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Fsi 16
Fsi 16
1 HOMBRE AL AGUA
Mientras largaba las redes de pesca, un tripulante se enganchó con el aparejo y fue arrastrado al
agua. El único tripulante que quedaba a bordo del buque viró las redes, pero sólo recuperó una
bota. Se movilizaron las unidades de búsqueda y salvamento, pero no se consiguió recuperar el
cuerpo del tripulante. El cuerpo fue encontrado por otro buque dos semanas más tarde.
El tripulante, que no llevaba puesto dispositivo flotante individual alguno, estaba trabajando en
una cubierta con un espacio limitado.
El largado de las redes puede ser una operación de alto riesgo, si se hace en una zona con espacio
limitado. Llevar puesto un dispositivo flotante individual ayuda al tripulante a mantenerse a flote,
aumentado de esta forma la capacidad de supervivencia.
2 VARADA
Un buque de carga de pequeño tamaño sufrió una avería en su motor principal. El buque quedó a
la deriva, a merced del viento y con una costa a sotavento. Se solicitó asistencia y un pequeño
buque tanque costero llegó al lugar del siniestro. Con la ayuda de un bote se hicieron varios
intentos de hacer llegar un cabo de remolque al buque que estaba a la deriva. El buque
embarrancó antes de que se pudiera iniciar la operación de remolque. En cuestión de minutos, el
buque tanque costero acabó también encallando en un arrecife cercano.
El capitán del carguero había embarcado dos días antes del accidente. No estaba familiarizado
con el molinete ni con el equipo de fondeo. Ningún otro miembro de la tripulación sabía cómo
utilizar el molinete para fondear el buque.
El capitán y la tripulación deberían haber sabido cómo manejar y utilizar el molinete y el equipo
de fondeo. La asistencia a un buque en peligro es otro tipo de escenario de emergencia, para el
que conviene prepararse conforme a la sección 8 del Código IGS.
3 VARADA
Un pequeño buque de carga general encalló después de que su ancla garreara en medio de un
tifón.
La recuperación del ancla de estribor fue difícil, por lo que no pudo llegar a utilizarse.
La tripulación no había recibido instrucción suficiente antes del suceso ni indicaciones adecuadas
durante el suceso.
Los capitanes deben planificar las situaciones con la debida antelación. En la planificación de la
travesía se deberá incluir toda la información disponible y cualquier restricción que pueda
aparecer. Todos los miembros de la tripulación deben recibir la formación y la información
necesarias, tanto durante el transcurso del viaje, como cuando se produzca un suceso, para
garantizar así que su reacción será la correcta.
4 VARADA
Un pequeño buque de carga general encalló mientras intentaba llegar a un fondeadero abrigado
con mal tiempo.
No había un plan de travesía adecuado o detallado (ni equipo) para llegar al fondeadero, aunque
se había identificado la posible necesidad de utilizarlo.
Fallo de la GRP en cuanto a que el capitán no sabía exactamente dónde estaba el buque, cuando
se acercaba a una zona de aguas poco profundas.
Conclusiones que pueden extraerse
Los capitanes deben planificar cualquier situación con la debida antelación. La planificación de
la travesía deberá incluir toda la información y equipos disponibles, así como cualquier
restricción que pueda aparecer. Debe aplicarse la GRP para reducir el riesgo de varada,
especialmente en zonas o circunstancias poco familiares.
5 VARADA
Descripción del suceso
El buque de carga general salió de puerto con práctico a bordo. Cuando el práctico dejaba el
buque, antes de llegar a la zona de embarco de práctico, dio instrucciones de enmendar el rumbo
al pasar la boya de entrada. Como el segundo oficial estaba en cubierta acompañando al práctico,
el capitán quedó sólo en el puente con el timonel y, obviamente, no entendió bien la situación,
enmendó el rumbo demasiado pronto y el buque embarrancó.
Una vez deslastrado, el buque volvió a flotar en la siguiente pleamar y tras reconocer el casco se
le permitió continuar viaje.
Deben seguirse las rutinas y normas pertinentes. En este caso, un plan de la travesía completo o
una dotación adecuada en el puente podían haber evitado la varada.
Las misiones deben realizarse hasta el final. Si el práctico se hubiera quedado a bordo hasta
terminar la fase de practicaje, lo más seguro es que la varada no se hubiera producido.
Un buque navegaba río arriba con la pleamar. Según el práctico, las cartas y los anuarios de
mareas había un resguardo bajo la quilla de 0,25 m, que estaba permitido y era aceptable para la
normativa portuaria. Así y todo, el buque encalló. A la siguiente pleamar se reflotó el buque, que
continuó su viaje, pero volvió a encallar otra vez. Con la ayuda de un remolcador, el buque
finalmente continuó su viaje. Debido a los daños sufridos hubo que renovar algunas planchas de
acero del fondo.
A bordo se consideró que el datum de la carta era la referencia vertical. Sin embargo, el anuario
de mareas utilizado tenía una referencia vertical distinta del datum de la carta.
No se puede olvidar que determinados factores meteorológicos pueden influir en el nivel de las
aguas.
Las restricciones, en este caso las restricciones portuarias, no deben establecerse en los mínimos
márgenes posibles.
Los factores meteorológicos pueden tener una influencia negativa sobre la marea.
7 VARADA
Un gran buque estaba recalando en puerto sin cartas de punto mayor. La ruta planificada hasta la
zona de embarco del práctico se descartó para tomar un atajo que permitiera llegar al atraque lo
antes posible, pues el agente había acuciado al buque. El capitán recibió la nueva ruta de la
estación de prácticos por VHF (canal de ondas métricas).
El buque encalló y no pudo reflotarse hasta pasadas cuatro semanas. Había sufrido daños
considerables en el fondo.
No se cumplió el SGS de la compañía, ya que el buque inició su recalada sin práctico ni cartas de
punto mayor.
La GRP no fue eficaz. Otro oficial de puente podía haber ayudado con la interpretación de la
información que llegaba al buque desde el exterior y la observación de los instrumentos de
navegación, como la ecosonda.
La información proveniente de la estación de prácticos no era fiable.
A menos que sea necesario y se haya confirmado la seguridad de una ruta alternativa, el buque no
debería desviarse de la ruta planificada.
8 CUASIVARADA
Un buque casi encalla navegando con práctico a bordo y con su piloto automático en el "modo de
seguimiento automático de la derrota". El buque disponía de un sofisticado sistema de puente
integrado que permitía al piloto automático cambiar de rumbo al llegar a los puntos de control de
derrota programados. El sistema falló, no inició el cambio de rumbo a tiempo y cuando el buque
estaba a punto de embarrancar el capitán puso el gobierno a mano y metió todo el timón a la
banda para evitar la varada.
– Un fallo o error en uno de los sensores hizo que el sistema de piloto automático
cambiara a otro modo de funcionamiento inadvertidamente.
– Tanto el primer oficial como el capitán carecían del conocimiento adecuado de las
características y limitaciones del sistema de piloto automático del buque.
Un petrolero de doble casco navegaba hacia el NE en una zona de tráfico intenso. Al mismo
tiempo un granelero se disponía a entrar en la vía de circulación con rumbo SW. Eran las
primeras horas de la mañana. Hacía buen tiempo, con una brisa ligera, mar rizada y buena
visibilidad. El petrolero observó al granelero por su amura de estribor. Aunque el granelero
estaba cruzando la proa del petrolero, el oficial de guardia del petrolero interpretó, en base a la
información de su radar, que pasaría libre por el costado de estribor. Ambos buques observaban
mutuamente sus movimientos, pero ninguno hizo maniobra evasiva alguna hasta el último
momento. No hubo ninguna comunicación visual o sonora reconocida entre los dos buques. El
abordaje se produjo hacia las 06:55 horas. Aunque no hubo víctimas ni contaminación, ambos
buques sufrieron averías estructurales.
El oficial de guardia del petrolero se fió de la información del radar para concluir que el
granelero pasaría por estribor sin peligro. Aparentemente no asumió que el granelero fuera a
cruzar su proa. El granelero intentó cruzar la proa del petrolero a muy poca distancia.
Aparentemente el oficial de guardia asumió que tenía derecho de paso, pero el cambio de rumbo
(cayendo más a estribor) del granelero no fue lo suficientemente amplio como para ser advertido
claramente por el petrolero. El petrolero no estaba seguro de la intención del granelero, pero así
todo ninguno de ellos hizo nada por evitar el abordaje hasta el último momento. En el último
momento el petrolero cayó con todo el timón a babor y esta acción produjo finalmente el
abordaje.
Ambos buques podían haber aplicado el Reglamento de Abordajes de mejor manera. En este
caso, la solución más idónea habría consistido en que los buques en cuestión hubieran efectuado
maniobras a tiempo para evitar el abordaje, ya que sus maniobras resultaban claramente obvias
para el otro buque. A pesar del estrecho ángulo de encuentro, un buque decidió seguir rumbo. No
obstante, no hizo ningún esfuerzo para establecer las intenciones del otro buque o para indicar
preocupación ante la aparente falta de maniobras del otro buque. Cuando existen dudas, en la
regla 17 se prevé que el buque que sigue rumbo efectúe maniobras para evitar el abordaje; dichas
maniobras habrían sido inapropiadas en este caso.
10 ABORDAJE
Descripción de suceso
Un buque de pasaje de transbordo rodado estaba navegando con unos 90 pasajeros a bordo. El
viento estaba en calma, con intervalos de niebla. Hacia las 04:30 horas de la mañana un buque
de carga seca se aproximó por babor y cruzó la proa del buque de transbordo rodado a muy poca
distancia. Los buques se estaban viendo mutuamente en sus radares. No había contacto visual, ya
que la visibilidad se había reducido a un cable. Justo nada más cruzar la proa, el buque de carga
seca cayó súbitamente a estribor y abordó al transbordador. La roda del buque de carga seca
penetró las planchas del transbordador e hizo un boquete en el espacio de la cubierta de carga y
las cámaras de máquinas.
El agua se precipitó hacia la cámara de máquinas del transbordador y como muchas de las
puertas estancas estaban abiertas, se inundó una buena parte de la zona de máquinas. El buque
perdió la propulsión y se quedó sin energía eléctrica. Los pasajeros y la mayoría de la tripulación
abandonaron el buque por orden del capitán.
El buque de transbordo rodado tuvo que ser remolcado a puerto. Continuaba entrando agua y
costó días de intenso trabajo evitar que zozobrara y se hundiera. El buque de transbordo rodado
sufrió graves daños como consecuencia tanto del abordaje como de la consiguiente inundación.
No hubo heridos ni tuvo lugar un episodio grave de contaminación. Se salvó toda la carga.
El buque de carga seca pudo seguir su travesía con una pequeña vía de agua en la roda.
Comparativamente sólo sufrió daños de poca importancia.
Aunque había niebla, ninguno de los buques tomó medidas con antelación suficiente para evitar
una situación de aproximación excesiva. El capitán del buque de carga seca no calculó bien la
posición, el rumbo y la velocidad del buque de transbordo rodado y cambió su rumbo demasiado
tarde. En realidad fue este cambio de rumbo el que produjo el abordaje. Si se hubiera limitado a
mantener su rumbo y velocidad no habría pasado nada. Aparentemente al oficial de guardia del
buque transbordador no se le pasó por la cabeza en ningún momento que el buque de carga seca
iba a meter el timón a la banda. Aparentemente confiaba en su derecho de paso y por tanto no
sintió la necesidad de mantenerse bien franco del otro buque. Además, el oficial de guardia del
buque transbordador estaba acostumbrado a las situaciones de aproximación excesiva. Se
descubrió que no había recibido instrucciones concretas sobre distancias mínimas de seguridad
permitidas. Por su descuido en evitar una situación de aproximación excesiva, el oficial de
guardia se vio abocado a una situación sin salida, cuando el buque de carga seca realizó aquella
maniobra inesperada.
La razón por la que el buque de transbordo rodado se inundó y estuvo a punto de hundirse fue
porque varias puertas estancas habían quedado abiertas y no se cerraron a tiempo después del
abordaje. A este respecto, la naviera carecía de una política de seguridad bien establecida. Los
sistemas eléctricos para el cierre de puertas estancas no eran realmente estancos y se averiaron
con la inundación. La competencia de la tripulación para cerrar las puertas estancas en
situaciones difíciles no se había desarrollado lo suficiente con los pertinentes ejercicios.
En este caso, el capitán del buque de carga seca cometió un error, que provocó el abordaje. No
obstante, ninguno de los dos buques efectuó maniobras adecuadas para evitar una situación de
aproximación excesiva. No hay que olvidar que la regla 19 es aplicable cuando hay una
visibilidad restringida, en lugar de las reglas relativas a los buques a la vista unos de otros. Por
consiguiente, ambos buques tenían la obligación de evitar la situación de aproximación excesiva.
A última hora de una tarde un petrolero de aguas interiores procedía por el canal de navegación
principal, con 960 T de ácido sulfúrico a bordo, para tomar un canal secundario en medio de un
puerto de mucho tráfico. Su intención era seguir adentrándose canal arriba hasta llegar a su
puerto de descarga. A la misma hora un gran buque porta contenedores estaba saliendo de su
atraque para proceder a lo largo del canal secundario y llegar al canal de navegación principal. La
visibilidad era buena y el viento del Oeste de fuerza 6 a 7 en la escala de Beaufort.
Los dos buques se abordaron en la zona en la que el canal secundario desembocaba en el canal
principal.
y quedo flotando con la quilla al sol. Prácticamente la totalidad de la carga de ácido sulfúrico se
vertió a las aguas portuarias. La carga se diluyó rápidamente en el agua, evitándose así un grave
episodio de contaminación ambiental. El buque tanque se pudo reflotar cinco días después.
La prueba de alcoholemia que se le hizo al capitán inmediatamente después del accidente resultó
positiva. El buque tanque estaba a plena carga y con muy escaso francobordo. La visión desde el
canal principal hacia el canal secundario y viceversa estaba obstaculizada parcialmente por otro
atraque con su correspondiente equipamiento portuario y de carga. Debido a esta especie de
barrera óptica, ninguno de los buques pudo ver al otro hasta el último momento. Ambos buques
recurrieron a la radio de ondas métricas (VHF) para las comunicaciones y al radar para las
maniobras. Ambos buques transmitieron sus notificaciones obligatorias a los servicios de tráfico
marítimo. Pero al notificarse los buques se produjeron una serie de malentendidos y errores en las
comunicaciones. En algunas de las notificaciones el buque no se identificó, en otras no quedaba
claro quién era el destinatario del mensaje. Así que los buques no recibieron los mensajes como
era debido.
El buque tanque tenía su radar apagado y no pudo detectar al buque grande con antelación.
Tampoco el portacontenedores utilizó su radar para evaluar la situación.
Debido a la fuerza del viento, el portacontenedores tuvo que aumentar su velocidad a 7 nudos
inmediatamente después de zarpar, pues con menos máquina no se podía garantizar el gobierno.
Como era un buque de gran tamaño, el equipo del puente se concentraba en los otros buques, la
estrechez del canal, los remolcadores, etc. (su atención se aplicaba a otras tareas).
El buque tanque no hizo el giro para entrar en el canal secundario conforme a las reglas
pertinentes. Las reglas estipulan que la maniobra para cruzar el canal de navegación principal y
proceder por el canal de navegación secundario debe hacerse un rumbo perpendicular a la
dirección del tráfico en el canal principal y que el buque debe entrar en el canal secundario por su
lado derecho. Si el buque tanque hubiera planeado y realizado su maniobra de entrada de esta
forma, los dos buques se hubieran visto con suficiente antelación. Pero el buque tanque inició su
giro demasiado pronto, por lo que quedó fuera de la línea de visión del portacontenedores, oculto
por el muelle que se interponía entre ambos. Los buques se vieron en los últimos 400 metros. Ni
siquiera en el último momento el buque tanque hizo maniobra alguna para evitar el abordaje.
Después del accidente el buque no arrancó la bomba de achique para poder achicar el agua que
estaba entrando en el buque. (El capitán evitó utilizar la bomba y el marinero de cubierta no tenía
ni idea de cómo ponerla en marcha).
– Todo buque navegará en todo momento a una velocidad de seguridad tal que le
permita ejecutar la maniobra adecuada y eficaz para evitar el abordaje y pararse a
la distancia que sea apropiada a las circunstancias y condiciones del momento
– Cada buque hará uso de todos los medios de que disponga a bordo y que sean
apropiados a las circunstancias y condiciones del momento, para determinar si
existe riesgo de abordaje. En caso de abrigarse alguna duda, se considerará que el
riesgo existe.
– Cuando la visión esté obstaculizada, los equipos radar son una ayuda a la navegación
indispensable. Si se dispone de equipo radar y funciona correctamente, se utilizará en
forma adecuada, incluyendo la exploración a gran distancia para tener pronto
conocimiento del riesgo de abordaje, así como el punteo radar u otra forma análoga de
observación sistemática de los objetos detectados.
– Todas las normas de navegación locales deben cumplirse estrictamente para evitar
situaciones de aproximación excesiva. Si fuera necesario desviarse de las normas
por las circunstancias del tráfico, se deberá informar con antelación a los Servicios
de Tráfico Marítimo y al resto de buques en la zona.
– Si se acuerda una maniobra con otro buque, deberá hacerse de forma clara, con
suficiente antelación y sin concesiones a la ambigüedad.
– Se deberá recurrir a los servicios de tráfico marítimo y los radares costeros para
obtener información a la navegación, especialmente cuando el acceso a los canales
de navegación, o la salida de ellos, se vea dificultada visualmente por algún
obstáculo.
12 ABORDAJE
Un remolcador con un buque a remolque navegaba por una zona determinada a la espera de
acceder a unos canales estrechos. Un tercer buque abordó al que estaba siendo remolcado.
El buque que apareció en la escena no mantenía una vigilancia adecuada y no cambió de rumbo
ni respondió a las llamadas por radio, ni acuso recibo de los destellos enviados con la lámpara
aldis, etc.
El remolcador no realizó ninguna maniobra de evasión. El tráfico había aumentado en la zona por
la necesidad de esperar para poder acceder a los canales. Los buques maniobraban a la espera, en
lugar de proceder a rumbo (los movimientos eran menos predecibles).
El remolcador y su remolque debían saber que su capacidad de reacción estaba limitada por su
maniobrabilidad restringida. Al aumentar la densidad de tráfico y reducirse a capacidad de
predecir los movimientos de los buques en la zona se incrementó el riesgo de abordaje. La
función de vigía es fundamental para evitar los accidentes.
13 ABORDAJE
El buque pesquero, con el capitán sólo en el puente y bajo la influencia del alcohol, salió de su
atraque con la marea tras recibir información del tráfico y autorización del centro de servicios de
tráfico marítimo. La visibilidad estaba reducida. En lugar de caer a estribor y seguir hacia el
Norte, por el lado de estribor del canal principal, el buque cruzó el canal pasando muy cerca (a
unos 15 metros) de la proa de un buque que entraba por el canal. Después de cruzar la proa del
otro buque, ya no había espacio suficiente para girar, así que el pesquero colisionó contra el
muelle del otro lado del canal, enfrente de su propio atraque.
Durante ese tiempo, los dos operadores de los servicios de tráfico marítimo estaban distraídos
con otras tareas y no observaron el desvío y el desarrollo de una situación peligrosa hasta que fue
demasiado tarde.
Después de la abordaje contra el muelle, el pesquero volvió a poner proa al Norte del canal y un
poco más tarde pasó lentamente a 9 metros de un buque tanque. Posteriormente el pesquero tuvo
que ser escoltado de vuelta a su atraque.
El centro STM no siguió sus propios procedimientos de información de tráfico para comunicar al
resto de los buques por la radio de ondas métricas (VHF) el problema existente con el pesquero.
La proa del buque y el muelle sufrieron daños de escasa gravedad.
Causa del suceso
– El capitán estaba bajo la influencia del alcohol.
– Los operadores STM estaban distraídos con otras tareas y no vigilaban las
pantallas de sus radares.
Las normativas y los procedimientos deben seguirse, aunque se esté navegando en aguas
conocidas, especialmente cuando la visibilidad sea reducida. Debe establecerse una vigilancia
adecuada y hay que utilizar de forma eficaz las diferentes ayudas a la navegación disponibles.
14 ABORDAJE
Un arrastrero que había estado faenando en un dispositivo de separación de tráfico estaba virando
su aparejo, mientras navegaba a unos dos nudos hacía otra playa de pesca. La visibilidad se había
deteriorado por niebla. Un buque portacontenedores navegaba más o menos en la misma
dirección que el arrastrero, pero a 16 nudos. El portacontenedores embistió al arrastrero por la
popa y el costado de estribor.
Los reflectores radar del arrastrero no estaban en su sitio cuando la visibilidad se redujo. El
oficial de guardia a bordo del portacontenedores tenía escasa experiencia. No se había puesto
vigía alguno de guardia y la velocidad del porta contenedores no se redujo cuando la visibilidad
disminuyó.
Conclusiones que pueden extraerse
Cuando el buque navegue por zonas complicadas deberá ponerse de guardia a la gente más
experta.
Las prácticas habituales para evitar los abordajes deberían incluir un uso más intenso del radar y
el APRA, combinados con el timón y la máquina principal.
Vigilar atentamente el tráfico en la zona, para así poder identificar con la suficiente antelación
cualquier situación de riesgo de abordaje.
15 ZOZOBRA
Una vez que el buque quedó enganchado al fondo, primero se viró el aparejo de arrastre de
estribor hasta la superficie, se haló el puntal y se sacaron del agua el tangón y la red. El aparejo
de babor, con su puntal en la posición horizontal de arrastre, se viró hasta que el cabo estuvo bien
tenso, haciendo que el buque escorara a babor.
No es prudente dejar el puntal de estribor trincado mientras se está tirando para liberar el aparejo
de babor.
El pesquero cumplía todas las prescripciones sobre estabilidad mínima y francobordos para un
buque de su tipo y tamaño. No obstante, como todos los arrastraros tangoneros, seguía siendo
propenso a zozobrar en determinadas circunstancias.
Los patrones de arrastreros tangoneros equipados con sistemas de zafa de emergencia parecen
tener dificultades para entender su diseño y funcionamiento.
Algunas de las conclusiones de accidentes anteriores no parecen haber sido aprendidas. Además
los tripulantes del pesquero no llevaban sus chalecos salvavidas puestos cuando estaban
realizando una operación tan peligrosa como liberar al aparejo de arrastre de babor de la
obstrucción del fondo en la que había quedado enganchado.
16 ZOZOBRA
Un arrastrero quedó enganchado al fondo cuando faenaba cerca de una serie de tuberías tendidas
en el lecho marino. El espacio de popa destinado al carretel de la red comenzó a inundarse
inmediatamente por la puerta del espejo de popa, que se había dejado abierta el viaje anterior por
un descuido. El buque escoró rápidamente a babor y la escora fue aumentando a medida que
entraba más agua por la puerta del espejo de popa. Unos 15 minutos después de que el buque
quedara enganchado en el fondo, la tripulación abandonó el pesquero para acceder a la balsa
salvavidas. Poco después, el buque zozobró y se hundió por la popa. No todos los tripulantes
pudieron ponerse su chaleco salvavidas. Un pesquero próximo había respondido a la rápida
llamada de socorro o "Mayday" emitida por el buque y pronto rescató a la tripulación.
La puerta de babor del espejo de popa que llevaba al espacio del carretel de la red había sido
dejada abierta mientras el buque estaba arrastrando popa al mar y al viento.
Se sabía que el buque estaba faenando en una zona de tuberías submarinas. Es probable que su
red se enrocara en uno de los grandes montículos de arcilla que se forman al lado de las zanjas
por las que se tienden las tuberías.
El francobordo del pesquero era inferior al del proyecto original por unas modificaciones que se
le habían hecho para añadirle más lastre.
17 ZOZOBRA
El buque no había sido bien reconocido por una agencia autorizada. Como consecuencia de esto
el pesquero tenía un francobordo inadecuado, por llevar a bordo equipos y elementos demasiado
pesados, y la zona de las portas de desagüe tampoco estaba en las debidas condiciones.
– a la vista del limitado francobordo del buque y del hecho de que estaba popa al
viento y la mar, debería haber puesto proa a la mar y esperar hasta el repunte de la
marea;
– se debería haber obtenido una previsión meteorológica local para aguas costeras,
en lugar de un parte meteorológico de la TV;
– es mejor llevar a bordo una balsa salvavidas con dispositivo de zafa hidrostática.
18 ZOZOBRA
Un pequeño arrastrero zozobró y se hundió, mientras intentaba virar una red de arrastre muy
cargada. Cuando el pesquero zozobraba, los tripulantes pusieron a flote la balsa salvavidas, sin
tiempo de hacer una llamada de socorro ni ponerse los chalecos salvavidas. Afortunadamente la
RLS del buque flotó libremente y comenzó a transmitir su señal de socorro. La tripulación fue
rescatada por un portacontenedores que navegaba por las inmediaciones.
El gran peso de la red que se estaba virando por encima de una estructura elevada produjo un
par escorante que, unido al excesivo peso que llevaba el buque en su parte superior, comprometía
seriamente su estabilidad.
– Hay que reconocer que para garantizar la estabilidad hay que limitar el peso que
se carga en la parte superior del buque.
– Las vidas de los tripulantes se salvaron, sin duda, gracias a la RLS y la balsa
salvavidas.
19 ZOZOBRA
Cuando el buque reconvertido de embarcación auxiliar para el buceo en pesquero a la rastra, con
instalación de una estructura en forma de A y un carretel incluidas, estaba navegando se largó
una de las rastras por la popa y el cable se salió del carretel. El aparejo se enganchó en el fondo y
el buque zozobró y se hundió. No se lanzó llamada de socorro alguna. Unos días más tarde se
encontraron un tripulante y dos invitados. El patrón sigue desaparecido.
La estabilidad transversal del pequeño buque, que no necesita ser evaluada, se vio afectada
seriamente por el peso añadido durante la modificación y el escaso francobordo propio del buque
permitió que el agua embarcara y quedara retenida en la cubierta.
– Aunque el pequeño buque no estaba obligado a llevar una RLS, el capitán debería
ser consciente del beneficio que implica tenerla a bordo para incrementar las
posibilidades de supervivencia en caso de que el buque no tenga tiempo suficiente
a mandar un mensaje de socorro.
Se produjo una fuga de combustible caliente de una junta de la tapa de un filtro para combustible
diésel de emergencia. La pérdida de combustible afectó a un motor auxiliar que estaba en
marcha, a su turbosoplante y a la línea de escape. Para extinguir el incendio se tuvo que utilizar
el sistema de CO2.
La línea de baja presión para el suministro de diésel de emergencia no estaba proyectada para el
paso de combustible a alta presión y temperatura. Las válvulas para aislar el sistema diésel de
emergencia del sistema de combustible pesado debían ser válvulas de no retorno. No obstante,
las válvulas instaladas no eran de ese tipo y una de ellas se había dejado abierta, con lo cual el
filtro diésel quedó expuesto al combustible caliente. Una válvula instalada por encima del filtro
de combustible diésel de emergencia se cerró en el momento del suceso. Afortunadamente, esta
acción protegió el resto del sistema diésel de la exposición al combustible pesado de alta presión.
El aislamiento y los deflectores de rociado instalados para proteger las superficies calientes no
consiguieron evitar que la fuga de combustible caliente se incendiara.
– Deberá prestarse especial atención a que las protecciones contra el calor, los
aislamientos y los deflectores de rociados funcionen adecuadamente.
El tubo del indicador de presión de combustible era de cobre y se había agrietado (todas las
conexiones suministradas por el fabricante eran de acero, pero la tubería de cobre que se agrietó
se había instalado para una reparación);
El elemento de compresión que unía el tubo del indicador de presión con la tubería de
combustible había tenido una fuga dos días antes del suceso y se había reparado apretando un
poco más la tuerca de compresión.
La presencia de un aro alrededor del diámetro exterior del tubo sugería que se había cortado
parcialmente, quizás durante la instalación o el proceso de apriete.
Las vibraciones generadas por el motor hicieron que el tubo de cobre sufriera y el corte parcial se
extendiera por la pared en la zona del casquillo de compresión, que ya estaba mordiendo la
superficie exterior del tubo y generando una zona de elevados esfuerzos. Este corte permitió la
fuga de combustible y el personal de la cámara de máquinas, pensando erróneamente que la fuga
de combustible se originaba en una conexión floja, apretó la tuerca de compresión todavía más,
introduciendo así el casquillo más profundamente en la pared del tubo.
Cuando se reparan sistemas de tuberías importantes se deberá tener mucho cuidado en utilizar
materiales y componentes adecuados y aprobados.
Un mecánico estaba reparando una cubeta de goteo que formaba parte de la cubierta del taller de
la cámara de máquinas situado inmediatamente por debajo. Las chispas de la soldadura
incendiaron unos cables eléctricos almacenados en el taller. La combustión produjo tanto humo
denso y negro que era imposible acercarse al incendio para apagarlo con los extintores portátiles.
Finalmente el incendio se extinguió recurriendo al sistema fijo de CO2 . Una vez parados los
generadores principales, antes de disparar el CO2, no se pudo poner en marcha la bomba contra
incendios de emergencia para ayudar en la extinción del incendio, porque el espacio donde
estaba la bomba también se había llenado de humo. Este percance se debió a que la bomba estaba
en un espacio situado justo debajo del compartimento del aparato de gobierno, desde el que se
accedía a este espacio, y la puerta estanca del mamparo que separa el compartimento del aparato
de gobierno y la cámara de máquinas había sido dejada abierta.
Parece que el metal fundido de la soldadura cayó dentro del taller y sobre unos rollos de cable
eléctrico, haciendo que se incendiaran.
Las instrucciones de las autorizaciones de trabajo deben ser claras y evitar cualquier
ambigüedad. Los permisos para trabajos en caliente deben dejar bien claro que los espacios
contiguos tienen que estar vigilados durante dichos trabajos.
Cuando se asigne personal para las tareas de vigilancia contra incendios se definirán claramente
sus obligaciones. Al engrasador se le había dicho que fuera por el taller y vigilara para ver si se
producía un incendio, pero no se le dijo que tenía que estar allí todo el tiempo que duraran los
trabajos en caliente.
Aunque haya una persona de guardia contra incendios, sería prudente exigir que se retiraran
todos los materiales combustibles de las inmediaciones de cualquier reparación que exija trabajos
en caliente.
Las puertas estancas entre la cámara de máquinas y cualquier otro espacio que contenga una
bomba contra incendios de emergencia o su fuente de alimentación deberán mantenerse cerradas
en todo momento.
La tripulación deberá cerrar todos los sistemas de ventilación antes de disparar el CO2.
En relación con el hecho de dejar la puerta del aparato de gobierno abierta, cuando el personal de
máquinas estaba rearmando los sistemas varias horas después de que el incendio hubiera sido
apagado se descubrió una bolsa de CO2 en la parte inferior del compartimento de la bomba
contra incendios. Rápidamente se informó al jefe de máquinas y la zona fue acordonada y
ventilada con un ventilador portátil. Esta situación pone de relieve la importancia de hacer
comprobaciones de nivel de oxígeno en todos los espacios expuestos al CO2 antes de autorizar la
entrada al personal que vaya sin la debida protección.
23 CARGAS QUÍMICAS A GRANEL – EXPLOSIÓN DURANTE LA LIMPIEZA DE
UN TANQUE
Mientras se limpiaba un tanque con el equipo de limpieza rotatorio del buque se produjo una
explosión de baja presión en el tanque 1CE que había llevado anteriormente una carga de
disolvente parafínico. A esta explosión le sucedió otra en el tanque contiguo 1CB cargado a tope
de etanol. La cubierta se rompió por varios sitios y el etanol se incendió, las llamas se
extendieron hacia popa, llegando a la caseta de cubierta. La tripulación extinguió el incendio con
los cañones de espuma y consiguió llevar el buque hasta un fondeadero próximo. Un marinero y
el contramaestre sufrieron quemaduras graves y murieron poco después. Si se hubieran
inertizado los tanques correctamente, la explosión no se habría producido..
Las máquinas rotatorias de limpieza de tanques se estaban utilizando con agua dulce y detergente
para la limpieza de tanques que habían contenido disolvente parafínico, un producto que tiene un
punto de inflamación de menos 40oC. El agua de lavado se estaba recirculando, en contra del
asesoramiento brindado en la Guía para la seguridad de los buques tanque de la ICS (Productos
químicos) y en la ISGOTT. Aunque no se puede estar seguro, es muy posible que durante el
proceso de limpieza se hubiera generado electricidad estática.
Aunque el buque disponía de un generador de gas inerte alimentado por combustible, los tanques
de carga no estaban inertizados en el momento del siniestro. En la investigación posterior el
primer oficial declaró que el sistema de gas inerte del buque (que se alimentaba de combustible)
había sido rechazado por los fletadores por su escasa pureza. No obstante, no se dio explicación
alguna de por qué no se utilizó nitrógeno para inertizar o de por qué no se rechazó esa carga al no
disponer de un sistema de inertización.
Es importante que el capitán disponga de hojas de datos con toda la información correcta y
necesaria para el manejo, almacenamiento y tratamiento seguros de la carga que se va a
transportar.
La limpieza de tanques debe ser contemplada como una operación crítica por los sistemas de
calidad y gestión de la seguridad del buque. Cuando sea necesario se darán instrucciones para el
uso de gas inerte, esta información deberá contemplar tanto el uso del equipo de generación de
gas instalado permanentemente a bordo, como la provisión de gas suficiente, adecuado y
almacenado en botellas.
Cuando se les pida a los capitanes transportar una carga que precise condiciones de transporte
específicas de las que no se disponga a bordo – por ejemplo, la inertización con gas de una
determinada pureza – dichas cargas deberán rechazarse.
Aunque la investigación no concluyó que los periodos de descanso prescritos por el Convenio de
Formación se hubieran incumplido y que este hecho hubiera sido un factor contribuyente al
accidente, debe quedar clara, en cualquier caso, la necesidad de que se cumplan esos periodos
mínimos.
Dos tripulantes estaban tratando de sacar un mamparo desmontable de sus soportes, utilizando
dos gatos portátiles manuales. Cada tripulante manejaba un gato. En un determinado momento el
mamparo comenzó a desplomarse, girando sobre los pasadores inferiores de sujeción y con su
borde superior cayendo hacia popa. El mamparo continuó cayendo hacia popa, girando sobre los
pasadores de seguridad hasta que se salieron y el mamparo cayó sobre la parte superior del
tanque dentro de la bodega. Uno de los tripulantes murió aplastado por el mamparo.
Para mover el mamparo los tripulantes no utilizaron el equipo correcto y especificado por el
fabricante del mamparo desmontable..
Como el desmontaje del mamparo se estaba haciendo con dos gatos hidráulicos, es posible que la
elevación del mamparo estuviera descompensada y por ello los pasadores de sujeción superiores
se desprendieran del costado de la bodega.
Manejar el mamparo desmontable sin hacer caso a las instrucciones de manejo y mantenimiento
del fabricante es una práctica habitual a bordo. Estas instrucciones no estaban a bordo ni
aparecían en los manuales del Código IGS.
Los tripulantes y el personal de tierra no son conscientes del riesgo para la seguridad que supone
el manejo del mamparo desmontable.
Los tripulantes manejaban el mamparo desmontable sin haber recibido la formación adecuada y
sin ninguna supervisión.
Es importante que los tripulantes reciban la formación necesaria antes de manejar cualquier tipo
de equipamiento instalado a bordo. Los miembros del equipo de seguridad a bordo deben
garantizar también que se realiza una evaluación de riesgos conjuntamente con el personal de
tierra y antes de manejar el equipo de a bordo. Las carencias en materia de formación y
entrenamiento deberán ser tenidas en cuenta durante la evaluación de riesgos.
Se ha informado de dos casos en los que un tripulante quedó atrapado en una puerta estanca
accionada por un compañero. En un caso el marinero falleció, mientras que en el otro resultó
herido de gravedad. En los dos casos los accidentes se produjeron durante labores de
mantenimiento realizadas en la cámara de máquinas.
Causa del suceso
– El sector tiene información de que en algunos casos los tripulantes no abren del
todo las puertas estancas antes de pasar por ellas.
El personal tiene que estar muy bien formado y entrenado en el manejo de las puertas estancas.
Deben evitarse determinadas imprudencias que se hacen para ganar tiempo, como entrar por la
puerta sin haberla abierto completamente. Debería evaluarse la necesidad de formación de
refresco en el manejo de las puertas estancas e impartirla, si fuera necesario.
La comprobación y ajuste del tiempo para la apertura y el cierre de las puertas estancas debe
formar parte del programa de mantenimiento del buque.
Las palancas de accionamiento deben montarse de forma que se garantice un manejo óptimo por
parte de la tripulación. Ambas palancas deberían poder alcanzarse al pasar por las puertas. Para
evitar errores las palancas deberían estar normalizadas y ajustarse a criterios ergonómicos.
Un buque estaba cargando productos siderúrgicos con sus grúas. Cuando estaba izando unas
bobinas de acero, falló el amante de una de las grúas y la pluma se desplomó y golpeó el bloque
del gancho de carga. Los pernos de sujeción de la torreta de la grúa a su pedestal fallaron y la
grúa se desplomó atrapando al gruista en la cabina y produciéndole heridas graves que
determinaron su fallecimiento.
– El buque no disponía del equipo recomendado por el fabricante para dar la tensión
adecuada a los pernos del pedestal de la grúa.
Cuando trabajaba en cubierta un tripulante cayó desde una altura de unos 7 metros, desde la tapa
de escotilla al muelle. El marinero había estado en una pasarela de trincaje en la escotilla Nº 2
En esa zona la tapa de escotilla llega hasta el borde exterior del buque..
No había medidas estructurales para evitar la caída por la borda desde este lugar. El marinero no
llevaba puesto equipo alguno de protección contra las caídas.
Todos los armadores de los buques, sus tripulantes y oficiales de seguridad deben respetar las
prescripciones de seguridad en el trabajo relativas a la prevención de caídas establecidas en las
Normas de Prevención de Riesgos Laborales y comprobar que se cumplen a bordo de sus
buques. Es muy importante que se instalen protecciones permanentes en los puntos peligrosos.
Las protecciones desmontables y los arneses siempre son medidas menos eficaces.
Durante sus inspecciones los armadores de los buques, sus tripulantes y oficiales de seguridad
deben poner más atención en el estado técnico de las escaleras portátiles utilizadas a bordo. Los
elementos que falten deberán sustituirse adecuadamente; las escaleras que sufran una corrosión
excesiva deberán sustituirse por otras nuevas.
El marinero comenzó a trabajar en una pasarela por fuera del alerón de babor. Después de un rato
se cayó al muelle desde una altura de unos 24 metros y falleció a causa de las heridas sufridas en
la caída. Era un marinero experto, instruido en el sistema de gestión de la seguridad del buque y
había realizado esa misma tarea muchas veces.
Causa del suceso
Los propietarios, armadores y capitanes deben asegurarse de que los arneses y cabos de
seguridad utilizados por el personal para trabajar en altura son los adecuados para esa función y
se han contemplado todos los aspectos de las tareas a realizar.
Los propietarios, armadores y capitanes deben asegurarse de que los procedimientos, permisos y
evaluaciones de riesgos para el personal que trabaja en altura identifican bien todos los riesgos y
establecen medidas para mitigarlos.