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Capfeulo 1 LA TEORIA DE LA JUSTICIA DE JOHN RAWLS En este primer aprtado examina Ia «toon de a justician de Joha Rawls, Procurando sansa tal objetivo, describ con alga detalle el concenido de a teria rwsian, mostraré por qa la mina es considers- {Seana psicidn scontractualisa», yertaré de Hamar le atencin sobre el Fuaereigualicarismo inypicto en ella. Antes de abordardicha tres, sin embargo, me detendeé analiza a eee uiitaita —ala call stor {dela usticiaw se propuso enfrenae, [La BORA DB LA JUSICIN= FRENTE AL UTHITARSMO Lis instiucionesbisias de la sociedad —sostene John Rawls— no eben distingviraevimplemente por ser ordenadas yeficcntes: ells de- ben ser, sobre todo, justas. Y's ao lo son, enconces, debe Ser «teforma- des oabolidas» "A partir de este tipo de criterios (que le llevan a ca- racteriae a la justia como la «ptimera vierud de las insttaciones Socials»), Raves orienea buena pate de su trabajo a responder la pre= santa de cuinde podemos dece que una insttucin funciona de un mo do justo Procurundo dar respucrss« preguntas como la cieada, la ecoria de [Rawls apareis disparando un lagu ja ocupud por ots concepciones tecricas, De hecho, Rawls define como el principal objetive de su escri- toelsde selabora una tori de a justia que sea una alcernaciva viable 2 Vas] doctriaas que han domsinado largamence auestratradicion floss fea.’ Tas doctsnasevalesa la que se refiere ese autor son el intuicio- iso y, sobre cdo el utiiarismo, alo que sigue, y antes de svanzar Airecramente en el anise de la «tcoria de I asticias, me deeendé en tleximen de este dos concepciones rivales para dererminae por qué Ratels no estaba satisecho con los resultados sageridos por ninguna de clas, Caracteraaré brevemente al intuicigaiamo —as rival relat ‘mente déil frente ala propuesea de Rawls—y luege examinaré con 22 tartar de a jsp de Rate mis drale La posturauilcaiss, que constitoyé el verdadero ofantas- ‘ma> contra el cual Rewls combat «Io largo de toda su =eortade la jsiciae A inewicionismo —y de acuerdo con la desceipeién presentada al especco por el mismo Rawle podriamos cararerizatlo através de dos noas principales. Por un lado, dicha posicinrericn afiema lnexis- fencia de usa pluralidad de peincpios de jsticia, capaces de encrar en conflicto unes con occas.” Por ota pate, esta postuca considern que fo contamos con tn métado objetivo capus de detceminar, en caso de das, qué principio escoger entre los muchos que existen, 0 cémo es- tablecer replas de pricrdad ener clos. Lo ico que podemos hacer feemte a tal multiplicided de principios, por tanto, es sopesarlos de scuetdo con nuestra intuicions, hasta deteminar eudl es el peineipio ‘Que os resulta el mis adecuado cn cada caso. Rewle objet al intvicio= rismo a pactir de lo que considera el defecto mis obvio de esta poseurs ft incapacidad pars proponer vm sistema de elas caps de jerarquizar ‘nucrta intuicione acerca de que principio de jusiea adoprar en una "taacida deeezminada), para el eso habitual en que se produzcan con fictos ent ellas. Fsce es un problema propio de esta pesiion, que se summa a ots ands o menos obvi, y ambien signifiatives: el incuicio~ rismo no nos offece una buena gufa para dstinguie entre inewiciones correctaseincorectas, ni nos alata demasiado cémo distinguit una i twicién de una mesa impresién o pélpito, De todos mods —reconoce Revels en csr reflexionesaceres de la jasicia no podemos axpi- ‘ara climsnar toda apelaci6a a principiosineueivos. En todo case, de beremos tata de aptlaa ellos en la menor medida posible. De ah que =" segin veremos— Rawle procure escapar dels tiesgospropice del Jneucionismo pero admite a vee, la pecesidad de reconocer Un lugae impocance @ nuestras ineuiciones, en la earea de bisqueda de una to fa Sobee la justicin.* “Tomemesahots la era docerina con In que Rawls discure —l ui tarismo-—,definigadola simplemente como aquela poseura que couside- ra qucun sees corectocuundo masimiza la felicidad general. Yaen - 12 primera y muy bisica formulacign, el weliearsmo aparece (ala ve) j eur de ec de Job Rae 23 coma mis y menos atractivo que intuicionismo. Ea efecto, y por un la ‘de uilitarismo posse ua modo capaz de ordenar diferentes aleraa- ‘iva, fence a posible contrversias morals (Seti ditamos, la mejor ‘pein, conforme el utiltariemo, ela que més contribuye al bienestar ge- feral). El satuiionismo, en cambio, carece de dich capaci. Sin em bcgo, Rawls eiende a eechaza el wtilitarismo, en su ctdecer de concep ‘ign steleoibgicao sconsecuencialiste» —una caractetstica,é5¢3, que fo se encuentra necesriamente arociade con el ineucionismo, Rawls, ‘como muchos otorliberaes,defeaderd usa concepeién no-conseeuen= ‘alse (edcontol6gicas), esto es, una coacepcin conforme ala cual la ‘correcin moral de wn acto depeade de las cualidades inerinsecas de die ‘chr tcidn —y no, como ocurte en las posiciones «tlealdgicasm, de sus ‘consecuencas, de su capacidad pure produc un certo estado de cosas reviamente valor.” "Ms alli cde ext brevesconsidersiones inicales —que muestran algunos problemas yvireadeshabieualmence aociados con et intuicio- hismo y el ueliarismo—, debe reconocerse que el desafo teécicore- presentido porel urlitariemo ha sido cn general, mucho mis serio que cl representado pore ineuicionismo. De hecko, implicia 0 expl mente, muchos de nosotros tendemos a favorecer sluciones uiliaris- tas cusnd tenemos dudas acerca de emo decide alin dilema mora Por ejemplo, cendemor a prfert Is decisiones que beneficien a una mayor de personas cuando no ssbemos cbmo decidie un ciero caso; fendemos a ver como acepeables aquellaspoliticasorientadas a promo- vere] bienestar general, Cuando, cose fn de evaluar un determinado ‘cueo de acci6n, examinamos el modo ea que dichaaccién contibuye Al logro de un cierto estado cle cosa que consideramos intrinsecamente bueno, actuamos de modo sconsccuencalisch.Y el uriieariamo repre senta ina especie notable deat de este aénero de as sluciones conse cuencialises UCudlespodtian se las razones que explsien el aractivo generade pore uiierismo? Ante todo, covresponde restr el hecho de quel uti Ttaismo no sugiere que —en caso de dudas acerca de qué politica adop- ‘ar frente aun dererminade confliceo de intereses— evaluemos las dis ‘eas alteroasivasen juego consideeande los ineereses de ls distintos, «nn nt i cae ne re 24 tar wort ea ji dsp de Ras individuos que se pode benefciaeo pejudiear a pac de tle opcio= nes, Este solo hecho merece ser destacidoconsdetand que ors concep cone de justcia, a eaves dela invocacicn de principis abstraceos 0 a- ‘oridadesextabiimanas, se desentienden de logue ts propuesas pueden Smplicarefectivameace pata las personas «reales» sobre las cuales v8 8 ‘cae a solucign que disesten. As, fentIspropuesta de censaaecet- ‘tipo de comportamientos —digamos, el consumo de alcohol, lacifu- sin de determiaadas ideas el utlearisme nos incieardapeeguncarnos: por qe adopter tal curso de acin?,2qué persona esulea efetivamente Sfecenda beneficiada poral decisia®, zpor qué censura aes conductas Sella no perivdican's madi? Esta pectliar mirads —que toma como punto de referencia la suerte de los individos reales», de scare yhue= So» sia al uiitaismo como una posta en principio stactva, al tna fet aalteates que ptcen dope cen dex p= Por otra parce, el urlitarismo rsuleaaractivo porque no pecjunga sobre los deseos y preferencae de loedistintos individuot cuya suerte se fncuentr en juego: + Ia hora de elaborse sus propuestay, el uelicaris@o (al menos, en alguns versin interesante del mismo) sugiere tomar en cuenta las peeferencias de cada uno de los posible sfectador, con inde= pendenca del contenido espeifica de os preculaerreclamos de ala 90 deellos Por ejemplo, ala hoca de pensae —cigamos— cémo orgunizat Ia economia de la sociedad, una propuestadestinada a orientala sega receptos socialists se situa en pie de igualdad con otra destinadasof- ‘anzar un sistema delibe mercado. Del mismo modo, y pate coma oto «ejemplo, una petieién de mantener un medio ambient ibre de impure- ‘as contri tao como la del empresario que proponga privilegiar cl cre- Client industrial aun 2 pesr de los costos ambientales que ello invo- Tucre. El uriiarismo no dejaré fuera de juego + ninguns de cals peticiones. Nos obligar a preguacaros, en cambio cud e Ia propucs- ‘que satiaface mayor canes de interes? A craves de ext tip de ae- ‘tudes ibres de pejuicios, el defensor del ulitarismo parece snowarse fotzo pinta a favor De todos modor, el uiltarismo va ain més allé del criterio ecin sefinado: su propuesta no séloprecende mostase«ciege> libee de prejuiios)fente al contenido de las distineas peticiones et ‘pug, sizo ambign respecto de los parsicularsvtulres de tales descos 6 intereses. En este sentido, no importaté si quien propone una certs medic s de eal o cual teligién, de alo cual ieologie. La decisia ace ‘ade qué politica hab de adopearse, en principio, se desentenderd eazs- ign de este tipo de consideraciones, “ia relacis con los puneos anteriormente mencionados, conviene lear un auevo y(apatentemente) decisivo argumento en favor del i La i de ajc ob Rawle 25 titarismo, que esol desu caticer (prime fai) igualicatio. Para muchos autores libecales, como Ronald Dworkin, el igualitarismo de esta po- sicidn representa el dato més interesante de la misma. Bste invoca- do igualicaismo aparece en el hecho de que el uiltariemo —en #1 precensdn de maximizar el bienertar general tend a contar como Iguiles las distintss preferencias en juego, fence a un particular con- ficto de intereses, Para tomar un ejemplo extremo, eo una sociedad en donde Is mayoria de lor habicantesprefiere wear los ecursos ex rentes para distribuieloseatte los més pobres, miencras que el grupo reste ms tico— prefiereconsteui campos de golf, el uilitaie- -mo privilegiars, obwiamente, la precesién de la mayor. La maximi- {Zac del bienestar general parece requeri el reconocimiento de dicha ‘Semanda mayoritaria po serlo, y con independencia de su contenido bel particular esatue de quienes a solictan. Ea este sentido el util ‘arismo muestra sw estrictocompeomisoipualitaio: no hay sadiecuyas referencias cucneen més que las de los dems cuando de lo que se tr ies de reconocer cul e I pefceencia que consigue aceparar mayor sespaldo social. Finalmenté (ysiguiendo al mismo Rewls) podria agregaes lo si _guiente: en su habitual rcurrencia cleus de costos y beneficios ‘Geadntos se benefician con tl medida’, cctintos reulean perjudics dor) el utilizariamo leva adelante una operacioa que todos eendemos 2 llevar a cabo en nuestros razonamientos cotidianes a todos 80s parece razonable, cuando persamos acerca de aestas props vidas, rectse 2 realise de balances que pueden erminar en le aceptacign de cieros sscrficios presentesen pos de mayors benficicsfururos. Para clarificar Toque digo, considézeseel ejemplo de a persons que vax un dentist, 0 que acepta someterse a una operacién doloross. A todos nos parece ‘Acional esta acepracién de costos presents en pos de venajas futur. Y Gees, en definicivs el tipa de ealewlos que propiamente dstinguen a wilitazismo, asta aqui tenemos, enconces, una serie de argumeneas que nos ay ddan averelutlearimo como una posts ns bien ierepeochable. Sinem argo [o certo ex que cada un de las coasideraiones presentadasen vor del uiitarismo parece cener una concracara poco tractive, hecho éte que ‘erminaré moreeindonos el ueilarismo como mucho mencsineresante de lo que hasta au estab, ‘Comencemos este re-examen del stiliariomo a pari dela deme de as consieracionesctadas, sein lacual el wtiltaismosimplemen- te reproduce, en una escala «socials, nuestra tendencia aaceprascieros “crifcios presences, con el objeto de obtener mayores heaeficis en elfacuro. Rawls, por ejemplo, hace relerencia aa tipe de estracegias a 26 Laser de jin dsp de Rawle e cileulo para mostra uno de los costados ns objetales del temo, La iden de Rawls, en efecto, es que cierto tipo de cflculos ‘gue podriamor considera acepebles a nivel personal debeamos recha- {hlos cuando son erusadados sobre una plurlidad de iedividuos. Aa ‘el peronal puede resulearrazonable sceptar deteminados socificos wT. olor que nos produce uns inyeccién— en pos de beneficios pes Simos —reduci un dolor infinieamence mayor en otra parte del cuer~ po. Sin embargo, a nivel socal tendefamos eazones para considerae acepeable, par ejemplo, el querer imponerle sacrificios a las gene= raciones presenes en pos de beneficiar alas generaciones futuras. Mas Corlavie,podefames rechaar, ezonablemente la pretensiga de imponer “Stcifcie graves sobre un determinade sector def sociedad con el n= objeto de mejorar el nivel de vida del resto. Ea esta observacién fo tmulada por Rawls aia una de las eritcas mds inceresantes que ha r= ‘ibido el utilitarismo: el wtlcaismo tende aver la sociedad como un ‘cuerpo, en donde reslts posible sacrficar a unas pactes en virtud de las festantes,Y dicha operacin puede sr tldada como ileitima porque ‘desconoce (lo que Ravils denomina) le independencia y separabilidad ‘entre las pessonas el hecho de que cade individuo debe ser respetado ‘como un see autSnom, dstinto de, y tan digno como, los demas, Este iucicio eglobaliante™ propiodel wrilitarismo, aos habla de una ope- acid gue a menos, requiere de una especial y muy sida justia in adicional Frene al utlitaismo, Rawls objet también el pesupuest sein el cual el bienestat eel aepecta dela condici humana que quer ate ‘im ocmativa.¥ etitica esto por doe rzones. Por un la, esta perspecti- itdebidament, tomar como relevantes lo que podefamos I That los «gusto caroe- de as personas. Rawls dae ejemplo, enconces, de ta pesona que se considers sarsfecha con una diet base de lee, pany 1 gatianzos rote x ots que relams plats exiices los vinos mas caros, ‘Ua postr como el elieariame del bienestar debert avr parm, dorat lim con mss recursos que l primero, pars evitar que aquél obeenga ‘menor stsfaccidn ial que el ques conforma con la deta nds modest Sin embargo —sefila Rawle— ell implicara considera los adidas ‘como metos -poradorespaivor de deseot.° Lo cierto es, en cambio, que las personas son parcialmente esponsables, al menos, de los gustos que e- ‘ee: ells fozman ycultivan en parce sus preferencias. Por ell, resulacia injusto empleat los excaen recursos de a sociedad del modo aconsejaco por cluilraismo, Eva es tambin la aa6o por la que Rawls wn a defender (conforme veremos) una mérica abjetivs (los ebienes primaries») ¥ no 6 he 970 pg 3. 1 aera de juice Joe Raw 27 subjetivs, aI hors de determinaecémo distribu os recursos de a scie- Sad de us modo justo, igusltaio” Por oto lado, Rawls critica el utilcarismo por dale cabida alo que postamos llamar prefereacas 0 gusts , Como dl mismo sca «El objeto primaio dea jus tia esta eaucura Bsa da sociedad o, mis eaceamente, e modo en “ucla istacones sce mae mpraiesGseibuen os drechon ‘Tees untameneiesy determina I ivi dea vents prove tency de ln cooperacion sca. Por atitactnes mn iporents em Gino la centtacignpoieay ls pinciplesdlsporiconscendmies yc Tn endo lugar, convene ceatar que los principe renulanes que Saino contin. "Alera bcn, cuando aceptmos cl peculiar cami sugeid por Rawls ae tlecone soe la jstica recur aun peculiar conto hipo= ae enetsiugs qe dxminar de modo muy preci cao wan & enero sponcion opal end la que evans debi ox pricipios inns Pace clave gue de mo constrayamos epoca iil Teese ch boena medi lipo de prep que abrengemes, Cok are Ssancen yen definitv, as condcanes que disinguen 4 Lo datos reign encima, nv cde Loe sets que particpan ents spontidnorigials, so suicentes pas ls fins qu Ras Propone: diches sees secestan de alguca os iformacn acon Eee de per ela algo electn con seni. Rawis considers que ‘eceatio pri menos, le siguentscustones, Primero, debe ‘esi alg ine ob le meiacione propa de lor ces ees eer tony seg, debemos deci sg acres de qu ctro de rina ‘ad erplear, en sucloner de incerdbre(p } und regan du {as acre de ue concen de jus xcoge ene eo de gue as de tutors pena ofeer respuesta nial ples rent a os pablemas tocaes que procrumos eva). oer de Ios pnts cdot, Rawls reconoce

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