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El poder. Los incentivos.

La
participación.
El poder

>Para analizar la organización del partido, es preciso investigar antes que nada su
estructura de poder.
>Crítica a la Ley de Hierro de la Oligarquía de Robert Michels
Las elites partidarias llegan al poder prometiendo un cambio pero cuando ejercen el poder
su principal interés es seguir manteniéndose allí, sin importar las medidas que harán al
respecto.
>Mientras que para los que mantienen la validez de la “ley de hierro”, el poder es algo muy
semejante a una “propiedad”, al que se posee y se ejerce sobre los demás, para sus
detractores, por el contrario, el poder es una relación de influencia caracterizada por la
reciprocidad (por muy diluida y parcial que sea esta).
>En realidad ambas escuelas captan aspectos del fenómeno del poder que coexisten entre
sí.
> Los líderes disfrutan en los partidos de una amplia capacidad de control y manipulación;
pero es innegable igualmente que, en la mayoría de los casos, aquellos se esforzarán por
mantenerse en sintonía con sus seguidores.
>Lo que necesitamos es una definición que pueda explicar, tanto la capacidad de
manipulación de los líderes (y, por tanto, el poder que ejercen sobre sus seguidores),
como el fenómeno inverso; esto es, la capacidad de los seguidores de ejercer a su vez
presiones eficaces sobre los líderes.

Poder e intercambio desigual

>El poder es un tipo de relación asimétrica pero recíproca, que se manifiesta en una
“negociación desequilibrada”, en un intercambio desigual en el que una actor gana más que
el otro.
>Al ser una relación de intercambio, el poder nunca es absoluto. Sólo puede ejercerse
satisfaciendo al menos en parte las exigencias de los otros.
>La relación entre un líder y sus seguidores debe concebirse como una relación de
intercambio desigual.
>Las “áreas de incertidumbre” son aquellos factores que de no ser controlados amenazan
o podrían amenazar la supervivencia de la organización y/o la estabilidad de su orden
interno. Los líderes son quienes las controlan.
>Hasta el último militante posee algún recurso (ej irse de la organización).
>Hay que distinguir las negociaciones entre líderes (los juegos poder horizontales) y las
negociaciones líderes-seguidores (los juegos poder verticales).
>Los juegos de poder verticales son la precondición de los juegos de poder horizontales.
> A los líderes les interesa una relación lo más parecida a un mandato en blanco.
>La definición utilizada no es suficiente, no permite identificar contra qué se cambia, cuáles
son los “objetivos” en las “negociaciones desequilibradas”.
>Una primera respuesta (correcta pero parcial) es la ofrecida por la teoría de los
incentivos según la cual los líderes intercambian incentivos (colectivos y/o selectivos)
por participación (que sirva para hacer funcionar la organización y que se exprese también
en forma de un consenso).
>Los incentivos colectivos pueden ser definidos como incentivos de identidad y los
selectivos como materiales y de status.
1.Todo partido debe distribuir, para asegurarse la participación,incentivos de cada uno de
los tres tipos señalados.
2.El Sistema De Incentivos varía de un partido a otro, e incluso en un mismo partido con el
transcurso del tiempo.
3.Todos los actores de la organización tienden a disfrutar, más que de un solo tipo de
incentivo,de una combinación de incentivos,colectivos y selectivos
>Una de las funciones de la ideología organizativa es ocultar los incentivos selectivos.
La ideología de una organización desarrolla la importante función de racionalizar y
ennoblecer las aspiraciones al éxito individual.
>Cuanto mayor sea la libertad de acción de un líder, este tendrá mejores condiciones para
resistir el asalto de los adversarios internos.

>La imagen de los círculos concéntricos puede servir para identificar a los destinatarios
de los incentivos organizativos

>Se puede hablar de una escala de participación.


>Simpatizantes. El electorado disfruta (predominantemente) de incentivos de identidad.
>Afiliados. Se limitan a pagar las cuotas de inscripción y a participar esporádicamente. El
afiliado lo es a menudo sin que medie una opción política motivada. también el afiliado
disfrutará sobretodo de incentivos (colectivos) de identidad a los que, sin embargo, habrá
que sumar también (algunos) incentivos selectivos.
>La diferencia entre afiliados y militante se da por una escala de participación.

>Los militantes son el grupo más importante y pueden dividirse en creyentes y arribistas.
Los creyentes
La presencia de los creyentes es lo que explica por qué los fines oficiales pesan sobre la
vida de la organización y por qué lo que se da generalmente es una articulación y no una
sustitución de los fines.
Es la presencia de los creyentes la que impide a los partidos ser hasta sus últimas
consecuencias esos animales oportunistas descritos por Downs, prontos a moverse de
izquierda a derecha y de derecha a izquierda por un puñado de votos.

Los arribistas
Los arribistas son militantes interesados (predominantemente) en los incentivos selectivos.
Suministran la principal masa de maniobra de los juegos entre las facciones, constituyen
una amenaza al orden organizativo que los líderes deben esforzarse por neutralizar.
El área de los arribistas es además el lugar del que saldrán en la mayoría de los casos, por
ascenso o por cooptación, los futuros líderes del partido.
Los incentivos selectivos que disfruta el “arribista” están vinculados al sistema de las
desigualdades internas: la jerarquía del partido y el sistema de status desigual inherente a
ella.

>El sistema jerárquico interno responde simultáneamente a dos exigencias distintas, la


división interna del partido y el sistema diferenciado de status.
>Las consecuencias de los incentivos selectivos están ligados a la jerarquía del partido
>De este modo el compromiso y el activismo tienden a ser más activos y constantes cuanto
más se sube a lo largo de la escala jerárquica (y viceversa cuando más se baja).
>La militancia, sea del tipo creyente o arribista, se ve, pues, recompensada con una mezcla
de incentivos de identidad, materiales y de status (en todos los niveles).
>La mayoría de los militantes suelen acercarse al tipo creyente.
>Más allá de un cierto umbral jerárquico la militancia se convierte en una actividad tiempo
completo, profesional.
>El culto a la personalidad que se reserve a los jefes se explica por el hecho de que los
líderes representan el signo visible y tangible la identidad organizativa.
>Frente a la minoría de tipo arribista que se encuentra en ascenso de la escala jerárquica
los líderes tienen dos opciones o cooptarlos o estimular su “salida” del partido.
>Solo una parte de los arribistas pueden ser cooptados, lo que explica el carácter
prácticamente endémico de los conflictos intrapartidarios.
>Cuanto más se configure el partido como una community of fate más fuerte resultará la
posición de los líderes en los juegos de poder verticales.
>Multiplicar los puestos de responsabilidad con que gratificar el mayor número posible de
militantes tiende a la hiperburocratización y disminuye el atractivo de los cargos
>Las respuestas del partido a estos dilemas consisten en primer lugar en la constante
atención a la identidad colectiva e, inmediatamente después, en el desarrollo de
actividades de patronazgo y/o una red de lazos extra políticos que permiten distribuir
incentivos selectivos adicionales.

Institucionalización
Modelo originario

>La teoría de la formación de los partidos individualmente considerados se detiene en


Duverger y su distinción entre partidos de creación interna (de origen parlamentario) y
partidos de creación externa creados por grupos y asociaciones que actúan en la sociedad
civil.

Tres factores que contribuyen a definir el modelo

1- Modo en que se inicia y se desarrolla la construcción de la organización.

>El desarrollo organizativo de un partido puede producirse o por penetración territorial o


por difusión territorial por una combinación de ambas modalidades.

>Penetración territorial: un centro controla, estimula y dirige el desarrollo de la periferia (la


constitución de agrupaciones locales e inmediatas al partido). Implica la existencia de un
“centro” suficientemente cohesionado desde los primeros pasos de la vida del partido.
>Difusión territorial: las elites locales constituyen las agrupaciones locales del partido y solo
a continuación éstas se integran en una organización nacional. Un partido con este
desarrollo es un partido en el que el proceso de constitución de liderazgo es normalmente
bastante tormentoso y complejo, puesto que existen muchos líderes locales.

2- Presencia o ausencia de una institución externa que “patrocine” el nacimiento del


partido.

>Si existe institución externa, el partido nace y es concebido como el “brazo político”de esa
institución. Por lo cual:
● Las lealtades que se forman en el partido son“lealtades indirectas”.
● La institución externa es la fuente de legitimación de líderes.

3- Carácter carismático o no de la formación del partido.

>La institucionalización consiste en la “rutinización del carisma”.


>La creación de un líder que aparece como el creador e intérprete indiscutido de un
conjunto de símbolos políticos que llegan a ser inseparables de su persona.

Carisma de situación: “situaciones en las que un líder cuya personalidad no tiene


tendencias mesiánicas, suscita una respuesta carismática simplemente porque ofrece, en
momentos de agudo malestar, un liderazgo que se percibe como un recurso medio de
salvación del malestar”.(ej: Roosevelt y Churchill). El líder tiene una inferior capacidad para
plasmar a su gusto y discreción las características la organización (a diferencia del carisma
puro).

Carisma Puro: El partido no tiene una existencia autónoma del líder y está enteramente
a su merced. Los partidos carismáticos puros son bastante raros. A menudo se trata de
pequeños partidos que permanecen al margen de los grandes juegos políticos.
Institucionalización

>Es el proceso mediante el cual la organización incorpora los valores y fines de los
fundadores del partido.
>Si prospera, la organización adquiere un valor en sí misma.

>Procesos que provocan la institucionalización:

1) El desarrollo de intereses en el mantenimiento de la organización (por parte de


los dirigentes en los diversos niveles la pirámide organizativa).
2) El desarrollo y difusión de lealtades organizativas

>A través de las lealtades organizativas el partido adquiere el carácter de una community of
fate. Sobre estas se desarrollan un impulso y una tensión permanente hacia la
autoconservación de la organización.
> Es posible medir teóricamente el grado de institucionalización de los partidos según dos
dimensiones:
● Grado de autonomía respecto al ambiente alcanzado por la organización
● Grado de sistematización, interdependencia entre las distintas partes de la
organización.

Grado de autonomía:

>Cuanto mayor es el control que el partido instaura sobre el ambiente, en mayor medida se
transforma en un generador autónomo de recursos para su propio funcionamiento.
>El grado de autonomía respecto al ambiente se relaciona con el nivel de determinación
de las fronteras de la organización. Cuando los límites están bien definidos hablamos de
un sistema (relativamente) cerrado, cuando son indefinidos hablamos de un modelo
(relativamente) abierto.

Grado de sistematización:

>Hace referencia a la coherencia estructural interna de la organización.


>Un grado de sistematización bajo permite al sistema organizativo ampliar la autonomía de
sus propios subsistemas internos.
>Un grado elevado de sistematización implica una fuerte interdependencia entre las
diversas subunidades (garantizada por un control centralizado). Cuanto más elevado es el
grado de sistematización, tanto más se concentra el control sobre las zonas de
incertidumbre organizativa.
>Un partido de fuerte institucionalización limita los márgenes de maniobra de los actores
internos. Los cambios son lentos y es una organización que puede romperse fácilmente.
>En un partido débilmente institucionalizado los márgenes de autonomía de los actores en
lucha son más amplios y los vínculos de las subunidades organizativas con diversos
actores del ambiente aseguran a los grupos rivales un control autónomo sobre los recursos
externos.

5 indicadores del grado de institucionalización

1-Grado de desarrollo de la organización extraparlamentaria central. Un partido


fuertemente institucionalizado cuenta con una burocracia central desarrollada, un aparato
nacional fuerte respecto a las organizaciones intermedias periféricas del partido.
2-El grado de homogeneidad, de semejanza, entre las subunidades organizativas del
mismo nivel jerárquico. Si la institucionalización es elevada, las agrupaciones locales
tienden a organizarse de la misma forma en todo el territorio nacional,y viceversa.
3-Modalidades de financiación. A mayor institucionalización la organización dispone de un
sistema de ingresos basado en aportes que fluyen con regularidad al partido desde una
pluralidad de fuentes. La regularidad permite mantener la estructura burocrática. La
pluralidad la autonomía del partido de controles externos.
4-Relaciones con las organizaciones cercanas al partido. Un partido fuertemente
institucionalizado ejerce un predominio sobre las organizaciones externas al partido.
5-Grado de correspondencia entre normas estatutarias y la constitución “material”
del partido.

Institucionalización débil y fuerte.


>Una institucionalización débil lleva a una coalición dominante poco cohesionada. Suele
tener un desarrollo centrífugo, hay una pluralidad de espacios de poder en el partido (hay
varias formas de ascender en la escala jerárquica, no es tan vertical), aliados o en conflicto
entre sí de diferentes maneras. Para ascender es preciso caracterizarse políticamente como
parte de un grupo. Hay una “discontinuidad en la participación a todos los niveles.
>Una institucionalización fuerte lleva a una coalición dominante cohesionada. Suele tener
un desarrollo centrípeto, los militantes “ambiciosos” deben adaptarse a las directrices del
centro. La actividad política se configura con los caracteres de una verdadera carrera:se
entra en el partido en los niveles más bajos y se sube escalón por escalón.

>Cuanto más institucionalizado se halle el partido, menos organizados serán los grupos
internos y viceversa.
>La tasa de corrupción es más elevada en los casos de institucionalización débil así como
la dependencia de las fuerzas sociales.
>Ningún partido corresponde totalmente a ningún caso, se trata de dos tipos ideales.

El carisma personal.
>La presencia del carisma es incompatible con la presencia simultánea de una
organización patrocinadora.
>El líder representa el “cemento que une las tendencias”.
>La presencia de un líder carismático tiende a desalentar la organización. Es por esto que
casi ningún partido carismático consigue sobrevivir a su fundador.

>La tipología más arriba ilustrada descuenta el papel de los factores ambientales. Se
limita a identificar a nivel de hipótesis entre modelo originario (que es variable
independiente) y nivel de institucionalización (que es la variable dependiente).
>En el momento que una tipología de este tipo es “puesta a prueba”, sometida al test del
control empírico, la cláusula “en igualdad de condiciones” deja de funcionar. Porque en
este punto nos encontraremos frente a una gran variedad de condiciones ambientales que
se convertirán en variables operativas entre el modelo originario de los distintos partidos y el
nivel de institucionalización alcanzado por éstos.

Dimensión y complejidad organizativa.


>Los factores que tienen una mayor incidencia en la estructuración de las organizaciones
son el tamaño, el ambiente en que se desenvuelven y la tecnología (teoría de la
contingencia).
>El tamaño de los partidos es la principal variable independiente que explica la formación
de la oligarquía. A su vez influye de dos maneras:

Influencia Directa: El crecimiento de la organización influye de por sí en el grado en que los


líderes pueden manipularla.
Una vez superado cierto umbral cuantitativo cualquier asamblea cae inevitablemente bajo el
control de unos pocos.
Influencia indirecta: Al crecer las dimensiones de la organización aumenta la división del
trabajo, la especialización funcional, la complejidad, se multiplican los niveles jerárquicos y
el partido experimenta una burocratización creciente.
Esta complejidad creciente se traduce en la centralización del proceso de toma de
decisiones.

Afiliados y votos

>Ambos generan consecuencias en la organización.


>Los votos tienen un efecto indirecto: influyen sobre la organización al condicionar sus
relaciones con el entorno.
>Los afiliados tienen una influencia directa en la organización. Éste es el principal elemento
para medir sus dimensiones.

El tamaño como variable independiente

>El tamaño puede afectar cuatro variables:


● Cohesión Interna
● Estilo político
● Participación/movilización de los afiliados
● Burocratización

>Se trata de áreas de problemas estrechamente relacionadas entre sí y que se superponen


entre ellas.

Tamaño y cohesión interna.

>Una de las preocupaciones principales de los líderes es impedir un crecimiento excesivo


de las dimensiones de la organización para minimizar los conflictos internos.
>Para Van Doorn es posible distinguir entre dos tipos de organizaciones:
Coalición:Estructura de poder difusa que funciona mediante negociaciones entre los
diferentes grupos que la integran.

Secta:Organización altamente centralizada con un gran grado de consenso, valorándose


cualquier desviación a los valores centrales como una herejía. Este tipo solo se da en
organizaciones pequeñas.

>Estas observaciones de carácter intuitivo son: dimensiones reducidas igual a elevada


homogeneidad política interna y, por consiguiente, grupo dirigente unido.
>Son observaciones intuitivas pero no del todo satisfactorias:
1.No todas las organizaciones pequeñas son sectas.
2.No todas las grandes organizaciones carecen de cohesion interna.

Tamaño y estilo político.

>Una organización pequeña plantea a la confrontación con sus adversarios políticos en


términos ideológicos.
>Una gran organización tiene un estilo político más pragmático y acomodaticio en sus
relaciones con otras organizaciones.

Tamaño y participación.

>El tamaño de la organización no constituye una condición suficiente para definir el grado
de participación en los partidos.
>La teoría de Olson, junto con otras, sostiene que aún cuando la participación sea mayor en
los grupos pequeños frente a los grandes, si éstos distribuyen incentivos selectivos de
manera suficiente también podrían generar un gran nivel de participación.

Tamaño y burocratización.

>Es una opinión generalizada desde Michels en adelante que ambas variables son
covariables (si cambia una la otra lo hace de manera acorde).
>El aumento de tamaño tiende a incrementar la complejidad y también la división del
trabajo, tanto en términos de diferenciación horizontal(número de órganos del mismo nivel
jerárquico) como vertical ( número de niveles jerárquicos).
>El tamaño va en la fase inicial al mismo ritmo que la complejidad de la organización. Pero
probar la existencia de una correlación no es lo mismo que sostener la existencia de
una relación de causalidad.

>Habría que demostrar que:


● A una reducción de tamaño corresponde una reducción significativa de la
complejidad y/o del grado de burocratización.
● Una organización mayor es siempre más compleja que una más pequeña.
>Sin embargo, hay casos de organizaciones minúsculas que están mucho más
burocratizadas que otra de tamaño mediano o grande.

El tamaño de la organización como variable dependiente

>El tamaño es una magnitud manipulable por los líderes. Hay que ver entonces cuál
es el efecto que tiene la estructura de poder sobre las dimensiones de la
organización.
>Con la transición del partido de masas al partido escoba (catchall) se reduce
drásticamente la afiliación, es decir el tamaño de la organización. Se desmantela la vieja
estructura asistencial sobre la que el partido basaba su política de distribución de incentivos
selectivos a las masas de afiliados, privilegiando por el contrario el vínculo con los
electores.
>En este caso el tamaño es una variable dependiente del resultado de los conflictos en el
partido.

>Según la teoría de la organización de Howard Haldrich lo que distingue al liderazgo en


las organizaciones es su control sobre sus límites. Los líderes de la organización
pueden decidir en todo momento quién puede pasar a formar parte de ella, quién no y quién
debe ser expulsado.
>De allí se desprenden dos estrategias: ampliar o reducir las fronteras de la organización:
con la segunda estrategia se aumenta la cohesión interna pero se aísla más a la
organización del entorno. Con la primera se amplían los lazos con el entorno pero se incurre
en costos al admitir miembros que no fueron suficientemente socializados por la
organización, lo que puede incrementar la conflictividad interna.
>Una coalición dominante unida y estable es probable que elija la estrategia de
expansión. Una coalición dividida e inestable probablemente opte por mantener igual o
reducir el tamaño.

Los umbrales organizativos

El umbral de supervivencia

>Pueden darse circunstancias en las que el tamaño sea una variable decisiva.
>No siempre el entorno permite que los líderes modifiquen a voluntad el tamaño de la
organización. Aunque el tamaño se ve afectado por decisiones de las elites, no lo hace
únicamente en función de éstas.
>Hay ciertos umbrales más allá de los cuales el tamaño desempeña un papel autónomo y
preponderante en la organización.
>Podemos suponer la existencia de un umbral de supervivencia, por debajo del cual el
partido se ve obligado a luchar por sobrevivir, falto de los recursos que le serían
necesarios para institucionalizarse.
>Esta falta de recursos lleva a la organización a un estado de “suspenso” indefinido.
>La única chance que tienen los líderes en esta situación es explotar cualquier ocasión para
perseguir los fines originarios.
>La combinación de un ambiente hostil y la incapacidad de superar el umbral de
supervivencia genera el círculo vicioso del sectarismo.

El umbral de esclerotización

>Se puede suponer también la existencia de un umbral máximo más allá del cual los
efectos del tamaño vuelven a manifestarse, mediante una creciente rigidez de la
organización resultado de una complejidad interna que ya no resulta controlable por los
líderes.
>Más allá de cierta magnitud comenzarán efectos negativos debidos a un exceso de
compartimentación, heterogeneidad y burocratización. Este efecto es denominado por
Downs como“síndrome de osificación”

>El tamaño de una organización influye por sí solo únicamente en casos extremos

Las unidades sub-organizativas

>Si el tamaño del partido no es por sí mismo un factor significativo de la dinámica


organizativa se podría en cambio mantener que las variaciones en el tamaño de las
subunidades pueden llegar a ejercer una influencia por sí mismas.
>Hay que considerar tres problemas:
1.La influencia que el tamaño de las subunidades ejerce sobre el mapa del poder
organizativo,sobre el organigrama de la organización.
2.Los mecanismos que favorecen la expansión de las subunidades organizativas.
3.La relación entre el tamaño de las subunidades y el grado de participación interna.

>En cualquier partido las unidades organizativas más pequeñas prevalecen sobre las
más grandes.
>Los órganos ejecutivos (de dimensiones más reducidas) prevalecen sobre los órganos
deliberativos (dimensiones más amplias).
>Únicamente los grupos pequeños pueden funcionar según el método de los comités.
>La cohesión del órgano ejecutivo se basa en el secreto,en la ausencia de publicidad.
>La relación entre órganos ejecutivos y deliberantes solo se configura como una relación de
subordinación si no existen divisiones importantes en el órgano ejecutivo. Un comité tiene
que estar basado en la regla de la unanimidad.

>El crecimiento de las unidades organizativas se da bien por la cooptación o bien por las
presiones individuales o de grupo para ascender en la carrera.
>Es probable que la tendencia a la expansión de los órganos dirigentes se deba
funcionalmente a la rivalidad entre sus distintos integrantes
>La tendencia a la expansión debería ser más fuerte cuanto menor fuera la cohesión y la
estabilidad de la coalición dominante del partido. Si no intervienen otros factores, la
expansión será importante en los casos de coaliciones divididas e inestables.
>Los períodos de reducción de tamaño del órgano dirigente coinciden con el paso de
coaliciones dominantes divididas a más unidas. El reducir el órgano de dirección
restringe el margen de maniobra de las minorías.
>Sin embargo, si hay demasiados arribistas presionando por entrar al órgano de dirección el
no ampliarlo puede desestabilizar al partido.
>Todo dirigente ambicioso tratará de reforzar su prestigio ampliando el área de actividad de
su departamento a costa de otros, con el fin de controlar los recursos necesarios para un
posterior ascenso.

>Según Olson los grupos pequeños mantienen una participación continua, mientras que
los grandes tienen que usar incentivos selectivos.
>La disponibilidad de incentivos selectivos no varía en proporción al tamaño.
>Si la disponibilidad de incentivos selectivos es la misma, Olson sostiene que la
participación es mayor en las subunidades de menor tamaño.

Complejidad organizativa y control electoral

>El nivel de complejidad de una organización se mide en base a:

a) El nivel de especialización – Diferenciación horizontal: la división del trabajo


medida por el número de departamentos que se ubican al mismo nivel.
b) El grado de estandarización de los procedimientos.
c) El grado de formalización (desarrollo de sistemas de comunicación escrita).
d) El número de niveles jerárquicos – Diferenciación vertical.
e) El grado de burocratización, el número de administradores en relación con el total
de la organización.
>Cuanto más compleja es una organización, tanto menos centralizado está su proceso de
toma de decisiones.
>Cuanto más burocrática es una organización, tanto más numerosos son los niveles
jerárquicos en su interior. Ésto conlleva una inevitable descentralización de las
decisiones.
>Las subunidades toman decisiones administrativas de manera autónoma pero de
acuerdo con guías que vienen de lo alto de la jerarquía.
>Por el contrario las decisiones políticas o estratégicas están centralizadas en las
organizaciones burocráticas.
>Los partidos son organizaciones mixtas que combinan principios propios de las
organizaciones no voluntarias con otros característicos de las organizaciones voluntarias.
Ambos principios están en tensión entre sí.

>La elección de un sistema electoral está condicionada por la distribución de fuerzas


existente entre los grupos.
>Un mismo sistema electoral puede dar lugar a resultados muy distintos según las
divisiones y conflictos de los grupos al interior del partido.
>Todo problema técnico, en cualquier organización, nos remite siempre a un
problema político subyacente, vinculado a la distribución de los recursos del poder
dentro de la organización.
>A diferencia de lo que opinaba Michels, el tamaño en la organización, salvo situaciones
excepcionales, no parece ejercer por sí mismo una influencia notable. Por el contrario,
dicho papel está desempeñado por las relaciones entre la organización y su entorno.

Los partidos y la democracia:


transformaciones y crisis.

>Ningún partido puede permitirse borrar por completo su propia identidad frente a
organizaciones rivales. La transformación del partido de masas en partido-escoba/catch all
es menos dramática: los lazos con la vieja clase que caracterizaba el partido se mantienen
pero se diluyen, el partido se abre más que previamente a otros grupos sociales.

>Aspectos más importantes de esta transformación.


a) Una desideologización, concentración de la propaganda en valores compartidos
por amplios sectores del electorado: defensa del orden público, desarrollo
económico, etc.
b) Mayor apertura del partido a la influencia de los grupos de interés,
transformando la relación y las estructuras de las organizaciones que eran la base
del partido (sindicatos, religiones, etc.).
c) Pérdida de peso de los afiliados y declive del poder de los militantes de base.
d) Fortalecimiento del poder de los líderes que se apoyan más en grupos de interés
que en los afiliados.
e) Relaciones más débiles entre el partido y el electorado.

>Esto también muestra la progresiva profesionalización de las organizaciones de partido.


Los profesionales tienen un papel más importante lo que genera consecuencias en el plano
organizativo.

>Esta profesionalización deriva en la distinción de dos tipos ideales de partido.

>En la mayoría de los casos, lo viejo y lo nuevo coexisten en toda organización.


>Una vez que se da la transformación, va a ser más rápida cuanto más bajo sea el nivel
de institucionalización alcanzado por el partido en el período anterior. Por el contrario,
cuanto más alta sea la institucionalización más instrumentos tendrá el partido para resistir
las presiones por transformarse.
>Sobre todo son los grandes partidos los que experimentan mayores presiones a favor del
cambio.
>Una fragmentación excesiva del sistema de partidos tiende a frenar la transformación.

>Un cambio de carácter tecnológico reestructura la comunicación política bajo el impacto de


los mass-media y la televisión.Cambian las técnicas de la propaganda.
>Los mass-media empujan a los partidos a desarrollar campañas personalizadas,
centradas en los candidatos, e “issue-oriented”.
>La transformación implica un proceso de desinstitucionalización.
>Crece el peso político de los grupos de interés y la tendencia a incorporar los partidos al
Estado. Se reduce la coherencia estructural de la organización al declinar los aparatos
burocráticos.

Funciones de los partidos

1. Función integrativa o expresiva. Los partidos estructuran las demandas de los


grupos, organizan las demandas generales. Mantienen la identidad colectiva a
través de la ideología. Incluso los partidos antisistema a veces contribuyen a
estabilizar los sistemas políticos, siendo reguladores de la protesta social.
2. Función de seleccionar candidatos para los cargos públicos. Formación y
suministro de las élites gobernantes al Estado.
3. Función de determinar la política estatal, de participar en la formación de las
decisiones que van a obligar a todos.

>Estas funciones también son desarrolladas por otras organizaciones (familia, escuela,
religiones, etc.).

>La fractura en el sistema de clases sociales explica porqué el sistema de partidos se


configuró durante mucho tiempo como un espacio unidimensional: el continuum izquierda-
derecha.
>El modelo del partido profesional-electoral crea un vacío de identidades colectivas,
agrava la crisis de legitimidad de los sistemas políticos y exaspera la división
establishment/antiestablishment. Esta división acentúa la situación de ingobernabilidad.
>En los sistemas multipartidistas, la unidimensionalidad del espacio político estabiliza la
situación electoral.
>El partido profesional-electoral crea más problemas de los que resuelve. Crea un
vacío de identidades colectivas. El elector se hace más independiente, menos controlable
y expuesto a las presiones de los líderes del partido, pero también más solo y más
desorientado.
>El malestar social es fruto de la decadencia, de la pérdida de credibilidad y el atractivo
de las viejas estructuras de solidaridad.
El futuro de los partidos políticos

>Hay tres caminos posibles:

1. Disolución.Es resultado poco probable (sobre todo en instituciones fuertes). En este


escenario la crisis de los regímenes políticos se agravaría.
2. Retorno de la ideología. Se recuperan las antiguas identidades y los
maximalismos, fanatismos. Es un intento de renovación política. No queda claro
cómo se construirían identidades políticas en base al mismo.
3. Innovación política propiamente dicha. En la mayoría de los casos se introduce
desde afuera del sistema por nuevas organizaciones y líderes políticos que compiten
con las organizaciones establecidas.

>Las características que asuman los futuros movimientos políticos ayudarán a comprender
si las visiones pesimistas sobre el futuro de la democracia tienen fundamento o si un
autoritarismo de rostro inédito está destinado a imponerse tras haber arrastrado los
frágiles diques del constitucionalismo liberal, o si los regímenes democráticos se
revitalizarán mediante procesos de adaptación/transformación impulsados por nuevos
empresarios políticos.

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