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Bloque 14 Geriatría
Bloque 14 Geriatría
66) Gerontología
La gerontología es una disciplina científica que estudia el envejecimiento, la vejez y al adulto mayor bajo la
perspectiva biológica, psicológica y social. Entre sus objetivos más importantes destacan: a) la promoción y
fomento de un estilo saludable de vida para un envejecimiento activo; b) prevención de daños a la salud; c)
estudio de procesos intergeneracionales y familia; d) implementación de estrategias de intervención; e)
garantizar la calidad y accesibilidad a los servicios de salud gerontológicos; f) implementación de estrategias
de cambio en seguridad social y políticas públicas.
Como utopía se designa la idea, ideación o representación de una civilización ideal fantástica y, según esa
idea, son también designadas utópicas las doctrinas sociales quiméricas o imaginarias.
No cabe duda que luchar por conseguir una sociedad en paz, más justa y solidaria, es el empeño más noble
del ser humano y a conseguir ese fin debe entregar todo su esfuerzo y valor, sabiendo que ese ideal no es ni
una ficción ni un sueño ni una quimera.
La utopía trata de mejorar la realidad y corregir sus abusos; pero no de destruirla y eliminarla o crear una
totalmente nueva desconectada de la vida real y cotidiana.
En una palabra, la utopía no persigue lo imposible; por el contrario, trata de hacer posible la mejora de la
situación existente y actual. Si prescinde de la realidad sobre la que pretende influir para mejorarla, cae en la
ficción y genera falsas ilusiones.
La esencia de la utopía, dice Rudolf Stammler, es “la creación imaginativa de lo que constituye la materia de
la vida social” y reconoce a continuación que, “cierto que las utopías parten de la experiencia histórica, mas
es para declararse en abierta oposición con ella”.
La utopía es el antídoto del inmovilismo y del conservadurismo. Es ese espíritu crítico, el ánimo renovador
del utopismo moderno que se muestra disconforme con las injusticias y abusos del capitalismo y de la
globalización, que contribuyen a aumentar la riqueza a costa de la progresiva desigualdad social en las
sociedades actuales.
Esa crítica no tiene nada que ver con los clásicos textos antiguos que soñaban con una civilización perfecta e
ideal, sólo presente en sus ideas y nunca en la realidad histórica. Nos referimos a “La República” de Platón,
donde formula sus ideas en torno a cómo debería funcionar una sociedad para alcanzar la perfección y a la
obra de Aldous Huxley “Un mundo feliz”, en el que describe un mundo utópico, irónico y ambiguo, donde la
humanidad es permanentemente feliz, donde no existen guerras ni pobreza.
La utopía, en fin, no consiste en alcanzar ni pretender lo imposible, sino en lograr y luchar por lo deseable.
Es por ello que debemos diferenciar y hablar de las fases de la vejez, puesto que en cada una de ellas la
degeneración y necesidades variarán como lo harán los patrones de comportamiento y sus características
biológicas.
La prevejez es la etapa previa a la vejez, en la que ciertas funciones corporales verán mermadas, en mayor o
menor medida, sus capacidades para continuar trabajando como habían venido haciéndolo antes.
En esta fase es habitual que los patrones de sueño se vean alterados y que se produzca una reducción
importante en el número de horas que el cuerpo necesita para dormir. A su vez, es frecuente la aparición de
alteraciones en la retención de grasas y que realicemos la digestión de manera más lenta y nos cueste más
realizarla. Por lo que a la masa muscular se refiere, esta tiende a atrofiarse de forma significativa.
En el caso de las mujeres, la prevejez tiende a iniciarse con el fin de la menopausia, que genera una serie de
alteraciones hormonales que tienen un notable efecto sobre la fisiología de la mujer. Con el aumento de la
esperanza de vida, también debemos tener en cuenta el incremento del número personas con
enfermedades crónicas. Es a partir de los 65 años cuando empiezan a aparecer este tipo de enfermedades
que propician el aumento del nivel de fragilidad y la pérdida de independencia del individuo.
2. Vejez: 65 a 79 años
La vejez en sí, es esa etapa de la vida en la que se asienta tanto el debilitamiento de las funciones biológicas.
Aparecen problemas de tipo postural y un debilitamiento de los huesos que puede generar dolor o que no
se puedan realizar grandes esfuerzos físicos. Se suman problemas de carácter digestivo. En numerosos casos
se acentúan y asciende el riesgo de padecer varios tipos de cáncer.
A ello debemos sumarle el que experimentemos una merma tanto de la visión como de la audición que
suelen resentirse con el paso de los años.
En esta fase las alteraciones posturales y la fragilidad de huesos y articulaciones se acentúan, lo cual puede
llevar a reducir significativamente la autonomía de las personas. El resto de problemas de salud también
siguen su progresión, haciéndose sensiblemente más frecuentes en esta fase.
Las causas de la pérdida de independencia en una persona se dan por una suma de factores. Son muchas las
causas que pueden llevar a alguien a la dependencia de otras personas por el deterioro físico y progresivo
provocado por el envejecimiento natural de nuestros cuerpos y la falta o pérdida de autonomía física y
emocional. De la emocional hablaremos en otro artículo dedicado solo a ésta. Pero en lo que a degeneración
física en la vejez se refiere, este es un resumen de los puntos más destacados a tener en cuenta que se irán
dando progresivamente:
Fragilidad física
Problemas de movilidad
Deterioro de algunos sistemas biológicos (respiratorio, cardiovascular, etc.) que producirán una disminución
de la fuerza física, de la movilidad y del equilibrio, las cuales se asocian al deterioro de las capacidades del
individuo para realizar aquellas actividades básicas de la vida diaria (tareas domésticas, higiene personal,
alimentación, control de esfínter, etc.)
Para concluir, recordemos que algunas degeneraciones físicas surgen o se agravan con el abandono y la
inacción por la creencia limitante que no hay nada que hacer para mejorar la situación o dolencia. Y que a
veces también nos acomodamos en el malestar para no tener que hacer cambios que a medio plazo nos
beneficien.
69) Fisioterapia y Rehabilitación
La Fisioterapia en tercera edad está centrada no solo en el aspecto terapéutico en relación a las diversas
patologías que son más comunes con una edad avanzada, uno de los campos fundamentales a tener en
cuenta en nuestro tratamiento es la prevención y la orientación hacia la obtención de una mayor
calidad de vida.
Los tratamientos de fisioterapia en la tercera edad están dirigidos a personas desde los 60 años en
adelante, se considera que es la edad donde empieza este ciclo de vida.
Uno de los conceptos erróneos que se tiene de la fisioterapia es que solo debe ser usada cuando se
presentan problemas de salud que requieran de este tratamiento, pero esta es una idea equivocada ya
que la fisioterapia en a tercera edad consta de tres componentes primordiales que permiten mejorar o
prevenir situaciones de riesgo.
Fisioterapia preventiva: Es mejor prevenir una caída que tratar las fracturas que puedan
ocasionarse. Si conseguimos que nuestros pacientes tengan una buena amplitud articular,
fuerza y un buen equilibrio las posibilidades de tener un accidente son mucho menores.
Hemos de evitar por encima de todo que pierdan sus capacidades motrices y prepararlos para que se
acostumbren a tener una buena vida que dependerá siempre de tener una independencia en el mayor
número de ámbitos posible. La fisioterapia preventiva se encarga principalmente de que en la tercera
edad nuestros pacientes sean capaces de ser lo más independientes funcionalmente al mismo tiempo
que se siguen relacionando en su entorno físico con las mayores capacidades motoras y de orientación.
Fisioterapia diagnostica: este tipo de fisioterapia es usada para valorar la lesión, un dolor o
ante una caída, identificar la limitación de movilidad, ya que cuando se tiene algún tipo de
molestia se debe recurrir al médico especialista que determine el tipo de lesión, la gravedad
de la misma para determinar qué tipo de procedimiento se requiere.
Fisioterapia tradicional, rehabilitación: esta es la categoría de fisioterapia más conocida, en ella
nos dedicamos al tratamiento de una lesión o lesiones de diversos grados, tratamientos tras
una intervención quirúrgica etc.
De esta manera, la fisioterapia en los pacientes de la tercera edad es similar a cualquier otro tipo de
tratamiento ordinario, haciendo la salvedad de que habremos de adaptarnos a la psicología de estos
pacientes y a sus necesidades específicas, ser capaces de animarlos y apoyarles para que vean que tiene
una buena expectativa de recuperación es tan importante como el tratamiento en sí.
Necesidad de la fisioterapia en tercera edad
Es precisamente por esta razón por lo que es tan importante que los adultos mayores siempre tengan
opciones de contar con este tipo de tratamientos, la fisioterapia no ha de ser solo una terapia
reparadora y es precisamente en el campo de la tercera edad donde la fisioterapia puede extender más
su acción y probar sus extraordinarios beneficios para la salud en el sentido más amplio de la palabra.
De esta manera, la fisioterapia en tercera edad interviene con técnicas eficaces para tratar deficiencias
motrices, programar ejercicio físico adaptado, fortalecer la fuerza muscular, mejorar la resistencia y el
equilibrio, valorar la postura y siempre orientados a devolver la confianza en sus capacidades a nuestros
mayores.
70) Baño de esponja
CONCEPTO:
Son las maniobras que se realizan para mantener el aseo del cuerpo del paciente a excepción del cabello,
siempre que sean imposibles los baños de tina o regadera.
OBJETIVOS:
- Estimular la circulación.
PRINCIPIOS:
- Las pasadas suaves, largas y ascendientes por los brazos y piernas aumentan el flujo venoso.
PRECAUCIONES:
- Programar el baño de manera que no se interponga con las actividades hospitalarias, por ejemplo:
obtención de muestras de laboratorio, radiografías, consultas y los alimentos.
EQUIPO:
- 3 toallas fricción.
- 2 toallas grandes.
- Guantes.
PROCEDIMIENTO:
Identificar al paciente.
a) Aislarlo.
Sustituir la ropa de encima por una sábana sosteniendo al paciente con ambas manos el borde superior de la
misma mientras se retira la ropa de encima.
Iniciar el baño aseando cada párpado con movimientos suaves en sentido de la nariz a la sien, utilizando
para ello la toallita fricción colocada a manera de guante y sin ponerle jabón.
Después asear la cara sin jabón, continuar lavando orejas, cuello y parte superior de los hombros, enjuagar y
secar.
Colocar una toalla grande debajo del brazo del paciente, proceder a lavarlo con movimientos largos,
sostener el brazo desplazándolo a su máxima amplitud normal de movimiento y lavar región axilar. Enjuagar
y secar con la misma toalla.
Permitir que el paciente se remoje las manos antes de proceder a lavarlas, enjuagar y secar las manos.
Colocar una toalla sobre el tórax para proteger el pecho del paciente, lavar región torácica y abdomen,
enjuagar y secar.
Ayudar al paciente a flexionar la rodilla y se coloca una toalla debajo de la pierna y pié, lavar la pierna con
movimientos largos, enjuagar y secar.
Ayudar al paciente a acostarse de lado y extender una toalla longitudinalmente y sujetarla debajo del
paciente. Proceder a lavar, enjuagar, secar y dar masaje a la espalda.
Si el paciente no puede hacerlo por si mismo, se calzan los guantes para lavar, enjuagar y secar la región
púbica.
a) Hora y fecha
b) Problemas detectados
c) Estado de la piel.
Patologías en el geriátrico
71) Alzheimer
El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el
comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el
tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.
Tipos
Estadio leve. El daño de la enfermedad todavía pasa desapercibido, tanto para el paciente,
como para los familiares. El enfermo olvida pequeñas cosas, como dónde ha puesto las
llaves, o tiene alguna dificultad para encontrar una palabra. En esta etapa todavía puede
trabajar o conducir un coche, aunque es posible que empiece a experimentar falta de
espontaneidad, de iniciativa y ciertos rasgos depresivos. La capacidad de juicio se reduce y
tiene dificultad para resolver nuevas situaciones y organizar actividades. Pueden aparecer
signos de apatía y aislamiento y cambios de humor.
Estadio moderado: La enfermedad ya resulta evidente para familia y allegados. El paciente
presenta dificultades para efectuar tareas como hacer la compra, seguir un programa de
televisión o planear una cena. Ya no es solo una pérdida de memoria, sino también de
capacidad de razonamiento y comprensión. En esta etapa, el deterioro avanza con
bastante rapidez y los afectados pueden llegar a perderse en lugares familiares. Además,
se muestran visiblemente apáticos y deprimidos.
Estadio grave: Todas las áreas relacionadas con la función cognitiva del paciente se
encuentran afectadas. Pierde la capacidad para hablar correctamente o repite frases
inconexas una y otra vez. No puede reconocer a sus familiares y amigos; ni siquiera se
reconocen a ellos mismos ante un espejo. La desorientación es constante. Los pacientes
más graves se olvidan de andar y sentarse y, en general, pierden el control sobre sus
funciones orgánicas. Se olvidan de hechos recientes y lejanos. Permanecen horas
inmóviles sin actividad, y generalmente no pueden andar. Dejan de ser individuos
autónomos y necesitan que les alimenten y les cuiden. Gritan, lloran o ríen sin motivo y no
comprenden cuando les hablan. En su etapa más grave surgen rigideces y contracturas en
flexión, permanecen en mutismo y pueden llegar a presentar trastornos deglutorios.
Muchos de ellos acaban en estado vegetativo.Causas
Ovillos. Las proteínas tau tienen incidencia en el soporte interno y el sistema de transporte
de una neurona para llevar nutrientes y otros materiales esenciales. En la enfermedad de
Alzheimer, las proteínas tau cambian de forma y se organizan en estructuras denominadas
ovillos neurofibrilares. Los ovillos interrumpen el sistema de transporte y son tóxicos para
las células.
Signos y síntomas
Diagnóstico
Resonancia magnética
Tomografía computarizada
Tratamiento
Complicaciones
La pérdida de la memoria y del lenguaje, el deterioro del juicio y otros cambios cognitivos
causados por la enfermedad de Alzheimer pueden complicar el tratamiento de otras
enfermedades. Una persona con la enfermedad de Alzheimer, posiblemente, no pueda
hacer lo siguiente:
Expresar que siente dolor, como el producido por un problema dental
Informar síntomas de otra enfermedad
Seguir un plan de tratamiento indicado
Darse cuenta de efectos secundarios de los medicamentos o describirlos
A medida que la enfermedad de Alzheimer avanza hacia las últimas etapas, los cambios en el
cerebro comienzan a afectar las funciones físicas, como tragar, mantener el equilibrio y el control
del intestino y de la vejiga. Estos efectos pueden aumentar la vulnerabilidad frente a otros
problemas de salud, como los siguientes:
Desnutrición y deshidratación
72) Parkinson
El párkinson es una enfermedad producida por un proceso neurodegenerativo multisistémico que
afecta al sistema nervioso central lo que provoca la aparición de síntomas motores y no motores. Es
crónica y afecta de diferente manera a cada persona que la padece, la evolución puede ser muy lenta en
algunos pacientes y en otros puede evolucionar más rápidamente. No es una enfermedad fatal, lo que
significa que el afectado no va a fallecer a causa del párkinson.
Tipos
Causas
Desconocida
Drogodependencia y medicamentos
Hereditario
A causa de traumatismos
Signos y síntomas
Trastornos del sueño: insomnio para coger el primer sueño, sueño muy fragmentado en la noche,
despertarse muy temprano y no volver a dormirse, pesadillas vívidas, gritos nocturnos, somnolencia
diurna
Diagnostico
Examen de reflejos
Tomografía axial computarizada
Tratamiento
Medicación antiparkinsoniana: fármacos que aportan la dopamina que le falta al cerebro o que
ayudan a aprovecharla mejor.
Medicación sintomática: fármacos que controlan molestias secundarias de muy diverso tipo.
Intervenciones quirúrgicas: reversibles o irreversibles, que ayudan a seleccionados pacientes a
aliviar el párkinson.
Masajes: al dilatar los vasos sanguíneos se favorece la nutrición celular, lo que disminuye la tensión
muscular y la ansiedad.
Complicaciones
Depresión
Estrés