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EL CUERPO HUMANO

Introducción

El bloque temático del cuerpo humano y la salud se desarrolla en la asignatura de Ciencias Naturales
para Maestros cuyo objetivo principal es:

Comprender los principios básicos y las teorías fundamentales de las ciencias naturales: física, química,
biología y geología.

Para ello se organiza el bloque en dos partes, la primera es el estudio del cuerpo humano en el que se
desarrollan los conceptos y fundamentos de los tejidos y de los aparatos y/o sistemas que conforman las
zonas y regiones del cuerpo. En la segunda parte, se estudian los factores de la salud haciendo especial
hincapié en la alimentación como base de la correcta nutrición de las células y del metabolismo y por
tanto de un buen funcionamiento de los sistemas y órganos del cuerpo.

En esta parte se trabajarán los conceptos del cuerpo humano.

Objetivos

Reconocer las características y funciones de los diferentes tejidos que forman los órganos, aparatos y
sistemas del cuerpo humano

Relacionar los tejidos con los órganos que forman

Contenidos del Bloque

El cuerpo humano como organismo pluricelular.

Los tejidos

Anatomía y fisiología de las funciones de nutrición, relación y reproducción.


Las zonas y regiones del cuerpo

1.1 Tejido epitelial o tegumentario

El tejido epitelial es el tejido que se encuentra sobre acúmulos subyacentes de tejido conectivo.

Epi = sobre, telio = acúmulo

CARACTERÍSTICAS:

Cubren todas las superficies del cuerpo, excepto las cavidades articulares

Descansa sobre una membrana basal y un tejido conectivo subyacente

Por lo general son avasculares (no hay irrigación sanguínea)

Se nutren por difusión desde los vasos del tejido conectivo subyacente

Posee escasa sustancia intercelular

Posee diversidad de funciones

Posee una amplia multiformidad estructural

Posee una marcada capacidad para renovarse y regenerarse

Posee la capacidad para desarrollar cambios morfológicos y funcionales de un tipo de epitelio a otro
(metaplasia) cuando las condiciones del medio local se alteran crónicamente

Derivan de las tres capas germinativas: ectodermo, mesodermo y endodermo

FUNCIONES:

EPITELIOS GLANDULARES

Típicamente una glándula es una asociación grande y compleja de células cuya principal función es la
secreción. Pero a veces existen células aisladas o agrupaciones pequeñas de células que se localizan
entre los epitelios de revestimiento y que también están especializadas en la secreción. Se habla
entonces de glándulas secretoras intraepiteliales que pueden ser unicelulares o multicelulares.
Durante su formación embrionaria, las glándulas se originan a partir de un epitelio de revestimiento,
denominándose exocrinas o endocrinas dependiendo del destino de su producto de secreción.

Las glándulas exocrinas liberan sus secreciones a una cavidad interna o al exterior del organismo.
Pueden hacerlo directamente, como es el caso de las células caliciformes o el de las células de la
superficie secretora del estómago, ambas intraepiteliales, o mediante un conducto excretor que
comunica la porción secretora con el epitelio de revestimiento.

El modo en que las células de las glándulas exocrinas secretan sus productos pueden ser:

a) Merocrina cuando el producto es secretado por exocitosis

b) Apocrina cuando la secreción implica la rotura y liberación de la porción celular apical

c) Holocrina cuando el contenido interno de la célula se libera por rotura total de ésta.

Las glándulas endocrinas no tienen conductos y secretan sus productos, como hormonas y proteínas, al
espacio extracelular desde donde pasan al torrente sanguíneo para distribuirse por el resto del
organismo.

1.2 Tejido conectivo

Se le considera como un tejido de sostén puesto que sostiene y cohesiona a otros tejidos y órganos,
sirve de soporte a estructuras del organismo y protege y aísla a los órganos. Además, todas las
sustancias que son absorbidas por los epitelios tienen que pasar por este tejido, que sirve de puente de
comunicación entre distintos tejidos y órganos, por lo que generalmente se le considera como el medio
interno del organismo. Bajo el nombre de conectivo se engloban una serie de tejidos heterogéneos pero
con características compartidas. Una de estas características es la presencia de células embebidas en
una abundante matriz extracelular, la cual representa una combinación de fibras colágenas y elásticas y
de una sustancia fundamental rica en proteoglucanos y glucosamicoglucanos. Las características de la
matriz extracelular son precisamente las responsables de las propiedades mecánicas, estructurales y
bioquímicas del tejido conectivo. La clasificación del tejido conectivo en distintos subtipos depende de
los autores pero generalmente se agrupan de la siguiente forma:

Conectivo propiamente dicho

TEJIDO CONJUNTIVO PROPIAMENTE DICHO

En el tejido conectivo propiamente dicho nos encontramos distintos tipos de células embebidas en una
matriz extracelular más o menos abundante. Las células principales son los fibroblastos, cuya función es
elaborar los precursores o los componentes de la matriz extracelular. Otras células como las
mesenquimáticas y las reticulares son típicas de determinadas variedades de conectivo propiamente
dicho.

Fibroblastos

Células procedentes de otros tejidos del organismo, principalmente de la sangre, pueden encontrarse en
el tejido conectivo propiamente dicho, entremezcladas con los fibroblastos. Éstas pueden ser:
mastocitos, macrófagos, células plasmáticas o cualquier tipo de linfocito.

El tejido conectivo mucoso o gelatinoso posee pocas células y fibras de colágeno en comparación con la
gran cantidad de sustancia fundamental gelatinosa rica en proteoglucanos, sobre todo de tipo
hialuronano, que posee su matriz extracelular. Estas características lo convierten en un tejido muy
turgente y con gran resistencia mecánica.

El tejido conjuntivo reticular posee unas células especializadas denominadas reticulares, diferentes de
los fibroblastos comunes. Este tejido se encuentra en la médula ósea y en el tejido linfoide. Posee una
red de fibras reticulares aparentemente anastomosadas.
El tejido conjuntivo laxo o areolar tiene una distribución muy extensa y se puede considerar como
ubicuo ya que aparece en todos los órganos. Se encuentra en zonas que no requieren una gran
resistencia a las tensiones mecánicas. Su matriz extracelular se compone de fibras dispersas
desorganizadamente entre los fibroblastos. Este tejido desempeña un papel fundamental en la nutrición
de otros tejidos y órganos, ya que los nutrientes difunden fácilmente por la porción acuosa de su matriz
extracelular. No es un tejido especializado.

El tejido conectivo denso es especialmente abundante en la lámina propia de órganos huecos. En este
tipo de tejido conjuntivo predominan las fibras sobre la matriz amorfa y los fibroblastos. Según la
organización de las fibras y de las células se divide en subtipos.

Tejido conjuntivo denso irregular: posee grandes cantidades de fibras de colágeno agrupadas en haces
gruesos que están entramados formando una red tridimensional. Las fibras de colágeno son más gruesas
que en el tejido conectivo laxo. Se encuentra en la dermis y formándo las cápsulas que envuelven los
órganos.

Tejido conjuntivo denso regular: posee una matriz extracelular con una gran cantidad de fibras de
colágeno que se ordenan en forma paralela. Esto refleja unas necesidades mecánicas y de hecho este
tejido se encuentra en aquellas estructuras sometidas a tensiones mecánicas unidireccionales, como los
tendones, ligamentos y las vainas o fascias que rodean a los músculos esqueléticos.

TEJIDO ADIPOSO

El tejido adiposo se puede considerar como un tejido conectivo un tanto atípico puesto que posee muy
poca matriz extracelular, pero su origen embrionario son las células mesenquimáticas que dan lugar al
resto de tejidos conectivos.

Es un tejido especializado en el almacenamiento de lípidos gracias a unas células capaces de contener en


su citoplasma grandes gotas de grasa: los adipocitos. Estas células, que también se pueden encontrar
dispersas en el tejido conectivo laxo, se agrupan estrechamente en gran número para formar el tejido
adiposo.

Tejido adiposo
TEJIDO CARTILAGINOSO

Es uno de los principales tejidos de soporte, junto con el hueso. Su función es posible gracias a las
propiedades de su matriz extracelular, la cuál es predominante en este tipo de tejido. El cartílago es una
estructura semirígida que permite mantener la forma de numerosos órganos, la superficie de los huesos
en las artículaciones y es el principal tejido de soporte durante las etapas iniciales del desarrollo, cuando
el hueso aún no está formado. Es un tejido avascular y su matriz extracelular está formada
fundamentalmente por colágeno, fibras elásticas y glucosaminoglicanos sulfatados. Las células que lo
componen son los condrocitos que se localizan en pequeñas oquedades, denominadas lagunas,
diseminadas por el tejido cartilaginoso.

La mayor parte del cartílago, excepto el tipo de cartílago denominado fribrocartílago, está rodeada por
una capa de tejido conectivo denominada pericondrio, que posee una capa externa de tejido conectivo
fibroso formada por fibroblastos y fibras de colágeno y una interna condrogénica, donde se encuentran
las células condrogénicas y los condroblastos que darán lugar a los condrocitos. Las células
condrogénicas producen a los condroblastos y estos últimos son los responsables de sintetizar la matriz
cartilaginosa. A medida que la sintetizan se van rodeando de ella y se transforman en condrocitos.

Hay tres tipos de cartílago en el organismo:

Hialino: articulaciones, nariz, tráquea

Elástico: pabellón auditivo

Fibrocartílago: inserción tendón-hueso

TEJIDO ÓSEO

El óseo es el principal tejido de sostén y protección en los animales vertebrados. Pero además tiene
otras funciones como almacén y regulación metabólica de elementos como el calcio y el fósforo, o la
producción de las células sanguíneas mediante un proceso denominado hematopoyesis, ya que aloja los
elementos hematopoyéticos de la médula ósea.

Su componente más característico es una matriz extracelular mineralizada formada por cristales de
hidroxiapatita (fosfato cálcico cristalizado que representa hasta el 65 % de la matriz). El resto lo forma la
parte orgánica de la matriz que está compuesta por una gran abundancia de fibras de colágeno (sobre
todo el tipo I, el cual puede representar hasta el 95% de la parte orgánica) y por glucosaminoglicanos en
menor cantidad. Esta composición confiere al tejido óseo una gran consistencia, dureza, resistencia a la
compresión y cierta elasticidad. Según la densidad de la matriz extracelular hablamos de hueso
compacto cuando es muy densa o de hueso esponjoso cuando presenta numerosas oquedades que le
dan un aspecto más laxo. Las células que constituyen el hueso maduro se denominan osteocitos. El
hueso está en continua remodelación. Las células encargadas de destruir hueso se denominan
osteoclastos, mientras que su formación se lleva a cabo por los osteoblastos, que van quedando
encerrados en cavidades de matriz extracelular y se convierten en osteocitos. Al contrario que el
cartílago, el hueso es un tejido fuertemente irrigado por el sistema sanguíneo.

1.3 Tejido muscular

Está formado por unas células muy alargadas denominadas miocitos o fibras musculares que tienen la
capacidad de contraerse. Los miocitos se disponen en paralelo formando haces. La capacidad contráctil
de estas células depende de la asociación entre microfilamentos y proteínas motoras miosina presentes
en su citoesqueleto.

El tejido muscular se divide en dos tipos: estriado y liso. Las células del músculo estriado presentan unas
bandas perpendiculares al eje longitudinal celular cuando se observan al microscopio, de ahí su nombre.
El tipo estriado se subdivide en músculo esquelético y en músculo cardiaco. Estas bandas transversales
no aparecen en el músculo liso.

El músculo estriado esquelético se denomina también voluntario puesto que es capaz de producir
movimientos conscientes, es decir, está inervado por fibras nerviosas que parten del sistema nervioso
central. Sus células son muy alargadas y fusiformes. Es el tejido muscular asociado al esqueleto y
responsable del movimiento locomotor.

El músculo estriado cardiaco forma las paredes del corazón. Su misión es la contracción muscular, cuyo
ritmo está controlado por el sistema nervioso autónomo y por mecanismos intrínsecos al propio
corazón. Sus células son mononucleadas y ramificadas. Sus células están unidas entre sí por los discos
intercalares, que son sistemas complejos de uniones intercelulares.

Al músculo liso también se le denomina involuntario o plano. Está formado por células fusiformes no
ramificadas y cada célula sólo tiene un núcleo en posición central. Se encuentra en todas aquellas
estructuras corporales que no requieran movimientos voluntarios como el aparato digestivo, algunas
glándulas, vasos sanguíneos, etcétera.

1.4 Tejido nervioso

Es un tejido formado por dos tipos celulares: neuronas y glía, y cuya misión es recibir información del
medio externo e interno, procesarla y desencadenar una respuesta. Es también el responsable de
controlar numerosas funciones vitales como la respiración, digestión, bombeo sanguíneo del corazón,
regular el flujo sanguíneo, control del sistema endocrino, etc.

Las células del sistema nervioso se agrupan para formar dos partes: el sistema nervioso central que
incluye el encéfalo y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico formado por ganglios, nervios y
neuronas diseminados por el organismo.

Sistema nervioso

Las neuronas están especializadas en la conducción de información eléctrica por sus membranas gracias
a variaciones en el potencial eléctrico de la membrana plasmática. Mofológicamente, estas células se
pueden dividir en tres compartimentos: el soma o cuerpo celular (donde se localiza el núcleo de la
célula), las prolongaciones dendríticas y el axón. El árbol dendrítico es el principal receptor de la
información que proviene de multitud de otras neuronas, la integra y la dirige al cuerpo celular. Del
cuerpo celular parte el axón por donde viaja la información hacia otras neuronas o a fibras musculares.

Neurona

El número, tamaño y disposición de las dendritas que posee una neurona es muy variable, mientras que
cada neurona posee un solo axón (salvo excepciones). Las neuronas se comunican entre sí o con las
células musculares gracias a la existencia de mediadores químicos denominados neurotransmisores.
Esto ocurre en unas zonas especializadas denominadas sinapsis. El neurotransmisor es liberado por la
neurona presináptica a la hendidura sináptica, difundiendo hasta la superficie de la neurona
postsináptica, que posee receptores específicos para él. La unión del neurotransmisor al receptor
produce un cambio en el potencial de membrana de la neurona postsináptica.

Las células gliales pueden dividirse por mitosis, al contrario que las neuronas, y son más numerosas que
las neuronas (algo que podría parecer sorprendente). Hay diversos tipos de células gliales: astrocitos,
células de Schwann, oligodendrocitos y microglía. Su función es muy variada. Los astrocitos forman una
envuelta que rodea a los vasos sanguíneos, tapizan la superficie del encéfalo y están presentes como un
tercer elemento de las sinapsis, siendo los otros dos la neurona presináptica y la postsináptica. A pesar
de que los astrocitos se han considerado como mero soporte mecánico y metabólico de las neuronas,
también participan en la modulación de la actividad sináptica. Además, proliferan en las heridas o
infartos cerebrales ocupando el lugar de las neuronas muertas. Los oligodendrocitos y las células de
Schwann forman las vainas de mielina que rodean a los axones de las neuronas en el encéfalo y en el
sistema nervioso periférico, respectivamente. La microglía se relaciona con funciones de defensa frente
a patógenos o lesiones nerviosas puesto que actúan como fagocitos. Estas células no proceden del linaje
celular que da lugar a las neuronas, sino que son producidas en la médula ósea e invaden el tejido
nervioso desde los vasos sanguíneos.

Zonas y regiones del cuerpo

Introducción

El cuerpo humano posee unos cincuenta billones de células. Éstas se agrupan en tejidos, los cuales se
organizan en órganos, y éstos en ocho aparatos o sistemas: locomotor (muscular y óseo), respiratorio,
digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y reproductor.

En este módulo estudiaremos los sistemas o aparatos del cuerpo humano, sus características y los
hábitos saludables para prevenir las enfermedades.

Objetivos
En este tema el alumno aprenderá:

- A diferenciar morfológicamente los diferentes órganos

- Las funciones de cada órgano. Sistema o aparato

- Los hábitos saludables y prevención de enfermedades

Contenidos

- El aparato locomotor: sistema óseo y muscular

- Aparato digestivo.

- Aparato respiratorio

- Sistema sanguíneo y linfático

- Aparato excretor

- Aparato reproductor

- Sistema endocrino

- Sistema nervioso
- Los órganos de los sentidos

2.1. Aparato locomotor

El sistema esquelético-muscular está constituido por el conjunto de huesos, articulaciones y músculos


cuya función principal es la de sostén, protección y movimiento del cuerpo humano. Por otra parte
colaboran en la formación de las células sanguíneas y en almacenamiento de sales minerales.

LOS HUESOS

Los huesos se clasifican en función de su forma externa en:

- Largos: son más largos que anchos y gruesos. Los más importantes son el fémur, el húmero y la
tibia. Están constituidos por:

Epífisis o extremidades (proximal y distal): facilitan la articulación entre los huesos y son anchas y
voluminosas. Están constituidas por tejido óseo esponjoso y recubiertas por cartílago articular.

Diáfisis: es la parte central o cuerpo del hueso con aspecto tubular y formado por tejido óseo compacto
en cuyo interior se aloja la médula

ósea rodeada por dos vainas de tejido conjuntivo, el periostio (externa) y el endostio (interna).

Metáfisis: es la zona de separación entre ambas, está formada por tejido óseo esponjoso y una placa
cartilaginosa o tejido epifisario. En ella se produce el crecimiento del hueso hasta que el cartílago se
osifica por completo hacia los 20-25 años de edad.

- Cortos: en ellos no predomina ninguna de las tres dimensiones y presenta un aspecto cúbico. Están
formados por tejido esponjoso y médula ósea rodeada de tejido óseo compacto cubierto por periostio
excepto en las superficies articulares. Se localizan sobre todo en las manos (carpo) y los pies (tarso).

- Planos: son delgados y de aspecto curvo formados por dos capas de tejido óseo compacto, tejido
óseo esponjoso y médula ósea. Su localización general es el cráneo y las costillas.
La estructura interna de los huesos presenta las siguientes partes:

- Periostio: es una membrana conjuntiva. Recubre el hueso en todas sus superficies a excepción de
las superficies de articulación, que están recubiertas por una membrana cartilaginosa. Es el responsable
del crecimiento en grosor.

- Tejido óseo compacto en la periferia del hueso.

- Tejido óseo esponjoso formado por una masa de numerosas oquedades.

- Médula ósea roja compuesta de fibras de reticulita, vasos sanguíneos, hemocitoblastos


macrófagos, etc. rellena los huecos del tejido óseo esponjoso.

- Médula ósea amarilla de naturaleza grasa ocupa el canal de la diáfisis de los huesos largos.

- Endostio es una membrana conjuntiva que recubre el canal medular de la diáfisis de los huesos
largos.

La estructura microscópica del hueso está formada por:

- Células óseas: hay varios tipos de células óseas

Osteoblastos: células productoras de huesos.

Osteocitos: son el resultado de la maduración y desarrollo de los osteoblastos

Osteoclastos: responsables de la destrucción del tejido óseo que confiere al hueso la propiedad de
regenerarse y servir de almacén de calcio y fosforo que necesitan otros tejidos. Su actividad está
regulada por la vitamina D y las hormonas paratiroidea y tirocalcitonina.
- Sustancia intercelular: densa constituida por fibras de colágeno, una matriz orgánica y cristales de
calcio y fosfato.

- Vasos sanguíneos y nervios contenidos en los poros. Su cantidad en cada hueso determina su
clasificación en compactos (pocos poros) y esponjosos (muchos poros).

- Irregulares: sus características morfológicas son diferentes al resto. Se localizan en el cráneo, las
vértebras y el sacro y están formadas por tejido óseo esponjoso envuelto por una delgada capa de tejido
compacto.

MÚSCULOS

El sistema muscular está constituido por unos órganos de tejido muscular estriado llamados músculos.
Los músculos están relacionados con los centros nerviosos por medio de nervios y están unidos al
sistema esquelético por medio de tendones de tejido conjuntivo que se insertan en los huesos. Las
principales funciones del sistema muscular son la locomoción, la mímica y las posturas.

Los músculos se dividen en dos partes:

- Cuerpo central: en los músculos fusiformes recibe el nombre de vientre.

- Inserciones: unen los músculos a los huesos. Las inserciones terminales se llaman cabezas y las
distales colas. Están constituidas por tendones de tejido conjuntivo fibroso envueltos en una capa de
tejido conjuntivo llamada peritenonio. En los músculos anchos, los tendones son aplanados y se llaman
aponeurosis.

Los músculos están constituidos por:


- Fibras musculares estriadas (presentan estrías a lo largo del cuerpo debido al sistema actina-
miosina), constituidas por miofibrillas y unidas entre sí por una capa de tejido conjuntivo llamado
endomisio.

- Haces o fascículos: formados por un conjunto de fibras envueltas por una vaina de tejido conectivo
o perimisio

- El conjunto de haces o fascículos musculares constituyen el músculo propiamente dicho. Está


envuelto por una capa de tejido conjuntivo denominada epimisio.

Según su forma los músculos se clasifican en:

- Fusiformes: predomina la dimensión longitudinal, la parte central es más ancha y en los extremos
se hallan los tendones. Dependiendo del número de tendones el músculo se llama llaman bíceps, tríceps
o cuádriceps.

- Planos y anchos: tienen predomino de dos dimensiones. Por ejemplo, el frontal.

- Cortos: son de reducidas dimensiones, como los intervertebrales.

- Orbiculares: de forma semicircular dejan una apertura en la unión de dos de ellos. Por ejemplo, los
orbiculares de los labios.

- Esfínteres: tienen forma anular, Un ejemplo es el esfínter anal.

Según su función

- Flexores y extensores: acercan o separan respectivamente dos partes de un miembro.


- Abductores y aductores: alejan o acercan partes móviles hacia un eje central.

- Pronadores y supinadores: efectúan giros hacia abajo o hacia arriba.

- Elevadores y depresores: suben o bajan una parte del cuerpo.

- Esfínteres y dilatadores: cierran o abren un orificio corporal.

Propiedades de los músculos:

- Excitabilidad: es la sensibilidad que presentan los músculos respecto al impulso nervioso que llega
a la fibra muscular conducido por los nervios.

- Elasticidad: es la capacidad que tienen los músculos para aumentar su longitud y luego volver a s u
estado normal.

- Contractilidad: es el acortamiento del músculo (sin que varíe el volumen) al ser excitado. Las fibras
musculares cumplen la ley del todo o nada, pues cada fibra se contrae del todo o no se contrae. Existen
dos tipos de contracción muscular:

Contracción isométrica: se da cuando un músculo que tiene sus extremos fijos, es excitado. Entonces
aumenta su tensión, pero no su longitud.

Contracción isotónica: se da cuando un músculo que actúa contra una carga es excitado. Entonces
disminuye su longitud, pero su tensión no varía.

- Tonicidad: es el grado de contracción isométrica que existe en el músculo en reposo. Este estado
del músculo en reposo se llama tono muscular.
En una contracción muscular se pueden distinguir tres fases:

- Fase de latencia: es el tiempo transcurrido entre la estimulación del músculo y el inicio de su


contracción.

- Fase de contracción: es el tiempo que dura la contracción del músculo.

- Fase de relajación: es el tiempo durante el cual el músculo recupera su posición inicial.

2.2. Aparato digestivo

El proceso digestivo comprende una etapa de preparación del alimento, que tiene lugar en la boca; otra
de tratamiento del alimento mediante una serie de acciones físicas y químicas que se efectúan en el
estómago y primera parte del intestino; una tercera en que los componentes útiles y asimilables se
separan de los residuos e ingresan en la sangre; y por último la fase en la que esos desechos son
excretados del cuerpo.

El tracto o tubo digestivo es un conducto muscular constituido por la boca, faringe, esófago, estómago,
intestino delgado, intestino grueso y ano. Su función es descomponer la comida en sustancias que
puedan ser absorbidas en la corriente sanguínea para su distribución a las células, y eliminar los
productos de desecho.

El alimento que se ingiere por la boca necesita ser reducido a partículas pequeñas para que los jugos
digestivos actúen con mayor efectividad. Esta función de desmenuzar la comida es realizada por los
dientes.

La bocase encuentra rodeada por unos pliegues de la piel, llamados labios. Dentro de la boca se
encuentran los dientes cuya función es cortar, trozar y triturar los alimentos (digestión mecánica). En la
boca encontramos también la lengua -con gran cantidad de papilas gustativas-, cuya función es la de
mezclar los alimentos y facilitar su tránsito hacia el esófago. En la cavidad bucal desembocan las
glándulas salivales, que secretan la saliva, cuyas funciones son:
Actuar como lubricante.

Destruir parte de las bacterias ingeridas con los alimentos.

Comenzar la digestión química de los glúcidos mediante una enzima -proteína que acelera un cambio
químico- llamada amilasa o ptialina, la cual cataliza el almidón (hidrato de carbono presente en los
vegetales) y lo transforma en maltosa, un tipo de azúcar que se produce como consecuencia de esta
degradación.

La saliva está formada, en un 95 por ciento por agua, y el 5 por ciento restante por sustancias disueltas
en agua, tales como iones sodio, potasio, cloruro, bicarbonato y fosfatos. Posee además una sustancia
formada por suero llamada mucus y dos enzimas que son la amilasa salival y la lisozima.

El resultado de la masticación es una masa homogénea denominada bolo alimenticio, que ya ha


comenzado su proceso de fermentación. Dicha mezcla atraviesa un grueso tubo -demorando entre cinco
y diez segundos-, que es el esófago, e ingresa al estómago, donde es agitada y mezclada con el jugo
gástrico que secretan unas glándulas situadas en la pared estomacal, y cuya finalidad es romper las
grandes moléculas de proteínas y convertirlas en otras más sencillas.

La faringe

La faringe es un tubo musculoso situado en el cuello y revestido de membrana mucosa; conecta la nariz
y la boca con la tráquea y el esófago. Por la faringe pasan tanto el aire como los alimentos. En el hombre
mide unos trece centímetros, ubicándose delante de la columna vertebral.

Como arranca de la parte posterior de la cavidad nasal, su extremo más alto se llama nasofaringe. La
inferior, u orofaringe, ocupa la zona posterior de la boca. Termina en la epiglotis, un pliegue
cartilaginoso que impide la entrada de alimentos en la tráquea, pero no obstaculiza su paso al esófago.
Para que las vías respiratorias permanezcan cerradas durante la deglución (o acción de tragar), la
epiglotis obstruye la glotis para impedir que el alimento se introduzca en el sistema respiratorio.

El esófago

Este conducto muscular se sitúa entre el extremo inferior de la laringofaringe y el superior del
estómago. Tiene una longitud que oscila entre los 23 y los 25 centímetros, siendo su principal función la
de transportar el alimento hacia el estómago. Está formado por varias capas que desde el exterior hacia
el interior son la adventicia, la muscular (con fibras longitudinales y circulares), la submucosa (con tejido
conectivo, vasos sanguíneos y glándulas mucosas) y la mucosa, que también contiene este tipo de
glándulas.

El alimento avanza por el esófago hacia el estómago mediante un movimiento muscular involuntario
denominado peristaltismo, originado en la capa muscular. El peristaltismo -controlado por el sistema
nervioso- supone una serie de contracciones y relajaciones del esófago, que en forma de ondas se
desplazan hacia abajo y propulsan el bolo alimenticio hacia el estómago. Este proceso se ve facilitado
por el moco secretado por las glándulas mucosas.

El estómago

El estómago es un saco hueco y elástico con forma de J, siendo la parte más ancha del tubo digestivo. Su
superficie externa es lisa, mientras que la interna presenta numerosos pliegues que favorecen la mezcla
de los alimentos con los jugos digestivos.

En este lugar las sustancias alimenticias permanecen almacenadas durante un tiempo antes de pasar al
intestino en un estado de digestión avanzado.

En el estómago el alimento permanece entre tres y seis horas. Luego, pasa al intestino, donde se le
agregan otros jugos desintegradores procedentes del páncreas y la pared intestinal. A estas alturas del
proceso digestivo estamos frente a una masa compleja en la que los elementos iniciales se han
convertido en otros más simples. Por ejemplo, las proteínas se han simplificado en aminoácidos, el
almidón en glucosa y las grasas en ácidos grasos y glicerina. Estos compuestos más sencillos ya son
capaces de atravesar la pared intestinal e incorporarse a la sangre mediante las vellosidades intestinales.

El estómago se encuentra compuesto por una región cardíaca, que limita con el esófago mediante un
esfínter llamado cardias; una región media, llamada cuerpo o antro, y una región pilórica que comunica
con el intestino a través del esfínter pilórico.

El estómago es musculoso, por lo que gracias a sus contracciones se completa la acción digestiva
mecánica. Además, en él se realiza también parte de la digestión química, gracias a la acción del jugo
gástrico secretado por las glándulas que existen en sus paredes.
Todo el proceso de digestión dura entre 16 y 24 horas, lo que quiere decir que para que esta operación
se realice en forma óptima, la selección de los alimentos que se comen debe ser igualmente óptima.

El estómago se sitúa en la zona superior de la cavidad abdominal, ubicado en su mayor parte a la


izquierda de la línea media. La gran cúpula del estómago, llamada fundus, descansa bajo la bóveda
izquierda del diafragma. El esófago penetra por la zona superior, o curvatura menor, a poca distancia
bajo del fundus. La región inmediata por debajo del fundus se denomina cuerpo.

La porción inferior, o pilórica, se incurva hacia abajo, hacia adelante y hacia la derecha, y está formada
por el antro y el conducto pilórico. Este último se continúa con la parte superior del intestino delgado,
que es el duodeno.

Los tejidos del estómago incluyen una cubierta externa fibrosa que deriva del peritoneo y, debajo de
ésta, una capa de fibras musculares lisas dispuestas en estratos diagonales, longitudinales y circulares.
En la unión del esófago y el estómago, la capa muscular circular está mucho más desarrollada y forma
un esfínter, el cardias. La contracción de este músculo impide el paso de contenido esofágico hacia el
estómago y la regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago. En la unión del píloro y el duodeno
existe una estructura similar, el esfínter pilórico.

La submucosa es otra capa del estómago, formada por tejido conjuntivo laxo, en el cual se encuentran
numerosos vasos sanguíneos, linfáticos y terminaciones nerviosas del sistema nervioso vegetativo. La
capa más interna, la mucosa, contiene células secretoras, algunas de las cuales producen ácido
clorhídrico, que no solo neutraliza la reacción alcalina de la saliva, sino que proporciona un carácter
ácido al contenido gástrico y activa los jugos digestivos del estómago.

Las enzimas que se encuentran en el jugo gástrico son la pepsina, que en presencia de ácido fragmenta
las proteínas en peptonas; la renina, que coagula la leche, y la lipasa, que rompe las grasas en ácidos
grasos y glicerol. Un tercer tipo de células producen mucosidades para proteger al estómago de sus
propias secreciones. Cuando un trastorno psicosomático o patológico impide la secreción adecuada de
mucosidad, la mucosa gástrica se erosiona y se forma una úlcera.
La penetración en el estómago de productos alimenticios digeridos en parte, estimula la secreción de
jugo gástrico. Los alimentos inducen la formación -en el extremo pilórico del estómago- de una hormona
llamada gastrina, que cuando se absorbe estimula las glándulas secretoras. Este estímulo también se
puede presentar por la simple visión u olor de la comida, lo que se denomina estimulación refleja o
cefálica.

La porción cardíaca del estómago almacena la comida ingerida y las ondas de contracción -que pueden
ocurrir a una frecuencia de tres por minuto- maceran y mezclan por completo el alimento con el jugo
gástrico.

El alimento pasa periódicamente desde el estómago hacia el duodeno, proceso generado por la
contracción de los músculos de la pared del estómago. Estos músculos están inervados por el nervio
vago, que estimula la contracción de la musculatura gástrica y permite la apertura del esfínter situado
entre el estómago y el duodeno, llamado píloro.

Intestino delgado

Situado en la cavidad abdominal, el intestino delgado es un tubo alargado y hueco con paredes más
delgadas que las del estómago. Mide entre siete y nueve metros de largo, plegado varias veces. Se
divide en tres partes: duodeno, o parte más cercana al estómago; yeyuno, o porción media; e íleon,
tramo final.

Al igual que el estómago, el intestino delgado tiene músculos que, al moverse, hacen que los alimentos
vayan avanzando. La pared interior del intestino delgado no es lisa, sino que presenta una gran cantidad
de vellosidades intestinales, las que están irrigadas internamente por pequeños vasos sanguíneos.

El páncreas produce el jugo pancreático, y el hígado, la bilis. Estos dos jugos son vertidos al intestino
delgado. La bilis ayuda a disolver las grasas, lo que facilita su asimilación. Mientras, el jugo pancreático
completa la digestión de las proteínas y los azúcares, proceso que comenzó en el estómago, junto al
jugo intestinal producido por las paredes del intestino delgado. Una vez digeridos los alimentos, sus
componentes deben pasar a la sangre para ser distribuidos a todos los órganos del cuerpo. Cuando las
enzimas digestivas han disociado las grandes moléculas de proteínas, polisacáridos, ácidos nucleicos y
lípidos en unidades constituyentes, los productos son absorbidos por la pared del intestino,
especialmente del delgado. Pequeñas fracciones en forma de dedo, llamadas vellosidades intestinales,
cubren toda la superficie de la mucosa intestinal, cada una de las cuales contiene una red de capilares
sanguíneos y un capilar linfático en su centro, al cual son transferidos los nutrientes. La mucosa del
intestino delgado también secreta la hormona secretina, que estimula al páncreas para producir las
enzimas digestivas.

El colon o intestino grueso

Una vez que han sido absorbidos los nutrientes, las materias restantes pasan del intestino delgado al
grueso, dispuesto en el abdomen en forma de U invertida, de mayor diámetro y paredes mas gruesas
que los segmentos anteriores.

El intestino grueso desemboca en el colon. A poca distancia de la terminación del intestino se encuentra
un área denominada ciego de cuyo extremo sobresale una porción del tamaño de un dedo meñique,
llamada apéndice. Desde la unión de los dos segmentos del intestino, el colon ascendente, como su
nombre lo indica, se extiende en dirección vertical por el lado derecho del abdomen hasta llegar a nivel
del hígado. En ese lugar cambia de dirección en ángulo recto y se denomina colon transverso, el que
cruza la cavidad abdominal por debajo del hígado y estómago. Ya a la izquierda del abdomen, vuelve a
doblarse en ángulo recto y a tomar dirección descendente (colon descendente) hasta llegar al recto.

El colon elimina productos digestivos de desecho, que el cuerpo excreta como heces por el recto y ano.
Cuando la comida llega al colon, ya se han absorbido los nutrientes esenciales para las funciones del
cuerpo

La función principal del colon es convertir en heces el líquido del intestino delgado, llamado quimo. Los
millones de bacterias del colon producen vitaminas K y B, así como los gases de hidrogeno, anhídrido
carbónico, sulfuro de hidrógeno y metano. El recubrimiento del colon secreta mucus para lubricar el
interior del intestino y facilitar el paso de las heces. Pero además crea anticuerpos que protegen el
sistema contra posibles enfermedades, y corresponden a la inmunoglobulina A secretora.

El sodio, el cloruro y el agua son absorbidos a través del recubrimiento del colon y pasan a la circulación,
de modo que las heces se hacen más secas.
En el tracto intestinal viven miles de millones de bacterias, que si se mantienen en esta parte del cuerpo
son totalmente inofensivas para el individuo. Estos microorganismos se alimentan de la fibra no digerida
de la materia fecal y ayudan a reducir así la cantidad de heces que se producen.

Aunque las materias que llegan al colon han perdido mucha parte de sus componentes, el conjunto
todavía es líquido. Cierta cantidad de agua es absorbida en el intestino delgado, aproximadamente la
equivalente a la aportada por la bilis y el jugo pancreático. La principal función del colon es absorber
agua y reducir los desechos a consistencia semisólida. En el colon se producen también movimientos
peristálticos, aunque de frecuencia más lenta. Cada cierto tiempo, los movimientos peristálticos más
enérgicos impelen las materias hacia el recto, siendo más frecuentes después de haber comido, debido
a un mecanismo reflejo por el cual la contracción del estómago estimula el vaciamiento del colon.

La defecación en parte es voluntaria, debido a la contracción de los músculos de la pared abdominal, del
diafragma y a la relajación del esfínter externo del ano, y en parte involuntaria, dependiente de la
relajación del esfínter interno del ano y de la contracción del intestino grueso y el recto, que impulsan
las heces hacia el ano. La distensión del recto y el estímulo resultante de los nervios de sus paredes es lo
que despierta el deseo de defecar.

Recto y ano

El recto forma parte del intestino grueso y está situado a continuación del mismo. Su forma es cilíndrica,
excepto en su parte inferior, llamada ampolla. La parte terminal del intestino o recto mide unos 15
centímetros de longitud y debe este nombre a su forma casi recta.

La salida del recto se llama ano. Posee una longitud de trece centímetros y está cerrada por un músculo
que lo rodea, el esfínter anal. En su interior presenta dos especies de válvulas (válvulas de Houston), una
de las cuales (válvula de Kohlrausch) es bastante visible en el lado derecho. En su parte inferior hay una
serie de repliegues curvilíneos, denominadas válvulas semilunares de Morgagni, separadas entre sí por
las columnas del mismo nombre.

Por debajo del recto está el canal anal, de unos cuatro centímetros de longitud, revestido de crestas
verticales llamadas columnas anales. En las paredes del canal anal hay dos fuertes hojas planas de
músculos, llamados esfínteres interno y externo, que actúan como válvulas y que se relajan durante la
defecación.
2.3. Aparato respiratorio

El aparato respiratorio es el encargado de realizar el intercambio de gases entre el aire y la sangre. Esta
constituido por:

Vías respiratorias

Pulmones

1.Vías respiratorias: Conducen el aire del exterior a los pulmones y viceversa.

1.1.Fosas nasales: Son las dos cavidades de la nariz. En ellas el aire es filtrado, calentado y humedecido.

1.2.Faringe: Forma parte a la vez de las vías respiratorias y del tubo digestivo: comunica con la laringe y
el esófago. Tiene la misma misión que las fosas nasales.

1.3.Laringe: En su interior se encuentran las cuerdas vocales, cuya vibración, al paso del aire, produce la
voz. Cuando tragamos el alimento, la laringe queda cerrada por una especie de lengüeta llamada
epiglotis.

1.4.Tráquea: Es un largo tubo que posee anillos cartilaginosos incompletos en forma de C que lo
mantienen siempre abierto. Se halla situada delante del esófago.

1.5.Bronquios: Son los dos tubos en los que se divide la tráquea. Penetran en el interior de los pulmones
donde se ramifican repetidamente, formando los bronquiolos. Su pared interior posee cilios (especie de
pelillos que vibran) y moco para filtrar el aire y atrapar las partículas que lleva en suspensión.

2.Pulmones: Son dos masas esponjosas recubiertas de un tejido de doble pared llamado pleura, con una
fina capa de líquido entre ambas para suavizar los movimientos respiratorios. El pulmón derecho está
dividido en tres lóbulos y el izquierdo en dos. Están constituidos por los bronquiolos que se dividen
repetidamente en ramas cada vez más finas que terminan en unas bolsas llamadas alvéolos, recubiertas
de capilares sanguíneos.
Ventilación pulmonar

Así se llama a la entrada y salida de aire de los pulmones. Consta de dos movimientos respiratorios:
inspiración y espiración.

1.Inspiración: Se produce por contracción del diafragma (desciende) y de los músculos que elevan las
costillas. Esto provoca un aumento de la cavidad torácica que permite la entrada de aire en los
pulmones.

2.Espiración: Ocurre lo contrario que en la inspiración: diafragma y los músculos de las costillas se
relajan, disminuyendo la capacidad torácica. Esto provoca la salida pasiva del aire.

Intercambio de gases

El intercambio de gases entre el aire y la sangre tiene lugar a través de las finas paredes de los alvéolos
y de los capilares sanguíneos. La sangre venosa proveniente de la arteria pulmonar se libera del dióxido
de carbono, procedente del metabolismo de todas las células del cuerpo, y toma oxigeno. La sangre
oxigenada regresa por la vena pulmonar al corazón que la bombea a todo el cuerpo.

2.4. Aparato sanguíneo y linfático

El aparato circulatorio tiene varias funciones sirve para llevar los alimentos y el oxígeno a las células, y
para recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por
el aire exalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono (CO2). De toda esta labor se encarga la
sangre, que está circulando constantemente. Además, el aparato circulatorio tiene otras destacadas
funciones: interviene en las defensas del organismo, regula la temperatura corporal, etc.

La sangre

El corazón

Los vasos sanguíneos


El sistema linfático

La sangre

La sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio, formado por el
corazón y un sistema de tubos o vasos, los vasos sanguíneos.

La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales
minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células
sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Una gota de sangre contiene
aproximadamente unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y alrededor de
250.000 plaquetas.

El plasma sanguíneo es la parte líquida de la sangre. Es salado, de color amarillento y en él flotan los
demás componentes de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de
las células. El plasma cuando se coagula la sangre, origina el suero sanguíneo.

Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del
oxígeno molecular (O2). Tienen forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro
cúbico hay cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo
que se consideran células muertas. Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que
les sirve para transportar el oxígeno desde los pulmones a las células. Una insuficiente fabricación de
hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable,
pues puede deberse a un déficit nutricional, a un defecto genético o a diversas causas más.

Los glóbulos blancos o leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar
trabajos de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos
numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los
capilares y se dedican a destruir los microbios y las células muertas que encuentran por el organismo.
También producen anticuerpos que neutralizan los microbios que producen las enfermedades
infecciosas.

Las plaquetas son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar
hemorragias.
El corazón

El corazón es un órgano hueco, del tamaño del puño, encerrado en la cavidad torácica, en el centro del
pecho, entre los pulmones, sobre el diafragma, dando nombre a la "entrada" del estómago o cardias.
Histológicamente en el corazón se distinguen tres capas de diferentes tejidos que, del interior al exterior
se denominan endocardio, miocardio y pericardio. El endocardio está formado por un tejido epitelial de
revestimiento que se continúa con el endotelio del interior de los vasos sanguíneos. El miocardio es la
capa más voluminosa, estando constituido por tejido muscular de un tipo especial llamado tejido
muscular cardíaco. El pericardio envuelve al corazón completamente.

El corazón está dividido en dos mitades que no se comunican entre sí: una derecha y otra izquierda, La
mitad derecha siempre contiene sangre pobre en oxígeno, procedente de las venas cava superior e
inferior, mientras que la mitad izquierda del corazón siempre posee sangre rica en oxígeno y que,
procedente de las venas pulmonares, será distribuida para oxigenar los tejidos del organismo a partir de
las ramificaciones de la gran arteria aorta. En algunas cardiopatías congénitas persiste una comunicación
entre las dos mitades del corazón, con la consiguiente mezcla de sangre rica y pobre en oxígeno, al no
cerrarse completamente el tabique interventricular durante el desarrollo fetal.

Cada mitad del corazón presenta una cavidad superior, la aurícula, y otra inferior o ventrículo, de
paredes musculares muy desarrolladas. Exiten, pues, dos aurículas: derecha e izquierda, y dos
ventrículos: derecho e izquierdo. Entre la aurícula y el ventrículo de la misma mitad cardiaca existen
unas válvulas llamadas válvulas aurículoventriculares (tricúspide y mitral, en la mitad derecha e
izquierda respectivamente) que se abren y cierran continuamente, permitiendo o impidiendo el flujo
sanguíneo desde el ventrículo a su correspondiente aurícula. Cuando las gruesas paredes musculares de
un ventrículo se contraen (sístole ventricular), la válvula auriculoventricular correspondiente se cierra,
impidiendo el paso de sangre hacia la aurícula, con lo que la sangre fluye con fuerza hacia las arterias.
Cuando un ventrículo se relaja, al mismo tiempo la aurícula se contrae, fluyendo la sangre por esta
sístole auricular y por la abertura de la válvula auriculoventricular.

Como una bomba, el corazón impulsa la sangre por todo el organismo, realizando su trabajo en fases
sucesivas. Primero se llenan las cámaras superiores o aurículas, luego se contraen, se abren las válvulas
y la sangre entra en las cavidades inferiores o ventrículos. Cuando están llenos, los ventrículos se
contraen e impulsan la sangre hacia las arterias. El corazón late unas setenta veces por minuto y
bombea todos los días unos 10.000 litros de sangre.
Los vasos sanguíneos

Los vasos sanguíneos (arterias, capilares y venas) son conductos musculares elásticos que distribuyen y
recogen la sangre de todos los rincones del cuerpo. Se denominan arterias a aquellos vasos sanguíneos
que llevan la sangre, ya sea rica o pobre en oxígeno, desde el corazón hasta los órganos corporales. Las
grandes arterias que salen desde los ventrículos del corazón van ramificándose y haciéndose más finas
hasta que por fin se convierten en capilares, vasos tan finos que a través de ellos se realiza el
intercambio gaseoso y de sustancias entre la sangre y los tejidos. Una vez que este intercambio sangre-
tejidos a través de la red capilar, los capilares van reuniéndose en vénulas y venas por donde la sangre
regresa a las aurículas del corazón.

Las Arterias

Son vasos gruesos y elásticos que nacen en los Ventrículos aportan sangre a los órganos del cuerpo por
ellas circula la sangre a presión debido a la elasticidad de las paredes.

Del corazón salen dos Arterias :

Arteria Pulmonar que sale del Ventrículo derecho y lleva la sangre a los pulmones.

Arteria Aorta sale del Ventrículo izquierdo y se ramifica, de esta ultima arteria salen otras principales
entre las que se encuentran:

Las carótidas: Aportan sangre oxigenada a la cabeza.

Subclavias: Aportan sangre oxigenada a los brazos.

Hepática: Aporta sangre oxigenada al hígado.

Esplénica: Aporta sangre oxigenada al bazo.

Mesentéricas: Aportan sangre oxigenada al intestino.

Renales: Aportan sangre oxigenada a los riñones.

Ilíacas: Aportan sangre oxigenada a las piernas.


Los Capilares

Son vasos sumamente delgados en que se dividen las arterias y que penetran por todos los órganos del
cuerpo, al unirse de nuevo forman las venas.

Las Venas

Son vasos de paredes delgadas y poco elásticas que recogen la sangre y la devuelven al corazón,
desembocan en las Aurículas. En la Aurícula derecha desembocan:

- La Cava superior formada por las yugulares que vienen de la cabeza y

las subclavias (venas) que proceden de los miembros superiores.

- La Cava inferior a la que van las Ilíacas que vienen de las piernas, las renales de los riñones, y la
suprahèpatica del hígado.

- La Coronaria que rodea el corazón.

En la Aurícula izquierda desemboca las cuatro venas pulmonares que traen sangre desde los pulmones y
que curiosamente es sangre arterial.

El Sistema Linfático

La linfa es un líquido incoloro formado por plasma sanguíneo y por glóbulos blancos, en realidad es la
parte de la sangre que se escapa o sobra de los capilares sanguíneos al ser estos porosos.
Los vasos linfáticas tienen forma de rosario por las muchas válvulas que llevan, también tienen unos
abultamientos llamados ganglios que se notan sobre todo en las axilas, ingle, cuello etc. En ellos se
originan los glóbulos blancos.

2.5. Aparato excretor

Cuando hablamos de excreción, siempre pensamos en la eliminación de productos de desecho. Esta sin
embargo, es sólo una de sus funciones.

La excreción es además, un sistema regulador del medio interno, es decir, determina la cantidad de agua
y de sales que hay en el organismo en cada momento, y expulsa el exceso de ellas de modo que se
mantenga constante la composición química y el volumen del medio interno (homeostasis). Así es como
los organismos vivos aseguran su supervivencia frente a las variaciones ambientales.

Se puede decir, que la excreción llevada a cabo por los aparatos excretores implica varios procesos:

La excreción de los productos de desecho del metabolismo celular.

La osmorregulación o regulación de la presión osmótica.

La ionoregulación o regulación de los iones del medio interno.

El aparato urinario está constituido por dos riñones, donde se elabora la orina, y unos conductos que la
llevan al exterior.

Los riñones son típicos de vertebrados. Cada riñón está formado por un conjunto de unidades llamadas
nefronas.

La nefrona se puede considerar como la unidad funcional del riñón.

Una nefrona consta de un corpúsculo renal, que filtra a presión el plasma sanguineo, y de un túbulo
contorneado, de longitud variable, donde se produce la reabsorción y la secreción.
En el caso de los animales vertebrados superiores, el aparato excretor está compuesto por:

dos riñones, que por medio de unos tubos llamados

uréteres, comunican con la

vejiga , donde se almacena la orina y se expulsa al exterior mediante un conducto que es la

uretra

El riñón de los mamíferos está constituido por mas de un millón de nefronas, y en él se distinguen las
siguientes capas:

La cápsula renal: capa externa formada por una membrana de tejido conjuntivo fibroso.

La zona cortical: tiene un aspecto granuloso debido a los corpúsculos de Malpigio. Forma una cubierta
continua bajo la cápsula renal con prolongaciones hacia el interior: las columnas renales.

La zona medular: tiene aspecto estriado debido a su división en sectores por las columnas renales. Estos
sectores se llaman pirámides renales.

La pelvis renal: zona tubular que recoge la orina.

Una nefrona está formada por el glomérulo renal, constituido por capilares sanguineos, que está
rodeado por la cápsula de Bowmann, con función filtradora.

La presión de la sangre impulsa el agua y las sustancias disueltas, a excepción de las proteinas
plasmáticas, a través de las paredes semipermeables del capilar y hacia la cápsula de Bowmann,
mediante un proceso de ultracentrifugación.

De esta manera se extraen del sistema circulatorio, no sólo productos tóxicos del metabolismo, sino
también compuesto útiles, como glucosa aminoácidos.

El túbulo renal, consta de varias partes:

tubo contorneado proximal

asa de Henle
tubo contorneado distal

tubo colector

del total del filtrado glomerular se elimina solamente alrededor del 1%, con una concentración cuatro
veces mayor que la del principio.

2.6. Aparato reproductor

La reproducción sexual se produce cuando la célula germinal femenina (el óvulo) es fecundada por una
célula germinal masculina (el espermatozoide). Dado que la reproducción humana es interna los
aparatos reproductores de cada sexo se han especializado para realizar una función concreta. En el caso
de la mujer el sistema reproductor está organizado para la producción de los óvulos, para recibir el
esperma y para acomodar y nutrir al feto en el útero durante su desarrollo embrionario. En el hombre
está organizado para la producción de esperma y su transporte a la vagina femenina desde donde se
dirigirá hacia el óvulo para fecundarlo.

Aparato Reproductor Masculino

Los órganos genitales masculinos están formados por los órganos genitales internos, externos y
glándulas accesorias.

ÓRGANOS GENITALES INTERNOS

- Testículos: producen los espermatozoides o gametos masculinos.

Tienen función glandular elaborando la hormona testosterona.

Se encuentran situadas fuera de la cavidad abdominal, en el escroto.

Se compone de una cubierta, la túnica albugínea de tejido conjuntivo.

En su interior los lobulillos contienen los tubos seminíferos con células que forman los
espermatozoides, células de Sertoli que los nutren y células de Leydig, productoras de testosterona.

- Epidídimo: conducto replegado formado por los tubos seminíferos en los que se almacenan los
espermatozoides.
- Conductos deferentes: continuación del epidídimo terminan en un ensanchamiento terminal o
ampolla y almacenan los espermatozoides. Se une con el conducto de la vesícula seminal antes de
penetrar en la próstata.

- Conductos eyaculadores: es el resultado de la unión de los conductos deferente y de los de las


vesículas seminales. Discurren a través de la próstata y desembocan en la uretra.

- Uretra: es un conducto mixto (compartido con el aparato urinario) que se origina en el cuello
vesical discurriendo por el pene. El tramo común comienza cuando los conductos eyaculadores
desembocan en la uretra, y termina en el meato urinario.

ÓRGANOS GENITALES EXTERNOS

- Bolsas testiculares o escroto: alojan a los testículos, los epidídimos y parte de los conductos
deferentes. Formadas por dos capas de tejido epitelial (escroto) y varias de tejido muscular liso.

- Pene: órgano de la cópula tiene la función de llevar los espermatozoides hasta los órganos sexuales
femeninos mediante el acto sexual. Está constituido por:

Dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso: de tejido conjuntivo por los que circula la sangre (tejido
eréctil). La erección se produce al llenarse las cavidades de sangre. Los cuerpos cavernosos están
situados encima del cuerpo esponjoso de la uretra.

Glande: es el ensanchamiento terminal del cuerpo cavernoso. En su vértice desemboca la uretra a través
del meato urinario. Está recubierto por un repliegue cutáneo retroversible denominado prepucio que se
une ventralmente a la piel por un ligamento denominado frenillo.

GLÁNDULAS SEXUALES ACCESORIAS

Vesículas seminales: receptáculos membranosos situados entre la vejiga y el recto que producen una
parte importante del líquido seminal con función nutritiva y lubricante. No son reservorio de
espermatozoides.
ESPERMATOGÉNESIS.

Es el proceso de formación de los espermatozoides, (células sexuales haploides) a partir de células


germinativas (diploides) mediante divisiones sucesivas que tienen lugar en las gónadas. La
espermatogénesis consta de las siguientes fases:

- Fase de proliferación o multiplicación: durante toda la vida del hombre las células germinales de
los tubos seminíferos se multiplican por mitosis dando lugar a espermatogonias (diploides).

- Fase de crecimiento: las espermatogonias aumentan de tamaño y se transforman en


espermatocitos de primer orden (diploides).

- Fase de reducción: tiene lugar la reducción cromosómica por meiosis (pasa de 46 cromosomas a
23). Cada espermatocito de 1º orden origina dos espermatocitos de segundo orden (haploides) y en una
segunda división meiótica ecuacional origina dos espermátidas (haploides).

- Fase de espermiogénesis: las espermátidas se transforman en espermatozoides mediante un


proceso de diferenciación celular.

ESTRUCTURA DEL ESPERMATOZOIDE

Mide de 50 a 60 micras y se divide en tres partes: cabeza, pieza intermedia y cola.

- Cabeza: parte más ancha y voluminosa, en cuyo interior se encuentra el núcleo y delante de éste
está el acrosoma, que es un orgánulo originado de la transformación del aparato de Golgi durante la
fase de espermiogénesis y que contiene sustancias ricas en energía.
- Pieza intermedia o cuello: une la cabeza con la cola y se compone de un centriolo del que parte el
filamento axial

- Cola: constituida por el filamento axial, de estructura proteica y envuelto en una vaina de
citoplasma con mitocondrias que suministran la energía para el desplazamiento.

Aparato Reproductor Femenino

Los órganos genitales femeninos se dividen en internos (ovarios, trompas uterinas, útero, vagina),
externos (vulva) y glándulas sexuales accesorias.

ÓRGANOS GENITALES INTERNOS.

- Ovarios: situados en el lateral de la pelvis producen los gametos femeninos u óvulos y tienen
función endocrina elaborando el estradiol o foliculina y progesterona o luteína. Formados por tejido
epitelial (externo), una zona medular de tejido conjuntivo y muscular y una zona cortical conjuntiva con
unas cavidades (folículos de Graaf), donde se encuentran las células madre de los óvulos y las células
productoras de estradiol.

- Trompas uterinas o de Falopio: dos conductos que van desde los ovarios hasta la parte superior del
útero. Conducen los óvulos mediante movimientos peristálticos y de los cilios de las células epiteliales
del interior. En ellos se produce la fecundación.

- Útero o matriz: con forma de pera invertida está situado en la pelvis, entre la vejiga y el recto. Es
donde se desarrolla el óvulo fecundado durante la gestación. Tiene tres zonas: el cuerpo (superior), el
cuello (inferior) y el istmo. El endometrio es un revestimiento interno de tejido epitelial que se
desarrolla durante el embarazo y es donde se aloja el óvulo fecundado. La pared del útero es gruesa de
musculatura lisa y en el exterior presenta tejido conjuntivo.

- Órgano copulador o vagina: conducto músculo-membranoso tapizado por una mucosa con pliegues
transversales que va desde el extremo terminal del útero y termina en la vulva. Sirve para la cópula, la
salida del feto y del flujo menstrual. Está parcialmente cerrada en la parte baja por un pliegue anular
membranoso llamado himen que se rompe en el primer coito.

ÓRGANOS GENITALES EXTERNOS

- Monte de Venus: prominencia formada por grasas recubierta por la piel en la parte delantera de la
sínfisis púbica que se cubre de vello a partir de la pubertad.

- Formaciones labiales y vestíbulo: repliegues cutáneos de tejido adiposo que ocupan la parte
externa (labios mayores) e interna (labios menores) de la vulva delimitando un espacio (vestíbulo) por
donde se abren los orificios uretral y vaginal.

- Órganos eréctiles: son el clítoris (homólogo del pene masculino pero sin uretra) y los bulbos de la
vagina. Ambos están formados por tejido cavernoso.

GLÁNDULAS SEXUALES ACCESORIAS

Son las glándulas vestibulares o glándulas de Bartolino que están situadas a la entrada de la vagina, a
derecha e izquierda. Producen una secreción que lubrifica el conducto vaginal.

CICLO MENSTRUAL

Constituido por una serie de modificaciones periódicas de una duración aproximada de 28 días con las
fases siguientes:

- Secreción de estrógenos y crecimiento del folículo: tiene una duración de 11 días. Se produce la
hormona folículo estimulante u hormona hipofisiaria (FSH) que induce la maduración de varios folículos
(20) del ovario, al tiempo que las células foliculares comienzan a producir estrógenos. Solamente uno de
los folículos madura por lo que los demás se atrofian (atresia folicular). Los estrógenos incrementan la
proliferación del endometrio.
- Ovulación y secreción de progesterona: la hipófisis libera hormona luteinizante (LH) cuya
concentración predominará sobre la FSH hacia el día 14 provocando la ovulación (liberación del ovocito
por rotura del folículo en los ovarios). El resto del folículo se transforma en el cuerpo lúteo o cuerpo
amarillo que secretará la progesterona y algunos estrógenos. Esta fase dura 12 días y si el óvulo es
fecundado el cuerpo lúteo perdura gracias a la estimulación de la hormona gonadotropina coriónica
(HCG) que segrega el embrión. Si no es fecundado degenera y deja de secretar progesterona a los 26
días. La progesterona provoca la secreción de nutrientes que se almacenan para el caso de que haya
fecundación mientras que los estrógenos participan en la proliferación del endometrio.

- Menstruación e inicio de un nuevo ciclo: tras la degeneración del cuerpo lúteo el endometrio se
destruye hacia los 28 días provocando hemorragia por rotura de los vasos sanguíneos. Tiene una
duración de 4-5 días durante los cuales se inicia un nuevo ciclo con el crecimiento de un nuevo folículo.

OVOGÉNESIS

La ovogénesis es la gametogénesis femenina por la cual se forman óvulos haploides (n) a partir de
células germinativas diploides (2n). Consta de tres fases:

- Fase de proliferación o multiplicación: antes del nacimiento, en el interior del feto femenino se
produce la mitosis de las células germinales dando lugar a las ovogonias (diploides). Estas células se
hayan alojadas en unas cavidades del ovario rodeadas por una capa de células foliculares (folículo de
Graaf).

- Fase de crecimiento: Al llegar a la pubertad, uno o varios folículos experimentan un rápido


crecimiento en cada ciclo menstrual, formándose los ovocitos de primer orden (diploides), rodeados de
células foliculares.

- Fase de maduración: se produce la reducción cromosómica por meiosis. Con la primera división se
origina un ovocito de segundo orden (haploide) y una célula muy pequeña llamada primer corpúsculo
polar o polocito (haploide). Con la segunda división (ecuacional), el ovocito de 2º orden origina la
ovótida (haploide) y el 2º corpúsculo polar (haploide). El 1º corpúsculo polar da lugar a dos corpúsculos
polares. La ovótida da lugar al óvulo, y los tres corpúsculos polares formados degeneran, pues
prácticamente no tienen vitelo.

Estructura del óvulo.

- Las envolturas tienen la misión de proteger al óvulo.

Envoltura primaria o membrana vitelina, que rodea al citoplasma, es la membrana plasmática del óvulo.

Envoltura secundaria: está formada por dos capas, la zona pelúcida y la corona radiada.

- El citoplasma también presenta dos partes:

El deuteroplasma que contiene un conjunto de sustancias nutritivas denominado vitelo (muy reducido
en la especie humana).

El plasma puro o plasma activo, carece de vitelo y es el que se halla alrededor del núcleo.

- El núcleo o vesícula germinal: es esférico y claro. El nucléolo se puede observar en tono oscuro, por
lo que se denomina mancha germinativa.

2.7. Sistema endocrino

Es uno de los grandes sistemas de control que posee el organismo. Está formado por un conjunto de
órganos que liberan unos mensajeros químicos denominados hormonas. Estas pueden ser vertidas:

- Directamente a la sangre: se distribuye y ejerce sus acciones a distancia.

- En el líquido extracelular intersticial: ejerce sus acciones biológicas en sus células vecinas.

Las hormonas son compuestos químicos que desempeñan sus funciones biológicas en concentraciones
pequeñísimas, actuando como catalizadores de reacciones preexistentes. Algunas actúan sólo sobre un
tipo celular y otras hormonas actúan sobre distintos tipos celulares.
TIPOS DE HORMONAS.

En función de sus características químicas se dividen en:

- Las derivadas de aminoácidos, concretamente de la tirosina, como ocurre con las hormonas
tiroideas y con las aminas biógenas.

- Las hormonas compuestas por péptidos y proteínas.

- Las hormonas esteroideas: comprenden las hormonas sexuales, los metabolitos activos de la
vitamina D y las hormonas suprarrenales; todas ellas derivan de la molécula de colesterol.

REGULACIÓN DE LA SECRECIÓN HORMONAL.

Generalmente, se regulan mediante el mecanismo de retroalimentación o feedback. En este


mecanismo una sustancia hormonal X estimula la hormona Y, que a su vez es capaz de regular la
producción de X mediante retroalimentación positiva o negativa (la más común).Este sistema de
regulación se puede complicar si en vez de intervenir dos variables intervienen más. Las hormonas se
encuentran, además, sometidas a una secreción de tipo rítmico relacionada en muchos casos con los
ciclos de luz/oscuridad y sueño/vigilia, con las distintas estaciones, o incluso con la luz y la temperatura.

MECANISMOS DE ACCIÓN HORMONAL.

Las hormonas ejercen su efecto biológico combinándose con receptores:

- Receptores localizados en la membrana de las células que reciben a las hormonas


proteicas y a las aminas biógenas.
- Receptores presentes en el citoplasma o en el núcleo de las células diana, están
destinados a los esteroides que se difunden en la membrana.

EJES ENDOCRINOS.

- El sistema hipotálamo-hipofisiario como regulador central y las distintas glándulas periféricas


(tiroides, glándulas suprarrenales y gónadas).

- El sistema hipotálamo-hipofiso-hepático (hormona del crecimiento).

- Sistema regulador hipotalámico, que activa la producción de prolactina por la hipófisis.

Todos estos sistemas tienen dos glándulas que son comunes, el hipotálamo y la hipófisis.

HIPÓFISIS E HIPOTÁLAMO

La hipófisis es una pequeña glándula del tamaño de un guisante, unida al hipotálamo por el tallo
hipofisario y localizado en la base del cerebro, en la silla turca del esfenoides. Consta de dos partes:

Hipófisis anterior o adenohipófisis: segregan seis hormonas, denominadas hormonas tróficas porque
estimulan a otras glándulas para que segreguen sus respectivas hormonas.

- Hormona estimulante del tiroides (TSH)

- Hormona estimulante del folículo (FSH)

- Hormona luteinizante (LH)


- Hormona adrenocorticotropa (ACTH): Estimula las G. Suprarrenales

- Hormona somatotrópica o del crecimiento (GH)

- Prolactina (LTH): determina el desarrollo de las glándulas mamarias.

Hipófisis posterior o neurohipófisis: produce dos hormonas: la oxitocina (contracciones uterinas) y la


vasopresina u hormona antidiurética.

Hipófisis intermedia: produce la hormona melanocito-estimulante (MSH).

Las neurohormonas hipotalámicas son factores liberadores que llegan a la hipófisis, donde estimulan la
producción de hormonas tróficas.

GLÁNDULAS SUPRARRENALES.

Situadas sobre cada riñón, a modo de sombrerillo segregan:

- Glucocorticoides: cortisol o cortisona. Estimula la glucogénesis, facilita la neoglucogenia en el


músculo, dificulta la lipogénesis y es antiinflamatoria.

- Mineralcorticoides: aldosterona. Reabsorción de sodio

- Hormonas sexuales: controlan el desarrollo de los órganos sexuales: andrógenos suprarrenales


(dehidroespiandrosterona y androstendiona), testosterona, estrógenos y progesterona.
La secreción de las hormonas suprarrenales está controlada por la hormona adrenocorticotropa
hipofisaria (ACTH).

La médula suprarrenal segrega: adrenalina y noradrenalina (activan el sistema cardiovascular).

GLÁNDULA TIROIDES.

Situada en la base del cuello, rodea a la tráquea por delante y está formada por numerosos folículos
tiroideos en cuyo interior se encuentra un líquido constituido por la proteína tiroglobulina. Las
hormonas tiroideas son:

- Tiroxina y triyodotironina activan el metabolismo de las células además promueven un desarrollo


normal del tejido nervioso y óseo.

- Calcitonina: Disminuye la concentración del ión calcio (Ca++) en la sangre y favorece su depósito en
los huesos.

GLÁNDULAS PARATIROIDES.

Segregan la parathormona (PTH), que regula el metabolismo del calcio (incrementa su reabsorción renal
e intestinal) y de los fosfatos (disminuye su reabsorción renal).

EL PÁNCREAS.

Insulina: Disminuye la glucosa en sangre. Actúa de tres formas, sobre el hígado y el músculo facilitando
la síntesis de glucógeno, y sobre tejido adiposo incrementado la síntesis de grasa.

Glucagón: Incrementa la glucosa en sangre aumentando la producción hepática de glucosa mediante la


hidrólisis del glucógeno.
MUCOSAS DIGESTIVAS.

Gastrina: Estimula para que se segregue jugo gástrico.

Enterogastrona: Se produce en la mucosa duodenal y tiene efectos opuestos a la gastrina.

Pancreozimina y secretina: Estimulan la secreción de jugo pancreático.

Colecistoquinina: Induce la expulsión de la bilis al duodeno.

Enterocrinina: Estimular la producción de jugo intestinal.

2.8. Sistema nervioso

El sistema nervioso humano, es sin ninguna duda, el dispositivo más complejo ideado por la naturaleza.
No solo controla todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo recibiendo información de las
diferentes partes del mismo y enviando instrucciones para que la maquinaria funcione correctamente,
sino que también nos permite interaccionar con el medio ambiente, recibiendo, procesando y
almacenando los estímulos recibidos por los órganos de los sentidos. Finalmente, el sistema nervioso, y
en particular el cerebro, constituye una central de inteligencia responsable de que podamos aprender,
recordar, razonar, imaginar, crear y gozar de sentimientos.

Todas estas funciones son realizadas por un conjunto de órganos que en total no pesan más de dos kilos
pero que contienen varios miles de millones de elementos básicos, las neuronas.

Las neuronas y otras células de apoyo


Las neuronas son las unidades elementales del sistema nervioso. Son células (una célula es la unidad
fundamental estructural y funcional de los organismos vivos) altamente especializadas en generar,
transmitir y recibir señales comunicándose con otras células, a veces muy lejanas.

Las neuronas, como todas las células, están formadas por la membrana (envoltura que separa el interior
de la célula del exterior), el citoplasma (un medio líquido que contiene una serie de orgánulos o
corpúsculos que permiten que la célula respire, utilice los nutrientes que recibe para obtener energía y
producir nuevas sustancias) y el núcleo (que encierra el ADN, largas moléculas que contienen codificada
toda la información genética del organismo). Pero además, las neuronas tienen unas prolongaciones (los
biólogos las llaman procesos) que salen del cuerpo de la célula formando las dendritas y el axón.

Las dendritas son ramificaciones que se encuentran cerca del cuerpo de la célula y que se conectan con
otras células. Como cada una de las extremidades de cada una de las ramas de cada dendrita puede
conectarse con otra célula, una sola célula nerviosa es capaz de establecer comunicación con varios
cientos de células próximas.

El axón es una larga prolongación del cuerpo de la célula (puede llegar a tener hasta medio metro) que
termina igualmente en unas ramificaciones a través de las cuales la neurona se puede comunicar con
otras células (que no tienen porqué ser necesariamente neuronas, sino que pueden ser, por ejemplo,
células de los músculos). Como las señales que se transmiten por los axones son señales eléctricas y
dado que la longitud del axón es enorme (en comparación con la milésima de milímetro que puede
tener el cuerpo de una neurona), la naturaleza ha creado una envoltura de aislante que rodea
completamente el axón. Este aislante está formado por una serie de células llamadas células de
Schwann que se enrrollan alrededor del axón como una cinta aislante alrededor de un cable, formando
varias capas. Las células de Schwann contienen la mielina (una sustancia grasa muy aislante) que impide
que las señales eléctricas pierdan fuerza a medida que se alejan del cuerpo de la neurona.

Además de las células de Schwann, los oligodendrocitos o células de la glía también recubren con
mielina las neuronas. Sin embargo, a diferencia de las primeras, los oligodendrocitos pueden recubrir
con mielina los axones de más de una neurona, actuando igual que el nodo de un andamio tubular y
formando un entramado de sostén para las neuronas.

Las neuronas adoptan distintas formas según el lugar donde se encuentren y la función que
desempeñen. Algunas de las mas conocidas son los astrocitos (llamadas así por la forma de estrella que
tienen), las células de Purkinje del cerebelo (descritas por Ramón y Cajal), las células piramidales de la
sustancia blanca de los lóbulos cerebrales y las neuronas motoras de la médula espinal.

Los axones de las neuronas se agrupan en manojos formando las fibras nerviosas. A su vez, las fibras
nerviosas forman los nervios que desde la periferia envían información hasta el cerebro o la médula
espinal o viceversa.

Como se comunican las neuronas

Para comunicarse entre sí o con otras células, las neuronas utilizan dos tipos de señales: las señales
eléctricas y las señales químicas.

Señales eléctricas: son diminutos impulsos eléctricos que se transmiten a lo largo de la membrana de la
neurona. Así por ejemplo, la luz que incide sobre unas células especiales de la retina llamadas bastones
y conos, produce una corriente eléctrica igual que ocurre en las células fotoeléctricas. Las señales
procedentes de cada una de estas células son transmitidas a través de las fibras nerviosas de la retina y
agrupadas en el nervio óptico. Finalmente, el nervio óptico envía la información a un área especializada
de los lóbulos cerebrales donde es interpretada y transformada en imágenes . De igual forma, un acto
voluntario como el mover un dedo, genera una señal en el cerebro que es transmitada por las neuronas
motoras de la médula espinal hasta las células musculares en las que es transformada en una
contracción.

Las señales químicas se clasifican en dos categorías: neurotransmisores y hormonas

Los neurotransmisores son moléculas pequeñas que son enviadas por una neurona a otra para salvar un
"espacio vacío" entre la terminación de una dendrita o axón de una célula y el comienzo de otra,
constituyendo la llamada sinapsis. Al llegar al extremo de una neurona, la señal eléctrica provoca que se
abran unas pequeñas vesículas que contienen las moléculas del neurotransmisor. Este difunde a través
del espacio intercelular y llega a la membrana de la célula siguiente donde genera una nueva señal
electrica mediante una serie de mecanismos muy compleja pero perfectamente conocida.

Las hormonas, por el contrario, son generalmente moléculas bastante grandes que se segregan por
glándulas muchas veces muy alejadas del sistema nervioso central. Estas glándulas constituyen el
llamado sistema endocrino, el cual junto con el sistema nervioso, desempeña la mayoría de las
funciones de regulación del organismo. Por ejemplo, si la cantidad de glucosa de la sangre aumenta por
encima de un cierto valor, el cerebro envía una señal al páncreas. Este segrega la hormona insulina que
se distribuye por circulación sanguínea a todos los tejidos activando el metabolismo de la glucosa y
"quemando" el exceso de esta.

Anatomía del sistema nervioso

El sistema nervioso puede dividirse en tres grandes bloques

1. - Sistema nervioso central:

El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal. En él residen todas las
funciones superiores del ser humano, tanto las cognitivas como las emocionales. Está protegido en su
parte superior por el cráneo y en parte inferior por la columna vertebral. Consta de las siguientes partes:

- Encéfalo

- Cerebro

- Cerebelo

- Tronco del encéfalo

- Médula espinal

2. - Sistema nervioso periférico:


Constituye el tejido nervioso que se encuentra fuera del sistema nervioso central, representado
fundamentalmente por los nervios periféricos que inervan los músculos y los órganos

3.- Sistema nervioso autónomo o vegetativo:

El sistema nervioso autónomo regula las funciones internas del organismo con objeto de mantener el
equilibrio fisiológico. Controla la mayor parte de la actividad involuntaria de los órganos y glándulas,
tales como el ritmo cardíaco, la digestión o la secreción de hormonas. Se clasifica en:

Sistema nervioso simpático

Sistema nervioso parasimpatico

2.9. Los órganos de los sentidos

Los receptores se pueden clasificar en exteroceptores, cuando captan variaciones del exterior y en
propioceptores cuando captan vibraciones del interior del organismo. Los interoceptores, son los
reguladores de las actividades viscerales.

Los receptores se clasifican en primarios cuando las células sensibles son células nerviosas y secundarios
cuando las células sensibles son células epiteliales modificadas,que están en conexión con células
nerviosas.

Atendiendo a la naturaleza del estímulo. Los receptores se clasifican en: mecanorreceptores (estímulos
mecánicos), termorreceptores (estímulos térmicos), quimiorreceptores (estímulos químicos) y
fotorreceptores (estímulos luminosos).

EL SENTIDO DEL TACTO.


La piel está formada por tres capas: Epidermis (más externa formada por tejido epitelial), Dermis
(intermedia está formada por tejido conjuntivo y posee irrigación) y la Hipodermis (más interna formada
por tejido adiposo). Los órganos anejos de la piel son las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas,
las glándulas mamarias, las uñas y los pelos.

La piel contiene gran cantidad de receptores que nos permiten percibir cuatro tipos de sensaciones:
tacto, frío, calor y dolor. Hay varios tipos de receptores táctiles:

- Terminaciones nerviosas libres y terminaciones nerviosas de los pelos: los pelos, al rozar con los
objetos, actúan como palancas que estimulan las terminaciones sensitivas.

- Corpúsculos de Meissner: se encuentran en las papilas dérmicas, son muy abundantes en los dedos
y en la lengua. Son sensibles al contacto.

- Corpúsculos de Vater-Pacini: están en la parte más profunda de la dermis y son poco abundantes.
Son sensibles a las deformaciones de la piel (diferencias de presión).

- Corpúsculos de Krause: están en la superficie de la dermis. Son sensibles al frío.

- Corpúsculos de Ruffini: Son muy alargados, menos numerosos y más profundos que los de Krause.
Son sensibles al calor.

El sentido del tacto es lo que nos permite detectar cómo es la superficie de los cuerpos. El sentido de la
presión es el que nos permite detectar las variaciones de presión que soporta la piel. El sentido de la
temperatura es el que nos permite detectar si un ambiente o cuerpo está a más o menos temperatura
que nuestro cuerpo. El sentido del dolor nos permite detectar la gravedad de una lesión externa y el
estado interno de los órganos.

EL SENTIDO DEL OÍDO


El oído es el órgano donde se localizan los receptores capaces de captar los sonidos; esta función se
llama audición, pero tiene además otra importante misión: es el órgano del equilibrio. El oído es un
órgano par situado a ambos lados de la cabeza y, en su mayor parte, está incluido en el espesor del
hueso temporal, que protege las partes más importantes del órgano. En el equilibrio sólo participa una
parte del oído interno, mientras que en la audición participa todo el resto del oído.

Oído externo: consta del pabellón auditivo u oreja y del conducto auditivo externo. La oreja es una
lámina cartilaginosa recubierta de piel. En las paredes del conducto auditivo externo hay una serie de
pelos y glándulas ceruminosas que secretan el cerumen. En el fondo se encuentra una membrana
fibrosa, el tímpano, que limita el oído externo y medio. La principal función del oído externo es captar
los sonidos ambientales y dirigirlos hacia la membrana timpánica, a la cual hacen vibrar. Los pelos y el
cerumen impiden el paso de partículas extrañas hacia el interior.

Oído medio: constituido por una cavidad excavada en el hueso temporal o caja del tímpano tapizada por
una mucosa y que presenta cuatro orificios:

- El tímpano: limita con el oído externo y es una membrana fina y elástica. En el interior se aloja una
cadena de huesecillos, articulados entre sí en este orden: Martillo, yunque y estribo, cuya función es
transmitir las ondas sonoras hasta el oído interno.

- Ventanas oval y redonda: están situadas en la pared ósea interna y constituyen el límite entre el
oído medio y el interno. La ventana oval es la mayor.

- Trompa de Eustaquio: pone en comunicación el oído medio con la faringe. Su función es airear
periódicamente la caja del tímpano y equilibrar las presiones dentro y fuera de ella.

Oído interno o Laberinto: está constituido por una serie de cavidades labradas en el hueso temporal
(laberinto óseo) y forradas interiormente por unas formaciones membranosas (laberinto membranoso).
El espacio entre laberintos está ocupado por un líquido (perilinfa), y dentro del laberinto membranoso
hay otro líquido llamado endolinfa. En el laberinto se pueden distinguir tres partes:

- Vestíbulo: compuesto por el utrículo y sáculo.


- Conductos semicirculares: canal largo y arrollado en espiral, denominado lagena o rampa coclear

- Caracol: En la rampa coclear se distingue una membrana basal, formada por unas 24000 fibras de
tejido conjuntivo elástico de diferentes longitudes, más largas en el ápice y más cortas en la base, a
modo de cuerdas de piano. Son las cuerdas acústicas. Sobre esta membrana está el órgano de Corti,
constituido por las células de sostén (que contactan con las cuerdas acústicas) y unas células sensibles
en número de 4 a 6.

Fonorrecepción: El pabellón auditivo recoge las ondas sonoras y las dirige hacia el conducto auditivo,
por el que llegan al tímpano, éste vibra, y su movimiento es transmitido por la cadena de huesecillos
hasta la ventana oval. Se producen unas ondas en la perilinfa que atraviesan la rampa vestibular y luego,
a través de un orificio denominado helicotrema, la rampa timpánica. Estas ondas se transmiten a la
endolinfa del canal coclear y provocan la vibración en la membrana basilar de cuerdas acústicas
diferentes, según sea el tono del sonido. Estas vibraciones hacen que determinadas células sensitivas del
órgano de Corti entren en contacto con la membrana tectoria, originándose así, diferentes impulsos
nerviosos.

El sonido, además de por vía aérea, también puede transmitirse por vía ósea. En este caso, el sonido
llega directamente al oído interno, a través de los huesos del cráneo, sin que intervengan ni el oído
medio ni el externo.

EL SENTIDO DEL OLFATO

El olfato es el sentido que permite detectar la presencia de sustancias gaseosas. Los quimiorreceptores
gaseosos se hallan en la pituitaria amarilla, que ocupa la parte superior de las fosas nasales. Las fosas
nasales son dos cavidades que están recubiertas en su parte interior por la pituitaria roja, mucosa muy
vascularizada que calienta el aire inspirado. En su parte superior están tapizadas por la pituitaria
amarilla en la se distinguen las siguientes capas de células:

- Células de sostén: Son células epiteliales cilíndricas cuya función es sostener a las células olfatorias.
- Células olfatorias: Son neuronas bipolares, cuyas dendritas dan lugar a 6 u 8 cortos cilios o pelos
olfatorios que emergen de la cutícula por sus orificios, y sus axones atraviesan la lámina cribosa del
etmoides, llegando al bulbo olfatorio. Allí se asocian con las dendritas de las células mitrales. Los axones
de éstas se asocian formando los nervios olfatorios, que se dirigen hacia el telencéfalo.

- Glándulas olfatorias de Bowman: Son las que segregan el líquido que mantiene húmedos y limpios
los epitelios olfatorios.

- Células basales: Son las células de sostén más profundas: son cortas y están sobre la dermis que
recubre la lámina cribosa del etmoides.

EL SENTIDO DEL GUSTO

Los receptores gustativos se reparten por la cavidad bucal y la faringe, pero abundan especialmente en
el epitelio lingual; por ello, la lengua es el órgano del gusto. Los receptores gustativos son células
neuroepiteliales, cuyo extremo apical se prolonga en un apéndice filiforme (pestaña gustativa). Estas
células gustativas se reúnen en grupos, mezcladas con otras células epiteliales (células de sostén o
soporte), formando unas estructuras que se llaman botones gustativos. Estos botones se encuentran
principalmente en la mucosa lingual y, menor cantidad, en las mucosas que recurren la región palatina,
la parte anterior de la faringe (orofaringe), las amígdalas, la úvula y la epiglotis. Tienen de 5 a 20 células
gustativas con pelos o cilios gustativos. Los cilios gustativos comunican con el exterior a través de un
orificio del epitelio llamado poro gustativo. En la lengua se encuentran las papilas, entre las que
destacamos:

- Papilas caliciformes y fungiformes: tienen función gustativa ya que poseen los botones gustativos.

- Papilas filiformes y coroliformes. Tienen función táctil y térmica solamente.

Para que una sustancia sea captada por los botones gustativos ha de ser soluble o ella misma un líquido.
Existen cuatro sabores puros: dulce, salado, ácido y amargo. El resto procede de diferentes
combinaciones de estos.
EL SENTIDO DE LA VISTA

El ojo es un órgano par, simétrico, en forma de esfera irregular. Está constituido por tres capas
concéntricas (membranas envolventes) y por unos medios líquidos o sólidos (medios transparentes). Las
membranas son las siguientes, de fuera hacia dentro:

- Esclerótica: Es una capa gruesa y resistente de color blanco, que da forma al globo ocular. En su
parte anterior, la esclerótica sufre profundas transformaciones y se vuelve incolora, transparente y más
convexa, constituyendo la córnea.

- Coroides: Tapiza interiormente a la esclerótica y es una capa de color oscuro debido a que contiene
melanina; es muy rica en vasos sanguíneos que distribuyen la sangre a las células del ojo. En su parte
anterior presenta un disco de color llamado iris, con un orificio central llamado pupila o niña del ojo. La
pupila puede aumentar de tamaño cuando hay poca luz gracias a la contracción de las células
musculares radiales del iris, y pude disminuir, cuando hay mucha luz, gracias a la contracción de las
células musculares circulares del iris.

- Retina: es la membrana interna, constituida por células fotosensibles: los conos (que aprecian los
colores) y los bastones (que aprecian las intensidades luminosas): En la retina se distingue el punto
ciego, que es por donde penetra el nervio óptico (no tiene células fotosensibles), y una depresión
llamada fóvea, rodeada de un anillo, llamado zona o mancha amarilla, que es la zona de mayor eficacia
visual y en la que hay una gran abundancia de conos.

Los medios trasparentes son los siguientes:

- Cristalino: es el más importante de los medios trasparentes y es un cuerpo biconvexo y elástico que
funciona como una lente. Se sitúa detrás del iris, a unos 2 mm de la córnea, sujeto por unos ligamentos
suspensorios que le mantienen tirante y aplanado. Su gran elasticidad permite que se deforme
fácilmente y recobre rápidamente su forma primitiva.

- Humor acuoso: Es el líquido trasparente que llena el espacio entre la córnea y el cristalino. Es
segregado por el cuerpo ciliar.
- El cuerpo vítreo: es una gran bolsa constituida por una finísima membrana conjuntiva, llamada
hialoides, que contiene un líquido acuoso llamado humor vítreo. Está situado entre el cristalino y la
retina.

Los órganos anejos al ojo son los que lo protegen y permiten su movimiento:

- Las cejas

- Pestañas

- Párpados

- Aparato lacrimal: mantiene húmeda la conjuntiva (función es lubrificante y bactericida).

Músculos orbitales: Permiten dirigir la mirada hacia el objeto que se desea ver sin necesidad de mover la
cabeza, y son seis: cuatro rectos y dos oblicuos.

Ejercicios

Actividad 1

Explica con tus palabras la importancia de tener un buen aparato excretor y su relación con la salud

Actividad 2

¿Cómo pueden influir las alteraciones hormonales en la salud?.


Actividad 3

Identifica los receptores sensoriales que hay en la piel y describe su función

Actividad dinámica

Busca información sobre las enfermedades más habituales de los distintos aparatos y sistemas del
cuerpo humano y describe los hábitos que pueden prevenir dichas enfermedades

Repasa los conceptos

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