APRENDER A SER

La educación es la base de la integridad humana. El objetivo no es hacernos

mejores personas, sino fortalecer los valores humanos, la cooperación y la
creación de ideas para que todos puedan desarrollar todo su potencial. La
educación debe promover el desarrollo global de las personas. Una persona
adquiere una conciencia crítica y un pensamiento independiente mientras
desarrolla su mente, cuerpo, sentido estético, etc. Significa que una persona
aprende a ser. La educación es un viaje interior para descubrirte a ti mismo y
luego descubrir e interactuar con los demás.
La educación debe permitir a cada persona desarrollar y cultivar el pensamiento
crítico, la autoestima, a partir de los cuales pueda decidir por sí mismo lo que debe
hacer en las diversas situaciones de la vida. En otras palabras, se debe buscar
que las personas sean libres e independientes.
Aprender a ser en el contexto de la educación es reconocer la dimensión humana
que vincula al maestro y al alumno, al alumno con otros alumnos en la relación
educativa, es para el maestro vivir los valores que desea transmitir a sus
estudiantes. Dar un lugar a esta dimensión humana implica un gran reto para la
educación, al contribuir al desarrollo integral del estudiante, en el sentido de poder
atender al aprendizaje de actitudes que tienen que ver con el desarrollo humano y
la personalidad de cada individuo pues saber entablar y mantener relaciones
sociales implica conocer acerca de nosotros mismos y de nuestra relación con los
demás, a fin de dejar atrás esquemas de relación autoritarios, que solo desgastan
y dan al traste con las relaciones humanas y el clima psicológico adecuado para el
buen desempeño de las personas en cualquier escenario. (Dorantes)
El aprendizaje requiere un desarrollo pleno, no basta con dotarles de
conocimientos y habilidades, sino de desarrollar una personalidad madura,
actitudes afectivas (autoconcepto, autoestima, empatía, autoconfianza,
habilidades sociales, etc.) y la formación de actitudes en las personas. Alcanzar
una madurez psicológica que les permita afrontar la adversidad, el fracaso y
alcanzar sus objetivos.
A través de este pueden aprender sobre sí mismos, desarrollar una sana
autoestima, avanzar en sus esfuerzos, adquirir ciertos valores que contribuyan a
su bienestar actual y futuro.
Considerando que la educación y formación general de un individuo no solo
transmite información, sino también valores y perspectivas, la educación también
debe enseñar a ser.
 Referencias
Dorantes, L. S.-X. (s.f.). https://www.uv.mx/psicologia/files/2013/06/SIETE.pdf.
https://www.unesco.org/en/education
https://webdelmaestrocmf.com/portal/los-cuatro-pilares-de-la-educacion-inculcar-el-gusto-
y-el-placer-de-aprender/