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1.

Lista de elementos:
• Intrepida bùsqueda de la verdad: Desde el comienzo del libro, San Agustín
expresa su deseo ferviente de encontrar la verdad y el significado de la vida.
"Nos has hecho para ti y nuestro corazòn està inquieto hasta que descanse en
ti"(Conf.1,1,1).
• Lo que es Dios para su alma: "Los oídos de mi corazón están ante ti, Señor;
ábrelos y di a mi alma: «Yo soy tu salud». Que yo corra tras esta voz y te dé
alcance." (Conf. 1, 5, 5)
• El deseo de Agustìn de recibir el bautismo: "Siendo todavía niño oí ya hablar de
la vida eterna, que nos está prometida por la humildad de nuestro Señor Dios,
que descendió hasta nuestra soberbia; y fui signado con el signo de la cruz, y se
me dio a gustar su sal desde el mismo vientre de mi madre, que esperó siempre
mucho en ti." (Conf. 1, 11, 17)
• Los pecados de su infancia y escolar: San Agustín confiesa aquellos pecado
cometidos en su infancia y en la escuela como su comportamiento vanidoso,
egoísta, mentiroso y vurlesco, y junto a esto los hurtos que cometìa. "También
hacía algunos hurtos de la despensa de mis padres y de la mesa, ya provocado
por la gula, ya también por tener que dar a los niños que me vendían el gusto de
jugar conmigo, aun cuando ellos se divirtiesen igualmente que yo." (Conf. 1, 19,
30).
• El impacto de los textos clásicos: San Agustín menciona la influencia que
tuvieron en èl los textos de Virgilio, Cicerón y los filósofos platónicos, que
despertaron su pasión por la sabiduría. "Y, no obstante, Dios mío, en cuya
presencia ya no ofrece peligro este mi recuerdo, confieso que aprendí estas
cosas con gusto y en ellas me deleité, miserable, siendo por esto llamado «niño
de grandes esperanzas»." (Conf. 1, 16, 26).
• La presencia constante de Dios: A pesar de sus luchas internas, San Agustín
reconoce que Dios siempre estuvo presente en su vida, guiándolo y llamándolo
hacia la fe cristiana."Bueno es el que me hizo y aun él es mi bien; a él quiero
ensalzar por todos estos bienes que integraban mi ser de niño." (Conf. 1, 20,
31). "Gracias a ti, dulzura mía, gloria mía, esperanza mía y Dios mío, gracias a ti
por tus dones; pero guárdamelos tú para mí. Así me guardarás también a mí y
se aumentarán y perfeccionarán los que me diste, y yo seré contigo, porque tú
me diste la existencia." (Conf. 1, 20, 31)
2. Explicar el sistema de castigos de maestros y pedagogos del tiempo de San Agustìn.
En tiempos de San Agustìn, la enseñanza y la pedagogia se encontraban
estrechamente determinadas por el sistema de pesamiento, costumbres y ejercicios
propios de la epoca. Aun cuando no se encuentre una lista o reseña absoluta de un
metodo de castigos homogeneo dentro de todas las academias, si se pueden deducir
ciertas practicas generales, gracias a otros repertorios historicos, literarios y sobre todo
lo que el mismo agustin manifiesta en sus confesiones acerca de estos. En su libro de
las confesiones nos comunica con disgusto los severos castigos escolares y el temor
que los mismos causaban en èl, como tambièn la plena aprobaciòn que tenìan frente a
los maestros y los padres.
Castigos corporales: durante este período histórico, era común el uso de castigos
físicos como método disciplinario en la educación. Los educadores tenìan la potestad
de recurrir a golpes con vara o látigo para corregir el mal comportamiento de los
estudiantes, hasta incluso poder llegar a la efusiòn de sangre. El mismo Agustìn no es
ajeno a esto y lo expresa en el libro primero de las confesiones: "Con todo, si era
perezoso en aprenderlas, era azotado" (Conf. 1, 9, 14). Agustìn señala que este
mètodo de enseñanza era aplicado a los alumnos cuando por desobediencia o pereza
no querìan estudiar o pero aùn cuando no sabìan las lecciones. Tambièn, este era
severamente castigado porque jugaba a la pelota (acciòn que era considerada como un
impedimento para aprender màs prontamente las letras).
Ademàs de los castigos coporales, los maestros hacìan uso de las represiòn verbal, la
cual venìa contenida de regaños, humillaciones, burlas y palabras ofensivas. Asì lo
menciona Agustìn: "Y cuando no me escuchabas, lo cual era para mi instrucciòn (Sal
21,3), rìanse los mayores y aun mis padres, que ciertamente no querìan que me
sucediese ningùn mal de aquel castigo, grande y grave mal mìo entonces" (Conf. 1, 9,
14). Sin embargo, èstos no eran los unicos castigos, pues el santo habla de las
encerronas y vigilias que se les propinaban a veces. Aunque Agustìn no menciona
especificamente que èl fuera victimas de estos tratos.
Todas estas prácticas se basaban en la creencia de que la disciplina corporal era
necesaria para enderezar el carácter y formar una conducta adecuada en los jóvenes.

3. En que consiste la aficiòn al juego y espectaculos


El joven agustìn se deleitaba en jugar y ganar el juego solo por el placer de vencer a
los otros, es decir, buscaba victorias llenas de engreimiento, asi lo manifiesta èl mismo:
"Porque no era yo desobediente por ocuparme en cosas mejores, sino por amor al
juego, buscando en los combates soberbias victorias y halagar mis oìdos son falsas
fabulillas, con las cuales se irritase màs el comezòn" (Conf. 1, 10, 16).
Ademàs, se deleitaba curiosamente con espectaculos pùblicos y privados (circenses y
gladiadores), este tipo de juegos de los mayores consistìa en meros juegos de palabras
sin buscar la verdad, sòlo el prestigio y el dinero. "Al mismo tiempo que con idéntica
curiosidad se encandilaban mis ojos más y más por ver espectáculos, que son los
juegos de los mayores, juegos que, quien los da, goza de tan gran dignidad que casi
todos desean esto para sus hijos, a quienes, sin embargo, sufren de buen grado que
los maltraten, cuando con tales espectáculos se retraen del estudio, por cuyo medio
tienen la ilusión de que puedan llegar algún día a ser promotores de tales espectáculo"(
Conf. 1, 10, 16).
4. El griego y el latìn. Significado para San Agustìn
San Agustín tenía una relación ambivalente con el griego y el latín debido a las
diferentes experiencias y contextos en los que los aprendió y utilizó.
Por el lado del griego, se expresa antipatica y amargamente debido a los duros
castigos y el metodo artificial para aprender la lengua. "Porque todavía no conocía yo
palabra de aquella lengua, y ya se me instaba con vehemencia, con crueles terrores y
castigos, a que la aprendiera." (Conf. 1, 14, 23). A pesar de que Agustìn no pudo llegar
a dominar por completo el griego, supo lo suficiente sobre todo para traducir o
retraducir a traductores, siendo esta una pequeña herramienta, que màs adelante le
sirviò para conocer y adentrarse a las obras clasicas y los filosofos antiguos como
Platòn y Porfirio. Por el otro lado, se encuentra el latìn, una lengua que define con gran
amor y admiraciòn, ya que era su lengua materna y el idioma oficial del Imperio
Romano. Lo aprendiò, "entre los halagos de las nodrizas, y las chanzas de los que se
reìan, y las alegrìas de los que jugaban, sin miedo alguno ni tormento" (Conf. 1, 14, 23).

5. Los pecados de un escolar


Agustìn confiesa que algunos de sus pecados de su infancia escolar:
La mentira y el engaño a sus pedagogos, maestros e incluso a sus padres; todo esto
era por aquella pasiòn del juego y por el deseo de contemplar los espectàculos vanos
para luego tambièn ser imitados por èl.
Hurtos de la despensa de sus padres y de la mesa: agustìn dice que en cierta parte era
movido por la gula y tambièn por tener algo para dar a cambio a los otros niños que le
vendìan el gusto de jugar con èl.
El vano deseo de sobresalir: el santo menciona que esto lo hacìa, por medio de fraudes
y trampas en los juegos; y peor aùn, cuando era señalado de esto, su actitud era
arrogante puesto que se enojaba y peleaba antes que ceder.

6. Textos clàsicos màs citados en este libro.


• La Eneida de Virgilio
• Escritos Homericos
• Escritos de Ciceròn
• Obras Platònicas

7. Textos bìblicos màs citados en este libro


• Salmos
• Evangelios
• Epistolas de San Pablo

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