You are on page 1of 4

1

CF- CP – 3 MALETAS BOLSZA


Dinámica contable con formulación de Cuenta de Resultados y Balance de Situación
2015v4

© 2013 Original de Pedro Loza, revisado por Carlos Maier, para ESDEN BUSINESS SCHOOL. Este caso ha sido
elaborado como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada. Versión 5ª, revisado en diciembre de 2018.
2

Manolo Arconada y Ramón del Pino han sido durante muchos años empleados y responsables de un
establecimiento comercial de solera en Madrid (España) dedicado a la venta de bolsos, zapatos y maletas de
viaje de cuidado estilo y renombre. Se trataba de un pequeño negocio fundado por Marina Ucelay, una
diseñadora que comenzó en los años 60 del siglo XX a presentar sus productos desde un establecimiento
comercial situado en la “manzana de oro del comercio” en Madrid y que con el tiempo llegaría a ganar una
justa fama por la calidad y estilo de sus producciones. Marina, promotora y alma de aquel negocio, siempre
confió en Manolo y Ramón, sobre quienes recaía el peso de la gestión en todos sus aspectos desde bien
entrados los años 90.
Marina comenzó en torno a 1967 a diseñar bolsos, zapatos y maletas de viaje que producía en la cercana
localidad toledana de Ventas con Peña Aguilera (Toledo), donde se concentraban una serie de pequeños
talleres artesanos con una tradición centenaria de excelente trabajo del cuero. No tenía una gran producción,
ya que solo fabricaba las unidades que podía vender en su tienda, a los que se añadían los que vendía en 4
tiendas situadas en Bilbao, Barcelona, Valencia y Sevilla con las que llegó a acuerdos para la venta en exclusiva
de sus producciones. Dado que en un principio los bolsos de señora y los zapatos (también para mujer, de
vestir y de sport) constituían el grueso de su oferta, creó y adoptó la marca BOLSZA (acrónimo de Bolsos y
Zapatos) para comercializar sus productos.
Con el paso del tiempo, Marina Ucelay dejó de diseñar nuevos productos, contentándose con repetir los viejos
modelos, ciertamente todos ellos clásicos, y los gestores decidieron complementar la oferta del
establecimiento con otros productos, especialmente maletas y bolsos de viaje que compraban en Italia y que
comercializaban bajo su propia marca.
Marina falleció en septiembre de año 2011. Debido a que una de las cláusulas del contrato de alquiler del local
lo ligaba específicamente a la persona de la diseñadora, la empresa hubo de abandonarlo. Los herederos de
Marina procedieron a liquidar la empresa, aunque convinieron en ceder el nombre comercial a Manolo y
Ramón, quienes decidieron seguir operando con la marca comercial BOLSZA, aunque dedicados a partir de
ahora a una actividad mayorista, esto es, (a) sin tienda abierta al público, y (b) centrada en suministrar las
maletas y bolsos de viaje que compraban en Italia a otros establecimientos.
Para operar con este nuevo modelo de negocio, los dos socios constituyeron el día 2 de enero de 2012 una
sociedad, aportando entre ambos 10.000 euros que ingresaron en la cuenta corriente abierta ese mismo día
en el Banco del Desarrollo Comercial a nombre de la sociedad BOLSZA S.L. En el mismo acto aportaron como
capital de la sociedad una furgoneta de reparto de segunda mano que habían comprado a medias unos días
antes, valorada en 5.000 euros.
Días más tarde, el 10 de enero, los socios alquilaron un local destinado a oficina y almacén por el que se
comprometieron a pagar una renta de 3.600 euros anuales. Como se trataba de una empresa de reciente
creación, el propietario les exigió el pago por adelantado de una anualidad completa. Los socios extendieron
un cheque bancario por dicho importe que el propietario del local se dio prisa en cobrar esa misma mañana.

Para habilitar la oficina adquirieron el 12 de enero de 2012 diversos muebles por valor de 6.000 euros,
pagando el 20% con un cheque del Banco de Desarrollo Comercial y dejando el resto pendiente de pago a 30
y 60 días (vencimientos a 12 de febrero y 12 de marzo de 2012, respectivamente).

En el Banco de Desarrollo Comercial conocían bien a Manolo y Ramón, ya que la oficina de dicha entidad
estaba cerca del local en el que habían trabajado tantos años junto a Marina Ucelay, y era el mismo con el
que siempre habían operado cuando gestionaban su empresa. Gozaban de excelente reputación por su
seriedad profesional, así que no les resultó difícil obtener un préstamo de 5.000 euros que deberían devolver
transcurrido un año. El 22 de enero de 2012 les fue comunicada oficialmente la concesión del préstamo, y ese
mismo día el Banco procedió a abonar la cantidad referida en la cuenta corriente de BOLSZA, S.L.

© 2013 Original de Pedro Loza, revisado por Carlos Maier, para ESDEN BUSINESS SCHOOL. Este caso ha sido
elaborado como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada. Versión 5ª, revisado en diciembre de 2018.
3

El 28 de enero de 2012 recibieron una remesa de maletas que habían pedido al suministrador italiano días
antes. El importe de la mercancía comprada ascendía a 8.000 euros. Debido a que también los proveedores
les conocían desde hacía muchos años, la forma de pago pactada fue:

a) 40% del importe total debía pagarse mediante transferencia bancaria el mismo día de la
entrega de la mercancía
b) 30% del importe total se pagaría a 30 días
c) 30% del importe final se pagaría a 60 días

Para documentar los dos pagos aplazados, entregaron 2 pagarés del Banco de Desarrollo Comercial, con
vencimientos 28 de febrero de 2012 y 28 de marzo de 2012, respectivamente.

Tanto Manolo como Ramón se dedicaron desde el primer momento a viajar por España visitando potenciales
clientes para su producto. Tras un viaje comercial de 7 días se encontraron el día 6 de febrero, al abrir la
correspondencia que les remitía puntualmente el Banco, con que habían pagado, con cargo a su cuenta
corriente, las siguientes facturas:

- 14 de enero de 2012: honorarios del asesor jurídico, 170 euros,


- 31 de enero de 2012: recibo del teléfono, 60 euros,
- 18 de enero de 2012: anuncio de los productos en el periódico, 200 euros,
- 31 de enero de 2012: recibo de la luz, 130 euros.

El 12 de febrero se paga en el banco el primer recibo que pasa el suministrador de mobiliario de oficina, por
importe de 2.400 euros.

Afortunadamente, sus gestiones comerciales dieron buenos resultados, tan es así que el 15 de febrero habían
entrado pedidos suficientes para agotar por completo las existencias. El importe total de las ventas ascendía
a 24.600 euros y, en su conjunto, las condiciones de cobro eran las siguientes:

a) 8.000 euros se cobrarían a la recepción de la mercancía, calculando Manolo y Ramón que


no tardarían más de 5 días en recibir las transferencias de los clientes, ya que los pedidos
estarían entregados, a lo más tardar, el día 18 de febrero. Esperaban que los clientes no
tardaran más de 2 días contados a partir de la recepción de la mercancía, en hacer sus
transferencias.
b) El resto, en 60 días

Así pues, día 15 de febrero se enviaron a sus destinatarios todos los pedidos, adjuntando con la mercancía
una factura fechada en ese día.

Entre la correspondencia que abrieron al día siguiente se encontraron con que la Asesoría que habían
contratado para llevarles los asuntos laborales les informaba de lo siguiente, acerca de los gastos de personal,
que habían contratado el 1 de enero de 2012:

a. Se pagaron nóminas1 por importe de 2.000 euros el día 31 de enero de 2012.

Todos los pagos mencionados se habían efectuado a través de la cuenta corriente en el Banco de Desarrollo
Comercial.

1
No consideramos la retención fiscal aplicable por IRPF, ni las cotizaciones a la seguridad social correspondientes al
personal.
© 2013 Original de Pedro Loza, revisado por Carlos Maier, para ESDEN BUSINESS SCHOOL. Este caso ha sido
elaborado como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada. Versión 5ª, revisado en diciembre de 2018.
4

Durante su gira comercial de febrero, Manolo y Ramón accedieron a la solicitud que les hizo un buen cliente
de Barcelona, Onofre Ferragut, propietario de la muy prestigiada tienda de artículos de cuero FERRAGUT E
HIJOS. Quería Onofre, desde hace tiempo, aprovisionarse de unos guantes de cuero que fabricaba uno de los
proveedores italianos con los que habitualmente trabajaban en BOLSZA. El proveedor italiano no atendió
durante mucho tiempo los pedidos de FERRAGUT E HIJOS, y cuando lo hizo puso unas condiciones
inaceptables. El propio Onofre Ferragut solicitó a Manolo y Ramón que mediaran ante el fabricante italiano,
ofreciendo pagar por dicha mediación. Manolo y Ramón no querían ni oír hablar de cobrar por lo que
consideraban un favor a un buen cliente, pero el 19 de febrero de 2012 recibieron una llamada de Onofre
confirmando que tras la gestión de Manolo y Ramón le habían servido los guantes, e insistiendo en que le
facturaran por dicho servicio.

Al día siguiente, 20 de febrero, a primera hora de la mañana, enviaron por correo electrónico una factura de
200 euros por la mencionada mediación, y no habían transcurrido ni cuatro horas, cuando un enviado de
Onofre Ferragut se presentó en la oficina de BOLSZA y la pagó en efectivo.

Los cálculos que hicieron los socios respecto de la fecha en la que recibirían las transferencias de los clientes
por la venta del 15 de febrero se cumplieron. El mismo día 20 de febrero recibieron en la cuenta corriente del
Banco transferencias de todos los clientes por un importe de 8.000 euros.

En el extracto bancario correspondiente al día 22 de febrero, encontraron detallados los siguientes


movimientos:
a. El banco abona en la cuenta de BOLSZA, SL 20 euros en concepto de liquidación de intereses
b. El banco carga en la cuenta corriente 25 euros correspondientes a los intereses del préstamo
pendiente con él.

El 23 de febrero entra en el almacén de BOLSZA una nueva remesa de maletas que importa un total de 6.000
euros. Las condiciones de esta segunda compra son las mismas que tenía el negocio de Marina Ucelay, y así
se ha podido pactar con el proveedor que se le pagará a crédito, con vencimiento del importe total de la
compra a los 90 días de la recepción de la mercancía.

Los socios se alegran mucho, ya que tenían que servir con urgencia un nuevo pedido muy especial, en el que
van a ganar muy poco, pero del que dependerán muchas ventas que pueden hacer en el futuro. Tras revisar
una por una las piezas que han entrado en el almacén y cerciorarse de que están a la altura de las exigencias
de calidad de su marca, las expiden el mismo día al nuevo cliente en el que han depositado tantas esperanzas
comerciales. El importe de la factura que adjuntan suma 7.500 euros, y las condiciones de pago son venta a
crédito a 60 días fecha factura.

El día 28 de febrero de 2012, Manolo Arconada y Ramón del Pino deciden elaborar la Cuenta de Resultados y
el Balance de Situación de BOLSZA S.L. Están ansiosos por conocer el resultado de su empresa.

Les faltan documentos como el recibo de la nómina, los movimientos del banco del día 28 de febrero y algunas
facturas, pero siguen adelante con los siguientes supuestos:

• la nómina de febrero es la misma que la de enero, en condiciones de cantidades, y se espera pagar a


primeros de marzo
• se ha atendido el pago del pagaré por 2.400 euros correspondiente a la cuota con el proveedor
italiano de maletas
• aunque no se han pagado, los importes de asesoría, de teléfono y de la luz son los mismos que en
enero.

© 2013 Original de Pedro Loza, revisado por Carlos Maier, para ESDEN BUSINESS SCHOOL. Este caso ha sido
elaborado como base de discusión y no como ilustración de la gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada. Versión 5ª, revisado en diciembre de 2018.

You might also like