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Ramas de la lingüística

Morfología

Se ocupa de la forma de las palabras, de su estructura interna.


El término latino iuvènis evolucionó, a través de los siglos, hasta dar lugar a
la palabra española joven. Juventud, jovencita o juvenil son palabras derivadas de
ella. ¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los procesos que hacen que a
partir de una palabra se creen otras? Pues sigue leyendo, porque en este artículo
analizaremos los elementos que componen la palabra y los mecanismos para
crear nuevos términos.

¿Qué es una palabra?

La palabra es un conjunto de sonidos articulados, que podemos representar


gráficamente con letras, a los que asociamos un significado: árbol, río.

Elementos que componen una palabra

La mayor parte de las palabras del español están formadas por un lexema o raíz
(buen-os) y unos morfemas (buen-os).
El lexema o raíz nos indica el significado de la palabra y, en ocasiones, su
familia léxica. Recuerda: las palabras que tienen la misma raíz y se relacionan en
su significado forman parte de la misma familia léxica. Observa la información que
nos proporciona el lexema en cada uno de los siguientes ejemplos:

 Leche: 'líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los
mamíferos para alimento de sus crías'. De la misma familia son: leche,
lechero, lechera, lechería, lechal.
 Café: 'bebida que se hace con la semilla del cafeto'. De la misma familia:
cafeto, cafetal, cafetería, cafetera, cafeína.

Los morfemas se unen al lexema para complementarlo o modificarlo. Observa


para qué nos sirven los morfemas:

 Aportan una información gramatical de género (masculino o femenino):


leona; de número (singular o plural): cintas; de persona: (primera, segunda
o tercera): cantaste; de tiempo (presente, pretérito imperfecto...): salimos.
 Modifican el significado del lexema; en este caso, se denominan prefijos
(aparecen delante de este) y sufijos (se colocan detrás): releer, jardinero.
 El número de morfemas es inferior al de los lexemas, pero, combinados,
dan lugar a un gran número de palabras.
Formación de las palabras

La mayoría de las palabras se han creado a partir de distintos procesos de


formación. Los más habituales son los siguientes:

 Por composición: añadiendo un prefijo a una palabra ya existente:


prehistoria, deslenguado; o uniendo dos o más lexemas: limpiaparabrisas
(limpiar + parar + brisa), vinagre (vino + agrio).
 Por derivación: añadiendo un sufijo a un lexema: becario, lobezno.
 Mediante la creación de siglas: palabra formada con las letras iniciales,
usadas como abreviatura, de cada una de las palabras que forman un
nombre: ONU (Organización de Naciones Unidas), AVE (Alta Velocidad
Española).
 Con acrónimos, palabras formadas por siglas que se refieren a objetos o
conceptos como si fueran verdaderas palabras, que se pronuncian
silabeando, no deletreando: ovni (objeto volador no identificado), radar
(Radio Detection And Ranging).
 Tomando préstamos lingüísticos: palabras de otros idiomas: aeróbic,
anorak.

Clases de palabras

Atendiendo al proceso de formación, se pueden distinguir distintos tipos de


palabras:

 Primitiva. No procede de ninguna otra: toro, casa, lona.


 Derivada. Se ha creado por derivación a partir de una primitiva; de toro:
torero, toril, torear, toreo.
 Simple. Tiene un solo lexema: tela, miel.
 Compuesta. Consta de dos o más lexemas: malasangre, sacamantecas.
 Parasintética. Formada por composición y derivación: desarbolado,
inaccesible.
 Prefijos y sufijos

Los prefijos y los sufijos son unidades léxicas más pequeñas que las
palabras, formadas por una serie de sonidos a los que asociamos un significado.
Modifican el significado del lexema.
Los prefijos proceden en su mayoría del latín o del griego y anteceden al
lexema en la palabra (superpoblado, teledirigido…).
Los sufijos van después del lexema; generalmente proceden también de las
lenguas clásicas. A veces, cambian la categoría gramatical de la palabra:
aterrizaje (sustantivo) de aterrizar (verbo); suciedad (sustantivo) de sucio
(adjetivo).
Algunos prefijos
De origen griego
De origen latino
ex- 'fuera de': excéntrico a- 'negación': anormal
i- 'negación': ileso anti- 'opuesto': anticuerpo
mini- 'pequeño': minifalda bi- 'dos': bicéfalo
multi- 'mucho': multinacional en- 'dentro de': embotellar
omni- 'todo': omnipotente epi- 'sobre': epicentro
pre- 'antes de': preclásico hemi- 'la mitad de': hemiciclo
semi- 'medio': semicírculo macro- 'grande': macrobiótico
sub- 'bajo': subdesarrollo micro- 'pequeño': microbús
super- 'sobre': superhombre pluri- 'varios': pluriempleo
trans- 'al otro lado de': transatlántico poli- 'varios': polisemia
vice- 'que hace las veces de': vicedirector tele- 'a distancia': teléfono
Algunos sufijos
De origen latino De origen griego
-aceo 'semejante a': grisáceo -algia 'dolor': nostalgia
-aico 'pertenencia': arcaico -cracia 'poder': democracia
-al 'relación': arrozal -edro 'cara': romboedro
-ano 'procedencia': segoviano -fobia 'aversión': claustrofobia
-ble 'posibilidad, capacidad': legible -fono 'sonido': micrófono
-ero 'oficio': panadero -itis 'inflamación': faringitis
-forme 'forma': pisciforme -logía 'estudio de': geología
-miento 'acción y efecto': levantamiento -metro 'medida': pluviómetro
-voro 'que come': carnívoro -patía 'sentimiento, dolencia' cardiopatía

Sintaxis

Seguro que recuerdas lo que es una oración: una palabra o conjunto de palabras
con las que expresamos nuestro pensamiento. Pero ¿sabes lo que es la sintaxis?
Es la ciencia que estudia la función de los componentes que forman los sintagmas
y las relaciones que entablan estos entre sí, y, además, también se ocupa del
estudio de las oraciones.

Oración simple y oración compuesta

Una oración es simple si tiene un único verbo y, por tanto, un solo predicado:
El tranvía recorría las calles de la ciudad.
Una oración es compuesta si tiene dos o más verbos y, en consecuencia,
varios predicados. Aunque cada predicado vaya acompañado de su propio sujeto
y juntos formen una estructura sintáctica claramente diferenciada llamada
proposición, la suma de todas ellas constituye una unidad:
Marta camina [Proposición 1ª], Elsa va en bici [Proposición 2ª] y Ricardo va
patinando [Proposición 3ª].

Tipos de oraciones simples

Las oraciones simples se pueden clasificar siguiendo dos criterios distintos:

1. Según la actitud del hablante ante los hechos, puesta de manifiesto a través de
la entonación, las oraciones pueden ser:

 Enunciativas. Dicen algo del sujeto de modo afirmativo: Tu hermano


estudia, o negativo: En el cielo no brilla el sol.
 Interrogativas. Preguntan por la totalidad o por una parte del enunciado:
¿Te gusta el arroz con leche? ¿Qué has pensado? Generalmente van entre
los signos de interrogación, excepto en las oraciones interrogativas
indirectas: No sé cómo puedes pelearte así.
 Exclamativas. Manifiestan los sentimientos del emisor, alegría, pena, dolor,
etc.: ¡Queda tanto por hacer!
 Dubitativas. Presentan la duda que expone el hablante o la posibilidad de
que algo se realice: Tal vez venga. Quizá lo pueda hacer mejor.
 Desiderativas. Muestran el deseo de que se cumpla algo: ¡Ojalá venga mi
prima hoy!
 Exhortativas. El hablante ordena, sugiere, prohíbe o intenta influir en el
oyente: Tráeme un vaso de agua.

2. Según el tipo de predicado, se distinguen los siguientes tipos de oraciones:

 Atributivas. El verbo de la oración es copulativo (ser, estar, parecer) y llevan


un atributo que concuerda con el sujeto en género y número: Soy fontanero.
 Predicativas. Aquellas cuyo verbo no es ser, estar ni parecer. A su vez, se
subdividen en:

a) Activas. En estas oraciones, es el sujeto el que realiza la acción verbal. A su


vez, pueden ser:

 Transitivas. Tienen complemento directo: Tomo miel.


 Intransitivas. No admiten complemento directo: Buceáis muy bien.
 Reflexivas. La acción que realiza el sujeto recae directamente sobre él
mismo: Me lavo las manos.
 Recíprocas. Tienen un sujeto múltiple o plural, y la acción verbal que realiza
uno de ellos recae en los demás y, al mismo tiempo, recibe la que realizan
los otros: Ellos se ayudan.
 Impersonales. Carecen de sujeto: Se juega bien allí.1

b) Pasivas. Llevan generalmente el verbo conjugado en voz pasiva (verbo ser +


participio del verbo conjugado), y su sujeto recibe la acción verbal: Ha sido
galardonado por el Rey.

Tipos de oraciones compuestas

Las oraciones compuestas pueden ser:

 Coordinadas. Entre las proposiciones no existe ninguna relación de


dependencia. Van unidas mediante conjunciones coordinantes (copulativas,
adversativas, disyuntivas, ilativas y distributivas): El autobús efectuó una
parada y subió una señora.
 Yuxtapuestas. Entre las proposiciones no existe ninguna relación de
dependencia ni van unidas mediante nexos: Vine, vi, vencí.
 Subordinadas. Una de las proposiciones es la principal, y las demás
presentan una relación de dependencia con respecto a esta. Suelen ir
introducidas por nexos o conjunciones que indican esta relación. Existen
tres tipos:

 Sustantivas. Dentro de la proposición principal, realizan la misma


función que un sintagma nominal en la oración simple: Creo que
dices la verdad.
 Adjetivas o de relativo. Van introducidas por un relativo y
complementan al sustantivo al que se refiere este, su antecedente:
El periódico que he comprado es de Andalucía.
 Adverbiales. Dentro de la oración compuesta, hacen la misma
función que un adverbio en una oración simple. Con frecuencia van
introducidas por nexos o locuciones conjuntivas: Lo hice como me
pareció.

Fonética

Se ocupa de la pronunciación y la evolución histórica de los sonidos.


Para comunicarse con los demás, el ser humano ha creado una serie de
sonidos y los ha representado gráficamente como letras, que ha reunido en
alfabetos: a, b, c, d…, todos sabemos recitar de memoria el abecedario, y,
además, somos capaces de combinar los sonidos, inconscientemente, formando
unidades mayores, como sílabas y palabras, que es lo que nos permite establecer
la comunicación humana. Pero ¿te has parado a pensar cuál es el origen de esos
sonidos que pronuncias y esas grafías que escribes?

1
Este tipo de oraciones no lo son, ya que no presentan el enfrentamiento entre sujeto y predicado. Así
como no existe sujeto sin predicado, tampoco existe predicado sin sujeto.
¿Cómo se producen los sonidos?

Los sonidos se originan en nuestro aparato fonador, siguiendo este proceso: al


aspirar, introducimos aire en nuestros pulmones, que el diafragma expulsa hacia
los bronquios, la tráquea y la laringe, donde las cuerdas vocales, al tensarse,
vibran y originan sonidos. Estos sonidos se modifican en la boca por el movimiento
de los labios, la lengua, el velo del paladar y la mandíbula inferior, diferenciándose
unos de otros. Es lo que se llama la articulación.
Ahora, prueba a decir el alfabeto, pero delante de un espejo. Fíjate en cómo
mueves los labios, la lengua… Después, pronuncia palabras sueltas. Es curioso,
¿verdad?

Los fonemas y los sonidos

Los fonemas son las unidades más pequeñas de la lengua. Solo existen en
nuestra mente como una imagen acústica o visual que nos permite usarlos o
reconocerlos. Cuando los utilizamos, los convertimos en sonidos, que
reconocemos a través del oído por su pronunciación, o en grafías, que llegan a
nosotros a través de la vista por su representación gráfica (las letras).

Los fonemas del español son veinticuatro:

/a/, /b/, /z/, /ch/, /d/, /e/,


/f/, /g/, /i/, /j/, /k/, /l/,
/ll/, /m/, /n/, /ñ/, /o/, /p/,
/r/, /rr/, /s/, /t/, /u/, /y/.

Aunque no significan nada por sí mismos, estos fonemas diferencian


significados, porque combinándolos formamos muchas palabras distintas: bala,
cala, gala, mala, pala, rala, sala, tala

Clases de fonemas

 Vocálicos: al pronunciarlos, el aire no encuentra ningún obstáculo en su


salida hacia el exterior. Son cinco: /a/, /e/, /i/, /o/ y /u/.
 Consonánticos: en su articulación, ponemos obstáculos al aire para salir por
la boca, ya sea con la lengua, los dientes, los labios, etc. Así, para emitir el
sonido /p/ unimos los labios, para el sonido /f/ juntamos los dientes
superiores con el labio inferior, para el sonido /m/ expulsamos el aire por la
nariz, etc.

Los sonidos vocálicos pueden aparecer solos, como palabras independientes


(a, o,), o combinados con consonantes para formar sílabas (a-cer-ti-jo). Los
sonidos consonánticos han de unirse a los vocálicos para poder pronunciarse y
crear sílabas; nunca forman palabras independientes.
El alfabeto

El alfabeto es el conjunto de letras o grafías con que se representan los sonidos


de una lengua.
El alfabeto español tiene veintisiete letras, que pueden escribirse de dos
formas, en minúscula: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x,
y, z, o en mayúscula: A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, Ñ, O, P, Q, R, S, T, U,
V, W, X, Y, Z.
Debemos aprenderlo en el orden establecido porque con él se organizan las
palabras de los diccionarios, se crean listas, se clasifican ficheros, etc.
El número de letras no coincide con el de los fonemas, ni a cada sonido le
corresponde un fonema: de la h, por ejemplo, decimos que es muda, porque no
representa ningún fonema, mientras que la x suele corresponder a la suma de dos
fonemas: /k+s/ o /g+s/. Una letra puede representar dos fonemas diferentes, y al
revés: varias letras diferentes pueden representan un solo fonema. Observa la
relación entre fonemas y letras en el siguiente cuadro:

Correspondencia de fonemas y grafías en español


Fonema Letra Nombre Pronunciación Ejemplo
/a/ A a [a] casa
/b/ b, v, w be, uve, uve [b], [ ] beso, vida, whisky
doble
/ / c (ante e, i) ce [[k], [ ] ,[s] crecer, cielo,
z (ante a, o, u) zapato, zoo, zumo

/ch/ Ch che [ ] chimenea


/d/ D de [d], [ ] dedo

/e/ E e [e] elefante


/f/ F efe [f] fecha
/g/ g (ante a, o, u ó ge [g], [ ] gato, guerra, guitarra
consonante)
gu (ante e, i)
// h hache [no se hacha, humo
pronuncia]
/i/ i, y i (latina) , y [i] mi, rey, muy
(griega)
/j/ g (ante e, i ) jota [X] jamón, jefe, jinete, joroba, ju
j (a, e, i, o, u)
/k/ c ( ante a, o, u o ca [k] caballo, cocodrilo, cueva, q
consonante) kilo
qu (ante e, i)
k
/l/ l ele [l ], [ ],[ ] labio
/ll/ ll elle [ ], [j ] llave, ella
/m/ m eme [m] mama, mesa, milla, mosca,
/n/ n ene [n],[ ],[ ] niño
/ñ/ ñ eñe [ ] niño, año
/o/ o [o] oso
/p/ p pe [p] pelota, pipa
/r/, / / r ere, erre [r], [ ] arena, arriba, radio

/s/ s ese [s], [z] sol


/t/ t te [t] tortuga
/u/ u u [u] una, uva
/ks/, x equis [ks], [x], [s] examen , taxi, xenofobia
/gs/
/y/ y i griega [i], [j], [ ] yo, yerno

Nota: No confundir la ortografía con la transcripción fonética y fonológica.

Particularidades:

b: corresponde a b y v
k: c delante de a, ,o, u y qu delante de e, i; C Y Z: c ante e, i; z ante a, o, u
h: no se pronuncia en español. No representa ningún fonema. (Ver ortográficamente: usos de h.)
y: semivocal y semiconsonante: muy / trayecto
x: k+s, g+s
r: entre vocales o precedida de consonante distinta de n o s (coro, broma) y en posición final de sí
de palabra, la r se pronuncia como vibrante simple.

Fonología

Rama de la lingüística que estudia los elementos fónicos, atendiendo a su valor


distintivo y funcional. Estudia el valor funcional de los fonemas para formar
palabras. Estudia los sistemas de sonidos de las lenguas naturales y la naturaleza
de tales sistemas. A diferencia de la fonética, que estudia la producción y
percepción de los sonidos, la fonología ve los sonidos como unidades discretas o
segmentos, llamados fonemas.
Un hablante podría producir una amplia gama de sonidos del habla; sin
embargo, las lenguas utilizan tan solo un subconjunto de esta. A su vez, existen
varias realizaciones acústicas de un determinado sonido que un hablante percibe
como si se tratara del mismo segmento. La fonología intenta, pues, clasificar estos
segmentos en matrices o conjuntos de rasgos, con objeto de reducir las unidades
lingüísticas al mínimo posible e identificar los rasgos que deben permanecer
invariables para que se establezca la identificación de un sonido como un fonema.
Estos rasgos se llaman “rasgos distintivos o pertinentes”, y se incorporaron al
análisis fonológico a partir de los estudios del Círculo de Praga.
El procedimiento básico para identificar los fonemas es la sustitución o
conmutación, que se realiza sobre palabras para mayor claridad. Así, sustituyendo
los sonidos que forman la palabra más por otros, se forman palabras diferentes:
vas, mes y mar. La caracterización física y articulatoria de los sonidos que forman
cada una de estas palabras produce matrices de rasgos distintas para cada par de
fonemas: /mas/ es distinto de /bas/ en función de los fonemas /m/ y /b/, que se
definen, /m/ como [+bilabial +nasal +sonoro], y /b/ como [+bilabial –nasal +sonoro];
el único rasgo que los diferencia es la condición de nasalidad. Lo mismo podría
hacerse al comparar /a/ y /e/, /s/ y /r/. Un par de palabras que se diferencian por
un solo rasgo distintivo se llama un “par mínimo”. Este par muestra que la
nasalidad puede distinguir una palabra de otra y que el par de sonidos [m b] puede
distinguir palabras.
Por otra parte, cuando estudiamos diferentes tipos de [b], por ejemplo en
español, observamos que puede presentar modos de articulación distintos: es
oclusiva unas veces y fricativa otras. No existen dos palabras en español que se
diferencien únicamente por contener una bilabial oclusiva o una bilabial fricativa.
Así, mientras la oclusiva es observable en posición inicial o tras consonante, la
fricativa aparece en posición intervocálica. Es decir, la distribución de estos dos
sonidos se rige por una regla o principio por el cual existen contextos reservados
para cada uno de ellos. Cuando se produce este patrón de aparición, se dice que
ambas realizaciones del fonema se encuentran en distribución complementaria, el
fenómeno que determina esta variación en la pronunciación se conoce como
alofonía o variación alofónica y cada variante del fonema implicado es un alófono
de dicho fonema. La distinción entre alófonos y fonemas diferentes puede,
potencialmente, variar entre lenguas, de manera que un par de alófonos en una
lengua pueden comportar cambio de significado en otra y producir por tanto un par
mínimo.

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Lexicología

Se ocupa del léxico.

¿Qué es el léxico?

El léxico es el vocabulario, el conjunto de palabras de un idioma. En él se puede


distinguir el léxico patrimonial de los préstamos lingüísticos.
La mayor parte del léxico español procede del latín hablado durante la
romanización (la época en la que los romanos dominaban la península Ibérica), ya
que el español procede directamente del latín. Estas palabras son las que
conforman el llamado léxico patrimonial. A estas se unieron posteriormente las
aportaciones de otros idiomas: el griego, el árabe, las lenguas precolombinas…,
que se conocen como préstamos lingüísticos.
La ciencia que se ocupa de estudiar el origen de las palabras es la
etimología.
Léxico culto, semiculto y popular

A lo largo de los años, las palabras sufren modificaciones: cambian algunas letras,
pierden otras, etc.; pero no todo los casos son iguales, por lo que, dependiendo de
su evolución, las palabras se pueden dividir en tres grupos:

 Los cultismos son las palabras que no han cambiado desde su origen, las
que han permanecido invariables: cátedra o lector.
 Los semicultismos son aquellas que solo han evolucionado ligeramente:
licencia (licentïa) o mármol (marmor).
 Las palabras populares son las que han sufrido variaciones fonéticas al
pasar del latín vulgar al español: rueda (rota), joven (iuvènis).

Préstamos lingüísticos y neologismos

El contacto entre culturas favorece que unos idiomas tomen términos de otros;
estos son los llamados préstamos lingüísticos. Los que conservan su grafía
original se llaman extranjerismos: byte, pizza, flash; si se hace de ellos una
traducción literal, se conocen como calcos: baloncesto (basketball) o fin de
semana (weekend). Cuando su pronunciación y ortografía se españolizan, pasan a
formar parte del léxico común: fútbol (anglicismo; es decir, que procede del inglés),
avión (galicismo, del francés), buzo (lusismo, del portugués).
Con los avances científicos y técnicos, surgen objetos o conceptos nuevos
que hemos de nombrar. Para ello creamos neologismos (palabras nuevas)
partiendo de elementos lingüísticos ya existentes, como prefijos, sufijos, etc., o
empleando voces de nuestro idioma a las que damos un nuevo significado: ratón o
menú, en informática.
A lo largo de toda su historia, el español ha ido tomando numerosas palabras
de otros idiomas con los que ha estado en contacto. A continuación encontrarás
algunos ejemplos:
De las lenguas prerromanas (las que se hablaban en la península Ibérica
antes de la llegada de los romanos) conservamos algunos nombres celtas,
fenicios o cartagineses: zurdo, barro; incluidos muchos de ciudades, como
Segovia, Cádiz o Ibiza.
A través del latín, el griego nos ha aportado prefijos como hipo-, hiper-, poli-,
con los que formamos palabras, como hipermercado o polígloto, y voces, como
ortografía, filosofía, tragedia, epigrama, tirano o anarquía.
Entre los siglos III y VI entraron los germanismos, que dejaron palabras como
guerra, guiar, guarecer o burgo, que significaba ‘castillo’ y después pasó a ser
sinónimo de ‘ciudad’, por lo que forma parte de muchos topónimos, como Burgos,
y otras palabras derivadas de esta: burgués, burguesía.
Durante la Reconquista, el español tomó del árabe muchos términos
relacionados con ciencia, agricultura, vivienda, albañilería, objetos domésticos o
nombres de ciudades y ríos: álgebra, alquimia, alberca, aceite, alcachofa,
mezquita, alcázar, adobe, alfombra, albornoz, medina, Guadalquivir...
Del italiano hemos tomado palabras vinculadas a la música, el arte y la
navegación: romanza, partitura, galeón, piloto...
El descubrimiento de América nos puso en contacto con las lenguas
precolombinas, de las que adoptamos términos como: chocolate, patata,
aguacate, chicle, cóndor, zopilote, poncho, hamaca, piragua, canoa...
El francés nos ha aportado vocablos de moda, perfumes, economía,
administración y política: perlé, echarpe, pantalón, peluche, aval, parlamento,
burocracia...
En la actualidad, la mayor parte de los préstamos los tomamos del inglés:
software, aerolínea, turista, pijama, fútbol, bistec, cómic, champú...
El contacto con las otras lenguas hispanas ha favorecido la incorporación al
español de palabras del gallego-portugués (morriña, vigía), vasco (izquierda,
chabola) y catalán (capicúa, barraca).

Cultismos, vulgarismos y jergas

Cada situación, nuestro nivel cultural, el tema tratado, etc., son aspectos que
condicionan nuestra forma de expresión y también nuestro vocabulario. Ya sabes
que no todo el mundo habla ni escribe igual en todas las situaciones; se puede
utilizar un tipo de léxico u otro, unas palabras u otras. Los siguientes son algunos
de los casos más comunes.
 Los cultismos son palabras eruditas, procedentes de las lenguas clásicas,
el griego y el latín. Se utilizan en el habla culta, propia de las personas que
tienen una sólida formación intelectual y conocen, por tanto, un amplio y
preciso vocabulario.
 Llamamos vulgarismos a los usos incorrectos de las palabras, ya sea
porque se pronuncien mal o porque se empleen inadecuadamente. Son
propios de personas con escasa cultura, incapaces de variar de registro
idiomático y cuyo vocabulario es pobre.
 Las jergas son lenguajes especiales que utilizan personas de una
determinada profesión para comunicarse entre sí, por lo que sus términos
son difíciles de entender para quienes no pertenezcan a ella. Las palabras
propias de una ciencia o profesión reciben el nombre de tecnicismos.

Semántica

Estudia el significado de las palabras a través de los siglos hasta llegar a la


actualidad. ¿Sabes que hay vocablos que hoy significan algo muy distinto que, por
ejemplo, en la Edad Media? ¿Se te ocurre por qué puede ocurrir esto?

Significante y significado

Cada palabra está compuesta por una serie de fonemas que podemos articular y
escribir, es el significante; por ejemplo, perro: /p/ + /e/ + /rr/ + /o/.
En nuestra mente asociamos estos fonemas con un concepto, que es su
significado: perro, 'mamífero doméstico de cuatro patas, con gran olfato y muy leal
al hombre'.
Cuando percibimos a través de los sentidos una idea o realidad (referente),
la relacionamos inmediatamente con su significado, y este, con el significante que
le asigna el idioma en el que nos expresamos. Así, si vemos un dálmata, un
pequinés o un caniche, los asociamos con el concepto y el significante de perro.
La relación entre el significante y el significado es arbitraria, es decir: no hay
nada en /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ que obligue a esta serie de fonemas a significar el
concepto de ‘perro’; y al revés. La prueba es que /d/ + /o/ + /g/ expresa
exactamente el mismo concepto en lengua inglesa. Si los hablantes de español
nos pusiéramos de acuerdo en que /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ pase a significar otra cosa
(por ejemplo, ‘gato’), y en que ‘perro’ se diga de otra forma en español (por
ejemplo, /d/ + /o/ + /g/ + /o/), no tardaríamos mucho en acostumbrarnos; y los que
menos notarían el cambio serían los perros. El lingüista o estudioso de la lengua
Ferdinand de Saussure fue el primero en formular esta ‘arbitrariedad del signo’ al
observar que, de hecho, las palabras cambian de significante y de significado, sin
que ello altere en nada el objeto.

El campo semántico

Agrupamos semánticamente las palabras por los rasgos comunes que nos
permiten relacionarlas, pero las distinguimos por sus rasgos diferenciales. A estos
rasgos los llamamos semas.
Casa, piso, choza, chabola... tienen en común que cobijan a las personas;
pero su tamaño, que habite en ellas una o varias familias, su situación, etc., las
hace diferentes.
Las palabras que se relacionan entre sí por su significado forman un campo
semántico; en el ejemplo anterior, el de la ’vivienda’.

Evolución de las palabras

Las palabras acompañan al hombre y evolucionan con la sociedad que las utiliza.
Si la primera lengua que se habló en el mundo no hubiera variado, todos
hablaríamos el mismo idioma y tendríamos el mismo número de palabras para
denominar idénticos conceptos. Sin embargo, no ocurre así.
Para nombrar un concepto, una lengua puede tener un solo significante, y
otra, cuatro o cinco. Por el contrario, un mismo significante puede tener en un
idioma un solo significado, y en otro, varios.
Cuando una sociedad da mucha importancia a algo, lo nombra de muchas
maneras, mientras que si no lo considera esencial se conforma con una sola.2
¿Por qué cambian de significante o de significado algunas palabras? Estos
cambios se pueden producir por motivos diversos; estos son algunos de ellos:
Por razones históricas: si un objeto o concepto desaparece, su significante
puede dejar de usarse o pasar a denominar otro significado nuevo; por ejemplo, el
alcohol, en la Edad Media, era una especie de rímel que dejó de emplearse; hoy
es un desinfectante o un componente de algunas bebidas.
Puede ocurrir que tomemos el significante de una palabra para referirnos al
significado de otra al establecer entre ellas una relación; es lo que ocurre cuando

2
Cada lengua refleja la realidad según las necesidades que han de satisfacerse.
decimos de una persona que es un cerdo (en sentido negativo) o que es un cielo
(en sentido positivo).
En ocasiones, evitamos el uso de una palabra, para no herir los sentimientos
de alguien o por ser poco adecuada, y la cambiamos por otra u otras: en lugar de
sirvienta o criada, utilizamos empleada doméstica; en vez de retrete, preferimos
servicio o aseo3. Naturalmente, esto solo cambia el significante, no el significado y
menos la realidad.

Palabras monosémicas y palabras polisémicas

 Una palabra es monosémica si su significante tiene un solo significado:


Junio: sexto mes del año.
 Una palabra es polisémica si tiene varios significados relacionados entre sí;
por ejemplo, as significa:

 Antigua moneda romana que valía una libra.


 El número uno de los palos de la baraja.
 Punto único señalado en una cara del dado.
 Quien destaca sobremanera en algo.

Homónimos, sinónimos y antónimos

 Dos o más palabras son homónimas cuando, teniendo distinto origen,


coinciden por su evolución en su sonido (homófonas) o su escritura
(homógrafas), pero significan cosas diferentes: Vaca: hembra del toro.
Baca: portaequipaje de la parte superior de un coche. Carpa: pez. Carpa:
gajo de uvas. Carpa: toldo que cubre el circo.
 Dos o más palabras son sinónimas si, aun teniendo matices diferentes,
significan lo mismo: torero, diestro, espada, lidiador, matador.
 Dos palabras son antónimas si tienen significados contrarios, aunque entre
ellos pueda haber una gradación: blanco-negro, simpático-antipático.

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Estas palabras que suavizan el significado se denominan eufemismos.

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