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El cultivo de mejillón es una de las actividades acuícolas más importantes en el mundo, siendo China

el mayor productor de mejillón generando anualmente 500 mil toneladas. Una de las ventajas de su
cultivo es su alta rentabilidad en los costos de producción que hace que esta actividad crezca
constantemente. Actualmente los mejillones son muy empleados en la gastronomía debido a su alto
valor nutricional teniendo como componentes las vitaminas (A, B y E) y los minerales (Zinc, Calcio y
Sodio) también son empleados como bioindicadores de la salud ambiental del medio marino. La
producción del mejillón puede darse mediante tres métodos: el cultivo en estacas o postes (los
cuales son clavados sobre el fondo en la zona intermareal), el cultivo de suspensión (es el
emparrillado con listones de madera donde penden cuerdas para el cultivo de mejillón) y el cultivo
de fondo (se emplean embarcaciones provistas de dragas, máquinas para el lavado y separación de
racimos. Cabe recalcar que para la cría de mejillones se debe elegir zonas protegidas (bahías) donde
las son mareas bajas, los vientos no son fuertes y no esté cercana a la desembocadura de los ríos ya
que el arrastre de sedimento producto de lluvias y corrientes fluviales puede afectar la respiración
de los mejillones. Además, para mantener las condiciones óptimas del cultivo del mejillón se debe
conocer la disponibilidad primaria de algas y zooplancton de la zona ya que de esto depende su
alimentación.

En el puerto de Vilagarcía de Arousa (Galicia) se realiza el cultivo de suspensión del mejillón, en ella
se dispone de alrededor de 5 000 bateas mejilloneras las cuales producen anualmente 300 mil
toneladas que vendría a representar el 97% de la producción nacional. Las bateas o emparrillados
son estructuras formadas por listones de madera las cuales sostienen alrededor de 500 cuerdas de
12 m de largo, cada cuerda puede soportar un peso de 300 kilos, por lo que cada batea sostiene un
total de 150 mil kilos de mejillones. El cultivo de mejillón comienza con la obtención de semilla, en
un principio se recolectaban semillas salvajes de la isla de Ons, para ello los recolectores buscaban
las mantas negras que crecían en las rocas de Corrubedo y mediante una espátula eran obtenidas
para ser cultivadas en las bateas. Hoy en día se sigue realizando este método ya que presenta un
mejor desarrollo que las cultivadas en bateas. Una vez obtenida la semilla son envueltas con una fina
red de rayón a las cuerdas, donde una vez terminada serán colgadas en los listones y sumergidas
durante 5 o 6 meses para la obtención de un mejillón de 5 cm, transcurrido este tiempo las cuerdas
serán subidas para el desdoble, donde las cuerdas con el mejillón desdoblado serán nuevamente
sumergidas hasta al año donde pasaran a ser comercializadas. Al trascurrir el año y mediante un
brazo mecánico articulado de la embarcación se obtienen las cuerdas con los mejillones, las cuales
serán descargadas en la cubierta para luego ser desprendidos de forma manual y ser vendidos a las
fabricas para su procesamiento.

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