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Khaetronium

Capitulo 1
-Muy bien Abraham, ahora que ya te tenemos aquí, te quiero dar una sorpresa -.Y recibo
un puñetazo muy fuerte en el estomago mientras dos gigantes me toman y otro golpea
pero, para ser exactos alguien mas viene con ellos pero aun no se ha bajado de auto, de
eso estoy seguro pero no se quien sea.
-¿Cómo…saben...mí nombre?
-De todas maneras la intención de nosotros es darte un par de golpes, de todas formas no
recordaras nada si pensamos dejarte para siempre en coma y si no quedas así, quedaras
inválido. Supongamos que alguien nos contrato para darte una pequeña lección
-¿Quee?
-Ya lo escuchaste y dejar de preguntar, idiota.- y siento otro golpe en el estómago, ese
grandulón si que tiene los puños como roca, después me golpean la cara y me dejan caer
mientras me siguen pateando como unos cobardes en el suelo.

Gimo de dolor e intento cubrirme lo mas que puedo pero uno de ellos me vuelve a
levantar mientras me siguen golpeando como unos locos, intento abrir los ojos pero la luz
de ese auto me deja sin visión, para ser exacto parece que me tientan como en las
películas de acción donde se llevan a un sujeto a otro lugar mientras me echan toda la
maldia luz.

-Escucha, de todas formas no vas a recordar nada por la mañana ¡Jajaja! Estamos en la
vieja carretera y no creo que pase tu mami a buscarte por este sitio, y si lo piensas y si
abres la boca personalmente ire a tu casa y asesinare lo único que tienes de familia, a tu
mama. Que triste es un hijo sin madre.
–Nooo, dejen a mi madre ¿Qué quieren de mi? No se quien diablos son
-Cierto, que idiota soy, dije que tenia una sorpresa.- lo hace llevándose la manos a su cara
de cretino
Apenas abro los ojos y miro que va al auto y la ventanilla se baja mientras dialogan algo y
los sujetos que están sosteniendo murmuran algo.
–No puede ser chico, mira en que condición estas ¡jajaja! No mereces esto pero hiciste
enojar al heredero.- si pudiera les daría un golpe con un bat.- Oye diego, mira como esta
este sujeto, esta mas golpeado que no creo que pueda recordar algo.
-Muevelo, juguemos con el para que aprenda a no entrometerse con el “jefe posli”
Abro un ojo y miro al otro sujeto que fue al auto viene hacia mi, le escupiría la cara pero
boca no la siento, estoy muy jodido con todo esto.

-Bien, creo que es hora de que conozcas al heredero.- me dijo echando todo el aliento
apestoso.- súbanlo y que quede bien sentando

Escucho abrirse la puerta del auto y vi una silueta de alguien bajar lentamente, caminaod
hacia mi, no estaba equivocado, ese maldito de sebastian.
–Hola Abraham -lo imagine.- debiste de hacerme caso esa vez que te dije que te alejaras
de Daniela.
– ¿….Qué?
–Subanlo muchachos- y me empezó a golpear con tal demencia que pude imaginar que ya
no sentía nada.
– ¿Porquee…? ¿Todo…esto…es…por daniela? – Intente hablar
– ¿Y porque crees? De verdad que nunca entiendes, me sorprendería si vives una semana
más.
– No puedees…
– ¿Que? No escuche nada Abraham, tienes algo que decirme, lo olvidaba, no puedes ni
hablar ¡jajaja! – ya no estaba abriendo muy bien los ojos, solo veía la luz del auto y ya no
sentía que me siguieran golpeando, tal vez lo hacían pero ya no sentía absolutamente
nada.
Escuche que sebastian le dijo a uno de sus guardias que fuera a buscar algo al maletero y
rápidamente vi que regreso el muy infeliz. Entonces me dejaron caer y sebastian se
agacho para decirme algo.

–Escucha Abraham, esto no debía de terminar así pero me haz estado impacientando
desde hace unos meses, aquella vez te lo dije pero no me escuchaste. Además le voy a
demostrar a mi padre que puedo acabar con los pobres diablos que se meten conmigo.
Cuando termino de hablar sentí un bat en la cabeza que por poco y sentí que los intestinos
estaban en la boca. Creo que estaba muriendo, solo que no lo sabia.

Lentamente escuche como se reian a lo lejos mientras comencé a sentir lluvia pero
imagine lo peor porque yo mire que estaba despejado, esos malditos me están orinando.
Y cerre los ojos por unos minutos. Los abri otra vez y me cargaban, y después me colocan
en una pendiente y escuche decir algo:
–Eso te pasa por meterte con el heredero jaja –Y uno de ellos me empujo con su zapato
por lo que baje rodando esa pendiente.- ¡vámonos muchachos!

Lo primero que me puse a pensar después de caer y quedar atrás de un árbol fue en mi
madre, que estaría pensando que a esta hora no he llegado todavía a casa para la cena. Se
le ocurrirá hablarle a alguno de mis amigos para saber que no estaba allá. Me hubiera
gustado disfrutar el bosque pero no de esta manera, vaya forma de acampar, casi
inconciente y no ver nada. Lo peor es que por esta carretera no pasa ni un fantamas. No
puedo creer que a mi edad me den la golpiza de mi vida, y todo por Daniela pero, oye, ella
no tiene la culpa. Y quede dormido.

Claramente puedo escuchar a muchos grillos, si en verdad estoy en esta carretera no


pasara nadie, pienso con un poco de claridad, me duele todo el cuerpo. Y mi cabeza, no se
si saldré de esto. Intento gritar pero es imposible, y aunque pudiera quien me escucharía
por aquí, nadie. Volteo hacia un costado y todo el lugar se me hace un poco conocido,
miro hacia el otro lado y veo ese envase de avena quaker que vi tirada, ahora lo recuerdo,
aquí es donde llegamos aquella vez que exploramos el bosque, creo que ya se donde
estamos pero si estamos lejos de casa. Me intente parar pero cai al primer intento y me
golpee nuevamente la cabeza. Siento que tengo rota mis manos y encima no puedo mirar
más que este viejo envase. Veo lentamente que algo brilloso se mueve hacia mí, viene en
muchas porciones pero no alcanzo a distinguir que cosa es, camina lento pero brilla
mucho. Siento que trepan mi pierna. Y quedo inconciente de nuevo.

–Abraham, hijo ¿estas bien?- escucho una voz pero se escucha como si yo tuviera tapada
las orejas.- Abraham, hijo. Tienes pulso todavía
Abro lentamente los ojos y miro el alba en el cielo. Muevo el cuello y veo que vaho se
desprende de las plantas que están a mí alrededor. Y siento que alguien me levanta
mientras me quedo mirando ese envase de avena, se aleja mas y mas. Y entonces alguien
vuelve a decir:
–No te preocupes hijo, te llevare a un hospital- y quede inconsiente otra vez

Ese día estaba yo con Daniela en el hospital, después de que me encontrara su tio, que es
trailero por la vieja carretera de la parte trasera de la ciudad. Después de que y sus
amigos me propiciaron unos buenos golpes por responderle al muy jodido. No es que me
moleste, claro que no me molesta. De hecho siento que me lo merecia por andar ahí
atizándole a la cara. Bueno, y ahí estaba en ese hospital de locos, podía abrir los ojos pero
no mucho y cuando lo hacía siempre era la misma hora, quiero decir, me desmayaba a las
12 y volvia a despertar a esa hora, lo curioso es que Daniela siempre estaba ahí pero en
diferentes posiciones. Recuerdo lo ultimo que vi antes de abrir los ojos, ese bote de avena
quaker, vaya que era la ultima cosa y un par de bichos sobre mi que me había dicho el
profesor, recuerdo muy bien que los vi en el bosque, para empezar, eran gusanos mas
bien. No es la manera de la cual yo hubiera preferido morir, quiero decir a un lado de la
carretera, seguro por esa razón yo estoy aquí en este hospital de locos.

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