado para bendecir y acoger a los pobres y desam-
parados, Jesús llegó con una misión redentora, modelando un
estilo de vida compasivo, con amor y justicia.

También en esta compilación de 27 libros, es posible ver la


vida de los primeros discípulos, apóstoles, de los primeros
cristianos y de todos aquellos que sentaron las bases practicas de
una adecuada participación en la misión de Dios.

36
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Jesús cumple su misión como máximo


ejemplo práctico de compasión

El primer evento que expone a Jesús como un ser compasivo ha


sido su llegada al mundo, despojado de toda su gloria por amor
a la humanidad. Donald McNeil, en Compasión: Reflexión
sobre la vida cristiana, expresa que “la manifestación más visible
de la compasión de Dios es la persona de Cristo. El término
«fue movido a compasión», en griego, es splangchnizomai. La
palabra splangchzma se refiere a las entrañas del cuerpo. Quiere
decir que cuando Cristo sentía compasión, experimentaba algo
misterioso, muy profundo en la región de sus entrañas. Cuando
Jesús era movido a la compasión, la misma fuente de vida
temblaba, el fundamento de todo amor explotaba, el abismo de
la inmensa, inagotable e ilimitada ternura de Dios se revelaba.”

Un aspecto muy relevante de la vida y ministerio de Jesús es


que él veía a todo ser humano de una forma integral, con necesi-
dades varias que suplir. En Lucas 9:10-17, se describe cómo la
gente llegó para escuchar las enseñanzas de Jesús. Al aproximar-
se la noche y entendiendo que la multitud tenía hambre, Jesús
pide a sus discípulos atenderles (les involucró en el proceso).
Jesús miró a la multitud, en palabras de Christopher Shaw, con

37
La Compasión en el Nuevo Testamento /

“misericordia porque el mero hecho de que lo siguieran revelaba


cuán vasta era su necesidad”. Jesús veía a las multitudes y decía de
ellas “que estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin
pastor” (Mateo 9:36).

Al respecto del tema, Stott afirma que Jesús era un predicador,


tanto en palabra como en obra, pues él enseñaba tanto a través
de sus propias acciones como al hablar y anunciar la venida del
Reino de Dios: “Había en su ministerio un indisoluble lazo
entre la evangelización y el servicio misericordioso. Jesús
exhibió en acción el amor de Dios que proclamaba”.

Muchos son los eventos en los Evangelios que develan a un


Jesús intencional y compasivo en el ejercicio de su misión.
Marcos 5:25-34, cuenta la historia de una mujer que llevaba 12
años atada a una enfermedad, descrita allí como flujo de sangre.
Su condición la margina inmediatamente de la sociedad por
considerarse impura y según las normas de la época, no podía ser
vista caminando por las calles de la ciudad. Esta mujer escucha
sobre Jesús y su poder, decide salir a su encuentro, con una fe
extraordinaria toca el borde del manto del Maestro y es sana y
salva al instante, Jesús mismo lo confirma en el verso 34.

38
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Colson lo describe como que “Jesús no sólo se ocupaba en


salvar al hombre del infierno en el otro mundo, sino en liberarlo
del infierno de este mundo”.

Lucas 7:11-15, relata la historia de una viuda en la cuidad de


Naín, a la cual se le había muerto su único hijo, a quien llevaban
a enterrar. “Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: No
llores. Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se
detuvieron, y Jesús dijo: Joven, ¡te ordeno que te levantes! El
muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a
su madre” (Lucas 7:13-15). En el contexto de la época, la condi-
ción de esta mujer era de total desamparo, había quedado sola y
sin sustento para vivir. Las mujeres dependían completamente
del sustento de sus maridos, y ella era viuda, luego dependían del
esfuerzo de su hijo mayor, y ella lo había perdido también. La
mujer no era muy representativa en aquella época y estas dos
pérdidas la excluían de esa sociedad machista. La gente de su
pueblo lo entendía, así que la acompañaba y consolaba como era
costumbre judía. Es posible que por ello Jesús, comprendiendo
su situación fuera movido a tal grado de compasión. La Palabra
no dice, como en otros casos si ella había oído antes de Jesús, o si
tenía fe, pero lo que allí es notorio es la misericordia y compa-
sión del Señor.

39
La Compasión en el Nuevo Testamento /

En Marcos 1:40-45 se aprecia otra controversial historia para


la época. Jesús extiende la mano y toca a un leproso para sanarlo.
La lepra es probablemente una de las enfermedades más
antiguas que se conoce, ataca la piel y ciertos órganos importan-
tes del cuerpo humano, es altamente contagiosa y no se tenía
cura. El término “lepra” proviene del griego y significa “escamo-
so”. Desde su aparición, ha sido interpretada como enfermedad
de pecadores, de impuros, debido a esto un enfermo con lepra
sufría total discriminación, abandono y hasta destierro. Se le
prohibía entrar a lugares públicos, salir de su casa sin su traje
distintivo de leproso, tocar cualquier cosa que no le perteneciera
exclusivamente a él y sólo se podía juntar con otros leprosos, a la
hora de su muerte su entierro debía ser en su propia casa. De
acuerdo con Soto, una vez proferidas todas estas prohibiciones,
se le daba al leproso su ajuar completo que constaba de “una
capucha de color café o gris, zapatos de piel, una campanita para
avisar a la gente de su proximidad, una taza, un bastón, un par de
sábanas, un cuchillo pequeño y un plato”. Después de esto, el
leproso era exiliado y quedaba desamparado por la sociedad.

40
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

El estilo de vida de Jesús

Es apropiado iniciar este apartado con una frase de Miller, “la


preocupación de Dios por los pobres debe manifestarse en nues-
tra propia vida”. Es importante rescatar que aquí el término
pobreza hace referencia a cualquier carencia del ser humano,
espiritual, emocional, material, etc. Según el diccionario
Larousse, la palabra ‘pobre’ se utiliza para describir a “una perso-
na que no tiene, o que padece mucha escasez; alguien que tiene
lo necesario para vivir, también que puede carecer de alguna
cosa para su entero complemento; infeliz, desdichado y triste”.

Jesús es el mayor ejemplo de un estilo de vida que día a día


practica la compasión, y es conocido que toda su vida es modelo
para el cristiano, para todo aquel que le sigue. Daniel Goleman,
autor de Inteligencia emocional, menciona que el Dalai Lama es
un ejemplo de cómo “el cambio positivo en el interior de una
persona le permitirá encarnar de manera más natural una preo-
cupación o interés por los demás, y a partir de ahí actuar con
compasión”. En el caso del cristiano ese cambio es Jesús.

La compasión no es una serie de actividades o acciones que el


cristiano decide realizar para quedar bien con los que le obser-

41
La Compasión en el Nuevo Testamento /

van, como un típico fariseo, que solo busca cumplir con la ley. La
compasión es parte activa, y si se quiere decir, es una de las carac-
terísticas del cristiano, no se separa de sí, así como tampoco lo
hace la gracia de Dios con sus hijos. El cristiano ha sido llamado
a pregonar las buenas noticias en tiempo y fuera de tiempo, es
decir, todo el tiempo. Anunciar las virtudes de Dios dice Pedro,
bien, la compasión es una de ellas. Y si es posible entender el
anunciar las buenas nuevas del reino como una misión integral,
entonces será posible asimilar que en el proceso la compasión
jamás podría ser excluida. De acuerdo con el arzobispo Vicenzo
Paglia, en su libro De la compasión al compromiso, la compa-
sión “no es sólo la vía para una nueva evangelización sino
también para un nuevo humanismo”.

Jesús quiso dejar todo bien claro, “¡La paz sea con ustedes! –
repitió Jesús –. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a
ustedes.” ( Juan 20:21). Exactamente como Dios envió a Jesús al
mundo, lleno de amor y compasión, con una misión integral y
restauradora que cumplir, así mismo Jesús convoca a todo
cristiano a vivir y servir. La misión de la iglesia en el mundo es ser
como Cristo, “Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy
amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se
entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para
Dios.” (Efesios 5:1-2, RV60).

42
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

El doctor en Estudios Latinoamericanos H. F. Bullón argu-


menta, en su libro Misión y desarrollo en América Latina. Desa-
fíos en el umbral del Siglo 21, que el contexto social en que
vivimos actualmente es uno donde prolifera la alienación, por lo
cual es necesario que se cultive una “mente cristiana” para permi-
tirnos habitar en esta realidad compleja y podamos tomar
decisiones correctas “se necesita urgentemente pensar con clari-
dad para ser realmente “sal y luz” en un mundo decadente y
desorientado”.

Siempre habrá mucha necesidad en el mundo, pero también


siempre habrá algo que el cristiano pueda hacer para minimizar
ese impacto social. No hay que esperar a tener más para compar-
tir, de lo que Dios provee, de eso es posible compartir, como
bien lo promueven los apóstoles Pablo y Santiago en sus cartas.

La compasión no se limita a dar pan y compartir la Palabra,


hay tantas posibilidades como retos existen. El tema de la justi-
cia social, por ejemplo, es uno de los más temidos cuando se
requiere de alzar la voz, aunque es posible encontrar en Jesús un
ejemplo de defensa a favor de aquellos socialmente anulados, un
Jesús que dignificó aun al más bajo ser humano que la sociedad
pudo tachar o condenar.

43
La Compasión en el Antiguo Testamento /

Jesús alzó la voz en contra del pecado y de todo opresor. Para


ilustrar esto, este pasaje encontrado en el Antiguo Testamento es
de gran relevancia:

El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas


de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los
oprimidos y romper toda atadura? ¿No es acaso el ayuno com-
partir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin
techo, vestir al desnudo, y no dejar de lado a tus semejantes?, Si
así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante
llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del
Señor te seguirá (Isaías 58:6-8).

44
CAPÍTULO 4

Sin
Diferencias

“Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.”

LUCAS 6:36
Sin Diferencias /

La Palabra de Dios también enseña sobre cómo ser compasivos,


un ejemplo muy claro es encontrado en el libro de San Lucas
capítulo 10, en sus versos del 30-37, donde Jesús comparte la
parábola del buen samaritano:

Jesús respondió: Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y


cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpea-
ron y se fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que viajaba
por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y
siguió de largo.  Así también llegó a aquel lugar un levita y, al
verlo, se desvió y siguió de largo. Pero un samaritano que iba de
viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció
de él.  Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las
vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a
un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de
plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo le dijo, y
lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”. ¿Cuál
de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en
manos de los ladrones? El que se compadeció de él, contestó el
experto en la ley. Anda entonces y haz tú lo mismo. Concluyó
Jesús.

46
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Es oportuno hacer puntualizaciones en ciertos aspectos


relevantes de esta historia. Se aprecian a dos importantes líderes
eclesiásticos cruzando cerca del necesitado e ignorando la situa-
ción. Se puede pensar que, si un cristiano no tiene compasión,
probablemente no esté viviendo a Cristo como corresponde, ya
que la santidad va muy ligado a ello. Luego se ve a un extranjero
que se detiene ante un hombre golpeado y medio muerto para
atenderle, rompiendo todo paradigma social, ya que, por situa-
ciones culturales y territoriales, sus naciones siempre estaban en
conflicto. Si bien es cierto que un cristiano no contará con todos
los medios, recursos y formas para atender a todas las necesida-
des que se encuentre, también es cierto que puede ser un media-
dor, buscando a otros que sí puedan colaborar en esa necesidad.

En las Sagradas Escrituras, en diferentes textos y de diversas


maneras, se recomienda al creyente no hacer acepción de perso-
nas, pues esta conducta no es beneficiosa, ya que implica darle
preferencia a uno sobre otro debido a intereses personales.

47
Sin Diferencias /

No sería correcto dejar de ayudar a alguien sólo porque no es


el tipo de personas con el cual se compartiría, o por no “conta-
minarse”, por ejemplo, hay personas dispuestas a servir a las
viudas, pero no a los indigentes, aunque tengan la oportunidad,
esto no apelaría mucho al significado de justicia.

Jesús finaliza contando su parábola de esta forma “¿Cuál de


estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en
manos de los ladrones? El que se compadeció de él, contestó el
experto en la ley. Anda entonces y haz tú lo mismo, concluyó
Jesús” (Lucas 10:36-37).

48
CAPÍTULO 5

La
Iglesia
Primitiva

“Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.”

LUCAS 6:36
La Iglesia Primitiva /

En los últimos versículos del capítulo dos del libro de los


Hechos, se cuenta el fervor de la primera iglesia de Cristo y el
estilo de vida compasivo que tenían, dice que todos eran muy
unidos y compartían sus bienes entre sí, que todos los días se
reunían en el templo, y en las casas comían juntos con alegría y
sencillez de corazón. Harrison hace un comentario sobre ello:
“Tal era el mutuo afecto en esa primera hermandad cristiana que
los creyentes ricos vendían sus posesiones para ayudar a satisfa-
cer las necesidades de los miembros pobres. El amor cristiano se
manifestaba mediante un programa social de ayuda mutua y
material a los pobres”. Cranfield y Wood explican que estas
ventas no se hicieron todas juntas, sino de forma gradual. El
compartir los bienes buscaba erradicar la pobreza entre los
creyentes (Hechos 4:34).

Esa misma preocupación por los pobres hacía que el que cono-
cía algún oficio o tenía algún don, lo usara para favorecer a quien
lo necesitaba, ejemplo de ello es la historia de Dorcas. Aunque la
Biblia no explica detalles sobre su vida personal, sí es posible
notar que era una mujer muy compasiva, que el amor de Dios
estaba activo en ella, pues conociendo el arte de la costura lo
ponía al servicio del Señor, diseñando y elaborando vestimenta
para las viudas:

50
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Había en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido es


Dorcas). Esta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a
los pobres.  Sucedió que en esos días cayó enferma y murió.
Pusieron el cadáver, después de lavarlo, en un cuarto de la planta
alta. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al enterar-
se de que Pedro se encontraba en Lida, enviaron a dos hombres
a rogarle: ¡Por favor, venga usted a Jope en seguida! Sin demora,
Pedro se fue con ellos, y cuando llegó lo llevaron al cuarto de
arriba. Todas las viudas se presentaron, llorando y mostrándole
las túnicas y otros vestidos que Dorcas había hecho cuando aún
estaba con ellas. Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego
se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo:
Tabita, levántate. Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorpo-
ró.  Él, tomándola de la mano, la levantó. Luego llamó a los
creyentes y a las viudas, a quienes la presentó viva. La noticia se
difundió por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor.
(Hechos 9:36-42).

Dorcas murió y las viudas lloraban su partida, al parecer era


una mujer muy querida. Es conocido que eran muchas las discí-
pulas de Jesús en ese entonces, pero, curiosamente, Dorcas es la
única mencionada como tal en las Sagradas Escrituras. No se
señala como líder dentro de la congregación, y hay mucho que se

51
La Iglesia Primitiva /

desconoce sobre ella como, por ejemplo, qué cosas decía, pero sí
queda claro que era una mujer de Dios que predicaba el evange-
lio, muy probablemente al estilo mencionado por San Francisco
de Asís “Prediquen el evangelio en todo tiempo y de ser necesa-
rio usen palabras”.

Ciertamente el servicio a favor de los necesitados, según sus


carencias, fue practicado inicialmente entre los de la familia de
la fe; al final del capítulo 11 de Hechos se lee a cerca de una nota-
ble ampliación de este cuidado a los menos favorecidos: “Hasta
entonces se había limitado a las comunidades hebreo-cristianas.
Pero se nos dice que ahora, cuando Agabo predijo una seria
hambruna que ocurrió en tiempos de Claudio, “los discípulos
(en Antioquía de Siria), cada uno conforme a lo que tenía, deter-
minaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea”
(v. 29). Esto lo hicieron por medio de Saulo y Bernabé, la diako-
nía estaba empezando a tener un significado técnico con
referencia a la ayuda cristiana. Éste es el primer caso de ayuda en
gran escala.

Dice Van Engen, en su libro El pueblo misionero de Dios, que


la Iglesia tiene la responsabilidad de ejercer como discípulos
actuales de Jesús, por lo cual su deber es dar servicio a la comuni-
dad cristiana.

52
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Parte de esta responsabilidad se manifiesta como la expansión


necesaria para ser de bendición a las naciones, como expresa
Esteban Voth: “La Iglesia es llamada, en sus variadas relaciones
sociales, a avanzar en la restauración de la imagen de Dios en los
seres humanos, con énfasis especial en los pobres, aquellos que
son el prototipo de los signos que evidencian la presencia del
anti-Reino en medio de nosotros”.

53
La Compasión en el Antiguo Testamento /

32
CAPÍTULO 6

Las
Buenas
Obras
La Compasión en el Antiguo Testamento /

Hemos recorrido la evidencia presente en la Palabra, tanto en el


Antiguo Testamento como en el Nuevo, de la compasión de
Dios por el ser humano. Pero ahora debemos ver cómo trasladar
el ejemplo divino a nuestra propia vida. ¿Cómo podemos ejercer
la compasión? Esto es posible a través de lo que el apóstol Pablo,
en sus cartas, expresa como las buenas obras al prójimo. Pero
¿qué es una buena obra? Efesios 2:9 explica que nadie será salvo
por sus obras, pero que según el verso 10, Dios ha creado al ser
humano en Cristo Jesús para buenas obras, de manera que las
obras no garantizan la salvación, pero si la evidencian.

El teólogo alemán, Kurt Aland, menciona que “buenas obras”


proviene del griego ergon, que significa “obra, hecho, trabajo;
tarea, misión, función; expresión práctica; quizá resultado, o
efecto”. Por su parte Harrison describe el término desde una
perspectiva teológica como: “Buenas obras es toda actividad de
un agente moral que procede de una motivación correcta
(amor), está en conformidad con una norma moral adecuada
(ley), y tiene como objetivo la gloria de un objeto digno (Dios)”.

Ya aclarado el significado teológico y etimológico, podemos


regresar al apóstol Pablo, para así comprender sus enseñanzas.
Él, en sus diferentes escritos, resalta la importancia de poner en

56
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

práctica las buenas obras. En II Corintios 8 y 9, Pablo anima a la


iglesia a dar por gracia de lo que tienen, no con tristeza, así como
han recibido de Dios, para suplir la necesidad que en ese
momento había en Jerusalén. También se evidencia que la gracia
de Dios está con aquellos que practican toda buena obra.

Pablo explica que el conocimiento de Dios y el crecimiento en


Él, permiten al ser humano evidenciar sus frutos a través de las
buenas obras, agradando al Señor en todo (Colosenses 1:10). El
apóstol también expresa que las buenas obras son producto de la
compasión (1 Timoteo 2:10). Que las viudas dignas de recono-
cimiento son aquellas que han ejercitado la hospitalidad, lavado
los pies de los santos y socorrido a los afligidos, siguiendo siem-
pre las buenas obras (1 Timoteo 5:10). Una vida de santidad
está preparada para toda buena obra (2 Timoteo 2:21). Que el
objetivo de las Sagradas Escrituras es perfeccionar al cristiano
para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). En Tito 2:7-8 le enco-
mienda al mismo Tito ser ejemplo a los jóvenes en buenas obras,
pues los que creen en Dios deben procurar hacer buenas obras ya
que son de bendición a todos. Pablo promovía las buenas obras
en medio de sus enseñanzas a las iglesias como ha sido visto.
Procuraba el entendimiento y la práctica de la misión integral en
sus congregaciones.

57
La Compasión en el Antiguo Testamento /

32
CAPÍTULO 7

El Libro de
Santiago y la
Reesponsabilidad
Social

“Supongamos que un hermano o una hermana no tiene con qué


vestirse y carece del alimento diario, y uno de ustedes le dice: que le vaya
bien; abríguese y como hasta saciarse, perno le da lo necesario para el
cuerpo. ¿De qué servirá eso?”

SANTIAGO 2:15-16
El Libro de Santiago y la Responsabilidad Social /

Supongamos que un hermano o una hermana no tiene con qué


vestirse y carece del alimento diario, y uno de ustedes le dice:
que le vaya bien; abríguese y como hasta saciarse, perno le da lo
necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?
Santiago 2:15-16

Pablo no es el único apóstol que aboga por las buenas obras


como una forma de vivir la fe. En sus escritos, Santiago trata de
enfatizar que una fe viva en su práctica siempre producirá
buenas obras a favor del prójimo, pero en especial del necesita-
do; de acuerdo con Evis Carballosa, erudito bíblico, Santiago
utiliza dos términos para referirse a las personas en necesidad,
qumnoi (desnudos) y leipomenoi (destituidos). La responsabili-
dad cristiana llama a atender a estas personas, a los desampara-
dos.

Otro estudioso, Ryrie, contabiliza los textos del apóstol en


orden de probar el punto de vista social: “Santiago tiene 108
versículos, donde hace referencia a 22 libros del Antiguo Testa-
mento y al menos 15 alusiones a las enseñanzas de Jesús sobre
todo el Sermón del Monte. Esto es una evidencia del interés en
una ética social del creyente. Entre varios de los temas claves de
la epístola está el de la fe y las obras”.

60
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

En su segundo capítulo, Santiago se dirige a las 12 tribus


expresando así su preocupación por los pobres, y explica la
importancia de no hacer acepción de personas, pues es pecado y
de paso les recuerda el mandato de amar a su prójimo como a
ellos mismos. Las enseñanzas de Santiago tratan sobre aspectos
prácticos de cómo vivir una vida cristiana, siendo responsables
antes las necesidades, especialmente entre los pobres, esto se
sintetiza lo que expresa Carballosa, que para Santiago las obras
son esencia o parte integral de la fe cristiana y no cosa contraria.
Ésta es la responsabilidad cristiana.

61
El Libro de Santiago y la Responsabilidad Social /

58
CAPÍTULO 8

Compasión
en la historia de
la Iglesia Cristiana

“La misión de la iglesia es una extensión de la misión de Jesús. Es la


manifestación, aunque no completa, del Reino de Dios tanto por medio
de la proclamación como por medio de la acción y el servicio social.”

– RENÉ PADILLA, teólogo evangélico


Compasión en la historia de la Iglesia Cristiana /

Muchos han sido los siervos y movimientos que han realizado su


labor evangelizadora de forma integral, de manera que es
posible decir que la iglesia cuenta con cierto legado en el área de
justicia social, es importante reconocer sus vidas y tomarlos
como ejemplos de la asimilación de la misión de Jesús, ya que,
como dice John Stott, es fácil que los cristianos nos enajenemos
de la misión cristiana. Pero la misión de la iglesia es, en palabras
de Esteban Voth, “promover la vida plena, lo que entre otras
cosas implica la erradicación de la pobreza”.

Históricamente la Iglesia cuenta con un gran legado de perso-


nas que lo dieron todo, luchando a favor de tanta necesidad y en
contra de muchas injusticias sociales. Así que el ejemplo de una
iglesia dinamizada y compasiva está. Pues como hace referencia
Stott, “los miembros individuales de la iglesia también se han de
ocupar del testimonio cristiano”.

Van Engen menciona que la visión que tenemos de la misión


eclesiástica está moldeada por nuestra perspectiva individual de
la Iglesia, pero que esta institución debe estar en continua evolu-
ción y avance. Es en este punto donde participan los siervos de
Dios que han dedicado sus vidas a la mejora del mundo, conoz-
camos a algunos de estos personajes de buenas obras cristianas.

64
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

· Pedro Claver (sacerdote jesuita) 1580-1654: Fue un


misionero que dedicó su vida a aliviar el sufrimiento de los escla-
vos del puerto negrero de Cartagena de Indias. Fue una de las
figuras del cristianismo más apasionantes y arriesgadas del siglo
XVII. Abogó incansablemente en el área de los derechos huma-
nos.

· William Carey (misionero inglés) 1762-1834: En


medio de la pobreza, los largos caminos, y otras dificultades más,
perseveró en la predicación de la Palabra y demostró mucho
amor por la gente. Sirvió en la India respondiendo a un llamado
de Dios, de forma incansable compartió sobre las verdades del
Reino sin temor a ser señalado o acusado, la misión fue dura, por
años no cosechó conversos, pero finalmente las semillas fueron
germinando.

Presenció prácticas dolorosas que culturalmente se realizaban,


como el lanzar a los niños pequeños al río como ofrenda a sus
dioses, la quema de las viudas en el funeral de sus maridos, entre
otras.

Posiblemente él abogó por muchas de estas causas, pero se le


conoce por alzar la voz en contra de la práctica de quema de

65
Compasión en la historia de la Iglesia Cristiana /

viudas, hasta que finalmente se da la culminación a este acto y él


mismo sirve como traductor de esta nueva ley o edicto al idioma
bengalí.

· Rev. Santos Elizondo (1869-1941): Quien luego de ser


transformada por Cristo y haberse preparado como ministro del
Evangelio con la Iglesia del Nazareno, mientras vivía en Estados
Unidos, regresó a Ciudad Juárez, México, su lugar de origen
para predicar la Palabra, donde en 1921 se convirtió en la direc-
tora de la misión, con un abordaje siempre integral.

Alrededor de ese tiempo, Santos recibió a su cuidado a siete


niños de una mujer viuda a quien cuidó en el hospital, ya que no
tenían a donde ir.

Con el tiempo, Santos comenzó a recibir a otros niños, lo que


le condujo a crear un orfanato que en poco tiempo dio atención
a 65 niños. Ella y sus niños vivieron un día a la vez, Dios proveyó
todo lo que necesitaron.

· William Wilberforce (político inglés) 1759-1833:


Tuvo un encuentro con el Señor y dedicó su vida entera a la
lucha en contra de la esclavitud.

66
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Logró que se promulgara una ley que prohibiera el tráfico de


esclavos, así mismo consiguió, junto con el apoyo de otros más,
la liberación de los esclavos sometidos a diferentes trabajos en las
plantaciones británicas. Esto fue un logro sin precedentes, sin
duda una victoria para la misión.

· John Howard (caballero terrateniente por consi-


deración pública) 1726-1790: Dedicó su vida a visitar las
prisiones de Gran Bretaña y Europa, invirtiendo de su propio
dinero, para conocer a fondo la realidad en la que vivían los
prisioneros, en algunos casos incluso permaneció por varios días
como un preso más para entender mejor la pésima vida que
tenían los privados de libertad.

Una vez terminado su diagnóstico, promovió la necesidad de


una reforma carcelaria y denunció la corrupción en medio de las
cárceles. A raíz de esto algunas cárceles fueron construidas y se
reformó el código penal a nivel de gobierno.

· Hudson Taylor (misionero) 1832-1905: Médico


misionero inglés sirviendo en China. Recibió un llamado de
Dios para ser Sus manos en China, se preparó por años,
cambiando así su estilo de vida para estar listo a lo que podría ser
su nuevo lugar.

67
Compasión en la historia de la Iglesia Cristiana /

Aprendió por sí solo mandarín, griego y hebreo, también


buscó aprender las ciencias de la medicina considerando que
ésta sería una gran herramienta en China donde había para
entonces escasez de médicos. Se dedicó, en medio de su prepara-
ción, a ejercitar su fe, pues durante su misión sabía que sólo Dios
le acompañaría y sostendría.

Finalmente, en China, procuró hacer de su misión una


integral, compartiendo el amor de Dios con otros de una forma
constante y compasiva.

Escribió libros inspiradores sobre la misión y grandes necesi-


dades en este país, pero más importante fue la oportunidad de
compartir la Palabra en varios idiomas o dialectos, y poder
traducir el Nuevo Testamento a ningpo.

· Larry Garman (misionero estadounidense de la


Iglesia del Nazareno en Perú): Doctor en medicina,
quien junto a su esposa sirvió por alrededor de 45 años en el
Amazonas, enfocado en servir al Señor desde una perspectiva
integral, con un corazón compasivo, dedica su vida a ministrar
entre los Indígenas Aguarunas, compartiendo del amor de Dios
con sus enseñanzas y además supliendo sus necesidades médicas.

68
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

· Padre Damián (Damián de Molokai) 1840-1889:


Fue un misionero católico en Molokai, Hawái, que dedicó su
vida al cuidado de las personas con lepra. Los hawaianos sufrie-
ron de varias enfermedades traídas por los comerciantes, gripes,
sífilis e incluso lepra. El rey de la época estableció una colonia
especialmente para los leprosos y los apartó, temiendo que la
enfermedad se expandiera.

El mismo padre Damián fue quien solicitó a sus líderes el


poder atender a gente, que tenían cubierta las atenciones
básicas, pero no tenían asistencia médica ni espiritual. El aporte
de este padre no fue sólo de compañía, sino que también dina-
mizó a este grupo de población, para mejorar su calidad de vida.

Los protestantes también se unieron a la labor y enviaron


ciertas ayudas monetarias y algunos suministros para la atención
de diferentes áreas.

· Madre Teresa de Calcuta (Agnes Gonxha Bojax-


hiu) 1910-1997: Fue una monja católica de origen albanés.
Establecida y naturalizada en la India, dedicó su vida a la aten-
ción de los pobres, moribundos, huérfanos y enfermos. A pesar
de que ese servicio o trabajo la exponía a diversas enfermedades
y situaciones de salud, ella continuó con gran dedicación.

69
Compasión en la historia de la Iglesia Cristiana /

Encontró muchas veces oposición a su trabajo y formas de


pensamientos, pero así también recibió varias premiaciones de
diferentes gobiernos y la iglesia católica. Alrededor del mundo
fue reconocida, por su gran dedicación a la causa de los pobres,
marginados y todos los necesitados, su misión fue siempre
integral y así siempre la cumplió, con un corazón lleno de com-
pasión y amor al prójimo.

Sus palabras inspiraron a muchos y sus acciones trascendieron


fronteras y dejaron huellas. Aún hoy es recordada, admirada e
imitada, la obra que dejó fue seguida especialmente por mujeres
que ella misma entrenó, las cuales llegaron a aprender con ella,
de su vida y pasión.

¿Qué es lo que podemos obtener de los legados de estas perso-


nas? Los misioneros fueron constantemente los protectores de
los pueblos nativos contra la explotación y la injusticia por parte
del gobierno y las compañías comerciales, además representaron
un papel muy importante en la abolición del trabajo forzado en
el Congo.

Resistieron el tráfico de esclavos en el Pacífico del Sur. Lucha-


ron valerosamente por los derechos humanos al combatir el
opio, la costumbre de ligar los pies de las mujeres para evitar su
crecimiento normal, y el abandono de los bebés en China.

70
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

Hicieron la guerra a la quema de viudas, al infanticidio y a la


prostitución religiosa en la India, y, por sobre todas las cosas,
quebraron la esclavitud social y económica del sistema de castas
para la gente humilde y los parias (Escobar y Driver, 1978, pp.
7-9).

Todo cristiano ha sido llamado a ser agente de transformación


en un mundo que, desde sus inicios, se separó de su Creador, ese
mundo por el que luego murió Jesús, de acuerdo con el plan de
restauración de Dios. Es posible decir que la responsabilidad del
cristiano es hacer que el sacrificio de Jesús sea evidente y relevan-
te para el resto del mundo.

O en palabras de Victorino Pérez Prieto: “Quien medita en la


cruz y entra en su dinamismo, entra en la dinámica del amor y la
misericordia; entra en la dimensión más honda de la compa-
sión: aprende a amar.”

71
CAPÍTULO 9

La Dimensión
Práctica de la
Compasión

“Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene
obras? ¿A caso podrá salvarlo esa fe?”

SANTIAGO 2:14
La Dimensión Práctica de la Compasión /

Es importante comprender qué es la compasión, cuál es su histo-


ria y la de quienes la han ejercido en sus acciones y pensamien-
tos, ya que es posible confundirla con otros conceptos similares
en apariencia, pero diametralmente diferentes a la hora de
evaluarlos moralmente. Tal es el caso de la filantropía, la genero-
sidad y la lástima.

La primera, se distingue porque das lo que te sobra, Juárez


afirma que es la más común de las respuestas, y que parte de la
abundancia, además de ser un impulso ante un hecho observa-
ble; la compasión no debe estar limitada por la abundancia de
recursos que poseemos. En cuanto a la generosidad y lástima,
Bruce Bickel y Stan Jantz, los escritores especializados en la
Palabra de Dios afirman, que dar, ya sea dinero o recursos
propios, no implica compasión, la auténtica compasión parte de
ver a los demás de la misma forma que Dios: “Nunca cometas el
error de pensar que la generosidad y la compasión son la misma
cosa. En todo caso, un espíritu generoso fluirá de tu compasión,
y no al revés”.

Entonces, ¿cómo asegurarnos de que nuestras acciones son


compasivas? Algo que nos puede ayudar es la reflexión de las
características de la compasión. Leonardo Boff, teólogo, afirma

74
/ COMPASIÓN desde el PRINCIPIO

que la compasión es la forma radical del cuidado, la compasión


no actúa a partir de la violencia o la manipulación, sino a partir
de la solidaridad y sentido de comunidad con los desamparados.

Como en todo, seguir el ejemplo de Jesús es clave, durante su


vida siempre demostró y enseñó cómo la compasión es activa y
parte importante de los hijos de Dios. “Cuando Jesús desembar-
có y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que
estaban enfermos.” (Mateo 14:14) La Biblia enseña que Jesús
logró entender el sufrimiento de aquellos que le rodeaban, no
por ser Dios, sino por su vivencia en un cuerpo totalmente
humano, pues de algún modo era el objetivo de su encarnación,
sentir y conocer la dimensión más profunda de lo que significa-
ba ser de carne y huesos, con una mente activa, llena de pensa-
mientos y emociones.

Si el ser cristiano (del latín christiānus) es ser imitador de


Cristo, sería importante imitarlo bien. La Palabra hace referen-
cia a la importancia y necesidad que el ser humano tiene de creer
en él ( Juan 3:15) y de llenarse de él (Hechos 2:4). Es posible
comprender entonces que Dios requiere una iglesia que crea,
pero que a la vez actúe como verdadera agencia del Reino, como
dice Padilla, “La iglesia local realmente integral se involucra en
llegar a personas y comunidades en necesidad”.

75
La Dimensión Práctica de la Compasión /

Una iglesia que no sólo predique sino que haga viva su Palabra,
John Stott afirma que las palabras se mantienen abstractas hasta
que se concreten en actos de amor, de otra forma pierden credi-
bilidad, lo mismo sucede con las obras que permanecen indesci-
frables hasta ser evaluadas a través de la proclamación del evan-
gelio, antes de esto permanecen en la ambigüedad, es por ello
que debemos seguir el ejemplo de vida de Jesús, quien dio la
palabra divina a la vez que ejecutó actos de amor para con su
prójimo. Jesús enseñó a través de la palabra y el ejemplo.

76
Conclusiones
Si bien Dios es el dueño de la misión, en su infinito amor y mise-
ricordia permite a todo ser humano que ha rendido su vida a Él,
ser parte de esta misión de restauración. Dice Stott que “todos
los cristianos sin excepción somos llamados al ministerio
(diakonia, servicio). No es privilegio de una pequeña élite sino
de todos. Hay una gran variedad de ministerios cristianos y
ninguno es mayor o mejor que otro, nos es necesario demoler
esa pirámide o jerarquía”. Muchos sostienen la excusa de no estar
activos en el servicio por carecer de algún “puesto” en sus iglesias
locales. Pero, como también sugiere Stott, el principal ministe-
rio cristiano existe en la vida diaria, y es a través de la cotidiani-
dad que se puede conocer a Cristo.

En el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios fue llamado para


ser luz al mundo, esa idea se mantiene en el Nuevo Testamento
de la misma forma, su pueblo es llamado a ser mediador entre él
y el mundo. En 1 Pedro 2:9 dice “Mas vosotros sois linaje escogi-
do, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinie-
blas a su luz admirable.” Aquí se aprecia esa inclusión en la
misión universal de Dios, siempre siguiendo la línea inicial, de
restaurar a la humanidad consigo.

77
Conclusiones /

Dios tiene un propósito para la vida de su pueblo y, como


sugiere Stott, la prioridad de la humanidad debería ser encontrar
y cumplir el propósito divino. Dios sigue con su plan de inclu-
sión, así que guía y dota de dones, talentos y capacidades múlti-
ples a todo cristiano para ejercer su misión bajo la gracia.

Entonces sería de valiosa importancia conocer la voluntad de


Dios para cada uno de sus hijos, como dice Stott, que hay una
“voluntad general, que seamos hechos a la imagen de su Hijo, ser
discípulos de Cristo es su llamamiento general, Dios nos llama a
la comunión con Cristo, a ser libres, a la paz, a la santidad, a
testificar, a sufrir y a participar de Su gloria”, pero que también
hay de parte de Dios una “voluntad particular para cada persona
según su plan divino”, la cual, a diferencia de la anterior, no es
posible localizar en las Sagradas Escrituras, más bien es necesa-
rio “orar, ceder la propia voluntad, buscar consejo, pensar pros y
contras” así será posible identificarla.

Finalmente, el llamado de Dios para cada persona, como ya lo


hemos analizado a fondo, es ordenanza, y ha sido dado para que
la misión integral de Dios sea cumplida a través de una vida
cristiana, la cual deberá reflejar la compasión de Cristo hacia el
prójimo, hacia el mundo. En efecto, compasión es amor de Dios
en acción, es un estilo de vida, se pone en practica día a día.

78
Bibliografía

Bibliografía Citada
• LIBROS
1. Arias, M. (1998). Anunciando el reinado de Dios. San José, Costa Rica:
Varitec, S.A.

2. Aland, K. (1975). The Greek New Testament. New York, EE. UU:
American Bible Society.

3. Bickel, B. y Jantz, S. (2011). Dios está en las pequeñas cosas; y todo


importa. Barbour: Publishing.

4. Boff, L. (1997). Cry of the Earth, Cry of the Poor. Maryknoll: Orbis.

5. Bullon, D. (s/f ). Santidad y Avivamientos. Juan Wesley y William


Wilberforce apóstoles de la misión integral. Guatemala: Casa Nazare-
na-MAC.

6. Bullon, H. (2000). Misión y Desarrollo en América Latina. Desafíos en


el Umbral del Siglo 21. Buenos Aires: Kairos.

7. Caballosa, E. (1986). Santiago una fe en acción. Barcelona, España:


Publicaciones Portavoz Evangélico.
8. Carroll, M. D. (s.f.). Normas sobre ética social del pueblo de Dios del
Antiguo Testamento. Guatemala: Kairós.

9. Colson, C. (1983). Loving God (Amanado a Dios). Grand Rapids,


Michigan: Zondervan.

10. Costas, O. (1979). Compromiso y Misión. San José, Costa Rica: Edito-
rial Caribe; CELEP.

79
Bibliografía Citada /

11. Cueva, S. (1991). La iglesia local en misión transcultural. Terrassa:


Editorial CLIE.

12. Crowe, P. (1967). Keele 67: The National Evangelical Anglican


Congress Statement. Falcon.

13. Escobar, S. Driver, J. (1978). Christian Mission and Social Justice.


Herald Press.

14. Fernandez, J. (2015) Compasión: Descubre cómo la persona que más te


ama sigue queriendo conquistarte cada día. NavPress.

15. Giles, J. E. (1987). Bases bíblicas de la ética. Estados Unidos: Casa


Bautista de Publicaciones.

16. Goleman, D. (2015). La fuerza de la compasión: La enseñanza de Dalai


Lama para nuestro mundo. Barcelona, España: Editorial Kairós.
17. Harrison, E. (1971). El comentario bíblico Moody Nuevo Testamento.
Estados Unidos: Editorial Moody.

18. Harrison, E. (1985). Diccionario de teología. Grand Rapis, Michigan:


T.E.L.L.

19. Henry, M. (2013). Comentario Bíblico Matthew Henry. Editorial Clie.

20. Juarez, H. (s.f.). Manual de capacitación, ministerios nazarenos de


compasión. Guatemala: Región MAC.

21. Lama, D. (2014). El arte de la compasión: La práctica de la sabiduría en


la vida diaria. España: Penguin Random House Grupo Editorial.

80
22. Miller, D. (2001). Discipulando Naciones. El poder de la verdad para
transformar culturas. (con la colaboración de Stan Guthrie) Managua,
Nicaragua: Producciones EMCOR S.A

23. McNeil, D. (1985). Compasión. Reflexión sobre la vida cristiana. Sal


Terrea.

24. Padilla, C. René y T. Yamamori (Eds.) (2001) Misión Integral y Pobre-


za. (Anales de Consulta del mismo nombre en CLADE IV). Buenos
Aires: Kairós.

25. Padilla, C.R. (1986). Misión Integral. Ensayos sobre el Reino y la


Iglesia. Buenos Aires: Nueva Creación.

26. Padilla, R. Yamamori, T. (2001). Misión Integral y Pobreza: El


Testimonio Evangélico Hacia el Tercer Milenio: Palabra, Espíritu y
Misión. Ediciones Kairos.

27. Paglia, V. (2009). De la compasión al compromiso. Madrid, España:


Narcea Ediciones.

28. Pérez, V. (2000). Con cuerdas de ternura: Para un encuentro con el


Dios de Jesús de Nazaret. Madrid: Narcea Ediciones.

29. Ryrie, C. (1991). Biblia de studio Ryrie. Versión Reina Valera 1960.
Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz Evangélico.

30. Stott, J. (1975). La misión cristiana hoy. Editorial Certeza.

81
Bibliografía Citada /

31. Stott, J. (1991) La Fe Cristiana frente a los Desafíos Contemporáneos.


Buenos Aires: Nueva Creación.

32. Stott, J. (1995). El Cristiano Contemporáneo. Buenos Aires, Grand


Rapids: WM.B Eermans Publishing Co.

33. Swaggart, J. (2011). Biblia de estudio del expositor. Baton Rouge, LA,
EE.UU.: Ministerio de Jimmy Swaggart.

34. Shaw, C. (2014). Dios en sandalias: Encuentros transformadores con el


Verbo hecho carne. USA: Tyndale House.

35. Soto, E. (2003). La lepra en Europa medieval: el nacimiento de un mito.


Patricia Lagarde, de la serie Herbolaria.
Van Engen, C. (2004). El Pueblo Misionero de Dios. Grand Rapids,
Mich.: Libros Desafío.

36. Wood, A. (1972). “ La responsabilidad social en el Nuevo Testamento”,


en Responsabilidad Social y Política. Buenos Aires: Ed, Certeza.

• VERSIÓN DE LA BIBLIA UTILIZADA


1. Biblia (1999). Nueva Versión Internacional. Bíblica.

• PÁGINAS DE INTERNET CITADAS


1. Larousse en línea (2007). Visto el 15 de Septiembre de 2015 en
http://es.thefreedictionary.com/pobre

82
2. Wikipedia (2015), “Chesed”. Visto el 15 de Septiembre de 2015 en
https://es.wikipedia.org/wiki/Chesed
3. Diccionario Wikilengua (s.f.), “Acepción”. Visto el 17 de 2015 en
http://www.wikilengua.org/index.php/acepción

4. Wikipedia (2015), “Compasión”. Visto el 15 de Septiembre de 2015 en


https://es.wikipedia.org/wiki/Compasión

5. Nazarene Compassionate Ministries (2015). Visto el 20 de Septiembre


de 2015 en http://www.ncm.org/mission.html

6. Iglesia del Nazareno, Región Sudamérica (s.f.) Visto el 22 de Septiembre


de 2015 en http://samnaz.org/ministerios/compasion/

Bibliografía General
• LIBROS
1. Arias, M. (1998). Anunciando el reinado de Dios. San José, Costa Rica:
Varitec, S.A.

2. Aland, K. (1975). The Greek New Testament. New York, EE. UU:
American Bible Society.

83
Bibliografía General /

3. Atiencia, Jo. (1997). Luz en las tinieblas. Buenos Aires, Argentina.


Ediciones Certeza.

4. Bakke, R. (2002). Misión integral de la ciudad. Buenos Aires. Editorial


Kairós.

5. Bickel, B. y Jantz, S. (2011). Dios está en las pequeñas cosas; y todo


importa. Barbour: Publishing.

6. Boff, L. (1997). Cry of the Earth, Cry of the Poor. Maryknoll: Orbis.

7. Bullon, D. (s/f ). Santidad y Avivamientos. Juan Wesley y William


Wilberforce apóstoles de la misión integral. Guatemala: Casa Nazare-
na-MAC.

8. Bullon, H. (2000). Misión y Desarrollo en América Latina. Desafíos en


el Umbral del Siglo 21. Buenos Aires: Kairos.

9. Bullon, H. F. (2008). Instrumental operativo para el servicio y acción


sociales: Cuestiones estratégicas, en Misión y Responsabilidad Social
(Vol. 3): Transformación de América Latina y Responsabilidad Social.

10. Caballosa, E. (1986). Santiago una fe en acción. Barcelona, España:


Publicaciones Portavoz Evangélico.

84
11. Carroll, M. D. (s.f.). Normas sobre ética social del pueblo de Dios del
Antiguo Testamento. Guatemala: Kairós.

12. Colson, C. (1983). Loving God (Amanado a Dios). Grand Rapids,


Michigan: Zondervan.

13. Costas, O. (1979). Compromiso y Misión. San José, Costa Rica: Edito-
rial Caribe; CELEP.

14. Cueva, S. (1991). La iglesia local en misión transcultural. Terrassa:


Editorial CLIE.

15. Crowe, P. (1967). Keele 67: The National Evangelical Anglican


Congress Statement. Falcon.

16. Escobar, S. Driver, J. (1978). Christian Mission and Social Justice.


Herald Press.

17. Fernandez, J. (2015) Compasión: Descubre cómo la persona que más te


ama sigue queriendo conquistarte cada día. NavPress.

18. Giles, J. E. (1987). Bases bíblicas de la ética. Estados Unidos: Casa


Bautista de Publicaciones.

85
Bibliografía General /

19. Goleman, D. (2015). La fuerza de la compasión: La enseñanza de Dalai


Lama para nuestro mundo. Barcelona, España: Editorial Kairós.

20. Gripp, V. (s.f.). Siervos entre los pobres. Buenos Aires: Nueva Creación.

21. Harrison, E. (1971). El comentario bíblico Moody Nuevo Testamento.


Estados Unidos: Editorial Moody.

22. Harrison, E. (1985). Diccionario de teología. Grand Rapis, Michigan:


T.E.L.L.
Henry, M. (2013). Comentario Bíblico Matthew Henry. Editorial Clie.

23. Juarez, H. (s.f.). Manual de capacitación, ministerios nazarenos de


compasión. Guatemala: Región MAC.

24. Lama, D. (2014). El arte de la compasión: La práctica de la sabiduría en


la vida diaria. España: Penguin Random House Grupo Editorial.

25. Lausana. (1994). El Movimiento de Lausana al Servicio del Reino. San


José, C.R. : Visión Mundial

26. Lintichum, R. C. (1994). El empoderamiento de los pobres. La organi-


zación comunitaria entre los pobres y marginados de la ciudad. San José:
Visión Mundial

86
27. Lockward, A. (1993).La responsabilidad social del creyente. Miami,
FL: Editorial UNILIT.
28. Miller, D. (2001). Discipulando Naciones. El poder de la verdad para
transformar culturas. (con la colaboración de Stan Guthrie) Managua,
Nicaragua: Producciones EMCOR S.A

29. McNeil, D. (1985). Compasión. Reflexión sobre la vida cristiana. Sal


Terrea.
Nordstokke, K. (1998). Diaconía. Fe y servicio en un mundo que sufre. La
Paz: Editorial Lámpara.

30. O’Gorman, Frances & Equipo CEAR. (1990). Promoción Humana.


San José: Visión Mundial.

31. O’Gorman, F. (1993). Caridad y Cambio. San José: Visión Mundial

32. Padilla, C.R. (1986). Misión Integral. Ensayos sobre el Reino y la


Iglesia. Buenos Aires: Nueva Creación.

33. Padilla, R. Yamamori, T. (2001). Misión Integral y Pobreza: El


Testimonio Evangélico Hacia el Tercer Milenio: Palabra, Espíritu y
Misión. Ediciones Kairos.

87
Bibliografía General /

34. Padilla,C. R. (Ed) (1998). Bases Bíblicas de la Misión Integral: perspec-


tivas latinoamericas. Buenos Aires: Fundación Kairós.

35. Padilla, C.R. (2006). ¿Qué es la Misión Integral? Buenos Aires: Edicio-
nes Kairós.

36. Padilla, C. R. y H. Segura (eds) (2006). Ser, Hacer y Decir: bases


bíblicas de la misión integral. Buenos Aires: Ediciones Kairós.

37. Padilla, C.R. (2006). La Fuerza del Espíritu en la Evangelización:


Hechos de los Apóstoles en América Latina. Buenos Aires: Ediciones
Kairós.

38. Padilla, C. René & T. Yamamori, eds. (2000) El Proyecto de Dios y las
Necesidades Humanas. Buenos Aires: Ediciones Kairos.

39. Padilla, C. René y T. Yamamori (Eds.) (2001) Misión Integral y Pobre-


za. (Anales de Consulta del mismo nombre en CLADE IV). Buenos
Aires: Kairós.

40. Padilla, C. René y T. Yamamori (eds). (2003). La Iglesia Local Como


Agente de Transformación: Una Eclesiología para la Misión Integral.
Buenos Aires: Kairós.

88
41. Padilla C.R. y T. Yamamori (eds) (2006). El Proyecto de Dios y las
Necesidades Humanas. Buenos Aires: Ediciones Kairós.

42. Padilla, C.R. (1997). Discipulado y Misión: compromiso con el reino


de Dios. Buenos Aires: Ediciones Kairós.

43. Paglia, V. (2009). De la compasión al compromiso. Madrid, España:


Narcea Ediciones.

44. Paredes, T. (2000). El Evangelio: Un tesoro en vasijas de barro. Buenos


Aires: Ediciones Kairós, Pérez, V. (2000). Con cuerdas de ternura: Para un
encuentro con el Dios de Jesús de Nazaret. Madrid: Narcea Ediciones.

45. Ryrie, C. (1991). Biblia de studio Ryrie. Versión Reina Valera 1960.
Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz Evangélico.
Soto, E. (2003). La lepra en Europa medieval: el nacimiento de un mito.
Patricia Lagarde, de la serie Herbolaria.

46. Shaw, C. (2014). Dios en sandalias: Encuentros transformadores con el


Verbo hecho carne. USA: Tyndale House.

47. Snyder, H. A.(1983). La forma de la iglesia, en La Comunidad del Rey.


Miami, Fl.: El Caribe Steuernagel, Valdir R.(comp.) Misión de la Iglesia.
Una visión panorámica. San José: C.R.: Visión Mundial.

89
Bibliografía General /

48. Stam, J. (1996). Misiones en la iglesia local. Grand Rapids: Libros


Desafío.

49. Stott, J. (1975). La misión cristiana hoy. Editorial Certeza.

50. Stott, J. (1991) La Fe Cristiana frente a los Desafíos Contemporáneos.


Buenos Aires: Nueva Creación.
Stott, J. (1995). El Cristiano Contemporáneo. Buenos Aires, Grand
Rapids: WM.B Eermans Publishing Co.

51. Swaggart, J. (2011). Biblia de estudio del expositor. Baton Rouge, LA,
EE.UU.: Ministerio de Jimmy Swaggart.

52. Tapia, R. M. (2006). La formación teológica, la Iglesia y el desarrollo


local, en Conferencia Internacional de la Asociación Internacional para la
Promoción de la Educación Superior Cristiana. Granada, Nicaragua.

53. Van Engen, C. (2004). El Pueblo Misionero de Dios. Grand Rapids,


Mich.: Libros Desafío.

54. Wood, A. (1972). “ La responsabilidad social en el Nuevo Testamento”,


en Responsabilidad Social y Política. Buenos Aires: Ed, Certeza.

90
• PÁGINAS EN INTERNET
1. Wikipedia (2015), “Pedro Claver”. Visto el 20 de Agosto de 2015 en
https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Claver

2. Wikipedia (2015), “Damián de Molokai”. Visto el 20 de Agosto de 2015


en https://es.wikipedia.org/wiki/Damián_de_Molokai

3. Wikipedia (2015), “Teresa de Calcuta”. Visto el 20 de Agosto de 2015 en


https://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_de_Calcuta

4. Wordpress (2009) “Biografia de Hudson Taylor”. Visto el 14 de Agosto


de 2015 en https://operacionchina.wordpress.com/2009/10/15/biogra-
fia-de-hudson-taylor-1832-1905/
5. Wordpress (2008) “Biografia de Guillermo Carey”. Visto el 14 de
Agosto de 2015 en https://luisalberto.wordpress.-
com/2008/07/15/la-biografia-de-guillermo-carey/

6. Mission Launch, Perú (s.f.). Visto el 12 de Agosto de 2015 en


http://www.missionslaunch.com/category/regions/south-america/-
peru/

91
Bibliografía General /

7. Misiones Nazarenas (2015). “Larry Garman”. Visto el 14 de Agosto de


2015 en http://www.nazarenemissions.ca/garman-larry-and-addie.html

8. Desarrollo Cristiano (2015). “Compasión”. Visto el 14 de Agosto de


2015 en http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=1275

9. Wordpress (2015). “La lepra en tiempos de Jesús”. Visto el 14 de Agosto


de 2015 en https://buscandoajesus.wordpress.com/articulos/la-le-
pra-en-tiempos-de-jesus/

92
Compasión Desde El Principio, te invita a conocer el origen de la com-
-
nidad, a partir de su análisis bíblico y teológico. Explorando los elemen-
tos claves de la compasión y el propósito fundamental que siempre ha
existido en el corazón de Dios, restaurar todo lo que ha creado, consigo.
En este libro, se presenta un recorrido por todo el Antiguo y el Nuevo
Testamento, examinando cuidadosamente, los elementos que describen
la compasión. A su vez, se complementa con el análisis práctico y
cotidiano de la compasión, que, si bien es característica de Dios, está en
cada ser humano, que debe procurar ser consciente de ello y activarla.
De la misma forma se comparten historias de personas que dejaron un
legado, a través de la transformación que generaron en la sociedad.
Como bien dijera Agnes Conxha Bojaxhiu, “Si no vivo para servir, no
sirvo para vivir”. Y pudiéramos agregar, que ese servicio sea genuino,
lleno de amor, conciencia y no selectivo.

Formación Espiritual / Introducción al Ministerio


El gran amor del SEÑOR
nunca se acaba, y su
compasión jamás se agota.
Cada mañana se
renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!
— LAMENTACIONES 3:22 —

You might also like