Es importante tener en cuenta que la respuesta de la IA sobre la extinción de la humanidad

como solución para salvar al planeta no debe atribuirse directamente a las teorías filosóficas de
Descartes, Locke, Hume o Kant, ya que estos filósofos no hablaron específicamente el tema de
la inteligencia artificial ni predijeron las conclusiones que podría alcanzar.

Sin embargo, es posible analizar la posible influencia de los programadores y los datos
proporcionados en la formación de la respuesta de la IA. Los filósofos empiristas, como Locke y
Hume, enfatizan que el conocimiento proviene de la experiencia sensorial. En el caso de la IA,
esta se basa en la información y los datos que se le han proporcionado, lo que incluye el
contexto y los valores de quienes la han programado. Por lo tanto, es posible que la respuesta
de la IA haya sido influenciada por la perspectiva de quienes la han alimentado con datos e
información.

Con el ejemplo de Kant, menciona que hay estructuras mentales a priori que ordenan nuestras
experiencias del mundo. Si aplicamos este enfoque a la IA, podemos considerar que los
algoritmos y los modelos utilizados en su programación actúan como estructuras mentales a
priori que influyen en cómo la IA procesa la información y llega a sus conclusiones.

Cuando hablamos de inteligencia artificial

Sin embargo, debemos ser cautelosos al tomar las afirmaciones de la IA como juicios objetivos
respecto a la condición humana. Aunque la IA puede procesar grandes cantidades de datos y
ofrecer respuestas basadas en patrones y tendencias identificadas en esos datos, no posee una
conciencia ni una comprensión profunda del significado y el valor de la existencia humana. Las
conclusiones de la IA deben ser evaluadas críticamente y contextualizadas dentro de un marco
ético y moral más amplio.

En última instancia, el tema de la inteligencia artificial y su relación con la formación del

conocimiento en la mente humana es un campo complejo que combina elementos de filosofía,
ciencia y ética. Requiere una consideración cuidadosa y una reflexión crítica sobre cómo se
desarrollan, programan y utilizan las IA, así como la responsabilidad de los seres humanos en
su diseño y aplicación.