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Evaluación de Género en el Sector Agrícola y

Rural en Honduras

Presentado a la:

Organizació n de las Naciones Unidas para la


Alimentació n y la Agricultura (FAO) - Honduras

Elaborada por: Adelay Carias Reyes

02/02/2016
Marco referencial Mandato de la Política de Igualdad de Género de la FAO
(2012), en lo relacionado con la generació n de datos socio-
econó micos relevantes para las actividades de FAO en
Honduras en materia de género.
Objetivos generales de la  Informar al proceso de generació n del Marco de
consultoría Programa de País de FAO y el gobierno de Honduras de
las limitaciones, oportunidades y necesidades
específicas identificadas en la evaluació n de género
como informació n actualizada y objetiva de la situació n
de las mujeres rurales en el país.
 Facilitar la contribució n de FAO a las actividades
que el Sistema de Naciones Unidas desarrolla en el
país, mediante informació n actualizada y objetiva de la
situació n de las mujeres rurales en Honduras, como por
ejemplo el proceso de informe de la Convenció n para la
Eliminació n de todas las formas de discriminació n
contra la Mujer (CEDAW), el Informe Perió dico
Universal, y el Marco de Asistencia de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (MANUD).
 Facilitar la informació n sobre género de FAO a las
actividades del Estado de Honduras y sus estructuras de
gobierno en el marco de sus programas para la
eliminació n de la pobreza rural.

Objetivos específicos de la  Llevar a cabo una evaluació n completa de género en la


consultoría agricultura y el sector rural desagregando datos
socioeconó micos por sexo, etnia, edad, raza y zonas
geográ ficas.
 Preparar un informe final de género de país.
 Preparar y llevar a cabo una presentació n de las
conclusiones y recomendaciones clave haciendo
especial énfasis en la generació n de herramientas para
el trabajo específico de FAO.

Productos  Propuesta metodoló gica, instrumentos de investigació n


y plan de trabajo consensuada con el equipo de país
 Versió n preliminar del informe de la evaluació n de
género de país
 Informe final de la evaluació n de género de país
presentado
 Presentació n de conclusiones y recomendaciones

36
ÍNDICE

INTRODUCCIÓ N............................................................................................................................................................. 7
METODOLOGÍA........................................................................................................................................................... 10
Capítulo 1........................................................................................................................................................................... 11
Contexto de país.............................................................................................................................................................. 11
Breve radiografía de un país pobre................................................................................................................ 11
Indicadores macroeconó micos........................................................................................................................ 13
Desarrollo humano y pobreza.......................................................................................................................... 15
Condiciones de vivienda y habitabilidad...................................................................................................... 16
Mercado laboral..................................................................................................................................................... 17
Ingresos..................................................................................................................................................................... 18
Educació n.................................................................................................................................................................. 19
Migració n y remesas............................................................................................................................................. 20
Pueblos indígenas.................................................................................................................................................. 20
Inseguridad y violencia....................................................................................................................................... 21
Situació n política................................................................................................................................................... 22
Capítulo 2........................................................................................................................................................................... 24
Situació n del agro en Honduras................................................................................................................................ 24
1. Indicadores sobre la situació n del agro en Honduras.............................................................................24
Agricultura y economía....................................................................................................................................... 24
Tenencia de la tierra en Honduras: una historia de exclusiones y fracasos..................................25
 La Reforma Agraria..................................................................................................................................... 25
 La Ley para la Modernizació n Agrícola............................................................................................... 26
 Distribució n actual de la tierra en Honduras.................................................................................... 27
Producció n de granos bá sicos y seguridad alimentaria.........................................................................28
El cambio climá tico y sus consecuencias en el sector agrícola............................................................30
Los Tratados de Libre Comercio (TLC)......................................................................................................... 31
Situació n de los pueblos indígenas................................................................................................................. 31
2. Políticas pú blicas e institucionalidad creada para el sector agropecuario.....................................32
Políticas Pú blicas................................................................................................................................................... 32
Institucionalidad creada..................................................................................................................................... 33
Servicios de crédito............................................................................................................................................... 34
Asistencia técnica.................................................................................................................................................. 36

36
ÍNDICE DE CUADROS

36
SIGLAS

36
INTRODUCCIÓN
En el 2012 se aprobó la Política de Igualdad de Género de la FAO, como parte de los compromisos
de esta organizació n para la promoció n de la igualdad de género y el empoderamiento de las
mujeres como elementos claves para eliminar el hambre y la pobreza en el mundo 1. De acuerdo
con el documento de política, una de las estrategias para llevar a cabo esta tarea es el aná lisis
sistemá tico de las necesidades, prioridades y experiencias de mujeres y hombres como parte del
desarrollo de políticas, está ndares normativos, programas, proyectos y actividades. Es decir, la
producció n de conocimiento sobre las desigualdades de género es una de las estrategias
centrales de la FAO para el logro de la equidad de género.
El Balance de Género de país para el sector rural y agrícola de Honduras que se presenta en este
documento forma parte de este esfuerzo de la FAO de documentar la situació n de las mujeres y
desde allí tener las herramientas para la planificació n y programació n a nivel nacional, en
particular para informar al proceso de generació n del Marco de Programa de País de FAO (MPP),
en el entendido que esta informació n es fundamental para que FAO tenga evidencias e
informació n objetiva y actualizada al momento de planificar su apoyo a nivel de país de manera
eficaz y eficiente.
En base a estos lineamientos, el objetivo de este Balance es identificar las disparidades de género
existentes en Honduras en el acceso a recursos naturales y econó micos, a conocimientos,
oportunidades, mercados y créditos, y su posible contribució n a la baja productividad agrícola, la
inseguridad alimentaria y nutricional del país. Los objetivos generales definidos son: i) Informar
al proceso de generació n del MPP y el gobierno de Honduras acerca de las limitaciones,
oportunidades y necesidades específicas en la evaluació n de género como informació n
actualizada y objetiva de la situació n de las mujeres rurales en el país; ii) Facilitar la contribució n
de FAO a las actividades que el Sistema de Naciones Unidas desarrolla en el país, mediante
informació n actualizada y objetiva de la situació n de las mujeres rurales en Honduras, y: iii)
Facilitar informació n sobre género de FAO en actividades del Estado de Honduras y sus
estructuras de gobierno en el marco de sus programas para la eliminació n de la pobreza rural.
Este documento se divide en 5 capítulos. El Capítulo 1 contiene informació n sobre el contexto de
país, aportando datos demográ ficos, sociales y econó micos. En el Capítulo 2 se hace un aná lisis
de la situació n del agro, en lo relacionado con su importancia dentro de la economía nacional,
tenencia de la tierra, producció n de granos bá sicos, políticas agrarias servicios de crédito y
programas y proyectos estatales, dentro de otros temas. El Capítulo 3 ofrece una mirada sobre la
mujer rural, aportando datos sobre trabajo, empleo y participació n en la economía, salud,
educació n, violencia contra las mujeres, migració n y participació n política. En Capítulo IV se
analiza la participació n de las mujeres en la agricultura y su acceso a recursos como tierra,
crédito y asistencia técnica. En el ú ltimo Capítulo, el 5, se describen y analizan los recursos
disponibles para las mujeres que viven en las zonas rurales, en lo relacionado con la legislació n
vigente, políticas pú blicas, y programas y proyectos del Estado, Organizaciones No
Gubernamentales (ONG´s) y de la Cooperació n Internacional.
1
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Política de Igualdad de
Género de la FAO. Alcanzar las metas de la seguridad alimentaria en la agricultura y el desarrollo rural. (Roma,
FAO, 2013).

36
Una de las conclusiones preliminares a las que llegamos en este estudio es que debido a los
esfuerzos realizados en los ú ltimos añ os se han logrado avances a favor de las mujeres rurales:
ha disminuido la mortalidad materna en el campo; hay un mayor acceso a servicios de salud,
sobre todo en el á rea de la salud sexual y reproductiva, que se expresa en una disminució n de la
tasa de natalidad; se verifica una disminució n del porcentaje de mujeres analfabetas en las zonas
rurales y una mejora evidente en su rendimiento; se han logrado reducir las brechas salariales
entre las mujeres y los hombres y hay una mayor apertura del mercado laboral hacia las mujeres;
se ha incrementado el nú mero de mujeres con tierra y con acceso a capacitació n, crédito y
servicios de extensió n agrícola, como resultado de procesos de implementació n y
transversalizació n del enfoque de género que se está n llevando a cabo en el país desde hace má s
de tres décadas. El país también cuenta con un marco legislativo y de políticas adecuadas, siendo
uno de los instrumentos má s importantes la Política de Equidad de Género en el Agro (PEGAH,
1999-2015), cuya vigencia acaba de finalizar.
Sin embargo, dada la magnitud de los problemas y desigualdades que persisten hacia las mujeres
del campo, estos esfuerzos no está n siendo del todo efectivos. Todavía las mujeres del campo
tienen muchas limitaciones en el acceso a servicios gratuitos, adecuados y eficientes de salud; las
tasa de embarazo adolescente en el campo son todavía muy altas; la educació n es todavía un
derecho negado para muchas niñ as, que por la pobreza se ven obligadas a abandonar la escuela
para incorporase al mercado laboral. Muy pocas mujeres que viven en las zonas rurales se
involucran en política, y son pocas las que tienen posibilidades de llegar a puestos de elecció n
popular o de ocupar puestos de direcció n en organizaciones comunales o empresariales. La
violencia azota con fuerza los pueblos campesinos, las mujeres no tienen acceso a servicios de
prevenció n o atenció n a la violencia que viven; y si a esto se le suma las nuevas formas de
violencia que han aparecido ligadas al narcotrá fico y al crimen organizado la situació n se vuelve
alarmante. Las mujeres todavía no son vistas como claves en la producció n agropecuaria; siguen
ganando menos que los hombres, diferencia que se incrementa cuando se trata de trabajo
agrícola asalariado. Su trabajo y aportes no son visibilizados, ni en las estadísticas ni en la
formulació n y ejecució n de programas y proyectos.
Honduras tuvo un momento de auge en la ejecució n de políticas pú blicas con enfoque de género,
en el cual se crearon Unidades de Género (UG) en todas las instancias y dependencias del estado
encargadas de implementar estas políticas. Sin embargo, el día de hoy estas unidades han sido
desmanteladas, y no hay un interés manifiesto por parte del gobierno de dar un nuevo impulso a
este proceso. Documentar estos procesos y hacer propuestas para el cambio se vuelve entonces
clave para revertir esta situació n.
Ademá s de la realizació n de investigaciones de la producció n de conocimiento, en la actualidad
FAO, con presencia en Honduras desde 1978, está apoyando iniciativas innovadoras como el
Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA), el Programa de Acceso a la Tierra
(PACTA/COM RURAL), los Programas de Alimentació n Escolar, proyectos de Fortalecimiento de
Agrocadenas y el Proyecto Semillas para el Desarrollo. De acuerdo con el mandato de FAO y la
política de género de esta institució n, en estos proyectos se ha logrado una mayor incorporació n
de las mujeres como participantes y beneficiarias; sobre todo en los proyectos de saneamiento
bá sico, trabajo con las municipalidades y las Oficinas Municipales de la Mujer (OMM). También,
se está n haciendo grandes esfuerzos para que al menos un 50% de las personas beneficiarias de

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proyectos de apoyo a lo productivo sean mujeres2. El éxito de estas acciones se debe a que FAO
cuenta con un Punto Focal de Género, y ha logrado que personas muy capacitadas y conocedoras
del tema estén en estas funciones. Todo esto se realiza en el Marco de Programació n del País
(MPP) 2015 – 2017, en el que se establecen cuatro á reas prioritarias: seguridad alimentaria
nutricional y agricultura familiar, desarrollo empresarial y financiero rural sostenible con
enfoque de género, gestió n de recursos naturales y adaptació n al cambio climá tico, y gestió n de
riesgos de desastres y resilencia3.
Esperamos que este documento permita tener una mirada completa y actualizada de la situació n
que viven las mujeres del país, y que sea un instrumento ú til para la toma de decisiones en
materia de legislació n, programas y proyectos y políticas pú blicas. Partimos de la premisa que
sin las mujeres no hay desarrollo, y que trabajar desde la equidad y la igualdad de género es un
requisito indispensable para lograr una sociedad má s justa para las mujeres, equitativa, sin
hambre y sin desigualdad.

2
Entrevista a Alcira Portillo y Maritza Molina Barahona, FAO-Honduras.
3
Información tomada de la página web de FAO Honduras.
http://www.fao.org/honduras/noticias/detail-events/en/c/359552/

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METODOLOGÍA
La informació n estadística contenida en este estudio se obtuvo bá sicamente de la Encuesta de
Hogares y Propó sitos Mú ltiples (EHPM) Junio 2014, el XVII Censo Nacional de Població n y
Vivienda 2013, la Encuesta Agrícola Nacional 2007-2008 y los informes de cumplimiento del
Instituto Nacional Agrario (INA). Se revisaron encuestas, censos y otros documentos contentivos
de informació n estadística producidos por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de añ os
anteriores para identificar cambios en la situació n de las mujeres rurales. También se revisaron
informes, documentos, estudios e investigaciones realizados en el país en los ú ltimos cinco añ os
para documentar la situació n de las mujeres rurales4, elaborados por organizaciones feministas y
de mujeres, movimiento campesino, ONGs y agencias de cooperació n internacional, entre los que
destacan los Informes de Desarrollo Humano de Honduras y los documentos elaborados por la
FAO sobre la situació n de la agricultura y de la mujer rural. Para el capítulo de los recursos
disponibles se analizaron informes de cumplimiento de la Convenció n para la Eliminació n de
todas las formas de Discriminació n contra la Mujer (CEDAW), tanto los informes
gubernamentales y los informes sombra elaborados por organizaciones feministas y de mujeres,
documentos de política pú blica y leyes vigentes en el país.
La falta de informació n actualizada constituyó un gran impedimento para presentar un
panorama completo que dé cuenta de la situació n de las mujeres rurales en Honduras, razó n por
la cual en algunos casos la informació n má s reciente que se presenta es del 2008
(correspondiente al ú ltimo censo agrícola). Otra limitante fue que la informació n sobre las
mujeres indígenas es muy escasa, lo que no permitió contar con datos cuantitativos, salvo en el
caso de los datos sobre titulació n de tierras obtenidos de informes del INA.
Con respecto a la informació n sobre acceso a crédito y tecnología, se usaron fuentes como
investigaciones realizadas por ONGs y documentos estatales, sin embargo, se constató que hay
mucha dispersió n de la informació n y está poco actualizada. Esto se debe a que como se va a
exponer en el Capítulo 5, la mayor parte de las Unidades de Género (UG) del gobierno han sido
desmanteladas, y no se ha continuado el trabajo de analizar y presentar informació n desagregada
por género de programas y proyectos. Otro problema que se presentó es que en casi ninguna
dependencia estatal accedieron a brindar documentos o informació n por escrito, debido a una
disposició n gubernamental segú n la cual toda la informació n que se brinde debe ser solicitada y
aprobada por los ministros o personal de alto nivel, lo que dado el tiempo disponible para hacer
esta investigació n resultó imposible. Aun así la mayor parte del personal del gobierno brindó
informació n muy valiosa que permitió cumplir con los objetivos del informe.
Para completar y actualizar la informació n documental y para profundizar en el análisis de la
situació n de las mujeres rurales se hicieron 26 entrevistas a campesinas, feministas
independientes, personal del estado y de la cooperació n internacional5. El criterio de selecció n
fue en primer lugar que fueran personas o instituciones clave en el mundo de género y
desarrollo, en segundo lugar, su disponibilidad y accesibilidad. El trabajo de campo se realizó en
Tegucigalpa durante los meses de octubre y enero.

4
El listado de los documentos utilizados y consultados se incluye en la Bibliografía al final del documento.
5
Para el listado completo de personas entrevistadas Ver Anexo 1.

36
Capítulo 1.

1. Contexto de país

Este capítulo comienza con una suscita descripció n de la situació n econó mica del país en base a
indicadores macroeconó micos claves, como el PIB, la relació n entre las importaciones y
exportaciones y el comportamiento de la deuda externa e interna. Con la exposició n de estos
pocos indicadores se puede ver có mo aunque el país ha tenido momentos de recuperació n
econó mica, la tendencia ha sido un bajo crecimiento econó mico, lo que hace que Honduras se
sitú e como uno de los países má s pobres de América Latina. Aunado a esto, aunque ha habido
periodos en los cuales se ha reducido levemente la desigualdad, calculada de acuerdo con el
coeficiente GINI, el crecimiento econó mico no es lo suficientemente alto y sostenido como para
que la reducció n de la desigualdad sea significativa y sostenida, lo cual tiene un efecto inmediato
en los altos índices de pobreza que persisten en el país.
Los datos disponibles muestran que si bien la pobreza no ha aumentado en el país en los ú ltimos
quince añ os, tampoco ha tenido una reducció n significativa: en el 2000 un 65.9% de la població n
era pobre, de acuerdo con el método del ingreso o línea de la pobreza, para el 2013 este
porcentaje es de un 64.1%6. Esta diferencia no es significativa si se tiene en cuenta ademá s de las
bajas tasas de crecimiento econó mico el aumento de la població n, que se ha duplicado desde
1988, lo que implica que aunque hay una reducció n de la pobreza hay un aumento del nú mero de
personas y hogares en situació n de pobreza.
El coeficiente GINI, que mide la desigualdad en la distribució n de los ingresos entre la població n,
indica que en el país la desigualdad se ha incrementado en el país en los ú ltimos 3 añ os (del 2009
al 2011) pasando de 0.552 a 0.544. Así, mientras que el primer decil de ingreso (los má s pobres),
percibe el 0.7% del ingreso nacional, el décimo decil, el de las personas con mayores ingresos,
percibe el 40.6% del ingreso nacional 7. Esto hace que después de Colombia y Haití, Honduras sea
uno de los países má s desiguales del continente americano.
La pobreza, la inequidad y desigualdad en el reparto de la riqueza hace que en Honduras la
mayor parte de la població n no tenga capacidad de gasto y de consumo, lo que a su vez no
permite la rotació n del dinero y la expansió n del comercio interno. Para que la economía
funcione debe haber demanda de bienes y servicios, pero si la població n no tiene capacidad de
compra no hay demanda interna que sirva como motor del crecimiento econó mico. Tampoco hay
capacidad de inversió n del sector privado ni del pú blico, con lo que se limita también la
posibilidad de crecimiento de la economía del país.
Las causas de la pobreza en Honduras son mú ltiples. Una de ellas es la estructura agraria
heredada de la colonia, que configuró hasta el día de hoy que pocas personas tengan concentrada

6
Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH). Análisis de la pobreza en Honduras.
Caracterización y Análisis de determinantes 2013-2014. (Tegucigalpa, FOSDEH, 2015). Pp. 19.
7
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Informe sobre Desarrollo Humano Honduras
2011. (Tegucigalpa, PNUD, 2012). Pp. 18.

36
gran parte de la tierra productiva que se dedican sobre todo a la agroexportació n; mientras miles
de campesinos solo poseen pequeñ as parcelas dedicadas a la agricultura de subsistencia. Las
inequidades en el acceso a la tierra tienen que ver ademá s con reformas agrarias fallidas, y con la
falta de políticas agrarias gubernamentales que busquen una mejor redistribució n de la tierra.
Honduras tradicionalmente ha sido un país exportador de materias primas de bajo costo, lo que
en términos de las teorías del subdesarrollo lo sitú a como un país “de la periferia”. Esto ha hecho
que aunque aumenten las exportaciones (como en el caso del banano, melones, camarones, café y
palma africana, entre otros productos) no se produzca un tipo de crecimiento econó mico que
realmente beneficie al país y que reduzca la pobreza; dado que las ganancias y las divisas van
hacia los países compradores o del centro, que pagan las materias primas a muy bajo costo y con
aranceles muy bajos. Lo extendido del monocultivo también ha hecho que seamos muy
dependientes de las fluctuaciones de los precios de estos productos en el mercado, lo que a su
vez trae mucha inestabilidad econó mica. La globalizació n y la dependencia a las exportaciones
también hacen que el país sea muy vulnerable a las crisis internacionales, sobre todo las de
Estados Unidos, que es el principal comprador de nuestras materias primas.
Los comportamientos negativos de la balanza de pagos (es decir, que se importa má s de lo que se
exporta), tiene que ver con el hecho que Honduras prá cticamente no produce bienes
imperecederos ni tecnología; ademá s del hecho que añ o tras añ o el país tiene que destinar má s
recursos para importar granos bá sicos y artículos perecederos, debido a que no puede satisfacer
su demanda interna8. A esto hay que sumarle los efectos que está teniendo la firma de Tratados
de Libre Comercio (TLC), que han desestimulado la producció n de alimentos bá sicos como el
maíz, aumentado la dependencia del país a las importaciones.
La falta de inversió n interna hace que las políticas gubernamentales se basen sobre todo en
atraer la inversió n externa, pero a costos sociales y econó micos muy altos para el país. Por
ejemplo, en los ú ltimos añ os Honduras se ha convertido en un país maquilador, sobre todo de
productos que requieren mano de obra poco calificada como la industria manufacturera. Si bien
es cierto las maquilas han dado empleo a miles de personas, es un modelo econó mico que por los
bajos costes laborales no permite un aumento sustancial en los ingresos de los hogares, con lo
que no se revitaliza la economía. Por otro lado la propuesta de las ciudades modelo, ratificada en
Decreto de enero del 2011, donde se autoriza la creació n de “zonas o regiones especiales de
desarrollo” regidas por sus propias leyes; con policía y sistema de justicia propios y con
capacidad de recaudar sus propios impuestos. Estas ciudades van a ser especies de paraísos
fiscales, posiblemente exentas del pago de impuestos al gobierno, con lo que no van a traer
riqueza ni crecimiento econó mico al país, salvo la generació n de unos pocos empleos, al igual que
en el caso de la industria maquilera.
Otro gran problema que vive el país y que tiene un efecto inmediato en la pobreza es su
vulnerabilidad frente a los desastres naturales. Al respecto, se estima que en el 2015 un 60% de
los cultivos de granos bá sicos se perdieron a causa de la sequía, que tiene ya tres añ os de estar
azotando al país. Son necesarias políticas de seguridad alimentaria, y medidas adecuadas para
hacerle frente al cambio climá tico que está teniendo efectos gravísimos y somete al hambre a
miles de familias del país. La deforestació n, la minera a cielo abierto y la construcció n de

8
Banco Central de Honduras. Balanza de pagos de Honduras. Datos del 2000 al 2014. http://www.bch.hn/

36
represas en reservas acuíferas, sobre todo en territorios indígenas, amenazan en convertir el país
en un enorme desierto.
Los indicadores sobre salud, educació n y esperanza de vida han tenido una mejora notable en los
ú ltimos añ os. Sin embargo, los procesos de privatizació n de los servicios pú blicos y los
“paquetazos” o programas de ajuste estructural que se implementaron en el país desde la década
de los noventas terminaron por desmantelar o encarecer los servicios sociales, lo que ha incidido
en una baja en la calidad de vida de las personas. Otras consecuencias de estos paquetazos
fueron la devaluació n de la moneda, la caída de los salarios reales, aumento del desempleo,
quiebra de pequeñ as y medianas empresas, la devaluació n monetaria y el incremento de los
precios de los combustibles, entre otras9.
El desarrollo de las regiones es desigual, por lo que son necesarias políticas de desarrollo
específicas que tomen en cuenta las características y los desafíos que enfrenta cada regió n.. Por
un lado, toda la zona norte del país presenta niveles má s altos de desarrollo, mejor
infraestructura y má s industria. Por lo contrario, el corredor seco, como se le conoce a toda la
regió n que abarca el sur, centro y una parte de oriente y del occidente del país, se caracteriza por
ser la má s pobre del país. Hay zonas que está n aisladas del resto del país, como La Mosquitia y el
occidente de Olancho, que contienen reservas naturales ú nicas en el mundo, pero que está n
siendo deforestadas y usadas por el narcotrá fico como centros de acopio y embarque de la droga
hacia Estados Unidos.
La violencia asociada a la delincuencia comú n y el crimen organizado son quizá s dos de los
problemas actuales má s grandes con los que se enfrenta Honduras; no solo por la cantidad de
muertes que provocan, sino por todo lo relacionado con el lavado y blanqueo de dinero,
inestabilidad financiera, aumento de la circulació n de armas, corrupció n, y el aumento de la
inseguridad, entre otras consecuencias.
La situació n política institucional de 2009 puso en evidencia la fragilidad de la democracia que
había sido construida en los ú ltimos treinta añ os, representó un momento de quiebre histó rico,
con el surgimiento de dos nuevos partidos políticos, Libertad y Refundació n (LIBRE) y el Partido
Anticorrupció n (PAC), que amenazan con romper el bipartidismo.
Este es el difícil panorama al que se enfrenta el país. Sin un cambio en las políticas de desarrollo
que se orienten a una reducció n de la pobreza y la inequidad, a invertir en el capital humano,
será muy difícil que la situació n cambie para ésta y las siguientes generaciones.

Indicadores macroeconómicos
Honduras es un pequeñ o país clavado en el centro de Centroamérica, con una població n de
8,308,417 habitantes para el 2014. Su població n es muy joven, ya que un 47% es menor de 19
añ os. Aunque ya es un país mayoritariamente urbano, un 46% de la població n todavía vive en
zonas rurales10.

Alcides Hernández. Del reformismo al ajuste estructural. (Tegucigalpa, Editorial Guaymuras, 2007). Pp. 19.
10
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2014.
(Tegucigalpa, INE, 2014).

36
Para el 2014 el PIB real del país fue de 409,611,70 millones de lempiras, un equivalente a 19,565
millones de dó lares. Para el 2014 el crecimiento de la economía hondureñ a fue de un 3.0%, má s
alto que el 2.6% promedio del 2013 11. Sin embargo, datos del Banco Central muestran que ha
habido un descenso constante en el crecimiento econó mico del país, con una leve recuperació n
en el 201412, como se muestra en el siguiente grá fico:
Cuadro N° 1. Crecimiento anual del PIB real en Lps. (2004-2014)
8
6 6.2 6.1 6.6 6.2
4 4.2 3.7 3.8 4.1
2.6 3.1
2
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
-2 -2.4
-4

PIB Real en millones de Lempiras

Fuente: CEPAL/ INE


En este grá fico se observa como la crisis política del 2009 causó una depresió n econó mica muy
profunda de la cual el país todavía no se ha recuperado, ya que no se han vuelto a alcanzar los
niveles de crecimiento anteriores.
La falta de dinamismo de la economía hondureñ a se evidencia también en el hecho que si bien es
cierto han disminuido las importaciones con relació n al PIB, también han disminuido las
exportaciones, como se muestra en el siguiente cuadro:
Cuadro N° 2. Porcentaje de importaciones y exportaciones en relación al PIB (2004-2014)
80.0%
70.0%
60.0%
50.0%
40.0%
30.0%
20.0%
10.0%
0.0%
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

% de importaciones con relacion al PIB % de exportaciones con relacion al PIB

Fuente: CEPAL

Para el 2014 el país importaba un 18.9% má s del porcentaje del PIB con relació n a sus
exportaciones. Dado que Honduras es un país que depende en gran medida de sus exportaciones
de materia prima, el que haya disminuido en 10 puntos porcentuales es un indicador de la grave
situació n econó mica que está atravesando el país. La inversió n extranjera directa también ha
disminuido en el ú ltimo decenio: de ser un equivalente a un 6.2% del PIB en el 2004 a un 5.9% en

11
Comisión Económica para América Latina y El Caribe. Balance preliminar de las economías de América
Latina y El Caribe. Honduras. http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37344/Honduras_es.pdf?
sequence=96
12
http://www.ine.gob.hn/index.php/component/content/article?id=97

36
el 2014. En el mismo período analizado el PIB per cá pita promedio del país fue de 2,456 USD, lo
que coloca al país como uno de los má s pobres de la regió n13.
La importancia de las remesas en la economía hondureñ a se hace evidente en el aumento en un
5% en el ú ltimo decenio. En el 2004 las remesas constituían un 13.0% del PIB, pero para el 2014
alcanzan el 17.3%; presentando un crecimiento interanual para el 2014 de un 8,3%.
Un indicador positivo es la disminució n de la deuda con el sector externo con relació n al PIB:
para 1990 era un 98.4% del PIB, en el 2004 era de un 67.9%, y para el 2014 es de un 34.4%. Sin
embargo, se observa un cambio en la tendencia a la subida desde el 2009, cuando alcanzó su
punto má s bajo en 22.9% con relació n al PIB.
Cuadro N° 3. Comportamiento de la Deuda Externa con relación al PIB (1990-2014)

Fuente: CEPAL

La deuda interna del gobierno central también ha ido a la baja, pasando de un 51.9% como
porcentaje del PIB en 1990 a un 28.5% en el 2014. Sin embargo, y al igual que sucede con la
deuda externa, se observa una tendencia al aumento desde el 2007, cuando alcanzó su mínimo
histó rico de un 14.6%14. La disminució n de la deuda interna se debe a los cambios en la política
fiscal del estado, relacionada sobre todo con el aumento de impuestos directos como el impuesto
sobre la venta, con las consecuencias que esto trae sobre los ingresos y capacidad de compra de
la població n.

Desarrollo humano y pobreza


Segú n la ú ltima Encuesta de Hogares realizada en el país en el 2014, a nivel nacional un 62.8% de
la població n se encuentra bajo la línea de la pobreza, lo que significa que 6 de cada 10 hogares
hondureñ os no pueden satisfacer sus necesidades bá sicas má s elementales15. Un 39.7% de los
hogares en el país viven en extrema pobreza 16, es decir que 4 de cada 10 hogares no tienen ni
siquiera los ingresos necesarios para cubrir los gastos de alimentació n. Esta situació n es aú n má s
13
Datos de la CEPAL para el 2014. http://interwp.cepal.org/cepalstat/Perfil_Nacional_Economico.html?
pais=HND&idioma=spanish
14
Datos de la CEPAL para el 2014…
15
El método de la Línea de la Pobreza se define a partir del costo de la Canasta Básica de Alimentos, que incluye
273 productos como alimentos, ítems no alimenticios, útiles escolares y transporte. Para más detalles ver
Secretaría de Desarrollo Económico (SDE). Canasta Básica 2014. (Presentación en Power Point). La Canasta
Básica incluye además vivienda, educación, salud, transporte, etc.
16
Hogares pobres: ingresos per cápita debajo de la línea de la pobreza; Pobreza relativa: hogares con ingresos
menores que el costo de la Canasta Básica y mayores que la Canasta Básica de Alimentos; Hogares en pobreza
extrema: ingreso per cápita inferior a la Canasta Básica de Alimentos. Definiciones del INE.

36
grave en las zonas rurales. Al respecto, se observa que si bien la pobreza absoluta alcanza
porcentajes similares en las ciudades y en el campo (62.8% y 61%, respectivamente), el
porcentaje de hogares viviendo en pobreza extrema alcanza un 51.8% en el campo, mientras que
en las ciudades este porcentaje es de un 29.8%17.
Cuadro N° 4. Hogares por nivel de pobreza según dominio (2014)
Pobres
Dominio No pobres
Total Relativa Extrema
Total Nacional 37.2% 62.8% 23.1% 39.7%
Urbano 39.0% 61.0% 31.3% 29.8%
Rural 35.0% 65.0% 13.2% 51.8%
Fuente: EHPM 2014
Un 40.8% de los hogares del país tiene al menos una necesidad bá sica insatisfecha 18, porcentaje
que es de un 48.9% de los hogares del campo y un 32.3% en las ciudades 19. A nivel nacional un
18.2% de las y los habitantes del país viven en hogares con un ingreso per cá pita diario de un
dó lar o menos. Este porcentaje es de un 30.5% en las zonas rurales20.
El país tiene un Índice de Desarrollo Humano (IDH) 21 de 0,632, lo que lo sitú a como uno de los
países con el IDH má s bajo de América, só lo superando por Haití22. Segú n el Índice GINI Honduras
es uno de los países má s desiguales de América Latina, só lo superado por Colombia y Haití.

Condiciones de vivienda y habitabilidad


En cuanto a la tenencia de las viviendas, en un 74% del total de los hogares viven en viviendas
propias totalmente pagadas. Un 3.2% viven en viviendas que está n pagando, un 14.9% alquilan,
8.3% viven en viviendas prestadas o cedidas sin pago. No hay grandes diferencias entre los
hogares jefeados por mujeres y por hombres en estos porcentajes, tanto a nivel urbano como
rural23.
Un 8.5% de los hogares hondureñ os presentan hacinamiento, entendido como má s de tres
personas por pieza en una vivienda. Esto sin duda está relacionado con los déficits de vivienda y
empleo que hay en el país, que hacen que muchas personas jó venes no tengan posibilidad de
acceder a sus propias viviendas, por lo que deciden hacer sus hogares bajo el techo del hogar de
origen. El porcentaje de viviendas con hacinamiento es levemente mayor en el campo que en la
ciudad (9.0% y 8.0%, respectivamente)24

17
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples…
18
Esto se conoce como el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, que se utiliza para medir la acción de los
gobiernos en proveer a los ciudadanos con la infraestructura y servicios públicos para la me jora de sus
condiciones de vida. Incluye indicadores como acceso a agua potable, saneamiento básico, asistencia a la
escuela de NNA entre 7 y 12 años, número de personas dependientes por persona ocupada, hacinamiento,
estado de la vivienda, que no sea construida con materiales de desechos, entre otros.
19
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares …
20
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares…
21
Índice que mide el desarrollo basándose en cuatro indicadores: la esperanza de vida al nacer, la tasa de
alfabetismo en adultos, la tasa de escolaridad y el ingreso estimado per cápita anual. Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD). Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2011… Pp. 20.
22
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Panorama General. Informe sobre Desarrollo
Humano 2015. Trabajo al servicio del desarrollo humano. (New York, PNUD, 2015). Pp. 29.
23
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Censo de Población y Vivienda 2013. (Tegucigalpa, INE, 2013).

36
El derecho a una vivienda digna y en buenas condiciones de habitabilidad también presenta
serios problemas en el país: só lo un 36.3% del total de viviendas del país tiene acceso al servicio
pú blico de agua. Un 49.3% tiene que comprar el agua que consume, y el resto se abastece de
pozos, ríos, carros cisterna y otras fuentes de agua. En el campo só lo un 7.3% de las viviendas
cuenta con servicio pú blico de abastecimiento de agua, en comparació n con el 92.7% de los
hogares en las zonas urbanas que sí cuentan con este servicio25. Estas carencias en las zonas
rurales es suplida por el alto porcentaje de servicio privado colectivo, que en el campo alcanza un
69.5%. Este porcentaje incluye las empresas privadas y el agua gestionada por Juntas de Agua y
Patronatos. En el campo todavía un 6% de los hogares utiliza agua proveniente de ríos,
quebradas, lagunas u otras fuentes naturales.
4 de cada 10 viviendas del país no cuenta con un sistema de saneamiento adecuado, es decir, no
tienen inodoro conectado a alcantarilla o a pozo séptico26. Este porcentaje es má s alto en las
zonas rurales que en las urbanas (49.3% y 38.8%, respectivamente) 27. El inodoro conectado a
alcantarilla es predominantemente urbano, ya que un 66% de las viviendas cuentan con este
servicio, frente al 6% en las zonas rurales28.

Mercado laboral
Para el 2014 la Població n en Edad de Trabajar (PET) en Honduras está conformada por
6,521,491 personas, un 78.5% del total de la població n. La Població n Econó micamente Activa
(PEA)29 la constituyen 3,655,099 personas, el equivalente a un 56% de la PET. Del total de la PEA
nacional un 53.8% vive en las ciudades y un 46.2% en el campo. Un 94.3% de la PEA entra en la
categoría de ocupada con relació n a la PET.
Aunque el porcentaje de Població n ocupada es mayor en el campo y la Tasa de Desempleo
Abierto (TDA) es también inferior en las zonas rurales, en el campo la Tasa de Subempleo Visible
(TSV) y la Tasa de Subempleo Invisible (TSI) son mucho má s altas, es decir, que aunque hay
menos desempleo en el campo las condiciones de trabajo (horas trabajadas, salario, deseo de
trabajar má s), son mucho peores que en las ciudades.

Cuadro N° 5. Población ocupada y con problemas de empleo


según dominio (2014)
Población
Dominio TDA TSV TSI
Ocupada
Personas que Personas que Personas que están Personas que
trabajaron por lo quieren trabajar y ocupadas y trabajan más de 36
menos 1 hora no encuentran trabajan menos de horas y tuvieron

24
Secretaría de Salud. Encuesta Nacional de Demografía y Salud, ENDESA 2011-2012. Tegucigalpa, Secretaría
de Salud/INE, 2012. Pp. 31.
25
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares …
26
Idem anterior.
27
Secretaría de Salud. Encuesta Nacional de Demografía y Salud… Pp. 31.
28
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares…
29
La Población Económicamente Activa o PEA es definida como las personas mayores de 10 años que
manifiestan tener algún empleo o bien no tenerlo, pero que han buscado activamente trabajo o buscar por primera
vez en las últimas dos semanas de referencia. Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares…

36
durante la semana trabajo. 36 horas a la ingresos inferiores
anterior a la semana y desean a un salario
realización de la trabajar más. mínimo.
encuesta
Total Nacional 94.3% 5.3% 12.5% 27.7%
Urbano 92.5% 7.5% 10.4% 22.4%
Rural 97.3% 2.7% 14.7% 33.5%
Fuente: EPHPM 2014.

Ingresos
Cuadro N° 6. Población Ocupada por categoría
ocupacional y dominio (2014)
Trabajo
Por cuenta
Dominio Asalariada Familiar no
Propia
remunerado
Nacional 47.9% 40.7% 11.4%
Urbano 57.1% 35.3% 7.6%
Rural 37.8% 46.6% 15.6%
Fuente: EPHPM 2013

De acuerdo con los datos disponibles, a nivel nacional un poco menos de la mitad de las personas
ocupadas reciben un salario por su trabajo (un 47.9%), siendo muchísimo má s alto el porcentaje
de personas que reciben salario en la ciudad que en el campo (57.1% y 37.8%,
respectivamente)30. Aunque tener un salario por el trabajo no significa necesariamente tener
mejores condiciones de vida, tener un ingreso mensual asegura la posibilidad de cubrir de forma
regular al menos algunas necesidades bá sicas, y permite ademá s que las personas o las familias
puedan hacer inversiones a má s largo plazo, como comprar una cosa o abrir un negocio, dado
que tienen garantías con las que responder por préstamos.
A nivel nacional el salario promedio es de Lps. 2,920.00 per cápita, para un hogar promedio de
4.3 personas. El salario promedio es de Lps. 3,908.00 para las zonas urbanas y Lps. 1,719.00 para
las zonas rurales, un 43% menos que en las ciudades. Aun si se considera el dato de ingreso en
los hogares como vá lido, a pesar de evidencia empírica que demuestra que los ingresos
devengados en los hogares hondureñ os son mucho má s bajos, es evidente que con el ingreso que
se gana en el campo las personas apenas pueden cubrir los gastos relacionados con su
alimentació n, teniendo en cuenta que el costo per cá pita de la Canasta Bá sica per cá pita en el
campo es de Lps. 1,631.40.

Educación
En lo relacionado con la educació n, a pesar de los avances que se registran en este campo en
Honduras todavía 1 de cada 10 personas mayores de 15 añ os no saben leer ni escribir (12.8%).
La població n mayor de 15 añ os tiene en promedio 7.8 añ os de estudio, apenas la primaria o
educació n bá sica completa. En las ciudades el promedio es de 6.6 añ os de estudio. La situació n es
grave en el campo, donde este porcentaje se eleva a un 20.5%. El porcentaje de añ os promedio de
estudio es de 9 añ os en las ciudades, solo 6.1 en el campo31.

30
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares
31
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta de Hogares…

36
La Tasa de Cobertura Educativa (TCE) en el país deja ver las graves deficiencias que persisten en
el acceso a este derecho. Al respecto, se observa que las TCE para todos los niveles educativos es
de un 55.2%, es decir que só lo 5 de cada 10 niñ as, niñ os o adolescentes en edad escolar asisten a
la escuela o colegio. En la educació n primaria se ha logrado una buena cobertura (88.9%), pero
no en la educació n preescolar (43.6%), ni en la secundaria, donde desciende a un 32.4% en el
rango de edad de 13 a 15 añ os, y a un 25.3% en las edades de 16 a 18 añ os32.
Cuadro N° 7. Tasa de Cobertura educativo por
ciclos escolares y dominio (2014)
Ciclos escolares 5-6 7 - 12 13 - 15 16 - 18
por edad Años Años Años Años
Total Nacional 43.6% 88.9% 32.4% 25.3%
Urbano 45.5% 87.6% 47.9% 34.8%
Rural 41.6% 90.1% 18.5% 14.6%
Fuente: EPHPM 2014

Los datos desagregados de cobertura educativa por dominio muestran que los esfuerzos que se
han hecho por mejorar la educació n en las zonas rurales han dado frutos, ya que la brecha en la
TCE rural con la urbana es de solo un 3.9%. Sin embargo, la situació n es preocupante en los ciclos
educativos correspondientes a las edades de 13 a 18 añ os, donde la TCE en el campo es
muchísimo má s baja que en las ciudades.
Ademá s de los problemas de cobertura educativa, se mencionan también otros problemas graves
como la baja calidad educativa, falta de laicidad en la educació n, ausentismo docente y violencia
social, el traslado de los costos directos de la educació n a las familias, debido a la insuficiencia del
presupuesto estatal para cubrir los costos de funcionamiento de los centros educativos y lejanía
de los centros educativos, entre otros problemas, situació n que es aú n má s grave en las zonas
rurales33.
Aunque sin duda alguna la educació n permite que las personas y los hogares obtengan mejores
trabajos y por ende mayores ingresos, estudios realizados muestran que en el país no hay una
correlació n entre la movilidad educativa y la movilidad socioeconó mica. Al respecto, la alta
movilidad educativa ascendente (55.8%) no está correlacionada con la movilidad
socioeconó mica (31.5%), segú n la percepció n de las personas con respecto al nivel de sus
padres34. Esto tiene que ver con el hecho que aunque en añ os anteriores se registró un leve
crecimiento econó mico, no fue lo suficiente como para absorber la enorme cantidad de mano de
obra mucho má s calificada, que a pesar de tener má s añ os de estudio sigue teniendo muchas
dificultades para obtener empleos bien remunerados, acordes con sus capacidades y
preparació n.

Migración y remesas
La situació n de pobreza, desempleo, bajos ingresos, carencia de servicios bá sicos, limitaciones
educativas, inseguridad y violencia hacen de Honduras un país en el cual cada vez es má s difícil

32
Idem anterior.
33
Adelay Carias Reyes. Estudio sobre vulnerabilidades y riesgos de la niñez hondureña. (2014, sin publicar)
34
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Informe sobre Desarrollo Humano Honduras
2011… Pp. 76.

36
tener una vida digna. Por esta razó n cada vez má s personas está n yéndose a otros países. Segú n
datos del el Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (FONAMIH), en los ú ltimos añ os un
promedio anual de 100,000 hondureñ os y hondureñ as han emigrado a otros países, con destino
prioritario a los Estados Unidos. Se indica que hay 1.2 millones de hondureñ os viviendo en el
exterior, lo que es casi el 14% de la població n total del país35.
A costa de los peligros y privaciones de los migrantes muchos hogares hondureñ os sobreviven:
se estima que un 5.6% del ingreso de los hogares hondureñ os procede de esta fuente, porcentaje
que aumenta en caso de los hogares má s pobres 36. Se estima que en el 2014 ingresaron al país
3,353.2 millones de dó lares en concepto de remesas.

Pueblos indígenas
En Honduras viven siete pueblos indígenas: lenca, maya-chortí, tolupá n, pech, tawahka (sumo),
miskitu y nahua, así como dos etnias afrodescendientes, los garífunas y la població n negra anglo-
hablante, radicada principalmente en el departamento de Islas de la Bahía. Los pueblos está n
distribuidos geográ ficamente en todo el país, especialmente en las zonas rurales del este, el norte
y el noroeste de Honduras37.
Un 7.2% de la població n pertenece a un grupo indígena. Se estima que su població n total es de
717,618 personas, distribuidas por etnia de la siguiente manera 38:
Cuadro N° 8. Pueblos indígenas de
Honduras (2013)
Pueblo indígena Casos %
Maya -Chortí 33,256 4.63%
Lenca 453,672 63.22%
Miskito 80,007 11.15%
Nahua 6,339 0.88%
Pech 6,024 0.84%
Tolupán 19,033 2.65%
Tawahka 2,690 0.37%
Garífuna 43,111 6.01%
Negro de habla 12,337 1.72%
inglesa
Otro 6,1151 8.52%
Total 717,618 100%
Fuente: Censo de Población y Vivienda 2013

Segú n la CEPAL, la incidencia de pobreza extrema entre indígenas en Honduras es 1,8 veces la de
los no indígenas. La tasa de desnutrició n global de los niñ os indígenas del á rea rural puede ser de

35
Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Investigación Flujos migratorios laborales
interregionales: Situación actual, retos y oportunidades en Centroamérica y El Caribe. Informe Honduras. (Costa
Rica, OIM, 2012). Pp. 19.
36
Banco Central de Honduras. Honduras en Cifras 2012-2014. www.bch.hn
37
Los datos para esta sección fueron tomados de Agencia de Cooperación Internacional de Alemania (GIZ).
Pueblos Indígenas en Honduras. (Tegucigalpa, GIZ, 2010).
38
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Censo de Población y Vivienda 2013…

36
tres a cinco veces superior a la de los niñ os no indígenas de la ciudad, otro indicador de las
condiciones de pobreza que viven los pueblos indígenas del país39.

Inseguridad y violencia
Los ú ltimos datos disponibles del Boletín del Observatorio de Violencia de Honduras, del 2014,
indican que para ese añ o se registraron 8,719 muertes por causa externa 40. De este total 5,936
son homicidios. La Tasa Nacional de Homicidios para ese añ o fue de 68 por cada 100,000
habitantes. Segú n esta misma fuente se verifica un promedio mensual de 495 homicidios,
cometiéndose un promedio de 16 homicidios diarios. El 77.9% de los homicidios se cometieron
con arma de fuego. La població n má s afectada por la violencia es la població n joven, ya que el
79.6% de las víctimas de homicidio tienen edades entre 15 y 44 añ os 41. Se estima que del 2000 al
2011, en Honduras murieron por homicidio 46,450 personas, lo que nos hace uno de los países
má s violentos del mundo. Ademá s de la muerte, la violencia trae como consecuencias la baja
productividad, ya que muchos negocios cierran a causa de ella, sobre todo los pequeñ os negocios
que no pueden pagar las cuotas que cobran los grupos delincuenciales por seguridad. También
provoca que los hogares tengan que invertir muchos recursos en seguridad.
Aunque en el país hay algunas organizaciones que está n realizando programas de prevenció n, la
propuesta estatal para reducir la violencia es la militarizació n. A pesar del alto presupuesto
destinado a la Secretaría de Defensa y Seguridad y la aprobació n de impuestos como la Tasa de
Seguridad no se está n mostrando resultados. Es necesario atacar ls causas estructurales de la
violencia como la corrupció n y la pobreza juvenil.

Capítulo 2

Situación del agro en Honduras


En este capítulo se va a presentar un esbozo de la situació n actual que se vive en el país en lo
relacionado con la producció n agrícola. La informació n recolectada proviene de estadísticas y de
entrevistas las cuales dan cuenta, en primer lugar, de la persistencia de graves y antiguos
problemas como la desigualdad en el acceso a la tierra. Los insumos que se van a obtener de esta
lectura van a permitir tener una idea clara de la grave situació n que viven miles de campesinos

39
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Panorama de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional en Centroamérica y República Dominicana.
40
Hay que tener en cuenta también que según el último Informe de Prevención la Violencia 2014, publicado por
la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para el 2014 la Tasa de Homicidios en Honduras es de 103,9
muertes por cada 100.000 habitantes; tasa que es mucho mayor a la oficial. Según los datos de la OMS del 2013
al 2014 hubo un aumento de 24.9 homicidios al mes; lo que coloca a Honduras como el país más violento del
planeta. Para tener una dimensión de la violencia en Honduras hay que tener en cuenta que sólo hay un país en el
mundo que tiene una tasa de homicidios superior a 50 por cada 100,00 habitantes: Venezuela, cuya tasa es de
57.6, es decir, 46.3 muertes menos que en Honduras. Para más detalles ver World Health Organization. Global
Status Report on Violence Prevention 2014. (Suiza, WHO, 2015).
41
Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS). Boletín del Observatorio de Violencia
Honduras Enero -Diciembre de 2014. Tegucigalpa, IUDPAS/UNAH, 2014.

36
en el país, especialmente las mujeres, que son quienes ocupan el nivel má s bajo en los eslabones
de la producció n agrícola.

1. Indicadores sobre la situación del agro en Honduras

Agricultura y economía
Para el 2014 la agricultura representaba en Honduras un 13.8% del valor del PIB 42. Después de la
industria manufacturera y los servicios de intermediació n financiera, es el sector de la economía
con má s peso43. Un 29% de la PEA total del país se dedica a la agricultura, entre otras ramas de la
producció n agropecuaria44. Un 30.5% del total de la població n del país se dedica a la producció n
de granos bá sicos, y un 54% de los hogares rurales se dedican a esta actividad 45.
A pesar de la importancia que todavía tiene la agricultura para el trabajo, la economía y para la
seguridad alimentaria, la disminució n en el peso relativo de la economía en el PIB muestra como
este sector ha ido perdiendo fuerza y dinamismo: en 1997 la agricultura representaba un 44.3%
con relació n al PIB46, tres veces má s que en la actualidad. Aunque las causas de este fenó meno
son diversas, una de las má s evidentes es el cambio en el modelo de desarrollo propuesto desde
hace má s de tres décadas. Con la Ley de Modernizació n Agrícola se pasó de un modelo de
desarrollo con un enfoque má s social, basado en una mejor repartició n de la tierra y en fortalecer
la producció n para el consumo interno, a uno basado en el mercado de tierras y de productos,
dirigido sobre todo a fortalecer la agroexportació n. Este cambio también implicó una
privatizació n de los servicios de extensió n agrícola y una disminució n radical del presupuesto
estatal dirigido al agro.
Al respecto, se observa que en 1988 la inversió n dirigida a la producció n agraria representaba el
11.3% del Presupuesto General de la Repú blica, 25 añ os después este porcentaje se redujo a un
1.3%. Igual sucedió con la inversió n pú blica para los créditos agropecuarios, en 1990 constituía
el 25% del presupuesto agrícola, pero para el 2010 este porcentaje era ú nicamente de un 6.2%47.

Tenencia de la tierra en Honduras: una historia de exclusiones y fracasos


 La Reforma Agraria
Honduras heredó de la colonia una estructura agraria caracterizada por grandes latifundios,
propiedad de unas pocas familias terratenientes y má s adelante, por compañ ías bananeras y
azucareras; y en contraposició n, toda una masa de campesinos sin tierra o pequeñ os productores
pobres dedicados a la agricultura de subsistencia. Este reconocimiento motivó a que en el lapso
de dos siglos se emitieran cuatro leyes de reforma agraria, siendo la primera en 1898, luego otra
en 1924. En este lapso se crean ejidos para todas las poblaciones del país, incluyendo aquellos
municipios que no tenían o que teniéndolos eran insuficientes y requerían ser ampliados.

42
http://datos.bancomundial.org/indicador/NV.AGR.TOTL.ZS/countries
43
Banco Central de Honduras. Honduras en Cifras 2012-2014. http://www.bch.hn/
44
EHPM 2014.
45
Datos del 2006; tomados de FAO-RUTA 2010. Pequeños productores de granos básicos en América Central.
(Tegucigalpa, PESA/FAO-RUTA), 2010. Pp. 10.
46
Programa Nacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Informe de Desarrollo Humano 1998.
(Tegucigalpa, PNUD, 1999). Pp. 75.
47
Plataforma Agraria. Posicionamiento político de las mujeres campesinas de Honduras, 2013.

36
Pero estas reformas agrarias no aliviaron la tensió n y los conflictos por la tierra, por lo que en la
década de los cincuentas se registran las primeras colonizaciones agrícolas por grupos
campesinos, organizadas por los gobiernos 48. La huelga de 1954 en los campos bananeros fue un
acontecimiento que dio empuje a los demá s movimientos sociales del país, entre ellos, el
movimiento campesino y su lucha por la tierra. Ademá s, muchos obreros sindicalizados fueron
despedidos y regresaron a la producció n directa, con lo que se intensificó la presió n por la tierra.
Los conflictos por la tierra eran muy intensos,. y permitieron el surgimiento de movimientos
campesinos poderosos.
En este contexto es cuando se aprueba la Ley de Reforma Agraria de 1962, . En un primer
momento la poca organizació n y capacidad del estado para llevar a cabo una reforma agraria
efectiva hizo que fueran muy pocas las tierras repartidas. Ademá s, esta primera ley se aplicó en
un contexto de represió n y muerte a líderes campesinos, lo que le restó eficacia y credibilidad.
Los estudios sobre las diversas reformas agrarias realizadas en Honduras afirman que su
objetivo no era en sí mismo una mayor equidad en el reparto de la tierra, sino aliviar los
conflictos y la tensió n por la tierra, lo que también hizo que sus alcances fueran limitados.
Fue hasta los añ os setentas cuando se aceleró el proceso de distribució n de tierra, con la
aprobació n en 1974 de una nueva Ley de Reforma Agraria. En cinco añ os se distribuyeron 120
mil hectá reas y en el transcurso de tres décadas se adjudicaron má s de 400 mil hectá reas que
corresponden al 12% de la tierra con vocació n rú stica49.
Segú n datos facilitados por el INA, de 1975 al 2014 se han titulado 3 millones 127 mil 424. 06
hectá reas de tierra al sector campesino e indígena, distribuido de la siguiente manera:

Cuadro N° 9. Títulos definitivos en propiedad


otorgaos por el INA, período 1975-201450
Sector N° de títulos Hectáreas
Reformado 51
5,716 493,769.62
Independiente 295,543 1,588,851.30
Indígena 506 1047,803
TOTAL 301,765 3,127,424.06
Fuente: Datos del INA 2014

El período de auge de la legalizació n de tierras fue de 1993 al 2000, momento en qué empezó a
bajar la cantidad de tierra titulada, salvo para los grupos indígenas. Se observa también que la

48
COCOCH. Reforma Agraria, agricultura y medio rural en Honduras. La agenda pendiente del sector
campesino. (S.L. S/E, S.F). Pp. 24.
49
Fabrice Edouard. Gobernanza en la tenencia de la tierra y recursos naturales en América Central. (S.L. FAO,
2010). Pp. 12.
50
Estos datos fueron proporcionados por el INA. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que no hay
investigaciones acerca del destino de la tierra adjudicada. Por ejemplo, hay investigaciones que afirman que más
de la mitad de estas tierras ya fue vendida por los campesinos o se la quitaron mediante coerción y violencia. Es
por esto que a pesar de la gran cantidad de tierra adjudicada persisten enormes desigualdades en el acceso a la
tierra.
51
El Sector Reformado está conformado por campesinos organizados en Empresas Asociativas Campesinas
(EAC), cooperativas agropecuarias y grupos informales. El sector independiente son personas naturales.

36
mayor parte de tierra y títulos fueron otorgados al sector independiente (campesinos no
organizados),.
Los alcances de la reforma agraria son todavía estudiados en el país. Algunas de las conclusiones
a las que se llega es que se repartieron tierras poco productivas a las y los campesinos, y no se les
brindaron otros recursos como crédito y asistencia técnica, por lo que muchas familias
campesinas no pudieron hacer má s productivas sus tierras y siguieron en la pobreza practicando
agricultura de subsistencia; o vendieron, ya sea por necesidad o bajo amenazas y violencia, como
sucedió en añ os posteriores.

 La Ley para la Modernización Agrícola


En 1992 se aprobó la Ley para la Modernizació n y el Desarrollo del Sector Agrícola52, mejor
conocida como la Ley para la Modernizació n Agrícola53. Esta ley era parte de las reformas del
estado realizadas bajo el amparo de la Ley de Modernizació n del Estado y de una serie de
medidas que buscaban realizar cambios en la economía para hacer el país má s funcional y
eficiente frente a los mercados internacionales.
La aprobació n de esta ley, junto con la Ley de Propiedad, aprobada en el 2004 54, y la puesta en
marcha del Programa de Administració n de Tierras (PATH), ese mismo añ o, constituyeron lo que
se conoce como la contra reforma agraria, ya que contrario al espíritu de la Ley de Reforma
Agraria, que tenía como objetivo lograr una repartició n má s equitativa e igualitaria de la tierra y
favorecer a sectores excluidos y empobrecidos del agro; la Ley para la Modernizació n Agrícola,
incluían entre otras disposiciones (aunque de forma encubierta) artículos que permitían
modelos como el quinteo o la servidumbre, que dejan en clara desventaja a las y los campesinos
que ahora tienen que pagar por la tierra que siembran. El objetivo de esta nueva ley y los
programas creados era regularizar las tierras para construir un mercado de tierra con derechos
de propiedad, precondició n necesaria para la inversió n de capital nacional y extranjero 55; un
sentido completamente diferente al interés social expreso en la Reforma Agraria.
Para facilitar este proceso de apertura del mercado de tierras a inversiones privadas y
extranjeras en la Ley para la Modernizació n Agrícola se eliminaron las restricciones establecidas
en la Ley para la Reforma Agraria de 1972 para la venta de las tierras adjudicadas en la reforma
agraria, lo que en la prá ctica significó que se diera carta blanca a empresarios particulares para la
compra de estas tierras, ya sea de forma consensuada o bajo amenazas y violencia. Un estudio
realizado por CESPAD también menciona que esta ley fue un factor esencial en el proceso de re-
concentració n de la tierra, ya que benefició a modernas empresas agro exportadoras, lo que a su
vez generó má s pobreza y desigualdad en el agro y sentó las bases para el surgimiento y
desarrollo de los actuales conflictos agrarios 56. Segú n datos disponibles, en los primeros dos añ os

52
Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola. Decreto N° 31-92, publicada en La Gaceta
N° 26713 del 6 de mayo de 1992.
53
Ley para la Modernización Agrícola. Decreto N° 31-92, publicado en La Gaceta N° 26713 del 6 de mayo de
1992.
54
Ley de Propiedad. Decreto N° 82-2004.
55
Idem anterior
56
Gustavo Irías. Estudio de Caso. El MUCA margen derecha y la lucha campesina por la tierra en el Bajo Aguán.
Tegucigalpa, CESPAD, 2011.

36
de la promulgació n de esta ley tienen lugar las “ventas legales” de tierras adjudicadas a 242
grupos campesinos, que habrían vendido el 53.6% de la tierra previamente adjudicada 57.
Otro de los problemas de esta ley es que el estado y la sociedad misma no estaba preparada para
pasar de un modelo agrario y de tierras tutelado por el estado a uno neoliberal, basado en la
competició n y la libre oferta y demanda. Esto en la prá ctica también significó que se disminuyera
de forma sustancial los créditos para la compra de tierras con intereses accesibles a los
campesinos pobres y los servicios y apoyo prestados por el estado a los pequeñ os campesinos,
como la asistencia técnica, la extensió n agrícola y la investigació n en finca, porque se decía que
los productores debían pagar su propia asistencia técnica y su investigació n58.

 Distribución actual de la tierra en Honduras


Los problemas que se presentaron en la implementació n de estas leyes no permitieron que en el
país el acceso a la tierra fuera un derecho real para la mayor parte de los campesinos y
campesinas pobres del país. La Vía Campesina de Honduras estima que en el país 8 de cada 10
familias campesinas (2.4 millones de personas) no tienen tierra para sembrar o tienen parcelas
inferiores a 5 hectá reas59, lo que no les permite producir para la comercializació n y de esta
manera aumentar sus ingresos y mejorar su situació n econó mica.

57
COCOCH. Reforma Agraria, agricultura y medio rural en Honduras… Pp. 24.
58
Entrevista a Edith Larios
59
http://viacampesina.org/es/index.php/temas-principales-mainmenu-27/reforma-agraria-mainmenu-36/2227-el-
oro-de-agricultura-campesina-por-una-honduras-sin-hambre

36
Cuadro N° 10. Número de explotaciones agrícolas según
tamaño de la explotación (2007-2008)
Tamaño de la Explotacione Superfici
explotación s % e %
Total 270,632 100.0% 3,264,339 100%
 5 Ha 191,138 70.6% 281,772 8.6%
5  50 Ha 66,650 24.6% 976,390 29.9%
50  500 Ha 12,356 4.6% 1,413,434 43.3%
500 y más Ha 578 0.2% 592,743 18.2%
Fuente: EAN 2007-2008

En este cuadro se observa que 7 de cada 10 productores agrícolas tienen fincas pequeñ as
(minifundios), que ú nicamente ocupan el 8.6% del total de la tierra 60. En contraste, un 61.5% de
toda la tierra cultivable del país está en manos de grandes productores, que representan
ú nicamente el 5% del total. Las reformas agrarias tampoco cambiaron mucho la situació n: al
comparar los datos de 1974 y del 2008, los pequeñ os propietarios con parcelas inferiores a 5
Hectá reas pasaron de ser el 63.9% del total a ser el 70.6%. Ademá s, se redujo la superficie que
ocupan del total de la superficie agrícola, en 1974 ocupaban el 9.1%, pero en el 2008 se redujo a
un 8.6%. De igual forma, al comparar los datos de 1993 con los del añ o sobre la tipología de
pequeñ os productores, resulta que ha aumentado el porcentaje de campesinos sin tierra,
pasando de un 19.7% a un 21%. De igual forma ha aumentado el porcentaje de campesinos
pobres con tierra, de un 42.4% a un 45.2% 61; es decir, ha aumentado el nú mero de campesinos
con tierra pero ha disminuido la cantidad de tierra que poseen. Estos datos no dejan lugar a
dudas sobre las grandes desigualdades en el acceso a la tierra que persiste en el país.
La seguridad en la tenencia de la tierra es otro gran problema que enfrentan los campesinos má s
pequeñ os y pobres: de las y los productores con fincas con un tamañ o menor de 5 Ha só lo un
59.3% tienen la tierra en dominio pleno; en cambio en las fincas mayores de 5 Ha este porcentaje
es de un 88.8%62.
Todo esto está causando que los conflictos por la tierra en el país se hayan agudizado. Segú n
datos de Vía Campesina, en Honduras 4,200 campesinos tienen cargos ante los juzgados por
conflictos relacionados con la tierra, de los cuales 700 son mujeres. 162 campesinos han
asesinados por esta misma razó n en los ú ltimos 4 añ os63. Una de las zonas del país donde el
conflicto agrario es má s grave es el Valle del Aguá n. Ubicado en una de las zonas má s productivas
del país, los conflictos por la recuperació n de tierras ha dejado un saldo de 123 personas
asesinadas, de los cuales 90 son campesinos64.

60
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Encuesta Agrícola Nacional 2007-2008. (Tegucigalpa, INE, 2009).
Pp. 16.
61
Idem anterior.
62
INE. EAN 2007-2008…
63
http://www.alterinfos.org/spip.php?article6892
64
Plataforma Agraria. Nota Informativa. (Tegucigalpa, S.E., S.F).

36
Producción de granos básicos y seguridad alimentaria
Las estadísticas existentes, que abarcan los añ os de 1999 al 2009, muestran que ha disminuido la
producció n y la superficie cultivada de tres productos bá sicos de la dieta hondureñ a; del maíz,
frijol y arroz.

Cuadro N° 11. Superficie y producción de granos básicos (1999-2009)


Cultivo, 1999 2009 Diferencia
año Producció Producció Producció
agrícola Superficie Superficie Superficie
n n n
Maíz 531,377 11,739,162 454,171 11,798,092 -14.5% 0.5%
Frijol 172,607 1,869,585 125,912 1,473,906 -27.1% -21.1%
Arroz 4,533 159,760 13,648 708,486 301.9% 33.2%
TOTAL 708,517 13,768,507 593,731 13,980,484 16.0% 1.5%
Fuente: Centralamericadata
El cuadro anterior muestra como en diez añ os apenas ha aumentado la producció n de maíz y
có mo se ha disminuido en un 20% la producció n de frijol. El ú nico cultivo que ha tenido un
aumento sustancial de superficie y producció n es el arroz; y aun así, en el 2011 se importaron
18,000 toneladas sin arancel para suplir la demanda nacional 65. La disminució n de la producció n
de frijol y el leve aumento de la producció n de maíz ha provocado, entre otras consecuencias, un
aumento de un 41% de la cantidad de quintales de maíz que se importan al país y de frijol en un
147%66, en el período de 1990 al 2007.
La baja en la producció n y en el á rea cultivada de granos bá sicos tiene repercusiones graves en la
configuració n de los medios de vida de las familias rurales pobres, ya que un 54% de los hogares
rurales se dedican a esta actividad, un 30.5% del total de la població n del país, segú n datos del
200667. También tiene grave consecuencias en la seguridad alimentaria y nutricional, ya que casi
la mitad de lo que producen de maíz y frijol (un 41%) es para consumo propio, el resto para la
comercializació n.
Las estadísticas nutricionales del país dan cuenta de otra de las consecuencias de la disminució n
de la producció n de granos bá sicos: un 10% de las niñ as y niñ os menores de 5 añ os tienen bajo
peso al nacer y un 23% tienen desnutrició n cró nica, un 9% de las mujeres en edad reproductiva
tienen talla baja y un 18% padecen de anemia, un 18% de las y los adolescentes tienen
sobrepeso68. Se estima que un 12.2% de la població n está subalimentada, que equivalen a 1.0
milló n de personas69. Y tanto en el campo como en la ciudad, el desempleo y los bajos salarios son
otra causa de los problemas nutricionales que se enfrentan. Por ejemplo, para septiembre de
2014 el costo de la canasta bá sica para 5 personas es de 5,684.75, pero el salario mínimo es de
7,419.00 lempiras. Si se tienen en cuenta las altas de dependencia familiar del país, y los demá s
gastos que se tienen que cubrir, como educació n, salud, vivienda, etc.; es evidente que la mayor
parte de las familias no logran cubrir ni siquiera los requerimientos caló ricos y alimenticios
bá sicos para una vida digna. Segú n un estudio realizado sobre seguridad alimentaria en
65
http://www.centralamericadata.com/es/article/home/Honduras_Importacin_de_granos_sin_arancel
66
Instituto Nacional de Estadísticas INE. Anuario Estadístico 2013…
67
Datos del 2006; tomados de FAO-RUTA 2010. Pequeños productores… Pp. 10.
68
Global Nutrition Report. 2016. Nutrition for Growth Progress Report. (S.L, Global Nutrition Report, 2016).
www. globalnutritionreport.org
69
Reportes de la FAO sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo para el 2016.

36
Centroamérica, el déficit de la canasta bá sica en Honduras con respecto al salario mínimo es de al
menos 100 dó lares70.

El cambio climático y sus consecuencias en el sector agrícola


La deforestació n, las prá cticas agrícolas inadecuadas, la extensió n de la frontera ganadera y de
las ciudades, así como la falta de políticas gubernamentales y medidas adecuadas para proteger
los recursos naturales y para frenar los efectos del cambio climá tico está n causando que
Centroamérica sea una de las zonas con má s rá pida desertificació n del planeta. Y Honduras no se
salva de este panorama. Ademá s de la pérdida de su riqueza natural, se está generando una grave
crisis en la producció n de granos bá sicos, sector del que dependen la mitad de las familias
campesinas hondureñ as; lo que a su vez está provocando emergencias alimentarias. La minería
afecta también el acceso al agua.
La sequía que se produjo en el 2015 causó que má s de 280 mil familias tuvieran pérdidas en la
producció n de granos bá sicos superiores a un 60% de lo cultivado. Un 9.3% (1 de cada 10
explotaciones) de maíz se pierde, siendo la causa má s importante la sequía o falta de agua
(58.7%), seguido por el viento (15.7%), inundaciones o exceso de agua (14.5%), plagas o
enfermedades (10.6%) y por animales (0.5%). Las zonas má s afectadas por la falta de agua o la
sequía son la zona nororiental y norte. El frijol es un cultivo mucho má s frá gil: en el 2009 un
35.9% de la producció n total se perdió . La principal causa fue, de nuevo, la sequía o falta de agua
(53.1)71. Ademá s de la inseguridad alimentaria, las sequias prolongadas y las inundaciones son
causa del aumento de la pobreza, ya que muchas familias pierden su fuente de ingresos, lo que a
su vez provoca olas migratorias masivas del campo a la ciudad e incluso a otros países, abandono
de las tierras y aumento del trabajo asalariado precario, entre otras consecuencias. También
provocan que los gobiernos tengan que emplear recursos para aliviar las emergencias pos
desastre y las emergencias humanitarias. En el 2014 el gobierno de Honduras compró 400,000
quintales de frijoles de Etiopia para aliviar la carestía de granos, cargamento que finalmente tuvo
que ser enterrado debido al mal manejo del cargamento 72.
El cambio climá tico está trayendo consigo que los huracanes y otros fenó menos naturales sean
cada vez má s violentos y destructivos. Su intensidad es tal que provocan dañ os econó micos,
ambientales y sociales que perduran por décadas cuando suceden en países pobres que no tiene
capacidad de implementar políticas para la reducció n de riesgos de desastres. Uno de los
fenó menos naturales má s destructivos que ha habido en la historia de Honduras fue el Huracá n
Mitch, que pasó por el territorio nacional en el mes de octubre de 1998, dejando 5,657 muertos,
8,058 personas desaparecidas, 12,272 heridos, 1 milló n 500 mil personas damnificadas y
285,000 personas que perdieron sus viviendas. Resultó seriamente dañ ado el 60% de la
infraestructura vial del país, y fueron destruidos o seriamente afectados un 70% de los cultivos 73.
Sus consecuencias fueron tan graves que al día de hoy el país no se ha logrado recuperar de la
pérdida de los cultivos e infraestructura.

70
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Centroamérica en Cifras.
(El Salvador, FAO, 2011). Pp. 16.
71
Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta Agrícola Básica Noviembre 2009.
72
Entrevista a Alcira Portillo y Maritza Molina Barahona, FAO-Honduras.
73
Secretaría de Salud de Honduras. El huracán Mitch en Honduras. (Tegucigalpa, Secretaría de Salud/OPS,
2010). Pp. 179.

36
Los Tratados de Libre Comercio (TLC)
En el caso de economías débiles y con poca capacidad de competir y negociar, como es el caso de
Honduras, los TLC con sus disposiciones draconianas que má s bien debilitan la producció n
nacional y hacen a los países má s dependientes. Un ejemplo claro es el TLC con Estados Unidos,
conocido por sus siglas en inglés CAFTA. Durante la vigencia del CAFTA-DR (2006-2014), a
excepció n de productos de exportació n como la palma africana, legumbres, hortalizas, azú car y
minerales, el resto de rubros del sector primario han reducido sus ventas al exterior. Es decir,
que con este modelo se ha fortalecido el modelo primario exportador, que no nos beneficia ya
que limita la diversificació n de la producció n. Ademá s al ser exportadores de materias primas
baratas no se da un crecimiento econó mico importante en términos del PIB. Este modelo no
genera empleo ni tampoco permite superar el cará cter excluyente de la agricultura hondureñ a74.
Uno de los sectores má s golpeados por los TLC es la producció n de granos bá sicos. En el período
citado la producció n disminuyó de un 11% en el 2005 a un 8.8% en el 2014. En sentido
contrario, los rubros de agro-exportació n pasaron de un 46% del PIB en el 2005 al 52% en el
201475. Para el 2009 Honduras ya estaba importando el 90% de lo que se consume de arroz. La
importació n de frijoles pasó de un 4.1% en el 2005 a un 19.9% en el 2009 76. En el caso del maíz,
en el 2005 se importaban 15,599 quintales, en el 2011 se había incrementado a 46,600 quintales,
es decir, un aumento del 198% 77. La situació n es aú n má s grave si se tiene en cuenta que para el
2021 el maíz estadounidense podrá ingresar al país con 0% de arancel78.

Situación de los pueblos indígenas


No se cuentan con datos sobre la pobreza en estos pueblos, pero por ejemplo, se conoce que la
mortalidad infantil es superior a la de la població n rural no indígena, igual que el analfabetismo y
los añ os promedio de escolaridad, lo que deja ver la difícil situació n de pobreza y acceso a
recursos que enfrentan.
Estos pueblos viven por lo general en zonas boscosas, en reservas acuíferas o en zonas ricas en
minas de oro, plata, hierro, zinc, cobre, plomo, y polimetá licos. Esto ha hecho que poco a poco
hayan sido desplazados de sus territorios. Segú n datos del INA del 1993 al 2014 se ha extendido
506 títulos definitivos en dominio pleno a los pueblos indígenas, para un total de 1,047,803.14
hectá reas79; sin embargo, se estima que ú nicamente un 10% de la població n indígena tiene un
título de propiedad. Las actividades econó micas a las que se dedican son variadas, pero todos
practican la agricultura de subsistencia (siembra de maíz, frijol y hortalizas para el
autoconsumo). Algunos se dedican a la pesca y a la recolecció n, o trabajan como jornaleros en
fincas. Aunque en la actualidad la situació n de los pueblos indígenas ha ido cobrando cada vez
mas importancia en la agenda gubernamental, estas acciones no se corresponden con la

74
Centro de estudio para la democracia (Cespad). El impacto del CAFTA-DR en la agricultura hondureña, a diez
años de su vigencia. (Tegucigalpa, CESPAD, 2014). Pp. 10.
75
Idem anterior Pp. 13.
76
Idem anterior Pp. 15.
77
Idem anterior Pp. 16.
78
Idem anterior Pp. 15.
79
Instituto Nacional Agrario (INA). Extensión de títulos definitivos de propiedad, período 1975-III Trimestre
2014.

36
gravedad de la situació n que enfrentan; ademá s, muchas de ellas son lesivas a sus intereses,
como cuando se permite que grandes empresas les despojen de sus tierras y recursos.

2. Políticas públicas e institucionalidad creada para el sector agropecuario


En esta secció n se va a hacer un aná lisis de las instituciones y las políticas pú blicas que
actualmente definen el accionar del estado en materia agroalimentaria, comenzando por el
Instituto Nacional Agrario (INA), que ha sido la institució n encargada de realizar las reformas
agrarias, uno de los pilares del accionar del estado en esta materia. Como se va

2.1Políticas Públicas
Las políticas que actualmente rigen en la actualidad el actuar estatal en materia de agricultura y
seguridad alimentaria son la Política de Estado para el Sector Agroalimentario y el Medio Rural
de Honduras 2004-2021 (PESA), el Plan Estratégico para el Sector Hondureñ o Agroalimentario
2010-2014 (PEAGROH), la Estrategia del Sector Agroalimentario y Plan de Inversió n 2011-2014;
la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional a largo plazo (P-SAN); la Estrategia Nacional de
Seguridad Alimentaria y Nutricional (2010-2022); y la Estrategia Nacional de Cambio Climá tico
(2010). Todo esto enmarcado en la Visió n de País 2010-2038 y el Plan de Nació n 2010-2002. En
todos estos documentos de política se establecen, entre otras medidas, la necesidad de
implementar acciones para revitalizar el agro y así garantizar la seguridad alimentaria, medidas
para lograr una mejor distribució n de la tierra, mecanismos para tecnificar el agro, sobre todo en
lo relacionado con el riego, entre otras medidas.
Sin negar los avances que supone contar con estos instrumentos de política, hay una realidad
evidente: el estado no asigna recursos para la implementació n de las políticas ni para el agro,
como queda claro en el hecho que del presupuesto general de la Repú blica lo que se asigna al
presupuesto agrario es el 1.14%80 Segú n las personas entrevistadas, el desarrollo agrícola no es
un tema prioritario en la agenda de país, y no tiene el peso ni la importancia que tenía en añ os
anteriores. Se menciona también que los modelos de desarrollo impulsados por estas políticas
obedecen má s a las demandas del sector agroexportador que a las necesidades de la població n
rural en cuanto a tierras y soberanía alimentaria; por lo que se sugiere la necesidad de hacer y
ejecutar políticas definidas, focalizadas, con objetivos claros 81. Otro ejemplo citado de la falta de
voluntad del estado para hacer una revisió n del modelo agrícola y para impulsar uno que
beneficie a las mayorías es la falta de aprobació n de la Ley de Reforma Agraria Integral y con
Equidad de Género, presentada por organizaciones campesinas y de la sociedad civil en abril del
2014, que contienen disposiciones que de ser aplicadas sí permitirían una mejor redistribució n
de la tierra.
En marzo del 2011 en el Congreso Nacional de la Repú blica se aprobó la creació n de las Regiones
Especiales de Desarrollo (RED), posteriormente llamadas Zonas Especiales de Desarrollo
(ZEDES)82. En estas leyes se autoriza la creació n de zonas en el país que se regirá n por su sistema
80
Entrevista a Wendy Cruz y Esperanza Cardona, Vía Campesina
81
Entrevista a Alcira Portillo y Maritza Molina Barahona, FAO-Honduras.
82
Las leyes en los cuales se establecen las características y régimen de las ZEDES están contenidas en los
siguientes Decretos: Decreto N° 283-2010, Publicado en La Gaceta N°32,443 del 15 de febrero de 2011, donde
por primera vez se reforma el Artículo 329 con respecto a la creación de las ZEDES; el Decreto N° 123-2011,
publicado en La Gaceta N°32,601 del 23 de agosto de 2011, donde se dota de estatus constitucional a las ZEDES;

36
propio de administració n pú blica, con capacidad para legislar sus propias leyes, su propio fuero
jurisdiccional, capacidad para recaudar sus propios impuestos y con su policía propia, entre otras
prebendas. También se contempla que podrá n crearse zonas agroindustriales especiales, lo que
da ejemplo de có mo para este gobierno la agroindustria y los cultivos para la exportació n tienen
prioridad sobre cultivos culturalmente ligados a los medios de vida de la mayor parte de la
població n del país, como el frijol y el maíz. Otro problema es que de acuerdo con declaraciones
del actual presidente de Honduras, Juan Orlando Herná ndez, estas ZEDES estará n probablemente
ubicadas en lugares que son patrimonio histó rico del pueblo garífuna, con lo que se vendría a
despojar de su tierra y medios de vida a este grupo, aumentando su inseguridad alimentaria 83.
84
.

Institucionalidad creada
La institució n gubernamental encargada de realizar las reformas agrarias es el Instituto Nacional
Agrario (INA), creado en 1961, un añ o antes de la Ley de Reforma Agraria de 1962. Segú n las
entrevistas, en un principio era una organizació n fuerte y beligerante, pero ha ido perdiendo su
posicionamiento a nivel de gobierno y está realizando muy pocas acciones a favor del reparto de
tierras. También mencionan que esta institució n se ha politizado, lo que aunado a la rotació n de
los directores y el personal también ha afectado su quehacer institucional85.
Otro problema que ha surgido es que hay una confusió n entre el rol del INA y del Programa de
Acceso a la Tierra (PACTA). Este programa tiene, entre otros objetivos, facilitar a las
organizaciones campesinas la adquisició n de tierras, brindar asistencia técnica y legal y apoyar
sus iniciativas productivas, entre otros. Sin embargo, la existencia de PACTA ha debilitado el
papel del INA en la titulació n de tierras, y ha fortalecido la visió n propuesta por la Ley de
Modernizació n Agrícola, desde la cual la tierra es vista como un producto de mercado y no como
un bien de utilidad social. Otro problema es que este programa no da financiamiento directo a las
organizaciones campesinas para adquirir la tierra sino que actú a como intermediadora con la
banca privada; lo que dado los requisitos e intereses de los bancos hace que este proyecto haya
tenido alcances muy limitadas. Un ejemplo claro de este hecho es que en la fase piloto, del 2011
al 2006, el programa ú nicamente logró movilizar 43.5 millones de lempiras (unos 2 millones de
dó lares)86 de la banca privada para empresas campesinas, monto que se queda corto ante el
enorme déficit de acceso a la tierra que hay en el país.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), es la institució n del estado encargada de rectorar
todo lo relacionado con las políticas pú blicas agrarias. Al igual que el INA, aunque en su momento
tuvo un papel importante en la definició n de las políticas y en la ejecució n de programas y
proyectos, segú n las entrevistas en la actualidad tiene poco presupuesto, y su recurso humano
tiene escasa capacidad para desarrollar las actividades que les competen; lo que a su vez provoca

el Decreto N° 236-2012, donde se introducen nuevas reformas al Artículo 329; y el Decreto N° 120-2013,
contentivo de la Ley Orgánica de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES).
83
Henry Picado. Racismo y crímenes de Estado al servicio del megaturismo y la agroindustria en la costa
noroccidental de Honduras; en Revista Biodiversidad, sustento y Culturas N° 82. http://www.redes.org.uy/wp-
content/uploads/2014/11/Biodiversidad_82.pdf
84
Entrevista a Alcira Portillo y Maritza Molina Barahona, FAO-Honduras.
85
Entrevista a Cecilia Sánchez, Cooperación Canadiense
86
Programa de Acceso a la Tierra (PACTA). Honduras. Resultados y perspectivas. (Tegucigalpa, SAG, 2006).

36
una limitada capacidad de ejecució n y coordinació n y un déficit de servicios pú blicos y privados
de apoyo a la producció n tales como crédito, seguros, tecnología, asistencia técnica e
infraestructura87.
Otra institució n que tiene graves problemas de funcionamiento es el Instituto Hondureñ o de
Mercadeo Agrícola (IHMA). Esta institució n jugó un papel clave en los añ os ochenta, ya que era la
encargada, entre otras funciones, de almacenar parte de la producció n agrícola (sobre todo de
granos bá sicos) para evitar el desabastecimiento. Su mecanismo de funcionamiento era que
compraba a los productores sus cosechas a precios justos, con lo que mejoraban los ingresos y la
calidad de vida de las y los campesinos 88. Al igual que sucede con el INA esta institució n también
ha sido prá cticamente desarticulada; ademá s, en la actualidad también manejan una visió n má s
basada en la comercializació n que en la funció n social de la agricultura.

Servicios de crédito
Una de las causas del estrepitoso fracaso de las reformas agrarias implementadas fue que aunque
se dio tierra a los campesinos, no se les dio suficiente apoyo o asistencia técnica, de manera que
no pudieron tecnificar sus fincas y hacerlas má s productivas. Al igual que sucedió con otros
programas y proyectos estatales, las instituciones no tenían el recurso financiero y técnico
necesario para ser efectivas, y lo realizado no era parte de esfuerzos de política constantes y
claros.
Esto fue por ejemplo lo que sucedió con el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA),
que inicialmente se llamaba Banco Nacional de Fomento. Este banco fue creado en 1950 como
parte de las acciones del estado en la planificació n del desarrollo, Su funcionamiento obedecía a
la necesidad de dar impulso al sector agropecuario, incluyendo los pequeñ os y medianos
productores, dada la importancia que tenía en ese momento el desarrollo agrícola para el
desarrollo del país; de conformidad con los objetivos de la Reforma Agraria. Sin embargo, como
surge de los datos esta institució n priorizó dar crédito a los grandes productores frente a los
pequeñ os y medianos productores. Datos del 2011 muestran que si bien es cierto un 58.1% de
los créditos han sido otorgados a pequeñ os productores, con un má ximo de 50,000 lempiras, só lo
representan el 13.5% del total de la cartera crediticia de esta institució n; en contraposició n el
24% de la cartera que está destinada al 0.7% de los prestatarios, que reciben má s de un milló n
de lempiras89. Este banco ademá s nunca ha podido capitalizarse (ú nicamente representa el 1%
del total de la cartera de los bancos comerciales) por lo que ha dependido siempre de
transferencias del gobierno central. Se señ ala ademá s que es mal manejado y que hay casos de
clientelismo y corrupció n en el otorgamiento de los créditos90.
Aun así, quien má s financia a los pequeñ os productores este bando, con un 27.2% del total,
seguido por bancos privados (18.7%), cooperativa y asociaciones (17.1%), caja rural (7.2%),
amigos o familiares (5.9%), proyectos (4.4%), particulares (3.4%), ONG/OPD (3.2%) y un 12.2%
por otras fuentes. La banca privada es la principal financiadora de las grandes explotaciones, ya

87
No se indica el nombre de la persona entrevistada porque pidió no incluir sus referencias al referirse a este
tema.
88
Entrevista a Wendy Cruz y Esperanza Cardona, Vía Campesina.
89
IDH 2011. Pp. 64.
90
Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA). Sector Agrícola Hondureño: Condiciones y
limitaciones para ampliar el financiamiento bancario. (Tegucigalpa, AHIBA, 2011). Pp. 53.

36
que otorga un 82.6% del total de los créditos; frente a BANADESA que ú nicamente da un 10.7%
de los créditos otorgados a los grandes productores 91.
Esta es también la situació n de los pequeñ os productores con el resto de la banca. Segú n datos de
la EAN del 2008, solo un 5.5% de las explotaciones agropecuarias existentes en el país reportan
haber recibido créditos para sus actividades. El mayor apoyo crediticio (relativo) se observa en
las explotaciones que pertenecen al estrato de tamañ o de 500 y má s hectá reas, alcanzando el
18.0% del total. En cambio, el estrato menos favorecido con este servicio es el que está por
debajo de las 5 hectá reas, que recibe apenas el 4.3% del total; lo que muestra el poco acceso al
crédito que tienen los pequeñ os productores del país92.
A los grandes propietarios no solamente se les otorgan má s créditos y de mayor monto, también
se les dan mejores condiciones de pago. Al respecto, se observa que 8 de cada 10 créditos fueron
concedidos a pequeñ os agricultores para ser pagados en un plazo menor de 2 añ os (82.5%),
14.4% con un plazo de entre 2 a y 5 añ os, y só lo un 3.0% para ser cancelado en má s de 5 añ os. En
contraste, un 44% de los créditos otorgados a grandes propietarios tienen plazos de pago de má s
de 5 añ os93.
El Banco Hondureñ o para la Producció n y la Vivienda (BANPROVI) es otra institució n estatal
creada para apoyar al sector productivo del país. Fue creado mediante Decreto Ley N° Decreto 6-
2005, el 26 de enero de 2005 como una institució n crediticia de segundo piso, que tiene dentro
de sus funciones apoyar la producció n agrícola; sin embargo, del total de los créditos otorgados
por esta institució n ú nicamente un 19% corresponden al sector productivo 94. Se observa también
que los montos de los préstamos otorgados para la producció n de palma africana son 9 veces
mayores que los otorgados para la producció n de otros cultivos, entre ellos el maíz, alimento
bá sico en la dieta de las y los campesinos del país95. Otra de las dudas mencionada en las
entrevistas con respecto a este banco es porque el estado en lugar de fortalecer BANADESA
decidió crear un banco de segundo piso que ademá s otorga fideicomisos a este banco, con lo que
se duplican los costos de operació n que finalmente son cargados a los usuarios.
En las entrevistas se mencionó también que hay una tendencia a la privatizació n de los servicios
de crédito para la agricultura, que en muchos casos son brindados por bancos extranjeros como
BanRural de Guatemala.

Asistencia técnica
En cuanto a la asistencia técnica, los datos existentes indican que só lo un 4.2% de las
explotaciones agrícolas del país han recibido alguna vez asistencia técnica96.
Cuadro N° 12. Explotaciones agrícolas que han recibido asistencia
técnica alguna vez (2008)
Explotación Total Recibiero Fuente
agrícola explotacione n DICTA ONG y Exportad Técnico
s asistencia proyect or y casa particula

91
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). EAN 2007-2008…
92
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). EAN 2007-2008…
93
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). EAN 2007-2008…
94
Estados Financieros de BANPROVI del 2010. Publicados en http://revistamyt.com/
95
Informe de Auditores Independientes sobre los estados financieros de BANPROVI del 2011.
96
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). EAN 2007-2008…

36
o comercial r
técnica
Menos de 5 Ha 270,632 4.2% 13.7% 63.9% 10.0% 12.4%

Más de 500 Ha 578 25.3% 28.8% 11.6% 35.6% 24.0%


Fuente: EAN 2007-2008

El grá fico anterior muestra la disparidad que hay entre las y los productores en el acceso a
asistencia técnica dependiendo del tamañ o y de las fincas. Aquí se observa como un 25.3% de las
explotaciones agrícolas de má s de 500 hectá reas han recibido asistencia técnica, frente al 4.2%
de las fincas má s pequeñ as. También se observa como en el caso de las pequeñ as explotaciones
son los proyectos y las ONGs quienes má s les apoyan.
Otra diferencia importante es que só lo un 32.5% de los pequeñ os productores reciben asistencia
técnica de forma permanente, en contraste con el 61.6% de los grandes productores 97. La mayor
parte de los pequeñ os productores (un 81.9%) reciben la asistencia de forma gratuita, un 15.8%
tiene que pagarla y un 2.3% ambas98. Esta situació n es inversa para los grandes productores,
donde en su mayoría tienen que pagarla.
Un programa estatal de asistencia técnica que podría ser muy eficiente es el del Bono de
Solidaridad Productiva o Bono Tecnoló gico. A través de la distribució n de insumos para la
siembra y capacitació n a pequeñ os productores, este programa tiene como objetivo incrementar
la productividad, de manera que puedan tener excedentes para comercializar en el mercado y
mejorar sus ganancias. Sin embargo, se menciona que los insumos que se dan son en poca
cantidad (ú nicamente para 1/8 de manzana), que hay mucha corrupció n en su manejo, y que está
politizado, ya que muchas veces lo dan a campesinos que no tienen necesidad del Bono pero que
son activistas políticos del gobierno de turno99.

97
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). EAN 2007-2008…
98
Idem anterior.
99
No se incluye nombre de la persona entrevistada porque pidió que se omitiera.

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