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UNIDAD 1 Elena Marcaida, Alejandra Rodriguez y Mabel Scaltritti “Los cambios en el Estado y la sociedad. Argentina (1880- 1930)” En AA.VV. Historia Argentina Contempordnea. Pasados presentes de la politica, la economia y el conflicto social. Buenos Aires, Dialektik, 2008. 80) sucosamancsuon yan scactrtt Ona, Onn, “Reslesone soba oni el noc Ee Eanintn NW san 6s eee Jo as, Hara la ase eat ‘Aiges, Vondo de Cultura lcondenica, 1983, ee eee Rohe, Jn ai, Laie pln bs Ata, ce iF nena Artin, Bocnos Ais eb de Clos tc Sat Jom edeio, La aomintob ‘Hens Ais, CISEA-GH 1908 Stet je eco y Rol ong iene y alms pene gemin, efccnos 0 motores del proceso de camt cambio social?’, Histon, ge ipa, ce len i, Can diode Ais to, 97a Aryatina muna, Farsi y sorters Los cambios en el Estado y la sociedad. Argentina (1880-1930) Flena Marcaida, Alejandea Rodriguez y Mabel Scaltritti Entre 1880y 1930, e! Estado nacioaal se consolidé y se wansformé en garante ‘del mantenimienco y reproduacion de ua 1égimen de acumulaciéa capitalist, ‘pasado en las actividades agraiasy en la complementacioa con ls economias industziales. Desde 1880, un sistema que otorgaba ampliss libertades en el Abito civil cocxisi5 com un xégimen politico quelimitabs a vcos pocos el acceso alos mas altos aiveles de decisién del Rstado. Esta particular combinatoda entre Hbera- lismo econdmiio y consecvadhsismo politico hace que denominemos al pesiodo aque se extiende 1880 y 1916 como el ciclo delliberaismo cligiequico. Desde 1916, fru de as hichas delos sectores sociales emexgentes dela moder nizacién capitalise, al lado de las berades civiles comenzaron a regi ls li bertades politcas, inaugurindose otxo peciodo que conciuyé en 1930: el ciclo del iberalisuo democritico El ciclo del liberalismo-oligirquico (1880-1916) 1 El xégimen politico oligirquico La etapa de construcciéa del Estado nacioaal estuvo surcada por frecuentes lnchas y enfrentamientos politicos entre los distintos grupos ¢ individuos que integrabaa la coalicién domiaante. El motive de los conlictos ao radicaba en los rumbos que debia seguir el proceso de modemnizacisn ~sépico sobre el que Gn esta pesiocizacion dela expe 1880-1930 seguimos 2 Hocicio Tarun, “La cis det [estado poplin. Argentina 1976-1990", Read Baars, N° 107, 1" de abel al 15 (62, ELENA MARCAIDA,ALATANDRA RODRIGUEZ Y MABEL SCALTRITY existia un extendido consenso~ sino en las disputas por el acceso a distintas, posiciones de gobierno. Recign hacia 1880, los sectores dominantes de distintas provincias, nucleados, en el Pastido Autonomista Nacional (PAN), sentaton las bases de la estabiliza- cidn politica al legar a una sexie de acuerdos bisicos acerca de las formas de ‘organizacién y distibucién del poder y sobre las reglas de sucesién que regula- sian la cleccidn de los gobernantes. El general Julio Argentino Roca fue uno de los ptincipales artifices de este acuerdo, Roca patticipS de todas las acciones (aplastamiento de insurrecciones provinciales, guecra del Pataguay y campaiias contia los indigenas del Sur) que ‘conteibuyeron a la consolidacién del poder central. Blo le permitis establecer contactos politicos con los sectores disigentes del interior del pals. A fines dela década de 1870, gobernadores vinculados a Roca, como los de Cérdoba, Santa Fe, Batre Rios, Salta y Tucuman, organizaron una alianza que desivé en la consolidacién del Partido Autonomista Nacional el pattide que monopolizé el poder hasta 1916. ELPAN estaba conformado por un conjunto de figuras uni das por relaciones e intereses politicos y econdinicos. Roca desempei en el PAN un fuerte liderazgo, definiendo la mayor parte de los conflictos e influ- yendo decisivamente en la eleccién de los candidatos. Fue presidente dela Re- pilblica entte 1880 y 1886 y entre 1898 y 1904. El pacto de dominaciéa logrado en el 80 puso fin alos constantes episodios de insurrecciones y guettas civiles, permitié al Estado desembarazarse de su ma- teiz portefia y ctistaliz6 en un tipo pattcular de régimen politico que pervivi6 hasta 1916. Tal régimen puede ser definido como oljgérpuice porque el poder politico fue monopolizado por un grupo minoritario, depositasio a la vez del poder econdmico y social. Natalio Botana lo caractetiz6 como un régimen de Jugemonia gubernamestal o de gobiernos electores: En este régimen, los fan- ionatios Salientes designsban a los entzantes, produciéndose un fendmeno de inversion del principio de la representacién politica ya que se “logxd invéstir, {gracias al mecanismo de lot gabiernos electores, el cisico concepto republica- fo de representacién politica. En logar de ciudadanos autSnomos que, aun en el ‘marco del sufragio testringido, tomaban parte en la eleccibn de sus represen tantes, el régimen del ochenta colocé en el centro del escenario alas instituciones {ptesidencia, gobetnaciones, municipios y cuerpos legislativos) que producian a sus propios representantes: el eidadano no clegfa, clegian los gobierno! 2 Natalio Botans: “El federalism liberal en Aspeatin: 1852-1950" en Marcelo Carmagnani (comp), Federalismos ltnsomercons: Mésic/ Brasil Argratine, México, Fondo de altura Beondiica, 1993. OS CAMBIOS EN 5. ESTADO Y LA SOCHEDAD. A SHATINA (HI. | 3 Pata monopolar las vas de acceso al gobiemo y al Estado en generale grupo ajc detenaba el poder consoys y poso en eecucin disintos mecinismoe, como el fan ‘oka cooptacidn. El fraude y ls intervenciones federales sirvie. ron pata excita as oposiciones consideradas peligtosas y alas mayoris popu- Tare La oferta de cargos y candidacuas se utlizaba para cooptar alas oposcio- resmoteaias oeeeaeete En este régimen poltico el poder se concentrabay citculaba entre unas pocas falas. Hl coatol del gobierno (aacionly provincia) depend de os ples vinculos y acuesdos tjdos entre as mismas. Los atisteriticos cubes del Progreso y el Jockey Clb, y sobre todo las facutades de Derecho de Buenos Aires y Cbrdobs, als que sus miembros asistian, fueron las insituciones bis cas en is que se realizaba el recluamiento de la dite polities? Respecto dea elacida de esta dlitecon la eacciones dominantes ela burgue- Si, Jorge Federico Sabato obseev que l relat astonomia de los politicos respecto de los grupos econémicos mis podesotos ~catacterstica de a etapa 1860-1880~ fue ciluyéndose a medida que el praceso de modesnizacién capita lista se aflanzaba. Hacia 1880 era visible la compenetracién entre élite politica y clase dominant: los negocios piblicosy privados se interpenetraban; cos empresatiosincursionaban ea a poiia, Funcioaatios y politicos lo hacian em los negocios. Hl proceso adquité tl digamismo queen s6lo oa generac, la dine poles dluyé su expecifcdad, fandiéadose con los grupos mis podero- sos de a burguesia argentina! 1.1%Onden y progreso” En la Argentina de esta época, el conservadusismo politico de los grupos diri- gentes ~expzesado en la institucionalizacién de un ségimen olightquico~ co- existié con posiciones liberales y progresistas en ls esferas economia y social {Una docisna en auge en los paises industales y entze las ites de los paises pesiféticos, el psitvione, permitia conciliar esos dos términos apatentemente conttadictotios. Justamente, el lema del positivismo, Orden y progres, expte- Saba el deseo de consteuis sociedades pujantes y dinamicas en el marco de un ordenamiento férreo desde el poder. La estitica del orden, que se entendia im- \prescindible para mantenera unidad de la sociedad, se combinaba con la diné- 53. Natio Botana: EY onder nersadn, Bucaos Aires, Sudameticans, 1988. {A Jorge F Sabato: Le clare dmiant x le Argentina woderea, Farman y carats, “Buenos Aires, CISEA-GEL, 1988, | (64 java ancaida,aLagaNDea RODRIGUEZ Y AB ‘mica del progreso, identificado con el avance sostenido de la ciencia y de la técnica, el desarrollo de las fuerzas productivas y las posibilidades de supers. cin social La utopia positivista de conformar sociedlades ordenadas y previsibles se expre- s6 ademés en la Argentina de los 80 en la idea de suprimir la “politica” y reemplazaila por la “administiacidn”. La lite ditigente asociaba la politica al caudilismo, 1 los enfreatamientos violentos y ala eventual emergencia de gru- pos cuestionsdores del poder detentado por as clases dominantes. La “adminis. tmacién”, en cambio, eta considerada una actividad con raygos cientificos, capaz de encavizar 4 ls sociedades por la senda del progreso indefinido. “Burdcratas serenos, imbuidos de soluciones a-valorativas, omadas después de un estudio desapasionado de cada cuestion de la agenda piblica, eran el modelo de admi- nistradores que debian zeemplazar alos politicos de una época superada™®. ‘Ademas de la politica, la herencia hispano-colonial y la religi6n cat6lica eran para los positivistas argentinos— simbolos de un pasado que trababa el proce- so modernizadox. Es por ello que apoyaron el lacismo, alentaron con la inmai- gracin europea un transplante culoaal yvieron en la integraci6n al mercado ‘mundial y en laimitacién de los paises del Occidente europeo los caminos mas, adecuados pata transitar desde la harbuarie hacia la silixacte Desde la década de 1880, impulsadas por intelectules prestigiosos, como Eduas- do Wilde, Miguel Cané y José Maria Ramos Mejia, estas y otras ideas propias del paradigma positivistalograron consolidarse en nuestro pais, cohesionando alos grupos dominantes y permeando desde el Estado y otras institucioacs civiles~ hacia as clases subalternas. 2. El Estado y a modemizacién econdmica y social Una vez alcanzados el monopolio estatal de la violencia y Ia estabilidad politi- ca, ¢] “progreso” ese valor tan apreciado por los positivistas— tomé wn lugar pHloritario dentzo de las tareas a cumplir por el Estado nacional ‘La integracién de Argentina al mercado mundial como pais agrocxportador requeria alcanzar el pleno despliegue de las fuerzas productivas. Para ello, el Estado nacional profundizé las politicas tendientes a crear y ensamblar los dis- tintos fuctores que concutten en Ia produccién (tierra, trabajo y capital), al riempo que brindé las bases juridieas imprescindibles para el funcionamieato 5. Daniel Carmpiome y Migaol Macveo: Buade y adasinsraién pba ex la Argenta, Andtis des dsavolle on Hl periods 1880-1916, Bacnos Aires, Ediciones VSy2, 1999. ENDO Y LA SOCIEDAD, ARGENTINA (80-1589 | 68, ‘de una economia capitalists. En lo selacionado con el factor tierra, el Estado ‘nacional logeé el desplazamiento de la frontera productiva a través de la con- ‘quista de los tettitorios indigenas de la pampa, la Patagonia y el Chaco. La adquisiciSn de estos territorios no fue, por Jo tanto, el resultado de un movi ‘iento de poblacién desplazindose desde tierra agotadas hacia tierra files, sino de un hecho militar protagonizado por el Bjército nacional. Como conse- uencia de ello, no existé una oferta abierta de tierra a bajo costo, susceptibles de ser adquirides por los colonos extranjeros que, en ntimero cada vee mayor, egaban a nuestto pais, sino que los tersitorios conquistados fueron distribu dos en enormes extensiones entre antiguos latifundistas, grandes financistas especuladotes. La incorporacidn de tierra redund6 asi en la consolidacién del poder econémico, social y politico de wn grupo te:taieniente ya arraigado El Estado argentino tuvo también un rol central en la conformaciéa de un mercado de trabajo, condicién esencial para el fancionamiento de na econo: ‘mia captalista, En la medida en que crecfa a integraci6n de la regién pampeana con el mercado mundial, las necesidades de mano de obra se tornaron acuciantes. Elpais contaba en 1869 con menos de dos millones de habitantes. Ea la pampa, la densidad de poblacin era bajisima (menos de un habitante pot kan’). No podia esperarse que el crecimiento vegetative de la poblacién (que era ademas Jentisimo) diera solucién al problema. A tavés de una decidida politica de stinocién y promocién de lainmigracién europea, el Estado nacional contsibu- 6 crear una oferta de mano de obra abundante al tiempo que operaba un ttansplante cultural, congmuente con los proyectos disefados por intelectuales ‘como Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento, Entre mediados del siglo XTX y 1930 mis de seis millones de extzanjeros in- _gresaron a nuestro pais. Expulsados de sus lugares de origen por problemas ~ fondamentalmente econémicos, legaron a Argentina atraidos por las posibil | dades de abajo y con expectativas de pido progreso, Aungue cerca de la © © mitad retornd a sus paises de origen 0 bused otros destinos, hacia 1914, la | proporcién de extranjeros respecto de la poblacién nativa regist26 en Argentina los indices mas altos del mundo (aun mayores que los de Estados Unidos, los - nds importantes receptores ~en términos absolutos~ de poblacién extranjera “qn dlperiodo). __ Elaporte dela inmigraciSn europea constituye una de las causas fandamentales | pars entender el fuerte aumento de la poblacién argentina ea el periods, El ‘iimiero de habitantes se increment6 cuatro veces en el costo lapso comprendi 6 Vease Roberto Costés Conde y Beecuiel Gallo: La firmacén dela Argeatina moderna, Bilenos Aires, Paidés, 1973, 66 | BLENAARCAION, ALEJANDRA RODRIGUEZ Y MABE SCALTROTT do entre 1869 y 1914. Los cerca de 2 millones de habitantes que segist16 el Censo Nacional de Poblacion de 1869 se habiaa casi duplicado en 1895 yen. 1914, legaban a 8 millones apeoximadamente. Mientras tanto, la poblacioa de la ciudad de Buenos Aires crecia a xitmo vertigindso: de los 286.000 habitantes con que contaba en 1880 pasé a algo més de 660.000 en 1895 y a sproximada~ ‘mente 1.576.000 en 1914, ‘Los inmigrantes procedian sobre todo de Italia y de Espafa, pero también le- garon franceses, portugueses, 1us0s, sitios, judios y eslvos. En 1914 consti tuian el 30 por ciento de la poblaci6n, aunque en el area pampeana, donde de ‘referencia e asentaron, superaron ese porcentae. Ea la ciudad de Buenos Ai- tes, por ejemplo, hacia 1914, casi la mitad de la poblacién era exteanjera La tasercién de la economia local en ol mercado mundial xequeria ademis una ‘masiva inversién de capitales. La accién del Estado fe también decisiva en este aspecto, garatizando al capital altos niveles de ganancias través de wna vasie- Gad de medidas, como desgravaciones, transferencias de recursos, garantias de tiertos niveles de beneficios, créditos de la banc oficial partcipacin en las ‘obras piiblicas, compra de bienes e insumos de variado tipo y transfecencias de ingresos via politicas monetarias e impositivas. Estimulados por estas ventajas, los capitales comenzaron 2 flit hacia los afos de 1860 y se incrementaron durante las décadas de 1880 y 1900. Procedian ‘obte todo de Gran Bretafia,y también ~aunque en menor medida de otros ppafses de Buropa occidental y de Estados Unidos. Los capitales extranjetos permitieron superar muchos de los obsticulos que ‘trababan la atticulaciSn entre produccién y circulacién. Sin el periodo 1862- +1880 habian sesultado clave pata la construccién del Estado argentino, desde 1880 fueron fundamentales para desartollar Ja iaftaestructura del pais agroexportador : Entte 1860 y 1910, con el aposte del capital extranjero, se constru7é waa ex tenea red ferroviaria de casi 28.000 kilémetros de extensién: Comunicaba a distinta localidades del area pampeana y a las capitales de provincia con la Ciudad de Buenos Aires, capital de Ia Repiiblica y principal centro pottustio, ‘comercial y administrativo del pais. Las lineas més tentables, las que tecossian Jas pampas, quedazon casi todas en poder de los britinicos. Las zestantes fueron fandamentalmente estatales, ya que e! voluinen compatativamente reducido, dela actividad comercial las hacfa poco atzactivas para la inversién privada. El ferrocartil, extendido en forma radial, asegut6 el enlace entre las areas de produccién agroganader y los mercados urbanos del litoral pampeano y del Extranjezo. Permitié ademés, la Hegada de mercaderias importadas a los mas emotos lugares del pais, eliminando Ja ikima barrera ~el aislamiento- que habia mantenido eficazmente protegidas, durante mucho tiempo, a algunas LOS CANBIOS 12 15. PSTADO Y LA SOCTEDAD. ARGENTINA (80-183) | 67 artesantas locales de la competencia externa, Por lo tanto el ferrocani, si bien cumplié un papel fundamental para la integracién del mercado nacional y sa anticulacién con el mercado extemo, tzajo aparejado un tipo de desarrollo fun- dado sobre todo en elestimulo de las actividades de exportacién. 1Los capitales extranjeros facilitaron también la extensién de la red telegrética, Iaconstruccién de puertos y la instalacién de servicios puiblicos (aguas cortien- tes, cloacas, alumbrado, transportes urbanos) en las principales ciudades del pais. No faltaron inversiones extranjeras en tiertas, en algunas actividades in- ustriales muy sentables (Eeigorificos,alimentacién) y en un sistema financiero ‘que, constitsido principalmente por una importante red bancaria, fue adqui- endo una gran complejcad y diferenciacidn. 3. La expansion de la economia agroexportadora Desde mediados del siglo XIX, los grupos dirigentes de Argentina pusieron en marcha un medele agroesportador, es decir, ua régimen de acumulaci6n basa- do en la producei6n de alimentos y materias primas pata la exportacién y en la importacin de manvfacraras, capitales y trabajadores. FI modelo implicaba vuaa fuerte complementaciéa entre la economia argentina y las de los pafses industriaizados en el marco del sistema de divisién internacional del trabajo. Comenzé simplementasse hacia 1850, con Ia expansién de la ganadetia ovina y Inexportacién de lana, para alcanzar su apogeo entre 1880 y 1914, ‘Dutante este tttimo periodo, ls incorporacidn masiva de tieras y de trabajado- ses, la modesr*“aci6a dela técaicas productivas y de la infraestructura de trans- poztes y comunicaciones permitieron wn gran crecimiento y diversificacién de Iacconomia argentina, basada shora en el desarrollo agricola yen la ptoduccién de camnes finas para la exportacién. 1a agricaltara moderna comenzé a desarrollarseacia 1850-1860 en las colo- nas de chacaresos extzanjeros que se establecieron en el Litoral, En 1876 gene. 16 los primezos excedentes para la exportacién y, partis de alli ereci6 de modo expectaculas. La euperficie cutivada pasé de 840.000 hectéreas en 1876 a 20 millones en 1913 y, ya para estos afios de principios del siglo XXX, las export ciones agrcolas ignalaron y hasta superaton a las ganaderas’ Durant todo siglo XI dtintor pode gansta prema co sri extern, Picero fro os uso eo (ame lad) lg etre 1850 TEED, alana ach fines det so XIX y principe siglo XX, leer acon computes primers ang deexpoccin con prose aol acura wane nbn ALANNA RODRIGO ABE SEALANT a extaoedinaca expansion de a agricultusa se seecona con cambios els ‘as puoduetva indacidos porls necssdades de expansion de geen PXanclsién del fgodco en los slimos aios de siglo KIX permitia le ‘joracion de atnes congelas, Peso, par pas ‘ganado criollo 2 los RCrineatos de oe mereaios exeraos, que relamaban cares vacanas way de muy buena cilidad, hubo que refimaco a trrés de le crusa con teproductores importados y asegurare buens alimeotacion todo esto me- caer al eclsvo de alfalfa La solucisn que se encontsd fue el sistem de estan- qe mista, una caodalidad prodvctiva que permit sudsfacer, simaltineamen sri Jemaada extema de bienes agccolas y a produccion de afilla equesids porla gassderia, Pisa estancias raxtas, grtndes explotaciones ubicadas sobre todo en la pro- wens de Buenos Aires, pero tain en el su santafecino cl sudeste cocdo- Voce una parte de as tiers era resecracis a agicltura y otra ala ronda. ‘Ea pate asigeada ala agscolnura er, por lo geoealacrendada en pes see Enresos exteanjeros por un plazo no mayor de tres aos, Cuando aarrinaba el eontzato, el agricult debia dejar el potrro cultivado con alas, fy algula ovo, ya sea ea la misma etaacia 9 en tn. Las tiers agcolas past- ban asia ser ocupadas por la ganadesa y viceversa Eten de estancia mica, acicelado con cl aeadamicato y/o a aparceria poten vais ara de itis pa el gunadero teateieae iia oe Picts de producciba de alfalfa a los que desivaban de In compra de seria reat a tavé dl sistema de cuivs combinados ao lol expan des rua sino también a a de las pastcasarifciaies necesaas para 1c del ganado refinacos aca posible I apropacim por cl ganadero cemate, sea de una pat del excente gene pore agclto combs feetible el osGatistno de los grandes propietacos, quienes, de este modo, podian diversi aera actividades en los ncraivos negocios de comerciaizaciSa, finan2as ¢i- problemas ambientales (sequiss, inundaciones, plagas), de las esisis eflicas Sel eapitalismo nmundial y/o de las variaciones bruscas en los voliimenes on Jos precios de la demands internacional En ese contexto, la estrategia empre- satia se habria orientado a maximizar beneficios divessificando riesgos, a t- vvésde una combinacién de actividades econdmicas que hiciers viable el apro~ Vechamiento répido de toda coyuaturs favorable, Para gozar de tamate duc- tilidad, el seceeto residia en desestimular inversiones muy especializadas y favorecer el mantenimiento de activos liquidos 0 semiliquides que podian ser ntlizados alternativamente en la actividad mas rentable. Asi, se habria con- Solidado en los sectores dominantes un peculiar compostamicnto econdmico aque tenia a privilegiar el aprovechemiento de oportunidades antes que el incremento de la eficiencia. Este comporamicato, més proximo al de los al de los productotes, y bastante distinto al de los empresarios clisicas, explicaria ~segiin Jorge F. Sabato~ la extraordina. “omo su estancamienta Lomerciantes y financistas que ede ls econo- rias capitalistas R ria expansion de la economia agrocxpostadors, asic posterior” 4, Los cambios sociales La sociedad que fue configuendose en este proceso de faertes cambios y de acentuado ~avnque no constante~ crecimiento econdmico bartié con cast todos los moldes y caracteristicas de la sociedad preexistente. En un proceso dinimni. coy hasta cabtico, aravesado por una intensa movilidad social, se constituye- ron no sélo los sectores dominantes, sino también los sectores populates y nu tridas capas medias. La clase dominante, cuyo principal soporte de poder fue la propiedad de la ier ppampeana, presentaba vna implantacion econémica multisectorial, Se earacter> 26 ademas por utilizar al Estado como fuente de oportunidades de diversos y Inctativos negocios, y por desarrollar comportamientos fuertemente especulath ‘vos. ia lugar de ls caractexisticas precapitalistaseincluso “fendales” queleasig- ppan miichos historiadores, estos Sectores terrtenientes habslan mostrado lari CGionalidad ea la bisqueda de hucro y el comportamiento empresarial dinimico que son tipicos en las burguesias 12 Jonge F.Sébata, op. sh LOS CAMBIOS EN EL ESTADO YLASOCHEDAD. ARGENTINA (40-1900 173, Fundamentalmente en las ciudadles y también en las zonas agratias més pros- | peras y de acceso relativamente amplio a la propiedad de la tierra, se configu- ‘aron importantes sectores medios, viaculados sobre todo a las actividades terciatias, y con un alto componente inmigratorio. Estos sectores fueron incrémentando su nivel de consumo y educzcién y comenzaron a vinculasse con organizaciones que reclamaban una ampliacién del sistema politico, es decit, con ef Pastido Socialista en la Capital, con el Partido Demécrata Pro- pxesista en Rosario y sur de Santa Fe, y sobre todo con la Unién Civica Radi- cal, a-nivel nacional. ‘También alcanz6 una importante expansidn la clase trabajadora (de composi cién:predominantemente extranjera) gracias al desarrollo de las industrias alimentarias, los transportes, los pequedos talleres industriales y las activida- des artesanales y de servicios, Menos visibilidad social, pero gravitaciéa numé: tica n0 desdefable, rwvieron los obreros nurales, ocupados tanto en las grandes éstancias como en establecimientos de menor tamaiio. Esta sociedad complia y méuil, conformada al calor de la expansién econé- ‘mica, presentaba nuevas lineas de conflictos. Como consecuencia de las malas “ coadiciones de vida, de los bajos salarios, de las extensas jornadas laborales,y ante la falta de proteccién estatal frente a la desocupacién, las enfermedades, oS accidentes de trabajo y distintas formas de arbitrariedad patronal, comen- zaron a aparecer crecientes signos de organizacién y movilizaciéa obeza. Em este periodo, predominaron los sindicatos de oficio, dirigidos reponderantemente por cortientes anarquistas, que fiacron las que a comien- 208 del siglo XX vertebraron la primera central importante del proletsriado «argentino, la Federacién Obrera Regional Argentina (FORA), Por definicién | rechazaban la integracién al sistema politico y le oxganizacin pastidaria tes- "ditional, por més radical que fuera, y en algunos casos apelaron a la accién “ Gizecta, El socialismo alcanz6 influencia en sindicatos mas especializados, © como la Fraternidad Ferroviaria, yen general entre obieros de mayor nivel de vida edocacion. Su politica fue, en lo predominante, de abierto reformismo, | incluso en las condiciones dela “repiiblica restrictiva” del régimien oligazquico. _ Una tercera cortiente fue el sindicalismo revolucionario, también contratioa ‘las pricticas parlamentarias, pero a su vez reftactario a toda forma de oxgani- z4cion extrasindical, y porlo tanto con una marcada tendencia a desivar en el | ‘ i | | [4 [LENA WARCAIDA, ALEJANDRA RODRIGUEE:Y MABEL SCALTRITTY 5, El Estado oligirquico y los nuevos desafios 5:1 La cuestién social La modernizacién econémica y social no tardé en presentar nuevos desafios al mismo Estado que tan activamente la impuls6. Hacia principios del siglo XX, elproblema del “orden” volvié a reabrirse. Sélo que ahora se presentaba con un contenido renovado respecto de la etapa 1860-1880. Ya n0 se trataba de los levantamientos de los caudillos o de las incutsiones indigenss. La amenaza al ‘orden procedia de problemas como el crecimiento demogeéfico, la intepracién del inmigrante, la urbanizacién y la “cuestién social”, es decir, Ia alta conflictividad social y la emengencia del movimiento obrero. De todos estos problemas, la “euestidn social” estatia destinada a ocupar, du- zante un buen tiempo, el primer lugar en la agenda publica. Entre 1890 y 1910 os movimientos htuelguisticos adquirieron una gran intensidad, Particularmen- te, en la década de 1900, se produjeron siete huelgas generales ¢ importantes, movilizaciones calleeras. El anarquismo, que hegemonizabs las lucas y la or- ganizacién de los trabajadores, vivid en estos afios su ctapa de mayor esplendor, Con sus cuestionamientos profundos al orden social capitalista,elemotivo dis ‘curso anarquista prendid Stmemente en la masa de trabajadores, cn su mayoula extranjeros, analfabetos y escasamenteintegrados. Ello fue asi porque supo ex presar tanto el desarraigo de los trabajadores asi como ciertas tendencias que Jos volvian poco receptivos a la accién politica patlamentaria preconizada por Jos socialistas, y muy propensos al enfrentamiento social violento. Desde el Estado, la contflictividad obtera se relacionaba con la enorme inciden- cia que tenia a inmigracién entre los trabajadores asalariados. Durante un tiem- po, predoting tna respuesta puramente reptesiva, registrindose algunos enfrentamientos sesonantes y sangtientos y promulgindose normas destinadas “climinat” alos elementos perturbadores, sobre todo por via della expulsién. de los extranjeros. La Ley de Residencia de 1902 abtia las pucrtas 2 la deports- cidn de inmnigrantes que fueran activistas gremiales y politicos. Fue consolida- da,en 1910, com la Ley de Defensa Social que reforzs el mecanismo de la depor- tacién e inaugaté un conjunto de Biguras penales y sanciones aplicables a los luchadores socinles. Estableci6 la pena de muerte para quienes cometicran aten- tados en los que murieran personas y prodig6 penas de prisién, incluso para actividades no violentas, como la asociacin para propagat “ideas conteatias al orden social” Poco 2 poco, junto a las respuestas reptesivas, fueron surgiendo iniciativas de caricter consensual, En esa linea pueden inscribisse lo intentos del Ministerio Los cammios 1 SYADOY LA SOCIRDAD, ARGENTINA B09 | 75 del Interiot, en especial durante la gesti6n del ministro Joaquin V. Gonzélez, ‘porentender mejor la realidad de las clases trabajadoras y por el xeconocimien- to de ciertos derechos obzeros, como medio pata solucionar los conflictos y controlar alas organizaciones sindicales. La primera iniciativa se concreté en tun informe elaborado por Juan Bialet Massé". La segunda se expresé en un proyecto de Ley Nacional del Trabajo que no logré aprobacidn pasiamentara. (Otzas iniciativas del mismo tipo fueron: la creacién de una oficina estatal en: cargada del tema laboral, con funciones estadisticas y regulatotias, primero llamada Ditecciéa Nacional y huego Departamento Nacional del Trabajo; los ‘primezos esbozos de politicas sociales, especialmente en el campo dela vivien da econémica;y las primeras leyes laborales que reglamentaron el trabajo cle ‘mujeres y menores y establecieron indemnizaciones por accidentes de trabajo" 5.2 La cuestin nacional Dado que la gran conflictividad social se consideraba muy relacionada con el problema de la inmigracioa, las estrategias estatales ditgidas al sometimiento de la clace obtera se aticularon con otzas politicas que perseguian la nacionali- zai e integraci6n de los extranjeros y la imposicin de una visién de Ia eea- lidad, la de los sectores dominantes, alos trabajadores al conjunto de la socie- dad. Desde la escuela, el servicio militar obligatorio, la higiene publica y otras ins- titaciones, el Estado puso en juego mecanismos de control social, a través de Jos cuales intenté socializar una forma de concebir y entendet la realidad que justificaba el orden y las erarquias sociales vigentes y otongeba legitimidad « a dominacién Laescucla piblica,y en particular la ensefianza primatia, fue pensada como un instrumento para la construccida de usta identidad nacional que, fundada ea ‘una cultuta y un pasado compartidos y en ua destino grandioso y promisotio, contribuyers a velat las diferencias sociales y amortiguat los contflictos. Fue por ello que el Estado considers a la accién edueativa como un drmbito de su competencia exclusiva y entré en ltigio con la Iglesia y algunos sectores ptivados, como las colectividades extranjeras. La disputa se sell a favor del 14 Jaa Bialet Massé: Informe sve a estado do las caes ebreras en af intern deta Reps iia, Buenos Aizes, 1904 15-Véase Ricardo Gonailez: Lor obras 7 ol trabajo. Buens Ars, 1907, Buenos Aires, Centeo Reitor de Amérce Eatna, 1984 176 | LENA MARCAIDA, ALGJANDRA RODRIG Estado con la sancién, en el aiio 1884, de la ley 1420 de educacisn obligatoris, gratuita y ica, Por le misma, et Poder Ejecutivo Nacional central las deci siones educativas y expandié su control sobre cada distrito escolar y en detin- tiva sobre cada escuela, a través de un sistema burocritico verticalizado. Junto este tipo de contro! administrativo, a ley pesmitié una relativa uaiformaciéa de los contenidos de la enseftanza en las escuelas primarias de toda la Repabli- «a. En tales contenidos sc hacia visible el objetivo nacionalizador otorgado a cedacacién ya que ademés de la lectara a escsitura y las matematicas clementa- les, se prescribia la enseiianza de la Constitucién nacional y de la historia y geografia, priorizando las “particulares de la Republica” sobre la histotia y-l geografia generales, de las que sélo se requerian “naciones” ‘La campaia de educacién nacionalista lanzada en 1908 por el presidente det Consejo Nacional de Educacién, José Maria Ramos Mejfa, procuré reforzat la ‘uniformacién cultural del alumnado y apunté, en primer lugar, a los alumnos de origen inmigeatorio y a los més humildes. Estabs centrada en el estableci miento de un minucioso ritual pattidrico que ponis énfasis en lo corporal y gestual, es decir, en una zeverencia profundamente internalizada y acrtica ha- cia la naci6n y el Estado. Un objetivo similae se persigaié a través del establecimiento del Servicio Mil tar Obligatoria. La ley 4031 de Oxganizacién del Bjército de 1901, ademas de ‘otras medidas que tendian a la conformacién de un ejéxcito nacional modemo, establecié un servicio militar de seis meses a cumplir por los ciudadanos de veinte ais, que se extendid aun ato por ley de 1905 En los fiandamentos de la ley que institucionalizaba el servicio militar obliga. totio se combinaban la logica de la soberania tersitorial efectiva y el componen- te represivo interno, con un claro componente de control social y penetacién ‘deolégica que excedia largamente las finalidades castrenses. En este sentido, resultan esclarecedoras las expectativas del general Pablo Ricchesi, entonces ministro de Guerra, sobre el servicio militar obligetorio, asi resumidas por uno e sus bidgrafos: “Con dl, esperaba borrar en gran parte dela masa popular las hhucllas del anslfabetismo, difundir habitos de orden, de disciplina, de tabsjo, de higiene, etc; procarar para muchos el bautismo de argentinidad en los cuar- teles, ala sombra de la bandera que aiin desconocian; proporcionar el estimulo 16 Laley €707 de 1905 hizo menos extenso el servicio mila paca los estodinares secund ‘os universitaros y eximi6 alos ciudadanos que tuvieran hablades en el uso de armas yeen tio, De esta manera demostraba ev matrix elitsta, ya que resting de hecho el ‘cumplimicnto dela conseripcién alos venes procedentesde los seotoees humid y aloe ‘menos acomodados dentro de hs eapas mess, 1VOS CAMBION EN BL ESEADO Y LA SOCIEDAD, ANGENITHA ss.t98 | 77 ‘ylos beneficios dela fratesnidad y de la igualdad (..) Finalmente consider que | este sistema podria ser de gran utilidad para romper, por siempre, las vetustas | bariczas localistas que separaban en aquel entonces a los hijos de la Repiiblica, ue su implantacién daria lugat ala fusién de nativos y extranjeros (..) harfa © legar su influencia a los centeos de opi {renando agitaciones esporidicas”™”. El servicio militar obligstotio se convistié efectivamente, como lo deseaba Riccheri, en un factor de “cindadanizacién” y a la vez de disciplinamiento de Jas clases populates, que complement6 la accién desatzollada porta escuela. Por shadicur, tendié a transformar a los ciudadanos en fieles servidores del Esta- do, haciendo prevalecer el poder miltas sobre el civil ~ Ee educacién y el servicio militar obligatorio sirvieron para ordenar cuerpos y sonciencias y para hacer previsibles (y controlables) determinadas conductas © sociales, Tuvicton, como otras instimciones del Estado liberal-oligarquico, un Se5g0 marcadamente autoritario y voluntarsta® . lejando sugestiones malsanas y 3. La expansidn y consolidacin del Estado oligirquico El_passje a lajurisdiccin nacional de los territorios conquistados a los indige- ‘nasy dela cindad de Buenos Aires (federalizada a partir de 1880) dot al Esta- do nacional de un poder avasallador frente alos poderes provinciales. --Lamayor complejidad de a vida econémica, el creciente peso de ciettas proble- ‘néticas desivadas del aumento demogréfico y el proceso de inmigracién, Ia “expropiacién” por el Esindo de actividades antes impulsadas por entidades ‘piivades 0 por los estados provinciales, sumnadas a otzas motivaciones como la _Prisqueda de espacios de poder y/o la posihilidad de ejercer clientelismo politi- “€0 4 parti del empleo piblico, generaron una expansi6n sostenida de! aparato | (Estaal, que se eflejo, entre otras cosas, en un aumento significativo de su plan- ‘tel de empleados®. | Ea tal proceso de expansidn estatal, habia existido ~segin Jonge F Sabato tuna relacin de circulatidad entze Estado y clase dominante. El Estado creaba |eondiciones que aseguraban el fancionamiento global de la economia, fomen- Bena etn, 195, [718 Dari Camplone y Miguel Marzo, gh oi [9 La cata de empleo del Eto ncoral pa de 12800 e 18764 mis 46000 | 5150, soprano lw 130000 en 1902 73 | LNA MAACAIDA, LANDA RODRIG Y Mab CAREY tabi las actividades econdmicas estratégicas y promovia a una aueva clase pie Soe racer reer nde clase en la creacin,estructuraciSn y expansién de sistema productive babsia permitido tanto el afsazamiento cunnto la expansisa del Estado nacional, Bete *pénesis simultinca, esta interpenetraciGn en los procesos de constzuctibny con. solidacién del Estado y li clase dominante, babrian tenido como consecvencia una muy fuerte dependencin de esta lima respect del primero. Bs pores sue el contol politico del Estado pas6 a ser una herramicota decisiva pare ‘mantener los privilegios adquizidos y garantizar su perdursbiidag™ 7A modo de balance o conchusiéa La aplicacién de politcas que favorecieron el destrollo de una ecoiomia agroexportadora permitié ua gran crecimiento del écea pampeana, la confor- racin de una sociedad compleja con ua ingreso per cipita muy elevado 7 de tun sector urbano diversificado. Sin embargo, el despliegue del modelo agroexportador present6 también una serie de problemas y limitaciones. Entre otras cosas: Alea wn deacolo desig de Angenoa ya qe el interior ao vio exeficiado del mismo mode que laregiSa pampeans, En algunas provin. Gs eats pospearon clas prodesone ar acumen is cryanos, yerba mate ymaderas dl aordeste) que pucleron ser colocadas ea los populosos mercados de Buenos Aires yel Lira. Pezo en cl esto dela vac 0 v easton lees gue fae dents pra el meszado interno e internacior as producciones regionals quebraroa, sobre todo cuando debieion compesr con ls exteanjer que el fexocasrl wan, portaba, Como consecuencia de ello, a economia produetiva se estancé y el empleo piblico pass s transformarse ex ls principal fuente de subsisteneia paca sus habitants, foraleciendo los lazos de cientelisano politico 7 las ‘migraciones interna. + Eldesarsollo econémico desigual twvo como consecuencia tina concentea- cin de a poblacin en las reas mis dinimicas. Ya ea 1914, apcoxamade, ‘mente el 70 por ciento de la poblaciéa argentina estaba midicado ea las provincias pampeanss 20 Jonge H Sabato, pt 18 cANAIOS HN, ISCADO YA SOCISDND ARGENTINA oka 9%9 | 79 i + Laconcentzaci6n de la propiedad teritoril alent6 un proceso de alta utbs- aizacién que levé ala conformaciéa de metrépolis deasamente pobladas, ‘mientans la mayor paste del pais permanecia “desiarto”. + Laeconomia agroexporeviora se caricteri6 poruns fuerte dependenciaex- tena al estar condicionada por variables que escapaban absolutameate asa control, como la posibilidad de colocar matesias primas y alimentos en el mercado mundial y el fajo sostenido de capitales extranjeros. Asimismo, la aplicacida de un modelo especializado en la produccién primaia en el ma, co de la divisidn interaacional del trabajo tmplicé, entre otras cosas, ua fuerte retas0 cecnol6gico respecto de las economias industrials. + La utlizacién predominante del Getoc ticrra y ef desaliento a ua empled ‘mis inteasivo del capita la convenieacia de mantedes el latifuncio, fte- nando una especializaci6n agricola que Ervoretiese su fraccionamiento; la tendencia a adccuarse a las Guctuaciones de precios y ofextas de distintos © tipos de productos, reorieatando las inversiones hacia diversas actividades, permiteron una adapeaci6n de la economia argentina alas condiciones de produccion y mercado de la época, asf como una fuerte expansi6a. Sin em- ‘argo, se trataba de un sistema que peivilegiaba el aprovechamiento de opor- ‘unidades antes que la expecializacin, y fa especulacién por sobre los au- smentns en la productvidad. Cuando las ciscuastancias externas s¢ tomaroa desfavorables, los sectores dominantes de la sociedad argentina, animados por un comporamiento mis comercial y especulativo que productivo,t2- ‘ieroa dificultad para adaptarse al queva situsciba y cooduci al pais hacia un crecimiento mis autéaomo y sostenido, Distintas visiones acerca de las caractersticas, veatajas y limites del régimen de acumulacién _La perspectiva adopeada en este articulo se autre de una visiba critica sobre la “Argentina agroexportadora” que abreva ens anilss ¢interpcetaciones cox lizados, ents owos, por Emnesto Laclau, Jorge Federico Sabato, Altredo Puceiarelii y Waldo Ansald™ 21 Véenae nesta Laciau*Modos de prodccia, sistemas sconénics y poblaciia exces te Aprorimacisa bisdcca «lov casos agortino y cheno", Revita Lasiaanerans ot Sacaeia, vol. 5, 1969; Jorge F Siar, op sit; Aredo Puccinrellis EY wap ‘ares pomeane 1830-1230, Buenos Aes, Hyepumnéic, 1986; Waldo Ansa y Jost tad yoni yous waved, Dueaos Aiecs, Citaco, 989. Luis Moreno: ap /HaNANARcArDA aUyanta Rona Y Maw ALI Desde est perspectiva se intenta explicar tanto el crecimieato econémico y las teansformaciones sociales, culturales y tctitorales delas que es fecurida el pe- siodo, asi como los limites del modelo adoptado. -Existe, sin embargo, otra version que exalta el crecimiento de la economia at “gentina bajo el modelo agroesportidor y que intenti demostrac que, dentro del ‘esquema adoptad, Argentina hizo un uso éptimo delos cursos y de sus vea- tnjas naturales, logrando maximizar los Factores de produccidn en el marco de tuna economia libre, sdlo egulada por las leyes del mercado. Carlos Diaz Ale- jandro y Roberto Cortés Conde podtina citarse como dos de los expoacates pparadigmticos de esta cotriente de interpretaci6a. Carlos Diaz Alejandro sostiene que c crecimiento antetior 2 1950 fe generado porlas exporaciones y poria entrada de capitals. Estos dos elementos origina- zon una asignaci6n de recursos mucho més eficiente que la que hubiese resaita- do de la aplicacin de politicas auxirquicas, Respecto de la concentracién de la tieera en pocas manos, caractecstica en kt é0e3, Diaz Alejandso considera que el mereado de teas estuvo afectado por Ib imperfeccion de mercado de capitales que fue incapaz de ofteces cxéditos & largo plazo, secesibles para los inmigrantes : En relaciba com la industria, este autor considera que los empresarios rurales del pais manifestaron poco interés por esta actividad, y que por esa rizéo, la risma qued6 tanto en manos del capital extranjero com en las de capitlisas argentinos urbaaos, la mayors de ellos de origen inmigeante, Segiia su anil sis, es el mercado externo e! que golpea yestimula a las fueress locales para que ‘produzean. Cuslquier dificultad en incrementar la oferta nacional de las expor- taciones 0 cetacci6n de la demands provocs uaa expansiba del sector sasiuti- vo de imporaciones en el marco del libre juego de i oferta y in demanda. Diga’Alejmdro ponders el régimen de acumulaciOn vigente en la época desde punto de vista de la eiciencia econdinica ysoatiene que el principal proble- _maestribs en que las poiticas econémicas que soa mis eficaces desde el punto de vista econdmico (por ejemplo, elibre comercio o casi libre) determina una distebucin del ingreso que favorece & los propietarios murales”, ‘Por su parte, Roberto Cortés Conde discute con interpreraciones que sostienen que lt olgarquia terrtenicnte babsin monopolizado la tiesra por sazones de po- dey press impesido el acceso 2 propiedad del inmigrantes®. Trata de 22 Cari Diet Aljanos Eatgwr ihrel hitrie wominea etna, Boewor Aises Amorrortu Editores, 1970. aa 23 Véase, por cemmplo, Jacinto Oddone: La lures irate angina, Baan Aine, Liber, 1954 Loscaunos au. SABO Y LA SOCMEDAD, ARGENTINA B95 | 8 emottrar que se past de un mereado de tens inexstente a principios del siglo EEX a owe cada vez mis perfecto 2 ines de siglo, y que son las crcunstancias as (qvedeterminaroa ua ws expecifco de los recursos yun ipo de expltacim exo- ‘sémice. El tipo de propiedad fe el resultado mis de una realidad geogrifica (@spectos fsicos, canvtedstcas delos recursos, ete) que delaccionar de un sector dela sociedad. Sostene que el hecho de que las relaciones de propiedad de las ‘Gerras ouevas se defnieran al tempo de la expansiéa de la froatera ganadera, cuando ls agriculeucaavn no era viable, puede ser una delas razones de as carac~ ‘essticas que nego tuvo la propiedad agraria. A su entender, el sistema de arcex ‘damniento no obstaclizaba el acceso ala propiedad dela tera y que, en muchos ‘asos en cambio, corstituia ua paso intezmedio bacia ella. Agrega ademas que, i drat ggg eg tps dee shh nea oie Inespeculaciéa sif@'in incremento de su zcotabilidad: Roberto Cortés Conde considera que a demanca delos productos agropecsaties motivé el desarrollo de industrias nacionales con utiizacin mas intcasiva de ‘mano de obra a vez que pecmitiS mejorar la distribuciéa dela enta e incre- ‘mentarla demanda, zonvistiéndose en incentivo para invertr en otras activida des del mereado naconal Bl autor resalta ademas el eafuerzo realizado por el sector privado en el dess- sollo ecoudmice alcaazado. Sostiene que en un petiodo en el. que se perfec- ‘iosaroa los mercados de tierra, de capital y mano de obra, la economia nece- ‘i de la inversiba en bienes pablicos, tales como puertos y medios de trans- pportes, y que tales sportes proviniesou bisicamente del sector privado, que abdié ouevas tiers, intodujo mejorss y maquinarias agcicolas. Concluye {que los cambios producidos desde el lado de la oferca permisieron que Arges tina alcanzase elevaias tasas de desuutollo econbanico™. ‘Algianas discusiones acerca de las estrategias empresasiales delos sectores dominantes y de los arrendatarios rurales ea la Argentina agroexportadora La clase econdmicanente dominante, coasolidada a fines del siglo XTK y psin- ipios del siglo XXX, ha sido estudiada por numexosos histonadores, Tecrate- nientes ¢ industriales fueron puestos bajo a apa para encontraren su forma de actuar alguna de las causas del ataso de la economia argeatina. 24 Roberto Conés Cond 1979. 2 BL pyre eget, 1480-5914, Boris izes, Sudamesicans, mer 2, w1avaMAKCAIDA ALEJANDRA ROORIGUE-¥ MANE. “Tradconsiment case tecrateniete lain sido pene a Ds aia, eit, y auseaist® yor o tnt, cone oe Ratales, mis modeeno pero mis débil en tato careate de poder poco, Milcades Pea, en décadn de 1950 y pdmccos ato dela sgtieat,dncute estas ideas Soave que no este al burguesinaacional modensasor St que se trata de una misma burguesia que se diversifia ea ae toe ec, la indus las Boanzas ye comezco 7 que se balla intsmamea Heats A eapital extanjero. Es deci, a busguesa industri ocal ao ht evoluconado del pequedo taller a la gran fibica, oponindose alos innrsts rai, ino ‘que aac estechamenteligada ala burgucsia terratenents compare inereses. : iy Jonge FSibato cetomaextas ideas yplantea la exseaca de una ass dominan ce multsectoral desde ls eomienzos de la Argenria moder, deseo NS Tia comporjamieato ccosSmico aliamente especuativo para sdaptase ass Aver tuuntes condiciones econémicas del mercado mundial. Esta conducts especul tea ia lleva a maximizar sos gunaacias y minimizer los sesgo®, combinando rena setvaes producivas de bajo capi ip, ogando laude won Tespuesta ripida ante los cambios en ia demands {el meade inexnacion Dende esta perspectva, entonezs el mantenimien de gasdes propiedacis alguoss sin uso lamedito, fue a extatgia clei past OPE! 1 SBS ampeana, que ampaba las postiades de wo tev de suo J por lo ato, de aprovecar una demands mundial sempre cle? [A parr de estas hipStesis de Jorge F. Sabato, cambia lcoeteizncon de Ipx teratenientes pampeancs,vstos hasta entonces como feodsles¥steasa~ dos, pra presentaros como empcesatios modersos qvemasinizsa 90 6 treneas combinando, diversas actividades: agicoas, guste", nancies y hasta industrales. tise ti juan Manuel Palacio coincide eli oa! eee dmergennerena rtd Segia Patio, Sabato ao ogra advertic much de as enone soc 5 sana ea el espacio pampeano como consecvenciase! aug Resins is 1 de la gia esperslativavigente en la épocs, Pao coir netsssasoe {ue hace Sabato dels arendatacios rues. No pies 2? bam {os arendatatios casi como socos menores de loses 9 consis {que hayan adoptado ue compocamientoempresaalqucsgendo mos cin de planco de Sato, pezole 25 Vive Jacinto Cea, 26 Miia Poi: India, burgesa indy torial Fichas, 1974 27 forge Sabato, xp. oe era nse, Bacoes Ages, Bue oS CAMIES (90 VLA SOGIEDAD.ARGISTNA | y ad econdmica de a clase dominate los haya levado a optax porlaliguider antes cue por'a inversion en capital Bj. A panic de auevos estudios de caso ena region pampeana, Palacio sostene uaa visi6a més conflictiva del periodo. Seyin Ia misma, los arreadatarios, a quienes 10 se les asigaaba tierra fia por mis de uaa cosecha, consttuian la vacable que pemitia redimensionar en el corto plazo a la empeesa agricola. Esta se toraaba versti frente ala variaciéa de los mercados gracias al mantenimiento de uaa bbucaa cansidad ce arrendatacos chicos (que alguilaban generalmente menos de 100 hectireas) en condiciones de precatiedad, con desalojos y desplizamnicatos: constantes. Esta inestabilidad y peecaiedad ala que se sometia alos arrendatacios ruts os clave ~segtin Palicio~ para entender a diversigcacin extosa de los grandes propietarios rusales. + 2 Palacio sosticae que, si bien n0 hay cnfictos sociales que expresen abiertameate las teasiones provocadas por ests sinaciones, rstreando periédicos y fuentes jfdicines se advierte el uso cotdiano de hemamicatas legales para los pesmanea- tesdesalojos. La quieusd no se debe, segtin Palacio, ala fala de conflict sino aun

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