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ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA


SALA SUPERIOR DE AGUADILLA

MARÍA ISABEL NEGRÓN GARCÍA CIVIL NÚM.: AG2023CV01296


DEMANDANTE
SALÓN: 602
v. SOBRE:

TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA,


HON. JUEZ ABID QUIÑONES PORTALATÍN AUTO DE HÁBEAS CORPUS

DEMANDADOS

SENTENCIA

El 14 de agosto de 2023, la Sra. María I. Negrón García presentó petición de Habeas


Corpus en contra del Tribunal de Primera Instancia, Sala Superior de Aguadilla. En esta alegó
encontrarse detenida ilegalmente en las facilidades del Tribunal de Aguadilla, luego de haber
sido hallada incursa en desacato en corte abierta por el Honorable Juez Abid Quiñones
Portalatín. Luego de un recuento de los trámites realizados en el caso Civil Núm.
AG2021CV00945 como presidenta de la Junta de Directores del Condominio Sol y Playa, la
parte demandante argumentó que no existía intención de su parte de desacatar las órdenes del
tribunal, puesto que estas dependían directamente de la ejecución de un tercero y de la
contratación de terceros. Ante ello, solicitó que se ordenara la excarcelación inmediata y/o se
pautara una vista evidenciaria de habeas corpus urgente.

En esa misma fecha, se celebró vista de Habeas Corpus donde compareció la parte
demandante representada por el Lcdo. Edwin J. López y el Lcdo. Harry Padilla. La parte
demandante solicitó que se tomara conocimiento judicial del caso Civil Núm. AG2021CV00945;
que la demandante era abogada de profesión; natural de Sabana Grande y, que fue jueza
municipal y jueza superior. En lo concerniente al caso Civil núm. AG2021CV00945, el
representante legal de la parte demandante indicó que el pasado viernes, 11 de agosto de 2023,
el Consejo de Titulares presidido por la Sra. María I. Negrón García presentó una moción
informativa al Tribunal de Primera Instancia, Sala Superior de Aguadilla, en la cual explicaron
el problema que enfrentaban con la contratación del contratista que removería toda la
construcción de los micropilotes.

Señaló que a estos efectos se expresó en la moción que, el 10 de agosto de 2023, se


realizaron los pagos de la póliza de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado, los arbitrios
municipales de construcción y patente. Por tanto, habiéndose cumplido con dichos requisitos,
tanto el permiso de construcción para demolición, como el permiso único incidental, fueron
aprobados. El letrado destacó que surgía de la minuta notificada en el referido caso, el 20 de
junio de 2023, que la obra de construcción se realizó en propiedad ajena por ser de dominio
público. En consecuencia, era necesaria la autorización del DRNA por ser la administradora del
espacio, una vez se emitiera el permiso de demolición. El representante legal de la parte
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demandante continuó argumentando que para el trámite antes mencionado no existía un


formato en específico para rellenar, como se informó que se realizaría. Tampoco una lista de
los requisitos para solicitar dicha autorización. Ante ello, el ingeniero Pedro García recibió una
comunicación por mensajería de texto por parte del señor Nelson Velázquez indicando que
debían someter una carta dirigida a la Secretaria del DRNA con una serie de documentos.

El 9 de agosto de 2023, el ingeniero Emilio Colón Zavala entregó personalmente una


misiva a la Lcda. Anaís Rodríguez Vega, Secretaria de Recursos Naturales, para solicitar
acceso a los bienes de dominio público para la demolición, según la instrucción impartida por
parte del Sr. Nelson Velázquez. Arguyó que, a pesar de las gestiones realizadas, el Condominio
Sol y Playa no contaba con dicha autorización y, por ende, estaba impedido de iniciar cualquier
obra en esa área. Por otro lado, el letrado argumentó que el Condominio no contaba con los
recursos para satisfacer los costos de la demolición, como consecuencia de que la derrama
impuesta para este propósito no había sido satisfecha por 38 titulares. Por tanto, argumentó
que la demandante no podía ser penalizada por los actos de terceros. Señaló que, incluso se
solicitó a varias compañías que sometieran propuestas para la demolición de la obra. Sin
embargo, la compañía seleccionada retiró su propuesta a tan solo días de la vista celebrada en
el caso civil núm. AG2021CV00945.

Así las cosas, la representación legal de la parte demandante sostuvo que procedía su
excarcelación por razón de que nunca hubo intención de incumplir con las órdenes del tribunal.
Además, el incumplimiento se debió a una orden del tribunal que requería la realización de
ciertos actos por parte de terceros. Específicamente, indicaron que era necesario que el DRNA
expidiera la correspondiente certificación y que los titulares pagaran la derrama impuesta por la
Junta. Adujeron, entonces, que tratándose de un acto que la demandante no podía cumplir, así
como una orden cimentada en desembolsos económicos que no pudo acatarse por falta de
fondos, procedía la excarcelación de la demandante. Escuchados los argumentos, el tribunal
determinó en corte abierta ordenar la excarcelación de la señora María I. Negrón García.

CONCLUSIONES DE DERECHO

El auto de Habeas Corpus es un recurso extraordinario de naturaleza civil mediante el


cual una persona que está privada ilegalmente de su libertad solicita de la autoridad judicial
competente que investigue la causa de su detención. Quiles v. Del Valle, 167 DPR 458, 466
(2006). Como regla general, antes de acogerse un recurso de hábeas corpus tienen que
agotarse todos los remedios ordinarios disponibles. Ortiz v. Alcaide Penitenciaría Estatal, 131
DPR 849, 861 (1992). El uso del auto de hábeas corpus debe limitarse a casos verdaderamente
excepcionales y a situaciones que lo ameriten. Íd. Salvo circunstancias excepcionales, no se
concederá el auto de hábeas corpus en sustitución de los remedios ordinarios provistos en la
ley. Otero Fernández v. Alguacil, 116 DPR 733, 740 (1985). Es por ello, que no se emitirá un
auto de hábeas corpus para omitir o evadir un procedimiento apelativo. Id.

Al evaluar si existen circunstancias excepcionales, los tribunales deben evaluar, además


de la disponibilidad de un remedio efectivo para revisar un error y evitar la continuación de la
detención ilegal, factores tales como si de la petición, emana: (1) que ha habido una patente
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violación a algún derecho constitucional fundamental; (2) que no ha habido una renuncia válida
a ese derecho; y (3) la necesidad de una vista evidenciaria. Otero Fernández v. Alguacil, supra,
págs. 740-741. El Código de Enjuiciamiento Criminal de Puerto Rico, 34 LPRA sec. 1741, et
seq. establece el procedimiento para el recurso de Habeas Corpus. En lo que resulta pertinente
a la controversia ante nos, el Art. 472 del Código de Enjuiciamiento Criminal, 34 LPRA sec.
1741, dispone que cuando se presente una solicitud interesando un auto de Habeas Corpus el
tribunal, si resulta que debe expedirse el mismo, tendrá que otorgarlo sin demora. Asimismo, el
Art. 473 del referido Código establece que el auto tiene que ser dirigido a la persona que tenga
retenida a la persona a cuyo favor se presente la solicitud y debe ordenarle que presente a la
persona retenida ante el Tribunal o donde haya de tener lugar la vista del auto de hábeas
corpus, en la hora que se determine. 34 LPRA sec. 1745. En cuanto a la entrega y
diligenciamiento del auto de Habeas Corpus, el Código requiere que (en casos en que no será
dirigido a un oficial) el auto se entregue a un oficial del tribunal, quien sin demora lo entregará
a la persona contra quien se expidió. Advierte, que de no encontrarse a la persona a quien va
dirigido, o si se le impide al oficial del tribunal a entregarlo, se podría dejar en la residencia de
la persona a quien va dirigido, o fijarlo en un lugar público en el exterior del lugar donde esté
retenida la persona. Art. 474 del Código de Enjuiciamiento Civil, 34 LPRA sec. 1746. De igual
forma, si después de notificado, la persona a quien va dirigido el auto se niega a obedecerlo, el
tribunal, previa declaración jurada, expedirá una orden de arresto en su contra. Art. 475 del
Código de Enjuiciamiento Civil, 34 LPRA sec. 1747.

De otro lado, el Art. 476 del Código de Enjuiciamiento Criminal, 34 LPRA sec. 1748,
establece que la persona contra quien se dicte el auto de hábeas corpus deberá presentar una
contestación. Además, dispone que el tribunal deberá proceder con la celebración de una vista,
en la que examinará las diligencias llevadas a cabo durante el proceso y evaluará los
argumentos de cada parte. Arts. 479 y 480 del Código de Enjuiciamiento Criminal, 34 LPRA
sec. 1751 y 1752. No hay duda alguna, por tanto, de que la persona contra quien se expide un
auto de hábeas corpus, está en la obligación no sólo de llevar a la corte a la persona detenida
por ella, sino de radicar una contestación (return) jurada (cuando no sea un funcionario público)
exponiendo los motivos de la detención. Esta contestación (return) no es, [...] una contestación
a la petición de hábeas corpus, sino la alegación que hace la persona contra quien se ha
expedido el auto por la corte [...] . Vázquez v. Díaz, 63 DPR 873, 875-876 (1944).

En cuanto a los fundamentos para la excarcelación de la persona que se encuentra bajo


custodia en virtud de un mandamiento, el artículo 483 del Código de Enjuiciamiento Criminal,
34 LPRA sec. 1755, dispone los siguientes, con sujeción a las prescripciones de la sec. 1754
de este título: 1) cuando se ha traslimitado la jurisdicción de tal tribunal o funcionario; 2) cuando
siendo legal en su origen el arresto, ha tenido lugar después alguna acción, omisión o suceso
por el cual la persona arrestada se haya hecho acreedora a su excarcelación; 3) cuando el
mandamiento es defectuoso en algún requisito fundamental de los que la ley exige, produciendo
por este hecho la nulidad; 4) cuando el mandamiento, no obstante ser correcto en su forma, se
ha expedido fuera de los casos permitidos por la ley; 5) cuando la persona que tenga en custodia
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al preso no es la persona autorizada por la ley para detenerlo; 6) cuando el mandamiento no


está autorizado por ninguna prescripción de la ley, sentencia o decreto de algún tribunal y, 7)
cuando se ha encarcelado a una persona bajo una acusación criminal sin causa razonable o
probable para ello.

En nuestra jurisdicción, el desacato civil figura como un mecanismo que tienen a su


disposición los foros judiciales para obligar el cumplimiento con sus órdenes. Díaz Aponte v.
Comunidad San José, Inc., 130 DPR 782, 804 (1992). A diferencia del desacato criminal, el
desacato civil tiene un propósito reparador y no punitivo. Esta distinción resulta de singular
importancia, ya que es precisamente la naturaleza reparadora del desacato civil lo que ha dado
paso a que se le reconozca como excepción a la prohibición constitucional contra el
encarcelamiento por deuda en los casos de alimentos . Díaz Aponte v. Comunidad San José,
Inc., supra, pág. 805. Al examinar las diferencias entre el desacato criminal y el desacato civil,
el Tribunal Supremo ha afirmado lo siguiente:
En el desacato civil se impone en la sentencia una penalidad por término indefinido,
efectiva hasta tanto el demandado cumpla con su obligación primari . Como
se ha indicado, el propósito esencial de tal clase de sentencia es el de beneficiar al
otro litigante, y promover sus intereses privados, ya que el demandado tiene la llave
de las puertas de la prisión en virtud del cumplimiento de su obligación principal y
personal, y en esa forma se le da una oportunidad a la parte querellante para
obtener el remedio o el resarcimiento que ella realmente interesa. La sentencia en
un desacato civil no es punitiva, y la imposición de la pena no es su finalidad
primordial. La pena por un término indefinido sirve solamente de medio para el logro
de la finalidad esencial del cumplimiento de la orden original, en beneficio del otro
litigante. Pérez v. Espinosa, 75 DPR 777, 781 (1954).

El desacato civil, por ser de naturaleza reparadora y no punitiva debe utilizarse con
prudencia, por la privación de libertad que conlleva, y limitado a aquellos casos en que hubiera
una desobediencia voluntaria y obstinada a una orden o sentencia . Sosa Rodríguez v.
Rivas Sariego, 105 DPR 518, 522 (1976). Dada la naturaleza reparadora del desacato civil, la
extensión de la encarcelación depende de la eficacia de esta como instrumento para, en estos
casos, dar al alimentista la reparación necesaria. Es decir, la encarcelación procura que el
alimentante cumpla con su obligación y pague al alimentista las pensiones alimentarias
adeudadas. Por tal razón, hemos reconocido que, en aquellos casos en los que el alimentante
esté impedido de satisfacer la deuda alimentaria, la encarcelación indefinida podría ser
detrimental para los mejores intereses de los alimentistas menores de edad, puesto que le
imposibilitaría al deudor obtener los medios económicos para cumplir con su obligación. Véase,
Sosa Rodríguez v. Rivas Sariego, supra, pág. 522; Rivera v. Torres, 56 DPR 583 (1940);
Quiñones v. Corte, 54 DPR 189 (1939).

Examinado el derecho aplicable y los argumentos presentados, determinamos que la


Lcda. Negrón García no ha cometido desacato civil, debido a que quedó demostrado que su
incumplimiento es producto del incumplimiento de las agencias gubernamentales en la
concesión de los permisos requeridos para el proceso de demolición. En adición, determinamos
que no hubo la comisión de un delito. Nótese que, el recurso extraordinario de Habeas Corpus,
el cual es de rango constitucional, permite la excarcelación de una persona aun siendo el arresto
legal en su origen, cuando ha tenido lugar después alguna acción, omisión o suceso por el cual
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la persona arrestada se haya hecho acreedora a su excarcelación. Véase, Art. II, Sec. 13, Const.
ELA, LPRA, Tomo 1; Art. 483 del Código de Enjuiciamiento Civil, supra. Por tanto, se declara
con lugar la solicitud de Habeas Corpus y se ordena la excarcelación inmediata de la
demandante. La concesión de este Habeas Corpus no deja sin efecto la Sentencia dictada por
el Hon. Abid E. Quiñones Portalatín en el caso civil núm. AG2021CV00945, la cual es final, firme
e inapelable.

En atención a los fundamentos antes consignados, se declara HA LUGAR la petición de


Habeas Corpus presentada, el 14 de agosto de 2023. Por consiguiente, se ordena al Alguacil
del Tribunal de Primera Instancia que ponga en libertad a la Sra. María I. Negrón García
inmediatamente. Deberá notificarse esta Sentencia a las partes, a los abogados y al Tribunal
de Primera Instancia, Sala Superior de Aguadilla, Sala 601, tribunal que ordenó el ingreso. La
Sra. Negrón García deberá seguir los procedimientos del caso ante la Sala 601, según
calendarizados para el 29 de septiembre de 2023 a las 2:00 p.m., sin perjuicio de que el Juez
asignado a esa Sala realice determinaciones adicionales.

REGÍSTRESE Y NOTIFÍQUESE.
En Aguadilla, Puerto Rico, a 15 de agosto de 2023.

MIGUEL TRABAL CUEVAS


JUEZ SUPERIOR

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