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Pablo Ruiz Nápoles es licenciado, maestro y doctor en economía. Pertenece al Sistema Nacional de
Investigadores y es profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).

Javier Castañeda León es investigador y doctor en economía por la UNAM.

Eduardo Moreno Reyes es maestro en economía por la UNAM.

<hr>

<strong>Introducción</strong>

En el presente artículo Ruíz et al desarrollan una matriz de insumo-producto (MIP) medioambiental


para determinar y pronosticar la cuantía de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la
economía mexicana en el periodo 2018-2030 si se aplica una política de mitigación que implique la
inserción de nueva tecnología en sectores económicos seleccionados. De esta manera, la recolección de
información para armar la MIP revela además los sectores críticos que aportan la mayor cantidad de
GEI en México.

Así, el ejercicio consiste en realizar un análisis comparativo de los efectos en el largo plazo de la
emisión de GEI con y sin cambio tecnológico en las ramas seleccionadas dentro del periodo de estudio.
Para el pronóstico se simula la adopción de estrategias de producción de la economía canadiense para
sectores de estructura similar en la economía mexicana de 2018 a 2030 y así analizar su trayectoria
para obtener información sobre los criterios necesarios para la aplicación de políticas de mitigación en
México alineadas con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

<strong>I. Calentamiento global, cambio climático y política de mitigación</strong>

El calentamiento global es una de las consecuencias del cambio climático. Así, el cambio climático se
trata de un espectro que abarca modificaciones en las condiciones medioambientales del planeta, tales
como incrementos en la temperatura y el nivel del mar, cambios en los patrones pluviales y
degradación del clima que incrementa la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales.

Dicho esto, el calentamiento global como tal fue registrado por primera vez en 1985. Este fenómeno es
producido por la concentración de los llamados GEI -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido
de nitrógeno (N2O) e hidrofluorocarbonos (HFC)- gases que se producen y se concentran de manera
natural e inducida en la atmósfera, esta última por la quema de combustibles fósiles derivado de la
actividad económica (producción, consumo y comercio). Es necesario decir que en términos generales
la actividad económica es la que produce gran parte del cambio climático por lo que es necesario
determinar aquellos sectores económicos que generan la mayor cantidad de GEI para desarrollar
políticas de mitigación.

Una política de mitigación es la pauta a seguir para reducir insumos y emisiones por unidades de
producto, sustituyendo por bienes sustitutos o cambios en la tecnología. Junto con las políticas de
adaptación, se trata de la vías para hacer frente al cambio climático sugeridas por el Panel
Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) <cite>(dato crucial 1)</cite>.
<cite>Situación actual</cite>

Los datos proporcionados por los autores indican que para 2020 los mayores emisores de GEI fueron
China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón; en el caso de México, el país ocupa el puesto número 14
representando 9% de las emisiones de Estados Unidos <cite>(dato crucial 2)</cite>.

Los mayores emisores de GEI se comprometieron en 2015 a reducir sus emisiones anualmente hasta
2025 con el Acuerdo de París (firmado durante la COP 15 por todos los asistentes en la reunión) y lo
ratificaron en 2016 en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (UNFCCC, por su sigla en
inglés). No obstante en 2017, la salida de Estados Unidos del acuerdo debilitó el compromiso, por lo
que las emisiones continuaron incrementando.

Un hecho a destacar es que la tendencia al incremento de la emisiones descendió durante 2020


producto de la pandemia por COVID-19.

<cite>Emisiones de GEI en México por sector, 2018</cite>

Se utiliza el análisis de insumo producto y la metodología de recopilación de emisiones anuales del


IPCC utilizando las cuentas nacionales del país para determinar los sectores y subsectores económicos -
empresas del mismo giro- que generan más GEI en México; la información recabada se clasifica de
acuerdo con el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN, por su sigla en
inglés). Esta labor se hace con el fin de poder desagregar correctamente las emisiones emitidas en la
producción y en la circulación de mercancías y servicios de cada uno de los sectores y subsectores
respectivos.

Así, para 2018 son 79 subsectores establecidos mediante la clasificación SCIAN, donde 10 son los que
producen cerca de 66% de GEI en México, siendo la generación de electricidad la que ocupa el primer
lugar con 17% del total de las emisiones <cite>(dato crucial 3)</cite>.

Si se miden las emisiones por unidad de producto (como lo sugieren los organismos internacionales)
entonces son nuevamente 10 subsectores de la economía mexicana con los coeficientes más altos de
emisiones, siendo el Suministro de agua y gas por ductos al consumidor final el número 1 con un
coeficiente de 0.189 <cite>(dato crucial 4)</cite>.

<strong>II. El cambio tecnológico como política de mitigación</strong>

Una política de mitigación en el sector productivo implica el cambio de tecnología para la producción
de un bien o servicio con el fin de reducir, abatir o capturar los GEI. En general, el uso de máquinas-
herramienta en la producción a nivel industrial es esencial y única para cada sector económico, es decir,
en teoría utilizan la misma tecnología para fabricar. Si la palabra clave es la tecnología, entonces si se
construye la MIP, esta reflejará de entrada la relación que tiene cada subsector de la economía entre
oferentes y demandantes con la tecnología que utilizan (encadenamientos), es decir, los coeficientes
técnicos de cada uno de los vectores de la matriz describirá también la correlación entre el nivel de
emisiones entre cada uno de los subsectores que corresponden a la estructura económica en México, y
una modificación en la tecnología -política de mitigación- implicará subsecuentemente una
modificación en los demás sectores.
Actualmente en muchos países las políticas de mitigación se centran en el sector eléctrico con la
introducción de energías limpias -solar, eólica y de biocarburantes- sustituyendo a los combustibles
fósiles; ciertamente, el cambio de tecnologías debería de hacerse en todos los sectores que contribuyen
a las emisiones de GEI porque como se explicó, existe interdependencia entre todos los sectores y
subsectores de la economía. Un solo cambio no es suficiente, pero en la realidad la adopción de nuevas
tecnologías en la producción no siempre resulta exitoso por el tema de la rentabilidad (la efectividad
en la práctica es diferente al costo de su implementación), aunado a que las políticas del estado no han
resultado efectivas.

Así, las principales dificultades a las que se enfrenta la adopción de políticas de mitigación son:

• Las fallas de mercado en la economía mundial impiden que los mecanismos de mercado puedan
resolver el problema de la rentabilidad de las nuevas tecnologías y en general del cambio
climático.
• La inserción de nuevas tecnologías en la producción necesita de la participación activa del
estado para su promoción.
• Generar desigualdades es intrínseco. Es evidente que no todos los países tienen la misma
capacidad para aplicar políticas de mitigación, así como no todos los ciudadanos pueden
beneficiarse de ellas, por lo que las desigualdades entre regiones y países es inevitable y es tarea
del estado resolver este problema.

<cite>Cambios tecnológicos en la MIP de México</cite>

La propuesta es analizar la viabilidad de introducir políticas de mitigación en los sectores seleccionados


de la economía mexicana utilizando tecnologías que en Canadá han servido para generar menos
emisiones por unidad de producto. Como se mencionó, los encadenamientos entre sectores influirán en
los cambios que se presenten cuando se aplican nuevas tecnologías a la producción industrial en
México.

En un primer momento, se propone estimar las emisiones anuales en México hacia 2030 sin cambio
tecnológico (o de trayectoria base) utilizando la MIP de México a precios corrientes para 2018 (datos
de INEGI e INECC). En un según momento, se estimarán las emisiones anuales con cambio
tecnológico para el periodo seleccionado modificando la matriz de coeficientes técnicos original con
información de los sectores con las tecnologías más eficientes en Canadá representado en la tabla 4.

<cite>Sectores clave</cite>

Dentro de los sectores seleccionados, se deben de localizar los sectores clave de la economía que
aportan las mayor cantidad de emisiones. Un sector clave es aquel que presenta la mayor cantidad de
encadenamientos hacia atrás (o de demanda) y hacia adelante (o de oferta), por lo que su efecto en los
demás sectores de la economía afecta a otros sectores tanto por el lado de la oferta como del de la
demanda.
El resultado de este ejercicio se observa en la tabla 5 donde se calcularon los índices de Ramussen <a
href="#*"><a name="base*"</a><a href="#*"><sup>*</sup></a> para determinar los
encadenamientos de cada sector obteniendo cinco subsectores clave en la economía mexicana.

<strong>III. Modelo de insumo-producto medioambiental para México</strong>

<cite>1. Objetivos y supuestos del modelo</cite>

El objetivo central es determinar la viabilidad y adaptabilidad de aplicar políticas de mitigación -


cambio tecnológico- en 5 subsectores clave de la economía mexicana -aprovechamiento forestal,
energía eléctrica, suministro de agua y gas por ductos, fabricación de productos minerales no metálicos
y transporte por ductos- para reducir los niveles de GEI y determinar su efectividad para 2030;
asimismo se establece un escenario alternativo que considera la usencia de cambio tecnológico.

Los 5 subsectores seleccionados -presentados en la tabla 5- han sido elegidos debido a dos razones:

• Coeficientes por unidad de emisión altos: el grado de sus encadenamientos son altos hacia
delante, hacia atrás (o viceversa), o bien, presentan encadenamientos considerables tanto hacia
atrás como hacia adelante.
• De acuerdo con los criterios de SCIAN (mismos que usa INEGI), estos subsectores fueron los
más aptos para ser comparados con sus similares de la economía canadiense (además de que se
contaban con los datos sobre las emisiones de GEI en Canadá y su MIP de 2018).

<cite>2. El modelo</cite>

Solución usual del modelo insumo-producto:


Xt= (1-At)-1yt ………...(1)

Donde:
Xt= producción bruta media en el tiempo t
At= matriz de coeficientes técnicos de México en tiempo base t=2018
yt= vector de demanda final (PIB) en el tiempo t (intervalo 2018-2030)

Ecuación de emisión de GEI como subproducto:


Xpt= e*Xt……………..(2)

Donde:
Xpt= vector de emisiones de GEI (en unidades de CO2 equivalentes)
e= matriz diagonal de emisiones de GEI por unidad de producto x; t= años del pronóstico

Se sustituye (1) en (2):

Xpt= e(1-At)-1yt ………...(3)

Alternativamente:
Xpt= e+(1-A+t)-1yt ………...(4)

Donde:
A+t= matriz estimada modificada con nuevas tecnologías en los cinco subsectores seleccionados
Finalmente se requiere calcular las diferencias absolutas y relativas para Xpt=2018 y Xpt=2030 (niveles de
emisiones entre el año base y el año final) con tasas de crecimiento anual utilizando la fórmula PIB gy=
Δyt/yt-1, previamente definidas.

<strong>IV. Análisis de resultados</strong>

Dos supuestos:

1) Trayectoria base (sin cambio tecnológico); periodo: 2018-2030


De acuerdo con el cuadro 6 se registra un incremento de las emisiones de GEI en México cercano a
20% dentro del periodo de estudio. Los autores sugieren que dicho aumento esta relacionado con el
incremento de la producción bruta; obedece a la relación en el modelo Leontief: aumentos en la
demanda final son equivalentes al PIB en las cuentas nacionales <cite>(dato crucial 5)</cite>.

2) Trayectoria de emisiones GEI con cambio tecnológico; periodo: 2018-2030


Suponiendo cambios en tecnología en 2020 y tres años para que surtan efecto, se presenta una
reducción progresiva de emisiones a partir de 2023 en comparación con la trayectoria base. Las
emisiones totales estimadas para 2030 serían 0.7% menores a las de 2018 <cite>(dato crucial 5)</cite>.

Considere que los datos pronosticados corresponden a supuestos y tendencias en base a los datos duros,
más no representan la realidad, es decir, solo intentan proyectar la realidad económica en el largo plazo.

Los autores concluyen que un cambio tecnológico moderado en el proceso productivo de los
subsectores clave provoca un cambio significativo en las emisiones de GEI de la esfera productiva
general.

<cite>Cambios en las emisiones de GEI por subsector</cite>

Con el análisis de insumo-producto también se pueden evaluar los pronósticos para cada sector. En este
sentido, Ruíz et al anexaron otros siete subsectores de los cinco claves (con cambio tecnológico) que
también son altamente emisores de GEI con la finalidad de observar la influencia que tiene el cambio
tecnológico en los sectores clave en aquellos que no sufren modificaciones. Estos son: agricultura,
ganadería, productos derivados del petróleo, transporte aéreo, autotransporte de carga, transporte
terrestre de pasajeros y servicios personales <cite>(dato crucial 6)</cite>.

Así, los resultados se resumen en la tabla 7. De acuerdo con los autores, con la trayectoria base este
grupo de subsectores incrementa sus emisiones 19.4% en 2018-2030. Con cambio tecnológico en los
sectores clave, el pronóstico indica una reducción de emisiones en este y unicamente en los productos
derivados del petróleo (se reduce 5% su emisión de GEI respecto de la trayectoria base de 19.4%) del
resto de los seis que se anexaron. De este modo, la muestra total con cambio tecnológico reduce sus
emisiones dentro del periodo de estudio 18.9%.

La razón por la que los subsectores sin cambio tecnológico y altamente emisores de GEI no se ven
influenciados por el cambio tecnológico en los sectores clave (exceptuando al del petróleo) es porque
sus encadenamientos no son lo suficiente grandes como para presentar un efecto de arrastre en las
ramas restantes.

<strong>V. Conclusiones y recomendaciones</strong>

Una vez hecho el análisis de resultados, Ruíz et al concluyen:

1) El problema del calentamiento global es mundial y debe de ser atendido colectivamente, lo que
implica coordinación -acuerdos y negociaciones- de políticas de mitigación entre países (especialmente
los más contaminantes). Asimismo, el problema de GEI no solo reside en la producción sino también
en el consumo, para lo cual hay pocos estudios aun.

2) El incremento del PIB influye y es directamente proporcional al incremento de emisiones en todos


los sectores de la economía, por lo que las políticas de mitigación deben de aplicarse de manera
generalizada en cada sector pero con estrategias particulares. Por ejemplo, la deforestación (sumideros
de CO2) se puede combatir con la reforestación como ya sucede en Canadá.
Los obstáculos para aplicar políticas de mitigación tienen que ver principalmente por la necesidad de
abogar por el crecimiento económico de las naciones, sumado al hecho de que la oposición considera
que no es rentable un cambio de tecnología. Nuevamente la cooperación es indispensable para la
transferencia de tecnología, especialmente en las economías más pobres.

3) El fracaso de las políticas de mercado para la disminución de GEI es evidencia de que el estado
necesita involucrarse más, especialmente en los temas de fuentes de energía y sumideros. Por ejemplo
el transporte público en Chicago y los bosques en Canadá son muestras de casos exitosos en reducción
de emisiones con intervención estatal.

4) Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México tienen un fuerte vinculo, siendo México
dependiente de la tecnología estadounidense; dicho vínculo es representado por el Nuevo tratado del
libre comercio de América del Norte (TMEC). Así, este tratado incluye apartados laborales y
ambientales que obligan a las empresas en territorio mexicano a seguir los pasos de su homologo,
inclusive si las reglas se vuelven más estrictas <cite>(dato crucial 7)</cite>, México debe hacer lo
propio.

5) Considerando lo anterior, a nivel global las acciones de México para contribuir al problema son
nulas. No obstante, no puede permanecer ajeno al problema, por lo que el estado mexicano debe de
diseñar políticas de mitigación tanto del lado de la producción como del consumo utilizando los
instrumentos de política económica adecuados.
Cada sector requiere de una política industrial especifica; en el caso del sector energético, la transición
energética no debe implicar un aumento de las tarifas porque generaría inflación. En el caso del
aprovechamiento forestal la acción del estado debe estar encaminada tanto a la sanción como a la
atención de casos especiales relacionados con la tala ilegal. En el resto de sectores de la esfera
productiva, el estado debe de implementar regulación más estricta, así como estímulos en pro de la
reducción de GEI con el fin de estimular el cambio tecnológico (tal es el caso del sector automotriz que
no genera grandes emisiones del lado de la producción pero si con sus consumidores).

Para finalizar, los autores concluyen que el estado mexicano debe de utilizar tres instrumentos de
política coordinadamente para desarrollar una política industrial sustentable: política monetaria
(crédito), política comercial (exportaciones e importaciones) y política fiscal (subsidios e impuestos).
<hr>
<strong>Notas</strong>

<a name="*"></a><a href="#base*">*</a>Ramussen (1957) definió dos índices o coeficientes,


uno de demanda mediante la matriz inversa de Leontief y otro de oferta con la matriz de distribución de
Gosh. El primero mide los encadenamientos hacia atrás y el segundo los encadenamientos hacia
adelante de cada uno de los sectores que componen la matriz.

Datos cruciales:

1) El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 por la Organización
Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(UNEP, por su sigla en inglés). Dicho organismo ha establecido reglas para la medición de los gases de
efecto invernadero (GEI) en todos los países que forman parte de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU). Asimismo, el IPCC recopila información, busca acuerdos y recomienda políticas contra
el cambio climático en las reuniones <cite>Coference of Parties</cite> (COP).

2) El cuadro 1 presenta las emisiones de GEI en países seleccionados para dos momentos, 2017 y 2020.
Destaca el hecho de que China, además de ser el principal emisor -superando a Estados Unidos por
cerca de 50%-, no redujo sus emisiones como consecuencia de las restricciones por la pandemia de
COVID-19 sino que las incrementó durante 2020.

3) El cuadro 2 presenta los principales subsectores económicos de México que produjeron la mayor
cantidad de GEI en 2018. Así, el top 3 (el más representativo por conformarse de dos dígitos) es:
Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, Agricultura y Cría y explotación de
animales; 17.1%, 13.2% y 12%, del total respectivamente.

4) El cuadro 3 describe los subsectores más contaminantes en México considerando los mayores
coeficientes de GEI por unidad de producto (resultado del cociente del GEI entre el Valor Bruto de la
Producción (VBP) de cada subsector) para 2018. En tal sentido, los subsectores con los mayores
coeficientes son: Suministro de agua y suministro de gas por ductos al consumidor final y Generación,
transmisión y distribución de energía eléctrica; 0.189 y 0.162, respectivamente.
5) La gráfica 1 representa los resultados del ejercicio de la matriz de insumo-producto (MIP). Así, la
proyección de emisiones de GEI para México dentro del periodo 2018-2030 bajo los supuestos, sin
cambio tecnológico y con cambio tecnológico, arrojan una particularidad: Existe un punto de quiebre
en 2020 como resultado de la crisis económica producto de la pandemia por COVID-19, que influye en
la reducción de las emisiones en los dos supuestos; no obstante, con un cambio tecnológico en los
subsectores clave dicha reducción de GEI continua a la baja hasta 2023, siendo este año donde
aumentan nuevamente (se interpreta como una recuperación de la economía) pero la cuantía es mucho
menor respecto a la trayectoria base.

6) Estos 12 subsectores representa 69% del total de las emisiones de GEI producidas por la economía
mexicana en 2018.

7) Estados Unidos ocupa el segundo lugar a nivel mundial en emisiones absolutas de GEI y el primero
en emisiones per cápita.

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