You are on page 1of 17

TRATAMIENTO PENITENCIARIO

Lic. Diana María Porta

En el año 1.994, en ocasión de la última reforma constitucional llevada cabo


en la ciudad de Santa Fe, Argentina incorporó una serie de instrumentos
jurídicos internacionales referidos a DDHH que fueron incluidos en la carta
magna y que tienen jerarquía superior a las leyes, es decir, rango
constitucional. Algunos de ellos se refieren específicamente a la situación de
las personas privadas de libertad, como por ejemplo Las Reglas Mínimas para
el Tratamiento de los Reclusos (Ginebra, 1.955), Principio Básicos para el
Tratamiento de Reclusos (Cuba, 1.980), la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (Asamblea General
de Naciones Unidas, 1.975), la Convención Americana sobre Derechos
Humanos o Pacto de San José de Costa Rica (Costa Rica, 1.978), entre otros.
En estos instrumentos el destinatario es el ser humano, uno de sus rasgos
definitorios es que se le reconoce al individuo la calidad de sujeto de derecho
internacional.
En lo referente a las personas privadas de libertad esta reforma desvió la
mirada de la reinserción social y el tratamiento penitenciario desde una
postura prevalentemente punitiva y de encierro (Dec. Ley 412/58) hacia una
concepción más humanista y resocializadora.
Esta normativa internacional destaca la necesidad de la participación de la
población en el proceso de reinserción social y acentúa el carácter social del
hombre como perteneciente a una comunidad, contextualizándolo dentro del
grupo social y desde allí plantea sus derechos, obligaciones y establece
principios y reglas que garanticen la igualdad de derechos.
En este sentido, y a los fines del tema que nos ocupa, resultan destacables
las Reglas N° 60 y N° 61 de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los
Reclusos, que expresan:

Regla N°60: “El régimen del Establecimiento debe tratar de reducir las
diferencias que puedan existir entre la vida en prisión y la vida libre en cuanto
éstas contribuyan a debilitar el sentido de responsabilidad del recluso o el
respeto a la dignidad de su persona.
Es conveniente que, antes del término de ejecución de una pena o medida, se
adopten los medios necesarios para asegurar al recluso un retorno progresivo
a la vida en sociedad…….dentro del mismo establecimiento o en otra
institución apropiada, o mediante una liberación condicional, bajo una
vigilancia que no deberá ser confiada a la policía, sino que comprenderá una
asistencia social eficaz”
Es decir que el régimen penitenciario debe tratar de reducir las diferencias
entre el encierro y la libertad porque aquél debilita el ejercicio de
responsabilidad por parte del interno y atenta contra su dignidad, procurando
minimizar los efectos de prisionalización inherentes al encierro. Y plantea la
conveniencia de que durante la ejecución de la pena se arbitren los medios
para asegurar un retorno paulatino a la vida en libertad mediante un régimen
preparatorio. En nuestro régimen de ejecución lo encontramos en el Período
de Prueba, el alojamiento en establecimientos abiertos con su principio de
autodisciplina y los regímenes de salidas transitorias y de semilibertad.

Regla N°61: “En el tratamiento no se deberá recalcar el hecho de la exclusión


de los reclusos de la sociedad, sino, por el contrario, el hecho de que
continúan formando parte de ella. Con este fin debe recurrirse, en lo posible, a
la cooperación de organismos de la comunidad que ayuden al personal del
establecimiento en su tarea de rehabilitación social de los reclusos……deberá
contar con………….trabajadores sociales encargados de mantener y mejorar
las relaciones del recluso con su familia y con los organismos sociales.
Deberán hacerse ….gestiones a fin de proteger……………derechos civiles,
….beneficios de la seguridad social………..”

Esta Regla reafirma la pertenencia del interno a la comunidad, aun cuando se


encuentre temporalmente alejado de ella a causa del cumplimiento de una
pena y reposiciona la tarea del personal de seguridad como agente de
tratamiento al mencionar la necesidad de la recurrencia a organismos sociales
que le ayuden en su tarea de reinserción social del interno. Rescata los lazos
del interno con la vida externa al establecimiento, la familia y los organismos
sociales, como medios activos de vinculación permanente del interno a la
comunidad y el respeto de sus derechos civiles durante el encierro.

A la luz de esta normativa, en el año 1.996, se sanciona, promulga y publica la


Ley Penitenciaria Nacional N° 24.660, de Ejecución de la Pena Privativa de la
Libertad, que impone cambios epistemológicos y cambios metodológicos,
pues, como mencioné al inicio, se desplaza desde una concepción
eminentemente punitiva a una manifiestamente más despenalizadora e
incorpora medidas alternativas (Sección III, Alternativas para situaciones
Especiales) como la prisión domiciliaria, el trabajo en la comunidad, y otras de
tipo semi institucionales tales como prisión diurna, nocturna o discontinua, etc.
Incluye de manera obligatoria la supervisión técnica, considera de manera
puntual el alojamiento en establecimientos abiertos e incorpora el interés en la
vida pos penitenciaria al incluir los Patronatos de Liberados.
Dentro de esta concepción abordaremos el tema del tratamiento penitenciario
La Ley Penitenciaria Nacional Nº24.660,  ( sancionada en junio de 1996 y
promulgada en julio de 1996), en su Art. 1º dice que  “la ejecución de la pena
privativa de la libertad tiene como finalidad “lograr que el condenado
adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley, procurando su
adecuada reinserción social y promoviendo la comprensión y el apoyo de la
sociedad.”
Y en el 2º párrafo del Art.1º dice que “el régimen penitenciario deberá utilizar
todos los medios de tratamiento interdisciplinario que resulten apropiados para
la finalidad enunciada”.
Y acá tenemos dos términos que es necesario aclarar y
diferenciar: régimen y tratamiento. Para esto vamos a contextualizarlos
ubicándolos dentro de lo que llamamos sistema penitenciario y
comenzaremos diciendo que sistema penitenciario es el conjunto
de principios e ideas directrices elaboradas por el Estado para la
ejecución de las penas privativas de la libertad.

Régimen penitenciario: también llamado Régimen de Progresividad de la


Pena, es el proceso que una persona, sometida a pena privativa de la
libertad por una sentencia judicial, deberá atravesar en cumplimiento de
dicha pena durante su alojamiento en establecimientos penitenciarios.
Se estructura tendiendo al equilibrio entre sus derechos, sus deberes y los
correspondientes al conjunto de los alojados. Busca mantener el orden, la
seguridad en la convivencia y que todos los alojados tengan facilitado el
acceso a la educación en los niveles obligatorios, al desarrollo de actividades
laborales, recreativas, religiosas, culturales, así como al mantenimiento de los
vínculos familiares.
García Basalo dice que para que un régimen sea progresivo debe contar con
tres características fundamentales, a saber:
A. La división del tiempo de condena en partes (períodos o fases), que
dada uno tenga contenido propio, y que sea consecuencia del anterior y
preparatorio del siguiente;
B. Avances, detención o retroceso mediante evaluaciones periódicas, que
consisten en un juicio sobre el grado de rehabilitación alcanzado;
C. La posibilidad de incorporación social del penado antes del vencimiento
total de la pena (en nuestro país son los egresos anticipados mediante
libertad condicional o libertad asistida).

Expresa García Basalo que para que un régimen sea progresivo debe reunir
estas tres características, de lo contrario será algo parecido, pero no un
régimen progresivo.

La L.P.N. 24660 dice en su Art. 6º que este Régimen penitenciario se basará


en la progresividad, y tratará de buscar la menor permanencia del condenado
en establecimientos cerrados, impulsando en lo posible y de acuerdo a su
evolución favorable, su incorporación a instituciones abiertas, regidas por el
principio de autodisciplina.
 
En un sentido más restringido también hablamos de Régimen penitenciario
cuando nos referimos al modo de organización de cada Establecimiento
Penitenciario. En este caso se trata del conjunto de normas e influencias que
se reúnen en una institución para alcanzar la finalidad que se asigne a la
sanción penal en referencia a los delincuentes allí alojados. (García
Basalo)
Es el conjunto de normas que regula la vida dentro de los
establecimientos donde se cumplen penas privativas de la libertad. Alude
a la cotidianeidad, al modo de funcionamiento de cada establecimiento según
los internos que allí se alojan. Por ejemplo: un régimen de máxima seguridad
implementará medidas tales como tiempo reducido de patio para los internos,
puertas cerradas, personal de seguridad con constante vigilancia, refuerzo
externo del sector en determinadas horas, las de patio por ejemplo, limpieza
de celdas de una por vez evitando el contacto entre internos, o bien
regulándolo entre algunos internos previamente seleccionados debido
al riesgo de que su encuentro devenga  en peleas, todo ello, derivado del tipo
de internos que se alojan en ese establecimiento o sector de establecimiento,
internos de alto nivel de agresividad e impulsividad, con pasos al acto
repentinos y violentos que denotan la escasa capacidad de controles internos,
debiendo, en consecuencia, reforzar los controles externos o institucionales
antes mencionados para cuidar la integridad física, incluso la vida de los
internos y procurar un clima tranquilo en el sector mediante la
implementación de normas acordes a estas características de internos,
normas que marcan el régimen que rige en ese lugar. Mientras que bajo
un régimen abierto, de mínima seguridad, la vida institucional será totalmente
distinta: no habrá medidas de contención ni tendientes a evitar fugas, el
personal no estará armado ni tendrá una actitud de constante control, no
habrá rejas ni muros ni contención externa, porque será un régimen basado
en la depositación de confianza en los internos allí alojados en función
de sus características autodisciplinarias.
 
Tratamiento penitenciario:  Hay varias definiciones:
*Es el trabajo en equipo de distintos especialistas (áreas institucionales)
aplicadoindividualmente sobre el condenado con el fin de modificar las
conductas antisociales que devinieron en su encierro, para apartarlo de la
reincidencia y lograr su readaptación a la vida en sociedad.
*Es la aplicación de todas las medidas que permitan modificar las tendencias
antisociales de un individuo (Dra. Marchiori).
* Es la aplicación intencionada, a cada caso particular, de aquellas
influencias peculiares específicas, reunidas en una institución determinada
para remover, anular o neutralizar los factores determinantes de la
inadaptación social del delincuente (García Basalo).
* Es el trato regulado y programado de un sujeto, o grupo de sujetos, con la
finalidad operativa de su transformación mediante el uso de recursos técnicos.
(J.C.DomínguezLostaló)
Podemos resumirlas en la siguiente definición: es el conjunto de recursos
técnicos aplicados a quien ha violado la ley penal, con la finalidad
operativa de inducirlo a reflexionar sobre su actitud ante la norma
transgredida y a modificar conductas que le permitan retornar a la vida
en libertad de manera adecuada, como así también a adquirir los
instrumentos necesarios para ello.
 
Cuando hablamos de tratamiento en los establecimientos penitenciarios
podemos hacerlo desde dos miradas, nos referimos a dos tipos de
intervenciones: a) una disciplinaria, donde actúa una ciencia
independientemente de las demás, con una intervención puntual y referida a
su campo específico, por ej.: un tratamiento médico, odontológico, psicológico,
tratamiento familiar,  tratamiento por HIV, etc.
b) una interdisciplinaria, donde la particularidad de cada ciencia queda
subsumida a un objetivo amplio que las trasciende a cada una, y es cuando
hablamos del tratamiento penitenciario.
 
CARACTERÍSTICAS
 
● interdisciplinario:el tratamiento penitenciario es fundamentalmente
interdisciplinario, porque estamos frente a una persona que ha cometido
delito y, como todos sabemos, el abordaje del tema en cuanto a delito se
refiere, no puede realizarse desde una sola disciplina, porque nos
enfrentamos a un fenómeno multicausal, sobredeterminado, de manera
que su estudio, comprensión y tratamiento debe, indefectiblemente, ser
tomado por distintas disciplinas que, en una interacción conjunta, se
proponen un objetivo común. Cuando hablo de interdisciplinar, quiero
decir que cada disciplina desempeña su función individualmente, pero
no independientemente. La integración no se realiza exclusivamente a
nivel de las disciplinas, sino a través de los miembros de un equipo de
trabajo que aportan prácticas convergentes en un grupo heterogéneo
(Consejos Correccionales).
 
● programado: es pensado, dispuesto, proyectado, en cada caso y se
deriva del diagnóstico inicial, se evalúa y se actualiza, necesita una
constante programación y reformulación.
 
● individualizado: recordemos que individualizar es bajar la norma
general al caso particular, entonces, debe ser capaz (partiendo del
diagnóstico inicial) de aplicar el tratamiento que cada interno necesite,
haciendo las evaluaciones correspondientes.
 
● técnico-profesional: intervienen distintos profesionales en la
determinación del tratamiento (médicos, psicólogos, trabajadores
sociales, personal de seguridad, maestros, etc.) porque el tratamiento
aborda distintas aristas de la vida del interno.
 
● dinámico: es continuamente evaluado y actualizado, cambia en cada
actualización, y está en una relación estrecha con el diagnóstico y el
pronóstico (ambos también dinámicos).
 
● diversificado: (es variado, cambiado, diferenciado, renovado), es decir
que toma las distintas posibilidades y programas de acuerdo a las
características y necesidades de cada individuo.
 
● voluntario salvo en lo referente a las normas que rigen la disciplina, la
convivencia y el trabajo (Art, 5º)
 
● interinstitucional: involucra y compromete a instituciones sociales
(privadas, estatales y mixtas) que puedan brindar apoyo al interno y
colaborar con él en su proceso de reinserción social.

La 24660 no establece una clara diferencia entre régimen y tratamiento, y los


nombra, en ocasiones, como si fueran una misma cosa. Es deber nuestro,
entonces, analizar y ver en qué se diferencian y en qué lugares se cruzan.
Apelamos en este punto al Decreto 1293, reglamentario de la ley provincial
8812, de adhesión a la 24.660, y que
en sus Principios Básicos, dice que la progresividad del régimen
penitenciario consiste en un proceso gradual y flexible que posibilite al
interno, por su propio esfuerzo, avanzar paulatinamente hacia la recuperación
de su libertad y que su base imprescindible es un programa de
tratamiento interdisciplinario individualizado.
O sea, que el tratamiento es el medio, el instrumento con el cual el interno irá
avanzando en este proceso gradual y flexible, irá recorriendo el régimen de
progresividad de la pena, tendiendo a cumplir con el objetivo de la Ley 24.660
en cuanto a lograr una reinserción social adecuada. Esa manera particular de
cumplir, esa posibilidad, se la da el tratamiento individualizado. En tanto y en
cuanto el tratamiento se desarrolla dentro de un régimen progresivo toma sus
características (podemos ejemplificarlo de la siguiente manera: como si el
régimen de progresividad fuera la ruta, el tratamiento el automóvil que se
desliza por ella y el interno el conductor), es decir que las pautas o medidas
de tratamiento se irán adecuando al momento del régimen de progresividad,
incluyendo actividades propias de cada uno, por ejemplo, en las fases iniciales
incluirá programas laborales y de educación que se desarrollen dentro del
espacio institucional, para luego, a medida que se avanza en la progresividad
del régimen de ejecución, considerará actividades en espacios de menor
control hasta incluir actividades fuera de la institución carcelaria (semilibertad,
salidas transitorias). Todo ello dependiendo de la voluntariedad del interno en
cuanto a su participación en los distintos programas de tratamiento
penitenciario. Es decir, el interno decide si se incorpora a un programa de
tratamiento laboral para aprendizaje de oficio, o a un programa educativo, o si
no lo hace (el tratamiento, salvo en los aspectos mencionados, es voluntario)
 
¿Cuáles son los objetivos del tratamiento penitenciario? Porque la 24.660
enuncia en su art.1º que la finalidad de la aplicación de una condena es que el
condenado se reintegre a la sociedad de manera adecuada. ¿Pero cómo?, a
través de qué conductas concretas? ¿Qué debemos esperar de la aplicación
exitosa de un tratamiento penitenciario?, cuáles son los índices que nos
permiten visualizarlo?, porque si no damos contenido a la expresión
de reinserción social adecuada,queda sólo en eso, en una expresión.
En primer lugar, debemos decir que con la aplicación de tratamiento
penitenciario no se pretende lograr personas socialmente exitosas, sino
simplemente que cuando regresen a la vida libre puedan hacerlo de una
manera que no resulte agresiva a la comunidad, que egrese de su condena
con instrumentos que le posibiliten elegir conductas y maneras de resolver
conflictos, alejadas de la transgresión de la normativa social vigente.
Se pretende lograr, entonces, una adaptación activa a la sociedad.
Entendemos esta adaptación activa desde el concepto de Pichón Rivière
considerando el par conceptual adaptación activa-adaptación pasiva. Este
autor expresa que la adaptación activa a la realidad se relaciona con
conductas que son respuestas coherentes a los requerimientos del medio, en
tanto el sujeto da una respuesta de este tipo modifica el medio externo sobre
el que actúa y, a su vez, se producen modificaciones en su mundo interno,
generando una espiral permanente. Relaciona este concepto con el de salud.
Mientras que la adaptación pasiva implica conductas que no son generadoras
de cambios, sino que son respuestas repetitivas, estereotipadas y las
relaciona con el concepto de enfermedad.
Se trata, en definitiva, de que el sujeto pueda brindar respuestas coherentes y
adecuadas a las demandas del medio.
 
 ¿Y esto cómo lo favorecemos?
 *incentivando en el interno durante la condena y mediante el tratamiento
penitenciario, la participación en programas que, más allá del contenido
temático, le brinden la posibilidad de intentar respuestas alternativas a los
distintos problemas.
*alentando su participación en programas donde aprenda el autorrespeto y el
respeto al otro, como derecho y como obligación, que se visualice a sí mismo
como sujeto de derecho y obligaciones.
* motivándolo a valorar la palabra propia y ajena, como forma de expresar
demandas y como respuestas, ambas alternativas al acto violento.
*que aprenda que el límite del comportamiento es el respeto del otro.
* estimulando que pueda anticipar las consecuencias de sus acciones y elegir
la respuesta más adecuada a cada situación. En función de esto el
tratamiento sirve como práctica de toma de decisiones autónomas.
* promoviendo a que aprenda recurrir a las instituciones u ofertas comunitarias
para satisfacer necesidades.
* procurando que aprenda a respetar y respetarse como ser humano mediante
la participación en actividades grupales, pues toda actividad grupal requiere
de una organización que posibilita los intercambios interpersonales y favorece
relaciones de cooperación, ayuda, comprensión y empatía. El establecimiento
de este tipo de relaciones interpersonales conlleva un efecto correctivo sobre
experiencias anteriores, desarrollando un proceso de reaprendizaje social.
 
La idea de participación activa del interno la encontramos en el Decreto
Nº344/08, reglamentario de la ley provincial 8812.
Esta Ley Penitenciaria Nacional establece que las provincias deberán
adecuarla a sus realidades, necesidades y posibilidades mediante la
promulgación de una ley provincial. Es así que en Córdoba se derivan de esto
dos leyes: la Nº7888 que habla de la voluntariedad del tratamiento y regula la
privación de la libertad en forma provisoria, o sea, la prisión preventiva yla
Ley Provincial 8812, de adhesión a la 24.660, publicada en el Boletín Oficial
en noviembre de 1.999. Y en agosto de 2.000 esa Ley es reglamentada
mediante el Decreto Nº 1293 del Poder Ejecutivo Provincial, modificado en el
año 2.008 por el Dec.344/08, que rige actualmente.
 
 
El Decreto 344/08 Reglamentario de la Ley Provincial Nº 8812 consta de cinco
anexos:
 Anexo I: Reglamento de Disciplina de los internos.
Anexo II: Reglamento de comunicaciones entre internos.
Anexo III: Reglamento de Prisión Domiciliaria.
Anexo IV: Reglamento de la Progresividad y del programa de pre-libertad.
Anexo V: Reglamento del Trabajo para los internos.
 
De todos estos anexos nos detendremos en el 4º, el de la progresividad.
  
El anexo IV contempla los 4 (cuatro) Períodos para la ejecución de la pena
privativa de la libertad fijados en la 24660, a saber:
1-Período de Observación
 2-Período de Tratamiento
 3-Período de Prueba
 4-Período de Libertad Condicional
 
PERIODO DE OBSERVACION:
 
Es efectivizado por el Servicio Criminológico (organismo eminentemente
técnico) Este período consiste en un estudio interdisciplinario del interno y en
la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológicos del interno.

Duración: penas de hasta 4 años: 40 días y


                 Penas de más de 4 años: 90 días.
 
Acciones a desarrollar en este Período:
 
a)     confección de la carpeta criminológica (inicio de la
Historia Criminológica),
b)    elaboración del diagnóstico criminológico inicial,
c)     primera calificación de concepto,
d)    alojamiento: indicando tipo de establecimiento o sector del
establecimiento en que deberá ser alojado,
e)     indicaciones de las primeras pautas de tratamiento que se
desprenden del diagnóstico inicial,
f)      inclusión en alguna de las fases del Período de Tratamiento,
g)     plazo de verificación de los resultados obtenidos.

PERIODO DE TRATAMIENTO:

La finalización del Período de Observación implica el inicio del Período de


Tratamiento.
Consiste en la aplicación de las determinaciones del Consejo Correccional, o
sea, es la aplicación concreta de las medidas de tratamiento programadas
para cada interno, la incorporación a distintos programas de acuerdo a la
individualización.
La estrategia general de este Período es el avance progresivo desde una
situación de mayor control y encierro (actividades laborales y educativas
propias de la Fase de socialización) hacia una situación de control externo
minimizado dando lugar al surgimiento y refuerzo de aspectos auto
disciplinarios, esto es, controles internos (la fase de Confianza implica
actividades en sectores del establecimiento de control discreto y el traslado,
incluso en ocasiones, a desarrollar actividades en establecimiento abierto,
como modo de preparación para el Período de Prueba, con retorno al
establecimiento cerrado luego de la jornada laboral).

Se divide en 4 (cuatro) fases sucesivas:


 
a)     Socialización: es el conjunto de medidas que se adopten para
materializar los programas de tratamiento del interno, considerando sus
intereses laborales, educacionales, religiosos, culturales, tendiendo a
fortalecer sus aspectos positivos.
Es la iniciación del tratamiento y se facilitan los medios para que el interno
pueda incorporarse naturalmente al programa designado para él.
 
b) Consolidación: se inicia cuando el interno haya alcanzado los
objetivos planteados para él en la fase de socialización. Comprende el
cumplimiento de programas de tratamiento en materia laboral, educativa,
artística, o de cualquier disciplina que permita verificar la aceptación cotidiana
de pautas y normas sociales, el compromiso y responsabilidad en el
desempeño del programa, y en la posibilidad de asignarle responsabilidades
que se irán evaluando para el avance de la progresividad.
 
c) Afianzamiento: consiste en el inicio de un proceso gradual y
progresivo de supresión de exigencias institucionales, tendiente a promover el
régimen de autodisciplina. Implica la disminución paulatina de la supervisión
continua, permitiendo mayor participación en actividades respecto a la fase
anterior, ej.: trabajo en panadería, circulación por espacios de menor control.
 
d)    Confianza: se caracteriza por una mayor atenuación de las medidas
inherentes al régimen, tendiendo a otorgar mayor grado de confiabilidad y
acercando al interno a regímenes autodisciplinarios.

Implica menor custodia durante el desempeño de las tareas, desempeño de


actividades fuera del área perimetral o en otras dependencias del Servicio
Penitenciario, p.ej. trabajo en Monte Cristo, como forma de acercamiento al
régimen de autodisciplina, alojamiento en sectores diferenciados.
 
La Fase de Confianza es claramente preparatoria para Período de Prueba.
 
PERIODO DE PRUEBA:

En penas temporales sin la accesoria del Art.52º: un tercio (1/3) de la condena


 
Consistirá en conductas que impliquen capacidad para ejercicio y
sostenimiento de   la autodisciplina, ya sea durante la permanencia en el
establecimiento, como durante las salidas que el interno pudiere realizar
(sal.transit., semilibertad).
Comprenderá sucesivamente:

a) la incorporación del interno a un Establecimiento abierto, regido por


el principio de autodisciplina,
b) la posibilidad de gozar de salidas transitorias,
c) y la incorporación al régimen de semilibertad.
 
Salidas transitorias:
 
Son, como su nombre lo indica, egresos temporarios del establecimiento, para
cumplir con distintas finalidades. Se otorgan al cumplir el 50% de la condena.
Son propuestas por el Consejo Correccional y autorizadas por el juez de
ejecución o juez competente.
Se clasifican de acuerdo a:

○ Motivo:
■ afianzamiento de vínculos familiares,
■ laborales,
■ educativas,
■ recreativas

○ Nivel de confianza:
■ con custodia,
■ con tuición familiar,
■ bajo palabra de honor

○ Duración:
■ 4 o 6 horas,
■ 12 horas,
■ 24 horas,
■ 48 horas

Ante cada salida, el director del establecimiento entregará al interno una


constancia similar a la de semi libertad.
 
Se elevará informe al Juez de Ejecución sobre el desarrollo de cada salida
transitoria, donde constará informe realizado por el personal acompañante,
resultado de evaluaciones periódicas de Consejo Correccional y la supervisión
a cargo de personal de Servicio Social, si así hubiera sido estipulado.
 
Régimen de Semilibertad:
Permite al interno trabajar fuera del establecimiento sin supervisión continua y
en condiciones similares a la vida libre, incluido salario y seguridad social,
regresando luego de la jornada laboral. Incluye la concesión de una salida
transitoria semanal de 24 horas.
Para la incorporación a este régimen se requerirá un informe del Área
Servicio Social, donde conste: datos del empleador, tipo de trabajo y
remuneración (monto y forma), lugar y ambiente en que se desarrollará,
emitiendo opinión fundada sobre la conveniencia de la incorporación del
interno en pos de los beneficios que esto acarree en su tratamiento. Se
elevará este informe para consideración del Consejo Correccional.
A cada interno incorporado a este régimen el director del establecimiento
entregará una constancia donde figure la autorización de la Cámara o Juez
correspondiente, datos personales, hora de salida del establecimiento, lugar
de trabajo, hora de regreso al establecimiento, para presentar ante cualquier
requerimiento de autoridad.
 
Se elevará informe al Juez de Ejecución sobre el desempeño del interno en su
trabajo.
El Período de Prueba es preparatorio de la vida en libertad.
 
PERIODO DE LIBERTAD CONDICIONAL

El interno debe solicitar el otorgamiento de la libertad condicional al Juez de


Ejecución 45 días antes del cumplimiento de las 2/3 partes de la condena,
informando el domicilio que fijará a su egreso. Con el pedido del interno se
elevará informe del Consejo Correccional sobre la evolución que el
tratamiento penitenciario en cuanto a aspectos laborales, educativos,
culturales y recreativos, relaciones familiares y sociales, particularidades que
presente el caso y recomendaciones que faciliten su reinserción social yel
cumplimiento de normas de conducta, su conducta y su concepto.
El interno será notificado del envío de la solicitud, dejando constancia en su
prontuario.
Vemos, tomando en cuenta el análisis que hace García Basalo respecto a las
características de un régimen de ejecución progresivo, que cada fase tiene su
propio contenido, es superadora de la que la antecede y preparatoria de la
siguiente, situación que se mantiene entre los períodos.
 
 
CONSEJO CORRECCIONAL
 
Es un órgano interdisciplinario y multifuncional. Es el espacio interdisciplinario
por excelencia.
Comienza a actuar en el inicio del Período de Tratamiento, se extiende hasta
el final del alojamiento del interno en un establecimiento penitenciario,
finalizando cuando termina el Período de Prueba y el interno recupera la
libertad. Esto significa que cada establecimiento que aloje internos
condenados, ya sea cerrado o abierto cuenta con un Consejo Correccional
Está presidido por el Director del establecimiento y formado por los
representantes de cada área institucional (miembros permanentes). Pero el
presidente puede convocar a cualquier persona que se desempeñe en la
institución y pueda aportar información útil para el conocimiento del interno
(miembros no permanentes) en el momento de la actualización de su
tratamiento.
Está formado por los representantes de cada área de la institución: Psicología,
Seguridad Interna, Judiciales, Servicio Social, Educación, Laborterapia,
Servicio Médico.
El Consejo Correccional sesiona con la frecuencia que requiera cada
establecimiento y son sus funciones:

● Programar, organizar y evaluar los programas de tratamiento de


cada interno, en función de los informes de las distintas áreas y
bajo las directivas generales del Ministerio de Justicia.
● Calificar la conducta y formular el concepto de cada interno.
● Proponer al Director modificaciones al tratamiento de cada interno.
● Proponer salidas transitorias, semilibertad, libertad asistida y
libertad condicional.
● Fijar las fechas de las actualizaciones del tratamiento.
● Analizar los programas de tratamiento que puedan presentar las
distintas áreas e informar al Director, previa aprobación de los
mismos.
● Dictaminar sobre distintas situaciones institucionales que puedan
comprometer la vida de los internos en la institución (traslados,
ingreso y egreso de internos al régimen de máxima seguridad,
abordaje de problemáticas específicas como HIV, programas para
menores, etc.).
● Otorgar recompensas.

SERVICIO CRIMINOLÓGICO

Es un organismo técnico que está formado por un profesional de cada una de


las siguientes áreas: servicio médico, psicología, servicio social, educación y
que actúa en el Período de Observación.
Son sus funciones:
● Cumplimentar con las actividades programadas para el Período de
Observación.
● Verificar y actualizar el tratamiento de cada interno sirviendo de
contralor y apoyo del Consejo Correccional.
● Emitir opinión fundada en las propuestas de ingreso a Período de
Prueba, salidas transitorias, régimen de semilibertad, libertad
condicional y libertad asistida, prisión domiciliaria y traslados.

El Servicio Criminológico y el Consejo Correccional son los encargados de la


programación y ejecución del tratamiento penitenciario en todos los
establecimientos que alojan internos condenados mediante sentencia firme.
En el Período de Observación actúa solamente el Servicio Criminológico y en
los Períodos de Tratamiento y Prueba actúan conjuntamente el Servicio
Criminológico y el Consejo Correccional.

Bibliografía:

Ley Penitenciaria Nacional 24660

Decreto 344/08

Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos.


Edwards, Carlos Enrique (1997) Régimen de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad
Ley 24660 Ed. Astrea. Buenos Aires.

Cesano, Daniel “La voluntariedad del tratamiento penitenciario”


file:///C:/Users/usuario/Downloads/3803-Texto%20del%20art%C3%ADculo-14893-3-10-20161012.p
df

Puebla, María Daniela (sf) La Clínica de la Vulnerabilidad Escuela de Trabajo Social UNC
 

You might also like