You are on page 1of 5

2023

DERECHO DE LAS OBLIGACIONES

PRODUCTO ACADÉMICO N° 1
FLORITA YSABEL CHAVEZARROYO MAURICIO

FACULTAD DE DERECHO | NRC: 9236


1. ¿Todas las relaciones jurídicas que tienen las personas son
necesariamente de carácter patrimonial?
Al respecto, es preciso indicar que de acuerdo a la literatura vinculada al tema,
nos advierte que las relaciones jurídicas son siempre relaciones entre hombre y
hombre; empero, se requiere de mayor análisis y una acepción de esta la
encontramos desde el Derecho Romano que señala que la obligatio vinculaba
realmente a la persona física, antes que, a los bienes, el patrimonio solo notaba
los efectos de la obligatio como <accesión> de la persona; las deudas se
extinguían con la muerte de la persona que las había contraído.
La supervivencia hereditaria de las deudas es ya la señal de que, más o menos
conscientemente, la subjetividad se reconoce al patrimonio". No obstante, si nos
permitimos analizar, si las deudas sobreviven al causante es porque las deudas
<son> del patrimonio hereditario. Bajo esta premisa y durante las primeras
etapas del Derecho Romano, el patrimonio no estaba asignado a los individuos,
sino a las gens o familias. Es decir, los patrimonios no eran individuales, pues
quienes los manejaban eran los individuos, posición que lleva al Derecho
Romano a considerarlos "sujetos directos de las relaciones obligatorias"1.
Es así que, en el caso de la herencia yacente, "el sujeto no es el hombre, es el
patrimonio del hombre”, siendo así que el hombre desaparece, pero las
relaciones jurídicas permanecen en torno al patrimonio o a la sucesión; en este
entender el sujeto verdadero de la relación no era el término mutable (el hombre)
sino el término permanente (el patrimonio).
Si no hubiese propiedades sin propietarios, no podría haber personas jurídicas
distintas de los seres humanos. Pero si los bienes o conjuntos de bienes pueden
no pertenecer a un individuo, entonces es que hay "propietarios" que no son los
individuos, lo que le lleva a distinguir entre relaciones jurídicas patrimoniales (que
tienen lugar entre patrimonios) y relaciones de propiedad (que tienen lugar entre
individuos y cosas originalmente para extenderse después a relaciones jurídicas
entre patrimonios). En cuanto todos los individuos humanos tienen patrimonio (y
sólo un patrimonio: "un individuo no puede ser propietario de varios patrimonios"
y, viceversa, no puede haber individuos sin patrimonio), todos los individuos
humanos pueden entablar relaciones jurídicas patrimoniales2.
El artículo 1351° del Código Civil Peruano, define al contrato como el acuerdo
de dos o más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación
jurídica patrimonial. Siendo el contrato una fuente de las obligaciones, él crea,
justamente, una obligación que es considerada una relación jurídica con
contenido patrimonial. Esto se corrobora cuando el artículo 1402 del Código
Sustantivo señala que el objeto del contrato consiste en crear, regular, modificar
o extinguir obligaciones. Consecuentemente, si es éste el objeto del contrato,
entonces la obligación, cuando de él emana, debe tener carácter patrimonial. En
conclusión, las obligaciones civiles son necesariamente de contenido
patrimonial.
Por otra parte, es importante mencionar que no siempre ni necesariamente las
diversas relaciones jurídicas que establecen las personas tienen que ser de
carácter patrimonial, dado que en nuestro ordenamiento jurídico nacional y en

1
Borja Soriano M. Teoría General de las Obligaciones, Ed. Porrúa, México, Pág. 389, No. 768.
2
Gustavo Bonelli sobre la personalidad jurídica. Publicado por Jesús Alfaro | Jun 22, 2019 |
nuestra vida diaria existen dos tipos de relaciones jurídicas: patrimoniales y extra
patrimoniales. Se entiende que la relación jurídica se establece entre dos o más
personas, estas pueden ser personas naturales o jurídicas, las cuales van a
asumir roles de sujetos pasivos o sujetos activos.
Ahora bien, se tiene que el por el deudor es el sujeto pasivo de la obligación, el
mismo que debe de cubrir o cumplir con la obligación, y el acreedor viene a ser
el sujeto activo de la relación jurídica (de la obligación).
En virtud de lo expuesto, se infiere que no solo las personas son sujetos de las
relaciones jurídico – patrimoniales, sino que también existen relaciones jurídicas
extra - patrimoniales. Se tiene que son obligaciones patrimoniales los derechos
reales porque recaen en cosas que integran el patrimonio en sí, y los crediticios
ya que estos otorgan el derecho a exigir la obligación de dar, hacer o no hacer,
las mismas que son susceptible de apreciación económica. En cambio las
obligaciones extra patrimoniales, son las obligaciones que pueden ser
unilaterales, bilaterales, multilaterales, en las cuales van a existir la voluntad, ya
que sin la voluntad de las personas se puede crear las obligaciones, por ejemplo
la asistencia de los hijos, el respeto y cuidado de los padres, ser leales, etc.

2. ¿Has pensado que tú generas obligaciones todos los días?


En efecto todos los días generamos obligaciones, ya que expresa que «las
obligaciones constituyen una de las más importantes partes del derecho privado”
y estas se producen entre los hombres todos los días y a cada instante; la vida
social depende de ellas.

Nuestras necesidades son tan numerosas, y tan limitadas nuestras fuerzas, que
sin cesar nos vemos obligados a recurrir unos a otros. Las convenciones que se
forman entre los hombres pueden variar hasta el infinito, pero, en Derecho, se
reducen todas a un determinado número de reglas precisas. Igualmente, son de
derecho natural estos principios fundamentales que rigen las relaciones de los
hombres; se encuentran inscritos en la razón y en el corazón de todos los
hombres.

Teniendo en cuenta que en nuestra vida diaria realizamos acciones distintas que
generan obligaciones, como por ejemplo cuando vamos a hacer alguna compra
venta o cuando contratamos a una persona para realizar una determinada
actividad que puede ser profesional, la misma que ostenta un derecho personal
sobre la primera persona, dado que se va a generar la necesidad de poder
cumplir dicha obligación. El deudor adquiere una obligación, la misma que
corresponde cumplir hacia el acreedor (obligación jurídica). Otras son las
Obligaciones Naturales: aquellas que pueden ser cumplidas voluntariamente.
Por ejemplo, mantener a mi hija aún después de la mayoría de edad, y otras de
carácter patriótico por ejemplo asistir a un evento y entonar el himno nacional, la
venia ante la bandera, etc.

Es menester indicar que, se consideran obligaciones positivas aquellas cuya


prestación es de dar o hacer, por el contrario, cuando la obligación es de no
hacer, se trata entonces de una obligación negativa.
En conclusión, las obligaciones son los compromisos o responsabilidades que
adquieren los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos. Esto quiere decir que
no existen derechos sin responsabilidades, y viceversa.

3. ¿Prevalece la voluntad en todos los actos donde generamos obligaciones?


No necesariamente la voluntad va a prevalecer en todos los actos en donde se
generan las obligaciones. Si bien es cierto que la voluntad es un requisito muy
importante para la formación de los contratos y por ende se pueda generar la
obligación, no necesariamente en la generación de las obligaciones esto se va
a dar.
Al respecto, Eduardo Busso, describe que los principios generales del Derecho
no constituyen una nueva fuente de obligaciones, sino una aplicación de la
voluntad legal a la creación de obligaciones en forma mediata y a través de la
intervención del juez, obrando en la interpretación de principios no escritos en la
ley positiva.
En este sentido, se verifica que la obligación, como relación jurídica que ata al
sujeto pasivo (deudor) frente al sujeto activo (acreedor), pero este nace de la
voluntad de las partes y está regulada y amparada por la Ley3. Es decir, que la
regla común es que, si hay voluntad, hay obligación. Como señala el artículo 141
menciona que la manifestación de la voluntad, puede ser expresa cuando se
realiza en forma oral o escrita, o tácita, cuando se infiere indubitablemente de
una actitud o de circunstancias de comportamiento que revelan su existencia.
Por lo tanto, la declaración de voluntad es un concepto de derecho civil. Para
que nuestros actos produzcan efectos jurídicos, es necesario manifestar nuestra
voluntad de llevarlos a cabo. La declaración de voluntad tiene por objetivo
confirmar el deseo de realizar una acción jurídica de un individuo y el Artículo
140°
El acto Jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas, por lo tanto, si NO hay consentimiento
no hay contrato y por lo tanto NO hay obligación.

Finalmente, concluyo considerando que las obligaciones son parte de


nuestra sociedad y su estudio es de suma importancia, ya que con él
conocemos su estructura, sus normas, sus reglas. Para el caso de las
obligaciones civiles, representa un vínculo jurídico entre personas y como
personas somos seres complejos, necesitamos de reglas o estipulaciones
qué seguir. Cualquier Estado necesita del orden público para sobrevivir
como tal. Por lo tanto necesita un Ordenamiento Jurídico que regule el
comportamiento de las personas, sin afectar sus derechos fundamentales
de otra persona.

3
Barbery Suárez, C.J. LA OBLIGACIÓN SIN VOLUNTAD Y EL DERECHO DE LA OBLIGACIÓN.– Redalyc
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=427539902009
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

AA.VV. La Clausula penal I y II (2017). En “Derecho de las Relaciones


Obligatorias”. Traducido por Leysser L. León. Jurista Editores. Parte XI.
pp. 441 – 453.

Bonelli Gustavo (2019). Sobre la personalidad jurídica. Publicado por Jesús


Alfaro | Jun 22, 2019

https://lpderecho.pe/codigo-civil-peruano-realmente-actualizado/

Jiménez Bolaños, J. (Set. 2003) La Obligación Civil Romana y las garantías del
Derecho de Crédito. Revista Judicial, Costa Rica, N° 119.

Osterling Parodi, F. y Castillo Freyre, M. (2008). Compendio de derecho de las


obligaciones (p.p 31al113). Lima, Perú: Editorial Palestra.

Osterling, F. (2014). Tratado de derecho de las obligaciones (346.03/O83) (p.p.


11 al 47). Lima, Perú: ECB Ediciones.

You might also like