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Caso: Abraham Lincoln

Libro: Poder sin límites - La nueva ciencia del desarrollo personal


Título original: Unlimited Power
Anthony Robbins, Octubre 1986.
Traducción: José Antonio Bravo
ePub base v2.0

El escritor Mark Twain dijo una vez: «No hay cosa más triste que un joven pesimista».
Tenía razón. Quienes creen en el fracaso se garantizan, prácticamente, una existencia
mediocre a sí mismos. Quienes alcanzan la grandeza no perciben el fracaso. No se fijan en
él. No dedican emociones negativas a una cosa que no sirve.
Deje que le cuente la historia de una vida real, de un hombre que:
✓ Fracasó en los negocios a los 31 años.
✓ Fue derrotado a los 32 como candidato para unas legislativas.
✓ Volvió a fracasar en los negocios a los 34 años.
✓ Sobrellevó la muerte de su amada a los 35.
✓ Sufrió un colapso nervioso a los 36 años.
✓ Perdió en unas elecciones a los 38.
✓ No consiguió ser elegido congresista a los 43.
✓ No consiguió ser elegido congresista a los 46.
✓ No consiguió ser elegido congresista a los 48.
✓ No consiguió ser elegido senador a los 55.
✓ A los 56 fracasó en el intento de ser vicepresidente.
✓ De nuevo fue derrotado y no salió senador a los 58.
✓ Fue elegido presidente de los Estados Unidos a los 60.
Ese hombre era Abraham Lincoln. ¿Habría llegado a presidente si hubiese considerado
como fracasos sus derrotas electorales? Probablemente no. Hay una anécdota famosa sobre
Thomas Edison. Después de haber intentado 9.999 veces perfeccionar la lámpara de
incandescencia, sin conseguirlo, alguien le preguntó: «¿Piensa llegar a los diez mil
fracasos?». Él contestó: «Yo no he fracasado, sino que acabo de descubrir una manera más
de no inventar la bombilla eléctrica». Es decir, que había descubierto otra serie de acciones
que producía un resultado diferente.
Nuestras dudas son traidoras, y por ellas perdemos el bien que con frecuencia pudimos
ganar, por miedo a intentarlo.

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